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“Diee pacientes ze velveron hacia la psicoterapia,y en et «eso do cus cesiones co dabasoren con al dalcr do la ‘exisencia, Esta 9 era la razén porta eval acucieran & mi fen busca de ayuda, per | contrarie es diez padecian de loz prosiemee comunee do la vida cetciana: soieead utoaspraca,impotancia, migrafas, compulsviad sewval, obesidec, hipertarsién, pena, un amer absesivo que los conaumia, estados combiantes ee anime, {epresidn ¥, sn embarge fn sin embargo quo se desarrolla de forma distnta en cada historia La teragia seed ala superficie las raicesprofundes de estos preblemas daris,raicas que se remoneaban al leche de roca de la existencia. (Aunque en ests relates do psicolerapiaebundan (as palabras paciente y feepeute, no 2e doje caniuneira actor con estos arenas: dstee son alates relarides a todos los hemoras ya tasas as mujeres. La calidad de paciene 2s ubicua. La asignacién de to etiqueto es en gran porte arkitrariay eon Ireevanciadopende mae dl facteres culturales, ducacionalesy econdmices que dela severiéad de a gatologo Inn. Yale : =! Mi i Irvin D. Yalom Verdugo del amor Historias de psicoterapia Tracuecién de Rolando Costa Picazo Ny) F eect wan sores ea me A ra familias Miesposa, Marityn, mis hijos, Bve, Reid, Victor y Ben Reconocimientos Mas de la mitad de este libro fue eserite durante un ao ce batico de muchos vines. Estoy agradzctdo a muchas personas © instituciones que me recibieron y facilitaron mi trabajo: el Centro de Hiumanidades dela Universidad de Stanford, el Cen tuo de Bsttdios Bellagio de la Fundacién Rockeflles los Dres. kiko y Tsunehito Hasegavra en Tolcio y Hawaii, el Caffe Mal. vina en San Francisco, el Programa de Literatura Creativa de Bennington College. Le estoy agradecido a mi esposa, Marilyn (siempse mi tice mis severa y mi sostén mss fel); a Phoebe Hoss, mi ed tora de Basic Books, que hizo posible este libre y los libros an- taciores que publiqué en Basic; ya Linda Carbone, mi editora de proyectos en Basic Books. Agradezco también a muchos, ‘mochor celegas y amigos que no huyeron al ver que me acer ccaba con un nuevo relato enla mano, y que me brindaron su extica aliento ¢ eonauelo. El proceso ha sido largo y sin dude eho de haber perdido nombres por el cauninc. No obstance, vvoya mi grated Pat Baumgardner, Helen Bleu, Michele Car ter, Isabel Davis, Stanley Elkin, Job Felstiner, Albert Guerard, Maclin Gucrard, Rathellen Josselsom, Herant Katchadousian, Stina Ketchadourian, Marguerste Leferberg, John [Fenrenc Morton Lieberman, Dee Lum, K. ¥, Lum, Mary Jane Moffat, Nan Rebicson, mi hermana Jean Rose, Gena Sorensen, David Spiegel, Winfrid Weiss, mi bijo Benjamin Yalom, a clase de 1988 de realdentee y practicantes de ps'cologia de Scanford, si sccretaria Bea Mitchell, quien durante diez afos escribi6 2 9 maquina mig notasclinices # ideas de ls cuales surgieron e=- {os relatos. Como siempre, le estoy agradecido a la Universi- dad de Stenford por proporeionaraacel apoyo laliberted aca- idamica yla comnidac:ineleeeval esenctales para mi trabajo. Tengo una gran deuda con los diez pacientes que dist iguen estat péginas. Cada uno de elles lye su historia del co ‘mienzo al fin excepto uno deellos, que murié antes de que yo terminare) ¥ me dio su consentimionto para su publicacié Cada tno aprab el dstraz bajo el cial aparece: muchos aye daron en la correcein; uno de elios (Dave) me dio el titulo p rau histori, algunos comentaron que el disfraz era innece- saviemichte Rbercador y me insteron a sex ms fel y preciso; dos dd ellos'se inguietaron por mi autorevalaeién personal © por algunas ec las libectadss dreméticas quem tome, No ots tants, con Iesperanea de que los relatos resultaran Wes pa- alos terapfutas y/o para sus pacierfes, todos me diecon su consentimidare y st bendicién. A todos ellos, mi profindo agradecimiepto. | Estas sop historias verdadocas, pero he tenido que hacer cambios pat peteger laden dad Aloe pacientes, Envios casoshe Susi, en aras de una equivelenciasimbélia,ciex tos aspectos| la identidad y Ja vida fie un patiente y sus cr- :unstancias en ocasiones he intercampbiado partes cela ider~ tiéad ce uno otro pacients, Muchas veces al dsloge es fietiio, ‘ymisflexignes personales son posteiores al momentoen que ‘aporecen. El distrazes profunde: sélo fl naciente puede verde sae 2 Iga dnc et gue a een cer alaumo gf los diez casos estaré eqhvocedo 10 ‘Todos Jos nombres, earaceristicas Identficatorias y demfs detalles de ‘ada eato del presente libro han sido carnblados. Prélogo Imaginese la presente escona: a wescicntas gcusleocientas personas, desconocidas entce sf, ss les pide que formen pare Jas y que cada integrante formule al oro una sola pregunta, luna y otra ves! “,Queé quiere usted?" oda haber algo mas simple? Una pregunta incoemte, y su respuesta. Y sin embargo, una y otra Ver he visto que este elercielo grupal hace aflorar sentunientos poderosos. Muchas veces, 2n cuestion de minutes, el ambiente se eatremece de emocién. Hombres y mujeres—no necesariamente desespera- os 0 ncositades sino personas exitosas, bien vestidas, de ‘buen comportamiento, que relucen al caminar— se ven sacti- didas en Jo més profindo de eu eer Clamen 2 quienes estén, ‘rrevocablemente perdides (padres, conyuges, hijos, amigos ‘musrios 0 ausontes): "Quiero verto otra vez.” amon” "Quiero saber que estas orgulloso de mi. sepas que te amo y custo siento | no habértela dicho min- cca” “Quiero le infancia que nunca tive.” “Quiero tener salud, valver 2 ser joven. Necesito que me amén, que me respeten. (Que mi vida stanifique algo. Lograr algo. Quiero ser importan- te, ser recordadio.” Tanto querer, tanto neeesitar, Tanto aforar Y tanto dolor, cerca dela superficie, que emerge a los pocos minutos. Dolor porel destin, Dolor por a axsteneia. Un dolor que ests siem- prealli aleteando siempre, justo debajo de la membrana dela Vida, Dolor al que se accede con dernasiada facliced. Muchas cosas —un simple ejarcicio de grupo, unos pocos minutos de 3 honda relleyién, una obsa de arte, un serinen, sna crisis per. sonal, una plrdide— nos recuerdan que nuestros deseos més pprofindos ninca pueden cumplirse: nuestro deseo de jven- tid, €e que se detenge el proceso de envejecimiento, que re- gresen os “ que se han ido, nuestro dareo de amor eterno, Proeccéa figsfiacién. cela inmovtalided msina. Cuando fstos dseos inagequibles terminan deminendo nuestra vel entoncesrecarimes ala ajuca de ues fen li de muestios amigee, dala religion, avees, dees pico. rapuetas | Es ico nei is irs er pace ate volvieton heli la psicoterspla,y enlel curso de sus cestones 2 debatieroh con el dolor dela exsibucia. Esta nocera la rae 260 por la cal acudieron a mien busca de ayuda; por el con trario, os difz padecian de les probldmas communes de a vida cotklana:sofedad, zwioderpreco,impotencia, migrate, com: pulsiviged stmual,cbesided. hipertensién, peta, un amor ob- Sesivo gue ef consunni, estados cambiantes de énimo, depre- sign. ¥, sin gimbargo (un ‘sin embergo" que se desarvolla de forma distinja en cada historia) la terapia seed alle superficie las raices prpflundas de estos problenias diag, races que se Femoatabadial lecho de roca de le existencia. “Qulero] Quiero!” es un clamor que se oye todo el tiempo 2 el heprias. Una paceate deg “Quiero vl tee= 4 mi hija nuerta’, mientras que deteuidabs a sus dos hijos ‘ios te facet repencon hae." coe 4 todas las mujeres que veo", a medida Que el eéncer de line iba invadiendo Ips resquicios de su euerpo ¥ otto rogaba: "Quie +0 los padtes, Is infancia que numea fuse", mientras sulfa bor tes cartps que no se atrevia s abpin ¥ otra paciente, una mujer ch sey eteramente joven, sin jodie remanciar Asuamor lfesie par un hombre eta yitec aoe menor aueell. | ‘Yo ceo ue a sutancia Rindamettal de a psicoterapiaes siempre ese felorextstencily ho, coffe asequan anes ts anhelosinstfatverrepimidoso los frgmmentes imperfect. 1“ i mente sopultados de un passdo pertonal trégico. En mi tera pia con cada uno de estos pacientes, mi hipétesis clinica pri ‘maria —hipotecis en la que base mi tecnica es que ia ansie. dad fimdamencal emerge de los esfuerzos, conscientes © inconscientes de cada persona por hacer frente als cura rea Tidad de la vida, a los “supuestos" de la exisiencia.? He descublerto que cuatro de estes supuestos sen particu Janmente pertinentes 2 la psicoterapia: la inevitabilidad de Ia -muerte, tante personal como la de nuestros seres queridos; la liberead de hacer auestra va a veluntad; musta extrema So- Jedad:y, por tltimo, Jz ausencia de un propésito a sentido ob- ‘io en aueetra vic. A pesar de Jo sombrio que parezcan estos supuestos, consienen las semillas del sebidurfa yde la reder= ign, Espero democtrar en estos diez relator de psicoterapia {que es posible controncar las verdades de la existencla y wile zarlos pera el cambio y el erecimiento personal De astos hechos de la vida, la muerte es el més obvio e in- tuitivamente apacense. En una edad temprans, mucho antes fe Jo que ersemnas, os damos cuenta de que la muerte ba de llegar y de que no hay forma de escaparie. No obstante, sexiin Spinoza, "tode se esfuerza por perssticen su propio sey". Ea el fondo de cada uno de nosocros se debate el perpetuo con ‘isto ene el deseo de seguir viviendo y el conocimients de la ‘muerte inevicable. Para adaptarnos la realided de a muerte, hacemos gala de gran ingeni con el fin de idear maneras de evitarla, De vee ries negamos la muerte eon la ayuda de a tranquilidad que nos infunden. nuestros padres ylos mites seculares yreliglosos; mas adelante la personificamos, ensforméncla en una entidad, un smoristuo, un personaje fabuloso o un demenio. Después de to- + para una dscustén detallada de esta perspecch exstencil y e a eoriay practic cela psicetorapia babada en ella, vease i bro Betteutal Pychotharepy (Pscaterapiaexistencial), New York: Basic Books, 1980 a5 do, sila muerte es un ente acosader, eatonces puede ser posi- Die hallar una manera de eludivia ademas, por mas arerrori- zante que resulte un monstruo porsonificader de Ia rauerte, siempre seré menos aterorizante que la versad, que uno lleva en as esporas miemas do su propia musrie. Mas tarde, los n= {10s experimentan con otras maneras de atenusr la ansiedad de Ja muerie: desintonican la muerte ridiculicéndola, Je desafian con osadia Ia desensinilizan exponiendose, en compadia de sus peres y un paquete de tibias palomitas de maiz.con mante= cca, ahistorias de famtasmas y peliculas de terror A tmedida que crecernos, aprendemos a qultarags 2 la mie te dela cabeza; nos distraemos; la transtormamos en algo po- sitivo (resresendo al hogar, volviende a Dios, logrando, por fi, Ja paz} le negarses con mitos que proporcienan epoyo; ticha- mos por lograr la inmortelidad mediante obras Imperacede- ras, proyeccando nvestea simiente hacia o futuro a travis de nuestros hjos o abrazando un sistema rligioso que oftece per. petuidad espiritus ‘Maichas personas discrepan con esta deseripcidn de Ja n&- gacién de la muerte, *Tonterias! dicen. Nosotros no nezamos Ja muerte, Todos vamos 2 mori. Lo sabemos. Los hechos son obvios, Pero tiene sentide ocuparse de allo?” ‘La vera es que lo sabemos y nolo salbemos. Conocemos Jog hechos inteleetuelmente, pero nosotros —es deci, Je por idm inconsciente de la mente que nos protege de una ansie- dad abrumedora— cesechamos, 0 nos disociamos del terror asociado con la muerte. Este proceso disociative es incons- cient, invisible para nosotros, pero nos quecanos convenci- dos desu existercia en esas raros episodios cuando la magui- aria de la negacign fracasa y a ansiedad dela muerte estalla con toda su fueraa. Esto puede suceder sélo Ge manera extra- fia, quizés wna odos veces en toa a vida. Ocasionalmente su- cede en momentos en que estamos despiertos, alguns vocas Iuego de um roce personal con la muecie, o cuando muere un ser queridlo, pero mis cominmente la ansiedad pore muerte aflore en ls pesadilas. 