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"VI Los tres 6rdenes: lo simbélico, lo imaginario y lo real Los tres érdenes son una via de entrada imprescindible a Ia ensefianza de Jacques Lacan, acaso la mejor manera de aproximarse, de dar los primeros pasos en una ensefianza tan voluminosa, tan rica pero tan compleja como In suya. Por eso corresponde que este capitulo inicie la serie que dedicare- mos, en esta seguinda parte, al estudio de algunos de los conceptos fundamentales de dicha ensefian- 2za, introductorlos pero fundamentales para que el alumno de Psicopatologla pueda sbordar los con- tenidos siguientes, vinculados a las psicosis, las neurosis y las perversiones, pero que ademés nos permitirin medir el grado de incidencia que Lacari tiene en la Psicopatolog{a tal como Ia concebi- mos aqui, Ademés, para quienes se inician en Ja lectura de Lacan y a sus conceptos fundamentales, los tres érdenes constituyen, sin dudas, una brijula orientadora. ‘A [a vez, este tema reviste enorme complejidad pues, por una parte, debemos abordar qué son los tres érdenes, cada uno de ellos, pero también para qué Lacan los introduce, ‘Sus tres . Para comenzar, demos una definicién ign amplia, los tres érdenes constituyen el exquema tripartito central de la enseanza de Lacan que sostiene a 1o largo de toda su vida. Son introducidos en su conferencia Lo simblico, lo imaginarto y lo real, de julio de 1953, ¥ hasta tal punto los sostiene, que en la que fuera casi au tiltima intervencién oral, en agosto de 1980, poco antes de morir, en el famoso Seminario de Caracas, dictado aqul en nuestro continente, vuelve a ellos para decimos que hhan sido el mécleo de su debate con Freud: “Mis tres no sn los suyos” (dice Lacan, aludiendo a la t6pica freudiana yo-ello- superyé) “Mis tres son lo simbélico, lo realy lo imaginario”.? Pero ademis nos indica allf el para.qué los introdujo: "Se los di para que supieran orientarse en la préctica”. Bs decir que para Lacan no son meros términos cuyo valor radicarfa en que permiten un ordena- miento conceptual, un valor pedagégico digamos (no desdetiable, estaria bien si fuera solo as!), pero ademés de ese valor de instrumento de demaroacién tedrico, que lo tienen, fundamentalmente tienen consecuencias en la practica del psicoandlisis, Para Lacan son esenciales para dilucidar cémo ae es- truétura la éXperiencia analitica, En muchos lugares afirma que los psicoanalistes postteudianos, con los que polemiza sisteméticamento, se pierden, se extravian, porque no tienen sus tres érdenes. Es asf que en £/ Seminario 1 ya afirmabs: : 1, Lacan, J, (1980/1987): "Bl Seminario de Caracas”, En Mille, .-A.: Eseisién, Excomunién, Disoluelén, Bs. As., ‘Manantlal, pp. 264-267, pg, 264, 2, Ibid, 123 Scanned with CamScanner Pablo D. Multor “sin esos tres sistemas para guiamos, seria imposible comprender nada de Ia téo- nica y In experienola freudianas”, Batonces, simbélico, imaginario y real son un insfrumento con el que Lacan lee a Freud (este es uno ‘de los sentidos que podemos darle a su tan mentado retorno), y a 1a vez el‘instrumento con el que organiza su ensefianza (en efecto es una de las significaclones posibles para el termino érdenes: or- ddenan, sistematizan), En [a conferencia de 1953 dice exactamente eso: son una orlentacién en el estudio del psicoanlisis, pero dice algo més: “son los registros esenolales de 1a realidad humana”.> Es decir que para Lacan toda realidad humana esté orgenizada por Jos tres érdenes, llamados tam- bién -como ya pudieron notar- registros, sistemas, dimensiones. Ahora bien, debemos decir que Lacan no los inventa, sino quo ellos estaban disponibles en Ja cultu- a de la época. Lo que Lacan hace es, por un lado, darles una modulacién peculiar a cada uno y, por otro lado, articularlos de un modo original, ya iremos viendo cémo, a lo largo de toda su obra (tema que seré permanente durante nuestras clases), en relacién a Jos multiples temas en los que los hare- mos intervenir. ti ‘Si queremos medir la originalidad de Lacan al respecto tenemos que detenernos un instante en EI Seminarlo 22 (1974-75): RSI, es un Seminario que titulé escribiendo las letras, no les palabras, ti- tulo que comporta el debate con Freud en 1a medida en que pone en juego una homofonia de Ia len- ‘gua francesa: RSI en francés’suena parcoido a hérésie, herejia. Bl hereje Lacan que debate con el padre del psiconnélisis, Freud: 1974/75: R-S-1 Lo que hace alli es articular los tres registros via el mudo bprromeo, donde cada uno de ellos es.un redondel dé cuerda que se anuda a los otros dos. ¥ de ese'nodo constituyen Ie estructura. Lo dejo ammoiado, porque es uno de los problemas que abordaremos en un capitulo posterior, en relacién al * tema de Ia relacién entre historia y estructura. Ahora quisiera