Segunda Manifestaciones Aclaratorias en Carpeta Angelina Fierros Arellano

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C.I.

36933/2022
C. AGENTE DEL MINISTERIO PUBLICO
ADSCRITO A LA AGENCIA DE NO
JUDICIALIZABLES DE LA DIRECCIÓN
DE DELITOS PATRIMONIALES DE LA
FISCALÍA GENERAL DEL ESTADO.

P r e s e n t e.

LIC. AL ULISES AZUA CASTELLANOS, en mi carácter de asesor jurídico de


Angelina Fierros Arellano, de generales conocidas dentro de la carpeta de investigación en que
se actúa, y con ese carácter, comparezco ante usted a razón de realizar las siguientes
manifestaciones:

Con fecha 1de octubre de 2001 celebraron un contrato de compraventa entre los ahora
denunciados y la señora NATALIA VEGA AGUAYO de un terreno regular DESCRITO DE LA
SIGUIENTE MANERA.

LOTE DENOMINADO EL RINCON, UBICADO AL SURESTE DE LA POBLACION


DE SAN MARTIN DE LAS FLORES DEL MUNICIPIO DE TLAQUEPAQUE JALISCOY
DEL CUAL SEDESPRENDE EL LOTE DE TERRENO NUMERO 37, CON UNA
SUPERFICIE DE 102 METROS CUADRADOS,, CON LAS SIGUIENTES MEDIDAS Y
posteriormente el contrato se renovo a compradora a ANGELINA FIERROS ARELLANO

AL NORTE EN 6.00 METROS CON CALLE BUENA VISTA


AL SUR EN 6.00 METROS CON LO DE ROSARIO RUELAS
AL ORIENTE EN 17 METROSCON LOTE 84
AL PONIENTE EN 17 METROS CON EL LOTE 37..

Para establecer mi punto de vista se señaló lo siguiente concerniente a la reforma del


CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE JALISCO

Así como lo referente a tesis del mismo ordenamiento respecto del punitivo y que no obstante
de no ser la etapa procesal adecuada, me permito sin denostarle, hacerle ver los alcances del acto
que reclamo como daño a mi patrimonio por el despojo sufrido.

CAPÍTULO XII Despojo de Inmuebles y Aguas Artículo 262. Se impondrán de tres meses a tres
años de prisión y multa por el importe de dos a doce veces el valor diario de la Unidad de
Medida y Actualización: I. Al que, de propia autoridad y haciendo violencia física o moral, o
furtivamente, o empleando amenazas o engaño, ocupe o use un inmueble o un derecho real que
no le pertenezca. Siempre se entenderá como uso de violencia cuando el despojo se cometa por
tres o más personas; II. Al que, de propia autoridad y haciendo uso de cualquiera de los medios
indicados en la fracción anterior, ocupe un bien inmueble de su propiedad, en los casos en que la
ley no lo permita por hallarse en poder de otra persona, o ejerza actos de dominio que lesionen
derechos legítimos del ocupante; III. Al que, en los términos de las fracciones anteriores y en
beneficio propio o ajeno, desviare o utilizare aguas a que no tenga derecho; y IV. Cuando el
despojo de inmuebles se realice por tres o más personas, además de la sanción señalada, se
aplicarán a los autores intelectuales y a quienes dirijan la invasión, de dos a ocho años de
prisión. Las sanciones anteriores serán aplicables aun cuando la posesión de la cosa usurpada sea
dudosa o esté en disputa.

En atención a lo dispuesto en el artículo 73, segundo párrafo, de la Ley de Amparo, así


