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yParejas

sexualidades
MEMORIAS DE LA JORNADA DE ALTSEXPA
TOMO I

Mg. José Manuel González Rodríguez


COMPILADOR / EDITOR
GONZÁLEZ, Rodríguez José Manuel
Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTESEXPA. Tomo I. José Manuel Gon-
zález Rodríguez, compilador. Editor.
1ra. Edición. Colombia: SantaBárbara editores SA.
154 páginas.: il.:20 cm.
Incluye bibliografía e indicie
ISBN 978-628-7502-52-9

Ensayo. Medicina. Terapia sexual y de pareja.


Ciencias médicas. Medicina psicosomática.

Parejas y sexualidades
Memorias de la jornada de ALTSEXPA
Tomo I
© SantaBárbara Editores, 2022
© José Manuel González Rodríguez, editor/compilador, 2008/2022

Primera edición, 2022

José Manuel González Rodríguez


e-mail: terapia.gonzalez@outlook.es

Alfonso Avila Pérez, editor literario.


Alejandra Herrera, coordinador editorial
Camilo Ávila Bustos, diseño
Carlos Merchán Céspedes, maquetación

SantaBárbara Editores E.U.


Carrera 65 No.84/25, Oficina
Móviles (035) (57+) 3107226137 - 3004679741
e-mail: santabarbaraediciones@gmail.com
www.santabarbaraeditores.com
Barranquilla, Atlántico, Colombia

Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, dis-
tribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización
de los titulares de la propiedad intelectual. Queda hecho el depósito que previene la ley.

Impreso en Colombia.
Autores

Steffi Yaneth Bolívar Siado. Psicóloga. Magister en Sexualidad y Relacio-


nes Contemporáneas. Coautora de artículos entorno a la satisfacción marital.
Con varios años de experiencia en diseño y ejecución de programas psicoedu-
cativos en entidades de educación superior. Así mismo a liderado proyectos de
impacto social con entidades gubernamentales y no gubernamentales. Ejerce
la evaluación y atención psicológica en jóvenes, adultos y parejas.

Marcelo R. Ceberio. Psicólogo con tres doctorados, por las Universidades de


Barcelona (UB), Kennedy (UK) y Buenos Aires (UBA). Master en Terapia
Familiar (Universidad Autónoma de Barcelona). Máster en Psicoinmunoen-
docrinología (Universidad Favaloro). Posdoctorado en Psicología, en metodo-
logía de investigación de revisión. Se entrenó en el modelo sistémico en el MRI
(Mental Research Institute) de Palo Alto (USA), del que fue profesor e inves-
tigador en el Minuchin For the family en Nueva York y en la Escuela de Te-
rapia familiar de Barcelona. Director académico e investigación de la ESA (Es-
cuela Sistémica Argentina), dirige el Doctorado de la Universidad de Flores y
el LINCS (Laboratorio de investigación en Neurociencias y Ciencias sociales).
Es profesor titular e invitado en diversas Universidades e institutos de Terapia
familiar de Argentina, Latinoamérica, Europa y Estados Unidos. Es autor de
numerosos artículos de divulgación y científicos y alrededor de 50 libros.

Gisell Karina De La Rosa Gutiérrez. Psicóloga. Especialista en Psicotera-


pia infantil. Magister en Sexualidad y Relaciones Contemporáneas. Experien-
cia en atención psicoterapéutica en niños, adolescentes y adultos. Docente uni-
versitaria.

José Manuel González. Psicólogo con varios estudios de postgrado. Cerca


de 40 años de experiencia en terapia de pareja, terapia sexual y terapia de las
adicciones. Autor de más 25 libros y múltiples artículos en revistas especiali-
zadas. Exdirector ejecutivo de la División de Psicología de la Sexualidad en
COLPSIC, Expresidente de la Sociedad Colombiana de Sexología. Expresi-
dente de la Asociación Bolivariana de Educación, Consejería y Terapia Sexual,
Ex director de la especialización en sexualidad y ex director del grupo de in-
vestigación en sexualidad de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla.
Premio Nacional de Psicología 2002 en Colombia.

Galo Guerra Vargas. Psicólogo y sexólogo, con diversos postgrados. Más de


20 años como psicoterapeuta. Autor de múltiples capítulos de l ibro y artículos
científicos, así como panelista y columnista en diversos medios de comunica-
ción. Fundador y director del Instituto Conductual de Costa Rica. Miembro
de ALAMOC y AEPC. Conferencista y capacitador, tanto a nivel nacional
como internacional.

