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FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

Objetivo: procurar una adecuada educación litúrgica para todos los miembros del pueblo de
Dios, se concreta a través de distintos recursos y metodologías todas importantes y necesarias.

Este curso estará dividido de la siguiente manera:

Módulo 1 Módulo 2
Definición de Liturgia Los colores Litúrgicos
Parte de la Misa El año Litúrgico
Los gestos Litúrgicos La Monición
Elementos naturales de la Los libros Litúrgicos
Liturgia
El Altar Manejo del Leccionario
Los Vasos Sagrados La participación de los
Laicos en la Liturgia.

MÓDULO 1
Definición de Liturgia.

Es el modo como la Iglesia en su cabeza y en su cuerpo místico o miembros puede ponerse en


contacto y comunicación con Dios, a través de gestos, palabras, ritos, acciones y así poder
participar de la maravillosa gracia de Dios, santificarnos y entrar en esa vida íntima de Dios.

Otra definición más formal sería ésta: liturgia es el conjunto de signos y símbolos con los que la
Iglesia rinde culto a Dios y se santifica. Todas las acciones litúrgicas: oración, sacramentos están
dirigidas, por tanto, a dar culto a Dios Padre, por medio de Jesucristo, en el Espíritu Santo, y a
la santificación de cada uno de los fieles que forman esta Iglesia de Cristo.

En palabras del papa Pío XII en su encíclica “Mediator Dei”: “La liturgia no es solamente la
parte exterior y sensible del culto, ni mucho menos el aparato de ceremonias o conjunto de leyes
y reglas..., es el ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo”.

En la Constitución Sacrosanctum Concilium, número 7, encontramos esta definición concisa:


“Es el ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo, por medio de signos sensibles, que realizan de
una manera propia la santificación del hombre”.

En cada acción litúrgica que realizamos (participación en una misa, en cualquier sacramento, en
la Liturgia de las Horas) Dios nos hace participes de su salvación.

“Por la presencia del mismo Cristo en la Liturgia”

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7. Para realizar una obra tan grande, Cristo esta siempre presente a su Iglesia, sobre todo en la
acción Litúrgica. Está presente en el Sacrificio de la Misa, sea en la persona de ministro, >>el
que ahora se ofrece por el ministerio de los sacerdotes es el mismo que entonces se ofreció a sí
mismo en la cruz<<, sea sobre todo bajo las especies eucarísticas. Está presente con su fuerza
en los Sacramentos, de modo que, cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza. Está presente
en su Palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es El quien habla. Está
presente, por último, cuando la Iglesia suplica y canta Salmos, el mismo que prometió: Donde
están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos (Mt. 18, 20).

Parte de la Misa.

Es muy importante conocer las partes de la Misa para vivirla como Dios quiere. Las indicaciones
que siguen corresponden a la Ordenación del Misal Romano. Las letras indican la posición que
deben asumir los fieles (P: parados; S: sentados; R: arrodillados) (tomado de la página de catholic.net)

1. RITOS INICIALES

Entrada (P): Mientras entra el sacerdote comienza el canto de entrada. El fin de este canto es
abrir la celebración, fomentar la unión de quienes se han reunido y elevar sus pensamientos a la
contemplación del misterio litúrgico o de la fiesta.

Saludo al altar y pueblo congregado(P): Cuando llega, el sacerdote besa el altar. Terminando
el canto de entrada, el sacerdote y la asamblea hacen la señal de la cruz. A continuación, el
sacerdote, por medio del saludo, manifiesta a la asamblea reunida la presencia del Señor.
Terminado el saludo, el sacerdote o el monitor puede hacer a los fieles una brevísima
introducción sobre la misa del día.
Después el sacerdote invita al Acto penitencial, que se realiza cuando toda la comunidad hace su
confesión general termina con la conclusión del sacerdote.

Señor, ten piedad (P): Después del acto penitencial, se empieza el “Señor, ten piedad”, a no
ser que éste haya formado ya parte del mismo acto penitencial. Si no se canta el “Señor, ten
piedad”, al menos se recita.

Gloria (P): Este es un antiquísimo y venerable himno con que la iglesia, congregada en el
Espíritu Santo, glorifica a Dios Padre y al Cordero, y le presenta sus súplicas. Si no se canta, al
menos lo han de recitar todos, o juntos o alternadamente, se canta los domingos y fiestas
importantes.

Oración colecta (P): El Sacerdote invita al pueblo a orar; y todos, a una con el Sacerdote,
permanecen un rato en silencio. Luego, el Sacerdote lee la oración que expresa la índole de la
celebración; el pueblo la hace suya diciendo amen.

2. LITURGIA DE LA PALABRA
La Eucaristía es sacramento de toda la vida de Jesús. Mediante las Lecturas bíblicas nos
acercamos a ella:

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La primera lectura. (S): Se toma del Antiguo Testamento y nos sirve para entender muchas de
las cosas que hizo Jesús.

Salmo Responsorial. (S): Formando parte de la misma Liturgia de la Palabra tenemos los
Cantos interleccionales.

Después de la 1º Lectura, sigue un Salmo Responsorial, que se toma del Leccionario. El salmista
o cantor del salmo, desde el ambón o desde otro sitio oportuno, proclama las estrofas del salmo,
mientras toda asamblea escucha è y además participa con su respuesta.

La segunda lectura. (S): Se toma del Nuevo Testamento, ya sea de los Hechos de los Apóstoles
o de las cartas que escribieron los primeros apóstoles. Esta segunda lectura nos sirve para
conocer cómo vivían los primeros cristianos y cómo explicaban a los demás las enseñanzas de
Jesús. Esto nos ayuda a conocer y entender mejor lo que Jesús nos enseñó. También nos ayuda
a entender muchas tradiciones de la Iglesia, se lee en los domingos y fiestas importantes.

Después de la segunda lectura se canta el Aleluya, que es un canto alegre que recuerda la
Resurrección u otro canto según las exigencias del tiempo litúrgico.

El Evangelio. (P): Se toma de alguno de los cuatro Evangelios de acuerdo al ciclo litúrgico y
narra una pequeña parte de la vida o las enseñanzas de Jesús. Es aquí donde podemos conocer
cómo era Jesús, qué sentía, qué hacía, cómo enseñaba, qué nos quiere transmitir. Esta lectura la
hace el sacerdote o el diácono.

Homilía (S): Conviene que sea una explicación de las Lecturas, o de otro texto del Ordinario,
o del Propio de la Misa del día, teniendo siempre el misterio que se celebra y las particulares
necesidades de los oyentes.

Profesión de fe (P): Con el Símbolo o Credo el Pueblo da su asentamiento y respuesta a la


Palabra de Dios proclamada en las Lecturas y en Homilía, y trae su memoria, antes de empezar
la celebración eucarística, la norma de su fe, se recita en los domingos y fiestas importantes.

Oración universal (P): En la oración universal u oración de los fieles, el Pueblo, ejercitando su
oficio sacerdotal, ruega por todos los hombres (Papa, Iglesia, Estado, necesidades…). La
asamblea expresa su súplica o con una invocación común, que se pronuncia después de cada
intención, o con una oración en silencio.