16 Una pesadills es un suetio fracasado, un suetio gue, al 20 “mane” la ansiedad, fala en su pape! como guardian del re= oso. Si bien les pesadillas differen en su contenido manifies {o,el proceso subyacente de toda pesedllla es el mismo la an sisdad de la rerte eseapa de sus guard:enes y estallaen el plano de lo consclente La historia "En busca del sonador” ‘frece una visién Gnica entce bastidores del escape de la an siedad dela muerte y la ltima tentativa ce la mente por con- tener; alli, en medio de les penetrantes imagenes de muerte dela petadilla de Marvin, bay un Instrumente viel que ds fag la muere:e reluciente bast6n de panta blanca con el que eldurmiente se debate en un duelo sexual con Ia muerte | actoseaual es visto tambien por los protagenistas ce les coitos relatos como un talismén de protecciGn contra la dsm hnucién el envelecimiento la proximidad de a muerte. De abt le promiscuidad compulsiva de un hombre joven frente al can cet que lo esté matanco (‘Si la violaci6n fucra legal.) ¥ & viejo ue 90 aferra alae cartas amarllentas recibidas de su mance rverta hace tenia afios 'No vayes mansamente”) ‘En mis muchos ailos de trabsjo con enfermos de céncer que se enfrertan a una mere fininence he notado dos ms todos particularmente poderosos y comunes de opacigutr los temores, dos creencias, ofalsas usiones, que otorgan una sen sacida de seguridad. Una es la creencia en la singularided per- sonal Ta ove, la fe en un salvador exiremo. Aunque ambas constituyen in engeio, puss represantan falsasereencias", 20 templeo el término engro en un sent payorativo:se rata de creencias universales que, en algin nivel de a conciencia, exis- tenen todos nosotros y desempetian un papel envarics dees- tos relatos a singulorcad es le cxeencia de que uno ¢s invulnerable, inviolable, que esta mas ala de las leyes ordinerias dela bio- Iogia y el destino. En algtin momento de la vida, cada uno de nosotros se enfrenta a alguna crisis: puede tratarse de una en- formedad seria, de un fracaso en nuestra carrera, oe diver cio. 0, cpmo le sucede a Elva en ‘Nunca cref que me pasara a "7 mf pnd fr que im hecho tan spl como que abe te ln eats, derpente pong g comin tore ue somes ydeshela supotcion de quel vida siempre serén una tiene ou asentete * Sibien croton ole guldad perioral oars un seu esfuuriiad dene afer pow rgeristo ene geen deuce oneeleen ela oe oe ‘equ of stance sempre vigor y preteen or ore Eat Gucfor Aue potunos ther elem ne ee treme, eufguelognros a ord pmo dale muse ete ts sovvetfios de qu cust an sqloar onipesene gue Sangre bart doroearcres To, fos doy sstomes de cence const ura dels dorrspstesdamenelmene epuraas le cow Aletin nasa, Heer hina ale ou atonomia eda tein cutalfin hrtenooele cepa nedentla fos conf fezatuperor eee anotmargs ose sane (oeessaen as ‘Tameysia te estos tn yor re dlempo, vec swodamenideriae ards dol uc cpnarado con ‘eoty llc) cuando ce No tengo mieigniamcere ro Teac ne arse ell can sacelas Secon hey semanen| ine mga tad epebica's pooner Gus nosed que omamos pena concen de mr th contor fort bedurery ennqueoet nue ide tar ‘mas palabras de une de mis pacientes (en “Si lz violacién fue Flea) Speuctsn que bin hoo dle muerte fisicelidad, hos destruye, la dea de la muerte puede salvarnos, Lalberkd, otrosupusto de kis, pesent us de ta pata fron ens die pacontes. CusnoBaty en stat fan, als que habla endo und enn toc Stairs verte ypanenba sole a esio ne lene tere Seth Fei acral ee | 8 | | suaditme de que yo asumiera el control sobre ella, E] curso completo de terapia de otra zaciente (Jelma, en "El verdugo cel amor”) girabe en torno al tema dela entregaa un ex amai~ te terapueta] y mi biisqueda de estrategiae para ayudauia a recobrar su poder y su libertad, libertad como supuesto parece la anttesis misma de la muerte, Si bien tenemos. la muerte, por lo general conside- ramos a la libertad como inequivocamente positiva. La histo- tha de In eivilizacton occidental, no ha estado caracterizada por anhelos de libertad, c inclusive impulsede por ella? Sin ex bbargo, desde una perspectiva existencial a ibertad esta ligada ale ansicdad cuando sostenemos que, al contrario de la expe- riencia cotidiana, ne legemos ni salimos en ultima instaneia, cde un universo bien estruccurado, con un gran diseflo eterno. 1a Lbertad implica que cara uno es responsable de sas propias ecisionss, acciones, dela situaci6n de vide de cada una, ‘Si bien Ia palabra responsable puede usarse de varias me- neras, yo prefiero la definiciOn de Sertre: ser responsable e© s9r ‘autor’. Cada uno de nosotros esol autor de su propio mo elo de vida. Somos libres de ser cualquier cota, menos no li- bres, Como dirfa Sartre, estamos condenaclos a ser libres, Por cierto, algunos filésofos afirman mucho mie: que la arquitec- ture de le mente humana hace responsable a cada uno de la estructura de la realidad externa, de la forme micma del es pacio y el tiempo. Bs aqut, en el eino de In construccion del sujeto, conde recide lo anciedad: comes oristuras que desean Inestructura y nos atemoriza un concepto de liber:ad que im- plica que debajo de nosotros ac hay nada, una carencia total ce fandamento, ‘Tedos los terapentas saben que l primer paso crucial de la terapia es ls aruncion de responsabilidad, de parte éel pecien= ‘por su situacién de vida. Mientras uno crea que sus probl zac son cousados por una fusza o agencie exterior a uito mis ‘mp, la terapia no podré ser eficaz. Si, después de todo, el problema reside allé fuera, entonces ¢para qué va wro a cami Dia? Bs el mundo exterior (amigos, emplee, canyuge) el gue 19 debe ser cambiado, ointercamnbiado, De esa manera Dave (en "No vayas mansamnente"), que se quejaba amargamente de haber sido encarcelade en tna prisioa matrimonial por una esposa guardiana curiosa y posesiva, no pudo avanzer en la terapia hacta que reconecis haste que punto 8 misma era res ponsable de la construceién de #sa prision. Como los pacientes tionden a resietirce a asummir una res. ponsabilidad, los terapeutas debemos desarrollar éenicas pparahacer quelos pacientes tomen conciencia de cémo ellos mismnos crean sus propios problemas. Una técnica eficaz. ue utilizo ea muchos ce estos casos, es el foco del agut y ahora, Como let pacientes tienden a recresr en le excena de 1a terepia los mismo problemas interpersonales que les aco- san en su vida afuera, me centro en lo que esta sucediendo ‘enel momento entre el paciente y yo més bien gue en los he- chos de su vica actual 6 pasada, Al examinar los detalles de la relacioa de terapia (0, en un grupo de terepia, les relecio- res entre los miembros del grups), puedo percibir en el ac~ rola manera en que un paciente influye sobre las reacciones dle otra gente. Asf, aunque Deve podie resictirse a asumnir la responsabilidad por sus problemas matrimoniales, no poda hacerlo ante los datos inmediatos que él mismo generaba en Ja terapia gropal: es decir que sa comportamiento siziloso, provocative y elusive aetivabs a que los demas miembros del grupo resecionaran de una manera muy simnllar a Ja de su mujer en ax casa, Demanera parectda, Ia terapla de Beuty (Mujer besa") era ineficaz mientras podia atribuir a1 soleded a la superticial, de sorraigada cultura de California, Cuando le demostré gue =n rntestigs horas juntos su manera de ser impersonal, cohibids yy distente recreaba el mismo ambience impersonal en la tere: pa, entonces ela pude empezar ahacer frente e su responsa: Yilidad en Ia creacion de su propia scledad, Sibien la asuncién de responsabilidad conduce al pacien- teal vesttbulo del earabio, no es sinénimo de cambio, Y es el cambio fo que siempre resulta ser la verdadera fuente de in: 2» formacién, par mucho que el terapeuta cores perspicacin, Ja asuncién dela reoponsab lidady In eutonctualiacin. La libertad no s6lo eer que esumamos la responsab lidad porlas decisions: de avestra vide sino que tambien pos tala que el carb requiere un act de fa welonted. AUR voivtad es un concepto que le terapeuta reras veces wil Zamnos en forin expt Jo mismo dedieamos un gren et fuerzo para influir sobre la voluntad del paciente. Continus- mnente acarames e interpretames, amiendo ( es ua salto dee, pss carecemos dein apoyo exipiticeconvincen) aut al entendimiento indefecblemente habr de ocasionar un cambio, Cuando eos de inerpretacién no logran generar el Cambio, bien podemos empezar a apelar ala velunta en for roa directa: “Tembign se necesita voluniad, Debes esa ta, sabes, Hay un thempo para el andlisis, pero tambise hoy un tempo paral acién’ ¥ cuendo le confrontectn dee ta focaca el terapeuta seve reducida —como demuestran es tos relator a enplear culauicr medio conocido que tiene una percona para infu sobre tra Ast, uedesconseien dis cutis ingortunat,adula,accatear, imploraro simplemente foporat, om tn esperanza de quel vikén neurica del moun dotdel paciente se Jesnorone por pura fatiga Es mediante la voluntad, rv! principal de ie acién, que acta stra vlna. Consieroqusla volorad ene dos et pas wna persona parte dl deseo yeetés mediente la decisin, ‘Aguas personas tlenene! deseo bloqueado: no saben gue slenten ni qué quieren, Sin opinions, in impasos sin ine naciones Se convierien en parasitos de los deseos de los de- inde, Personas asi pueden recultar cansadoras, Betty abarcia Precisemente pore sofocaba ss esas, ylos demas se cane sabaa de proporsionaie deseo ¢imaginacién ‘Otros pacientes no pueden tomar Gecisones. AungLe S8- bben exaciamente|o que quieren y Io que deben hace, no Pue- den actua'y en carabio, se pasean torments, frente ia puesta Ge le decsién, Saul en "Tes carts sin abrs” sabfaque cualquier aembre rzonabe cbira las carta; sn