El anime que me salvó la vida.

Haikyuu es una serie animada de voleibol escrita por Furudate Haruichi a mediados del año 2012.
La historia se centra en un personaje llamado Hinata Shoyo, estudiante de secundaria quién al
mirar por casualidad la televisión, quedó profundamente fascinado con un jugador durante un
partido de vóley, quién poseía características físicas muy similares al protagonista, en este caso,
baja estatura.

Personalmente para mí no es solo una historia común de deportes en la cual el protagonista se

vuelve el mejor jugador de la historia, mas bien diría que es un verdadero golpe de realidad del
cual puedes aprender y aplicar en lo que sea para tu vida, chicos que comparten una misma pasión
superando las adversidades, fortaleciendo sus relaciones y a si mismos. Este anime influyó
fuertemente en un momento crucial de mi vida, etapa en la cual me encontraba sumergida en un
cuadro depresivo bastante fuerte. Haikyuu no se trata de ganar, si no mas bien de valorar todo el
proceso mas que los resultados, de seguir adelante sin importar el resto, te enseña cómo dar ese
pequeño impulso ante cualquier situación u obstáculo, que no importa cuán difícil sea el camino,
siempre habrá una pequeña posibilidad de la cual puedes afirmarte y “volar”.

Cada personaje nos demuestra lo difícil que es cumplir metas, pero que tu determinación puede
jugar un papel muy importante para lograrlas. Una serie con un final lleno de reflexión, porque el
amar algo no significa que vas a dedicarle tu vida entera, y está bien, se convierte en un recuerdo
cálido del pasado, pero cualquier decisión que tomes a futuro, debes enfrentarla y disfrutarla ya
sea agria o dulce.

El haber visto este anime, fue literalmente mi salva vidas, mi terapia gratis, mi todo. Porque el
autor o autora logra tocar el corazón de cualquier persona que lo vea, en mi caso todo se centró
en poder empatizar con cada personaje, sentir sus frustraciones, sus inseguridades, sus dudas.
Porque yo al igual que ellos sentía que me iba quedando atrás en esta vida, sola, patética. Pero al
ver esa fuerza mental y física, ese coraje que cada uno aplicaba a sus trabas, esa potencia más
gigante que una montaña cuando tocas fondo, eso es luz. La luz que yo necesitaba y que este
anime me entregó en el momento justo y preciso.

“Ya que no tenemos alas, debemos buscar otra forma de volar”

- Entrenador Ukai.