EL ARTE DE MANTENER LA CALMA EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN

Para mis ecobios y ecobias,

aunque rían de mí.
“Cuando la enfermedad se ve, el remedio se ve;
cuando está oculta , hay que hacer egbo.”
(La Medicina, Babalú Ayé)
I. EL BAILE DEL HILO PARA COLOCARSE FRENTE A LA AGUJA.

Cuando conocí la Primera Ley de Murphy, creí haber encontrado la clave para
salvar mi integridad, independencia y equilibrio, frente a la ferocidad de la
superproducción informativa de los medios de comunicación: “Nunca una
situación es lo suficientemente mala que no pueda ponerse peor.” Pero con el
tiempo , volví a sentir La Confusión de mi pensamiento y espíritu cuando miraba
hacia el futuro. Era obvio que, aunque había aceptado que todo podría ser peor
mañana, no había alcanzado lo que he buscado durante toda mi vida: La
Tranquilidad.

Entonce comprendí que Murphy, como otros pensadores a lo largo de siglos de

lucha contra La Confusión, no encontró la fórmula idónea para controlar
definitivamente el desorden -según se dice, desatado por el deseo pueril de probar
La Fruta Prohibida que alguien tuvo hace muchísimo tiempo-. Pero porqué no lo
logró. Revisé todo nuevamente y encontré la explicación siguiente.

La primera confusión de Murphy fue una confusión de pertenencia. Propuso una

solución objetiva a un problema subjetivo: cómo orientar La Esperanza cuando se
observa La Realidad. Recuerdo que los Futurólogos comentaron con entusiasmo
que Murphy había creado una referencia gnoseológica concreta y simple -¡algo
dificilísimo!-, que daba consistencia a las previsiones optimistas sobre El Futuro.

Otros comentaristas de la teoría morphyana (toda ley implica una teoría, y toda
teoría supone un sistema de referencia), por el contrario afirmaban que “¡Murphy
es el epítome del pesimismo contemporáneo!”. Y aún hoy, insisten en esa
definición, sin preguntarse siquiera dónde está la inconsistencia de su teoría y sólo
insistir en el error personal. Dada esta diferencia extrema de opiniones que
observé entonces, La Confusión - no sólo en mi pensamiento y espíritu , sino en
el de todos los que participamos en la discusión - volvió a ganar una batalla en lo
que llamo “la guerra invisible para alcanzar La Coherencia y Lucidez Total de La
Percepción Humana”.

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Hoy, apenas a 5 años de alcanzar los festejos para celebrar el II milenio,
confirmo que la debilidad de la teoría murphyana está en no haber tenido en
cuenta los preceptos de EL ARTE DE MANTENER LA CALMA EN MEDIO DE
LA CONFUSIÓN. Por ello, la ecuación de Murphy no cumple el Principio de
Invariancia, o sea, de ser válida en todos los sistemas de referencia conocidos. Y,
por tanto, se inscribe dentro de las teorías restringidas sobre la comprensión de la
especie humana y sus relaciones con la noosfera, o sea la filosofía, como
llamaron los antiguos a esta especialidad de la curiosidad humana.

La Primera Ley de Murphy - popularizada a principios de los años 80 del siglo

XX, quedará entonces como una respuesta más -ingeniosa, pero inconsistente- a
la enfermedad típica de este siglo: El Síndrome de La Confusión, que en
pocos años se ha extendido rápidamente hasta alcanzar proporciones de
epidemia mundial en ese breve intervalo histórico entre la aparición y desaparición
de lo que fue conocido como Campo Socialista.

Como en numerosas ocasiones he sido víctima de ese virus, como casi todos
los que no están incluídos en ese otro “campo del planeta” compuesto por uno de
cada dos seres humanos, quienes durante toda su vida no harán ni recibirán
una llamada telefónica, y como toda morbosidad que ataca a nuestra especie
debe ser observada, investigada, explicada y contrarrestada por todos los medios
a nuestro alcance, me parece útil y bueno ofrecer lo que he podido conocer sobre
la etiología de ese síndrome, azote milenario de nuestra especie.

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II. LA PERSPECTIVA DEL OJO, LA EBRA Y EL HUECO.

Desde temprana edad, noté que la cantidad y diversidad de noticias que ofrecían
los medios de comunicación modernos, modificaban o desmentían
constantemente el conocimiento que yo poseía sobre el mundo y de mí. La carta
de navegación, con la que fui dotado durante mi infancia, adolescencia y
juventud (entre finales de los años 40 y principio de los 70 ), observada desde
la perspectiva actual, me parece, ahora, diseñada con conocimientos de la
cartografía imaginaria de la Edad Media más que con el catastro con satélites del
Postmodernismo.

La generación a la que pertenezco -más que otras anteriores o posteriores con

las que aún comparto mi cuota de vida en el Planeta-, puede definirse no sólo por
los sucesos políticos, económicos, sociales, científico y/o culturales en que
estuvo o está comprometida, sino también por la frecuencia y diversidad con que
ha tenido y tiene que cambiar su estructura de conocimientos sobre la realidad,
dada la aceleración de los procesos cognitivos e informativos propiciado por el
desarrollo de las técnicas de investigación, reproducción, registro y trasmisión de
la información. Para agregar una definición más a las que ya existen, es -mucho
más que las anteriores o posteriores-: La Generación Confusa. ¿Por qué?

La Generación Confusa perdió -casi totalmente- la posibilidad de disfrutar de

aquellos momentos en que hijos, padres y abuelos, o hijas, madres y abuelas, o
todos juntos, compartían el poco tiempo libre que dejaba la lucha por la
sobrevivencia en La Época de la Reproducción Mecánica, cuando existía una
visión común del mundo entre las generaciones gracias a las referencias a una
verdad estable, al menos para el tiempo de vida común entre nacimiento y muerte
de tres generaciones.

Hoy, en La Época de la Reproducción Electrónica, equella “visión común” a

desaparecido casi totalmente en todas las culturas familiares, salvo excepciones.

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Los hijos de padres que pertenecen a La Generación Confusa, están formados
con referencias a una verdad efímera -que nos acosa desde todas partes-, cuyo
único valor permanente es El Cambio. El tiempo libre de la juventud ha sido
incluido con carácter preferencial en los planes de reproducción y ampliación del
mercado, que cada día ofrece más y más información nueva, mucho más del
tiempo de vida que tenemos para consumirla: “Papá, ahora no puedo; tengo que
ver otra cosa”.

