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Aunque de manera forzada y con difícil sostenibilidad económica, los

periodistas y medios sancionados u hostigados por el estado, han migrado


con éxito a la esfera digital, encontrando la posibilidad de difundir
informaciones críticas a través de Internet, en un ecosistema en línea con
bloqueos, pero con menos posibilidades de restricción total por parte del
Gobierno. Los ciudadanos han mantenido el uso de redes sociales como vía
para la crítica, a pesar de detenciones arbitrarias

2.- . El acceso a internet es libre y sin restricciones estatales, lo cual facilita


el ejercicio del derecho a expresarse libremente. La nación dispone además
de fuertes organizaciones independientes que trabajan en la defensa del libre
ejercicio a la libertad de expresión y de prensa.
3.- A pesar del clima de estigmatización y descalificación a la labor
informativa y de opinión de algunos medios de comunicación, y de las
consecuencias negativas que ha producido la política de recortes
presupuestarios en publicidad oficial por parte de gobierno, aún prevalecen
FORTALEZAS espacios plurales de información y opinión que contribuyen al
fortalecimiento del debate público, la crítica y el análisis de la situación por
la que atraviesa el país.

4.- Existen medios de comunicación fuertes y con algún grado de


independencia que han mantenido una relativa autonomía editorial, frente a
decisiones polémicas, corrupción y abuso de autoridad del gobierno de la
República. En VENEZUELA todavía se puede cuestionar públicamente
algunas determinaciones equivocadas del gobierno.

5.- La valentía de los hombres y mujeres de prensa de los medios de


comunicación independientes y la demanda de la ciudadanía por tener
libertad de expresión, según lo señalan con sus ejemplos los expertos, son
fortalezas en medio de la crisis. Otra fortaleza es el apoyo de la comunidad
internacional, ofrecido por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) y la Sociedad Interamericana de Prensa en la búsqueda por
la restitución de los bienes confiscados a los medios

1.-Los periodistas y las empresas de medios venezolanos han logrado cierto


impacto en Internet. Sigue existiendo un ecosistema de medios digitales
abierto y con posibilidad para el disenso, aunque con plataformas bloqueadas
por el régimen. La actividad de organizaciones no gubernamentales
defensoras del derecho a la libre expresión en Venezuela ha captado la
atención de organismos dentro y fuera del país. Algunos emprendimientos y
figuras han surgido con relativo éxito en medio de la adversidad para
OPORTUNIDADES comunicar la dura crisis que existe en el país.
2- Las nuevas tecnologías, redes y plataformas han generado una gran
oportunidad para la aparición de medios alternativos a los tradicionales, que
permiten trasmitir información y tocar temas relevantes con mayor libertad.
Si estos emprendimientos logran mantener su independencia, y consolidan su
financiamiento, pueden ser una fuente constante de información adecuada y
confiable.
2.- La gran cantidad de medios de comunicación, más las redes sociales,
genera una pluralidad, ideológica, política y religiosa que permite una
relativa paz social, de quienes cuestionan y critican las actividades de
gobierno. Cuando los medios de comunicación han callado, los ciudadanos
han salido a protestar, en una muestra clara de su inconformidad con el
accionar del Poder Ejecutivo.
3.- EI avance de las tecnologías y el surgimiento de la Internet han generado
la aparición de nuevos escenarios para el ejercicio de la libertad de
expresión, como lo son las redes sociales. Esas nuevas herramientas han
generado a los usuarios una comunicación instantánea, rápida, efectiva y
gratuita.

El estado, ha continuado la persecución contra ciudadanos y periodistas que


expresen críticas. Teniendo como aliados a un poder Judicial dominado por
el partido en el poder, el Ejecutivo persigue con juicios, cárcel y amañadas
sentencias de libertad condicional a comunicadores y personas,
adjudicándoles violaciones normas diseñadas para evitar la crítica, tales
como La Ley contra el Odio. La severa crisis política, económica y social ha
debilitado a los medios de comunicación y llevado a la precariedad o a la
DEBILIDADES quiebra a empresas informativas, objeto de controles directos e indirectos.
Los cuerpos de seguridad del Estado infunden terror al ciudadano,
restringiendo día a día su libertad de expresión en entes adscritos a la
administración pública.
2.- El tener una institucionalidad muy débil, poderes del Estado que
obedecen al Poder Ejecutivo y unas Fuerzas Armadas al servicio del
presidente de la República, hace que la libertad de expresión esté limitada y
que los periodistas no puedan cuestionar o criticar tan abiertamente las
actividades de gobierno.

