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firebrand/
Corto Extra: Gloam adora a su Revoltoso1
trabajador
Finalmente, ¡un corto de Gloam y Rig! En mi cabeza, los considero la
pareja más sólida y segura, por eso quizás siento menos necesidad de
visitarlos nuevamente. Pero fue muy agradable regresar a su historia.
Son los más adorables, en especial Rig, bebé precioso que solo quiere
ayudar a todos y hacerlos felices.
Este corto tiene 8 400 palabras e incluye una preciosa mirada a Seraph
y Lilac mientras se acostumbran a la vida en su acogedora choza de
amor, unas pocas burlas a Wyn en su ausencia (¿cuándo ese bastardo
no aparece en una conversación?) y una noche de Gloam mimando a
su intranquilo e hiperactivo revoltoso mientras finalmente logra que se
quede tranquilo y quieto por un tiempo. ¡Disfruten! Como siempre, por
favor observen las advertencias de contenido y spoilers, aunque este
corto es más dulce y tierno que otra cosa.
Rig
Jugué con el montón de clavos en la palma de mi mano, moviendo mi
1
Originalmente ‘Firebrand’, la traducción literal es tizón, pero siento que su otro significado,
que viene a ser ‘revoltoso, agitador, instigador’; le queda muchísimo mejor a Rig 😊
pulgar sobre ellos para que chocaran entre sí, mientras miraba a
Gloam y a Lilac hablar a la vez que cortaban pedazos de alambre para
gallinero2.
Gloam gruñó algo con una risa, mostrando sus colmillos, y los ojos
verdes de Lilac se arrugaron brevemente en las esquinas mientras
sonreía gracias a lo que sea que Gloam acabara de decir. Estaban
empezando a construir la cerca para el pequeño huerto de vegetales
que Lilac y Serpah tenían detrás de la RV 3, utilizando el cable para
gallinero para crear una estructura que mantendría alejados a los
animales salvajes hambrientos.
Gloam dijo algo más, luego se levantó de sus cuclillas para recoger los
palos de madera que serían las esquinas de la parcela. Mis ojos se
deslizaron por su amplia espalda, desde las borrosas cicatrices a
ambos lados de su espina dorsal hasta los pequeños hoyuelos que se
encontraban justo arriba de la cintura de sus pantalones de cuero.
—¿R-Riig?
Mi atención se trasladó hacia la bestia frente a mí. Seraph estaba
agachado al lado del banco que estábamos construyendo, en una de
sus gigantes manos se veía el martillo empequeñecido mientras la otra
estaba pacientemente estirada hacia mí.
2
tela metálica ligera con malla hexagonal.
3
autocaravana
Solté una risita avergonzada mientras le pasaba un clavo: —Perdón,
amigo.
Seraph sacó su mano para obtener otro clavo, así que se lo pasé
mientras mis ojos se dirigían otra vez hacia Gloam. Él estaba agachado
junto a Lilac ahora, moviendo uno de los palos de madera hacia la
esquina del espacio que Lilac había marcado, cuidadosamente, para su
pequeña parcela de vegetales.
Su espalda estaba hacia mí. Mi mirada se posó en su culo de nuevo,
pero eso no fue mi culpa. Simplemente estaba a la vista tan
malditamente agradable, el cuero de sus pantalones se estiraba con
tensión. Entonces, todos los músculos de su espalda se movieron y
flexionaron mientras él metía el palo en el suelo, sus bíceps
amontonados y su enorme mano envuelta alrededor de la delgada
pieza de madera. Mi abdomen se agitó cuando recordé la noche
anterior, cuando él se había tocado la polla mientras me montaba,
haciendo que mis caderas chocaran contra el colchón. Juré por dios,
algunas veces me ponía nervioso por la posibilidad de que me
provocara un dolor agudo en la espalda aun cuando solo me
encontraba recostado sobre ella, sin hacer mucho.