que observen que ya dimos algunos pasos en cierto sentido, sobre el tema de hoy: es decir sobre la historia de los tres ordenes en Ia ensefianza de Lacan: tres momentos, tres hitos donde esos régistros se ordenan de diversa manera, ,Y por qué seBialo esto? Para que comiencen ya desde hora a ubicar un tema inherente a los tres Srdenes que es lo que atafie a las primacias de uno sobre Jos otros dos. Tenemos que distinguir lo siguiente: primacia no es mayor importancia, Muchas ve- ces se confunden y se interpretan las primactas de un registro sobre otro en el sentido de otorgarle mayor importancla; 1o cual es un problema, Es decir que aqu{ salte a la vista ta cuestién central de ‘mo se relacionan y articulen los érdenes, El orden de los érdenes ‘ Uns de las confustones més habituales es 1a de ubicar que en los primeros atfos de Ja enseflanza de Lacan hay una mayor importancia de lo simbélico por sobre los otros dos y que el Lacan de los il- timos Seminarios desplaza esa importancia hacia lo real y entonces este registro deviene mis signi- ficativo y organizador de 1 olinica psicoanalitice, entonces.es més importante ocuparse de lo real que de lo Simb6lico, y més ain que de lo imaginario, que es el registro més devaluado. Ahora bien, 80, ademés de ser prejuicioso, es incorrecto, Bl prejuicio es que habria un movimiento que va, de sus primeros textos, de lo simbélico como fundamental a lo real como central, en los tltimos textos. 3, Lacan, J, (1953/2005): “Lo slmb6llco, lo imaginarlo 10 real", En Ds los nombres del padre, Buenos Ales, Pel- 46s, 2005, pg. 15. 124. Scanned with CamScanner Dilemas dela Pstcopatologla carta la pre 51 Seminario 22 implicarla una superacién eel ordenamlento de las letras expll ‘ emsnenca deo eimbbic en 1953, lente qu en 197475 lo preeminent sera oral 1953: 8-I-R 197475: R-8-1 ‘Con ia misma 1égica podemos refitar ean idea: en BI Seminario de Caracas, posterior al Seminarlo 22, Lacan dice que sus tres érdenes non slmbélico, real ¢ imaginario: 1953 8-I-R . 197478: R-S-1 1980: = S-R-1 Se tratard de una primacia de lo simbélico nuevamente? Lacan retrocede? Hérésie de Lacan con- tra Lacan! Espero se aprecie que esa \bgica nos podria llevar a extraer conclusiones descabelladas. El error radica fmdamentalmente en una cuestin: es esencial tener claro, cuando se lee a Lacan, que él a veces enyatiza uno de esos érdenes en diversos fenémenos, pero es un énfasls que no ha de Teerse como absoluto, como determinacién tltime, ‘inica y suficiente de todo el fenémeno. Los & fasis de Lacan deben ser tomados como lo que son, un acento, un subrayado, no una causa primera. Para Lacan esas leritas pueden escribirse en todas sus combinatorias, Que enfatice a veces lo real, Hev6 a algunos a pensar que lo simbélico ya no servia y que entonces habia que orientarse por lo real, Pero eso es erréneo, Lacan no lo dice, es una lectura que se hace. Lo fundamental es la forma ‘en que se anudan, en que se articulan entre sf los tres érdenes.Es decir que siempre que leamos una acentuacién de un orden sobre los otvos tengamos presente que es eso, un acento, no un destaque de importancia, za Aclarado esto, vainos a ver entonces qué comportan simbélico, imaginario y real y cémo ponemos a Jugar ya de entrada esta tripltcidad irreductible en cada registro, mds alld del éfasis que cada uno de ellos necesariamente comporta, Dado que los primeros aportes de Lacan suelen estar centrados en lo imaginario, comencemos por alli, Lo tmaginario - Deofa que Lacan no inventa los érdenes sino que los encuentra en la cultura y que 1o que hace es intervenir sobre ellos, Entonces, una de las fuentes de lo imaginarlo para Lacan, un término que en- cuentra en el psicoandlisis de la época es el de imago, muy difundido en esa época, Quizis por ello habitualmente ge dice que lo imaginarlo es el reino de ta imagen (sunque no es tan claro que haya una relécién estrecha entre imago e imagen, més allé de a etimologia de los términos), Pero es un hecho quo entendemos lo imaginario a partir de la imagen. Como registro lo imaginario es el registro de Ja impostura, del seffuclo, de lo ficticlo en la relacién intersubjetiva, incluso Lacan habla de la dimensién del engafio como propio de este registro, Concieme también a la proyeccién imaginaria de uno sobre le simple pantalla que deviene el ciro, el semejante, Bs el registro del yo (moi) con todo lo que este implica de desconocimiento, de alienacién, de agresividad, en la relacién dual entre el a.y el a’ (matemas del semsjante y el yo). En este registro se incluyen todos los fené- menos do fascinacién, de seduccién, de ilusién y de prestancia, Es aqui donde Lacan ubica la com- pleja relacién entre los semejantes tefida por uns dualidad consitutiva en la medida en que se trata siempre de “o yo -o el otro”, Lo cual nos lleva a un tema nuclear de lo imaginatio, imprescindible para comprender c6mo Lacan lo concibe: el es/adio del espeja, que como podrin sospechar, tiene que ver con Ia imagen, pero. que fundamentalmente es el aparato conceptual con el que Lacan lee el narelsimo freudlano y explica la constitucién del yo, pertiendo de la idea de que el yo es una cons- truccién, tesis que Freud despliega en Jnfroduccién del nareisismo: 125 Scanned with CamScanner Pablo D. Muflos "Bs un supuesto necesario que no esté presente desde el comienzo en el individuo una unidad comparable al yo, el yo tiene que ser desarrollado",* Si el yo no es'iin dato primario, si se construye, el estadio del espejo de Lacan responde a la pre- Bunta por el cémo, ¥ ubica esa constitucién a partir de Ia imagen del semejante, por eso dird que ef 0 es desde el comienzo, otro. No vamos a desarrollar aqui todo Jo atinente a este tema (que ser& etomado en clases posteriores), pero me interesa sefislar que Lacan toma varias fuentes para cons- truir esa nocién que devino en algo asf como el paradigma de lo imaginario, Por un Indo, el fest del espefo de Henri Wallon, que compara ta conducta del nifio pequefio y del chimpancé frente al espejo respecto de su imagen, probando que el nifio queda fascinado con su te- flejo y Jo asume como propio, mientras que al mono le es indiferente como si comprendiese que es ilusoria, Lacan alude también aM. Klein, y en los articulos dedicados al estadio del espejo, cuando comenta las dos posiciones Kleinianas -Ia esquizo-paranoide y Ja depresiva- propone entenderlas en términos estructurales y no evolutivos. Y esto le permite insistir en el cardcter estructurante y estructural del estadio del espejo. Pero Lacan introduce, adems, dos elementos que no estaban‘a disposicién de Freud: uno proviene de Ia ctologfa, del estudio de los instintos animales; el otro, de la-embriologia humana. Este altimo al que me refiero es a la teorfa de la fetalizacién de Bolk, todo lo que est ligado a Ie premeturacién biolégica, respecto de Ja cual la imagen es una respuesta que intenta resolver la fragmentacién bio- légica iniclal, De all{ en adelante quedard fijada esa funcién como preeminente para Ia imagen, este ‘e8 su primer modelo, El segundo elemento que introduce estd ligado a la efologia, el estudio do la Conducta animal, y radica en la importancia del papel de la imagen del semejante, de In imagen del artenaire, del congénere, en ciertos momentos, que hace que se desencadenen conductas de pavo- neo, de llamado al aparco o a la betalla (plumaje, ciertas danzas, te.) de donde toda Ia cucstién que ‘Lacan trabaje relativa el encuentro con Ia imagen del semejante y 1o que eso suscita en el yo huma- no. En resumen, puede verse cOmo la imagen atraviesa estas imiltiples cuestiones, Por titimo, quisera mencionar algo que Diana Rabinovich ha destacedo, vinculado’a lo que Ia épo- Gale aporta & Lacan en cuanto a lo imaginario. Y eso tne par Io menos tin punto que yo vay 6 genes tomdndolas como slmbotos, Estos extudios te llovan a cabo en el nat 8 quien taba las imdgencs en su sgnffeatin sinbdlleavarable en delrmincaes tox ono, uns dierencia muy importante con K. Jung Lagan rescatalaimago tomdndola do hong ee diatiza con estos desarrollos, que permiten ubicar que no se trata solo de imagenes de un incons- sientesoletvo ni nada que se parece, sin, por ejemplo, do rastea a Nor icded de pees, eddigopletérico. Los famosos eatutios de Panoiky sobre el Renacimicnto mucstaa ioc ner? indgenes ae rept, de dtints manera, en dato lads, porgusfoman parte del andes simbélico de dicha época, Es deol, no ae trata de una inerpretaclin de slmbolos five srerncn Esto nos sirve para indicar que el término “Imagen” también puede formar parte del orden simbéll- co, El lenguaje codificado de imagenes forma parte de todas las culturas, las que, obviamente son distintas entre sf, pero el hecho central es que son simbélicas y no imaginarias, Porque ai no; sec quedamos con Ia idea parcial do que la imagen solo es imaginaria, No, fa imagen tlene ademde une dimensién simbélica dada por el marco cultural histérico en el que estd incluida, % 4. Froud, &, (1914); “Introducclén del narcislemo” En 0. C., op. clt, Tomo XIV, pp. 65-98, pag. 74. 