La Generación Confusa tampoco puede compartir con los padres,

tranquilamente, su nostalgia por el pasado y su interés por el futuro. Los viejos
-formados con referencias a una verdad estable, que descansa inmóvil en la
memoria-, no entienden: “Tú quieres hacer lo que te da la gana, eso no puede
ser así”.

Paradójicamente, ni jóvenes ni viejos, rechazan La Verdad de los Mass Medias y

suelen quedar atrapados en su sortilegio sin sospechar que son los mensajeros
de dioses que ellos rechazan. El absurdo se hace absoluto cuando descubrimos
que viejo y joven tienen, cada uno, su “canal” preferido, lo cual ha hecho pensar
a algunos que la solución es crear más y más “canales” para que cada una de las
generaciones disfrute de su verdad mass media.

La Generación Confusa -atrapada entre su respeto por los viejos y su

comprensión de los jóvenes-, está condenada a compartir su identidad íntima
sólo con ella misma. El resto, es simulación o, en el mejor de los casos,
teatralidad.

Cuando La Generación Confusa conoció la Primera Ley de Murphy para

comprender y explicar el mundo actual, se refugió en ella para escapar al
neobombardeo místico de las redes informativas. Los Comentaristas Hispanos
dijeron entonces que la afirmación de Murphy (“fruto de una cultura neosajona
decadente”, según ellos) era el sucedáneo tardío de un antiguo refrán español
nacido cuando el imperio donde no se ponía el Sol comenzó a perder su
hegemonía en los mares del poniente-: “Cualquier tiempo pasado fue mejor”.
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Otros exegetas, formados en una tradición mestiza, respondieron que había una
diferencia sutil, pero significativa, en la perspectiva con que cada una de estas
leyes proponía enfrentar El Destino. Los Exegetas Mestizos, como fueron
llamados estos contestatarios, atribuían raíces genéticas-culturales distintas a
cada enunciado: uno, decían, era hijo de La Precaución; el otro, de La Nostalgia.

Los Exegetas Mestizos veían en el pensamiento murphyano, la tendencia

sajona a construir juicios apodícticos sobre la base del sentimiento de precaución
(es decir, como es tradición en esa cultura, respetando una virtud esencial que
caracteriza al futuro: lo que no ha sucedido aún).

El refrán ibérico, por el contrario, lo incluían dentro de la tradición latina e

islámica, donde impera el sentimiento de nostalgia en la expresión de los juicios
(es decir, respetando, ante todo, otra virtud esencial del futuro: ser hijo del
presente y nieto del pasado). “En este matiz, casi imperceptible, está la diferencia
entre ambas propuestas”, plantearon los Exegetas Mestizos. Fue entonces cuando
comencé a interesarme por los matices.

Encontré que El Matiz, como forma del juicio que busca evitar definiciones
extremas -en blanco y negro-, no escapa, en última instancia, al código que rige
la producción de la verdad y la mentira. El Matiz, es la idea nueva en forma fetal.
Pero en la dinámica actual del proceso de intercambio de información no hay
tiempo ni espacio para esa forma de buscar ideas más exactas. Todo intento de
ofrecer un matiz sobre lo que está establecido como correcto, se convierte
rápidamente en lo que evita ser: afirmación o negación esquemática. Por ello, La
Generación Confusa no logra entender, ahora, la verdad estable de que
disfrutaron sus padres en el pasado ni la verdad efímera que usan sus hijos en el
presente. No logra distinguir los matices.

Un Iniciado me explicó que la incapacidad para evitar la esquematización de los

juicios expresados a través del Segundo Sistema de Señales -ya sea gráfica o
sonoramente-, se produce por las limitaciones propias del SSS para traducir
exactamente la forma del pensamiento.
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Nuestro pensamiento se alimentado por medio un sistemas fisiologico que usa
formas de recibir, codificar y guardar la información recibida de la realidad que nos
rodea, o sea, la realidad que se propone a nuestros sentidos humanos como algo
continuo e interconectado. Pero el SSS solo puede re-trasmitir esa informción
sólo como algo discreto, o sea, por medio de palabras ordenadas sintacticamente
entre si, lo cual es un hecho, más allá de toda discusión sobre el carácter
continuo o discreto de la materia.

En la postmodernidad electrónica que nos rodea, la rapidez y eficiencia con que

se trasmite la información hacen que las ideas se divulguen y usen muy
velozmente. El tiempo de evolución entre el matiz-feto y la idea-adulta, ha
desaparecido (este fenómeno ha transformado, sobre todo, la forma del discurso
político de la contemporaneidad). El Matiz nace siendo persona mayor y no
puede evitar ser esquema (es decir, denotación y connotación) que puede ser
aplicado a aspectos muy diversos de la realidad, no importa cuanta distancia y/o
tiempo pueda existir entre ellos.

La prueba de lo anterior está -continuó El Iniciado- en la posibilidad de clasificar

cualquier matiz dentro de otros esquemas ya conocidos, inmediatamente después
de que es expresado como algo distinto y/o nuevo de lo que se piensa sobre
alguna cuestión.

Por ejemplo, los matices sicológicos que aplicamos para definir un carácter
(escépticos u optimistas); o los matices para diferenciar las cualidades en cada
uno de los géneros de la pareja humana (añoranza femenina y cálculo
masculino); o los matices que se elaboran a partir de los fundamentos de una
filosofía (el Yin y el Yan, la dialéctica parmediana, o procedimientos más
modernos como el corte epistemológico y el análisis factorial).

Por lo tanto, el Matiz o La Idea no son confiables como elementos diferenciadores

absolutos de un objeto o relación de la realidad. Lo son solamente, dentro del
contexto específico del SSS y de la situación particular en que se usan para
comunicar el punto de vista de los que participan en un dialogo o controversia.
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Esto no es poca cosa, si se piensa en la época en que nuestra especie no
disponía de la tecnología de la retórica y su SSS era áun muy primitivo, como
nos revelan las imagenes prehistoricas en las Cuevas de Altamira.

