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Aspectos ambientales a considerar en la ubicación

de vertederos controlados

Aspectos ambientales a considerar en la ubicación de vertederos controlados

Referencias
Lección 1 de 2

Aspectos ambientales a considerar en la ubicación


de vertederos controlados

Introducción

El vertido es el método de disposición final de residuos sólidos urbanos (RSU)


más utilizado y el último en la jerarquía de la GIRSU. Este método consiste en
la deposición y almacenamiento de residuos en un amplio terreno excavado
y relleno por capas de residuos y tierra alternativamente y debe cumplir los
requerimientos legales vigentes en cuanto a disposición, mantenimiento,
controles y autorización, entre otros. 

El principal aspecto a tener en cuenta, es que para que el vertido


sea considerado aceptable desde el punto de vista ambiental,
debe realizarse en un “vertedero controlado”. El mismo requiere
de un diseño ingenieril de las barreras de aislamiento y
cobertura, control del lixiviado, y control de gases. (Vettorazzi y
Francisca, 2002, https://bit.ly/37IXnfV)

El vertido es controlado cuando se toman todas las medidas requeridas para


que no se vea perjudicado el ambiente. Este método se utiliza en la GIRSU
para la eliminación de los residuos que no se pueden aprovechar. A pesar de
esto, los gases generados en la fermentación, así como la zona de vertido
una vez clausurado, pueden ser reaprovechados. 

La finalidad de esta lectura es introducir al alumno a los aspectos básicos a


considerar a la hora de la planificación para la ubicación de un vertedero
controlado. A continuación, se cita una lectura recomendada para
profundizar conceptos.

Tesis doctoral.pdf
6.2 MB

Fuente: Garrido Vergara, M. E.  (2008). Metodología de diagnóstico ambiental de vertederos, adaptación para su

informatización utilizando técnicas difusas y su aplicación en vertederos de Andalucía. (Tesis doctoral). Granada,

España: Universidad de Granada. Recuperado de http://hdl.handle.net/10481/1860 (pp. 77 - 121) 

Planificación de un vertedero 

En esta lectura trabajaremos un caso sobre el tratamiento de RSU en la


ciudad de Río Cuarto y alrededores. A continuación, se extrae un fragmento
en el que se describe la situación de la ciudad en lo referente a la disposición
y tratamientos de residuos sólidos urbanos.

La ciudad de Río Cuarto se encuentra ubicada en el sur de la


provincia de Córdoba en la Argentina. La figura 1 muestra la
situación geográfica de la misma. En esta ciudad, el vertido de
residuos ha sido la metodología de evacuación utilizada desde el
siglo pasado. A principios del siglo XX existía un vertedero para
RSU en el sector suroeste de la ciudad, en las proximidades del
actual centro urbano. De acuerdo con la información recopilada
en los organismos gubernamentales y en la Universidad de Río
Cuarto, este vertedero consistía en un sitio en donde se
realizaba un simple vertido de residuos sin ningún tipo de control
ambiental.

(...) 

Posteriormente, se creó la “Comisión Regional para el


Tratamiento de RSU”, con el propósito de evaluar distintas
alternativas para la deposición de residuos para la ciudad de Río
Cuarto. Como resultado recomendaron realizar tratamientos
múltiples de residuos, consistentes en recuperación mediante el
compostaje y vertido (Martí et al., 1999). En el estudio realizado
por estos autores se determinaron zonas con distinta aptitud
para el emplazamiento de un vertedero. En base a ello, se optó
por un predio de 100 hectáreas ubicado al sudeste de la ciudad,
sobre el viejo camino a la localidad de “La Carlota” (ver figura 2).
Se construyó el vertedero actual, el cual fue proyectado para
una vida útil de 6 años (se realizarán 6 celdas, 1 por año), con
una proyección futura de capacidad de recepción total de 20
años. El vertedero fue proyectado con un sistema de
aislamiento de fondo compuesto por suelo compactado más
una geomembrana. Distintas alternativas de sistemas de
aislamiento pueden encontrarse en Tchobanoglous et al. (1994).
La selección final del predio se realizó teniendo en cuenta la
proximidad de la planta de tratamiento de líquidos cloacales, la
accesibilidad y la distancia de transporte. (Vettorazzi y
Francisca, 2002, https://bit.ly/37IXnfV)

Según Garrido Vergara, la gestión integral de vertederos se puede dividir en


tres grandes fases: 

1 “Planificación, diseño y trazado,

2 explotación,  

3 cierre, sellado y reinserción postclausura” (2008,


https://bit.ly/37qhDTl).

