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Introducción
Lo primero que debemos hacer a un lado en este debate son los juicios de valor. Tenemos que comprender
como politólogos y como ciudadanos que estamos ante un modelo de justicia especial nunca antes aplicado
en el país, y por culpa del desconocimiento de este modelo, y hasta de los acuerdos en general por diversos
factores (no leer los acuerdos, no pensar más allá de los textos, creer en todo lo que se dice en redes, etc.)
se han infundado mitos y mentiras alrededor de este tema para desacreditar el modelo.
El eje central en el que se basa esa postura es que estamos en la negociación de un conflicto armado de alta
intensidad (duración del conflicto, victimas al año, trasfondo político) y por tanto no se debería establecer el
sistema de justicia ordinaria. Partiendo de ese punto de que estamos en una negociación y no en una
rendición, no sería lógico que una de las partes negociadoras estuviese dispuesta a perder más que la otra
(condenas/impunidad). Se debe buscar un equilibrio en el cual todos las partes negociantes estén de
acuerdo. Obviamente ambas partes deberán sacrificaran elementos en algún grado (condenas/impunidad).
Lo segundo que debemos tener en cuenta es que los diálogos son un proceso de confianza mutua y que
debemos creer en el cumplimiento de los acuerdos de la otra parte. No es solo el gobierno el que podría
perder, la guerrilla aceptó el riesgo de que también se incumplan algunos puntos, en especial los más
sensibles: la justicia y su seguridad (puntos que han hecho fracasar negociaciones anteriores). Este proceso
de paz es el único en el mundo en el tema de justicia (ni si quiera en Suráfrica se crea un tribunal de justicia).
Lo tercero y último que debemos tener en cuenta es que la justicia transicional es una justicia compleja que
se presta para estas discusiones, sin embargo es la mejor justicia que se puede encontrar para terminar este
conflicto.
“frente a la necesidad imperativa de paz, se ha asumido como una práctica normal de la política en
situaciones de transición, y de acuerdo con orientaciones tomadas del realismo político, poner a un lado las
exigencias de justicia retributiva o punitiva y de otro las exigencias de justicia económica que demandan
condiciones de mayor equidad e igualdad.”
Tendré en cuenta un escrito de Chaïm Perelman (Polaco, creador de la nueva retórica, una de las principales
teorías de la argumentación), citado por Hermann Petzold Pernía “entre todas las nociones prestigiadas, la
justicia parece una de las más eminentes y la más irremediablemente confusa(…) desde hace miles de años
todos los antagonistas en los conflictos públicos y privados, en las guerras, las revoluciones, los procesos, las
querellas de intereses, declaran siempre y se esfuerzan por probar que la justicia está de su parte, que se
invoca a la justicia siempre que se recurre a un árbitro, inmediatamente se da uno cuenta de la multiplicidad
inverosímil de los sentidos que se dan a esta noción, y de la Confusión extraordinaria provocada por su uso”.
Considero que realmente el tema espinoso esta en los tratamientos que le den los jueces de este tribunal a
los delitos y sus respectivas condenas.
- “Acuerdos de la Uribe - 1984” entre FARC, EPL, M19 y Belisario Betancur: Fracasó por la falta de
reglas claras sobre la entrega de armas, el incumplimiento de los acuerdos por cuenta de terceros
actores (militares no respetaron cese al fuego), las acciones de estos terceros, entre ellos, grupos
de seguridad privada y paramilitares que pusieron en constante riesgo la seguridad de los actores
partícipes de las negociaciones y terminaron haciendo inviable el cese al fuego. Por otra parte, se
habla de que existió diálogo, señales de buena voluntad, declaraciones, pero no negociación en
cuanto tal, y que los dispositivos de negociación no fueron los indicados, todos estos elementos
impidieron que el acuerdo llegara a buen término. La mediación y el respaldo internacional en el
proceso fue casi nula. NO SE HABLÓ DE JUSTICIA NI DE REPARACIÓN A VICTIMAS.
