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Apunte Académico

Clase: 01 Derecho: concepto y valores jurídicos

Unidad: I Introducción y nociones básicas del derecho

Asignatura: DER7007 Derecho Empresarial

Escuela: Escuela de Auditoria


Introducción

Para todos aquellos que Inician su camino por el estudio del derecho este material
pretende entregarle los conocimientos de conceptos básicos con los que van a
comenzar a relacionarse durante todo este semestre.

Antes de comenzar con el estudio de todo lo relativo al Derecho empresarial,


debemos situarnos al comienzo de una línea imaginaria que gráficamente nos
llevará por el estudio de los contenidos sencillos que en definitiva les permitirá
comprender la finalidad de este curso.

Para lograr lo anterior avanzaremos de manera paulatina y progresiva, primero


distinguiendo los tipos de normas jurídicas y sus consecuencias, posteriormente
diferenciaremos el concepto de Derecho del concepto de ley, conoceremos de
dónde se origina nuestro Derecho y cómo está constituida una relación jurídica,
estos son los contenidos que se abordarán en este breve apunte y que dan el
punta pie inicial a este curso que espera entregarles los conocimientos necesarios
para que al finalizar se encuentren en condiciones de brindar asesorías de
carácter empresarial a sus clientes una vez insertados en la vida laboral.

"Vivir honestamente (honeste vivere), no dañar a otro (alterum non laedere)


y dar a cada uno lo suyo (suumcuiquetribuere)”

Principios Fundamentales del Derecho, Ulpiano.


Normas de trato social, moral y jurídica

La convivencia humana por naturaleza es compleja, esto ha generado la


necesidad a lo largo de la historia de la humanidad de crear ciertas limitaciones en
nuestro actuar que permitan hacer más amigable o cordial el desarrollo de todas
nuestras actividades e incluso de nuestro propio comportamiento. Por lo que sería
ideal que todos los seres humanos conociéramos las normas que regulan nuestro
comportamiento.

La RAE define norma como aquella regla que se debe seguir o a que se deben
ajustar las conductas, tareas, actividades, etc.

A partir de este concepto que nos entrega la real academia de la lengua española
podemos inferir que existen distintos tipos de normas, a continuación
analizaremos brevemente las normas de trato social, moral y las normas jurídicas.

Tal y como señala Squella, 1999, los principales criterios distintivos de cada una
de las normas antes mencionadas son la exterioridad/interioridad;
autonomía/heteronomía; unilateralidad/bilateralidad; coercibilidad/incoercibilidad.

a) Normas de trato social: Son aquellas que tienen su génesis en el interior de


un grupo de personas y que vienen a regular la convivencia dentro de la
sociedad, busca por tanto que los integrantes de este grupo de personas
ajusten su comportamiento a dichas normas, de existir un incumplimiento o
un quebrantamiento a estas la sanción implica un rechazo o un repudio del
grupo social que abarcará distintos grados dependiendo de la importancia
que la sociedad le entregue a la norma infringida.
Dentro de los criterios distintivos de estas normas de trato social
encontramos que es una norma exterior, heterónoma, bilateral e
incoercible.
b) Normas morales: Dentro de este concepto, es importante realizar una
distinción previa, visualizando que existe la moral personal por un lado, y
por otro la moral social; respecto de la moral personal, esta consiste en la
idea de bien que tiene cada persona, por lo que la moral persona es aquella
en la que el centro se encuentra en la conciencia del individuo y es ésta la
que actúa como fase de juzgamiento y sancionador en caso de
incumplimiento, sanción que consistirá en el remordimiento personal.
Dentro de los criterios distintivos de estas normas morales personales
encontramos que es una norma interior, autónoma, unilateral e incoercible.
Por otro lado, encontramos las normas morales sociales, las que a
diferencia de la moral personal (Squella, 1999) tiene su centro en el entorno
social, por lo que son las creencias que predominan en este grupo las que
determinan lo que es moralmente bueno o moralmente incorrecto, por lo
que es el grupo social quien actúa como órgano de control, juzgamiento y
sancionador a través del reproche social.
Dentro de los criterios distintivos de estas normas morales sociales
encontramos que es una norma exterior, heterónoma, bilateral e
incoercible.

c) Normas jurídicas: Son aquellas que regulan la conducta de los integrantes


de la sociedad, pero son desarrollados por autoridades normativas
competentes para ello, cuyo cumplimiento además se encuentra
garantizado en atención a que puede exigirse a través del uso de la fuerza
socialmente organizada y que tienen como finalidad aspiraciones de orden,
paz y seguridad de todos los integrantes de la sociedad
Dentro de los criterios distintivos de estas normas jurídicas encontramos
que es una norma exterior, heterónoma, bilateral y coercible.
Derecho

Debemos comprender que no existe un concepto único de lo que es el Derecho,


todo lo contrario, existen múltiples acepciones, así también como múltiples ramas
que pueda tener el Derecho.

Para Kelsen (1982) Derecho es aquel el conjunto de normas positivas que regulan
la conducta humana estableciendo unas reglas de Derecho en las que une dos
hechos, los cuales son la conducta ilícita y la sanción por medio de la imputación.

Según la Real Academia Española, Derecho es el Conjunto de principios y


normas, expresivos de una idea de justicia y de orden, que regulan las relaciones
humanas en toda sociedad y cuya observancia puede ser impuesta de manera
coactiva. (Poder legítimo del derecho para imponer su cumplimiento o prevalecer
sobre su infracción)

Derecho es la recta ordenación de las relaciones sociales, mediante un sistema


racional de normas de conducta declaradas obligatorias por la autoridad
competente, por considerarlas soluciones justas a los problemas surgidos de la
realidad histórica. Olaso, 1986.

Importante es poder distinguir la existencia del Derecho Objetivo y del Derecho


Subjetivo, el primero tradicionalmente se entiende como “el conjunto de normas
imperativas que, para mantener la convivencia pacífica y ordenada de los hombres
que viven en sociedad, regulan las relaciones de ellos determinadas por esas
mismas normas”. (Alessandri et. al., 2007). Se refiere al ordenamiento jurídico en
su conjunto, a vivir en una sociedad donde existen normas.

Por otra parte el Derecho subjetivo “Es un interés jurídicamente protegido”.


Comprende dos elementos: el del interés y el de la voluntad o el querer del
individuo y se define como un poder de obrar (actuar) concedido a la voluntad del
sujeto para la satisfacción de sus propios intereses, poder reconocido y
garantizado por el derecho objetivo (Alessandri et. al., 2007). Están presentes aquí
todos los derechos que como seres individuales tenemos y podemos ejercer.

El Derecho como ya adelantamos admite múltiples clasificaciones ramas, sin


embargo analizaremos la clasificación más genérica, en definitiva el Derecho
puede clasificarse en Nacional o Internacional y ambos a su vez admiten la
clasificación de público o privado.
Para poder situarnos dentro de la clasificación antes dada debemos señalar que la
rama de Derecho Empresarial (La cual estudiaremos este curso) se encuentra
dentro del Derecho Nacional y Privado (Por cuanto regula las relaciones de los
particulares).

Fuentes del Derecho

Podemos definir las fuentes del Derecho como todas aquellas desde las cuales se
origina o nace el Derecho. De esto podemos inferir que son variadas las fuentes
desde donde nace este Derecho y para comprenderlas mejor las podemos
clasificar en:

a) Fuentes materiales: Conjunto de factores políticos, sociales, económicos,


culturales, entre otros., que influyen tanto en la creación de normas jurídicas e
como en su contenido.

b) Fuentes formales: Son las formas concretas o los procedimientos a través de


los cuales se manifiestan las normas de un ordenamiento jurídico dado. En estas
fuentes formales encontramos:

i. Principios generales del Derecho: Son fuentes supletorias, las cuales pueden ser
utilizadas por los jueces cuando la ley o leyes que resuelven el asunto en el caso
concreto no son posibles de aplicar.

ii. Costumbre jurídica: Es aquella que se produce por la repetición uniforme, de un


determinado comportamiento colectivo, al que se añade la convicción de que se
trata de un comportamiento jurídicamente obligatorio, lo cual quiere decir, que
cabe esperar consecuencias propiamente jurídicas, esto es, de carácter coactivo,
cada vez que el comportamiento de que se trate no sea observado por un sujeto
que debía observarlo. (Squella, 1999). El código civil en el Artículo 2 de nuestro
código civil señala lo siguiente "La costumbre no constituye derecho sino en los
casos en que la ley se remite a ella.”

iii. Jurisprudencia: Es el conjunto de fallos o decisiones de un tribunal de justicia


cualquiera, que han sido dictados sobre una similar materia o asunto, sobre la
base de aplicar un mismo criterio acerca del derecho concerniente a esta materia
y al modo en que debe interpretárselo. Narducci, S. (2000)

iv. Doctrina: Se trata de una actividad que realizan ciertas personas (los
estudiosos del derecho o juristas) y que se plasma en documentos, informes,
libros, tratados, etc.; es una interpretación que no tiene fuerza obligatoria por sí
misma.

v. Actos jurídicos de los particulares: Es toda manifestación voluntaria y lícita del


hombre, ejecutado con la intención precisa de producir determinados efectos
jurídicos, los cuales pueden consistir en la adquisición, pérdida o modificación de
derechos y deberes jurídicos. Narducci, S. (2000).

vi. Actos de las personas jurídicas (estatutos).Son aquellos actos que ejecutan las
corporaciones e instituciones, en general personas jurídicas colectivas, que tienen
por finalidad crear o producir normas jurídicas generales, aunque circunscritas en
su ámbito de validez únicamente a los socios o asociados de la institución que se
trate. Narducci, S. (2000).

vii. Tratados Internacionales. Son todos los acuerdos, pactos o contratos, de


carácter internacional, que rigen situaciones jurídicas establecidas de común
acuerdo por dos o más Estados soberanos.

viii. Equidad: Se utilizará como fuente cuando falte una ley que complemente o
regule el caso concreto o lo existiendo esta ley lo haga de un modo vago, el juez
puede administrar una solución construida sobre la base de la idea que se forja en
conciencia sobre lo que sea justo de resolver. Narducci, S. (2000)

ix. Ley o legislación: Según el artículo 1 del Código Civil: “La ley es una
declaración de la voluntad soberana que, manifestada en la forma prescrita por la
Constitución, manda, prohíbe o permite”

La relación jurídica

Vamos a definir la relación jurídica como aquella quese origina de una


norma, entre dos o más sujetos, uno de los cuales se denomina “sujeto activo”
frente al otro, llamado “sujeto pasivo”, quien debe realizar una prestación
determinada.

Adquiere el carácter de jurídica por cuanto tiene por contenido una relación
social que el ordenamiento jurídico hace relevante, dada su necesidad de tutela
jurídica (por ejemplo, la relación entre comprador y vendedor). Fuentealba, 2001.

De la definición dada es dable extraer los elementos de la misma, es así


como encontramos:

A) Una norma jurídica positiva. Sin ella, un hecho no podría jamás dar
margen a una relación de carácter jurídico.
B) Dos o más sujetos de derecho, ya sean personas jurídicas individuales
(personas naturales) o colectivas (personas jurídicas)- contenido que se
analizará más adelante-.
C) Un hecho jurídico o conjunto de hechos a cuya realización la norma
asocia con una determinada consecuencia jurídica. Este hecho por lo
tanto debe producir efectos jurídicos, puede ser un hecho de la naturaleza
(que se producen de manera natural, como el nacimiento) o un hecho del
hombre (no se producen de manera natural pero pueden ser con
intención o sin intención) y puede estar compuesto por una o varias
circunstancias.
D) Por regla general contiene una correlatividad entre el Derecho y el Deber,
esto significa que en la medida que una de las partes se obligue a algo la
otra parte tendrá el derecho a exigirlo.
E) El Objeto puede ser una prestación o una cosa.
F) Debe contener una consecuencia jurídica en caso de incumplimiento.

Clases de relaciones jurídicas.

Ducci, 1980, analiza y clasifica las relaciones jurídicas desde distintos puntos de
vista:

a) Relaciones jurídicas declarativas y creativas.

Son relaciones jurídicas declarativas aquellas que se limitan a declarar o


dejar constancia de la existencia de un derecho y obligación correlativa.
Así, por ejemplo, una convención en la que se reconoce una deuda
preexistente o una sentencia dictada en un juicio ordinario.

Son relaciones jurídicas creativas, aquellas que constituyen, modifican o


extinguen una realidad jurídica.

b) Relaciones jurídicas de contenido real y de contenido personal.

Cuando se distingue entre ambas, “la distinción se funda en la naturaleza


del ente hacia el cual se orienta directamente el poder del sujeto activo; si
es hacia una persona, la relación se llama personal, y si es sobre una cosa,
toma el nombre de relación real.”

Como indica Ducci, en las relaciones jurídicas reales se resuelve un


problema de “tener”, esto es, un problema de atribución de bienes. Ellas
tienen por base un derecho real. A su vez, en las relaciones personales, se
resuelve un problema de cooperación o de reparación y tiene como
antecedente un derecho personal.

c) Relaciones jurídicas de la personalidad.

Son aquellas por las que se atribuye al sujeto la tutela de un interés relativo
a la persona, encontrando aquí los derechos y los atributos de la
personalidad. Se originan al constituirse un estado civil al que la ley le
asigna determinadas consecuencias jurídicas.

d)Relaciones jurídicas de familia.

Son aquellas que se plantean entre los cónyuges, las de filiación, de


parentesco, de tutelas o curatelas, de sucesión por causa de muerte, etc.

e) Relaciones jurídicas corporativas.

Son las referidas a las relaciones complejas entre una persona jurídica y
sus miembros y los derechos y obligaciones que de ellas dependen.

f) Relaciones jurídicas de tráfico.

g) Engloban las distintas clases de poderes que el ordenamiento jurídico


admite sobre los bienes económicos y respecto a la circulación e
intercambio de éstos. Aquí encontramos los contratos.
Conclusiones

✓ En el presente apunte se revisó de manera breve y sintética las


características y diferencias entre las normas de trato social, normas
morales personales y normas morales sociales, finalmente llegamos a
estudiar aquellas normas que nos acompañaran durante todo el curso, las
normas jurídicas.

✓ De esta manera comenzamos a conocer las principales nociones del


Derecho, aprendiendo y comprendiendo que si bien pueden existir variadas
definiciones doctrinarias del mismo, este es un concepto unitario, y admite
una clasificación general entre Derechos subjetivos y Derecho objetivo.

✓ Aprendimos que este Derecho como todo, tiene un origen, y en el caso de


nuestro derecho nacional son variadas las fuentes que pueden originarlo,
es aquí donde aprendimos también una gran diferencia que existe entre
conceptos que suelen confundirse por la generalidad de las personas,
Derecho y Ley, comprendimos que esta última es una de las fuentes que
crean el Derecho.

✓ Finalmente revisamos los componentes de las relaciones jurídicas, las que


adquirían especial connotación por el contenido social de la misma que el
mismo ordenamiento jurídico hace relevante, de esta manera concluimos
esta clase dando a conocer los elementos que son necesarios para la
formación de una relación jurídica y la clasificación que realiza el profesor
Ducci respecto de los tipos de relaciones Jurídicas.
Glosario

▪ Norma de conducta exterior (exterioridad): Cuando regula únicamente


las acciones exteriorizadas por el sujeto, sin alcanzar el fuero interno.
▪ Norma de conducta Interior (interioridad): Cuando ella regula no
solamente las acciones efectivamente emitidas por el sujeto sino también
con su regulación al fuero interno. Por lo que una norma interior podrá
darse por cumplida únicamente cuando la conducta del sujeto, además de
adecuarse externamente a lo que la norma prescribe, muestre motivaciones
de orden interno que sean coincidentes con dicha conducta.
▪ Normas autónomas: Son aquellas en las que el sujeto obligado a
obedecer la norma se confunde con el autorizado para establecerla,
también son normas autónomas aquellas que sin venir propiamente
producida por el sujeto, la adopción de la norma depende de un acto
voluntario, libre y consciente del mismo.
▪ Normas Heterónomas: Significa la sujeción al querer ajeno, lo que
significa que la norma será heterónoma cuando provenga de un sujeto
distinto de aquel o aquellos que le deben acatamiento.
▪ Norma Unilateral (Unilateralidad): Aquella que impone a un sujeto una
determinada obligación o deber sin conceder a un sujeto distinto del
obligado la facultad para exigir el cumplimiento del deber de que se trate.
▪ Norma Bilateral (Bilateralidad): Aquellas que junto con imponer una
determinada obligación o deber concede a un sujeto distinto del obligado la
facultad de exigir el cumplimiento del deber de que se trate.
▪ -Norma Coercible (coercibilidad): Es una expresión que designa la
legítima posibilidad de exigir el cumplimiento de la norma o la aplicación de
una sanción por incumplimiento de la misma mediante la fuerza social
organizada.
▪ Norma incoercible (incoercibilidad): Son aquellas normas que para exigir
su cumplimiento u obtener la aplicación de una sanción aplicable por el
incumplimiento no es posible auxiliarse de la fuerza pública socialmente
organizada.
Bibliografía

▪ ALESSANDRI, A. (sin año). “La Nulidad y la Rescisión en el Derecho Civil


chileno”. Santiago, Chile: Editar Editores Limitada, segunda edición.

▪ CIVIL, C. (1997). Editorial Jurídica de Chile. Santiago, Chile: Decimotercera


Edición Oficial.

▪ DUCCI, C. (1980). “Derecho Civil. Parte General”. Santiago, Chile: Editorial


Jurídica de Chile, primera edición.

▪ FUENTEALBA, A. (sin año). Conceptos jurídicos básicos: La relación


jurídica y los sujetos de Derecho. Santiago, Chile: Facultad de Derecho,
Universidad de Chile.

▪ HOEHN, M., Jara, F., Parada, C., Álamos, W. (2018). Guía de formación
cívica. Santiago, Chile: Biblioteca del congreso nacional.

▪ NARDUCCI, S. (2000). Introducción al Derecho. Santiago, Chile: Editorial


Jurídica de Chile.

▪ OLASO, L. (1986). Introducción al Derecho. Tomo I. UCAB. Caracas,


Venezuela.

▪ SQUELLA, A. (1999). “Introducción al Derecho”. Santiago, Chile: Editorial


Jurídica de Chile.

▪ VODANOVIC, A. (2003). “Manual de Derecho Civil. Parte Preliminar y


General”. LexisNexis.
Apunte Académico

Clase: 2 Sujetos de derecho: personas naturales, personas jurídicas,


atributos de la personalidad natural y jurídica
Unidad: I Introducción y nociones básicas del derecho
Asignatura: DER7007 Derecho Empresarial.
Escuela: Escuela de Auditoria.
Introducción

En el presente apunte correspondiente a la clase Nº2 esbozaremos quienes


son sujetos de Derecho, reconoceremos la diferencia jurídica de los conceptos
de hombre y de persona, y clasificaremos a las personas según su origen, sin
perder de vista que la clasificación es total y absolutamente jurídica.
Es así, como nos daremos cuenta de que existen 2 tipos de personas,
naturales y las jurídicas, ambas sujetos de derechos.
Dentro de uno de los apartados del presente apunte, se les da a conocer como
se subclasifica a las personas jurídicas, y finalmente se explica los atributos
que contienen tanto las personas naturales como las personas jurídicas.
A través de este segundo apunte comenzaremos a empaparnos del Derecho
empresarial propiamente tal.
Sujetos de Derecho
Vimos en la clase anterior que uno de los elementos de la relación jurídica era
precisamente la presencia de 2 sujetos, esto, porque todos los derechos y
obligaciones deben tener como fundamento una persona.
Tal y como señala Orrego (2016), Persona, desde un punto de vista jurídico, es
todo ser capaz de tener derechos y obligaciones.
De lo anterior queda de manifiesto que existe una diferencia jurídica entre el
concepto de hombre (que constituye una característica biológica) v/s el
concepto de persona, la que da cuenta de una abstracción jurídica la que como
Lyon Puelma en su Teoría de la Personalidad describe como el centro de
convergencia de un conjunto de derechos y obligaciones.
Clasificación de las personas
1) Personas Naturales: Este concepto es entregado por la misma ley, el
código civil en el Art. 55º el que señala, “todo individuo de la especie
humana”, la ley abarca a todo hijo de mujer; con la expresión “estirpe”,
se hace referencia a la raíz y tronco de una familia o linaje (por linaje
entendemos la ascendencia o descendencia de cualquier familia). La
definición del CC. debemos relacionarla con los arts. 1º (“Las personas
nacen libres e iguales en dignidad”) y 19 Nº 2 (“En Chile no hay persona
ni grupo privilegiados”) de la Constitución Política.

El Art. 74º del código civil nos indica que la existencia Natural de estas
personas comienza con la concepción y se extiende hasta el nacimiento,
momento que marca el comienzo de la existencia legal. La ley toma en
cuenta la existencia natural con el propósito de proteger la vida y los
derechos del que está por nacer.
Para reforzar el conocimiento respecto a la existencia legal de las
personas es necesario tener presente que existen requisitos para que el
nacimiento constituya un principio de existencia (Claro, 1980):

- Que la criatura sea separada de su madre.


-Que la separación sea completa.
-Que la criatura haya sobrevivido a la separación un instante siquiera.

Ya teniendo clara la existencia de las personas naturales, corresponde analizar


de manera breve lo relativo a la muerte de las personas naturales, esta, puede
ser de 2 tipos, muerte natural y muerte presunta, ambas contenidas en el
código civil:
El Artículo 78 del Código Civil señala: “La persona termina con La muerte
natural. La muerte es la terminación de las funciones vitales individuo”.
• Muerte Clínica o cerebral: Se entiende como un estado en que se
conservan algunas funciones vitales, especialmente, las
vegetativas, que se mantienen por lo general, en forma artificial,
pero, no obstante ellas, el individuo ha perdido la conciencia o
proceso intelectual. Claro, C. (1980)
El Art. 80 al 94 del código civil regula la Muerte Presunta y los requisitos para
su procedencia: Se presume la muerte de una persona que ha desaparecido y
de quien no se tienen noticias si cumple con los demás requisitos que señala la
ley.
Para que tenga lugar la muerte presunta, deben concurrir cuatro requisitos:
a) Que sea declarada por sentencia judicial;
b) Que la declaración se haga de conformidad al procedimiento
contemplado en el Código Civil;
c) Que el individuo haya desaparecido, esto es, que se haya
ausentado de su domicilio; y
d) Que no se tenga noticias de su existencia.

