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Incendio forestal

Incendio en el parque nacional de Bitterroot (España).

Cartel informativo en catalán acerca del incendio en el Parc Natural del Montgrí, les Illes Medes i el Baix
Ter en el 2001. Dicho incendio arrasó 376 ha de masa forestal.

Un incendio forestal es el aire que se detiene sin planificación, sin gestión y sin
control en terreno forestal o silvestre, afectando a combustibles vegetales, flora y
fauna. Un incendio forestal se distingue de otros tipos de incendio por su amplia
extensión, la velocidad con la que se puede extender desde su lugar de origen, su
potencial para cambiar de dirección inesperadamente, y su capacidad para
superar obstáculos como carreteras, ríos y cortafuegos.
Los incendios forestales son una de las formas más frecuentes de desastre
natural en algunas regiones del mundo, como los países
mediterráneos, Siberia, California, Australia o Hispanoamérica. Las proyecciones
indican que los efectos del cambio climático harán que la tasa de incendios
forestales aumente en un 50% para finales de 2100, y que estos incendios serán
cada vez más frecuentes en zonas donde anteriormente no ocurrían, como en
el Ártico.1

Causas[editar]

Paisaje tras un incendio, en Alcalá la Real, Jaén, España.

Si bien las causas inmediatas que dan lugar a los incendios forestales pueden ser
muy variadas, en todos ellos se dan los mismos presupuestos, esto es, la
existencia de grandes masas de vegetación en concurrencia con periodos más o
menos prolongados de sequía.
El calor solar provoca deshidratación en las plantas, que recuperan el agua
perdida del sustrato. No obstante, cuando la humedad del terreno desciende a un
nivel inferior al 30 % las plantas son incapaces de obtener agua del suelo, con lo
que se van secando poco a poco. Este proceso provoca la emisión a
la atmósfera de etileno, un compuesto químico presente en la vegetación y
altamente combustible. Tiene lugar entonces un doble fenómeno: tanto las plantas
como el aire que las rodea se vuelven fácilmente inflamables, con lo que el riesgo
de incendio se multiplica. Y si a estas condiciones se suma la existencia de
períodos de altas temperaturas y vientos fuertes o moderados, la probabilidad de
que una simple chispa provoque un incendio se vuelve significativa.
Por otro lado, al margen de que las condiciones físicas sean más o menos
favorecedoras de un incendio, hay que resaltar que, en la gran mayoría de los
casos, no son causas naturales las que provocan el fuego, sino la acción humana,
ya sea de manera intencionada o no.
Las causas que originan un incendio forestal se clasifican en cinco grandes
grupos:2

• Intencionados: en España representan cerca del 54 % de los casos.


Las motivaciones son variadas, siendo con diferencia las más comunes
la quema no autorizada, ilegal e incontrolada de superficies agrícolas,
ya sea para la eliminación de rastrojos o matorrales (lo que se conoce
como quema agrícola) o para la regeneración de pastos para el
ganado.3 Tras estas destacan también la piromanía, usos cinegéticos,
vandalismo o venganzas personales. Por último, en algunas ocasiones
la motivación tiene que ver con ahuyentar animales (lobos, jabalíes), la
especulación urbanística, la animadversión contra repoblaciones
forestales, bajar el precio de la madera, y otras varias. Cabe señalar
que el delito de incendio está tipificado en muchas legislaciones.

• Negligencias y causas accidentales: suponen cerca de un 26 % de


los incendios. En este apartado, las quemas agrícolas (en este caso
autorizadas, pero en las que los autores perdieron el control del fuego,
extendiéndose este por la superficie forestal colindante) están también
entre las causas habituales. Otras causas son las colillas y hogueras
mal apagadas, motores y máquinas, quema de matorral, líneas
eléctricas, quema de basuras, trabajos forestales, etc.

• Rayo: esta causa natural representa un 4-5 % de los casos.


