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EL PERIODO DE GOBIERNO DE DON CARLOS A.

LÓPEZ

EL CORTE CULTURAL: Modificaciones en la ARQUITECTURA,


Ideología y nuevos programas de arquitectura.
La postura política del gobierno de don Carlos se definió por su intención de modernizar el
país con ideologías liberales, con sus representaciones clasicistas sin ignorar el fuerte
espíritu nacionalista que impulsaba en su gobierno.

Esta dirección ideológica se vió siempre reflejada en sus acciones como mandatario y en
su legado como tal, en aspectos económicos, sociales y en la propia representación de su
concepto de comunidad. Esto puede verse claramente expresado en obras arquitectónicas
a lo ancho del país, viviendas, templos, etc. Pero las mayores transformaciones se
presentan en los nuevos programas arquitectónicos que aparecen como necesidad de
representar el poder del Estado: Legislatura, Palacio de Gobierno, Estación de Ferrocarril,
etc, en donde por la falta de referentes paraguayos para el diseño de dichos edificios, se
recurrió a la dirección de obra extranjera, cuyos representantes tenían sus propios
referentes. Todo realizado bajo la supervisión del propio Don Carlos, con la intención de
mantener unificados los intereses del Estado.

Concretamente las modificaciones en la arquitectura se basaron en la adopción del


clasicismo, y al mismo tiempo con la idea de “arquitectura de fachada”, de acuerdo a R.
Gutiérrez.

En los templos, se eliminan las galerías perimetrales y al atrio se le agrega una fachada con
una torre – campanario.

En cuanto a las viviendas urbanas, se nota la intención individualista de “casa fachada


singular”. Con la eliminación de las galerías se elimina también el concepto de la ciudad
como pertenencia común de todos, para convertirse en una ciudad como simple
sumatoria de casas individuales. Y, con este hecho se suprime el lugar de reunión urbano
e induce a los habitantes a la intimidad individual de sus patios o lugares de reunión
social. Surgen, así, nuevos temas como los clubes que por su misma concepción elitista
limita la participación de toda la comunidad.

El liberalismo individualista rechazó el pensamiento de la galería como lugar de transición


entre lo privado y lo público, y dió paso a una arquitectura diferente, probablemente “con
más brillo pero con menos contenido”, al decir del arq. R. Gutiérrez. Empero, en las
ciudades cercana a Asunción, estas pautas de diseño no fueron tan rigurosas, y se
permitían reflejar un estilo más “pintoresco” manteniendo el lenguaje propio.
Permanecen elementos que dan respuesta a las necesidades del clima, como la galería,
como se ve en las fincas rurales de Carlos Antonio López en Trinidad. Otro concepto dado
a partir del individualismo es el de monumento aislado.

En los templos, que fueron construidos en la época de la colonia, se observa un lenguaje


común, tecnológico y espacial con las humildes viviendas que rodeaban la plaza y estaban
ubicadas en una ubicación que facilitaba su valoración integral.

Cuando a aquellas iglesias se les agrega una fachada sacando la galería, se pierde el
dialogo espacial, y se las percibe como algo ajeno al mismo pueblo, concibiéndose así
como “monumento aislado”. Y de este modo se produjo el corte de una arquitectura
propia que permitía acumular experiencias y un enorme sentido común. La sencillez se
opaca para imponer la apariencia, lo dice R.G.

Viviendas colectivas con Galerías. Itauguá.


Casa Alta. Jardín Botánico

OBRAS ENCARGADAS AL MAESTRO ARQUITECTO DON PASCUAL


URDAPILLETA
El Maestro Pascual Urdapilleta quien proyecto y construyó la Catedral y la Legislatura o
Palacio Legislativo, así como los templos de San Roque, La Recoleta, La Encarnación,
Trinidad y Lambaré siendo remplazado después en la dirección de la Catedral por el
Maestro paraguayo Tomás Vergés; también diversas obras en el interior fueron dirigidos
por maestros paraguayos como Tomás Aquino, de Atyrá.

En 1842 Carlos Antonio López decidió reemplazar el antiguo Cabildo del periodo colonial
por un edificio apto para las funciones legislativas, y procedió a la demolición de la antigua
Casa Capitular, en cuyo remplazo se edificó la Legislatura.

IGLESIA DE SAN ROQUE Carlos Antonio López quien mando hacer un templo, obra que
fue concluida en 1853.

IGLESIA DE LA SANTISIMA TRINIDAD iglesia considerada como la más suntuosa de todas


las Iglesias nuevas que el gobierno hizo edificar, la obra comenzó en 1854. Y también
intervino el Arq. Alejandro Ravizza en la decoración interior.

IGLESIA Y CONVENTO DE RECOLETOS La actual iglesia Recoleta fue concebida en 1855 por
orden de don Carlos Antonio López, y conserva su carácter original.

