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Una esperanza viva – 1 Pedro 1:13-25

 febrero 26, 2021  admin 1058 Views  0 comentarios


Meditación sobre 1 Pedro 1:13-25 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

CDMX, viernes 26 de febrero de 2021

Cada mañana cuando alzamos la vista al cielo, sentimos el calor del sol y al ver a nuestro
derredor podemos apreciar todas las maravillas de la creación y esto hace que nuestro
corazón agradezca a Dios sus bondades y providencia. Y digamos como el Rey David:

En el salmo 143: 10 y 11

10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;


Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
11 Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás;
Por tu justicia sacarás mi alma de angustia.
Hermanos, estamos viviendo en el tiempo de la Gracia de Dios, en los que el Espíritu de
Dios mora cada uno de los creyentes.

En los versículos 13 y 14 del pasaje en 1ª Pedro 1 dice:

13 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia
que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;

El Apóstol Pedro nos recuerda que, si somos salvos por gracia, debemos vivir nuestra vida
de acuerdo a la voluntad de nuestro Dios. Los cristianos no debemos caer en el estilo de
vida de los no creyentes, sino vivir en sobriedad dando testimonio de nuestra fe con
nuestros actos.

En los versículos 15 y 16 dice:

15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

No dejando nada a la ligera se nos llama a ser santos, reflexionando con seriedad lo que
conviene, estemos preparados para vivir santamente, apartados para Dios en medio de los
que creen que todo es válido, de la falta de valores y moralidad relajada y del paganismo
que nos rodea.

En el versículo 17 dice:

17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno,
conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;

Dios es nuestro Padre celestial, en Él nos refugiamos en tiempos de angustia y necesidad,


pero también sabemos que Él observa todo lo que hacemos.

Dios va a ser nuestro juez, significa que nos va a juzga con imparcialidad, sin favoritismos,
la obra de cada uno de nosotros los creyentes.

El saber que Dios te va a juzgar nos debería impulsar a ser más sensatos, y reflexionar
como es la vida cristiana que estamos viviendo.

El testimonio de vida que damos a los demás, qué clase de vida está viviendo cada uno de
nosotros en esta tierra.
El llamado es a mantenernos firmes en nuestra fe, en comunión con Dios, reconociendo
nuestras faltas y disfrutando sus bendiciones en nuestra vida diaria, sabiendo que Él nos
ama y tiene misericordia de nosotros y está a nuestro lado en todo momento.

En los versículos 18 al 21 del pasaje dice:

18 Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros
padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por
amor de vosotros,
21 y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que
vuestra fe y esperanza sean en Dios.

Hermanos Dios nos ha amado tanto que en su infinita gracia proveyó un plan de salvación
para la humanidad perdida en el pecado, sin Dios y sin esperanza. Esta es la seguridad de
los creyentes, que fuimos rescatados no por oro o plata que son corruptibles, sino por algo
más valioso, por la sangre preciosa de Cristo.

Él pago el precio de nuestro pecado que exigía la justicia de Dios y con ello transformo
nuestras vidas. Cristo nos dio una esperanza viva que se fundamenta en su resurrección.

En los versículos del 22 al 23 dice:

22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor
fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;
23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y
permanece para siempre.
24 Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se
seca, y la flor se cae;
25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido
anunciada.

El Apóstol Pedro nos invita a obedecer la verdad, a estudiar la palabra de Dios para
purificar y fortalecer nuestros corazones y a amarnos entrañablemente.

Todo lo que somos y todo lo que tenemos como seres humanos es pasajero, nuestra vida
nuestros bienes son cosas frágiles y efímeras, que un día están y al otro se han ido y no
queda nada, solo la palabra de Dios permanece para siempre.

En esta confianza el Apóstol Pablo nos dice en la carta a los Romanos 15: 13

13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el
poder del Espíritu Santo.
Hermanos, tenemos nueva vida, una esperanza viva, recibida por el sacrificio de Cristo,
nuestro salvador está vivo y está en el cielo sentado a la diestra de Dios Padre intercediendo
por nosotros y un día va a regresar. Hermanos, vivamos de acuerdo a la palabra de Dios
dando testimonio de nuestra fe a todos los que nos rodean, manteniendo una esperanza
viva.

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