Un ejemplo, la imagen-señal Torre de Babel, connota y denota sólo una de las

máscaras de la identidad de la comunicación humana, caracterizada en este
caso por la diversidad de lenguas que existen. Las unidades discretas del
lenguaje, palabras, fonemas, letras, sirven para aludir a la identidad de algo, pero
no lo connotan ni denotan totalmente. Ello, es privilegio, sólo, de la realidad.

El ejemplo anterior me hizo comprender que los Exegetas Mestizos fueron

víctimas del espejismo que produce la tecnología del instrumento que utilizaron
para expresar su opinión. Fueron víctimas de una confusión de grado. Este tipo
de confusión es próxima, pero no semejante a la confusión de relación en la que
incurrieron los Comentaristas Hispanos por causas diferentes.

Los Comentaristas Hispanos confundieron el continente con el contenido. Más

que la pérdida de mares y hegemonía, fue la de tierras y alcábalas la que dio
origen a esa verdad del refranero español. Verdad que se continúa en otra, casi
tan conocida como la anterior y que aún circula en la Península Ibérica con
aliento de nostalgia: No importa lo que se pierda, más se perdió en Cuba.

Estos son los razonamientos por los cuales confiero, no solo a la teoría
murphyana sino también a las ideas y matices que se derivaron de ella, un
carácter restringido.

La Primera Ley de Murphy parecía ser un antídoto contra La Confusión, capaz

de funcionar como vacuna contra el miedo al porvenir en todos los sistemas.
Tenía la apariencia de una propuesta muy económica porque exigía sólo una
condición: percibir el futuro como “ un posible mal mayor”, lo cual, desde el punto
de vista económico es extremadamente caro para 2/3 de los que viven en el
Planeta.

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Voltaire estaría en todo derecho de exigir a Murphy parte de los derechos de
autor ganados con la publicación de sus libros por Murphy, aunque la tranquilidad
de Cándido no sirve tampoco para curar La Confusión de la Postmodernidad.

Creo innecesario agregar más argumentos para probar que la intención de la

propuesta murphyana, más allá de toda tradición étnica-cultural, es materialista,
pero que su valor de uso en el Mercado de las Ideas, paradójicamente, es idealista
y alimenta el misticismo natural que late en todo ser humano.

Ahora, miro a la realidad y veo a la generación joven vivir sumida en su disfrute

lúdico de la verdad efímera, que le oferta un Mercado de las Ideas bien
controlado, colmado de nuevos productos y de promesas de otros aún más
novedosos. Se perciben a sí mismos como protagonistas principales del cambio.
Por otro lado, observo a la vieja generación esperar tranquilamente el milagro
que confirmará su Verdad Inmóvil, sin percatarse de que la primera condición
de La Verdad es El Movimiento.

Solo, me tranquiliza descubrir -siguiendo los razonamientos que propone EL

ARTE DE MANTENER LA CALMA EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN, a
diferencia de los Exegetas Mestizos, de los Comentaristas Hispanos, y a
contrapelo del propio Murphy-, que la causa primera que movió a Murphy a
expresar su primera ley, fue la necesidad de encontrar un razonamiento que le
permitiera ejercer su oficio sin que La Confusión se apoderara de su pensamiento
y espíritu, lo cual podía causarle la muerte. Era piloto de pruebas y debía subirse
a los aviones de nuevo tipo cuando nadie estaba seguro aún, totalmente, que no
explotaría en el aire o caerían inexorablemente, por su incapacidad para volar.

Este objetivo terrenal, es la pieza esencial del razonamiento morphyano, que le

servía como brújula para navegar por la vida. El valor práctico de esta idea, es
lo que no logra entender, totalmente, La Generación Confusa. Cuando lo
haga, podrá volar en el nuevo aparato en que trabajan los Diseñadores del
Futuro.

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III. COMO PASAR LA EBRA POR EL HUECO SIN QUE SE ATASQUE.

En el libro Consejos para no perder La Calma, La Zaro anotó un aforismo

conocido bajo el título La Voluntad de Entender:

“No hablar a quien no desea oír porque nunca entenderá -no importa de donde
venga La Voz- lo que deseamos entregar y recibir”.

Esta máxima -estudiada por pensadores de todas las latitudes-, es el primer

fundamento de EL ARTE DE MANTENER LA CALMA EN MEDIO DE LA
CONFUSIÓN. Si no existe La Voluntad de Entender en los participantes de un
diálogo para encontrar solución a los conflictos, prevalecerá -aunque se usen
palabras nuevas- el sentimiento de hostilidad latente en los mensajes anteriores
intercambiados por las partes en conflicto. Es decir, el valor emocional de las
palabras viejas.

La Confusión Rutinaria que comúnmente nos provoca la información -la que

brindan los medios modernos de comunicación- sobre el diálogo entre partes
beligerantes para poner fin a un conflicto armado o diplomático, tiene relación
con el tema tratado por La Zaro en el aforismo La Voluntad de Entender. Los
políticos se refieren constantemente a ella en el desempeño de su difícil oficio,
aunque la llaman por otro nombre: Voluntad Política.

También podemos percibir La Confusión rutinaria en la información cultural,

artística y religiosa, cuando se apela a la capacidad de sorpresa que posee La
Confusión para hacer más atractivas las obras, es decir más comerciales. Es
menos frecuente encontrarlas en las informaciones sobre ciencia y tecnología,
aunque en los últimos años se percibe su presencia - fundamentalmente en los
países altamente desarrollados - dado el uso que está haciendo el mercado de
este tipo de información para fines publicitarios.

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Parece ser que las únicas informaciones que no provocan este tipo de
aburrimiento confuso, son la música y el deporte, aunque pueden ser usados
para estimular otro tipo de confusión, La Confusión Divertida.

La Zaro pensaba que La Posición Silencio es la más apropiada para neutralizar

La Confusión rutinaria y algunas variantes de la divertida. Esta posición puede
ayudar a lograr una comunicación verdadera en situaciones donde la imagen, el
sonido y la palabra se ponen al servicio de la incomunicación.

El Silencio sirve para no perder la esperanza de hacer contacto, algún día, con
los que pierden la noción del límite de su tiempo y aspiran a que se les vea,
escuche y entienda, indefinidamente y, en el peor de los casos, sin cambiar el
Referente sobre la Realidad Mutante (lo cual agrega, a la inequidad en la
comunicación, la del aburrimiento en los mensajes).

