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Patsajel Crisis y declive del proyecto civilizatorio ‘Alos que sienten que el final de una civilica- cion nos elfin del mundo ‘Aloe que acechan el momento preciso. ‘Alos que resisten con irmeza Annuestros amigas Comité invisible Lanocién de crisis se ha convertidoen una ‘speci de mantra al que se apela para explicar, sin explicar,los problemas que afectan aune sociedad, a un grupo, a una persona. Crisis es yaun sustantivo cotidiane que aludea casi cualquier ebstéculo 0 la percepeién de un ‘obseéculo que interrumpe el fiujo «normal» de lesacontecimientos, Sin embargo, lo que aqui me interesa desarrollar desborda esta pers- pectiva restringida de la nocién de crisis, en tanto que analizar la sociedad contemporanea «sin anteojoras», como diria Martin-Barbero (2009), implica hacer por lo menos dos des plazamientos: el que pone entre corchetes, es decir, en duda, la dea de unanormalidad como una situacién «natural, espontinea, sin his- toria, y, de otro lado, el que supone mirar mas alld del acontecimiento, ahi donde de manera imperceptible se viven y se desarrollan las Puede resultar una obviedad, pero vale la pena insistit-la normalidad es una cons- ‘truccién historiea, producida y compartida or una sociedad: por ejemplo, se asumen como normales las condiciones de pabre2a, exclusiény violencia que experimentan cotidianamente millones de jévenesen el mundo, hasta queun acontecimiento rempe, ‘yuelve visible esta aparente normalidad. Por cjomplo, a autoinmolacién del joven tunecino ‘Mohamed Bouazizi,e]4 de enero de 2011, que desaté las revueltas y las mouilizaciones conocidas como la Primavera Arabe, que tu- vieron, entre otras consecuencias, la huida del éictador Zine El Abidine Ben Ali; el asesinato manos dela policia de ls jévenes Trayvon Marcin y michsel Brawn, que generaron impor- tentes movilizacionesen distintas ciudades norteamericanas, especialmente en Ferguson _ymis recientemente en Baltimore, cebijadas porel hashtag #BlackLivesMatter; o podemos pensar en el caso de ia desaparicién forzada de 43 estudiantes normalistes de Ayotzinapa ‘ye asesinato brutal de otros sels, hechos que dicron lugar a una importante y maciva movi lizacién en todo México. Es clave aqui recuperar Ia nocién de «aconte- cimiento» elaborade por Badiou: «Es una rup- ‘tra en elorden ordinario de las cosas» (2007: 6),0 «suplemento azaroso, algo que frentea una figura instituida del ser, y que yo llamo situacién, lega de mas» (1998: 4). :Enqué sen- tido Bouaziai, Black Lives Matter 0 Ayotzinapa son.ese suplemento azaroso, esa situacién que llega de més? Las respuestas no son sencillas, yponenen aprietos ala idea de normalidad. como continuidad, puesto que lo que irrumpe ro es ensi un acontecimiento que rompaun orden cotidieno, sino justamente su exacerba- ci6n, la intolerable repeticién de lo que hay. Los tres casos que menciono aqui colocan en elcentro del debate la insuficiencia de as cate- sorias con que dotames de sentido al mundo. Bouazizi es la expresiOn radical cel hartazgo yladesesperanza frente a un orden econémico {politico injusto, Recordemos que su autoin- ‘molacién se produce después de que a policia ‘tunecina le confiscara un carro para la venta ambulante y de ser sometido con brutalidad. La informalidad y la precariedad son expe- riencias cotidianas para millones de jévenes, ‘expulsados hacia los margenes sociales, que son condenados a realizar, enel mejor de los a50s, lo que la sociologia norteamericana lama 3D Jobs, para aludir alosempleos sucios (dirty), peligrosos (dangerous) y denigrantes (demeaning) que, sin otras opciones, realizan los jdvenes, muchos en situacién migratoria no documentada, los 27 aos, Mohamed Bouazizi no ha logrado salir de la precariedad, es el vostro coti- diano de miles de j6venes que recorren las ciu- dades en busca de oportunidades en un paisaje de desolacién y desesperanza. Laimagen no es nueva, pero, sin duda, un joven prendiéndose fuogo no es el «acontecimiento», sino el gesto limite en medio de la cotidianidad: la norma- lidad evidenciada en un gesto total. Noes el azar, noes laextratieza frente alo cotidiano, es el tinica gesto posible. El ezcontecimianta» colapsa frente a si mismo, porque habla de lo que es, de lo que hay. No hay rupturs, esun estallamiento en las arterias queno soportan mAs tanta acumuulacién denormalidad, y no su contratio. La Organizaciin Mandal del Trabajo (OMT) presenté on suinforme de 2015 quae tasa de empleo juventere del 12,60 para ase oy cael 75 millones de j5venee esempleados a nivel muna . Ayotzinapa oe! finde la politica E126 de septiembre de 2014, e] manto oscuro de la uragedia descendia —sin conmiseracién —nuevamente, otra vez, mas oscuro, mis terible, sobre México, En Tguala, una pequefia ciudad en elestado de Guerrero, ese sur que forma parte de lo que Bonfil Betalla (2005) Tam6 el México profundo», se produjo un ataque contra estudiantes dela Normal Rural Rail Isidro Burgos, que viajaban en varios autobuses (incautados, pedidos, secuestrados) para hacer una colects, «hotear», pedir dinero para viajar ala Ciudad de México; querfan sumarse, partielpar, estar presentes en la mar- ccha anual que se realiza sin falta mantener la memoria— para conmemorar la masacre de estudiantes del 2 de octubre de 1968; pero no importa en realidad si iban a la capital, si habian secuestrado los camiones o los habian pedido «prestados», ese en estazonano han desapareci¢ot y es posible pensar —sin exagerar—que estames asistiendo a una «reediciSn» de as estrategias, dela «guerra de baja intensidad», como seco- noce ala «guerra suciaw en otras latitudes; esta vez con liados silenciosos y letales, como el capital inanclero internacional ‘una capa que se superpone a este horizonte Ge crisis,en el sentido que hemos venido esbo- zando, es el crimen organizado, Guerrero ha sido por ddcodas une de les prindpates ‘estedos producteres de mariguana y amapola eadoim ders. Apart de los acs noventa se inte las mutes Jel trasego de cocaina ya fnaes de esa misma década se fue convitiende en importante zona de consumo y fomenucea, sobre todo en as chides de Acapulco, etapa, ala y Chipancingo (Corse Chudedane pars ta Seguridad Publ ya Justicia Penal AC, op. ct) No se trata de elaborar aqui un anilisis detallado del contexto geopalitico de Guerrero ‘ycon ello del emplazamiento-acontecimiento conocido como Ayotzinapa, que opera ya como una sinéedoque de la catastrofe mexicana, esa geografia del dolor que, siendo particular