Periodos de la muerte presunta


❖Periodo de mera ausencia: Se declara en el último domicilio que el
desaparecido haya tenido en Chile justificándose que no se tiene
conocimiento de su paradero y que se han efectuado diligencias para
averiguarlo.
❖Periodo de posesión provisoria: Consideración en este periodo del
interés de los herederos presuntivos, a quienes se habrían
trasmitidos los bienes del desaparecido si estuviese desaparecido
realmente.
❖ Periodo de posesión definitiva: Se inicia con el decreto del juez
que concede la posesión de los bienes del desaparecido.
Atributos de la personalidad de las personas naturales
Siguiendo la línea de lo anteriormente señalado entendiendo la
personalidad como la aptitud para ser titular de derechos y obligaciones, se
entiende entonces por atributo de personalidad, la cualidad que poseen los
seres humanos y que los diferencian de los demás seres, siendo esencial e
inherente a cada persona y su principal finalidad es la individualización de
la persona en la vida social y el tráfico comercial, (Peña, 1996).
Estos atributos son:
1º La capacidad de goce: En nuestra legislación nacional existen dos tipos
de capacidad: la capacidad de goce que consiste en la aptitud legal para
adquirir derechos y obligaciones (la aptitud que tienen las personas para
ser sujetos pasivos o activos de relaciones jurídicas); y la capacidad de
ejercicio, que consiste en la aptitud de las personas humanas para obrar
por sí mismas en la vida civil (la posibilidad que tiene esa persona
concreta de ejercer sus derechos y obligarse por sí mismo, sin la
autorización de un tercero).
2º La nacionalidad: Es el vínculo que une a una persona con un estado
determinado. Con este vínculo se crean derechos y obligaciones entre el
estado y el sujeto.
3º El nombre: Es aquella denominación que individualiza a una persona
en la vida social y jurídica. Está formado por el nombre propio (“nombre
de pila”) y el apellido (nombre patronímico o de familia).
4º El domicilio: Es el lugar de permanencia del individuo. La ley lo define
como “la residencia, acompañada, real o presuntivamente, del ánimo de
permanecer en ella” (artículo 59 del Código Civil).
5º El estado civil: Está definida en nuestro código civil, el que en su
Artículo 304 señala “El estado civil es la calidad de un individuo, en
cuanto le habilita para ejercer ciertos derechos o contraer ciertas
obligaciones civiles. El estado civil es la calidad permanente que un
individuo ocupa en la sociedad y derivada de las relaciones de familia”.
6º El patrimonio: Conjunto de derechos y obligaciones de una persona
susceptibles de estimación pecuniaria.

2) Personas Jurídicas: Con el objeto de hacer más fluidas las relaciones


jurídicas el sistema jurídico se ve en la necesidad de crear la existencia
de las denominadas personas Jurídicas.

SAVIGNY, define a las personas jurídicas como seres creados


artificialmente, capaces de poseer bienes, de tener patrimonio.

Nuestro Código recepciona en su artículo 545, a las personas jurídicas


en el siguiente tenor: “Se llama persona jurídica una persona ficticia,
capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser
representada judicial y extrajudicialmente. Las personas jurídicas son de
dos especies: corporaciones y fundaciones de beneficencia pública. Las
corporaciones de derecho privado se llaman también asociaciones. Una
asociación se forma por una reunión de personas en torno a objetivos de
interés común a los asociados. Una fundación, mediante la afectación de
bienes a un fin determinado de interés general. Hay personas jurídicas
que participan de uno y otro carácter”.

Orrego, 2017, nos aclara los elementos esenciales que deben tener las
personas jurídicas, es así como encontramos:
1.- Elemento material, esto es, un conjunto de personas o bienes con
una finalidad común.
2.- Elemento Ideal, reconocimiento explícito por parte de la autoridad de
su individualidad, de su capacidad de actuar en el mundo jurídico.

Clasificación de las personas jurídicas

Nuestro código civil se encarga de regular la clasificación que opera en


este ámbito, es así como las divide en personas jurídicas de Derecho
Público y Derecho Privado.

Son personas de Derecho Público: el Estado, la Nación, el Fisco, las


Municipalidades, las Iglesias, las Comunidades Religiosas y
Establecimientos que se costean con fondos del erario.

Las personas jurídicas de Derecho Privado, se clasifican en Personas


Jurídicas sin fines de lucro y con fines de lucro. Las personas jurídicas
sin fines de lucro se clasifican en Corporaciones y Fundaciones.

Las corporaciones son personas jurídicas formadas por un conjunto de


personas reunidas para conseguir la realización de un fin o interés
común.
Las fundaciones también está constituida por un grupo de personas y
que buscan una finalidad de interés general mediante la afectación de
bienes.

Las personas jurídicas con fines de lucro son las sociedades. Estas
pueden ser:

• Civiles o comerciales, según sea la naturaleza del objeto social;


• De personas o de capital según sea la importancia que se le asigna a
la persona de los socios o al capital aportado por estos; y
• Colectivas, encomanditas (simples o por acciones), anónimas y de
responsabilidad limitada, según la organización interna y las
modalidades de su relación con terceros.

Atributos de la Persona Jurídica


• Elementos inherentes a la calidad de persona.

• Nombre y Domicilio: Personas jurídicas de derecho privado sin fines de


lucro: Establecen su nombre y domicilio desde su origen.
En cuanto a las personas jurídicas con fines de lucro deben estipular en
la escritura de los estatutos sociales su nombre y domicilio. (Claro, 1980)
Para este estudio se aplicará lo preceptuado en el artículo 67 del Código
Civil:
Art. 67. Cuando concurran en varias secciones territoriales, con respecto
a un mismo individuo, circunstancias constitutivas de domicilio civil, se
entenderá que en todas ellas lo tiene; pero si se trata de cosas que
dicen relación especial a una de dichas secciones exclusivamente, ella
sola será para tales casos el domicilio civil del individuo.

• Capacidad: Las personas jurídicas son capaces de ejercer derechos y


contraer obligaciones civiles y de ser representadas judicial y
extrajudicialmente. (Claro, 1980)

• Nacionalidad: Existen dos formas para determinarla: Control, la


nacionalidad de una sociedad está determinada por la nacionalidad de
las personas que controlan sus decisiones. La persona jurídica con fines
de lucro que se constituya en Chile obtendrá la nacionalidad chilena al
momento de su constitución. (Claro, 1980)

• Patrimonio: El patrimonio de las personas jurídicas está compuesto por


un activo, y un pasivo. En este tipo de personas, es fundamental el
patrimonio cuente con un valor positivo, ya que de él puede depender su
existencia. (Claro, 1980)
Las personas jurídicas no poseen estado civil, ya que este está
relacionado con atributos extra patrimoniales.
Es el mismo congreso nacional, en su biblioteca quien nos señala que
históricamente, las personas jurídicas (con y sin fines de lucro) han
podido ser responsables civil y administrativamente, pero no
criminalmente, bajo el tradicional dogma “societas delinquere non potest”
(las sociedades no pueden delinquir).
Sin embargo, producto de la incorporación de Chile a la OCDE, se
introdujo la responsabilidad penal de las personas jurídicas, por medio
de la Ley Nº 20.393, como forma de cumplir compromisos
internacionales (Hernández, 2010). Esta ley se aplica tanto a personas
jurídicas de derecho privado, así como a las empresas del Estado
(artículo 2º, sin distinción de tamaño. La ley, en su artículo 1º, contempla
un catálogo reducido de tipos penales, que son:
a) Lavado de dinero (contemplado en el artículo 27 de la Ley Nº 19.913,
que crea la Unidad de Análisis Financiero).
b) Financiamiento del terrorismo (artículo 8º de la Ley Nº 18.314, sobre
conductas terroristas).
c) Soborno o cohecho activo tanto de empleados públicos nacionales
(artículo 250 del Código Penal), como de funcionario público extranjero
(artículo 251 bis del mismo cuerpo legal).
Conclusiones

A través de la lectura de este apunte los alumnos comienzan a avanzar en el


estudio del derecho.

▪ Podemos rescatar y recordar que tanto las personas naturales como las
jurídicas son sujetos de derecho.
▪ Estudiamos que tanto las personas naturales como las jurídicas tienen
atributos distintivos y que las personas jurídicas admiten una
clasificación que nos da atisbos del Derecho empresarial.
▪ De acuerdo al contenido entregado ya nos encontramos en condiciones
de poder distinguir entre corporaciones, fundaciones y sociedades,
temas de gran relevancia para el desarrollo de este curso por cuanto
serán tratados también en otra unidad.
▪ Finalmente y a groso modo señalamos las responsabilidades que
podrían caber sobre una persona jurídica, no debemos olvidar que al ser
un sujeto de derecho es titular tanto de derechos como de obligaciones.
Bibliografía

▪ Alessandri, A. (sin año). “La Nulidad y la Rescisión en el Derecho Civil


chileno”. Santiago, Chile: Editar Editores Limitada, segunda edición.

▪ Civil, C. (1997). Editorial Jurídica de Chile. Santiago, Chile:


Decimotercera Edición Oficial.

▪ Ducci, C. (1980). “Derecho Civil. Parte General”. Santiago, Chile:


Editorial Jurídica de Chile, primera edición.

▪ Hoehn, M., Jara, F., Parada, C., Álamos, W. (2018). Guía de formación
cívica. Santiago, Chile: Biblioteca del congreso nacional.

▪ Narducci, S. (2000). Introducción al Derecho. Santiago, Chile: Editorial


Jurídica de Chile.

▪ Olaso, L. (1986). Introducción al Derecho. Tomo I. UCAB. Caracas,


Venezuela.

▪ Orrego, J. (2016). Apunte “Los sujetos del Derecho”. Extraído de


https://www.juanandresorrego.cl/apuntes/los-sujetos-de-derecho/

▪ Squella, A. (1999). “Introducción al Derecho”. Santiago, Chile: Editorial


Jurídica de Chile.

▪ Vodanovic, A. (2003). “Manual de Derecho Civil. Parte Preliminar y


General”. LexisNexis.
Clase 2: Sujetos de derecho: personas naturales, personas
jurídicas, atributos de la personalidad natural y jurídica

Con el objeto de hacer más fluidas las relaciones jurídicas el sistema jurídico se ve
en la necesidad de crear la existencia de las denominadas personas Jurídicas.

Son seres creados artificialmente, capaces


de poseer bienes, de tener patrimonio.

Elemento Ideal, reconocimiento


Elemento material, esto es, un explícito por parte de la
conjunto de personas o bienes autoridad de su individualidad,
con una finalidad común. de su capacidad de actuar en el
mundo jurídico.

PUEDEN SER:

De Derecho público De Derecho privado

Entes públicos que se constituyen por ley o Entes privados que se constituyen


por otra disposición general de rango inferior y voluntariamente de acuerdo con la legislación
que están destinadas a cumplir una aplicable que regula su constitución,
determinada función pública. organización, funcionamiento y extinción.

Art. 545 Con fines Sin fines de


Código de lucro lucro
civil

Clase 2 | DER7007 | Derecho Empresarial | Helen Araya


Alessandri, A. (sin año). “La Nulidad y la Rescisión en el Derecho Civil chileno”. Santiago, Chile: Editar Editores Limitada, segunda edición. | Civil, C. (1997). | Editorial Jurídica de
Chile. Santiago, Chile: Decimotercera Edición Oficial | Ducci, C. (1980). “Derecho Civil. Parte General”. Santiago, Chile: Editorial Jurídica de Chile, primera edición | Enciclopedia
Jurídica (2020); extraído de http://www.enciclopedia-juridica.com/inicio-enciclopedia-diccionario-juridico.html | Hoehn, M., Jara, F., Parada, C., Álamos, W. (2018). Guía de
formación cívica. Santiago, Chile: Biblioteca del congreso nacional | Squella, A. (1999). “Introducción al Derecho”. Santiago, Chile: Editorial Jurídica de Chile | Vodanovic, A. (2003).
“Manual de Derecho Civil. Parte Preliminar y General”. LexisNexis.
Apunte Académico

Clase: 3 La empresa y su organización (parte 1)

Unidad: II Regulación jurídica de la empresa

Asignatura: DER7007 Derecho empresarial

Escuela: Escuela de Auditoría


Introducción
La clase anterior estudiamos a los sujetos de Derecho, distinguimos entre
personas naturales, a las que nuestro código civil en el Art. 55 define como, “todo
individuo de la especie humana”, a su vez estudiamos a las personas jurídicas, las
que también son definidas por nuestra legislación y que nuestro Código
recepciona en su artículo 545, en el siguiente tenor: “Se llama persona jurídica una
persona ficticia, capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser
representada judicial y extrajudicialmente”.
Con estos 2 conceptos claros, estamos en condiciones de avanzar en nuestro
estudio al tema que nos aboca la clase de hoy: La Empresa y su organización.
En esta clase analizaremos el vínculo del concepto de empresa con el de
sociedad y estudiaremos en profundidad 2 de las sociedades más importantes:
Las sociedades colectivas comerciales o también llamadas colectivas mercantiles,
y las sociedades de responsabilidad limitada.
La empresa
Para Idalberto Chiavenato, autor del libro "Iniciación a la Organización y Técnica
Comercial", la empresa "es una organización social que utiliza una gran variedad
de recursos para alcanzar determinados objetivos". Explicando este concepto, el
autor menciona que la empresa "es una organización social por ser una
asociación de personas para la explotación de un negocio y que tiene por fin un
determinado objetivo, que puede ser el lucro o la atención de una necesidad
social".
Para poder crear o formar una empresa en nuestro país, podemos hacer bajo una
persona natural (pyme, microempresa familiar o E.IR.L) o bajo una persona
jurídica, en este último caso para esto existen las sociedades.

Las sociedades
Jesús Herrera (2005), nos señala que uno de los fenómenos jurídicos más
relevantes en el tráfico jurídico actual es la unión de personas para el ejercicio de
actividades mercantiles mediante la constitución de sociedades, esto porque cada
vez se ha vuelto más común que sean los empresarios sociales los que se ocupen
de la actividad empresarial, sobre todo cuando se trata de grandes compañías
cuyas dimensiones, requerimientos financieros u organizativos dificultan que su
titularidad esté en manos de personas físicas.
Desde el punto de vista comercial “Son organizaciones con personalidad jurídica
distinta a la de los socios y que persiguen fines de lucro. Aquí quedan afuera las
corporaciones y fundaciones”.
El artículo 2053 del Código Civil define el contrato de sociedad como: “…un
contrato en el que dos o más personas estipulan poner algo en común con la mira
de repartir entre sí los beneficios que de ello provengan. La sociedad forma una
persona jurídica distinta de los socios individualmente considerados”.
Siguiendo la línea del profesor Herrera (2015), las sociedades se asientan en la
promoción en común del fin social, o lo que también se llama comunidad de
contribución, en la que todos los socios deberán obligarse a realizar algún tipo de
aporte para alcanzar el fin esperado.
Como veremos más adelante hay varios tipos de sociedades, no obstante,
Cualquiera sea la sociedad, la ley contempla menciones esenciales o básicas
(requisitos) que deben de contener sus estatutos o escritura de constitución de
acuerdo al artículo 352 del Código de Comercio, ellas son:
✓ Los nombre, apellidos y domicilios de los socios.
✓ La razón o firma social.
✓ Los socios encargados de la administración y del uso de la razón social.
✓ El capital que introduce cada uno de los socios, sea que consista en dinero,
en crédito o en cualquiera otra clase de bienes, el valor que se asigne a los
aportes que consistan en muebles o en inmuebles. La forma en que debe
hacerse el justiprecio, es decir, el valor o tasación concreta, de los mismos
aportes en caso que no se les haya asignado valor alguno.
✓ Las negociaciones sobre que deba versar el giro de la sociedad.
✓ La época en que la sociedad deba comenzar y disolverse.
✓ La cantidad que puede tomar anualmente cada socio para los gastos
particulares.
✓ La forma en que ha de verificarse la liquidación y división para sus gastos
particulares.
✓ La forma en que ha de verificarse la liquidación y división del haber social.
✓ Si las diferencias que les ocurren durante la sociedad deberán ser o no
sometidas a la resolución de arbitradores, y en el primer caso, la forma en
que deba hacerse el nombramiento.
✓ El domicilio de la sociedad
✓ Los demás pactos que establezcan los socios.

En cuanto a la forma (material) de constituir las sociedades, los requisitos para


constituirlas son:
✓ Minuta de escritura pública redactada por un Abogado.
✓ Reducción a escritura pública en una Notaría
✓ Inscripción en el Registro de Comercio del Conservador de Bienes
Raíces que corresponda al domicilio social.
✓ Publicación de un extracto de la escritura en el Diario Oficial.
✓ Hecha la inscripción en el Conservador de Bienes Raíces competente y
la publicación del extracto en el Diario Oficial, se devuelve a la Notaría
para proceder a la protocolización de los documentos.
Clasificación de las Sociedades
Las sociedades se clasifican en civiles y comerciales. Si la sociedad se propone
como finalidad la realización de actos de comercio es comercial, y civil en caso
contrario.
Las civiles pueden ser colectivas civiles o en comanditas civiles.
Las sociedades comerciales pueden ser:
▪ Una Empresa individual, acá encontramos a las Empresas Individuales de
Responsabilidad Limitada;
▪ Pueden ser Sociedades comerciales de Personas, en las que encontramos
a las Sociedades colectivas, sociedad de responsabilidad limitada y
comandita simple.
▪ Finalmente pueden ser sociedades comerciales de capital, en las que
encontramos a las sociedades anónimas y a las sociedades en comandita
por acciones.

Sociedades civiles
De acuerdo a lo informado por tupyme.cl Sociedades Colectivas Civiles son
aquellas cuyos contratos de constitución son consensuales (no requieren de
ninguna solemnidad, solo basta con la voluntad de las partes), en este tipo de
sociedades los socios responden hasta con su patrimonio personal, la cuota
del insolvente grava a los demás socios y los acuerdos por regla general se
toman por unanimidad.
En las Sociedades en Comanditas Civiles, los socios gestores o
administradores responden hasta con su patrimonio personal y los
comanditarios por su aporte.
La disolución de estas sociedades, al igual que su constitución, es consensual
y por consiguiente basta con el consentimiento de las partes que no deben
cumplir con ninguna solemnidad.

Sociedades comerciales
Es aquella que se forma para negocios que la ley califica de actos de comercio,
como por ejemplo, la compra y permuta de bienes muebles con el objeto de
venderlos, permutarlos o arrendarlos (Bustos, 2019).
Las sociedades comerciales se clasifican en Sociedades colectivas
comerciales, Sociedades de responsabilidad limitada, Sociedades en
comanditas, Sociedades anónimas.

La sociedad colectiva comercial: Es aquella en la que el contrato de


constitución es solemne, por lo que se constituye y prueba por escritura
pública, cuyo extracto se inscribe en el Registro de Comercio (tal como vimos
anteriormente).
Las menciones esenciales son: el nombre completo de los socios pues es un
contrato que se celebra en atención de las personas y el domicilio social pues
este determinará la competencia del Conservador de Bienes Raíces, de los
Tribunales de Justicia, y la nacionalidad de la sociedad para definir la
legislación aplicable.
Los socios responden en forma solidaria de las obligaciones sociales
contraídas bajo la razón social, es decir, se puede perseguir a cualquier socio
para el cumplimiento de una obligación social.
Es importante que podamos identificar qué es lo que significa la razón social y
qué es lo que esta debe indicar, en repuesta a esto es mismo el código de
comercio nos señala: La razón social es la fórmula enunciativa de los nombres
de todos los socios o de algunos de ellos, con la agregación de estas palabras:
y compañía.
En definitiva, la razón social se compone una manera de mencionar los
nombres de todos o alguno de los socios, más la frase “y compañía” o la
contracción “Cía.”.
Este tipo de sociedades se funda principalmente en relaciones de confianza
entre los socios, esto conlleva varios inconvenientes, a saber:
❖ Si nada dice el estatuto social, todos los socios administran, con los mismos
poderes la sociedad.
❖ La razón social debe contener los nombres de todos o algunos de los
socios.
❖ Si muere uno de los socios, se debe modificar la razón social.
❖ La muerte de uno de los socios puede acarrear la disolución de la sociedad.
❖ Todos los socios son solidaria e ilimitadamente responsables por las
obligaciones sociales.
❖ Para ceder los derechos sociales se requiere el consentimiento unánime de
todos los socios más la reforma del estatuto social.
Constitución de sociedades comerciales
Ya sabemos que es un contrato solemne y que por lo tanto la ley exige que se
realice su constitución a través de una escritura pública, la misma ley además
exige ciertas menciones (Art. 352 del código de comercio) que son obligatorias
de establecer en los estatutos (las que de faltar pueden significar que se
declare la nulidad de la sociedad), no obstante esto, los socios pueden
incorporar otras cláusulas.
Todo esto está contenido en los artículos del 365 al 374 de nuestro código de
comercio de Chile.

La administración de la sociedad colectiva comercial


Vimos que la administración es un elemento esencial en la constitución de las
sociedades, no obstante lo anterior y ante la necesidad de que deba existir una
administración es que ante el silencio de los socios, la ley suple su voluntad y
determina que si no hay mención al respecto en los estatutos, serán todos los
socios administradores de la sociedad con iguales facultades, por lo que todos
podrían ejecutar actos del giro de administración.

Responsabilidad de los socios colectivos por las obligaciones sociales


Siempre y cuando las obligaciones sociales se han contraído válidamente -en
atención a su razón social dentro del giro de negocios y por la persona
facultada para usar la razón social- éstas obligan a todos los socios solidaria e
ilimitadamente, con todo su patrimonio respecto de los acreedores sociales.
Que la responsabilidad sea solidaria significa que todos los socios deben
responder, aunque la obligación haya sido contraída solo por uno o algunos de
ellos siempre y cuando tenga las facultades para administrar la sociedad.
No puede pactarse una cláusula contraria a lo anteriormente señalado, esta
cláusula no tendría validez.

Representación de la sociedad
Los administradores delegados representan a la sociedad judicial y
extrajudicialmente; pero si no estuvieren investidos de un poder especial, no
podrán vender ni hipotecar los bienes inmuebles por su naturaleza o su
destino, ni alterar su forma, ni transigir ni comprometer los negocios sociales
de cualquiera naturaleza que fueren.

¿Puede algún socio oponerse a algún acto de administración de la


sociedad colectiva comercial?
Sí, todos los socios tienen derecho a oponerse a los actos que pretenda
emprender o consumar su consocio, a menos que estos se refieran a la mera
conservación de las cosas comunes.
Solamente puede ejercer este derecho a oponerse a los actos de
administración antes de que se ejecute el acto, con posterioridad a la ejecución
no tendría eficacia.
La oposición en tiempo y forma significa que el acto al que el socio se está
oponiendo quedará suspendido hasta que se decida por la mayoría de los
socios si dicho acto debe o no llevarse a cabo. Si aun existiendo oposición de
alguno de los socios, se lleva a cabo el acto, y este acto o contrato fue
realizado de buena fe, va a obligar a todos los socios, los que tendrán derecho
a ser indemnizados por el socio que ejecutó el acto o contrato.
Si un socio no autorizado la usare firma social, la sociedad no será
responsable del cumplimiento de las obligaciones que aquél hubiere suscrito,
salvo si la obligación se hubiere convertido en provecho de la sociedad.
La responsabilidad, en este caso, se limitará a la cantidad concurrente con el
beneficio que hubiere reportado la sociedad.

¿Qué es el capital de la sociedad colectiva comercial?


Es aquel formado por los aportes de los socios.
Tal como vimos anteriormente, es un elemento de la esencia de la constitución
de la sociedad, por lo que su ausencia acarrearía la nulidad de la sociedad.
Este aporte debe provenir de todos los socio y deberá expresarse en pesos, ya
sea que se aporte dinero o bienes (muebles o inmuebles) debidamente
justipreciados o avaluados en dinero.
Respecto de los bienes, hay que determinar si se aportan en propiedad,
usufructo, o mera tenencia con entrega de uso y goce.
En cuanto al incumplimiento en que uno o más socios puedan incurrir en la
obligación de enterar sus aportes, la sociedad colectiva mercantil, puede
solicitar el cumplimiento forzado de la obligación.
Esta la perseguirá ya sea, por la vía ejecutiva más la indemnización de los
perjuicios; o bien, los consocios podrán pedir la disolución de la sociedad.