La Posición Silencio fue el hallazgo más importante de EL ARTE DE

MANTENER LA CALMA EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN, desde donde pasó
como herencia al Budismo -y no viceversa, como afirman algunos fanáticos,
poco informados, de esa religiosofía oriental-.

El Referente sobre la Realidad Mutante, está presente -aunque no sea tangible,

visible, ni audible- en todo diálogo. Cuando un interlocutor ignora ese referente
en el otro, el mensaje que trasmite alude a opiniones, anhelos y aspiraciones que
no se ajustan al tiempo y espacio -reales e imaginarios- en que vive el
destinatario. Esto es típico de las discusiones entre miembros de una misma
familia, en comunidades aisladas, grupos marginales, y en todo orden humano
donde el poder establecido (sea representativo o monárquico, consensual o
dictatorial, pluripartidista o monopartidista, por control de la información o las
armas, o por cualquier otra variante del proceso de desarrollo de los métodos
represivos necesarios para que exista orden, incluido el machismo y el
feminismo) ignora este referente.

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La Confusión está de fiesta cuando El Referente sobre la Realidad Mutante
olvida la relación que existe entre actitud sincera y forma de la verdad, entre
forma de la verdad y sistema de organización del trabajo, y entre este y la
productividad (único camino para alcanzar una sinceridad real evitando las
confusiones dolorosas e improductivas que suele generar la sinceridad
imaginaria).

La distorsión de El Referente sobre la Realidad Mutante, característica de los

discursos construidos sobre la sinceridad imaginaria, aparece no sólo en los
diferentes niveles del poder político, económico, científico, artístico y religioso,
sino en cualquiera ser humano integrado a un sistema social de referencia.

Paradójicamente, han sido los medios de comunicación modernos los que han
venido a dar objetividad a la intuición de nuestros antepasados de que existe un
Tiempo y Espacio Imaginarios (que cada cual construye no sólo a su imagen y
semejanza, sino a la del espacio y el tiempo que vive, poblándolo con los seres
con quien mejor pude compartir lo inefable que hay en su alma).

Ese Mundo Imaginario, antípoda de la realidad, se nos propone hoy por todas
partes y en todo momento, no solo con palabras sino también con imágenes y
música.

La Confusión que produce encontrar frecuentemente ese Tiempo y Espacio

Imaginarios (¡y real, simultáneamente!), no nace solamente de que sean algo
nuevo para nuestra conciencia (acostumbrada a convivir con el Mundo
Imaginario desde que iniciamos el desarrollo de las funciones corticales nuestro
cerebro), sino también por la velocidad y la forma en que los medios de
comunicación nos invitan a re-producir ese Mundo Imaginario.

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Este proceso incontrolado de reproducción, es, sobre todo, lo que nos confunde
cuando intentamos identificar la causa de algunas confusiones. El hecho de que
El Síndrome de La Confusión aparezca con más frecuencia entre los que
habitan las zonas urbanizadas del planeta que entre los que residen en áreas
rurales, hace clara la diferencia que existe entre las dos hipótesis siguientes:

(a) El medio es el mensaje;

(b) El medio no es el mensaje.

Si observamos la realidad sin usar los “medios”, percibimos sin confusión

alguna que el medio es uno de los instrumentos de que se vale La Confusión
para producir su mensaje.

El papel preponderante que tiene en las ciudades el uso de la tecnología artificial

para re-producir el Mundo Imaginario, mientras que en las zonas rurales - en
muchos casos sin prescindir de ella -, se re-produce, esencialmente, a partir de la
tecnología natural para generar lo imaginario, explica el hecho de porqué es más
frecuente encontrar La Confusión entre los que habitan las primeras que entre los
que residen en las segundas.

Los que emigran del campo a la ciudad, suelen ser las víctimas más indefensas a
las que ataca el Síndrome de la Confusión; los que emprenden el camino
inverso (ese es el sentido que tienen las vacaciones para muchos, aunque se les
llama “descanso”), suelen hacerlo para curarse de él. Él es, tal vez, una de las
causas que dio origen al pensamiento político ecologista -no casualmente
aparecido en la zona del Planeta donde la industrialización y el urbanismo
desmesurados comenzaron a ser algo hostil para sus propios creadores.

Esta tendencia del pensamiento político -que ha hecho del color verde su
“referente imaginario” más conocido-, ha venido a aumentar la complejidad de
percibir con claridad -o, al menos con la menor confusión posible- el Mundo
Imaginario de La Política en este siglo.
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El Mundo de la Política Real (no confundir con el anterior), participa también de
La Confusión que produce el Tiempo y Espacio Imaginarios. Política Real y
Política Imaginaria son extremos que alimentan las discusiones donde aparecen
contrapuestos Realismo y Utopía.

Los políticos que alcanzan el poder llegan a saber un poco sobre la tecnología
mediante la cual La Utopía alimenta La Realidad y viceversa. Los que ejercen el
poder por mucho tiempo, dominan, casi totalmente, ese secreto. Y lo usan, sobre
todo, para mantenerse en él. Y suelen ser muy discretos o reticentes en relación a
cualquier preguntas diracta sobre este tema (el tema poder -no importa a cual
campo de la actividad humana implique- está y es totalmente ajeno a nuestro
ARTE; sobre él existe una bibliografía abundante a la que pueden remitirse los
interesados).

La Ubicación en El Tiempo y El Espacio Absolutos, es el Primer Movimiento que

requiere EL ARTE DE MANTENER LA CALMA EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN.
La Zaro, en su texto, explica - brevemente- la forma en que hizo este hallazgo
durante la Primera Mutación, cuando se transformó en Lo Humano:

“Primero fue El Estómago Vacío, La Oscuridad, El Miedo. Fui La Herramienta

creada por La Naturaleza para modificarse a sí misma. Entonces, Mi Ojo
descubre El Espacio, Mi Oreja calcula La Distancia, Mi Mano encuentra La
Herramienta, se revela El Tiempo y descubro La Confusión que me rodea.
Me refugio en El Silencio y recupero La Calma en medio de Un Espacio y Un
Tiempo que no comprendo hasta que nace La Palabra. Comienza la
Segunda Mutación.”

