EL SILBON

Es un tenebroso espectro de un hombre que está destinado a vagar eternamente por las llanuras y
bosques con un viejo sombrero de paja y saco al hombro en el que según cuentan, lleva huesos
humanos, mide unos 6 metros de alto.
Siempre anda entonando un tenebroso silbido denotando todas las notas musicales. Dicen que este
espantoso sonido es presagio de muerte.
Si escuchas el silbido de cerca, no debe preocuparte, porque significa que el silbón está muy lejos y no
corres peligro.
Pero si lo escuchas de lejos tal vez sea demasiado tarde para ti.
HISTORIA
Era un hombre que vivía con sus padres y abuelos y solía ir a los lugares silbando (de ahí su nombre).
De pequeño fue criado un niño mimado a quien le consentían todo, lloraba siempre para conseguir lo
que quería.
Un día sentado en la mesa para almorzar, despreció la comida que había preparado su madre, diciéndole
que él quería comer asado de siervo, su padre angustiado e prometió que conseguiría uno para cenar
esa noche.
Entonces fueron al bosque para hacer la cacería, pero fue inútil porque su padre no encontró nada, el
joven hambriento se enojó tanto que mató a su propio padre y con el cuchillo le sacó las tripas para
tener algo que cenar.
Al llegar a casa le dio las tripas a su madre para que lo cocinara, ella algo desconfiada empezó a darse
cuenta de que eran las tripas de su esposo y entró en pánico.
El abuelo muy molesto con su nieto por lo ocurrido decidió darle una lección, lo amarró en un árbol y lo
azotó a latigazos hasta que toda su espalda estaba llena de sangre, después le echó limón y ají sobre sus
heridas para que sintiera el insoportable ardor.
El joven fue desterrado y maldecido y lo condenaron a vagar hasta el fin de los tiempos enviando al
perro del diablo tras el para que lo persiguiera.
Desde entonces deambula por bosques y llanuras con su silbido característico y el saco mugriento donde
guardó los huesos del cadáver de su padre.
Dicen que se para en las entradas de las casas para contar los huesos uno a uno, si las personas de la
casa logran verlo o escucharlo no les pasará nada. Pero si nadie se percata de su presencia, a la mañana
siguiente aparecerá un familiar muerto y pondrá sus huesos a su colección.