embargo, el 2 temor que ld provocaban paralizaba tu voluntad. Thelma CEL verdhigo delfamor") sbfa que su ambr cbsesivo estaba soce- vvando el sentido de realidad de su vida y que, para recuperar- Jo, debta reyunciara su enamoramiento, Sin embargo, no po- cia, ono qu{tia hacero, ye resitis con feroeidad a todos mis {ncentos poy infundlirenergfaa su woluntad. Les ecitiones son éifciles por muchas rezones, alguras de las cated sacucin la base misma de! ser En'sa novela Grer- del, Jobn Gdedner eusata acerca de un hombre sabio que Te ‘some sus mbcitaciones sobre el misteric dela yada en dos pos- tulades simples pero terribles: "Las eosas se desvanceen: les akemativas/exeluyen” Al primer postulado, le muecte, ya me Ire referdo. fl segundo, “les alternativas exclayen,csunalla- ve oe ‘pata entender por qué toda decision es difcl Invarlablenfente, una decision involbera un renunclamtento por ceda siflebe haber wa no, Cada dosisién elimina o mata btras opcioges (la aie de la palabra decidir contiene la muer: te, come exllos vocablos homicidio g suicidéo). De esa mane 12, Thelma ge aferrabs a Js posibilidad infinitesimal de poder volver a veyivir su relacién con su amante; renunciar a ellos significaba jina disminucién, ola myerte | Lasse exec an ecru ese fiere g la brecha infranqueable entre el sujetoy los demas, bre- ‘Sguesfrnsunn nse teres ene tals ltiptametsatbcones Powe cad no Soacbe rar tsoeas ao pe oe carer pops ier rit i tol mundo Ee ead oe Unvapue cr oes dos tures tapes indore ‘Unosiente la soledad iaterpersonal cuando carece de los do- am ies dates cll que ure nee oncoois enna La dad peeponl are sas souatacet ae anata tert can uno ‘Spc scp sede econ be orma dee 2 | pavaciéa més extreme y dram, la personalidad mekile, es relativamente rara (aunque cada vez es ms reconocible); ‘cuando se produce, el terapeuts puede enfrentarse—comw me focumio 2 mien el tratamiento ce Marge (‘Menogamia tara- péatica”) con eldesconcectante dilema de cual de las person Iidades favorecer No hay soluei6n para la soledad existencial, porlo cna! las terapeutas deben desistir de Ins colucionesfalsas, Los esfuer 208 que realizamos para hair ce la scledad pueden sabotear rucstras relaciones con otras personas, Muchas amistades 0 ‘matrimonios han fracesado porque una persona, en lagar de zelecionarse con la otra, interesarse por ella, a usa como un. eseado contra su soledad. ‘Una tentativa generalicada —y vigorosa— por resolver la so- Jedail exietoncial, que ocurrs en Varioe do estes relatos, e¢ la fusion, ena cual sesuavizan nuestras fronteras y nos confun- dimos con el ofr, El poder ée fusidn ha sido demostrado en experimentos de percepeién subliminal en el que en una pans talla ce proyecta el mensaje "Mamita y yo somos uno! ton ri pidamente gue las personas no alcanaan a verlo en forma consciente. Hace que se sientan mejor, més fuertes y més op- timistas, e inclusive reaceionan mejor que otros al tratamien- tode ciertos problemas, come el umar, la obesidad o una con- dducta adolescente perturbada, Una de las grandes paradojes dela vide es que el tomar con- siencia do uno mismo causa ansiedad. Le fusin erradiea la a sedad de manera radical al eliminar la roma de autoconeten- cia. La persona enamorada, gue hs ingresado en un estado de arrobamiento y unién con la o:ra persona, no ge torma sutore- Acxiva porque el yo solitarip que se cuestionaba (y la consi- guiente ansiedad dea soledid) se disuelve en un nosotros. SI, se termina la ensiedad pero bay una périda del sujeto eta os precisamente la raz6n por la cual a los torapeutas no nos gusta tratar aun paciemte que se ha enamorado. La te- rapia y a condicisn de fusion por enamoramiento son incom patibles porque el trabajo terapéutico requlere una avtarefien 23 sividad cuestionacora y una ansiedad queen titima instancia seivirdn de guia a los conflictos interns. demas, come sucede cen todos los cerapeutas, me resulta fc] establecer una relacin con un pasiente que se ha enamno- ado. En elrelato “El verdigo del amor", por ejemplo, Telma se ‘rebusaba azelaclonarse conmigo: suenergfa cra consumida por ‘completo por su amor obsesivo. Cuidado con el poderoso y ex- clusivo apego hacia otra persona; al contrario de lo que la gen: te supone, no e2 una evidencia dela pureza del amor. Ua amor asi, fan encapmalada —aque se alimenta a sf mismo, sin impor tarle los demnée—esté dostinado a decrumbarse. El amor no es solo una chigpa apasionala entre des persones: hay una dife- rencia infinite entre enamorarse y seguir enamorado, El amor fs, mas bien, un estado, un “dar”, un modo de relaclonarse en. teneral,y ne wa acto limitado a una sola persona. ‘Auge nos esforzamos en la vida por vivir de a dos o ex grupo, hay momentos, sobre todo cuando se aceree la muer~ te, quela verdad terumpe con escalofriante clarldad: nacemos solos y morimos solos. He ofdo decir a muchos pacientes a ‘punto de morir gue lomés homible que tene Ja muerte es que tino debe morir solo, Sin embarge, inclusive en el momento de Is muerte, e] daseo de otra persona de hacer sentir su pre- sencla con plenitud puede llegar a penetrar la soleded. Como dice un pasiente en "No vayas mansamente': “Aunque estés solo en fi bote, siempre es un consuelo ver las luces de los otros boies moviéndase cerca.” ‘hora bien, sila muerte es inevitable, si todos nuestros lo ‘es, ¢ elusive ol sister solar entero estarén en ruinas algin ‘ia Sal mando es contingante (es decir, sl todo pudo igualmen- tehaber sido de otra manera), silos seres hurnanios deben cons. ‘mir el mundo y el diseno hurano dentro de ese mundo, entor ces 2a6sianificado duredero puede haber en la viéa? “Esta pregunta acasaa lng hombres y mujeres contemporé nneos, ymuchos kuscan terapia porque sianten que su vida ca u eee de sentido y objetivo, Somos criaturas que buscan sign Feados. Biol6gicamente, nuestro sistema pervioso esta orga aizado de tal manera que el earebro en forma automstica reo elo esttmulos entrances en configuraclones. Los sgnificados también proporcionan una sensacion de dominio: al eentirnos Impotentes y confundidos frente a acontecimlentas casuales, sin paute algune, buscamos ordenarios y, al hecerlo, tenemos la sensacion de que las cantrolamas, Lo que es més importan- te, el significado da origen a valores, por ende, a un eSdigo Ge comportamiento: de esa manera, la respuesia a preguntas ‘ue tienen que ver con por que (dPor qué vive?) proporsiona na reser eget einen que on co (s- “En estos die2 relatos de psicovarapia hay pocas discusiones cexplicitas sobre el significedo de Ia vide. La bisqueda de sig- nificado, igual que le busqueda de placer, debe ser evade a cabo de manera oblfcuz. E significado surge de una actividad ‘con significado: cuanto més deliberadamente lo buseamos, ‘menos prabable es que lo encontremas; las preguntas reciona: les que podemos hacarnos acerca del significado sieragre co Drepasarin las respuestas. En la terapia, como en la vida, el significado es un resultado de la ocupacién y la dedicacion, es hacia all donde erapeua debe dirigic sus esfuerzos, s- que no porgue el estar ecupados proporcione una respuesta racional a preguntas sobre el significao, sino porque hace que estas preguntas importen, Bl dilems existencial —un ser que busca significado y cer ‘e28'en ua universe que carece de ambos— tiene tremenda im ‘porancia para la profesion del psicoterapeuta, En su queha- cer diario, los terapeutas que desean establecer una relacién auténtica con sus pacientes experimentan una incertidumbre ‘considerable, El paciente que se enfrenta a preguntas sin res: ‘puesta no eélo expone al tercpeute alas mismas pregunas, fo que hace que el terapeuta recoaozca —como me sucede en “Dos sonriese’— que ls experiencia del oto es, on altima ins. tancia, inflexiblemente penada e imposible de conocer, a5 or seo, a capaci de toler la ncrtiduniie en requistopfvio pata laprolesion. Aumaue el pullcopasda ‘creer que Iqs terapeutas guian a sus pacientes sisternaticamen- fey co seca ates de ciopa de terpiaprecectlen ae cia un obevo conpldo con antrordnd, arse vce slo tleasoren mba como ssectiguan eos nos, rapes, tas suet ferern ge tambaleat,improicar yusca¢ Hex tes un csecién La fentaccn pote de logy certera abravandafinaecilsdeoldpcayunsioema eapéaticn turoso cs ago triconeo: tal reels Puce ogee Gert eafentined eneuectr necqare para one I copia serch nt eluents que ee covasdn nisne dee seat la. es un flecrioo enaventvo Hurano entre dor prone, tna de lan uses (pr lo general apr no seme oF seu treba sau tones tenen umipl dua deben observa yal miso Ulm Part cipar en api de us pacientes, Como obserredor ano doce serlosufcfntements objetivo par arta meena sua, siroptaria al pacene, Convo participante uo debe entrar sxla vide fel pcient’ el enoucnveafecta ya veescambla alterapeut Al excogec entrar plenamenteenla vide de cada pactese, ye, elicapfut, no slo quo expuesto ala oimas cus. tes exitenpines Gomis fatentes spe que debe ents pepe: rado a exerbnaias con les nian reglas de invesigacion Dee bo amir ue saberee mejor que naeaber que eestorarsce mejor que oaventuarsey que la mgia dei duston por mit eay station quae, Snulmants desta dl espa umes o-Tomo don nmensa seredad ls sides palbre de Tho. ‘ae Hardy "Sh eriso un camino hi lo Nor enevenuere una mifad pena ale Peon” Elrol dla de obscrvadcr y patcpante txige mucho de) terapeuta yen esto des caoy poss peal pagunion Se =i eg yap ac ue me peda ser el guardian de sus cariae de amor se en‘ren: 2 | | 1 tara 2 los mismo problemas que yo habia evitado en ri pro- pia vida? Scrie posible guiarlo mas allé de donde yo habia legsdo? {Debia yo formular duras preguntas existenciales 9 tom morlbundo, @ una viuda, a una madre que habia perdido faut hijo, une persona a punto de jubilarse, accoad por sue nos trascendentes, cuando eran preguntas para las cuales yo no tenia respuesta? gDebla revelar mi cebilidad y mis limita clones a una paciente caya otra personalidad slternativa yo excontraba tan seductora? (Podfa yo formar una relacion ho- nesta y positivaments interssada con una sefiora obesa 2uy0 aspecto fisico me resultaba repelente? Dajo el estancarte de! eutoconocimionto, ¢debia demolerlaiusion amorosa ee una ‘anciana, irracional sf, pera que al mismo tlempo la susien- taba y le daba jlusiones? 