como en la jurisprudencia de rubro: “PROYECTOS DE RESOLUCIÓN DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN Y DE LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE
CIRCUITO. SÓLO DEBEN PUBLICARSE AQUELLOS EN LOS QUE SE ANALICE LA
CONSTITUCIONALIDAD O LA CONVENCIONALIDAD DE UNA NORMA GENERAL, O
BIEN, SE REALICE LA INTERPRETACIÓN DIRECTA DE UN PRECEPTO
CONSTITUCIONAL O DE UN TRATADO INTERNACIONAL EN MATERIA DE
DERECHOS HUMANOS , a continuación se hace público el fragmento del proyecto de
sentencia del Amparo Directo en Revisión 5644/2018 en la cual se realiza el estudio de
constitucionalidad respectivo: AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5644/2018 QUEJOSO:
SALVADOR HERNÁNDEZ GARCÍA. RECURRENTE: ROSA MARÍA GUADALUPE
AMEZCUA CHÁVEZ. PONENTE: MINISTRA NORMA LUCÍA PIÑA HERNÁNDEZ
SECRETARIO: SULEIMAN MERAZ ORTIZ 44. QUINTO. Estudio de fondo. Una vez
verificada la procedencia del presente recurso, deben examinarse los agravios de la recurrente
conforme a la suplencia de la queja deficiente. 45. Como se precisó, la recurrente formuló
diversos planteamientos para evidenciar la inconstitucionalidad del artículo 262, fracción I, del
Código Penal para el Estado de Jalisco, a la luz del alcance legal que el tribunal colegiado
confirió a dicho tipo penal. 46. Al respecto, el órgano colegiado precisó que, aunque el delito de
despojo tutela tanto la propiedad como la posesión, la configuración de su elemento consistente
en la ocupación supone que el sujeto pasivo goce de la posesión del inmueble o del uso del
derecho real objeto 1 Jurisprudencia P./J 53/2014 (10ª.), publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, Pleno, Libro 12, noviembre de 2014, Tomo I, Página
61. AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5644/2018 2 material del ilícito, en el momento de los
hechos, tal como lo explicó esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al
resolver la contradicción de tesis 106/2010, de la que derivó la jurisprudencia 1ª/J. 70/2011 de
rubro: “DESPOJO. SE ACTUALIZA ESTE DELITO, AUNQUE EL DERECHO A LA
POSESIÓN SEA DUDOSO O ESTÉ EN DISPUTA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
VERACRUZ)”. 47. Bajo esa perspectiva, el órgano colegiado consideró que en el caso concreto
no estaba demostrado que ********** tuviera la posesión del inmueble al momento de los
hechos denunciados, por lo que no se acreditó uno de los elementos del delito de despojo,
consistente en la ocupación, la cual supone que el pasivo goce de la posesión del inmueble o del
uso del derecho real objeto material del ilícito al momento de los hechos. 48. Es ********** el
agravio en el que la recurrente tilda de inconstitucional el artículo 262, fracción I, del Código
Penal para el Estado de Jalisco, aunque para ello deba considerarse indebido el análisis que
sobre el tipo penal realizó el tribunal colegido, por lo que deberá revocarse la sentencia sujeta a
revisión, por las razones que a continuación se exponen. 49. En principio cabe señalar que al
resolver la contradicción de tesis 45/98, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, analizó el delito de despojo, en el sentido de determinar si el tipo penal correspondiente
tutela únicamente la posesión o también la propiedad, es decir, la discrepancia de criterios se
relacionaba con el objeto del delito, pues mientras un tribunal colegiado sostenía que a través del
despojo se tutelaba la posesión y la propiedad, otro consideraba que resultaba intrascendente la
titularidad de la posesión del bien inmueble materia del ilícito, porque lo importante era que se
encontrara AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5644/2018 3 demostrada la posesión material
por parte del agraviado y el desapoderamiento que sufrió, de lo que concluía que con tal ilícito
se protege únicamente la posesión aunque sea dudosa. 50. Se analizó el tipo penal previsto en el
artículo 408, fracción I, del Código de Defensa Social para el Estado de Puebla, respecto del cual
se determinaron los elementos del delito en los siguientes términos: a. Los objetos materiales del
delito, que pueden ser los inmuebles ajenos y en algunos casos los propios, y los derechos reales
también ajenos; b. Las acciones delictivas, o sea la ocupación del inmueble, su uso, o el uso de
un derecho real; y c. Los modos de ejecución de dichas acciones, a saber: la violencia, la
furtividad, la amenaza o el engaño. 51. Se aclaró que la discrepancia de criterios se relacionaba
con el primer elemento, esto es, con el objeto del delito, pues mientras un tribunal colegiado
sostenía que a través del despojo se tutelaba únicamente la posesión, el otro estimaba que
también se protegía la propiedad. 52. Por tanto, se consideró necesario precisar qué se entiende
por posesión y derechos reales, elementos que se encuentran inmersos en la norma jurídica en
comento. 53. Se dijo que la propiedad era el derecho que tiene un particular, persona física o
moral de usar, gozar y disponer de un bien, con las 2 “Artículo 408. Se impondrá prisión de tres
meses a tres años y multa de cinco a cincuenta días de salario: I.- Al que, de propia autoridad, y
haciendo violencia o furtivamente, o empleando amenaza o engaño, ocupe un inmueble ajeno o
remueva o altere sus límites o, de otro modo, turbe la posesión pacífica del mismo o haga uso de
él, o de un derecho real que no le pertenezca; (…).” AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN
5644/2018 4 limitaciones establecidas en la ley de acuerdo con las modalidades que dicte el
interés público y de modo que no se perjudique a la colectividad. 54. En relación con la
posesión, se precisó que era la tenencia de una cosa o el goce de un derecho por nosotros
mismos o por otro en nuestro nombre. 55. Se consideró que mientras la propiedad era el derecho
que se tiene sobre una cosa, la posesión era el hecho de detentar la cosa como dueño de ella. Es
decir, consiste en manejarse como si se fuera propietario aun cuando no lo sea. 56. La posesión
es un hecho que implica, en el fondo, el ejercicio de un derecho. Lo normal es que el propietario
de una cosa sea al mismo tiempo su poseedor, pero puede no suceder así, sino que el propietario
no tenga la posesión, al mismo tiempo que el poseedor no sea el dueño. 57. Para la adquisición
de la posesión era preciso que concurrieran dos elementos: la posesión mostraba un elemento
material llamado corpus (o poder físico sobre las cosas), consistente en el hecho material de
detentar, de usar un bien; y otro elemento psicológico, volitivo, el animus (o intención de
portarse como propietario). 58. Era dable decir que hay posesión cuando uno de los elementos es
la tenencia de una cosa y otro el correspondiente al goce de ese derecho. El hecho de la posesión
puede dar ciertas ventajas al poseedor, como es la presunción de propiedad. La posesión está
protegida jurídicamente por ella misma. 59. En virtud de tales consideraciones, la Sala estableció
que no podía aceptarse que la legislación punitiva únicamente tutelara la posesión, ya que en la
legislación civil tanto la propiedad como la posesión son objeto de protección. AMPARO
DIRECTO EN REVISIÓN 5644/2018 5 60. Actuar en contrario equivaldría a desconocer la
legitimación del propietario para formular denuncia por despojo y negar ese derecho al dueño.
61. Además, del propio texto del artículo 408, fracción I, del Código de Defensa Social para el
Estado de Puebla, se advertía que el delito de despojo tutelaba no sólo la posesión, sino también
la propiedad, pues refería como objetos del delito inmuebles ajenos o derechos reales que no
pertenezcan al activo, de donde deriva la protección a la propiedad. 62. Por tales razones, la Sala
consideró que era inexacto que la figura delictiva de despojo únicamente pretenda tutelar la
posesión, porque respecto a ese ilícito la ley no sólo pretende proteger la posesión, sino también
la propiedad. 63. De dicha ejecutoria derivó la jurisprudencia 1A./J. 42/20003, de rubro y texto:
“DESPOJO, DELITO DE. EL TIPO PENAL PREVISTO EN EL ARTÍCULO 408, FRACCIÓN
I, DEL CÓDIGO DE DEFENSA SOCIAL PARA EL ESTADO DE PUEBLA, TUTELA
TANTO LA PROPIEDAD COMO LA POSESIÓN. De la interpretación de lo dispuesto en la
fracción I del artículo 408 del Código de Defensa Social para el Estado de Puebla que establece:
"Se impondrá prisión de tres meses a tres años y multa de cinco a cincuenta días de salario: I. Al
que, de propia autoridad, y haciendo violencia o furtivamente, o empleando amenaza o engaño,
ocupe un inmueble ajeno o remueva o altere sus límites o, de otro modo, turbe la posesión
pacífica del mismo o haga uso de él, o de un derecho real que no le pertenezca.", en relación con
las disposiciones de los Códigos Civil y de Procedimientos Civiles de la propia entidad
federativa, que reglamentan tanto la propiedad como la posesión, puede concluirse que resulta
inexacto que el delito de despojo únicamente pretenda tutelar la posesión, pues además que
dicha disposición hace referencia al derecho de propiedad, al señalar como objetos materiales del
delito a los inmuebles ajenos o a los derechos reales que no le pertenezcan a quien 3 Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, Enero de 2001, p. 48.
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5644/2018 6 lo cometa, aquél es un derecho reconocido
por la legislación civil, que otorga al propietario la facultad de defenderlo, y esto le da
legitimación para considerarlo sujeto pasivo del delito de despojo, lo que lleva a establecer que
respecto a este ilícito la ley no sólo tutela la posesión, sino también la propiedad”. 64. En el caso
concreto, el artículo 262, fracción I, del Código Penal para el Estado de Jalisco, es de contenido
similar al 408, fracción I, del Código de Defensa Social para el Estado de Puebla, analizado por
esta Sala en la referida contradicción, el cual es del tenor siguiente: “Artículo 262. Se impondrán
de tres meses a tres años de prisión y multa por el importe de dos a doce días de salario: I. Al
que, de propia autoridad y haciendo violencia física o moral, o furtivamente, o empleando
amenazas o engaño, ocupe o use un inmueble o un derecho real que no le pertenezca. (…)”. 65.
Por tanto, en el tipo penal de despojo, el objeto del delito es tanto la propiedad como la posesión
de un inmueble, tal como lo pondera la recurrente. 66. Ahora bien, el tribunal colegiado
acertadamente consideró que el delito de despojo tutela tanto el propiedad como la posesión; sin
embargo, indebidamente precisó que la configuración de su elemento consistente en la
ocupación supone que el sujeto pasivo goce de la posesión del inmueble o del uso del derecho
real objeto material del ilícito, en el momento de los hechos, con apoyo en la línea
argumentativa sostenida por esta Primera Sala al resolver la referida contradicción de tesis
106/2010. 67. En aquella ocasión, la Sala analizó el delito de despojo previsto y sancionado por
los artículos 191, fracción I y 192, primer párrafo, del Código Penal para el Estado de Veracruz,
abrogado y el diverso numeral 222, fracción I, último párrafo del Código Punitivo vigente en la
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5644/2018 7 referida entidad federativa, pero se enfrentó
a una problemática distinta, consistente en determinar si comete el delito de despojo el inculpado
que tiene un título de propiedad y con apoyo en él ejercita actos de dominio sobre el inmueble al
que dicho título se refiere, cuando sobre el mismo bien raíz la parte que se dice ofendida detenta
su posesión material con apoyo también en un título de propiedad. 68. Es decir, la materia de
análisis radicó en dilucidar cuándo se configura el despojo si dos personas estiman ser
propietarias del inmueble, y con apoyo en los títulos de propiedad respectivos pretenden realizar
actos de dominio sobre el bien. 69. La respuesta que emitió la Sala fue en el sentido de que, para
determinar si la conducta realizada tenía relevancia para el derecho penal, la parte ofendida
debía tener la posesión inmediata del inmueble al momento de los hechos denunciados,
independientemente del título con que se ejerciera y que, no obstante, ello el activo dolosamente
la desconociera al ocupar el inmueble, al margen de que también se ostentara como propietario.
70. Razón por la cual -precisó la Sala- con independencia de la potencial existencia del derecho
de propiedad amparado con el título respectivo a favor del activo sobre el inmueble objeto del
delito de despojo, la demostración del hecho posesorio de la parte ofendida y propietaria del
bien, acreditaba el delito de despojo. 71. No obstante tales consideraciones, en el caso concreto
no se tiene esa misma problemática (cuándo se configura el despojo si dos personas estimen ser
propietarios del inmueble, y con apoyo en los títulos de propiedad respectivos, pretendan realizar
actos de dominio sobre el bien), ya que en la especie sólo la recurrente demostró contar con el
respectivo título de propiedad del inmueble materia de la controversia, por haberle sido
adjudicado como heredera en el juicio AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5644/2018 8
sucesorio respectivo; no así el quejoso, ya que ocupaba el inmueble sin que demostrara que lo
adquirió por compraventa o mediante alguna acción civil. 72. En ese tenor, el tribunal colegiado
confirió un alcance indebido a la fracción I del artículo 262 del Código Penal para el Estado de
Jalisco, ya que partió de la premisa de que la tercera interesada (hoy recurrente) debía acreditar
la posesión del inmueble en disputa al momento de los hechos denunciados, no obstante que
fuera de su propiedad. 73. Efectivamente, si en el caso únicamente la hoy recurrente acreditó la
propiedad del predio en disputa, no era dable que el tribunal colegiado le impusiera para la
actualización del ilícito, la configuración del elemento consistente en la ocupación, en el sentido
de que se debió demostrar que la pasivo gozaba de la posesión del inmueble o del uso del
derecho real objeto material del ilícito, en el momento de los hechos. 74. En ese tenor, el tribunal
colegiado realizó una interpretación del artículo 262, fracción I, del Código Penal para el Estado
de Jalisco, en la que limitó la protección a un aspecto de posesión, no obstante que la tercera
interesada demostró ser la propietaria del inmueble el momento en que acontecieron los hechos
denunciados. 75. Razón por la cual, el entendimiento del tribunal colegiado de la descripción
típica denota que no contempló que la propiedad también es motivo de tutela en el delito de
despojo -sin perjuicio de que en diversas ocasiones afirmó lo contrario-.

Despojo; naturaleza jurídica, definición y tipicidad


CONSIDERANDO: que el delito de despojo, se configura como "El que en beneficio propio o
de tercero, mediante violencia, amenazas, engaño, abuso de confianza o cualquier otro medio,
despojare a otro de la posesión o tenencia de un inmueble, o del ejercicio de un derecho real
constituido sobre él, sea que el despojo se produzca invadiendo el inmueble, manteniéndose en
él o expulsando a los ocupantes, incurrirá en privación de libertad de seis meses a cuatro años."
(artículo 351 Código Penal).

