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Registro digital: 2025190, Tesis: 2a./J. 40/2022 (11a.

); Tipo: Jurisprudencia

INFRACCIÓN PREVISTA EN EL ARTÍCULO 176, FRACCIÓN II, DE LA LEY ADUANERA. LA CONDUCTA


CONSISTENTE EN INCUMPLIR LAS OBLIGACIONES EN MATERIA DE REGULACIONES Y
RESTRICCIONES NO ARANCELARIAS, PUEDE ATRIBUIRSE AL AGENTE ADUANAL.

Hechos: Los Tribunales Colegiados de Circuito contendientes analizaron si los agentes aduanales
pueden ser sujetos o no a la infracción y, por ende, a la imposición de la sanción establecidas,
respectivamente, en los artículos 176, fracción II y 178, fracción IV, de la Ley Aduanera.

Criterio jurídico: La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación establece que es
posible atribuir al agente aduanal la conducta infractora relacionada con la introducción o
extracción de mercancías al país, contemplada en el artículo 176, fracción II, de la Ley Aduanera y,
por ende, imponérsele la sanción correspondiente prevista en el diverso 178, fracción IV, del
mismo ordenamiento.

Justificación: De la interpretación sistemática de los artículos 1o., 35, 36 o 36-A, según sea el caso,
40, 54, párrafos primero y segundo, fracción I, 159 y 162, fracciones II y VII, de la Ley Aduanera, se
advierte que el agente aduanal no es un simple promotor del despacho aduanero, sino que su
intervención es de suma importancia, pues tiene a su cargo desde indicar la correcta clasificación
arancelaria de la mercancía que se pretende sujetar a los regímenes aduaneros aplicables, hasta el
correcto llenado y transmisión del pedimento o formulario respectivo y sus anexos, lo que
evidentemente trasciende a aspectos arancelarios y no arancelarios. De ahí que el agente aduanal
pueda ser responsable en términos del artículo 176, fracción II, de la Ley Aduanera y, por ende,
acreedor a la multa contenida en el diverso 178, fracción IV, del propio ordenamiento, siempre que
esa hipótesis se relacione con el supuesto contenido ya sea en el diverso 36 o 36-A, según sea la
legislación aplicable, o bien, en el artículo 54, párrafo primero, del propio ordenamiento y no se
actualice el supuesto de excepción del párrafo segundo, fracción I, de dicho artículo.

Registro digital: 2019614; Tesis: 2a./J. 55/2019 (10a.); Tipo: Jurisprudencia

AGENTES ADUANALES. ESTÁN SUJETOS A LAS INFRACCIONES Y MULTAS PREVISTAS EN LOS


ARTÍCULOS 184-A, FRACCIÓN II Y 184-B, FRACCIÓN I, DE LA LEY ADUANERA, ACORDE CON LAS
OBLIGACIONES DERIVADAS DE LOS NUMERALES 6o., 20, FRACCIÓN VII, 36, 36-A Y 59-A DEL
ORDENAMIENTO LEGAL CITADO.

De la interpretación armónica de los artículos 6o., 20, fracción VII, 36, 36-A y 59-A de la Ley
Aduanera, se advierte que quienes introducen o extraen mercancías del territorio nacional para
destinarlas a un régimen aduanero, se encuentran obligados a transmitir mediante el sistema
electrónico aduanero en documento electrónico o digital a las autoridades que correspondan, un
pedimento con la información referente a las mercancías, así como la relativa a su valor y, de ser el
caso, los demás datos relacionados con su comercialización, antes de su despacho aduanero, esto
es, esas obligaciones deben cumplirse por las empresas porteadoras y sus representantes en
territorio nacional, los capitanes, pilotos, conductores y propietarios de los medios de transporte
de mercancías materia de entrada o salida del territorio nacional, los agentes aduanales y aquellos
que introduzcan o extraigan mercancías de dicho territorio para ser destinadas a un régimen
aduanero. Por tanto, los agentes aduanales están sujetos a las infracciones previstas en el numeral
184-A, fracción II, del ordenamiento legal citado, por transmitir la información incompleta o con
datos inexactos, en cuanto a la descripción de la mercancía e identificación individual,
considerando la mercancía que se presente a despacho y, en consecuencia, les son aplicables las
multas establecidas en el diverso 184-B, fracción I, de dicha ley.

