Secuencia ecográfica

Imagen ecográfica
Jesús Andrés Álvarez Fernández / Antonio Núñez Reiz /
Antonio Fabián Fermoso / Francisco Javier Gálvez Gómez

Con el aval científico de

CONTENIDO
1. Introducción

2. Emisión de ultrasonidos

3. Interacción con los tejidos

4. Formación de ecos

5. Generación de la imagen ecográfica

6. Bibliografía

Introducción
La Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU., en
su página MedlinePlus de información de salud para el
público general, describe así la Ecografía: “Un técnico
especial, o un médico, mueve un dispositivo llamado
transductor sobre una parte del cuerpo. El transductor
envía ondas sonoras que rebotan en los tejidos dentro
del cuerpo. El transductor también captura las ondas
que rebotan. La máquina ecográfica crea las imágenes
de estas ondas sonoras”. Esto se representa en la
Figura 1.2.1.
Figura 1.2.1. Secuencia ecográfica. 1) Emisión de ultrasonidos; 2)
Interacción con los tejidos; 3) Formación de ecos; 4) Recepción de ecos;
y 5) Formación de imágenes.
Si esto es lo que debe saber el público general, ¿qué
debería conocer un Máster en Ecografía Clínica sobre
esta SECUENCIA ECOGRÁFICA?
Las diversas aplicaciones prácticas de los ultrasonidos
en Medicina surgen, casi sin excepción, de su propiedad
de agruparse en campos direccionales o HACES. En
Ecografía, estos haces son proyectados desde un emisor
hacia una región espacial que se quiere escrutar y sus
rebotes llegan a un receptor que es capaz de analizarlos
(Figura 1.2.2). En la práctica clínica, emisor y receptor
pueden encontrase en el mismo material o en materiales
independientes.
Secuencia ecográfica | 3
E
CP
RE
CR
Figura 1.2.2. Interpretación física de la secuencia ecográfica. Emisor
(E) de un campo acústico proyectado(CP) sobre una región del espacio
a explorar (RE), generando un campo acústico receptivo (CR) hacia un
receptor (R)
Emisión de ultrasonidos
Piezoelectricidad
Los haces de ultrasonidos son generados desde unos
materiales dotados de PIEZOELECTRICIDAD. Este
fenómeno ocurre en ciertos materiales que tienen
diferentes características de conductividad, elasticidad,
crecimiento, dilatación, etc., según sus partículas sean
desplazadas en el eje longitudinal o en el eje transversal.
Esta colocación “anisotrópica” de las partículas hace
que una distorsión mecánica del material (“piezo” del
griego “πίεσης” = presión) conduzca al desequilibrio
de la distribución de su carga eléctrica y a la creación
de una diferencia de potencial y, por tanto, de una
corriente eléctrica (PIEZOELECTRICIDAD DIRECTA).
Correspondientemente, la aplicación de un campo
eléctrico externo produce la distorsión mecánica
del material anisotrópico generando un movimiento
elástico de sus partículas que transmite energía
mecánica al medio que las rodea (PIEZOELECTRICIDAD
INVERSA). (Figura 1.2.3)
 Secuencia ecográfica | 4

Figura 1.2.3. Piezoelectricidad directa (izquierda) e inversa (derecha).

Párametro / Material Cuarzo PZT - 4 PZT - 5 PVDF

Coeficiente de acoplamiento
0,1 0,7 0,7 0,19
electromécanico - k33
Constante piezoeléctrica - d33 2 290 370 17,5
Factor de disipación - tan δ 0,0004 0,004 0,02 -
Impedancia acústica - Z (MRayls) 15,2 34,5 33,7 3,4

Tabla 1.2.1. Propiedades características de algunos materiales piezoeléctricos. PZT= Zirconato - Titanato de plomo, PVDF= Polifluoruro de vinilideno.

Una gran variedad de materiales pueden ser
piezoeléctricos. Una clase consiste en CRISTALES
NATURALES Y MATERIALES CRISTALINOS, siendo
ejemplos de importancia práctica en el presente
contexto el Cuarzo (SiO2), el Titanato de bario (BaTiO2) y
el Niobato de litio (LiNbO3). La otra clase importante son
los llamados FERROELÉCTRICOS, materiales amorfos,
tales como ciertas cerámicas (Zirconato-titanato de
plomo - PZT) y plásticos (Polifluoruro de vinilideno -
PVDF), que tienen una estructura microcristalina que
puede hacerse permanentemente piezoeléctrica por
aplicación de un campo eléctrico fuerte. Una descripción
completa del comportamiento electromecánico de
tales materiales tendría una considerable complejidad;
baste decir aquí que todos ellos son anisotrópicos, es
decir, que sus diversas propiedades dependerán de la
asimetría existente en relación con los ejes cristalinos y
de polarización.
De los diversos parámetros que pueden caracterizar los
diferentes materiales piezoeléctricos, pueden destacarse:
1) Coeficiente de acoplamiento electromecánico, que
es la fracción de energía eléctrica que se puede extraer
como energía mecánica y viceversa; 2) Constante
piezoeléctrica, que es el campo eléctrico creado por
deformación unitaria; 3) Factor de pérdida frecuencia-
dependiente (disipación), que expresa la energía perdida
por ciclo; y 4) Impedancia acústica, que expresa la
resistencia al paso de la deformación elástica. Los
valores típicos para los parámetros anteriores en algunos
materiales importantes, se enumeran en la (Tabla 1.2.1)