Un pequeño resoplido me hizo saltar, mi mirada dirigiéndose
nuevamente hacia Seraph para verlo darme una sonrisa atrevida, con
su boca estirada imposiblemente amplia y todos sus numerosos y
filosos dientes afuera. Sonrojándome, le entregué otro clavo, pero en
lugar de martillarlo en la madera, él le dirigió la vista a Lilac y Gloam.
—¿Qué están haciendo que te resulta tan interesante? —dijo con voz
áspera, aunque la mirada traviesa que tenía en sus muchos, muchos
ojos; me mostró que él sabía que yo no estaba interesado en lo que
Lilac y Gloam estaban haciendo.
Eso hizo que Gloam me mirara y dirigiera una sonrisa traviesa, con
todos sus colmillos4 asomándose y sus oblongas5 pupilas brillando con
alegría. Podría jurar que tensó sus glúteos por un segundo, lo que hizo
que mis ojos se clavaran allí inmediatamente. Hombre, mi monstruo
era tan pícaro a veces. Y todos pensaban que Yo era el malo, solo
porque él exteriorizaba su educación y sabiduría y calma alrededor de
los otros.
4
Todos sus colmillos porque Gloam tiene dos tipos: tusks (que son los que de por sí
sobresalen de la boca, como los elefantes y mamuts, por ejemplo) y fangs (que son los que
tenemos todos). En inglés se logra hacer esta distinción, cosa que en español, con mi
conocimiento, no creo que se pueda.
5
Se dice de algo que es más largo que ancho.
Eran todo chorradas. Él era un animal en la cama. Y yo jodidamente lo
amaba.
—¿Cómo va el banco? — Lilac se enderezó y se acercó, deslizando un
brazo alrededor de los hombros de Seraph mientras su monstruo,
agachado, se giraba y acurrucaba su cara en la parte frontal del
hombro de Lilac, envolviendo sus brazos a su alrededor con fuerza.
Lilac resopló al entender la broma con más facilidad que las dos
bestias, quienes probablemente no tenían tanto conocimiento acerca
de bromas y chistes sobre recaderos humanos. Había experimentado
lo mismo cuando comencé a entrenar como mecánico en la ciudad
hacía tiempo ya, cuando había sido enviado en recados de tontos para
encontrar bujías de encendido de motores diésel o líquido de
intermitentes.
—Tú también sabes esas cosas, Rig.— Lilac dijo con sequedad.
Me sonrojé.— Bueno, un poco. No tan bien como Cat. Él tiene un don
para ello. Nunca ha mencionado si sabía algo de eso antes de que
aparecieran los monstruos, pero quizás hacia carpintería con su papá o
algo.
6
El tartán es un material sintético poroso con el cual se hacen las pistas de atletismo.
Lila arqueó una ceja. —Cat nunca habló de su infancia en absoluto.
No sabía si eso era mejor, tener la edad suficiente para recordar cómo
había sido. Era tan joven cuando se abrió la Grieta que realmente no
podía recordar cómo había sido mi vida antes. No adecuadamente.
Recordé veranos calurosos chapoteando en la piscina infantil en el
patio trasero de mi abuela, mi cara pegajosa con paletas de frutas.
Recordé a mi mamá arropándome en la cama de mi auto de carreras y
alisando mi cabello rizado mientras me daba un beso de buenas
noches. Recordé a mi tía visitándome desde Florida y llenándome de
besos mientras me arrullaba en español.
Mientras Seraph resoplaba de placer, Lilac nos lanzó una mirada seca
mientras acariciaba la nuca de Seraph. —Van a volverlo arrogante.
—Lo hace— respondió Lilac en su lugar, con voz plana. —Nos trajo un
gran saco de verduras para Seraph el otro día, alegando que las
acababa de encontrar. Pero aun así me amenazó con arrancarme la
lengua si se lo contaba a alguien. Y luego escuché a Daisy en el
restaurante decir que podría haber jurado que ya había pelado todas
las zanahorias para la cena de esa noche, pero todas habían
desaparecido.