Por su parte el tipo penal de despojo puede efectivamente ser configurado mediante el abuso de
confianza o cualquier otro medio de despojar del ejercicio real constituido sobre él. Los
antecedentes procesales ilustran que el imputado se mantiene en el inmueble, sin base a título
legal alguno adecuando su conducta al abuso de confianza, en forma arbitraria, en beneficio
propio.

El verbo rector en el delito es el de "despojar", este término presume la existencia de la posesión,


tenencia o ejercicio de un derecho real cualquiera, implica que el poseedor, tenedor o sus
representantes deben ser desalojados o excluidos del inmueble, o el usurpador ha de estar en
condición de permanecer en la ocupación. La acción material es la ocupación (de un bien
inmueble), por lo que debe haber apropiación y coetánea desposesión de inmueble o un derecho
real, este despojo puede ser total o parcial; sobre el abuso de confianza, como elemento
normativo del tipo, este se produce por una relación subjetiva entre sujeto activo y sujeto pasivo
en base a un vínculo directo o indirecto entre ambos; la tipicidad subjetiva requiere que el agente
actué siempre con dolo, conciencia y voluntad de despojar al poseedor, tenedor o el que ejerce
un derecho real, se consuma el delito cuando se despoja material y físicamente al sujeto pasivo
de la posesión, tenencia u otro derecho real que disfrutaba.

Por derecho propio con la personalidad jurídica de ofendida, la cual solicito me sea reconocida,
señalando como medios electrónicos para oír y recibir notificaciones y citaciones, el correo: que
ya dejé en autos Ante usted C. Agente del Ministerio Público adscrito a la Fiscalía General de
Justicia del Estado por medio del presente ocurso y con fundamento en lo dispuesto por los
artículos 1, 8, 20 apartado A y C y 21 de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos
mexicanos, en relación con los arábigos 108, 109, 127 a 129, 131 132, 211, 221 a 225 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, se formuló querella y/o denuncia en contra de a
PABLO RUELAS FIERROS Y MARÍA RUELAS FIERROS de lo que se y me consta,
relativo a la compraventa de un bien inmueble comprado a PABLO RUELAS FIERROS Y
MARÍA RUELAS FIERROS, con domicilio en el minero 18, de la calle San Francisco DE LA
COLONIA San Martin de las flores y en el domicilio el segundo en el domicilio marcado con el
número 10-A de la misma colonia y municipio; y respecto del bien,

Con fecha 1de octubre de 2001 celebraron un contrato de compraventa entre los ahora
denunciados y la señora NATALIA VEGA AGUAYO de un terreno regular DESCRITO DE LA
SIGUIENTE MANERA.
LOTE DENOMINADO EL RINCON, UBICADO AL SURESTE DE LA POBLACION
DE SAN MARTIN DE LAS FLORES DEL MUNICIPIO DE TLAQUEPAQUE JALISCOY
DEL CUAL SEDESPRENDE EL LOTE DE TERRENO NUMERO 37, CON UNA
SUPERFICIE DE 102 METROS CUADRADOS,, CON LAS SIGUIENTES MEDIDAS Y
posteriormente el contrato a ANGELINA FIERROS ARELLANO

AL NORTE EN 6.00 METROS CON CALLE BUENA VISTA


AL SUR EN 6.00 METROS CON LO DE ROSARIO RUELAS
AL ORIENTE EN 17 METROSCON LOTE 84
AL PONIENTE EN 17 METROS CON EL LOTE 37.

por el hecho que la ley señala como delito de “DESPOJO”, cometido en mi agravio al tenor de
los siguientes antecedente y hechos:

• Soy propietario y poseedor del inmueble Predio del cual he realizado actos jurídicos y
materiales de posesión y de propiedad de forma pacífica durante muchos años.

• En fecha ya señalada celebre un contrato de compraventa entre los ahora denunciados y la


señora NATALIA VEGA AGUAYO y la de la voz de un terreno regular.

• Ante esta situación, di instrucciones a personas de mi confianza para que acudieran de forma
personal regularmente al predio pre citado a evitar una posible invasión al predio.
• Posteriormente fui informado por una de mis personas de confianza quien acudió
personalmente a verificar físicamente el inmueble y la situación en compañía de otras personas y
nos dimos cuenta que ya estaba otra persona posesionada del predio.

Por lo que, a efecto de evitar algún incidente, se retiró del lugar, por lo que, ante la situación de
no poder ingresar al inmueble, me veo en la necesidad de denunciar y/o querellarme por el hecho
que la ley señala como delito de despojo, en términos de los artículos del Código Penal vigente
para el Estado de Jalisco

Figura delictiva que este denunciante estima acreditada de manera enunciativa más no limitativa,
para el caso que de la persecución penal e investigación por parte de esta autoridad ministerial se
pudieran acreditar más tipos penales con sus respectivas calificativas y/o agravantes.

Solicitando por la temporalidad del evento delictivo a esclarecer y como dato de prueba para la
presente carpeta de investigación, se gire oficio al director de policía investigadora Es en
atención a lo anteriormente expuesto a usted C. Agente del Ministerio Público de forma fundada
y motivada atentamente le

MANIFIESTO

Los siguientes:

ANTECEDENTES

I. Que en sesión ordinaria del Congreso del Estado de Jalisco de fecha 04 de noviembre de 2010,
la diputada Elisa Ayón Hernández, presento la iniciativa de ley para reformar el párrafo segundo
de la fracción I y el párrafo primero de la fracción IV, ambas del artículo 262 del Código Penal
para el Estado Libre y Soberano de Jalisco.

II. Que en esta misma fecha se turnó la presente iniciativa, para su estudio y dictamen a la
Comisión de Puntos Constitucionales, Estudios Legislativos y Reglamentos.

Ubicados los antecedentes de la iniciativa a su proceso de estudio, es viable señalar los


elementos que se tomaron en cuenta por esta Comisión al momento de dictaminar conforme a las
siguientes

CONSIDERACIONES

I. Que con fundamento en lo dispuesto por el artículo 28 fracción I de la Constitución Política


del Estado y los artículos 22 fracción I, 147 fracción I de la Ley Orgánica del Poder Legislativo,
ambos ordenamientos del Estado de Jalisco, es facultad de los diputados presentar iniciativas de
leyes y acuerdos.
II. De conformidad a lo dispuesto por la fracción I, numeral 1, del artículo 69 de la Ley Orgánica
del Poder Legislativo del Estado de Jalisco, es atribución de las Comisiones Legislativas, recibir,
analizar, estudiar, discutir y dictaminar los asuntos que le turne la Asamblea.

III. Corresponde a la Comisión de Puntos Constitucionales, Estudios Legislativos y Reglamentos


el estudio y dictamen o el conocimiento, del presente asunto, en los términos del artículo 97.

Para el estudio y análisis de esta iniciativa se tomaron en cuenta los siguientes argumentos,
como a continuación se transcriben:

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
I) ...III)
IV) Se considera Despojo conforme al diccionario de la Real Academia Española, la acción y
efecto de despojar o despojarse, que proviene del latín “despoliare”, que significa privar a
alguien de lo que tiene, desposeerlo de ello. Privación de lo que se tiene generalmente con
violencia.
Pero en sí el delito de despojo nace desde la antigüedad a raíz de que se suscitaban problemas
relativos, a la ocupación de inmuebles y aguas, por aquellas personas que no tenían el título de
propiedad o justa posesión, entonces es por ello que surge este tipo penal, para garantizar el
uso y la posesión de los bienes tanto de los gobernados como del estado.
En la actualidad del delito de despojo se encuentra contemplado en el artículo 262 del Código
Penal del Estado de Jalisco, y estoy completamente de acuerdo, que se sancione a las personas
a las cuales se les acredite la tipicidad de este delito, y con la reforma no se pretende cambiar
el fin para el cual fue creado dicho tipo penal, no obstante, se busca darle una mayor claridad a
este precepto en comento, en cuanto a la violencia empleada por el o los activos en su comisión.
Se busca reformar este precepto jurídico para dejar establecido, de una manera clara cuándo
se considera uso de violencia en este tipo penal, así como también, para que no existan
problemáticas para quienes aplican las normas jurídicas.
V) Considero que actualmente el párrafo segundo de la fracción I del artículo 262 es erróneo,
ya que establece, que se entenderá por uso de violencia, cuando el despojo se cometa por
grupos constituidos por tres o más personas, siendo esto inadecuado, ya que al hablar de
grupos, es decir en plural, estamos en un dilema, puesto que, para que se acredite tal violencia,
por lo menos deberán existir dos o más grupos de tres o más personas, es decir alrededor de
seis o más sujetos, entonces al existir un grupo de treinta personas no se encuadra dicha
hipótesis dentro del tipo que sanciona la norma, por ser solo un grupo y no dos o tres grupos;
por tanto para que no existan malas interpretaciones a dicho precepto y se acredite de una
manera más clara y eficaz lo anteriormente señalado, es que se pretende con esta iniciativa la
reforma del actual párrafo, así como también para que se establezca, que dicha violencia debe
ser cometida por tres o más personas y no en grupos como actualmente se menciona, puesto que
la agravante es en base a la ventaja por la mayoría numérica de sujetos, ya que en la práctica,
es muy difícil se acredite este elemento como violencia y como agravante, pues los inculpados la
pueden evadir al señalar que eran un solo grupo de muchas personas y no varios grupos de tres
o más personas. Entonces para un mejor entendimiento de lo anterior presento a continuación
la definición gramatical de la palabra grupo, conforme al Diccionario de la Academia
Española:
Grupo: Pluralidad de seres o cosas que forman un conjunto.
Por tanto, siguiendo la lógica antes comentada, para que se acredite el uso de violencia, que
contempla en la actualidad nuestro ordenamiento jurídico penal del Estado, requerimos dos
pluralidades de tres personas, siendo esto ilógico, por ello la necesidad de la reforma, a este
precepto.
VI) La reforma a la fracción IV del artículo 262, del Código Penal del Estado de Jalisco, es en
los mismos términos antes expuestos, es decir para que exista lógica y congruencia entre las
fracciones reformadas y no queden lagunas dentro de nuestra legislación local, así como
también exista una mayor seguridad jurídica al momento de la aplicación de dicho precepto. Ya
que actualmente establece que cuando el despojo se realice por grupos, además de la sanción
señalada, se aplicará a los autores intelectuales y a quienes dirijan la invasión de dos a ocho
años de prisión. Siendo nuevamente esto erróneo ya que debe de señalar en vez de grupos, a
tres o más personas.
VII) Considero que la actual reforma no vulnera ninguna de las garantías constitucionales, sino
al contrario, viene a reforzar las actualmente establecidas en dicho ordenamiento jurídico, al
permitir una mayor seguridad jurídica al gobernado. Así como también es necesaria la reforma
a este precepto para tener una norma local penal clara y eficaz.
Después de un profundo análisis de los argumentos que motivaron la propuesta de reforma ya
mencionada, esta comisión dictaminadora emite las siguientes:

