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De Nuevo, Gabriel Miró - Red
De Nuevo, Gabriel Miró - Red
Presentación
Un reproductor de audio
Archivos adjuntos
Presentación
Cuando no ha sido sustancialmente alterado, el paisaje --especialmente el
natural-- retiene en su interior ciertos resortes que, al contemplarlo, nos re-
trotraen a momentos previamente vividos. Por lo mismo, se me antoja que
es un instrumento adecuado para ir en busca del tiempo vivido; que no ya
del “tiempo perdido”. Pero también los paisajes se evocan unos a otros y
podemos reconstruirlos desde las descripciones registradas en los libros.
Quizás por ello, yo he encontrado pasajes inolvidables en los escritos de
Miró y Azorín 1 .
No es la primera vez que atraigo tu atención hacia la obra de Gabriel Miró
(1879-1930). Hoy quiero centrarme en “Años y leguas”, un escrito suyo del
que supe algo por primera vez a través de Guillermo Díaz-Plaja; quien, en
el manual de Literatura que manejábamos, mediados los años 50, decía de
Miró que “ha reflejado en sus novelas toda la luz y el color de su tierra na-
tal alicantina”, y traía un fragmento de ese libro como muestra de “su poder
de evocación de sensaciones” 2 .
Aunque te lo adjunto e-book, es muy probable que encuentres entre tus li-
bros de familia un ejemplar de la edición en la Biblioteca Básica Salvat, de
RTV 3 .
Seguro que en el reproductor de audio, en los extractos de páginas Web
y en los archivos adjuntos de este PDF dinámico encontrarás información
biográfica sobre Gabriel Miró y su obra, suficiente para ambientar tu lectu-
ra. Pero mi sugerencia es que no te entretengas mucho en lo anecdótico y
vayas cuanto ántes a la lectura de su obra.
El lenguaje de Miró es difícil, si lo comparamos con los estilos de la prosa
hoy imperantes, pero te bastará un poco de tesón para que puedas disfrutar
de sus descripciones.
■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■
1
También he de mencionar, entre otros, algunas páginas de las obras primeras de
Ortega y Gasset, especialmente sus Notas de andar y ver. Vid. Notas de andar y ver.
Viajes, gentes y países. Madrid: Revista de Occidente / Alianza Editorial, 1988.
2
Díaz-Plaja, Guillermo: Historia de la Literatura Universal y Española. Vol. II. De
acuerdo con los programas oficiales para el 6º Curso de Enseñanza Media. Barcelona:
Ediciones La Espiga, 1955, p. 387-388.
3
Miró, Gabriel - Años y Leguas. Prólogo de Mariano Vaquero Goyanes. Madrid: Sal-
vat (Biblioteca Básica Salvat. Libro RTV, nº 69), 1970. (186 p., 18 cm.).
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De nuevo, Gabriel Miró "Años y leguas" Murcia, Mayo 2013
Un reproductor de audio
Con un clic en el siguiente reproductor de audio, podrás oír el relato de
Ramón Fernández “Palmeral”, Buscando a Gabriel Miró en Alicante:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Bl7_v
vkbgeI
videospalmeral·714 vídeos
[…].
Subido el 12/01/2009
■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■
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De nuevo, Gabriel Miró "Años y leguas" Murcia, Mayo 2013
[…].
< Vid.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Bl7_vvkbge
I : Buscando a Gabriel Miró en Alicante >
( En la URL: http://bibliotecas1978.wordpress.com/2012/11/10/gabriel-miro-y-alicante/
)
La localidad de la Marina Baixa ultima la apertura de la casa-museo dedicada al escritor alicantino y que se
ubicará junto a un lugar tan emblemático como la Plaza dels Xorros. Los herederos del autor de Años y leguas
ya le han dado el visto bueno al proyecto. FOTOS: DAVID REVENGA.
