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Propuesta insumo: Plataforma de Trabajadores-as de la Educación Privada.

Este insumo es un aporte para la construcción de propuesta política y de organización de


los trabajadores de la educación en el sector privado. Se busca mejorar las condiciones de
vida de este no despreciable sector del magisterio, que dada la precariedad laboral con que
desempeñan su función, requiere de la atención de las autoridades y de los demás sectores
de trabajadores.
¿Qué es un trabajador/a y un empresario/a y/o capitalista de la educación privada?
En primer lugar, el trabajador/a de la educación privada -al igual que otros muchos- es
una persona que no cuenta con los medios de producción estratégicos para reproducir su
vida biológica y social de manera autosuficiente, autónoma o independiente; es decir,
está expropiado/a y/o no tiene posesión de la tierra y sus recursos con los cuales pueda
producir, extraer o tomar de ellos las materias primas necesarias para hacer las cosas que
necesita: comida, vivienda, transportes, comunicación, salud, ropa, instrumentos de trabajo,
disfrute, etc; de las herramientas y/o instrumentos, máquinas y conocimientos científicos,
técnicos y tecnológicos que le permitirían transformar las materias primas en productos y
bienes de consumo y de trabajo para reproducir la vida biológica y en sociedad; e incluso
termina siendo expropiado/a de los medios necesarios (edificios, tecnología, marcadores,
cocinas, buses, insumos, etc) para poder llevar a cabo su funcionamiento o labor dentro del
sistema educativo privado. Esta expropiación y/o posesión es llevada a cabo por el capital,
capitalismo, capitalista o burgués tanto en términos generales (clase trabajadora) y
particulares (trabajadores/as de la educación privada).
En segundo lugar, y, producto de la condición anterior, es una persona que como único
medio de existencia que posee es su fuerza de trabajo y esta es ofertada, a fuerza, por el
trabajador/a de la educación en general en el mercado laboral privado. Esta fuerza de
trabajo son las capacidades físicas y mentales que posee el trabajador/a, en este caso
particular el trabajador de la educación privada, para desempeñar una tarea o labor
específica durante determinado tiempo y lugar, y, además es una mercancía en el momento
actual que se intercambia por otras. Con la venta de está, él obrero y obrera recibe un
salario, el cual es << el precio de la fuerza de trabajo>> que él y ella posee en su << cuerpo
y sangre>> ; es algo que no puede ser extraído de la obrera/o.
Con el salario que recibe, por la venta de su capacidad de trabajo, el trabajador y/o
trabajadora de la educación privada logra comprar en el mercado, en las relaciones
actuales de producción e intercambio capitalista, una serie de productos y servicios
(mercancías), fabricados por otros trabajadores/as y vendidas por otros capitalistas, que le
permiten perpetuar su vida biológica y social: alimentos, ropa, vivienda (arriendo,
pagándola o propia), transporte (propio o público) educación (pública o privada),
recreación (parque de diversiones, paseos, etc) y deporte (gimnasio, club deportivo, escuela
deportiva, etc), entretenimiento (cine, TV, videojuegos, etc.) y cultura (museos, conciertos,
teatro, etc), etc. y seguir desempeñando sus funciones en la vida social y en su puesto de
trabajo, esto en el caso de la la reproducción biológica; pero en la reproducción social y
sobre todo en su actividad económica este salario, del trabajador/a de la educación privada,
también termina cubriendo muchas veces insumos como papelería, marcadores,
computadores, internet, partes automotriz, etc.
Por otra parte, el empresario/a o capitalista de la educación privada es aquel propietario de
los medios de producción necesarios para hacer funcionar un centro o el sistema educativo
privado en general, mediante la inversiones de capital; entre esas propiedades e inversión
podemos encontrar que ellos poseen, bajo su control, la infraestructura, recursos
monetarios, administrativos, tecnológicos y humanos con los cuales obtiene unos
beneficios (ganancia) para reponer lo invertido (infraestructura propia o alquilada, servicios
públicos, licencias de transporte, comida, etc) y pagar el salario de sus empleados y vivir
de esa ganancia individual.
En este sentido, dentro del sector educativo privado, existen una diversidad de
trabajadores que toman varias formas como: docentes, administrativos, servicios
generales, transportadores, bibliotecólogos, editores de libros, etc. Su labor principal es
ofertar un servicio. Además existen una diversidad de empleadores o capitalistas de la
educación privada que toman también una variedad de formas como: institutos, centros
educativos, jardines, centros de capacitación, etc.
Además, de su variedad en formas, encontramos una diversidad dentro de los
trabajadores/as de la educación privada en cuanto a su formación profesional o laboral,
salarial, política, técnica y tecnológica, social y cultural; igualmente, encontramos, dentro
del sector de los empresarios/as y/o capital de la educación privada una diversidad de
propietarios y/o poseedores en términos de concentración del mercado (matrículas), de la
infraestructura (edificios, recursos logísticos, administrativos, técnicos y tecnológicos) y de
los y las trabajadores/as (cantidad y cualidad).
En concordancia, cuando hablamos de trabajadores de instituciones privadas, nos estamos
refiriendo a las personas que venden su capacidad de trabajo - enseñar, cocinar, barrer y
limpiar, transportar, hacer nómina, ordenar- a un empresario/a de la educación privada.
Igualmente se comprende que dentro de este sector los trabajadores están sometidos a
relaciones salariales o contratos formales e informales o mejor dicho a una variedad de
formas.
En síntesis, el y la trabajadora de la educación es un y/o una proletario/a del sector
servicios que vende su fuerza de trabajo en este sector, que se encarga de la reproducción
del capital en su base ideológica, cultural, científica y tecnológica, para poder acceder al
ideal salario para poder reproducir su vida mediante la satisfacción de sus necesidades en el
mercado.
De igual manera, cuando hablamos de empresarios/as de instituciones privadas y/o colegios
no oficiales nos referimos a la clase de propietarios privados y/o administradores de las
instalaciones, implementos educativos, etc., y que contratan fuerza de trabajo - docentes,
administrativos, servicios generales, transporte, bibliotecólogos, etc.- para que desempeñen
las distintas labores que se necesitan para prestar los distintos servicios que ofertan para
atraer clientes que necesitan consumir educación de “calidad”. Para el caso concreto de
nuestra realidad estos empresarias/os privados, toman la forma de: Privado - Matricula
contratada y Privado - Régimen especial y a los Oficiales a clase Distrital: Distrital -
Administración contratada, Distrital concesión y Oficial - Régimen especial.
En este sentido, este insumo, para el impulso de una plataforma de trabajadores,
desempleados, informales y/o precarizados de la educación privada, busca ser un medio que
permita caracterizar, anudar, organizar, politizar, concientizar y movilizar el esfuerzo de las
y los trabajadores de la educación del sector privado, y en general, para mejorar las
condiciones de vida y superar las actuales condiciones sociales que degradan la vida del
obrero y/o obrera colectivo y que benefician únicamente al empresario privado con ansias
de ganancia.
Caracterización general trabajadores/as y empresarios/as de la educación privada.
- Trabajadoras y trabajadores docentes.
En este sector - al igual que muchos otros- una gran mayoría de trabajadores y
trabajadoras están sometido a condiciones de dominación y explotación que se traducen
en jornadas de trabajo extensa y con sobre cargas laborales que se reflejan en papeleos
extensos, trabajo extra en casa, la alta carga administrativa donde “3 de 4 docentes en
colegios privados” asumen este tipo de labores; humillaciones -abiertas y veladas- por parte
de empleadores/as, padres y madres de familias, administrativos/as, otros trabajadores/as de
la educación y estudiantes que generan afectaciones psicológicas y emocionales que
degradan el trabajo que desempeñan al interior de las instituciones.
Despidos injustos por diferencias políticas, formas de pensar, enseñar, por protestar,
organiza y luchar; limitaciones en términos de material o infraestructura física y
tecnológica, tiempos de planeación, atención acudientes, etc., que dificulta el desarrollo de
nuestro trabajo practico; procesos de contratación lentos y en muchos casos fallidos sin que
el empleador de alguna razón clara del resultado y que terminan desgastando tiempo,
recursos y el autoestima ante la actividad elegida para reproducir su vida; retrasos en pagos
de nómina y prestaciones de seguridad social; diferencias salariales y de contratación.
Contratos a 10 meses lo que deja paso a dos meses de desempleo – no vacaciones- en caso
de ser contratado y de no a sufrir el desempleo en su totalidad; la no promoción y
capacitación dentro de las instituciones para desempeñar la labor docente y sobre todo para
la docente-administrativa; acoso laboral y sexual entre pares, sexos y géneros, entre otras
muchas situaciones. El trabajador/ar de la docencia es el que vive en carne propia estas
situaciones.
Estas situaciones están sucediendo – en diferente escala, matiz, niveles y/o formas - en los
más de 1.7821 colegios privados de Bogotá; en comparación a los colegios públicos en el