3. LITURGIA EUCARÍSTICA

Plegaria eucarística (P)


Este el centro y el culmen de toda la celebración. Es una plegaria de acción de gracias y de
consagración. El sentido de esta oración es que toda la congregación de fieles se una con Cristo
en el reconocimiento de las grandezas de Dios y en la ofrenda del sacrificio.
Los principales elementos de que consta la Plegaría eucarística pueden distinguirse de esta
manera:

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a) Acción de gracias(P): que se expresa sobre todo en el Prefacio.

b) Santo(P): con esta aclamación toda la asamblea, uniéndose a las jerarquías celestiales, canta
o recita las alabanzas a Dios.

c) Epíclesis (R): con ella la Iglesia, por medio de determinadas invocaciones, implora el poder
divino para que los dones que han presentado los hombres queden consagrados, es decir, se
conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir
en la comunión sea para salvación de quienes la reciban.

d) Narración de la institución y consagración (R): en ella, con las palabras y gestos de Cristo,
se realiza el sacrificio que él mismo instituyó en la última cena. Es el momento más solemne de
la Misa; en él ocurre el misterio de la transformación real del pan y el vino en el Cuerpo y Sangre
de Cristo. Dios se hace presente ante nosotros para que podamos estar muy cerca de Él. Es un
misterio de amor maravilloso que debemos contemplar con el mayor respeto y devoción.
Debemos aprovechar ese momento para adorar a Dios en la Eucaristía

e) Anamnesis (R): con ella la Iglesia, al cumplir este encargo que, a través de los Apóstoles,
recibió de Cristo Señor, realiza el memorial del mismo Cristo, recordando principalmente su
bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y la ascensión al cielo.

f) Oblación(P): la asamblea ofrece al Padre la víctima inmaculada, y con ella se ofrece cada uno
de los participantes.

g) Intercesiones (P): con ellas se da a entender que la Eucaristía se celebra en comunión con
toda la Iglesia, celeste y terrena, y que la oblación se hace por ella y por todos sus miembros,
vivos y difuntos.

h) Doxología final (P): en ella se expresa la glorificación de Dios y se concluye y confirma con
el amen del pueblo.

Rito de la comunión
Ya que la celebración eucarística es un convite pascual, conviene que, según el encargo del Señor,
su Cuerpo y su Sangre sean recibidos por los fieles, debidamente dispuestos, como alimento
espiritual. Significa "común unión". Al acercarnos a comulgar, además de recibir a Jesús dentro
de nosotros y de abrazarlo con tanto amor y alegría, nos unimos a toda la Iglesia en esa misma
alegría y amor

a) La oración dominical (P): se pide el pan de cada día, con lo que también se alude, para los
cristianos, el pan eucarístico, y se implora el perdón de los pecados. El embolismo, que desarrolla
la última petición, pide para todos los fieles la liberación del poder del mal.
b) El rito de la paz (P): con que los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda
la familia humana y se expresan mutuamente la caridad antes de participar de un mismo pan.

c) El gesto de la fracción del pan (P): realizado por Cristo en la última Cena, en los tiempos
apostólicos fue él sirvió para denominar la integra acción eucarística. Significa que nosotros, que

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somos muchos, en la comunión de un solo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo
cuerpo (1 Co 10,17)

d) Inmisión o mezcla (P): el celebrante deja caer una parte del pan consagrado en el cáliz
[originariamente era un trozo del pan consagrado en otra comunidad el domingo anterior: signo
de comunión entre las diversas comunidades cristianas]

e) Mientras se hace la fracción del pan y la Inmisión, los cantores o un cantor cantan el
Cordero de Dios: Esta invocación puede repetirse cuantas veces sea necesario para acompañar
la fracción del pan. La última vez se acompañará con las palabras danos la paz.

f) Preparación privada del Sacerdote.

g) Luego, el Sacerdote muestra a los fieles el pan eucarístico.

h) Es muy de desear que los fieles participen del Cuerpo del Señor con pan consagrado en esa
misma Misa. Comulgar es la mejor forma de participar del sacrificio que se celebra.

i) Comunión: Mientras el Sacerdote y los fieles reciben el Sacramento tiene lugar el canto de
comunión, canto que debe expresar, por la unión de voces, la unión espiritual de quienes
comulgan, demostrar, al mismo tiempo, la alegría del corazón y hacer más fraternal la procesión
de los que van avanzando para recibir el Cuerpo de Cristo. Si no hay canto, se reza la antífona
propuesta por la Misal.

j) Terminada la distribución de la comunión, el Sacerdote y los fieles, si juzgan oportuno, pueden


orar un rato recogidos. Si se prefiere, puede también cantar toda la asamblea un himno, un salmo
o algún otro canto de alabanza.

4. RITO DE CONCLUSIÓN (P)

Oración Post Comunión (P): En la oración después de la comunión, el Sacerdote ruega para
que se obtengan los frutos del misterio celebrado. El pueblo hace suya esta oración con la
aclamación “Amén.”

El rito final consta de saludo y bendición Sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la
asamblea, para que cada uno vuelva a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo al Señor.

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En sí, las partes de la Misa consta de la siguiente manera:

Ritos Iniciales Liturgia de la Liturgia Ritos Finales


Palabra Eucarística
Saludos del Sacerdote Primera Lectura Presentación de los Oración Post
dones Comunión
Acto Penitencial Salmo Prefacio y Santo Bendición Final

Gloria Segunda Lectura Consagración

Oración Colecta Evangelio Plegaria Eucarística

Homilía Padre Nuestro

Credo Cordero de Dios

Oración de los fieles Comunión

Los Gestos Litúrgicos.

No podemos vivir sin gestos y actitudes corporales. Ellos expresan, provocan o dan realce a lo
que pensamos y sentimos: el abrazo, el beso, el apretón de manos, las lágrimas, el silencio, y
todos estos gestos surgen "naturalmente", al compás de nuestros pensamientos y emociones.

La Iglesia insiste en la necesidad de renovar, actualizar, "entroncar" los gestos con cada cultura,
para que las palabras y gestos sean más "significativos" para la mentalidad del hombre moderno
e incluso para cada región y comunidad. La liturgia consta de una parte inmutable por ser de
institución divina (la fórmula de la consagración, por ejemplo), y de otras partes sujetas a cambio,
que pueden y aún, deben ir cambiando, como lo ilustra la historia de la Iglesia.

"Por esta razón, los textos y los ritos se han de ordenar de manera que expresen con mayor
claridad las cosas santas que significan y, en lo posible, el pueblo cristiano pueda comprender
fácilmente y participar en ellas por medio de una celebración plena, activa y comunitaria" (SC
21).

Este deseo de la Iglesia es por demás coherente: la repetición constante de los ritos, realizados
generalmente sin conocer su significado, produce un inevitable desgaste y llegan a "no decir
nada". La liturgia no es un teatro. La tarea de renovación litúrgica exige reflexión, creatividad y
participación. Mientras tanto es necesario conocer el significado de los gestos y ejecutarlos con
espontaneidad y convicción, haciendo de ellos auténtica expresión de nuestros sentimientos
religiosos.

Los gestos más utilizados son:


MANOS JUNTAS: Es señal de respeto y de oración. Es un gesto de humildad y vasallaje, y de
actitud orante y confiada. Es el gesto más acomodado a la celebración litúrgica cuando las manos

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no han de emplearse en otros ritos o no se prescribe que se tengan levantadas. Es la mejor


postura a la hora de ir a comulgar.

EXTENDER Y VOLVER A JUNTAR LAS MANOS: Es el deseo del sacerdote de estrechar


a la asamblea en un común abrazo de fraternidad, de recoger las intenciones y deseos de todos
para ofrecérselos a Dios, y derramar sobre ellos las misericordias de Dios.

MANOS QUE DAN Y RECIBEN LA PAZ: Las manos extendidas, abiertas y acogedoras
simbolizan la actitud de un corazón pacífico y fraternal, que quiere comunicar algo personal y
está dispuesto a acoger lo que se le ofrece. Cuando unas manos abiertas salen al encuentro de
otras en idéntica actitud, se percibe el sentimiento profundo de un hermano que sale al encuentro
de otro hermano, para ratificar, comunicar o restablecer la paz.