Polop ha pasado a la eternidad literaria por Gabriel Miró, de igual modo que Gabriel García Márquez lo hizo con Ma-
condo; Julio Llamazares, con Madrid; o Azorín, con Monóvar.
Y todo ello se debe en parte a la publicación de Años y leguas, con la que Sigüenza (personaje tras el que se camufla
Gabriel Miró) descubre algunos de los rincones más emblemáticos de Polop. La novela, considerada por algunos
críticos como la "plenitud estética" del escritor alicantino, resalta por el impresionante dominio del lenguaje. Ga-
briel Miró veraneó durante ocho años en Polop, le gustaba dirigirse a sus habitantes en valenciano y se inspiraba de su
naturaleza (llamaba "el león dormido" al monte de Ponoig). Incluso por su artículo "Huerto de Cruces", sobre el particu-
lar cementerio ubicado en lo alto de la localidad de la Marina Baixa, le concedieron el prestigioso premio periodístico
Mariano de Cavia.
Son, entre otras muchas vinculaciones, la memoria de un pueblo cosida a la de un escritor que, hoy sí, tiene su justo
reconocimiento con la próxima apertura de una casa-museo en Polop de la Marina.
Se trata de un edificio señorial ubicado en un lugar tan significativo como la Plaza dels Xorros, que el ayuntamiento ha
adquirido para este proyecto mironiano que aspirar a convertirse en uno de los puntos culturales más importantes de la
provincia.
"Creemos que con esta casa-museo de Gabriel Miró se va a reforzar y proteger un lugar tan importante como la Plaza
dels Xorros", afirmó su alcalde, Gabriel Fernández, quien añadió: "Gabriel Miró le ha dado mucho nombre a este
pueblo, y eso es algo que queríamos recuperar. La familia Miró tenía por ejemplo la Casa de Sigüenza que
ahora han vendido y poco a poco, la verdad, se ha ido deteriorando la relación. Por eso ahora queremos resca-
tar toda la historia que Gabriel Miró escribió sobre Polop".
La preciosa y futura casa-museo de Gabriel Miró acogerá colecciones privadas que poseen objetos muy interesantes
sobre el escritor alicantino, además de otros materiales que serán cedidos por los herederos del autor de La cerezas
El deseo del ayuntamiento es abrir esta nueva ruta mironiana a finales de año, porque "nuestro interés siempre ha sido
recuperar la cultura de las letras, y no la cultura del ladrillo".
Por eso, en la casa-museo, se destinarán espacios para que investigadores de todo el mundo puedan estudiar
en Polop la vida y obra de Gabriel Miró, al mismo tiempo que potenciarán la visita de escolares del municipio y pro-
vincia para acercarles el legado de Gabriel Miró. ”
( En la URL: http://culturaalicantina.blogspot.com.es/2012/04/polop-si-recuerda-
gabriel-miro.html )
Ante estas dudas cambió mi espíritu lector por mi espíritu de viajero aven-
turero, y decidí subir a Confrides en mi coche. Así que a eso de las 8.00
desayuné una tostada de aceite con ajos un vaso de soja, después mastiqué
cáscara de limón para disuadir a el clamoroso olor del ajo y no ahuyentar a
mis interlocutores. Fuerte por dentro, le dije a mi mujer que me iba a reco-
rrer los pueblos de Alicante y a hacer videos como documentos. Y por lo
tanto armado con mi cámara de fotos tomé la autovía A-7 dirección Alcoy,
llega un momento en que la autovía se corta y empiezan obras, a la altura
de la bifurcación de la antigua N-340 carretera que viene del puerto de La
Carrasqueta y Xixona. Se inician una serie de cerradas curvas como látigos
enfadados hasta tomar la CV-70, que anuncia Benillosa y Banasau. Esta es
la carretera comarcal dirección Levante que hay que tomar. No tiene arcén,
pero tiene buen asfalto y está marcada en el centro con señales horizontales
y en los extremos con quitamiedos que son dientes que cierran los precipios
del valle.