- Negociación del Caguán - 1998 entre FARC y Andrés Pastrana: Fracasó por el interés de las FARC
de aprovechar los beneficios del gobierno para fortalecerse y buscar una llegada al poder por las
armas. Esto llevo a la confusión e improvisación del proceso en todo momento, pues el objetivo de
este grupo no era negociar. La amplia zona de distención y la disminución de la presión militar a las
FARC por orden presidencial sin haber establecido previamente un cese al fuego bilateral no gustó
mucho a los militares. La negociación en el territorio nacional (lo volvió un foco de atención
constante, en especial por el aumento de actividades delictivas de las FARC en la zona de
concentración y la pasividad del gobierno de coaccionar), la falta de garantías en un escenario de
negociación, además de la mediación y el respaldo internacional a la negociación que fue algo
confusa, pues no habían roles definidos y lo único que fue posible por esos países fue la mediación
entre gobierno y FARC cuando se presentaban roces entre las partes (secuestros, ataques armados,
etc.) La cuota internacional estaba a cargo de países como Cuba y Venezuela “países amigos, pero
amigos de las FARC”, para entonces estos países no estaban acostumbrados a participación
internacional porque eran muy cerrados a la comunidad internacional, tal como lo estuvo Colombia
en años y acuerdos anteriores. NO SE ALCANZÓ A HABLAR DE JUSTICIA NI DE REPARACIÓN A
VICTIMAS.
- “Ley de justicia y paz” entre AUC y guerrillas con Álvaro Uribe (Ley 975 de 2005): Esta ley le
ofreció a las AUC y guerrillas la opción de acceder a penas reducidas (entre 5 y 8 años) y programas
de reinserción y re-integración social si entregaban sus armas y confesaban sus crímenes, así como
acompañamiento psicosocial, servicios de salud y educación, y finalmente un subsidio económico.
Mientras que los ex combatientes que se desmovilizaron por el acuerdo de paz de Ralito recibían
385 mil pesos mensuales de subsidio durante 18 meses, los ex guerrilleros estaban recibiendo
subsidios de 895 mil pesos por el mismo periodo de tiempo. Para crear los proyectos productivos,
los paramilitares desmovilizados colectivamente recibían dos millones de pesos, mientras que a los
desmovilizados de la guerrilla se les entregaban ocho millones. La Alta Consejería reformó las
normas para que todos quedaran ganando 400 mil pesos mensuales de subsidio y además que sólo
los recibieran si cumplían con ciertos requisitos, como participar en talleres sicosociales dos horas a
la semana, asistir a las capacitaciones o cursos técnicos y, por supuesto, no delinquir más. Los
desmovilizados consideran que el subsidio no les alcanza para vivir. (Tomado del articulo Online “El
ensayo y error de la reintegración” revista semana, 2008)
De los 35.353 paramilitares desmovilizados, solo el 10.2% que equivale a 3.899 paramilitares fueron
postulados al procedimiento de Justicia y paz, los demás están reinsertados o delinquiendo bajo
otras estructuras criminales que les dan mejores réditos económicos como las Bacrim.
Las sentencias bajo la Ley de Justicia y Paz varían entre 5-8 años y no permiten otorgar beneficios o
reducciones adicionales. Para poder ser beneficiario de la ley es necesario confesar la totalidad de
los crímenes perpetrados. Si se demuestra que la persona mintió o no confeso la totalidad de los
crímenes, ese individuo pierde la oportunidad de beneficiarse de la Ley de Justicia y Paz y debe
enfrentar el sistema de justicia ordinaria. Por lo general esto significa que reciben sentencias más
severas. POR PRIMERA VEZ SE HABLA DE JUSTICIA, RESTITUCIÓN DE TIERRAS Y REPARACIÓN A
VICTIMAS. La ley contempla la reparación de las víctimas. Aunque fue criticada al principio por
ofrecer impunidad a los paramilitares por las sentencias reducidas y la versión libre que les permitía
confesar únicamente lo que ellos consideraban, la corte constitucional corrigió el error de la ley y
consignó: "quienes se acojan a la ley deberán cumplir a cabalidad las resoluciones de la ley, como la
confesión total de los delitos, la reparación y la verdad, y no volver a delinquir".