¿Cuál es el objeto social de la sociedad colectiva mercantil?


El objeto social debe estar determinado precisamente en el estatuto social de
una sociedad colectiva mercantil.
Es para todos los efectos un elemento de la esencial de la sociedad. En caso
de no establecerse puede haber inexistencia o un vicio de fondo no saneable.
El objeto puede consistir en uno o más actos de comercio, terrestre, marítimo o
aéreo.
La capacidad de actuación jurídica de la sociedad colectiva mercantil se
encuentra enmarcada en el giro de la sociedad.
Puede tener un objeto único o múltiple, y este último, puede ser mixto o de una
naturaleza jurídica mixta (en parte civil y en parte mercantil).

¿Existen actos prohibidos a los socios de la sociedad colectiva?


El Código de Comercio establece cuatro causales que se encuentran
prohibidas para los socios de la sociedad colectiva.
Estas causales tienen por objeto intentar evitar la eventual competencia desleal
y conductas abusivas de los socios respecto a otro socio, evitando que se
obtenga una ventaja o beneficio injusto. Estas causales son las siguientes:
❖ Extraer del fondo común mayor cantidad que la asignada para sus gastos
particulares;
❖ Aplicar fondos comunes a sus negocios particulares y usar en éstos de la
firma social;
❖ Ceder a cualquier título su interés en la sociedad y hacerse sustituir en el
desempeño de las funciones que le correspondan en la administración;
❖ Explotar por cuenta propia el ramo de industria en que opere la sociedad, y
hacer sin consentimiento de todos los consocios operaciones particulares
de cualquier especie cuando la sociedad no tuviere un género determinado
de comercio.

¿Cómo se termina o disuelve la sociedad colectiva mercantil?


Es nuestro código civil quien regula esta materia en los artículos del 2098 al
2115.
Estas causales son:
• La expiración o cumplimiento del plazo;
• Evento de la condición que se ha prefijado para su vigencia;
• Finalización del negocio para el que fue contraído;
• Insolvencia de la sociedad;
• Extinción de la cosa o cosas que forman su objeto;
• Falta por hecho o culpa de la promesa de entregar aporte;
• Pérdida de la cosa entregada en propiedad o usufructo;
• Muerte de uno o de todos los socios;
• Incapacidad sobreviviente o la insolvencia de uno de los socios;
• Consentimiento unánime;
• Por renuncia de uno de los socios, cuando dicho socio es administrador
estatutario y ha renunciado sin justa causa.

Sociedad de Responsabilidad Limitada: Es aquella sociedad en la que los


socios responden solo hasta el monto de sus aportes de las obligaciones
sociales a terceros.
Está regulada por la Ley 3.918
En lo no previsto por la ley que trata las sociedades de responsabilidad limitada
se rigen supletoriamente por las normas de la sociedad colectiva contempladas
en el Código Civil y en el Código de Comercio.
La ley establece mínimo de 2 socios para constituir la Sociedad de
responsabilidad Limitada y máximo de 50 socios.
Las cuotas de participación de sus miembros en la Sociedad no están
incorporadas en documento alguno ni son libremente transmisibles, es decir,
no corresponde a acciones libremente transables.
Sus actividades no están sometidas a ningún control específico por parte de
los organismos gubernamentales.
En las Sociedades de Responsabilidad Limitada prima el elemento personal
por sobre el aporte de capital. (Fuente https://iniciatupyme.cl/tipos-de-
sociedades)

Constitución de sociedad de responsabilidad limitada


Se constituye de la misma forma que estudiamos para la sociedad comercial
colectiva.

La administración de la sociedad de responsabilidad limitada


La ley no regula explícitamente la forma de administración, sin embargo, este
tipo de sociedad permite que todos los socios la administren o que se designe
a uno de ellos como socio administrador o incluso que sea administrada por
terceros. Todo dependerá lo que señalen los estatutos. (Bustos, 2019)

Responsabilidad de los socios de la sociedad de responsabilidad limitada


La gran característica de esta sociedad es que los socios responden hasta el
monto de sus respectivos aportes o a la suma que a más de esto se indique.
Esta responsabilidad se deja establecida en los estatutos.

¿Cómo se termina o disuelve la sociedad de responsabilidad limitada?


Es nuestro código civil quien regula esta materia en los artículos del 2098 al
2115, los que ya analizamos a propósito de la sociedad comercial colectiva.
Conclusiones
A través del estudio del material contenido en el presente apunte, más el video
correspondiente a sociedades parte 1 y a la infografía de la clase, hemos logrado
sumergirnos en el estudio del Derecho empresarial, hemos estudiado conceptos
claves.
Las clasificaciones y los contenidos vistos nos van a permitir entregar una
asesoría empresarial, siendo capaces de resolver preguntas relativas a las
sociedades en general y específicamente en lo relativo a las sociedades colectivas
comerciales y a las sociedades de responsabilidad limitada, que son en definitiva
las más utilizadas en nuestro país.
Te invitamos a continuar con el estudio de este interesante tema participando en la
siguiente clase.
Resumen Gráfico
Bibliografía
▪ Bustos, Saavedra y cía.; 2019; Derecho comercial. Chile

▪ Código Civil, Libro IV título XXVIII, artículos 2053 a 2115

▪ Código de Comercio, Libro II título VII, artículos 348 a 511.

▪ Contreras Strauch, O. (2016) Instituciones de Derecho Comercial. Tomo I.


4ª Edición. Santiago.

▪ Chiavenato, D. (1993). Iniciación a la Organización y Técnica Comercial.

▪ Herrera, J. (Sin año). Universidad Centroamericana, Derecho de


Sociedades. Nicaragua.

▪ Ley 3.918, publicada en el Diario Oficial del 14 de marzo de 1923 que


regula la Sociedad de Responsabilidad Limitada.

▪ Ley 18.046, publicada en el Diario Oficial del 22 de Octubre de 1981. Esta


Ley, se complementa por el Decreto Supremo Nº587, publicado en el Diario
Oficial del 13 de noviembre de 1982, que contiene el Reglamento de
Sociedades Anónimas.

▪ Leyes especiales, aplicables en cada caso para ciertas Sociedades


Anónimas denominadas especiales, como por ejemplo el DFL. 251 sobre
Compañías de Seguros y el DFL. 252 Ley General de Bancos; art. 126 de
la Ley 18.046 sobre las sociedades securitizadoras, Ley de Fondos Mutuos,
AFP, sociedades legales y contractuales mineras en el Código de Minería,
sociedades de Profesionales, La Ley de Cooperativas etc.
Clase 3: La empresa y su organización
Parte 1

5 COSAS QUE NO PUEDES OLVIDAR DE ESTA CLASE

El contrato de sociedad, es un contrato en el que dos o más


personas estipulan poner algo en común con la mira de
repartir entre sí los beneficios que de ello provengan. La
sociedad forma una persona jurídica distinta de los socios
individualmente considerados.

Las sociedades pueden ser civiles o comerciales, y las


comerciales a su vez pueden ser una empresa individual,
una sociedad de personas o una sociedad de capital.

Todas las sociedades importan responsabilidad respecto


de los socios, pero esta va a variar dependiendo del tipo de
sociedad que trate.

Las causales de término de las sociedades están


expresamente señaladas en la ley.

Todas las sociedades comerciales se constituyen por


escritura publica y tienen requisitos específicos y
esenciales los que varían dependiendo de la sociedad.

Clase 3 | DER7007 | Derecho Empresarial | Helen Araya


1- Bustos, Saavedra y cía. (2019). Derecho comercial. Chile. | 2- Código de Comercio. (2019). Editorial jurídica. Chile. | 3- Código Civil. (2019). Editorial jurídica. Chile. | 4-
Chiavenato, D. (1993).Iniciación a la Organización y Técnica Comercial. | 5-Herrera, J. (Sin año). Universidad Centroamericana, Derecho de Sociedades. Nicaragua.
Apunte Académico

Clase: 4 La empresa y su organización (parte 2)

Unidad: II Regulación jurídica de la empresa

Asignatura: DER7007 Derecho empresarial

Escuela de Auditoría
Introducción
En el siguiente apunte continuaremos con la profundización del estudio de las
sociedades, en específico abordaremos las empresas individuales de
responsabilidad limitada y las sociedades anónimas, sus características, forma de
constitución, administración, funcionamiento, responsabilidad y disolución.
Dividiremos este apunte en dos, primero realizaremos un análisis de la ley 19.857
que regula las empresas individuales de responsabilidad limitada y posteriormente
analizaremos la ley 18.046 que regula las sociedades anónimas.

Una vez concluido este estudio daremos fin a la unidad 2 y estaremos en


condiciones de avanzar a nuestra clase Nº5.
Empresa individual de responsabilidad limitada (E.I.R.L)
Las EIRL, al igual que las sociedades previamente estudiadas están sometidas a
las normas del Código de Comercio, cualquiera sea su objeto, pudiendo realizar
toda clase de operaciones civiles y comerciales, excepto las reservadas por la ley
a las Sociedades Anónimas (S.A.), las que revisaremos más adelante.
Este tipo de empresas (EIRL) es de la más utilizada por empresarios que buscan
iniciar un negocio sin socios. Es decir, es una figura que les permite a los
empresarios tomar todas las decisiones de forma individual.

En el año 2003 se publica la ley 19.857 que regula este tipo de empresas, y es en
base a esta ley especial analizaremos cada uno de los elementos que veremos a
continuación.
La ley en su Art.2º define a las Empresas individuales de responsabilidad limitadas
como: “Una persona jurídica con patrimonio propio distinto al del titular, es siempre
comercial y está sometida al Código de Comercio cualquiera que sea su objeto;
podrá realizar toda clase de operaciones civiles y comerciales, excepto las
reservadas por la ley a las sociedades anónimas.”

Constitución de las E.I.R.L (Art.3º y 4º)


Estas empresas se constituyen de la misma manera que las sociedades
comerciales colectivas, esto es, a través de una escritura pública:

• Escritura pública cuyo extracto autorizado por el notario que la otorgó se


inscribe en el Registro de Comercio del domicilio de la EIRL

• Publicación en el Diario Oficial dentro de los 60 días siguientes a la fecha


de la escritura.

• El nombre de la EIRL debe incluir el nombre y apellido del constituyente,


más las actividades económicas que constituyan el objeto y giro de la
empresa.

• Debe concluir con la palabra Empresa Individual de Responsabilidad


Limitada o su abreviatura E.I.R.L. Puede tener también un nombre de
fantasía.
La escritura de constitución debe contener (como señala la ley) a lo menos:
a) El nombre, apellidos, nacionalidad, estado civil, edad y domicilio del
constituyente;
b) El nombre de la empresa, que contendrá, al menos, el nombre y apellido
del constituyente, pudiendo tener también un nombre de fantasía, sumado
al de las actividades económicas que constituirán el objeto o el giro de la
empresa y deberá concluir con las palabras "empresa individual de
responsabilidad limitada" o la abreviatura "E.I.R.L.";

c) El monto del capital que se transfiere a la empresa, la indicación de si se


aporta en dinero o en especies y, en este último caso, el valor que les
asigna;
d) La actividad económica que constituirá el objeto o giro de la empresa y el
ramo o rubro específico en que dentro de ella se desempeñará;
e) El domicilio de la empresa, y
f) El plazo de duración de la empresa, sin perjuicio de su prórroga. Si nada se
dice, se entenderá que su duración es indefinida.

Cualquier tipo de omisión a los enunciados requeridos por la ley, generan la


nulidad de la empresa.

Responsabilidad en la E.I.R.L. (Art.8º)


La empresa responde exclusivamente por las obligaciones contraídas dentro de su
giro, con todos sus bienes.

El propietario de la empresa individual responde con su patrimonio y sólo con los


aportes efectuados o que se haya comprometido a incorporar. Por su parte, la
empresa responde por sus obligaciones generadas en el ejercicio de su actividad
con todos sus bienes.

Administración de la E.I.R.L (Art.9º)


Solo serán actos de la empresa los ejecutados bajo el nombre y representación de
ella por su administrador.
La administración corresponderá al titular de la empresa, quien la representa
judicial y extrajudicialmente para el cumplimiento del objeto social, con todas las
facultades de administración y disposición.
El titular, o su mandatario debidamente facultado, podrán designar un gerente
general, que tendrá todas las facultades del administrador excepto las que excluya
expresamente, mediante escritura pública que se inscribirá en el registro de
comercio del domicilio de la empresa y se anotará al margen de la inscripción
estatutaria. Lo dispuesto en este inciso no obsta a la facultad del titular de conferir
mandatos generales o especiales para actuar a nombre de la empresa, por
escritura pública que se inscribirá y anotará en la forma señalada en este inciso.
Las notificaciones judiciales podrán practicarse indistintamente al titular de la
empresa o a quien éste hubiere conferido poder para administrarla, sin perjuicio de
las facultades de recibirlas que se hayan otorgado a uno o más gerentes o
mandatarios.

¿Cuáles son las ventajas de una Empresa Individual de Responsabilidad


Limitada?
Los beneficios de optar por esta forma de organización comercial son los
siguientes:

• No es necesario contar con otra persona o socio para iniciar una actividad
mercantil.

• Limita la responsabilidad del titular, o “patrimonio de afectación”.

• Permite asumir los riesgos inherentes a toda actividad comercial. Es decir,


el titular no perderá la totalidad del patrimonio como consecuencia del
derecho de garantía general de los acreedores.
Excepciones a la limitación de su responsabilidad, casos en que la ley establece
que el empresario responderá de manera ILIMITADA:
Art.12º. El titular responderá ilimitadamente con sus bienes, en los siguientes
casos:
a) Por los actos y contratos efectuados fuera del objeto de la empresa,
para pagar las obligaciones que emanen de esos actos y contratos;
b) Por los actos y contratos que se ejecutaren sin el nombre o
representación de la empresa, para cumplir las obligaciones que
emanen de tales actos y contratos;

c) Si la empresa celebrare actos y contratos simulados, ocultare sus


bienes o reconociere deudas supuestas, aunque de ello no se siga
perjuicio inmediato;
d) Si el titular percibiere rentas de la empresa que no guarden relación con
la importancia de su giro, o efectuare retiros que no correspondieren a
utilidades líquidas y realizables que pueda percibir, o
e) Si el titular, los administradores o representantes legales hubieren sido
condenados por los delitos concursales regulados en el Párrafo 7 del
Título IX del Libro II del Código Penal, esto es De los delitos concursales
y de las defraudaciones.

¿Pueden los acreedores personales del titular accionar sobre los bienes de
la empresa?
La respuesta la entrega el Art 13º de la ley, la que señala que: “Los acreedores
personales del titular no tendrán acción sobre los bienes de la empresa. En caso
de liquidación, tales acreedores sólo podrán accionar contra los beneficios o
utilidades que en la empresa correspondan al titular y sobre el remanente una vez
satisfechos los acreedores de la empresa”.
Termino de la E.I.R.L (Art.15º)
La empresa individual de responsabilidad limitada terminará:
a) por voluntad del empresario;
b) por la llegada del plazo previsto en el acto constitutivo;
c) por el aporte del capital de la empresa individual a una sociedad.
d) por dictarse la resolución de liquidación, o Ley 20720
e) por la muerte del titular. Los herederos podrán designar un gerente común
para la continuación del giro de la empresa hasta por el plazo de un año, al
cabo del cual terminará la responsabilidad limitada.
Cualquiera que sea la causa de la terminación, ésta deberá declararse por
escritura pública, inscribirse y publicarse de la misma manera que la constitución
de la empresa.
Sociedad anónima
Esta sociedad está regulada completamente en la ley 18.046, la que analizaremos
para el estudio de la misma.
La Sociedad Anónima es definida en la ley en su Art.1º como “una persona jurídica
formada por la reunión de un fondo común, suministrado por accionistas
responsables sólo por sus respectivos aportes y administrada por un directorio
integrado por miembros esencialmente revocables. La sociedad anónima es
siempre mercantil, aun cuando se forme para la realización de negocios de
carácter civil.”
Este tipo de sociedades, admite una subclasificación, las sociedades anónimas
pueden ser: abiertas, cerradas o especiales.
Son sociedades anónimas abiertas Aquellas que pueden ofrecer públicamente sus
acciones, para lo cual deben inscribirse en el Registro de Valores dentro de los 60
días desde su formación, quedando sujetas a la fiscalización de la
Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). Tratándose de entidades
bancarias, éstas son fiscalizadas por la Superintendencia de Bancos e
Instituciones Financieras.
Son sociedades anónimas cerradas las que no pueden hacer oferta pública de sus
acciones, salvo que se sometan voluntariamente a la fiscalización de la SVS. En
cualquier caso, las sociedades anónimas abiertas podrán pasar a ser cerradas por
acuerdo de la junta de accionistas, dejando de estar inscritas en el registro de
Valores y no quedando sometidas a la Fiscalización de Superintendencia de
Valores y Seguros.
Son sociedades anónimas especiales las compañías aseguradoras y
reaseguradoras, las sociedades anónimas administradoras de fondos mutuos, las
bolsas de valores y otras sociedades que la ley expresamente someta tramitación
especial. Estas se forman, existen y aprueban por escritura pública, obtención de
una resolución de la Superintendencia que autorice su existencia e inscripción y
publicación del certificado especial que otorgue dicha Superintendencia.
Las sociedades anónimas abiertas y las sociedades anónimas especiales
quedarán sometidas a la fiscalización de la Superintendencia de Valores y
Seguros
La ley contempla 3 situaciones para considerar una S.A. como abierta:
1) Cuando tienen 500 o más accionistas. Podría ocurrir que una S.A. nazca
como una sociedad cerrada y con el tiempo aumente su número de
accionistas y se transforme en una sociedad abierta. De forma contraria,
una S.A. originalmente abierta puede tomar el carácter de cerrada si reduce
su número de accionistas a menos de 500.

2) Cuando al menos 10% del capital suscrito pertenece a un mínimo de 100


accionistas, excluidos los que directa o indirectamente excedan dicho
porcentaje.
3) Cuando inscriben voluntariamente sus acciones en el registro de valores.
**La regla general es que las S.A. estén constituidas como cerradas.

Constitución de las Sociedades anónimas


La sociedad anónima se forma, existe y prueba por escritura pública inscrita y
publicada en los términos que ya hemos estudiado a propósito de las sociedades
comerciales.
En cuanto a las menciones esenciales que debe contener la escritura de
constitución, la ley en su Art.4º señala: La escritura de la sociedad debe expresar:
1) El nombre, profesión u oficio, el domicilio de los accionistas que concurran
a su otorgamiento, y el rol único tributario o documento de identidad, si
debieren tenerlos;

2) El nombre y domicilio de la sociedad;


3) La enunciación del o de los objetos específicos de la sociedad;
4) La duración de la sociedad, la cual podrá ser indefinida y, si nada se dice,
tendrá este carácter;
5) El capital de la sociedad, el número de acciones en que es dividido con
indicación de sus series y preferencias si los hubiere y si las acciones
tienen o no valor nominal; la forma y plazos en que los accionistas deben
pagar su aporte, y la indicación y valoración de todo aporte que no consista
en dinero;
6) La organización y modalidades de la administración social y de su
fiscalización por los accionistas;
7) La fecha en que debe cerrarse el ejercicio y confeccionarse el balance y la
época en que debe celebrarse la junta ordinaria de accionistas. Si nada se
dijere, se entenderá que el ejercicio se cierra al 31 de diciembre y que la
junta ordinaria de accionistas debe celebrarse en el primer cuatrimestre de
cada año;
8) La forma de distribución de las utilidades;
9) La forma en que debe hacerse la liquidación;
10) La naturaleza del arbitraje a que deberán ser sometidas las diferencias que
ocurran entre los accionistas en su calidad de tales, o entre éstos y la
sociedad o sus administradores, sea durante la vigencia de la sociedad o
durante su liquidación. Si nada se dijere, se entenderá que las diferencias
serán sometidas a la resolución de un árbitro arbitrador;

11) La designación de los integrantes del directorio provisorio y, en las


sociedades anónimas abiertas, de los auditores externos o de los
inspectores de cuentas, en su caso, que deberán fiscalizar el primer
ejercicio social;
12) Los demás pactos que acordaren los accionistas.

Administración de las sociedades anónimas (Art.31º)


La administración de la sociedad anónima la ejerce un directorio elegido por la
junta de accionistas.
Los estatutos de las sociedades anónimas deberán establecer un número
invariable de directores. La renovación del directorio será total y se efectuará al
final de su período, el que no podrá exceder de tres años. Los directores podrán
ser reelegidos indefinidamente en sus funciones. A falta de disposición expresa de
los estatutos, se entenderá que el directorio se renovará cada año.
El directorio de las sociedades anónimas cerradas no podrá estar integrado por
menos de tres directores y el de las sociedades anónimas abiertas por menos de
cinco, y si en los estatutos nada se dijere, se estará a estos mínimos.
Los estatutos deberán determinar si los directores serán o no remunerados por
sus funciones y en caso de serlo, la cuantía de las remuneraciones será fijada
anualmente por la junta ordinaria de accionistas por cualquier causa no se
celebrare en la época establecida la junta de accionistas llamada a hacer la
elección de los directores, se entenderán prorrogadas las funciones de los que
hubieren cumplido su período hasta que se les nombre reemplazante, y el
directorio estará obligado a convocar, dentro del plazo de treinta días, una
asamblea para hacer el nombramiento. (Art.33º)
El directorio de una sociedad anónima la representa judicial y extrajudicialmente y
para el cumplimiento del objeto social, lo que no será necesario acreditar a
terceros (Art.40º).

Responsabilidad en las Sociedades Anónimas (Art. 133º y 133º bis)


Los socios responden únicamente hasta el monto de sus aportes dentro de la
sociedad.
Cualquier infracción a la ley de la materia, al reglamento, a los estatutos o a las
normas que imparta la superintendencia, dará origen a la indemnización de
perjuicios.
Por las personas jurídicas responderán además civil, administrativa y penalmente,
sus administradores o representantes legales, a menos que constare su falta de
participación o su oposición al hecho constitutivo de infracción.
Los directores, gerentes y liquidadores que resulten responsables, lo serán
solidariamente entre sí y con la sociedad que administren, de todas las
indemnizaciones y demás sanciones civiles o pecuniarias derivadas de la
aplicación de las normas señaladas.

En resumen:
La sociedad anónima tiene las mismas características que las otras sociedades:

− Es una persona jurídica,

− Sus socios accionistas aportan dinero o bienes estimados en dinero,

− La sociedad anónima no podrá constituirse ni funcionar con menos de cinco


accionistas.

− Persigue fines de lucro, las pérdidas las soporta el fondo constituido por los
accionistas.

− El capital de la sociedad anónima se dividirá en acciones de igual valor que


se representarán en títulos negociables.
Se distinguen de las demás pues los derechos de los socios están representados
por acciones que constan en un título, además la administración se efectúa por 2
órganos colegiados la junta de accionistas y el directorio, el cual designa un
gerente.
Los derechos de los socios son representados en acciones de libre cesibilidad.
Estas sociedades son siempre comerciales, aun cuando se formen para fines
civiles.

