QUITO
EN QUITO, CUESTA
TENER PERRO QUE
TE LADRE
¿Por qué mejor no multamos a la UBA (Unidad de Bienestar Animal)
del Municipio de Quito con 450$ por cada perro o gato que ande
suelto por la calle?
Por: Corina Dávalos
H
oy tuve un acalorado
debate en Twitter sobre la
decisión del Municipio del
Distrito Metropolitano de
Quito, de imponer una
multa de 450 USD a todos
aquellos que no registren a sus mascotas.
A partir de 2024 el registro de perros y
gatos será obligatorio. El proceso se haría
a través de una plataforma virtual. Entre
los requisitos para el registro, se pide lo
siguiente:
Tener un correo electrónico personal
Crear una cuenta en
www.pam.quito.gob.ec
Llenar los datos personales (Nombres
y apellidos, dirección exacta, teléfono)
Registrar número de cédula y fecha
de expedición
Descripción del animal de compañía
Foto del carnet de vacunación
Foto del certificado de esterilización
Código de microchip de identificación
Foto de cuerpo entero del animal de
compañía
OPINIÓN
A día de hoy la página mencionada está
caída. El microchip de identificación tiene
un costo promedio de 25 USD. Según los
datos de Quito Cómo Vamos, la pobreza
extrema en el área urbana del DMQ es de
6,54%. La pobreza por ingresos sube al
18,5% de la población del DMQ.
Con estos datos sobre la mesa, me
pregunto, quién ha podido perpetrar una
norma que impone un gasto de, al menos
25$, una multa de 450$ en el caso de
incumplirla y, además, dar por supuesto
que el acceso a las tecnologías que se
requieren para registrar a las mascotas
está al alcance de todos.
Si tienes mascotas, tendrás que incluir un chip de
Yo no me opongo a una buena política identificación para cada una en tu presupuesto de
pública de control de fauna urbana. Sí me 2024. El costo promedio es de 25$.
opongo a una muy deficiente, como la que
tenemos delante. Sin el microchip, el dificultades tecnológicas o falta de capacidad
registro es inútil. ¿Cuánta gente tiene la adquisitiva) realizar el registro, bien podrían
posibilidad de gastar esas cantidades para decidir deshacerse de los animales o
registrar a su o sus mascotas? ¿No tendrá abandonarlos para evitar una multa
la norma un efecto negativo en la tenencia desproporcionada. Nada de esto parece
responsable de animales de compañía? haberlo considerado la autoridad municipal al
Quienes no se enteren de la existencia de lanzar la norma al ruedo para que la toree
la norma, o no puedan (bien por quien pueda y, quien no, se lleve la cornada.
CORINA DÁVALOS
QUITO
También hay que consideran la puerta que se abre a
la corrupción. La tentación de ofrecer un soborno a
un funcionario (y por consiguiente la que tendrá el
funcionario de aceptarla) para escapar de pagar un
salario básico unificado completo, contante y
sonante, es otro tema a considerar. Cincuenta para
las colas o 20 para los chicles es mejor que
cuatrocientos cincuenta que no tengo, ¿no? Y todos
contentos, menos la ética que se desmorona.
No nos hagamos los suecos, sabemos que esto
pasa con frecuencia. ¿No sería mejor evitarlo
pensando mejor las normativas y ajustándolas a la
realidad de nuestra ciudad, de nuestro país? Por otra
parte, sería bueno que empecemos a exigir a las
autoridades una explicación cabal de las decisiones
que ellos toman y a nosotros nos imponen. En este
caso, lo mínimo sería pedir que comuniquen cómo
se integra este registro en una política integral de
control de fauna urbana. Si encuentran un perro sin
chip por la calle, ¿qué hará el municipio? ¿Se lo
llevará a un albergue indefinidamente, lo esterilizará
y lo devolverá a la calle, lo sacrificará?
Pobreza extrema (rural)
8%
Resto de la población
66.6%
Fuente: Quito Cómo Vamos. Datos correspondientes a 2021. El grupo etario en mayor condición de pobreza son los adultos (entre 30 y 64
años), con una partición del 34,2% del total.
OPINIÓN
Otro punto que habría que analizar: ¿qué relación
tiene el registro con el control? El problema no reside
en las mascotas que viven con sus dueños, sino en
las que pueblan las calles sin alimentación, sin una
atención sanitaria adecuada (que pone en riesgo a
las personas) y que conlleva un sufrimiento también
para los animales. Sin embargo, la norma impone
registro o plomazo al bolsillo de los que sí se hacen
responsables de sus mascotas. Entonces, ¿en qué
quedamos?
Yo propongo que los ciudadanos hagamos lo que
hace el municipio: ¿por qué no multamos a la UBA
(Unidad de Bienestar Animal) con 450$ por cada
perro o gato que ande suelto. ¿No es su
responsabilidad mantenerlos fuera de las calles? ¿No
tienen un sueldo que pagamos los quiteños para
eso? Pues hagamos la prueba. Ya verán cómo en
menos de lo que canta un gallo, no hay perro que le
ladre a nadie en la calle. Y tampoco tendremos que
preguntarnos si en ese desmedido afán de
recaudatorio hay gato encerrado. Les garantizo que,
si ponemos la norma de cabeza, todo irá de
maravilla.
Pobreza extrema (urbana)
6.9%
Pobreza por ingresos
18.5%
CORINA DÁVALOS