Un punto que se le ha criticado al gobierno es que entre el 2008 y el 2009 extraditó a 18
paramilitares de alto rango a los Estados Unidos para enfrentar cargos de narcotráfico. La sociedad
civil y otros actores argumentan que esto era inaceptable ya que no permitió que los paramilitares
terminen de confesar la totalidad de sus crímenes, y por lo tanto, le negó la posibilidad a las
víctimas de conocer la verdad sobre los crímenes perpetrados. También sostuvieron que era
contradictorio que fueran extraditados a EEUU por narcotráfico cuando la naturaleza de los
crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra que perpetraron en Colombia era más grave.
Aunque el presidente Uribe trato de mermar el protagonismo internacional a los actores del
conflicto, esta ley es producto de la presión de la comunidad internacional para terminarlo. Aunque
la política de Uribe siempre se centró en el sometimiento a la ley de los guerrilleros, llegó a un
punto en el que buscaría una salida negociada. Con ayuda de actores internacionales como Francia
y Suiza, aunque no fueron fructíferos los diálogos si se realizaron intervenciones humanitarias como
liberación de secuestrados. La comunidad internacional también criticó algunos puntos de la ley de
Justicia y Paz que la corte constitucional modificaría más adelante, sin embargó sentó las bases de
la justicia especial.
En el año 2003 El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD – en Colombia redactó un
informe titulado “Callejón con salida”, en el que se mostraba una hoja de ruta para aquel momento, válida
para las dos guerrillas del país. El esquema constaba de tres fases (diálogo abierto, negociación y salida
negociada). En la primera, se especificaba que el diálogo abierto sería blindado a interferencias y recibiría el
apoyo de terceros. También se indicaba que aprovecharía las lecciones de experiencias anteriores y se
elaboraría una estrategia de paz como política de Estado, no de Gobiernos coyunturales. En cuanto a la fase
negociadora se indicaba que, a ser posible, sería de manera unificada, es decir, se procedería a una
negociación conjunta ELN-FARC, que se haría sin prisas y con una agenda pequeña (a diferencia de la
seguida en los encuentros de El Caguán, en el año 2000), con tres temas prioritarios, a saber, el plano
internacional, la base social de las guerrillas y las reformas. Asimismo, se indicaba que podría haber
facilitación de países europeos y una coordinación desde la ONU. Finalmente, la salida negociada habría de
contar con el aval de Estados Unidos, supondría concesiones reales por parte del Estado y lo pactado se
sometería a referéndum. Como se verá, la hoja de ruta no avanza los pormenores de la negociación, sino
sólo el marco por el que ha de transitar.
Es claro que sin las experiencias anteriores de negociación (1984 Betancourt, 1998 Pastrana) y de igual
manera a la política de seguridad democrática (Uribe 2002-2010) que debilitó militarmente a las FARC, los
acuerdos de ahora no hubiesen llegado a este punto; sin embargo la vía militar o el sometimiento a la
justicia ordinaria buscando la rendición de la guerrilla propuesta por Uribe no es una opción factible hasta
ahora, porque es costosa, incierta, imprecisa, confusa; solo el hecho de tener que revisar los mecanismos de
la jurisdicción especial que de por si son complejos tardaría años, eso contando que la contraparte acepté
replantear, además todo eso conllevaría alargar el conflicto y por ende a generar más víctimas. La tendencia
en los últimos años es a salidas negociadas. Desde 1960 a 2009, el 82 % de los conflictos armados han
cesado por la vía negociada y no por las armas (Vicenc Fisas, Manual de procesos de paz, pag. 26, 2010). En
la mayoría de estos casos, actores de la comunidad internacional desempeñaron un papel de facilitación o
mediación en los procesos de paz.