https://escuelaypedagogia.educacionbogota.edu.co/miradas/los-colegios-privados-de-bogota-cifras-y-realid
ades#:~:text=En%20primer%20lugar%2C%20en%202020,instituciones%20educativas%20privadas%20que%2
0oficiales.
sector privado existen y/o existían a 2020 “4.35 veces más instituciones educativas privadas
que oficiales”, estas últimas en Bogotá representaban 409 instituciones; aunque habría que
aclarar que no todas esas instituciones privadas son homogéneas -hay una gradación de las
mismas- y que también están atravesadas por la lucha de clases. Por eso, es menester
caracterizarlas para saber enfocar y precisar una política de lucha conjunta.
El calendario que predomina al interior de estas son el A (94,6%) y B (5,37%). La mayoría
de estas instituciones tienen una jornada completa -tanto para calendario A y B- (74%);
pero existen otras modalidades de jornadas como la nocturna (4%), tarde (13%) y fin de
semana (8%), es de suponer que estas modalidades son prestadas en su mayoría por los
CLEI.
En términos amplios se caracteriza dentro del sistema educativo del sector privado a este
tipo de trabajador/ar de la siguiente manera; según cifras del Dane (2021), para Colombia y
Bogotá, había en el sector privado un total de trabajadoras/es de 129.106 y 29.4812; y un
total de trabajadores/as de la educación en general de 454.193 y 63.735. La relación
trabajador docente-estudiante en el sector privado se puede calcular alrededor de 18
estudiantes por trabajador docente.
Los principales grupos etarios que componen a este proletariado urbano-profesionalizado
son en el sector privado, cifras del año e institución ya citada, mayor a 40 años que
compone un total de 10.278, entre 26 y 30 años 6.843, entre 31 y 35 años 6.762, entre 36 y
40 años 6.162, entre 20 y 25 2.414 y menores de 20 años 60. Como vemos la mayoría de
los proletarios/as docentes se ubican entre los 20 años a 40 años, esto es muy importante
tenerlo en cuenta pues los mayores índices de desempleo se presentaron, para el año 2021,
entre los jóvenes de 15 a 28 años, con un “21,3 % en 2021 en la ciudad”, la población
adulta de 29 a 49, representó un 10,3 % , y para los mayores de 50 años se ubicó en un
“11,0 %”3.
La jornada laboral del trabajador/a de la docencia privada, se podría caracterizar por las
horas de trabajo asignadas a la labor, -en contraste, está por encima de las horas laboradas
en las instituciones públicas; “las altas jornadas laborales superan el máximo de horas
establecidas para los docentes del sector público (40 horas semanales)”, más de la mitad de
los docentes asumen una carga laboral de “25 horas efectivas semanales de clase”, mientras
otra porción asume un carga de “33 horas de clase semanal”; en paralelo, las horas de
trabajo de los trabajadores/as que son dedicas a planeación, preparación, evaluación,
atención de padres, trabajo de oficina, acompañamiento en las actividades de entrada y

2
Esta cifra es la sumatoria de los trabajadores/as de colegios privados más los trabajadores/as de los CLEI
privados.
3

https://observatorio.desarrolloeconomico.gov.co/mercado-laboral-especial/el-mercado-laboral-en-19-localid
ades-de-bogota-resultados-de-la-encuesta#:~:text=De%20acuerdo%20con%20los%20resultados,personas%2
0mayores%20de%2050%20a%C3%B1os.
salida del colegio y descanso de los y las estudiantes, varían entre “ 5 y 20 horas
semanales”. 4
Sumado a esto, las condiciones materiales e infraestructurales, en que desarrollan la labor
y la en la que los y las estudiantes reciben el servicio, no responde ni a los niveles de
calidad exigidos para el cumplimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje; ni tampoco
corresponde a los espacio para el desarrollo de otras actividades como las lúdicas,
deportivas o científicas, culturales y/o políticas.
En general podríamos decir que existe dentro del sector privado un conjunto de
instituciones educativas que carecen de
“los espacios físicos, como baños, comedores, espacios recreativos y deportivos, los
espacios para la preparación de clases, planeación y calificación, y con materiales de
papelería e infraestructura tecnológica… y en algunos casos … los recursos pedagógicos
deben ser asumidos por los docentes”5