Disolución de la sociedad anónima (Art.103º)


1) Por el vencimiento del plazo de su duración, si lo hubiere;
2) Por reunirse, por un período ininterrumpido que exceda de 10 días, todas
las acciones en manos de una sola persona;

3) Por acuerdo de junta extraordinaria de accionistas;


4) Por revocación de la autorización de existencia de conformidad con lo que
disponga la ley;

5) Por sentencia judicial ejecutoriada en el caso de las sociedades anónimas


cerradas, y
6) Por las demás causales contempladas en el estatuto.
Conclusiones
En la clase anterior estudiamos el concepto de empresa y sociedades, y dentro de
la clasificación de sociedades profundizamos en las sociedades colectivas
comerciales y en las sociedades de responsabilidad limitada.
En el presente apunte analizamos las últimas 2 sociedades que contempla nuestro
programa, las empresas individuales de responsabilidad limitada y las sociedades
anónimas.
Con la gama completa de las sociedades más utilizadas en nuestro país hemos
culminado el estudio de sociedades en particular.
Glosario

▪ Disolución: procedimiento mediante el cual se pone término a las


operaciones de una sociedad.

▪ Sociedad: contrato en el que dos o más personas se asocian para


desarrollar una actividad determinada.

▪ Escritura pública: documento que le da un carácter legal a un contrato


acordado entre dos o más personas. Se solicita en cualquier notaría y se
firma ante el notario público.
Bibliografía

▪ Bustos, Saavedra y cía. (2019). Derecho comercial. Chile

▪ Código Civil, Libro IV título XXVIII, artículos 2053 a 2115

▪ Código de Comercio, Libro II título VII, artículos 348 a 511.

▪ Contreras Strauch, O. (2016) Instituciones de Derecho Comercial. Tomo I.


4ª Edición. Santiago.

▪ Constituyendo una sociedad. Extraído de


http://www.sii.cl/portales/investors/formas_invertir/constituyendo_sociedad.h
tm

▪ Chiavenato, D. (1993). Iniciación a la Organización y Técnica Comercial.87-


Ley 3.918, publicada en el Diario Oficial del 14 de marzo de 1923 que
regula la Sociedad de Responsabilidad Limitada.

▪ Herrera, J. (Sin año). Universidad Centroamericana, Derecho de


Sociedades. Nicaragua.

▪ Ley 18.046, publicada en el Diario Oficial del 22 de Octubre de 1981. Esta


Ley, se complementa por el Decreto Supremo Nº587, publicado en el Diario
Oficial del 13 de noviembre de 1982, que contiene el Reglamento de
Sociedades Anónimas.

▪ Ley 19.857, publicada en el diario oficial el día 11 de febrero de 2003.


Autoriza el establecimiento de empresas individuales de responsabilidad
limitada
Clase 4: La empresa y su organización
Parte 2

Sociedad colectiva
Constitución Escritura Disolución Causales
Administración Uno
pública. Responsabilidad genéricas.
o más socios o en
Art. 352 Código de Solidaria. Art 2098 al 2115 del
silencio, todos.
Comercio. código civil.

Sociedad de Responsabilidad Limitada


Constitución Escritura Disolución Causales
Administración Responsabilidad Se
Pública. genéricas.
Todos los socios, uno, deja establecida en
Art. 352 Código de Art 2098 al 2115 del
o un 3º. los estatutos.
Comercio. código civil.

Empresa individual de Responsabilidad Limitada


Responsabilidad El Disolución Causales
Constitución propietario responde
Administración genéricas.
Escritura Pública. solo con su aporte, la
Titular de la empresa. empresa con todo el
Art 2098 al 2115 del
Art.3º y 4º Ley 19.857
patrimonio. código civil.

Sociedad Anónima

Responsabilidad
Constitución Administración Disolución Causales
Hasta el monto de
Escritura Pública. Directorio. especiales.
sus aportes.
Art. 8º Ley 18.046. Art. 31. Art 103.
Art.133 y 133 bis.

Clase 4 | DER7007 | Derecho Empresarial | Helen Araya


Código Civil, Libro IV título XXVIII, artículos 2053 a 2115. | Código de Comercio, Libro II título VII, artículos 348 a 511. | Ley 18.046, publicada en el Diario Oficial del 22 de Octubre
de 1981. Esta Ley, se complementa por el Decreto Supremo Nº587, publicado en el Diario Oficial del 13 de noviembre de 1982, que contiene el Reglamento de Sociedades
Anónimas | Ley 19.857, publicada en el diario oficial el día 11 de febrero de 2003. Autoriza el establecimiento de empresas individuales de responsabilidad limitada.
Apunte Académico
Clase: 05 Protección de la actividad del empresario: recursos de
protección y de amparo económico
Unidad: II Regulación jurídica de la Empresa
Escuela de Auditoria

Protección de la actividad del empresario: recurso de


protección y recurso de amparo
Introducción
En este documento revisaremos cómo nuestra legislación protege la actividad del
empresario.
Comprenderemos cuál es la importancia que se le da en nuestro ordenamiento
jurídico y cuáles son las herramientas que nos entrega para accionar ante
vulneraciones que impidan el libre desarrollo de actividades económicas.
Conoceremos las distintas acciones o recursos que, como particulares, tenemos
para proteger este derecho a desarrollar cualquier actividad económica que no
sea contraria a la moral, al orden público o a la seguridad nacional.

Estudiaremos los conceptos básicos, plazos, características y procedimientos en


particular del recurso de protección, como del recurso de amparo económico
(RAE).
Protección de la actividad del empresario: recursos de
protección y de amparo económico

Recurso de protección

Antes de comenzar con el estudio de los recursos de protección y de amparo


económico es necesario que nos detengamos a analizar conceptos claves para
el entendimiento de la protección de la actividad del empresario.
¿De dónde se origina esta necesidad de proteger la actividad empresarial?, a
saber, debemos entender que nuestro ordenamiento jurídico se ciñe a través de
un orden de normas que como habitantes de este país debemos seguir, dentro
de estas normas encontramos un orden de jerarquía en la que en la cúspide,
como la norma más importante de nuestro ordenamiento jurídico y a la cual todas
las demás normas (leyes, reglamentos, decretos, etc.), deben ceñirse
encontramos a la Constitución Política de la Republica.
Una definición de constitución política de la republica político-jurídica la da el
jurista alemán Carl Schmitt, señalando que es un “texto codificado de carácter
jurídico-político, fruto de un poder constituyente, que tiene el propósito de
constituir la separación de poderes, definiendo y creando los poderes
constituidos” (Teoría de la Constitución. Alianza Editorial, Madrid, 2011).
Esta norma, de máxima supremacía contempla la regulación del Estado de
nuestro país, las relaciones entre el Estado y la ciudadanía como también las
relaciones entre los poderes del Estado (Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y
Poder Judicial).
La Constitución Política de la Republica en el Art°19 contiene un listado de
Derechos que son protegidos por esta carta fundamental.
Este listado de Derechos que consagra la Constitución, tiene una diferencia
fundamental con los demás Derechos, todos aquellos consagrados en el Art.19
de la constitución gozan de una protección especial, protección que se lleva a
cabo a través de un recurso llamado Recurso de Protección y que se tramita ante
la Corte de Apelaciones.
Este Recurso de Protección tiene por objeto restablecer el imperio del Derecho o
asegurar la protección del mismo, y esta acción (Recurso) puede ser interpuesto
por cualquier persona que alegue sufrir una privación, perturbación o amenaza
de los mismos.
La Constitución contempla este recurso en los siguiente términos en su Art.20 “El
que por causa de actos u omisiones arbitrarios o ilegales sufra privación,
perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías
establecidos en el artículo 19, números 1º, 2º, 3º inciso quinto, 4º, 5º, 6º, 9º inciso
final, 11º,12º, 13º, 15º, 16º en lo relativo a la libertad de trabajo y al derecho a su
libre elección y libre contratación, y a lo establecido en el inciso cuarto, 19º, 21º,
22º, 23º, 24°, y 25º podrá ocurrir por sí o por cualquiera a su nombre, a la Corte
de Apelaciones respectiva, la que adoptará de inmediato las providencias que
juzgue necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida
protección del afectado, sin perjuicio de los demás derechos que pueda hacer
valer ante la autoridad o los tribunales correspondientes.”
El plazo para presentar este recurso es de 30 días corridos desde que se ejecuta
el hecho que se alega y no es necesario que lo presente un Abogado ni ningún
tipo de formalidad más que el hecho de presentarse por escrito, con claridad de
los hechos que se alegan y fundamentar cuál es la acción u omisión ilegal o
arbitraria que sirve de base a su interposición así como los derechos o garantías
consagradas en la Constitución que se ven vulneradas (Biblioteca del congreso
Nacional).

Dentro de esta lista encontramos por ejemplo:


❖ Derecho a la vida.
❖ Igualdad ante la ley.
❖ Derecho ser juzgado por los tribunales que establece la ley y que estén
establecidos antes de la ejecución del hecho.
❖ Derecho a la protección de la vida privada y a la honra de la persona y
su familia.
❖ Inviolabilidad del hogar y de toda forma de comunicación privada.
❖ Libertad de conciencia y libertad de culto.
❖ Derecho a elegir el sistema de salud, sea estatal o privado.
❖ Libertad de enseñanza.
❖ Libertad de opinión e información.
❖ Derecho de reunión.
❖ Derecho de asociación.
❖ Libertad de trabajo, su libre elección y libre contratación.
❖ Derecho de sindicalización.
❖ Libertad para adquirir el dominio de toda clase de bienes.
❖ Derecho de propiedad.
❖ Derecho de propiedad intelectual e industrial.
❖ Derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, cuando
sea afectado por un acto u omisión imputable a una persona o
autoridad determinada.

❖ 21º.- El derecho a desarrollar cualquiera actividad económica que no


sea contraria a la moral, al orden público o a la seguridad nacional,
respetando las normas legales que la regulen.
El Estado y sus organismos podrán desarrollar actividades
empresariales o participar en ellas sólo si una ley de quórum calificado
los autoriza. En tal caso, esas actividades estarán sometidas a la
legislación común aplicable a los particulares, sin perjuicio de las
excepciones que por motivos justificados establezca la ley, la que
deberá ser, asimismo, de quórum calificado;
❖ 22º.- La no discriminación arbitraria en el trato que deben dar el Estado
y sus organismos en materia económica.
Sólo en virtud de una ley, y siempre que no signifique tal
discriminación, se podrán autorizar determinados beneficios directos o
indirectos en favor de algún sector, actividad o zona geográfica, o
establecer gravámenes especiales que afecten a uno u otras. En el
caso de las franquicias o beneficios indirectos, la estimación del costo
de éstos deberá incluirse anualmente en la Ley de Presupuestos.

De la observación y lectura del artículo 19 Nº 21, entendemos entonces que se


trata de proteger la libertad económica, entendiéndose tal como la ausencia de
cualquier restricción del estado sobre actividades comerciales, Guzmán (1990),
define a la libertad económica como “la facultad natural de los hombres de ser
agentes decisorios y responsables en materia de producción y distribución de la
riqueza‖, y que a través de esta se pretende que el hombre, como ser inteligente
y responsable de sus actos, pueda participar y tomar decisiones con la menor
cantidad de trabas y obstáculos posibles en las distintas etapas del ciclo
económico en general”.
Es posible concluir del texto constitucional que sólo el inciso 1º da protección a
un derecho fundamental, el derecho a la libertad económica, por su lado, el
inciso 2º sólo contempla las reglas formales a través de las cuales se regulará la
actividad empresarial del Estado. Es decir, una norma para el derecho
fundamental y otra para el estatuto del Estado empresario. Entonces, ¿qué
establece realmente el inciso 2º del artículo 19 Nº 21 de la Carta? Se ha
argumentado que a partir de dicha norma se estructura el orden público
económico que rige en nuestro país, condicionando la intervención estatal en la
economía y las actividades económicas que el Estado pueda desarrollar
(Fermandois, 2000).
Entendemos entonces que este inciso 2° contempla la intervención del Estado en
materia empresarial solamente de manera excepcional y cuando una ley
específica (de quórum calificado) se lo permita. Evidenciando que la preferencia
para desarrollar actividades económicas la tienen los particulares.
En resumen:
Requisitos para la procedencia del recurso de protección:

❖ Necesariamente debe existir un agravio a un sujeto en el ejercicio legítimo de


un derecho garantizado por el recurso de protección.

❖Este agravio que se lleva a cabo en el ejercicio legítimo de un derecho de los


protegidos sea un necesariamente consecuencia de un acto u omisión ilegal o
arbitrario de un tercero.

Esto es, debe ser en contra de la ley o sin causa justificada.


De esta manera, nos hemos dado cuenta que en el numeral, 21 y 22 la constitución
se encarga de regular y de proteger la actividad económica.
Recurso de amparo económico (RAE)

Evidenciando su interés por esta protección, el legislador publica la ley 18.971 en


el año 1990, la que contiene solo un artículo y cuyo texto de dicha norma señala:
“Cualquier persona podrá denunciar las infracciones del artículo 19 número 21 de
la Constitución de la República de Chile. No necesita tener un interés actual en
los hechos denunciados. La acción podrá intentarse dentro de los seis meses
contados desde que se hubiere producido la infracción, sin más formalidad ni
procedimiento que el establecido para el recurso de amparo ante la Corte de
Apelaciones respectiva, que conocerá en primera instancia. Deducida la acción,
el tribunal deberá investigar la infracción denunciada y dar curso progresivo a los
autos hasta el fallo respectivo. Contra la sentencia definitiva, procederá el
recurso de apelación, que deberá interponerse en el plazo de cinco días, para
que ante la Corte Suprema y que, en caso de no serlo, deberá ser consultada.
Este tribunal conocerá del negocio en una de sus salas. Si la sentencia
estableciere fundadamente que la denuncia carece de toda base, el actor será
responsable de los perjuicios que hubiere causado.”
De este modo, la Ley 18.971, con el establecimiento del llamado recurso especial
de amparo económico, viene a establecer el derecho para que cualquier persona
pueda denunciar las infracciones a las referidas garantías constitucionales
(Undurraga, 2008).
Lo anterior respalda la actual interpretación que la Corte Suprema hace de la
aplicación de la Ley N° 18.971, señala la Excelentísima Corte: “dado que el
inciso 1º del artículo 19 Nº 21 protege un derecho fundamental, que reviste un
interés particular en su ejercicio, éste se protege mediante una acción de tutela
especial, que busca el restablecimiento del imperio del Derecho; es decir, el cese
de la vulneración en el legítimo ejercicio del derecho fundamental. En cambio, el
inciso 2º establece las reglas formales a partir de las cuales se configura el
estatuto del Estado empresario; aquí hay un interés público comprometido, lo
que explica las características de la acción de amparo económico, su plazo, ni su
carácter de acción pública. Ni el inciso 2º en comento ni el RAE protegen
explícitamente un derecho fundamental, sino la garantía para el respeto de un
estatuto de orden público; he ahí su tutela especial y que se distingue de la
acción de protección del artículo 20 de la Carta”. Ello añade una justificación, a la
nueva línea argumentativa de la Corte, en el sentido de garantizar el respeto del
estatuto del Estado empresario a través del RAE y la garantía del legítimo
ejercicio del derecho fundamental a través de la acción de protección (Bassa,
2012).
En resumen:
Requisitos para la procedencia del recurso de Amparo Económico:

❖ Tribunal competente es la Corte de Apelaciones del lugar donde se


produce la infracción que dio origen a denuncio.

❖ Acción popular: El actor no necesita tener un interés actual en los


hechos denunciados.
❖ La acción se intentará sin más formalidad.
❖ Plazo de seis meses desde la infracción, el tribunal investiga el
denuncio, da curso progresivo a los autos hasta el fallo del mismo.
❖ En contra de la sentencia que falla el RAE procede Recurso de
Apelación el que deberá ser presentado dentro del plazo de 5 días (en
la Corte Suprema) desde que se notifica la sentencia del RAE.
❖ Existe libertad de medios probatorios.
❖ El Bien jurídico protegido es el orden público económico, el que ha sido
definido por el profesor Cea Egaña (1988) como “el conjunto de
principios y normas jurídicas que organizan la economía del país y
facultan a la autoridad para regularla en armonía con los valores de la
sociedad nacional formulados en la Constitución”

Siguiendo la línea del Maldonado (1995), “La acción de amparo fue creada con el
objeto de cautelar la garantía constitucional de la libertad económica que
consagra el artículo 19 de la Constitución Política en ambos incisos de su
número 21 (…) Del tenor literal claramente manifestado en el texto de la ley
18.971, aparece que el recurso ampara la garantía constitucional estableciendo
acción popular para denunciar todas las infracciones a dicha norma
constitucional, ya que no hace distinción entre sus dos incisos”.
En definitiva de todo lo señalado anteriormente podemos desprender para el
resguardo del derecho a desarrollar cualquier actividad económica contenido en
el Art 19 N°21 existen tres vías de protección, establecidas por el Legislador (las
2 primeras estudiadas en esta clase); una de ellas es el recurso de amparo
económico(regulado en la Ley Orgánica Constitucional Nº 18.971); la segunda es
el recurso de protección establecido en el artículo 20 de la Constitución Política
de la República y por último las acciones contempladas en el Decreto Nº 511 que
fijó el texto refundido, coordinado y sistematizado del Decreto Ley Nº 211 de
1973, las que fueron creadas por el legislador para proteger la libre competencia
(estas últimas no han sido analizadas por ser propiamente estudio de Derecho
Económico más que empresarial)

Ejemplos de criterios jurisprudenciales ¿Qué opinan nuestros tribunales?

“Que la ley 18.971 estableció el recurso especial de amparo, para denunciar las
infracciones al artículo 19 Nº 21, de la Constitución de la República de Chile, sin
hacer distinción alguna entre las diversas situaciones planteadas en ambos
incisos del señalado Nº 21; que (…) las argumentaciones vertidas por la recurrida
para concluir que el amparo económico sólo es procedente cuando se ha
producido una infracción al inciso segundo del artículo 19 Nº 21 de la Carta
Fundamental, no llevan al convencimiento de esta Corte que así deba resolverlo,
variando por lo demás con ello la jurisprudencia establecida por esta sala
especializada, cuando el resolvió el recurso de amparo económico Nº 24.513, el
28 de marzo último”.( Corte Suprema Rol 35.502-95)
En uno de sus fallos, la Sala Constitucional señala sobre el punto:
“Como puede apreciarse, esta acción es mucho más amplia que el
recurso de protección; así, la referencia al Nº 21 de la norma
constitucional tantas veces mencionada debe entenderse a todo su
contenido, ello porque la ley no distinguió respecto de los dos incisos que
contempla, es decir, tanto al derecho a desarrollar actividades económicas
como a la limitación impuesta al Estado para desarrollar actividades
empresariales, consistente esta última en la necesidad de una
autorización, otorgada al efecto por ley de quórum calificado”( Corte de
Apelaciones de Santiago, Rol 3899-94).

“No es congruente lo sostenido por la denunciada en su recurso de


apelación, en el sentido de que la presente acción sólo proceda en contra
de los actos realizados por el Estado o sus agentes. En efecto, de lo
expuesto en los fundamentos preliminares de este fallo, se colige que la
acción de amparo económico procede respecto de ambos incisos del
artículo 19 Nº 21 de la Constitución Política de la República” (Corte
Suprema, Rol Nº 646-06).
La misma Corte ha reiterado que:
“la posibilidad de efectuar denuncias al tenor del artículo único de la
aludida Ley Nº 18.971 abarca los dos incisos del artículo 19, número 21 de
la Carta Fundamental, porque éste así lo dispone en forma expresa
cuando señala lo que ya se adelantó, en orden a que: Cualquier persona
podrá denunciar las infracciones al artículo 19, número 21... Tratándose
de una norma de un tenor tan claro, no se divisa de qué manera podría
restringirse la denuncia y correspondiente indagación tan sólo a una de las
dos garantías que se protegen por el indicado precepto constitucional. En
efecto, no hay ninguna circunstancia que permita una interpretación
diferente, en orden a que ella estaría limitada únicamente al inciso
segundo de la norma de la Carta Fundamental, y cualquier otro
entendimiento carece de asidero jurídico y contraría el claro sentido de la
misma, que se desprende de su tenor literal, ya reproducido” (Corte
Suprema, Rol Nº 3496-03).
Por último, se ha indicado en cuanto al propósito del denuncio que:
“Lo que persigue la norma en cuestión es asegurar que la actividad
empresarial que puedan llevar a cabo los particulares se desarrolle con
libertad, exenta de trabas indebidas, esto es, se asegura el derecho a
desarrollar cualquier actividad económica dentro del plano empresarial”
(Corte Suprema, Rol 5856-04).
Conclusiones
Nuestra Constitución reconoce ciertos Derechos a los que les asegura su
protección por considerarlos fundamentales y los menciona en el Art.19.
En el artículo 19 Nº 21 se garantiza a todas las personas la libertad para
emprender cualquier actividad económica e igualmente fija los límites al Estado
Empresario.
El derecho a desarrollar cualquier actividad económica en los términos
planteados en la constitución se encuentra doblemente protegido: por el recurso
de protección consagrado en el Art. 20 de la Constitución y por la acción o
recurso de Amparo Económico. Este último se encuentra regulado en el artículo
único de la ley 18.971.
La infracción puede materializarse a través de cualquier forma, sea amenaza,
privación o perturbación del derecho.
Para ambas acciones o recursos se establece un plazo por el legislador, que
será de 30 días en el caso del recurso de protección y de 6 meses en el caso de
RAE.

El Estado solamente tiene permitido desarrollar actividades económicas de


manera subsidiaria a los particulares, esto es, cuando los particulares no puedan
o no quieran realizarlas y siempre que una ley de quórum calificado se lo permita
de manera expresa.
Bibliografía

▪ Beltrán, E. (2007). El recurso de amparo económico y su práctica


jurisprudencial. Estudios Constitucionales.
▪ Cea Egaña, José Luis. (1988). Tratado de la Constitución de 1980‖.
Santiago. Chile. Editorial Jurídica de Chile.
▪ Comercial Agropecuaria Menichetti con Banco del Estado. (1995). Corte
Apelaciones de Santiago, Rol 3899-94.
▪ Guzmán, S. (1999). Lionel: “Paralelo entre el recurso de protección y el
recurso de amparo económico”.
▪ Fernandois, A. (2000). “El orden público económico bajo la Constitución
de 1980”. Santiago. Chile. Ius Publicum.
▪ Jaederlund L. (1999). “El recurso de amparo económico, doctrina y
jurisprudencia”. Santiago. Chile. Librotecnia.
▪ Ley 18.971 publicada en 1990, biblioteca del congreso nacional. Chile.
▪ Maldonado, I. (1995). “Acción de amparo económico. Acerca del
recurrente y el recurrido”. Santiago. Chile. Gaceta Jurídica N° 182.

▪ Nogueira, H. (2010). “Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala


constitucional de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de
amparo económico”. Revista Ius et Praxis, Año 16, Nº 2. Universidad de
Talca - Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.
▪ Soto. E. (1999). La Actividad económica en la Constitución. Ius Publicum.
▪ Undurraga, M. (2008). “El recurso de amparo económico y su evolución a
través de la jurisprudencia, período 2003. Santiago. Chile. Universidad de
Chile. Facultad de derecho. Departamento de derecho público. Memoria
de grado. 2007”

.
Clase 5: Protección de la actividad del empresario: recursos de protección y de amparo económico

Vulneración a un El Derecho está contenido


Derecho en el Art. 19 de la
Constitución.

