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Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí

Facultad de Ingeniería, Industria y Construcción

Sociología Urbana

Séptimo semestre
Paralelo “B”

Tema:
Ensayo 1

Autor:
Romero Marcillo Jair Armando

Docente:
Arq. Gabriel Eduardo Barba Espinel

Periodo:
Parcial I - Período 2023(1)
Ensayo 1: Ciudad sobre ciudad

Primera parte: La fundación de la ciudad fronteriza

La ciudad es ese espacio donde logramos ver esas significativas formas de vida tanto social, política y cultural,
y donde vemos además esas tensiones esos momentos de confrontación y de conflicto marcando algo totalmente
distinto, siendo de esta manera la ciudad un lugar que se encuentra en el limite entre dos mundos o realidades
super diferentes y que de alguna manera han sido el principal objeto de estudio a lo largo de los años por
filósofos, sociólogos, urbanistas y arquitectos y es que sin duda alguna la obra de Eugenio Trías ofrece una
reflexión profunda y necesaria sobre la ciudad como fenómeno complejo y vivo que puede ser entendido como
una entidad natural teniendo que su desarrollo surge de manera natural a partir de la interacción de sus habitantes
y de los diferentes procesos y elementos que la conforman (personas, edificios, calles, infraestructuras, procesos
culturales, económicos etc.). Estas realidades diferentes o dimensiones han marcado indudablemente una
complejidad y un dinamismo marcado en el entendimiento de la ciudad como espacio urbano. Y entre todas
estas realidades diferentes se plantea la ciudad ideal y la ciudad real como la representación de una de las
principales tensiones que se manifiestan en el estudio de la ciudad.

En primer lugar, la ciudad ideal, se representa como tal en una ciudad imaginaria, una ciudad perfecta, ordenada
y armoniosa donde todo aspecto, ya sea económico, social, político y más importante arquitectónico se
desarrolla en condiciones ideales. En esta ciudad ideal, los edificios, las calles y las plazas estan diseñadas para
fomentar la convivencia, la cooperación y el bienestar ciudadano.

Sin embargo, la ciudad real es una ciudad concreta, material, histórica, que se desarrolla en condiciones reales
y que sufre cambios con regularidad. En esta ciudad se manifiestan las tensiones y contradicciones propias de
la sociedad en su conjunto, como la desigualdad, la exclusión, la violencia, el deterioro urbano, entre otras. En
este sentido la ciudad real se convierte en un objeto de estudio para los sociólogos y filósofos, que buscan
analizar las dinámicas sociales y políticas que se desarrollan en su interior.

A pesar de las evidentes diferencias existentes en lo que se puede entender entre la ciudad ideal y la ciudad real,
ambas dimensiones están totalmente interrelacionadas y se influyen mutuamente. Por un lado, la ciudad ideal
es una construcción simbólica más que todo que se utiliza como modelo para diseñar la ciudad real, pero que
por lo regular es muy complejo aplicar en la práctica debido a las limitaciones materiales, históricas, políticas
y de la misma sociedad de la ciudad real. Por otro lado, la ciudad real puede convertirse en un espacio de
resistencia y transformación donde los ciudadanos luchan por mejorar sus condiciones de vida y por construir
una ciudad más justa y habitable. En este sentido, la ciudad real puede convertirse en un modelo para construir
la ciudad ideal.

Es claro que al abordar la complejidad de la ciudad a partir de esta dicotomía entre la ciudad real y ciudad ideal
no sea la única que se manifieste en el estudio de la ciudad, ya que existen otras dimensiones u otras perspectivas
que también son importantes para abordar la complejidad de la ciudad en su totalidad como es la metodología
filosófica que propone Trías para analizar este espacio urbano.

En este sentido, la metodología filosófica que Trías utiliza para estudiar la ciudad se basa más que todo en la
reflexión crítica sobre los conceptos y categorías que se utilizan para entender y describir la realidad urbana y
de esta manera ayudarnos a cuestionar las visiones convencionales de la ciudad y a explorar nuevas perspectivas
y posibilidades. En este caso, retomamos el hecho de entender a la ciudad como un objeto complejo y
multidimensional, y que para comprenderla es necesario superar los esquemas mentales preconcebidos que
limitan, nuestra capacidad de análisis. Dado que la ciudad es una entidad compleja y dinámica que debe ser
comprendida en su totalidad para poder ser analizada adecuadamente. Este método como tal se basa en dos
premisas fundamentales, la primera es que la realidad urbana no puede ser reducida a una sola dimensión o
categoría, sino que debe ser abordada de forma integral teniendo en cuenta todas sus dimensiones y niveles
de complejidad, y la segunda es que los conceptos y categorías que utilizamos para entender la ciudad son
construcciones culturales y sociales que pueden ser cuestionadas a través de la reflexión crítica es decir sobre
nuestra propia practica del conocimiento.

Teniendo en consideración la metodología filosófica planteada por Trías nace también de esta rama lo que es el
triángulo ontológico la cual es una representación gráfica que busca explicar las diferentes dimensiones del ser
de la ciudad. El cual nos permite entender la ciudad como una entidad compleja y dinámica que debe ser
abordada de manera holística y reflexiva para ser comprendida en su totalidad.

El triángulo está compuesto por tres vértices: el ser del límite, la razón fronteriza y el suplemento simbólico.
Estos vértices se interrelacionan y se definen mutuamente, creando así una comprensión más completa de la
ciudad como una entidad compleja y multidimensional.