Electrodos Medio de
aislamiento
Eje de
propagación
Medio de propagación
Figura 1.2.4. Estructura de un transductor de ultrasonidos. Los componentes están incluidos en el interior de una carcasa hermética, no siendo
visibles desde el interior.
Un análisis muy simplificado de la tabla destacaría la
precisión del cuarzo en la emisión de campos acústicos
(coeficiente de acoplamiento muy bajo) y la gran
capacidad de las cerámicas (PZT) para la recepción
de campos acústicos (constantes piezoeléctricas
muy altas). Comparando entre sí las cerámicas, la
menor disipación de energía hace preferible a PZT-4
como emisor y la mayor constante piezoeléctrica hace
preferible a PZT-5 como receptor. Tanto el cuarzo como
las cerámicas tienen una impedancia acústica muy
superior a la de los tejidos humanos (p. ej: 1,71 MRayls
del músculo o 7,8 MRayls del hueso) lo que provoca
cierta incompatibilidad. Todo lo anterior ha llevado a
la búsqueda de un nuevo material piezoeléctrico y los
polímeros plásticos (PVDF) han sido desarrollados con
una capacidad de emisión precisa parecida a la del
cuarzo, aunque con una mayor capacidad de recepción
que éste, una nula disipación de energía y una impedancia
más próxima a la de los tejidos humanos.
Secuencia ecográfica | 5
Sistema de soporte
y montaje
Disco piezoeléctrico
Capa de adaptación
Transductores
Un TRANSDUCTOR es un dispositivo capaz de transformar
o convertir una determinada energía de entrada en otra
diferente energía de salida. En el caso de los ultrasonidos,
un transductor contiene todo lo necesario para la emisión
de ultrasonidos y la recepción de los ecos producidos en
el objeto de estudio. Los transductores empleados en la
práctica clínica contienen habitualmente entre 128 y 256
discos piezoeléctricos, genéricamente denominados
“cristales”, aunque realmente son cerámicas y plásticos
que, como se verá más adelante, pueden ser cortados,
moldeados y combinados en una gran variedad de
maneras. Sin embargo, conviene conocer inicialmente
la disposición más sencilla y básica, la de un solo disco
circular piezoeléctrico en el transductor. (Figura 1.2.4)

Un haz de ultrasonidos se caracteriza por su frecuencia,
su longitud de onda y su dirección. La frecuencia de
los ultrasonidos emitidos vendrá determinada por las
dimensiones del disco. Su grosor puede establecerse
mediante el cociente entre la velocidad de transmisión
de ondas a través del material del disco, que es de 5.000
m/s para el promedio de los materiales piezoeléctricos,
y el doble de la frecuencia de ultrasonidos que se desean
emitir (L=c/2F). Así, un transductor de ultrasonidos de
5 MHz deberá contener un disco de 0,5 mm de grosor
(5.000.000 mm/s entre 10.000.000 de ciclos/s).
En cuanto al diámetro del disco, los cálculos no son
tan precisos, si bien debe cumplir la condición de ser
mayor que la longitud de onda (λ) correspondiente a
la frecuencia de emisión prevista (p.ej: >5 mm para
frecuencia de 4 MHz y λ=0,39 y >10 mm para frecuencia
de 2 MHz y λ=0,77 mm).
Las características del medio de aislamiento y del sistema
de soporte dependerán de la funcionalidad del transductor.
Así, cuando se vaya a trabajar con emisiones continuas o por
pulsos (ver más adelante) a una frecuencia fija de emisión
(p.ej: transductores de lapicero de Doppler vascular), se
utilizarán medios como el aire y sistemas de soporte en
dos puntos, que permitan cierta movilidad al disco; sin
embargo, cuando el objetivo sea la emisión/recepción de
amplias bandas multifrecuencia (p.ej: los transductores
más habituales en la práctica clínica) se intentará evitar
cualquier vibración o resonancia (tendencia de un sistema
acústico para amplificar una frecuencia que coincide con
una de sus propias frecuencias naturales de vibración),
empleándose resinas o cerámicas de impedancia similar a
la del disco ferroeléctrico y que serán montadas impidiendo
sus movimientos.
Pulso Reposo
ECO
Figura 1.2.5. Posibilidades de emisión/ recepción continua o pulsada de ultrasonidos. Arriba, emisor (E) y receptor (R) son dos discos independientes
que están integrados en el transductor. Abajo, el mismo disco hace funciones alternas de emisor y receptor, dejando un tiempo de reposo suficiente
entre pulsos, para la recepción de los ecos.
Secuencia ecográfica | 6
Mientras que el sistema de soporte debe absorber
fuertemente la energía generada hacia atrás antes
de que la onda se refleje o se disperse, la capa de
adaptación debe facilitar el acoplamiento de la energía
mecánica hacia y desde el medio de propagación,
a la vez que sirve de protección al disco y puede ser
humidificada para acoplamiento y limpieza. Todo esto
es a veces difícil de conseguir con un único material y
es frecuente que esta capa esté compuesta de varios
discos de distintos materiales.
Emisión continua vs pulsada
La excitación eléctrica de un material piezoeléctrico
dará lugar a la producción de un haz de ultrasonidos.
Esta excitación puede ser prolongada o breve y el haz de
ultrasonidos resultante constará de un mayor o menor
número de ondas y será más o menos duradero en el
tiempo. Cuando la excitación es muy prolongada se
expresa como EMISIÓN CONTINUA mientras que las
excitaciones más breves constituyen diversas maneras
de EMISIÓN PULSADA. (Figura 1.2.5)
La emisión continua requiere de la disponibilidad de
dos transductores, uno que emite y otro que recibe, o
el montaje en paralelo, en un único transductor, de un
segundo disco encargado de la recepción de los ecos
que regresen desde el objeto de interés. En ella se
emite un haz continuo de ultrasonidos que vibran a una
frecuencia determinada.
Pulso Reposo Pulso
ECO