Plazo de 30 días
-. Cualquier persona que haya sufrido una desde la privación,
privación, perturbación o amenaza (P.P.A). perturbación o
-. Se interpone ante la Corte de amenaza.
Apelaciones del lugar en el que se incurrió
en la P.P.A.
-. Se debe presentar por escrito,
fundamentando las alegaciones. Interposición
del Recurso

Revisión del
recurso por la
RECURSO DE
corte
APELACIÓN
Estas alegaciones pueden
consistir en una acción o una
omisión que de lugar a la
Sentencia
P.P.A

Clase 5 | DER7007 | Derecho Empresarial


AUTO ACORDADO 94-2015- Sobre tramitación del recurso de protección.
Constitución política de la repÚblica-
Guía de Formación Cívica Biblioteca del Congreso Nacional de Chile

• Grupo de Trabajo sobre la utilización de mercenarios como medio de violar los


derechos humanos y obstaculizar el ejercicio del derecho de los pueblos a la libre
determinación (2005);
• Sobre las formas contemporáneas de esclavitud incluidas sus causas y consecuencias
(2007);
• De la esfera de los derechos culturales (2009);
• Sobre el derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas (2010);
• Sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo (2011)ç
• Sobre el disfrute de todos los derechos humanos de las personas por edad (2013);
• Sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el
disfrute de los derechos humanos (2014).

4. Persona natural y persona jurídica



34 La persona, jurídicamente hablando, es el sujeto de derechos y obligaciones, es decir, todo ser capaz de tener
derechos y contraer obligaciones. Para fines legales, el Código Civil distingue entre: (i) personas naturales (personas físicas o
seres humanos) y (ii) personas jurídicas (que corresponde a una ficción legal).

a) La persona natural
Corresponde a los hombres y mujeres, al ser humano. Es, por regla general, sinónimo de la palabra “persona”. Según
el artículo 55 del Código Civil, son personas:

“Todos los individuos de la especie humana, cualquiera que sea su edad, sexo, estirpe
o condición”.

Se distingue entre existencia natural y existencia legal de la persona. La primera alude a la criatura de la especie
humana concebida y no nacida, la cual es protegida por el Derecho. El artículo 19 Nº 1 de la Constitución dispone que “La
ley protege la vida del que está por nacer.”. Ejemplo de lo anterior son los artículos 75 inciso primero y 77 del Código Civil.
La existencia legal de la persona natural comienza al nacer y termina con la muerte (artículo 78 del Código Civil), entendida
como la cesación de las funciones naturales del individuo.

Biblioteca del Congreso Nacional de Chile Guía de Formación Cívica

Los requisitos para la existencia legal (artículo 74 del Código Civil) son:

• Que haya nacimiento.


• Que el niño sea separado completamente de su madre, es decir, que su cuerpo salga
íntegramente del vientre de su madre.
• Que la criatura haya sobrevivido a la separación un momento siquiera. El artículo
74 inciso segundo señala una serie de casos donde no se cumple este requisito. Con
todo, solo se requiere que la criatura manifieste vida por cualquier medio, sean so-
nidos, respiración, movimientos, etc., sin importar que sea sana, goce de buena salud
o tenga la aptitud para seguir viviendo por sí misma.

Estos requisitos son significativos en muchas instancias legales, como la herencia y la asignación de otros
derechos27.

Atributos de la personalidad: La personalidad es entendida como la aptitud para ser titular de derechos y
obligaciones, y, por atributo de personalidad, la cualidad que poseen los seres humanos y que los diferencian de los demás 35
seres, siendo esencial e inherente a cada persona. Los atributo de la personalidad no coinciden necesariamente con derechos
fundamentales, puesto que su principal finalidad es la individualización de la persona en la vida social y el tráfico comercial,
y así han sido concebidos por el Derecho Civil del siglo XIX. Solo con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, han sido
interpretados también a la luz de los derechos fundamentales, dando origen a la idea de “derechos de la personalidad” (Peña,
1996).
Los atributos de personalidad de las personas físicas o naturales son:

Nombre: denominación que individualiza a una persona en la vida social y jurídica. Está
formado por el nombre propio (“nombre de pila”) y el apellido (nombre patronímico o de
familia). El primero es determinado por los padres a su libre voluntad, sin embargo, el
apellido está ligado a la filiación y revela los orígenes del individuo.
El nombre de cada persona se inscribe en el Registro Civil e Identificación correspondiente,
por uno de los padres, dando origen a su partida de nacimiento. En algunos casos, el
nombre de pila se puede cambiar, previa autorización de un juez alegando menoscabo moral o material.

27 Es importante destacar que esto se refiere al derecho privado. En materia penal debe distinguirse la protección a la vida humana
dependiente y la independiente. La separación es marcada por el nacimiento. El sujeto no nacido es protegido por delitos como el aborto, que
castiga los atentados a la vida humana dependiente. Una vez nacido el sujeto, será sujeto pasivo de delitos como el homicidio (y aquellos que
corresponden al mismo género, como el parricidio, el infanticidio, o el femicidio, etc.).
Guía de Formación Cívica Biblioteca del Congreso Nacional de Chile

El sobrenombre que se usa para denominar a una persona no tiene valor jurídico, sin
embargo, el seudónimo sí se encuentra amparado por la Ley de Propiedad Intelectual.
El nombre hoy se concibe también como un derecho fundamental de la persona, especialmente
en la Convención sobre los Derechos del Niño (artículos 7.1 y 8.1) y en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 24.2).

Domicilio: lugar de permanencia del individuo. La ley lo define como “la residencia,
acompañada, real o presuntivamente, del ánimo de permanecer en ella” (artículo 59 del
Código Civil). Es un atributo de carácter libre y ayuda a la identificación de la persona.
Existen diversas distinciones relativas al domicilio:

Domicilio político y domicilio civil. El domicilio político se relaciona con el territorio


del Estado en general. El que lo tiene es miembro de la sociedad chilena, aunque sea
extranjero El domicilio civil es relativo a una parte determinada del territorio del Estado.
Domicilio convencional. Es el que fijan las personas para determinadas obligaciones
(artículo 69 del Código Civil), y el domicilio legal, que es determinado por la ley o una
36 persona para el ejercicio de sus derechos y cumplimiento de obligaciones. Por ejemplo,
los niños, niñas y adolescentes que viven bajo la patria potestad (de sus padres o
de uno de ellos) tienen el domicilio paterno o materno, según el caso (artículo 72).
Residencia. Lugar de hecho donde una persona habitualmente vive.

Habitación. Lugar donde el individuo tiene asiento ocasional y transitorio.


El domicilio electoral. Corresponde al domicilio “situado dentro de Chile, con el cual la
persona tiene un vínculo objetivo, sea porque reside habitual o temporalmente, ejerce su
profesión u oficio o desarrolla sus estudios en él. En el caso de los chilenos que residen
en el extranjero, dicho vínculo se considerará respecto del tiempo en que residieron en
Chile o de su lugar de nacimiento” (artículo 10 de la Ley Orgánica Constitucional sobre
Sistema de Inscripciones Electorales y Servicio Electoral).
El domicilio de una persona es importante legalmente porque, entre otras razones:
(1) fija para las personas el lugar donde habitualmente deben ejercer sus derechos y
cumplir sus obligaciones,
(2) determina el lugar donde se abre la sucesión hereditaria y la ley aplicable a ellas,
(3) en materia de justicia, entrega la competencia a los tribunales según el territorio,
(4) las inscripciones en el registro civil deben consignar el domicilio de quien
comparece, entre otros.

En el domicilio se revela que no todos los atributos de la personalidad se corresponden


Biblioteca del Congreso Nacional de Chile Guía de Formación Cívica

con derechos fundamentales (porque se trata más bien de un criterio de individualización).


Lo que sí existe es derecho a no sufrir injerencias arbitrarias en el domicilio y en
la vida privada (pero con un sentido diferente, entendiendo estos espacios protegidos
como una manifestación de la personalidad). Tampoco se corresponde exactamente con el
derecho a tener una vivienda (artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales).

Capacidad jurídica: en nuestro derecho se distinguen dos tipos de capacidad: la capacidad


de goce que consiste en la aptitud legal para adquirir derechos y obligaciones, y que es
consustancial a ser persona; y la capacidad de ejercicio, que consiste en la aptitud de
las personas humanas para obrar por sí mismas en la vida civil. En síntesis, la primera
se refiere a la aptitud que tienen las personas para ser sujetos pasivos o activos de
relaciones jurídicas y, la segunda, a la posibilidad que tiene esa persona concreta de
ejercer sus derechos y obligarse por sí mismo, sin la autorización de un tercero.

Como los derechos humanos derivan o se fundamentan en la idea de dignidad humana,


presuponen la idea de capacidad jurídica. Por esto, las referencias a la capacidad solo 37
se realizan cuando hay peligro o riesgo de que esta sea afectada, vulnerando derechos
humanos. Así, pueden verse: la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (artículo 15.2), la Convención sobre los Derechos del
Niño (artículo 29), o la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad (artículo 12).

Estado civil: calidad permanente que un individuo ocupa en la sociedad y que se deriva
de sus relaciones de familia (Manuel Somarriva). Corresponde a una situación particular
de las personas en relación, principalmente, con la institución del matrimonio (soltero,
casada, divorciado, viuda, etc.), con el parentesco (padre, madre, hijo, hermano, abuelo,
etc.) y, últimamente, con el Acuerdo de Unión Civil (que introduce el estado de conviviente
civil).

El estado civil tiene las siguientes características: toda persona tiene un estado civil,
uno e indivisible, atendiendo a su fuente (matrimonio o Acuerdo de Unión Civil) o bien
filiación (madre, hijo, abuelo), permanente (ya que no se pierde mientras no se obtenga
otro), de orden público y personalísimo, pues no puede transmitirse, transferirse o tran-
sarse, imprescriptible e irrenunciable.
Guía de Formación Cívica Biblioteca del Congreso Nacional de Chile

El estado civil puede derivar de la ley, de la voluntad de las partes (como en el


matrimonio o el Acuerdo de Unión Civil), o de una sentencia judicial (en el caso del
divorcio).

La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mu-


jer, afirma que toda mujer tiene igualdad de derechos respecto de sus hijos sin importar
su estado civil (artículo 16, letra d). En el mismo sentido, se reconoce un derecho la
protección de la familia, y a contraer matrimonio –en la medida que sea libre, volunta-
rio y a partir de una cierta edad–en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(artículo 16), en la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas
de Discriminación Racial (artículo 5, d, iv), el Pacto Internacional de Derechos Econó-
micos, Sociales y Culturales (artículo 10), en el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos (artículo 23), la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (artículos 11, 16, entre otros) y en la Convención sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad (artículo 23).

38 Nacionalidad: vínculo jurídico que une a una persona con un Estado determinado. Este
vínculo establece obligaciones y derechos tanto al sujeto como el Estado. La nacionalidad
es la que determina si una persona es nacional o extranjera, de allí se desprenderá
también su calidad de ciudadano o no. La nacionalidad por su importancia se encuentra en
la Constitución Política. Así, el Código Civil, desde 1855, remite a la Carta Fundamental:
“Son chilenos los que la Constitución declara tales”.
El artículo 10 de la Constitución dispone:

“Son chilenos:
1º.- Los nacidos en el territorio de Chile, con excepción de los hijos de extranjeros
que se encuentren en Chile en servicio de su Gobierno, y de los hijos de extranjeros
transeúntes, todos los que, sin embargo, podrán optar por la nacionalidad chilena;
2º.- Los hijos de padre o madre chilenos, nacidos en territorio extranjero. Con todo, se
requerirá que alguno de sus ascendientes en línea recta de primer o segundo grado, haya
adquirido la nacionalidad chilena en virtud de lo establecido en los números 1º, 3º ó 4º;
3º.- Los extranjeros que obtuvieren carta de nacionalización en conformidad a la ley,
4º.- Los que obtuvieren especial gracia de nacionalización por ley”.

La nacionalidad se considera un derecho fundamental y existe consenso en que debe


evitarse que las personas sean apátridas (literalmente, sin patria, sin nacionalidad). La
Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) entiende por “persona apátrida
Biblioteca del Congreso Nacional de Chile Guía de Formación Cívica

aquella que no es reconocida por ningún país como ciudadano. En efecto, muchos millones
de personas en el mundo están atrapadas en este limbo legal, disfrutando solamente de
un acceso mínimo a la protección legal o internacional o a derechos básicos tales como
salud y educación” (ACNUR, Apátridas).

Este derecho a la nacionalidad y a no ser privado arbitrariamente de ésta lo encontramos


en:
• La Declaración Universal de los Derechos Humanos (artículo 15);
• La Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de
• Discriminación Racial (artículo 5, d, iii);
• El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 24.3), );
• La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas
• de Discriminación contra la Mujer (artículo 9);
• La Convención sobre los Derechos de Niño (artículos 7 y 8);
• La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (artículo 18.1 letra a).
Además, se han establecido tratados internacionales para evitar la apatridia:
• La Convención sobre el Estatuto de los Apátridas (1954); y,
• La Convención para reducir los casos de Apatridia (1961). 39

Existen causales de pérdida de la nacionalidad. Así, el artículo 11 de la Constitución


indica:

“La nacionalidad chilena se pierde:


1º.- Por renuncia voluntaria manifestada ante autoridad chilena competente. Esta re-
nuncia sólo producirá efectos si la persona, previamente, se ha nacionalizado en país
extranjero;
2º.- Por decreto supremo, en caso de prestación de servicios durante una guerra exte-
rior a enemigos de Chile o de sus aliados;
3º.- Por cancelación de la carta de nacionalización, y
4º.- Por ley que revoque la nacionalización concedida por gracia.
Los que hubieren perdido la nacionalidad chilena por cualquiera de las causales esta-
blecidas en este artículo, sólo podrán ser rehabilitados por ley”.

Pese a que la nacionalidad debe ser una, se permite la doble nacionalidad. En


caso de que un acto o resolución de la autoridad administrativa prive a una persona de
su nacionalidad, procede la Acción de reclamación por pérdida o desconocimiento de la
nacionalidad. La ley en lo declarativo no reconoce diferencias entre el chileno y el
Guía de Formación Cívica Biblioteca del Congreso Nacional de Chile

extranjero en cuanto a la adquisición y goce de los derechos civiles que regla el Código
Civil, de acuerdo a su artículo 57.

Patrimonio: conjunto de derechos y obligaciones que son susceptibles de valorarse


económicamente (apreciación pecuniaria), en él no solo entran los derechos, los bienes y
los créditos (activos patrimoniales), sino también las deudas (o pasivos patrimoniales).
Es posible que considerados todos sus elementos el pasivo sea mayor que el activo (por
ejemplo, teniendo bienes por 50 y deudas por 100), o que una persona tenga muchos bienes
y ninguna deuda. Todos ellos tienen, igualmente, el derecho al patrimonio28.

b) La persona jurídica
El Código Civil la define como “una persona ficticia, capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de
ser representada judicial y extrajudicialmente” (artículo 545).
Como hemos visto, la asociatividad es un rasgo de las personas naturales, quienes se unen con otras con miras
a progresar, lograr fines específicos y aspirar al bien común. Así, el Derecho permite que un conjunto de personas puedan
40 formar un ente distinto de ellas mismas, que adquiere su propia individualidad, capaz de ejercer derechos y contraer
obligaciones, llamado persona jurídica o moral.
El requisito para la creación de una persona jurídica es que surja como una entidad independiente y distinta de los
miembros individuales que la forman y que a esta entidad le sean reconocidos por el Estado sus derechos y obligaciones.
Entre las tipologías encontramos:
• Personas jurídicas de derecho internacional: los Estados, y las organizaciones
internacionales.
• Personas jurídicas de derecho público: el Estado, los Gobiernos Regionales, las
municipalidades, las iglesias reconocidas, entre otros.
• Personas jurídicas de derecho privado: aquellas que dependen de la iniciativa
particular, siendo de dos tipos:
a. Las que persiguen fines de lucro, llamadas “sociedades civiles y comerciales”.
b. Las que no persiguen ganancias o sin fines de lucro, como las corporaciones o
asociaciones y las fundaciones.

28 En los tratados en general, el patrimonio, tal como la capacidad, son presupuestos de la personalidad, por lo que la palabra se emplea
como sinónimo de “propiedad”. Este último derecho sí se encuentra protegido expresamente contra privaciones arbitrarias en: la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (artículo 17), la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer
(artículo 16, 1, h), la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares
(artículo 15).
Biblioteca del Congreso Nacional de Chile Guía de Formación Cívica

Las corporaciones son personas jurídicas formadas por una reunión de personas asociadas
para conseguir la realización de un fin o interés común.
Las fundaciones realizan su finalidad mediante la afectación de bienes a un fin deter-
minado de interés general.
Ambas tienen en común la persecución de fines lícitos, no lucrativos y determinados, así como
la autorización del poder público. La diferencia radica en que la reunión de personas determina
a la corporación, y en ésta la existencia de bienes no es imprescindible, como sí lo es respecto
de las fundaciones. Cabe de que hay personas jurídicas que participan de uno y otro carácter.
La formación de las personas jurídicas sin fines de lucro estuvo regulada por el Código
Civil desde 1855, pero con una profunda desconfianza. El liberalismo del siglo XIX des-
confiaba de estas agrupaciones benéficas o altruistas, porque podían ser antiguos resa-
bios de las corporaciones o gremios medievales. Así las cosas, existía un procedimiento
muy engorroso de constitución, el cual pasaba incluso por la aprobación del Presidente
de la República. Sin embargo, esta materia fue objeto de una importante reforma, la Ley
Nº 20.500 de 2011, que entró a regir en febrero de 2012, flexibilizando enormemente la
forma de constituir corporaciones y fundaciones.

41
Atributos de la personalidad de las personas jurídicas

• Nombre: denominación con la cual se distinguen las personas morales. Normalmente


corresponde a la razón social en el caso de las sociedades civiles. Este debe figurar
en los estatutos.
• Domicilio: corresponde al lugar donde la persona jurídica tiene la administración de su
sociedad o su sede. Este debe figurar en los estatutos.
• Nacionalidad: en general, corresponde al país que la autorizó o bien, al de su casa
matriz o sede social. Se encuentra regulada por el ordenamiento jurídico.
• Patrimonio: recursos o medios que les permiten a las sociedades realizar sus fines,
sin los cuales no podrían desarrollar sus funciones. Este patrimonio de las personas
jurídicas es distinto del patrimonio de las personas naturales que la conformaron. Hay,
con todo, una diferencia con las personas naturales. El patrimonio puede ser un atributo
indispensable para la subsistencia de la persona, por ejemplo, es una causal especial
de disolución para las fundaciones.
• Capacidad: poder ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser representadas
judicial y extrajudicialmente. Esta capacidad está restringida a los derechos patrimoniales
(derechos extra patrimoniales, como los de familia, son incompatibles con las personas
jurídicas).
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Las personas jurídicas no poseen estado civil, ya que este está relacionado con atributos extra patrimoniales.

Históricamente, las personas jurídicas (con y sin fines de lucro) han podido ser res-
ponsables civil y administrativamente, pero no criminalmente, bajo el tradicional dogma
”societas delinquere non potest” (las sociedades no pueden delinquir). Sin embargo, pro-
ducto de la incorporación de Chile a la OCDE, se introdujo la responsabilidad penal de
las personas jurídicas, por medio de la Ley Nº 20.393, como forma de cumplir compromisos
internacionales (Hernández, 2010). Esta ley se aplica tanto a personas jurídicas de dere-
cho privado, así como a las empresas del Estado (artículo 2º, sin distinción de tamaño.
La ley, en su artículo 1º, contempla un catálogo reducido de tipos penales, que son:

a) Lavado de dinero (contemplado en el artículo 27 de la Ley Nº 19.913, que crea la Unidad


de Análisis Financiero).

b) Financiamiento del terrorismo (artículo 8º de la Ley Nº 18.314, sobre conductas te-


rroristas).
42
c) Soborno o cohecho activo tanto de empleados públicos nacionales (artículo 250 del
Código Penal), como de funcionario público extranjero (artículo 251 bis del mismo cuerpo
legal).
Revista Ius et Praxis, Año 16, Nº 2, 2010, pp. 415 - 442
ISSN 0717 - 2877
Universidad de Talca - Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
“Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico”
Humberto Nogueira Alcalá

Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la


sala constitucional de la Excma. Corte Suprema de
justicia sobre el recurso de amparo económico*

Humberto Nogueira Alcalá**

I. Introducción
Desde su entrada en vigencia, en el ámbito de los tribunales se discutió si el
Recurso de Amparo Económico (RAE) procedía para denunciar las infracciones
cometidas respecto de cualquiera de los dos incisos del artículo 19 N° 21 de
la Carta Fundamental, o si era procedente sólo para denunciar infracciones al
inciso segundo de dicho precepto constitucional.
En una primera etapa, las Cortes consideraron que este recurso sólo garan-
tizaba el inciso 2° del artículo 19 N° 21, dándole un alcance restringido, para
este enfoque el RAE procedía únicamente en aquellos casos en que el Estado
intervenía en la economía, infringiendo las normas contenidas en el inciso
segundo del artículo 19 Nº 21 de la Constitución, pudiendo ser sujeto pasivo
del recurso solamente el Estado.
Sin embargo, en 1992, a poco más de dos años de la entrada en vigencia de
la Ley Nº 18.971, se produjo un “giro” o cambio jurisprudencial, abandonando
nuestras Cortes el criterio restrictivo que había imperado acerca del ámbito de
procedencia del RAE. Así desde el conocido fallo “Pullinque con Endesa” en
adelante, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema de Justicia comenzaron
a sostener, invariablemente, que el RAE procedía para denunciar las infracciones
cometidas a cualquiera de los dos incisos del artículo 19 Nº 21 de la Constitu-
ción, línea jurisprudencial mantenida hasta marzo de 2009.
En la sentencia “Pullinque contra Endesa”, la Corte precisó:
“Que el artículo único de la Ley N° 18.971 consagra una acción especial
destinada a cautelar la libertad económica señalando que cualquier persona

* Colaboración recibida el 21 de julio y aprobada el 5 de octubre de 2010.


** Doctor en Derecho; Profesor Titular de Derecho Constitucional y Director Centro de Estudios Cons-
titucionales de Chile, Universidad de Talca, Campus Santiago; Vicepresidente Instituto Iberoamericano
de Derecho Procesal Constitucional; Presidente de la Asociación Chilena de Derecho Constitucional;
Miembro de la Academia Internacional de Derecho Comparado; Miembro del Consejo Directivo de
la Academia Judicial. Correo electrónico: nogueira@utalca.cl.