126 Scanned with CamScanner Dilemas de la Pstcopatologia Entonces Ia imagen ya no es el reino de lo imaginarlo solamente, esté en una i intersecc! ensinaes Jo simbélico, en Ia medida en que Lacan piensa a fa imagen como oe oe {eterminads, como historizable y no eomo una mera percepoién psicfisiolégea. at, da una nueva ta de tuerca sobre lo imaginario, a partir de su teoria sobre lo simbélico, Pero también supone una articulacién real, La imagen para Lacan no es al i . Igo estatico, no es’ algo mucro, sino que /o vivo entra en la imagen. Lo imaginatio implica la imagen en movimiento, no se trata de una fotografia, es la vida coti su empuje y su fuerza formando parte de Ia imagen y eso es [o real de la imagen, Entonces en lo imaginario tenemos imaginario, simbélico y real. Lo simbédlico Fundamentalmente cuando hablamos de lo simbélico aludimos a 1a fumcién del lengusje, y més es- pecialmente, a Ja del significante, Lo simbélico hace del hombre un ser fundamentalmente regido, subvertido por el lenguaje, que determina las formas de su lazo social, Agut-es donde se hace riés notable el interés de Lacan por el estructuralismo, Pero 16 que hay que vver de entrada es que Lacan lo altera, El estructuralismo esté hecho para evacuar Ia subjetividad del ‘campo de las ciencias del hombre y asimilarlas a las ciencias naturales, Para el estructuralista Ia es- ‘ructura es incompatible con el sujeto, Pero Lacan incluye al sujeto en la estructura. Esa es su enor- me subversién. Jacques Alain Miller sefiala, en un viejo y muy buen articulo, S’iruc dure, que L in- serta el sujeto en la estructura del lenguaje y all{ rompe con el estructuralismo, y lo hace descom- pletando Ia estructura del lenguaje entendida como el conjunto de significantes. Porque justamente no hay en La baterfa de significantes el significante que represente al sujeto, por eso Lacan lo escribe tachindolo, SUIETO BARRADO. Por eso crea el concepto de gran Otr; escrito con A mayiiscula, definido como el conjunto de los significantes, pero termina por tacharlo también pues el sujeto -dice- no puede contarse allf més que como falta, Es decir que termina por formular una estructura a la que le falta un elemento, impenss- ble en el estructuralismo. : Lo que quiero enfutizar es que Lacan sé sirve del estructuralismo para incluir el sujeto en la estruc- tura del lenguaje, paradéjicamente, rompiendo con las hipétesis estructuralistas..Y entonces el su- jeto lacaniano es desustancializado y puede definirse como lo representado por un significante para otro significante, es decir como falta, Las fuentes més explicitas del orden simbélico lacaniano son la linglistica estructural de Ferdinand de Saussure, su “Curso de lingiifstica general”, modulado por los sportes de Jakobson, lo cual fue retomido por la antropologia de Lévy-Strauss con su idea de la “eficacia simbélica” y el énfasis que puso en las “Estructuras elementales del parentesco”. ‘Un escrito esencial donde vemos cémo Lacan articula las nociones fundamentales que integran su orden simbélico es Funcidn y campo de la palabra y el lenguae en psicoandlisis. Tenemos allf dos ténminos nodales, pilares de lo simbélico: palabra y lenguaje. Cuando Lacan habla de lo simbélico al comienzo de su ensefianza se refiero claramente a la estructura del lenguaje, la estructura es el Tenguaje, ¥ ¢l.elemento particular es el significant, entendido como un conjunto de elementos dis- cretos diferenclados, que se distinguen por su oposicién y diferencia (vemos a Lacan alll operando con el estructuralismo). i Pero Lacan introduce un elemento ausente do la mayoria de estas fuentes: me refiero a {a llamada I6gica matematica o Idgica simbélica. Es decir que enfoca lo simbélico no solo en el sentido de la lingtiistica, de la historia cultural, de Ia determinacién social, de todas las determinaciones filos6fi- car complejas de lo simbélico; sino que da un vuelco y 1o simbélico pase a significar las pequefas letras de ous matemas, es decir de sus formulas. Se enfatiza mucho el reourso & istica es truotural pero Lacan no es un inglista, lo ha tenido que aclarar en muchas ocasiones. Y alguns vez 127 Scanned with CamScanner Pablo D. Miftox Hegé a tener que decirlo cémicamente utilizando un neologismo: afirma que él no hace lingilfstica sino que hace lingiisteria, Bs aquf donde contextuamos una de las definiciénes fundamentales que dard: “el inconsciente estd estructurado como un lenguaje”. Es una formula general que entrafia una comparacién, que por lo tanto es del orden de Ia metéfora, “es como un lenguaje”, subrayo el “un” Lenguaje, no dice “el” Jenguaje, pero también que le formula esté dotada de una cierta analogie, opera por comparacién, no afirma identidad, Lacan no dice: el inconsciente es el lenguaje. Pero para que quede claro que lo simbélico no es solo la estructura del lenguaje y aunque Lacan enfetice all{ lo simbélico al acentuar In accién del significante, veamios cémo para él los tres érdenes participan de esa estructura, Es cierto que en es0s afios los tres érdenes son Ilévados por Lacan, movido por su interés apasiona- do por Ia lingistica, casi exclusivamente a la Iégica de la cadena significante. Es correcto afirmar que en esos afios hay un interés especial de Lacan por trabajar lo simbélico, identificando las