En la emisión pulsada, el mismo disco alternará efectos
de emisor y de receptor en diferentes momentos de
su actividad. Cada pulso de ultrasonidos contiene
un reducido número de ondas. La duración del pulso
(DP) es muy breve y equivale al número de ciclos
(NC) dividido por la frecuencia (F), expresándose
habitualmente en microsegundos (μs). Así, un pulso
breve de 4 ciclos de un transductor de 2 MHz tendrá
una duración de 2 μs, mientras que los mismos 4 ciclos
emitidos por un transductor de 4 MHz durarán 1 μs. La
FRECUENCIA DE REPETICIÓN DE PULSOS (conocida
como PRF por sus siglas en inglés) se define como el
número de veces que se realiza la emisión de pulsos
por unidad de tiempo, para que el transductor pueda
recibir cada pulso reflejado antes de emitir el siguiente.
La PRF estará condicionada por la distancia del emisor
a la zona a estudiar, siendo inversamente proporcional
a la distancia a recorrer. Teniendo en cuenta que las
ondas ultrasónicas deben recorrer el camino en dos
sentidos, existirá un límite para la PRF, denominado
frecuencia o limite Nyquist, que será el doble de la
frecuencia de vibración del haz de ultrasonidos.
Energía del haz de ultrasonidos emitido
Potencia acústica: Es la cantidad de energía mecánica
por unidad de tiempo que es emitida en forma de
ondas sonoras por una fuente determinada. La
potencia acústica es un valor intrínseco de la fuente de
ultrasonidos y no depende del medio de propagación. Su
nivel dependerá del grado de compresión conseguido
por la intensidad de corriente eléctrica aplicada
sobre el disco piezoeléctrico: a mayor voltaje mayor
energía acústica. Por razones obvias, cuanto mayor
sea la frecuencia de compresión mayor será también
la energía resultante. Sin embargo, la medición de la
potencia acústica resulta compleja siendo mejor recurrir
a otros parámetros que indiquen la energía mecánica
transmitida desde el transductor, como la presión que
las ondas inducen en el medio de propagación o la
intensidad con la que esta propagación se transmite a
los obstáculos que encuentre en su camino.
Presión acústica: Es la que inducen las ondas en el
medio de propagación. La presión acústica se define
como la diferencia entre la presión instantánea y la
presión atmosférica estática, y es la determinante de la
AMPLITUD de las ondas. Será positiva o negativa según
se trate de la fase de compresión o de descompresión
(rarefacción) del ciclo ondular. La presión acústica es
siempre menor que la potencia acústica, pues la energía
mecánica emitida por el disco sufre una atenuación a su
paso por la capa de adaptación y una difracción en el
primer contacto con el medio de propagación.
Secuencia ecográfica | 7
Intensidad acústica: Es la energía mecánica transferida
por un haz de ultrasonidos por unidad de área normal
a la dirección de propagación. Se calcula como I=A/N,
donde A es la amplitud acústica y N es el área normal a
la dirección de propagación. La unidad utilizada por el SI
(Sistema Internacional) es el vatio por metro cuadrado
(W/m²), pero esta escala lineal es de poca utilidad
práctica, habiéndose desarrollado una escala logarítmica
que toma como referencia la capacidad del oído humano
de escuchar sonidos, considerando al tímpano como el
obstáculo receptor de energía. Una intensidad acústica
promedio de 10 W/m² se conoce como “umbral de
audición”, y es este valor el que se toma como referencia
en la escala logarítmica denominándose Decibelio (dB).
La complejidad en la medición práctica de la potencia-
presión-intensidad acústicas ha llevado a utilizar una
escala porcentual para expresar la ENERGÍA (en inglés
“power”) del haz de ultrasonidos proyectado sobre
un objeto, de forma que el 100% refleja la máxima
capacidad del transductor a la frecuencia de emisión
de ultrasonidos. Valores menores son recomendados
para minimizar la transmisión de energía y los posibles
efectos secundarios.
El acrónimo inglés ALARA (As Low As Reasonably
Achievable o “Tan bajo como sea razonablemente
posible”) define un principio de utilidad segura de los
ultrasonidos mediante reducción del porcentaje de su
energía y del tiempo de utilización.
Modulación del haz de ultrasonidos
emitido
El haz de ultrasonidos emitido por una fuente
piezoeléctrica es direccional, transmitiéndose en sentido
longitudinal y concentrando su energía junto al eje de
propagación en el medio. El menor tamaño que puede
tener un haz de ultrasonidos es equivalente a una longitud
de onda de su frecuencia de emisión. Si se trata de un
cristal plano, el haz no se compone inicialmente de una
sola onda, sino de la suma de las ondas que surgen de
un determinado número de emisores u ondas de Huygen
(ver capítulo 1.1. Principios físicos). Estas ondas suman
sus amplitudes por tener la misma frecuencia y estar
sincronizadas, por lo que la intensidad de su interacción
con una interfase sería alta. Sin embargo, estas ondas
son característicamente convergentes, llegando a un
punto (zona de transición o ZONA FOCAL) en el que se
concentra la máxima energía, pero a partir del cual se
genera una sola onda típicamente divergente y sometida
a los fenómenos de pérdida progresiva de energía ya
comentados. (Figura 1.2.6)
 Secuencia ecográfica | 8

Ondas de Huygen

Campo cercano Zona de transición Campo lejano

Haz de ultrasonidos

Figura 1.2.6. Campos que componen un haz de ultrasonidos. Z1= Distancia focal. La colocación en la capa de acoplamiento, de lentes acústicas
más o menos cóncavas, permite acercar o alejar la distancia focal.

La máxima concentración de energía mecánica en Los discos piezoeléctricos utilizados en la Ecográfica

esta zona focal hace que sea de gran interés para la
interacción con los tejidos que dará lugar a las imágenes
ecográficas. Esta DISTANCIA FOCAL (Z1), puede ser
calculada mediante la fórmula Z1=D2/4λ, donde D
es el diámetro del cristal y λ la longitud de onda de la
frecuencia de emisión. Un transductor con un disco
de 10 mm de diámetro que emita a una frecuencia de
2 MHz (λ = 0,77 mm) tendrá su distancia focal a 32,5
mm; por otro lado, un disco de 5 mm de diámetro, que
emita a una frecuencia de 4 MHz (λ = 0,39) tendrá su
distancia focal a 16 mm.
actual no son planos, como los originales de cuarzo,
y pueden ser moldeados y cortados en formas curvas
que permiten focalizar el haz de ultrasonidos en el
campo cercano. También pueden aplicarse lentes
cóncavas en la capa de adaptación del transductor,
consiguiéndose el mismo efecto focalizador, de gran
importancia en Ecografía.
Los transductores utilizados en la práctica clínica
ecográfica están compuestos de 128 y 256 discos
piezoeléctricos montados en estructuras que permiten
moldear el haz de ultrasonidos en diversas formas (lineal,
convexa, sectorial, etc.). Para modificar la distancia
focal se interponen lentes acústicas (Figura 1.2.7) y
también se puede actuar sobre la posición y angulación
de cada cristal o grupo de cristales sin necesidad de
interponerlas, soliendo asociarse ambas posibilidades.
(Figura 1.2.8)
 Secuencia ecográfica | 9

Elementos del transductor

Lente de enfoque
Zona focal cóncava

Figura 1.2.7. Transductor de múltiples cristales en disposición lineal, con lente acústica focalizada.

Figura 1.2.8. Haces y focos de ultrasonidos en los transductores multidisco habitualmente usados en ecografía clínica. La angulación electrónica
de los cristales permite dar forma al haz y modificar el foco.