Tesis de jurisprudencia 55/2019 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en
sesión privada del seis de marzo de dos mil diecinueve.

Registro digital: 2004914; Primera Sala; Décima Época; Materias(s): Común, Administrativa

Tesis: 1a. CCCXXIV/2013 (10a.) Aislada

IMPORTACIÓN DE VEHÍCULOS USADOS. LA PREVALIDACIÓN DE PEDIMENTOS ADUANALES,


PREVISTA EN EL ARTÍCULO 16-A DE LA LEY ADUANERA, CONSTITUYE EL ACTO DE APLICACIÓN DE
LAS NORMAS QUE RIGEN AQUELLA ACTIVIDAD.

La Ley Aduanera establece en su artículo 35 que el despacho aduanero es el conjunto de actos y


formalidades relativos a la entrada de mercancías al territorio nacional y a su salida del mismo, que
de acuerdo con los diferentes tráficos y regímenes aduaneros deben realizar en la aduana las
autoridades aduaneras y los consignatarios, destinatarios, propietarios, poseedores o tenedores en
las importaciones y los remitentes en las exportaciones, así como los agentes o apoderados
aduanales. Por su parte, el artículo 38 de la Ley Aduanera establece que la prevalidación de los
pedimentos por parte de los agentes o apoderados aduanales, mediante el Sistema Automatizado
Aduanero Integral (SAAI) es un sistema electrónico con grabación simultánea en medios
magnéticos, implementado por el Servicio de Administración Tributaria. Por su parte, el artículo
16-A de la Ley Aduanera señala que la prevalidación consiste en comprobar que los datos
asentados en el pedimento estén dentro de los criterios sintácticos, catalógicos, estructurales y
normativos, conforme se establezca por el Servicio de Administración Tributaria, para ser
presentados al sistema electrónico del propio Servicio y se lleva a cabo a través de las
confederaciones de agentes aduanales y las asociaciones nacionales de empresas que utilicen los
servicios de apoderados aduanales, previamente autorizadas por el Sistema de Administración
Tributaria, las cuales deberán contar con un equipo de cómputo enlazado con el Servicio de
Administración Tributaria, así como con el de los agentes o apoderados aduanales y llevar un
registro simultáneo de sus operaciones. En ese sentido, se estima que el acto de aplicación de las
normas que rigen la importación de vehículos usados se actualiza cuando se presenta el
pedimento para su prevalidación a través del Sistema Automatizado Aduanero Integral y se
restringe su validación por actualizarse determinados errores, los cuales pueden ser de tipo formal
o bien, normativo, al incumplir con las disposiciones legales que regulan la importación de
vehículos usados, pues implica la posible afectación en la esfera de los derechos del gobernando
que pretende realizar el procedimiento de importación referido.

Registro digital: 2001558; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Tesis: IV.2o.A.19 A (10a.)

AGENTES ADUANALES. SU RESPONSABILIDAD SOLIDARIA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 53,


FRACCIÓN II, DE LA LEY ADUANERA ESTÁ CIRCUNSCRITA A LAS CONDUCTAS IRREGULARES
COMETIDAS CON MOTIVO DEL DESPACHO ADUANERO.
Los agentes aduanales son responsables solidarios del pago de los impuestos al comercio exterior,
demás contribuciones y cuotas compensatorias que se originen con motivo de las importaciones y
exportaciones "en cuyo despacho aduanero intervengan" directa o indirectamente en términos del
artículo 53, fracción II, de la Ley Aduanera; responsabilidad que está circunscrita, conforme al
artículo 54 de la citada ley, a las conductas irregulares cometidas con motivo del despacho
aduanero, consistentes en: falta de veracidad y exactitud de los datos e información suministrados,
indebida selección del régimen aduanero de las mercancías, incorrecta clasificación arancelaria o,
incluso, falta de verificación de que el importador o exportador cuenta con los documentos que
acrediten el cumplimiento de las demás obligaciones que en materia de regulaciones y
restricciones no arancelarias rijan para dichas mercancías; es decir, la conducta sancionable del
agente estriba en que, estando obligado a vigilar la correcta operación aduanal, omite hacerlo,
trayendo como consecuencia el incumplimiento o el cumplimiento defectuoso de las prestaciones
fiscales. Esta interpretación es congruente con la voluntad expresada por el legislador federal en la
exposición de motivos del decreto por el que se creó la Ley Aduanera, en cuanto a la necesidad de
delimitar las responsabilidades entre el importador o exportador y el agente aduanal en función de
la actuación de cada uno de ellos.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO CIRCUITO.