Durante la segunda mitad del siglo XX, “la aldea planetaria” (como rebautizó Mac
Luham al Planeta Tierra -sin saber que difundía la idea martiana, expresada casi
un siglo antes en Nuestra América, que traza el perfil del “aldeano vanidoso”-,
vive La Tercera Mutación del Largo Camino del Caracol.

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La Tercera Mutación ... , es idea anunciada ya en el texto Consejos para no
perder La Calma por La Zaro, quien ocupó durante un período largo de tiempo
el cargo de Arquero de la Flecha del Tiempo -tarea que desempeña hoy Ste Phen
Wung Haw King-.

La Zaro advirtió, cuando se refirió al “advenimiento sucesivo de las antípodas”,

que la aparición de nuevas formas de percepción y comunicación convierten en su
contrario todo lo existente. Y escribió:

“Después será El Estómago LLeno, La Luz, La Seguridad. Seré La

Naturaleza creada por La Herramienta para modificarse a sí misma.
Entonces, Mi Ojo pierde El Espacio, Mi Oreja confunde La Distancia, Mi Mano
olvida La Herramienta, desaparece El Tiempo e ignoro La Confusión que me
rodea. Me refugio en El Silencio y pierdo La Calma en medio de Un Espacio
y Un Tiempo que no comprendo hasta que muere La Palabra. Comienza la
Tercera Mutación antes del Regreso.”

La aparición del Problema Ruido, planteó un desafío a los estudiosos de EL

ARTE DE MANTENER LA CALMA EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN. El tema fue
incluído en el segundo orden de asuntos de que se ocupa este arte: Equilibrio y
Proporción. Je Sus, decapitado por orden del Emperador -no se sabe aún
porqué exactamente -, pidió que se colocara en su tumba el siguiente epitafio: “ El
ruido externo es el alimento por excelencia de La Confusión, el cementerio donde
descansa toda la incomunicación humana, el enemigo más poderoso de la calma.”

Je Sus insistió, hasta el último momento de su vida, en la diferencia entre ruido

externo y ruido interno. Por medio de un sencillo silogismo, demostraba que,
contrariamente al ruido externo, el interno tenía una función positiva para alcanzar
la calma. Identificaba el ruido interno con lo que comúnmente es llamado
convicción y aseguraba que la salud de esta es una necesidad imprescindible de
la conciencia para alcanzar estados ideológicos consistentes que luchen contra
La Confusión.

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Je Sus Planteó que la mejor forma de robustecer La Convicción, era oponer la
propia a la de otros, polemizar. Consideraba que este era un ejercicio que
robustecía los músculos del pensamiento. Propuso esta fórmula como antítesis de
la máxima fundadora de La Zaro (La Voluntad de Entender). La Zaro respondio
a la antitesis de Je Sus utilizando La Posición Silencio.

Se conoce, afortunadamente -gracias a los comentarios personales que hizo a

otros participantes del ARTE-, lo que La Zaro estimaba sobre la teoría
Jesusiana:

“... son razonamientos que ignoran la estructura real dentro de la cual es

necesario comprender, ejercer y expresar EL ARTE DE MANTENER LA
CALMA EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN: A vs B = gana A o gana B. Esta
fórmula ya probó su ineficacia en la solución de los problemas planteados al
conjunto; victoria y solución - y La Zaro termino diciendo-, son objetivos
diferentes: la primera, es lo que buscan los que no perciben el escenario total de
la guerra; los que logran verlo, saben que la segunda es el único camino para
concluirla: el diálogo sin definir vencedores, ni vencidos.”

Lo que es contradictorio en la mente puede existir armónicamente en la

vida y viceversa. Es el pensamiento quien se ocupa de armonizar lo que es
contrapuesto, o de contraponer lo que es armónico. Estas son las operaciones
esenciales del comercio entre Mundo Real y Mundo Imaginario (elementos
básicos que forman El referente sobre La Realidad Mutante).

La producción política, científica y artística, confrontan, frecuentemente, una

paradoja que surge de la presencia simultánea de estos dos mundos -ambos
objetivos y subjetivos-. Esta paradoja da origen a muchísimas confusiones. El
intercambio entre imaginación y realidad, es un rasgo característico del
comportamiento humano en todos los tiempos y espacios. Con él comenzó,
precisamente, la acumulación (que tomó forma de memoria colectiva) de
imágenes y sonidos, de formas e ideas.

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Este proceso fue dando lugar a lo que, hoy, llamamos Identidad Cultural, para
diferenciar el tótem imaginario de las diversas culturas, la máscara con que cada
uno de nosotros circula, gestiona y alcanza su sobreviviencia particular dnetro del
mercado cultural actual.

Las nuevas tecnologías de comunicación audiovisual han sido aprovechadas en El

Mercado -concepto tratado en este ARTE cuando estudia las confusiones que
provoca la distribución-, para potenciar las dimensiones cuantitativas y cualitativas
de este y garantizar el proceso de reproducción y ampliación del capital a través
de la estimulación del consumo.

La nueva forma de consumo, ha transformado la esencia natural de la actividad

mercantil hasta convertirla en un hecho totalmente artificial. El mercado -tal y
como se interpreta en nuestro ARTE -, es una consecuencia que nace de la
necesidad de intercambio entre los seres humanos (necesidad no sólo de
sobrevivir sino de satisfacer la curiosidad instintiva que mueve la reproducción
de la especie: la sexualidad). La primera mercancía fue la carne. Apreciado en su
forma original, el mercado y la actividad mercantil no son más que:

“... UN ESPACIO EXTERIOR A LA CONCIENCIA -SEPARADO DE ELLA

FÍSICAMENTE-, DONDE NUESTRAS MOTIVACIONES Y DESEOS
ESTABLECEN RELACIONES CON LOS DE OTRAS PERSONAS POR MEDIO
DE UN LENGUAJE DE PRECIOS -QUE NOS PROTEGE DE LOS INSTINTOS
INCONTROLADOS DE LOS DEMÁS Y ELLOS SE PROTEGEN DEL NUESTRO-
....”
Aunque esta ARTE no hace aclaración alguna sobre las relaciones entre la
Gramática de los Precios y la Semiótica de los Salarios -ya que esas relaciones
son obvias y nunca se prestan a confusión-, de la definición anterior se deduce la
manera en que podemos evitar que la punta del hilo se atasque en las paredes
interiores del hueco de la aguja. Quien domine esta pequeña formalidad teórica
de EL ARTE DE MANTENER LA CALMA EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN,
podrá usar las novísimas autopistas de la información, evitar el sida y contribuir al
desarrollo de la especie sin riesgos de aumentar su propia confusión.
17
IV. VENTAJAS PRÁCTICAS DE COCER Y CANTAR SIMULTÁNEAMENTE.