Interacción con los
tejidos
Interfases
INTERFASE es la superficie de separación entre dos
medios de diferente velocidad de propagación (c),
que viene determinada en cada medio mediante la
fórmula c=Z/d, donde Z es la rigidez o impedancia y d
es la densidad de partículas. La llegada de un haz de
ultrasonidos a una interfase deberá cumplir el principio
de conservación de la energía por el que la energía
incidente será igual a la suma de las energías reflejada,
disipada y transmitida. Cuanto más perpendicular sea el
ÁNGULO DE INCIDENCIA de un haz de ultrasonidos a una
interfase, mayor será la energía incidente.
Los fenómenos de reflexión especular y no especular
determinarán la REFLECTANCIA (energía reflejada) y
una parte de la energía disipada. La energía mecánica
transmitida por un haz de ultrasonidos será máxima
cuando los dos medios tengan la misma velocidad
de propagación, mientras que si la diferencia es
pequeña se producirá una reflexión débil y la mayor
parte de la energía se adentrará en el segundo medio;
si la diferencia de velocidad de propagación es
grande se producirá una reflexión fuerte y muy poca
energía se adentrará en el segundo medio, y si es
muy grande se reflejará todo el haz de ultrasonidos.
Figura 1.2.9. Aplicación de abundante gel de ultrasonidos o interposición de almohadilla entre la capa de adaptación del transductor y la piel.
Izquierda imagen de un fantonomas sin gel y derecha con gel. Todos los demás parámetros han mantenido constantes.
Secuencia ecográfica | 10
Algunos ejemplos de reflexión en interfases son tejido
blando/tejido blando 1%, tejido blando/hueso 46-70%
y tejido blando/gas 99%. Al transmitirse la energía
acústica en un medio, una parte de la misma se
disipará, transformándose en energía térmica.
En la práctica clínica, la primera interfase a atravesar es
la superficie de la piel (aire/tejido blando), con grandes
diferencias de velocidad (muy baja para el aire y alta
para la piel). La pérdida de energía que se produciría
en esta primera interfase obliga a interponer algún
medio con velocidad intermedia, como el AGUA o algún
fluido tixotrópico (cuanto más se someta a esfuerzos
de cizalla, más disminuye su viscosidad) como un GEL
ACUOSO. Se han comercializado también almohadillas
que contienen gel y puede interponerse incluso un
guante relleno de agua, lo que tiene especial interés para
abordar superficies irregulares. (Figura 1.2.9)
Una forma óptima de realizar la Ecografía sería mediante
inmersión en un medio líquido, sin que existiría interfase
aire/piel, lo que minimizaría los efectos derivados del
salto de impedancias. Cuando esto puede realizarse, por
ejemplo, mediante inmersión de parte de una extremidad
en un recipiente con agua, el cambio en la calidad de la
imagen ecográfica es muy llamativo y puede explicarse
por una mayor transmisión de energía acústica al interior
de la parte insonada. (Figura 1.2.10)

Figura 1.2.10. Imagen ecográfica obtenida en el aire y en un medio líquido.
Resolución espacial
Se entiende por RESOLUCIÓN la habilidad para distinguir.
Los componentes de la resolución en Ecografía son:
resolución espacial, resolución temporal y resolución
de contraste.
Cuando un haz de ultrasonidos enfrenta dos puntos
de pequeño tamaño, como ocurre con las estructuras
habituales del cuerpo humano, la frecuencia de las
ondas ultrasónicas determinará la capacidad del haz
ultrasónico para diferenciar uno de otro, lo que se
denomina RESOLUCIÓN ESPACIAL. Dos puntos situados
en el recorrido del haz de ultrasonidos podrán ser
diferenciados con mayor precisión cuando se encuentren
en la zona focal, tanto si están a la misma distancia del
emisor (RESOLUCIÓN LATERAL) como si se encuentran
próximos pero a diferente distancia (RESOLUCIÓN
AXIAL). La zona focal estará más próxima y será menor
en los haces de ultrasonidos de mayor frecuencia, que
serán los de mayor resolución (Figura 1.2.11).
Secuencia ecográfica | 11
La distancia mínima a la que pueden estar dos
puntos consecutivos, para ser diferenciados por un
haz ultrasónico, será la mitad de la longitud de onda
(D=λ/2). Así, un haz de ultrasonidos de 7 MHz tendrá
una buena resolución axial, pues su longitud de onda
es de 0,22 mm permitiendo diferenciar puntos situados
a una distancia menor de 0,1 mm; por el contrario, si
la longitud de onda es muy grande la onda enfrentará
los dos puntos a la vez y no serán diferenciados entre
sí, como ocurrirá con una haz de ultrasonidos con
frecuencia de 2 MHz y longitud de onda de 0,77 mm que
hará imposible diferenciar puntos que se encuentren a
una distancia menor de 0,4 mm.

8 MHz
Figura 1.2.11. Diferencias de resolución entre dos emisores de ultrasonidos de distinta frecuencia. Los monitores muestran como la zona focal
(elipse) más reducida de los emisores de mayor frecuencia tendrá la máxima resolución lateral y axial.
Penetración
Cuando la energía acústica interactúa con los tejidos
corporales, las moléculas tisulares son estimuladas
y la perturbación se transmite de una molécula a otra
adyacente, en la misma dirección y sentido. En cada
interfase entre tejidos de diferentes velocidades de
propagación de ultrasonidos se producirán nuevas
pérdidas de energía acústica. La atenuación que se
produzca determinará la PENETRACIÓN que será capaz
de alcanzar el haz de ultrasonidos. A diferencia de la
VELOCIDAD DE PROPAGACIÓN, que es una característica
intrínseca de los diferentes medios, la VELOCIDAD DE
PENETRACIÓN de los ultrasonidos en un medio depende
además de la fuente de emisión. La atenuación de la
energía ultrasónica dependerá de la potencia de emisión
(mayor potencia = menor atenuación), de la frecuencia
de vibración del haz de ultrasonidos (mayor frecuencia =
mayor atenuación) y de la absorción intrínseca del medio
(mayor absorción = mayor atenuación). La intensidad
acústica se reducirá a la mitad por cada MHz de frecuencia
del haz ultrasónico, por lo que la penetración será mayor
para las ondas ultrasónicas de baja frecuencia y menor
para las de alta frecuencia (Tabla 1.2.2). Los líquidos
tendrán una mínima absorción y una escasa pérdida de
energía en el recorrido de los ultrasonidos, mientras que
el hueso absorberá y dispersará la energía (Tabla 1.2.3).
MHz
Frecuencia 2,5 3,5 5,0 7,5
Penetración 30 17 12 10
Cm
Tabla 1.2.2. Ejemplos de relación entre frecuencia de emisión de los
ultrasonidos y penetración.
Secuencia ecográfica | 12
2 MHz
Absorción de energía
Medio (dB / cm2)
Agua 0,002
Grasa 0,5
Músculo 2
Hueso 4 - 10
Tabla 1.2.3. Absorción de energía mecánica en diferentes medios
corporales.
A igualdad de frecuencia del haz de ultrasonidos, la
emisión continua o pulsada determinará una menor o
mayor resolución y penetración; así, el empleo de una
alta frecuencia de repetición de pulsos (PRF) determinará
una mayor resolución axial pero una menor capacidad
de penetración, lo que deberá compensarse con un
incremento de la potencia de emisión de ultrasonidos;
en el otro extremo, una baja PRF conllevará una baja
resolución axial, pero con una alta penetración.
Los conceptos de resolución y penetración deberán
mantenerse bien equilibrados durante la realización
de una Ecografía, de forma que en todo momento se
emplee una frecuencia de ultrasonidos y una frecuencia
de repetición de pulsos (PRF) capaces de penetrar en los
tejidos, pero manteniendo una resolución suficiente para
diferenciar estructuras próximas (Tabla 1.2.4).
10
7
 Secuencia ecográfica | 13