MANOS QUE RECIBEN EL CUERPO DEL SEÑOR: Las manos dispuestas para recibir
la Santa Comunión han de ser signo de humildad, de pobreza, de espera, de disponibilidad y de
confianza. También son signo de veneración, de respeto y de acogida, pues el Pan eucarístico no
se coge, sino que se acoge, se recibe.

SEÑAL DE LA CRUZ: Es el gesto más noble y el más frecuente y elocuente. No es un


garabato, que termina besándose uno el dedo pulgar. Se produce de dos modos: sobre uno
mismo, con los dedos extendidos de la mano derecha; o, cuando un sacerdote debe bendecir en
nombre de Cristo, sobre las personas u objetos con la misma mano levemente encorvada. Una
sola vez, al inicio del oficio divino, se hace sobre los labios con el dedo pulgar para pedirle al
Señor que Él mismo “los abra para poder proclamar con la boca sus alabanzas”. Debe hacerse
desde la frente hasta el pecho, y desde el hombro izquierdo al derecho. ¿Qué significa hacerse la
señal de la cruz? Primero venerar la cruz redentora de Cristo. Segundo, sellar con ella nuestra
persona cristiana y así fortalecerla para hacer el bien y evitar el mal. Esa señal comienza en la
frente, para que Dios, con su Santa Cruz, nos quite los malos pensamientos y nos proteja los
buenos. Después de la frente va al pecho para que nos quite los malos deseos del corazón y nos
proteja los buenos. Y finalmente, nos envuelve de izquierda a derecha, para proteger del mal
todo nuestro ser.

LA REVERENCIA: Consiste en ligeras inclinaciones de cabeza, ante el altar, ante imágenes, al


recibir la Sagrada Comunión, cuando el monaguillo inciensa al sacerdote y al pueblo; o al incensar
el mismo sacerdote hace reverencia al crucifijo o a la imagen de los santos, a modo de saludo
reverente. Aquí no sólo es señal de cortesía humana, sino que las reverencias están revestidas de
culto sagrado. Tienen que ser hechas despacio, y sólo con la cabeza, no con todo el cuerpo, a no
ser que sea en la misa después de ofrecer el pan y el vino y antes del lavado de las manos, donde
se inclina ligeramente también el cuerpo. Aquí ya no es sólo reverencia, sino total inclinación.

LAS MIRADAS: Unas veces invitan a la admiración y adoración callada, de fe sentida y de


recogimiento; por eso, clavamos la mirada en la Hostia consagrada y en el cáliz al levantarlos el
sacerdote en la consagración, en la custodia de la exposición y bendición del Santísimo. También
la mirada del sacerdote a la gente es señal de comunicación fraterna, de saludo cordial. Cuando
los ojos están cerrados simbolizan, no tanto que estamos durmiendo, sino que estamos en
profundo silencio y recogimiento para saborear la comunión, o las lecturas leídas. Es falta de
respeto, cuando se da la homilía, no mirar al predicador. Simbolizaría desinterés total, despecho;
también sería falta de cordialidad e interés si el predicador no mirase a los fieles a la hora de

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predicar. Cuando uno eleva los ojos hacia arriba está indicando petición a Dios o desagravio por
los pecados propios y de la humanidad.

LOS BESOS: El sacerdote da un beso al altar al comenzar y al terminar la santa misa; es Cristo
quien recibe ese ósculo. Los fieles se dan el beso en el momento de la paz. Son señales de afecto,
de gratitud, de adhesión, de veneración y de reconciliación. Besamos las reliquias, el crucifijo, la
mano del sacerdote que bendice y perdona. Cada uno de estos ósculos imprime un sello religioso
especial en las personas o cosas que los reciben. En muchas partes no es oportuno el beso de la
paz, por motivos culturales; entonces se prefiere el apretón de manos.

GOLPES DE PECHO CON LA MANO: Es una de las señales más expresivas de dolor y
contrición de corazón, en un pecador. Se hace en la confesión, al momento de decir el acto de
contrición. Lo hacemos en el momento del “Yo confieso” de la santa misa. Así, con ese gesto
humilde, aplacamos y agradamos mejor a Dios y expresamos más sentidamente nuestra
compunción ante los demás hermanos. Los golpes deben ser hechos con suavidad.

LA IMPOSICIÓN DE LAS MANOS: Significa varias cosas, transmisión de poderes


superiores a personas o grupos de elección, o de algún carisma o misión, o absolución de culpas.
También es signo de bendición de Dios y de consuelos en la unción de enfermos. En el momento
de la consagración manifiesta el poder maravilloso de los sacerdotes de convertir el pan y el vino
en Cuerpo y Sangre de Cristo.

CAMINAR HACIA EL ALTAR: No es un simple gesto, es un rito. Es también símbolo de


nuestro peregrinar al cielo. Caminamos con otros, no solos. Así, en las procesiones,
peregrinaciones, vamos con alegría, sin temores, pues sabemos que Cristo es el Camino vivo y
verdadero.

CANTAR: El que canta ora dos veces, decía San Agustín. El canto es el afecto del corazón
hecho música.

Elementos Materiales de la Liturgia.

Los elementos materiales de la liturgia son los siguientes:

a) El Templo
El templo está consagrado para el culto a Dios. Es verdad que Dios está presente en
todas partes, pero quiere tener un lugar visible de su presencia en este mundo. Y esto es
el templo, la casa de Dios, que más comúnmente llamamos “iglesia”. Por eso, siempre
que vemos una iglesia, nos acordamos de que Dios está presente en el mundo y hacemos
la señal de la cruz. El templo o iglesia es también la casa del pueblo de Dios, reunido para
escuchar la Palabra de Dios, para rezar, para fraternizar como hijos de Dios.

Durante siglos se han ido construyendo diversos tipos de templos dedicados a Dios:
 Basílica: las basílicas mayores son siete y están en Roma; las menores, por todo
el mundo, y ha sido el Papa quien ha querido honrarlas con ese título.
 Catedral: donde tiene la sede o cátedra el obispo.

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 Iglesia abacial: donde tiene su sede un abad mitrado.


 Iglesias parroquiales: para atender espiritualmente a un grupo de fieles y a cargo
del párroco y sus colaboradores sacerdotes, en una localidad o territorio
delimitado.
 Iglesia conventual: que pertenece a comunidades religiosas.
 Capillas, oratorios públicos, semipúblicos o privados.

b) Los lugares anexos al templo

 Las capillas laterales: son como otras tantas pequeñas iglesias dentro de la
principal. Responden al deseo de dar culto a santos locales y universales de mayor
devoción.

 Bautisterio: hoy el bautisterio ha cedido su lugar a la pila bautismal. Está


colocado en los pórticos de las grandes basílicas o muy contiguos a ellas.

 Sacristía: lugar sagrado para guardar los ornamentos y vestiduras sagradas,


cálices, y objetos del culto. Con frecuencia se encuentra dentro de la sacristía el
relicario, o capilla donde se custodia y expone el tesoro de las reliquias de santos
y vasos de orfebrería.

 Torres y campanarios: que indican la presencia de Dios en ese lugar. Las flechas
de los campanarios rematan, las más de las veces, con una cruz, una veleta o un
gallo. La cruz proclama el signo de Cristo; la veleta recuerda los vaivenes de la
fama y lo efímero de la vida; y el gallo es símbolo de la vigilancia.

 La cripta: los primeros cristianos la usaban como sepulcro para sus santos
mártires y para sitio de reunión en el día del aniversario de su martirio. Con el
tiempo, cada cripta sepulcral se convirtió en una pequeña capilla sobre la que se
erigieron luego otras iglesias superiores, haciendo coincidir los altares de ambas.

Ahora veamos el mobiliario litúrgico del Templo, es decir, el conjunto de muebles que
adornan o completan el Templo.

