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PAAO123 ao CAIA 10.5 CALIZ DE LA AMARGURA 1987 DOCENCIA IV 2016 EL CALIZ DE LA AMARGURA VENERABLE MAESTRO? QUERIDOS HERMANOS: En cumplimiento a nuestro Programa Anual ¢e Tra~ bajos de las Cémaras de Instruceién ce Apren ices, me corresponce exponer respecto a algunas ideas relacionadas con El Céliz ¢e la amargura. La vida descansa en un principio cual, que cesde remotos tiempos, el hombre ha interpretado aplicanéo su inteligen cia’con propésites prdcticas y fines utiles; asi los persas se sirvieron de éste para concebir una religién que puete considerar, se el aspecto més interesante y oniginal ’e su cultura: Zoroastro, considerado profeta y reformador religiosos siglo VIII A de C. de~ dujo de los contrastes que presenta la naturaleza: vida y muerte virtud y vicio, ciencia e ignorancia, la existencia ¢e dos dioses contrarios: uno de bien (ormaza) y otro cel mal (Ahriman). El mun do constituye el campo de accién con“e se combaten a estos ‘os es, piritus constructores y destructores “e to¢o lo que existe.£1 hom bre contribuiria al triunfo del dios Cel bien o Cel mal, mediante buenas o malas acciones en su existencia terrenal. £1 ser humano conlleva en si estos principios los que son comhatidos con milti- ples y significativos resultados, pucien¢o ¢istinguir lo bueno ¢e lo malo, justo de lo injusto, 1a felicidad eel ¢olor que el desta, no ha puesto frente a frente y asi el hombre actie en 1a viea apli. cando su buen criterio. Queridos hermanos, basados en este principio dual de 1a existencia humana la filosofia masénica simboliza en E1 Ca- liz de la Amargura él dolor que puciera dejar, ocasionalmente, en nuestros espiritus las incomprensiones e injusticias de nuestros semejantes aunque a los Miembros de la Orcen no deben preocupar i be 7 tales circunstancias, porque como expresara-Platén: "que la viea sin controversia era indigna “e un hombre veréa“ero". En la noche ce nuestra Iniciacién afrontacas las pruebas simbolizadas por los tres viajes y sufrido la triple purificacidn de los elementos pudiera consi¢erarse como una confir macién del Testamento, aprende y reconoce las con?iciones en las cuales seré recibido mason! secreto solicaricad y fieclidad a la orden. El Céliz de la Amargura nos cescribe las desilu ciones que encuentra quién descience ¢e las regiones puramente i- deales, del Oriente simbélico, para enfrentarse con las realida- des materiales. AL preguntérsenos si aceptamos beber el Céliz ée la Amargura hemos contestado afirmativamente, convencidos de que era necesario demostrar nuestro inquebrantable ¢eseo ce llegar a formar parte integrante de los hombres honestos que sostienen los Principios de Libertad, Igueleac y Fr terni@ac! no hemos vacila‘o ¥, venciendo la adversién que nos causa aquello que no poremos so meter al exdmen de la visién en tinieblas, hemos lleva¢o a nuestros labios el Caliz de la Amargura y apuraio su contenido, Canco asi o- tro paso hacia 1a meta de esos momentos y pasar a integrar la maso~ nerfa universal. Al comprobar lo esagracable “e aquel liquico que debiamos ingerir, instintivamente hemos tratado de apurarlo ¢e una sola vez, para que la desagra¢able sensacién gustativa pasara pron- to. Aquella resignacién de que hicimos gala al acep- tar someternos a probar la amargura es necesario sea mantenida a través de toda nuestra vida futura, para cuando enfrentemos en el mundo profano muchas veces la incomprensién, egoismo ignorancia y la maldad. A. El C4liz de la Amargura nos enseiia que toco mal es pasajero, y més atin cuando este es recibido en la consecusién de una causa justa; no en vano un aforismo popular dicet "no hay mal que dure cien ajios". El Céliz de la Amargura nos defiende éntonces pa. ra no dejarnos llevar por un sentido emocional como lo es el pla~ cer y el dolor. El Céliz de 1a Amargura nos a‘vierte que la vida del masén no es un sucesién de momentos felices. Nacer, crecer, vivir y morir es el camino que el hombre sigue; estudiar, actuar y ser util a la humani¢ad es el sen dero que-habra de recorrer el masén. Magamosnos el firme propésito de que las adversidades que nos depara la existencia no nos quite en ningtin instante el entusiasmo y optimismo para recomenzar con nuevos brios la misién emprendi¢a. La conviecién de nuestros ideales nos llevaré a templar nuestro espiritu. Formilo votos porque El Caliz de la Amargura sea e1 bdlsamo que ha de unir a todos los masones esparcidos por la faz de la tierra. heed deal RtL? Lautaro N°58 Taleahuano, 12 de Agosto de 1987.~

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