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VOLVIENDO A PENSAR 65

52. Debo mi esclarecimiento de -los puntos oscuros


que persisten en el análisis de psicóticos principalmente
a tres trabajos. Como son cruciales para la compren­
sión de lo que sigue, voy a recordárselos : Primero: la
descripción de Freud (2) que cité en mi trabajo al
Congreso de Londres de 1953 ( 1), sobre el aparato
5 mental que es puesto en actividad por las demandas
del principio de realidad y en particular, aquella parte
DIFERENCIA€ION DE LAS PERSONALIDADES del mismo que está en relación con la conciencia de
PSICOTICAS Y NO PSICOTICAS 1 los órganos de los sentidos. Segundo: la descripción
de M. Klein ( 5) sobre los ataques sádicos fa:ntaseados
por el niño contra el pecho durante la fase esquizopa­
51. El tema de este trabajo, es el de que la _;!ifcren­ t·anoide, y tercero: sti descubrimiento de la identifica­
riación entTe las personalidades psicóticas y no J?SI<'Ó­ ción proyectiva (7). Por este mecanismo, el paciente
ticas, dependécTe escinde una parte de su personalidad y la proyecta. en
_..,.,_,_r - climlnutas
't
escic"í,ones áe-tóda
• -��
aqueila
-
pi.Irte ele 1a pc-rsona11dad que esta referida a fa con- el objeto donde se instala, a veces, como perseguidor,
c:ieQCl¡n'íon·ae 73 realidad interna y ext�rna,.,y_la e:5- pero dejando la psiquis de la cual se escindió empo­
pul�ióu de estosJra,ID:!lfil:ltO� _sie taJ form$!.i.-..9.t�� ello� brecida.
f·n'h:an dentro o en�lfan �ns ob'ietús. Describiré este 58. Por temor de que se suponga que atribuyo el
pfoCeso éil detalle y luego discutiré-sus consecuencias desarrollo de una esquizofrenia exclusivamente a cier­
r cómo afecta el tratamiento. tos mecanismos separados de la personalidad -que los
Estas conclusiones derivaron del contacto analítico emplea, enumeraré cuáles son las precondiciones que
con esquizofrénicos y las he comprobado en mi prác� yo supongo necesarias para que estos mecanismos ope­
tica. Les llamo la atención sobre ellas, porque me lle­ ren y sobre los que quiero focalizar la atención de
varon a mnsecuencil;Ls analíticamente !iÍgnificativa� f'n ustedes. Está el ambiente, �ue no- discutiré por ahora,
mis pacientes y que no deben ser confundidas ni con y la personalidad, que debe poseer cuatro rasgos esén­
las rcmis�ones conocidas muy bien por los psiquiatras. chiles: U�a preponderancia de impulsos destructivos
. ' . . a tan grande, que aun el impulso a amar, es cubierto
o con .:,esa.,.e.e 1ase
• de me3ona que es 11npos1 'bl e re fenr
!as interpret�ciones que se han hecho o a cualquier por él y convertido en sadismo; un odio de la realidad
C\lerpo cohercntt de teoría psicoanalítica. Pienso que interna y externa que se extiende a todo lo que pueda
las mejorías que he visto, merecen una investigación despertar conciencia de la misma; pánico• de aniqui­
psicoanalítica. lación inminente (7), y finalmente, la formación de
relaci6n de objetos prematura y precipitada, con cuya
1 "Differentiation of thc psychotic. from thc non-psychotic primera línea está la transferencia, y cuya fragilidad
personalities". lnt. J. Psa. 38, 3-4, 1957. contrasta •:1otoriamente con la tenacidad con la que
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es mantenida. Esa prematuridad, esa fragilidad, y la te­ rato de tomar conciencia de la realidad que Freud des­
nacidad, son patognomónicas y tienen una derivación crioío como entrando en juego ante el requerimiento
importante sobre el conflicto, nunca decidido en el del principio de realidad; y además,a a una excesiva
esquizofrénico, entre los instintos de vida y de muerte. proyección de estos fragmentos cie l personalidad en
54. Antes de que consideremos los mecanismos que ob3etos externos. -
resultan de estas características, quiero exponer breve­ • He descripto algunos aspectos de estas teorías en mi
mente algunos puntos referentes a la transferencia. El trabajo para el Congreso Internacional de 1953 ( 1),
vínculo con el analista es prematuro, precipitado y de cuando hablaba de la asociación de la posición depre­
una intensa dependencia; cuando bajo la presión de siva, con el desarrollo del pensamiento verbal y la sig­
sus instintos de vida y muerte, el paciente ensancha el nificancia de esta asociación para la toma de concien­
contacto, se ponen de manifiesto dos corrientes con­ cia de la realidad interna y externa. En este trabajo
currentes de fenómenos. Primero, la escisión de su retomo el mismo terna, solamente que en un estadio
personalidad y la proyección de los fragmentos dentro más temprano, diríamos, el comienzo de la vida del
del analista ( es decir, la identificación proyectiva) que paciente. Me refiero a fenómenos de la posición ésqui­
se hace hiperactiva con los consecuentes estados confu­ zoparanoide que posteriormente están asociados con
sionales que Rosenfcld (9) ha descripto. Segundo: las el comienzo del pensamiento verbal. Espero que esfo
actividades mentales y toda otra a través de tas cuales surja así de aquí.
el impulso dom1 �.!_$ seacltiiaaO de muerte, tra� 56. Las teorías de Freud y Melanie Klein a las cua­
decxpresarse, .ion de inmediato sujetas a mutilaciones les me referí· anteriormente, deben ser consideradas
por el irne_ulso temporariamente subordinado. El pa­ ahora con más detalle. En su trabajo Neurosis y psi­
cienfe perseguiao por esas mutilaciones, y tratando de cosis de 1924, Freud definía uno de los hechos que
escapar al estado confusionª1,_ retorna a una relación mejor distinguía la neurosis de la psicosis: "En la
resu-i�ida. -Oscilaciones entre tentativas de ensanchar primera, el yo, en virtud de su lealtad a la realidad,
el contacto y te�tivas de restringirlo se suceden con­ suprime una parte de! eIIo (Ia vida instintiva) mientras
tinuamente a lo 1argo efe! análisis. que en � a psicosis, el mismo yo está al servicio del ello,
55. Volvienaoanora a las características que enun­ y se retlra de una parte de la realidad" ( 4). Presumo
cié como iñ!rJn_secas de la personalidaa e�uízofrénica, que cuando Freud habla de la lealtad del yo a la reali­
cliré que constituxe!.1 un_k�c!Q. g_ue asegura que -SU dad, habla del desarrollo que él describe que tiene

po�edg_r .progresará través de las posiciones e�ui­ lugar cuando el principio de realidad se instituye. Di­
ce : "Las nuevas demandas hacen necesario una suce­
zoparano1dc_y deprestva de una manera marcadamen­
te diferente de los q_ue no tienen dichas característícas. sión de adaptaciones en el aparato mental, que a causa
Lacfíierencia gira ;¡rededor del hecho de que esta de nuestros conocimientos insuficientes o inciertos, sólo
"o-�
com mac1on de cualidades lleva a fragmentaciones podemos detallar en forma muy elemental". Luego
apunta la siguiente lista: La mayor importancia de
tri� d.f. la_p_ersonalidad, particularmente del apa-
los órganos de los sentidos dirigidos hacia el mundo
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exterior y de la conciencia ligada a ellos; la atención los fenógie1ws gue estamos acostumbrados a asociar
a la que coru.idera una función especial que investiga con la �urosis¡,nunca.están ausent� y�3irven p_ara
el mundo exterior para que sus señales sean ya fa.mi­ co�icar eJ análisis, cu_ando_L�_hecho un progre§{)
liares si ima necesidad interna urgente emerge; un suficiente al estar presentes en medi;;-ae-material _psi­
sistema de notación cuya tarea es la de depositar los cótico." �bre�l hecho de .9. ue el _yo mantiene contactb
resultados de esta actividad periódica de la conciencia, con fa"rrealidad, depende justamente la existencia ele
y que él describe como una parte de lo que llamamos uhapersoruilíci_a� no esicótica paralela, pero oscurc­
memoria; el juicio, que debe decidir si una idea par­ cid� parla personalidad psicótica.