Ja parte—, habla dela fractura del todo, el sistema, el modelo de «desarrollo». El sentido Geeste ejercicio es el de aproximarnos a los procedimientos y las téenicas de gubernamen- talidad que se despliegan en estey otros terr- torios en el expacio-tiempo del naoliberalismo, del neoextractivismo. Es decir, «Avotzinapar no se circunscribe ‘una narrativa lineal en la que un Estado — elmexicano—, omisoo culpable, opera o deja operar los dispositivos para eliminer, en una solucién extrema, los brotes de disidencia y ‘oposicidn que representan les normalistas de Ayotzinapa; tampoco se reduce a una (2015), lo que se sigue es interrogaren ‘lave de complejidad este paisaje de muerte y desolacién. Es Patrick Dove el que provee de una clave de inteleceién fundamental sobre ayotzi- napa Dice: «Ayotzinapa marea un punto de no zatorno donde yanne es posible seguir ac- ‘ruando camo siel vocabulario conceptual yas coordenadas de referencia dela medemnidad estuvieran ain en vigors.’ Eso es justamentelo que amo «otof civilizatorio», no solamente 1 declive o «retirada» (como lo llama Dove) de la politica, sino el naufragio del lengusjay los imaginarios con los que dotamos de sentido al mundo. «Por un lado, el capitalismo tiene que crecer, lo que implica una destruccién. Por otro, tiene que reconstruir la “comunidad humane’, lo ‘que implica circulacién», dice Tiqqun (op. elt. 97)y, citando a Lyotard, afiade: Hay, cscribe Lyotard, dos usoe dela riquess, es éecir, de a potencia-poder: un uso reproductive yun uso depredader £l primero es circula, global, orginico;el segundo es parcial, mortifer, calozo. [| El capitalista es un conquistador y el conquistador es un monstruo, un centauro: sus cuartos delanteros se nutren de reproducir el is. ‘tema regulado de les metamorfosis controladas ‘bso la ley del patrSn-mereancia,y sus euartos ‘traseros se nutren de depredar las energies sobre- ‘excitadas. Con una mano apropizrse, por ante conserva es decir, reproducir en la equivalencia, reinvertir,con la otra omary deste, robary Ihuir,cavando otxo espacio, otro tiempo (op. cit, sn, En otras palabras, podernos plantear que el neoliberalisme es un poder de ocupacién, lo he sefialado.en diversos ensayos (Reguille, 2015). ‘Un poder de ocupacién que para subsistic y reproducirse requiere de engullir «cuerpas», sterritorios», «xiqueza», cimaginarios», «vidas cotidianas», Engullir paraluego vornitaren un acto bulimico que se canvierte en un bucle. Unbucteo edo, en programadién, es una sentencla que sjecutarepeidae veces un tao de cbdige, asta que la condiclén asgnads a dco buce deje de curtis. Ge neralmerte, un Buc es utlzado para repetiruna acon sho tener que esrb varie veces a mismo edge, lo que ahora tempo, voces, dea el cSdigo mds car y fac. tau moditicacin en el tutueo (wikipedia. Acclones repetidas en distintos enclaves, ‘cédigos claros que cambian el «guion» segtin elmonstruo predador decida, pero al final de ‘cuentas se trata de «tomar», de wextraer» y de frenar ol tiempo de la resistencia y elespacio parala revuelta, Sin embargo,en las fisuras de ‘ese muro estallado, se anuncian las resisten- cias alos paisajas de muerte ya las téenicas de gubernamentalidad, aunque es necesario pro- ‘tegernas contra un optimismo desmedica Ental sentido, si ce asume como vilido ‘que enfientamos una crisis cvilizatoria, las vidas precarizadas doseritas en los casos vy arraigos empiticos, aqui analizades, nos permiten entender en profundidad la tensién ‘contemporanes que se presenta en las formas de subjetivacién y cu relacién con los dispo- sitivos. Agamben, interesado en la categoria de «dispositivos de Foucault, ealiza una in- teresante genealogia para llegar al nticleo de] pensamiento foucaultiano. For la complejidad de un argumento que resulta erucial para este libro, voy a citar en extenso lo que me parece (que sintetiza y al mismo tiempo amplificala nociSn de dispositive, ‘Stepositividads es, segin Hyppolite, el nombre que eljoven Hegel confiere al elemento hist rico, con todoese pase de reglas,deitosy de instituciones impuestes alos individuos por un oder exterior pero que se hallan, poras! decir, interiorizados en el sistema de creenciasy sen- timientes, entences,empleando este término, Foucault toma posicién respecto de un problema decisive del que se apropias la relacida entre los individuos como seresvivos ye elemento Iistorico, si entendemos por éste l conjunto de instituciones, procesos de subjetivacin yregla, cen cuyo seno las relaciones de poder se concre- tan. EL objetivo final de Foucault no es—come «en Hegel—reconcilia estos dos elementos. Eno nace més que resaltar el conficto que los opone. Foucault ge propone, masbien, investigarloe ‘modos concretos por les cuales as postividades (olos dispositives) acta en elinterior de las relaciones, en los mecanismos y en Ios juegos del poder (Agamben, 2011: 252). A partir do esta elaboracién, voy aacudir en- tonces ados figuras, dos formas identitariasen losextremos, como un recurso analitico para comprender los paisajes insurrectos, tema cen- tual de este libro. Endriagos y Perseus en el otofio civilizatorio Si para Foucault, como proyecto para desmontar, deconstruir, rearmar las estrate- gias para entender las légicas del poder —que no se detente, sino que se ejeree—dependia de la habilidad para comprenderlas téenicas y los procedimientos de su ejercicio, tanto como de os procesos de subjetivaclén que ese poder —deslocalizado y anénimo—engen- reba, resulta crucial una aproximacién a las, «identidades», entendidas aqui como formas de inscripcién a imaginarios, ideas, represen- tacionesque las sustentan y alimentan. EL riesgo es, claro, una lectura que puede resultar, en primera instancla, dicotémica, pero cuyo sentido de fondo es construir una tipologia que, aun admitiendo todos los matices necesa- rios, nos acerque ala dispute, ala lucha por el tiempo futuro. Apelo a la nocién de identidad en cuantoasu utilidad heurfstica para establecer, construlr emplazamientos (sabemos que todo empla- zamientocomporta exige un panto de vista) Nopretendo reducir as batalas del sigo una 16glca binarla de buenos contra malos, sino en todo caso, traerla nociSn de widentidad> a un proceso mucho ds complijo que es el de sub- jetividad (que eationds coms a presencia de fo sn tal sentido, me interesan los extremos, Jo que no significa que ignore los grises, ni los lugares dificiles de nombrar (me ccuparé de ellomésadelante). En elototio civilizatorio,en elelaroscuro que lumina o difumina a