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CINE, SOCIEDAD Y RENOVACIÓN ARTÍSTICA

SAUL BASS Y BERNARD HERRMANN. LA RENOVACIÓN DE LA


CINEMATOGRAFÍA (CRÉDITOS Y MÚSICA)

JOSÉ MANUEL RODRÍGUEZ ROLDÁN


DNI Nº: 24104114E
E MAIL: jmrorro@gmail.com

Enlace de la secuencia original:

https://www.artofthetitle.com/title/psycho/
Saul Bass (1920 - 1996), uno de los más afamados diseñadores de secuencias de
títulos de crédito de la historia de Hollywood, dispuso de un presupuesto de unos 21.000
USD para desarrollar los de “Psicosis”, para muchos, su más significativo logro
cinematográfico. En la versión original (después se hicieron algunas modificaciones)
encontramos una secuencia de diseño minimalista que lleva directamente desde la idea al
objetivo: dejar constancia de los créditos al comienzo del filme, haciéndonos a la vez
partícipes del clima de la historia que se nos va a narrar. Para ello usa una serie de barras
grises (verdes en otras versiones) que conducen a los textos, retirándolos de nuevo. La fuente
utilizada en los textos es “sans serif” (literalmente “sin jerifas”. Las jerifas fueron diseñadas a
finales del siglo XVIII por el tipógrafo italiano Giambattista Bodoni), tienen reminiscencias
humanistas y están inspirada en las inscripciones de la columna trajana de Roma. Se trata de
una caligrafía que sustituyó durante los siglos XV y XVI a la gótica medieval. Una de las
prioridades de Bass era facilitar al máximo la lectura de los textos de crédito y sin duda que,
con la elección de este tipo de fuente, común en sus creaciones, lo conseguía. Las barras no
provienen siempre desde los mismos límites del cuadro, sino que lo hacen alternativamente
desde arriba, desde abajo, desde la izquierda o desde la derecha, incluso desde el centro
hacia arriba y abajo. Nunca rompen entre ellas ni se cruzan y no son de igual longitud. Cada
texto sigue una ruta sin desviarse y se enciende y apaga, generando un efecto dramático que
parece corresponderse, con sus disociaciones y fragmentaciones, con símbolos de la
disociación - fragmentación mental del antagonista, Norman Bates. Los dos títulos
principales: el título de la película y el del director de esta, sufren un balanceo disociado
adicional, en estos dos casos al eje horizontal se le suma el vertical. Saul Bass, con sus
imágenes y Bernard Herrmann, con su música, crean una tensión audio - visual en completa
sintonía con la película, expresándonos aquello que debemos esperar de su desarrollo, pero
sin llegar a decirnos en realidad nada. Al mismo tiempo nos sugieren que tendremos que
leer entre líneas para entender la trama, pero que también tendremos que leer las líneas y
mantenernos muy muy despiertos. En 1:58 minutos y desde unas estéticas visualmente
minimalista y musicalmente épica, nos zambullen de cabeza en la película, activándonos
desde el principio. Al final de la secuencia unos planos panorámicos terminan metiéndonos
por una ventana casi cerrada que da a una oscura habitación, dentro de la cual no vemos
absolutamente nada. La calma pacífica y luminosa de la ciudad, acompañada de un paisaje
musical que relaja tras el anterior tema, encierran un oscuro mal, tal como el joven educado,
tímido y aparentemente inofensivo encierra un monstruo en lo más profundo de su mente.

Saul Bass fue un revolucionario diseñador de títulos de crédito en el floreciente