En conclusión, hay en el sector de la educación privada una carencia de infraestructura


física, material, humana y tecnológica para lograr los niveles educativos altos y óptimos
para las generaciones de obreros/as. Esto se debe, entre otras cosas -supongo-, a que la
mayoría de los colegios se hallan emplazados en las localidades con mayor concentración
obrera y esto define “una disparidad de condiciones logísticas y de apoyo pedagógico.”6 No
solo entre los colegios públicos, sino también entre los privados de élite y los obreros.
Las condiciones sociales en que desarrollan la labor docente está atravesada por una
serie de situaciones entre estudiantes, empleadores, administrativos y acudientes.
En resumidas cuentas podríamos decir, que a pesar de que una porción de los y las
trabajador/a docente considera que hay una parte de estudiantes y acudientes que dedican
esfuerzo y tiempo al proceso educativo, existe otra porción porción de los y las
trabajador/a docente que consideran que en el desempeño y proceso educativo del
estudiante no siente el acompañamiento de la familia y muchas veces siente no contar con
el “apoyo del establecimiento educativo”7 ante situaciones con alguno o algunos de los
miembros de la comunidad educativa.
Otros motivos, que afectan las condicione sociales de la labor docente, es la presión que
asume el trabajador/a de parte de “los directivos, coordinadores o jefes, debido a la gran
cantidad de actividades que deben realizar y la sobrecarga a la que se ven expuestos por
procedimientos establecidos en los sistemas de gestión de calidad.”8 Con lo anterior
también hay que tener en cuenta el clima laboral que se desarrolla entre los mismos

4
Todo lo anterior citado en ese párrafo toma de
http://www.scielo.org.co/pdf/soec/n46/2389-9050-soec-46-e10611210.pdf . Pág. 16
5
Ibid. página 17.
6
Ibid. página 18.
7
Ibid. página 18
8
Ibid. página 18
trabajadores de la educación; entre ellos el de los y las docentes que a veces suele tornarse
hostil, competitivo y agresivo.
En síntesis, podríamos decir que el escenario social en que el obrero/a docente desarrolla su
actividad es de suma hostilidad y presión puesto debe responder ante las exigencias
ambiguas de los acudientes, que exigen calidad pero acolitan en muchos casos las falencias
de los y las estudiantes; empleadores por que presiona con todas las limitantes
(infraestructura y tecnológica) de su parte, pero desean calidad con esa limitaciones y
además desgastan la labor con el papeleo administrativo para todas las actividades a
desarrollar.
En lo que respecta a la cuestión de la mujer trabajadora docente se puede caracterizar de la
siguiente manera; a nivel distrital hay un total 19.433 mujeres y 8.829 hombres, a nivel
nacional la cifra se divide así 85.437 mujeres y 35.551 hombres.
Lo anterior, demuestra que esta labor sigue siendo
“una labor femenina y expresa la continuidad de la división sexual del trabajo,
especialmente del trabajo de cuidado no remunerado de la mujer en los hogares, que se ha
expandido al trabajo remunerado e institucional en los procesos de modernización y
expansión educativa en las sociedades modernas (Pineda, 2019). La feminización de la
educación puede constituir uno de los elementos que subyacen a la precariedad relativa de
los docentes en el contexto laboral de los mercados, como efectivamente lo han demostrado
algunos estudios sobre género y calidad del trabajo (Pineda, 2007).”9

La distribución de la mujer trabajadora docente en los distintos niveles educativos en


Colombia y Bogotá se caracterizaría de la siguiente manera: una gran mayoría se encuentra
en básica primaria (36.334) y (8.101); seguido de preescolar (22.346) y (4.384), básica
secundaria (15.711) y (4.202), media (7.034) y (2.135) y CLEI (4.012) y (611); mientras
para los hombres se presenta de la siguiente forma: básica secundaria (13.908) y (3.636),
media (8.483) y (2.359), básica primaria (8.136) y (1.965), CLEI (4.107) y (608) y
preescolar (917) y (261).
En síntesis, los niveles de preescolar a básica secundaria son desempeñados en su mayoría
por las trabajadoras de la docencia, mientras que los trabajadores docentes se desempeñan
más en los niveles de básica primaria a media. Por otro lado, que existen menos
trabajadores de la educación en docencia en el nivel preescolar y en comparación más en
los CLEI; asimismo, hay más trabajadoras de la docencia en el nivel preescolar que
trabajadores hombres de la docencia en los CLEI, aunque en comparación entre
trabajadoras en preescolar y CLEI encontramos que hay más en el primero que en segundo.
En consonancia con lo anterior, encontramos que hay una transición entre los trabajadores
docentes y trabajadoras docentes; esta se caracteriza por un ascenso de los trabajadores
docentes hacia el último nivel escolar (media); aunque la diferencia entre ellos en básica
primaria es grande y la hegemonía arrolladoramente lo llevan las trabajadoras de la

9
Ibid. página 11.
docencia, en el nivel de básica secundaria es más reducida entre ellos pero siguen siendo las
trabajadoras de la docencia las que conservan la hegemonía, pero ya no es tan abismal;
mientras tanto, en el nivel de media la diferencia se reduce en beneficio de los trabajadores
docentes quienes pasa a ser en esta ocasión los hegemónicos. Finalmente, en la modalidad
CLEI hay una pequeña diferencia y aunque la hegemonía la encabeza las trabajadoras
docentes podríamos declarar que existe una paridad relativa.
De los trabajadores/as de la docencia, según cifras DANE 2021, a nivel nacional
(454.19310) y Bogotá (63.735), en términos de cualificación de la capacidad de trabajo
podríamos caracterizarla de la siguiente manera; los y las trabajadoras de la docencia para
el año 2021, según Dane, se encontraban en su mayoría en los nivel de cualificación de tipo
licenciados -profesional docencia-, con posgrados, no licenciados -profesional otras áreas-,
bachillerato y tecnólogos de la educación; por otro lado, encontramos que los niveles donde
menos hay trabajadores/as de la docencia son perito experto, etnoeducador, sin título e
instructor. Es de mencionar que para el nivel nacional existen más etnoeducadores que
trabajadores/as docencia sin título; mientras a nivel Bogotá se presenta de manera inversa.
Asimismo, salta a la vista que son las trabajadoras de la docencia las que hegemonizan los
principales niveles de cualificación de la labor docente - esto se explica porque en el sector
ellas representan la población mayoritaria de fuerza laboral- ejemplo de ello es que en
licenciado a nivel nacional (sobre el 50 % ) hay más trabajadoras que trabajadores, mientras
para Bogotá hay 57 %, en posgrado las trabajadoras superan en más de un 50 % a los
trabajadores de la docencia a nivel nacional y en Bogotá sobre el 55 %; demostrando así
que la fuerza laboral femenina en el sector educativo está altamente cualificada, aunque
habría que ver esto como contrasta con lo salarial y laboral.
Claramente los trabajadores de la educación se encuentran altamente cualificados para
desempeñar su labor, y en el nivel no licenciado podemos ver que son los trabajadores los
que hegemonizan relativamente este nivel, mientras en Bogotá son las mujeres las que
hegemonizan en ese puesto; pero en los dos casos con relativa diferencia que hasta se
podría decir que existe una paridad relativa.
En síntesis, en Colombia existe una fuerza o capacidad de trabajo importante de los
trabajadores de la docencia, puesto que la mayoría de los y las trabajadoras se encuentran
en niveles entre lo técnico y profesional, siendo las trabajadoras docentes la que
hegemonizan la labor, pero debido a las condiciones sociales, laborales y salariales se
encuentra en crisis y en degradación; más aún cuando esta labor es una labor feminizada y
bajo el sistema actual económico y patriarcal el trabajo femenino se ha convertido en
instrumento para degradar en general las condiciones del trabajo.
Con respecto a la cualificación de la fuerza laboral dentro del sector privado vemos que los
trabajadores/as de la docencia nacional y en Bogotá -según DANE (2021) y el Indicador de
docentes según máximo nivel educativo alcanzado para sector no oficial, por Secretaría de
Educación Certificada y sexo-, se encuentren -mayor a menor- en los niveles de

