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 Reconocimiento de las

rocas aflorantes. La
identificación de rumbos y
buzamiento de estratos.
 Identificación de fallas y
plegamientos, contacto.
Realizaciones de mapeos
geológicos del área de
incidencia de urbanismo.
“Año de la Diversificación Productiva y Fortalecimiento de la Educación ”

FACULTAD
Civil
Integrantes :
Alcántara Cajamarca, Leslie
Tomayro Aparicio, Cesar
Fuentes Salazar, William

Docente : Henry Castillo

Curso : Geología

Ciclo : IV

Turno : Mañana

ICA - 2015
INTRODUCCIÓN

RUMBO Y BUZAMIENTO

El rumbo y el buzamiento son dos medidas que sirven para fijar la posición de un plano o una
línea. En la geología los usamos normalmente para determinar la posición de los estratos,
niveles, miembros y formaciones.

El rumbo o dirección es el ángulo, respecto al norte, que forma la línea de intersección del
estrato con un plano horizontal. Se mide con una brújula.

El buzamiento o la inclinación máxima es el ángulo que forma el estrato con la horizontal,


medido perpendicularmente al rumbo. Se mide con un clinómetro.

FALLAS Y PLEGAMIENTOS

Conocemos que la tierra es un ente que se encuentra en constante movimiento; por lo que se
presentan diferentes cambios en la misma, así pueden producirse movimientos tectónicos y
generar la formación de pliegues y fallas, todos estos procesos son presentados y estudiados
en este trabajo de investigación para lo cual recomendamos que el lector tengan
conocimientos básicos en las ciencias de la tierra para la correcta interpretación de los de los
temas tratados. En la inmensidad de tiempo geológico lo que hace que los cambios lentos que
tienen lugar en la tierra produzcan efectos importantes. Los sismos son estudiados en este
trabajo desde un punto de vista geológico y profesional. Gran parte de nuestra comprensión
de la dinámica del conocimiento de las propiedades físicas y químicas de las rocas y los
minerales. La clasificación sistemática y la descripción de los materiales de la tierra escapa al
objeto de este libro; también este tema esta tratado en otros trabajos técnicos de este curso.

EL RUMBO
DEFINICIÓN DEL RUMBO
Como ya se ha mencionado, la definición del rumbo es el ángulo, respecto al norte, que forma
la línea de intersección del estrato con un plano horizontal. La figura 1 muestra un plano
inclinado ABCD, donde la línea roja es la intersección con la horizontal. El ángulo a entre esta
línea roja y el norte es el rumbo. La flecha azul está perpendicular sobre la línea roja e indica la
dirección del buzamiento.

La figura 1 muestra un plano ABCD y su intersección con la horizontal (línea roja). El ángulo a
es el rumbo y la flecha azul muestra la dirección del buzamiento.

MEDIR EL RUMBO CON LA MANERA CLÁSICA


Es fácil medir el rumbo en terrenos horizontales con buenos afloramientos. Entonces se sitúa
sobre el afloramiento del estrato y simplemente se mira con la brújula en la dirección hacia
dónde va el estrato, es decir paralelo a los estratos. Por ejemplo, en un plano geológico de un
terreno horizontal, los bordes de las formaciones coinciden con el rumbo (figura 2).

La figura 2 muestra el rumbo de una formación de caliza en un terreno horizontal.


Sin embargo, es mucho más frecuente encontrarnos con estratos que suben o bajan por
pendientes, al final y al cabo la mayoría de los afloramientos suelen estar en la montaña.
Entonces la forma más clásica de medir es buscar un plano representativo del estrato y medir
con la brújula del geólogo. Lo normal es que esta brújula tiene una tapa que se coloca junto al
plano del estrato y que la parte que contiene la brújula se puede colocar horizontalmente.
Para los espeleólogos este método tiene dos inconvenientes: la primera es que no suelen usar
brújulas geológicas (estas son muy bastas para medir direcciones en cuevas, y como mucho
tienen una precisión de unos 2 grados), y la segunda razón es que los estratos raramente son
completamente planos, con frecuentes deformaciones locales que puede hacer variar bastante
los valores de las medidas individuales. Para solucionar este problema no queda más remedio
que tomar varias decenas de medidas y calcular la media.