Frecuencia de Frecuencia de repetición

Potencia
ultrasonidos de pulsos (PRF)
Alta Baja Alta Baja Alta Baja
Penetración + - - + - +
Resolución - + + - + -
Tabla 1.2.4. Factores que afectan la resolución y penetración de los ultrasonidos.

Formación de ecos Mientras que la velocidad de propagación sí es

Ecogenicidad
El ECO es un fenómeno acústico producido cuando
una onda se refleja en una superficie y regresa hacia su
emisor. La potencia de emisión de un haz de ultrasonidos
influirá en la producción de ecos, pero el principal
determinante será la impedancia acústica del medio y
a la existencia de interfases entre medios de diferente
impedancia acústica.
A la capacidad de un medio para producir ecos se
le denomina ECOGENICIDAD, y es directamente
proporcional a su impedancia acústica, es decir, a la
oposición del medio al paso de la onda ultrasónica.
Un medio como el aire (baja impedancia) será muy
fácil de atravesar por los ultrasonidos, prácticamente
no produciendo ecos (ANECOGÉNICO o “anecoico”),
mientras que el hueso (muy alta impedancia) será
muy difícil de atravesar y producirá muchos ecos
(HIPERECOGÉNICO o “hiperecoico”).
El resto de medios tendrá una capacidad de propagación
de los ultrasonidos intermedia entre las del aire y el
hueso, y su ecogenicidad será expresada en diferentes
grados intermedios (Tabla 1.2.5).
Material / Tejido Ecogenicidad
Aire
Anecogénico
Aceite de silicona
Grasa
Agua / Orina / Bilis
Hipoecogénico
Sangre
Riñon
Hígado / Bazo
Músculo
Hiperecogénico
Hueso
Tabla 1.2.5. Ecogenicidad de los materiales y tejidos corporales.
inversamente proporcional a la densidad de partículas
(masa/volumen), la ecogenicidad depende solo de la
diferencia entre impedancias de dos tejidos próximos.
Sirva como ejemplo recordatorio que el hígado graso es
menos denso que el normal, resultando más oscuro en
la imagen de tomografía computadorizada; sin embargo,
es más ecogénico por la infiltración grasa que provoca
más interfases. Por tanto, al valorar una imagen en
Ecografía no se hablará de “aumento de densidad” sino
de “aumento de ecogenicidad”.
Como todas las ondas sónicas, un eco de ultrasonidos
se caracteriza por tener una frecuencia y amplitud
características, a las que hay que sumar el tiempo que
tardan en producirse desde que se produjo la emisión
de ultrasonidos. Los ecos pueden ser fácilmente
diferenciados entre sí cuando se producen con más de
70 mseg de intervalo.
Los ecos producidos por la reflexión en interfases con
poco o nulo movimiento tienen característicamente
una pérdida de energía que se traduce en una pérdida
amplitud, transformándose energéticamente de ondas
simples con una única amplitud a ondas complejas
con amplitudes diversas. Sin embargo, mantienen
sin cambios la frecuencia ultrasónica del haz original.
Esta FRECUENCIA FUNDAMENTAL va, sin embargo,
acompañada de ecos con frecuencia variables
configurando un haz de ultrasonidos también
vibratoriamente más complejo que el haz original.
Cuando las frecuencias de los ecos acompañantes
son múltiplos de la frecuencia original se denominan
ARMÓNICOS, pudiendo ser “segundo armónico”
(frecuencia doble), “tercer armónico” (frecuencia triple),
etc., reservándose la denominación de “primer armónico”
para la frecuencia original (Figura 1.2.13 y 1.2.14).
Cuando los ecos se producen por la reflexión contra
superficies en movimiento, se producirán cambios
tanto en la intensidad acústica como en la frecuencia
ultrasónica fundamental, que pueden aumentar o
disminuir según el sentido del movimiento del reflector
(EFECTO DOPPLER), llevando las ondas sónicas incluso
hasta el espectro de las frecuencias audibles.

Figura 1.2.13. Haz de ultrasonidos incidente y frecuencia fundamental
de un eco (Primer armónico) acompañada del segundo armónico
(Frecuencia triple).
1 cooperantes, siendo frecuente la separación de las
2 producirá una deformidad en su estructura que se
4 DIRECTA). Las características de amplitud y frecuencia
5 cualquier valor: a mayor energía acústica y mayor
3 frecuencia, mayor voltaje. Cuanto mayor sea el tren de
Figura 1.2.14. Ecos y artefactos 1) Reflexión especular y no especular
2) Refracción, 3) Dispersión 4) Absorción 5) Reverberación (Horizontal
y vertical).
Artefactos
En un estudio o en un experimento, un ARTEFACTO es
un factor que perturba la correcta interpretación del
resultado. En Ecografía se denominan habitualmente
“artefactos” a todos los fenómenos derivados de los
ecos que se producen por mecanismos diferentes de la
reflexión especular.
Secuencia ecográfica | 14
La reflexión no especular de los ecos puede producirse
por incidencia del haz de ultrasonidos sobre una interfase
oblicua o fruto de la refracción producida por la diferencia
de impedancias a ambos lados de la interfase. Los ecos
producidos por reflexión no especular (reflexión difusa
y dispersión) serán redirigidos en todas direcciones,
rebotarán en otras interfases y algunos de ellos llegarán
finalmente al receptor. Cuando dos ecos se producen en
un intervalo reducido de tiempo (<70 mseg) no pueden
ser diferenciados entre sí y semejan un solo sonido de
mayor duración, lo que se denomina PERSISTENCIA
ACÚSTICA. Si los ecos persistentes provienen de dos
interfases situadas muy próximas y en la dirección del
eje del campo acústico, se denomina REVERBERACIÓN
(ver Figura 1.1.13 en Tema 1. Principios físicos).
Recepción de ecos
Recepción de señales analógicas
El componente central de la Ecografía es el transductor
electroacústico, que sirve tanto para emitir ultrasonidos
hacia los tejidos como para detectar los ecos que
emanen de ellos. La elección del material piezoeléctrico
adecuado favorecerá esta recepción de señales.
La capacidad de distinguir sutiles diferencias de
impedancia entre dos medios muy próximos es mayor
con frecuencias de emisión altas y con receptores que
sean capaces de percibir débiles diferencias de energía
entre dos ecos. En algunos sistemas (p. ej: los equipos de
Doppler transcraneal o vascular) el transductor consiste
en un disco piezoeléctrico, pero la mayoría comprenden
una matriz uni o bidimensional de múltiples elementos
funciones de emisión y recepción en tales matrices, lo
que tiene ciertas ventajas, en particular en relación con
la relación señal/ruido.
La llegada de los ecos a cada receptor de ultrasonidos
traducirá en una carga eléctrica (PIEZOELECTRICIDAD
de los ecos serán transformadas en una SEÑAL
ANALÓGICA de tensión, que puede tomar en principio
ondas mejor será la caracterización de la señal, pero,
junto con los ecos y sus armónicos correspondientes,
llegarán también al receptor otras ondas acústicas que
se engloban bajo el término genérico de RUIDO, que
pueden tener mayor o menor amplitud que los ecos y
que interfieren en su procesamiento, haciendo necesaria
la interposición de algún sistema para la amplificación/
atenuación de las señales (Figura 1.2.15).