Registro digital: 2001557; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Décima Época

Tesis: IV.2o.A.20 A (10a.). Aislada

AGENTES ADUANALES. LOS SUPUESTOS EXCLUYENTES DE SU RESPONSABILIDAD SOLIDARIA,


PREVISTOS EN EL ARTÍCULO 54, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY ADUANERA, SON ENUNCIATIVOS
Y NO LIMITATIVOS.

De los artículos 53 y 54 de la Ley Aduanera se advierte que la responsabilidad solidaria del agente
aduanal en el pago de los créditos fiscales que se generen con motivo de las importaciones y
exportaciones en cuyo despacho aduanero intervenga, no se concibe en forma abierta y subjetiva
(atendiendo a la persona y por la mera participación del agente), sino que se encuentra
condicionada a que aquél incurra en irregularidades o deficiencias en la realización de la función
que le corresponde. En ese contexto, los supuestos excluyentes de responsabilidad del agente
aduanal, previstos en el artículo 54, segundo párrafo, de la Ley Aduanera, no deben entenderse de
manera restrictiva, pues ello sería tanto como sostener que tal responsabilidad puede actualizarse
aun ante la ausencia de conductas irregulares o deficiencias en su función, y por el solo hecho de
no actualizarse alguna de las hipótesis de exclusión del mencionado precepto, es decir, son
enunciativos y no limitativos. Lo anterior se corrobora, además, porque no existe dato alguno en la
mencionada ley que revele la intención del legislador federal de acotar los casos excluyentes de
responsabilidad solidaria de los agentes aduanales. Sostener lo contrario llevaría al absurdo de
responsabilizarlos pese a haberse desempeñado en forma regular o eficiente, situación
evidentemente contraria a la lógica jurídica, e incluso, porque es materialmente imposible prever
en la norma positiva todas las situaciones fácticas que pudieran presentarse en ese sentido.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO CIRCUITO.


Registro digital: 2001239; Tribunales Colegiados de Circuito; Décima Época. Tesis: I.8o.A.16 A
(10a.). Aislada

APODERADOS ADUANALES. AL TENER EL CARÁCTER DE "MANDATARIOS" DE LOS


IMPORTADORES Y EXPORTADORES, DEBE CONSIDERÁRSELES RESPONSABLES SOLIDARIOS DEL
PAGO DE LOS IMPUESTOS AL COMERCIO EXTERIOR Y DE LAS DEMÁS CONTRIBUCIONES, ASÍ
COMO DE LAS CUOTAS COMPENSATORIAS QUE SE CAUSEN CON MOTIVO DEL DESPACHO
ADUANERO, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 53, FRACCIÓN I, DE LA LEY DE LA MATERIA.

El artículo 53 de la Ley Aduanera -en sus distintas fracciones- establece que son responsables
solidarios del pago de los impuestos al comercio exterior y de las demás contribuciones, así como
de las cuotas compensatorias que se causen con motivo del despacho aduanero, entre otros
sujetos, los "mandatarios" (fracción I) y los "agentes aduanales y sus mandatarios autorizados"
(fracción II). Ahora bien, la interpretación literal y teleológica de esas porciones normativas, así
como el examen de las reformas a la citada ley sobre el tema, permite concluir que a los
"apoderados aduanales" debe considerárseles responsables solidarios, en términos del referido
artículo 53, fracción I, pues técnicamente son "mandatarios" de los importadores y exportadores
tratándose de las actuaciones que deriven del despacho aduanero y tienen el mismo "deber de
cuidado" que los agentes aduanales, en virtud de que el legislador federal, al regular las figuras de
apoderado y agente aduanal, los consideró como coadyuvantes de la autoridad y, como tales, los
sujetó a un régimen de derechos y obligaciones así como a reglas de control; sin que pueda
sostenerse que no son responsables solidarios por virtud del vínculo laboral con su representado,
quien es ilimitadamente responsable por los actos que realicen, pues en otros supuestos previstos
en las leyes fiscales y aduanera también se prevé ese tipo de responsabilidad en condiciones
similares, como ocurre cuando el propio artículo 53, en su fracción III, la establece a cargo de
terceros, como los transportistas, pilotos, capitanes y, en general, los conductores de las
mercancías objeto de comercio exterior.