Juan José Moles Álvarez. Psicólogo con Maestría en Terapia de la Conducta,


Doctor en Psicología Clínica, estudios de Postgrado en Sexología. Presidente
de ALAMOC (Asociación Latinoamericana de Análisis y Modificación del
Comportamiento) para el periodo 1999 al 2003. Director del CIPPSV (Centro
de Investigación Psiquiátrica, Psicológica y Sexológica de Venezuela) en el
período comprendido entre 1998 al 2020. Miembro fundador y actual vicepre-
sidente de ALTSEXPA. Presidente de INVETCCO (Instituto Venezolano de
Terapeutas Cognitivo-Conductuales). Autor de varios libros de Psicología Clí-
nica y numerosos artículos y conferencias en Congresos Nacionales e Interna-
cionales. Profesor Universitario desde 1980 ha dictado cátedra en diversas uni-
versidades y Centros de Postgrado. Especialista en Terapia de Pareja.

Johanna Moreno Villanueva. Psicóloga, Especialista en Psicoterapia,


Magister en Sexualidad y relaciones contemporáneas. Docente tiempo
completo e investigadora de la Universidad de la Costa - CUC.

Claudia Reyes Cervantes. Psicóloga. Especialista en Psicoterapia infantil.


Magister en Sexualidad y Relaciones Contemporáneas. Con más de 6 años de
experiencia en atención psicoterapéutica en niños y adolescentes. Docente tiem-
po completo e investigadora en la línea de investigación evolutiva y psicopatolo-
gía de la Universidad de la Costa - CUC.

Laura Esperanza Rodríguez Gutiérrez. Psicóloga. Especialista en Psicote-


rapia infantil y en Neuropsicopedagogía. Magister en Sexualidad y Relaciones
Contemporáneas. 20 años de experiencia en el campo de la educación primaria y

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secundaria en el sector oficial y privado en el departamento del Magdalena y del
Atlántico; contribuyendo en la elaboración de planes dirigidos al tratamiento de
las dificultades de aprendizaje, orientación escolar a través de procesos a nivel
familiar y social en niños, niñas y adolescentes. Vinculación en programas de
atención a personal vulnerable relacionada con el conflicto armado en el depar-
tamento del Magdalena en el año 2005 al 2008.

Oswaldo M. Rodrigues Jr. Psicólogo y psicoterapeuta sexual desde 1984,


Universidad São Marcos (São Paulo, Brasil). Maestría en Psicología Social por
la PUC/SP. director y Psicoterapeuta del Instituto Paulista de Sexualidade
desde 1996. Secretario General y Tesorero de la World Association for Sexual
Health (2001-2005). Secretario General de ALAMOC - Asociación Latinoame-
ricana de Análisis y Modificación del Comportamiento y terapia Cognitivo-
Conductual (2021-2023). Autor de 68 libros en portugués y 19 libros en espa-
ñol.

Fernando Serrano-Rueda. Médico. Especialista en Cirugía General y Urolo-


gía.Maestría en Orientación Sexológica. Experto en Neurociencias de la Uni-
versidad de Salamanca. Diplomado en Terapia de Pareja en enfoque estructural
y sistémico de la Universidad UNAD FLORIDA en los Estados Unidos. Profe-
sor Universitario, Coordinador Académico de los Programas Avanzados Uni-
versitarios: Sexualidad Humana, Terapia de Pareja y Neurociencias de la Uni-
versidad Carabobo, Venezuela a través del convenio interinstitucional con
FUNDACELAC y ESLAMSEX. Presidente y director Académico de la Escue-
la Latinoamericana de Medicina Sexual y Sexualidad Humana, ESLAMSEX,
Venezuela.

Jorge Solari Canaval. Psicólogo, Pontificia Universidad Católica del Perú,


Doctor en psicología y terapeuta familiar y de pareja especializado en proble-
mas de sexualidad, violencia, niños, adicciones y trastornos mentales, con 35
años de labor profesional en el área clínica y forense. Magíster en Docencia
Universitaria, Perito Certificado de Parte, Conciliador Extrajudicial y Conci-
liador Especializado de Familia. Fundador del 1º servicio de terapia familiar
(Departamento de la Familia y Sistemas Humanos, Hospital “Hermilio Valdi-
zán” HHV - MINSA, en Lima) y del 1º Programa de Tratamiento y Rehabilita-
ción para Mujeres Drogodependientes del país (PMDD-HHV). Fundador y
secretario de la Asociación Latinoamericana de Terapia Sexual y de Pareja –
ALTSEXPA, Gerente General de Tierra de Parejas y psicoterapeuta de EAP

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 5


Latina Corporation/EAS Chile. Catedrático en diferentes universidades del
norte del país y docente del Diplomado en Terapia de Parejas de Eslamsex - Uni-
versidad de Carabobo y UNAD Florida. Ex Decano del Colegio de Psicólogos
del Perú – Consejo Directivo VII, La Libertad Gestión 2016-2018 y Creador y
fundador del 1º Centro Regional de Peritaje Psicológico del Colegio de Psicólo-
gos del Perú – CERPSICO La Libertad. Creador, guionista y conductor del 1º
Programa Psicológico especializado en temas de pareja, sexualidad, adicciones
y violencia del norte del país “Adán y Eva” por televisión de cable entre 2013 y
2014, conferencista y escritor de diversos artículos y libros.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 6