Aunque uno tiene una brújula de geólogo, el método es trabajoso. Sin embargo existe otra
manera de medir el rumbo con 2 ventajas: se realiza en una sola vez y es más precisa, y
además se hace con la brújula y clinómetro de espeleología.

MEDIR EL RUMBO CON BRÚJULA Y CLINÓMETRO DE ESPELEOLOGÍA

Primero se busca un estrato que lateralmente es bien visible sobre una distancia considerable,
por ejemplo la base de un miembro masivo. Entonces se coloca la cabeza a la altura de la base
de este miembro (punto A en figura 3) y con el clinómetro se busca un punto de la base del
mismo miembro que se encuentra exactamente a la misma altura (punto B). Es decir que el
clinómetro se coloca completamente horizontal (inclinación de 0 grados). Naturalmente el
punto B se suele encontrar al otro lado de un hundimiento topográfico, como por ejemplo un
valle (figura 3).

La figura 3 muestra la línea que conecta 2 puntos de la base de un miembro, que tienen
exactamente la misma altitud. La dirección de la línea es el rumbo.
A continuación se mide con la brújula la dirección desde el punto A hasta el punto B. El valor
de la medida es el rumbo entre los 2 puntos. Lo que realmente hemos hecho es buscar otro
punto del mismo estrato en la horizontal y medir su dirección, lo que justamente es la
definición del rumbo.

El rumbo se suele indicar con el ángulo más pequeño que tiene con el norte, por ejemplo 60
grados en lugar de 240 grados. Sin embargo, como una línea tiene dos direcciones también se
puede indicar con los dos valores, por ejemplo 60-240. Lógicamente la diferencia entre ambos
valores siempre es 180 grados.

EL BUZAMIENTO
El buzamiento se mide mejor con el clinómetro espeleológico que con la combinación
brújula/clinómetro geológica. La manera de medir el buzamiento es la siguiente: Se busca un
plano de estrato y se coloca el clinómetro con la parte de arriba o con la parte de abajo, según
la situación (figura 4), paralelo al plano del estrato. Es importante de medir la máxima
inclinación, que es la inclinación perpendicular al rumbo. Por esta razón normalmente primero
se determina el rumbo. Si uno tiene ayuda y una tabla recta, también se puede colocar la tabla
sobre el plano y medir a lo largo de la tabla (figura 5).

La figura 4 muestra las dos maneras de medir el buzamiento.

Con un poco de práctica, hasta una sola persona puede realizar esta maniobra con la tabla. Por
razón de las variaciones locales ya mencionadas es aconsejable de tomar unas cuantas
medidas, preferiblemente unas docenas. En las figura 4 y 5 la línea azul representa la
horizontal, la línea roja la inclinación de los estratos y el ángulo es el valor del buzamiento.

La figura 5 muestra la forma de medir el buzamiento con ayuda de una tabla.