Revisión fiscal 427/2011.

Registro digital: 169762

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Novena Época; Tesis: VI.1o.A.253 A. Tomo XXVII, Mayo de 2008, página 987

ACTA DE MUESTREO. LA LEVANTADA CON MOTIVO DEL RECONOCIMIENTO ADUANERO O


SEGUNDO RECONOCIMIENTO, TRATÁNDOSE DE MERCANCÍAS DE DIFÍCIL IDENTIFICACIÓN, NO
DEBE NOTIFICARSE AL IMPORTADOR Y EXPORTADOR, ADEMÁS DE AL REPRESENTANTE ADUANAL,
EN TÉRMINOS DEL ÚLTIMO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 41 DE LA LEY ADUANERA, AL CONSTITUIR UNA
FASE DEL DESPACHO ADUANERO Y NO DEL PROCEDIMIENTO QUE SE ENTABLE CON
POSTERIORIDAD A ÉSTE.

De conformidad con el artículo 35 de la citada ley, el despacho aduanero es el conjunto de actos y


formalidades relativos a la entrada de mercancías al territorio nacional y a su salida del mismo, que
de acuerdo con los diferentes tráficos y regímenes aduaneros establecidos en el citado
ordenamiento, deben realizar en la aduana las autoridades correspondientes y los consignatarios,
destinatarios, propietarios, poseedores o tenedores en las importaciones y los remitentes en las
exportaciones, así como los agentes o apoderados aduanales. Por su parte, el procedimiento en la
materia, se inicia por la autoridad en ejercicio de las atribuciones que dicha ley le confiere, con el
fin de comprobar el cumplimiento de las obligaciones fiscales que conllevan la realización de la
importación y exportación de mercancías. De lo anterior se sigue que el despacho aduanero y el
procedimiento aduanero que en su caso se entable posteriormente, son actos jurídicos diferentes,
pues mientras que el primero se constituye por los actos llevados a cabo por la autoridad y los
particulares interesados relacionados con la entrada y salida de mercancías del territorio nacional;
el segundo, se lleva a cabo cuando con motivo del reconocimiento aduanero, del segundo
reconocimiento, de la verificación de mercancías en transporte, de la revisión de los documentos
presentados durante el despacho o del ejercicio de las facultades de comprobación, se encuentren
irregularidades que trasciendan al incumplimiento de la norma jurídica correspondiente. En esa
medida, si bien de conformidad con lo establecido en el último párrafo del artículo 41 de la Ley
Aduanera, "... las autoridades aduaneras notificarán a los importadores y exportadores, además de
al representante a que se refiere este artículo, de cualquier procedimiento que se inicie con
posterioridad al despacho aduanero.", el citado precepto legal no establece como requisito formal
el que la autoridad aduanera notifique al importador o exportador, además de al representante
aduanal, el acta de muestreo, lo anterior obedece a tres razones fundamentales, a saber: 1) Dicha
acta no forma parte del procedimiento que en su caso inicia con posterioridad al despacho
aduanero, sino que es una fase integrante de este último; 2) El acta de mérito no constituye un
acto de molestia, al no plasmarse en ella la existencia de alguna irregularidad derivada del
despacho aduanero, ni lleva implícito un acto de molestia del que deba conocer el importador o
exportador, como podría ser el aseguramiento de la mercancía afecta, y; 3) Atento al principio de
inmediatez, el acta de muestreo necesariamente debe levantarse en el momento en que se
presente la mercancía para el reconocimiento aduanero y ante quien la presente.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEXTO CIRCUITO.