Revista Ius et Praxis, Año 16, Nº 2 415


2010, pp. 415 - 442

Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

podrá denunciar las infracciones al artículo 19 Nº 21 de la Constitución Polí-


tica de la República de Chile ante la Corte de Apelaciones respectiva, la que
conocerá en primera instancia, debiendo investigar la infracción denunciada y
dar curso progresivo a los autos hasta el fallo;
“Que, a su vez, el Nº 21 del artículo 19 de la Constitución asegura a todas
las personas el derecho a desarrollar cualquier actividad económica que no
sea contraria a la moral, orden público o la seguridad nacional, respetando las
normas legales que la regulen, lo que significa que todas las personas tienen
el derecho de que se trata, libremente, personalmente o en sociedad, organi-
zada en empresas, en cooperativas o en cualquier otra forma de asociación
lícita, con el único requisito de respetar las normas que regulan la respectiva
actividad y con las limitaciones ya indicadas; y la obligación de no atentar en
contra de esta garantía no sólo se extiende al legislador, al Estado y a toda otra
autoridad, sino también a los otros particulares que actúen en el ámbito de la
economía nacional. Una persona, natural o jurídica, que desarrolla una activi-
dad económica dentro de la ley, sólo puede salir de ella voluntariamente o por
ineficiencia empresarial que la lleve al cierre o a la quiebra. Pero es contrario
a esta libertad, y la vulnera, el empleo por otros empresarios de arbitrios, como
pactos, acuerdos, acciones y toda clase de operaciones que tengan por objeto
o den o puedan dar como resultado dejar al margen de la vida de los negocios
a quien esté cumpliendo legalmente una tarea en la economía del país”1.
A comienzos de este año 2009, nadie habría pensado en cuestionar la plena
vigencia del criterio jurisprudencial en comento, el cual era un punto pacífico,
en cuanto se podía, a través del recurso de amparo económico, denunciar in-
fracciones a cualquiera de los dos incisos del artículo 19 Nº 21.
La doctrina expresada en artículos es conteste en que el recurso de amparo
económico rige para ambos incisos del artículo 19 Nº 21, entre ellos puede
citarse a Cea Egaña, que precisa que el recurso protege tanto el inciso 1º como
el 2º del artículo 19 Nº 242, Evans de la Cuadra3, Errázuriz4, Navarro Beltrán5. En

1
Sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, “Empresa Hidroeléctrica Pullinque S.A. contra
Empresa Nacional de Electricidad S.A. Endesa”, de 19 de marzo de 1992, considerandos 3º y 4º.
2
Cea Egaña, José Luis, Derecho Constitucional Chileno, Tomo II: Derechos, deberes y garantías. Edi-
ciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 2004, p. 496.
3
Evans de la Cuadra, Enrique, Derechos Constitucionales, 2ª Edición, Tomo III, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago, 1999.
4
Errázuriz, Juan Manuel, “Recurso de Amparo Económico ante la jurisprudencia: ¿carácter declarativo?”,
Revista de Derecho, Universidad Finis Terrae Año VI Nº 6, 2002, p. 446.
5
Navarro Beltrán, Enrique, “El recurso de amparo económico y su práctica jurisprudencial”, Revista
Estudios Constitucionales Año 5 Nº 2, Centro de Estudios Constitucionales de Chile, 2005, p. 117.
Navarro, Enrique, “Protección y amparo de la libertad económica (notas sobre su surgimiento, declinar

416 Revista Ius et Praxis, Año 16, Nº 2


2010, pp. 415 - 442
Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

el sentido que solamente garantiza el artículo 19 Nº 21, inciso 2º puede citarse


a Aróstica, quien expresa que el recurso de amparo económico, “(…) su espe-
cificidad radica, precisamente, en abrir una vía judicial efectiva que posibilite
a las personas, individualmente o en asociación, denunciar las infracciones a
la norma específica contenida en el inciso 2º del artículo 19 Nº 21 de la Carta
Fundamental, cometidas por el Estado en cuanto empresario, en cualquiera de
sus manifestaciones (…)”6.
El profesor Evans de la Cuadra sostiene en su obra que la acción de am-
paro económico es “perfectamente compatible con el recurso de protección
y pueden interponerse conjunta y sucesivamente. Ambas cautelan la liber-
tad económica; pero ellas pueden tener actores diferentes, dado que la Ley
Nº 18.971 es una acción popular y en la protección actúa sólo el que sufre
privación, perturbación o amenaza por actos u omisiones ilegales o arbitrarias,
lo que no exige la ley citada”7. En la misma línea se pronunció el profesor
Eduardo Soto8.
La Corte Suprema de Justicia en su jurisprudencia precisaba que:
“La acción de amparo fue creada con el objeto de cautelar la garantía
constitucional de la libertad económica que consagra el artículo 19 de la
Constitución Política en ambos incisos de su número 21 (…) Del tenor literal
claramente manifestado por el texto de la Ley Nº 18.971, aparece que el
recurso ampara la garantía constitucional estableciendo acción popular para
denunciar todas las infracciones a dicha norma constitucional, ya que no hace
distinciones entre sus dos incisos”9.
En el mismo sentido, la Corte Suprema de Justicia disponía que la:
“Ley Nº 18.971 estableció el recurso especial de amparo, para denunciar
las infracciones al artículo 19 Nº 21 de la Constitución Política de la República
de Chile, sin hacer distinción alguna entre las diversas situaciones planteadas
en ambos incisos del señalado Nº 21;
Que frente a lo expresado en el considerando anterior, las argumentaciones
vertidas por la recurrida para concluir que el amparo económico sólo es proce-
dente cuando se ha producido una infracción al inciso segundo del artículo 19

y resurgimiento en Chile e Hispanoamérica”, Revista de Derecho de la Universidad Finis Terrae Año


II Nº 2, 1998, p. 91.
6
Aróstica Maldonado, Iván, “Acción de amparo económico acerca del recurrente y el recurrido”,
Revista Gaceta Jurídica Nº 181, 1995, p. 14.
7
Evans, Los Derechos, cit. nota n. 3, p. 150.
8
Soto Kloss, Eduardo (comentario), Revista de Derecho y Jurisprudencia Nº 91, 1994, sección 5ª,
pp. 209-210.
9
Sentencia de Corte Suprema de Justicia, Rol 3.899-94, Comercial Agropecuaria Menichetti con Banco
del Estado”, de 26 de enero de 1995, Revista Gaceta Jurídica Nº 177, 1995, p. 20.

Revista Ius et Praxis, Año 16, Nº 2 417


2010, pp. 415 - 442

Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

Nº 211 de la Carta Fundamental no llevan al convencimiento de esta Corte en


cuanto que así deba resolverlo, variando por lo demás con ello la jurisprudencia
establecida por esta sala especializada, cuando resolvió el recurso de amparo
económico Nº 24.513, de 28 de marzo último”10.
La Corte Suprema a través de su Sala Constitucional se refería a la compa-
tibilidad del recurso de amparo económico con el recurso de protección, en
los siguientes términos:
“(…) Que no obstante que la garantía constitucional en comento se encuen-
tra amparada por el recurso de protección, nada obsta a que también se halle
resguardada por el recurso de amparo económico, puesto que ambas acciones
son perfectamente compatibles y pueden interponerse conjunta y simultánea-
mente. Ambas cautelan la libertad económica; pero ellas pueden tener efectos
diferentes, ya que la contemplada en la Ley Nº 18.971 es una acción popular
y en la protección, en cambio sólo actúa el que sufre privación, perturbación
o amenaza por actos u omisiones ilegales o arbitrarios, lo que no exige la ley
ya mencionada. Y finalmente, no puede olvidarse que el amparo económico se
dirige en contra de la infracción a la garantía constitucional ya mencionada, en
cambio el recurso de protección se interpone en contra de actos u omisiones
ilegales o arbitrarios a causa de los cuales el actor sufre privación, perturbación
o amenaza en el legítimo ejercicio de sus derechos y garantías constitucionales,
de lo cual se desprende que esta última acción constitucional es mucho más
estricta.
Que la parte final del inciso 1º del artículo 20 de la Constitución Política
de la República establece que el ejercicio de la acción de protección es sin
perjuicio de los demás derechos que pueda hacer valer la autoridad o los tri-
bunales correspondientes, lo que abunda las consideraciones anteriores y hace
que ambas acciones sean perfectamente compatibles”11.

II. La inflexión jurisprudencial de la línea jurisprudencial de la sala


constitucional de la Excma. Corte Suprema de Justicia:
interpretación restrictiva del amparo económico en torno
al derecho fundamental protegido

Sin embargo, en forma intempestiva, con fecha 1º de abril de 2009, en el


caso Sergio Luis González Illanes con I. Municipalidad de Santiago, la Corte
Suprema dictó un fallo en el que, “reinterpretando” el sentido y alcance de la
Ley Nº 18.971, modificando drásticamente la línea jurisprudencial hasta enton-

10
Sentencia de Corte Suprema de Justicia, Rol 35.502-95, de fecha 10 de enero de 1996, Revista
Gaceta Jurídica Nº 187, 1996, p. 49.
11
Sentencia de Corte Suprema de Justicia, Rol 2837-98, de 3 de septiembre de 1998.

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Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

ces sostenida, donde concluyó que, en realidad, el RAE únicamente procede


cuando se ha infringido por parte del Estado la garantía del inciso segundo del
artículo 19 Nº 21. Así se modifica drásticamente la línea jurisprudencial soste-
nida durante diecisiete años12.
Los argumentos dados en dicho fallo para modificar la línea jurisprudencial
de la Corte Suprema sobre la materia son los siguientes:
“Tercero: Que la cuestión que se ha planteado en estos antecedentes ofre-
ce una oportunidad propicia para reexaminar el tema concerniente al sentido
y alcance que corresponde reconocerle al instituto jurisdiccional previsto en
la mencionada Ley Nº 18.971: si constituye como, en general, se ha venido
sosteniendo en estos últimos años, un instrumento idóneo para conocer por
su intermedio de las denuncias por infracciones a la garantía contemplada en
ambos incisos del aludido artículo 19 Nº 21 de la Constitución Política; o si, por
el contrario, según también se ha propugnado, su uso queda constreñido como
medio destinado a entender de las vulneraciones a la garantía de la libertad
económica provenientes de la actividad empresarial del Estado a que se refiere
el inciso 2º de ese precepto constitucional;
Quinto: Que la proposición enunciada en el basamento tercero hace ne-
cesario inquirir acerca del alcance que cabe asignar a lo preceptuado en la
norma que se viene de transcribir, la cual, si bien denota claridad en su tenor
literal, no ocurre lo mismo con su sentido, que resulta ambiguo en cuanto a la
finalidad que tuvo en vista el legislador al establecer la situación que ha dado
pábulo a la divergencia de opiniones sustentadas sobre el punto a que se hizo
referencia precedentemente;
Sexto: Que en pos de una conclusión correcta en torno a esta materia,
obligadamente ha de acudirse a otros principios de interpretación más allá del
elemento gramatical, entre aquellos comprendidos en las reglas de hermenéu-
tica que contempla el párrafo 4º del Título Preliminar del Código Civil, como
el lógico-histórico, que busca descubrir la intención o espíritu de la ley en la
historia fidedigna de su establecimiento (artículo 19 inciso 2º) y el elemento
sistemático, por el que se pretende alcanzar el mismo objetivo en la unidad o

12
Otros fallos con la mismas consideraciones “Celcon S.A. con Instituto Nacional de Normalización”, Rol
1.188-09, Ministros Sres. Oyarzún, Carreño, Pierry, Brito y A.I. Sr. Ruiz P., con prevención del Sr. Brito;
“Rojas Alarcón, Claudio con Ministerio Público”, Rol 739-09, Ministros Sres. Oyarzún, Carreño, Pierry,
Araneda y Brito, con prevención de este último y voto en contra de la Sra. Araneda; “Felipe González
Wodehouse con Municipalidad de Antuco”, Rol 2.537-09, Ministros Sres. Oyarzún, Carreño, Araneda
y A.I. Sres. Chaigneau y Ruiz P., con prevención del Sr. Brito; “Elementos Industriales y Tecnológicos
Limitada con Inspección Provincial de Trabajo de Calama”, Rol 6.125-09, Ministros Sres. Oyarzún,
Dolmetsch, Carreño, Araneda y A.I. Sr. Ruiz P., con voto en contra de la Sra. Araneda; “Agrícola Magalys
Werner con Juez del 2° Juzgado de Osorno y otro”, Rol 1.655-09, Ministros Sres. Oyarzún, Carreño,
Araneda, Brito y A.I. Sr. Gorziglia, con la disidencia de la Sra. Araneda y prevención del Sr. Brito.

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Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

conexión que las diversas instituciones guardan en el conjunto del ordenamiento


jurídico (artículo 22);
Séptimo: Que el enfoque histórico de la norma en estudio hace indispensable
considerar el proyecto de ley remitido por el Presidente de la República a la
Junta de Gobierno –órgano legislativo de la época– con fecha 7 de septiembre
de 1989, bajo el rótulo ‘Regula la Actividad y Participación Productiva del Es-
tado y sus Organismos’.
En el Mensaje con que se acompañó dicho proyecto se enunciaban como
postulados esenciales del mismo los que propiciaban la iniciativa particular
en la actividad económica y la excepcionalidad de la intervención en ella por
parte del Estado empresario, consignándose en semejante contexto tres clases
de normas unas, de carácter general, aplicables a toda legislación relativa a la
actividad empresarial del Estado o en que a éste le quepa participación; otras,
en que se fija el ámbito dentro del cual el Estado desarrollará actividades de
ese tipo; y una, en particular, donde se establece un recurso jurisdiccional para
hacer efectiva la garantía constitucional de la libertad económica;
Octavo: Que la frase con que finaliza el considerando anterior, permite in-
ferir que con el recurso jurisdiccional a que ella alude se propende a amparar
la garantía constitucional de la libertad económica frente al Estado empresario,
cuando éste, transgrediendo un principio de la esencia del Orden Público Eco-
nómico Nacional, como lo es el de la subsidiariedad, interviene en el campo
económico no acatando las limitaciones contempladas en el antes citado artículo
19 Nº 21 inciso 2º de la Carta Fundamental, ya sea por desarrollar esa actividad
sin autorización de una ley de quórum calificado o sin sujetarse a la legislación
común aplicable en dicho ámbito a los particulares;
Noveno: Que siguiendo la esbozada línea de razonamiento, cabe apuntar
que de los seis artículos de que se componía el proyecto en comento, sólo dos
de ellos se concretaron en leyes, ambas publicadas en el Diario Oficial del 10 de
marzo de 1990. Uno fue el artículo 5º, que pasó a constituir la Ley Nº 18.965,
donde se establece la obligación del Estado en orden a vender en el plazo de
un año los derechos que tuviere en sociedades respecto de materias ajenas al
objeto para el cual se encontrara autorizado a participar o que excedieron la
autorización legal respectiva.
El otro artículo del proyecto que alcanzó consagración normativa –y que
interesa al presente análisis– fue el número 6, que se tradujo, con alguna mo-
dificación de menor entidad, en la Ley Nº 18.971 cuyo texto se transcribió
anteriormente;
Décimo: Que las reflexiones que se vienen de desarrollar, especialmente las
que se contienen en el considerando octavo, permiten inferir que el legislador
de la Ley Nº 18.971 instituyó un mecanismo de tutela jurisdiccional destinado
a amparar a los particulares en su derecho a la libertad económica cuando

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Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

ella resulte afectada por la actividad del Estado llevada a efecto con infracción
a las regulaciones que sobre la materia se establecen en el artículo 19 Nº 21
inciso 2º de la Constitución Política; determinación que, de seguro, obedeció
al convencimiento de quienes propiciaron el establecimiento de dicho cuerpo
normativo en orden a que el recurso de protección contemplado en el artículo
20 de la misma Carta carecía de la aptitud requerida para constituir un resguardo
con la eficacia suficiente respecto de la intangibilidad que debe ostentar dicha
garantía esencial;
Decimoprimero: Que a la misma conclusión se arriba interpretando siste-
máticamente la Ley Nº 18.971 y el artículo 20 de la Constitución Política de
la República.
Mientras este último precepto, en efecto, establece una acción –el llamado
recurso de protección– a favor de quien, como consecuencia de acciones u
omisiones ilegales o arbitrarias de terceros, sufra privación, perturbación o ame-
naza en el legítimo ejercicio de determinados derechos o garantías esenciales
–entre las que se incluye la señalada en el artículo 19 Nº 21 de la Carta–, el
artículo único de la Ley Nº 18.971, en que se regula el denominado amparo
económico, prescribe que cualquiera persona puede denunciar las infracciones
al recién aludido artículo 19 Nº 21, sin que el actor necesite tener interés actual
en los hechos a que se refiere la denuncia.
Crea así la Ley Nº 18.971 una acción popular, que trasunta el designio del
legislador en orden a amparar por su intermedio el derecho a la libertad eco-
nómica no en cuanto a transgresiones a la misma que afecten en general a los
individuos particulares en su interés personal, sino cuando tales vulneraciones
provengan de la actividad empresarial del Estado quebrantando las normas de
Orden Público Económico consagradas en el tantas veces mencionado artículo
19 Nº 21 inciso 2º de la Constitución Política.
La generación de un instrumento jurídico específico en defensa de esta
garantía, sin duda, se hizo patente para el legislador –según antes se hizo no-
tar– frente a la insuficiente eficacia del recurso de protección para asumir ese
rol en diversos aspectos, tales como la explicable falta de motivación de las
personas, individualmente consideradas, para deducir un recurso de protección
en resguardo del derecho a la libertad económica como un derecho de carácter
general, al no sentirse afectadas en un derecho subjetivo que les concierna en
lo particular;
Decimosegundo: Que, por otra parte, existen fundadas razones que condu-
cen a descartar el amparo económico como instrumento idóneo para dispensar
protección al derecho a desarrollar una actividad económica lícita contemplada
en el artículo 19 Nº 21 inciso 1º de la Carta Fundamental.
La primera de ellas estriba en la imposibilidad de estimar como criterio
racional que una persona directamente afectada por la vulneración de dicha

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Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

garantía constitucional disponga –conforme a lo establecido en el Auto Acordado


de esta Corte que regula su tramitación y fallo – de treinta días para deducir el
recurso de protección, en tanto que un tercero sin interés actual alguno en la
materia, según lo prescribe la Ley Nº 18.971, cuente para ello con un plazo
de seis meses.
Enseguida, el diseño con que el referido cuerpo legal reguló el amparo
económico impide considerarlo como un remedio eficaz disponible a favor de
un particular para la salvaguarda de la garantía en referencia, desde que no se
entregó al órgano jurisdiccional la facultad de adoptar providencias cautelares
prontas e inmediatas para brindar resguardo al afectado, como sí se establecen
en el artículo 20 de la Constitución Política tratándose del recurso de protec-
ción.
Cabe tener presente a este respecto que el proyecto anteriormente menciona-
do, que dio origen a la Ley Nº 18.971, en el inciso 5º de su artículo 6º disponía:
’La Corte, adoptará de inmediato las providencias que juzgue necesarias para
restablecer el imperio del derecho e impedir que se consumen o mantengan
las infracciones denunciadas‘.
Esta parte del proyecto, de clara finalidad cautelar, no se incorporó en
definitiva al texto de dicha ley, que recogió sustancialmente el contenido del
artículo 6º de dicha iniciativa.
De esta manera, según consta de su texto –transcrito con anterioridad– la Ley
Nº 18.971 únicamente permite al órgano jurisdiccional encargado de conocer
las denuncias a que ella se refiere declarar en su fallo –si existe mérito para
ello– la existencia de la infracción a la norma constitucional;
Decimotercero: Que las razones de que se ha hecho acopio a lo largo del
presente fallo en torno a la proposición formulada en su considerando tercero
resultan aptas para producir en estos sentenciadores el suficiente grado de
convencimiento en orden a la inidoneidad del llamado recurso de amparo
económico para salvaguardar la garantía fundamental reconocida en el artículo
19 Nº 21 inciso 1º de la Carta Fundamental.
Siendo ello así, la circunstancia que la persona afectada en el legítimo
ejercicio del mencionado derecho pueda plantear semejante acción al permitír-
selo el inciso 1º del artículo 20 de la Constitución Política en su parte final (en
cuanto allí se dispone que la formulación del recurso de protección no obsta a
invocar los demás derechos que se puedan hacer valer ante la autoridad o los
tribunales correspondientes); a lo que cabe sumar el hecho que, frente a una
denuncia presentada en el sentido señalado, el Tribunal respectivo no podría
excusarse, de darle tramitación sin incurrir en vulneración a lo preceptuado en
el artículo 10 inciso 2º del Código Orgánico de Tribunales, no significa que,
en definitiva, mediante dicha vía procesal específica la persona afectada que-
de en condiciones de ver satisfecha su pretensión de cautela de la garantía en

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Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

comento; amparo que sí puede proporcionarle de manera pronta, ágil y eficaz


la acción –o recurso– de protección instituida en el tantas veces citado artículo
20 de la Carta Fundamental;
Decimocuarto: Que el recurso de amparo económico deducido en autos
no puede, por ende, prosperar.
Y de conformidad con lo dispuesto en la Ley Nº 18.971 de 1990, se revoca
la sentencia consultada de nueve de diciembre de dos mil ocho, escrita a fojas
62 y siguientes, en cuanto por su resuelvo b) acogió parcialmente el recurso de
amparo económico formulado por don Sergio Luis González Illanes y, en su
lugar, se declara que dicho recurso queda rechazado”.
Esta sentencia, como todas las que se han dictado con posterioridad, cuenta
con el voto disidente de la Ministra Sonia Araneda Briones, la cual mantiene
la línea jurisprudencial anterior a esta modificación de 2009, señalando en tal
disidencia que:
“Primero: Que el artículo único de la Ley Nº 18.971, bajo el título de: ’Es-
tablece recurso especial que indica’, ha creado el comúnmente denominado
’recurso de amparo económico‘, acción que deriva su apelativo del procedi-
miento aplicable a su tramitación;
Segundo: Que el inciso primero de dicho precepto –ya citado– prescribe
que: ‘Cualquier persona podrá denunciar las infracciones al artículo 19, núme-
ro 21, de la Constitución Política de la República de Chile’; su inciso segundo
dispone que el actor no necesita tener interés en los hechos denunciados y, el
tercero, fija el plazo en que se debe interponer –seis meses contados desde que
se hubiere producido la infracción–.
Los dos incisos finales se refieren, el primero, al recurso de apelación, y
el último, a la responsabilidad por los perjuicios causados, si ‘se estableciere
fundadamente que la denuncia carece de toda base’;
Tercero: Que, como se advierte de lo ya señalado, el recurso o acción de
que se trata tiene por finalidad que un Tribunal de justicia compruebe la exis-
tencia de la infracción denunciada a la garantía constitucional del número 21
del artículo 19 de la Carta Fundamental, precepto que presenta dos aspectos. El
primero, consistente en el ’derecho a desarrollar cualquiera actividad económica
que no sea contraria a la moral, al orden público o a la seguridad nacional,
respetando las normas legales que la regulen‘; y el segundo, conforme al inciso
2º de esa norma, que el Estado y sus organismos pueden desarrollar activida-
des empresariales o participar en ellas, sólo si una ley de quórum calificado lo
autoriza, inciso que, también, dispone que tales actividades estarán sometidas
a la legislación común aplicable a los particulares;
Cuarto: Que es evidente que el legislador, al establecer el amparo eco-
nómico en el artículo único de la Ley Nº 18.971, no hizo distingo alguno en
cuanto al ámbito de su aplicación. Esta garantía constitucional –a la que se le

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Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

ha llamado de libre iniciativa o de libertad de empresa– es de contenido vasto,


ya que comprende la libre iniciativa y la prosecución indefinida de cualquier
actividad económica, sea productiva, comercial, de intercambio o de servicio,
habiendo sido introducida por el Constituyente de 1980 con especial énfasis y
estudio, según consta de la historia fidedigna del precepto.
En la sesión 338 de la comisión de estudios de la nueva Constitución, se
advierte esta amplitud. En efecto, en estas actas oficiales el señor Guzmán (...)
considera válida la proposición del señor Bertelsen en cuanto a incorporar en el
capítulo de las garantías constitucionales un precepto que posibilite emprender
cualquier actividad económica en el campo empresarial, íntimamente vinculado
al derecho de propiedad privada sobre toda clase de bienes, con las excepciones
que se señalan. (...). El señor Guzmán propicia, no obstante la distinción entre
las formas individual y asociada, incluir en el artículo la palabra empresa que,
a su juicio, tipificaría de manera muy nítida a que esta garantía como diferente
de la relativa de la libertad de trabajo. (...). El señor Carmona aduce que la
expresión actividad económica es muy amplia, de manera que comprende
la libertad de formar todo tipo de empresas. El señor Guzmán señala que su
propósito tal vez podría obtenerse con una redacción que dijese: la libertad
para desarrollar cualquier actividad económica, ya sea en forma individual o
asociada, y a través de cualquier tipo –género– de empresas (...). En síntesis, la
primera parte de la disposición queda aprobada en los siguientes términos: la
libertad para desarrollar cualquier actividad económica sea en forma individual
o asociada...
Quinto: Que, por otra parte, no debe obviarse que la doctrina constitucional
también se encuentra conteste al respecto. Sobre esta garantía –cuya protección
se ampara por un recurso como el de la especie– se ha dicho que ’si la Constitu-
ción asegura a todas las personas el derecho a desarrollar libremente cualquier
actividad económica, personalmente o en sociedad, organizadas en empresas, en
cooperativas o en cualquier otra forma de asociación lícita, con el único requisito
de respetar las normas que regulan la respectiva actividad (...) la obligación de
no atentar en contra de la garantía no sólo se extiende al legislador, al Estado
y a toda autoridad, sino también a otros particulares que actúan en el ámbito
de la economía nacional. Una persona, natural o jurídica, que desarrolla una
actividad económica dentro de la ley, sólo puede salir de ella voluntariamente o
por ineficiencia empresarial que la lleva al cierre o a la quiebra. Pero es contraria
a esta libertad, y la vulnera, el empleo por otros empresarios de arbitrios, como
pactos, acuerdos, acciones y toda clase de operaciones que tengan por objeto
o den o puedan dar como resultado dejar al margen de la vida de los negocios
a quien esté cumpliendo legalmente una tarea en la economía del país‘. (Los
Derechos Constitucionales, Tomo II, pág. 318).