ticular es verdadera o falsa; el empleo de la descarga 57. Mi segunda modificación, es la de que e,L re_tir2..,_
motora para una alteración apropiada de la realidad de la_ �ali�d, es u�a_ ilu.sión, no lln.. h,ech.,o. y emerge
y no simplemente como una descarga del aparato men­ d�l aespliegue de is:leniifj_cación P!.�e�tiva en contra
_
tal de un incremento de estímulo; y finalmente, e] d�l¿parato m�nt� E;_numerado por Freud. Es tal la
pensamiento que es el que según Freud, hace posible pre�minancia de �sta fantasja, qu� parece evidente
tolerar la frustración, que es un acompañante inevita­ que no es fantasía., sino un hecho para el paciente,
ble de la acción, en virtud de sus cualidades de forma qúien actúa como si suaparato perceptual pudiera ser
experimental de acción. Como veremos, yo extiendo escindid? en diminutos fragmentos y proyectado en
mucho más la función e importancia del pensamiento1 sus objetos.
pero por lo demás, acepto esta clasificación de las fun­ - Como resultado de estas modificaciones llegamos a
ciones del yo, que Freud adelantó putativamente, ha­ la conclusión que pacientes bastante enfermos, tanto
ciendo concreta la parte de la personalidad que trato como pata ser clasificados como psicóticos, contienen
en este trabajo. en su psiquis, una parte no psicótica de la personali­
Concuerda con la experiencia clinica y esclarece su­ dad, víctima de los múltiples mecanismos neuróticos
cesos que habría encontrado infinitamente más oscuros con los cuales el psicoanálisis nos ha familiarizado; y
sin ella. una parte psicótica de la personalidad, mucho más
Haré dos modificaciones en la descripción de Freud dominante que la parte no psicótica, que existe perQ
parn acercarla más a los hechos. No creo al menos como una yuxtaposición negativa con la anterior, y
en cuaI_3t0,<1, k>s pacientes que enepn�en nuestra por la cual se ve oscurecida.
práctica an�lípca, que el yo...se.. reti r4 nunca totaiment� Una concomitancia al odio de la realidad que
de la realidad. Diríaque su contacto con la realidad, Freud remarcó, son las fantasías de ataques sádicos al
está eñcubierto, por la predominancia en la mente fa y pecho, que ocurren en el niño psicótico, y que Melanie
conducta ad-paciente, de una fantasía omnipotente Kleiu describió, como parte de la fase esquizoparanoi­
encanünaaa a destruit:, tanto la r�alidad como la con-· de (8). Quiero destacar que en esta fase, el psicótico,
cfeñciade la misma, y así entonces, alcanzar un estado escinde sus objetos, y simultanearñeñre focla 1a parte ·
que no es ni la vida ni la muerte. Desde que el con­ de-:::�trpei;sonalidacl-que le daría conciencia de la reali­
tacto con la realidad nunca se pierde completamente, dag_gue.,.él ���en mu)L dimif!ut.Q§ fragmentos, y es
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por eso, que el sentimiento del psicótico, es que no el sentido como que está escuchando al paciente. El
pódrá nunca restaurar sus o6'jetos osu yo. CoiñO re­ objeto, enojado pqr.�uaciQ.!1 se hin.é.a, clir.ía�
sultado de estos ataques ae esc1sioi1..J.füt0Ji 2!9-�s.° y cubre Y.controla la �i_eza de la J?!fliOnalidad�e la
cngo.If�es en ese S!m,.tido que.la partícula deTa pers(i':
. aspectos de �u -�rsonalidad� I�roveerían de fun­
damentospara la comprensión intuitiva de sí mÍsmo n!'11dad sehavÜ°el� �cosá:' :.J.)ado _g,u� estas P.a7-
y c'!eotros,esfán perturl;iados desde el c_gmienzo. Toclas t19!1-as...J,2n de las s.u!1es depende el p�ie)l!e para
. .
la's funéiones que Freud describió, como una respuesta usarla_u:om,..2.prototipo de 1de�s -posteriormente para
evolutiva al principio de la realidad en estadios poste­ formar �a matriz ae 1a cual emergerán las _palaoras­
riores, es decir, conciencia de las impresiones sens5,J­ esle dom,!:.1.;.º 'éf� �ma parte de la personalidad por el
_ -
riales, la atención, lfriieiYroTm"';°'el fuiciO,:-E{!_ pensamie_n­ ObJeto contenido pero controlaaor
- lleva al .r:.
naciente::.. a
v ' r·

senur que las palabras son eñ eraad las cqsas CJ!:l,é
t«:r, ha atra@o contra-en� en una forma tan primaria
como pueoenposeerla al comienzo de la vida¡_ !Q�­ nombt�� esto, aumenta la confusión, descripta por
ques sádicos de escisiones eviscerantes_ que las condu­ Sega!, po;:gue el µacie�te egajpar��ro_110 s�m_boliza.
cen a estar cíiminutamente fragmentadas y luego a ser A causa de que el ac1ente usa estos objetos� bizarros'
ex.Pulsadas de la iersonalida<:1 para penetrar o engp.is­ para obtener sus ·pensamientos, nos eva ahora a ur.