10
Suma de colegios y CLEI.
licenciados, no profesionales, posgrados, bachillerato tecnólogo; por otra parte, los niveles
que tiene menos trabajadores/as de la docencia son -mayor a menor- el perito experto, sin
titulo y finalmente con cero trabajadores/as instructor y etnólogo.
Es de señalar que entre los trabajadores de la docencia en el nivel licenciado Bogotá
concentra un poco más que a nivel nacional, en cambio, los no profesionales se concentran
más a nivel nacional que Bogotá y demuestra que es una salida laboral para este sector de
trabajadores/as profesionales de otras áreas. El nivel de posgrado se concentra en lo distrital
y el bachillerato y tecnólogo en lo nacional.
La cualificación de la fuerza laboral entre los trabajadores y trabajadoras de la docencia en
el sector privado nacional y distrital se caracteriza porque tanto trabajadoras y trabajadores
se encuentra en los niveles -mayor a menor- de licenciado, no licenciados, posgrados,
tecnólogos, bachillerato, perito experto, sin título y finalmente etnoeducador/a e instructor/a
que no acogen a ningún trabajador/ra.
Por otro lado, la diferencia entre trabajadores y trabajadoras docentes en el nivel de
licenciados no es tan abismal como se vio en la parte más general; en el nivel de no
licenciado son los trabajadores de la docencia los quienes lo hegemonizan con una gran
diferencia, mientras en posgrado son hegemónicos pero la diferencia no es tan abismal.En
los niveles -ordenados de mayor a menor- de bachillerato, tecnólogo, perito experto la
mayoría son trabajadoras de la docencia, resaltando que la mayor concentración, con una
gran diferencia entre trabajadores y trabajadoras, es el nivel de bachillerato. Finalmente en
sin títulos vemos que son más trabajadores que trabajadoras docentes las que se ubican en
este nivel.
En síntesis, en el sector privado no se presenta una diferencia tan abismal entre sexos y sus
niveles de cualificación, pero si hay grandes diferencias en algunos niveles entre sexos.
Además, a nivel nacional y Bogotá existe una fuerza laboral docente con una cualificación
que se concentra en el universitario finalizado -licenciado/da y no licenciado/da-; de los
cuales un porcentaje de ellos tiene un grado especialización maestría o posgrados. Estos
elementos expresan el la realidad “un proceso de profesionalización de la educación en
Bogotá que propicia la calidad educativa y pedagógica de estos colegio”11 de cortes
privados. De igual forma el nivel hegemónico por excelencia es la licenciatura y las nada
hegemónicas son la de instructor/ra y etnólogos/as.

11
http://www.scielo.org.co/pdf/soec/n46/2389-9050-soec-46-e10611210.pdf pág. 11
Las condiciones laborales de los y las trabajadoras docentes de la educación privada, se
caracterizan en el actual momento porque, según el estudio Condiciones laborales en
docentes de colegios privados (2022), la experiencia laboral de los trabajadores/as docentes
se ubica en su mayoría en el siguiente orden; un buen porcentaje de trabajadores/ras
acumulan más de nueve años; otro porcentaje se ubica alrededor de entre tres a cinco años;
seguido por los de entre seis a ocho años y finalmente los de menos de tres años de
experiencia.
De igual manera, y es una característica muy particular del sector privado de la educación
en materia laboral es, lo que respecta a la remuneración mensual, a diferencia del sector
oficial que “depende del grado y el nivel que estos tengan en el escalafón docente.”12, en las
empresas privadas de educación “no está supeditada al escalafón y, en caso de aplicarse,
rige el escalafón del Decreto 2277, aplicando el grado 7, cuya asignación básica mensual
es de $1.596.290 (Ministerio de Educación Nacional, 1979).”13 Si bien en lo oficial se
puede hacer la reubicación salarial y ascenso, según lo solicitado por el MEN – también
aplica para los del sector privado-, pero “los colegios privados adoptan sus propios criterios
para realizar la asignación salarial.”14
Con lo anterior, se supone que para un trabajador/ra docente licenciado o no licenciado en
el sector privado debería partir de un salario de $1.596.290 (grado 7), de acuerdo con lo
establecido en el decreto mencionado; sin embargo, en la realidad es otra cosa pues se
reciben menores a lo establecido, es decir por debajo del escalafón. Pero esta realidad es
más cruel para el proletariado femenino docente pues son ellas las que reciben en su
mayoría este tipo de “asignación salarial (…) se evidencia una clara inequidad de género,
que se exacerba si se tiene en cuenta la relativa mayor escolaridad femenina en
Colombia.”15
Sumado a esto, una porción de trabajadores/as de la docencia deben desarrollar en otro tipo
actividades como dar clases personalizadas o en otras instituciones – CLEI, proyectos,
preparación pruebas saber, trabajos desde casa para editoriales etc.- en los tiempos por