PLIEGUES Y PLEGAMIENTOS
Pliegues y plegamientos, en geología, curvaturas en rocas o en los estratos que las contienen.
La mayoría de las rocas estratificadas visibles en ríos, canteras o costas eran, en su origen,
sedimentos depositados en capas o lechos horizontales o próximos a la horizontalidad. Sin
embargo, cuando hoy los observamos no sólo están solidificados, sino que suelen estar
inclinados en una u otra dirección. En ocasiones, cuando los estratos afloran a la superficie se
puede ver cómo suben hasta un arco o descienden hacia un seno. Al sufrir presión las rocas se
pliegan o sufren un plegamiento, denominándose a cada unidad de plegamiento pliegue. Los
pliegues superiores con forma abovedada se llaman anticlinales y tienen una cresta y dos
ramas inclinadas que descienden hacia senos contiguos, donde pueden formarse los pliegues
inversos en forma de cuenco, o sinclinales. Los monoclinales tienen una rama inclinada y otra
horizontal, mientras que las de los isoclinales se hunden en la misma dirección y el mismo
ángulo. Los periclinales son pliegues como cuencas (inclinación interna) o cúpulas (inclinación
externa). Los pliegues se miden en términos de longitud de onda (de cresta a cresta o de seno
a seno) y altura (de cresta a seno). Pueden ser microscópicos o tener longitudes de kilómetros.
Un pliegue aislado es una ondulación definida por la curvatura máxima de los estratos. La
charnela es la línea que une los puntos de máximo plegamiento en cada capa. El plano axial
reúne estas líneas definidas en sucesivas capas. El eje es cualquier línea del lecho paralela a la
línea de ondulación. Cuando el eje se inclina desde la horizontalidad se dice que se sumerge.
En los pliegues erguidos, los planos axiales son verticales, mientras que en los reclinados se
inclinan o buzan y son subhorizontales. En estos últimos, el flanco superior puede
desprenderse empujando al inferior y forman una estructura conocida como manto, común en
los Alpes o en los Pirineos. El espesor de un lecho medido en el plano perpendicular a la
superficie de estratificación se mantiene constante alrededor de un pliegue paralelo. Este
grosor normal varía junto a un pliegue similar y es constante en direcciones paralelas a las
superficies axiales. Las capas en un conjunto de pliegues paralelos pueden aparecer como
arcos de circunferencia y, en este caso se dice que el plegamiento es concéntrico. Los pliegues
similares y concéntricos tienen una simetría sencilla y fija. Algunos plegamientos, en especial
los de rocas metamórficas muy alteradas se denominan ptigmáticos; son muy variables y
tienen cambios en la forma o en la orientación de las ondulaciones o de las superficies axiales.
La mayoría de estos plegamientos responden a presiones sobre la corteza terrestre. Las rocas
de la superficie son tan duras y quebradizas que parece improbable que se doblen de manera
plástica durante una deformación, y menos que fluyan entre las grietas a la vez que se produce
el plegamiento como ocurre en los plegamientos ptigmáticos. El calor es un factor importante
en las profundidades del manto terrestre y puede convertir las rocas de friables a dúctiles. La
cantidad de tiempo en que las rocas están sometidas a tensión es también importante. La
diferencia de comportamiento se puede explicar si se considera el ejemplo del alquitrán o
chapote: al golpearlo con un martillo se rompe, pero con el efecto de la gravedad se
desparrama. De igual forma, las rocas que sufren procesos de deformación rápida se fracturan
y producen un terremoto, mientras que las mismas rocas se pliegan si se someten a tensiones
largas y continuas.
El alabeo es otra forma en la que las rocas pueden plegarse. Consiste en una deformación
suave de una gran extensión de la corteza terrestre. En este caso forman lechos paralelos los
cuales tienden a mantener sus formas originales. El plegamiento también puede involucrar un
proceso conocido como deslizamiento de flexión. Mientras que los lechos tienden a formar un
anticlinal, las capas superiores se deslizan respecto a las inferiores; la superficie inferior de un
alabeo de arenisca en un anticlinal se mueve hacia la cresta con relación a los lechos vecinos.
Por el contrario, cuando están sometidos a fuerzas de cizalladura forman un conjunto de
pliegues similares. Este mecanismo puede imaginarse como una línea trazada sobre una de las
caras de un mazo de cartas. Si se presionan las cartas en el centro de un lateral del mazo, la
línea tomará la forma de un anticlinal producido por la cizalla de cada carta con su vecina. En
cualquier región con estratos heterogéneos, es muy probable que el plegamiento sea una
combinación de estos tres mecanismos.