tar los objetos. En la fantasía del paciente, las par­ nuevo problemaSl consiclerainos que uno de los,,obje­
tículas del yo expelidas, llevan una existencia inde­ tivos del paciente para usar la escisi6n y la idcntifi�a­
pendiente e incontrolada, tanto sea contenidas en, o ción proyectiva, es la de desprenderse de la conciencia
conteniendo los objetos externos; contim'.ian ejerciendo de la realidad, está claro que podría adquirir el má•
sus funciones como si la ex:eulsión � la cuál han si<fo­ ximo de separación de la realidad,' con la máyor eco­
rnjetas, hubi.eraservícIÓ solamente, para aumentar su no��u...!:!zo;::!:p�errrn.nzar �st� ataques
y
n{1iñero erovocar_}>_pstilid_!d contra la p!iquis que d§'tructivos contra el vínculo, cual�iera .9ue este sea,
las había expulsado. En consecuencia, el paciente se qu'l!"ttlnecraíasifupresiones ae sussentidos con la con.'
sientecomo rodeado por obietos bizarxos cuya natu­ ciencia. En mi trabajo para el Congreso Internacion�l
ra'iezaaescribiréa continuación. deT95S-( 1), mostré que la conciencia de la realidad
58. Qada partíc� es_sehtida cogi.2,._consistiendo de psí9uica, depende del desarrollo de la capacidad cfef
e Jije��ue estaría_encapsulado en una pa:rte· · pcns'am1enfo veroa.1, cuyos fundamentos están ligiclos
r i° cori la PQfil.G.l.Ql).-depr.csiva.- Es imposible considerar
e a pcrsonalidad..que lo ha engullido. La naturaleza
de esta pa�tícula. completa, dependerá parcialmente, esto ahora. Los referiré al traqajo de Melanie Klein
del carácter del objeto real, digamos, un gramófono, y de 1930, sobre "La importancia de la formación de
parcialmente del carácter de la partícula de la perso­ los símbolos en el desarrollo del yo" (6), y al frabajo
nalidad que le ha engolfado. Si la parte de la perso­ para la Sociedad Británica de Psicología en 1953 de
nalidad, está en la relación con la visión, cuando el Hanna Segal ( 10). En este último Segal demuestra
gramófono suena, será _sentido como observando al -la importancia de la formación de símbolos y explora
paciente; si lo está con la audición, el gramófono tiene su relación con el pensamiento verbal y las tendencias
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reparatorias normalmente asociadas con la pos1cton concie� l�ada a" las impresiones sensoriales. Me
depresiva. Yo hago referencia aquí a un estadio más apoyo en su afirmación hecha doce afios más tarde
temprano de la misma historia. Creo que el_<:!wo .que en su trabajo El Yo y el Ello. Allí dice que la pre­
se hace mucho más evidente en la posición depresiva, gunta; "¿ Có�o se hace una cosa consciente?" puede
en realidad se inició en la fase esquizoparanoide, cuan­ ser mas venta3osamente planteada: "¿ Cómo una cosa
do se echan l�s bases para el. pensamiento primitivQ, se hace preconsciente?" Y la respuesta sería: "Co­
pero_ que no llega a establecerse a causa de la exage­ nectándose con las imágenes verbales que le corres­
ponden" _(3). En mi trabajo de 1953 (1) dije que
de
ración de la escisión y de la identificación proyectiva.
59. Freud atribuye al pensamiento, la función el eensam1ent2 verbal está ligado con_lac conciencia de
proveer un medio para restringir la acción. J,>ero ade­ l<1; realidad psíquica; pienso que esto también es cierto.
más dice: "Es probable que el pensar sea originaria­ en cuanto al pensamiento 2reverbal del cua1 habi�
mente inconsciente, ya que emergió de la mera idea­ al�:- En vista _ de lo que he dicho de fos ataques del
ción y viró a las relaciones entre las impresiones d<' ps1cot1co sobre el aparato mental que le permite tomar
objeto, y que luego se revistió con cualidades percepti­ conciencia de la rea�idad externa e interna, se podría
bles para la conciencia solamente a través de su cone­ esp erar q�e el �hei�:_de identificaei6n proyectiva
,
xión con las huellas mnémicas de las palabras" (2) . sena parttculannenresevero, en contra del pensamien­
Mis experiencias me h�n llevado a suponer gue existe to, cte cuatquier clase que sea, que estuviese dirigido
desoe el comienzo, alguna clasecle pensamiento, refe­
rid(')'--a lo que llamaríamos ideografía y visfón,�s
--:--. ·,---- - :.I""__:...
- si este vinculo
- o
a "'r�e:s-entre 1ás-nilnrés1onesde oh1·;.:;J t�:- $.norque
_, _me1· or aún) no
pudiera ser roto
foqarse nunca, por lo menos .la concienga deJa realí­
.

q� palabras v al oído. Este pensamiento, cle­


peñae ae una capacid;d parauna introyccción y pro­ daa podría ser destrufüa,auñqÜe la realidad. misma
yeccioñ de obJetos e.qutlihrada y a fortiori dc7a toma nunca lo fuera. �Pero, envercfad:Cl trabajo de destruc�
de.:S«:�ia de los mismos. ��tLJ.t@Q_Q_e_la ciónXª �stá hecho a medias, por lo menos dado que
capacidad ae7aparte no psicotica de 1a. personalidad, el material del cual se forma el Il,�Jaini�to en el no
en parte; a causa de la escisión y expulsión del aparato psi_.s?�ico mediante_�na intr�yección y· proyección,
de la conciencia que he descripto, y en parte, por ,equilibrada, no está dis,poniOl!_Para la parte psicótica
razones que◄v.oy a desctibir ahora. -�e7a P:!�na!_icla1 a caus�e que Íaproyección e
mtroyec:c1on ha��desplazadas por la identificación
Gracias a l�s op�raciones de la parte no psicótj_ca
p1�ctiv;í"x solo quedan_los objetos bizarros que he
de -fapersonalidad, efpaciente es conscieñfe é1e que
cfescripto.
la iñtroyeccióñ conduce a la formaci6n del pensamien­
to· i!)consciente del cual Freud habla como "aplicado .�o. En realidad, no solamente el pensamiento pri­
a )as relaciones entre las impresiones de objetos". Creo m1t1vo es atacado a causa de que conecta las impre­
ahora que es es�ensamiento inconsciente -el que siones sensoriales de la realidad con la eonciencia. sino

--
Freud define como apñcado it--las ?'elaciones entre las que dada la mayor destructividad del psic6tic� los
"la procesos de esc1sión se extienden a los vínculos, dentro
impresiones de objeto el que . es responsable por_,,,_ ........