escena, lozelevante, me parace, son las figuras que desde las sombras actualizan la disputa por eso quellamamos «porvenir». Lacarenciay elexceso En su trabajo sobre el «capitalismo gore» (2011), Sayak Valencia ha puesto a fun- cionaren un registro contemparineo la figura del cendriago». Eendriago (palabra formada probablerente del cruce ‘erica, ida, y érogo, dragon) os un personae Uterario ‘ques unmanstin cruce de hombre, hiro, serplente de valascabezasy agin. Se caracterizatambida por ura gtanextotu lgerezs de mevientes ycondicén hostile uno de ls enemigos los que cane que ‘enfrontar Amadis de aula [Todos los ras defini. ores del encriago to constcuyen como un ser dorado de elomentos dafentivosy ofenivos suficientes para provocar a tenor en cualyulradversro, Su flereza es tal que 1a que haita ca presenta come un parse esnabitado, una espece de Inferno terenal al que slo pedein accadercaballrse aya herledad eté en ee srtes de la ocura (Wikped), La autora propone la analogia del endriago con los sujetos (masculinos) que emergen en al contexto posfordista, subjetividades masculi- nizadas que combinan la légica dela carencia com la ligica del exceso. Se trata de ese conjunto de individuos que articulan Jo que la autora lama «subjetividad capitalistica y condiciones econémicas global- ‘mente precarizadas». A decir de Valencia, estos endriagos logran el agenciamiento desde prac- ticas ultraviolentas, Los endriagos harian alusién aquellos jovenes (hombres, principalmente, pero tam- bién hay mujeres) que, on mi propioesquema analitico, entiendo como aquellos que han cru- zado la linea de la precarizacién hacis lo que amo «cireuito de la paralegelidad»,*esazona gris abierta por las violencias, con eapacidad para instaurar un orden paralelocon cSdigos, normaseimaginarios, en el que lo queimporta ces lasobrevivencia que cabalga entre la caren- cla y elexcesa, Vidas al limite delo posible, vidas que noimportan, vidasno lloradas, vidas quese afirman en el poder de muerte dal que se alos 15 afios, cas para cumplirlo: 16,yresuté bueno, ‘tan bueno queesealé de harmigashalednen menos ‘de dos meses Desde los 12 yacranovio de Maria: se ‘conocieron ena secundaria, que les dos dejaron east ‘alimismo tempo, €l porque habia que trabajar pare evar dinero su casey ella porque su mame dijo ‘que no teni case estudiar, que mejor sebusearaun ‘buen novio y fuera pensando ene futuro, Los meses pasaron ripidoy El Pitufo fue ganando fama: los ill tesle legaban,puntuales,en un sobrey su eritoio ‘estaba bien vigilado por una pequetia red de hormigas ‘en la que participaban sus sobrinos, sus primes ylos ‘amigos de ous sobrinos,y mantenian a zona perfec ‘tamente comunicaday segura, Perolleg eltiempe ‘malo. Los contrariosquerian tomar contre a plaza: venfanen gruposdea ces oeuattoy vielaban ‘yavecesslevantabanea alguna que tra hormiga para sacarlesinformaciény ye no se sabia de ellos. Fueattiempoen elque as noticias dieron parte de los poroleos, ora etirpe del narco que se entretiene en deshacer ls cuerpos enemigos en cidosy otras sus tancias, pero B Pitufo ne queria pensar ‘Alos 16, Mavia yahabia aprendido un nuevolen susje.Lecostaba imeginara cu Evaristo come haleén, sa palabra que ee robando el alintoy, al misme tiempo, llenindola de osasimportancize que ego se pagan caras. Alprincipiono fueron suficientes susre- pares nl sus muscas: luego, pesados los meses, cede protestar. Mariano logné encontrar nunca, dentrode ella misma, el pereonsiecapaz de controlar oseducir lave de presa ena que habia mutado su compaiere de amoresy de suevos truncades; lo intent, pero el halcén ya voeba vuelo propio. Evarstosebfa, porque esas cosas se saben, que el «staca estaba por legas que yactos habian plan- chadol teritorio, quelapolicia se ibe adesentender _y.que casi neimportabs ya, deningtin med toque él pudiera hacer Un estaca ex un cabrén bien hecho, me dicen que pensaba, yasi se ue cocinandolatragecia, ‘Marfa no deié quesus hermanos menoresabala- van para Bvaristo, porque sabie que todo esoera pase jero, que tanta fortune no era grtisy que, més pronto quetarde ella yEvarstotenfan que enterle alae consecuencias Pero el futuro fue una palabra que les xj. deinterosa,tanco aella come a sunovie; a cave estaaten el ia diene presente,en edi salvadoy nos dineres que podfan contaral final dela semana, nadamés, Antes algunas veces antes dal senso de varisto, les gustabaimaginar cme seca suvide, del ot1o lado» (como se lama coloqulalmente& Estados Uak- ‘cas siempre, Pro ya no. Antes les agareaba una platicadars en las niches, en secoartte daa vecin. ad encl que aprendiecon a econocers, pero shora vano conversa. Yen el barrio todos sabian—ésa fuel tragedia— ‘que Bvarstoy Maria arn aquellos noviecites qua ‘comfan jfcamas con chileyjugabanelatraes con los nifios de lacuadsa y que lege se fueron lenando de ‘besos y de sbrazos. Todos subian, por esa arainsvita. ble que EL Trances se enteraay sefusraganando la confanza.a délares yazmenazas. Dicen que ese ia Ei Traneas legé con su gente, de ‘reson tres on cuatro camionetatésbaadslante, on la primera samionets una Lobo dela, blanse, nus ‘ecta. Es tardeal baci slo tragaroa lsrifagas de ‘fuego yerites, una vomitadera de fiertosretoreidosy camanto agujerendo (2008: 24). Pues siguiendo ese espiritu benjaminiano, este libro no intenta descifrar elpresente, sino atender alas mutaciones, a los sistemas de paso y conexién en los quelos jévenes despliegan su vuelo para construir la situacién en la que otro mundoes posible. asin asistiépuntual ala cit Procedente de Mion, llega Nueva Yorke mismisime 17 de septiembre de 2011. Cangabs une mocbilaliger, uns case de camn- pati (cleartel decia ring ent; pero eranlos muches suefis que tra, una inguietud que lerevoloteabe en elestémago lo que ole a acudir ala convocatorla aque habla vistoposteada en el murode Facebook de su msjor amiga enla Universidad ce Miami: #OccUy” Wallstreet Marks esl menor de res hermanos ye. primero on legars launiversdad; su familia ex parta deo qua anallenguajesosialégicay parioditice dal norte se denomina working las Su pedrs, cxnpintero; su madre, profesora deprimaria vtirada, No ha fifo esa noche de septicmbse: u.camisa arul de cas dros resultabe suficiente para su férreavoluntadde quedarseaacampar en Zuccots Pas, ese lugar mitico aque lbergé durante tes meses os ocupactonlstes sus razones eran daras: su enojo con laavarica del sisters, le deuda impagable quehabia contraido como estudianteuniversitario, un sentido de injust- ciay dosigualdad quele