Cuando avanzo veo el cartel de situación que me anuncia que estamos […].
Entre las pinadas algunas calvas y sembrados de plantas amarillas posible-
mente girasoles o colza.
Desde la plaza que llaman del nogal, saco unas fotos, hay coches aparca-
dos, es verano y hay turistas, que por lo que oigo son franceses. Ya nada
queda virgen a la mirada de los turistas, ni este Confrides en el confín del
mundo.
Continúo por la calle Mayor, pienso bajar. La calle está encajonada por una
fortaleza de piedra natural vista, no encalada si no <???> , la calle descien-
de, en todos los umbrales de las puertas haya macetas de plantas, están
exultantes, si en este mes de agosto están tan bien, cómo estarían en la pri-
mavera. Una mujer rubia, ya metida en los setenta, rubia me pregunta si me
gustan las plantas, le respondo afirmativamente.
-Si quiera ver una planta rara venga a mi casa, que se la voy a enseñar una,
vivo al lado en el número diez.
La puerta de la casa estaba abierta, aquí nadie cierra la puerta, para qué, si
nadie roba nada. La puerta tiene una cortinilla corrida de cadenitas platea-
das. Y en la entrada misma sobre una consola retratos de la familia, un es-
pejo, y en el suelo tres macetas, una de ellas muestras una flores de tipo
campanillas, al preguntarle cómo le llaman me dice que “coral”. Es una
planta heredada de su madre. Está sin duda mimada, y se le nota. Le digo
que las plantas tienen cerebros múltiples en las puntas de las raíces, según
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De nuevo, Gabriel Miró "Años y leguas" Murcia, Mayo 2013
las últimas investigaciones. Por eso a las plantas hay que hablarles, porque
ellas sientes la voz de su amo y el cariño que estos le dan.
Al salir de la casa me pide que le mande fotos que he sacado, me da la di-
rección es la casa de Vicente Llorens, ex cartero de Confrides, C/, Mayor
10. Es muy amable, y al salir nos encontramos con otro vecino con sombre-
ro roto de paja, se llama Abundio y quiere que yo ve<a> la escalera con
pasamanos de hierro forjado que tiene en su casa, ahí al lado. Nos acerca-
mos, volvemos hasta la plaza del nogal, está una rampa, las flores se salen
de sus maceteros. La casa es una joya, decorada a estilo modernistas con
muchos gusto, una gran piedra salen de la pared hacia afuera.
-Esta piedra está aquí- me cuenta Abundio- porque costaba más quitarla
que dejarla ahí. Y ahí está. ¿qué le parece?
Al comentarle que yo era pintor, me comentó que en el pueblo vivían dos
pintores Carrasco y Santiago. Le dije que a Carrasco sí le conocía pues hizo
una exposición en la CAM en junio 2006.
Le respondo que a mí me gusta, que me recuerda un casa de Enix en Al-
mería que también tenía una piedra parecida, muy decorativas. Me presentó
a su mujer, que es la de Encina, una manchega muy guapa. Me invitan a
una cerveza y charlamos sobre el disfrute de las cosas y el dinero. Y es que
el dinero son números nada más en la libreta de ahorro, lo importante son
las cosas que podamos obtener del dinero, como esta casa impresionante,
que rehabilitada conserva solería antigua, vigas de madera, muebles anti-
guos, etc. Pienso, ¿cómo es posible que aquí en Confrides exista una mara-
villa con esta. Hablamos y hablamos hasta que llegó la hora de la misa, nos
acercamos e hice unas fotos de su interior. Es grande y se conserva muy
limpia y muy bien.
Camino de vuelta pasé pero Benasau, hice un corto video desde la torre
hasta al iglesia que tiene el mismo tamaño que la de Confrides, pero Bena-
sau ya no es <lo> mismo que Confrides. Confrides me dejó emocionado,
para mí es el pueblo más bello de los que hasta ahora he visto de todos los
de Alicante. Algún día Confrides tendrá un vecino empadronado más.