de- terminaciones que ejerce sobre los otros registros. Pero esto no implica que lo haga més importante frente a los otros, sino que lo acentia, sin excluir a los otros dos. Esto suele pasarse por alto y quie- 1 subrayarlo para que les quede claro y lo tomen como un modo de leer a Lacan: no hay elementos idénticos a lo simbélico, a lo imaginario o a lo real, sino una forma particular de articulacién de ¢s- tos tres érdenes. En el mismo Seminario Lacan lo hace también en cuanto al ser humano, dice te- nemos al § mayéscula, al sujeto cuyo medio es la palabra, es lo-simbélico. Esté la persona real, que estd ante uno en tanto ocupa lugar -en la presencia de un ser humano esté esd, 6cupa lugar, en mi ! consultorio entran a lo sumo 20 personas, 25, no 200 y eso es reale, y est lo que ven, lo imaginario, que los cautiva y s capaz que se echenven sus brazos o bion que se vean convocados a rivalizar con eso. Los tres registros anudados all{. ¥ esto vale para todos los conceptos freudlanos: Tanto el inconsciente, el ello, como el sintoma, como para cualquier concepto lacaniano: el sujeto, el objeto a, puede ser calificado altemnativamente de simbélico, imaginario o real, En verdad estén siempre en Ie interseccién, en lo que Lacan llamaré el punto de anudamiento entre los tres 6rdenes. oH z Por eso les digo que tomen a los tres érdenes de Lacan como una suerte de brijula porque facilita In “Jectura compleja de Lacan, alerta a no quedarse demasiado prendado de las frases demasiado con- tundentes con fas que afirma algo, cial si estuviera revelando la verdad absolute, descubriendo el quid dela cuestién y tres clases més adelante, en un mismo Seminario, dice todo lo contrario. No es, tuna contradiceién, es que depende de cual de los tres érdenes esté privilegiando en relacién con las diferentes instancias que exemina. En El Seminario 3 Lacan aplica sus tres registros al lenguaje, En su clase cuarta, dice: “Los registros de lo S y de lo I los encontramos en dos términos con los que artl- ula la estructura del lenguaje, es deci, el significado y el significante”” Es decir que lo simbélico del lenguaje es el significante, el material significante dice Lacan, incluso dice, Jo que esté en estos libros ¢s lo simbélico del lenguaje. Mientras que lo imaginario del len- guaje esté en el significado, producto de Ia articulacién significante, Pero dice algo ms: “El discur- 50 conoreto es el lenguaje real, y eso, el lenguaje, habla”, Es decir que Lacan considera lo real del Jenguaje como el discurso conéreto, es decir Ja modulacién sonora misma, el batido de las cuerdas vocales por e! pasaje del aire impulsado por el diafragma. =~ * Vale decir que, cuando se sostiene que la estructura del Jenguaje es lo simbélico se olvidan que es un acento, pero que Lacan simulténeamente considera ¢l anudamiento de los tres registros. Y el ejemplo fundamental que da Lacan es el del neologismo psicdtico: all{ se trata de un significante en 5S, Lacan, J, (1955-56/1984); El Seminarlo, Libro 3: “Las pslcosis", op, clt,, pig. 82. 128. Scanned with CamScanner ‘Dilemas de la Paleopatologia to eal ¢s deol de un slmbélico en loreal, una Interseecl6n slmbélico-real por fuera de fo imagina- Fo, ya que por au estructura de cadena rota la slgnifieacién no remite a otra significacién y aia Teen nt, c%2, We Lacan llama una signifeacién inefeble, In emitencia de In signficacién tie significacién en cuanto tal y In constituetén de un neo-cbdigo (como afirma en De una cuestion *preliminar a todo tratamiento posible de las psicosis), Por su part, el téemino palabra entrafia a asunelén de cada sujeto del Lenguaje en cada momento; 680 permanece constante en Lacan, Bl término palabra atraviesa toda su obra: iniclalménte se refe~ tia a aquello que sucedia efectivamente en un andlisis, cuando tlguien hublabe al analista, cuando slguien toma Ie palabra en el sentido indieado por la regla de a asociacién libre feudiane, Ese es el fentido que Is palabra asumo en el pslconndlisis, aunque hay ott formas dela palabra. Y el ayjeto de 1a palabra para los psicoanalistas 8 el sujeto que habla, En Z/ Seminario J Lacen da una defini- cién preciosa: St pregunta por la funcién de la palabra, por qué distingue una palabra de un registro de lenguaje y allf responde: ; “Hablar es ante todo hablar a otros” Es decir que Ia funcién de In palabra es hablar a otros y en sltima instancia hablar al Otro con ma- yiscula. Este es un modo en que Lacan introduce la dimensin de la transferencia: Ia palabra es la Gireccionalidad al otro/Otro, al interlocutor, imaginasio y simbdlico. : Sc trata para el psicoandisis entonces de Ia funcidn de In palabra en el eampo del lenguaje. Que la dene dali cel lengua no imple Lacan formular que hay una estructura de ln palabra y 1g define del siguiente modo: el