CONCLUSIONES
Se considera acertada la observación de la diputada Elisa Ayón Hernández, cuando señala que
resulta inadecuado el establecer en la Ley sustantiva penal en el caso de delito de despojo que
este se entiende con violencia cuando se comete “por grupos constituidos por tres o más
personas”, lo cual hace prácticamente imposible acreditar esta agravante y se genera entonces un
elemento de impunidad que se desprende precisamente de la redacción ya manifestada.
A continuación, transcribimos el texto inmerso en el Código Penal de 4 estados de la República
para ejemplificar el hecho de que en efecto el texto del Código Penal del Estado de Jalisco
provoca un cierto grado de confusión y posible falta de acreditación de la agravante;
CÓDIGO PENAL DEL ESTADO DE MÉXICO

Artículo 308.- Comete el delito de despojo:

I. …

II. …

III. …

A los autores intelectuales, a quienes dirijan la invasión y a quienes instiguen a la ocupación del
inmueble, cuando el despojo se realice por dos o más personas, se les impondrán de seis a
doce años de prisión y de ciento cincuenta a trescientos días multa.


CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE VERACRUZ DE
IGNACIO DE LA LLAVE
Artículo 223.-Si el despojo se realiza por dos o más personas, además de las sanciones
señaladas en el artículo precedente, se impondrán a los autores intelectuales o a quienes
induzcan, organicen o dirijan invasiones, de tres a ocho años de prisión y multa hasta de
quinientos días de salario.
CÓDIGO PENAL DEL ESTADO DE CHIAPAS
Artículo 305.- Comete el delito de despojo el que sin consentimiento de quien tenga derecho a
otorgarlo o empleando violencia, engaño o furtividad:
I.- …
II.- …
III.- …
IV.- …

….
Si el despojo se realiza por cinco o más personas o con violencia, se le impondrá prisión de
seis a nueve años y multa de cincuenta a ciento ochenta días de salario.
….
CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO DE NAYARIT

ARTÍCULO 373.- Se aplicarán las sanciones de uno a cinco años de prisión y multa de tres a
diez días de salario:

I. …

II. …

III. …

La pena será aplicable, aun cuando el derecho a la posesión de la cosa usurpada sea dudoso o
esté en disputa, cuando el despojo se realice por grupo o grupos, que en conjunto sean
mayores de cinco personas, además de la pena señalada en este artículo, se aplicará a los
autores intelectuales, y a quienes dirijan la invasión, de tres a ocho años de prisión y multa hasta
el equivalente de cincuenta días de salario.

Por lo anteriormente expuesto y con fundamento en los artículos 28, fracción I, 35, fracción IX y
61 de la Constitución Política Local, así como en los diversos 92, fracción IV, 152 y 159 de la
Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Jalisco, sometemos a consideración de la
Asamblea el siguiente dictamen de;

DECRETO
Por el que se aprueba la reforma el segundo párrafo de la fracción I y el primer párrafo de
la fracción IV ambas del artículo 262 del Código Penal del Estado de Jalisco.
ÚNICO. - Se reforma el párrafo segundo de la fracción I y el párrafo primero de la fracción IV
ambas del artículo 262 del Código Penal del Estado de Jalisco, para quedar como sigue:

Artículo 262. Se impondrán de tres meses a tres años de prisión y multa por el importe de dos a
doce días de salario:
I. Al que, de propia autoridad y haciendo violencia física o moral, o furtivamente, o
empleando amenazas o engaño, ocupe o use un inmueble o un derecho real que no le pertenezca.

Siempre se entenderá como uso de violencia cuando el despojo se cometa por tres o más personas;

II. Al que, de propia autoridad y haciendo uso de cualquiera de los medios indicados en la fracción
anterior, ocupe un bien inmueble de su propiedad, en los casos en que la ley no lo permita por
hallarse en poder de otra persona, o ejerza actos de dominio que lesionen derechos legítimos del
ocupante;

III. Al que, en los términos de las fracciones anteriores y en beneficio propio o ajeno, desviare o
utilizare aguas a que no tenga derecho; y

IV. Cuando el despojo de inmuebles se realice por tres o más personas, además de la sanción
señalada, se aplicará a los autores intelectuales y a quienes dirijan la invasión, de dos a ocho años de
prisión.

Las sanciones anteriores serán aplicables aun cuando la posesión de la cosa usurpada sea dudosa o
esté en disputa.

El presente artículo nos describe el origen, objeto, función del bien jurídico
enmarcándolo dentro del ámbito del derecho penal. Abstrac: Ti Article describes the origin,
pulposa, dependen en the legal del mitin the sope of criminal law. 1.-

PRESENTACIÓN: El objeto de tutela sobre los bienes necesitados de protección,


motivó desde la creación legislativa el surgimiento de normas de toda índole, con el fin último
de garantizar todo tipo de derechos, valores y bienes a partir del reconocimiento esencial de su
pertenencia, buen uso y disfrute de cada persona. Así, desde la norma constitucional se
reconocen como valores y bienes supremos, entre otros el derecho a la vida, la libertad, el
trabajo, la educación, la salud, el desarrollo de la personalidad, los derechos de asociación y
expresión de ideas, así como todos los derechos sociales, económicos, políticos e individuales
entre otros. La tarea legislativa es de gran importancia, toda vez que a través de la creatividad
del legislador nacen y se actualizan normas que sirven como punto de referencia para garantizar
los bienes jurídicos existentes en todas las ramas del derecho. El conocimiento de las normas por
parte del ciudadano medio forma parte de la interpretación de las mismas, sin embargo; ¿su
cumplimiento siempre será exigible?, ¿la formación personal, el conocimiento individual, el
grado de educación o de cultura, tan diferentes en cada latitud y sistema de gobierno son
elementos suficientes para garantizar en el llamado hombre medio una correcta interpretación de
las normas? La respuesta es no. El altísimo grado de desconocimiento de las LETRAS
JURÍDICAS NÚM. 6, PRIMAVERA DEL 2008, ISSN 1870-2155. normas básicas de
convivencia entre otros elementos producen en el comportamiento del hombre en sociedad
encuentros y desencuentros con el derecho, de aquí por un lado la necesidad de que existan
normas claras para su cumplimiento y por otro, que las mismas sean difundidas a tiempo para
que se conozcan y se respeten. El legislador tiende a utilizar los códigos de comunicación más
incomprensibles y extravagantes de aquí que la tendencia que se ha impuesto es la complejidad
de interpretación de las normas no sólo para el hombre medio, sino para el propio creador de la
misma, el juez, el magistrado, el que hace doctrina, es decir, ante la complejidad de
interpretación de la norma, el derecho debe ser nítido y sencillo para que se convierta en una
herramienta que proteja con más claridad e intensidad los bienes del individuo y de la sociedad
que estén necesitados de protección, en este sentido cobra actualidad la crítica que desde el siglo
XVII lanza Schopenhauer .

2.- JUSTIFICACIÓN: Los bienes jurídicos que tutela el derecho penal son los más
necesitados de protección por el valor que representa el objeto de tutela como son la vida, la
libertad, el patrimonio, la seguridad, la salud entre otros. El motor que produce la necesidad de
crear y actualizar el derecho es la justicia. Siempre se ha reconocido que el fin del derecho es la
justicia a partir de esta afirmación es que el tema cobra relevancia.

