¡ESTABA TAN ENOJADO!

TENÍA GANAS DE GRITAR Y SENTÍ UN CALOR QUE ME SUBÍA POR LA

CARA Y ME SALÍA POR LAS OREJAS. OTRA VEZ ERA COMO UN GLOBO, PERO AHORA ME
INFLABA, ME INFLABA… HASTA QUE EXPLOTÉ.
LE DEVOLVÍ LA PELOTA CON TODAS MIS FUERZAS. EL POBRE CHICO SE ASUSTÓ TANTO QUE AL
SALIR CORRIENDO PERDIÓ UN ZAPATO.
¡NO, MONSTRUO! – DIJO NICO- ENOJARSE ESTÁ BIEN, PORQUE NOS MUESTRA QUE HAY COSAS
ESTE ES NICO. ES MI AMIGO Y ES UN HUMANO. LO SÉ PORQUE TIENE UNA BOCA PEQUEÑA Y
QUE NO NOS GUSTAN O NOS PARECEN INJUSTAS. PERO SI LA
NINGÚN CUERNO EN SU CABEZA.
RABIA ES MONSTRUOSA, PODEMOS LASTIMAR A ALGUIEN.
LO CONOCÍ EL DÍA QUE ME ESCAPÉ DE CASA Y ME ESCONDÍ EN EL CAJÓN DE SUS JUGUETES.
-ANTES DE GRITAR Y PEGAR, MEJOR CONTAR HASTA 10.
MI PAPÁ ME HABÍA MANDADO A ASUSTAR A UNAS SEÑORAS PARA PRACTICAR MIS APTITUDES
AHORA YA LO SABÍA PARA LA PRÓXIMA.
MONSTRUOSAS.
SEGUIMOS CAMINADO Y ME ACORDÉ DE PAPÁ.
PERO A MÍ LOS HUMANOS ME DABAN MIEDO PORQUE ERAN MUY RAROS Y DIFERENTES.
SEGURO ESTABA PREOCUPADO POR MÍ.
CUANDO LOS VEÍA ME PONÍA PÁLIDO Y ME TEMBLABAN LAS PIERNAS.
PARA CUANDO LLEGAMOS A LA PLAZA ME SENTÍA RARO:
AL VERME PARALIZADO, MI PAPÁ ME DIJO QUE UN BUEN MONSTRUO NO SE ASUSTABA ANTE
CANSADO, CON UN NUDO EN LA GARGANTA Y LOS OJOS LLENOS
NADA Y QUE TENÍA QUE SER MÁS VALIENTE.
DE LÁGRIMAS. ¡NUNCA ME HABÍA SENTIDO ASÍ!
YO NO QUERÍA ASUSTAR A NADIE Y SER VALIENTE NO ERA
-¿ESTÁS TRISTE POR ALGO? –ME PREGUNTÓ NICO.
TAN FÁCIL. AUN ASÍ, TOMÉ VALOR…
-NO SÉ. ¿QUÉ ES ESTAR TRISTE?
Y ME ESCAPÉ DE CASA.
-NO ES UNA SENSACIÓN MUY LINDA, PERO ES IMPORTANTÍSIMA. NOS ENSEÑA QUE
FUI A PARAR A LA HABITACIÓN DE NICO Y CUANDO ÉL ME
NECESITAMOS SENTARNOS A PENSAR SOBRE ALGO QUE PASÓ. ¡POR SUERTE NO DURA MUCHO
ENCONTRÓ ESCONDIDO, TEMBLÉ DE MIEDO. ¡ERA TAN
TIEMPO! –DIJO NICO. – A VECES PARA QUE SE VAYA, HACE FALTA CONTARLE A ALGUIEN LO
GRANDE Y POCO PELUDO! ¿POR QUÉ ME MIRABA ASÍ?
QUE NOS PASA.
-HOLA, SOY NICO-ME DIJO-, ¿VOS QUIÉN SOS? ¿POR QUÉ ESTÁS TAN ASUSTADO?
-Y OTRAS VECES, LA AHUYENTAMOS HACIENDO COSAS DIVERTIDAS.
-¿YO, ASUSTADO? ¿NO SABÉS QUE LOS MONSTRUOS NO TIENEN MIEDO? – MENTÍ-, ¡VOS
-¡YO NO SÉ QUÉ MÁS HACER PARA SACARTE ESTA TRISTEZA TAN MONSTRUOSA! – DIJO NICO-
DEBERÍAS TENER MIEDO AL VERME!
CREO QUE ES HORA DE QUE VUELVAS A CASA.
-QUIZÁS… PERO NO SERÍA TAN GRAVE, TODOS TENEMOS MIEDO ALGUNA VEZ. ES BUENO
TENÍA RAZÓN. EN ESE MISMO MOMENTO EMPRENDÍ EL REGRESO. ERA EXTRAÑO, PERO A
PORQUE NOS AYUDA A TENER CUIDADO CUANDO NOS ENCONTRAMOS CON ALGO
PESAR DE TODAS LAS COSAS DIVERTIDAS QUE HABÍAMOS HECHO, ME SENTÍA CADA VEZ MÁS
DESCONOCIDO.
TRISTE.
-PERO ESTE MIEDO TUYO NO ES COMÚN – DIJO NICO-, ¡DEBE SER UN MIEDO MONSTRUOSO!
CUANDO LLEGUÉ A CASA, PAPÁ VINO CORRIENDO A DARME UN ABRAZO TAN, PERO TAN
NO TE PREOCUPES, PARA ESO NO HAY MEJOR MIEDO REMEDIO QUE RESPIRAR LENTO Y
FUERTE QUE AL INSTANTE ME OLVIDÉ DE LA TRISTEZA.
PROFUNDO VARIAS VECES.
-¡PERDÓN POR HABERME ESCAPADO! –DIJE- TENÍA MIEDO Y UN BUEN MONSTRUO NO SE
LE HICE CASO. ME INFLÉ Y ME DESINFLÉ COMO SI FUERA UN GLOBO TRES VECES SEGUIDAS ¡Y
ASUSTA ANTE NADA.
ME SENTÍ MEJOR!
- HAY QUE SER UN MONSTRUO MUY VALIENTE PARA ANIMARSE A
AL FINAL, ESTE HUMANO NO ME DABA TANTO MIEDO Y ADEMÁS ME INVITÓ A TOMAR UN
PEDIR DISCULPAS –ME DIJO PAPÁ.
HELADO. ¿QUIÉN PUEDE DECIRLE NO A ESO?
A PARTIR DE ESE DÍA SIEMPRE VISITO A NICO. AHORA ME GUSTA
LLEGAMOS HASTA LA HELADERÍA Y ME PEDÍ UN HELADO CON 5 BOCHAS, CADA UNA DE COLOR
APRENDER DE LOS HUMANOS…
DIFERENTE. CUANDO LE IBA A DAR EL PRIMER LENGÜETAZO… VINO UNA PELOTA VOLANDO
¡SON TAN RAROS PARA UN MONSTRUO!
RAPIDÍSIMO Y ME ESTAMPÓ EL HELADO EN LA FRENTE, CON CUCURUCHO Y TODO.

FIN.