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CÁNCER Y PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

Análisis clínicos:

 Análisis de sangre: Permite conocer el estado de los hematíes, leucocitos y plaquetas,


así como, otros parámetros bioquímicos que indican el funcionamiento hepático y renal.
 Marcadores Tumorales: Los marcadores tumorales son sustancias producidas o
inducidas por la célula neoplásica del tumor primario o de sus metástasis, y que reflejan
el crecimiento o actividad de la neoplasia.
Los marcadores tumorales se pueden detectar y cuantificar en la sangre. Son útiles, en
el diagnóstico del tumor, en el diagnóstico diferencial del cáncer, la estadificación del
mismo, el pronóstico, la monitorización del tratamiento y el seguimiento de las
neoplasias.
 Análisis de orina: Puede ser de dos tipos: sistemático y de 24 horas. Este último tiene
utilidad en oncología y sirve, entre otras aplicaciones, para determinar el correcto
funcionamiento del riñón y si existe eliminación de proteínas o de otras sustancias por
la orina y, para la cuantificación de las mismas.
Así mismo, el análisis de orina se utiliza para estudiar la función renal que a veces se
puede alterar por algunos tratamientos oncológicos, por fármacos u otras causas.

Pruebas por imagen

Las principales técnicas son las siguientes:

1. Radiología convencional

Suele ser una de las primeras pruebas que se realizan ante la sospecha de una neoplasia.
Permite la visualización de determinadas estructuras mediante la utilización de Rayos X.
El paciente, sobre una camilla e inmóvil, se le coloca en contacto con una placa
radiográfica, donde se plasman las imágenes de las distintas partes del organismo que
atraviesa la radiación.
Es una prueba incruenta, no dolorosa, sin efectos secundarios inmediatos, aunque supone
para el organismo un acúmulo de radiación.

La radiología puede ser de dos tipos:


o Radiología Convencional o Estándar: Existe una variante de la misma que es la
Mamografía.

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o Radiología de Contraste: En ocasiones es necesaria la introducción de un contraste para
poder visualizar, con mayor claridad, los distintos órganos o estructuras a estudiar o
para resaltar el tejido tumoral.
Los contrastes son fundamentalmente de dos tipos:
o Baritados: (Papilla de Bario). Se administran por vía oral para el estudio del
aparato digestivo. No se absorben y provocan escasos efectos secundarios como
ligeras molestias en el aparato digestivo, sensación de náuseas, molestias
abdominales y estreñimiento que suelen desaparecer al eliminarse el material de
contraste.
o Iodados: Se administran por vía Intravenosa. Pueden tener efectos secundarios
inmediatos como rubefacción, sensación de náuseas, y más raramente shock
anafiláctico, que requiere tratamiento urgente.

2. Tomografía computerizada (TAC o Escáner):


Se trata de un aparato que realiza varias radiografías simultáneamente, como si hubiera
múltiples aparatos de rayos X dispuestos en semicírculo. Cada aparato toma una
radiografía desde un ángulo distinto y un programa informático integra todas estas
imágenes para proporcionar un "corte" preciso del interior.
En la actualidad existen programas informáticos que ofrecen imágenes de órganos
concretos en tres dimensiones.

Es una técnica que proporciona imágenes anatómicas muy precisas, por lo que se emplea
mucho para el diagnóstico de aquellos procesos que no se aprecian adecuadamente en la
radiología convencional, o que deben delimitarse perfectamente antes de un
planteamiento terapéutico.

Esta prueba es indolora e incruenta. Como la radiografía estándar, no tiene efectos


secundarios inmediatos, pero supone un acumulo importante de radiación para el
organismo.

En algunas ocasiones es necesario introducir contraste por vía intravenosa, para permitir
la correcta visualización de distintas estructuras anatómicas.