sufeto recibe su propio mensaje del otro en forma invertida, All ubica, ina disimetria entre el que habla y el qué escucha (esto Lacan lo toma de Kojeve que finda la es- Tuctura de la palabra en In mediaciél) porgue el que escucha estd en higar de amo decidiendo el sentido de to que se le ha dicho, Bn esto radica Ia interpretacién analitica. Lo vemios a Freud ope- rando de ese modo en todos sus historiales clinicos, Lo que quiero hacer notar es que es via la estructura de la palabra que para Lacen se hace necesario ¢l concepto de Otro con maytiscula y la distincién de la palabra vacta y la palabra plena. Esta es- tu diselpulo”, Esas dos estructuras, la del lenguaje y ln de la palabra, se cruzan en el grafo y entonces el Otro no solo es el testigo que decide o que digo sino que ademds,en tanto cl mensae le est drigido ¢stamblén el Ingar del eddigo que permit descftarlo, y alse distinguen para Lacan dos concep tos: A y Otro, Bn ese sentido, palabra no solo es hablar al otto, sino también del Otro. De all su do. fincl6n canénica del inconsciente como siendo el discurso de! Otro. Pero ese del entendido en sus dos sentdos, es el diseurso del Otro, el inconselente como lo que mis Otros sgnificativos dicen, pero también es el discurso del Otro en el sentido de acerca del Otro, sobre el Otro. Loreal - ‘Llegamos a lo real, quizds el més diflcil de definir, ciones, {Lo primero que debemos aclarar, porque es equlvoco en nuestra lengua, es que en Lacan lo real se pone a realidad, es det, oral noes Ia realidad En us pritneros Seminaros y Escrts estén mes tal vez porque en Lacan sufre varias transforma- 6. Ibid, pag. 99, 129 Scanned with CamScanner Pablo D. Muflor pesclaramente distinguidos, entonces surgen confuslones, donde a veces los usa Indistintamente J tf oes ada vez que aparecen real y realidad por contexto tenemos que deducit a qué ae reflere. ay un texto precioso, tardfo, contemporineo de ‘5 Seminario 22, , 2, que se llama La fercera, que es la teen Panay Ltetn habla en Roma -Ia primera fue su famoso Discurso de Roma que dio lugar al registro dele reat commons" y allf Lacan en determinado momento emprende una historizacién del naiie ee real ae ‘nos da una idea de cémo Lacan fue construyendo ese registro, que no lo sacé jem fen par ater esa tampoco eso vale para lo Imaginaria y lo simbélico pero quizds en Hasta los Seminarios 1 y 2 aproximadamente lo real era a s quello que el psicoandlisis-no puede.al- Ge aie es tem It palabra, al sujeto de la palabra, Pero en Ei Semiinarlo 3 lo ma es lo aie Nuelve siempre al mismo lugar. Allen la pégina 81 de La tercera, Lacan lo recuerda’clets. mente y ubica eso como su primera definicién, Sin embargo, esth esa definieién previa que recién menalang Y que Lacan no considera como el primer hito, la que define lo real como lo insleanzable Por el psicoandlisis por su exterioridad a la palabra, Podemos conjeturar que no consiera eee coma dera como operativo para el psicoandlisis o por el psicoandlisis, Micwtras que si Jo real es aquell que vuelve siempre al mismo lugar, haci i : ae seine: aes = inca enel vuelve, que alude a la repeticién, enton- Al respecto, Lacan da en E! Seminario 3 el elemplo de ls estrellas, de los astrds que siempre retor nan al mismo lugar, que pase lo que pase, ignos Jo que ‘games, Jo veamos oat lo aiden ° no, lo sepamos ono, sus érbitas son Jas que son, Creo que Lacan elige esta definicién ligada a los astros porque enfatiza lo real como lo que 8e repite pero sobre todo porque tiene un punto dé ga- rantla que lo imaginario y lo simbélico no tienen, Si lo imaginatio es ficcional, engsfioso, ilusorio, no garantiza; si or su part, ea simbélico incluye la dimensién de la mentira (recordemos que La- can en ese mismo Seminario dice que estar en presencia de un sujeto implica su Jo que dice pudo haber sido dicho para engafiamos, ‘aoa Posada digg la verdad as que ceanie losuanee rio -como el cuento judo que relata Freud: Yay a Cracovild, y el otro responde: Por qué me dices que vas a Cracocia? Para hacerme creer que vas a otro lado-), entonces si el Otro puede mentir, tampoco garantiza, el tintco punto de garantia proviene de lo real en tanto vuelve al mismo lugar: el sol sale cada mafians, de eso tenemos una garantla, Por otra parte, quiero hacer notar que si algo vuelve siempre al mismo lugar, es porque algo estd fijo. Esto remite a un término freudiano central, Ia fJacidn, Lo que muchas veces no se ve en estas referencias de Lacan a lo real es que apuntan a la fijacién. Ese real inamovible, que hagamos lo que hagamos vuelve, ademés, no solo esté fijado, sino que tiene clerta temporalidad clclica, ciclos en los que se vuelye a un punto que, para cada uno de nosotros, retorna y vuelve al mismo lugar. Esto se escucha habitualmente en nuestros analizantes: “me voy a ir a cualquier lado”, “no quiero saber més ida con nada ni con nadie”. A veces lo hacen, 80 van, pero... es0 los persigue hasta alli, “eso vuel- ve”, En Mds alld del principio de placer eso que reaparece aunque yo no quiera que aparezca, atin cuando perturba mi homeostasis, mi paciencia y mi tranquilidad, vuelve -dice Freud-, con una sén- sacién que le crea al sujeto una impresién demontaca, El eferno retorno de lo igual nietzscheano, que Freud cita. Segunda definicién: onda tiempo, intenté acotarlo a partir de lo im- * “Para definir a este real, en un se, posible de una modalidad ldgica”. —_—$—_—_ 2. Lacan, J. (1974/1988): “La tercera”, En Jnfervenciones y texas 1, op. cl pp. 73-108, pag, 82, 130 Scanned with CamScanner Dilemas de 1a Paicopatologia Entonces, lo real es Jo imposible. Esto pasaje de lo real como lo que vuelve siempre al mismo Tugar, a Jo real como imposible entrafia un cambio de esquema referencial, Aunque, insisto, una definicién no anula ala otra, ambas son vilidas, es una nueva artioulaclén. Acd la nueva articulacién que esté haciendo Lacan es con 1a Iégica modal..Lo real como imposible ya define algo de la relacién del sujeto respecto de sf mismo, un punto que no es posible de ser resuelto, que no tiene solucién. Si es ‘un problema sin solucién, no se trata de sentirse impotente o poco capaz de resolverlo, porque el imposible no es asunto de impotencia 0 de potencia, Cuando un problema no tiene solicién, no tie- ne sohucién; el aujeto no puede cambiar ese real que no tiene soluctén. Pero los puntos de imposible varlan segtin los sistemas simbélicos. Hay puntos de imposible desde el punto de vista de los mime- ros enteros, pero que son posibles desde el punto de vista de los mimeros irracionales. Entonces, fo real como imposible tampoco es un real puro, se define a partir de los otros registros, es lo que no puede ser simbolizado en la palabra o en In escritura, y entonces, no cesa de no escribirse, ala vez que es aquello que no se puede imaginar de ningtin modo, inapresable en una imagen, -Entonces, si bien Lacan dart un punto de real como imposible comtin a toda la especie humana en tanto que hablante, al mismo tiempo hay que ver en qué lenguaje para cada quien ese punto de im- posible esté planteado para poder resolverlo, porque no intervenimos sobre Ia formula general, con eso no hago nada, Para Lacan, ese punto de imposible comtin a toda la especie humans, en tanto especie parlante, somos parlétre (hablanteser) dice Lacan, es decit una especie marcada por el len- sguaje y desnaturalizada por el lenguaje, ese imposible es la pérdida de naturalidad de Jos sexos, la no-complementariedad del hombre y Ia mujer, que dos no hacen uno por més fuerte que se abreen, que no hay media naranja, o en todo caso que a la media naranja le falta un gajo -por Jo menos-. Lo ‘que Lacan llega a formular como “no hay relacién/proporcién (rapport) sexual”. Hoy en esa formula una factura I6gica, porque Lacan a esta altura trata el punto de imposible como Ja consecuencia de un sistema 6gico, Médalizacién Iégica con la que Lacan lee lo qué afirma Freud: que no hay inscripci6n do la diferencia de los sexos en el inconsciente, que solo hay filico o castrado; punto de imposible freudiano, Y sefialo que se trata de una razén légica, para enfatizar que no se trata de una cuestién bioldgica que hace que no haya complementariedad, ni anat6mica, ni social, ni cultural, etc. ¥ Lacan retoma esa posicién freudiana pero la altera concibiendo una es- tructura simbélica compleja: el inconsciente tiene como eje de su estructura el punto de real como imposible, Lacan lo equipara a veces con el ombligo del suefio de Freud (por ejemplo en un texto que se conoce como La respuesta de Lacan a Marcel Ritter) Tercera definicién: el mundo, No hay la menor esperanza de alcanzar lo R por la repre- La representacién es la forma elemental de aquello que so inscribe en los diferentes sistemas del aparato psiquico, En téminos filoséficos es el contenido concreto de un acto de pensamiento. Para Freud eato es un poco distinto porque para él la representacién se inscribe bajo Ia forma de huella mnémica en el aparato, Podriamos decir entonces que lo real es irrepresentable, aquello que escape a lo imaginarizable y a lo representable, Es decir que hay una incompatibilidad entre lo imaginario del mundo y lo real, por lo tanto, 1o real es un lugar al cual se retorna siempre, como nudo légico, en tanfd iicompatible con la representaci6n, Cuarta defintctén: “Lo R, no es universal, [...] No hay todos los elementos, solo hay conjuntos que determinar en cada caso”.? 