20 imponer mi voluntad sobre un ombre que, Incapaz de actuar en beneficio de sus mejores Jntereses, permitfa que tres eartas in abrir lo atervorizaran? ‘Aunque en estos relatos de psicoterapia abundan las pala- bras pacientey erapeuta, no se deje confundir eestor con es- tos termincs: estar son relatos referidas a todas los hombres y ‘todas las mujeres, La calidad ée paciente es ubicua, La asi zacién de tal etiqueta es en gran parte arbitraria y con freuen cia depende ms de factores culturales, educacionales y eco: nomicos que de la severidad de Ia patologis. Dado que los terapeutes, no inenos que los pacientes, deben confrontar es- tos supuestes de la existencia la posture profesional ce abje: tividad desinteresata, an nacasaria para el métade elentilico, resulta inapropiada, Nosotros los psicoterapeutes simplemen- te no podemos derramar comprensiony exhortara los pacien tes a que luchen denodadamente con sus problemas. No pode- mos hablarles de usted y sus problemas, sino de wesctros y nuestros problemas, porque nuesira vida, nuestra existencia, siempre estard igada con la muerte, el amor ligado con le per {da [a libertad con el miedo, el desarrollo con la separacion, ‘Todos estamos en todo esto juntos. L El verdugo del amor No mne gusta «rebajar con pacientes que estan enamara- os. Quizs se deba ala envidie: yo también anhelo la fasci- nacién. Ouizé se deba a que el amor y la psicoterapia son ine compatibles en Jo fundamental. Un buen terapeuta lucha contra la escuridad y busca la uminacién, mlentras que el amor romntico se sustenta con el misterioy sa desmezona al set inspeccionado, Aborrezco serel verdugo del amor. ‘Sin embargo en los primeros minutos ée muestra primera entrevista Thelma me dijo que estaba desesperanzada, tragi camente enamorada, y yo en ningtin moments vacilé acepiat~ lacomo paciente. Todo Io que vi de una primera mirada —su arragado rostro de muier de setenta afics, con un senil tem= Floren la mandiula, elmal cuidado pelo amarlle tenido que cempezaba 2 raleas les flacas manos de venas aculadas— me ecia que debia estar equivocada, que no podia estar enaino- rade. Cémo era posible que el amor escogiera devastar ese fragil cuerpo tambaleante, oalojarse en ese informe traje de jogging de poligster? ‘Ademas, gd6nde estaba el aura de arrobarniento del amor? El suftimiento de Thelma no me sorprendi6, ya que el arnor Siempre esti contaminaco por el dolor, pero ese amor suyo es- taba monstruosamente Gesequilibrado: no contenfa absolute mente ningsin placer. Su vida era sélo torment. De modo que acepté tratarla porque estaba seguro de que ‘lta cuir, no a causa del amor sinc do alguna excraBa varian- te que ella confuneifa con amor. No sélo ereia yo que podria 2» ayudar Thelma, sso que estaba intrgalo porla tee de que «sa falsn emocien seria un foro capa de iuminar en parte el rofando mistero del amo Thelma se most distantey tenga en nuestra primera en- revista, No cevolii mi conrza cuando la cade en lacala de espera, y me siguida unos pasos de distancia al escolara por fl comredot Una vee que entramos en mi concultorio ella 20 inspescioné e] ambiente sino que se sent de nme. Lue- 0, sin esperar que yo hiciera alin comentario —y ain dese. brocharse [a pesads carpera que llevan sobre el rae de jog- ing inopieé hondo y empezd ahebler: —Haceocho anos 1wve una relacién con mi terapeuta. Des, de entorces ao me lo he podido qutar de la cabeza, Estuve @ Punto de suicdarme una ve, ceeo que la présioa Io logra- 1, usted emi time esperanza, Yo siempre eseucie con mucho puidado ise primeras pala bras. Con frecuencia som preternaturalmente reveladores iy predicene|tipe de relacién que podréetablecer con el paien tL palsoras peymien que uno eruce a la vida del or0,De> zo chtono de vor de Thelaia no conten‘a une invitecién para que me aproximars. Ella prosigat6 En casoide que le cuesteereerme,cuiaés esto aye. uscd bn un gatado boleo con pilines y me enztego Gos vicjasfotografias. La primera era la de una joven y bella baie Jarina.conjun brioco traje de malla negro. Al ver la cara ce a Dallaina me sorprendt al encontrar la mirada penetrante de Thelma aye pareefa buscar la mse através de las ééeadas, Era me informs Thelma euainca vio que micaba la se funda fotd Jade una imperturbable mujer de seserta ais, bien parecics— fue tomada hace unos oshoanos.Camovers—Se ps 3élos dedos por eldespeinado pelo, yao caido mi aspecto ‘Aangue me cosiaba imagina que esta gastada anciana pic deta haber tenidonanarelacidn cons terapeuta, pole dijegue no le rein, De hecho, no dije nda en abecto, Tra de man: tener une fompleta objeividad, pero elladebi6 de notar cleria cviceneia do inerodelidad, agin pequoRo indict, quizas ur ca: 30 si imperceptible ensanchamiento de mis os. Opté por no ob- Jetara ls acusaci6n de que no le crefa. Este no era momentade Salantertas, y habia, si, algo imcongruente en la idea deque wna. descuidada mujer de setenta aos pudiera estar loca de amor Ela lo sabia, como me di cuenta, y también que yo lo sabia, Pronto me enteré de que en los ultimos veinte anos pada. 36 de una deprestin erénica y que habfa estado bajo trata ko psiquisirico de manera casi continua, Habfa reeibido gran parte della terapia en la clinica de salud mental del con- ado, donde la habfan tratado una serie de practicantes, ‘nes once afiosantes habia comezado a tretarse con Matt hhew un joven apuecto recidente de psicologia, Durante ocho meses fuvieron sesiones semanales en la elfen, y alla siguio viendolo en su consvltorio particular un afi mée. Al ato si- guiente, cuando Matthew obruva un cargo de tiempo comple. to enun hospital ectatal, ce vio obligado a poner punto finel 2 1a terapla con todos sus pacientes privade. Fue con enorme tristeza que Thelma se despidié de é), Bra por lejos, el mejor terapeuta que habia tenido, y e habia to- mado mucho, mucho efecto, Durente esos vente meses agua. aba con ansias cada cesion de terapia, Nunca antes habia te rnido una relacién tan france y abierta con nadie. Nunca antes hhab(a conocido a un terapeuta tan eecrupulosamente hones- to, divecto y cottés. ‘Thelma cant6 las loae de Matthew curante varios minutos —Tenfa‘anto afecto, se preacupala tanta, Tave otros tera. peutae que irataron de cer eélides, de hecerme sentir eémoda. pero Matthew era diferente. Se intezesaba de verdad, de ver dad me aceptaba, No importaba lo que yo hiciera las cosas ho- endas que pensara, yo sabla que él lo aceptaba y, mse adn —vc6mo se dize?—, lo confirmnaba. No, Io ratiieaba. Me aye. aba, igual que todos lor terapeutae, pero hacia mucho més que ess, —zPor ejemplo? Ne introdajoa la dimension espiritual, Ta dimension re- Iigiosa dela vida. Me enseié @ que me imoortaran todas las En cosas vivientes. Me ensoRé a pensar en las razones porlas que yoestabs en la tierra, Pero #l no tenfa la cabeza en las nubes. Estaba siempre alll junto a mi. ‘Thelma estaba muy aniimada. Heblaba con pasin, y setae Jaba hacia abajo, ala tierra, y luego hacia arriba, alas nubes. Yo vela que le gustaba hablar de Matthew. ‘Me encantaba la manera en que se relaclenaba conmige. Nome dejaba pesar nac por alto. Siempre me teprendia pot ‘mis hibites de mierda, Esta titima frase me llamé la atencion, No condecéa con clresto de su presentacién. Sin embargo, escogis los térm! rno$ con tanto culdade que supuse que 2st lo cicia Matthew. 1 Quizés ése era un ejemplo de su magnifica teenica! Mi acti- tu nogetiva hacla el Sba rapidamente en aumento, pero no je neda. Las palabres de Thelma indicaban que no veria bien ninguna eritica que le hiciera a Matthews Después de Matthew, Thelma inieié terapia con otros pro- fosionales, pero ninguna pado llegar a ella ni Is ayud a valo- rar vida igual que él Imaginese, entonces, lo encantada que estuve, un ano des- pués de su ultima sesiéa, al encontrario un sabado por la tar een Union Square en San Francisco. Chavlavon y para ult del torbellino de la genie que hacia compras, fueron a tomar ‘wn calé en la confiteria del hotel St, Francis. Tenfan tanto de ‘qué conversar, tance que Matthew queria saber sobre el ult- ‘mo afio de Thelma, qe el café e extencié hasta la hora de co: ser, y decidieron ies Seoma, en el muelle de os pascadores, comer eangrejo cioppino. ‘Todo parecfa muy natural, como si solieran comer Jumos siornpre. En realidad, hasta entonces la relacién habia sic es ‘wicizmente profesional, sin transgredir el limte formal entre ppaciente y terapeuta, Se hablan llegadoa conover en seymen- {es semanales de exactamente eincuenta malnutos: ni més, al ‘Sim embargo esa neche, por ratones que nl siguiera 2ho- za Thelma llegaba a comprender, ella y Matthew traspeseron 2 Jn frontera para internarse en la realidad cotidiana, Ninsgano consults Ta hora; en silencio, ambos se condabularon pata bi sirqueno habia anda oxtrafo en que charlaran de evestiones Petsonales, compartieran un café o comieran juntos, A ella le pperecia natural rreglarie a é) el cuello arrugado de la carni- 2, quitarie Ia pelusa de la chaqueta, tomatlo del bre2o al su- bir por la cuesta de Neb Hill A Matthew le parecié natural Gescribirle su nuevo ‘nidito" en al Haight, y por lo tanto no: pperecié raro que Thelma dijera que se moria de ganas de ver- lo. Se rieron cuando Thelma dijo que si marido Herry exts- tba de viaje. Era miembro de la comisién asesora dea asocle- clon de boy scouts, y estaba de gira por el pais dando charias casi todas las noches. A Matthew le divirsié que casi nada hu- blera cambiado; no habla necesidad de explicarle neda 2 él Después de todo, él estaba por completo al tanto de su vida. “No recuerdo mutcho del resto de esa noche —prosiguis diciendo Thelma—, no sé como pasaron las cosas, quién fue [primero en tocar al of, y e6mo terminamos en a casts. No tomamos una decisién: todo pasé de una manera espamiénea. nada forzada. Lo que si resuerde con gran claridad es que al sentir los brazos de Matthew a ml alzededer fue arrobador, Uno de Jes mejores momentos de toda mi vide. —Cugatzme qué pasé despues, Los veintisiste dias siguientes, del 19 dé junio al27 de ju lio, fueron magicos. Hablébamos por teléfono varias veces al «dia y nos vimos eatoree veces, Yo flotabs, me deslizaba en lu ‘garde caminar, ballabe. ‘La vor de Thelme se habla tornado cantarina, y mevia le cabeza al ritmo de una melodia aida hacta ocho anos. Tenia Jos ojos casi cerrados, Jo que me impacientebe, No me guste serinvsible. Esa fie Ja cumbre de mi vide. Nunca fui tan fella, ni ane tes ni despues. Lo que sucedo desde entonces munca pod bo. rar lo que él me dio entonees. Que sucedio desde entonces? La altima vez que lo vi fue el 16 de julio, alas doce y 38 usin, Durante des dite no habia pti comunicarme son por tlehno, as que ct en su copeultorio in ananciarme. estaba qomiendo un sandwich lug de un grupo de tre pis Leprefunte per que seme abla dovecto ns lacadaey {slo me Hijo que lo nuestro no esaba bien y ue ambos 0 ‘abiamee "Alo tp pats, Estab lorind en into Ben nfeeento par dciir que ne catabn bie, per Aipnee seguir? ; Le pramunt: "Sunn as te hbo clea siguent, 9 den srodhenepats ce wras rare ciara pun. te Celden pate? ghodria stearic Mattnew respond is irepuna: frndndome dela mano, pncandote robe usr Gils esechandome con fuera durentevaios miaato, “lathe famado nisdad de ecb desde enfonces, yl be, dejadommefsajeser el contador ALerincipiomedevoldOak tunes llanfas per luego dee desaber deel Meer desu ‘ida Seno sbeolr, : Teelrd se valley mix por le ventana. Su vo hable per dudolaalefta Mablaba con mayor dliveraeion, eon tn ton0 smarty distant, pero ye o habia lspimes, Me pares gee thors elepa i crea de det olstimde que de ora. “Nunca supe por qué. por qué termind todo asf como asi En nf demuerres dirs converacines jo que de baxios afer vevdadera fda, ylusgo nadie taba involferodo con otra persona,| Sospeche que esa nueva personaten la vida de Matthew era otro paciepte 1 Thelmd no estaba segura si se trtaba de un hombre ouna’ mujer, Sospechaba que Mathew eta gay: vivia en uno delos ‘enclaves shys de San Frencisco, y era hermoso como pueden. serio los hombres gays, con un prolijo bigotto, cara de queri= bin. un cugnoo como el ée Mercurio, Bsta pesibilidad seleocu- ‘id un paf de anos después. Rsraba haciendo una gira turisti ‘ca porlostlrededaxes, y entré con ceria cautele en un ber gay 2c In calle|Cactre. Casi se eays de expaldas al ver 3 Matthew ue semtacio frente als barra, entre delgades jévenes atractivas, de prolije bigotito. Verse separade de Matthew de uns manete tan brusca fue evastador para ella. yno saber por qué, insoportable. Thel- ‘ma pensaba en él continuaments; no pasabe una hora sin que tuvicra una fantesfa acerca de 4. LlegO 2 Cbsesionayse con el por qué de la separacién. Por qué le habia rechazedo, abu ryenténdola de su vide? zPorqué entonces? 