Janissi Yireh Hdez.

Figueroa
5to LT
Artesanías
AMBAR
El ámbar es una piedra muy singular y representativa del Estado de Chiapas, no
sólo por el brillo que tiene cuando es pulida, sino también por los distintos tipos
de ámbar que existen, y por cómo se obtiene o de donde viene esta piedra.

Los minerales y las piedras preciosas tienen detrás una historia milenaria de
traiciones y leyenda en el campo de la magia, la alquimia, el simbolismo religioso
y la medicina, elementos que son indispensables para preparar talismanes y
amuletos en este caso se encuentra el ámbar que a pesar de ser una resina fósil
es considerada por algunos estudiosos entre los minerales orgánicos.

El ámbar es una resina de árbol parcialmente fosilizado que contiene entre otros
muchos componentes los derivados del ácido succínico que se produce por
destilación. Proviene de coníferas o plantas leguminosas que datan de hace 40
millones de años y que con el tiempo se petrificaron y formaron masas
irregulares dentro de los estratos de arenisca y pizarras arcillosas de la edad
Terciaria. Debido a los movimientos telúricos de las capas de la tierra donde se
alojan estas resinas quedaron expuestas por erosión y derrumbes, nuevas masas
de rocas portadoras de ámbar.

Los yacimientos de ámbar se distribuyen en casi todo el mundo, entre los más
importantes se encuentran los famosísimos de la costa del sur del Mar Báltico,
de donde se sigue extrayendo en la actualidad; ha sido el más estudiado. Su
origen geológico se remonta al Eoceno Temprano, su coloración es de amarillo a
negro y su transparencia de cristalino a opaco. Quizá la resina fósil más antigua
parecida al ámbar es la que se encontró en Escocia y se ha fechado como del
periodo Carbonífero.

La pieza de ámbar más antigua trabajada por el hombre data de hacer 30 mil
años y se encontró en Hannover, Alemania. Descubrimientos arqueológicos en
Europa Central demuestran que el ámbar fue usado por los hombres de la
prehistoria como ornamento personal y como instrumento de rituales religiosos.
Los yacimientos de ámbar europeos más conocidos provienen de Rumania y Silicia
y todos son más o menos de la misma edad.

El ámbar de América como el de Europa, también corresponde a la edad

Terciaria, y un cierto número de depósitos se extiende desde Canadá a Estados
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Unidos y hacia el sur hasta Colombia. Recientemente se ha encontrado ámbar
fosilífero del final del Cretácico en rocas de Baja California en nuestro país. Se
encuentra en menor cantidad en Siberia, Australia y en Birmania, actualmente
Myanmar. También existe ámbar en la Republica Dominicana que corresponde al
Oligoceno y es una fuente importante de información zoogeográfica; su origen
paleobotánico es similar al ámbar de México, pero no es transparente y se
presenta en pequeños fragmentos.

Los principales yacimientos de ámbar en México se localizan en el Estado de

Chiapas, en los municipios de Simojovel y Totolapa; su momento geológico es del
Mioceno Temprano al Oligoceno (20-30 millones de años). Se encuentra en menor
cantidad en Siberia, Australia, Canadá y Estados Unidos.

La presencia de ámbar en depósitos de diversos tamaños en varias partes del

mundo, cuya antigüedad data del Cretácico medio al Pleistoceno, nos demuestra
que diferentes tipos de arboles produjeron diversidad de ámbares.

El ámbar se presenta en granos, gotas o masas de distintas dimensiones y

formas, a veces toscos y resquebrajados superficialmente, su color va del
amarillo al castaño y al castaño oscuro, a veces verdes, violáceo o negro. En su
interior a veces están incluidos restos fósiles de especies animales extinguidas
o existentes y vegetales que son perfectamente visibles por su transparencia.
En las inclusiones del ámbar se han podido estudiar la evolución de muchas
especies de insectos de tamaño diminuto y su relación con otra de distintos
países, aspectos de la flora y su evolución.

Se reconocen, al menos comercialmente, algunas variedades que se distinguen

por su transparencia (ámbar claro), presencia de burbujas (ámbar nebuloso) y
por su procedencia (bálticos, siciliano, birmano y mexicano) o mezcla de otros
minerales gris, negro o café oscuro dentro de él.

Algunas piezas fluorescentes emiten luz de diversos colores, los más comunes
son: azul, amarillo, siendo menos frecuentes el verde, naranjado y blanco.