12
http://www.scielo.org.co/pdf/soec/n46/2389-9050-soec-46-e10611210.pdf pág. 12.
13
Ibid. pág. 12
14
Ibid. pág. 12
15
Ibid. pág. 13
fuera de la jornada laboral principal para elevar sus ingresos y mejorar su situación;
evidenciando así, “una situación de precarización en términos de tiempo y bienestar, y es
un síntoma de los bajos ingresos del empleo principal.”16
Concomitante a esto, para la porción de trabajadores/as de la docencia privada que logra
cualificarse de mejor manera, con posgrado y maestría, “sus remuneraciones se encuentran
predominantemente por debajo de la asignación salarial establecida por el escalafón (…),
recibe un salario inferior en comparación con la asignación establecida para los docentes”17
estipulados en los decretos 2277 de 1977 y el 1278 del 2002 del MEN.
En conclusión, las empresas privadas de educación, a la hora de establecer la asignación
salarial, no tienen en cuenta para nada los estudios de posgrado -entendido literal: después
del pregrado- realizados antes de ingresar en ellas.
“Lo que más se tiene en cuenta en la asignación salarial es la experiencia dentro del colegio
(…). Los docentes del área de inglés están mejor remunerados en comparación con las otras
áreas. (..) los docentes de otras áreas que ya manejen el inglés y pueden dictar sus áreas en
este idioma reciben una remuneración adicional, no es muy grande comparada con la que
reciben los docentes de inglés, pero sí tienen ese incentivo”18

Además, las condiciones prestaciones para el trabajador se ven afectadas por una serie de
factores, productos de que no exista una regulación y aplicación de lo mínimo: los decretos,
dentro de estas empresas privadas; en la realidad “uno de cada cinco docentes de colegios
privados” han dejado de percibir cesantías, prima, vacaciones. También resulta preocupante
que el monto de estas prestaciones, en contraste con los proletarios/as docentes oficiales,
son en algunos casos menores; según el estudio citado, esta diferencia se produce porque la
liquidación prestacional en las instituciones no oficiales se hace sobre la base de contratos a
términos fijos de entre 10 u 11 meses y bajo este hecho de tiempo laborado se liquidan las
prestaciones sociales de la mayoría de los y las trabajadoras docentes, pero también a los
obreros/as de la educación privada en general. Consecuencia, más tiempo de cotización de
pensiones y meses sin salud.
Al liquidarse la prima de final de año, en los oficiales se hace en correspondencia al salario
laburado en un mes, en las no oficiales se hace bajo la figura de “15 días de remuneración
mensual o proporcional.”19. Consecuencia no se liquidan todos los días trabajados y,
finalmente, a pesar de que algunos empresario/as de la educación privada den
bonificaciones, esto no significa un alza salarial y por tanto implica que la liquidación
prestacional será inferior.
En términos de afiliación al sistema de seguridad social: salud, pensión y ARL, la situación
se podría caracterizar de la siguiente manera; un gran porcentaje de la fuerza laboral
docente privada (96,4%) accede a este sistema de protección social. Pero, debido al tipo y

16
Ibid. pág. 16
17
Ibid. pág. 13
18
Ibid. pág. 14
19
Ibid. pág. 14
tiempo de contrato que regula para los y las trabajadoras de la docencia- y de la educación
privada- hay un periodo en que este acceso se corta y se prolonga entre uno o dos meses en
el mejor de los casos; si no es contrató rápidamente el o la obrera docente en una institución
que le garantice el accesoa dicho servicio trae como consecuencia más demoras y trabas en
la cotización y disfrute de pensión, acceso y uso servicio de salud y ni hablar de los
desventaja que trae esto para la vida cotidiana.
Aunque esa situación resulta relativamente maleable tanto por empleadores y trabajadores
de la docencia; en el caso de los primeros
“hacen los pagos correspondientes al Sistema de Seguridad Social sobre la base de un
salario mínimo por el tiempo que el docente estará sin contrato, haciendo el descuento del
aporte que le corresponde al docente de la liquidación que se le da al finalizar el contrato
laboral; en otros casos entregan un valor equivalente al monto de afiliación como
independiente para que paguen por ese mes salud y pensión.”20

En otros casos, este periodo es paliado por el obrero y obrera mediante la venta de su fuerza
de trabajo en otros renglones del sector servicios, de algún otra entrada formal o informal o
de vivir de lo ahorrado y pasar como trabajador “independiente” -en realidad trabajador/a
docente desempleado con ahorros- y asumir de su bolsillo la a “afiliación como
independiente para que él y su núcleo familiar no queden desprotegidos.”21
También se puede dar una combinación de múltiples formas para paliar la situación sobre
todo por parte del proletariado docente; puesto alguno solo deciden por ejemplo pagar salud
y no pensión puesto representa un alto costo en temporada de desempleo. Los que no
desean vivir de sus ahorros, por múltiples razones, se ven obligados a emplearse o a pasar
de agache mientras es contratado o inicia el contrato laboral o consigue otra opción que le
permita gozar de ello.
En consonancia, vemos que la estabilidad laboral para el obrero/a docente de la empresa
privada es relativa, puesto que tiene que aguantar el ambiente laboral, la carga y extra-carga
laboral, la relación entre lo miembros de la comunidad, entre muchas cosas, pero sobre todo
lo que hacer que esta estabilidad sea relativa es el tipo y tiempo de contratación ya que
“dificulta la posibilidad de acumular antigüedad y, con esto, el desarrollo de proyectos a
mediano y largo plazo, aumentando a su vez la incertidumbre sobre su futuro laboral. Este
tipo de contratos afecta el ingreso, ya que implica que los docentes, durante un mes o más,
no reciban salario y el ingreso en sus prestaciones sociales también sea afectado. En este
caso, se presenta una notable diferencia con respecto a los docentes del sector público, ya
que estos cuentan con contratos a término indefinido.”22

Finalmente podría considerarse que la labor docente, como cualquier otro trabajo, genera
un desgaste no solo de los medios de trabajo -tablero, puentes, salones, equipos tecnicos y
tecnologicos, etc- sino también en las fuerzas y capacidades de trabajo del obrero u obrera