• Desconocidas: en cerca de un 15 % de los incendios forestales no es
posible determinar la causa.
• Reproducciones de incendios anteriores: en contadas ocasiones
(cerca del 2 %) un incendio es una reproducción de un incendio anterior
que no llegó a extinguirse del todo y se extiende a una nueva zona.
Los porcentajes indicados son valores promedios –la frecuencia de la
intencionalidad, por ejemplo, puede variar mucho de unas regiones a otras.
Fases del incendio[editar]

Fase de propagación de un incendio forestal

Un incendio posee tres fases distintivas: iniciación, propagación y extinción:

• Iniciación: Es el comienzo del incendio producido por causas naturales


o mayoritariamente por la acción humana.

• Propagación: Es la extensión del incendio por la vegetación cercana.

• Extinción: Es la finalización del incendio por causas naturales (lluvia o


falta de vegetación) o por acción humana (labores de extinción), es
decir bomberos.
La propagación del fuego dependerá de las condiciones atmosféricas, de la
topografía del lugar en el que se produzca y de la vegetación presente en el
mismo. Normalmente se ocasionan en climas secos o subsecos, como el
mediterráneo, donde la vegetación sufre estrés hídrico y además algunas especies
vegetales como los pinos contienen resinas que ayudan a que el incendio se
propague mejor y sea más virulento. Asimismo generalmente también poseen
mecanismos de adaptación al fuego como por ejemplo las piñas serotinas.

Tipos de incendio[editar]

Incendio forestal cerca de castillo de Aro.

El estudio de los incendios forestales distingue entre distintos tipos de fuegos, lo


cual resulta útil a la hora de considerar las medidas más apropiadas de prevención
y/o de extinción dado que pueden ser diferentes para uno u otro caso.
Según por dónde se propaga[editar]

• Fuego de suelo o subsuelo: El fuego se propaga por la materia


orgánica en descomposición y las raíces. Casi siempre se queman
despacio y en combustión incandescente (poca llama o ausencia de
ella) al no disponer de suficiente oxígeno.
• Fuego de superficie: El incendio se propaga por el combustible que se
encuentra sobre el suelo, como hojarasca, hierbas, arbustos y madera
caída pero no inmersa en la hojarasca en descomposición.
• Fuego de copas:
o Antorcheo o coronamiento: Paso del fuego de superficie a
fuego de copas, pero solo de forma puntual en algunos pies.
o Copas pasivo: Es el fuego que avanza por las copas de los
árboles acoplado y dependiente de un fuego de superficie; si
se extingue este se detiene el de copas.
o Copas activo: Es el fuego que avanza por las coronas de los
árboles independientemente de la superficie. Solo se puede
atacar de forma indirecta y suele necesitar un viento mayor
de 30 km/h y proximidad de copas (alta densidad aparente de
copas y largas copas).
Según el tamaño[editar]

Imagen tomada del satélite Aqua de la NASA muestra una perspectiva desde el espacio de los
incendios forestales sobre Centroamérica.

• Conatos. Los que no superan 1 hectárea de superficie quemada. En


España representan casi un 65% del total. Cuanto mayor es el
porcentaje de incendios que se quedan en conatos, mayor efectividad
se supone en los sistemas de extinción.4
• Incendios normales. Aquellos con una extensión entre 1 ha y 500 ha.
En España pertenecen a este tipo cerca del 35 % de los incendios
declarados.

• Grandes incendios forestales (GIF). Se definen así aquellos incendios


que superan las 500 hectáreas forestales afectadas.5 Se caracterizan
por un comportamiento que queda fuera de la capacidad del sistema de
extinción, ya sea por las elevadas longitudes de llama, por las altas
velocidades de propagación o por la presencia de actividad de fuego de
copas. Estos incendios no son muy frecuentes pero son el problema
real, ya que calcinan enormes superficies en pocas horas o días. En
España son GIF menos del 0,20% de los incendios forestales
declarados, pero en términos de superficie quemada representan cerca
del 40% en un año típico. 5
Dentro del los grandes incendios forestales, un tipo especial lo representan
los llamados incendios de sexta generación. En este tipo de desastre,
más frecuente a raíz del cambio climático6 y el abandono del monte, el
fuego es tan potente que lanza columnas de aire muy caliente a
la troposfera que, al enfriarse allí, se desploman sobre el suelo, provocando
muchos focos secundarios.7 También se denominan incendios de última
generación,8 tormentas de fuego9 o tormentas ígneas. A su gran
peligrosidad intrínseca añaden su comportamiento engañoso, pues se
vuelven más agresivos justo cuando las condiciones meteorológicas hacen
pensar que van a perder virulencia.8