Cuando agotamos las reservas de nuestra paciencia y sabiduría para encontrar

solución a una situación confusa, Le Zama recomendó nunca perder La Calma.
Para esto, podemos acudir a la fe, que nos ayuda a aceptar lo que no es posible
cambiar y cambiar lo que es posible.

En su breve 1000 consejos útiles para no perder el tiempo esperando por el

azar concurrente, Le Zama nos avisa que se deben analizar cuidadosamente
las recompensas que nos promete alcanzar nuestra fé individual -cualquiera que
esta sea-, y remitirnos -siempre dentro de ella- al Referente sobre La Realidad
Mutante y a cómo se está comportando dentro de él la Gramática de los Precios
y la Semiótica de los Salarios.

La Fé, sometida a un largo proceso de investigación durante siglos, por

numerosos pensadores que han colaborado y colaboran con las diferentes
industrias de la creencia (más desarrollada en el norte que en el sur del Planeta,
pero generalmente en crisis en ambos espacios), se ha definido como una
energía o actividad del espíritu que está más allá de la comprensión humana.

La Fe aporta un optimismo útil, pero es un optimismo indiferente -como nos

advierte Le Zama-, un optimismo que no distingue entre las aspiraciones de los
que gobierna y las de los gobernados. Si no olvidamos esto, ella puede ser un
instrumento eficaz para alcanzar tranquilidad en medio de La Confusión. La
idoneidad en su uso, no exige aptitudes especiales a pobres o ricos, ignorantes o
cultos, pecadores o santos, puros o impuros. Es accesible a todos. Sin ella, por
otra parte, sería imposible El Perdón.

“ Perdonar es alcanzar la libertad sin utilizar el camino de la justicia”, dijo

alguien hace siglos.

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Existen pocas situaciones de conflicto donde los humanos estemos de acuerdo
sobre lo que es bueno o malo, verdadero o falso. La experiencia ha demostrado
que estas cualidades no suelen manifestarse en forma pura, como nos invita a
creer La Forma de la Palabra -dada la naturaleza de sustancia discreta que
tienen los significados comprendidos en el SSS-.

Los elementos discretos -las palabras-, pueden combinarse de maneras diversas

cuando las utilizamos para describir una situación conflictiva o no: Entre todos los
elementos discretos que el SSS es capaz de cifrar, los más complejos no son
aquellos que aluden a los componentes de la realidad tangible (casa, plátano,
niño ... etc), sino a los significados que tratan de definir las relaciones intangibles
de la realidad que encierra el Mundo Real y que se tejen con el Mundo
Imaginario:

bueno(a) - verdadero(a)
bueno(a) falso(a)
malo(a) verdadero(a)
malo(a) falso(a)
bueno(a) - malo(a)
verdadero(a) - falso(a)
bueno(a) - malo(a) - verdadero(a)
bueno(a) - malo(a) - falso(a)
bueno(a) - malo(a) - verdadero)a) - falso(a)

En las numerosas situaciones que se presentan a lo largo de una vida, estas

palabras parecen ser el instrumento esencial que permite expresar lo que se
llama opiniones sobre lo visible y lo invisible. Se puede decir que no existe en el
Mundo Real situación contradictoria o antagónica en la cual cada uno de los
miembros que participan en y/o de ella, alcancen acuerdo de usar la misma de
aquellas cuatro palabras, o una combinación similar de ellas para definirla en su
totalidad, o en cada una de sus partes. Y cuando esto ocurre -si es que fuese
posible que ocurriera-, suele discreparse en cuanto al orden en que deben ser
consideradas las palabras, “corrección de estilo” se dice en los congresos.
19
No sólo el orden de las causas y los efectos, sino el de las palabras que se
utilizan para describirlos, es, también, un asunto que atañe a la cualidad de los
juicios falsos o verdaderos, sobre todo cuando lo que es discutido tiene la
cualidad de lo invisible, pero atañe a lo visible.

A lo largo de toda su vida, La Zaro se interrogó sobre este problema esencial de

EL ARTE DE MANTENER LA CALMA EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN. La
causa primera que encontró, es que existe una diferencia de perspectiva -única
para cada individualidad humana- desde la cual puede ser observada una
situación visible o invisible.

Esta característica de la materia animada e inteligente, es apodíctica. Por una

razón sencilla, aceptada como un hecho desde La Primera Mutación en el
universo de la percepción natural de los humanos, que es el espacio pertinente de
esta ARTE donde se excluye el Principio de Incertidumbre de Heisemberg:

Si existo, soy Uno, sin considerar otros factores, geográficos, históricos, políticos,
económicos, sociales, culturales, ni tener en cuenta el matiz de que existen más
de 3,000 lenguas, dialectos y/o sistemas de comunicación directa entre los
humanos.

También se puede decir, Si existimos, somos Unos.

Estos Unos, o perspectivas diferentes, mutan, además, bajo el efecto del proceso
vida-muerte (el cual produce una de las grandes divisiones en que suele
clasificarse a los seres humanos para entender su comportamiento, La
Generación, a la que se suman otras clasificaciones como Hombre, Mujer, País,
Color, Profesión, Religión, Partido, Clase, etc, hasta llegar a lo irreductible
humano: La Individualidad, donde, hasta ahora, se han agotado todos los
intentos de clasificación científica de tipo político y económico y el problema pasa
a los aspectos biológicos y sicológicos de los cuales se encargan actualmente
genetistas y neurosicólogos.

