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OBJETIVOS TERAPÉUTICOS

OBJETIVOS

TERAPÉUTICOS

Los objetivos organizan y dirigen las estrategias de intervención hacia una meta
determinada previamente acordada entre paciente y terapeuta.
Los objetivos surgen del análisis
funcional de la conducta

Los objetivos del tratamiento se derivan no desde


un criterio arbitrario o personal del psicólogo hacia
determinada técnica.
Incluye el papel activo del paciente en el
tratamiento e incluye la consideración ética de
que los objetivos formulados son acordados entre
terapeuta y paciente a su vez que expresamente
aceptados por este último.
Precisamente, para poder formular objetivos
concretos y racionales, es necesario en primera
instancia una evaluación del caso.
La conducta(s) problema(s) (esto
incluye no sólo conductas
observables sino también variables
inferidas, como pensamientos y
emociones).
Las situaciones ambientales,
interpersonales y contextuales
pertinentes al estado psicológico del
paciente.
El diagnóstico psiquiátrico.
El inicio, evolución y curso del
problema del paciente así como
Datos a recopilar algunos datos relevantes de su
historia clínica.
De acuerdo al análisis
Formular hipótesis acerca del mantenimiento de
la(s) conducta(s) problema(s)

Diseñar un plan de tratamiento específico. que


contemple:

● Las variables que provocan y mantienen


la(s) conducta(s) problema(s).
● Los objetivos generales y metas
específicas a alcanzar.
● Las técnicas a implementar.
Aspectos a tomar en cuenta
Tener en consideración no sólo la conducta(s)
problema(s), sino la conducta(s) deseada(s) por
el paciente.

Los objetivos son direcciones a seguir, sin embargo


no son rigidos, sino adaptables a las necesidades
del paciente.

Se deben considerar variables y dificultades que se


puedan presentar en el proceso.

Siempre serán en mutuo acuerdo con el paciente,


quién debe ser siempre un elemnto activo del
proceso.
Formulación de Objetivos

La formulación de objetivos debe estar asociada al


plan de tratamiento a implementar.
Deben contener todos aquellos procedimientos
validados científicamente por estudios empíricos.
Los objetivos deben redactarse en forma de metas
específicas, realistas y concretas, acordes con la
gravedad y complejidad de cada uno de los
problemas que presenta el paciente.
Conclusión

La delimitación de objetivos y metas


surgidas de una adecuada evaluación
conductual del caso y también de los
aportes propios de las investigaciones
científicas, evitan un abordaje
improvisado y deficiente, ya que facilita
el curso del tratamiento y la dirección
de las intervenciones terapéuticas.
Tanto profesional como paciente deben
tener claro el rumbo del proceso.
“NO
EXISTE
NINGÚN
PUNTO DE
PARTIDA,
SINO SE
SABE A
DÓNDE IR”

Sigmund Freud

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