Según el elemento que rige el incendio10[editar]


Combustible, gas, topográfico, conducido por viento.
Según su peligrosidad[editar]
Esta es una escala que utilizan las autoridades para clasificar cada incendio y
aplicar el protocolo correspondiente para su manejo y extinción. Los niveles de
incendio se determinan en base a sus proporciones, al estado de la
vegetación, la situación meteorológica, el riesgo de afectar a la población
humana, etc.
En España los niveles van del 0 al 3. De los niveles 0 y 1 se ocupan las
autoridades regionales con sus propios medios. El nivel 2 corresponde a
incendios graves donde dichas autoridades deben emplear medios estatales, y
el nivel 3 correspondería a incendios de emergencia nacional donde el Estado
se haría cargo con toda su capacidad.11
Prevención[editar]

Cortafuegos.

Quema prescrita.

La prevención del fuego se basa, por una parte, en intentar evitar que se
provoquen incendios forestales, y por otra parte en crear condiciones que
minimicen sus consecuencias una vez declarados. En tal sentido, podemos
hablar de los siguientes tipos de medidas:

• La concienciación social, con la finalidad de educar a la población


en un uso racional del fuego, evitando situaciones de riesgo. Puede
realizarse mediante campañas informativas12 y multas coercitivas.
• El cuidado y planificación de las masas forestales y los bosques,
mediante la realización de cortafuegos y una planificada y extensa
red de pistas forestales y depósitos de agua.
• La limpieza periódica de bosques mediante las oportunas
labores selvícolas, así como las labores de desbroce.13
• Incentivar la plantación de especies ignífugas, de bajo poder
combustible, frente a especies pirófitas.14 Pueden emplearse para
establecer franjas delimitadoras que en caso de incendio actúen
como barreras para el avance del fuego.
• Incentivar un mejor aprovechamiento económico de los montes
(como por ejemplo la biomasa), ante la observación de que el monte
no arde allí donde es rentable, al tener gente que lo cuide por interés
propio.1516
• Fomentar la ganadería extensiva, que contribuye tanto a la
prevención del fuego (al reducir la masa combustible) como a la
vigilancia del monte.1718
• La realización de quemas preventivas (quema prescrita) durante
períodos de bajo riesgo de incendio.
• La adopción de medidas legislativas orientadas a prevenir que
existan personas o colectivos que puedan sacar beneficio de los
incendios.
• Reforzar la persecución policial y judicial de los incendiarios para
evitar que puedan quedar impunes, así como la vigilancia de
aquellos que tras cumplir condena vuelven a quedar en libertad.
• Ofrecer recompensas que incentiven a cualquiera que conozca al
responsable de un incendio a dar el paso de denunciarlo.1920
• Reforzar los medios de vigilancia de los montes (patrullas, puestos
fijos de observación, cámaras, aviones, satélites...) en períodos de
alto riesgo de incendio.212223 Recientemente se ha empezado
también a usar drones (aviones no tripulados) de vigilancia, con
efecto disuasorio.24

