Linares, símbolo de la desindustrialización: naves

abandonadas y protestas en la ciudad con más paro

El cierre en 2011 de Santana Motor, donde durante tres décadas se fabricó el mítico Land
Rover, marcó el declive de una ciudad a la que el INE señala como líder en desempleo en
España.

En el suelo de lo que fueron los vestuarios -nada más entrar a la derecha- hay un montón
de botas y ropa de trabajo tirada, como si los empleados hubieran desalojado
apresuradamente. Es la antesala de una nave inmensa: 22.000 metros cuadrados diáfanos,
tres veces el césped del Bernabéu.

Todo este espacio, ahora abandonado y en ruinas, se dedicaba exclusivamente a la

fabricación de cajas de cambio antes del cierre de Santana Motor en 2011. Los corchos, aún
repletos de documentos sindicales de la época -"tablas salariales: personal obrero, oficial de
primera, 23,39 euros diarios..."-, muestran lo convulso que fue el fin de la empresa
automovilística en torno a la cual giraba la economía de Linares (Jaén).

Santana Motor, que llegó a tener 4.679 empleados en 1981, fue muriendo lentamente hasta
acabar con los 1.152 trabajadores que enterraron definitivamente la firma en una votación
celebrada el 14 de febrero de 2011 y en la que el 82,96% de la plantilla se pronunció a favor
del plan de disolución que les ofreció la Junta de Andalucía, propietaria entonces de la
empresa. Los 752 empleados que tenían más de 50 años fueron prejubilados y sus
cuantiosas pensiones, que se calcula en 2,5 millones de euros mensuales, se consideran aún
un sostén importante de la población:57.353 habitantes en 2020.

Raúl Caro-Accino ha sido durante 30 años gerente de la Cámara de Comercio de Linares y

ahora es el alcalde de la localidad por Ciudadanos. Justo el día de nuestra visita -26 de mayo-
se cumplen tres años de las municipales de las que salió investido. Se ha acercado a la nave
para explicarnos en persona el último proyecto que trata de resucitar el Parque Empresarial
Santana, como se llama ahora el recinto en el que durante más de tres décadas se fabricó el
mítico Land Rover.

El primer intento de reanimación se denominó Linares Futuro y lo puso en marcha la Junta

en 2011, a la vez que echaba el cierre a la firma. Prometía la implantación de otras empresas
en el parque, pero la regeneración nunca se produjo. El segundo es éste que comanda ahora
Raúl Caro-Accino y que tiene nombre de urgencia: Plan de Reacción Inmediata para Linares.

Fue anunciado por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, durante su visita a Linares el
pasado 21 de enero y se ha materializado en la concesión de 6,4 millones de euros para
remodelar las infraestructuras del parque empresarial y la cesión de su gestión al
Ayuntamiento.

El dinero se va a emplear en la demolición y reconstrucción de la nave en la que nos

encontramos, la más grande del recinto. "Ahí irá el espacio multiusos", dice señalando al
fondo el alcalde, quien espera iniciar las obras para primeros de julio como muy tarde. El
reto es atraer firmas que quieran instalarse aquí.

Actualmente, gran parte de las naves del parque -274.000 metros cuadrados- están
abandonadas y obsoletas, sin posibilidad de darles uso. No alcanzan, por ejemplo, la altura
ahora exigida. De los 30 edificios, hay actividad en 16, en los que operan 18 empresas. Entre
todas suman 300 trabajadores. Muy lejos de los casi 5.000 que llegó a tener Santana.

Los nombres de las firmas están impresos en un cartel a la entrada del parque. La mayoría
son tecnológicas. Visitamos algunas de ellas. En Cetemet (Centro Tecnológico
Metalmetálico y del Transporte) tienen un túnel de frío donde están probando la
climatización de un vagón de tren israelí. "Es el principal fabricante de impresión metálica
en 3D", añade el alcalde.

En Servinform está el call center del Servicio Andaluz de Empleo. Evolutio se dedica a la
ciberseguridad y ha sido la última en llegar. Se instaló a principios de año. "Tienen ya 54
trabajadores y para fin de año prevén 100", explica Teresa Gámez, la gerente del parque,
quien hace de guía. En Aemsa construyen las bases de los molinos eólicos. Las piezas
cilíndricas, enormes, están almacenadas al aire libre.

"Poco a poco se va creando este empleo cualificado, que es muy bueno porque tiene altos
salarios y eso se nota en la renta", dice el alcalde, quien menciona también, a modo de brotes
verdes, otras empresas asentadas fuera de este parque empresarial -"el principal productor
de todos los patés que vende Mercadona está aquí en Linares"-. O el proyecto de Insersa para
recuperar las minas de plomo que tuvo la ciudad: "Es un material necesario para las baterías
eléctricas; en dos años se podría estar explotando de nuevo las minas".
El optimismo que transmite el alcalde no lo avalan tanto los datos. Acudimos al documento
elaborado por el propio Ayuntamiento, "Estrategia integrada de desarrollo sostenible.
Linares 2016-2020", el análisis de la situación económica de la localidad más detallado que
ha encontrado este diario. El informe recoge una bajada del 25,13% del consumo energético
de Linares entre 2008 y 2013 y la achaca al declive industrial.