desareglabs aus euadernos ‘universitaris, a determinacién de dir: «vane! At sole Viacom ottor dos compatieros universitasios: suamigadeinfancia, Carel, au-comps- de discu- siones poltices, Mark. Habian viajado varios dias; su precariaeconcrnie de subsistencia universitaria les dio apenas pare pagar trayectos en Greyhound y ‘consiguieron varie aventones orides. Pro yalo dijo Barico: Los birbaros egan de todas partes» (2008: an, "a primera noche conversimos mucho. Maries se sentfa feliz Fesea quela convocatoriaesperaba unos 20,000sistentesy aesas horas aba mispoll- «las que manifestantes, se mostraba optimista.eVan a legen», me do y quis Fotografias y erabar sus pensa- smientos nmi precariocelulan si, aesaconvocatoria tan falta de«programa>enel sentido de «demandaes come menses claros dig dos ainterlocutores definidos, an desordenada como ‘estiva tan sbedenistae,como ls 2cus6 Ziel ue. tom legando, dea uno, en gripes, de poqite,hasta sicién. Toda posicidn es una taxorom una topografa ‘splrstual un inteligenci plitiea de lagpecs una toma de paride. Veae tp! jwarwenmedieinfa/na quien cosine que es tagun/-Recuperado el 30 de marzo de 2016. 4-En enero de 201 Jamineracanatense vendié Les Flos l grupo Leagold por 43% millones de tars, 10 (quesin dada significado reacamedsen tos poderes locales pero no cambia a situacié, ni el modelo extrac tivita sastentado en al conta 5.Consiltese Queero:atrapados ene! cculo dela olencia, Seguridad, usticiay Fez, Consejo Cudadano para la Seguridad Pblicay la usteta Penal AC. tp ‘itor par com /upload/PDE/quorrrn pdf, Recuporada 1130 dejunie de2015, (6. Por «guerra suca» se conoce en México a conjunto de ‘estrategias, medidas derepresén encubierta) miliary politica los movimientes opositoresalrégimen que va eos aos sesenta les stenta(ncluyendo i respuesta delEstado ala mevillzsion eetudiantil de 1968). “Labyeteinape-enteny despuden. Véae:btt>:/ horizontal m/ayotzinaps antes. despues! ‘sthash BCkML7n put Recuperade e128 deenerode 2018. | Alo argo demi trabajo de investigation laboréuna tipologiade cinco circuiteeporloe que cruzany ee cons ‘raven cubjtivamentelosjSvenes Busca con elle no petderde vital celacin del context com las enpresio- nes dferenciadas elas biografas juveniles Ast planteo quehay cincocireutos (no estos) quedan conerecién tanto la condicién como alas culturas juveniles sexi sulejaniao mayor cercania cons procesos de incorpo sekdn sail (agli 2013) 2, Revula interesante yapropinda a definicién que Propone Wikipedia sbreeltérminoeetace: una etaca esuncbjetelargoy aflade que secleveen el suelo. Tiene smuchas aplicaciones como demarcedor deuna secxién Aeterna, pars ancien ella casedas para levantar una onda de campana otra estructura smiar,ocomo una forma de ayudar al erssimiente de ae plantas, 10. CARTA PRIMERA (completa) de 8 Maxeosa Don Las Vilvo. Las 4 partes del texto Apuntes sobelas zueras nico delintercambioepstolarscbre ica y Polic, Enero-febrernde 2011, Dispel en bs snlaconapatista en ong.mx/2011/02/06 apunta. sobre las guerre carta primers completa dls. marcos. don ius illo inicio de-intereario vistolar-sbre-eticay politica eneto-febero-de-2011, secuperado 13 demarzo de 2015. _LL Susitio deinternety su revista pueden consuitarse aquicbtipe//wwwadbustertorg/Recuperadael 20 de enero de 2016. 12, Pata quienes ignocen le quelos estominos son capacesde hacery quelos expecilista encencias ‘compleja utiliza como metafoa dela red vale pena. ub ete vides hip! /wwyoutube.com/wten? ¥-QoGesahzienstsfetare-youtube Reeupernd el2 Ae febrero de 2016 15. Ese semesti agoste-diciembre e201) tuveel prvilegio de contarconla Andsés Bello Chair, dela Universidad de Nueva Yor, por o que puce seguir movimiento desde eu inte hasta diciembre cuando ya no fue posibleregresar a Zuccet ask, debidoal desalojo ordenede poral entonces alealde Bleomberg.Velveré sobre estomisadslante 114. «Perohay un peligro. No os enamoutis de vesotres mismos. Loestamos pasando ben aqui, perorecordad: Patsaye Tt Politicas del lugar, la reinvencién del Tocus. #Occupyeverywhere #allday #allweek Puedes pensar en cosasimposibles? Ino sirve de nada intentarlo—dijo Alicia No ee puede ereeren cosas imposibles. Me atreveria a decir que no tienes mucha prictics —respondié Ia Reina. Cuando tenia twedad lo hacia durante media hora al dia, A veces crea hasta en seis cosas imposibles antes del desayune Alicia en el pois ds las maravillae You can't evicean idea whose time has come ‘Occupy Wall Street Una tras otra, las expresiones multitudinarias de rechazo al sistema estallan en lugares que seria dificil creer «antes del desayuno»: desde ‘Tiinez en 2010, cuando la autoinunclacién de Bouazizi desaté la llamada Primavera Arabe, hhasta la Revolucién de as Sombrillasen Hong Kong en 2014, cuando multitudes de estudiantes, agrupados en dos movimientos, Occupy Centrally Schelarisin, ocuparon calles vy plazas. La creatividad de sus consignas, ‘que logran generar reconocimiento entre los mis diversosy desiguales actores sociales, aunadaasu resistencia a dejarse atcapar por un programa, representa un enorme desafio para el conocimiento (situado) que busca comprender «desde dentro» las Légicas, los enguajes, las estéticas y sobre todo la ética que comanda mevilizaciones, zevueltas, in ignaciones e insurgeneias, que pese a sus iferencias marcadas por lo local, la historiay las culturas politieas, comparten, no obstante, tanto la critica sistémica como las formas de autoorganizacién. Antes de adentrarme propiamente en los ppaisajes incurrectos, me parece deseable colo- car algunos datos que provienen del Informe ‘World Protests 2006-2013» (Ortizetal., 2013), porque oftece un buen mapa de navega- cidn para fortalecer el argumento de que estas insurreeciones se inseriben en una légica que esborda o trasciende la delos movimientos sociales de los siglas xaxy xx. El informe citado registra entre 2006 y 2013 1843 protestas en 84 paises. muestra csmoa partir de 201 0estas protestas se intensifican. Resulta particularmente relevante que el porcentaje mayor de protestas tengan como escenario los paises mas desarrollados (304 protestas), seguidos por América Latina (141). Destaca el informe que en este periodo se han incrementado las protestas de alcance global (70). En el reporte se clasifican en cuatro grupos Tas causas y los malestares que organizan Tas pprotestas, Destacan, en primer término, las quese articulan en toro alo quecl informe ama justicia econémica» y que aluden prin ‘ipalmente ala pobreza y la desigualdad,2la