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Centro universitario del pacifico

Psicología

Taller de lectoescritura universitaria

Edición de documento

Presenta:

Sonia Benítez Alejo

350649

Tijuana B.C 10 de junio de 2023


Índice

Ensayo de “El coronel no tiene quien le escriba” ……………………………. Pág. 3

La pobreza como catalizador del maltrato animal en México……………. Pág. 3

Utilización de animales como sustento económico ………………………… Pág. 5

Peleas de gallo como deporte repulsivo ………………...…………………… Pág. 6

Bibliografía………………………………………………………………………. Pág.9
Ensayo sobre la novela “El coronel no tiene quien le escriba” de Gabriel García
Márquez

Gabriel García Márquez fue uno de los escritores más representativos de habla hispana,
cuya obra ha sido reconocida alrededor del mundo, presenta una novela corta llamada “El
coronel no tiene quien le escriba”, que trata sobre la situación económica precaria de una
pareja de ancianos, donde el protagonista, el coronel, tiene en su poder, tras la muerte de su
primogénito, un gallo de pelea, como sustento económico, aspecto que sirve como punto de
partida en la temática del presente ensayo, donde se abarcará la vertiente negativa del maltrato
hacia los animales, derivado de la situación económica presente, específicamente en México.

La pobreza como catalizador del maltrato animal en México

El término pobreza, es mundialmente conocido, desgraciadamente, es una de las características


más sobresalientes dentro de la República Mexicana. Al referirnos a ella hacemos alusión a la
precariedad en los servicios básicos dentro de una sociedad, como lo son la educación, la
salud, entre otras, todo esto en consecuencia de una actividad económica ineficaz.
Todo forma parte de un efecto dominó, México, como país del tercer mundo, su
desarrollo económico no se compara con los países primermundistas, la tasa de desempleo es
alta, adicionalmente al desvío de recursos, entre otras causas, es muy poca la inversión para los
planteles educativos, lo cual, desencadena el bajo nivel educativo tan representativo del país,
en consecuencia, es poca la capacidad de las personas para poder discernir correctamente
acerca de temas políticos, económicos o sociales, lo que ocasiona que sea muy baja la
posibilidad de encontrar un trabajo bien remunerado, al no tener los ingresos necesarios para
una vida digna, con una alimentación e higiene adecuada, las personas tienden a enfermarse y
al no poseer los ingresos suficientes, es difícil el acceso a servicios de salud necesarios,
generando un bajo desempeño laboral, obteniendo así, como consecuencia, un muy bajo
crecimiento económico.

Todo lo anterior mencionado trae como resultado la desigualdad y caos dentro de una
sociedad, ya que, ante tal situación, el sistema se ve afectado, la inconformidad y la
desesperación se hacen latentes ante estas circunstancias, las personas al no tener una
educación bien cimentada optan por caminos que lejos de ser beneficiarios para un buen
desarrollo, solo aumentan la problemática, ante la falta de recursos, las personas buscan la
manera más sencilla de obtener el dinero que necesitan, de cualquier forma, incluso llegan a
aprovechándose de otros.

Partiendo del concepto de la desvalorización del otro, en la cultura mexicana,


desgraciadamente, hasta hace poco, se había normalizado el considerar a los animales como
seres inferiores a nosotros, o únicamente se les veía como un simple objeto, al ser tan común la
falta de empatía, la frustración y apatía ante el sufrimiento ajeno dentro de una sociedad pobre,
se vive una situación constante de desesperación, que tiende a desencadenar actos de violencia,
no solo dentro del hogar con la familia, o con vecinos, sino que se violenta de igual manera a
los animales, que no poseen ningún tipo de culpa, como forma de contención ante la situación
que se vive, desquitando todo el odio y la rabia contra seres inocentes. 

“El maltrato animal es, a la vez, un factor que predispone a la violencia social y, al
mismo tiempo, una consecuencia de la misma.” (Nelly Glatt F., 31 de enero de 2009, La
antesala de la violencia social. El Universal. Recuperado de:
http://archivo.eluniversal.com.mx/editoriales/42782.html).

Es bien conocido que algunas personas que violentan a otras, que roban, y en ocasiones
matan, en el pasado acostumbraban a maltratar despiadadamente a los animales, como perros,
gatos, entre otros, actos que son inclusive normalizados ante la falta de empatía,
minusvalorando la vida que poseen estos seres.