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del proce� rnis�o�pe�amiento. Tal como lo im­ mentos, hace que desde aquí en adelante haya una
p1l'éa la frase de Freud de que el pensamiento redunda divergencia cada vez mayor entre las partes psicóticas
en las relaciones entre las impresiones de objeto, esta y no· psicóticas de la personalidad, hasta que al fin
primitiva matriz de ideografías, de la cual surge el el espacio entre ambas es sentido como imposible de
pensamiento, contiene eñst misma eslabones entre una ser cubierto.
iae<;g�i o� Todos éstos son atacados, hasta 9.ue 1
61. Para el paciente, las consecuencias son de que
fiñlrmente, dos ·objetos, no pueden ser puestos en con­ ahora se mueve, no en un mundo de sueños, sino en
tamo clemanera tal de dejar a qi,da uno sus cuaji­ un mundo de objetos que ordinariamente constituyen
dhae's"iñtnnsecas intactas y además con la capacidad los artefactos de los sueños. Las impresiones de sus
defroducir un nuevo objeto mental a través de_ él. . sentidos parecen haber sufrido una mutilación, tal co­
Consecueñteiñente, la formación de símbolos cuya efec­ mo si hubieran sido atacados, en la tortna en que el
tividad""térapéutica depende de la posibilidad dejuntar pecho es sentido que fue atacado en las fantasías sá­
dos 061etos, ae manera tal que su semejanza sea mani­ dicas del niño ( 5). El paciente se siente prisionero en
fiesta-y s1ñ embargo, su diferencia quede inalterada, ese estado mental al que ha llegado, e incapaz de es­
resuffii muy dificultoso. En un e�is> auru'ostehor, caparse, a causa de que siente que le falta el aparato
ef'resuffado de estos aiaquesde escisión $e ven en la de la conciencia de ]a realidad, que es simultáneamente
negaciónde la articulación como principio para ta la llave de escape y la libertad a la cual escaparía.
combinación delas pala6ras. ;Es.to_ no significa q_ue · La sensaci6n de aprisionamiento se intensifica por la
los objetos no pueden ser juntados; como mostraré más amenazadot'a presencia de los fragmentos expulsados,
a'delante cuánao ñable cíe la aglomeración, esto no es dentro de cuyo movimiento planetario se halla el pa­
cierto Cle-nínguna manera. Por otra parte, desde gue ciente. Estos objetos, primitivos pero complejos, par­
"lo que conecta" no solo ha sidoiiünuciosañiente frag­ ticipan de l�s cualidades que en la personalidad no
meñtado, sino también p �yectado aentro de objetos y psicótica, son peculiares a 1a materia, objetos anales,

unido coñ otros Q.2.ietos 1zarros, el paciente se sieñte sensaciones, ideas y superyó.
rodeado ,E_Or minúsculos eslabones qµe estañdo impr�­ 62. La· diversidad de tales objetos, al depender de
nacfosab.017"aco"n cñi'eldad 1 unen objetos cruelmente. la sensación en la cual están sumergidos, advierte más
· Para cprn;]'.!Jir la descripción de la fragmentación del de lo que la rápida indicación que he dado del modo
yo y su expulsi6n en, y alrededor de sus objetos, diré que se originan. La reacción de estos objetos con el
que creo que estos procesos que he descripto son el materia..!_,del J?ensamiento ideográfico, lleva al¡>aciente
factor central, en tanto que tal factor pueda ser aisla­ acciñIUn�� objetos reales-con ideas fil!I!Út1vas ;_ j;,luego
do sin distorsión, en l a diferenciación de la parte a"1aconfus1ón, cuando ooedecen las leyes de las cien­
psicótica de la no psicótica de la personalidad. Esto ci!ís naturalE!y no las del funcTonam1ento mental.
tiene lugar en el comienzo de la vida del paciente. Si el paciente desea recuperar uno de estos objetos;"'en
Los ataques sádicos sobre el yo y sobre la matriz del una tentativa de restitución de su yo, y en análisis
pensamiento, y la identificación proyectiva de los frag- justamente, se siente impelido a hacer tal tentativa,
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tiene que recuperarlos por una identificación proyec­ ría estar reemplazado por un mundo de elementos de
tiva revertida y por el mismo camino por el cual fue­ los sueños.
ron expelidas. Ya sea que sienta que uno de estos 64. Trataré ahora de describir una sesión real; e&
o_bjetos ha sido puesto de vuelta por el analista, o que una experiencia clínica basada en estas teorías más
sienta que él los ha retomado, lo mismo sentirá el bien que una descripción de las experiencias sobre las
ingreso como una agresión. El grado e.xtre.mo al cual cuales basé estas teorías, pero espero que podr� señalar
ha llevado la escisión de los objetos y del yo) hace que el material de sesiones previas que me llevaron ·a inter­
cualquier tentativa de síntesis sea muy dificultosa. pretar las cosas tal como lo hice.
Además, como se ha libra�o de "Jo que junta'\ su El paciente, en el momento de esta sesión, de la que
capacidad para la articulación, sus métddos para la describo una pequeña parte, ha estado viniendo por
sí�tesis son sentidos como macilentos; pu�� �mpri­ espacio de seis años. A veces llegaba con 45 minutos
. de atraso, pero nunca perdió una sesión; las sesiones
mu:. pero no puede Juntar;_ puede fundir pero no pue­
de .::rticular. g_�sultado de la eyección y al igual nunca sobrepasaron su límite de hora. Esta mañana
llegó con 15 minutos de atraso y se tiró sobre el diván.
que toda .ºl!ª partícula expelida, la capacidad para'
Empleó cierto tiempo, en girar de un lado para otro,
juntar es sentid� mucho peor que foqueera cÜando ostensiblemente tratando de acomodarse. Al final,
fue eva�da. T9da articulación que tiene lugar, es dijo: "No creo que consiga h�cer algo hoy; debí haber
}fecha vcngativamente, es decir, de una manera ex­ llamado a mi madre". Hizo una pausa y luego prosi­
pres'ameñte coñtraña a los oeseos dcf paciente en � guió: "No; pensé que iba a ser así", una pausa más
mmrtenfo. En el curso del análisis, este-proceso de prolongada y entonces: "Nada más que cosas inmun­
éompréslóñ o aglomeración pierde algo de su malig­ das y olores" ; y luego: "Creo que he perdido mi vista".
nidad y entonces emergen nuevos problemas. Habían pasado 25 minutos, y yo hice aquí una inter­
63. Debo llamar la atención de ustedes a un punto pretación; pero antes de repetirla, quisiera relatar al­
que requiere un trabajo por sí •mismo y por Jo tanto gún material previo, que espero hará más comprensible
no puedo más que mencionarlo aquí. Está implícito mi intervención.
en mi descripción que la personalidad psicótica o Cuando e) paciente maniobraba en el diván, le esta­
parte de la personalidad, ha usado la escisión y )a ba observando algo que era familiar para mí. Cinco
identificación 'proyectiva como sustituto de la repre­ años antes me había explicado que su médico le acon­
sión. C�c.!2,._y <lonqe la parte no psicótica de _l.ª'- per­ sejó una operación para la hernia y que su incomo­
sonalidad, rec_urre..a. Ja represi6ñ-como modo de eli­ didad y sus movimientos eran a causa de la misma.
miñar ciertas tendencias de la mente, tanto sea de la Pero era evidente que se trataba más que de la hernia y
cóñcieñéia como de otras 'formas de manifestación y la actividad racional. Le habfa preguntado a veces,
actividad, � parte psicótica de la personalidad int.enta cuál era la causa de estos movimientos y a estas pre­
librarse del2P�rato _del cual la psiquis depende para guntas respondi6: "Nada". Otra vez dijo: "No sé".