Almacenamiento y visualización de datos
Controlador
Transmisor Receptor
Estructura de amplificación y digitalización
Transductor
Medio de acoplamiento
Objeto
Figura 1.2.15. La estructura de ampliación y digitalización en la pieza
central del proceso ecográfico.
Amplificación/atenuación
La señal eléctrica producida por piezoelectricidad directa
pasará inmediatamente por un amplificador diferencial,
que es un circuito multiplicador analógico con dos
entradas y una salida.
Se denomina GANANCIA a la relación entre la amplitud
de una señal de salida respecto a la señal de entrada, tras
su paso por un dispositivo electrónico de amplificación/
atenuación. En el caso de los ultrasonidos se mide
habitualmente en decibelios (dB), reflejando diez veces el
logaritmo del cambio producido. Si la ganancia es mayor
de cero (p.ej: amplitud de entrada de 20 W y de salida
de 40 W, Ganancia ≈ 3dB) se considera positiva y se ha
producido una AMPLIFICACIÓN de la señal, mientras
que si es menor de cero (p.ej: amplitud de entrada de
40W y de salida de 20 W, Ganancia ≈ -3dB) se considera
negativa y se ha producido una ATENUACIÓN de la señal.
Las señales resultantes del proceso de amplificación/
atenuación se caracterizan por tener una menor
diferencia o rango entre el mayor y el menor valor, lo que
se denomina RANGO DINÁMICO. Para ello, las señales
mayores serán más atenuadas y las señales menores
serán más amplificadas. A este proceso se le denomina
COMPRESIÓN y hace que las señales resultantes sean
más fáciles de diferenciar entre sí y menos susceptibles
de verse afectadas por interferencias, siempre sin
perder las características transmitidas por las ondas
ultrasónicas al material piezoeléctrico. Simplemente se
produce una especie de traducción a un lenguaje menos
expuesto que el lenguaje original.
Secuencia ecográfica | 15
Conversión analógica-digital
En la electrónica analógica las señales de tensión,
corriente, etc., varían de una forma continua en el
tiempo y pueden tomar (al menos teóricamente) valores
infinitos. En contraposición, en la electrónica digital
las variables solo pueden tomar valores discretos y
tienen siempre un estado perfectamente definido. La
conversión analógica-digital consiste en la transcripción
de señales analógicas en señal digital, con el propósito
de facilitar su procesamiento (codificación, compresión,
etc.) y hacer la señal resultante (digital) más inmune al
ruido y a otras interferencias a las que son más sensibles
las señales analógicas. En la práctica, la conversión
analógica-digital se realiza en la misma estructura que
la amplificación, aunque en circuitos bien diferenciados.
Hasta ahora, todas las modificaciones que se han hecho
en la señal recibida han sido fruto de alguna intervención
mediante circuitos electrónicos, pero en los equipos
actualmente utilizados para la realización de ecografías
los componentes electrónicos van sido sustituidos
por componentes informáticos. En algunos equipos
de Ecografía estas estructuras han sido incorporadas
dentro de la carcasa de los transductores. (Figura 1.2.16)
Figura 1.2.16. Transductor L38v para el ecógrafo de SonoSite Iviz.
Incorpora componentes de amplificación y digitalización en el propio
transductor, requiriendo una refrigeración propia (Ranura). Arriba
transductor estándar para otros modelos del mismo fabricante.
Generación de la imagen
ecográfica
Reconstrucción
Un concepto de la máxima importancia en Ecografía es
que se trata siempre de una tecnología ciega, es decir,
que la imagen que se muestra en la pantalla no es una
imagen directa (como ocurre, por ejemplo, con una
radiografía) sino de una imagen “ecomorfológica” (forma
de representación ecográfica los diferentes órganos
y sistemas) reconstruida en base al procesamiento
matemático de los datos recibidos. (Figura 1.2.17)
 Secuencia ecográfica | 16

Insonación

Haz clik sobre la imagen

Reconstrucción

Figura 1.2.17. La ecografía es una reconstrucción en forma de imágenes de los datos obtenidos en la insonación con ultrasonidos de una parte del
cuerpo.

