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Inseparables Semana Especial

Día 1:
Sergio Osorio

Yo los he llamado amigos

Un atributo de Abraham digno de admirar es que fue llamado por Dios
como Su amigo (Isaías 41:8):

“Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia
de Abraham mi amigo.”
Uno de los privilegios más grande que nuestro Padre nos puede dar a
nosotros Sus hijos es Su amistad. Una relación de amistad se desarrolla a
través de la confianza, humildad, transparencia, lealtad e intereses en
común. Son muchos los llamados, pero pocos los escogidos, son muchas
las personas que deciden servir y buscar a Dios, pero solo unos pocos
logran tener una relación de amistad con Él.

La biblia nos muestra que existen diferentes niveles de relación que

podemos llegar a tener con nuestro Padre. Podemos congregarnos toda
una vida y nunca conocer a Dios (Mateo 7:21-23) o por el otro lado
podemos desarrollar una relación con nuestro Papá tan sólida que
podamos ser como Moisés que habló con Él cara a cara, como quien habla
con un amigo. (Éxodo 33:11). El mismo Jesús cuando estuvo en la Tierra
tuvo muchos seguidores, pero fueron pocos lo que Jesús llegó a llamar
amigos.

En Juan 15:14-15 Jesús nos mencionó 2 características de aquellos que

son sus amigos.

Oyen y conocen la voz del Padre: Cuando invertimos tiempo en alguien,

con el tiempo aprendemos a diferenciar la voz de esa persona del resto de
otras voces. Tengo muy buenos amigos que pueden llamarme de algún
teléfono desconocido y en menos de 1 minuto puedo reconocer su voz. ¿Por
qué ocurre esto? He invertido suficiente tiempo en ellos como para
reconocer sus voces. Lo mismo ocurre con Dios, para poder escuchar la
voz de Dios tienes que pasar tiempo con Él y cuando pasas tiempo con Él
no solo eres capaz de escuchar su voz, sino que también aprendes a
reconocerla. Si quieres escuchar a Dios debes clamar e invertir tiempo con
él. Una promesa que Dios nos dio es que todo aquel que clame a Él, Él le
responderá (Jeremías 33:3).

Hacen lo que Él les manda: Los amigos de Dios son conocidos en parte por
sus actos de obediencia. Abraham obedeció a Dios al entregar a su hijo,
Moisés obedeció a Dios y se presentó delante de Faraón y sacó el pueblo de
Israel de la esclavitud, tal como Dios lo había ordenado. Es importante
escuchar la voz de Dios, pero igual de importante es obedecerla. Santiago
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1:22-25 nos menciona que es bienaventurado aquel que no solo es oidor
sino también hacedor de la palabra. La biblia esta llena de muchos
mandatos de parte de Dios: Ama, perdona, honra, busca a Dios con todo
tu corazón, ama a tu prójimo y la lista sigue.
Proponerse en el corazón ser amigo de Dios es algo que no a todo el mundo
se le ocurre. Si quieres ser amigo de Dios no solo debes proponértelo sino
también actuar para que eso ocurra.

Reflexión
¿Ser amigo de Dios, es una prioridad en tu vida?
¿Cuánto tiempo estas invirtiendo en tu relación con Dios (tú y Él a solas)?
¿Eres bueno escuchando y obedeciendo al Padre?

Oración
Padre, mi anhelo es convertirme en tu amigo. Ayúdame a escuchar tu voz
y a obedecerte. Ayúdame a invertir mas tiempo en tu presencia para
desarrollar una amistad sólida contigo.
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Día 2:
Kelvin Ramos

Corazón puro y labios amables

Uno de los pilares más importantes de la amistad es la honestidad. Es
imposible entablar una relación de amistad duradera sin honestidad. La
honestidad es una cualidad que refleja el sistema de valores de una
persona. Todo aquel que desea ser amigo de Dios debe ser honesto,
aunque no sea perfecto. De la misma forma en que es importante ser
honestos con nuestros amigos aquí en la Tierra, debemos ser honestos con
Dios si queremos su amistad.