. llevar~a cabo las represiones•' el inconsciente
..
parece- Sentí que ese "nada" era una invitación velada a que
t. --
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me ocupara de mis propias cosas, tanto como la ne­ es realmente una hernia" dije. "No tengo idea, res­
gación de algo muy malo. Proseguí a través de sema­ pondió, sólo una hernia." Quedé sintiendo que su
nas y años observando sus movimientos. Un pañuelo "no tengo idea", era igual al "Sin ideas", acerca de
fue acomodado cerca de su bolsillo derecho; arqueó los sueños y los movimientos, pero por lo menos en
su espalda il.seguramente un gesto sexual? Un encen­ aquella sesión no pude ir más lejos. A este respecto
dedor se escapó de su bolsillo. ¿Lo levantaría? Sí. No. los movimientos y· los sueños eran francos ejemplos de
Tal vez, no. Bueno, sí. Fue recogido del suelo y colo­ tentativas mutiladas de cooperación, y •acerca de esto
cado al lado del pañuelo. Inmediatamente una llu­ también le había llamado la atención.
via de monedas, corrió sobre el diván hasta el suelo. 65. Se les ocurrirá, como a menudo se me ha ocu­
El paciente quedó tieso y esperó. Sus gestos parecieron rrido a mí, que estaba observando una serie de _preJen­
sugerir que tal vez fue imprudente recoger el encen­ taciones dramáticas minusculasJ.r�aradones _para 1:l
C
dedor, pues había provocado la caída de las monedas. 155ño o la alimentación d un bebé.,_9 �l,..cambio� de
Esperó alerta, furtivamente. Y finalmente hizo la ob­ p�ñales o una scduc;--ión sexual. Más a menudo, sería
servación que transcribí. Me acordé de sus descrip­ c0ñ-ect6""de'tir.-qne ta -reseñiación era un cong!2me­
ciones producidas a lo largo de muchos meses, acerca ra_g.Q..�ªr�s �ad.2l.J_ un nú_mer� taley�scen�
de las tórtuosas maniobras que tenía que empren,der v' fue esta impresión que me llevó finalmente a su­
antes de ir al toilette, o bajar para el desayuno o tele­ poner ue estaba o6s'crv ndo�actividad,.ideomotQ-
fonear a su madre. Yo estaba acostumbrado a recor­ a. es decir, un medio dec expresar una idea sin nom­
dar muchas de sus asociaciones libres que podían ser
fácilmente apropiadas, para 1a conducta que mostró
�e aqui hay üñ orto pasoa peñsar que e�ta
clase de actividad motora, es la que Freud ha descrip­
en ésta como en muchas otras mañanas. Pero éstas to como característica de la supremacía del principio
fueron ahora mis asociaciones, y una vez que probé del placer ( 1) . Porque en cuanto que yo estaba obser­
hacer uso del material en una interpretación, esa fue vando fenómenos psicóticos, eLJ;laciente no P.odía estar
exactamente la respuesta que él había dado. Una actuando como respuesta a lá percepción de realidad
, interpretación que recordé, babia tenido buen resul- externa; estaba mostrando Ja clase de descarga motora
tado. - que Freud �� �ajC!_la supremacía del prin­
Le señalé entonces que él había sentido más o me­ cip10 del plaJ;_er �a servido par�- descargar el apa­
nos. lo mismér•acerca de estos movimientos que lo que rhlo mental del incremento de est1mulos, y para llevar
había sentido acerca de un sueño que me había con­ a-cabo tal tarea ña enviadO inervaciones hacia el
tado -no tenía idea acerca del s.ueño, ni idea acerca int�rior del cuerpo ( expresiones gesticulares de afec­
de los movimientos. "Sí", dijo. "Eso es." "Y sin em­ to)". Esta impresión,. fue la que tuve de nuevo cuando
bargo, repliqué,. usted una vez tuvo una idea acerca el paciente dijo: "No creo que pueda hacer algo ho(.
de esto; pensó que era la hernia." "Eso no es nada" Era una observación que podía referirse � la probabi­
replicó, y se quedó callado, casi astutamente diría, lidad de producir material para interpretaciones, o
para ver si yo había pescado el punto. "Así que nada igualmente a la probabilidad de que yo produjera al-
80 W, IR. BION VOLVIENDO A PENSAR 81
guna interpretación. "Debiera haber telefoneado a mi que ·con esto, él expresaba una negación celosa de mi
madre", podía significar que su fracaso en hacerlo era insight.
el castigo por no ser capaz de hacer análisis. También 66. Cuando el paciente dijo, después de una pausa,
significaba que su madre sabría cómo hacerlo -clJa que él sabía que esto sería así, presumí con seguridad
podría obtener asociaciones de su material, o inter­ que era yo el que tenía pocas probabilidades de hacer
pretaciones de mí; algo dependía de lo que su madre algo en esa sesión y que su �adre era alguna persona
significara para él, pero en este punto yo estaba a o cosa que podría habilitarlo para manejarse más sa­
oscuras. Ella apareció en ci análisis como una simple tisfactoriamente. Esta impresión se fortificó más por
mujer trabajadora que había tenido que salir a trabajar la próxima asociación.
para mantener la familia; este punto de vista era sos­ Si las teorías que describí son correctas, entonces, en
tenido con el mismo grado de convicción con que cualquier situación dada, un paciente que está sufi­
sellaba sus afirmaciones de que la familia era extre­ cientemente enfermo como éste, que se hallaba inter­
madamente rica. Se dignó concederme algunos vis­ nado, tiene dos problemas parn resolver: tmo, pertene­
tazos de ella, como una mujer con tat cantidad de ciente a la parte no psicótica de la pers9nalidad, y otro
compromisos sociales que le restaba escasísimo tiempo de la parte psicótica. En este caso particular, y en
.para satisfacer las necesidades tanto del paciente, que este particular momento, la personalidad psicótica y
era su hijo mayor, o de su hija, dos años mayor que sus problemas todavía oscurecian la personalidad no
el paciente, o del resto de la familia. La describió, si psicótica y sus problemas. Sin embargo, como espero
algo tan inarticulado puede ser llamado descripción, mostrar, la última podía ser discernible en el material.