3.- ORIGEN DEL CONCEPTO BIEN JURÍDICO La teoría del bien jurídico aparece en
el siglo antepasado con una clara inspiración liberal y con el declarado intento de limitar la obra
del legislador penal, describe el elenco de hechos merecedores de pena únicamente a los
socialmente dañosos. El concepto de bien jurídico fue acuñado por Birnbaum en 1834. Se le ha
identificado como derecho subjetivo. No obstante, para Mezger existen numerosos delitos en los
que no es posible demostrar la lesión de un derecho subjetivo. Se ha 1 Schopenhauer, Arthur, La
Sabiduría de la Vida, en torno a la filosofía. Editorial Porrúa, S.A. da. Edición, México 1991,
pág. 238. 2 Schopenhauer, Arthur, Ob. cit. pág. 239. 3 gol Reinicio J. Recitaciones del Derecho
Civil según el Orden de la Instituta. Traducción Don Luis de Collantes, revisada de nuevo por
Don Vicente Salva, da Edición, tomo primero, París, Librería de Don Vicente Salva, 1847. Sala
Juan Dr. El litigante Instruido o El Derecho puesto al alcance de todos. Compendio México
1840, Págs. 8 y 9. 4 Antelaseis, Francesco. “Ir problema del bene jurídico” en Revista Italiana di
Dorito Penale, Edit. Joffre, Milano, 1939, pp. 3 y ss. 5 Stella, Federico. “La teoría del bene
jurídico. Fratti inofensiva conforme al tipo”, en Revista Italiana di Dorito e Procedural penale,
Milano, 1973, p. 4. 6 Álvarez García, Francisco Javier. “Bien jurídico y Constitución”.
Cuadernos de política criminal. No. 43, Madrid, 1991, p. 5. Mezger, Edmundo. Tratado de
derecho penal. Parte general, Cárdenas Editores, México, 1980. p. 399. LETRAS JURÍDICAS
NÚM. 6, PRIMAVERA DEL 2008, ISSN 1870-2155. identificado al bien jurídico con la idea de
interés, que en su sentido más propio importa la idea de utilidad.

4.- DENOMINACIÓN El bien jurídico se denomina de formas diversas, tales como:


derecho protegido, bien garantizado, interés jurídicamente tutelado, objeto jurídico, núcleo del
tipo, cerner, objeto de protección. No puede surgir el delito cuando por inexistencia del objeto de
tutela o por falta de idoneidad de la acción es imposible la lesión de un bien jurídico 10, el cual
se presenta en las formas más diversas debido a su pretensión de garantizar los derechos de toda
persona, como pueden ser entre otros: reales, jurídicos, psicológicos, físicos, etcétera 11. Rocco
precisó que el concepto de bien jurídico ha de apoyarse sobre la idea de valor 12. Según Cobo
del Rosal, el bien jurídico se puede definir como “todo valor de la vida humana protegida por el
derecho 13. Para Jescheck el bien jurídico constituye el punto de partida y la idea que preside la
formación del tipo. Afirma además que son bienes jurídicos aquellos intereses de la vida, de la
comunidad a los que presta protección el derecho penal 14. En nuestra opinión, el bien jurídico
como objeto de protección del derecho penal es todo valor individual o de conjunto que merece
la garantía de no ser vulnerado por la acción de otro. Así entonces, el tipo penal se debe entender
como un valor ideal del orden social jurídicamente protegido, por tanto, el bien jurídico
constituye la base de la estructura e interpretación de los tipos. El Estado de Derecho lo
entendemos en la medida en que el Estado ofrece una protección a la sociedad, y para este fin ha
de sujetarse rigurosamente al imperio de la Ley, con lo cual, aquellos intereses sociales que
ameriten ser protegidos por el Estado se denominan “bienes jurídicos”. En el ámbito del Derecho
Penal deberán ser protegidos únicamente bienes jurídicos reconocidos, pero eso no significa que
todo bien jurídico haya de ser protegido penalmente, ni tampoco que todo ataque a los bienes
jurídicos penalmente protegidos deba necesariamente determinar la intervención del Derecho
Penal, así por ejemplo en el caso que medie el consentimiento del disponente en algunos delitos.
Cobo del Rosal, Manuel y Vives Antón. Derecho penal. Parte general, Edit. Tirant lo Blanch,
Madrid, 1988, pp. 249 y ss. 9 Pisapia, Gian Doménico. Instituzioni di Diritto Penale. Parte
Generale e Parte Speciale, Padova. Cedam. Casa editricce. Dott, Vicenza, 1965, p. 43. El autor,
señala que, “por objeto jurídico del delito”, se entiende generalmente, el bien o el interés
protegido por la norma y la lesión o puesta en peligro con el delito. 10 Bettiol, Giuseppe.
Instituzioni di diritto e procedura penale. Principi Fondamentali del Diritto penale vigente, terza
edizione, Padova. Cedam. Casa Editrice, Bolonia, 1984. p. 78 11Maurach, Reinhart. Tratado de
derecho penal, traducción de Juan Córdoba Roda, Ediciones Ariel, Barcelona, 1962 pp. 261 y ss.
12 Bettiol, Giussepe. Ob, Cit, p. 84 13Cobo y Vives. Ob, Cit, p. 249. 14 Jescheck Hans,
Heinrich. Tratado de derecho penal, parte general. Traducción y adiciones de derecho penal
español por Santiago Mir Puig y Francisco Muñoz Conde. Volúmen primero. Editorial Bosch,
Barcelona 1981. P. 350 LETRAS JURIDICAS NUM. 6, PRIMAVERA DEL 2008, ISSN 1870-
2155. El objeto del bien jurídico encuentra su origen en el interés de la vida, previo al Derecho,
que surge de las reacciones sociales, aunque dicho interés vital no se convierte en bien jurídico
hasta que es protegido por el Derecho, es este el que decide entre los intereses sociales cuáles
deben convertirse en bienes jurídicos a través del proceso legislativo que lo crea. Por su parte los
neo-kantianos, que constituyeron la doctrina dominante a partir de los años veinte, buscaron una
sustancia material del bien jurídico en una realidad previa al Derecho, pero en lugar de verla en
el terreno de los intereses sociales, la situaron en el mundo espiritual subjetivo de los valores
culturales. Sin embargo, una importante dirección acude hoy al concepto, de bien jurídico como
bandera de una política criminal liberal, que fija un límite al Derecho Penal, es decir una frontera
de lo que puede ser objeto de protección penal. Es menester, por lo tanto, observar cómo se
entiende a la democracia y cuál es la justificación de demandar su protección jurídico penal,
pues de otro modo, se llegaría al extremo de la sentencia de Montesquieu: en el sentido de que
toda pena que no se deriva de la absoluta necesidad, es tiránica.

. Esta protección es realizada normativamente mediante la prohibición de acciones cuyos


contenidos son la materia descrita por la Ley Penal 24. Existen bienes individuales y bienes
colectivos 25, para identificar los primeros no surge dificultad, de éstos pueden distinguirse los
llamados bienes materiales y los bienes inmateriales, así como los reales res nullius (aire, agua,
mar, luz, entre otros), personales (honor, libertad, salud, vida, entre otros), patrimoniales. En
tanto que los segundos son aquellos que corresponden a la familia, la sociedad, la comunidad
local, nacional o internacional. A este tipo de bienes, Pisapia les ha denominado intereses de
todos. De acuerdo con opiniones jurisprudenciales, se ha definido en las distintas épocas que
componen la interpretación de los tribunales federales el bien jurídico y en algunos casos se ha
precisado con toda propiedad cuál es el bien tutelado por cada figura típica 26. 22 Quintero
Olivares, Gonzalo, Derecho Penal, Parte General, Segunda edición. Edit. Marcial Pons, Madrid
1989, p. 60. 23 bustos Ramírez. Manual de derecho penal. Parte especial. Edit. Ariel, Barcelona,
1982, p. 6. Afirma que Haslemere y Radovan son los descubridores de los bienes jurídicos
colectivos. 24 González Ferrer, Campo Elías. Tipo e injusto. Publicación del Departamento de
Ciencias Penales y Criminológicas de la Universidad de Panamá, Panamá, 1979, p. 30. 25
Pisapia Gian, Doménico. Ob, Cit, p. 14. 26 octava Época. Instancia: Tribunales colegiados de
circuito. Fuente: Apéndice de 1995. Tomo: Tomo II, Parte TCC. Tesis: 519. Página: 313.
DESPOJO, DELITO DE. BIEN JURÍDICO TUTELADO. Tratándose del delito de despojo, el
bien jurídico tutelado no es el derecho de propiedad, sino la posesión quieta y pacífica del
inmueble. Así, para la existencia de esa infracción es irrelevante que el ofendido sea o no
propietario del respectivo bien. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO
CIRCUITO. Octava Época: Amparo directo 8/89. Guadalupe Hernández avda. de chino. 16 de
marzo de 1989. Unanimidad de votos. Amparo en revisión 92/89. Andrés Simón Oropeza y otro.
17 de mayo de 1989. Unanimidad de votos. Amparo directo 305/89. Juvencio Hernández
Monroy y otro. 21 de junio de 1989. Unanimidad de votos. Amparo directo 66/90. Antonio
Moreno Ortega. 28 de febrero de 1990. Unanimidad de votos. Amparo directo 60/92. Fidelia
Cortázar Campos. 28 de mayo de 1992. Unanimidad de votos. NOTA: Tesis II.3o.J/30, Gaceta
número 56, pág. 53; véase ejecutoria en el Semanario Judicial de la Federación, tomo XAgosto,
pág. 393. LETRAS JURIDICAS NUM. 6, PRIMAVERA DEL 2008, ISSN 1870-2155.