 Pila de agua bendita: lo primero que se encuentra, al entrar en una iglesia, es


una o dos pilas de agua bendita. Es un símbolo: purificarnos antes de comenzar
una acción litúrgica en el templo sagrado. Esta agua bendita es un sacramental,
que debemos aprovechar con devoción, fe y reverencia.

 Pila bautismal: los antiguos bautisterios han quedado hoy reducidos a una pila
de piedra o de mármol, más o menos grande y artística. Se la coloca en un ángulo
de la Iglesia contigua al cancel, también en una capilla separada por una verja. Hoy
se tiende a emplazarlas en el presbiterio. A todo buen cristiano debe inspirar

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agradecida devoción la pila, donde fue espiritualmente regenerado y hecho hijo


adoptivo de Dios y miembro de la comunidad eclesial.

 Púlpito: estaba adosado al muro o en alguno de los pilares de la nave o del


presbiterio. Hoy lo suplen los ambones o simples atriles de la sede presbiteral con
su micrófono. Desde el púlpito se predicaban los sermones, la voz llegaba fuerte
a la gente y el sacerdote podía ver a todos desde el mismo.

 Ambón: es el lugar desde donde se proclama la Palabra de Dios, hacia el cual se


dirige espontáneamente la atención de los fieles durante la liturgia de la Palabra.
Conviene que sea estable y no un mueble portátil. Se usa sólo para proclamar las
lecturas, cantar o leer el salmo responsorial y el pregón pascual, hacer la homilía y
la oración de los fieles. No debe usarse para el guía ni para el cantor o director de
coro.

 Los confesonarios: donde Cristo, a través de su Iglesia, en la persona del


sacerdote, administra y ofrece el sacramento de la confesión para el perdón de los
pecados de los hombres. A partir del concilio de Trento, en el siglo XVI,
aparecieron los confesonarios cerrados a los lados, con paredes provistas de rejilla.
Los confesonarios actuales son funcionales y prácticos, y están situados en lugares
especiales de la iglesia o en capillas penitenciales.

 Alcancías: destinadas a recoger las limosnas de los fieles, para el culto, la caridad
de los necesitados, o necesidades de la parroquia, para las vocaciones. Dichas
alcancías sirven para fomentar la caridad y la generosidad de todos.

 Bancos: para sentarnos y escuchar la Palabra de Dios, pasar un rato de meditación


íntima con el Señor.

 Imágenes: ya sean pinturas (cuadros, mosaicos), ya sean esculturas (estatuas).


Son incentivos de devoción, medios de instrucción y elementos decorativos para
el culto de Dios y de los santos. No deben ser excesivos, deben ponerse en justo
orden, y no distraer la atención de los fieles. No son signos de superstición ni de
idolatría, como creen los protestantes. A Dios Padre se le representa como un
anciano venerable. A Cristo: se le representa en el crucifijo, o el Sagrado Corazón,
o sus emblemas: Buen Pastor, el Cordero, el Pelícano. La figura típica del Espíritu
Santo es la paloma, o las lenguas de fuego. Los ángeles son figuras aladas. El Vía
crucis representa el camino de la cruz y las escenas de la Pasión del Salvador,
recordándonos el camino doloroso de Jesús para salvarnos.

 Las lámparas: las velas se encienden para los actos litúrgicos. Siempre queda
encendida una lámpara, la del sagrario. Ella es fiel centinela que asiste día y noche,
en nombre del pueblo cristiano, al Divino solitario del sagrario, Jesús. Esa
lamparita da fe de la presencia real de Jesús sacramentado. Simboliza también

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nuestra vida que debe ir consumiéndose al servicio de Dios, en el silencio de


nuestra entrega generosa y abnegada.

 El órgano: en el rito latino ha sido el instrumento más tradicional. Existe para el


órgano una bendición ritual, antes de su inauguración para el culto. Así dice el
documento del Vaticano II: “téngase en gran estima en la iglesia latina, el órgano
de tubos, como instrumento musical tradicional, cuyo sonido puede aportar un
esplendor notable a las ceremonias eclesiásticas y levantar poderosamente las
almas hacia Dios y hacia las realidades celestiales” (Sacrosanctum Concilium,
n. 120).

El Altar

Representa a Cristo y es la mesa de su sacrificio y del banquete celestial, para quienes


caminamos hacia la eternidad. Es el corazón del templo. Por eso se lo besa, se lo inciensa.
Tiene que ser de piedra o mármol. ¡Es Cristo visible! Ya desde el Antiguo Testamento se
construían altares para los sacrificios a Yahvé. Tiene que ser alto, grande.

El Altar tiene sus accesorios:


 El mantel: pues es banquete lo que se celebra sobre el altar. En esa “mesa” Dios
Padre nos servirá a su Hijo Jesús, como Cordero inmaculado, para alimento del
alma.
 Candelero o cirios: es la luz de la presencia de Cristo.
 El crucifijo: colocado sobre el altar, pues cada misa es Calvario donde
participamos de la cruz de Cristo.
 Vasos y utensilios sagrados: El templo es como el palacio de Dios; el sagrario
su recámara y como su sala de recepción.
El cáliz, la patena, el copón y la custodia son a modo de vajilla sagrada
de la mesa eucarística. Todos estos vasos y utensilios son sagrados.
El cáliz y la patena se usan para la celebración del Santo Sacrifico de la
misa.
El copón y la custodia sirven para conservar, trasladar o exponer el
Santísimo Sacramento.
Vaso subsidiario es la teca o cajita, usada para llevar la comunión a los
enfermos.
 Otros: También son objeto de culto las crismeras, las vinajeras y el vasito de las
abluciones; el incensario con la naveta, la campana o campanilla, las bandejas, el
acetre o calderillo con agua bendita para las bendiciones y aspersiones; lleva
dentro un hisopo.

Pecados Contra El Altar


 El altar PROVISIONAL: ¡Desde hace 20 años!

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 El altar SOPORTE DE TODO: Imágenes, libros, hojas, lentes, grabadora,


floreros, vinajeras, cáliz y copón (todo esto deberá llegar al altar en su momento),
relicarios, solideo (¿alguien pone el sombrero sobre la mesa de comer?), entre
otros.
 El altar MIL USOS: Se usa a la hora indebida y para fines ajenos: desde él se
hace la introducción, las lecturas, se dan anuncios, etc.
 El altar DESUBICADO: No se coloca en el lugar central que le corresponde.
Desde luego no hay que entender un centro necesariamente geométrico, sino
como punto de atracción, dado el entorno arquitectónico y en correlación con los
otros elementos, especialmente la sede y el ambón.
 El altar SEGUNDO TÉRMINO: Se coloca la sede delante de él.
 El altar SOBRECARGADO: Se le añaden imágenes, que hacen que su
importancia se opaque
 El Altar CARTELERA: Se le ponen letreros que lo convierten en una gran tabla
de anuncios
 El Altar ESCONDIDO: Se ponen delante de él adornos florales, el
“nacimiento” o manteles que lo ahogan.

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MÓDULO 2
Los Vasos e Instrumentos Sagrados Litúrgicos.