privada de sentido común o cultura, y sin embargo La personalidad no psicótica estaba preocupada con
habituada a visitar galerías de arte de fama interna­ un problema neurótico, es decir, un problema que se
cional. Me dejó inferir que en la crianza de los niños• centraba en la resolución de un conflicto de ideas y
fue ignorante y afanosa en extremo. Puedo decir que emociones, al cual había dado lugar las operaciones
para esa época a la que me estoy refiriendo, conocia del yo. Pero la personalidad psicótica -estaba dedicada
poco más de su madre real que lo que habría conocido al problema de reparar el yo, y la clave de esto residía
una persona que se ha librado de su yo en la forma en el temor de haber perdido. su vista. Desde que era
que he descripto como típica de la personalidad psicó­ el problema psicótico el que se imponía, me encaré
tica. Sin embargo, tenía estas impresiones y otras que con él tomando primero su última asociación. .1_e,
omito, y sobre ellas basé mis interpretaciones. La res­ dij.e que esas cosas_ y olores ipmundos era lo que ér
puesta del paciente a estas interpretaciones fueron de seittí��e7ia�ía obligado a hacer, y que sentía �ue
franco rechazo y absoluta inadmisibilidad a causa de méruibía compelido �eíecar esas cosas y olores m­
ser equivocadas, o acertadas, pero inoportunamente mundos, íñéluyendo El vista que ef había puesto en mj.
dichas, por ser sentidas, como que yo había estado El'pacieñte saltó convulsivamente y lo vi escudriñar
usando su mente ( en verdad serfa su capacidad de cuidadOliamente lo que parecía ser el aire que lo ro­
rontacto con la realidad) sin su permiso. Se observara deaba. Entonces le dije 9'!���.tía rodead� PQr
82 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 83

pedazos de cosas malas y mal olientes de sí mismo de la pers �nalidad a causa de que la parte psicótica
in'éruyen'dos1:rs ojtr� gyeél sentía haber-expulsado pó; era la dommante, y en esta parte, el suceso era·mera­
s��Replicó: "No puedo ver". Entonces !JL.dije mente significante como una ideografía para la cual
q�a que había perdido J<L_Yjsta y su 1:i<!bilidad no había una necesidad inmediata. Cuando por fin
para h�blar a su mad!.e � a mí, cuando se había liOra­ el hec?� irrumpió en el análisis, tuvo la apariencia
dC.,� ,§as h�d.«.§., �v_p,cuá,i_dolas p�ra-evitar el superf1c1almente, de una especie de reacción diferida;
dolor. pero tal punto de vista depende de la suposición que
'67. En esta última interpretación, yo usaba una se­ la asociación de los anteojos oscuros era una expresión
sión de varios meses antes, en la cual, el paciente se del conflicto neurótico en la parte no psicótica. Y en
quejaba de que el análisis era una tortura, una tortura verdad, no era una expresión diferida de un conflicto
de recuerdos. Le mostré entonces, como lo había evi­ de la parte no psicótica, sino como mostraré, la movi­
denciado en esfa sesióg__c.91!.2US sa!_tos convuls1vOs,ciue- lización de una ideografía necesaria para la parte
ér1iaf.i1�_s.qp�gyid�estesiarse librándose de sus re­ psicótica para reparar de iwnediato al yo dañado por
c§rdos y de cualqaj_e.E_ otra cosa que pudiera fiacerle el exceso de identifü_:ación proyectiva que he descripto.
sentir dolor. Tales obstrucciones de hechos que pasan originalmente
en silencio, no son impor�antes por su' ap'arición dife­
Ei dijo: ;-;-Mi cabeza se está partiendo; pueden ser
mis anteojos oscuros". Unos cinco meses antes, yo rida, sino porque evidencian la actividad de la parte
había estado usando anteojos oscuros; el hecho no psicótica de· la personalidad.
había producido reacción visible alguna desde ese día Suponiendo entonces que .}os anteojos oscuros son
hasta ahora; pero .es menos sorpresivo el asunto si con­ aquí la comunicación verbal de una ideografía, es ne­
sideramos que al usar anteojos oscuros, yo fui sentido cesario determinar la interpretación de la ideografía.
por él como uno de los objetos a los cuales me había Temo que deberé comprimir tal vez hasta hacer in­
referido cuando describí el destino de: las partículas compr�nsible, las evidencias que poseo. Los anteojos
expelidas del yo. Ya expliqué que la personalidad psi­ conteman. un recuerdo de la mamadera. Habrá ·dos
c?�ª J2.ª.rece.. qut! tuviera que_esper.;g_ la ocurreñ­ anteojos o mamaderas, o sea, que se parecían 'al pe­
c1ª de un suceso apto, a�es de gye sg_sienta en cho. Eran oscuros a causa del desagrado y del enojo.
posesión de. una ideografía apropiada para usarla en Eran de vidrio para vengarse de sus intentos de ver
la comuni�ón consigo mismo o con !esotros. Re­ � través de ellos cuando eran pechos. · Eran oscuros a
causa de que él esperaba a la oscuridad para espiar a
cíifr'o'cameñte, -;¡¡:os sucesos que podrían haber teniao
sigpj!icación inmediata- ara la personaliaaa no psi­ sus padres en coito. Eran oscuros a causa de que había
� tomado la mamadera, no para sacar leche, sino para
cótica, son desapr�echa os a causa de que son senti­
d�u1gnificantes, solamente como ideografías que no ver lo que sus padres hicieron. Eran oscuros porque
sirven para una necesiaad inmediata. En el ejemplo él los había tragado y no solamente ia leche que con­
pr� elpro6Iemacreaoopor mi uso de los anteojos tenían. Y eran oscuros a causa de que los buenos obje­
oscuros, estaba oscurecido para la parte no psicótica to$ claros se habían hecho negros y malolientes dentro
84 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 85

de ellos. Todos estos atributos fueron logrados a través Paciente. El fin de semana; no sé si aguantaré.
de las operaciones de la parte no psic6tica de la per­ Esto es un ejemplo de la forma en la cual el pa­
sonalidad. Agregado a estas características, estaban ciente sentía que había reparado su capacidad de con­
aquellas que he descripto como perteneciéndoles como tacto y podía por lo tanto decirme que era lo que
parte del yo expulsada por identificación proyectiva; sucedía a su alrededor. Este e·ra un fenómeno ya
por ejemplo, su odio por sí núsmo, como parte de sí f��iliar para él y no se lo interpreté. En cambio le
mismo, que él había rechazado. Usando este cúmulo d11e:
de experiencias analíticas, y aun concentrado en el Analista. Usted· siente que debe poder seguir sin
problema psicótico, es decir, fa necesidad de reparar mL Pero para conseguirlo, siente que necesita poder•
el yo para poder encarar las demandas de la situación ver qué sucede a su alrededor, aun para poder comu­
externa, le dije : nicarse connúgo; para poder contactar conmigo a la
Analista. Su vista ha vuelto a ponerse dentro suyo, distancia, tal como hace con su madre, cuando usted
pero le parte la cabeza; usted la siente como uQa vista le telefonea; así que trató de reobtener su habilidad
muy mala a causa de lo qµe usted le ha hecho a ella para mirar y hablar de mí.
antes. P3ciente. Brillante interpretación. (Ccm brusca con­
Paciente (moviéndose con dolor, como si protegiera vulsión.) ¡ Dios mfo!