Hollywood de los años 50 y 60. Tan genial y demandado llegó a ser que tuvo que tomarse algunos
periodos de descanso, en parte porque a veces sus cabeceras eran de superior calidad a la de
los filmes presentados, por ejemplo, en “Walk on the Wild Side” o “La gata negra” (1962) de
Edward Dmytryk (1908 - 1999), en parte por los elevadísimos honorarios que cobraba. No
obstante, su carrera se prolongó durante casi 40 años de éxitos continuados. La innovadora
estética narrativa de Bass se inauguró en 1954 con “Carmen Jones”, película dirigida por Otto
Preminger (1905 – 1986) en la que los títulos, sobre unas llamas rojas, simbolizarían la
apasionada personalidad de la protagonista.
Para su filme “Psicosis” Hitchcock prefirió el blanco y negro, quizás como expresión de
la ausencia de empatía propia de un psicópata. Bass opinaba que hasta él los títulos de crédito
eran aburridos, simples documentos legales cuya proyección el público aprovechaba para
comprar palomitas. Sin embargo, esto no es del todo cierto si atendemos a los títulos de crédito
de algunas películas anteriores a las suyas, por ejemplo, a los de “The Women” (“Mujeres”,
1939), dirigida por George Cukor. En ellos unas viñetas representaban distintos animales que
podrían identificarse con los caracteres de las actrices. Previamente William K. Howard (1899 –
1954) y Sam Wood (1883 – 1949) habían roto con la cuarta pared en los créditos de cabecera
correspondientes al filme “The Cat and the Fiddle” (“El gato y el violín”, 1934).

Enlace con la secuencia de títulos de crédito de “The Women”:

https://www.youtube.com/watch?v=FsUUK12_Aqk

En 1941 otro filme, “You`ll Never Get Rich” (“Desde aquel beso”), dirigido por Sidney
Lanfield, introdujo una también innovadora manera de presentar los títulos de crédito de
cabecera. De hecho, dichos títulos parece que inspiraron los que Saul Bass diseñó para “West
Side Story” (“Amor sin barreras”, 1961).

Pero lo cierto es que Saul Bass marcó un paradigma en este terreno con unas
características personalísimas que se mantienen en los esencial hasta la actualidad. En el plano
formal, dichas características consisten en presentar los títulos como un microrrelato, incluir
algunos inteligentes guiños o utilizar la estética de los carteles o poster sesenteros de los ateliers
parisinos del 68. Se tratarían de mensajes en la línea de los collages y de las obras Pop Art. Su
estética pretende una máxima visibilidad con una paleta limitada y plana (a veces en blanco y
negro), consiguiendo una imagen de marca que los hace claramente identificables. Como
ejemplos pueden verse los títulos de crédito de “The Man with the Golden Arm” (“El hombre del
brazo de oro”, 1955) o de “Anatomy of a Murder” (“Anatomía de un asesinato”, 1959), ambas
dirigidas por Otto Preminger. Es sumamente demostrativo el hecho de que los diseños de Bass
fuesen empleados en muchos de los carteles publicitarios de los filmes.

Pero quizás sea la secuencia de títulos que mejor expresa el arte de Bass la
correspondiente a “It´s a Mad, Mad, Mad, Mad World” (“El mundo está loco, loco, loco”, 1963).
Stanley Kramer, su director, otorgó 4:12 minutos a Bass para que pudiese desplegar todo su
genio y este los aprovechó excelentemente. Otra icónica secuencia de títulos de Bass es la de la
película “Grand Prix” (1966) de John Frankenheimer. A continuación, se muestra el enlace a las
secuencias de ambas y dos fotogramas de cada uno de ellos.

https://www.google.com/search?q=It%27s+a+Mad%2C+Mad%2C+Mad%2C+Mad+World%22+
titles&bih=937&biw=1920&rlz=1C1JZAP_esES928ES928&hl=en&tbm=vid&sxsrf=APwXEdd4Zw
3aTJ9b_EKoCzEl9RTgSsMgVA%3A1681202869567&ei=tR41ZKCaIpqYhbIPzYuREA&ved=0ahUKE
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video#fpstate=ive&vld=cid:38c21dc1,vid:s1A7bJD3atk

La totalidad de la música incluida en la banda sonora de “Psicosis” fue compuesta por