20
Ibid. pág. 15
21
Ibid. pág. 15
22
Ibid. pág. 15
docente,que van limitando cada vez más la función social del mismo. Por tal motivo, las
principales enfermedades físicas y mentales que sufren los y las trabajadoras docentes son:
disfonía; enfermedades de columna, lumbago, várices en las piernas, ansiedad, depresión,
problemas de colon irritable, gastritis, cistitis y otros tipos de enfermedades asociadas, que
no solo afectan la salud del trabajador y trabajadora si no que degradan el trabajo mismo de
estos ante su función social.
En síntesis, la mayoría de los padecimientos de los trabajadores/as docentes, están
estrechamente relacionadas en términos generales a las condiciones salariales, sociales y
políticas, “asociados con las presiones y carga de trabajo, falta de tiempo, desgaste,
altibajos emocionales y fatiga, así como la no existencia de programas de promoción y
prevención en los establecimientos educativos.”23
Ante esta situación, altamente preocupante, la organización política y la capacidad de lucha
de los trabajadores/as docentes y en general para los trabajadores del sector educativo
privado ha sido limitada, perseguida, estigmatizada y atacada en caso de que se esté
formado. Esto ha generado que una mayoría de proletarios/as de la educación privada
carezcan de una asociación, agremiación, cooperativa, partido político o sindicato que los
represente y defienda desde sus verdaderos intereses de clase trabajadora. “En algunos
pocos casos se presentan afiliaciones a cooperativas y fondos de empleados, organizaciones
que brindan ciertos servicios y beneficios”24; aunque el derecho a la libre asociación
política es un derecho de libertad política, incluso estipulado por OIT, como aspecto que
permite garantizar un trabajo digno, dentro de este sector parece ser que no existe como
derecho.
En lo concreto, no existe una organización política y/o gremial - con perspectiva de clase y
de transformación- que organice, agite, promueva y recoja los reclamos de los y las
trabajadoras del sector educativo privado y con la cual puedan exigir los derechos en casos
de pleito laboral o la “obtención de beneficios laborales básicos que promuevan la defensa
de sus derechos laborales (Pineda, 2013)”25 y mucho menos que promueva la organización
política y social de este tipo de obrero y obrera para mejorar y superar las condiciones
actuales de existencia de la clase trabajadora en general. Pero esto contrasta con dos hechos
reales; cuando se habla del tema de la organización del trabajador/a pareciera un tabú o una
invocación fantasmagórica que perturban las almas de los mortales y de los empleadores y
dos que en la contraparte -empleadores- se ve que están organizados jurídica y
políticamente para defender sus intereses privados y particulares sobre los de la clase
trabajadora y entre ellos.
En la realidad encontramos que estos han venido conformando a lo largo del siglo XX y
XXI sus organizaciones para garantizar su ganancia; entre ellas encontramos a la
Asociación Colombiana de Educación Privada (Asocoldep, 1962), está vincula alrededor de
43 colegios privados; la Asociación de Educación Privada es de Antioquía (Adecopria:

23
Ibid. pág. 18-19
24
Ibid. pág. 15
25
Ibid. pág. 16
1963), que cuenta con alrededor de 43 colegios privados; la Asociación de Colegios del
Norte (ACN, 1995), agrupa aproximadamente 12 colegios privados de Bogotá; la
Asociación Andina de Colegios del Bachillerato Internacional, esta articula alrededor de 50
colegios privados - es de aclarar que hay 48 colegios IB en el país-; la Asociación de
Colegios Jesuitas de Colombia (ACODESI, 1995), quienes agrupan a 9 colegios privados
de esa compañía. También encontramos a la Mesa Nacional de Educación Privada de
Bogotá y a la Unión de Colegios Bilingües (UCB) .
Por lo anterior y por la situación que padecen los y las trabajadores docentes del sector
privado no sería injusto promover y movilizar la organización de y entre las y los
trabajadores del sector privado de la educación para mejorar, defender y transformar las
actuales y añejas condiciones de vida y de trabajo; empujando a que los demás sectores de
clase procedan a lo mismo, para mejorar entre todos los sectores de la clase trabajadora
nuestras condiciones de vida en el momento actual y pujar por otro tipo de sociedad.
Ningún sector de clase podrá mejorar su condiciones de vida y políticas a mediano ni largo
plazo si no juntamos esfuerzos; en primer lugar, los sectores de avanzada de la clase
trabajadora por impulsar la organización, unidad y lucha (acción, movilización, praxis) de
la clase trabajadora en su conjunto y, en segundo lugar, por que las conquistas de un sector
de la clase trabajadora resultan parciales pues solo afecta a ese sector y no a la totalidad y
porque las reformas que se necesitan para dar mejores condiciones de vida en todos los
subsectores de clase necesitan de la unidad política organizativa de la clase trabajadora para
conquistarlos y mantenerlos en el corto y mediano plazo.
En síntesis, podríamos decir que, tenemos en la actual formación social capitalista
colombiana, un sub proletariado de la educación en el sector privado, dentro de ella un
conjunto de trabajadoras/es a nivel nacional y distrital docentes que se caracterizan por:
1. vender su fuerza de trabajo o capacidad de laburo a empresarios privados de la
educación; es decir, en lo práctico venden su capacidad de levantarse y alistarse
para ir al colegio privado y estar 8 horas o más dentro de sus instalaciones, de lunes
a viernes y en algunos casos hasta los sábados; de estar cualificado para planear
clases, desarrollar la clase y/o usar material que compran los padres de familia para
sus hijos; evaluar todo lo realizado y subir notas; atender quejas reclamos de padres,
estudiantes y empleadores; diseñar día festivos educativos y patrios, etc.; con la cual
gana un salario para poder reproducir su vida biológica y social.
2. por que las condiciones salariales y prestacionales actuales de los obreros/as de la
docencia de colegios privados están condicionadas y/o caracterizadas por la
existencia de relaciones salariales y prestacionales diversas que dependen del nivel
educativo del obrero y/u obrera, de la falta de regularización del salario y del
incumplimiento de los respectivos decretos por parte de los empresarios/as privadas
de la educación que hace que los salarios docentes estén por debajo del escalafón
público y que este solo para reproducir la fuerza de trabajo - lo necesario para
mantener esta mercancía que genera valores de uso-; de la falta de contratos de 12
meses y a término indefinidos.
Además, se caracteriza por que el trabajador/a debe padecer un periodo de
desempleo – no vacaciones- donde queda expuesto no solo a no tener salarios, sino
a no poder cotizar a la vejez en las condiciones impuestas para esto y a no poder ser
atendidos en caso de algún procedimiento médico; a pesar de las medidas paliativas
de empresario privadas de la educación y de los trabajadores/as esto no cambiará si
no se da un reforma laboral-pensional-salud que nos beneficie a los proletarios y
proletarios en general y en particular.
3. Despolitizado, desclasado, con miedo, patronales- pero a la vez con la rabia y con
las herramientas necesarias para la lucha y la transformación- y sin posibilidades de
organización a mediano plazo y sometidos a dictámenes del mercado y del
empleador, que juega con la necesidad como mecanismo de dominación y control
social. Aunque esta sea su mayor debilidad, en el largo plazo se convierte en su
mayor fortaleza en la medida que con el impulso justo y necesario su fuerza puede
detonar en un situación y escenario favorable para su organización y lucha.