20
Hace 2000 años, la perspectiva individual era un asunto de pocos (emperadores,
faraones, reyes, profetas, mesías, etc, etc). En La Tierra vivían apenas 50
millones de seres humanos, aproximadamente. Pero aquellos humanos tenían la
desventaja de vivir aislados, en pequeños grupos dispersos por el planeta, y no
contaban con los medios de comunicación actualesl.

Paradójicamente, la re-producción de La Confusión se mantuvo en niveles

aceptables para la salud de la especie en aquellos tiempos, aunque algunas
individualidades llegaron hasta el punto de morir por tratar de disminuirla.

Confusión y Población mantuvieron relaciones de crecimiento proporcional

armónico hasta aproximadamente el siglo XVIII. Pero en 1800, una minoría de los
1000 millones de humanos que existían entonces, comenzó a producir dosis de
confusión más allá de la normas históricas conocidas hasta ese momento.
Centenares de periódicos, miles de libros, millones de octavillas (no sólo con
palabras sino también con imágenes) se incorporaron al sistema informativo del
metabolismo de la especie humana.

Ciento treinta años después de aquel tímido comienzo, no sólo se duplicó la

población de la especie humana- y casualmente comenzó la disminución de
otras-, sino que se diversificaron y multiplicaron las arterias, venas y vasos
capilares de lo que hoy conocemos como Mass Medias: Fotografía, teléfono,
cine, radio, televisión, heliografía, hasta llegar a la creación de medios para
percibir la llamada realidad virtual.

El concepto de Realidad Virtual fue evocado por La Zaro en su comentario a la

Tercera Mutación cuando escribió: El regreso comenzará cuando esté terminado
el Puente entre Mundo Real y Mundo Imaginario, y comenta que será un Espacio
-Tiempo donde no será necesario usar tren, ni automóvil, ni avión, ni naves
interplanetarias para para moverse dentro de él.

21
En 1992, cuando comenzó la Ofensiva de los Multimedias, Internet contaba
entonces con apenas algunos miles de usuarios entre los 5400 millones de
terrícolas. Hoy, agosto de 1995, ese proyecto de interconexión de todos los
Espacios y Tiempos, Reales e Imaginarios que habitan el Planeta (La Zaro
incluye Internet entre los pequeños esfuerzos necesarios para la construcción del
Puente), cuenta con más de 40 millones de abonados. La competencia con la
Tecnología de la Naturaleza y sus ritmos de reproducción parece tarea fácil
porque la cifra de seres humanos que pueblan La Tierra se incrementa solo en
90 millones más cada año. Este crecimiento, según predicen los demógrafos,
seguirá siendo así, al menos hasta el año 2015.

El hecho de que el mercado potencial de Internet aumente en forma proporcional

más lentamente que la oferta, hace pensar que no se necesitará mucho esfuerzo
para que la novedosa mercancía que se distribuye a través de las Superpistas de
la información llegue en breve tiempo a saturar el mercado y estar al alcance de
todos, entre los que están aquellos que aún no pueden recibir ni hacer llamadas
telefónicas.

Es muy difícil imaginar las dificultades que hay que vencer para coordinar en un
solo Referente sobre la Realidad Mutante las diferentes perspectivas de cada
Uno cuando se reunen 5000 delegados de más de 160 naciones, 2000 miembros
de diversas organizaciones no gubernamentales, varios miles de periodistas, en
total 15,000 personas -aproximadamente- para encontrar solución a problemas
tales como 1000 millones de humanos que viven en la pobreza, 2000 que
carecen de agua potable, lo que necesitarán para vivir los 6000 millones de
habitantes que habrá en el año 2000 (que pueden duplicarse en 50 años).

El control de la cifra global de los que vivimos en este hogar del cosmos es quizá
el mejor recurso que tenemos para luchar contra La Confusión.

Si lo anterior es cierto, hay síntomas alentadores, al menos para algunos.

22
Por ejemplo, la taza de crecimiento mundial en 1990 fue de 1.57%, la menor
registrada desde la II Guerra Mundial, lo cual supone una esperanza. Pero esa
esperanza contiene, simultáneamente, un conflicto: en Europa, América del Norte
y parte de Asia Oriental, la tasa es inferior al nivel de fecundidad de reemplazo, lo
cual puede hacernos pensar que la población que habita en esos lugares sufre un
proceso de extinción. Sin embargo, en África subsahariana y en algunos países
insulares del Pacífico el promedio es de 6 hijos por mujer (Ruanda tiene la taza
más elevada: 8.5, aunque durante los últimos dos años la situación se modificó
bajo otro impacto: 500,000 muertos por la guerra y 2 millones de exilados en los
países limítrofes).

Las Reglas de Convivencia entre los diversos grupos que habitan el Planeta se
han ido perfeccionando gracias al desarrollo de los métodos de investigación
estadística. Estos métodos permiten crear una Perspectiva Común Imaginaria
desde la cual se pueden enfrentar los problemas comunes del Mundo Real. Pero
no es solamente el uso de las percepciones estadísticas lo que permite la
organización de grupos de opinión, partidos, gobiernos, organizaciones no
gubernamentales, bloques de países y las Naciones Unidas, hay otros factores
que contribuyen a ello, por ejemplo, el ejército y los militares.

Información, estadística, análisis y equilibrio, son, naturalmente, conceptos por

los que se interesa esta ARTE.

Los problemas y conflictos que revelan esas herramientas, sean mundiales,

nacionales o locales, atañen también a EL ARTE DE MANTENER LA CALMA
EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN dado el vínculo que existe entre La Confusión
y La Información, y entre estos y la transmisión de la herencia gnoseológica de
nuestra especie de generación en generación, es decir, la educación, su difusión y
la necesidad de standarizar el uso del Referente sobre la Realidad Mutante para
disminuir la Entropía Social, que es el nombre que usan los académicos para
referirse a una sub-especie de La Confusión, La Confusión Desigual.

23
Por ejemplo, 350 millones de parejas no tienen información sobre planificación
familiar, con el agravante de que el miembro de la pareja que mejor pudiera
controlar esa productividad improductiva, la mujer, compone las 2/3 partes de los
960 millones de analfabetos del mundo.

Estoy seguro que cada uno de nosotros tiene una opinión sobre lo que sería
bueno o malo, verdadero o falso, para resolver este problema. Pero por simple
inspección -como diría un matemático-, se puede decir que es imposible
encontrar una solución única que sirva para todos los casos como tampoco es
posible aplicar una solución para cada caso.