Revisión fiscal 61/2008. Administrador Local Jurídico de Puebla Sur y otras. 23 de abril de 2008.
Unanimidad de votos

Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 169762, Tribunales Colegiados de Circuito; Novena Época. Tesis: VI.1o.A.253 A
ACTA DE MUESTREO. LA LEVANTADA CON MOTIVO DEL RECONOCIMIENTO ADUANERO O
SEGUNDO RECONOCIMIENTO, TRATÁNDOSE DE MERCANCÍAS DE DIFÍCIL IDENTIFICACIÓN, NO
DEBE NOTIFICARSE AL IMPORTADOR Y EXPORTADOR, ADEMÁS DE AL REPRESENTANTE
ADUANAL, EN TÉRMINOS DEL ÚLTIMO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 41 DE LA LEY ADUANERA, AL
CONSTITUIR UNA FASE DEL DESPACHO ADUANERO Y NO DEL PROCEDIMIENTO QUE SE ENTABLE
CON POSTERIORIDAD A ÉSTE.

De conformidad con el artículo 35 de la citada ley, el despacho aduanero es el conjunto de actos y


formalidades relativos a la entrada de mercancías al territorio nacional y a su salida del mismo, que
de acuerdo con los diferentes tráficos y regímenes aduaneros establecidos en el citado
ordenamiento, deben realizar en la aduana las autoridades correspondientes y los consignatarios,
destinatarios, propietarios, poseedores o tenedores en las importaciones y los remitentes en las
exportaciones, así como los agentes o apoderados aduanales. Por su parte, el procedimiento en la
materia, se inicia por la autoridad en ejercicio de las atribuciones que dicha ley le confiere, con el
fin de comprobar el cumplimiento de las obligaciones fiscales que conllevan la realización de la
importación y exportación de mercancías. De lo anterior se sigue que el despacho aduanero y el
procedimiento aduanero que en su caso se entable posteriormente, son actos jurídicos diferentes,
pues mientras que el primero se constituye por los actos llevados a cabo por la autoridad y los
particulares interesados relacionados con la entrada y salida de mercancías del territorio nacional;
el segundo, se lleva a cabo cuando con motivo del reconocimiento aduanero, del segundo
reconocimiento, de la verificación de mercancías en transporte, de la revisión de los documentos
presentados durante el despacho o del ejercicio de las facultades de comprobación, se encuentren
irregularidades que trasciendan al incumplimiento de la norma jurídica correspondiente. En esa
medida, si bien de conformidad con lo establecido en el último párrafo del artículo 41 de la Ley
Aduanera, "... las autoridades aduaneras notificarán a los importadores y exportadores, además de
al representante a que se refiere este artículo, de cualquier procedimiento que se inicie con
posterioridad al despacho aduanero.", el citado precepto legal no establece como requisito formal
el que la autoridad aduanera notifique al importador o exportador, además de al representante
aduanal, el acta de muestreo, lo anterior obedece a tres razones fundamentales, a saber: 1) Dicha
acta no forma parte del procedimiento que en su caso inicia con posterioridad al despacho
aduanero, sino que es una fase integrante de este último; 2) El acta de mérito no constituye un
acto de molestia, al no plasmarse en ella la existencia de alguna irregularidad derivada del
despacho aduanero, ni lleva implícito un acto de molestia del que deba conocer el importador o
exportador, como podría ser el aseguramiento de la mercancía afecta, y; 3) Atento al principio de
inmediatez, el acta de muestreo necesariamente debe levantarse en el momento en que se
presente la mercancía para el reconocimiento aduanero y ante quien la presente.

Registro digital: 171867; Tribunales Colegiados de Circuito; Tesis: IV.2o.A.203 A, Tomo XXVI, Agosto
de 2007, página 1537

Tipo: Aislada

AGENTES ADUANALES. COMO REPRESENTANTES DEL IMPORTADOR LES CORRESPONDE ATENDER


LAS NOTIFICACIONES DERIVADAS DE OBSERVACIONES POR EL INCUMPLIMIENTO U OMISIÓN DE
LAS FORMALIDADES RELATIVAS AL DESPACHO ADUANERO DE MERCANCÍAS O DEL ACTA
LEVANTADA CON MOTIVO DE LAS IRREGULARIDADES DETECTADAS EN ÉL, YA QUE CUALQUIER
ERROR O VICIO QUE EN TAL ASPECTO SE ADVIERTA ÚNICAMENTE REPERCUTE EN EL ÁMBITO DE
SU ACTUACIÓN, SIN AFECTAR LOS INTERESES DE AQUÉL.