—Sí. E-estuvimos aquí una noche y estaba t-triste por mis dientes.—
Levantó la mano y tocó suavemente sus dientes afilados y salientes. —
Y-ya que no se parecen a los de nadie más. Él se bajó la capucha para
mostrarme la suya. L-los suyos también son muy afilados.
—Creo que son geniales— solté. —Tus dientes. Muy guay. Y tienes
una gran sonrisa, Seraph.
—Está bien, entonces sabemos que Wyn tiene dientes afilados— dije
con entusiasmo cuando Gloam dejó caer un tierno beso en mi cabello.
—¿Qué otra cosa? ¿Cuántos ojos tiene?
Resoplé. —Uno pensaría que alguien tan viejo como él no sería tan
retraído con su maldita cara.
—Oh, está bien— dije, sintiéndome mal por ser impertinente con la
cultura de Wyn. —No le preguntaré.
No es que alguna vez tendría el descaro de preguntarle. Todavía me
daba bastante miedo, incluso cuando estaba mimando a Danny o
riéndose con Edin como un par de viejos chismosos.
—Sí.
—Es una gran idea. Con un lugar para colgar todas tus herramientas
de jardinería.— Mi mente ya estaba revuelta con ideas, pero luego me
di cuenta de que Gloam y Lilac estaban terminando la cerca de
alambre de gallinero para el huerto. Tenía unos pocos pies de alto,
para permitir que algunas de las plantas más grandes crecieran a su
máxima altura, y había más alambre enrollado en la parte superior
para proteger el huerto de cualquier cosa que pudiera escalar o
descender.
Todos teníamos trabajos en los que éramos buenos aquí. Por eso el
campamento funcionaba tan bien. Ghost era quien cosía la ropa y las
sábanas de las personas cuando se rasgaban o se soltaban las
costuras. Anchor era increíble al mantener el inventario de nuestras
tiendas y asegurarse de que todos tuvieran suficiente para comer.
Dino y Keen eran buenos buscando comida. Rusty era buena con las
cosechas y se tomaba muy en serio la vigilancia del muro del
campamento. Tank y Bishop habían sido la pareja que recogía el agua,
pero ahora que se habían ido, Nun se había hecho cargo de ese trabajo
con Spike. Nun era súper fuerte, con una espalda ancha, así que dijo
que no le importaba en absoluto.
Y no eran solo los humanos. Las bestias también eran geniales. Aury
era muy cuidadoso con los cultivos, y Edin era un gran cazador,
siempre traía más carne de la que Daisy y Bo podían utilizar. Wyn
era... bueno, Wyn hacía lo que Danny le decía que hiciera. Y Charlie y
Moth eran como un par de niños, generalmente envueltos el uno en el
otro hasta que Hunter le gritaba a Charlie que lo ayudara con algo.
Sabía que Gloam me haría cenar algo, así que mi plan era devorarlo en
nuestra habitación antes de atacarlo en la cama. Pero cuando
entramos al campamento desde la entrada del contenedor, Apolo
corrió desde la dirección de las cabinas de ducha, su largo cabello
rubio húmedo y las puntas goteando sobre su camisa.
—No, está bien, la tomaré una vez que termine.— Me giré para
envolver mis brazos alrededor de su cintura, dándole un apretón
furtivo a su trasero. —Ve a esperarme a nuestra habitación.
Encendió velas y las esparció por todas las superficies. Por lo general,
solo usábamos un par de linternas por la noche, pero esto era mucho
más suave y romántico. Mi vientre se tensó cuando finalmente luché
por quitarme los pantalones y la ropa interior, dejando toda mi ropa
amontonada junto a la puerta mientras me dirigía a la cama.
—Sí.— Después de otro beso, Gloam dio un paso atrás y asintió hacia
la cama. —Acuéstate boca abajo.