Una amenaza sigue latente en Venezuela, y es la persecución a toda


disidencia en el ecosistema digital. Después de perpetrar cierre de medios y
retirar concesiones a medios radiales y televisivos por criterios políticos, el
régimen venezolano ya ha perseguido a periodistas por contenidos críticos
difundidos en Internet, y obligado a ir al exilio a periodistas emprendedores
en el espacio digital, lo cual hace factible la desaparición de las vías
informativas aún existentes. Las universidades también podrían estar en la
mira de nuevos controles del ESTADO. La pandemia ha dado excusa al
régimen para practicar nuevas detenciones.
2.- Constituyen amenaza la pérdida de credibilidad de los medios
tradicionales entre sectores de la población, las limitaciones a la cobertura
de protestas y conflictos, especialmente en áreas que afectan a poblaciones
autóctonas, y la creciente influencia de redes sociales como “fuentes” de
AMENAZAS información.
3.- La gran amenaza para la libertad de expresión es la que sufre el país en
los últimos años, por la inestabilidad de su situación política.
4.- La sociedad carece de una efectiva sistematización de datos sobre
violencia contra periodistas y alertas tempranas. La excesiva concentración
de medios puede acarrear falta de independencia
5.- Según cifras oficiales, la penetración a Internet es cercana al 70%, pero
concentrada en la región capital y con alto uso de redes móviles prepagadas.
Aunque la libertad de expresión y prensa en el entorno digital es plena, existe
preocupación por las cada vez más frecuentes campañas en redes sociales
tendentes a oscurecer o manipular el clima de opinión, sin que hasta los
momentos hayan sido identificados sus responsables
6.- El país debe, sin embargo, avanzar hacia un desarrollo institucional que
garantice los derechos fundamentales de los ciudadanos a expresarse en su
sistema mediático, principalmente en los aspectos relativos a la libertad de
expresión, al margen de coyunturas políticas y económicas. Los medios
dominicanos se enfrentan, por otra parte, al desafío de sobrevivir al impacto
económico negativo de la pandemia del COVID-19.

Las recientes campañas de estigmatización, hostigamientos y operativos contra medios de


comunicación en Venezuela constituyen una arremetida contra la libertad de expresión e
información y atentan contra la importante contribución que estos medios realizan para darle
visibilidad a las violaciones de derechos humanos cometidas por las autoridades venezolanas.
Estos ataques se producen después de otros incidentes de hostigamiento a otras organizaciones y
pueden ser parte de una campaña más amplia contra la sociedad civil en Venezuela, en la que las
autoridades atentan contra la labor de defensa de derechos humanos que realizan estos grupos.

El medio de comunicación Efecto Cocuyo, la cadena de radios comunitarias Fe y Alegría, así como
el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, VPI TV y el diario Panorama, entre otros
medios de comunicación, se convirtieron en el blanco de campañas estigmatizantes y operativos
de fiscalización por parte de las autoridades que responden a Nicolás Maduro. Según la
organización venezolana de derechos humanos Provea, durante los primeros ocho meses del
estado de alarma declarado por la pandemia han sido detenidos 66 periodistas y trabajadores de
medios de comunicación en Venezuela.

Desde el 6 de enero de 2021, medios de comunicación independientes como Efecto Cucuyo y El


Pitazo fueron señalados primero por medios privados con una línea editorial afín al gobierno y
luego por las autoridades, incluido el propio Maduro, de servir para “injerencia” extranjera por
recibir cooperación internacional. Al mismo tiempo, el canal digital de noticias VPI TV fue sometido
a una ardua fiscalización y a la incautación de sus equipos en su sede en Caracas, lo que provocó el
cierre “momentáneo” de sus operaciones. El 8 de enero, el diario Panorama dio a conocer en sus
redes sociales que había sido clausurado por cinco días por el Servicio Nacional Integrado de
Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), bajo el argumento de “incumplimiento a deberes
formales de leyes tributarias”. La clausura fue acatada por el medio de comunicación.
Otros medios han sido objeto de ataques por parte de personas desconocidas durante el mismo
período. Ejemplo de ello fue el reporte del periódico digital Tal Cual el 8 de enero, qué informó de
un ataque digital de tres horas en su contra, durante las cuales hubo dificultades para acceder a su
página web.

El gobierno de Nicolás Maduro frecuentemente usa señalamientos y otras formas de


hostigamiento para amedrentar e intentar silenciar a quienes lo critican, expresan ideas contrarias
a sus políticas, o denuncian violaciones de derechos humanos, e incluso contra actores
humanitarios, atentando contra el derecho a la libertad de expresión.

Estos patrones de hostigamiento se pueden traducir en ataques graves contra la integridad,


libertad y garantías judiciales de defensores de derechos humanos y periodistas. Según la Alta
Comisionada para los Derechos Humanos Michelle Bachelet, en Venezuela “los periodistas y los
defensores de los derechos humanos que critican al Gobierno siguen siendo objeto de
intimidación y difamación pública” y existen “restricciones a la libertad de expresión” que incluyen
la “aplicación de la legislación en contra del odio, ataques en contra de defensores de derechos
humanos y detenciones de periodistas”. Las violaciones a los derechos humanos ocurren de forma
sistemática y generalizada en Venezuela, y la Misión de Determinación de los Hechos de las
Naciones Unidas encontró “motivos razonables para creer que en Venezuela se cometieron
crímenes de lesa humanidad” entre 2014 y 2020.

Las autoridades tienen la responsabilidad de prevenir estos hostigamientos y ataques, y


abstenerse de alentarlos o realizarlos. La ocurrencia y recurrencia de este tipo de actuaciones,
como la persecución en contra de defensores y periodistas, su detención ilegal o arbitraria, así
como la eventual criminalización de la cooperación internacional que promueve la promoción y
defensa de derechos humanos, incluida la libertad de expresión, podrían conducir a que se
cometan otras graves violaciones de derechos humanos, incluyendo eventuales crímenes de
derecho internacional.

Las organizaciones firmantes condenamos estos hechos y exigimos firmemente a las autoridades
bajo el mando de Nicolás Maduro que pongan fin a los hostigamientos y ataques contra los medios
de comunicación, periodistas y defensores de derechos humanos; igualmente solicitamos que
garanticen no solo su labor informativa y el ejercicio de la libertad de expresión, sino también su
contribución a visibilizar los abusos y las violaciones a derechos humanos que se cometen en
Venezuela.

Organizaciones firmantes:

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