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Existen varios tipos de sistemas monetarios como el sistema de cambio fijo o flotante, el
sistema de libre flotación y el sistema de tipo de cambio de bandas. El sistema de cambio
flotante es el más utilizado en la actualidad, en el que los tipos de cambio fluctúan libremente
según la oferta y la demanda del mercado.
El objetivo principal del sistema monetario es mantener la estabilidad de los precios y asegurar
que las transacciones comerciales se realicen de manera eficiente. Para lograr esto, los bancos
centrales son responsables de supervisar la oferta de dinero y las tasas de interés, así como de
regular el crédito y los préstamos.