Una vez recibidos los ecos en el transductor, los
impulsos eléctricos generados por la reversibilidad
del efecto piezoeléctrico, acabarán en un convertidor
analógico-digital que adaptará cada señal para obtener
las imágenes que se visualizan en el monitor, según la
modalidad de ecografía empleada en cada caso. Esta
descripción es en realidad la simplificación extrema de un
complejo proceso en el que un controlador (procesador)
sincroniza cada uno de los pasos, desde la emisión de
las ondas mecánicas hasta el almacenamiento de datos
y la generación de una imagen sobre la que poder realizar
modificaciones de brillo, contraste, coloreado, zoom y
sonido. (Figura 1.2.18)
La clave de todo este proceso es el TIEMPO. En
el momento en el que el que se produce la orden
de emisión de un haz de ultrasonidos se pone en
marcha un reloj temporal que cronometrará el tiempo
transcurrido hasta la llegada al receptor de las señales
de los ecos correspondientes. La distancia de un eco
es el tiempo que tarda (latencia) dividido por dos,
empleando una velocidad media de 1540 m/seg.
La combinación de amplitud y distancia será la base
para la reconstrucción en forma de imágenes según las
diferentes modalidades de Ecografía. (Figura 1.2.19)

Para hacer posible el ensamblaje de información de

los ecos en una imagen, es necesario que la ubicación
espacial del transductor y la orientación del eje de
propagación del haz de ultrasonidos, se conozcan con
exactitud en todo momento. El proceso de EXPLORACIÓN
o escaneo - movimiento del eje del haz a través de un
objeto interrogado - se efectúa comúnmente mediante
control electrónico de un transductor de agrupación,
con suministro simultáneo de señales electrónicas que
definen las coordenadas del haz.
 Secuencia ecográfica | 17

Controlador

Emisor Receptor

Transmisión de onda Canal de procesamiento Almacenamiento

mecánica de recepción de datos

Dispersión del sonido Formación de haces Visualización de

por los tejidos de señales imágenes

Procesamiento de línea
única del receptor

Procesamiento de línea
múltiple por receptor

Preprocesamiento

Conversión de
escaneado

Posprocesamiento
Figura 1.2.18. Fases del proceso de formación de la imagen ecográfica.

A B C

TA/2
TB/2
TC/2
Figura 1.2.19. Cálculo de la profundidad de origen de los ecos. A y B son interfases de impedancia. TA, TB y TC son los tiempos empleados por los
ultrasonidos desde su emisión hasta su recepción.

El ya comentado concepto de GANANCIA vuelve a
tener importancia para la generación de imágenes,
al poder amplificar o atenuar las señales recibidas.
Esta modificación de las señales puede aplicarse a su
totalidad o solo a las provenientes de una determinada
profundidad, lo que se denomina COMPENSACIÓN
TEMPORAL DE LA GANANCIA (TGC en las siglas inglesas
de Time Gain Compensation). Así, la imagen está divida
en cuadrantes que se corresponden verticalmente con
los campos próximo, medio y lejano de insonación, con
la zona focal en el centro (Figura 1.2.20). Algunos equipos
podrán diferenciar la TGC solo de los campos próximo
y lejano, mientras que otros podrán distinguir hasta 18
niveles de compensación.
Resolución
La resolución de una imagen indica la cantidad de detalles
que puede observarse en ella. Tener mayor resolución
se traduce en obtener una imagen con más detalle o
calidad visual. Anteriormente se expuso el concepto de
resolución espacial (lateral y axial) en relación con el foco
de concentración del haz durante el proceso de emisión
de ultrasonidos. El resto de las formas de resolución
estarán en relación con el proceso de recepción de las
señales y generación de las imágenes.
Figura 1.2.20. Cambios en la ganancia global (izquierda) y en la compensación temporal de la ganancia (derecha). P= Campo proximal. M= Campo
medio. D= Campo distal.
Secuencia ecográfica | 18
A la capacidad para distinguir entre tamaños de señal
se la denomina RESOLUCIÓN DE CONTRASTE. Una
parte de la resolución dependerá del procesamiento
de las señales recibidas y puede mejorarse durante la
fase de recepción de las señales, antes de la conversión
analógica-digital, lo que se hace modificando la
compresión o el rango dinámico para detectar pequeñas
diferencias de intensidad. Pero la resolución de contraste
se mejorará fundamentalmente durante la fase de
generación de imágenes, también actuando sobre el
rango dinámico y la compresión, pero esta vez de la
escala de grises que configura la pantalla del monitor. El
número de decibelios del rango dinámico se reduce por
compresión y la compresión elimina niveles de grises,
tanto de alta amplitud de señal (blancos y grises claros)
como de baja intensidad (negros y grises oscuros). Una
alta compresión con un rango dinámico estrecho (por
ejemplo, 30 dB) crea una imagen de alto contraste.
Por el contrario, una compresión baja con amplio rango
dinámico (por ejemplo, 60 dB) muestra una imagen de
bajo contraste y con muchos tonos de gris. A menor
tamaño del objeto se requerirá una mayor resolución de
contraste para diferenciarlo (Figura 1.2.21).

Figura 1.2.21. Modificación de la resolución de contraste con cambios en el rango dinámico (arriba) y con coloreado de las imágenes.
La resolución de contraste también se puede mejorar
mediante la adición de color, ya que el ojo humano puede
distinguir entre más tonos de color que tonos de gris
(Figura 1.2.21). La visión escotópica o monocromática
se produce con intensidades lumínicas tan bajas como
0,0001 y 10 cd/m2, pero esdependiente de los bastones
retinianos y es una visión en blanco y negro que permite
diferenciar apenas 20 a 60 niveles de grises según la
luz ambiental de fondo (agudeza visual baja), por lo que
tiene una mala resolución de contraste. Por el contrario,
la visión fotópica depende de los conos retinianos, que
son menos sensibles a la luz que los bastones, por lo
que se produce con niveles de intensidad lumínica
diurnos (entre 10 y 106 cd/m2) pero posibilita la correcta
interpretación del color por el ojo, con lo que la agudeza
visual, esto es, la percepción de detalles finos en las
imágenes, es superior en este tipo de visión.
Secuencia ecográfica | 19
La RESOLUCIÓN TEMPORAL es la capacidad para
separar eventos en el tiempo o, lo que es lo mismo, para
detectar que un objeto se mueve. La frecuencia a la que se
producen las imágenes (fotogramas o “frames”) afecta
a la visualización de las estructuras en movimiento.
La velocidad de fotogramas más alta hace que las
escenas de acción rápida se visualicen mejor y parezcan
más suaves. El límite de la resolución temporal del ojo
humano es aproximadamente 40 mseg, lo que significa
que eventos separados en el tiempo por más de 40 mseg
se identifican visualmente como ocurridos en diferentes
momentos, mientras que sucesos que ocurren en un
intervalo de tiempo menor de 40 mseg se interpretan
como simultáneos. Este nivel de resolución temporal
determina que el número de fotogramas por segundo (en
inglés “frame rate”) necesario para diferenciar en tiempo
real estructuras en movimiento debe ser igual o superior
a 25 imágenes por segundo (una imagen cada 40 mseg
= 25 imágenes en 1000 mseg). Si las imágenes por
segundo están por debajo de 20, aparece un fenómeno
llamado “parpadeo” como resultado de la capacidad del
ojo humano de ver las imágenes separadas en el tiempo.