Tomando esta clasificación y aplicándola al caso planteado sobre la ciudad


de Río Cuarto, se exponen las consideraciones que se deben obtener en la
primera etapa de gestión de los vertederos correspondiente a la
planificación, diseño y trazado. 
Para ello, se presenta una síntesis de la metodología aplicada la cual
consistió, en primer lugar, en la recopilación de antecedentes geológicos,
hidrológicos, urbanísticos y ambientales de la región, y el estudio de los
sectores regionales que podrían ser aptos para acoger un depósito de RSU
(vertedero):  

Se recopiló y analizó información geológica-ambiental de la


región de Río Cuarto y alrededores con el objetivo de determinar
zonas aptas para la ubicación de un depósito de residuos. Se
encontró que Martí et al. (1999) presentaron un estudio muy
completo con información geológica, climática, geomorfológica,
biológica, hidrológica e hidrogeoquímica de la zona. A partir de
este estudio, el reconocimiento del terreno y el asesoramiento
de profesionales de diversas áreas (geólogos, ingenieros,
biólogos, químicos) se realizó un análisis de la información
identificando aquellos lugares que por sus características no
resultan convenientes para el emplazamiento del vertedero.

La identificación de sitios aptos para el emplazamiento del


vertedero se realizó mediante la superposición y análisis de la
información. Para ello se analizaron diversos factores entre los
cuales se destacan: características del subsuelo (litologías,
espesores de estratos), dirección del escurrimiento subterráneo,
profundidad del nivel freático, rasgos morfológicos (formas,
pendientes), presencia de fallas, uso actual del territorio,
desarrollo y sensibilidad de áreas adyacentes y distancia de
transporte. En función de esto, y siguiendo la metodología
utilizada por Marti et al. (1999), se analizó un área de 13,5 km de
radio con centro en la ciudad de Río Cuarto (figura 6). A
diferencia de Marti et al. (1999), quienes utilizaron la
información para definir mapas temáticos y unidades
ambientales homogéneas, en este trabajo se realizaron
descartes de zonas consideradas no aptas teniendo en cuenta
cada uno de los factores analizados.

Posteriormente, superponiendo las zonas consideradas como


aptas se obtuvo cual sería el sector adecuado para el
emplazamiento del vertedero. (Vettorazzi y Francisca,
2002, https://bit.ly/37IXnfV) 

La selección de lugares óptimos para la instalación de vertederos es


fundamental para reducir los problemas ambientales durante su
explotación, sellado y mantenimiento postclausura. Algunos son:

contaminación de las aguas superficiales o subterráneas,

formación de polvo y arrastre de residuos ligeros,

propagación de gases contaminantes o molestos,

acceso de animales a los residuos, 


iniciación o propagación de incendios.

En el caso de Río Cuarto, para la selección del emplazamiento se tuvieron en


cuenta parámetros como:

características del subsuelo (litologías, espesores de estratos);

dirección del escurrimiento subterráneo;

profundidad del nivel freático; 

rasgos morfológicos (formas, pendientes); 

presencia de fallas;

uso actual del territorio;

desarrollo y sensibilidad de áreas adyacentes y distancia de


transporte.

Otras variables que se pueden tener en cuenta son:     

distancia a poblaciones cercanas;

la cercanía a aeropuertos y la accesibilidad; 


la factibilidad de provisión de agua y energía eléctrica.

Asimismo, se han desarrollado metodologías de localización de vertederos


que utilizan sistemas de información geográficos (SIG) que facilitan el
proceso de toma de decisiones.

Fuente: Garrido Vergara, 2008, https://bit.ly/37qhDTl 


Figura 1: Esquema sobre la jerarquía de decisión para el emplazamiento de
vertederos 

Este esquema representa una metodología para evaluar la idoneidad de una


región con relación a la ubicación de vertederos. Según Garrido Vergara:

el sistema desarrollado pretendía ser utilizado por los diferentes


implicados en labores de gestión de residuos como herramienta
eficiente para la toma de decisiones en materia de vertido. La
metodología se basa en diferentes estudios de campo en los
que se aplican los SIG, así como análisis espaciales y
estadísticos. Con los SIG permitieron la creación de un criterio
de evaluación espacial y la generación final de mapas de
idoneidad. (Garrido Vergara, 2008, https://bit.ly/37qhDTl)

Este tema se amplía en el artículo recomendado.

