La Constitución Política del Perú es también conocida como la
“Carta Magna”. Es la ley fundamental sobre la que se rige el derecho, la justicia y las normas del país. Asimismo, determina la estructura y organización del Estado peruano.
La Constitución Política del Perú de 1993 es la que actualmente se
encuentra vigente. De sus principios contenidos se desprenden todas las leyes de la República. La Constitución prima sobre toda ley, sus normas son inviolables y de cumplimiento obligatorio para todos los peruanos.
Como señalan en el Congreso de la Republica, de sus principios
contenidos se desprenden todas las leyes que rigen en nuestro país y por eso prima sobre toda ley, sus normas son inviolables y –sobre todo– de cumplimiento obligatorio para todos los peruanos.
Adicionalmente, determina la estructura y organización del Estado
peruano, sus poderes e instituciones políticas.
La Constitución de 1993 contiene 206 artículos, 26 capítulos y 16
disposiciones finales y transitorias, que han sido divididos en seis títulos: de la persona y de la sociedad, del Estado y la nación, del régimen económico, de la estructura del Estado, de las garantías constitucionales y de la reforma de constitución.
¿QUÉ LA DIFERENCIA DE LA DE 1979?
Para empezar, el Poder Legislativo cambió en su estructura: la
unicameralidad, con 120 congresistas, dejó atrás la bicameralidad parlamentaria. Pero, en el 2011 se amplió a 130 el número de legisladores.
Introdujo el referéndum como mecanismo de consulta popular para
la aprobación de reformas totales o parciales de la Constitución, de normas con rango de ley, de ordenanzas municipales o de materias relativas al proceso de descentralización.
Extendió las facultades del Poder Ejecutivo, en especial del
Presidente de la República, quien obtuvo mayores atribuciones, como disolver el Congreso en caso censure a dos consejos de ministros.
Y, entre otras medidas adicionales, se creó la Defensoría del Pueblo
como un ente autónomo encargado de defender los derechos del pueblo y supervisar el cumplimiento de los deberes de la administración estatal.
Desde el año 1823 hasta nuestro bicentenario, hemos tenido 12
constituciones. Nuestra primera Constitución tuvo un marcado rasgo ideológico producto de la revolución, eliminó la esclavitud y el comercio de negros, y otorgó ciudadanía a los peruanos mayores de 25 años que sepan leer y escribir. Esta Constitución fue muy breve, pero puso al Poder Legislativo como el legítimo representante de la soberanía popular por encima de todo.
Solo en los primeros 15 años de independencia, tuvimos 5
constituciones. En ellas, se reconocieron figuras propias de la época, como un Legislativo tricameral y cuatro poderes del Estado (con el Poder Electoral), pues la coyuntura post revolucionaria, debería apuntar a fortalecer la democracia y a asegurar la joven soberanía nacional.
Pero no fue sino hasta la Constitución de 1828, a decir de Pareja
Paz-Soldán, en donde se fijaron las bases que vendrían a regir las posteriores constituciones con un sistema presidencialista, un Legislativo bicameral, y un acentuando liberalismo extremo de la época. Sin embargo, esta Constitución no duró mucho pues en su mismo texto se había establecido su revisión luego de 5 años, dando origen a la Constitución de 1834.
Y así, las constituciones fueron sucediéndose en breves términos
debido a la anarquía en la que vivía el país, las tendencias ideológicas y doctrinarias propias de la época, un nacionalismo muy fuerte, un centralismo marcado, la falta de una clase política unificada, una creciente oposición entre conservadores y liberales, la expansión en el reconocimiento de derechos fundamentales, sobre todo los de corte social; el olvido de las minorías, un talante autoritario de los gobernantes, los golpes de Estado y la transición de las dictaduras militares a una democracia insipiente, los cuales marcaron el momento constituyente y el destino constitucional de nuestro país. Pareciera entonces que, desde nuestra independencia, la Constitución fuera la responsable de nuestros males, y cambiar el destino de nuestra vida republicana, así como resolver los problemas, pasaría por un simple cambio constitucional. Lo dudo seriamente.
Las dos últimas constituciones, producto de asambleas
constituyentes, tienen marcadas diferencias, sobre todo en lo que respecta a aspectos económicos. La Constitución de 1979 incorporó una economía social de mercado, pero con una fuerte intervención del Estado, y como bien indica Domingo García Belaunde, tuvo una exaltación de derechos humanos sociales. De hecho, solo en años anteriores entraron en vigencia los principales instrumentos del derecho inteor qurnacional de los derechos humanos, lo que incluso empujó a crear una jurisdicción constitucional para el Estado peruano y universalizar el derecho al sufragio.
Por su parte, la Constitución de 1993, devuelve la unicameralidad al
Parlamento e implementa un sistema de gobierno ni presidencialista ni parlamentarista, pero pone en primer plano al Poder Ejecutivo, algo que en la Constitución de 1823 era prácticamente nula. Establece un nuevo orden económico y reduce el intervencionismo estatal.
La Constitución de 1979, daba fin a un régimen dictatorial, mientras
la de 1993 fue una entrada a un régimen que se convirtió en autoritario, pero, a su vez, creaba la Defensoría del Pueblo y renombraba el Tribunal Constitucional. En resumen, ninguna Constitución pudo haber tenido el momento constituyente oportuno y apropiado; el momento constituyente se dio por las situaciones críticas en las que el país se encontraba o debido a un riesgo de su soberanía, o la necesidad de un cambio en su régimen económico, social y político. El momento constituyente siempre será oportuno o totalmente inoportuno dependiendo del lado en el que uno se encuentra, y cómo lo quiere entender.
Constitución Política de la República Peruana (1823)
Constitución Vitalicia (1826)
Constitución Política de la República Peruana (1828)
Constitución Política de la República Peruana (1834)
Constitución Política del Perú (1839)
Constitución de la República Peruana (1856)
Constitución Política del Perú (1860)
La Constitución fue resuelta por el Congreso Constituyente y consta de
siete partes: de la persona y de la sociedad; del Estado y la Nación; del régimen económico; de la estructura del Estado; de las garantías constitucionales; de la reforma de la Constitución.
TITULO I - De La Persona Y De La Sociedad. ...
TITULO II - Del Estado Y La Nación. ...
TITULO III - Del Régimen Económico. ...
TITULO IV - De La Estructura Del Estado. ...
TÍTULO IV - De La Estructura Del Estado. ...
TITULO V - De Las Garantías Constitucionales. ...
TITULO VI - De La Reforma De La Constitución
. ¿Por qué es importante tener una constitución?
Ninguna constitución, ni siquiera la mejor, puede pavimentar una
carretera o construir un alcantarillado, gestionar una clínica o administrar una vacuna, ni educar a un niño o cuidar de una persona de edad. Pese a estas limitaciones evidentes, el constitucionalismo es uno de los mayores logros de la civilización humana. Por regla general, los países que han conseguido establecer y conservar un gobierno constitucional han estado al frente del progreso científico y tecnológico, del poder económico, del desarrollo cultural y del bienestar humano.
En cambio, los Estados que han sido sistemáticamente incapaces de
conservar un gobierno constitucional han tendido a no alcanzar su potencial de desarrollo.