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CAPITULO XI SEXUALIDAD ADULTA POLIMORFA! Gran parte de Ja tarea que tenemos por delante on este capitulo ha sido ya realizada o bosquejada en el capitulo X, pero todavia se requiere clerta especificacién de las impli caciones. Es de particular interés que el psicoanalista rara- mente se entera mucho de las relaciones sexuales adultas de sus pacientes, ya que Ja situacién transferencial atrae hacia ella las asociaciones relacionadas casi exclusivamente con los aspectos infantiles y perversos del comportamiento y fantasia sexuales que corrientemente contaminan su vida sexual. Por esta razén, la adhesién a la regla fundamental asegura una respetuosa preservacién de la intimidad de la sexualidad adul- ta del paciente, y consecuentemente, la intimidad de su pareja, EI reconocimiento de este hecho libera al analista de ciertas angustias contratransferenciales de intrusividad e in- terferencia, y lo coloca al mismo tiempo en condiciones de reconocer que el obligado relato de sus actividades sexuales Por un paciente, es casi seguramente la transgresién de la Tegla fundamental acarreando una actuacién en la transfe- rencia, en la cual al compaiiero sexual se le hace represen. } NOTA DEL GRUPO DE ESTUDIOS. En este capitulo Meltzer fe taflere alas earacterstcas del coo adiulto, dande lo que predomion ex {a identi? cacién intrayectiva, 1a bisqueda de objeto total y Ik rolecion bumana. ‘En_cambio, en Ia’ serualidad infantil, o ea los prelininares el coito adulto, predomina Ia identifieacién proyectiva, la ‘satstaccion de determinadas tendencias parciales y la descarga, instintiva, 187 tar una parte exclida del self infantil. El analista no nece- munca preocuparse porque el paciente retenga informa- cién con respecto a su comportamiento sexual, ya que desde ‘el momento en que tal retencién ocurre, la informacién en si misma deja de ser lo que hace a la cuestién, pasando a serlo el comportamiento mismo de etencién, como uma actuacién que es fécilmente reconocida. Consecuentemente, es muy dificil que entre en el tra- ajo del psicoanalista con sus pacientes la concepeién de Jos estados sexuales adultos de la mente, pero si entra en el auto-andlisis de todo paciente incluyendo cl analista como ex-paciente, anterionmente, Es de esperar que un andlisis ade. cuado inculque este deseo, asi como también cl estableci- tiento de Ia capacidad para el autoescrutinio como un modo de vida, en el sueio y en la vigilia, de modo que cl hibito de la auto-observacién y evaluacién no interfiera de ninguna manera con la capacidad para una respuesta_espontinea, tanto en Ja emocién como en la accién, La imitacién obse- siva, que a menudo se observa en las etapas-iniciales del anilisis, forma parte de la estructura defensiva que se resiste a la dependencia de los objetos parentales, y esta, por el contrario, caracterizada por un pérdida de la espontancidad para la accién y de Ja sinceridad para la emocién. El pare- ido con Ia latencia pseudomadura del nifo es inconfundible, ya sea la emocionalidad que se presenta pseudo setia 0 pseudo alegee, La clave fundamental para detectar Ia contaminacién de un estado sexual de la mente con tendencias infantiles © perversas es, por supuesto, la_intrusién de Ja fantasia en) Ja inmediatez de la relacién, especialmente si la identidad | © del self 0 del compafiero ha sido claramente interferida. Es dado también sospechar de las modificaciones en el setting de la actividad sexual cuando no es ni nostilgica ni reminiscente. Desde el punto de vista do nuestra investiga cién, el érea del “juego preliminar”, en la terminologia des- criptiva de los “Tres Ensayos", adquiere una significacion mucho més complicada, Su tendencia natural es ritual en al sentido de una celebracién de modos pasados de relacién, 138 ya abandonados. Esta dea de sexualidad adulta ‘tiende; pues, 42 recapitular el cortejo, en contenido tanto como en_fanta- sia, y es por To tanto mAs probable que sea tocada por todos Jos modos infantiles y perversos de relaciones sexuales que Ja unién habla necesitado para elaborar_en su proceso de profundizacién la intimidad y maduracién del contenido. Pero el definitivo acto sexual del coito es serio, no en el sentido de algo tiste, sino que est alejado del redoble de la seduccién ritual. Es trabajo, no juego y tiene un sentido de relacién urgente e inmediata con los stress del dia, semana, ‘era, en la medida en que la identifieacién introyectiva, con su ‘dimensién oésmica, se apodera de la mente-cuerpo. La triple estructura de Ia relacién ya ha sido definida en el capitulo X. En su més profundo significado, la mujer esti. en_dificultades, necesitada_y_en_peligto; el_ hombre es su servidor, su benefactor, su salvador. Ella esti en df cultades a merced de sus bebés internos; necesitada de su- ministros para hacer la leche para sus bebés externos, y en peligro, por los perseguidores que sus niffos han proyectado fen ella. Necesita buenos penes y buen