El estudio de impacto ambiental como herramienta de planificación

Para evaluar la factibilidad de la selección del sitio de emplazamiento del


vertedero en el caso planteado, se realizó un estudio de impacto ambiental
(EsIA) para la construcción de un vertedero. 
La realización de los EsIA se hace necesaria por varias razones:
detienen el proceso degenerativo, evitan graves problemas
ecológicos, mejoran nuestro entorno y calidad de vida, ayudan a
perfeccionar el proyecto, generan una mayor conciencia social
del problema ecológico, defienden y justifican una solución
acertada.

El objetivo principal es la realización de un estudio del impacto


que la puesta en marcha de un proyecto, obra o actividad
ocasionará sobre el ambiente. En el caso particular de este
estudio, la ubicación de un vertedero de RSU. A partir de este
estudio se intentará predecir y evaluar las consecuencias que
las diversas actividades puedan ocasionar en el entorno en el
que se realizan. También se pretende que la identificación y
evaluación de los impactos sirva para indicar las posibles
medidas correctoras o minimizadoras de sus efectos.

El objetivo básico de las Evaluaciones de Impacto Ambiental es


evitar posibles errores y deterioros ambientales que resultan
costosos de corregir posteriormente. En este trabajo se utilizó
un modelo de EsIA cualitativo basado en el método de las
matrices causa-efecto, derivadas de la matriz de Leopold.
(Vettorazzi y Francisca, 2002, https://bit.ly/37IXnfV) 

Como menciona el autor, se utilizó el modelo de EsIA cualitativo basado en el


método de las matrices causa-efecto, derivadas de la matriz de Leopold.
Para ello se basaron en dos etapas fundamentales: construcción  y
funcionamiento. 

Considerando para cada una las diferentes acciones que las caracterizan
que luego serán analizadas junto con factores del medio natural como
socioeconómicos. En la publicación se detallan los factores y acciones de
cada columna de la matriz seleccionados:

Las acciones que se consideraron en la fase de construcción fueron:  

Excavaciones

Eliminación de la cubierta vegetal y vegetación existente 

Movimiento de suelos 

Alteración del drenaje

Producción de ruido y vibraciones

Construcción de barreras aislantes

Construcción de edificios auxiliares

Instalación de plantas de tratamiento

Vías de acceso
Para la etapa de funcionamiento del vertedero se consideraron las
siguientes acciones:

Transporte 

Recolección de residuos 

Almacenamiento y vertido 

Generación y recolección de lixiviados 

Recubrimiento del suelo 

Generación de malos olores 

Posible funcionamiento de una planta incineradora 

Emisión de vapores, humo y polvo a la atmósfera 

Producción de ruidos y vibraciones 

Presencia de roedores, aves e insectos

Riesgos de incendios y explosiones

Capa aislante
En ambos casos, se analizaron tanto factores del medio natural como
socioeconómicos. Los factores del medio natural analizados fueron:

Atmósfera: calidad del aire y microclima. 

Tierra y suelo: recursos, valores geológicos, geotecnia y


estabilidad, geomorfología, litología, erosión, contaminación y
asentamientos. 

Agua: superficiales, subterránea y contaminación de recursos


hídricos

Flora: cubierta vegetal, productividad, especies endémicas,


especies protegidas o en peligro y estabilidad del ecosistema. 

Fauna: productividad, especies en peligro, estabilidad del


ecosistema, cadenas tróficas, insectos, roedores y otros
vertebrados.

Percepción del ambiente: vistas, paisaje y armonía.

Por otro lado, los factores del medio socioeconómico analizados fueron:

Uso del suelo: cambios, explotación, zonas agrícola-ganaderas,


canteras, zonas residenciales, conservación y protección del
medio, turismo y recreación. 

Cultural: valores históricos y arqueológicos. 


Infraestructura: red de transporte, saneamiento y accesibilidad. 

Humanos: calidad de vida, salud y bienestar, seguridad. 

Economía y población: población estable, valor del suelo y


empleos. (Vettorazzi y Francisca, 2002, https://bit.ly/37IXnfV) 

Cabe aclarar que en la matriz de Leopold, las filas cubren los aspectos claves
del ambiente y la sociedad, mientras que las columnas enumeran las
actividades del proyecto durante todas las etapas del proyecto. Los factores
ambientales deben corresponder a todos aquellos que puedan verse
afectados por el desarrollo de la actividad en el área del proyecto y el área de
influencia (International Institute for Sustainable Development, s. f.). 