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2010, pp. 415 - 442
Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

Sexto: Que esta Corte, reiteradamente ha concluido que la acción de pro-


tección económica es plenamente procedente tratándose de ambos incisos del
numeral veintiuno de la Constitución Política de la República.
Es así como ha resuelto que ’...el recurso ampara la garantía constitucional
estableciendo acción popular para denunciar todas las infracciones a dicha
norma constitucional‘. (Causa rol Nº 3899-94, C. Apelaciones de Santiago, 26
de enero de 1995). Se agrega –en esa misma resolución– que la Ley Nº 18.971
al establecer este recurso especial de amparo, no hizo distinción alguna entre
las diversas situaciones planteadas en ambos incisos del Nº 21. Precisando, más
aún, se ha dicho por este Tribunal que al ser una norma tan clara, la aludida
Ley N° 18.971 ’no se divisa de qué manera podría restringirse la denuncia y
correspondiente indagación tan sólo a una de las dos garantías que se protegen
por el indicado precepto constitucional. En efecto, no hay ninguna circunstancia
que permita una interpretación diferente, en orden a que ella estaría limitada
únicamente al inciso segundo de la norma de la Carta Fundamental, y cualquier
otro entendimiento carece de asidero jurídico y contraría el claro sentido de la
misma, que se desprende de su tenor literal,...‘. (C.S. causa rol Nº 3496-03, 23
de septiembre de 2003);
Séptimo: Que, en el caso de autos, el medio impugnativo interpuesto busca
proteger el menoscabo que ha sufrido el recurrente en el ejercicio de una activi-
dad económica, al cancelársele –por parte de la Municipalidad de Santiago– la
patente comercial para funcionar como taller artesanal mecánico.
El menoscabo que pueda sufrir la garantía constitucional contenida en el
artículo 19 Nº 21 en el ejercicio de cualquier actividad económica, no puede
estar sujeta a limitación alguna, por lo que no puede hacerse distingo sobre
sus titulares.
De esta manera, no se advierte razón por la cual fuese razonable utilizar,
incluso, reglas de hermenéutica legal para introducir una restricción que el
legislador no ha querido. En efecto, su intención aparece dirigida a otorgar una
protección más bien general, sin discriminación alguna”.
A su vez, el Ministro Haroldo Brito Cruz, ha mantenido sobre la materia
que:
“1ª.- A su juicio, no es posible dar a la Ley Nº 18.971 un alcance restrictivo
en el sentido de entender que sólo dice relación con la cautela del principio de
subsidiariedad en materia económica porque su texto carece de expresiones en
tal sentido; y porque si bien es cierto que este cuerpo legal deriva del proyecto
de ley que ’regula la actividad, y participación productiva del Estado y sus or-
ganismos de 7 de septiembre de 1989, y que entre las motivaciones de éste ha
de reconocerse la de evitar la proliferación de empresas de propiedad estatal,
no lo es menos que no llegó a dictarse un cuerpo sistemático de normas jurídi-
cas del que pudiere concluirse tal alcance sino únicamente la que nos ocupa

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2010, pp. 415 - 442

Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

y que se aprecia completamente desvinculada del contexto de la legislación,


y de muy difícil comprensión. Tal resultado del proyecto lleva a restar valor a
dicha motivación. Es útil consignar que una segunda norma del proyecto fue
incorporada a otra ley con las mismas características.
“2ª (…) No se advierten razones jurídicas que justifiquen la primera, y si
hubiere que aceptar la duplicidad ello sería consecuencia de una inobservan-
cia legislativa. Por el contrario, a resultas de haberse previsto para el caso del
recurso de amparo económico que para ejercer esta acción no se requiere
interés jurídico actual, de haberse consignado en la misma ley el amplio plazo
de seis meses para dar inicio al procedimiento, y de estatuirse el trámite de
consulta de la sentencia definitiva cuando no fuere apelada, ha de concluirse
que el legislador de la época tuvo en consideración un objeto distinto al que
confería especial relevancia, porque si se tratase del mismo no hay razón para
la duplicidad. Las formas del nuevo procedimiento que se han puesto de ma-
nifiesto inequívocamente obedecen a la intención de alcanzar para este objeto
distinto una cautela más eficiente.
3ª. El previniente entiende que ambas acciones cautelan el derecho a la
libertad económica, y que se diferencian porque mientras la de protección es
procedente respecto de alguna persona determinada, la de amparo económico
ha de emplearse en relación con infracciones al referido derecho por causa de
actos que la lesionen del mismo modo, esto es en alguno de sus múltiples as-
pectos, pero que además significan una vulneración a las definiciones básicas
del sistema económico”.
Atendidas éstas y la incuestionable necesidad de disponer de medios de
cautela eficientes, es que el legislador previno esta acción dotada de las ya
referidas características procedimentales, incluso de la revisión, no obstante la
inexistencia de agravio.

III. Consideraciones sobre la línea jurisprudencial de la


Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que restringe el amparo
económico sólo al inciso 2º del artículo 19 Nº 24

Tal como señalara Konrad Hesse, “el cometido de la interpretación es el de


hallar el resultado constitucionalmente ‘correcto’ a través de un procedimiento
racional y controlable, el fundamentar ese resultado, de modo igualmente ra-
cional y controlable, creando, de este modo, certeza y previsibilidad jurídicas,
y no, acaso, el de la simple decisión por la decisión”13.

13
Hesse, Konrad, Escritos de derecho constitucional, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid,
1992, p. 35.

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2010, pp. 415 - 442
Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

La decisión judicial no es sólo un acto de poder, sino que debe estar


fundada a través de juicios y argumentos probatorios demostrativos que res-
paldan la decisión, la que debe ser razonable y justa, por tanto persuasiva y
pacificadora.
A través de la argumentación racional y razonable de las sentencias basadas
en las fuentes del derecho vigentes y aplicadas correctamente, como asimismo
resolviendo congruentemente lo debatido, se puede controlar la decisión juris-
diccional, como asimismo se podrá criticar y aplicar los recursos que franquea
el ordenamiento jurídico nacional, e incluso, internacional o supranacional
para impugnar las sentencias que no satisfacen adecuadamente los requisitos
de fundamentación, razonabilidad, congruencia y consideración correcta de
las fuentes del derecho nacionales e internacionales vigentes.
La exigencia de fundamentación jurídica racional permite contrarrestar
las críticas que en términos de legitimidad democrática se plantean sobre los
órganos jurisdiccionales encargados de la defensa de la Constitución y de los
derechos fundamentales asegurados por ella, a través de las garantías de ellos
contenidas en la Constitución, los tratados de derechos humanos y las leyes
vigentes, permitiendo hacer pedagogía constitucional (función didáctica respecto
de los poderes constituidos y los particulares) y posibilitando el control de la
actividad de los jueces por la comunidad científico-académica.
El Tribunal Constitucional, citando a Linares Quintana, precisa: “En la inter-
pretación constitucional debe siempre prevalecer el contenido teleológico de la
Constitución, que si es un instrumento de gobierno, también y principalmente
es restricción de poderes en amparo de la libertad individual. La finalidad su-
prema y última de la norma constitucional es la protección y la garantía de la
libertad y la dignidad del hombre. Por consecuencia, la interpretación de la Ley
Fundamental debe orientarse siempre sobre este último, porque no se concibe
que la acción estatal manifestada a través de los cauces constitucionales pueda
resultar incompatible con la libertad, que es el fin último del Estado”14.
Este postulado de otorgar la máxima eficacia a los enunciados normativos
constitucionales y a las garantías de ellos establecidas por el ordenamiento
jurídico, especialmente las garantías jurisdiccionales que hacen real el dere-
cho fundamental a la tutela judicial efectiva de los derechos, implica que el
operador judicial debe dirigir su interpretación hacia aquellas alternativas que
“optimicen o maximicen la eficacia de las normas constitucionales, sin dis-
torsionar su contenido”15, que hagan efectivos y practicables los derechos por

14
Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha veintiséis de junio del año dos mil uno, Rol
Nº 325.
15
Pérez Luño, Antonio, Derechos humanos, Estado de Derecho y Constitución, Tecnos, Madrid, 1986,
p. 278.

Revista Ius et Praxis, Año 16, Nº 2 427


2010, pp. 415 - 442

Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

todos, descartando las interpretaciones que minimicen o limiten el disfrute de


los derechos por todos los miembros de la sociedad.
Dichas reglas orientan el trabajo interpretativo y las decisiones jurisdiccio-
nales, como asimismo como criterios que permiten analizar los fallos de los
tribunales, considerando tanto más racionales dichas sentencias cuanto más se
satisfagan los criterios de racionalidad16.
El principio de razonabilidad constituye una orientación ineludible pero
plástica como presupuesto epistemológico, ello le da sentido al ordenamiento,
sin anular el sentido crítico que se impone como principio de toda interpreta-
ción.
La interpretación judicial debe respeto a principios objetivos de razonamien-
to jurídico, los cuales permiten controlar su racionalidad y su conformidad con
el ordenamiento jurídico, señalamos a continuación algunos que nos parecen
pertinentes en este caso:
a) Respeto de la lógica deductiva. Las decisiones constitucionales serán más
racionales mientras más respete las reglas de la lógica deductiva.
b) Consistencia argumentativa y coherencia. La decisión será más racional
cuando sea coherente desde el punto de vista argumentativo en cuanto más
respaldo cuente en reglas, principios y valores, o en premisas analíticas que
sustenten otras proposiciones del mismo sistema.
c) Consistente con las fuentes del derecho vigente. La decisión debe fundarse
en las fuentes del derecho vigente Constitución, tratados de derechos humanos y
leyes internas, respetando los principios de jerarquía, competencia o aplicación
preferente según sea el caso.
d) Interpretación conforme con la Constitución de las normas infraconstitu-
cionales, de acuerdo a los valores, principios y derechos constitucionales.
e) Otorgar un efecto útil a las instituciones jurídicas de acuerdo a su ob-
jeto y fin, descartando las interpretaciones formalistas que privan de eficacia
y efectividad a dichas instituciones o restrinjan los derechos fundamentales y
sus garantías.
Los tribunales superiores de justicia cuando actúan como jueces constitucio-
nales, al igual que el Tribunal Constitucional, como señala este último, deben
“aplicar el principio ’favor persona‘ o ’pro homine‘ en forma consecuente con
el deber impuesto al Estado por la Carta Fundamental de estar al ’servicio de la
persona humana‘ y de limitar el ejercicio de la soberanía en función del respeto
irrestricto (…)”17 a los derechos fundamentales y sus garantías.

16
Bernal Pulido, Carlos, El derecho de los derechos, Ed. Universidad Externado de Colombia, Bogotá,
20055, p. 65.
17
Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol 740-07, de dieciocho de abril de dos mil ocho, conside-
rando 69°. Lo destacado es nuestro.

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Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

Asimismo, el Tribunal Constitucional ha determinado:


“Que, por otra parte, en el ejercicio de sus funciones, este Tribunal debe
buscar aquella interpretación que se avenga mejor con el respeto de los derechos
constitucionales. Así lo ha sostenido: “En tal sentido, parece ineludible tener
presente el principio ‘pro homine’ o ‘favor libertatis’ definido en la jurisprudencia
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la siguiente forma: ‘Entre
diversas opciones se ha de escoger la que restringe en menor escala el derecho
protegido (...) debe prevalecer la norma más favorable a la persona humana’
(Opinión Consultiva 5, 1985);” (Rol 740);”18.
El postulado básico “favor persona” o “pro homine” se concreta también
en la directriz “favor libertatis” que lleva a interpretar la norma en el sentido
más favorable a la libertad y la eficacia y optimización jurídica de la norma,
asimismo, inversamente, cuando se trata de normas que tienen por objeto res-
tringir o limitar el ejercicio de derechos, además de estar constitucionalmente
justificadas y legalmente configuradas, ellas deben interpretarse en forma res-
tringida y nunca analógicamente, ya que en la materia juega la fuerza expansiva
de los derechos19.
Cabe señalar que el juez constitucional no está autorizado para restringir
sin autorización del derecho positivo los alcances de una norma jurídica ga-
rantizadora de un derecho fundamental que explícitamente indica la cobertura
de la garantía, como es el artículo único de la Ley Nº 18.971, la cual no hace
distinciones en su cobertura respecto del derecho fundamental contenido en
el artículo 19 Nº 21 de la Constitución, como lo establecen en los votos res-
pectivos en forma permanente los magistrados Sonia Araneda y Haroldo Brito,
desde el primer fallo restrictivo dictado por la Sala tercera de la Corte Suprema
de Justicia respecto del ámbito de protección del amparo económico respecto
del derecho fundamental asegurado en el artículo 19 Nº 21.
En el ámbito procesal constitucional, el principio favor persona o pro homine
debe asegurar el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva o a la jurisdicción,
favoreciendo el acceso a la justicia (artículo 19 Nº 3 y art. 76 de la Constitu-
ción, en armonía con los arts. 8° y 25 CADH) e interpretándose las normas de
manera de que se optimice en el mayor grado posible la efectividad del derecho
a la jurisdicción.
Los tribunales de justicia cuando actúan como jueces constitucionales en
materia de derechos fundamentales y sus garantías, ante una interpretación que

18
Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol 1361-09, de trece de mayo de dos mil nueve, conside-
rando 73°.
19
Pérez Trems, Pablo, “La interpretación de los Derechos Fundamentales”, en López Guerra, Luis (Coord.),
Estudios de Derecho Constitucional. Homenaje al prof. Joaquín García Morillo, Ed. Tirant lo Blanch,
Sevilla, 2001, p. 126.

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Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

restrinja el derecho a la acción y otra que lo posibilite y le dé eficacia, debe


favorecer aquella que lo posibilita frente a aquella que lo restringe o limita.
Tal es la perspectiva asumida en su línea jurisprudencial por el Tribunal Cons-
titucional, refrendada en la STC rol 1.288/2008, de 25 de agosto de 2009, de
control de constitucionalidad de su propia LOC, donde aplica el principio pro
requirente para declarar inconstitucionales un bloque de normas, favoreciendo
el postulado “pro actione”, el acceso efectivo a la tutela judicial de la Constitu-
ción. La justiciabilidad de la Constitución y de los derechos asegurados por ella
debe ser sin requisitos innecesarios o formalidades excesivas, que dificulten o
impidan la guarda de la supremacía, valor y eficacia normativa iusfundamen-
tal. El principio “pro actione” en su dimensión procesal constitucional, como
una manifestación de la tutela judicial de la Constitución y de los derechos
fundamentales contenidos en ella, tutela que se estructura a través de un plexo
de garantías procesales constitucionales, contenidas directamente en la Carta
Fundamental o configuradas legalmente, que conforman el sistema de justicia
constitucional desarrollada por los tribunales superiores de justicia o por el
Tribunal Constitucional.
Por otra parte, no es correcto por los operadores jurisdiccionales recurrir
a la intención del legislador cuando la norma legal en su tenor gramatical es
claro, aun si recurriéramos a la interpretación privatista del Código Civil, cosa
que sería inadecuado ya que estamos en el ámbito del derecho procesal cons-
titucional, el Código Civil sólo posibilita recurrir a la intención o espíritu del
legislador “para interpretar una expresión obscura de la ley”, lo cual no es el
caso de la disposición analizada, donde la Sala Constitucional en su posición
de mayoría reconoce en el fallo en análisis que la disposición es “literalmente
clara” en el considerando tercero de la sentencia analizada.
Esta era, por lo demás, la interpretación que estimamos correcta, que sostuvo
tradicionalmente la Corte Suprema en la materia:
“que la Ley Nº 18.971 al establecer este recurso especial de amparo, no
hizo distinción alguna entre las diversas situaciones planteadas en ambos incisos
del Nº 21. Precisando, más aún, se ha dicho por este Tribunal que al ser una
norma tan clara, la aludida Ley N° 18.971 ‘no se divisa de qué manera podría
restringirse la denuncia y correspondiente indagación tan sólo a una de las dos
garantías que se protegen por el indicado precepto constitucional. En efecto, no
hay ninguna circunstancia que permita una interpretación diferente, en orden a
que ella estaría limitada únicamente al inciso segundo de la norma de la Carta
Fundamental, y cualquier otro entendimiento carece de asidero jurídico y con-
traría el claro sentido de la misma, que se desprende de su tenor literal,’”20.

20
Sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Rol 3.496-03, de fecha 23 de septiembre de 2003, como
muchas otras del período.

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2010, pp. 415 - 442
Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

Por otra parte, en el caso que hubiera ambigüedad del texto el intérprete
debe optar en derecho procesal constitucional por aquella interpretación “pro
acción” y no por una interpretación restrictiva de la tutela judicial efectiva de
los derechos fundamentales, como lo hace la nueva línea jurisprudencial de la
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
Asimismo, en el razonamiento de la Sala Constitucional de la Corte Suprema
se hace un uso incorrecto de la historia del precepto legal analizado, cuando
se invoca en el considerando quinto “el enfoque histórico”, ya que no hay una
posición inequívoca de que el precepto sólo protege el inciso 2º del artículo 19
Nº 21 de la Constitución, ya que esta acción fue planteada siempre como una
acción cautelar protectora de los contenidos del artículo 19 Nº 21 en general,
sin que haya ningún acuerdo en el proceso legislativo que determinara que
fuere procedente únicamente para el inciso 2º de la disposición constitucional.
A su vez, el legislador al debatir y aprobar la norma legal que crea el amparo
económico, tampoco se refirió a una interpretación restrictiva de la protección
del derecho contenido en el artículo 19 Nº 21 a uno sólo de sus incisos. La
historia fidedigna está dada por los acuerdos formales adoptados en el proceso
legislativo y no por las opiniones sueltas de algunos de sus miembros o asesores.
El texto legal aprobado establece el amparo económico para la protección de
todo el artículo 19 Nº 21, éste no hace distingo alguno entre el inciso 1º y el
2º, el texto es claro en proteger el conjunto de los derechos asegurados por la
disposición constitucional.
El considerando noveno del fallo de la Sala Tercera de la Corte Suprema, en
la sentencia analizada, intenta apoyar su razonamiento en el hecho de que el
derecho asegurado por el artículo 19 Nº 21 de la Carta Fundamental también es
garantizado por la acción constitucional de protección (“recurso de protección”),
establecido por el artículo 20 de la Carta Fundamental, reflexión de “lege feren-
da”, cuestionando el mérito de que el legislador haya establecido seis meses de
plazo para realizar la denuncia en el caso del recurso de amparo económico,
mientras en el caso del recurso de protección se haya fijado por el Auto Acor-
dado un plazo de sólo treinta días. En efecto, el considerando décimo del fallo
determina “la imposibilidad de estimar como criterio racional que una persona
directamente afectada por la vulneración de dicha garantía constitucional dis-
ponga –conforme a lo establecido en el Auto Acordado de esta Corte que regula
su tramitación y fallo– de treinta días para deducir el recurso de protección, en
tanto que un tercero sin interés actual alguno en la materia, según lo prescribe
la Ley N° 18.971, cuente para ello con un plazo de seis meses”.
En primer lugar, debe dejarse establecido que el plazo de seis meses del
recurso de amparo económico lo fijó el legislador, mientras que el plazo de
treinta días del recurso de protección lo fijó un auto acordado de la propia
Corte Suprema, extendiendo el plazo fijado por otro auto acordado de la Corte

Revista Ius et Praxis, Año 16, Nº 2 431


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Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

Suprema de Justicia, que antes lo había regulado como un plazo fatal de 15


días, dichos autos acordados constituyen normas adjetivas y que vulneran en
la materia el principio de reserva legal establecido por la Constitución respecto
de la regulación de los derechos y sus garantías, los cuales ni siquiera puede
regularlos el legislador delegado, como pacíficamente lo sostiene la doctrina
constitucional y el texto de la Carta Fundamental. Cabe señalar que la regulación
de la acción constitucional (recurso) de protección es objeto de un proyecto
de ley que se encuentra en actual tramitación en la Cámara de Diputados, ya
aprobado por la Comisión de Derechos Humanos y a espera de su análisis por
la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de dicha Cámara desde
fines de 2008, el cual establece un plazo mucho más amplio para recurrir de
protección, que los treinta días actualmente fijados.
Por otra parte, es necesario tener presente que es el legislador el que estimó
necesario establecer una nueva acción protectora del derecho constitucional
del artículo 19 Nº 21, al considerar que no era suficientemente eficaz la acción
constitucional de protección (recurso de protección) en la materia, estable-
ciendo una acción cautelar de carácter público más amplia que el recurso de
protección en su legitimación activa, otorgando acción popular o pública en
defensa del derecho 19 Nº 21 de la Carta Fundamental y considerando un plazo
de seis meses para hacer la respectiva denuncia. El juez no tiene competencia
para pronunciarse sobre el mérito de la decisión legislativa, sólo debe aplicarla
si ella no tiene objeción de inconstitucionalidad. El hecho que el legislador
haya establecido un plazo de seis meses para denunciar una vulneración del
derecho contenido en el artículo 19 Nº 21, mientras el recurso de protección
ha sido limitado a un plazo de treinta días para recurrir por decisión de un auto
acordado de la misma Corte Suprema, no es una razón fundada jurídicamen-
te, sino un argumento de mérito que no le corresponde desarrollar al tribunal
para estimar descartado el amparo económico “como instrumento idóneo para
dispensar protección al derecho a desarrollar una actividad económica lícita
contemplado en el articulo 19 Nº 21 inciso 1° de la Carta Fundamental”, como
establece el considerando 10º de la sentencia analizada.
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en el considerando
10º de la sentencia analizada, señala que “10º (…). el diseño con que el referido
cuerpo legal reguló el amparo económico impide considerarlo como un reme-
dio eficaz disponible a favor de un particular para la salvaguarda de la garantía
en referencia, desde que no se entregó al órgano jurisdiccional la facultad de
adoptar providencias cautelares prontas e inmediatas para brindar resguardo
al afectado, como sí se establecen en el artículo 20 de la Constitución Política,
tratándose del recurso de protección”.
Los derechos fundamentales y sus garantías jurisdiccionales deben ser in-
terpretados de acuerdo a un efecto útil.