,u canal posterior) . Nada. Analista. Siente que puede ver y comprender añora,
Analista. Parecería ser su canal posterior. pero lo que ve es tan brillante, que le causa un in­
Paciente. Censuras morales. tenso dolor.
Le dije que su vista, los anteojos oscuros, fueron sen­ Paciente ( apretando sus puños y mostrando mucha
Lidos como una conciencia que le castigaba, en parte, tensión y ansiedad) . Lo odio.
porque había tratado de librarse de ellos para evitar
dolor, y en parte, porque él los había usado para es­ Analista. Cuando usted ve, aquello que usted mira,
piarme, así como había espiado a sus padres. No. siento -la pausa del fin de semana y las cosas que espía en la
que haya hecho justicia a lo compacto de la asociación. oscuridad- lo llenan de odio y de admiración ha­
Se observará que no he podido ofrecer una suges­ cia mí.
tión, en., cu9:nto a que podía estar estimulando estas Creo que en este punto la restauración del yo im­
reacciones en �l paciente. Esto no es extraño porque plicó que el paciente se había enfrentado con su pro­
estoy tratando con un problema psicótico que al con• blema no psicótico, la resolución de sus conflictos
tracio del no psicótico, está relacionado precisamente neuróticos. Pienso así por las reacciones de las siguien­
con la destrucción de todo el aparato mental que trae tes semanas en que mostró su incapacidad de tolerar
conciencia de los estímulos de realidad, y por consi­ los conflictos neuróticos estimulados por la realidad y
guiente, no puede discernirse la naturaleza y ni aun la sus tenta�vas de resolverlos por identificación proyec­
existencia de tales estímulos. Sin embargo, la siguiente tiva. A esto seguía tentativas de usarme como su yo,
observación del paciente dio la clave. ansiedades acerca de su insania, posteriores tentativas
86 W. R. BION VOLVIENDO A PENSAR 87
para reparar su yo y volver a la realidad y la neurosis; ciencia de la realidad interna y externa, es de esperar
y así el ciclo se repetía. que estará sujeto una y otra vez, a lo largo del aná­
68. He descripto esta parte de una sesión en detalle, lisis a destructivas escisiones e identificaciones pro­
porque puede ser usada para ilustrar varios puntos sin yectivas. He descripto el comienzo del pensamiento
sobrecargar al lector con un número de ejemplos dife­ verbal como perteneciendo a la posición depresiva,
rentes de asociaciones e interpretaciones. Lamento pero la depresión propia de esta fase, es en sí misma,
tener que excluir material muy llamativo y dramático, algo por lo cual la personalidad psicótica protesta, y
porque incluirlo implicaría agregar una abrumadora en -consecuencia, el desarrollo del pensamiento verb,;1!
cantidad de descripción del diario análisis con su carga cae bajo ese ataque, !iÍendo sus elementos expulsados
de claras incomprensiones, errores y demás, lo que de la personalidad a medida que se desarrollan por la
produciría un cuadro completamente confuso. Al mis­ identificaci6n proyectiva cada vez que ocurre la depre­
mo tiempo, no quiero dejar dudas de que el apprqach sión. En su trabajo del Congreso Internacional de
que describo, es el que según mi opinión, produce J 955 Hanna Sega! ( 11) describió la manera por la
sorprendentes resultados. El cambio que tuvo lugar en cual '1a psiquis maneja la depresi6n; los· remitiría a
este paciente durante las semanas en las que pude aquella descripción complementándola con esa parte
demostrar el interjuego que acabo de describir, fue tal de la posición depresiva que he incluido aquí, en la
que creo cualquier analista lo aceptaría de veras comq discusión sobre el desarrollo del pensamiento verbal.
una mejoría psicoanalítica. La conducta del paciente Pero dije que aun en la fase más temprana la posición
!-
se ablandó; su expresión se hizo mucho menos tensa. csquizoparanoide, los procesos del pensamiento que ya
En los comienzos y finales de sesiones podía mirarme estarían' en desarrollo son también destruidos. En este
a los ojos y no me evadía, ni como era frecuente antes, estadio no hay problema de pensamiento verbal sino
fijaba la mirada lejos como si yo fuera la superficie solamente progreso de un pensamiento primitivo . de
de un espejo delante de la cual él ensayaba algún tipo preverbal. Una identificación proyectiva excesiva
dram,i, interior, peculiaridad que me ayud6 a menudo, en este estadio tan temprano impide una introyección
a darme cuenta de que yo no era una pe_rsona real adecuada y la asimilación de las impresiones senso­
para él. Infortunadamente estos fenómenos rio son riales, y por lo tanto niega a la personalidad una base
fáciles de describir, y no intento hacerlo, porque quiero firme sobre la cual la iniciaci6n del pensamiento pre­
llamar la-'ateñci6n sobre una mejoría que he encon­ verbal pueda proseguir. Además, no solamente ,el
trado, y aún encuentro en otros pacientes, sorpren­ pensamiento es atacado por ser en sí mismo un ele­
dente y desconcertante. Como toca el tema principal mento vincular sino que los factores que llevan a la
de este trabajo, volveré sobre él retomando la discusión coherencia de Íos pensamientos en sí, son igualmente
teórica que he interrumpido para_ introducir mi t jem­ atacados en tal forma, que al final los elementos del
JJlO clínico. pensamiento, las unidades diría, de las cuales se cons­
69. Si el pensamiento verbal es lo que sintetiza y truye el pensamiento, ya no pueden ser ar�culadas.
articula las impresiones y es así esencial para la con- .
El desarrollo del pensamiento verbal > por cons1gu1ente.
\

.
88 W. R. BION
VOLVIENDO A PENSAR 89

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está comprometido tanto por los ataques continuos que mente avanzado. El almacenaje de tal suceso para ser
he descripto como típicos en la posición depresiva,
como por erhecho de la larga historia de ataques so­ - -
usado como ideografla,se-aptmóma a 1a descripción
bre cualquier clase de pensamiento, de cualquier clase de Freud de !�12,�sgueda de_<iªt.9s de manera tal, que
que preceda. ya semrfiiñiiTiaE_es si surge una urgente necesidad in­
tei-ña,""como una_ÍlJnción de_atención, .como uno de
El esfuerzo de pensar que es una E_arte del eje cen­ lofasj5eCtos del y9. Y también nos muestra, si bien
trar·ae toOoel proceso"°de r�arac1ón del yo, incluye rndirnentariamente én este ejemplo, una ingeniosa
el Yfi:_de �oi:los preverbales _primitivos que hansufri­ aglomeración que sirve �ra_tw�itir significados.
do la mutilación y la identificación proyectiva. Lo que
La:,_tn:ey¡rfu.-l....l.lr_e,resiva y �esconcert�nte de que hablé,
significa que la._! P�tiS!:!l�dd..yg__f:_xpulsadas, y s1;1s
te"ndría que ver_�n !:_Sto de I� �lo�r:-s!ón ingeniosa.