Sensor de detección de incendios

• Sistemas de monitorización mediante sensores forestales que


permiten conocer, de forma detallada y en Tiempo Real, aquellos
aspectos de nuestro entorno que pueden afectar al riesgo de
incendio y permitirnos poner en marcha medidas de mitigación
adecuadas y eficaces. Los nuevos sistemas de sensores miden
variables climatológicas como el CO, CO2, temperatura, humedad y
viento cada pocos segundos y aplica algoritmos de detección de
fuego, pragmáticamente sin falsa alarma. Esta información se envía
y almacena en la nube, donde es accesible de forma totalmente
abierta a terceros.Durante el incendio, estos sistemas muestran en
tiempo real las condiciones ambientales de la zona (ventana
meteorológica), la evolución del fuego dentro de la red y su
dirección, ofreciendo información de alto valor a los responsables de
la extinción. 25
Distintos expertos en incendios forestales han apuntado que, en muchos
lugares, la falta de prevención y de "un operativo público serio, formado y bien
dotado y con un protocolo de seguridad que trabaje todo el año" explican el
tamaño y la gravedad que alcanzan muchos incendios cada verano.
Consideran que los trabajos preventivos, las podas y las labores de silvicultura
en invierno y primavera son la clave para combatir el fuego cuando suben las
temperaturas.1326

Extinción[editar]

Artículo principal: Extinción de incendios forestales

Brigadistas en tareas de extinción.

Camión cisterna de bomberos.

La extinción del incendio forestal comprende una variedad de técnicas,


equipamientos y formación que difieren de las utilizadas en los incendios
urbanos o de construcciones. En zonas sin recursos o del tercer mundo las
técnicas utilizadas pueden ser tan simples como lanzar arena, golpear el fuego
con ramas o arrojar cubos de agua. En las zonas desarrolladas, la defensa
contra incendios forestales ha experimentado una continua tecnificación.27
Las brigadas antiincendios, convenientemente entrenadas y equipadas,
trabajan en conjunción con los equipos aéreos de extinción para apagar
llamas, habilitar cortafuegos y proteger recursos naturales y humanos.
La gran mayoría de los incendios son apagados antes de volverse fuera de
control, pero algunos de ellos, declarados en condiciones climáticas extremas,
pueden ser difíciles de extinguir sin un cambio en las condiciones
atmosféricas.
Técnicas[editar]

Hidroavión arrojando su carga.

El ataque al fuego puede ser directo o indirecto. El ataque directo es el que


aplica cualquier tratamiento directamente sobre el material en combustión,
como es mojarlo, asfixiarlo, o aplacarlo químicamente, o separando
físicamente el combustible que está ardiendo del que aún no. En esto juega un
papel fundamental el uso de camiones cisterna e hidroaviones, con los que se
aplica agua o agente extintor al fuego. Por su parte, el ataque indirecto es el
que prepara tácticas de extinción a una cierta distancia del fuego que se
aproxima. En esta técnica pueden emplearse autobombas con retardante /
expumógeno o extintores forestales de funcionamiento automático por
temperatura. Reducción de combustible, cortafuegos de contingencia,
contrafuegos y el empapado de combustibles aún no quemados son algunos
ejemplos.
Riesgos[editar]
Apagar incendios forestales es una actividad que puede poner en riesgo la
vida. El frente de un fuego puede cambiar de dirección inesperadamente y/o
superar barreras naturales o artificiales. El intenso calor y humo pueden causar
desorientación y pérdida de la apreciación de la dirección del fuego. Solo en
España, más de 200 personas fallecieron en el período 1990-2019
participando en tareas de extinción de incendios forestales.28
Tiempos[editar]
La rapidez con la que se detecta y se acude a extinguir un incendio forestal es
determinante para la minimización de los daños. Según datos del Gobierno de
España, en este país se tarda de media 20 minutos en desplazar medios
terrestres al lugar del fuego desde el momento en que se detecta, 64 minutos
en controlarlo, y 120 minutos en extinguirlo.4Huelga decir que los tiempos de
control y extinción pueden variar mucho de unos incendios a otros, se trata de
unos valores promediados. También existen variaciones importantes entre las
distintas regiones debido a las diferencias en el tipo de terreno, acceso,
vegetación, etc.
Los avances en prevención y extinción de incendios forestales han permitido
que la superficie total de bosque quemado en el mundo se haya ido
reduciendo progresivamente desde que se iniciaron los registros a principios
del siglo XX, pero se teme que, de no frenarse el cambio climático, la curva
estadística vuelva a apuntar hacia arriba en el siglo XXI.29

Consecuencias[editar]

Área quemada por un incendio forestal en el Bosque Encantado, parque nacional de Garajonay, La
Gomera, España.