critica las reformas fscales y energéticas que sfectan la vida de las mayorias (488 protestas) Les siguen las que se vineulan alos proble- mas de representacién y ala crisis politicaen general, con temas que van desde lacritica a Tademocracia existente hasta los problemas 4e cormupeién o vigilancia de los ciudadanos (276). Una importante cantidad ée protestas seinscriben en la «justicia global+,con asuntos ‘que expresan molestia y resistencia contre los organismos «reguladores» internacionales, como el FMLo los tratados de libre comercio. Eneste rubro aparecen también protestas en tomo la situacién ambiental ylaiintromisién de empresas en recursos nacionales (311). Finalmente, un rubto nada desestimable de protestas (302) seinseribe en latonica de los derechos humanos, libertady derecho a «lo comtin»: derechos digitales, ambientales,se- sxuales,etoétera (2013: 5) Mas alla de las dudas frente ala consistencia metodolégica del informe citado,y sela- mente considerado aqui como indicative de Jos malestares expandidos, resulta dlaro que Jas protestas, en sus diversas expresiones, tienen como micleo Ia insatisfaccién frente ‘um orden de cosas que se perciben ya como intolerables. La precariedad producida por un sistema que condens a grandes mayorias a una vida al borde del abismo y dele indignidad;la ‘nsatisfaccton frente a 1os mecanismos polfti- cos de representacin y gobierno, que genera ‘unainmensa mayoria de personas desencanta- das; 1a preocupacién frente a los mecanismos de gestidn de los recursos, y, de manera muy importante, la impotencia, lafrustracién y elenojo frente ala experiencia cotidiana de Ja violacién de los derechos humanos més clementales. En esta linea argumentativa, recurro ahora atresencuestas aplicadas en linea en torno.al 15M, Occupy Wall Street y #YoSoy132, entre agosto de 2012 y noviembre de 2014, Las tres encuestas indagan sobre la experiencia y las dinémicas de participacién, involucramiento, procesos de ocupacién del espacio, imagina- riosy emociones en el 15M (Espatia), Yo Soy 132 (México) y Occupy Wall Street (Estados Unidos) Ninguna de les encuestas busca representatividad estadistica, sino explorar— en inea—algunas dimensiones que permiten ‘una aproximacién heuristica a diversos aspectos dea interpretacién que los propios autores dan a sus acciones. En este momento solamente me ocupo dela preguntaen tomo a Jos motivos olas causas que llevaron a las per- sonasal invelucramiento en estos movimnien- tos, pero rogresaré més adelante a otxes datos arrojados por estas encuestas. Eno que toca al 15M, las personas que respondieron la encuesta sefalaron coma ‘motivos de cu participacién los siguientes: €188,9%, la falta de democracia; €177,8%, la corrupelén, y€166,7% sertal6 que fue la crisis econémica lo que motivé suinvolucramients enla insurgencia Paralos ocupantes de Wall Street, los tres ‘motivos principales para involucrarse, de acuerdo con las respuestas de los que contes- taron a encuesta, son: inequidad econémica, 90,8%; falta de democracia, 82,9%, ylactisis econdmica, 79,74. Paralos que xespondieren la encuesta de Yo Soy 132 sobre las causas o los motivos de su in- volucramiento,cres de las razones principales aludidas son: 1a manipulacién mediética y la bisqueda de la democratizacién de los medios, £80%; la posibilidad del regreso del FRI su. figura presidencial Enrique Pefta Nieto, 78%; Ia corrupeién, 76,29%. ‘Ya partir de estos elementos, los de la per- cepcidn delas personas en torno alas fellas del sistema, navego aguas adentro de los turbu- lentos y veloces «ripidos» de las corrientes de cambio social. De las pasiones tristes a la insurreccién de la esperanza ‘Tanto en los datos del Informe sobre Protestas Globales comoen Tas encuestas aqui referidas, hay un comin denominador: uns parcepcién. generalizada de la ausencia o los fallos de Ja de. mocracia; sibien ne hay posibilidades de otor- garle un significado univocoa la apropiacién, lainterpretacién que las personas que respon- dene atribuyen al término democracia resulta una clave de lectura importante, en tanto el significante democracia atrae 0 acuerpa varios sontidos relevantes: la participacién dela gente en as decisiones que afectan atodos, el oder radicado en las personas antes que en el Estado. Silas personas que participan en in- surrecciones que estallan en distintos lugares del mundo colocan como problema principal la falta de democracia, es posible inferir que esta- mos frente la experiencia compartida de una pérdida de poder, de importancia o relevancia personal o grupal frente a un sistema queno responde al bien colectivo o comtin. Pérdida de potencis, comolla llamaria Spinoza (1977), un afecto triste. Se trata— propongo—simultaneamente de ung eritica sistémicay de una experiencia subjetiva, en la ‘que el enombre propio» adquiere elevancia: ‘La llaman democraciay nolo es»; «Nuestros suefas no cahen en susurnas». Primera esteié los pala nsurreces emergen abi onde a personas experimentan ura pérdida da poten clay son capaces de nembrar —s bien difusamente— de onde provi ce afacto tite y cane eon rat y con otros en esta expeienca Las desigualdades econémicas ola crisis ‘econémica juegan también un papel central en Ja voluntad de salir al espacio puiblice; eri- sis y desigualdad son también significantes que adquieren significados distintos segin la posiciGn y experiencia delos sujetos. Pienso ‘aqui, par ejemplo, en la importancia central ‘que ha tenido para Occupy WallStreet la deuda cescudiantil;en Ia critica feroz del movimiento de estudiantes chilenos al modelo de ganancia en Ja educaci6n; en el sefialamlento dea po- brozay la desigualdad que el movimiento Yo Soy 132 colocé como parte de sus narrativas, ‘enel paro como situacién exasperante para osjévenes del 15M. Mas allé dea estadistica, esta formulacién que leva alos jovenes ala sadicalidad» que implica cu «ya basta» coloca enel centro del problema une critica nodal a ‘un sistema que precariaa y margina aunos y enriquece aotros. Occupy Central with Love and Peace (OCLF) selanzé a las calles en pro- testa por al sistems electoral chine, pidiendo lecciones segiin los estndares intenaciona- les. Los brotes imposibles de craer se suceden trastocando el paisaje global: el 15M enla Espafiadel PPen 2011; de manera inaudita, Occupy Wall Street en los Estados Unidos de (Obama en 2011 también; en México, Yo Soy 132 en 2012; Oceupy Gezi Park en Turquia en 2013, alos que hay que aiiadir los movi- ‘mientos estudiantiles en Chile, en Colombia, el Passe Livre y sus posteriores derivas en Brasil Habré que contrariar ala Relna, pero yano senecesita practica para creer en sais cosas imposibles antes del desayuno: basta leer el timeline de Twitter y los muras de Facebook, como un espacio continue de reenvios, siste- ‘mas de paso, trayectorias que intersectan con otras trayectorias, para constatar que no esta- ‘mos frente ala Revolucién con maytisculas, que buscaria tomar el poder, sino justamente frente a «un conjunto de riticas que van ala raz de cémo funcional sistema neoliberal»... Esta afirmacién de Javier Toretes fundamental para intentar caracterizar, mapear, dar forma a os «movimientos»1! que ce han sucedido unos otros, en une revuelta interconectada que abreva en los imaginarios, utopias, dispositi- vvos y tecnolog 3's que hoy comparten millones de jévenes, .