( En la URL: http://pepebragas.blogspot.com.es/2011/08/buscando-gabriel-miro-en-
confrides.html )
bre sindéresis, como digo, pero la verdad es que no puede negársela una
cualidad: un cierto instinto para descubrir «a contrapelo» los auténticos va-
lores, la literatura que es verdad, mientras con harta frecuencia los «listos»
y especialistas en la cuestión se dejan cegar por las apariencias, y Miró, si
es que es nombrado siquiera, sigue siendo despachado, en los libros de lite-
ratura con unas cuantas líneas magisteriales alusivas a su peculiar estilo.
¿Cómo podría ser este estilo de otra manera, por lo demás? El estilo nunca
es una técnica, entre otras razones, como decía Faulkner, porque la técnica
es una cuestión que interesa, como es lógico, a los albañiles y a los ingenie-
ros, pero en modo alguno a los escritores; el estilo es el escritor mismo, en
todo caso, y, sobre todo, el recipiente mismo del contenido que viene exi-
gido por éste y que ha de adaptarse a él como un guante a una mano. Y el
contenido de la obra de Miró es la vida percibida morosamente por los sen-
tidos. Toda esa morosidad de su prosa es exactamente la que nos hace oler
el aroma mezclado de los pequeños huertos, el dulce de los aparadores que
brilla melancólicamente en azules tarros, el perfume de las ropas femeninas
o de la piel, el desastre infinito que evoca una vieja lápida. Miró es un me-
diterráneo y un pagano, y todas sus historias, cuando acaban, nos dejan ese
regusto que también nos deja aquella vieja laude romana del sur de Italia en
la que está resumida la vida de un hombre de la mejor manera posible:
«Fui. Iam dixi satis de vita mea.»: « Fui, ya he dicho bastante de mi vida»
Robert Graves, por ejemplo, ha reconstruido todo un mundo pagano, y el
logro conseguido lo es de tal manera y con tal hondura que resulta inter-
cambiable con las viejas leyendas o la vieja poesía griegas y la vieja histo-
ria romana. Pero Graves nos habla de aquellos hombres y de aquellos dio-
ses; Miró, sin embargo, nos cuenta historias españolas y católicas, y cuando
nos muestra su cañamazo, comprobamos que son paganas. Incluso en las
Figuras de la Pasión del Señor sólo hay paganismo. Jesús mismo se ase-
meja a un joven y hermoso dios pagano o a algún filósofo platónico que
contestaba en griego al gobernador, llamando la atención de la corte de éste
con su pronunciación muy singular.
¿Y acaso no da así Miró la clave de una cierta España? ¿Y no nos suminis-
tra la hosca pintura de la otra España, la que le rechaza? Los personajes de
Miró, incluso los braceros o sepultureros miserables, son hombres mansos
como Eumeo, el porquero de la Ilíada, o pastorcillos de églogas y hasta los
hombres más violentos son pintados para que revelen la ferocidad de su
corazón a través de sus costumbres ocultas, como la de chamuscar a los
ratoncillos de sacristía o la de pintar blasones y revolver papeles heráldicos,
en vez de mostrárnoslos en épicas luchas de cruzados. Todos son civili-
zadísimos y pulcros. No hay tremendismo ni chafarrinones en la obra de
Miró, aunque haya historias tremendas y sufrimiento y sangre. ¿Por esta
ausencia es rechazada? La literatura española parece haber odiado la estéti-
ca tanto como su pintura el refinamiento, pero esto ha sucedido únicamente
porque también en el arte y en las letras, exactamente como en la vida polí-
tica o religiosa, nuestra historia ha sido siempre la que ha dictado la voz
predominante y vencedora.