Para generar una imagen, los ultrasonidos deben viajar
hasta la profundidad seleccionada en los dos sentidos,
a lo largo del eje de propagación. La distancia total
que deben recorrer aumenta con la profundidad y con
el número de líneas de escaneo, por lo que aumentar la
profundidad deterior la resolución temporal. Además,
el tiempo disponible para generar cada imagen está
limitado por las imágenes por segundo seleccionadas
(a mayor frame rate, menor tiempo dedicado a cada
imagen). Es evidente, por tanto, que la velocidad de
propagación de los ultrasonidos en los tejidos (1540
m/seg) constituye una limitación para la libre elección
de parámetros que influyen en la calidad de las
imágenes. Pero también debe ser evidente que cuantas
más tareas se asignen al equipo (p.ej: aumentar el
número de focos o combinar modalidades) menor
será la resolución temporal.
Finalmente, no debe olvidarse que una parte considerable
de la resolución dependerá de la calidad del visualizador
de imágenes empleado. Para las imágenes digitales
almacenadas como mapa de bits, la convención es
describir la resolución de la imagen con dos números
enteros, donde el primero es la cantidad de columnas
de píxeles (cuántos píxeles tiene la imagen a lo
ancho) y el segundo es la cantidad de filas de píxeles
(cuántos píxeles tiene la imagen a lo alto). Si la imagen
aparece como granular, se le da el nombre de pixelada.
Figura 1.2.22. Comparación de imágenes poco o muy pixeladas.
Secuencia ecográfica | 20
Cuanto mayor sea el número de pixeles visualizados
mejor será la resolución del visualizador, como muestra
la (Figura 1.2.22) al reducir el porcentaje de pixeles de
la imagen.
Falsas imágenes
Los ecos y artefactos descritos, junto con el ruido de
fondo y las interferencias (electricas, sonido audible,
otras fuentes de ultrasonidos, electromagnéticas,
ondas de radio, etc.) harán que la imagen generada no
siempre refleje la ecogenicidad y la profundidad real
de los tejidos escaneados. Aunque estos fenómenos
puedan confundir en la interpretación de las imágenes,
su conocimiento facilitará su correcta interpretación
y serán de gran ayuda en el uso clínico de la Ecografía
(Figura 1.2.23).
La REVERBERACIÓN es un fenómeno sonoro de
persistencia acústica producido por la reflexión de
las ondas en interfases próximas. Las IMÁGENES
DE REVERBERACIÓN en ecografía se deben a que
los ecos encuentran en su camino de retorno nuevas
interfases con saltos de impedancia, lo que les hace
volver parcialmente hacia la profundidad donde serán
de nuevo reflejadas. El resultado final será un retraso
en la llegada al receptor que será interpretado como
procedencia de mayor distancia, por lo que serán
representados en la imagen a mayor profundidad.

Figura 1.2.23. Imágenes falsas, pero muy útiles.
En la práctica esto se representará como un mayor ruido
de fondo que empeorará la resolución de contraste y
temporal de las imágenes, pero cuando se encuentran
en el interior de un medio líquido (p.ej: la vesícula
biliar o la vejiga) la escasa atenuación provocará un
“ir y venir” de ecos que serán representados como
imágenes de líneas paralelas que van disminuyendo
de ecogenicidad y longitud con la distancia.
Formas especiales de reverberación denominadas
COLAS DE COMETA pueden producirse
horizontalmente detrás de superficies metálicas o de
cristal y también en paredes verticales, teniendo gran
utilidad práctica en Ecografía.
Medios líquidos que generan una pequeña cantidad
de ecos pero que no atenúan ni reflejan la mayor parte
de los ultrasonidos se denominan “transonoros” y,
una vez atravesados, permiten un acceso nítido a la
estructura siguiente, fenómeno denominado REFUERZO
POSTERIOR. Esta cualidad hace que las estructuras que
se encuentran por detrás parezcan más hiperecogénicas
de lo que son en realidad. Por ejemplo, la pared posterior
de un vaso sanguíneo parecerá más ecogénica que
la pared anterior o el tejido que se encuentra por
detrás de la vejiga parecerá muy hiperecogénico, pero
adecuadamente ajustada la TGC permitirán la evaluación
de las estructuras posteriores.
Secuencia ecográfica | 21
En el extremo contrario se encuentran las estructuras
muy reflectantes (hiperecogénicas) que no permiten
ver estructuras profundas. El aire, la cortical ósea y las
calcificaciones producen este efecto., produciendo
una SOMBRA ACÚSTICA POSTERIOR) que impide
la reconstrucción de imágenes de estructuras más
profundas. Estas sombras pueden ser totales, como las
descritas, o solo parciales en relación con fenómenos
como la refracción marginal de los ultrasonidos en
superficies curvas (SOMBRA DE REFRACCIÓN).
Una variante de persistencia acústica es la denominada
IMAGEN EN ESPEJO, que se produce sobre superficies
fuertemente reflectantes de los ultrasonidos o cuando
hay un cambio de ecogenicidad muy brusco en un
espacio muy reducido. Ejemplos comunes son un
gran vaso próximo a la hiperecogénica superficie del
diafragma o un hematoma subcutáneo hipoecogénico
muy a la cortical de un hueso; en ambos casos, las
estructuras serán representadas como imágenes falsas
situadas detrás de las superficies reflectantes.
Por último, la ANISOTROPÍA no es realmente una
falsa imagen sino un cambio en el comportamiento
reflectante de una estructura en función del ángulo
de incidencia del haz de ultrasonidos. Este efecto
impide reconstruir correctamente imágenes de ciertas
estructuras si el ángulo de incidencia no es el correcto y
también puede producir confusión que lleve a interpretar
como anormales imágenes de estructuras en las que
realmente no hay anomalías (Figura 1.2.24).
 Secuencia ecográfica | 22

Figura 1.2.24. Anisotropía. Cambio aparente en la ecogenicidad al modificar la trayectoria y por tanto el eje de insonación.

En agradecimiento a General Electric Healthcare,

Bibliografía
Siemens Healthcare y Canon Medical Systems
1. Hagen-Ansert SL. Textbook of diagnostic sonography.
por su participación. 8th ed. St. Louis (MO, USA): Mosby/Elsevier, 2017.
2. Dietrich CF, Editor. European Federation of Societies
for Ultrasound in Medicine and Biology (EFSUMB):
Course book. Disponible en URL: http://www.efsumb.
org/blog/. Consultado en julio de 2017.