La biblia dice en Proverbios 22:11 (RVC) lo siguiente:

 "El rey ama y brinda su amistad al hombre de corazón puro y
labios amables."
Los fariseos nunca lograron tener una amistad con Dios porque no eran
honestos, en sus corazones no había pureza y por lo tanto en sus labios no
había amabilidad sino más bien hostilidad y juicio. Por fuera parecían
hombres justos, pero por dentro estaban llenos de hipocresía e iniquidad
(Mateo 23: 27-28). Nadie quiere ser amigo de un hipócrita, ni tú, ni yo, ni
Dios. 

En Lucas 6:45 Jesús explica lo que es un hombre bueno y un hombre

malo. Todo comienza en el corazón y basado en lo que tengas en el corazón
es que darás frutos. El hombre malo puede fingir frutos buenos como
intentaron hacer los fariseos, pero como Dios mira el corazón, vio su
hipocresía.
Todo aquel que anhele ser amigo de Dios debe saber que tener un corazón
puro es clave. La sinceridad y amabilidad de nuestras palabras esta ligada
a la pureza del corazón. Muchas personas que recibieron milagros por
parte de Jesús recibieron su milagro por ser honestos. Mateo 8:8 nos
muestra la historia de un hombre que está teniendo una conversación con
Jesús, pidiéndole que sanara a su criado.

Cuando Jesús le dice que irá a su casa, este hombre le dice a Jesús que él
no era digno de tener a Jesús en su casa. Honestidad, ante todo, el
hombre fue donde Jesús a buscar su milagro y fue transparente para
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aceptar que había algo en su vida que no estaba bien. Eso no impidió que
recibiera el milagro.

¿Quieres ser amigo de Dios? Ten un corazón sincero y labios amables. La

amistad de Dios no se puede comprar ni manipular, el Rey la brinda.
 
 ¿Eres amable en tu forma de hablar?
 ¿Practicas la honestidad aun cuando no te conviene?
 
Padre, ser Tu amigo es un privilegio. Dame sabiduría para ser amable en
mi forma de hablar y para actuar con honestidad en todo tiempo.

Día 3
Omar Alfaro

¿Amistad conmigo o con el mundo?

¿Alguna vez has escuchado uno de estos refranes populares?

“dime con quien andas y te diré quién eres”

“El que anda con cojos al año cojea”

Ambos refranes tratan de resaltar la influencia que tienen las personas

con las que andamos o en las que invertimos nuestro tiempo. Desde niños
siempre nos resaltan la importancia de saber escoger nuestras amistades.
El Rey Salomón habló de esto en Proverbios 13:20 cuando dijo lo
siguiente:
“El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será
quebrantado.”

Todo aquel que anhele ser sabio debe andar con gente que de frutos de
sabiduría al igual que todo aquel que anda con necios debe saber que
tarde o temprano el quebranto tocará a su puerta. En el mundo espiritual
ocurre lo mismo, todo aquel que desea ser amigo de Dios, debe vivir
alineado con la naturaleza de Dios. Aunque estamos en este mundo no
somos de este mundo, sino que somos ciudadanos del Reino de los Cielos,
vivimos para agradar a Dios y la única forma de agradar a Dios es viviendo
como dice Su palabra.

Por nuestros frutos no conocerán, de una misma fuente no puede salir

agua dulce y agua salada a la vez, no podemos decir que somos amigos de
Dios y tener amistad con el mundo. Santiago 4:4 dice:
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“!!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad
contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se
constituye enemigo de Dios.”

Un buen ejemplo de esto es la historia de Sansón quien fue un juez

israelita a quien Dios llamó y dio gran fuerza para liberar a Israel de los
filisteos. Desde antes de nacer Dios había dado instrucciones claras de
cuál era el propósito de Sansón y como debía vivir, sin embargo, Sansón
con el tiempo comenzó a alejarse de lo que Dios dijo y a actuar contrario a
lo que Dios dijo, esto es amistad con el mundo. Dios había llamado a
Sansón a destruir a los filisteos y este terminó casándose con una mujer
filistea.