- El empresario de la educación - la contraparte-


Es de anotar que, según la página web educación y pedagogía, en esa cantidad de colegios
privados el “38% de los estudiantes de la ciudad asiste” a ellas y que “el número de
colegios privados ha disminuido desde el 2016 al 2020 en un 3.5%, mientras que el oficial
ha aumentado en 3.8%.” Por otro lado, la matrícula en los colegios, de 2016 a 2020, han
venido bajando puesto que habían 498.718 (2016) estudiantes a 2020 sólo se habían
matriculado 394.333, mostrando una reducción de “matrícula de alrededor de 104,500
estudiantes” en este tipo de instituciones.
En concomitancia, estas instituciones prestan el servicio educativo en los niveles de
preescolar, básica primaria, secundaria y media. Aunque es de anotar que, la oferta de estos
niveles ha tenido una caída entre “2016 a 2020 en 3.1%, 1.5% y 4.3% respectivamente.”
Esto ha repercutido en los niveles de contratación – sobre todo recorte-, salario y carga
laboral para los y las trabajadores del sector. Esto sobre todo en los colegios privados de
garaje o de escala pequeña. La disminución de las matrículas y por tanto de las condiciones
de trabajo de este sector, está en relación con la existencia de “una disminución general en
el número de colegios privados, en especial de aquellos que son de un solo género.”
Según las cifras, encontradas y publicadas por escuela y pedagogía, el 96 % de los colegios
privados tiene un carácter mixto y que entre los años de “2016 a 2020, se evidenció una
disminución de colegios de un solo género: 13.9% para femeninos y 18.2% para
masculinos, y en 1% para colegios mixtos”, lo que demuestra que en el sector se han
cerrado una cantidad de colegios que han enviado muchos y muchas trabajadoras al
desempleo.
Esto se puede explicar, según el Dane (2018) por el “desplazamiento que ha sufrido la
matrícula privada por la oficial en los últimos años, adicional al cambio demográfico que se
ha presentado en el país, especialmente en la disminución de la población en edad escolar”;
pero también es de suponer que esta reducción en la matrícula escolar y por tanto a las
condiciones laborales de los maestros, se debe en gran medida a la crisis capitalista de los
últimos tiempos y su acelerador la Covid-19, qué afectado drásticamente a los sectores
medios tanto de la burguesía como del proletariado (profesionales cualificados,
trabajadores/as de empresas privadas y del estado con buenos contratos y garantías sociales,
pequeños comerciantes y productores, cuentas propias, etc.), engrosando a este último.
Esto repercute principalmente en los sectores proletarios en la media la gran mayoría de las
instituciones privadas atienden al
“84% de los (…) estudiantes cuyo estrato socioeconómico predominante era 2 y 3. Incluso,
los establecimientos educativos privados atienden una mayor cantidad de estudiantes de
estrato 1 (aproximadamente 2.95%) que de estrato 5 y 6 (alrededor del 1.4%) y la mayor
proporción de estudiantes pertenece a los estratos 3 y 4.”

Resulta de suma importancia tener en cuenta que en el sector privado de la educación


preescolar, básica primaria, secundaria y media es prestada en su totalidad por instituciones
privadas formales; mientras que la secundaria y media es compartida entre estas y las
instituciones CLEI (Ciclos Lectivos Integrados Especiales en la educación formal de
adultos). En estos últimos, los niveles y condiciones de contratación son paupérrimas.
Eso 1.782 colegios privados se encuentran distribuidos y concentrados en las siguientes
localidades
“Suba, una de las localidades más pobladas de la ciudad, en el 2020 tenía una mayor
cantidad de colegios no oficiales, llegando a casi 300, seguida de Engativá y Kennedy, que
se acercan a las 200 instituciones. Por su parte, Santa Fe, La Candelaria y Chapinero son las
que menos tienen colegios privados dentro de su localidad, ubicándose por debajo de las 20
instituciones”.

Estos aspectos nos demuestran lo siguiente; que las instituciones de educación privada se
encuentran concentradas en las localidades más pobladas de la ciudad; en las zonas donde
más trabajadores y trabajadores habitan; estas localidades aportan con una gran población
proletaria “fuera de la fuerza de trabajo con 16,0 %, 12,9 % y 10,7 %, respectivamente” y
de “fuerza de trabajo de la ciudad se concentró en Suba (16,4 %), Kennedy (13,3 %) y
Engativá (10,7 %)”26.
Por otro lado, son estas localidades donde más población desempleada se concentró; en
Kennedy 16,7 %, Suba (13,0 %) y Bosa (11,7 %) (cifras 2021)”27 Esto último explicaría en
parte la tendencia decreciente de las matrícula en los colegios privados, puesto que el nivel
de vida y de acceso a este bien de servicio colectivo -educación- se ve limitado con la

26

https://observatorio.desarrolloeconomico.gov.co/mercado-laboral-especial/el-mercado-laboral-en-19-localid
ades-de-bogota-resultados-de-la-encuesta#:~:text=De%20acuerdo%20con%20los%20resultados,personas%2
0mayores%20de%2050%20a%C3%B1os.
27
Ibid.
profundización del desempleo e informalidad en nuestro país, producto de la crisis
capitalista nacional e internacional.
Por tanto, en estas zonas de la ciudad son las zonas donde más concentración de
trabajadores de la educación privada se necesitan o haya al interior de esas instituciones. En
segundo lugar, que son en estas zonas donde debemos desplegar tareas
político-organizativas para poder generar comités de impulso, organización y lucha de los y
las proletarias de la educación privada y de la clase proletaria en general.
Es de recalcar que hacia el norte de la ciudad se ha venido construyendo o configurando un
clúster educativo; lo que ha llevado a localizar a una variedad de instituciones privadas a
este lugar para “montar sedes en la periferia entre las calles 170 y 200” 28 y en los
departamentos circundantes se ha venido presentando una “concentración de colegios en
municipios como Chía, La Calera, Cota, entre otros”, y, por tanto, una concentración de
trabajadores/as de este ramo del sector servicios.
Las instituciones allí instaladas concentran “una clase social de estratos altos, gozan de
oportunidades que, claramente, no tienen otros estratos.”, donde los “campos deportivos,
los laboratorios son puntos a favor, propios de esos nuevos espacios”, incluso dentro de lo
privado y lo público estas diferencias son notables, según la SED 2018 “13 instituciones
educativas públicas de carácter campestre debido a que están ubicadas en la localidad de
Sumapaz”.
Claramente, esto ha traído varias consecuencias, entre ellas la afectación a la movilidad de
esta parte de la ciudad, entre otras. Entre las causas que han promovido esta movilidad de
colegios privados encontramos que los “colegios descubrieron que sus lotes eran muy
valiosos para centros comerciales. Por eso vendieron y se trasladaron a la periferia.”
Además, este proceso de movilidad se ha venido presentando en los últimos años puesto
que en el 2014 “licencias de funcionamientos a 51 colegios en el departamento”.
- Puntos políticos de la plataforma.
Por lo tras mencionado, se hace necesario que hoy los y las trabajadoras de la educación del
sector privado tomemos la iniciativa consciente, disciplinada y férrea de emprender la lucha
por mejorar nuestras condiciones de vida como clase trabajadora en general y la nuestra en
particular. Por esto, los trabajadores y trabajadores del sector privado de la educación
exigimos al estado, al empresario de la educación, a la clase política y económica en
general:
● Aumento y equilibrio salarial entendiendo la situación de crisis económica que vive
el país que ha hecho de la inflación, informalidad y el desempleo sea una soga para
la clase trabajadora en general.
● Reforma laboral, a la salud y la pensional, con el objetivo de que se nos devuelvan
derechos a los y las trabajadoras en general, sin importar rama, actividad, género,
etnia, raza etc.