EL CABILDO La primera de las obras publicas de gran envergadura que comienza López.
Lenguaje clasicista en el frente conjugado con un aspecto colonial en la fachada. La
escalera de hierro con esa gran masa vidriada en la zona posterior muestra una libertad
creativa totalmente inesperada para esta época de la arquitectura paraguaya. El ritmo de
las pilastras, cornisas, y arquerías generan un movimiento que se suma a la elección de
diseñar una fachada asimétrica.

LA CATEDRAL DE ASUNCION inaugura una nueva forma de ver la arquitectura religiosa,


lenguaje clasicista respetando lo tradicional, templo períptero, con rejas tipo colonial.
Catedral de Asunción

Cabildo o Palacio Legislativo


Iglesia San Roque

Iglesia de la Recoleta
Iglesia de Trinidad

CONTRATACIÓN DE TÉCNICOS EXTRANJEROS


La política expansiva de Don Carlos contó con el aporte de técnicos predominantemente
ingleses. En las modificaciones conceptuales de la arquitectura, ellos traen la influencia
de la tradición inglesa. Los más destacados: el inglés Alonso Taylor, el húngaro Francisco
Wisner y el italiano Alejandro Ravizza, a quien se atribuye la mayor parte de las obras
arquitectónicas luego de su llegada a Asunción en 1854.

Se debe mencionar que la política de don Carlos A. López consistía en encontrar técnicos
extranjeros con la obligación de formar a jóvenes paraguayos en el oficio, además se
becaron al exterior muchos jóvenes que cursaban estudios mecánicos principalmente.

Carlos Antonio López se preocupó por formar paraguayos en las diversas disciplinas.

En los astilleros, arsenales, ferrocarriles, telégrafos, en la fundición de Ybycuí, los técnicos


paraguayos fueron tomando responsabilidades, y se formó pronto un plantel humano y
técnico de alta capacidad.
En la arquitectura, se destaca el maestro arquitecto Alonso Taylor, quien vino al Paraguay
en 1859, contratado por los ingenieros Blyth de Londres por tres años para enseñar el
oficio a los paraguayos. Los principales trabajos de Taylor fueron: la construcción de la
estación del ferrocarril, del nuevo muelle y del palacio del presidente, también realizó las
jaboneras de Luque, los talleres del ferrocarril y del Arsenal entre 1861-1862.

Las estaciones del ferrocarril, de Taylor, mantienen elementos como la galería interna
con un cierto tratamiento clasicista. En el caso de la estación del tren de Asunción remata
en pintorescas torretas neogóticas victorianas y una inesperada mansarda.

De las obras de Francisco Wisner queda la famosa fortaleza de Humaitá y el templo de San
Carlos Borromeo. Como ingeniero en jefe del ejército realizó también una carta
topográfica de la República del Paraguay.

El más prolífico de los arquitectos, Alejandro Ravizza, diseñó el teatro y el Oratorio de la


Virgen de Asunción, la Recova de la Aduana y diversas residencias.

Otro técnico extranjero que cabe mencionar es el ingeniero G. Thompson quien llegó en
1858; dirigió la obra de la fortificación durante la Guerra de la Triple Alianza.

Junto a estos técnicos extranjeros se destacaron los maestros paraguayos: Manuel


Antonio Báez, Rafael Ríos, el maestro albañil Juan José Acosta y el carpintero Mariano
Escobar, el maestro Manuel Riquelme, Tomás Ocampos, los albañiles Felipe Chamorro,
Bernardo Barreiro, Ramón González, Ángel Ortiz, Julián Talavera, etc., conforme lo
menciona R. Gutiérrez.

TRANSFORMACIÓN TECNOLÓGICA
Uno de los factores fundamentales del cambio en la arquitectura fue la transformación
tecnológica de los materiales. Del sistema de materiales de recolección, estructuras
independientes de madera, y muros de simple cerramiento, de estaqueo, tapial y de
adobe, se pasa a los muros portantes de mampostería, se usaron piezas estandarizadas
de madera, hierro e inclusive mármol, piedras diversas y azulejos . Se inició la explotación
de las canteras de piedra de Emboscada y Tacumbú y las de mármol de Itapuku Guasu.

La fundición de hierro de Yvyku´i también influyó considerablemente en la transformación


tecnológica. En definitiva, la posibilidad de poder contar con elementos murarios
portantes marcó el cambio del sistema de modulación tradicional a través de los lances
determinados por las luces máximas de las vigas de madera. La disponibilidad de cal y
yeso, la preparación de arcilla romana, terracota, además de los umbrales de mármol y las
rejas de balcones contribuyeron a la transformación del nuevo estilo arquitectónico.

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