Resignado lamento el de Gabriel Miró, que nunca tuvo buena fortuna con
la Real Academia de la Lengua. Así se expresa en su breve nota autobio-
gráfica:«¿Que si me atrae ser académico? Estoy en la edad exacta en que
puede agradarme y convenirme. Joven, no se desea; viejo, ya no es menes-
ter; no me lleva a mirar con mal humor a los que bullen y se afanan por al-
canzar sus deseos. Ellos ejercen verdaderamente su oficio de escritor. Si yo
no lo hago, no es por humilde ni por orgulloso, sino probablemente por ca-
recer de aptitudes.» Marzo de 1927.
En febrero de 1927 firmó Azorín, con Palacio Valdés y Ricardo León, la
propuesta de Gabriel Miró para cubrir la vacante de la Academia producida
por el fallecimiento de don Daniel Cortázar. No tuvo éxito «por razones de
circunstancias, que nada tienen que ver con la obra literaria de Miró». Lo
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De nuevo, Gabriel Miró "Años y leguas" Murcia, Mayo 2013
Prosa poética
«Pasaba Jesús; los cabellos le caían por toda la faz, costrosos, gote-
antes, como pelos de un ahogado; alargaba el cuello con ansia; le
subían los hombros por la violencia de los brazos atados brutalmente
a la espalda... Su cuerpo semejaba de una arcilla pegajosa, con placas
azules de los trastornos circulatorios, con coágulos desprendidos de
la espalda flagelada. Le resbalaba un sudor graso por las axilas, por
los riñones, por los muslos; palpitaba horriblemente su cuello abota-
gado, corto, confundiéndosele las mejillas infladas, blandas, lívidas.
Los labios, fláccidos, amoratados, con arborizaciones venosas, se
torcían sobre la escara de los dientes; y entre sus párpados cárdenos
se perdía su mirada turbia, cuajada de una lágrima, agonía del Se-
ñor.»
Desagravio final
( En la URL: http://elpais.com/diario/1979/05/06/cultura/294789604_850215.html )
mas novelas, Nuestro padre San Daniel (1921) y El obispo leproso (1926).
Barberá explicó que 'partiendo del estudio del lenguaje literario de Miró
defiendo la modernidad de estas novelas en la prosa mironiana de madu-
rez'.
Para hablar de las novelas de Gabriel Miró estarán en Alicante estos días
Agnes Hollman-Salavin de Grenoble (Francia), Roberta Jackson de la Uni-
versidad de Kansas (EEUU), Adolfo Sotelo, de la Universidad de Barcelo-
na, y los profesores Miguel Ángel Lozano y Enrique Rubio, de la Universi-
dad de Alicante.
El primer Simposio Internacional sobre Gabriel Miró, que organizó la
CAM en 1997, se centró en la producción general del autor de Las cerezas
del cementerio (1910) y El abuelo del rey (1915). Cinco años más tarde, se
ha organizado esta reunión internacional de expertos para reflexionar sobre
sus novelas, pero al mismo tiempo para conmemorar el cincuentenario de
la apertura de la biblioteca que lleva su nombre. El director honorario de la
sala, Vicente Ramos, será el encargado de la clausura el próximo miércoles
por la tarde.”
( En la URL:
http://elpais.com/diario/2002/11/05/cvalenciana/1036527506_850215.html )
Gabriel Miró.
[…].
Majaderías de Miró
Este verano mis amigos han viajado a Laponia, a Estonia, a Cefalonia; uno
especialmente cinéfilo quiso ir a Freedonia, y todos los ingleses que conoz-
co se mueren por venir a Catalonia. En vista de eso, y no sólo por llevar la
contraria a tanta manía cosmopolita (o cosmopolonia), he elegido para mis
vacaciones de agosto los pueblos interiores de la provincia de Alicante, allí
donde la falta del mar hace a la gente menos salada pero más fragosa.
Biar, Sax, Tárbena, Jalón (o Xaló), Famorca, Benifato, Confrides, Finestrat.