Es oportuno precisar que el concepto de bien jurídico asume una pluralidad de funciones
como ya hemos señalado, y que según la doctrina italiana también cumple una función exegético
explicativa, sistemática clasificadora, sistemática descriptiva y político criminal, afirma que todo
delito por el solo hecho de estar previsto identifica un bien jurídico, una situación positiva que el
legislador intenta asegurar o tutelar, de lo contrario la norma no tendría sentido ni razón de
existir.

5.- EL BIEN JURÍDICO COMO FIN DE LA NORMA Se puede explicar como una
conexión singularmente intensa entre el fin de la norma y el sistema del derecho penal, destaca
el sentido teleológico y el relieve metódico que, como funciones esenciales, corresponde
desempeñar al concepto y objeto de tutela con particular referencia a la teoría del injusto penal
28, y la lesión como momento constitutivo del contenido material del injusto. El derecho penal,
a través de una selección fragmentaria de intereses, confiere su protección por medio de normas
positivas contra las acciones susceptibles de perjudicar de una forma singularmente grave los
intereses vitales del individuo o de la colectividad. El tipo parte, por tanto, de la norma y la
norma a su vez del objeto de tutela. El objeto de protección está constituido por el bien jurídico o
el núcleo que en cada delito se lesiona. En atención a su significación social, es amparado
jurídicamente por el derecho positivo vigente, prohíbe o impone acciones de determinada índole.
El derecho penal actual experimenta constantemente una movilidad de acuerdo con nuestra
dinámica social, por lo que no debemos perder de vista esos bienes a tutelar y el rango de cada
uno, por ser una de las finalidades de la doctrina; proponer soluciones a las diversas cuestiones
que surgen de la norma positiva. La redacción actual de nuestras normas penales tiene influencia
tanto de la sistemática causalista como finalista, debido a la orientación filosófica de quienes han
opinado en la incorporación de figuras delictivas las cuales, en ocasiones resultan híbridas y
pueden confundir el bien jurídico que se pretende tutelar por medio de los tipos. Estas
confusiones pueden acontecer en la práctica, sobre todo tratándose de tipos que corresponden a
una misma entidad (los que tutelan la libertad o seguridad sexuales; el patrimonio, los derechos
de familia, etcétera), o cuando una acción u omisión lesiona varios bienes (concurso ideal,
medial o de leyes), o bien, cuando un objeto de protección puede ser afectado de distintas
maneras. De tal forma, que una sola conducta es capaz de afectar un solo bien o diversos bienes
jurídicos, o dañar a un titular o conjunto de ellos. Por tanto, en cada caso, será labor del
intérprete de la ley dejar en claro cuál es el bien o los bienes que resultan dañados. 27 Radovan,
Tulio. Diritto penale. Cuarta edizione, Joffre Editore, Milano, 1998, p. 101. 28Polaino
Navarrete, Miguel. El bien jurídico en el derecho penal, Publicaciones Universidad de Sevilla,
1974, p. 44 LETRAS JURIDICAS NUM. 6, PRIMAVERA DEL 2008, ISSN 1870-2155. Al
presentarse en la pragmática los diversos supuestos de hecho, si formulamos una abstracción de
la conducta ante la lista de los delitos con referencia al bien jurídico tutelado, evitaremos
confusiones para determinar si ésta es efectivamente típica, y si la tipicidad se adapta a una u
otra figura penal. La inexistencia del bien jurídico, la falta de lesión al bien jurídico o el
consentimiento del pasivo (en algunos supuestos) pueden producir ausencia de tipicidad en la
conducta, lo cual sucede cuando el titular del bien a proteger otorga su asentimiento antes del
ataque respecto de aquellos bienes disponibles por él, que en nuestros códigos pueden ser entre
otros, los llamados delitos perseguibles previa querella o delitos privados, (como lo son injurias,
golpes simples, etcétera) y aquellos que admiten el consentimiento como causa de exclusión del
delito, de acuerdo a lo establecido en algunas legislaciones en cuyo caso se requiere la existencia
de los siguientes supuestos: 1) Que el bien jurídico sea disponible 2) Que el titular del bien tenga
capacidad jurídica para disponer libremente del mismo, y 3) Que el consentimiento sea expreso
o tácito y sin que medie algún vicio; o bien, que el hecho se realice en circunstancias tales que
permitan fundadamente presumir que, de haberse consultado al titular, éste lo hubiese otorgado.
Esta forma de excluir, ya sea el tipo o lo antijurídico de la conducta29, dependiendo del
consentimiento y el bien respecto del cual se concede la permisión para ser lesionado, genera
una serie de cuestionamientos que tienen relación con las condiciones en que se debe dar dicho
consentimiento. ¿Quién debe proporcionarlo? ¿Cuándo tendrá validez y cuándo no? ¿Qué bienes
son susceptibles de ser disponibles? ¿Cómo se resuelve el problema del consentimiento cuando
existen varios titulares del mismo bien? ¿Cuándo se tiene la capacidad jurídica o se carece de
ella? ¿En qué casos extremos se podría presumir el otorgamiento de consentimiento sin que lo
haya expresado el titular (consentimiento presunto)? ¿Es válido el consentimiento en conductas
eutanásicas? ¿Es válido para la interrupción del embarazo? ¿Convalida la inducción o ayuda al
suicidio? La respuesta no es sencilla, por lo que, antes de dar una opinión debemos considerar,
previamente de entre los bienes protegidos por el derecho penal, qué bienes son disponibles y
cuáles no. 29En este sentido véase a Bacigalupo Zapater, Enrique, Principios de derecho penal.
Parte general, segunda edición. Edit. Akal, Madrid, 1990, p. 155. LETRAS JURIDICAS NUM.
6, PRIMAVERA DEL 2008, ISSN 1870-2155. En estos supuestos nos encontramos ante los
llamados delitos de encuentro 30 en los cuales el tipo penal exige como uno de sus elementos el
asentimiento expreso o presunto de la víctima ya que las distintas conductas descritas afectan un
bien cuyo titular jamás se ha desinteresado de su tutela, razón por lo cual, se consideran como
conductas típicas, antijurídicas, culpables y punibles.