22¢r qu no queria ‘erla, ni siquicra hablar con ella por teléfono? ‘Thelma se ceprimlo més y mas luego de que todas Jas ten- tntivas de comunicarse con Matthew fracasaran, Se quedana len su casa a dia entere, mirando por la ventana; no posia dor rir; su manera de hablar y sus movimlentos se tarnazon des- rpaciosce; perdié todo entusicema, Dajé de comer y pronto st. epresiGn super¢ la ayuda que puciera dar'e la pelearerapia 0 ninguna medicecin antidepresiva. Al eonsulter a tres médi- (os distiatos y obtener de cada uno una zeceta para el insom- rio, pronto logrs tener una dosis Ital. Execternente seis me- ‘es despues de su encuentra eseual con Matthew en Union ‘Square, escribig una nota de despedida para su marido, Hamy cestaka fuara de la csudad esa semana, Thelma espers su lia- ide de Jes buenas noches desde la costa este, desenchfs el telefono, tomo todas las tabletae, y 28 acost6, Harry tampoco podia dormir esa noche, asf que la ams camer, Se alarmé al ofrque al teléfono estaba constantemen- teocupaco. Llainé alos vecinos, que fueron a golpear la puer ta de la casa de Thelma, en vano, Llemaron a la police, que ‘enirs en fa easa y le encon:r6 al Lorde de la muerte, Sél0 los heraicos esfuerzos de los médicos lograron salvar- lela vida. La primera llamada que hizo al zecobra la lucidez fue al contestador de Matthew Le asegur que mantendria su relacién con 4 en seereto,ylerogd que fuera a vsitaria al hose pital. Matthew fue de vista, pars ce quedé séla quince mimi tosy su presencia, segin Thelin, fue peor que su silencio: eu- id toda alusion que hizo ella 2 los veintisiate dias de amor ¢ insisté en adoptar una acticud formal + profesional, Cambio 35 ‘en una gala apentunidad: cuanda Thelma le preauntd e6mo ibe su relaeibn con esa nueva persona en su vida, Ble espets: “INO ‘lenes ningtin mative para saberlo!” ‘=Y eso fe todo, —Thelma volvié su restro hacia oi por primera vez. —No lo he vuelto a ver ~agregé—. Llzmo y le de- jomensajes en fechas importantes: su cumpleatio, el 19 ce ju- snip (nuestra primera cia), el 17 de jlo (nuestra dla cia), Navidad y Ao Nuevo, Cada voz que cambio de terapeuts, 1o amo pars comunicarsao. Bl Jamas me lana, “Durante ocho afos no he dejado de pensar en 6. Alas sic te de la maiiana me pregunto si estart desplerto yay a las ‘cholo ¥e0 comniendo cereal (Ie encanta la avena; ereci6 en Ne- Drag, en una granja). Cada ver que camino por la calle lo butseo con los oles. A veces creo verlo, pero me equivoco: e# un perfecto desconacido con quien lo confundo. Sueno con 4. Re~ ‘vivo mentalmente cada una de nuestras reuniones durante ‘esos veintisiete digs. De hecho, estas fantasias ocupan la ma- (yor parte de m1 vida; apenas me doy cuenta de lo que sucede. (Mi vida es la que tavo lugar hace ocho aos. Mi vida es la que tao lugar hace ocho aitos. Una frase im presionante. Le almacené para uso futuro, “Cusnteme acerca de Is terapia que ha tenido estos citi- os ocho afos, desde la tentative de suicicio. Durante todo ese tiempo jamas he vivido sin terapia, Me aban montones de antidepresivos, que no hacen mucho, ex cepto permitinine dormir No ha sido gran cosa la terapia. Hae ‘lar nunca me ha ayudado, Supongo que podria desiree que zo le di mucha oportunidad «la terapia desde que tomé la de cisién de proteger a Matthew y ne mencionar ni él nila re Jncign a ningiin terapeute. —Me esi diciendo que durante ocho atfos de terapia ja rms ha hablado de Matthew? {Mala técnica! Un error de principiante, pero yo no podie supeimir mi sorprese, Records una escena en la que no habia pensado an deadas: yo era estudiante en una clase sobre en {revistas en la Facultad de Medicina, Un estudiante bien inten. 36 cionndo pero insenstble (que luego, por suerte, decidié conver tirse en cirujano ortapédico) estaba conduciendo una euite- vista delante de sus condisefpulos e itentaba user Ia tésnica rogeriana de inducir a um pacionte a que hablara tepitiendo suo ctimas palabras. El paclente, que habia estado enumerat. do hechos espantosos cometidos por au tiranico padre, dijo ea lan momento; "iY come carne crudal” El estudiomte que lo en- Uuevistabs, y que hasta ese momento ge habia esforzado por ‘mantenerse neutral y objetivo, no pude contener més su indige nacion, y beams: ";Came cruda?” Durante el reste de ese afo, en medio deuna clase alguien susurraba "zCarne cruda?* y to. des estaliabamos de rsa, Guardé para mf el recuerdo. Peco hoy ha tomado la decision de vena verme y ser sine tera, Cuenteme acerca de ess dacivien, —Averigué acerea de usted. Llaané a otros cinco terapetie sles dije que habla decidiée darle una ultima oportunidad als terapia y les pregunté a quién deberia ver: Su nombre se repitio en cuatro ocasiones. Tedos dijeron que usted era un buen terapeuta para casos de “ultima oportunidad”. De ma do que eso era algo a su favor Pero supe también que eran 2x alunos suyos, as que segui Investigando. Fuj a ls bibliote- cay consulté uno de sus libros. Me impresionaron dos costs: usted era clara (podfa entender Io que usted dacia) y estaba dispuesto a hablar con franqueza sobre la muerte. ¥ ser’ fast 2 con usted: estoy segura de que tarde o temprano termina: 8 euicidéindome. Zetoy agul para probar le terapia por tli ima ver, para ver si deseubeo na manera de seguir viviendo con un Apice de felicidad. Sino, espero que usted me ayuce a ‘morir y me acenseje la forma de causat «] mentor dclo: posi ble mai faenlia Te dije a Thelme que yo erefa que podriamos trabajar june tos, pero le suger! que mantuviérarnos ota, hora de consulta para voiver a considerar la situacign y tmbién para permitir- |e estimar si lla querfa trabajar conmigo. Ya sba a prosemute ‘cuando Thelma mité su rel Veo qhe ya han pasade mis cineuenta minutes, y sie aprenddo ge, es no prclonger mi ierapo de terapi. -meditande sobre este dltime comentario —no del ico, no Gel todo coquetdn— cuando Thelma de pr iciéndome al salir que programtia I fecke dela proxuna vpita con mi sezretara. Despuh de esta sesion yo tenta mucho que pensar. Prime- 1, estaba Mazthew Me post furioso, Habia visto demasiados pacientes pst mados por terapeatas que los utlizaban sexuel- mente. Es} siempre periudice aun paciente, ‘Las exchisas de lor terapeutas sop siempre las mismas, ge netalizacidues quelos fevorecen: pot ejemplo, que el terapew ‘a asap gafrma le sexalidad de Is paciente, Si en muchos pacientes pueden necesitar une afirmacién de su sexualidad Aloe que darscon de atreetivo, san obescs en extreme, o kan silo desi dos or la czula~ nunca he og gu lem uta ogra wha cupueetaafirmacién sexael. Siempre es una fnujer strive qulen tesla eleglea pare dlche sfrmecice. Ser. os tetapeutas trensgresores los que necesita la afm ‘lon sexu! y que earecen de recursos © habilidad para obte- rarla en sk propia vida privada, No cbsfante, Matthew consttuia un enigma, Cuando se Jo Thelnfa (ose dejé seducir, Ia misma cosa) acabebe de ter mninareu possraco, de modo que tendria stededor de treinca aftos. -Pof qué, entonces? Por qué un hombre joven y atrecr tivo, presimiblomante telontoto, eigié a una mujer de sesen. tay des aos que hacia macho se sentia deprrmday sin vide Pensé.acefca de aconjetura de Thelma de que él ra goy Qi 26 ls bipesis mac razonable era que Mattiew actcé para re- solvecaline cuestion sexvel persohal,utilizando a su pacien te parael ‘Precis}mente por esta r226n iostamnos ¢ los practicantes @ au rect ua tempi personal prolongada, Pero en ne twalidad, don cursos breves de enirenamiente, mecor spervi+ ibn exitepios menos exigent pare el entrenamiento req ror parla pacca dea proesan amb en mas jos. cx sical al frecuencia los terapautas se niegan a aceptatlo, y en conse fuencia muchos pacientes sufren por la falta de autocone. mifento del terapeuta, Yo re disculpo los profesionales ies Dorsables y a muchos pacientes he trataco de convencer para fue denuneien alos terapeutas que los han usado sexualmen= te ante ls comsiones de ética profesional, Por un momento considecé qué podfa hacer yo con Matthew, pero supase que estaria mas alla del estatute de limitaciones. Aun asi, queria aque él se enterara del dafto que habia causado, Volvi In atencién hacia Thelma y, por el momento, hice a sun lado la cuestién de los motivos de Matthew. Pero tave que enfrentarme a alls muches veces antes de la ertainacidn de sate Cerapia y en ese momento no pude imaginar que, de 1odoe Jos enigmas en el caco de Thelma, seria el de Matthew cl que llegacfa 2 resolver mejor, ‘Me soxprendia le tenseidad de le obsesién amozosa de ‘Thelma, que la haba poseido durante ocho afioe sin recibir ringlin refuerzo exteme, Esa obsesién colmaba todo el espa- clo de su vida. Ella estaba en Jo clerte: vivia su vida de hacia, ocho afios. La cbsesiGn debfa de sacar fuerzas del empobrect- ‘miento del reste de su existencia. Yo dudaba si seria positle separarla de su obsesién sin ayuilarla primero a enriquecer otros compartimientos do ou vida Me pregunt€ cuénta intimicad babrfa en su vida diane. Por Jo que me habia contado de su matzimonio, al parecer n0 ha ‘ofa uma relacién estrecha entre ella y su marido. Quiz la fun sign de In obsesién ere proporcionar intimidad: la vinculaba 8 otro, aunque no se trataba de una persona real, sino de una femtasia, ‘Lo mejor para mi poddia ser establecer una significetiva re- Jecton ds proximiiad ancre nosouros das y hiego usa exa rela ign como solvente para disolver su obsesién, Pero