NOMBRE FORMA FUNCIÓN


Es un pequeño mantel de color Se coloca en el altar en el lugar
1 blanco. Suele llevar una donde van a estar los recipientes
CORPORAL pequeña cruz bordada. que contendrán el Cuerpo y
Sangre de Jesús (cáliz, patena).
2 Pequeño paño de los tamaños Se utiliza para purificar (limpiar)
PURIFICADOR de un pañuelo doblado a lo los recipientes después de la
largo Comunión
Es como un plato pequeño y Se colocan las hostias de pan, que
3 redondo que suele ser de metal. en la consagración se convertirán
PATENA Debe ser consagrada de forma en el Cuerpo de Cristo. Suele ser
exclusiva y definitiva para el de metal.
uso en la Santa Misa.
Es como una copa. Puede ser Se coloca el vino y el agua que a
de distintos tamaños y formas. partir de, la consagración se
4 Por dentro, suele ser de oro u convierte en la Sangre de Jesús.
CALIZ otro metal. Debe consagrarse
de forma exclusiva y definitiva
para el uso en la Santa Misa.
5 Es un paño cuadrado y pequeño Se cubre el cáliz, para que no
PALIA (tamaño azulejo) entren elementos extraños.
Son dos pequeños recipientes Contienen el vino y el agua que se
6 con forma de botellas o jarras. usan en la Santa Misa. Las vinajeras
VINAJERAS Son de diferentes estilos y junto con las hostias no
tamaños. consagradas se pueden llevar al
altar en la procesión de ofrendas
Su aspecto es parecido al del Sirve para distribuir la comunión y
7 cáliz con la gran diferencia que para colocar las hostias
COPÓN el copón tiene una tapa. Suelen consagradas en el sagrario.
ser de distinta forma, tamaño y
altura.
Es un conjunto compuesto por Son para que el sacerdote, una vez
8 una jarra con agua, un recipiente presentadas las ofrendas, pueda
LAVABO tipo compotera. lavarse las manos antes de la
consagración.
9 Un pequeño paño (a modo de Son para que el sacerdote pueda
MANUTERGIO toallita) secarse las manos.
10 Recipiente con forma de Contiene el agua bendita con la que
CALDERILLOO pequeño balde. se realizan las bendiciones
ACETRE

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FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

11 Utensilio con forma de Se utiliza para esparcir el agua


HISOPO bombilla. bendita
Es un objeto con forma de En él se ponen carbones
12 pequeño balde con tapa y encendidos sobre los que se arrojan
TURÍBULO O orificios que cuelga de unas granos de incienso molido, para
INCENSARIO cadenas. producir un humo perfumado.
13 Recipiente con forma de Contiene el incienso usado en la
NAVETA lámpara de Aladino con una Misa.
cucharita.
Cilindros de cera de diferentes Son signo de Jesús resucitado, él
14 formas y tamaños con una con su fuerza y con su luz está
VELAS O CIRIOS mecha central. presente en la vida de los hombres
y nos alumbra cuando estamos
perdidos. Las velas les dan brillo e
importancia a las celebraciones

 Vasos sagrados primarios: los que, consagrados o bendecidos, han sido


destinados para contener la Sagrada Eucaristía. Son el cáliz, la patena, el copón, la
custodia y el sagrario
 Vasos sagrados secundarios: son los que no tienen contacto con la Eucaristía,
pero, destinados al culto divino, excluyen todo empleo profano, tales como lavabo
o manutergio. Purificador. (Atril). Patena. Palia. Vinajeras. Cáliz. Custodia. Copón
(ciborio). Incensario (turíbulo). Naveta. Cucharita (para el incienso). Umbela.
Hisopo. Acetre. Bandeja (para comulgar). Bandeja ordinaria (para las limosnas).

En el siguiente cuadro, se va a mostrar los otros instrumentos y vasos sagrados en su


calidad de función.

NOMBRE FUNCIÓN
15 Caja de cristal donde se coloca la Hostia para exponerla en la
VIRIL O LUNETA custodia.
16 Pieza generalmente de orfebrería en la que se expone el Santísimo
CUSTODIA Sacramento del Altar para la adoración de los fieles.
17 Lienzo que cubre al Altar en señal de respeto a la mesa en la que
MANTEL BLANCO Cristo nos invita a comulgar.
18 Es una cajilla metálica, de forma redonda, donde el sacerdote, las
PORTA VIATICO religiosas o los ministros extraordinarios de la Eucaristía llevan la
Sagrada forma para darle la comunión a los enfermos.
19 Libro en el que están contenidos los Evangelios según
EVANGELIARIO corresponda al momento del año litúrgico.
20 Libro que contiene las lecturas según el tiempo y año litúrgico A,
LECCIONARIO B o C, ordenadas de forma estratégica según corresponda.
21 Libro que contiene el canon de la Misa y las oraciones específicas
MISAL para cada fiesta.

14
FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

22 Es el lugar donde se apoya el Misal para que el sacerdote pueda


ATRIL leer con mayor facilidad.
23 Instrumento metálico en forma de campana; se toca anunciando
CAMPANILLA la epíclesis, la consagración de la Hostia, el vino y en la
genuflexión respectiva a cada momento de la elevación.
24 Mueble o mesita en la que se colocan las vinajeras y otros
CREDENCIA elementos religiosos.
Contienen los distintos oleos:
 Óleos de los enfermos (OI): aceite vegetal bendecido,
que es signo de la fortaleza que se necesita para proclamar
la fe.
25  Óleos de los catecúmenos (OS): al igual que el anterior
CRISMERAS es un aceite vegetal signo de curación y alivio.
 Santo Crisma (SC): es una mezcla de aceite vegetal y
perfume que el Obispo bendice cada Jueves Santo e
imprime una marca permanente e imborrable en el que lo
recibe.

Los Colores Litúrgicos.

Los colores litúrgicos empleados en la celebración de la Misa católica en las vestiduras de los
celebrantes son:

 BLANCO: Simboliza pureza y tiempo de júbilo. Es usado en los momentos principales


del calendario litúrgico; Navidad y Pascua. También se usa en fiestas dedicadas a la
Virgen o Santos no Martirizados, así como en la festividad de Todos los Santos o Cristo
Rey.

 MORADO: Simboliza una profundización espiritual, una preparación. Se usa en


Adviento y en Cuaresma, tiempos de preparación para la Navidad y la Pascua
respectivamente. También se usa en funerales y misas de difuntos.

 VERDE: Simboliza la esperanza. Es usado después de Navidad hasta Cuaresma, y


después de la Pascua hasta el Adviento. Es tiempo de esperanza por la venida del Mesías
y por la Resurrección salvadora respectivamente. Este tiempo se conoce como Tiempo
Ordinario dentro del calendario litúrgico.

 ROJO: Simboliza el martirio y la fuerza del Espíritu Santo. Es usado en las fiestas de
Santos Martirizados, Domingo de Ramos, Viernes Santo y Pentecostés.

 ROSADO: Se utiliza en la misa de la tercera semana de Adviento para indicar la cercanía


de Navidad y la cuarta semana de la Cuaresma para indicar pausar la penitencia

 AZUL: Simboliza pureza y la virginidad. Se utiliza para las fiestas de la Virgen María,
especialmente para la Inmaculada Concepción.
 DORADO: Simboliza triunfo y júbilo, se utiliza en las grandes fiestas en especial en las
misas del Domingo de Resurrección.

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FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

El Año Litúrgico

La celebración del Año Litúrgico es la vivencia de la vida de Cristo, todas sus etapas desde
su nacimiento hasta su muerte.

El Año litúrgico es el desarrollo de los misterios de la vida, muerte y resurrección de


Cristo y las celebraciones de los santos que nos propone la Iglesia a lo largo del año. Es
vivir y no sólo recordar la historia de la salvación. Esto se hace a través de fiestas y
celebraciones. Se celebran y actualizan las etapas más importantes del plan de salvación.
Es un camino de fe que nos adentra y nos invita a profundizar en el misterio de la
salvación. Un camino de fe para recorrer y vivir el amor divino que nos lleva a la
salvación.

Cada celebración litúrgica tiene un triple significado:


 Recuerdo: Todo acontecimiento importante debe ser recordado. Por ejemplo, el
aniversario del nacimiento de Cristo, su pasión y muerte, etc.
 Presencia: Es Cristo quien se hace presente en las celebraciones litúrgicas
concediendo gracias espirituales a todos aquellos que participan en ellas, de
acuerdo a la finalidad última de la Iglesia que es salvar a todos los hombres de
todos los tiempos.
 Espera: Toda celebración litúrgica es un anuncio profético de la esperanza del
establecimiento del Reino de Cristo en la tierra y de llegar un día a la patria
celestial.