Esta vez no se repiten errores del pasado, es un acuerdo justo, ahora lo más importante es velar por el
cumplimiento de lo acordado.
Vicenç Fisas Armengol (Catalán) Director de la Escola de Cultura de Pau y decano en la Universitat Autònoma de
Barcelona, experto sobre temas de paz, desarme y conflictos. Tiene un manual de procesos de paz muy interesante para
entender el conflicto en diferentes países del mundo. Conoce el conflicto en Colombia y asesoró a las partes en la fase
exploratoria.
En una entrevista de septiembre de 2013 a las2orillas manifestó: “Es claro que las Farc no entregarán las armas por
penas de prisión. Además, en todos los procesos de paz que conozco se ha dado una amnistía para quienes entregan las
armas. Es el precio que hay que pagar por el silencio de las armas.”
Otros procesos de paz en el mundo
1. Suráfrica - 1994: Hubo comisión de la verdad, pero no se implementó un tribunal judicial. El nuevo
gobierno de Sudáfrica estableció una Comisión de Verdad y Reconciliación (CVR), también con el aplauso
internacional. Las directrices para la CVR fueron acordadas durante las negociaciones: los supervivientes
y víctimas de violaciones graves a los derechos humanos recibirían reparación por parte del Estado; los
autores materiales recibirían amnistía una vez realizado el recuento completo y veraz de sus violaciones.
Sin embargo, el Estado no enjuició a aquellos que no recibieron la amnistía y continuaron con sus vidas
inmutables. Esto era esencial para que los funcionarios del antiguo régimen pudieran permanecer en sus
puestos de trabajo con el nuevo gobierno. No hubo referendo o consulta popular al pueblo para
refrendar los acuerdos.
2. Irlanda del Norte - 1998: Luego de años de violencia un intento de poner fin a un conflicto que había
causado más de 3.000 muertes llegó un viernes Santo de 1998. El acuerdo fue sometido a un referendo
entre los ciudadanos de la república de Irlanda e Irlanda del Norte en el que gano el Sí. Se acordaron
entre otras cosas: la participación política y la dejación de armas. Entre 1998 y 2000 salieron de prisión
433 personas en régimen de libertad provisional, 229 de los cuales eran miembros del IRA, entre los
amnistiados 166 estaban condenados a cadena perpetua relacionada, en su mayoría, con uno o
múltiples asesinatos; A los combatientes que no tenían causas pendientes con la justicia, se les concedió
directamente una amnistía. El período de amnistía se inició el 30 de junio de 1998 y terminó el 26 de
febrero de 2003 quedando libres todos los presos del conflicto; En enero de 2004 se creó la Independent
Monitoring Commission (IMC), por un acuerdo entre los gobiernos británico e irlandés. Su misión era
monitorear la no utilización de la violencia en la vida política de Irlanda del Norte como retribución a la
excarcelación. Finalizó sus actividades en marzo de 2011. Aunque en este proceso se verifico que no
hubiese nuevamente levantamiento de armas, no se reconocieron los derechos de las víctimas lo que
dejó un sinsabor en los afectados por el conflicto. Nunca se estableció un tribunal para delitos de lesa
humanidad, la amnistía cobijo a todos los actores como garantía de que estos no regresaran a la
violencia.
3. El Salvador - 1992: Pese a la ayuda militar y a los incalculables recursos extranjeros (principalmente de
EUA) que recibían los militares, la guerrilla Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)
no consiguió ser derrotada por la vía de las armas. Los acuerdos para terminar la guerra civil y la
dictadura militar en el Salvador lo impulsaron la democracia con la participación política de los
insurgentes. Aunque se modificó el sistema judicial, las fuerzas armadas y se crearon algunas
instituciones como la policía civil y otras de derechos humanos nunca se tuvieron en cuenta a las
víctimas en el proceso, su reparación, el derecho a conocer la verdad y la responsabilidad de los delitos
cometidos en la guerra. La amnistía impulsada por el presidente Alfredo Cristiani impidió que los
culpables de delitos fueran juzgados y la impunidad de los crímenes se mantiene presente.