El vértice del ser del límite se refiere a la idea de que la ciudad se define por sus límites, es decir, por los bordes
que la separan de su entorno. El límite es una condición necesaria para que la ciudad exista como entidad
diferenciada, y es a través de él que se establece su identidad.

El vértice de la razón fronteriza se refiere a la capacidad de la ciudad para establecer su identidad a través de
sus límites. La ciudad no solo es un ser definido por sus fronteras físicas, sino también por su capacidad para
establecer su identidad a través de símbolos, percepciones y representaciones culturales.

Por último, el vértice del suplemento simbólico se refiere a la capacidad de la ciudad para crear y recrear su
entorno simbólico y cultural, a través de sus símbolos y representaciones culturales. El suplemento simbólico
es lo que permite a la ciudad mantener su identidad en constante evolución y adaptación, y es la clave para
entender cómo la ciudad puede ser un ser vivo y cambiante haciendo referencia a esta como una entidad natural.

El triángulo ontológico busca mostrar en si cómo la ciudad se define a través de sus límites, y de su capacidad
para establecer su identidad a través de sus fronteras y de su entorno simbólico, y también a partir de su
capacidad para crear y recrear continuamente su identidad.

Luego Trías plantea lo que son los cuatro barrios de la ciudad límite, como una metáfora para entender la
complejidad y la diversidad de la ciudad así mismo se entiende como otra dimensión donde la ciudad del límite
es entendida como un espacio donde convergen múltiples dimensiones del ser humano y su relación con el
mundo.

En resumen, la ciudad del límite es una ciudad que trasciende lo meramente material y funcional, y que se
convierte en un espacio simbólico que invita a la reflexión y a la contemplación. Es una ciudad que se sitúa en
el límite entre lo real y lo imaginario, y que posee una gran capacidad para evocar sensaciones y emociones en
el ser humano. Siguiendo estos cuatro barrios son en si o se refiere a una forma de entender la ciudad como una
entidad compleja y multidimensional, que se estructura a través de diferentes barrios o zonas que representan
las diferentes dimensiones del ser de la ciudad.

Los cuatro barrios de la ciudad del límite son los siguientes:

1. El barrio de la geografía: Este barrio representa la dimensión física y geográfica de la ciudad, es decir, su
ubicación en el espacio, su relieve, su clima, su flora y fauna, entre otros aspectos.

2. El barrio de la historia: Este barrio representa la dimensión histórica de la ciudad, es decir, su pasado, su
patrimonio cultural y arquitectónico, sus tradiciones y su memoria colectiva.
3. El barrio de la cultura: Este barrio representa la dimensión cultural de la ciudad, es decir, su oferta artística
y cultural, su vida social y su dinamismo cultural.

4. El barrio de la imaginación: Este barrio representa la dimensión simbólica y metafórica de la ciudad, es


decir, su capacidad para evocar ideas, sensaciones y emociones, su valor como espacio de fantasía y
creatividad.

Cada uno de estos barrios representa una dimensión diferente del ser de la ciudad, pero juntos conforman una
totalidad que define la identidad y la esencia de la ciudad y permiten una comprensión más profunda y auténtica
de la ciudad.

Luego tenemos como otra dimensión o concepto que se relaciona con la idea de la ciudad como un lugar de
encuentro y de intercambio cultural que profundiza en el análisis de la ciudad desde una perspectiva histórica y
cultural la cual es la del Casco Antiguo, el cual se considera como un lugar que reúne una gran cantidad de
significado y valor histórico, cultural y emocional para los habitantes de la ciudad. En si esta zona de la ciudad
simboliza un lugar de origen y de referencia, que se convierte en una parte esencial de la identidad de sus
habitantes. En este sentido, el casco antiguo se convierte en un espacio cargado de simbolismo y emociones que
conectan al individuo con el pasado de la ciudad.

Además, este es un lugar donde la memoria colectiva de la ciudad se manifiesta en su arquitectura y en sus
calles. En este sentido, la conservación y el mantenimiento del patrimonio arquitectónico y cultural del casco
antiguo son decisivos para salvaguardar la identidad y la memoria colectiva de la ciudad.

En este sentido, el casco antiguo puede ser visto como un espacio en el que se entrelazan el pasado y el presente,
y que evoluciona junto con la ciudad. El casco antiguo debe ser visto como un espacio que tiene una función y
una identidad específica, y que, por lo tanto, necesita ser conservado y cuidado adecuadamente para mantener
su valor para la ciudad y sus habitantes

La ciudad ideal y la ciudad real, el método filosófico, el triángulo ontológico, los cuatro barrios de la ciudad del
límite y el casco antiguo son herramientas fundamentales para entender la complejidad de la ciudad fronteriza
y su capacidad para integrar diferentes culturas y lenguas en un espacio común de convivencia. Sin duda alguna
la ciudad es un fenómeno complejo, que debe ser entendido en su totalidad para que de esta forma tengamos
una noción más acertada en la concepción de nuevas formas de construir nuestras ciudades para asegurar su
sostenibilidad y bienestar a largo plazo.

Bibliografía

Eugenio Trías. (2001). Ciudad sobre ciudad/ Arte, religión y ética en el cambio de milenio-Primera parte:
La fundación de la ciudad fronteriza (2ª. ed.). Barcelona: Ediciones Destino, S.A.

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