3. Resonancia Magnética Nuclear (RMN):


La resonancia magnética es un método de diagnóstico que permite ver el interior del
cuerpo humano en tres dimensiones, empleando un campo magnético y ondas de
radiofrecuencia. Este sistema permite obtener imágenes detalladas de los órganos y
tejidos. Es de particular utilidad para observar el cerebro, columna vertebral, médula,
articulaciones y los movimientos del corazón.
La resonancia no expone al paciente a ningún tipo de radiación peligrosa ni es dolorosa.
Requiere, sin embargo, que el paciente esté quieto durante unos 15 minutos en un
espacio pequeño, por lo que puede ser desagradable para los que sean ansiosos o tengan
tendencia a la claustrofobia.

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En niños pequeños, puede ser necesaria la sedación para mantener la inmovilidad.
No se realizan estudios en pacientes con prótesis o materiales de osteosíntesis metálica,
con marcapasos, clips vasculares, implantes cocleares o que requieran un sistema externo
para respirar.

4. Ecografía
Permite obtener imágenes procedentes de ecos sonoros. Consta de un emisor de
ultrasonidos, que se aplica sobre el cuerpo, cerca de la zona que se quiere explorar. En
función de las diferentes densidades de los órganos y tejidos que las ondas atraviesan,
estas son reflejadas o absorbidas. Las ondas sonoras reflejadas, son recogidas por un
aparato que las transforma en una imagen que se muestra en un monitor de televisión.
La persona debe permanecer tumbada mientras le aplican sobre la zona a estudiar una
sonda que es emisora y captadora a la vez de los ultrasonidos. Este transductor se desliza
sobre la superficie corporal. El aire es un mal conductor de los ultrasonidos, por lo que,
para evitar las irregularidades de la superficie se aplica un gel, que impide la separación
entre la piel y la sonda.
Es de gran utilidad como guía para drenar abscesos (colecciones líquidas en órganos
internos) o para realizar punciones o biopsias. En oncología se usa con frecuencia para ver
posibles lesiones en los órganos abdominales, principalmente hígado, y distinguir entre
quistes (generalmente benignos) y masas sólidas.
Sólo la presencia de hueso, aire u obesidad extrema interfieren con la generación
adecuada de imágenes.
La ecografía es indolora, y no presenta peligro alguno, incluso durante el embarazo y la
infancia. Puede repetirse las veces necesarias sin suponer peligro para la salud.
Requiere de personal bien entrenado para su interpretación, porque no es una imagen de
tipo fotográfico.

5. Medicina Nuclear
Las exploraciones diagnósticas en Medicina Nuclear se dividen en 4 grandes áreas:
Gammagrafía, Tomografía de fotón único (SPECT), Tomografía por emisión de
positrones (PET) y Densitometrías (la primera y la tercera son de mayor interés en
oncología)
La Gammagrafía consiste en la introducción intravenosa de sustancias o elementos
radiactivos, denominados radiosiótopos o radiofármacos. Estas sustancias se distribuyen
en el organismo en distinta proporción, dependiendo del elemento utilizado y de la
afinidad por los distintos órganos. Se fijan en los tejidos normales y estructuras afectadas
por cáncer u otras enfermedades, emitiendo una radiación que es captada por una
cámara llamada gamma-cámara que configura la imagen.
La PET es otra técnica de Medicina Nuclear que, a diferencia de la anterior, utiliza isótopos
emisores de positrones. Las indicaciones de la PET abarcan tres grandes áreas, Oncología,
Neurología y Cardiología,

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En Oncología la PET se aplica en el diagnóstico de malignidad de tumores difícilmente
accesibles por medio de otras técnicas como son el nódulo pulmonar, de páncreas, la
búsqueda de primarios desconocidos o de segundos primarios. En la determinación de la
extensión tumoral, la PET, abarca una enorme variedad de procesos malignos, como el
cáncer de pulmón, de mama, linfomas, melanoma, colorrectal, y tumores ginecológicos.
Otras indicaciones son el diagnóstico de la recidiva tumoral y la valoración de la respuesta
al tratamiento quimioterápico.
Se denomina Radioterapia metabólica a la aplicación con fines terapéuticos de isótopos
radioactivos en dosis altas. Para realizar esta actividad los Servicios de Medicina Nuclear
disponen de habitaciones especialmente acondicionadas. La principal indicación de este
tipo de tratamientos es la ablación de restos tumorales y de las metástasis en pacientes
con carcinomas diferenciados de tiroides.
Los procedimientos diagnósticos en Medicina Nuclear son poco invasivos y generalmente
bien tolerados, ya que los contrastes carecen de efectos secundarios y desde el punto de
vista de la radiación que emiten los riesgos son prácticamente despreciables.
Las exploraciones de Medicina Nuclear por lo general no requieren una preparación
especial, salvo un período de ayunas estándar de entre 4 y 6 horas.