Bernard Herrmann (1911 – 1975), un genial compositor cuya obra está estrechamente asociada
a la de Alfred Hitchcock (1899 - 1980). Suyas son las partituras de siete películas de Hitchcock:
“The Trouble with Harry” (“Pero… ¿quién mató a Harry?”, 1955), The Wrong Man” (Falso
culpable, 1956), “Vertigo” (1958), la adaptación de “The Man Who Knew Too Much” (“El hombre
que sabía demasiado”, 1956), “North by Northwest” (“Con la muerte en los talones”, 1959),
“Psyco” (“Psicosis”, 1960) y “Marnie” (“Marnie la ladrona”, 1964). En la banda musical de la
adaptación de “El hombre que sabía demasiado” se incluyeron dos temas de gran éxito que no
eran de su autoría: "Que Sera, Sera (Whatever Will Be, Will Be)" de Jay Livingston (1915 – 2001)
y la Cantata “Storm Clouds” de Arthur Benjamin (1961 - ). En “The Birds” (“Los pájaros”, 1963)
Hitchcock no incluyó ninguna banda musical, pero Herrmann fue el consultor responsable de los
sonidos de pájaros y los desarrolló electrónicamente. Por otra parte, en 1963 Herrmann
comenzó a escribir la música original de la serie de la CBS-TV “The Alfred Hitchcock Hour” (“La
hora de Alfred Hitchcock). Hitchcock presentaba y asesoraba el programa, pero no lo dirigía.
Herrmann compuso la música de 17 de sus episodios entre 1963 y 1965.

Una de las partituras de Herrmann más reconocidas popularmente es sin duda la que
compuso y dirigió para “Psicosis”. Hitchcock no tenía previsto incluir ninguna música en la
famosa escena de la ducha, pero Herrmann lo convenció para que el chirrido del violín ayudase
a crear una de las secuencias más famosas de la historia del cine. Hitchcock admitió que
“Psicosis” dependía en gran medida de la música debido a la atmosfera de contraste y tensión
que era capaz de crear desde los títulos de crédito iniciales hasta el The End. Para el director
británico, la partitura de Herrmann aportaba al filme la sensación de fatalidad y angustia que lo
caracteriza. Se ha señalado por parte de varios críticos musicales que Herrmann se inspiró para
esta partitura en el tercer movimiento de la sinfonía nº 3 Op. 55 en mi bemol “Eroica” de Ludwig
van Beethoven (1770 - 1827), de la cual por cierto puede verse la portada de un disco en el
dormitorio de Norman Bates. Curiosamente, la partitura de Herrmann para este filme tuvo
después una influencia directa en el arreglo staccato de cuerdas que el productor George Martin
(1926 – 2016) compuso para la canción de The Beatles "Eleanor Rigby" (1966).