¥ aiade: Nos servimos cotidianamente de a Red para construir colectivamente otro punto de vista sobre la actualidad. Hemos aprendido que el otro esconocido no es s6lo un enemigo oun objeto indiferente, sino que puede ser un cémplice. Nos hemos dascubierto capaces de hacer cosas que ‘nunca habjamos sospechado, Elmapa de lo posi ble es otto,elclima es otto (2012), Durante la oleada de acampadasy ocupa- clones de plazas que no han dejedo de ocurrir desde 2011, éata ha sido a constante: la cons truccién deun clima, una atmésfera en la que el cuestionamiento los limites de lo posible ‘genera mods de hacer, de sentir, de decir ‘queescapan a os controles reguladores de la politica formal, haciendo posible «una politica para el 99%», como decia Fernndez-Savater enelarticulo ya citado, que ha venido modi- ficando al ancho de banda de la participacién, ‘Una constante en las ecupaciones, Yo Soy 132, OWS, 15M, es que han logrado autoconvocer activistas experimentados, menos experi- mentadosyy j6venes o adultos que acudian por primera vez, con la sorpresa de descubrirse “«parte de», Pose alas diferencias entre cultu- ras politicas previas, entreimaginarios dela protesta ola ravuelta, la ecupacién, la plaza hace posible esa inclinacién —quees el deseo— ‘hacia la accién con otros. La plaza no diluye la 4iferencia, Ia pone a funcionar en un registra distinto; «mi» diferencia me anroja alos otros, ‘milincompletud me lleva a desear el mundo ‘que esos otros representan, el paisaje que somos en la plaza, en las calles ocupadas. ‘Tal como lo documenta The Square (2013), (que narra la epopeya de la ocupacién de Tahrir en Egipto en 2011, los seis principales prota- goniscas del documental no podrian ser més distintos entre siy al mismo tiempo compartir con la misma intensidad el deseo y la pasion por el momentum creado por la revuelta y la ‘ocupacién. Son cuatro hombres y dos mujeres: un joven, Ahmed Hassan, narrador yhabi- tante regular de les calles; Aida Elkashef, una joven mujer cineasta y cofundadora de una organizacién de perlodismo cludadano, que, al igual que Amhed, acampé en Tahrir hasta que yano fue postbl ; Ragia Omran, defensora de derechos humanos y combatiente de primera lines on a batalla legal por el futuro de Egipto; Magdy Ashour, dela Hermandad Musulmana, lpersonaje que mas intrigante me resulta alo largo del decumental, por su fuerte diferencia ccon los demas protagonistas de la narracién yy susintensos conflictos internos con un movimiento que desbordaba, con mucho, el ideario politico islamista de su organizacién; Khalid Abdalla, anglo-egipsio, hijo de un acti- vista egipcic exiliado (con quien conversa por skype varias veces lo largo del documenta), y, Analmente, Ramy Essam, miisico, euyas com- pposiciones se convirtieron en la pista sonora de Iarevolucion egipcia.”* El sentido de traer aqui esta apretada sintesis, biogrifica de los personajes que articulan la narracion en The Square es el de apuntar auna discusién que me parece clave: ladimension postidentitarla y postideoldgica de estos movimientos. Me explico. Las formas de acuer- pamiento social en resistencia que habfan venide dominando la escena politica modema se organizan a través de formas de reconoci- miento vinculadas a identidades prescritas —y muchas veces proscritas—, vineuladas a Ia«préctica» o el lugar en la estructura social (obraros, campesinos, indigenas, estudiantes, mujeres, LGTB), que tienden a definir al sujeto colectivo por su pertenencia auna ‘dentificacién positiva; oformas de autorreco- nocimiento y heterorreconocimiento ancladas ‘en categorias raciales o ideoligicas (afro- descendientes, latinos, iaquierdas, derechas, ewcétera). Todas estas formas de autorreconocimiento 1y hecerorreconocimiento comparten una ‘genealogfa: a voluntad moderna de la clasi ficacidn, la cbsesién por la claridad y trans- pparencia de las pertenencias (previas), como ‘garantia y Justifieacién de las demandas. Las revueltas de la imaginacién han hecho cestallar en pedazos el principio identitario ‘como eje vertebrador en la organizacién del descontente. Al clugaro se llega desde el hartazgo, desde ‘unacondicién, desde el deseo, Esto no significa quelas identidades politicas preexistentes no entren en tensién.o en franca confrontacién © incluso en descalificaciones, especialmente en os momentos asamblearios de la protesta: losllamados «histéricos> (aun slendo jovenes), losluchadores sociales més experimentados ‘ylos que provienen delos ambitos sindicales hantenido, en os diferentes movimientos que aqui discutimos, una enorme resistencia a comprender ya asumir las formas teenopoliti- as yla organizacién en red delos mas jovenes Aladimensién performativa, que ha logrado imprimir un sello particular & las ocupaciones en distintas partes del mundo, se le opone la consigna; alos simbolos que rien, sele oponen losemblemas. ‘Topografias insurrectas ‘Me interesa ahora partir centralmente dela di- ‘mensi6n postidentitaria para pensar la «plaza- deseo» como una légica rizomatica (Deleuze y Guattari, 1994) Un rizomaes, segtin los autores, un mapa de sentidos «abierto, desmontable, revers ble, susceptible de recibir constantes modi- ficaciones». Un rizoma es, en pocas palabras, un modelo erganizativo queno sigue lineas de subordinacién, sino de multiplicidad y cooperacién. El sentido rizomatico es, entonces, el de conectar de manera simultanea multiples puntos, conexién que no implica a existencia deun centro onode maestro; en una imagen, ¢] rizoma puede ser representado como las raices de un gran rbol:cada una tiene una densidad yuna direccién, pero todas se articulan—sin tocarse necesariamente—al érbol, Io alimen- tan, al mismo