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Galeria Vittorio Emanuele

La Revolución Industrial fue un periodo de


transformación económica y social en Gran Bretaña a
fines del siglo XVIII, extendiéndose luego a otros
países. Marcó el inicio de la era moderna,
reemplazando la agricultura y la producción artesanal
con nuevas tecnologías y métodos de producción.
La invención de la máquina de vapor fue clave,
impulsando la mecanización y el desarrollo de fábricas. Otros avances incluyeron
maquinarias textiles. Esto llevó a cambios en la organización del trabajo, con fábricas que
requerían más trabajadores y el crecimiento de las ciudades, dando lugar a una nueva clase
trabajadora industrial.

Galería Vittorio Emanuele, icono de la revolucion industrial.


Construida entre 1865 y 1877 por el Comune de Milán, la galería estuvo rodeada de hechos
trágicos, historias, arte y moda. Dedicada al entonces Rey del Risorgimento italiano,
Vittorio Emanuele II, este monumento de uso público fue uno de los ejemplos
de modernidad de la ciudad.

Esta época viene marcada por la Segunda Revolución Industrial, y Milán sería una de las
ciudades epicentro de estos cambios no sólo tecnológicos y económicos, sino también
culturales.
En Italia se había llegado por primera vez a la unidad del país, y es un momento donde se
empieza a revalorizar la historia pasada pero también el nacionalismo nunca antes vistos.
Los estilos artísticos serán entonces un retomar los estilos pasados gloriosos: si en el
pasado estuvo el gótico, en el ‘800 estaría el neogótico; lo neorrománico, el neoclásico y el
neorenacimiento también tendrían su lugar.
De ahí que la galería adoptaría una arquitectura ecléctica neo-renacentista. Columnas,
capiteles y figuras humanas que sostienen la estructura como en la Antigua Grecia
convinan con una parte súper moderna para la época: el vidrio y del hierro.
El hierro será el metal más utilizado de la época, se lo usará para todo: puentes,
ferrocarriles y edificios. La Torre Eiffel también será construida en ese período.

La construcción de la galería Vittorio Emanuele II fue parte de los esfuerzos para


modernizar Milán y convertirla en un símbolo del nuevo Reino de Italia.
El hierro aplicado junto al vidrio convertirán al techo de la galería en el mayor exponente
de modernidad de la ciudad: una cobertura particular, que permite la entrada de luz
natural y que da la sensación de estar adentro y afuera, y que todavía hoy nos sumerge
en una atmósfera muy particular cada vez que entramos en este lugar. Fue la primera en su
tipo de utilizar ambos elementos a la vista.
Al inicio la Galería será dedicaba exclusivamente a negocios de sastres, de telas, de
restauración, y después, librerías. Todavía quedan algunos locales históricos desde esa
época, como el Camparino y la librería Bocca; con el tiempo, las firmas de alta costura se
quedarán con el protagonismo de sus locales. Algunas tiendas de importantes firmas como
Prada, Gucci, Louis Vitton,Versace.
El arquitecto a cargo de la obra, propuso como diseño un cuadrilátero cruzado por 4 brazos
en forma octogonal. Similar a la galería de San Babila, aunque con un estilo más
burgués.Más de 170 arquitectos participaron con sus propuestas ofreciendo soluciones
interesantes. Sin embargo, el ganador fue Giuseppe Mengoni. Este arquitecto, sugirió una
estructura de acero y vidrio con pórticos en forma de arcos triunfales.

Más de 1000 trabajadores, 4380 días de trabajo y un total de 350 toneladas de acero ha
sido el resultado de invertir más de 40 millones de euros, en uno de los centros
comerciales más lujosos de Europa.

La fachada exterior, está formada por dos arcos triunfales perpendiculares que enlazan
la plaza del Duomo con el teatro alla Scala. El pórtico principal está respaldado por dos
extensiones laterales que muestran los ventanales y terrazas de los distintos locales
comerciales en perfecta alineación.

La tragedia del arquitecto


Días antes de la inauguración oficial de la galería, el
rey Vittorio Emanuele anuncia que no estará
presente en el acto. Esta noticia perturbará al
arquitecto de una forma profunda. En realidad, el
Rey estaba enfermo, incluso moriría unos meses
después, pero Mengoni lo tomó como algo
personal.
Los problemas no terminaban allí: el contrato de la
obra establecía que la galería debía ser inaugurada
el 31 de diciembre de 1877, y estar, completamente
terminada. A pocos días de esa fecha, la obra no
había sido finalizada, y esto conllevaba que el
arquitecto debía pagar una gran suma de dinero,
dinero con el que no contaba.

La noche anterior a la inauguración, con la excusa de supervisar los avances del trabajo que
no paraban, el arquitecto Mengoni subió al arco central de la galería, cayó y murió. Nunca
logró establecerse si realmente se trató de un accidente o de un hecho voluntario. Esta
versión se debe a que se encontró una carta que el arquitecto habría dejado, haciendo
entrever los problemas económicos y las grandes presiones que había sufrido en el
transcurso de la construcción de la galería.
La galería Vittorio Emanuele II fue inaugurada en 1877 y
desde entonces ha sido un ícono de la ciudad de Milán.
Durante el siglo XX, sobrevivió a varios eventos históricos,
como la Primera y Segunda Guerra Mundial y los
bombardeos de la ciudad durante la Segunda Guerra
Mundial.

Las bombas de la Segunda Guerra Mundial


La galería fue uno de los lugares que más sufrió durante
la Segunda Guerra Mundial, sobre todo en los bombardeos
de los aliados llevados a cabo el 15 y 16 de agosto del 1943.
El techo fue completamente destruido así como la
decoración interna.
Los aliados ejercieron dos tipos de bombardeos: los
estratégicos, que golpeaban de día fábricas y depósitos,
orientados a disminuir la capacidad bélica de Mussolini; y
los bombardeos terroristas, los nocturnos, que apuntaban a
matar y a aterrorizar a la población civil.
Los proyectos de reconstrucción empezaron en 1948, dos
años después del Teatro alla Scala y se debió a los grandes
debates que surgieron en torno a los materiales de
construcción, ya que se buscaba ser lo más fiel posible a
la original. Los trabajos terminaron en 1955. Otras restauraciones se llevaron a cabo en
1967, por el centenario de la inauguración y en 2015, antes de la Expo Milán.

Hoy en día, la galería Vittorio Emanuele sigue siendo el lugar más visitados por las
personas más adineradas de Milán, así como también, por visitantes y turistas que se
deslumbran con la arquitectura clasicista del siglo XIX.

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