Ni la Voluntad de Entender, ni la comprensión de todos los elementos que

componen el Referente sobre La Realidad Mutante, ni la Fe, sirven para evitar La
Confusión ante estos conflictos del Mundo Real.

La capacidad de perdonar es la cualidad más importante del comportamiento que

necesitan los que desean practicar EL ARTE DE MANTENER LA CALMA EN
MEDIO DE LA CONFUSIÓN. El acto de perdonar implica, en cierto sentido, la
acción de olvidar. Olvidar es comprender La Confusión, hacer que disminuya su
energía destructora y podamos colaborar con mayor eficiencia para rehacerlo
todo nuevamente.

La incapacidad para olvidar, es síntoma del advenimiento de la muerte. Esa

incapacidad no nace en los actos de la memoria, sino en la forma en que
utilizamos sus 4 software básicos: fe, razón, imagen y palabra.

El acto de olvidar tiene una estrecha relación con la forma en que usamos las
verdades sensoriales y las verdades estadísticas. Si no comprendemos cómo se
relacionan estas formas de la verdad con el Mundo Real y el Mundo Imaginario
en nuestro YO, es inútil cualquier intento de alcanzar La Calma, a la cual se llega
sólo por El Camino del Olvido. La Calma es medio y fin, simultáneamente, de
esta ARTE propiciatoria de la tranquilidad humana.

24
V. COMO TERMINAR LA SUTURA PARA QUE EL TRABAJO NO SEA INÚTIL.

El movimiento más difícil de ejecutar en EL ARTE DE MANTENER LA CALMA

EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN, es La Quietud. Lao Tse explicó, en su
respuesta a Confucio, que el hombre sabio actúa sin acción y enseña
permaneciendo callado. Lo cual es una aplicación del Mundo Imaginario -la
Posición Silencio-, a la pedagogía, Mundo Real.

La proposición de Lao Tse incluye todas las cualidades de La Quietud, pero no

tiene en cuenta la primera condición de todo movimiento: Dios no existe en el
Mundo Real, YO tampoco y el Diablo aún menos; los tres somos parte del
Mundo Imaginario. Esta pequeña insuficiencia, nuestra ARTE la resuelve en el
párrafo siguiente.

La Quietud, tal y como la entiende EL ARTE DE MANTENER LA CALMA EN

MEDIO DE LA CONFUSIÓN, es una paradoja poligonal . Ello hace posible que
podamos aceptar la existencia y no existencia de algo, simultáneamente, siempre
que insistamos en un punto inmóvil del Referente sobre la Realidad Mutante, un
punto inicial que incluye y excluye la idea Uno: Yo.

Si lo miras no lo ves, si lo escuchas no lo oyes, si lo tocas no lo sientes, dice el

Tao Te Ching: es Lo Imperceptible. Por ello, cuando La Confusión reina, el
Cuarto Círculo del Yo sustituye a los tres anteriores y Caos rige las relaciones
entre los Cinco Círculos Concéntricos que componen La Identidad Real (Yo,
Familia, Gens, Nación y Especie, que habitan los Dos Mundos e incluyen a
muertos, vivos y los que vendrán). La Zaro se refirió a este fenómeno
(frecuente a lo largo de la historia por establecer el orden del espacio en el
tiempo) con el nombre de La Frontera. Dijo:

“Ella es principio y fin de toda burocracia; convierte la vida humana en un

trámite; persigue el mismo fin de EL ARTE DE MANTENER LA CALMA EN
MEDIO DE LA CONFUSIÓN, pero alcanza el resultado opuesto: la desaparición
del Uno.”
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Wamg Pi agregó:

“Lo Divino no soporta a Lo Pesado; lo Pequeño es incapaz de aliviar a Lo Más

Grave; el que no viaja dirige al que viaja; el que no se mueve al que se mueve ;
Lo Pesado es el soporte de Lo Liviano y Lo Inmóvil, el poder que domina El
Movimiento. La Confusión es la forma extrema del movimiento; La Quietud, la
del orden. Orden Real y Orden Imaginario son las dos formas en que percibimos
Tiempo y Espacio. Por ello se dice que: Quien conoce a los humanos, es hábil;
quien se conoce a sí mismo, es sabio; quien vence a los otros, es fuerte; quien
se vence a sí mismo, poderoso. Todo ello, excluye el uso de La Frontera.”

La Quietud es un acontecimiento, no un contenido lógico del pensamiento. Es

una parte del Yo que se integra y se desintegra continuamente por el Orden
del Caos. De aquí, que La Quietud sea la imagen especular del movimiento en
EL ARTE DE MANTENR LA CALMA EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN. Su
desarrollo tiene una opción única para un Yo Único (única forma en que existe
Lo Inmercantilizable).

“Nada hay en el mundo tan dócil y débil como El Agua. Pero nada más poderoso
que El Agua para destruir Lo Denso y Lo Fuerte”, dice Lao Tse en su canto
LXXVIII, Confiar en la sinceridad. Y agrega más adelante:

“Lo Débil puede vencer a Lo Fuerte y Lo Flexible a Lo Rígido. Quien se hace

cargo de las desgracias de un reino, puede gobernarlo. Quien soporta las
calamidades que azotan a un país, puede ser su rey. Quien convive consigo
mismo, alcanza La Quietud, comparte El Espacio y El Tiempo con El Caos y
no es invadido por La Confusión. Reina sobre El Orden Mutante de su Yo.
Descubre que, sin el Lazo de los Dos Mundos en Trenza, Unidos y Cerrados
sobre Sí Mismo, siempre sentirá, llamándole desde El Pasado, La Angustia
de Los Incontables que fue antes de Ser Yo, ahora, aquí definitivamente
Muerto.”

26
Murphy no tuvo en cuenta esta posibilidad. El quiso pensar como los inmortales,
por todos y para siempre. No recordó que esa es La Única Prohibición que
establece EL ARTE DE MANTENER LA CALMA EN MEDIO DE LA
CONFUSIÓN. La Inmortalidad Breve lo cegó.

Lázaro José Buría Pérez

La Habana, abril 1994; Lausanne, agosto 1995

FIN

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