TIPOS DE PLIEGUES

 Pliegue anticlinal: Se distingue la charnela, zona donde los estratos cambian de


manteo y los flancos los cuales divergen. El plano axial viene dado por el plano de
simetría del anticlinal, y el eje anticlinal es la línea de intersección del plano axial con la
charnela.

 Pliegue sinclinal: Los elementos son los mismos, con la diferencia que el manteo de los
flancos son convergentes.

 Pliegue monoclinal: Es el que presenta una simple inflexión de los estratos, con cierta
frecuencia, estos pliegues degeneran en fallas al producirse un estiramiento y fractura
de la rama monoclinal del pliegue.
 Pliegue isoclinal: Cuando una serie de pliegues sucesivos llegan a presentar sus flancos
paralelos, originan una serie isoclinal continua, de estratos con manteo uniforme.

Cuando las rocas son sometidas a tensión al interior de la corteza terrestre, sobrepasan su
límite de resistencia específico y se produce la rotura de las mismas, según una serie de planos
que coinciden con las direcciones de mínima resistencia, en relación con la dirección de la
tensión o presión sufrida. La capacidad que posee una roca para plegarse o romperse depende
del tipo de roca y de las condiciones físicas a las que esté sometida. 

Las fracturas en la corteza terrestre pueden tener variadas magnitudes desde fallas locales
hasta grandes fracturas que se pueden seguir por kilómetros. A medida que bajamos en
profundidad las fracturas de la corteza van disminuyendo, ya que los materiales al aumentar la
presión y temperatura se empiezan a comportar plásticamente.

FALLAS

DEFINICIÓN FALLA
Fallas son roturas en las rocas a lo largo de la cual ha tenido lugar movimiento. Este
movimiento se llama desplazamiento. Origen de este movimiento son fuerzas tectónicas en la
corteza terrestre, cuales provocan roturas en la litosfera. Las fuerzas tectónicas tienen su
origen principalmente en el movimiento de los continentes.

INDICADORES DIRECTOS DE FALLAS


Generalmente se puede diferenciar entre indicadores directos u indirectos de fallas. Los
indicadores directos definen una falla cien por cientos, es decir sin dudas. Estos tipos de
indicadores se puede observar directamente a la falla. Los indicadores indirectos definen una
falla con una cierta cantidad de incertidumbres y dudas.

DESPLAZAMIENTO
El desplazamiento de una unidad geológica o una otra estructura geológica indica la actividad
tectónica. Desplazamientos tectónicos en el terreno marcan siempre una falla. Problemas: Se
confunde con la estratificación normal, si las capas tienen una inclinación o se equivoca con
accidentes morfológicos.

ESTRÍAS
Líneas finas arriba de un plano de falla. Estas líneas indican además la orientación del
desplazamiento y posiblemente el sentido. (Véase foto) Se encuentra en casi todos los lugares
y el reconocimiento es fácil. 
Problemas: Estrías solo marcan el último movimiento cual posiblemente no coincide con el
movimiento general. Para sentir con el dedo el sentido del movimiento cuesta y se puede
equivocarse

DIACLASAS PLUMOSAS DE CIZALLE


Durante un movimiento tectónico se puede abrirse pequeñas fracturas, cuales se rellenan con
calcita, yeso o cuarzo. (Véase foto) La forma es siempre como un "S" y en dimensiones entre
milímetros hasta metros. 

Problemas: No tan frecuente en la naturaleza.

ARRASTRES
Cerca de una falla las rocas pueden deformarse plásticamente. Se puede observar un leve
monoclinal hacia el plano de la falla. Las dimensiones: entre centímetros y metros.
Normalmente fallas grandes muestran este fenómeno. 
Problemas: Equivocación con estructuras sedimentarias posible como derrumbes por ejemplo.
BRECHAS DE FALLA (KATACLASITA)
Por la energía del movimiento algunas veces las rocas en la zona de falla se rompen y se
quiebran, para formar una brecha tectónica o brecha de falla. Brechas de fallas normalmente
muestran una dureza menor como las rocas no afectadas. Por eso morfológicamente una
brecha de falla se ve como depresión. 
Problemas: Se puede confundir brechas de falla con otros tipos de brechas (brecha volcánica,
brecha sedimentaria).