Oh, diablos, sí. No tenía idea de lo que había planeado, pero esa orden
fue suficiente para saber que sería realmente bueno. Excepto…
Mis ojos casi se abrieron, pero sus manos se sentían demasiado bien.
Podía sentir todos los músculos de mi cara relajándose, mientras se
aflojaban.
Esa era una de las cosas que encontraba tan sexys en él. Estaba tan
seguro de sí mismo y no le importaba lo que pensaran los demás. No
se avergonzaba de nada, especialmente cuando se trataba de
cuidarme o hacerme feliz. Como si eso fuera más importante que
cualquier otra cosa.
—No.— Gloam apretó mis costados antes de hacer círculos con sus
pulgares sobre mi espalda baja en deslizamientos firmes. —No vas a
mover un dedo esta noche, Adam.
Lo hizo una y otra vez, sus manos lentas y reverentes, pero luego me
mantuvo abierto con sus pulgares mientras se movía entre mis
piernas. Mi respiración se cortó cuando el calor húmedo de su lengua
se deslizó sobre mi agujero expuesto, sus colmillos simplemente
rasparon mi piel mientras lamía suavemente.
—Estoy agradecido todos los días por poder estar contigo— continuó,
haciendo que me doliera la garganta. —Nunca podré mostrarte lo
suficiente lo mucho que significas para mí. No hay suficientes palabras
en todos los idiomas de ninguno de los dos mundos.
Ninguno de los dos había hablado durante mucho tiempo, los únicos
sonidos en la habitación eran mis respiraciones ásperas y
entrecortadas contra la almohada y las profundas y ligeramente
inestables de Gloam detrás de mí. Me imaginé su gran polla
tensándose entre sus gruesos muslos mientras me tocaba, y supe que
si me volteaba y deslizaba mi mano entre sus piernas, su agujero
estaría goteando. Pero no me moví, no queriendo renunciar a este
asombroso y lento placer que estaba infligiendo en mi cuerpo.
—¿Todavía relajado, amor?— retumbó con dulzura.
—¿Todo bien, Adam?— Gloam preguntó en voz baja, sus cuatro dedos
aún enterrados profundamente pero sin moverse, el pulgar de su otra
mano acariciando mi cabeza húmeda, haciéndome estremecer con
fuerza.
—¿Otra vez?
Lo repitió con la otra pierna, luego tomó más aceite y pasó las palmas
de las manos por mi vientre hasta mi pecho, acariciando mis pezones
puntiagudos con los pulgares resbaladizos durante largos momentos,
hasta que mi respiración se volvió irregular nuevamente.
Gloam rio en voz baja, deslizando sus palmas arriba y abajo de mis
costados. Finalmente levanté mi pesada cabeza de la almohada para
mirar hacia abajo. La vista de mi piel brillante como el aceite brillando
a la luz de las velas, y mi pene tenso goteando sobre mi vientre, hizo
que mis caderas se levantaran mientras mi agujero se apretaba con
necesidad.
Sabía qué hacer, pero aun así asentí mientras mis ojos se cerraban.
Presionando, dejé escapar un largo suspiro y sentí la punta ancha y
roma de él presionar contra mi agujero antes de hundirme lentamente
dentro. Estaba lo suficientemente relajado como para que al principio
solo se sintiera increíble, pero luego su pene comenzó a ensancharse a
medida que ese bulto ridículamente grueso buscaba la entrada.
—Lo hiciste muy bien, Adán— Gloam besó mi muslo interior de nuevo,
acariciando sus palmas arriba y abajo de mis piernas mientras su pene
latía dentro de mí, inmóvil. —Eres perfecto.
Abrí los ojos para darle una sonrisa somnolienta, murmurando: —Se
sintió más fácil esta vez.
Negué con la cabeza, los dedos de los pies curvándose detrás de sus
hombros mientras mi agujero se apretaba alrededor de su grueso eje.
—No, estoy bien.