Ahora el Año Litúrgico de la Iglesia Católica se compone de esta manera:

Adviento: da inicio al Año Litúrgico, la cual dura cuatro semanas, su color es el morado
y dentro de esas cuatro semanas hay una en especial que es la tercera semana que se da
por celebración el domingo de la Alegría con el color rosado y se prepara la corona de
adviento como inicio de espera al nacimiento de nuestro Señor Jesús.

El tiempo de adviento tiene una doble índole: es el tiempo de preparación para las
solemnidades de Navidad, en las que se conmemora la primera venida del Hijo de Dios
a los hombres, y es a la vez el tiempo en el que por este recuerdo se dirigen las mentes
hacia la expectación de la segunda venida de Cristo al fin de los tiempos. Por estas
razones, el adviento se nos manifiesta como tiempo de una expectación piadosa y alegre.

Navidad: el tiempo de navidad va desde las primeras Vísperas de la Navidad del Señor
hasta el domingo después de la Epifanía, o después del día 6 de enero inclusive con el
Bautismo del Señor.

La Misa de la Vigilia de Navidad es al que se celebra en la tarde del día 24 de diciembre,


ya sea antes o después de las primeras Vísperas. El día de Navidad se pueden celebrar

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FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

tres Misas, según la antigua tradición romana, es decir, en la noche, en la aurora y en el


día.

La Epifanía se celebra cada 6 de enero y nos recuerda la manifestación pública de Dios a


todos los hombres. Aquí concluye el Tiempo de Navidad.

Cuaresma: está ordenado a la preparación de la celebración de la Pascua: la liturgia


cuaresmal prepara para la celebración del Misterio Pascual tanto a los catecúmenos,
haciéndolos pasar por los diversos grados de la iniciación cristiana, como a los fieles que
recuerdan el Bautismo y hacen Penitencia.

El tiempo de Cuaresma va desde el miércoles de Cenizas hasta la misa de la Cena del


Señor exclusive. Son 40 días. Desde el comienzo de Cuaresma hasta la Vigilia Pascual no
se dice el Aleluya. Los domingos de este tiempo reciben el nombre de domingo I, II, III,
IV y V de Cuaresma.

Dentro del tiempo de Cuaresma, también se prepara los siguientes eventos:


 Semana Santa: inicia en el domingo sexto, es llamado Domingo de Ramos en la
Pasión del Señor. Su color para la celebración es rojo.
o Lunes, martes y miércoles Santos: la Semana Santa tiene la finalidad de
recordar la Pasión de Cristo desde su entrada mesiánica en Jerusalén. Su
color es el morado.
o Jueves Santo: el Jueves Santo por la mañana, el Obispo, que concelebra
la Misa con sus Presbíteros, bendice los santos óleos y consagra el crisma.
Es el día en que se conmemora la institución del Ministerio Sacerdotal, la
Institución de la Eucaristía.
En la tarde la Iglesia se reúne para abrir solemnemente el Triduo Pascual,
con la celebración de las Cena del Señor, memorial del sacrificio de Cristo
en la Cruz. Es la ocasión en que se recuerda el gesto de Jesús de lavar los
pies de los discípulos indicándoles el mandamiento del amor. Su color es
el blanco.

Viernes Santo: La indicación es que el pueblo de Dios haga ayuno y


abstinencia de carne. Toda la Iglesia permanece en un profundo silencio
orante. Las reflexiones se vuelven todas para la pasión por la cual pasa el
Señor, por amor a cada uno de los hombres, para la salvación de la
humanidad y en obediencia al Padre, su color es el rojo.

Dentro de este silencio, se inicia la celebración de la Pasión y Muerte del


Señor. Se medita sobre el relato de la Pasión y habrá adoración del Santo
Madero de la Cruz. De la cual pendió nuestra salvación.

Sábado Santo: En este día "alitúrgico" la Iglesia entra en el silencio y en


la meditación, sobre el sepulcro del Señor y recomienda esa actitud a sus

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FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

fieles. Es en el Sábado Santo que se realiza la Vigilia Pascual que es


considerada "madre de todas las celebraciones" de la Iglesia, cuando ya se
evoca la Resurrección de Cristo, su color es el blanco.

Caminando dentro de la liturgia de la Semana Santa siguiendo las


recomendaciones y consejos de la Iglesia, se llega a la liturgia de la Vigilia
Pascual: la bendición del fuego nuevo del cirio pascual; la proclamación de
la Pascua, que es un canto de júbilo anunciando la Resurrección del Señor;
la serie de lecturas sobre la Historia de la Salvación; la renovación de las
promesas del Bautismo, por fin, la liturgia Eucarística jubilosa, honrando
al Cordero Pascual que venció la muerte, el demonio y el pecado.

Domingo de Resurrección: Para los católicos será el gran día y la más


importante celebración de la Fe: "Este es el día que el Señor hizo para
nosotros". La sugerencia es de cantar así con el salmista para que de ese
modo sea proclamado que la Pascua de Cristo se hace viva en cada uno,
en cada familia, en toda a Iglesia y en toda la creación, su color es el blanco
hasta los cincuenta días contando desde el primer domingo hasta el
Pentecostés.

La Pascua: Estos son los días en los que principalmente se canta el Aleluya. Los
domingos de este tiempo son tenidos como domingos de Pascua y, después del domingo
de Resurrección, son denominados domingo II, III, IV, V, VI, VII de Pascua; el domingo
de Pentecostés clausura este sagrado tiempo de cincuenta días.
Los ochos primeros días del tiempo pascual constituyen la octava de Pascua y se celebran
como solemnidades del Señor.

Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo. En la Misa
dominical recordamos de una manera especial esta gran alegría. Se enciende el Cirio
Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el
día de la Ascensión, cuando Jesús sube al Cielo.

La Resurrección de Jesús es un hecho histórico, cuyas pruebas entre otras, son el sepulcro
vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles.

Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra


propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte.

En la resurrección encontramos la clave de la esperanza cristiana: si Jesús está vivo y está


junto a nosotros, ¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede preocupar?

Cualquier sufrimiento adquiere sentido con la Resurrección, pues podemos estar seguros
de que, después de una corta vida en la tierra, si hemos sido fieles, llegaremos a una vida
nueva y eterna, en la que gozaremos de Dios para siempre.

18
FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

San Pablo nos dice: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios
15,14)

Dentro del Tiempo Pascual está la celebración que se llama Pentecostés “La venida del
Espíritu Santo); su color es el rojo por el misterio de: “Pues, para llevar a plenitud el
misterio pascual, enviaste hoy el Espíritu Santo sobre los que habías adoptado como hijos
por su participación en Cristo. Aquel mismo Espíritu que, desde el comienzo, fue el alma
de la Iglesia naciente; el Espíritu que infundió el conocimiento de Dios a todos los
pueblos; el Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los que el pecado
había dividido en diversidad de lenguas”.

Tiempo Ordinario: Ordinario no significa de poca importancia, anodino, insulso,


incoloro. Sencillamente, con este nombre se le quiere distinguir de los “tiempos fuertes”,
que son el ciclo de Pascua y el de Navidad con su preparación y su prolongación.

Es el tiempo más antiguo de la organización del año cristiano. Y, además, ocupa la mayor
parte del año: 33 o 34 semanas, de las 52 que hay. nosotros en el Tiempo Ordinario
debemos buscar crecer y madurar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor, y, sobre
todo, cumplir con gozo la Voluntad Santísima de Dios. Esta es la gracia que debemos
buscar e implorar de Dios durante estas 33 semanas del Tiempo Ordinario.