MILONITA
La milonita es una roca metamórfica que se formó por las fuerzas tectónicas. Los minerales
(cuarzo) se ven elongado hacia la dirección principal del movimiento. Milonitas son
generalmente dura y bien resistente contra la meteorización. Problemas: Macroscópicamente
es bastante difícil reconocer una milonita, solo con sección transparente se llega a resultados
confiables.
MOMENTOS GEOMÉTRICOS DE UNA FALLA
Una falla es una superficie de discontinuidad, es decir una fractura en la que se ha producido
deslizamiento relativo de una de las partes con respecto a la otra, los elementos de una falla
son los siguientes:
Plano de falla: Es la superficie según la cual se ha producido la fractura y se ha realizado el
desplazamiento, esta puede tener cualquier orientación en el espacio, el plano de falla se
define según su rumbo, manteo y sentido de desplazamiento, aunque se representa como una
estructura plana, la superficie puede ser irregular y con inclinación variable y espesor variable,
donde las rocas han sido trituradas a consecuencia del roce entre los dos planos de falla.

TIPOS DE FALLAS
Las fallas se clasifican de acuerdo con la disposición del plano de falla y el sentido de
desplazamiento:
 Falla normal: Es aquella en la que el manteo del plano de falla está inclinado hacia el
bloque hundido. Un caso particular son las fallas verticales.

 Falla inversa: Es aquella en la que el manteo del plano de falla está inclinado hacia el
bloque levantado.
 Falla de rumbo: Es la que se presenta solo desplazamiento en sentido horizontal.

EL MAPA GEOLÓGICO
El mapa geológico es la representación en dos dimensiones de la intersección de los
elementos geológicos con la superficie terrestre. Muestra tanto la información topográfica
como la geológica.
Debe incluir:
• Mapa topográfico: altimetría (curvas de nivel), planimetría (escala, coordenadas),
toponimia.
• Información geológica: estratos o capas y contactos y fallas.

INFORMACIÓN GEOLÓGICA:
• Litología: capas superficiales de los estratos con sus tramas. Las tramas no son
universales, así que lo normal es que vengan en una leyenda
• Edad: la edad suele representarse con colores. Existe un consenso más o menos
extendido sobre los colores de cada periodo y era geológicos.

• Estructura:
• Dirección o rumbo (δ): ángulo que forma con el N geográfico la intersección
del plano estructural con un plano horizontal. Varía de 0º a 90º, E u O.
• Buzamiento o manteo (β): ángulo de la máxima pendiente de un plano
estructural con la horizontal. Varía de 0º a 90º.
• Sentido del buzamiento (Sβ): ángulo que forma con el N geográfico la
proyección en la horizontal de la máxima pendiente de un plano estructural.
Va de 0º a 360º.

• Contactos litológicos:
• Concordancia: la sedimentación es continua. Línea punteada.
• Discontinuidades: la sedimentación se ve interrumpida. Línea discontinua.
Puede ser:
• Discordancia angular: rocas inclinadas o plegadas sobre las que hay
otras horizontales y más jóvenes (discordancia geométrica).
• Paraconformidad: discontinuidad cronológica.
• Inconformidad: separación entre estratos ígneos o metamórficos y los
sedimentarios.
• Disconformidad: separación irregular por erosión.
• Contacto mecanizado: contacto por una falla o sistema de fallas.
Línea continua y gruesa.

• Orientación: buzamiento, muro y techo, posición normal o invertida (buzamiento


invertido), esquistosidad.
• Pliegues.
• Fallas.

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