eso n0 se ia facil. Su velato de la terapia era eccalofriante, Costeba ‘maginar que alguien pudiera hecer terapia durante ocho aftos sin hablar de su verdadero problema, Pera eso se requiere un ‘ipo especial de persona, alguien capaz de rolerar el engano, 39 capes de abrazar la intitnidad en Te Fantasia pero de evitarla eale ida, ‘Thelma inicié la siguiente seién dieiéndorne que esa sema. ‘pa habia sida espantosn. La terapia slempre consticufa una pa- radoja para ella. “Sé que necesito ver a alguien, que no me puedo arregior sola, ¥ sin embargo cade vez que hablo de lo que me ha pase do, fenga wna ¢emana terrible. Las sesiones ce terapis siem- prevevuelven el avispero, Nunca resuelven nada; lo empeoran, todo. No me gusts eémo To dij. @Se trataba de un avence de fi turns atracciones? :Me estaba explicando la razon porla cual fen lima insteneie alandonarta Ia terapia? Este semana no he echo mis que llora. En ningiin mo- mento me he padido sacar a Matthew de la mente. No puedo hablar con Harry poreue s6lo pionso en dos cosas —Mattzhew ‘yel susaidio—y les dos son tepices probibidos. ‘Nunca, nunca hablaré de Matshow con mi maride. Hace fos le dije que lo encontré por easualidad y estuve con él un. ‘momento, Debo de haber hablado demasindo, porque después Horry me dijo que crel2 que de alguna manera Matthew era responsible de mi tentativa de suicidio, Silogara a saber la verdad, honestamente creo que materia a Matthew. Hay es ta lleno de lemas de los boy scouts relacionados con el honor “ho piensa mas que en lot boy scouts—y bajola superficie es tun hombre violento, Fue oficial de los comandos britnicos durante la Segunéa Guerra Alundial y far méiodos para matar en combate cuerpo a cuerpo. —Cuénteane mas sobre Harry, —Me sorprendié la vehemen- ‘ia en la vor de Thelma al decir que Harry matenfa @ Matthew ce saber lo que habia pasado. Conoofa Harry en la década del weinta cuando yo cra Dalarna profesional en Europa. Siempre he vivido sale para {dos cosas: acer el amor y bailar. No guisc deiar de bailar pa re tener hijos, pero me vi forzads hace treints y un anos por- ‘que contraje la gota, que no es una buens enfermedad para 40 tuna bailaring. En cuanto al amor, de joven tuve muchas, mu ches amantes. Yavio usted esa foto maa, Sea honesto, cane Ja verdad, gno era hermosa? —Siguié bablando sin esperar res- puesta. Pero cuando me casé con Harry, fue al fin del amon. Muy pocas hombres (aunque hubo algunos) fueron lo bastan- te valiontes para amarme: todos le tenian mucho miedo a Harry. Y Harry puso fin al sx hace veinte tos, y es muy bue ro para poner fin a las cosas, Ya casi no nos tocames, lo que ‘guia sea tanta culpa mia come de 6, Estaba a panto de preguntarle sobre qué querfa decir con eso de que Harry era bueno para poner fin a las cosas, pero Thelma siguis hablando de prise. Querfa hablar, aunque como sino hablara conmigo. No daba evidencia de aguardar una respuesta de mi parte, Apartaba la mirada. Porlo general mi raba hacia arriba, como ensimmismada en lor recuercis, Lo cotroen que pienso, y sobrelo qu: tempoco puedo ha- blu es el suicidio, Tarde o temprano sf que me suicidaré: ec Ja nica salida. Pero nunca le digo ni une palabra de esto 2 Harry. Mi tentativa eas se Io lleva. Sufri ua paqueso ataque y envejecié diez aros delante de mis ojos, Cuando, pare mi sor presa, me desperté viva en el hospital, pensé mucho en lo que Tz hice @ mi Familia, Bn ese mismo momento tome varias re soluciones. —2Ous clase de resoluctones? No habia necosidad de esa pregunta, porque Thelma ya es taba a punto de deseribir sus esolucions, pero yo deble man- tener una suerte do intercamabio con ella, Estaba recibiondo mucha informacion, pero no establectamas contacto. Blen po- driamos haber estado en cusrtos separados. “—Resoles que nunca diria 9 Faria nada que pusiers causar- le delor a Hany, Resol darle todo, y ceder en todo, Quiore construir une nueva habltacksn para su equipo de gimasia. May bien. Quiere ira México de vacaciones. Muy bien. Quiere conacer gente en ls reuniones sociales del iglesia. Muy bien [Not6 mi iutriga al wencionar les teuniones sociales de la ‘gesia, pues me dio una axplicacisn. 41 sri mos es ho tse que supe qu ere, o tempran me suiciderfa, no be querido conocer a nadie. Los nuevos amigos sélo sigificen ms despedidas y més persone, que hastimar, | He rebjaiado con muchos pacignies que verdaderamente, han querido suicidarse, pero en slera forma su experiencia es twansfoemscional, y cuando maduran adquieren sabidurta, Una confrentacion real con la mueite por Jo general haee que se cuesticite con seriedad los objetivos dela vida y la conduc: ta ques He levaco hasta entonces, Lo mismo sucece con los que se enffentan a la muerte por una enfermedad fatal. ius chos se lamentan de haber esperedo hasta tener cénces pore aprender vivir Sin embargo, Thelma era diferente, Nunca he ‘onacido ¢ nadie que hubiera estado tan cerca dela muerte ¥ Inublera apzendido tan paca, Por ejemplo, esas resoluciones, gue some al recobrar el sence después desu sobreesis derefa de verdad que hari feliz 2 Harry acvediendo a odes sus deseos y faltando sus propios Geseisy pensamientos? Y aut ‘podla ser peor para Harry que verllorara su mujery no com: partir nada? Bsta era una mujer hurdida envel autoengano. ‘Su autgengafo era partcularmente obvio cuando hablaba de patie i Tienda dulsura tal que toca el corazda de todos los cue’ enirun en bertacto con él. Todas sug seeretarias lo arnaban. todas les deca elzo afectuoso, sab los nombres de sus hij, les ovata masitas tres 9 cuatro veces por semana, Cada vez aque salims, durante esos veintisiee dias, sunca dejé de has cer untorpentario que hacia feliz al camarero o al empleado, de tienda |,Sabe algo usted de la préctica de meditacién bus dist? | —Pues| si, de hecho. | Ima no esperé que terminara la ovacién, ces sabra lo que es Ia meditacion “amor ybondad” Lapractichba dos veces por dia, yme le ensefié a mi también’ Precisamdate por e39 munca, ai en un mlll6n de aBos, pensé auc me tflanfa de esta maura, Sujslencio ine esté matando! 2 Algunas veces, cuando ne pongo a pensar, sense que no pue- de ser posible que él —que me ensefs a tener una actitud fra ony abierta— haya ideado un castga peor qu el silencio ab solute, Bstos dios pienso cada ver mds —Thelma bajé la vor 8 tw susurto— pienso que inteneionadamnente me est imple sando al sucidio.cLe parece eso descabelledo? “No st «hes cescabellat, pero st me parece una idea ce- sespcrala yterblementedoloros. "Beth impuleéndome al suicdio. Se ibrara de mf para siempre. (Ese esa inca explicacign pasiblel —Sin embargo, pensando ezo, usted lo ha protegide toda estos anos. :Por qu? —Poreue, més que nade en el mundo, quiere ave Mathew plense bien de mi No quero hacer peligrar Ie nie oport hldad que tengo de ser feliz! “Pero, Them, han pasado acho aos. ¢No ha sabido t= da de dl en ocho aos, —Pero hay una posibilidad, pequena, Perovna posibiidad eldos por siento, o inclusive del ano por cient, es meer gue rreda. No espero due Matthew me vuela a amas so quiet ue le importe que vivo en este planeta, No es mucho posi ‘Cuando paseamos por el perque Golden Gate, ces se toreiSun tobillo por trata de esquivar un hormigueroSeguramente podria reservar pera mi un paco de exa consideracién! Tanta inconsisencis, tate ene), cast comlon, sla par de tanta reverencia, Aunque yo estaba entrande poco a poco en 0 mundo, acostumbrandame asus evageraciones con respec- toa Matthew, cl siguiente comentario me dejé sin baba, “Si me llamara una vez por ano, y hablara Conmigo aun- aque fuera cinco minutes, preguntara por mi, me demostrra fu interes, entonces yo vivirfa fain. (Es eso demasiado pedir? “Yo nnaca habia conccido a una persona que dlera mayor poder otra que Thelma: asegurarque wna lamada teefdai- fade cinco minutos por ano la curarat Me pregurte geria ast Recuerdo que peas que si todo lo dems fraceseba, 00 uidarta en recut a ose experimento, Reconosi ave las po a sibilidades de énito en ia terapia no eran buenas: el autocnge- Se de Thelma, su flta de atencion psicolégica, su resistencia ala introspeccién, su tendencia al sticidio, tadealertaba a te- ner cuidade. ‘A pesar de (odo, su problema me fascinaba. Su obsesi6n amorosa —jde qué otra forma llamarla?— era poderose y te rez, pues habia deminado ocko aftos ce su vida. ¥ sin embar- 9 lag raicee de-cu cbseci6n paresfan extraordinariamente fré- alles. Un pequetio esfuerzo, un poco de ingento bastarfen para srraneat ls maleza, c¥ después? Debajo de la obsesi6n, zqué encontrarte? :Descubrirfa, ccultos por al encantamiento, la realidad brutal dea experiencia humana? Entonces sf podria Negar-s deseubrir ago acerca del funcionamienso del amor En los primeros dias del sislo x2 los investigadores médicos cesewdrieron que Ia melox manera ce eotencer @ propstite de un érgane endocrine es extirpazle y observar el funciona. siento fisiologico subsiguiente dal animal de labaratorio. ‘Aunque la inhumanidad de mi metéfora me dejé blade, se me ocurnie preguntsime: el ismo principio, - posible qud el pactenteves al terapeyta tl sual es Eso arene {6 mi enold con Matthew. | Pero fo es mas que una persona, Thelma. Usted aoe ha visto en ocho atios. (Out importancia tient lo que él piense de usted? i | —Eso np se lo puedo decir S¢ qué no tiene sentido, pero en sl fondo dd mi cornzén creo que yoestaria bien, seria fli, si Al pensara bien de mi. i Bote idfa, esta creencia fala, era el enemiza. Debta dese~ lojarla. Le supliqué. | Usted esrsted, tiene su propia vida, contin siendo la persona gees de womento a momento, dia tas dia, Basica- rents su exstencia es impermeable alos pensemicntos pase- Jeros, alasfondas electromagnéticas|que ocurren en una ten. so te desconocida, Trate de verlo ast. Todo esce poder que tiene Matthew es el que usted le he cco. =Me descompongo de! est6mago con solo pensar que pue- da despreciarme. —Lo que ocutre en la mente de otra persona, en alguicn ‘ue usted ni siquiera ve, que estéatareado con su propia vida, ‘no alzera la persona gue e8 usted Ah, lest perfectemente consciente de mi existencia, Le muchos meneajes en su méguina contestadora. Dehecho, le Gejé un mensaje la Semana pasace informandole que lo ee. taba viendo a usted, Me parecié que debia saber que estoy har blanco de 4) con usted. En todos estos anos siempre lo ke lia ‘mado cada vez que cambiabe de terapeuta. Pero yo crefa que usted no hablaba de él con los otros te- tunguenne malo pre- sgoutere, mantuve ml promesa. Hasta ahora. Anne ro hable todos estos anes, me parec justo que eupiere agus c- rapeuta sstaba viendo, Muchas eran de su misma inewited (uinds eran amigos sujos. Debido a mis seniimtenios negatives hacta Matthey no re dlsgustaron ls velabeas de Thelma. Por el coutrario; me d= vib imaginar su desagrac cai Yeo que essuchaba le