Crecer. Crecer. Crecer. El que no crece, se estanca, se enferma y muere. Debemos crecer
en nuestras tareas ordinarias: matrimonio, en la vida espiritual, en la vida profesional, en
el trabajo, en el estudio, en las relaciones humanas. Debemos crecer también en medio
de nuestros sufrimientos, éxitos, fracasos. ¡Cuántas virtudes podemos ejercitar en todo
esto! El Tiempo Ordinario se convierte así en un gimnasio auténtico para encontrar a
Dios en los acontecimientos diarios, ejercitarnos en virtudes, crecer en santidad…y todo
se convierte en tiempo de salvación, en tiempo de gracia de Dios. ¡Todo es gracia para
quien está atento y tiene fe y amor!

Este Tiempo Ordinario se divide como en dos “tandas”. Una primera, desde después de
la Epifanía y el bautismo del Señor hasta el comienzo de la Cuaresma. Y la segunda, desde
después de Pentecostés hasta el Adviento.

Monición.

Elementos Para Realizar Una Buena Monición:


Es necesario que todos se sientan recibidos, así como al ir a una fiesta, el dueño de casa está
atento a la llegada de los invitados, de la misma manera debe haber encargado de esta función,
que dé la bienvenida a los fieles, que los acompañen hasta que ellos tomen ubicación dentro del
lugar donde se celebrará la Eucaristía. Mientras tanto, para que no se disperse la atención de los
que ya han llegado, el animador de la celebración junto con los que guiarán los cantos ensayará
los mismos. Todo material que se utilizará durante la celebración Eucarística deberá estar previa
mente preparado, para que no dé la sensación de IMPROVISACIÓN Y DESORDEN.

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FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

¿Qué Es La Monición?:
Es lo que va a dar unidad a toda celebración litúrgica. La idea central de la celebración Eucarística
se irá repitiendo a lo largo de la intervención del animador. El guion no es una coma más que se
dice, sino que a través del mismo se trata de centrar la atención de la asamblea en los momentos
más importantes de la Eucaristía, para que vivan con más fuerza, para a serles participar de un
modo más consientes y activos. Si bien hay momentos especiales para sus intervenciones, puede
igualmente hacerlo en momentos que se crea conveniente y no estén prefijados (situación de
murmullo, o que la atención está declinando, o nota que no hay participación).

Los Distintos momentos De la Monición Dentro De La Liturgia Eucarística:


 De Entrada
 Inicial
 De Lectura
 Guion De Procesión De Ofrendas
 Antes Del Prefacio
 De Comunión
 Después De La Comunión
 De Salida

 GUIÓN DE ENTRADA: Marca el comienzo de la celebración, predispone para el


silencio activo, introduce a los fieles dentro del clima de la celebración, es en definitiva
una fuerte invitación a celebrar y pone de manifiesto la alegría de estar juntos.

 GUIÓN DE LECTURA: Actitud de escucha, puede hacerse un guion para todas las
lecturas o para cada uno en particular.

o Debe ser corto.


o No explicar la lectura salvo que esto sea incomprensible.
o Ser motivador para que los fieles escuchen con atención.
o Crear el clima de escucha silenciosa, que no es pura pasividad, si no silencio
activo y atento.
o Prepara la atención para el Evangelio.
o Motivar para el canto de aleluya que marca la diferencia entre la 1º lectura y el
Evangelio.

Tener en cuenta que hay que acompañar el ritmo de lo que se hace, motivando a la asamblea
para que, con gestos corporales, se inserte dentro de lo que se realiza (con las manos juntas, bien
parados, con los ojos cerrados, mirando hacia el AMBON, ALTAR, entre otros).

Es imprescindible esperar que todos se hayan sentado para leer el guion de la lectura. Igualmente
es necesario invitar a la asamblea a pararse y luego leer el guión del Evangelio.

Oración De Los Fieles U Oración Universal: Jerarquía que se debe seguir para la elaboración
universal.

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FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

 Por la iglesia (Papa, obispos, sacerdote, diáconos, religiosos/as y seminaristas.


 Por las naciones y gobernantes.
 Por los que sufren (necesidades de sanación, física o espiritual y necesidad económica.
 Por las necesidades de la comunidad en el cual se está realizando la actividad litúrgica.
 Otras intensiones según lo que se celebra.
 Deben ser cortas, concisas y una sola idea, usar una sola preposición, por, para, que.

Evitar las peticiones largas, porque cuando terminamos de escucharlas nos olvidamos de lo que
comenzamos a pedir.

La petición debe estar en consonancia con el tema que se está celebrando en la Eucaristía, por
ejemplo, si estamos celebrando a JESUS BUEN PASTOR, la petición no debe estar encarada
por el lado de la penitencia o el ESPIRITU SANTO, porque pierde unidad la celebración y no
se refuerza la idea por la que se reza. Las respuestas deben ser cortas, simples y con cierto ritmo,
de modo que se haga fácil su petición.

Guión De Procesión De Ofrendas: anuncia la preparación de la mesa del altar, pero lo más
importante es la preparación de nuestros corazones. No es simplemente la ofrenda de los
hombres a Dios, ni el ofertorio de sus trabajos, todo está orientado a la ofrenda que hace Cristo,
de sí mismo en la Eucaristía, que permite que tenga sentido nuestra propia ofrenda.

Los Libros Sagrados.

Entre los elementos literarios de la Liturgia se destacan por su importancia y riqueza Los libros
Sagrados, los podemos definir, en sentido estricto, como libros que sirven para las celebraciones
litúrgicas y están expresamente escritos para ese fin, con las debidas y oportunas autorizaciones.
El libro litúrgico es un elemento de la celebración y por tanto se le respeta y venera. No deben
sustituirse por ediciones de bolsillo ni por hojas sueltas, salvo casos excepcionales. Los libros
litúrgicos tras el Vaticano II son los siguientes:

EL MISAL ROMANO (libro de altar): Nos presenta la teología de la misa, la articulación del
rito, la función de cada uno de los ministros y de la asamblea, las normas para una correcta
celebración y las posibilidades de adaptación. Su contenido comienza con Normas universales
sobre el año litúrgico y sobre el calendario (extractadas del Calendarium Romanum), sigue el
texto del Misal, dividido en propio del tiempo, propio de los santos, comunes, misas rituales,
misas y oraciones ad diversa, misas votivas, misas de difuntos.

El rito de la misa está colocado entre el propio del tiempo y el propio de los santos, y a su vez
se distingue en rito para la celebración con el pueblo (misa normativa) y rito para la celebración
sin el pueblo. Abarca el Misal propiamente dicho y el Ordus cantus missae (sobre los cánticos
litúrgicos de las distintas partes de la Misa).

Resumiendo, podemos decir que el Misal es el libro oficial para celebrar la Eucaristía y que
contiene las oraciones y los cantos que dirigimos a Dios (oración colecta, sobre las ofrendas,
prefacios, plegarias eucarísticas y poscomunión) además del llamado “Ordinario de la Misa” o

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FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

sea, lo que es común a todas las misas (saludos, acto penitencial, Gloria, Credo, bendiciones,
entre otros).

EL LECCIONARIO (OLM): Repartido en varios tomos, contiene las lecturas bíblicas de todo
el año litúrgico, en 3 ciclos anuales (A, B, C). Recoge lo más importante de la Biblia. Son lecturas
muy bien escogidas y concuerdan con el espíritu del ciclo anual temporal y santoral, y
particularmente dominical.

LA LITURGIA DE LAS HORAS (LH 1979): Oración de alabanza de la iglesia, que tiene por
objeto extender a las diversas horas canónicas la glorificación de Dios que alcanza su cumbre en
la oración eucarística. El nombre actual viene a sustituir al más antiguo de Oficio Divino y
sustituye al Breviario. Comprende cuatro volúmenes: I. Tiempo de Adviento y de Navidad; II.
Tiempo de Cuaresma y de Pascua; III. Tiempo ordinario (semanas 1-17); IV. Tiempo ordinario
(semanas 18-­34). Tiene su propio Leccionario.