Además, el tribunal tendrá la facultad de imponer amnistías (solo por rebelión y sin infringir el derecho
internacional humanitario) y sanciones:
Sanciones propias: se impondrán a quienes reconozcan verdad y responsabilidad. Tendrán una
función restaurativa y reparadora del daño causado, y respecto a determinadas infracciones muy
graves tendrán un mínimo de duración de 5 años y un máximo de 8 años. Comprenderán
restricciones efectivas de libertades y derechos, tales como la libertad de residencia y movimiento.
Para quienes no hayan tenido una participación determinante en los casos más graves y
representativos la sanción será de 2 a 5 años.
Restricción efectiva significa que haya mecanismos idóneos de monitoreo y supervisión para
garantizar el cumplimiento de buena fe de las restricciones ordenadas por el Tribunal, de tal modo
que esté en condición de supervisar oportunamente el cumplimiento, y certificar si se cumplió. La
JEP determinará las condiciones de restricción efectiva de libertad que sean necesarias para
asegurar el cumplimiento de la sanción.
Sanciones Alternativas: Se impondrán a quienes reconozcan verdad y responsabilidad ante la
Sección de Primera Instancia, antes de proferir la sentencia. Tendrán una función esencialmente
retributiva de pena privativa de la libertad de 5 a 8 años. Para quienes no hayan tenido una
participación determinante en los casos más graves y representativos la sanción será de 2 a 5 años.
Sanciones Ordinarias: Se impondrán a quienes no hayan reconocido responsabilidad y sean
condenados por parte del Tribunal. Cumplirán las funciones previstas en las normas penales. En
todo caso la privación efectiva de libertad no será inferior a 15 años ni superior a 20 años en el caso
de conductas muy graves.
Los lugares donde serán ejecutadas las sanciones estarán sujetos al monitoreo propio del sistema, así como
a un régimen de seguridad y vigilancia. Se creará un órgano nacional o internacional que verificará el
cumplimiento de las sanciones. En todo caso el Tribunal verificará el cumplimiento de las mismas.
No se concederá la extradición, ni se tomaran medidas de aseguramiento con fines de extradición respecto
de hechos o conductas objeto de la Jurisdicción especial para la paz.
El tribunal podrá actuar sobre máximos responsables de las Farc, agentes del Estado y otros que hayan
participado de manera indirecta en el conflicto armado, si deciden acogerse a la JEP, de lo contrario serán
procesados por la justicia ordinaria.
Argumentos a favor
En palabras de algunos expertos es una justicia imperfecta (por las penas reducidas y la no privación de la
libertad), pero la mejor justicia posible para este acuerdo (su eje son las víctimas y su reparación).
Los acuerdos en materia de justicia en procesos de paz de otros países son ínfimos comparados con los
contenidos en este acuerdo. El acuerdo de justicia alcanzado por FARC y Gobierno genera un precedente en
la negociación de conflictos armados pues establece penas a delitos de lesa humanidad y esclarecimiento,
responsabilidad y reparación a víctimas.
Se tuvieron en cuenta las recomendaciones de expertos en resolución de conflictos como el señor Vincen
Fisas, además por primera vez se escuchan las propuestas de las víctimas como ciudadanos con derecho, las
víctimas son el eje central del acuerdo y se partió de esta premisa para hacerlas participes mediante foros y
otros eventos organizados por la ONU y la UNAL.