También se les considera a los animales como un medio de entretenimiento, tal como
en el caso de los circos, pese a que se conozca a la perfección la violencia y el estrés al que son
sometidos para poder lograr ciertas acciones que van en contra de su naturaleza, el ser humano
busca la manera de generar un ingreso económico de un modo rápido y sencillo,
aprovechándose de otros que no puedan defenderse, aunque dañe en gran medida su integridad
tanto física como la emocional al obligarlos a realizar actividades sin piedad alguna.
Utilización de animales como sustento económico

México al ser un país con una baja remuneración económica, se optaba por la utilización de los
animales como un modo sencillo de obtener dinero para la manutención de las familias,
utilizándolos como herramienta agrícola, realizando actividades como la crianza de ganado, o
la utilización de bueyes para labrar las tierras, aunque desde los inicios de las civilizaciones,
estas y otras actividades se habían practicado, hoy en día se les explota a los animales de una
manera exagerada, en masa, y hasta cierto punto descabelladamente.

“… las peleas de perros, gallos y carreras de caballo se realizan en forma clandestina, y


es una forma de obtener recursos por estas actividades, que no sólo tienen que ver con
el maltrato animal, sino también tienen especial impacto en la sociedad” (Ambrosio
Morales, María Teresa, 2017, p.167).

Desgraciadamente en la cultura que se tiene, tiende a rechazar el hecho de que los


animales tienen el mismo derecho de vivir que los seres humanos, a pesar de no ser un paso
muy grande, los animales cada vez obtienen más derechos, lo que permite deshacerse de
prácticas barbáricas cuyos fines son de lucro, como lo son las peleas de perro o las tan
erróneamente consideradas, representación cultural, peleas de gallo. Los animales que son
utilizados para generar ingresos sufren de maltrato, las actividades que realizan atentan contra
su salud, puesto que en la mayoría de los casos son sumamente peligrosas, tristemente son
explotados hasta su muerte, para posteriormente ser desechados, como si no tuvieran valor
alguno, o simplemente una vez que no son capaces de generar ingresos, son asesinados para
poder reemplazarlos por otra nueva víctima, continuando con el ciclo de violencia.

Aunque las leyes de protección animal no están completamente cimentadas, es bien


conocido que su maltrato está penado, desafortunadamente es únicamente en el caso de
animales domésticos, hasta hace unos años, quedaban impune en su totalidad los casos del
maltrato o su asesinato, poco a poco, conforme el avance tecnológico, por medio de
plataformas o las tan conocidas las redes sociales, se comenzó a hacer conciencia de que son
seres sintientes, que piensan, y sufren al igual que las personas.
Peleas de gallo como deporte repulsivo.

“-Es por pocos meses -dijo-. Ya se sabe con seguridad que hay peleas en enero. Después
podemos venderlo a mejor precio.” (García, 1961, p.9).

Tomando como referencia el diálogo anterior, una de las prácticas, ahora ilegales,
mayormente realizadas dentro de la República Mexicana, es la utilización de los animales para
peleas clandestinas, ya sean de perros, o en este caso específicamente, se hará referencia a las
peleas de gallos.

Las peleas de gallos son un “deporte” sangriento, cuyo fin es entretener a las personas,
en el cual se ven inmiscuidas las apuestas y el alcohol, donde la gente va a favor de la victoria
una víctima, uno de los gallos, que formarán parte de la pelea. Es una actividad que abunda
mayormente en lugares con altos índices de pobreza, tal como en caso de la novela de García
Márquez, sirve como una fuente de ingresos para la pareja de ancianos, pero esta solo es una
cara de la moneda que se muestra, en las profundidades de esta actividad, se encuentra la
violencia, la poca compasión y el deleite ante la brutalidad de dos seres masacrándose entre sí,
acto disfrazado anteriormente bajo la máscara de una supuesta cultura.

En una sociedad donde prolifera la pobreza y la violencia, no es de extrañar que se considere a


este tipo de actividades como una tradición o costumbre, debido a la facilidad con la que se
podía ganar dinero, o bien por la sensación de adrenalina ante lo que es prohibido, al momento
de desafiar a la autoridad, también visto desde un punto psicológico, puede que sea a causa de
una adicción a las apuestas, sin embargo, el salvajismo se encuentra presente en las peleas.