6.- EL BIEN JURÍDICO FRENTE AL CONSENTIMIENTO Hemos señalado que la


inexistencia del bien jurídico, la falta de lesión al bien jurídico, o el consentimiento del pasivo
(en algunos supuestos), produce atipicidad cuando el titular del bien a proteger otorga su
asentimiento respecto de aquellos bienes disponibles por él. Para que el consentimiento opere en
los términos ya planteados, deberá darse antes de la realización del hecho dando lugar a la
exclusión, ya sea del tipo o de la antijuridicidad de la conducta 31. Para que se origine la
ausencia de tipicidad por falta del bien jurídico protegido, el titular del derecho deberá estar de
acuerdo con la conducta al acaecer ésta, dado que su conformidad elimina la amenaza de daño
de dichos bienes. Para que sea eficaz el consentimiento, depende de la forma y el momento de
otorgarlo, así como el tipo de bien que por su naturaleza permite deducir si es disponible o no
por su titular o titulares. Consentimiento de una manera expresa, seria e inequívoca. Sobre el
problema del consentimiento se han desarrollado diversas teorías, de las que se desprende su
eficacia únicamente para la disposición de ciertos bienes jurídicos, entre otros el patrimonio, el
honor, la libertad 32 negando toda eficacia al consentimiento dado frente al bien jurídica vida 33
el consentimiento del ofendido en este supuesto no es causa de exclusión del injusto penal con
arreglo al principio de la ausencia de interés 34. Para que el consentimiento tenga eficacia debe
otorgarse, objetivamente, por el sujeto pasivo titular del interés jurídicamente protegido en la
norma que, indudablemente, debe ser la persona sobre quien se vierte la conducta, además
deberá ser otorgado al momento en que la persona sea capaz de discernir sobre el conocimiento,
circunstancias, y consecuencias de ese asentimiento, para que se considere otorgado con plena
libertad y en base al conocimiento real 35 Al respecto, cabe recordar, las palabras de Platón
cuando señaló que, “el hombre podrá captar la verdad, solamente, a través del ejercicio de la
racionalidad y que nuestros sentidos, por tanto, nos engaña”. 30 Heinrich Jescheck, Hans.
Tratado de Derecho Penal, parte general. Cuarta edición. Traducción de José Luis Manzanares
Samaniego. Edit. Comares. Granada 1993. p. 334. 31 Bacigalupo, E. Principios. Ob, Cit, p. 155.
32 Antón Onece, José, Derecho Penal, Segunda edición. Anotada y corregida por Hernández
Guijarro, José y Beneyto Merino, José, Edit. Akal/Iure Madrid, 1986, p. 288 y sig. Bacigalupo
Zapater, Enrique, Ob, Cit. p. 155. 33 por todos, Vela Treviño Sergio, Antijuridicidad y
justificación, Edit. Trillas 2a edición, México, 1986, p. 183. 34Welzel, Hans. Derecho penal,
Parte General, Editorial Depalma, Buenos Aires 1956, p. 99, hace referencia a “la renuncia a la
protección del Derecho” siempre que puedan quedar satisfechos todos los requisitos que son
indispensables para la operancia del consentimiento como causa de inexistencia del delito. 35
Jiménez Huerta, Mariano. La antijuridicidad. Imprenta Universitaria, México 1952, p. 184.
LETRAS JURIDICAS NUM. 6, PRIMAVERA DEL 2008, ISSN 1870-2155. En este orden de
cosas, consideramos que, si la experiencia del mundo inteligible y del mundo sensible hace que
el hombre tome tantas decisiones como son necesarias cada día, en condiciones de normalidad
socialmente válidas, incurriendo en no pocas equivocaciones, la toma de decisiones sobre la vida
y la muerte, ¿en un momento que es precedido de impresiones graves realmente se ajusta a un
consentimiento? ¿Será libre y, en consecuencia, válido el consentimiento?, ¿Si una persona
postrada por una grave enfermedad otorga su asentimiento para que se le prive de la vida?
(eutanasia) ¿Realmente lo estará haciendo dentro del marco de libertad a que se refiere la
norma? (eutanasia) Sabemos que, en el mundo de las ideas, el hombre puede ser influido y que
existen momentos propicios para ello. Gusto Gusto, en este sentido ha señalado que, en el caso
de los ancianos enfermos incurables, la sugestión puede ser fácilmente ejercitada por los
familiares o por el médico 36. Puede suceder que el consentimiento se otorgue mediante una
situación engañosa por quien dispone de éste (delitos de encuentro)37, que el autor recurra a
falacias que distorsionan la realidad frente a la visión de la víctima sobre todo en algunos delitos
patrimoniales donde una de las características o elementos del tipo es precisamente el
aprovechamiento del error o el engaño en que se hace caer al titular de los bienes jurídicos como
es el caso de los delitos de estafa en algunas legislaciones o el fraude en otras, en cuyos
supuestos el asentimiento no tendrá eficacia para validar el consentimiento. Esto es, tratándose
de delitos en donde el autor del hecho va hacia su víctima a través de una estratagema para
hacerle creer una situación distinta a la realidad con el fin de generar el comportamiento deseado
que le producirá el resultado dañoso y por ser precisamente un elemento que vicia la voluntad
del disponente tal comportamiento se sigue considerando dañoso a los bienes jurídicos tutelados
por la norma. 8.- Ámbito de eficacia del consentimiento. El ámbito de eficacia del
consentimiento depende, en gran parte, del poder de decisión que el orden jurídico otorgue sobre
el mantenimiento del bien jurídico al particular que es titular del mismo. Generalmente, se
reconoce validez al consentimiento otorgado sobre la posesión, la propiedad, el patrimonio y la
libertad personal, (incluso la libertad sexual) y en el delito de lesiones, cuya comisión dolosa es
fuertemente discutida 38. Los bienes disponibles o indisponibles tienen relación con la eficacia o
validez del consentimiento, en los primeros se puede considerar aquellos bienes que 36 Gusto
Gusto. Op, Cit, p. 78 37 Jescheck, H. Ob, Cit, p. 334. Señala al respecto: “hay delitos que sólo
pueden cometerse con el consentimiento de la otra parte, como la usura. 38 Bacigalupo, E.
Principios. Ob, Cit, p. 156. LETRAS JURIDICAS NUM. 6, PRIMAVERA DEL 2008, ISSN
1870-2155. no representan una utilidad social inmediata39, así por ejemplo se consideran como
bienes disponibles del catálogo de delitos contemplados en la mayoría de los códigos penales el
de injurias, difamación, calumnia, entre otros, Es importante destacar que dentro del grupo de
bienes disponibles por su titular se encuentran lo que para algunos el rango o el valor del mismo
es tan disminuido que una vez cometido el delito, la víctima puede autorizar mediante el perdón
la extinción de la acción penal de tal manera que los llamados delitos perseguibles sólo a
querella de parte, también son disponibles por sus titulares 40, en tanto que en los segundos se
distinguen por su mayor utilidad social (vida, libertad y otros) o cuando se trata de varios
titulares del mismo bien. El legislador no resuelve a través de la ley cuáles bienes son
disponibles y cuáles indisponibles, por lo que es necesario que la jurisprudencia y la doctrina
aporten el complemento a este vacío que se desprende de la ley para definir los criterios
necesarios que permitan una interpretación correcta, y es precisamente en este contexto en que
se desenvuelve la teoría del bien jurídico y los criterios sobre la disponibilidad o
indisponibilidad de bienes por su titular. Con relación a los bienes susceptibles de ser
disponibles por su titular, según opinión de Antón Onece, el consentimiento es eficaz en la
mayor parte de los delitos contra la propiedad (excluyendo la usura), siendo incompatible en
delitos contra el honor, la libertad (detención ilegal, allanamiento de morada, coacciones) y con
algunos contrarios a la honestidad individual (violación, abusos deshonestos, etc.).41 De acuerdo
a la opinión de Bacigalupo, el ámbito de eficacia del consentimiento depende, en gran parte, del
poder de decisión que el orden jurídico otorgue sobre el mantenimiento del bien jurídico al
particular que es titular del mismo, reconociendo validez al consentimiento otorgado sobre la
posesión, la propiedad, el patrimonio, y, en general, la libertad personal (incluyendo la libertad
sexual) y la integridad corporal (en el sentido del delito de lesiones) cuya comisión dolosa es
fuertemente discutida 42 9.- Requisitos de validez del consentimiento.

La norma penal mexicana además de exigir para que sea válido el consentimiento,
aunque no lo establece se entiende que este deberá ser igual y por tanto aplicable con relación a
bienes disponibles, en cuyo caso se requiere, además, que el otorgante tenga capacidad jurídica
para disponer libremente de dicho bien o bienes, por lo que, podemos acudir a distintas vías para
apreciar la capacidad del otorgante, una de ellas puede ser la capacidad civil que, generalmente,
se define en disposiciones de ese orden, al considerar incapaz a “toda persona que padezca una
39 Grispigni, Filippo. La natura jurídica del consenso del´ off eso, Módena editore,1972, p. 3 40
Manzini, Vincenzo. Tratato di diritto penale italiano. T. I. Fratteli Bocca, Editore, Milano, 1958,
p. 514. 41 Antón Oneca, José, Op, Cit, 288. El autor acuño la siguiente frase: 42Bacigalupo
Zapater, Enrique. Op, Cit, p. 156. LETRAS JURIDICAS NUM. 6, PRIMAVERA DEL 2008,
ISSN 1870-2155. enfermedad de carácter persistente que le impida gobernar su persona o bienes
por sí misma”. En el ámbito del Derecho Penal, las personas que han sido declaradas en estado
de interdicción no tienen capacidad legal, lo cual puede suceder por dos causas: en primer lugar,
la toxicomanía o ebriedad consuetudinaria, y, en segundo término, por padecer enfermedades
mentales transitorias o pasajeras que impidan advertir la trascendencia de los actos realizados
por el sujeto, de tal suerte que, solamente, aquellos que estén exentos de las restricciones
mencionadas podrán otorgar consentimiento para la disposición de bienes jurídicamente
disponibles.

Con relación al consentimiento presunto, se plantean otro tipo de dificultades, sobre


todo, tratándose de ciertos bienes jurídicos, ya que pueden presentarse supuestos como el caso
Morgan que produjo suficientes disquisiciones en materia del error en el consentimiento, o del
consentimiento presunto. Por otro lado, se debe estimar que puede ser válido el consentimiento
prestado por el representante legal respecto de ciertos bienes disponibles en administración por
parte del titular originario del mismo, siempre y cuando del capítulo de facultades (deducido del
documento correspondiente) se le conceda este tipo de autorizaciones. Sobre la renuncia de
intereses en beneficio del autor o en beneficio de un tercero. Citado por Jescheck, se trata de
aquellos supuestos en que el titular del bien tiene un escaso interés respecto a la conservación
del mismo o resulta impune la conducta por razones especiales de quien dispone44 (por ejemplo,
los niños que recogen la fruta caída de los árboles en una huerta con exceso de producción en esa
temporada, o la disposición en favor de un indigente de un traje roído por parte de la
servidumbre).
7.- INEFICACIA DEL CONSENTIMIENTO Se debe negar eficacia a los delitos de
encuentro45, y en aquellos cuya pertenencia del bien jurídico corresponde a la sociedad o en
bienes que pertenecen al 43 Citado por Santiago Nino, Carlos. Límites de la responzabilidad
penal, una teoría liberal del delito. Edit. Astrea, Buenos Aires, 1980. pp. 177, 178, 179 y 180.
“Morgan” fue un caso que también conmovió a la opinión pública inglesa; en especial, provoco
una reacción de repudio por grupos feministas que entendieron que con la doctrina sentada en el
fallo aumentaba la probabilidad de que los autores de violaciones quedaran impunes y que se
indujera a someter a las mujeres víctimas a un humillante interrogatorio acerca de las
circunstancias del hecho. El caso fue que Morgan oficial de la fuerza aérea se reunió con tres
subordinados jóvenes a beber; al manifestar estos su deseo de buscar mujeres para pasar la
noche, Morgan les propuso que tuvieran relaciones sexuales con su propia esposa, diciéndoles
que ella accedería complacida; según los soldados, cosa que fue negada por Morgan, este les
había dicho además que no hicieran caso si la mujer aparentaba oponer resistencia ya que ello
sería solamente una actitud fingida para obtener mayor excitación sexual; el propio Morgan los
condujo a su casa donde todos, incluido el marido, tuvieron relaciones sexuales con la señora de
Morgan (ésta se llevaba mal con su marido y dormían en habitaciones separadas). El problema
surgió cuando se consideró que los jóvenes consideraron que existía consentimiento, o por lo
menos el consentimiento presunto, ya que alegaron en su favor que la mujer había colaborado,
en tanto ella dijo que había opuesto toda la resistencia posible. 44 Heinrich Jescheck, Hans. Ob,
Cit, p. 348. 45 Jescheck, H. Ob, Cit, pp. 236 y ss. Señala que los delitos de encuentro sólo
pueden cometerse con el consentimiento de la otra parte, (usura, incesto), se caracteriza porque
todos los sujetos colaboran activamente con el autor (el pasivo de la conducta participa
voluntariamente, sin que LETRAS JURIDICAS NUM. 6, PRIMAVERA DEL 2008, ISSN
1870-2155. Estado, a los cuales Cobo del Rosal llama delitos contra la comunidad46 y Muñoz
Conde, los denomina delitos vagos o con intereses difusos47, lo mismo debe suceder cuando se
trate de bienes jurídicos, cuyos titulares sean varios y falte el consentimiento de uno de ellos.