Se crean comisiones, tribunales y unidades especiales temporales, imparciales e independientes de las FARC
y el gobierno para garantizar la transparencia y efectividad de los acuerdos: Comisión para el
Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición; la Unidad Especial para la Búsqueda
de Personas dadas por Desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto; la Jurisdicción Especial para
la Paz y las medidas específicas de reparación. El mecanismo de verificación estará a cargo del concejo de
seguridad de la ONU, los países observadores y garantes, el instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame
(Estados Unidos), el cual diseñará la metodología para identificar los avances de los acuerdos.
Impunidad:
Argumento del NO: No se habla de castigo, se habla de sanción. Al no recibir castigo punitivo con restricción
efectiva de libertad por crímenes de lesa humanidad como masacres, violaciones, torturas y secuestros
sistemáticos a civiles, algunos serán tratados como rebelión o crímenes conexos y las penas las cumplirán
desempeñando tareas pedagógicas y sociales, eso en los casos que no se reciban amnistía o indultos, esto
será visto como impunidad.
Contra argumentación: Si habrá castigo y restricción de libertad (Prisión) para delitos graves con penas
hasta de 20 años, en casos en los cuales los guerrilleros no colaboren con la justicia y el esclarecimiento de
los hechos. Para los casos en que se reconozcan los delitos, o para delitos menos graves los castigados serán
sometidos a un régimen de vigilancia y control con restricciones de libertades y derechos, como la libertad
de residencia y movimiento con penas entre 5 a 8 años establecidas por el tribunal especial para la paz,
penas que deben ser cumplidas realizando actividades (sin retribución económica) como desminado,
sustitución de cultivos, la construcción y reparación de infraestructuras. La definición de las labores estará
sujeta a la aprobación del Tribunal de un proyecto detallado individual o colectivo, con indicación de
obligaciones, objetivos, horarios, lugares de ejecución y un mecanismo de consulta con los representantes
de las víctimas. La supervisión será ejercida también por el Tribunal y quienes infrinjan perderán los
beneficios y por tanto pasaran a justicia ordinaria.
Lo que se está pactando en justicia no es un castigo ordinario (modelo de justicia punitivo) sino un
esclarecimiento y una reparación a las víctimas. (Venganza (castigo) / Reconciliación (reparación)) Así
funciona la justicia transicional y su objetivo es reconstruir el tejido social en base a la reconciliación y el
compromiso de todos los colombianos para la no repetición, pues solo de esta manera se puede garantizar
una paz estable y duradera.
Respecto al texto de los acuerdos se puede deducir que no todas las penas serán amnistiables, pues se
reconoce lo establecido en el derecho internacional humanitario y las penas con amnistía o indulto solo
aplicaran para delitos políticos o conexos (como la rebelión o los establecidos en la ley como delitos
políticos), pero no serán amnisitiables delitos de lesa humanidad.
En 2015 Amnistía internacional criticó los acuerdos y se refirió (casi que comparó) al proceso del gobierno
Uribe con las AUC "Sólo 122 de los más de 30.000 paramilitares que supuestamente abandonaron las armas
en el proceso de desmovilización habían sido condenados por crímenes relacionados con los derechos
humanos al finalizar el año" Lo cual no tiene sentido, pues en ese entonces no se establecieron comisiones
de verificación, ni tribunales especiales, ni jurisdicción especial.
Conceptos
Amnistía: Se procede por una ley a la Perdón del delito, afecta un conjunto de personas, extingue la
responsabilidad civil. Es común en delitos políticos.
Ley general de amnistía: Ley 35 de noviembre de 1982 “DECRETA:
ART. 1o. Concédese amnistía general a los autores, cómplices o encubridores de hechos constitutivos de
delitos políticos cometidos antes de la vigencia de la presente Ley.
ART 2o. Para los efectos de esta Ley, entiéndase por delitos políticos los tipificados en el Código Penal como
rebelión, sedición o asonada, y los conexos con ellos por haber sido cometidos para facilitarlos, procurarlos,
consumarlos u ocultarlos.