Ya los nombres de esos pueblecitos escarpados llenan la boca con su topo-
nimia, que es de una 'plasticidad agraria', en palabras de Gabriel Miró. Y es
que no había dicho que en este viaje corto, tranquilo y bien respirado, apro-
veché para releer a los clásicos de la zona.
Azorín decía que hay tres Alicantes; el huertano, que linda con Murcia, el
de la Marina, más próximo a Valencia, y la región noroeste que el viajero
encuentra casi sin darse cuenta de que aquello ya no es un lugar de La
Mancha. De esta geografía que el escritor de Monóvar divide vicariamente
en razón de las hermanas limítrofes también se podría hacer una separación
lingüística; Alicante es la provincia valenciana con más rico 'babel de los
babeles': valenciano mayor y menormente catalán, castellano manchego o
albaceteado, castellano con sabores de la Vega Baja murciana, el curioso
foco de dialecto mallorquín en Tárbena y Bolulla, y ahora nuevas importa-
ciones habladas que van desde el ucranio y el estonio al más connatural
árabe del Magreb. Los tres alicantes tienen sin embargo un rasgo en común
que pocos turistas asociarían con la tierra donde acuden primariamente a
tostarse: la montaña. La gran sorpresa de esta provincia de sanjuanes, beni-
dores y torreviejas es la constante hermosura de su paisaje de crestas empi-
nadas y valles hondos, donde resaltan unas montañas desnudas a las que,
escribió Azorín, 'sentimos ganas de pasarles la mano suavemente por las
cumbres, como a un animal se le pasa la mano por el cerro'.
Hoy, la mano de Azorín quedaría hecha un cristo tras la caricia. Las colinas
y montes van siendo cada vez más infestados por la colonización reurbanís-
tica, e incluso los hermosos castillos moro-cristianos que nos reciben al en-
trar en la provincia desde Albacete tienen dificultad en resaltar sus almenas
y torres del homenaje entre tanto alto bloque de pisos que no pasarán a la
historia. Pero yo me detuve en Villena, donde la gente ama el cine por en-
cima de todas las cosas, de todos los pisos y todas las torres, y ví, guardado
en arca como los buenos tesoros, su bellísima colección de joyas y cuencos
de oro prehistórico.
Llevando sin embargo de lectura principal en el viaje los libros de Gabriel
Miró, mi destino tenía que ser Polop de la Marina. Mi destino ha sido Po-
lop desde siempre, he de aclarar, pues en este maravilloso pueblo colgado
sobre un abismo de bancales fructíferos pasé yo los veranos de mi niñez en
una casa alquilada por prescripción facultativa. Mi madre había sufrido una
grave inflamación de la pleura, y el clima alto y seco, con la buena agua
local, era lo indicado para su pulmón. Para nosotros, mis hermanos y yo, lo
indicado era romper de golpe la rutina acuática de la playa del Postiguet en
Alicante y hacer en Polop vida de cabras cultivadas. Por la mañana triscar
entre algarrobos y pinos, buscando, si la noche anterior habían caído unas
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De nuevo, Gabriel Miró "Años y leguas" Murcia, Mayo 2013
gotas, los caracoles para el guiso. Por la tarde, más aseados, una película
nueva todos los días en el Coliseo Sagi Barba, que tras su nombre grandio-
so y filarmónico escondía un cine de pueblo donde sentí las primeras emo-
ciones de un arte hasta entonces confuso entre las pipas de girasol y los al-
tramuces ruidosamente masticados.