¿Qué es amistad con el mundo entonces? Todo aquello que nos aleja de
Dios, aunque no necesariamente sea pecado. Ser amigo de Dios es mucho
mas que un anhelo, es un compromiso que debe nacer en el corazón y que
tiene que verse en los frutos.

Reflexión
El que anda con Dios, termina siendo su amigo; mas el que prefiere las
cosas del mundo, termina alejado de Dios. Cuida lo que escuchas, cuida lo
que ves, cuida lo que dices y cuida como actúas.

Oración
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis
pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el
camino eterno. Salmos 139:23-24
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Día 4:
Jorge Recinos

Hablemos cara a cara

Todo aquel que quiera ser amigo de Dios tiene que buscar y estudiar en la
biblia la vida de aquellos que fueron considerados amigos de Dios. Uno de
los amigos de Dios en la biblia fue Moisés. La biblia dice que nunca más se
ha levantado en Israel un profeta como él, que haya conocido Jehová cara
a cara (Deuteronomio 34:10).

Éxodo 33:11 (NVI) dice: “Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara, como
quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés regresaba al
campamento; pero Josué, su joven asistente, nunca se apartaba de la
Tienda de reunión.”

Es posible hablar con Dios sin ser su amigo, pero es imposible ser amigo
de Dios y no hablar con Él directamente, sin intermediarios y sin acertijos.
Hoy en día Dios sigue hablando a través de sus profetas, a través de Su
palabra y a través de muchas maneras, pero no hay nada que transforme
mas la vida de una persona que Dios hable directamente con él. Adán no
tenía biblia, pero sí hablaba directamente con Dios y la relación que ambos
tenían era perfecta. El Edén nos recuerda cual fue el diseño de Dios desde
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el principio, fuimos diseñados para tener comunión con Dios y para hablar
directamente con Él. Tener una relación de amistad con Dios donde tengas
comunión y hables con Él directamente no es imposible, al contrario,
fuimos diseñados con ese fin.

De Moisés aprendemos que los amigos de Dios tienen comunión con Él y

su comunicación es sin intermediarios. La oración es esa herramienta que
nos permite desarrollar comunión con el Padre y hablar con Él. Cuando
Dios le dio a Moisés las tablas de la ley (Éxodo 34:27-28), estuvo con
Jehová cuarenta días y cuarenta noches. No pienso que escribir los diez
mandamientos tardase cuarenta días, lo que sí pienso es que el propósito
principal de ese encuentro fue pasar tiempo juntos en comunión, los diez
mandamientos solo fue uno de los resultados de ese encuentro.

Si fuimos diseñados para tener comunicación directa con nuestro Papá,

¿Por qué entonces no logramos desarrollar una relación de amistad con Él
o nos cuesta escuchar Su voz? La respuesta a esta pregunta esta en la
historia del pueblo de Israel, en Éxodo 19 y 20. Dios había hablado que
quería reunirse con el pueblo y hablar directamente con ellos como lo
hacía con Moisés, así lo hizo, pero la respuesta del pueblo fue la siguiente
(Éxodo 20:19):

“Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no

hable Dios con nosotros, para que no muramos.”
Una de las razones principales por las que no logramos desarrollar una
relación de amistad con nuestro Papá es porque pensamos que es más
fácil depender de otro para que Dios nos hable, si queremos ser amigos de
Dios debemos pagar el precio como hizo Moisés y presentarnos delante de
Él para tener comunión cara a cara. Esto requiere un nivel de compromiso
diario que no todos están dispuestos a pagar.

Reflexión
Tener una relación de amistad con Dios requiere un nivel de compromiso
diferente y el precio en oración y comunión con Él es distinto. Hoy es un
buen día para que planifiques mejor y seas más consistente en tu tiempo
de oración.

¿Cómo esta tu vida de oración?

¿Cuán consistente es tu comunión con el Padre?

Oración
Gracias Abba por que fui diseñado para tener comunión y comunicación
directa contigo. Me comprometo a ser mas consistente en mi relación
contigo. Ser tu amigo es un privilegio que valoro con todo mi corazón.
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