8, Ibid, 9. Ibid, pg, 83, 131 Scanned with CamScanner Pablo D, Mutor Bs decir que allf Lacan postula lo real en relacién con el no-fodo, funcién Iégica quo define a partir de lo que se conoce como sus formulas de Ia sexuacién, donde lo real es tratado con Ia Iégica del Conjunto ablerto, Pero también alli ese en cada caso pone una tensién entre ol universal y el singu- fa donde Jo rel ex santo el no-odo, Ia imposibilided de In universlizacién; dicho de otro modo (en los términos de 5! Seminario 14: no hay universo de di - {en bs emis ie Searle y universo de discurso), digo lo real es tanto el no-todo Ahora bien, quiero‘decir que, como indicaba antes, estas definiciones no se supe le- mentan entre s{, Y hay una afirmacién de Lacan en ese mismo texto en la que se puede verte como cada una de esas cuatro definiciones de real es vilida a su modo, Hl dice: "fo Reales lo que anda mal, lo que se pone en cruz ante In cares, més an, no deja nunca de repetirse para estorbar ese andar”, sas Esto ha levado a algunos autores a afirmar, como a Juan B, Ritvo, que lo real en verdad no es un registro, no es un-orden sino que es justamente lo que limita a los dos érdenes que st lo son, lo sim bélico y lo imaginario, lo real es el punto de falla de los otros dos. Lo real en ese sentido no seria un registro, en todo caso es un no-registro. Es lo que no se puede registrar ni simbélica ni imaginaria- mente. Pero eso no quiere decir que entre simbélico ¢ imagisiario af haya recubrimiento. Ellos tam- poco se pueden recubrir: hay lo insimbolizable de lo imaginario y lo inimaginarizable de lo simbé- ico, Tres drdenes y estructura Si hasta aqui he enfatizado el aspecto histérico de los tres registros, voy a detenerme ahora muy brevemente en el aspecto estructural sunque ya he ido anticipando varios aspectos. Para entender Ia relaoién, tres registros-estructura les yoy a proponer una hip6te Lacan en su ensefianza transita de un tiempo en el que subtaya la estructura del si ‘tructura de Ja cual el Jenguaje es su forma epénima-, a un'tiempo en que subraya que la estructura es -el anudamiento de los tres registros, lo cual excede al lenguaje, aunque lo incluye. - Sefialamos en Ef Seminario 3 cénio Lacan leia los tres registros en In estructura del lenguaje, aun- que enfatizando lo simbélico, 81 vamos a los Seminarlos en que introduce elementos de a teorla de rudos los tres registros introducidos en 1953 son reconsiderados a la luz de la cadena borromea. Y la estructura es un amudamiento de los tres registros. Y lege a explicitarlo; en EI Semina- rio 24; dice “La estructura no quiere decir otra cosa que el mudo borromeo”, Y agrega: “La estructura, tal como yo Ja concibo, a saber; el nudo borromeo”.!! te, es Inoluso en una conferencia do esa época, Palabras sobre la histerla, Lacan llega a decir: “El-nudo sirve como Jo més cercano que yo he encontrado a la categoria de estructura” (26/2/77). Cudn' lejos estamos ahora del estructuralismo y cudn dentro do las mateméticas y {a topologia, Pero eso implica reexaminar la nocién de sujeto también a Ia luz de estas definiclones, Lacan en Bl Seminario 21 di- ce: 10, Ibid, pig. 81. 11, Lacan, J (1976-77): Bl Seminario, Libro 24: “L'insu que sat de 'wne-bevue sale & mourre”, inédito, clase del ant. yw Scanned with CamScanner Dilemas de la Peleopatologla “con relacién a esos tres ustedes estén arrinconados: en tanto sujetos, ustedés no son més que los pacientes de esa triplicidad”.' Paclentes, es decit producto 0 efecto do exe anudamiento triple; es decir el sujeto es supuesto a la ‘estructura de ese anudamiento, Por ello los define allf como las “tres dimensiones del espacio habi- ado por el hablante” (clase del 06/11/73). En conelustén, sl tuviese que ponerle un nombre a esa operacién que va de un tiempo a otro, del Seminario 3 a 1os Semninarios de los afios ‘70, la definiria como el pasaje de a estructura en la que se reconoctan tres reglstros, alos tres registros como estructura, Misicay poesta Para conclu, quisiera aproximarles una figura musical para pensar esos tres 6rdenes. Lo simbélico, Jo imaginatio y lo real son casi un leimoriv en la ensefianza de Lacan, como en la épera walgneriana. ‘Leitmotlv es para Wagner el tema musical reourrente en cada una de sus composiciones. Bn la mist a, el lettmotiv por Jo general es una melodia carscteristica, recurrente a lo largo de toda una obra, ya sea cantada o instrumental. Hay algo de eso en Ia gran sinfonfa o en la gran épers que es la de Lacan: el Jeitmotiv de sus tres regitros, El arte nos inunda, Quizés Borges sea una de los ugares de Ia cultura donde nosotros podemos leer cee engarzamiento de los tres registros que nos orientan en la teoria y la préctica del psicoarilisis, 12, Lacan, J. (1973-74): EI Sembnaria! Libro 21; *Les noms dh pire o Los nombres del padre o Los no-Incautos ye ‘ran, inédito, clase del 15/01/74, 133 Scanned with CamScanner

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