Consideraciones para el diseño del vertedero

Por último, se detallan los aspectos considerados para el diseño y


predimensionado del vertedero:

Una vez determinado el emplazamiento del vertedero, se debe


realizar el diseño del mismo. Esto es un campo especializado
que incluye las disciplinas de estructuras, hidráulica e
hidrogeología. Con respecto al entorno, se debe acondicionar el
paisaje. Una vez elegida la forma, se puede calcular el volumen
útil. Se pueden proyectar las vallas, terraplenes y plantas de
alrededor. Luego habrá que diseñar las vías de acceso, las áreas
de recepción, garaje e instalaciones para el personal. En general
se diseña el sistema de revestimiento, sistemas de recolección
de lixiviados y sistema de almacenamiento. También debe
diseñarse un sistema de recolección de gases y ventilación.
Finalmente, es necesario realizar una verificación de la
estabilidad (taludes) del vertedero. (Vettorazzi y Francisca,
2002, https://bit.ly/37IXnfV)

Haciendo hincapié en lo último mencionado sobre el diseño de recolección


de gases y ventilación, si se aplica la tecnología correcta esos gases se
pueden recolectar para la producción de energía, como hemos mencionado
en lecturas anteriores.  

Existen diferentes formas de estructurar un vertedero controlado, pero todas


responden a un esquema común.
Fuente: Muñoz, 2008, https://bit.ly/37rOh6W

Figura 2: Corte transversal de un vertedero controlado

Las capas formadas de un vertedero se interrumpen a intervalos fijos


mediante un recubrimiento lateral en pendiente, definiendo así unidades
menores denominadas células que se van repitiendo. No se recomienda
superponer más de dos capas, así se limitan los asentamientos y la
producción de lixiviados y metano.

La terraza superior del vertedero se corona con una cobertura


de mayor espesor destinada a aislar los residuos del exterior y
a servir de base para el posterior uso de la superficie formada.
La constitución de esta última capa dependerá por tanto del
destino proyectado para estos terrenos. (Manrique, 2012,
https://bit.ly/3axhiA9)

Para profundizar más en las etapas te invito a leer la siguiente publicación:

Guía - Rellenos sanitarios.pdf


4.1 MB

Fuente: Ministerio de Medio Ambiente y Agua, (2010). Guía para la Implementación, Operación y Cierre de Rellenos

Sanitarios (capítulos 2-5) Recuperado de http://www.anesapa.org/wp-

content/uploads/2014/12/GuiaRellenosSanitarios.pdf 
Los vertederos controlados son:

Sitios a los que no se les aplican medidas para la


prevención de contaminación ambiental.

Sitios que requieren de un diseño ingenieril de las barreras


de aislamiento y cobertura, control del lixiviado, y control de
gases.

Sitios en los que se incineran los residuos.

SUBMIT

Los SIG... 

Son una herramienta metodológica que se puede aplicar


para la toma de decisiones para la ubicación de vertederos
controlados.     

Se dividen en filas y columnas que enumeran las


actividades del proyecto durante todas sus etapas.
No deben utilizarse para la toma de decisiones para
vertederos controlados.

SUBMIT

C O NT I NU A R
Lección 2 de 2

Referencias

Garrido Vergara, M. E.  (2008). Metodología de diagnóstico ambiental de


vertederos, adaptación para su informatización utilizando técnicas difusas y
su aplicación en vertederos de Andalucía. (Tesis doctoral). Granada, España:
Universidad de Granada. Recuperado de http://hdl.handle.net/10481/1860 

International Institute for Sustainable Development.  Matriz de Leopold


.  Plataforma en Línea. última visita en diciembre de 2020.
https://www.iisd.org/learning/eia/es/wp-content/uploads/2016/06/ES-
Leopold-Matrix.pdf

Manrique, M. (2012). Selección de emplazamientos para vertederos


controlados. Informes de la Construcción. Departamento de Proyectos y
Planificación Rural E.T.S. de Ingenieros de Montes. Universidad Politécnica.
MADRID/ESPAÑA

Ministerio de Medio Ambiente y Agua, (2010). Guía para la Implementación,


Operación y Cierre de Rellenos Sanitarios (capítulos 2-5) Recuperado de
http://www.anesapa.org/wp-
content/uploads/2014/12/GuiaRellenosSanitarios.pdf 
Vettorazzi M., y Francisca F. M. (2002). Vertido de Residuos Sólidos Urbanos
en la Ciudad de Río Cuarto. Reunión Nacional sobre Gestión Ambiental de
Residuos Sólidos. ASAGAI. Recuperado de https://docplayer.es/13378665-
Vertido-de-residuos-solidos-urbanos-en-la-ciudad-de-rio-cuarto-maximiliano-
vettorazzi-1-franco-m-francisca-2.html

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