semen y debe ser liberada de todas las malas excretas. Se sentir contenta, satisfecha, segura; mientras que él se sentiri admirado, ex: hhausto, enférico-triunfante. Felizmente, este drama se presta a una infinidad de variaciones, como lo proclama la infinita creatividad de ar- tistas y cientéficos, porque es el fundamento de la capacidad de trabajar. Con esto no me estoy refiriendo a Ia concep- cién de Freud de la sublimacién, que era en realidad algo adosado a la teoria de Ia libido? Més ain, esa Tinea de razonamiento, Tevada a su culminacién en “El Malestar en Ja Cultura’, sugiere con demasiada vehemencia que la agre- ‘én, acechada por Ia angustia, cede bajo la forma de tra. bajo, Por el contrario, el trabajo, o més exactamente, el impulso al trabajo, es un derivado de la sexualidad adulta, cay micleo lo constituye Ia preservacién de los nifios. “La preservacion de las especies” era el blanco, que es mas inti- ‘mo, derivado de la identificacién introyectiva con la madre © Para un desarrollo mis profundo del tema, ver Capitulo XVIII 139 y sus riguezas de amor (leche) para los nifios, Al lado de la gonerosidad de ella, el padre intemo tiende a aparecer como una figura de imaginacién estrecha, que dirige su interés casi exclusivamente hacia la madre, y es mis ego- eéntrico en sus placeres de-sentirse admirado y triunfante: La madre - tierra, el padre - dios - sol. Pero retornemos a la “proservacién de los nifios”, que abre una muy importante Area de investigaciin, gPor qué “preservaciOn” y no “ereaeién”, si estamos hablando’ de iden- tificacién con Ia madre tierra y padre-dios -sol? Como €s que esta sexualidad adulta se caracteriza por su humik dad, modestia, privacidad y no por un sentimiento de poder y.un deseo exhibicionista? ‘De hecho, es Ja sexualidad fafan- til Ta que anhela Ia exhibiciin y Tas perversiones, Ia que genera ‘el sentimiento de poder. gPor qué es que los ver- daderos artistas estin mis ocupados por su trabajo que por Ja charla acorea de Ja creatividad? © mejor, gpor qué es que el artista comienza a inhibirse en su trabajo cuando esta interesado en la exhibicién de sus productos? La respuesta es que la “creatividad” es una funcién de los padres internos o de los dioses, segin una terminologia anterior, AA los mortales s6lo les es concedido el “descubrimiento” Esto estd en Ia verdadera natursleza de la identificacion introyectiva, es decir, que esti Movada por la admiracion or el Superyo - Ideal a buscar, en vano, ser merocedor de su inspiracién (asi de diferente es la cualidad ilusional de Ja identificacién provectiva-. Como onsecuencia de esta eualidad de aspiracién, que no se cumple jamds, se engendra un constante estado de humildad; ‘no necesaria- mente acompaiiado de sentimientos de inferioridad hacia ninguna persona efciente, pero a menudo sf, hacia los gran- Ges del pasado. Los padres, como los artistas, sienten’ que ellos han “encontrado”, no’ “creado” a sus. nifios. “Algo” res los mitios, asf como “algo” eseribe, pinta, compone, aa liza, “Algo”, el Superyo-Ideal, se erige fuera de la expe. Hencia del “self” como cl objeto combinado primario, origi. nnariamente, el pecho-y-el-pezén 140 CAPITULO XI SEXUALIDAD INFANTIL POLIMORFA * Estamos abordando Ja totalidad del area de la sexuali dad desde el punto de vista de Ia teoria estructural, afir- mando que como herramienta de investigaciin facilite’ dife- renciaciones que son més pertinentes al método psicoanali- tico de investigacién, Hemos tomado, como Ia situacién se- xual bisica, la idea de Freud de Ja escena primaria (en la fantasia) enriquecida por los “insights” de Melanie Klein acerea de Ja importancia de las fantasias — 0 en la realidad psiquica, los hechos, acerea del interior del cuerpo de la adie. Estamos lasificando estados de la_ mente relacio- nados con actividades sexuales segin sea la patticipacién del self en esta situacién primaria. NOTA DEL GRUPO DE ESTUDIOS: Este capitulo resulta pat cnlarmente importante poraue establece ya mis claramente la diferencia cin entre las caracteristicas polimorfasy las perversas de la sexualdad lo antl. Eta diferenciaciin se completa y se desarrolla en algunos de los capitulos siguientes, Meltzer delinea la estructura bisiea de la fantasia Polimorfa de la eseena primaria ‘con ais cinco particpastes (los: dos padres, el no, la nifia y el bebé situado dentro de la made), Des avemis Ta actitud compeitiva y los celos edipicos contenidos en dicha fantasia, como asi también si caricter egocéatrico, Ia confusiin de zonas critics y In tendencia masturbatoria bimanual. Finalmente, se fala Ta, motivacién predominan'e que cs la de superar Ia tension dese: ‘adenada por los deseorinstisfechos. sQusiames gee: ta motrin mpi en fants po morta, de particular relevancia ‘en nuestra opinion, y que corresponds ala necesidad inconsciente experimentada. por el nit de contrartestar 1 peligro de pérdida del sentimicato de klentad (problema que apa 1

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