"La tasa de pérdida de empresas en Linares ha sido casi el doble que la española", concluye
el estudio. Señala también a la decadencia industrial como responsable del descenso de la
población: 3.953 habitantes menos en una década. La renta, sin embargo dibuja una línea
ascendente: 23.569 euros por persona en 2019 según el INE, 488 euros más que el año
anterior.

El día previo a nuestra visita, el INE ha dado a conocer su informe anual "Indicadores
Urbanos", una estadística que escuece especialmente en Linares. Otra vez señala a la
localidad jienense como la ciudad con más paro de España: 30,9%. El alcalde desmiente el
dato: "Asumir que somos la ciudad con más desempleo de España por un estudio que lo
primero que dice es 'no tenemos datos municipalizados...'. Los datos municipales indican
un 25,4% de desempleo, 6.400 personas".

Fue precisamente la publicación de este estudio del INE lo que espoleó en 2017 a la
ciudadanía (44,5% de tasa de paro ese año) como nunca antes se había visto: 35.000 personas
salieron a la calle en demanda de un futuro para la ciudad convocados por Todos a una por
Linares.

Con el creador de esta plataforma, Ángel Cotrina, y uno de sus primeros miembros, Javier
Saigner -quien ahora ha dado el salto a la política a través de Levanta Jaén-, nos citamos en
Santa Ana, el bar que hay enfrente de la antigua fábrica. La tabla con la lista de tapas,
recostada en la fachada, necesita traducción: "Quitahambres, machomula, tumbalobos,
político...". Esta última es de chorizo.

La narración que hace Cotrina -ex profesor de guitarra, comercial ahora, 50 años- de cómo
creó la plataforma indica que sólo hacía falta que alguien apretara el botón para activar la
indignación ciudadana. Acababa de publicar el INE el mencionado dato de paro (2017) y
acudió a una protesta con su hijo. "Éramos cuatro gatos y cada uno a lo suyo, los de CCOO
chillando una cosa, los de UGT otra... A mí no me representaban". Llegó a casa y abrió un
grupo en Facebook (Todos a una por Linares) con una consigna: "Luchar por nuestro pueblo
sin banderas". Diez días después, tenía 10.000 seguidores; hoy son casi 22.000.

Tras la multitudinaria manifestación que convocaron, muchos políticos acudieron a

Linares. "Vino Juanma Moreno, Pablo Casado, Juan Marín...", coge ahora el testigo del relato
Javier Saigner. Envalentonados por el éxito viajaron a Bruselas para pedir una ITI, un
paquete de fondos que da la UE para el desarrollo de determinadas zonas.

"Vinimos con la ITI bajo el brazo, pero el presidente de la diputación dijo que tenía que ser
para toda la provincia: 443 millones de euros", dice Saigner. La mitad de esta cantidad,
explica, debía ponerla el Gobierno y la otra parte la Junta. "De la del Gobierno central no
sabemos qué ha sido y la de la Junta se ha dedicado a colegios, depuradoras... Pero no para
la finalidad de la ITI. Ha quedado en agua de borrajas", asegura.

Saigner tiene 41 años, es abogado y el número tres en la lista de Jaén Merece Más, que se
presenta por primera vez a las elecciones. La andadura política de Saigner arrancó cuando
la plataforma de Linares y otras 12 de la provincia se unieron en una coordinadora: Levanta
Jaén. "Comenzamos a debatir que las plataformas son importantes a nivel social para
denunciar, pero que teníamos un techo de cristal, que teníamos que saltar a la vía política",
es la explicación de Saigner de cómo acabaron constituyéndose en partido.

La idea era presentarse al 19-J con Jaén Merece Más, partido también nacido como
plataforma ciudadana, pero no les dio tiempo a registrar la coalición electoral. "Se echó a
suerte y salieron ellos. Sólo estará la papeleta de Jaén Merece más y los de Levanta Jaén
vamos como independientes integrados en su lista", explica. Aspiran a emular el éxito de
Teruel Existe y Soria ¡Ya! y entrar en el Parlamento andaluz.

La silla que deja vacía Saigner cuando se marcha a ejercer de abogado en su despacho la
ocupa Luis Vidal. Pocos como él conocen la historia de Santana y lo que sucedió tras su
cierre, puesto que fue empleado de la firma automovilística y sigue trabajando en sus
instalaciones. Entró en el servicio de mantenimiento eléctrico/electrónico de la fábrica en
1989 y el mismo puesto ocupa ahora, con la diferencia de que entonces eran 90 personas en
el equipo y ahora son dos.
En aquella votación en la que se acordó el cierre de Santana, él, que tenía 48 años y le
faltaban dos para acceder a la prejubilación, eligió el "no". Fueron sólo 152 los que votaron
en contra. "Los últimos años, la gente mayor estaba deseando irse, porque veían a lo que
estaba abocado esto. 'Yo me prejubilo'. 'Y los jóvenes que estamos aquí, ¿qué?', les decía yo.
'No te preocupes, para vosotros vendrán nuevas empresas'", escuchó por primera vez la
eterna promesa de que había vida tras Santana.

"Hace 10 años cobraba el triple que ahora", dice antes de mirar al otro lado de la carretera y
visualizar la antigua fábrica. "Era impresionante, un bullicio de gente moviéndose,
carretillas elevadoras por todos lados, entrando camiones a mansalva, saliendo llenos de
coches....".