EL PONTIFICAL ROMANO: Son las celebraciones propias del obispo (ordenaciones,


bendición de oleos, confirmación, institución de los ministerios laicales, Coronación de Sagradas
Imágenes, dedicación de Templos y altares, etc.). Consta de los siguientes:
 Ritual de la Confirmación (RC 1976)
 Ritual de ordenación del diácono, del presbítero y del obispo (RO 1977)
 Ritual para instituir acólitos y admitir candidatos al diaconado y al presbiterado, y para la
promesa de observar el celibato (RLA)
 Ritual de la consagración de vírgenes (RCV)
 Ritual de la bendición de un abad o una abadesa (RBNA)
 Ritual de la bendición del óleo de los catecúmenos y enfermos y de la consagración del
crisma (RBO)
 Ritual de la dedicación de iglesias y de altares (DCA1980) y el Ceremonial de los Obispos
(CO)

EL RITUAL DE LOS SACRAMENTOS Y SACRAMENTALES: (bautismo, matrimonio,


reconciliación, entre otros). Consta de los siguientes:
 Ritual del bautismo de niños (RB 1970)
 Ritual de la iniciación cristiana de adultos (RICA 1976)
 Ritual de la penitencia (RP 1975)
 Rito de la sagrada comunión y del culto de la eucaristía fuera de la misa (1974)
 Ritual del matrimonio (RM 1970)
 Ritual de la unción y de la pastoral de enfermos (RUE 1974)
 Ritual de la profesión religiosa (RPR 1979)
 Ritual de exequias (RE 1971)
 Bendicional (B), con 41 ritos de bendición referidos a personas, objetos, objetos
litúrgicos, entre otros.

EL GRADUAL: con la música de los cantos interleccionales.

EL ORACIONAL: Es el libro de la oración de los fieles, que se reza después del Credo y donde
elevamos nuestras peticiones por la Iglesia, por el mundo y nuestras necesidades particulares.

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FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

RITO DE CORONACIÓN DE IMÁGENES DE VIRGEN


EL CALENDARIO LITÚRGICO
EL MARTIROLOGIO

Al inicio de la Iglesia sólo se usaban el Antiguo y el Nuevo Testamento. Al desarrollarse las


ceremonias litúrgicas también se hizo necesario el desarrollo de los libros para una riqueza
litúrgica. Así nació el Canon de la Misa, con los primitivos dípticos para recordar las intenciones
y nombres recomendados de la comunidad cristiana.

Actualmente, para la celebración de la Misa sólo son necesarios algunos de estos: el Misal
Romano, que consta del Misal propiamente.

Manejo del Leccionario.

En lo referente a las lecturas de la Misa (OLM) las lecturas de la Biblia que la Iglesia propone a
lo largo de todo el año litúrgico se hallan recogidas en los diversos tomos de que consta el
LECCIONARIO.

Como criterios generales observados al elegir los textos podemos decir que en los domingos y
fiestas se proponen los textos considerados más importantes, a fin de que se cumpla lo que la
SC (No. 51) dispone referente a que, en un ciclo, en este caso de tres años, se lean a los fieles las
partes más relevantes de la Sagrada Escritura. Esto se debe a que la mayoría de los cristianos
practicantes suelen tener contacto con la palabra de Dios fundamentalmente en la misa
dominical.

El resto de la Escritura que no se lee los domingos o fiestas está asignado a los días feriales,
siguiendo otros criterios ya que la serie ferial se desarrolla en dos años (pares e impares) durante
el tiempo ordinario y en un solo ciclo anual durante los tiempos llamados fuertes, o sea,
Adviento-Navidad, Cuaresma y Pascua.

El Leccionario se halla dividido en varios tomos:


 Tomos I, II, III (Ciclos dominicales y fiestas A, B, C)
 Tomo IV: Lecturas para las ferias del T.O “per annum”.
 Tomo V: Lecturas para el Propio y Común de los Santos y difuntos.
 Tomo VI: Misas Votivas y por diversas necesidades.
 Tomo VII: Lecturas para las ferias de Adviento-Navidad y Cuaresma-Pascua.
 Tomo VIII: Rituales.

Para las Misas con niños puede existir un Leccionario propio, si así lo acuerda la Conferencia
Episcopal. En España, este leccionario está publicado haciendo el Tomo IX. También han
aparecido para las Misas votivas de la Virgen María un Misal con su correspondiente Leccionario.
También existe uno especial que contiene el Evangelio de las fiestas más solemnes denominado
“Evangeliario”, libro que se porta en alto en la procesión de entrada (cuando la hay) y que recibe
una especial veneración y respeto.

Para los domingos del Tiempo Ordinario hay establecido un ciclo de TRES AÑOS, conocido
por las letras A, B y C. Aquí se procura que la primera lectura tenga relación con los Evangelios,

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FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

que son también los sinópticos. En el año A se lee el evangelio de Mateo, el año B se lee a
Marcos y el año C a Lucas. Dividiendo el año en curso por el número tres si da de resto cero
(división exacta) corresponderá a año C. A partir de ahí se deduce que cuando el resto de la
división sea uno será año A y si el resto es dos será año B. La Misa dominical comprende pues
tres lecturas, que son obligatorias:
 La primera, del Antiguo Testamento, excepto en Pascua, que es de los Hechos de los Apóstoles;
 La segunda, del apóstol, o sea, de las cartas y del Apocalipsis, y
 La tercera evangélica.

En los tiempos fuertes de Adviento, Cuaresma y Pascua, las lecturas son siempre las mismas
todos los años, habiendo sido elegidas de acuerdo con las características propias de cada uno de
estos tiempos litúrgicos. En el tiempo pascual el leccionario ferial toma la primera lectura de los
Hechos de los Apóstoles y el evangelio que se lee es el de San Juan.

Los domingos pascuales se lee como primera lectura los Hechos de los Apóstoles y de segunda
la primera carta de san Pedro (ciclo A), la primera carta de san Juan (ciclo B) y el Apocalipsis
(ciclo C). Los evangelios escogidos nos relatan las apariciones de Cristo Resucitado y pasajes
escogidos del Buen Pastor y oración del Señor tras la última cena. Como se observa no hay
lecturas del Antiguo Testamento para subrayar que estamos en un tiempo nuevo.

ANEXOS

Como ordenar un Cáliz para la Misa

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FORMACIÓN LITÚRGICA BÁSICA

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Lo que se debe tener presente en el momento de una Celebración con el Sacerdote, Diácono y
Seminarista:

Sacerdote:

En la Credencia En la Entrada En el Altar


Manutergio, Palangana y jarra Cruz Procesional Cruz del Altar
Cáliz, Purificador, Patena, Palia Canasto de la Colecta Cirios encendidos (2)
y Corporal.
Patena, Campana. Misal Romano con Atril
Corporal con llave. Micrófono con pedestal
Cirios (2) Mantel blanco

Diácono:

En la Credencia En la Entrada En el Altar


Manutergio, Palangana y jarra Cruz Procesional Cruz del Altar
Patena y Purificador Canasto de la Colecta Cirios encendidos (2)
Corporal con llave. Misal Romano con Atril
Cirios (2) Micrófono con pedestal
Mantel blanco

Seminarista:

En la Credencia En la Entrada En el Altar


Manutergio, Palangana y jarra Cruz Procesional Cruz del Altar
Patena y Purificador Canasto de la Colecta Cirios encendidos (2)
Corporal con llave. Micrófono
Cirios (2) Mantel blanco

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