tiempo, el arbol es todas esas, raices y puntos esparcidos pero interconec- tados. Es en ese sentido que cada cétula, cada comisién, cada uno detos participantes en las revueltas,en la plaza on la web? es vital, es \inico y es lo que otorga al movimiento su ca- acter abierto, porque el sentido se construyea través de los distintos nodos en conexin. Enel deseo que moviliza la plaza ocupada, lacalle-trinchera, la calle-cancién-grafti, radica un peligro para la policfa rancieriana, parala institucién que tee a la multitud que emerge solidaria, festiva, desformateandoo hackeando el guion del poder. Las policias, como cuerpos represivos del Estado, desalojan tuna y otra vez un deseo, una plaza, un pargue, tuna calle. Pero, como lo dijo la inteligencia anénirna de Occupy Wall Street al referirse al desalojo de Zuccotti Park: You can't evict an idea (whose time has come} ‘Zuccotti: a micrépolis, inventar la ciudad Son las siete dela tarde, al atone todavia es enigno en Nueva York. Es el 17 de septiembre de 2011, ce cumple el plazo fijado para ocupar el cerebro financiero de los mercades interna- cionales: Occupy Wall Street era la consigna ylainvitacién, Moses atrs habia comenzado circular la invitacién, que se atribuye al grupo de agitadores culturales Adbusters, que lanzé en junio de ese afio el faroso cartel dela convocatoria al que ya aludien el capi- tulo anterior, un icono ya de la grafica y del imaginario de las protestas del siglo xx: una ligera bailarina sobre el toro de Wall street Los meses siguientes, diferentes convocatorias se postearon como «evento» en Facebook, en Twritter, en distintosblogs, miltiples ama- mientos ale ocupacién. ‘No hay plazo que no se cumpla, asf que esa noche les convocados fueron legando poco poco aZuecotti, un parque privada pero pliblico, o piblico pero de propiedad privada, Mamado asien honor de John Zuccotti, antigua presidente de Planificacién Urbana dela ciu- dady hoy presidente de Brookfield Properties, Tacompaita debienes rafces duefia de este par- que Zuecotti, rebautizado por los ocupantes —sin demasiado éxito— como Liberty Plaza, se convertiria en las semanas siguientes en una verdadera micrépolis en la que todo era posible, es decir, la politica tenia permiso y au- torizaba el optimism, Ena plaza se celebraban dos asambleas al ia, una al medida y otra porla noche, pero allolargo del dia se sucedian en esta pequet ciudad las mas asombrosas performances de activismo politico: danza, poesia, ecciones de ‘economia, mtisica, conferencias y, lo més im- portante, la produccién de espacios para rein- ventar la socialidad: la biblioteca, le cocina, el rea de los nifios y los talleres de energia, entre otras muchas actividades. Pero més allé de un inventario 0 «reposito- ro» de practicas emancipadoras, me interesa detenerme en el poder destituyente dela imaginacién radical y el deseo como experien- ia colectiva para instituir otro orden deo posible. Para calibrar lo que quisiera lamar topogra- fias insurrectas, acudo a una distincién con la que he venido trabajando varios aos: 12 ‘que existe entre socialidad y sociabilidad. La nocién de socialidad, elaborada por el primer Maffessoli(1990)y ampliamente desartollada yanalizada por jestis Martin-Barbero (1998), alude, de acuerdo con Martin-Barbero, al «modo de estar juntos» en una sociedad Pero considero que esta nocién no se hace cargo — no tendria por qué— de los procesos organi- zativoso de estructuracién en esa sociedad. Por tanto, en mi propio trabajo he tratado de ‘mantener una tensién analitica entre estas dimensiones: 1a socialidad, como la sociedad haciéndose, comunicandose, déndase organi- zacién, yla «sociabilidad», comolla sociedad estructurindose, déndose institucionaliza- ign. Se trata de una distincién analitica cuyo sentido es el de atender los matices en las dos caras de tun mismo fonémeno: el praceso comunicativo y el proceso politico, Planteado en otros términos, aunque evidentemente toda institucionalizacién supone comunica- cién, no toda comunicacién, performatividad, ritualidad comunicativa, deviene instituciona- lizacién, ‘Antes deavanzar quiero desmarcarme de ‘toda connotacién positivista del término «or ganizacién~, que suele poner el énfasis en la estructuracién jerérquica de un sistema social con fines y objetives precisos. Por lo contratio, por organizacién se entenderé aqui el proceso colaborative y coordinado que las personas se dan cuando se ha producido una conexién fuerte detonada por un acontecimiento (OWS, eneeste case), que demanda la participacién y que suponela interaceién de sujetos movidos por elacontecimiento. Para tensar mi argumento, voy a acudir al filésofo brasilefio Rodrigo Nunes, cuando, citando a Negri sefiala: «La espontaneidad nunca es meramente sin forma sino que es siempre ya alguna suerte de organizacién, Esun error de larga data del debate sobre o1- ‘ganizacién polarizarlo como si fuera posible legir entre la ausencia absotuta de forma (movimiento “esponténeo") y la forma (el ppartido)».« Nunes no habla aqui dal «partido» ensentido estricto, sino come metéforade 1a forma institucionalizada del movimiento, ‘que «siempre tendra un grado de porosidad y desviacién anémalo», dice el autor. Lo rele vvante, puss, noes la aposicién espontaneo- institucionalizacién; en mis propios términos quisiera enfatizar que organizaciéne institu. cionalizacién no son sinénimos, Esa esla clave por la que quisiera transitar en esta cxénica- analisis del Zocus Parque Zuccout, 2De qué estamos hablando cuando hablamos de un lugar? Pararaseo aul ellmportante texto de Garda Canali De qudeetameshabland eusnde hablamos dla ‘popular, un arcula seminal de rales dela década de los achenta que abié importantes debates; en primer ‘término por la poten de sus planteamientos para escolocarlssaberes nstaladosen tome ala nocin lo popula persullamamionto 2 tr wotndloges de nuestros preplosprqucioss para estar en coneleiones de dar cuenta deolas operaciones y los instrumentos que ‘configuan mustre mada de conacery de actuate (1987) Encuento una sltud en to que seal Garcia Canc entorne awe popular ylo que padames encontar ‘entorno ala nocion de aplaray,wiuary, «squares y sparquen Dice tate a cesgenca crante os enna eldest soldaidal con causs populares eliminan rests tenaz hablad inconsconte para encentrr on lacotdlaneldad de es otres tas estructuras que igen a rucstrs. Oa falta delay Fuivisitante asidua dela aldea Zuccotti: cada visita significada un sacudimiento profundo, Acompaiié varias marchas