en sajes ostensiblementssoliitos de Thelma en su grabacora, Empece 2 distrtar con ls idea de stacat a ldettneve Bats se. fra sabia cémo castigarlo y no necesitaba de ms paa ello ~Poro, Thelmo, weha alo que estabe deiendo antes. .No ve que esto es algo que se est haciendo a usted misroa? Las ‘ideas quo tenga él realmente no pueden cambiar la clase de persona que es usted. Es usted quien permite ue 8 mys en usted. Eles tan sdlo una persona igual que usted o 30, Si us- ted piense mal de una persona con la que no ene nngtin con facto, sus pensamientos ~esas imdgenes mentales que cic lanen su cerebroy que nadie mas que usted eonoce— pueden alectar a esa persone? La Gnica manera en que es0 pede si- ceder os a través del mids. cPor qué le entroga ese poder & st Matthew? Es una persona come cualquier otra, que lucha por viv, que envejece, que se tira pedos, que morira No hubo respuesta de Thelma. Subi mi apuesta. Me dijo artes que él no podria haber aptado porun com- portiaiento gue In lastimara més, Piensa cue cuieés esté m- ‘andl ce impulezva al suleidio. No esta intereeado en sa bieres- tar, Entonees, cqué sentico tiene otorgarle tanta diraensi6n? (Hasta areer Que nada en la vida es mas importante que el que Ipiense bien de usted? “—Realmente no crea que este tratando de implearme a su- Cidio. Bs s6lo una idea que se me oourrea veces, No hago mnés| Aue examinar mis rentimientos hacia Matthew. La mayor parte el iemipo pienso que lo importante es que piense bien de ai —Peve spor qué es imporsante? Ustee lo ha elovado a une posicién sobrehamana, Sin embargo, l parece ser una perso- xa muy problematioads. Usted misma ce refiere a eus proble mas sexuales, Piense en la cuestién dela itegridad, en su cd digo 62ico, Ha violado el e6digo fundamental de tod profesisn, de asistencia, Mire el perjuicio que le ha c2usado. Los dos sa- Demos cue est mal que un terapeuta profesional, que ha ju rade actuer para el heneficiode eu pacient, lastim? 2 umn per- sona de la forma en que él la ha lastimedo a usted. ‘Pera la misma hubiera sida que hablar en el vaeto, —Fue sélo cuando empez6 # actuar como un profesional, cuando welvié a adaptar eu vol formal, eaando me lastios, Cuando sélo éramos dos personas enamoradas me dio el cog. lo mae preciosa del mundo, Era frustrante. Obviamente, Thelma era responsable de la sitaweisn ce sa vide. Olviamente, era una fiecion que Mlatt= drew eerciera un verdadezo poder sobre ella. Obviamente ella Je abla dado tal peder en un intento por negar su propia li Dertad y su responsabilidad sobre la constitucién de su propia vida. Lejos de querer recobrar ou libertad, disfrutaba desu su mision con lascivia Deace el principio, por eupuesto, yo sabia que Ia Logica de sj argumento no lograria penetrar lo suliciente para producir 82 von cambio. Eso rara vez sucede. No sucedié en mi caso, cxan- ohacia trapia. Salo cuando who lo siense en les huesos se da cuenta. Sélo entonses pucde aciunr y enmisiar. La psicologia popular no hace mas que hablar de “asumis la reeponebil- ad", peco son sélo palabres: es extraordinariamente cifiel, aterrador inchisive, convencerse de que imo, ys6lo uno, cons. tuye el modelo de su propia vida, Por eso, el problema en la terapia siempre es como avanzar de una valoracion intelectual ineficez deuna yerdad con respecto auno mismo hacia unaex- rerleneia emocional de esa verdad. Slo eusndo la terapia po- ne en juego emociones profundas se conviere en una fuerza poderora del cambio. ‘Yia impotencia era e] pcoblema en mi terapia con Thelma. ‘Mis intentas por generar poder oran vergonzasnmmente eaten: tesde eleganciay consistian sobre todo.en tanteos, reproches ystreules repetitives alrededor de su obsesién, tratando de de mibaria, En esos ocasioney custo anefo ln certeza que oftece la or todoxia! Fl psicoandiisis para tomar la mas catslien de las ‘escuela ideesgicas psicoterapeutas— siempre postula convic clones muy fiertes acerca de los procedimaientos téenicos ne. cesarios, De hecho, los anclistas parecen més seguros de tade ddelo que yo puedo Megara estar seguro dealgo. (Cus canso- lador seria poder sentis por una vez, que sé exactamente lo que estoy haciendo en mi trabajo peleocerapéutico, por ejemplo, que estoy reccoriendo on 9x propia socuencia las etapa preci. «as del proceso tarnpética’ Noturalmente, no es més que una ilusién. Si pueden llegar aserde algun utlidad, las escuelasideatogicas, eon sus com. plejos edificies metafiscos, tienen éxito porque aplacan la an: siedad Gel terapeuta, no la del paciente (y asi permniter. que el terapeuta haga frente a Ia ansiedad del pracesa terapético) Cuanto mas puede al terapevta tolerar Je ansiedad de no ca. ‘ber, menor nevesidad tiene deabrazarla ortodaxla. Los mlem- bros creativos de una ortodotia, de cualquier ortodonia, com ¢ltiempo superan su diseiplina 33 Aunqup hay algo wanguilaedor gaua txmpeuta omnisien, ‘equesiethpre esi en coatrol dele situate, puede haber al g0 muy atractivo en un terapeuta que busca a tientas, wm tera peuta diefuesto a burdite con el paciente hasta que amboe, Jato, tsdpiezan con un descubrinnent9, Pero jay! como me engefaria Thelma antes de que conchuyera este ca80, e¢ posh, Beceem gneve nmi sgeeade outer elit hasta elanésimo, In. ira 8, Doc un momento. que Mah ce Uesciende sobre mi. Viviia entonces en un muin- ‘0 puedo seguir pensando mas ala Puede liberarse de esta? ¢Gémo podsialibernrse? aria Matthen:? :Se ha iraaginado alguna ver ung comversactéa en la que Maithew la|libera? ‘helms sonrio al or esta pragunte. MMe mird con mis res- peto, me fareci6, como si se sintiera impzesionada por mi i bildad defieer sus pensamientes, Era obvio que se trataba de tuna de su fantasfas mas importantes. ‘Yono dreo mucho en desempatar distntos roles o 2n cam; biar de sila, pero éste parecta el momento adecuaci. seen esa dira sila, fingir quees Matthew, y bablarie a Thelma, sentada dbnde estoy yo? | Come Fhelma siempre se oponis alo qué yo Je suger, me ‘staba preparando para convencerla cuando, para mi sorpre- 58, acept5|eon entusiasmo, Quizds, en sus veiate afios de rere: bia, habfaltrabajaco con terapeutas gestalticos que empleaban estes tdenjeas, O quizas era su experiencia ea les tablas le que cemergia. asi salt6 de la sills, ge aclaro Ia you, hizo la pantor ‘mine de Jonerse una corbata y abotonarse una chaqueta, 2sut ‘mi una sbnisa beatifica y una expresisn exagerada de mag, nanimidad benévola, volvi 2 aelararte la voz, se senté en el otto sillén,y se convirtié en Matthew. —Thelma, he venizo ath recordéndote con afecto por el a- bajo que hicimos juntos an terapia, como un amigo. Distraté de nuestra relacién de der y recibir Fuj sincere. Todo lo que ‘edije lo dije con sinceridaa. ¥ luego ocurnts zigo ¢e lo que ‘oté por no hablarte y que me hizo cambiar de opindn, No Fe nada que hicieras to, Nada tuyo me reeults detestable, aanque 9 tuvimes el tipo suficiente de construlr una relacién per- durable. Lo que sucedié fue que conoe! a una mujer; Sonie.. qui Thelma salié de su rol por ua minuto. —Dr. Yalom —cijo, con un susurro teatral— Sona era mi nombr= escénico cuando era bellarina Volvié a ser Matthew y prosiguié, Esta mujer Sonia, entroen escena, y me di cuenta de que Ja vida oon ella era lo ms apropiedo para mi. Traté de alejar~ me ce ella, traté de decirve que dejaras de Ilamarme, pero —de- bo ser franco— me molesté que no lo hicieras, Despuds det tentativa de suicidic, supe que debis rer cuidadoso con lo que cia, y ésa es la caz6a por la cual me volv ran distante. Via un psicdlogo, y fue él quien me aconsejé silencio absoluto.’ ‘eres le persona que me encanaria tener coma amiga, pero no hhay manera de entablar una amistad de una manera abierta Por Harry. y por Sonia, ‘Se detuvo y se hundié en suasiento. Dej6 caer los hombras, su sonrisa benévola se desvanecis y, totalmente agotada, vol: 6.a ser Thelma, Permanecimos en silencio los dos. Mientras yo penseba acerca de las palabras que ella habla pusszo en la boca de ‘Maithew, logré comprender su atractivo y la rezén por la que sin duda las habia repetido con frecuencia: confininaban st visién de la realidad, absclvian a Matthew de toda responsa Dilidad (después de todo, fue su psicclogo al que le aeons que mantuviera silencio) y confirmaban también que ella no tenia nada de malo o que la relacign fuera incongruent Lo Sinico que pasaba eva que Matthew tenia usa mayor obliga ss cig con otra persona. Que la otra mujer fuera Soni, ella mis- nia cuando joven, sugerta que yo debta dedicar eas tiempo & cexaminar los sentimientos de Thelma sobre su edad, Ta idea detiberaciém ine fascin6, Esas palabras de ttzathew, qealmente Ia liberarian? Como un relampago, apereciS en mi recuerdo un iatercambio con un paciente durante el primer ao ‘de mi residancia, Les primeras experienciae elinieas permmane- cen iborrables, coma grabadas en nuestra infaneia profesio- ‘nal El paciente, que era muy paranoico, insstia on que yo no era el Dr Yalom sino un agente del rs, y exigia prueba de mi ‘dentifceciGu. Cuando eala sesin siguiente Ie presenté mi par Hd de nacimento, heencia de conductor y pasaporce, € sostl= vo que yo le habe dado la razéa: sélo alguien con conexiones on el Fat podria haber logrado falsbeacionestan rapido. Cuzn. do un sistzma se expande infinitamente es imposible no verse encerrado en él No se trataba de que Thelma fuera paranoica, por supuesto, pero me prayunté i ella también refuiaria dectaraciones ibers- ddotas, inclusive provententes de Matthew, exiglendo mas prue- ‘bas y garantiag, No obstante, al recordar este caso, crea que fue ‘caeste momento cuando empecéa consicerarseriamoente sl con ‘vesia involuerar 9 Matthew en el proceso de rerepia: no a su. Mauiiew idealizado, sino al Matthew rel, de came y hueso. —2Qué le parece el juego de los roles, Thelma? ¢Qué pro vood en asied? —Me sentf come una idiota. Esriaculo para alguien de mi edad actar como una adolescence tanta —zMe esté haciendo una pregunta? :Cree que es0 es lo que plenso de usted? Pare serle sincera, ésaes otra de las razones (ademés de la promesa que le ice a Matthew) por las que no he bablaco de él con los otros terapeutas, ni con ninguna otra persona. Sé ‘que dirian que era un enamoramiento pasajero o wna obsesion, ‘ouna transferencia. "Todo el mundo se enamora de su tera penta.” Me parece oto. Osi no dirfan queee... ebmo se dice ‘cuando el terapeuta le transliere algo al paciente? 