ART 3o. Los homicidios fuera de combate no quedarán amparados por la amnistía, si fueron cometidos con
sevicio o colocando a la víctima en situación de indefensión o inferioridad, o aprovechándose de esa
situación. (Por este artículo es que no entraran en el sistema especial los falsos positivos)
ART. 4o. Las autoridades que por cualquier motivo estén conociendo los procesos por delitos definidos en el
artículo 2o. de esta Ley, los enviarán inmediatamente al respectivo Tribunal Superior, el que decretará la
cesación de procedimiento por medio de auto interlocutorio.
Para la extinción de la pena de los condenados en sentencia ejecutoriada las autoridades en cuyo poder se
encuentren los expedientes, procederán a enviarlos al respectivo Tribunal Superior, el cual la decretará
mediante auto interlocutorio y ordenará poner en libertad inmediata al beneficiado.
La providencia que conceda la amnistía se comunicará a las autoridades a que se refiere el artículo 705 del
Código de Procedimiento Penal.
Los procesos por delitos excluidos de la amnistía continuarán su curso normal.
ART.5o. Los beneficiados por esta Ley a quienes no se hubiere iniciado proceso o que se encuentre en
libertad por cualquier motivo, no podrán ser llamados, requeridos, ni investigados por ninguna autoridad.
ART 6o. Quedan a salvo las indemnizaciones de perjuicios causados a particulares por razón de los hechos
objeto de la presente amnistía. El Estado no asume ninguna responsabilidad al respecto.
ART. 8o. Autorizase al Gobierno para hacer las asignaciones, traslados presupuestales necesarios y contratar
empréstitos internos y externos para organizar y llevar a cabo programas de rehabilitación, dotación de
tierras, vivienda rural, crédito, educación, salud y creación de empleos, en beneficio de quienes por virtud
de la amnistía que esta Ley otorga, se incorporen a la vida pacífica, bajo el amparo de las instituciones, así
como de todas las gentes de las regiones sometidas al enfrentamiento armado.”
Indulto: Se procede por un acto administrativo al perdón de la pena, afecta a una sola persona, no extingue
la responsabilidad civil.
Delitos conexos: Delitos cometidos como medio para perpetrar otro, o facilitar su ejecución.
Castigo: Pena que se impone a quien ha cometido un delito o falta.
Reparación: Desagravio, satisfacción completa de una ofensa, daño o injuria.
Justicia Según RAE: Principio moral que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece,
Derecho, razón, equidad.
Impunidad: Que queda sin castigo.
Lesa humanidad: Según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional todo aquel acto tipificado
como asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, encarcelación u
otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales del derecho
internacional, tortura, violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización
forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable, persecución de un grupo o colectividad con
identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género,
u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional,
la desaparición forzada de personas, el crimen de apartheid u otro acto inhumano de carácter similar que
cause intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud
mental o física cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población
civil y con conocimiento de dicho ataque.
Apuntes
Puntos del acuerdo:
1 Reforma agraria, 2 Participación política, 3 Fin del conflicto, 4 Drogas ilícitas, 5 Víctimas y justicia, 6
Implementación, verificación y refrendación.
Para recodar: En 2009 Alias Karina, la guerrillera más sanguinaria de las FARC (más de 90 asesinatos y 200
delitos) se entregó al gobierno de Uribe amparada en ley de justicia y paz. Fue condenada a 30 años de
prisión pero recibió rebaja de pena por declararse culpable, además solo pago un año de reclusión ya que al
siguiente año (en marzo) el gobierno le permitió salir en libertad condicional para colaborar con la
desmovilización de guerrilleros.
Otro antecedente, el paramilitar “Juancho Dique”, cabecilla del bloque Montes de Maria que fue
sentenciado por la masacre de 12 campesinos y el desplazamiento de 300 familias en Mampuján, en 2015
fue puesto en libertad luego cumplir una pena de 8 años por acogerse a la ley de justicia y paz.