Pruebas endoscópicas

Es la introducción en el interior del cuerpo de un tubo largo y flexible con luz y una pequeña
cámara en el extremo. El especialista observa, a través de un monitor de televisión, todas
las zonas por las que pasa este tubo.
Este sistema permite ver directamente el interior de un órgano o cavidad. Para introducirlo
pueden usarse orificios naturales (boca en una gastroscopia, por ejemplo.) A veces, es
preciso realizar una pequeña incisión o corte para introducir el endoscopio en la cavidad que
se precisa observar (por ejemplo, a nivel del ombligo en la laparoscopia, para explorar la
cavidad abdominal).
Unido a este tubo, un complejo sistema de accesorios de pequeño tamaño permite realizar
pequeñas intervenciones.
Dependiendo de la cavidad a estudiar, la endoscopia recibe diferentes nombres:
 Colonoscopia: cuando se estudia el interior del colon y recto.
 Esófago-gastroscopia: cuando se estudia el esófago y estómago.
 Broncoscopia: cuando se utiliza para estudiar bronquios y pulmones.
Actualmente, la mayoría de las endoscopias se realizan con sedación, de tal forma que son
bastante bien toleradas por el paciente.

Pueden darse diferentes efectos secundarios o molestias, en función del grado de irritación
de las distintas estructuras exploradas.

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Por lo general, son pruebas que pueden causar molestias en el paciente, pero el beneficio
obtenido de ellas, las hacen indispensables en oncología.
o Permite visualizar algunas zonas poco accesibles por otros medios.
o Permite obtener muestras de tejidos de zonas sospechosas (hacer biopsias).
o Permite incluso llevar a cabo pequeñas actuaciones terapéuticas (cerrar o
coagular una zona sangrante, extirpar pequeños pólipos o quistes…).
 Citoscopia: Se realiza a través de la uretra para visualizar el interior de la vejiga urinaria

Pruebas histológicas
Es el estudio microscópico de las células obtenidas por diversos métodos. Proporciona el
diagnóstico definitivo, necesario en oncología para poder iniciar los distintos tratamientos.
Los tejidos obtenidos después de la biopsia se examinan al microscopio, con el fin de:
 Determinar si hay células cancerosas.
 Conocer de qué tipo es el cáncer.
 Determinar su agresividad.
Las técnicas más utilizadas para obtener una muestra de tejido son la citología y la biopsia:
- Citología: Se trata de una toma de células, generalmente, mediante un frotis de la zona
que se desea estudiar. No presenta efectos secundarios. Un ejemplo es la citología o
frotis del cuello uterino.
Existe una técnica que permite la obtención de las células mediante un pinchazo mínimo
con una aguja fina, llamada PAAF (punción aspiración con aguja fina). Los efectos
secundarios de esta prueba son una ligera molestia e inflamación en la zona de la
punción.
- Biopsia: Se estudian, al microscopio, las células contenidas en una pieza de tejido que se
obtiene mediante una pequeña intervención quirúrgica. Son pruebas cruentas y
dolorosas, que en la mayoría de los casos requieren algún tipo de anestesia.

Una vez diagnosticada la presencia de células cancerosas, y establecido el tipo de neoplasia, es


preciso realizar más pruebas para determinar si la enfermedad se ha extendido a otras partes
del cuerpo, es decir, si existen metástasis a distancia del tumor.
Este procedimiento se llama estadificación y es necesario para poder aplicar el tratamiento más
adecuado, ya que cambiará en función de estos resultados.

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