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Las neurociencias plantean nuevas relaciones entre matemáticas y vida

cotidiana

Hoy ya no se necesita memorizar datos sino aprender a jerarquizarlos,


señala la neurociencia

El matemático y científico francés Stanislas Dehaene, explica las operaciones que


tienen lugar en la corteza parietal durante la elaboración de operaciones matemáticas,
y visibilizó la importancia de esta disciplina para los procesos emocionales y
cognitivos.
Formado como matemático en la École Normale Supérieure parisina, Dehaene se
doctoró en psicología cognitiva en el Collége de France. En “El cerebro matemático”, el
científico analiza el origen de los números, la influencia del lenguaje en el cálculo
(fundamenta por ejemplo por qué los alumnos chinos tienen más éxito con las
matemáticas que los occidentales) y detecta la existencia de mecanismos similares
entre algunas especies animales y los humanos para realizar algunos cálculos sencillos.
Dehaene, ganador del Nobel de las neurociencias -el Brain Prize- explicó algunos de los
hallazgos de su trabajo, que integra perspectivas históricas, genéticas, fisiológicas y
cognitivas con el objetivo de dilucidar el fundamento de actividades como el
razonamiento, la lectura y la relación con la matemática.
“Muchas de las cosas sobre las que especulaba en mis libros se están volviendo
realidad gracias a los experimentos que permiten hoy las neurociencias. Por ejemplo,
hoy se está verificando la idea de que hay regiones del cerebro que están dedicadas a la
manipulación de números. Antes sólo era posible estudiar esto a través de
herramientas más precarias como la resonancia magnética, pero hoy disponemos de
otros recursos que nos permiten constatar esta teoría”.

Agregó, en ese sentido, que en los últimos tiempos se realizaron un montón de


experimentos en los que se comprueba la existencia de los mismos circuitos en
humanos y animales. En ambas especies podemos encontrar neuronas independientes
dedicadas a los números. Hoy se puede predecir qué número puede pensar un sujeto a
partir del análisis de su actividad neuronal.

También explicó en cuánto han contribuido las neurociencias a darle visibilidad a la


matemática y a generar una mayor articulación con la vida cotidiana.

“Las neurociencias son sólo un paso para entender como el cerebro procesa las
operaciones matemáticas. Ahora tenemos una comprensión mejor acerca de cómo se
relaciona con la matemática desde un niño pequeño hasta un científico. Ya a las 48
horas de nacido puede identificar cuantos sonidos se correlacionan con cuantas
imágenes. Esta es la raíz de la matemática y se basa en la comprensión del espacio y el
número, que es absolutamente innata”, indicó.

Dehaene considera que los neurocientíficos van detrás de una de las aventuras
intelectuales más importantes de los siglos XX y XXI. “Pero como en todas las
aventuras -consigna- hay engaños y falsificaciones, y uno tiene que tener cuidado sobre
lo que circula en este campo. Se suele utilizar la imagen del cerebro para ofrecer
explicaciones en cierta forma simplistas, aunque es cierto que si uno analiza la
profundidad de los circuitos cerebrales hoy puede avanzar mucho en el conocimiento
de quiénes somos”.

En el marco de sociedades cada vez más atravesadas por datos, el cerebro cambia y se
adapta a un nuevo paradigma por el cual hoy ya no se necesita más memorizar datos
sino aprender a jerarquizarlos: “Es mucho más importante que nunca ser capaces de ir
al significado de las cosas y no quedarse en los símbolos. Vuelvo a la idea de enseñarles
a los chicos a estimular sus intuiciones y a su vez estimular a nuestro cerebro a leer y
relacionarnos con los gráficos. El espacio y los números están muy vinculados en el
cerebro. Tenemos que sacar ventaja de esta relación”, dice el especialista francés.

Marzo. 2016.

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