8.- PERDÓN DEL OFENDIDO Y BIEN JURÍDICO FRENTE AL


CONSENTIMIENTO El consentimiento no debe confundirse con el perdón del ofendido, que se
otorga posterior a la conducta que ha lesionado el bien tutelado, en cuyo supuesto el daño se
causa sin que la víctima haya dado su asentimiento, por razones de política criminal las normas
penales y procesales validan, ya sea, en el tipo o en disposiciones procesales el perdón, sobre
todo frente a la lesión de bienes cuya jerarquía es de poca entidad, dando lugar a la extinción de
la responsabilidad penal por haber mediado el perdón del ofendido, lo cual sucede ex post. En
tanto que el consentimiento se otorga ex ante. Otra diferencia es que el consentimiento pertenece
al derecho sustantivo, y el perdón del ofendido corresponde al derecho adjetivo. Finalmente,
debemos señalar que cuando no existe el bien jurídico la lesión que se intenta por el actor de la
conducta resulta frustrada por circunstancias ajenas, en algunos casos al autor y en otros al
objeto o sujeto de ataque, como sucede en todos los casos que se incardinan bajo la
denominación del “delito imposible”; así por ejemplo en la corrupción de menor el bien jurídico
no se dañaría si el autor de la conducta induce a un menor al uso de enervantes, cuando éste lleva
años haciendo uso de todo tipo de sustancias dañinas para la salud, o cuando A pretende privar
de la vida a B y al agotar los actos el autor se percata que B tenía horas de haber perdido la vida.

9.- OBJETO MATERIAL El objeto material del delito comúnmente lo identificamos


con el elemento objetividad por el autor, para realizar a través de él el daño que se pretende al
bien jurídico. El objeto material se identifica con el objeto corporal o material hacia donde se
realiza la acción.

10.- DIFERENCIA ENTRE OBJETO MATERIAL Y BIEN JURÍDICO No debemos


confundir objeto material con bien jurídico, u objeto jurídico, cuando se habla del objeto
material del delito, se designa el objeto corporal externo, sobre el cual se realiza la acción, y
cuando nos referimos al bien jurídico lo medie violencia), sin embargo, su voluntad puede
obtenerse con engaños como de hecho acontece en el delito de estupro. 46 Cobo y Vives. Ob,
Cit, p. 376. 47 Muñoz Conde, y García Arán, Derecho penal. Parte general, Edit. Tirant lo
Blanch, Valencia, 1993, p. 242 48 Jiménez Huerta, Mariano. La antijuridicidad, Imprenta
Universitaria, México, 1952, p. 182. LETRAS JURIDICAS NUM. 6, PRIMAVERA DEL 2008,
ISSN 1870-2155. identificamos como el objeto de protección. La conducta como fenómeno que
modifica el mundo exterior recae por regla general, en objetos sensibles, en personas o cosas.
Pero no siempre ocurre así, pues esa modificación del mundo exterior puede recaer en objetos
que están fuera del ámbito naturalístico de la realidad y afectar, de un modo exclusivo,
complejos de valores. A nuestro juicio, en los delitos de resultado se recoge con claridad el
objeto material que puede ser personal o real, el objeto material es cualquier persona o cosa,
como sucede en el delito de robo, donde el objeto material se identifica con el bien mueble
materia del apoderamiento, en tanto que el bien jurídico será el patrimonio de la víctima, o en el
delito de despojo cuyo objeto material será el bien inmueble materia de este delito, mientras que
el bien jurídico será la posesión, así, en el delito de homicidio la muerte de la persona constituye
el objeto material y el bien jurídico afectado es la vida.
11
.- CONCLUSIONES Por nuestra parte, podemos señalar que, la protección penal de
bienes obedece a la necesidad de garantizar, socialmente (significancia social), los derechos
esenciales del hombre y, en el ámbito de lo personal (significancia personal), los que le son
inherentes, así como, aquellos que va adquiriendo en el ámbito de lo material (propiedad,
posesión), de su situación civil (el derecho a una familia integrada) de su cultura y costumbres,
por lo tanto, no se puede plantear, de manera general, qué bienes son disponibles y cuáles no, ya
que existen bienes jurídicos irrenunciables como la vida y otros que pueden ser renunciables
dentro de cierto límite, ya que su disponibilidad obedece, como se mencionó, a factores de
distintos órdenes. Es orientativa, la jurisprudencia visible en el Semanario Judicial de la
Federación, tomo CXXII, páginas 1.348 y 1.349, quinta época que reza. “Es sabido que el
consentimiento del titular del bien jurídico lesionado en virtud del proceder delictivo, siendo
coetáneo a la acción, destruye la antijuridicidad o el tipo; es decir, si el pasivo de la conducta
delictiva presta su tutela, siempre que el consentimiento recaiga sobre bienes jurídicamente
disponibles. De la gama tan amplia de bienes que el hombre tiene protegidos a través del
derecho penal, existen algunos que no son disponibles por las razones que a continuación se
mencionan: a) Es ineficaz el consentimiento en aquellos delitos sobre los cuales es ofendida la
sociedad, o el daño recae en bienes del Estado y que Cobo del Rosal define como delitos contra
la comunidad 51 por tratarse generalmente de conductas que tienen un significado propio para la
comunidad 52 49 Mezger, Edmundo. Ob, Cit, pp. 383 y ss. 50 Sáinz Cantero. Lecciones, p. 541.
51 Cobo del Rosal, Manuel y Vives Antón, Tomás Salvador. Derecho Penal, parte general,
tercera Edición, Corregida y actualizada. Edit. Tirant lo Blanch, Valencia, 1991, p. 376. 52
Heinrich Jescheck, Hans. Op, Cit, 335. LETRAS JURIDICAS NUM. 6, PRIMAVERA DEL
2008, ISSN 1870-2155. b) Se debe negar validez al consentimiento en todos los delitos de
encuentro ya que se trata de un elemento más que el tipo exige para su integración (la usura, el
estupro, el fraude o estafa) en cuyo caso, la comisión del delito no sería posible sin el
consentimiento (viciado) de la víctima. c) No es válido el consentimiento otorgado por uno de
los titulares de un bien en aquellos casos que, sobre el mismo bien, existen varios titulares. Por
lo tanto, los supuestos en que, solamente, se haya dado el consentimiento por uno de ellos, o en
aquellos en que faltare por lo menos uno en otorgarlo, la disposición, a falta de unanimidad
causa daño a los derechos protegidos de quien no asintió en este sentido 53 d) Sobre la
naturaleza del bien sujeto a disponibilidad es claro, como venimos sosteniendo, que, el
consentimiento no puede operar para todos los intereses tutelados por el Derecho, sino,
solamente, con relación a algunos de ellos, para lo cual, el principio de la naturaleza unitaria de
la antijuridicidad puede servir de criterio rector, en el sentido de que, únicamente, se podría
disponer de aquellos bienes que, afectando intereses privados, no tengan repercusión en el
ámbito social por la afectación que sufriría la norma de cultura. e) La vida, en términos
generales, se considera un bien cuyo consentimiento del interesado no tiene eficacia para
eliminar la tipicidad o antijuridicidad de la conducta 54 53 Jiménez Huerta, Mariano, Op, Cit, p.
182. señala: “si varios son los titulares, es necesario el consentimiento de todos” 54 En este
sentido se han expresado, Jiménez Huerta, Bacigalupo, Antón Oneca, Jescheck. Se pueden
consultar las obras citadas en páginas 227, 156, 259 y 341 respectivamente. LETRAS
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ATENTAMENTE

GUADALAJARA, JALISCO A LA FECHA DE SU PRESENTACIÓN

LIC. AL ULISES AZUA CASTELLANOS.

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