“Los criadores a menudo arrancan las plumas y mutilan las crestas y barbillas de los
gallos… cortan los espolones de las aves, que son las protuberancias naturales de sus
huesos en sus piernas, y así armas artificiales más mortales puedan ser atadas a sus
piernas”. (1999, Pelea de gallos. PETA Latino. Recuperado de:
https://www.petalatino.com/los-animales-no-son-nuestros-para-usar-como-
entretenimiento/pelea-de-gallos/).

Es evidente que las peleas de gallos son una práctica barbárica, el simple proceso al que
son sometidos los gallos raya en lo absurdo, las mutilaciones, el estrés, la indiferencia hacia el
sufrimiento ajeno, cuyo único objetivo es el entretenimiento, deja en debate el tipo de sociedad
en la que vivimos, la casi inexistente moralidad de las personas que disfrutan del sufrimiento
solo denota la pobreza mental y de valores de los países con poca educación.

“El gallo del gallero joven queda tuerto, sangra mucho. El gallero joven calla como si
lo hubiesen apabullado a él. No dice nada … Su gallo sigue recibiendo navajazos, pero
sigue también tirando algunos con menos fuerza. Los dos sangran, pero a pesar de eso
siguen peleando…” (Velázquez , Martín, 2014, p.69).

No es complicado imaginar la escena que se describe, basta con cerrar los ojos y percibir
el tipo de dinamismo que emana ese tipo de lugares, el sufrimiento del pobre animal es
ignorado ante el tumulto de personas que lo disfrutan sin piedad. No es sino hasta la muerte del
gallo que encuentra al fin la paz, pero el ciclo continúa para los demás, que al igual que él
sufrirán del cruel ritual. Es necesario recalcar que, en algunas ocasiones, los animales no son las
únicas víctimas de dicha actividad, los niños, en contra de su voluntad, son expuestos ante las
peleas de gallos, nuevas generaciones siendo instruidas con violencia, brutalidad, incluso ellos,
al ser tan pequeños, llegan a horrorizarles tales actos tan inhumanos, pero son obligados a
ignorar el sufrimiento de otros, volviéndolos insensibles, los acostumbran a la crueldad contra
los inocentes, arrebatándoles así su inocencia.

Como conclusión, se puede afirmar que la violencia, específicamente hacia los


animales, forma parte de las consecuencias de una sociedad inmersa en la pobreza, ante la falta
de recursos y de educación, deja a las personas sufriendo una muy mala calidad de vida, donde
proliferan altos niveles tanto de estrés como de frustración. Al ser expuestas las personas ante
semejante situación, no es de extrañar que recurran a actos de violencia contra terceros, como
una manera de externar tales sentimientos, bien pueda ser hacia personas que no tienen culpa

alguna, como en el caso de la familia, amigos, vecinos, incluyendo así a los animales,
independientemente si es un perro, gato, aves, roedores, etc., las personas se aprovechan de
que no pueden defenderse, que desgraciadamente no tienen los medios necesarios como
nosotros para poder alegar que se les deje vivir en paz y tranquilidad.
Ante la falta de leyes firmes que castiguen con dureza el maltrato hacia los animales, los
deja a merced de las personas con problemas, tanto económicos como emocionales,
convirtiéndolas en víctimas cuya voz es cruelmente ignorada.

Queda en manos de las nuevas generaciones, a su favor con las nuevas tecnologías,
crear un cambio tanto en el pensamiento de las personas, como en las leyes, para así proteger a
los seres que desde el inicio nos han acompañado, aunque falta mucho camino que recorrer en
nuestro país, poco a poco se irá avanzando en la creación de consciencia y el desarrollo del
respeto hacia todos los seres vivos, para que en un futuro desaparezcan las prácticas barbáricas
como lo son las peleas clandestinas, es un trabajo que, como sociedad, se le debe de otorgar la
relevancia que se merece.
Bibliografía

 http://biblio3.url.edu.gt/Libros/el_coro.pdf

 https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4443/13.pdf

 http://archivo.eluniversal.com.mx/editoriales/42782.html

 https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4436/9.pdf

 https://www.animal-ethics.org/animales-usados-como-fuerza-de-trabajo/#:~:text=Una
%20de%20las%20maneras%20en,y%20generar%20energ%C3%ADa%20a%20molinos.

 https://www.petalatino.com/sobre/nuestros-temas/los-animales-no-son-nuestros-para-
usarlos-como-entretenimiento/

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