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Texto: Salmos 127:1

Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no


guardare la ciudad, En vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de
madrugada, y vayáis tarde a reposar Y que comáis pan de dolores; Pues que a su
amado dará Dios el sueño. He aquí herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima
el fruto del vientre.
La primera parte de este poema enseña que todas las empresas humanas
prosperan sólo con la bendición de Dios. Aun en los trabajos comunes de los
hombres, es la ayuda divina lo que contribuye al éxito (vv. 1-2). La segunda sección
indica que los hijos son dádivas de Dios y una señal de su favor (vv. 3-5).
SALMO 127: SALMO DIDACTICO-SAPIENCIAL: TODO DEPENDE DE DIOS
Los Salmos 127 y 128 dan lindos cuadros de la vida doméstica sana. Muchos
piensan que son posexílicos, pero ciertos detalles literarios podrían indicar una
fecha más temprano. Algunos han sugerido que el Salmo 127 está compuesto de
dos poemas diferentes, pero se nota una unidad de propósito en todo el Salmo.
En este Salmo se destacan tres asuntos que a menudo son motivo de
preocupación: la vivienda, la seguridad y la familia. El salmista enseña que no vale
la pena estar ansioso, pues Dios provee en todas estas áreas. No enseña la
indolencia, sino la confianza en Dios. Es claro de Salmos y Proverbios que los sabios
en Israel enseñaban contra la pereza y a favor de la diligencia (Sal. 128:2; Prov. 6:6–
11; 20:4; 24:30–34). Lo que el salmista combate no es el trabajo sino la ansiedad
que hace a muchos esclavos de su trabajo.
1. Esfuerzos inútiles, vv. 1, 2
En vano trabajan… una advertencia importante para los incrédulos que quieren
construir imperios financieros o casas lujosas, pero también para los cristianos que
tratan de construir grandes obras de Dios sin ser guiados por Dios y sin ser llenos
del Espíritu Santo. Los resultados del esfuerzo humano siempre tendrán resultados
limitados, pero lo que se hace por Dios y en el poder de él tendrá abundante fruto
de valor eterno.
El salmista no habla solamente de construir la casa, sino también guardarla. Calvino
aplica “los que guardan” a los magistrados y gobernadores civiles.
El v. 2 encierra una gran verdad para todos los que se esfuerzan sobremanera, pero
se olvidan de confiar en Dios. Algunos traducen la última línea de otra manera con
la idea de que “Dios lo hace mientras uno duerme”. Sin embargo, la RVA [página
401] da el sentido que el salmista quiere recalcar, si confiamos en Dios para la obra,
si realmente echamos nuestra ansiedad sobre él (1 Ped. 5:7), a su amado dará Dios
el sueño; Dios quiere que descansemos en él para todo, y que descansemos
físicamente también (cf. Prov. 10:22; Mat. 6:25–34).
2. La familia, bendición de Dios, vv. 3–5
El AT, y toda la Biblia, ponen mucho énfasis en la familia. Aquí no habla de
prosperidad financiera, se da por sentado que Dios provee. En el plan de Dios,
parte del gozo y la bendición del ser humano es disfrutar de su familia. A la larga
los hijos son una ventaja y en el reino de Dios valen mucho.
La última frase muestra que este cuadro de bendición no excluye problemas ni
ataques del enemigo. Aun en este contexto de una sociedad donde hay luchas, la
enseñanza del Salmo sigue en pie; sin la dirección y la bendición de Dios todo el
esfuerzo y todos los cuidados humanos son vacíos, son en vano.
1 Samuel 1:27-28
Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a
Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoro allí a Jehová.
Dedicar: Griego Tasso que significa disponer, señalar, establecer.
Edificar:
Construir: Banah «edificar, establecer, construir, reconstruir».
Vigilar, Guardar: Shamar «guardar, atender, proteger, retener».
Proteger:
Recompensar: Shalam «recompensar, premiar, pagar; estar entero, completo,
sano».

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