acúmulos, tienen que volver a estar �ajo contro.[y_ por
lo tanto dentro de la �rsonalícfad. La identificaéióu Porque encontré, no solamente que los Eacien�s re­
proyectiva es entonces revertida y los objetos vuel­ curren más y más al pensamiento verbal ordinario.
ven_2.9¡:_el mismo camin,2_J>or-el que fueron expelidos. mostrando así un aumento de la capacidad del mismo
Esto fue ex..E!-l!_!ado J?._Ot: un paciente que decía que y una consideración mayor por rl analista como ser
tenía que usar un intestino y_� un �erebro para pen­ humano, sino que se hacen cada vez más hábiles f'n
sa_f;-y-reforzo7a-a_g_i.icteza de su de�ctiEción corrigién­ el I_!lWejo_de este lenguaJe má� füeU:-aglomerado que
dome enÜna ocasión posterior, cuand�le nabfé de artk.,ulado, ...Lo importante del lenguaje civilizado es
ha�� tomado algo tr�.án!!olo; el intesting no traga, que simplifica grandemente las tareas del pensador o
me dijo. -P�a�olver1·estos objetos deben ser compri­ del que habla. Con tal instrumento los problemas
mjdos. ]Jeoido a la hostilidad con que fue rechazada pueden ser resueltos, a causa de que por lo menos
la función de articulación, ahora un objeto, los obj�tos pueden ser establecidos, sin el mismo ciertos interro­
solamente pueden ser unidos inapropiadamente o aglo­ gantes, rualquiera que sea su importancia, no podrían
merados. Sugerí en mi ejemplo clínico, que los anteo­ siquiera ser propuestos. Lo extraordinario es el tour
jos oscuros eran un ejemplo de esta clase de aglol!le­ de_l!!.!.·� por :_l cu�l ErÍlpitivos modos de pensamiento
ración de objetos bizarros que eran el producto de la son usados por el paciente para establecer temas de
identifir.aci6n proyectiva del yo. Además, debido a la gran complejiéfaa. Y esto mejora aun con nuevos y
incapacidád élel · paciente para distinguir e�re tales bien recibid.os prógresos. Y digo bien recibi<;los, por­
obJétosy los oojetos reales, es que debe esperar por que aún no estoy satisfecho de que sea correcto ignorar
sucesosaproprados que o provean con ideografías que el contenido de una asociación porque trabajar con
sus-impulso!,_ de coriiu�r reqüiereñ. Este caso fue lo ella tendría al analista hablando infinitamente más
recíproco de esto, es decir, un ejemplo de almac-enaje tiempo que al paciente. ¿ Cuál es por ejemplo la inter­
de un suceso no a cuenta de su significación neurótica, pretación correcta del contenido de "censuras mora­
sino por su valor como ideografía. Esto significa que les"? Y habiéndolo decidido, ¿ cuál es el procedimiento
este particular uso de los .anteojos oscuros es franca- correcto? ¿ Hasta donde debe seguir uno la aclaración?
90 W. ·R. BION VOLVIENDO A PENSAR 9i

Las partículas que deben ser empleadas participan su yo y la substitución de la identificación proyectiva
de las cualidades de las cosas. El paciente parece sen­ por la represión e introyección deben ser elaboradas.
tir esto como un obstáculo adicional en sus reentradas. Considero que esto es también verdad c�o
· Como esos objetos expelidos por identifícaci6n pro­ se� en quien creo ha'¼-UJlª personalid� p,sicó!ica
yectiva se vuelven infinitamente peores después de la ocu�por la neurosis tanto como la �rsonalidad neu­
1 expulsi6n que lo que eran cuando fueron originaria­ róti�a está oculta por la psicosis en el j?Sicótico, y que
1
: mente expelidos, el paciente se siente forzado, asaltado, tienegu'Dei,1lescuo1-erta_y tratada.
y torturado por este reingreso, aun deseado por él.
Esto se ve en el ejemplo que di por el movimiento
convulsivo del paciente y por su sorprendente reacci6n
a la "brillante" interpretaci6n. Pero esto último, tam­
b�muestra que los sentidos: como parte del yo.. e�'
BIBLIOGRAFIA
pelido� también son -:::a:olOrosarnente com_prli:ñidOs al 1) Bion, W. R. (1953). "Notas sobre la teoría de la es­
ré��a.':es..i:.me__filldo la exelica�i6n de las ex­ quizofrenia". Int. J. Ps,,cho-Anal., vol. 35, 1954. Cap.
. IV de este libro.
tremadamente dolorosas alucinaciones táctiles, audíti­ 2) Freud, S. (1911). "Los dos principios del suceder psí­
v:-'rsiVJsuafesm:�asae las cuales parece estar 7abo­ quico". Bibl. Nueva, tomo 2, pág. 495.
r�do. La depresión y la añsieáad, estando sujetas a 3) - (1923), El yo y· el ello. Bibl. Nueva., tomo 2, pág. 9.
lós mismos mecanismos, son igualmente intensificadas 4) •- (1924}. Neurosis y psicosis. Bibl. Nueva, tomo ?,
° pág. 449.
hasta que el paciente se ve obligado a encararlas con la 5) Klein, M. (1928). "Estadios tempranos del complejo
identificación proyectiva, como ha descripto Sega!. cdípico'\ en Contribuciones en psicoanálisis, Buenos Ai­
res, Hormé, 1964.
6} - (1930). ''La importancia de la formaci6n de los sím­
bolos en el desarrollo del yo", en Contribuciones al psi­
CONCLUSION coanálisis, Buenos Aires, Hormé, ·1964.
7) - 1946} . "Notas sobre algunos mecanismos esquizoides".
70. La experiencia de estas teorias en la práctica en Desarrollos en psicoanálisis, Buenos Aires, Hormé,
me ha convencido que ellas tienen real valor y con­ 1967.
8) - Desarrollos en psicoanálisis, Buenos Aires, Hormé,
ducen a ,mej,orjas que todo psicoanalista debe sentir 1967.
como meFece'dcµ-as de prueba y escrutinio. Recípro­ 9) Rosenfeld, H. (1952) . "Tranference-phenomena and
camente, no creo que pueda lográrse un progreso real Tranference-analysis in an Acute Catatonic Schizoprenic
con psicótícos hasta que no se dé todo el valor a la Patient". lnt. J. Psycho-Anal., vol. 33.
divergencia entre la personalidad psicótica y no psic6- 10) Sega!, H. (1955). "Paper on Symbol-formation read to
th,e Medica! Section of tbe British P�chological Society''.
tica, y e� particular al rol de la identificación pro­ 11) - (1956). "Depression in tbe Schizopbrenic", Int. J.
yecti•;a en la parte psicótica de la personalidad como Psycho-Anal., vol. 37.
reemplazante de la regresi6n en la· parte neur6tica de
la personalidad. El ataque destructivo del paciente a

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