Fuego acercándose a unas casas.

Los incendios forestales naturales han ocurrido desde siempre como un


elemento normal en el funcionamiento de los ecosistemas. A causa de ello, su
proliferación tiene consecuencia en las diferentes poblaciones de seres vivos.
El efecto de incendios en la fauna silvestre puede ser analizado de forma
directa o indirectamente, de acuerdo a los daños tanto positivos como
negativos que se presentan en los sistemas ecológicos. El fuego ha permitido
la regeneración de diversos ecosistemas y la producción de una serie de
hábitats en los que distintos organismos pueden prosperar. No obstante, la
enorme proliferación de los incendios a causa de la actividad humana en estas
últimas décadas sobrepasa la capacidad de recuperación natural.
Entre las diversas formas de impacto que producen los incendios forestales se
pueden destacar las siguientes:3031

• Erosión del suelo al desaparecer la capa vegetal. Esta


desprotección del suelo frente a la elevada erosividad de las lluvias
provoca grandes pérdidas de suelo y nutrientes, pero no es solo
este el efecto sobre el sistema edáfico. Las altas temperaturas
modifican la composición biológica y química del suelo.
• Muerte o daños físicos a una parte de la población animal silvestre
de la zona, especialmente la que tenga menos movilidad
(invertebrados, crías de aves o mamíferos, etc.), por quemaduras o
intoxicación respiratoria. También animales de compañía o de
explotaciones ganaderas que no pudieron ser evacuados a tiempo.32
• Contribución al cambio climático, tanto por las cantidades de CO2
emitidas a la atmósfera en el incendio como por la pérdida del efecto
secuestrador de carbono que ejercen los bosques.33
• En algunas ocasiones, muerte o daños físicos a las personas que
intervienen en la extinción de los incendios o que resultan atrapadas
por él.
• Ocasionalmente, perjuicios a la salud de las poblaciones humanas
próximas.34
• Destrucción de bienes e infraestructuras (casas, almacenes, postes
de electricidad y comunicaciones, etc.)
• Corte temporal de vías de comunicación.
• Perjuicios económicos por la pérdida de madera y/o productos
alimenticios, así como los costes de las labores de regeneración de
las zonas afectadas.
• Alteraciones, a veces de forma irreversible, del equilibrio del medio
natural.
• Contaminación de ríos que reciben las aguas de lluvia que
atraviesan la zona quemada arrastrando partículas y cenizas en
suspensión.
• Impacto sobre el paisaje.

Ecología del fuego[editar]

Aunque la mayoría de los incendios forestales son provocados por el hombre,


son también un fenómeno natural. Muchas plantas han desarrollado una
variedad de mecanismos para sobrevivir —o incluso requieren incendios
forestales ya que poseen brotes epicórmicos o lignotubérculos que brotan
después de un incendio— o desarrollan semillas resistentes al fuego o
provocadas por el fuego), o incluso fomentan el fuego (los eucaliptos contienen
aceites inflamables en sus hojas) como una forma de eliminar la competencia
de especies menos tolerantes al fuego.35
La piroecología o ecología del fuego se ocupa de los procesos que conectan la
incidencia natural del fuego en un ecosistema y los efectos ecológicos de dicho
fuego. Muchos ecosistemas, en particular la pradera, la sabana, el chaparral y
los bosques de coníferas, han evolucionado con el fuego como un elemento
necesario para la vitalidad y la renovación del hábitat. Ejemplo de ello es
el ecosistema de Australia.36 Muchas plantas germinan muy bien tras incendios
y otras rebrotan (reproducción asexual) de modo eficaz.37 El pino canario es un
buen ejemplo como se puede ver en UOFF. Diversos autores han relacionado
los conceptos de piroecología38 y biodiversidad. No es nuevo el considerar que
existe un papel del fuego en nuestros ecosistemas. Hay un desarrollo teórico y
aplicado muy importante y se pueden citar muchos trabajos. Mención especial
se merecen autores australianos.

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