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TEXTO: JUAN 10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y
saldrá, y hallará pastos.
Esta afirmación de Jesús diciendo que él es LA PUERTA ha sido usado por nuestro Señor
Jesucristo para recordarnos algunos detalles muy importantes sobre la salvación y nuestra
comunión con Dios.
En el texto podemos ver que fue Dios el diseñador del arca, y en su diseño ÚNICAMENTE
HABÍA UNA PUERTA DE ENTRADA AL ARCA, no tenía varias entradas, sino solamente
una, si alguien quería entrar al arca tenía que entrar por esa puerta.
Toda persona que quería salvarse del juicio de Dios, es decir, del diluvio, tenía que entrar
por esa puerta para poder ser salvo.
Así como el arca de Noé fue diseñada por nuestro Dios, también nuestro Dios diseñó un
plan de salvación y de redención para los seres humanos, y en su diseño solamente hay
una puerta para poder entrar a la salvación y la vida eterna, y esa única puerta es Jesucristo
(Hechos 4:12) Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el
cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Al igual que el arca, toda persona que quiere ser salva de la condenación y de los juicios
venideros tiene que entrar por la puerta, y ESA PUERTA ES JESUCRISTO.,
La puerta del arca estuvo abierta para todos aquellos que quisieran salvarse, pero las
personas del tiempo de Noé menospreciaron esa puerta de salvación, la ignoraron, ellos se
dedicaron a comer y a beber y a los placeres. Lastimosamente en la actualidad la puerta de
la salvación que es nuestro Señor Jesucristo también es menospreciada y rechazada (Juan
3:18) El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado,
porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
II) NOS RECUERDA LA PUERTA DE ENTRADA AL TABERNÁCULO DE REUNIÓN. LA
ÚNICA PUERTA PARA ENTRAR A LA PRESENCIA DE DIOS (ÉXODO 26:36-37) Harás
para la puerta del tabernáculo una cortina de azul, púrpura, carmesí y lino torcido,
obra de recamador. 37 Y harás para la cortina cinco columnas de madera de acacia,
las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro; y fundirás cinco basas de bronce
para ellas.
El tabernáculo de reunión que nuestro Dios mandó a Moises que construyera en el desierto
era un símbolo de la presencia de Dios con su pueblo.
Para entrar al tabernáculo, es decir, para entrar al lugar de la presencia de Dios, el Señor le
dijo a Moises que solamente le hiciera UNA PUERTA, y a esa puerta de entrada se la
conocía simplemente como “LA PUERTA”.
Cuando nuestro Señor Jesucristo dijo “YO SOY LA PUERTA” él sabía que todos los que lo
escuchaban en ese momento conocían y recordaban que la puerta era la entrada al
tabernáculo de la presencia de Dios.
(Hebreos 10:19) Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar
Santísimo por la sangre de Jesucristo
Todo aquel que quiere ser salvo de la condenación tiene que entrar por la puerta estrecha,
es decir que solamente podemos ser salvos a través de Jesucristo.
Es una puerta estrecha porque el llamado de la salvación se hace a todos, PERO ES UNA
DECISIÓN PERSONAL E INDIVIDUAL OBEDECER ESE LLAMADO (Lucas 9:23) Y decía
a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada
día, y sígame.
Tenemos que comprender que la puerta ancha y el camino espacioso de los placeres y de
la religiosidad sin arrepentimiento ni nuevo nacimiento LLEVAN A LA CONDENACIÓN.
IV) NOS RECUERDA QUE JESÚS ES LA ÚNICA PUERTA PARA SER PARTE DEL
REBAÑO DE DIOS.(JUAN 10:7-10) Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto
os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron,
ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que
por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene
sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia.
Tenemos que comprender que la única forma de formar parte del rebaño de nuestro Dios es
entrando por medio de Jesucristo.
NO se puede ser parte del rebaño de nuestro Dios por MÉRITOS HUMANOS, a ese rebaño
no entran las mejores ovejas, sino aquellas ovejas que reconocen que están perdidas, que
reconocen que son ovejas sin pastor, que han sido lastimadas, heridas, menospreciadas por
el mundo (Ezequiel 34:6) Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en
todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo
quien las buscase, ni quien preguntase por ellas. y vienen delante de Dios con un
corazón arrepentido y confiesan a Jesucristo como Señor y salvador de su vida.
Entrar por la puerta de las ovejas significa recibir a Jesús como nuestro Señor y salvador, y
por medio de él tenemos vida, y vida en abundancia.