El despacho aduanero es el marco de referencia dentro del cual se ubican los diversos trámites
tanto fácticos como legales y técnicos que deben realizarse para la entrada de las mercancías al
territorio nacional, entre los cuales se encuentra el pedimento, el reconocimiento aduanero, el
segundo reconocimiento, la verificación de mercancías en transporte, la toma de muestras y su
análisis por la autoridad aduanera competente, así como el desahogo de las diferencias legales o
fácticas que surjan entre la autoridad aduanera y el importador o sus representantes. Ahora bien,
si por una parte, conforme al artículo 46 de la Ley Aduanera, de la revisión de documentos
presentados para el despacho de las mercancías, la autoridad se percata de alguna irregularidad,
debe asentarla en escrito o acta circunstanciada, conforme al procedimiento que corresponda de
acuerdo con los preceptos 150 a 153 de la referida ley, en los que deben constar los hechos u
omisiones observados por la autoridad y las irregularidades apreciadas y, por otra, en términos del
numeral 41 de la citada ley, la representación otorgada a los agentes aduanales para actuar en
nombre del importador se limita a la realización ante las autoridades aduanales, de los trámites
administrativos y de aquellos relacionados con el desahogo de las diferencias legales o fácticas que
surjan entre la autoridad y el importador o su representante, relativos a la entrada de mercancías
al territorio nacional; luego, las notificaciones que se refieran a observaciones por el
incumplimiento u omisión de las formalidades relativas al despacho aduanero de mercancías o del
acta levantada con motivo de alguna irregularidad detectada en el reconocimiento aduanero en el
caso de mercancías que no son de difícil identificación, deberán entenderse con el agente aduanal,
en tanto que cualquier error o vicio que en tal aspecto se advierta únicamente repercute en el
ámbito de su actuación y representación dentro del aludido despacho, sin afectar los intereses del
importador, y atendiendo al párrafo final del dispositivo legal citado en último término, las
autoridades aduaneras únicamente tienen obligación de notificar a los importadores y
exportadores, además de a su representante -agente aduanal-, de cualquier procedimiento que se
inicie con posterioridad al despacho aduanero de manera independiente y autónoma, pues en tal
caso ya no existe la representación legal del agente y sí una responsabilidad solidaria en su actuar.

Registro digital: 179136; Segunda Sala; Novena Época. Tesis: 2a./J. 27/2005. Tomo XXI, Marzo de
2005, página 227. Jurisprudencia

AGENTES ADUANALES. EL ANÁLISIS QUÍMICO O DE LABORATORIO REQUERIDO PARA QUE NO SE


ACTUALICE LA RESPONSABILIDAD SOLIDARIA POR FALSEDAD O INEXACTITUD DE DATOS, SÓLO ES
EXIGIBLE CUANDO SE TRATE DE LA MERCANCÍA ESPECIFICADA POR LA SECRETARÍA DE HACIENDA Y
CRÉDITO PÚBLICO, MEDIANTE REGLAS, EN TÉRMINOS DE LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 54 DE LA
LEY ADUANERA.

Este numeral dispone que el agente aduanal no será responsable solidario por el pago de las
diferencias de contribuciones, cuotas compensatorias, multas y recargos que se determinen, así
como por el incumplimiento de regulaciones y restricciones no arancelarias, si éstos provienen de
la inexactitud o falsedad de los datos y documentos que el contribuyente le hubiera
proporcionado, siempre que dicho agente no hubiera podido conocer las mencionadas
irregularidades "por no ser apreciable a la vista y por requerir para su identificación de análisis
químico, o de análisis de laboratorio tratándose de las mercancías que mediante reglas establezca
la Secretaría". De su interpretación literal se obtiene que la práctica de los referidos análisis, para
que al agente aduanal no le resulte responsabilidad solidaria, sólo es necesaria cuando se trate de
las mercancías especificadas mediante reglas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público,
mientras que tratándose de cualesquiera otras mercancías, bastará que se demuestre que la
inexactitud o falsedad no sea apreciable a la vista. Cabe precisar que si bien la conjunción
copulativa "y" denota que los requisitos en comento se encuentran vinculados, ello no implica que
indefectiblemente deban satisfacerse ambos, ya que la exigencia de que se realicen los
mencionados análisis se encuentra limitada a las mercancías incluidas en las reglas referidas.

Contradicción de tesis 136/2004-SS. Tesis de jurisprudencia 27/2005. Aprobada por la Segunda


Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del dieciocho de febrero de dos mil cinco.

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