28
https://www.portafolio.co/tendencias/aumenta-el-numero-de-colegios-a-las-afueras-de-bogota-517154
● La flexibilidad curricular en función de la libertad de cátedra.
● Capacitación y acompañamiento para atención a la discapacidad.
● Disminución de las horas cátedra para poder realizar planeación pedagógica (no
llevar trabajo a la casa)
● Salarios dignos.
● Participación en la toma de decisiones.
● Contratación de los trabajadores/as, profesores y profesoras, necesarios para el
proceso de enseñanza. No más maestro asumiendo varias clases. -Reducción de
carga laboral.
● Fijación salarial en todos los colegios privados según escalafón docente, el decreto
2277 y 1278 que regula remuneración salarial en los colegios privados.
● Reducción de la jornada laboral.
● Capacitación y tecnificación continúa del trabajador de la educación en los
conocimientos necesarios para su labor y según lo exija el contexto.
● Pago de horas extras en caso de que apliquen. No pago en tiempo o ¿si?
● Derecho a la participación, organización y movilización política de los y las
trabajadoras de la educación a todos los niveles. Libertades democráticas.
● Contratación salarial a 12 meses.
● Contratos a término indefinido o por un mínimo de años.
● No solicitud de experiencia laboral los primeros años de egresado y contratación de
un mínimo de trabajadores/as, profesores y profesoras, recién salidos de sus
estudios.
● Inversión adecuada del presupuesto de los colegios privados en los implementos,
herramientas, infraestructura y medios necesarios para el desarrollo del proceso
educativo.
● Asesoramiento y acompañamiento jurídico en casos o problemas que lo requieran.
● Espacios y tiempos para el desarrollo de actividades propias -políticas, culturales,
formativas, etc. - de los y las trabajadoras de la educación.
● Escenarios de formación y capacitación política y jurídica de los y las trabajadoras
de la educación de colegios privados. Con respecto a los derechos laborales,
sindicales, sociales y políticos.
● Pago digno.
● Educación en nuevos métodos de pedagogía.
● Educación en pedagogía inclusiva.
● Educación en uso de herramientas virtuales.
● Contratación de trabajadores profesionales de la educación para acompañar proceso
educativo de las y los estudiantes con inclusión.
● Proyecto de vivienda que tenga como prioridad las mujeres cabezas de hogar, los
distintos tipos de familia y personas solteras al interior de los trabajadores de la
educación.
● Que el Sistema educativo esté conectado o en relación con el aparato productivo del
país.
● Reducción en los costos del transporte público e internet para los trabajadores/as
docentes o de la educación en general pues su función es social y estos servicios no
deberían ser un impedimento para su desempeño.
● La no solicitud de la experiencia laboral después del grado, pues muchos la
comienzan a obtener antes y que sean válidas las pasantías y que esto no sea una
condición de reducción salarial, es decir, no pago del escalafón según nivel de
cualificación.
● Diseño e implementación de un estatuto único vinculante para el sector público y
privado.
● Garantías para que los y las trabajadoras docentes del sector privado podamos
discutir sobre las condiciones de vida en general y las nuestras en particular.
● Seguridad y estabilidad laboral para el trabajador/a de la educación, ya que la
contratación a término definido, por cierta cantidad de meses.
● Capacitación al no licenciado por parte de la empresa privada de ecuación en
materia pedagógica como se estipula en la ley 115 de 1994 en su artículo 198 y 199.
● Las reivindicaciones deben ser con un fuerte contenido social y político en gran
medida para la mujer, puesto dentro del sector representa la mayoría de la fuerza
laboral y además son las más explotadas y dominadas, pues son las que perores
condiciones salariales y prestacionales, sociales, economía y políticas tiene.
● Creación de una bolsa de empleos que; centralice las hojas de vidas de los recién
egresados y de los y las trabajadoras de la educación que no se encuentren en el
sistema oficial, a su vez que centralice la oferta laboral del sector público y privado;
genere y ligere los procesos de contratación directa entre él y la trabajadora y el
empleador; gestionada por trabajadores de la educación y los pertinentes para la
labor a llevar cabo; que promueva organización, capacitación, investigación y
trabajo a este sector y a la sociedad en general.
● ¿Qué experiencias han existido o existen en el proceso de organización y lucha de
los trabajadores de la educación privada en general y en particular de trabajadores
docentes de colegios? Ojo sintrauniminuto. También el apoyo jurídico con el que
cuentan puede aportar elementos en cuanto a la normativa.
● Realizar un estudio financiero de los colegios privados y determinar cuáles de ellos
pueden cumplir o mejorar a corto plazo sus necesidades financieras y los que no,
que: sean cerrados y los trabajadores y estudiantes reubicados en otras instituciones
privadas o del estado; o estos queden en manos de los trabajadores organizados en
cooperativas
Tareas:
● Revisar y corregir documento insumo en su enfoque, planteamientos, lo empírico,
contenido, estilo y forma.
● Socializar con los más próximos, que viven esta situación, para ir anudando
esfuerzo para construir un comité impulsor de la propuesta dentro del sector:
organización, estudio y lucha (movilización).
● Este primer grupo tendría la labor de agitar la situación, crear redes de contactó y
encuentro entre los y las trabajadoras docentes del sector privado. Además de
generar espacios de formación político organizativo gremial de ese primer equipo y
los que deseen articularse en la propuesta para fortalecer la organización en este
sector obrero.
● Lograr caracterizar y articular a otros sectores obreros del proletariado educativo
privado.

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