Polop ha cambiado mucho desde entonces, pero -puestos a criticar- más a
peor he ido yo, y aquí estoy. El agua cantada por Miró sigue fluyendo con
su 'dulzor de dejo amargo' a través de los famosos Chorros, donde a cual-
quier hora hay un extranjero en shorts llenando la garrafa. Enfrente mismo
de la fuente, si les interesa a ustedes la nota sentimental, puede leerse aún
bajo el nuevo rótulo de un bar el antiguo nombre del Coliseo Sagi Barba;
no hay cine ya en el pueblo. Un busto de Miró completa el esquinazo de
esta céntrica plaza. ¿Cultura? A la vuelta de la esquina está el Museo del
Alambre, la cosa más entretenida del mundo para el visitante y para el ar-
tista Antonio Manjavacas, que dejó sus campos manchegos para urdir avio-
nes, bólidos de carreras, plazas de toros, vírgenes y otras figuras de la pa-
sión con sus únicas manos, miles de metros de hilo de metal y unos alica-
tes.
Cuando Gabriel Miró, también para curar la enfermedad de una de sus
hijas, llega a Polop en 1920 por indicación de Óscar Esplá, el pueblo es
otro. Allí le visita Pedro Salinas, y hay fotos de los dos con esa elegancia,
con esa corbata, con esos botines lustrosos y ese chaleco que los escritores
de antaño mantenían aún de excursión por el campo. Un jovencísimo admi-
rador, Benjamín Palencia, viene también al pueblo a rendirle homenaje, y
volverá para quedarse cuando el escritor ya ha muerto. En la falda del mon-
te Ponoch, entre los primeros chalés de la tranquila urbanización de La Paz,
aún está, con aires de abandono, la casa-estudio del pintor, con su hermoso
fanal en el chaflán que nos da ganas de visitar el interior cerradísimo. A
unos 200 metros, junto a la entrada del pueblo, permanece igualmente la
pequeña finca de los veraneos de Miró, aún en propiedad de sus familiares
y rebautizada como Casa de Sigüenza.
De los tres libros protagonizados por Sigüenza, doble o alter ego de Gabriel
Miró, el último y quizá mejor, Años y leguas, es un monólogo interior de
episodios salteados donde Polop y otros pueblos de la Marina ponen la es-
tampa de su paisaje. Lo asombroso, lo interesante, es que 70 años después
de la mirada lírica del novelista, Polop, más construido, más ajetreado, in-
cluso con su flamante hotel de cuatro estrellas en el centro, nos permite ser
fieles a Miró en el itinerario. El agua, el monte, los olivos, la iglesia, el cor-
te de las alas de los cuervos en el azul del cielo; allí siguen, de momento,
aunque mi querido escritor lo pone en la página con un vocabulario tan
precioso que hoy puede ser el mayor enemigo de su lectura (han dicho que
Miró no está lejos de Proust; yo lo veo, con todas las salvedades del Caribe,
más en comunión con el neo-modernismo de Lezama Lima, que le leyó).
También está lo más singular de Polop: el huerto de cruces de su antiguo
cementerio, antes fortaleza, coronando el cerro donde se alza el pueblo. A
Miró le gustaba hacer la subida casi a diario, y, en época en que aún se en-
terraba allí a los polopinos fallecidos, las más atractivas escenas de Años y
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De nuevo, Gabriel Miró "Años y leguas" Murcia, Mayo 2013
“ Años y Leguas
Personaje: Sigüenza
Tono: Reflexivo
Esta obra fuè la ultima publicada por Gabriel Mirò, fue una especia de tes-
tamento literario. Este autor enfrentaba una grave enfermedad y nos plasma
su vida totalmente y através de Sigüenza, quien es el protagonista de esta
historia y además un hombre-proyección de Gabriel Miró. Sigüenza, aparte
de ser un hombre, es un símbolo, un modo de sentir y de expresarse.
Su muerte en vida era peor que la muerte misma, este era un ser alienado y
todo le parecía una maravilla, pareciera recién salido de un lugar descono-
cido. Un hombre como muchos de nosotros quien sin darse cuenta, sin per-
catarse y relajarse completamente, no realizó nada y dejó volar los mejores
años de su vida, como lo son los de la juventud.
( En la URL: http://pandora.foroactivos.net/t537-anos-y-leguas )
Gabriel Miró
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