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2010, pp. 415 - 442
Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

El Tribunal Constitucional, en sentencia de 29 de septiembre de 2009, vuelve


a confirmar la línea jurisprudencial de utilizar el principio de efecto útil en la
resolución del conflicto jurídico que debe resolver:
“Vigésimo séptimo: Que, en otro orden de consideraciones, el criterio de
hermenéutica constitucional conocido como la regla del ’efecto útil‘ exige pro-
piciar interpretaciones que no priven absolutamente de efectos a los valores,
principios y reglas constitucionales. Según Luchaire, ‘cuando una disposición
es susceptible de dos sentidos, es preferible entenderla en aquel que le permite
tener algún efecto antes que en el sentido con el cual no podría producir nin-
guno’. (Citado por Nogueira, ob. cit., p. 119)’”21.
En efecto, el análisis del objeto y finalidad del amparo económico es de dotar
de protección jurisdiccional eficaz y real al derecho fundamental contenido en
el artículo 19 Nº 21, más allá de la protección que le brindaba el recurso de
protección, se trata de una protección reforzada, la que debe ser útil y eficaz
para el fin querido por el legislador, por tanto la interpretación del amparo
económico debe ser en tal perspectiva, una interpretación “favor actione” que
tutele judicialmente el derecho asegurado constitucionalmente, una interpre-
tación “favor persona”, tendiente a asegurar el disfrute efectivo del derecho en
todas sus dimensiones por parte de todas las personas, no una interpretación
tendiente a minimizar la protección y restringir la aplicación de la garantía
jurisdiccional protectora del derecho.
La interpretación judicial del derecho procesal constitucional como el de
toda legislación debe ser conforme a la Constitución, teniendo presente la fuerza
normativa de la Carta Fundamental, el principio de supremacía constitucional
y la realización y concreción de los principios y valores contenidos en ella, es
especial la protección efectiva de los derechos fundamentales. Esta interpreta-
ción conforme con la Constitución deriva directamente de la naturaleza de la
Carta Fundamental como norma superior que confiere unidad al ordenamiento
jurídico.
El intérprete y aplicador de las normas infraconstitucionales, de acuerdo
a este postulado, debe optar entre las diversas alternativas de interpretación
posible de la norma subconstitucional o infraconstitucional que la haga más
compatible y armonizable con la Carta Fundamental y su telos, excluyendo
toda interpretación incompatible con la Constitución o que haga ineficaces los
derechos fundamentales.
La interpretación conforme a la Constitución es un método y técnica de
interpretación jurídica que busca aquella interpretación más armoniosa y co-
herente con la Carta Fundamental, entre las diversas interpretaciones posibles

21
Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol 1.340-09, de fecha 29 de septiembre de 2009, conside-
rando 27º.

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Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

que el precepto normativo admita. Esta línea interpretativa elimina toda inter-
pretación del precepto que conduzca a un resultado contrastante o contrario
con la efectiva y real protección de los derechos fundamentales, de cada uno
y de todos ellos.
Este postulado no sólo constituye un enfoque interpretativo, sino que en la
práctica constituye una forma implícita de control de constitucionalidad en la
medida que desecha por ilegítima una lectura de la norma jurídica infraconsti-
tucional que se considere contraria a la Constitución o que prive de eficacia a
los derechos asegurados por ella.
La interpretación conforme a la Constitución posibilita una renuncia al
formalismo jurídico y a las interpretaciones convencionales de orientación
privatista en nombre de la justicia sustantiva, de la protección de la tutela ju-
dicial efectiva exigida por la Constitución y los tratados vigentes de derechos
humanos, en especial, los artículos 8 y 25 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, y de la seguridad jurídica que debe brindarse para el ejer-
cicio y disfrute de los derechos fundamentales, que los tribunales de justicia,
como órganos estatales deben asegurar y promover, como exige el artículo 5º
inciso 2º de la Constitución.
Por último, el fallo desconoce la aplicación del artículo 25 de la Conven-
ción Americana sobre Derechos Humanos, norma jurídica de plena vigencia
en Chile y de aplicación preferente a las leyes, de acuerdo a lo que dispone
el artículo 54 inciso 5º de la Constitución, introducido por la reforma consti-
tucional de 2005, que establece:“Las disposiciones de un tratado sólo podrán
ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios
tratados o de acuerdo a las normas generales del derecho internacional”, la cual
da cumplimiento de buena fe, en nuestro ordenamiento jurídico al artículo 27
de la Convención sobre Derecho de los Tratados de Viena de 1969.
Es conveniente, por tanto, tener presente las decisiones jurisdiccionales de
la Corte Interamericana sobre el artículo 25 de la Convención Americana en
materia de recursos jurisdiccionales protectores de derechos fundamentales
asegurados por las constituciones de los Estados parte, sean que ellos estén
contenidos en la Constitución o en las leyes internas:
“El artículo 25.1 de la Convención ha establecido, en términos amplios, la
obligación a cargo de los Estados de ofrecer, a todas las personas sometidas a su
jurisdicción, un recurso judicial efectivo contra actos violatorios de sus derechos
fundamentales. Dispone, además, que la garantía allí consagrada se aplica no
sólo respecto de los derechos contenidos en la Convención, sino también de
aquellos que estén reconocidos por la Constitución o por la ley”.
A su vez, la Corte Interamericana ha precisado:
“Este Tribunal ha establecido que la salvaguarda de la persona frente al
ejercicio arbitrario del poder público es el objeto primordial de la protección

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Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

internacional de los derechos humanos. En este sentido, la inexistencia de recur-


sos internos efectivos coloca a una persona en estado de indefensión. El artículo
25.1 de la Convención establece, en términos amplios, la obligación a cargo de
los Estados de ofrecer a todas las personas sometidas a su jurisdicción un recurso
judicial efectivo contra actos violatorios de sus derechos fundamentales”22.

IV. ¿La acción (recurso) de amparo económico


es una acción declarativa?

La jurisprudencia de la última década de la Sala Constitucional de la Excma.


Corte Suprema de Justicia, a partir de 2001, ha sostenido que el tribunal no está
autorizado por la Ley N° 18.971 para adoptar ninguna medida que dé eficacia
a la sentencia cautelando el derecho asegurado por el amparo económico, que
es el artículo 19 Nº 21 de la Carta Fundamental, al respecto la Sala Constitu-
cional desde que se produce la inflexión jurisprudencial precisa que “no tiene
facultad de adoptar ninguna medida, puesto que la aludida ley no lo autoriza
(…)”23, así interpuesta la denuncia, el tribunal investiga y determina si existe una
conducta que constituya una infracción del derecho, y si ella es constatada el
tribunal sólo la declara sin considerar que sea pertinente adoptar una medida
concreta superadora de dicha infracción. Así, por vía interpretativa transforma
una acción cautelar en acción declarativa.
Tal interpretación y aplicación asume una perspectiva que no atiende al
objeto y fin que tuvo el legislador al crear la acción de amparo económico que
fue la de establecer un medio jurisdiccional para resguardar y hacer efectivo el
derecho asegurado por el artículo 19 Nº 21 de la Carta Fundamental y garan-
tizar el derecho, como consta en el Mensaje del Ejecutivo de 7 de septiembre
de 1989 y en el Oficio de 23 de febrero de 1990 como también en la sesión
de la Comisión Legislativa que analizó la materia el 12 de marzo de 1990, lo
que es una exigencia, además, de los artículos 1º, 2º y 25º de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.
El objeto y fin de poner en marcha el aparato jurisdiccional del Estado, a
través de la acción (recurso) de amparo económico, tiene por objetivo que se
asegure y ampare o proteja jurisdiccionalmente el disfrute del legítimo ejerci-
cio del derecho asegurado por el artículo 19 Nº 21 de la Carta Fundamental,
haciendo efectivo el derecho fundamental y dando fuerza normativa a la Carta
Fundamental. En efecto, con la acción (recurso) de amparo económico el le-
gislador buscaba poner remedio a la insuficiencia de las acciones o recursos

22
Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Tibi vs. Ecuador, de 7 de septiembre
de 2004, Serie C Nº 114, párrafo 131.
23
Sentencia “Qimsal con Super Sal Lobos”, de 27 de diciembre de 2001.

Revista Ius et Praxis, Año 16, Nº 2 435


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Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

existentes para proteger el derecho asegurado por el artículo 19 Nº 21 y crear


un instrumento efectivo para concretar jurisdiccionalmente su protección, no
buscaba generar un medio jurisdiccional menos efectivo que el ya existente
para amparar el derecho fundamental, que era la acción constitucional de
protección contenida en el artículo 20 de la Carta Fundamental. Asimismo, el
Código de Procedimiento Penal en sus disposiciones sobre el recurso de amparo
que se hacen aplicables al amparo económico, el artículo 306 contempla el
derecho de la persona afectada en su derecho a solicitar medidas al tribunal
competente para que pongan fin a la afectación arbitraria del derecho, como
asimismo, el artículo 309 del mismo cuerpo legal establece la obligación del
tribunal de adoptarlas.
Por otra parte, la interpretación literalista del texto legal realizada por la
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia del artículo único de la Ley
Nº 18.971, no se aviene con una interpretación orgánica, sistemática y finalista
que es aquella que debe concretarse cuando lo que está en juego es nada menos
que la protección de un derecho fundamental asegurado constitucionalmente,
como en forma insistente lo ha determinado nuestro Tribunal Constitucional y
la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En perspectiva similar se ha planteado el profesor Cea Egaña, quien com-
parte la línea de los votos disidentes de los fallos que sostienen la línea juris-
prudencial comentada, precisando que “carece de sentido, teórico y práctico,
acoger tal amparo para sólo proclamarlo así, dando a entender que con tal
título podrá el litigante victorioso continuar en otra instancia jurisdiccional la
defensa de su derecho fundamental. En fin, hemos enfatizado que el constitu-
cionalismo es garantista, debiendo la Constitución y el ordenamiento jurídico
entero ser entendido, interpretado y aplicado con sujeción a ese postulado
esencial, apartándose de raciocinios exegéticos, o que culminan con la inuti-
lidad de la normativa legal dictada para infundir mayor eficacia a un atributo
público subjetivo capital”24.
A su vez, no puede argumentarse de acuerdo con el artículo 6º de la Carta
Fundamental que “Los órganos del Estado deben someter su acción a la Cons-
titución y a las normas dictadas en conformidad con ella”, como asimismo que
“Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de
dichos órganos como a toda persona, institución o grupo, por lo que el tribunal
no puede, en la presente materia, ir más allá de lo que la Constitución y la ley
han establecido”, o que según el artículo 7º de la Constitución determina que
”Ninguna magistratura, ninguna persona o grupo de personas pueden atribuirse,

24
Cea, Derecho Constitucional, cit. nota n. 2, p. 498.

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Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos


que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución
o las leyes”25, en una lectura literalista y reduccionista, ya que esta interpre-
tación olvida que los tratados internacionales ratificados y vigentes, como es
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, son preceptos jurídicos
vinculantes, que forman parte de nuestro derecho y son de obligatoria aplica-
ción por parte de los tribunales de justicia, son normas jurídicas que sin dejar
de ser derecho internacional se incorporan como normas jurídicas internas del
Estado, siendo su aplicación preferente ante las leyes internas, su inaplicación
sin fundamento constituye una infracción al artículo 54 Nº 1, inciso 5º de la
Carta Fundamental, como asimismo del deber constitucional de respetar y
promover los derechos fundamentales y sus garantías, previsto en el artículo
5º, inciso 2º, de la Constitución.
Cuando un Estado incorpora, conforme a su ordenamiento jurídico, el dere-
cho internacional de los derechos humanos, su derecho en materia de derechos
fundamentales y sus garantías ya no constituyen un ordenamiento cerrado y
hermético, sino un ordenamiento de doble fuente, donde los derechos y sus
garantías están asegurados por fuente interna y fuente internacional que es tam-
bién derecho interno desde su incorporación válida de acuerdo con las normas
constitucionales, existiendo una coordinación, armonización y optimización
de los derechos contenidos en ambos tipos de fuentes, eliminando las visiones
o enfoques compartimentalizados26.
Así el operador e intérprete jurídico debe armonizar, compatibilizar e integrar
las fuentes internas e internacionales que contienen derechos y garantías de
ellos, ya que éstas forman parte de un único sistema o bloque de derechos que
asegura y garantiza el ordenamiento constitucional, debiendo siempre aplicarse
el enunciado normativo que proteja en mejor forma los derechos fundamentales
de la persona afectada.
Asimismo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Almo-
nacid y otros vs. Chile, ha señalado con claridad que los tribunales nacionales
deben como órganos del Estado Parte de la Convención Americana de Derechos
Humanos cumplir de buena fe con las obligaciones establecidas en el tratado,
especialmente los artículos 1 y 2, dando efectividad a los derechos asegurados
por dicha Convención y adoptando las medidas legislativas, jurisdiccionales o

25
Sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala Constitucional, Rol 2896-2002, de fecha 22 de agosto
de 2002, considerando 5º, como ejemplo de otras sentencias similares.
26
Cançado Trindade, Antonio, “Reflexiones sobre la interacción entre el Derecho Internacional y el
Derecho interno en la protección de los Derechos Humanos”, en VV.AA., V Congreso Iberoamericano
de Derecho Constitucional, Ed. UNAM, México, 1998, pp. 317 y ss.

Revista Ius et Praxis, Año 16, Nº 2 437


2010, pp. 415 - 442

Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

de otro tipo que permitan cumplir las obligaciones contraídas, por lo cual los
tribunales deben aplicar preferentemente el derecho internacional sobre la ley
interna, como lo exige, además, el artículo 27 de la Convención de Viena sobre
Derecho de los Tratados.
Como ya lo ha sostenido la Corte Interamericana de Derechos Humanos
respecto de una sentencia aplicada Chile:
“117. Esta Corte ha afirmado en varias oportunidades que
[e]n el derecho de gentes, una norma consuetudinaria prescribe que un
Estado que ha celebrado un convenio internacional, debe introducir en su
derecho interno las modificaciones necesarias para asegurar la ejecución de
las obligaciones asumidas. Esta norma aparece como válida universalmente y
ha sido calificada por la jurisprudencia como un principio evidente (’principe
allant de soi‘; Echange des populations grecques et turques, avis consultatif,
1925, C.P.J.I., serie B, N° 10, p. 20). En este orden de ideas, la Convención
Americana establece la obligación de cada Estado Parte de adecuar su derecho
interno a las disposiciones de dicha Convención, para garantizar los derechos
en ella consagrados.
118. A la luz del artículo 2 de la Convención, tal adecuación implica la
adopción de medidas en dos vertientes, a saber: i) la supresión de las normas y
prácticas de cualquier naturaleza que entrañen violación a las garantías previstas
en la Convención, y ii) la expedición de normas y el desarrollo de prácticas
conducentes a la efectiva observancia de dichas garantías. Es necesario reafirmar
que la obligación de la primera vertiente sólo se satisface cuando efectivamente
se realiza la reforma”.
“124. La Corte es consciente que los jueces y tribunales internos están su-
jetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones
vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un
tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte
del aparato del Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar
porque los efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermadas
por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, y que desde un inicio
carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer
una especie de ’control de convencionalidad‘ entre las normas jurídicas internas
que aplican en los casos concretos y la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. En esta tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente
el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte
Interamericana, intérprete última de la Convención Americana.
125. En esta misma línea de ideas, esta Corte ha establecido que ’[s]egún el
derecho internacional las obligaciones que éste impone deben ser cumplidas
de buena fe y no puede invocarse para su incumplimiento el derecho interno‘.

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Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

Esta regla ha sido codificada en el artículo 27 de la Convención de Viena sobre


el Derecho de los Tratados de 1969.”27.
La jurisprudencia de la Sala Constitucional de la Corte Suprema pone al Estado
de Chile en una situación difícil frente a la obligación internacional exigible por
los órganos de aplicación de la Convención Americana de Derechos Humanos. Al
respecto, la CADH establece la obligatoriedad para los Estados Partes, de acuerdo
al artículo 1º de dotar de efectividad a los derechos; al artículo 2º, de adoptar las
medidas legislativas o “de otro carácter” (medidas jurisdiccionales, entre otras) para
dar eficacia a los derechos; y al artículo 25º, el cual dispone que “toda persona
tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo
ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen
sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente
Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúan en
el ejercicio de sus funciones oficiales”.
A su vez, el numeral 2º de dicho artículo 25 asegura que los Estados Partes se
comprometen: “a) A garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema
legal del Estado decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal
recurso. b) A desarrollar las posibilidades del recurso judicial. c) A garantizar el
cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que se haya
estimado procedente el recurso”.
Así, en virtud del artículo 25 numeral 2º, literal a) de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, cuya normativa tiene aplicación preferente sobre la
legislación interna, mientras ella no haya sido modificada o haya perdido vigencia
de acuerdo con el derecho internacional o haya sido denunciada por el Estado
de Chile y tal denuncia haya cumplido con los procedimientos y plazos previstos
en el mismo derecho internacional, de acuerdo al artículo 54 Nº 1, inciso 5º de
la Carta Fundamental. Así, la autoridad jurisdiccional, es decir, los tribunales
superiores de Justicia (Cortes de Apelaciones y Corte Suprema de Justicia), que
son la autoridad competente prevista en el sistema legal chileno, tienen el deber
constitucional se asegurar y garantizar a través de sus resoluciones judiciales la
protección efectiva de los derechos de toda persona que interponga el recurso de
amparo económico.
Incluso, basados en dicha Convención, en sus artículos 1º, 2º, 8º y 25 en
armonía con el artículo 5º inciso 2º de la Carta Fundamental y el principio de
inexcusabilidad de la administración de justicia, que precisa el artículo 76 inci-
so 2° de la Constitución, en una interpretación orgánica, sistemática, finalista y
aplicando los principios hermenéuticos que habilitan a aplicar aquella norma de
derecho interno o internacional, que mejor proteja los derechos y el principio
“favor libertatis” o “favor persona”, cabe sostener la aplicación preferente del

27
Sentencia de la CIDH, caso “Almonacid Arellano y otros v/s. Chile”, de fecha 26 de septiembre de
2006, párrafos 124-125.

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Jurisprudencia Humberto Nogueira Alcalá

artículo 25 de la Convención Americana que protege mejor el derecho a la juris-


dicción y la tutela jurisdiccional que el artículo único de la Ley Nº 18.971, ya que
los derechos fundamentales son un límite a la soberanía y a todos los órganos y
poderes constituidos, debiendo todos ellos respetarlos, garantizarlos y promover-
los. Tal respeto, garantía y promoción debe concretarla la judicatura aplicando
el artículo 2º de la Convención Americana, que es derecho interno de preferente
aplicación, al tenor del artículo 27 de la Convención de Viena sobre Derechos de
los Tratados, que posibilita concretar como “medida de otro carácter”, que prevé
el artículo 2º de la Convención Americana de Derechos Humanos, la resolución
judicial para garantizar, efectivamente, todos los derechos esenciales. Posición que
ha sido asumida por diversos tribunales en el derecho comparado, sin perjuicio
de ser compatibles con la jurisprudencia más reciente sobre la materia de nuestro
Tribunal Constitucional como lo hemos visto en el tomo II, capítulo VI, y nuestra
propia Corte Suprema de Justicia en algunas salas de la misma.
Recordemos que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido
con firmeza y claridad el ámbito y características de los recursos o acciones de
amparo o protección de derechos que exige el artículo 25 de la CADH:
“Asimismo, la Corte ha reiterado que el derecho de toda persona a un recurso
sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales
competentes que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
constituye uno de los pilares básicos, no sólo de la Convención Americana, sino
del propio Estado de Derecho en una sociedad democrática en el sentido de la
Convención […]. El artículo 25 se encuentra íntimamente ligado con la obligación
general del art. 1.1 de la Convención Americana al atribuir funciones de protección
al derecho interno de los Estados Partes.
Además, la Corte ha señalado que la inexistencia de un recurso efectivo con-
tra las violaciones a los derechos reconocidos por la Convención constituye una
transgresión de la misma por el Estado Parte en el cual semejante situación tenga
lugar. En este sentido debe subrayarse que, para que tal recurso exista, no basta
con que esté previsto por la Constitución o la ley o con que sea formalmente
admisible, sino que se requiere que sea realmente idóneo para establecer si se ha
incurrido en una violación a los derechos humanos y proveer lo necesario para
remediarla”28.
Como explicita la Corte Interamericana de Derechos Humanos:
“La salvaguarda de la persona frente al ejercicio arbitrario del poder pú-
blico es el objetivo primordial de la protección internacional de los derechos
humanos. La inexistencia de recursos internos efectivos coloca a las personas
en estado de indefensión.

28
Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Durant y Ugarte vs. Perú, de 16
de agosto de 2000, Serie C Nº 68, párrafos 101-102.

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Análisis crítico sobre línea jurisprudencial de la sala constitucional
de la Excma. Corte Suprema de justicia sobre el recurso de amparo económico

“La inexistencia de un recurso efectivo contra las violaciones de los derechos


reconocidos por la Convención constituye una transgresión de la misma por el
Estado Parte. Los Estados Partes en la Convención tienen la responsabilidad de
consagrar normativamente y de asegurar la debida aplicación de dicho recurso
efectivo.
“Para que el Estado cumpla lo dispuesto en el artículo 25 de la Convención
no basta con que los recursos existan formalmente, sino que los mismos deben
tener efectividad, en los términos de aquel precepto. La existencia de esta garan-
tía ’constituye uno de los pilares básicos, no sólo de la Convención Americana,
sino del propio Estado de Derecho en una sociedad democrática en el sentido
de la Convención‘. Esta Corte ha reiterado que dicha obligación implica que el
recurso sea idóneo para combatir la violación, y que sea efectiva su aplicación
por la autoridad competente”29.
Tal transgresión explicitada en los fallos anteriores por la Corte Interame-
ricana de Derechos Humanos, se concreta por la Sala Constitucional de la
Corte Suprema de Justicia a través de sus sentencias sobre amparo económico,
mediante la interpretación realizada en el último tiempo que priva de eficacia
y efectividad al recurso de amparo económico a diferencia de la interpretación
realizada en la década anterior por la misma Corte Suprema sobre la misma
materia, que efectivamente cautelaba el derecho fundamental, en una interpre-
tación “favor homine” o “favor persona”, dotándolo de eficacia y efectividad,
haciéndolo idóneo, conforme a su objeto y fin.

29
Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Claude Reyes y otros vs. Chile,
de fecha 19 de septiembre de 2006, serie C Nº 151, párrafos 128–131.

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