En la secuencia que estamos comentando la música de Herrmann utiliza un recurso


frecuente en sus composiciones, los cortos patrones que se repiten (ostinati) y que utilizan sólo
la sección de cuerdas de la orquesta. Finalmente, una nota sostenida sugiere el puente para el
final de la secuencia, el plano general de la ciudad de Fénix (Arizona) que termina cerrándose
sobre una ventana con la persiana casi cerrada de una habitación, de cuyo interior la cámara no
nos muestra nada, aunque parece intentarlo. Se trata de una orquestación en su tiempo
novedosa, con capacidad expresiva, potenciadora del carácter tenso, solitario y desolado que
acompañará todo el desarrollo del filme. Herrmann se comprometió, desde el inicio de su
carrera como compositor, a mantenerse fiel a sí mismo, a ser un artista libre. Citaba con
frecuencia a Leo Tolstói (1828 – 1910): "Las águilas vuelan solas y los gorriones vuelan en
bandadas". Únicamente aceptaba encargos para películas cuando se le permitía una completa
libertad creativa sin que el director del filme se interpusiera en su camino. Esta fue al final la
causa de su ruptura con Hitchcock, después de más de una década de estrecha colaboración.
Además, Herrmann no sólo imponía la composición de la partitura sino también su dirección de
la orquesta. Para él "orquestar es como una huella digital. No puedo entender que alguien más
lo haga. Sería como si alguien pusiera color a tus pinturas". A diferencia de la mayoría de los
compositores de cine, para aceptar la asignación de la música de una película debía tener la
última palabra. En caso contrario no hacía la música. Además, creía que la música de cine debía
ser capaz de sostenerse por ella misma en una sala de conciertos, sin necesidad del componente
cinematográfico. Discípulo de Richard Wagner (1813 - 1883) y de Igor Stravinski (1882 – 1971),
poseedor de una inmensa cultura musical, despreciaba las opiniones al respecto de directores
de cine absolutamente legos en ese terreno. Hacía, no obstante, algunas excepciones como en
el caso de Orson Wells (1915 – 1985) o de William Dieterle (1893 – 1972), directores ambos a
los que respetaba y consideraba cineastas musicólogos. De Hitchcock no opinaba lo mismo, pero
lo consideraba una persona con suficiente sensibilidad artística y capaz de respetar su música
hasta el extremo de decidir la duración de una determinada secuencia en función a la del
desarrollo de su partitura.
La relación de Herrmann con Hitchcock llegó a su abrupto final cuando no estuvieron de
acuerdo sobre la partitura de “Torn Curtain” (“Cortina rasgada”, 1966). Hitchcock quería una
partitura que estuviera más influenciada por el jazz y el pop. Al parecer estaba preocupado por
volverse anticuado y opinaba que la música de Herrmann también tenía que cambiar con los
tiempos. Herrmann inicialmente aceptó la oferta, pero luego decidió componer la banda sonora
de la película de acuerdo con sus propias ideas. Su partitura fue rechazada por Hitchcock y
reemplazada por una del compositor británico John Addison (1920 – 1998) (“A Bridge Too Far”
– “Un puente lejano”, 1977). Al parecer Herrmann trató de reconciliarse después con Hitchcock,
pero el cineasta siempre se negó a verlo. La partitura no utilizada de Herrmann para “Torn
Curtain” fue orquestada y grabada comercialmente después de su muerte por Elmer Bernstein
(1922 – 2004) y por otros grandes directores de orquesta. Algunas de las pistas de Herrmann
fueron sincronizadas con el corte final del filme, mostrándose la excelente sintonización de la
música de Herrmann con la acción y también que posiblemente resultaba más efectiva que la
de Addison.

Podemos compararlas y juzgar por nosotros mismos:

Bernard Herrmann
https://www.youtube.com/watch?v=4yRb0LJckYw

John Addison
https://www.youtube.com/watch?v=5qAQVyqRNVM

Aparentemente Hitchcock le pidió a Herrmann que volviera a componer para su última


película (“Family Plot”, “La trama” – 1976), pero eso fue justo antes de que Herrmann muriera.
Herrmann tenía entonces una agenda completa de películas para ese año y posiblemente ignoró
la oferta de Hitchcock.

BIBLIOGRAFÍA, INFOGRAFÍA Y OTRAS FUENTES CONSULTADAS:

- GUBERN, R Historia del Cine. Barcelona, Editorial Anagrama, 2014.


- SÁNCHEZ NORIEGA, JL. Historia del Cine. Teoría y géneros cinematográficos, fotografía
y televisión. Madrid, Alianza, 2006.
- ANTIGÜEDAD DEL CASTILLO-OLIVARES, MD; NIETO ALCAIDE, V; TUSELL GARCÍA, G. El
siglo XX: La vanguardia fragmentada. Madrid, Editorial Ramón Areces, 2016.
- AZNAR ALMAZÁN, Y. Arte desde los setenta: prácticas en lo político. Madrid, Editorial
Ramón Areces, 2019.
- Tutorías de la asignatura. Curso 2022 – 2023.
- AZEVEDO, L. Little White Lies: The Art of Movie Titles Design. Saul Bass and Beyond. En
sucesión de caracteres consultada el 20 de abril de 2023:
https://www.youtube.com/watch?v=Q_Mo0MqICXI
- NORELLI, CN. The Scriptlab: 4 Reasons Why Bernard Herrmann’s PSYCHO Score is so
Terrifying (2018). En sucesión de caracteres consultada el 29 de abril de 2023:
https://thescriptlab.com/features/main/8664-why-bernard-herrmann-psycho-score-is-
so-terrifying/
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