56 —Contratransferencia, Si, conuatransterencia. De hacho, la semana pasada ws ted Jo sugirié cuando dijo que Matthew watebe de resolver sus problemas personales a traves de la terapia conmigo. Le sere franca (como me recomienda usted en la terapia): es0 me ini 42, Esco si yo no importara, como si fuera una especiado- ra inocente en alga que tiene que ver con ély sa madre. ‘Me mordi la lengua, EDs tenia razcn: ésos eran mis pensa rmientes, Usted y Matthew, ambos son “espectaderes inocen- tee", Ninguno de los dos se relacioneba con el oiro, sino con tina fantasia del ouo. Usted se enamor6 de Matthew porlo gue repreventaba para ueted: alguien capaz de amar total ¢in- condicional mente. por entero dedicade a su bienestay, su cre- cimiento, que detencria su proseso de envejecimiento y I famaria como a la joven, bella Sonia. alguien que le brindaba la oportunidad de hur del dolor de la scladad yy le ofrecia la felicidad de una unicm desinteresada, Usted puede haber estae do “enamorada”, pero hay alao seguro: no de Mattnew, porque rrunea conocie 2 Matthew : 2Y Matthew? Qué amaba él, © « euién? Eso no lo sabia aun, pero no me parecta que estuviera enamorado. ¥ no la mabe a usted, Thelma: la utiizaba. Thelma, la mujer de car- ney hueso, no le impartaba, Cuanilo dice gue 6l estaria resol viendo alga problema con su madre quiz4 sea correcte. ‘Com si me estuviera leyendola mente, Thelms prasiguls, alzando la barbilla y pronunciande sus palsbres como nie wn pilblico numeroeo. Cuando la gente piensa que en realidad no nes amamos, disminuyan el amor que compartimes. Le quitan profundided, Jo transforman en nada. Ese amor fue, y 2s, real. Nada he si do munca tan real para mf. Hoos veintisiate dias fueren el pun: to calminanse de mi vida Fueron velntisiete dias ene] paral £0, dasfa cualquier cosa por recobrarios. Una mujer fuerte, pense, Habfa irezado le linea con efec- tividadt "No me quites lo msjor de mi vida, No me guites le ‘nico res] que he tenido.” ,Quién le herfa eso 2 nace, y me- ot a am major de seenta ws, Gepritida, ée impal ‘sos suicidas? No obscteyo no tenn intencian de dajme chantaeee deena mana. Cer ahora me quitria cod lcacia, De moe doe progepu con on tno cater Cvénihane accra de In exfori, todo lo que recuerde er toa espera tae af dl Guero, Yo no tein po se, En conjo s oextviera allio porlo menos eo parce Ge Fi que sue me rita hacia abajo. Dos de pensar ae pre cuparmeschre mi persona, Me ner nat nosoror El oltfio yo sg fundinen el nocatron/Ckdnins veces ha bin ilo es! Ezel conominador comin de oda forma ce 270. ‘amici, foméntio, sexta, politico, eljgioo,mls:ico, Te Gos ceeatoxtn fusion de na incecsbenconlos brazos ficrtos Pero com Thich era diferente Nola desaba, sino Oe cebia tener pare capa de ln peligro, “Bao encala con lo que usted aje jo cando me cons cereal eo con Matthew que ne er nportante queda peneiar. Lo lnportanteere que seponcerar,quese unde eon usted | “iso eg A co ae referia and edie que ute le eta badando mca impotancia ala lain seal sexe | sno deserpens un papel demasiado important “so contbuye somlcar sx cio gue tao ase un per de senmnea Fiat df semanas Thelma me hblacontado un steioan sustioeseliaico sl que ce refit durante todo la terapa Yolestabn bailando cor un hontbre negro, erande, Luego se conic o Matthew. Nas acostemes sobre el piso dsl salén de baile y twviraas wna relacién sexucl Iusto cuando yo ent ‘Pezabe afener un argasmo, le susurré “Mitarae"el oto. Else esfiond, y me quel sola sobre el piso del sal de baile Es como sl quisiera librarse dé su soledad, de perderse (quel evefo simbolien con su pedice de quela mate), y Matt 58 | hwy fuera el instrumento que lo hace posible, Sele ccurre par qué esto sucede en elpiso de un sald de baile? —Le he dicho antes que durante eeoe veintilate dios me sent euforica por primera vez en la vida. Bs0 no es del todo jerdad. Muchas veces me sentia entries euendo estaba bai- indo. Can freeuencia todo desaparecta entoncas, yo y todo lo demée: no existia mée que el baile y el memente, Cuando ballo en suenos, 260 signifiea que traio de hacer que todo lo sale desaparezta. Creo que tabién quiere decir volver aser joven. Hlemos hablado muy poco de cémose siente por tener se- tenta shos. ~-Supongo que mal cerapta serfa diferente si tuviera cuaren- tasflos en vez de setenta. Tendria algo que esperar La psiquia- trig gno deberia trasar 2 personas mis j6venes? ‘Yo sabia que aguf habfa un material muy rico. Senté con fuerza que el temor dela veje2 y de la muerte alimentaban su obsesién. Une de las razones por las cue querfa fundirse en el ‘amor ser obliverada por 4, era para hie dal terror de eniten- ‘arse a la obiteraci6n final de la muerte, Niewathe decta: "La recompense definitia de la muerte, no morir mas." Sin em- Vargo, se me presentaba una oportunidad maravillosa gara ‘trabajar. Aunque los dos témas que hablamos estado explaren- do Ga huida de la ibertad y dela soledad) constitalan ~y se- guirfan constituyendo— el contenido de nuestro discurso, yo sentia que mi mejor postbilidad de ayudar a Thelma racicabs cencl desarrollo de una relacién significativa con ella. Yo espe- aba que un vineulo intimo eon alla pudiera atenuar su vinew. Io con Matthew, yle permitiera separarse de él. Sélo entonces ppodriamos ocupamos Ge la identficacion y eiminacién de los obstacles que le impedin establecerrelaclones intimas en su vida social Thelma, eando usted se pregunsa 91 la psiqulatris no prefiere trabajar con pacientes més jévenes, ae suena como Sime estuviers formulzndo una pregunta personal, Como de costumbre, Thelma cludié lo personal, 58 Bs ogico que ce gana mis trabajando, digamos, ean uan ‘madre joven con tres hijo. Ella tiene toda tna vida por delan= te, y una mejoria en eu condliciém mental beneficiaria a sushi jos ya los hijos de sus hijos. Persist. Xo queria decir que me estaba haciendo una pregunta, uns pregunta personal, algo rslasionado conmigo y con usted, —Los psiquiatras ano preferiian trabajar con una pecien- tede treintaafios, y no de setenta? =iNo podemes centramos en usted y yo.en Iiger de en la psiquiatra, psiquiatras y pecientes? «No me esté peeguntan= do, {Qué piensa usted, Irvin (Thelma se sonrid) ée traterme ‘a mf, Thelma, una mujer de setenta aoa?" Nohudo respuesta, Micé por la ventana. Sacudis apenasla cabeza. jBra testadura, maldicién! —ZEistoy en lo cierto? ;No es és a pregunta? —Eso 25 una pregunta posible, pero nola iaica, Pero siuse ‘ed huibiera con‘estadio mi pregusit ta cual la hice, yo babria tenido ls respuesta ala que usted me acaba de hacer Usted quiere decir que ce habxia entersdo de mi opinion acerca de cémo se sienten los psiqulatras, en general, cuando ‘ratan a un paciente anciano, y de allf habeis supnesto oro ze siento yo al iratarla @ usted, ‘Thelma asintis. Pero 650 es tan indirecto.¥ puede ser eréineo. Mi comen- tario general podsfa haber sido una suposicign acerca de la cisciplina y no una expresion de mis sentiraientos personales sobre usted. Qué le impide formularme la pregunta dicecta- mente? Esto es lo que tretébamos con Matthew. Bsto es exacta- ‘mente le que yo denomninab sus habitos de mierca. Eso me fen6. cOuer'a yo aliarme con Mache? Sin em- Dargo, sabia que era e) camino conecto a seguir —Penna‘tame responder sus pregunias la pregunta general ‘que me hizo yla personal que n0 me hizo, Empezeré porla ge eral, A mf, petsonalmente, me gusta trabajar con pacientes © mayores. Como sabe por todos esos cuestioniariog que lens anies de que comenzaramos, estoy en medio de un proyecto de investigacisn y trabajo con muchos pacientes de sesenta y setenta afios, ¥ estoy aprendienda que con ells se rasa tan bien en terapia como con pacientes més jévenss, quiz mejor, yy recibo muchas graificaciones. —Comprendo su pregunss acersa dela made joven y desu ‘nfluencia potenciel, pero lo veo de una manera distinta, Us. ted también tiene mucha influencia, Todas las personas més Jevenes con quienes entra en contacto Ta considerarin una sgula.¢ modelo para las futuras ctapas de su vide. Y desde su punto de vista personal, creo que a los setenta anos es posible Asscubrir una perspectiva nucva que le permite, metalérica ‘mente, volver 2 inurdar sa vida anterior con im huevo signif cado, Sé que eso es dificil e verahora, pero, eréame, pasa con frecuencia —Ahore, déjeme responder Ia parte personal dela pregune sa: go6mo me siento al trabajar con usted? Yo quiero vera Creo entender su sufrimiento, y siento empatia: en cl pasado yoke experimentado el mismo tipo de dolor. Estoy interesado nel problema con el que usted esté luchando, y creo poder ayudrla. De hecho, me he compremetide a hacerio. Lo mas Alife para mfen nuestro trabajo juntos esta frustcacion que siento dabido ala distancia que usted pone entre nosotros. An- tes usted dijo que puede hellar (0 4] menos deduct) la respues- ta une pregunta persone] mediante otra pregunta imperso- tal. Pero considere el efecto de eso sobve la otea persona. Cuando usted me hace preguntas impersonales, como hace unos rminatos, yo me siento rechazado. Eso es exectamente lo que solfa decir Matthew, Sonreiy apretélos dientes en silencio. No se me ocurié na da constructive que decir Esta frustrante y trabajosa interac ion era prototipica. Nos esperartar, muchos intercambios st rilars, rs una labor dificil y poco gratificante. Semana a semana yo wabejaba como una hormiga Tntentaba ensefiare el asc del 81 | Jenavaje dela intimidad. por sjemplo, a usar los pronombres, 30 yustedl a idemiicar ios seaimigatos (empezanco por i, Tevenciachire sentimiensosy pensmientes), a 25mo "receno- carlos sentimientes “como prepios"yexpresaros. Le euseié acerua de es sentimientos bsteos (alo, se, leo y conten {0), Le iforaciones para que eompletars; par ejemplo: "i ian ufted dices, yo me sent ——haeta usta” Ella p}se(a un reperterioimapresionante de operativas de Aistanciarpiento. For elensel, imtrogiuca lo que ibaa desir con tu prefnobule larg y aburside, Qjando se o hie totarlla reconocolaue yo estaba ex lo cierto, pero se erbercé on une explicaci de cOmo, cuendo alguien le preguntabs la hora, dlls dab na confarencia sobre el tarapo.Varice minutes des: pues, cuafido hubo terminado la angela (completa con an informe Hitérice acerca de emo ella y su hermana desarro- liaron el labite de rletar erga historias tangeneiaes), es bers defesperacementealzjaesideaueatto punto de pet day yohdbta sto distarciado sol toda efectividad Enuunt ocesién reconceié que tenia wa probleioe ea expres, saree Hafa actuade con tora naturlidad,espontineamente, séloen dey situaciones en su vida adult: cuando baila y due rante los feinistee das de u ealacién con Matthov« Bea re una parteimportante de la rz26n pprla cual aceptaba a Mate ew de ua forma cabal i El nfe conocia como muy poeas personas: tal eval soy franca, sig ocul'er nada ' Cuxinch yole pregurtaba como ha nuestra terapia.ese di, le peda auedeseribiera los sentipientos hecia mifen esa se: sion raras veces responcia. Por lo general negaba centirneds, pero @ veles mse desarmabse per completo al desir que habe sentido uan gran intimidad exe fa, mientras que yo Je habse encontrado paricularments evasiva y distant. Explorar las

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