y la épica toma dol puente de Brooklyn. No estuve en al das- alojo, pero acompaié la marcha que intenté reocupar Zuccotti. Subi con el movimiento del Lower Manhattan hasta Times square, el 15 de octubre de 2011, para acudir al amamiento ol famoso #150 en el que mas de 150.ciuda- des en el mundo salieron a lacalle. Hablécon gente, grabé videos, tomé nota, escuché la radio, lela prensa y, cuando no pude estar ahi, segui los streamings de asambleas, acciones xy discusiones; escribt articulos para la prensa internacional; avancé erénicas en mi blog.En sintesis, me esforeé por no poner la dinémnica dela revuelta en mis propias estructuras de slgnificaclén, Pese ese esfuerzo,es posible ‘que el sesgo subjetive demi entusiasmo porla plaza-deseo que fue Zuccotti me traicione. Lo sorprendente de Zuccetties quenoesun argue o plaza muy grande; dice la Wiki que suextensién equivalea 3000 metros cuadra- dos. E1Zécale dela Ciudad de México, un sitio cemblemitico de huchas fundamentales, tiene una exiensién de 46.800 metros cuadrados, ‘una diferencia 2 considerar. Cémo puede ‘entoneas caber una ciudad, una nueva secie dad, en 3000 metros? Debo decir que ésta es una pregunta que me formulo ahora. En esos acelerados meses de 2011 Zuecatti me parecia ‘enorme, le diversidad de sus ocupantes, que haciande cada pedacito de parquelacrista- lizacién de una utopia, la concrectén de un ‘programa, la colebracién de una idea, generaba ‘ese «lima» del que habla Fernandez Savater. 2uccotti fuela constitucién yladistribueién ‘de espacios que construfan una «relacién de lugar No estuve ahi, pero imagino que Sol en Ma- id, la plaza de Cetaluiia en Barcelona, Tahrix ‘en EI Cairo y Geel Park en Estambul operaron e lamisma manera; leo, veo fotografias y lego ala conclusién de que lo fundamental ‘en esta topografia insurrecta es justamente lareinvenciéndel espacio que solamente es posible cuando la potencia destituyente logra remontar «lo dado» y se abre ao posible. Elespacio intermedio Conesa voluntad del «estarjuntos» y del descubrimiento dela palabra y los afectos colectivos después Ge las primeras asambless, clespacio va adquiriende distintas configura. ciones. Hay razones pricticas, claro, perolo de fondoesla construccién de tramas simbdlicas quevan anelandose al territorio ocupado por el deseo ylas emocionas que seamplifican. Ahi, las computadoras que trabajan sin cesar y se conectan a la #GlobalRevolution, que manejan las cuentas de Twitter y Facebook, que alimen- tan los sitios de internet, que hacen streaming, necesitan un lugar dentro del lugar; le biblio- teca (The People’s Library) va ocupando un lugar relevante a un castado de la «estructura roja», que es en xealidad una escultura de Mark di Suvero, cuyo nombre no podria ser mas emblematico y apropiado: Jote de vivre (alegria de vivir). Mirando desde Broadway, las per- formances,la miisica, las entrevistas con los medios, las Zizek, Susan Sarandon y Judith Butler, entre ‘muchos mas, que solian ubicarse ala izquierda as de personajes célebres como dela escultura (aunquela visita de Michac! ‘Moore revolucioné la topografia y casi invadi6 el sitio de los tambores y los altares a a madre esta); y, cuando se produjeron Jas primeras amenazas de desalojo por la «peligrosidad»— decia Bloomberg—que representaban los ge- neradores de energia, hubo que crear un lugar para los «generadores humanos», que eran Dicicletas en las que se pedia donar «tiempo» de pedaleo para cargar los generadores. Y, en- ‘cima de todo eso, un panéptico instalado por la polieia de Nueva York que podia sor ignerado con relativa éxito, dado lo elevada de su em- plazamiento y principalmente porque lo que sucedia «a ras de tierra» era tan faseinante que In ateneién se concentrabaen la plaza. Todo pataba ahi y se amplificabs a través de la web yllos distintos dispositivos quelos ocupantes i2aban para abrir sus conversaciones con el mundo, Las plazas acupadas operan como un espacio intormedio En 1995, en miinvestigacién sobrelas ‘explosiones de gasolina en Guadalgjara (en las que perdieron la vida 210 personas, hubo ‘més de 600 heridos y dafios tenibles enla infraestructura urbane por la destruccién casi total de ocho kilémetros de calles densamente pobladas), me proponia entender cmo era posible que en una situacién de esta naturaleza emergiera una organizacién, un movimiento cuya potencia logré cambiar el rostro dela cludad. Pude entonees formularla nocién de espacio intermedio. F. espa intormedo oso procce aborts porla krup- 26n de un aeontadmiante que genara cus propos caer ddonadat espacio tamporals se coracterza por la tension entre un orden anterior yuna eva realidad, expraca le tersidn palitea por el poder de censervaro tansfomear luseategeras para pensor el mundo yactualize lucha tanto en la dimensin simbélice como ena potenca comuricatva que la o-preseneia hace pol 1998). [Regul ELespacio intermedio es, pues, una tempora- lidad alterada y un espacio de condensactén de relaciones que acrecientan Ia potencia de los uerpos dispuestos unos con otros. En su libro Thank You Anavchy: Notes from the Occupy Apocalypse(2013), Nathan Schnei- der, quien ha sidan importante cronista y analista de OWS, dice: «Por cerca de dos meses, en el otofo de 2011, un parque de granito y acacias en el distrito financiero de Nueva York, justo entre Wall Streat y el World Trade Center, se convirtié en un lienzo donde se delined la imagen de otro mundo». Lametifora de lienzo (canvas en inglés), uutilizada por Schneider, me parece potents por su plasticidad y por la sencillez con la que apunta. lo que sucedia en la plaza:cientos de personas trazando, delineando, creando otros mundos positles. Si,como apunta Benasayag, «resistir no ‘e¢ s6lo oponerse, sino crear, situacién por situacién, otras relaciones sociales» (2015), Zuccottl se convirtié en el emplazamiento ‘enel queera posibleir creando, através de distintas situaciones, otras relaciones, otras posibilidades. Zuccottl es socialidad, potencia comunica- tiva en efervescencia, y la potencia asi, sin con. ‘roles, representa una amenaza para el poder instituido. Lanoche del 17 de septiembre de 2011, las calles corcanas a Zuccotti estaban fusrtemente esguardadas por vallas policiales; ese dia tuve Ja impresién de que habia més policias que manifestantes, situacién que fue cambiando al aco delos dias, Sin embargo, las tacticas dere. presiény contencién del movimiento en cada marcha fueron en aumento, Ya en la primera «

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