Contenido

Asociación Latinoamericana de Terapia Sexual y de Pareja


ALTSEXPA 9

Telesexoterapia y Teleterapia de pareja 13


José Manuel González Rodríguez

Los errores más comunes al elegir pareja y las claves para evitarlos 21
Jorge Solari Canaval

Predictibilidad funcional en la relación de pareja 69


Juan Jose Moles Álvarez

Anexo

Índice de predictibilidad funcional de pareja 79


Juan José Moles Álvarez, PhD

Satisfacción marital durante la pandemia por COVID-19 89


Steffi Bolívar, Gisell de la Rosa,
José Manuel González,
Johanna Moreno,
Claudia Reyes,
Laura Rodríguez

Rol de la oxitocina y vasopresina en la neuroquímica del amor


y el apego 96
Fernando J. Serrano R.

Las expresiones contemporáneas de la sexualidad adolescentes:


redes sociales, sexting y autoestima corporal 104
Gisell De la Rosa Gutiérrez
Claudia Reyes Cervantes

Comportamientos sexuales alternativos y cogniciones


actuaciones del psicoterapeuta 119
Oswaldo M. Rodrigues Jr.

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Incorporación de las Parafilias en el Tratamiento de la Pareja 132
Galo Guerra-Vargas

Desarrollo y validación de una medida Global de la Satisfacción


con la Comunicación en la pareja - MGCOM 143
José Manuel González Rodríguez

Evaluación de la Satisfacción con la comunicación en su vida


de pareja 149

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 8


Asociación Latinoamericana
de Terapia Sexual y de Pareja
ALTSEXPA

Reseña histórica
En septiembre de 2010, José Manuel González organizó el Primer Con-
greso Iberoamericano de Terapia Sexual y de Pareja en la ciudad de
Bogotá. Como conferencistas extranjeros latinoamericanos fueron in-
vitados Luis Oswaldo Pérez de Perú y Oswaldo M. Rodrígues Jr. de
Brasil. En las múltiples reuniones que se realizaron en ese evento cien-
tífico surgió la idea de continuar con estos encuentros en distintos paí-
ses latinoamericanos y organizar una asociación que aglutinara a los
expertos en el área.

Luis Oswaldo Pérez asumió el compromiso y a continuación organizó


varios congresos en el Perú, iniciando con uno en Chiclayo. Luego se
realizaron varios eventos en otras ciudades que facilitaron el intercam-
bio entre los profesionales del área.

El 8 de octubre de 2016, durante el congreso sobre terapia sexual y de


pareja organizado en la ciudad de Trujillo, se firmó el acta de funda-
ción de la Asociación Latinoamericana de Terapia Sexual y de Pareja -
ALTSEXPA. La primera junta directiva quedo conformada por Luis
Oswaldo Pérez como presidente, Juan José Moles como vicepresidente,
Jorge Solari como secretario, Adela Salmavides como tesorera, y como
vocales se nombró a Marcelo R. Ceberio y a José Manuel González.

En noviembre de 2017 se reunió el V Congreso Internacional de Tera-


pia Sexual y de pareja, otra vez en Chiclayo, y Oswaldo M. Rodrigues
Jr. asumió la responsabilidad de publicar el libro “Sexualidad y Pareja”
(2018) que contiene 30 capítulos con los contenidos de dicho evento
científico.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 9


2014 - Reunión preliminar a la fundación de ALTSEXPA en Lima. Jorge Mesta, Juan Luis
Álvarez Gayou, Ezequiel López Peralta, Julio Obst, José Manuel González y Luis Oswaldo Pé-
rez

2016 - Reunión preliminar a la fundación de ALTSEXPA en Lima. Juan José Moles, Carla
Zeglio, Oswaldo M. Rodríguez Jr., Elvira Cañas, José Manuel González y Jorge Mesta.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 10


En 2021, José Manuel González asumió la responsabilidad de organi-
zar en septiembre la Primera Jornada de la Asociación Latinoameri-
cana de Terapia Sexual y de Pareja y la tercera Jornada Caribeña de
Psicología de la Sexualidad, en colaboración con la Universidad de la
Costa y la Fundación José Manuel González.

Esta publicación es una integración de las principales conferencias rea-


lizadas en este evento científico online.

Mg. José Manuel González Rodríguez


Presidente Comité Organizador
1° Jornada Científica de la Asociación Latinoamericana de Terapia Sexual y de Pareja
3° Jornada de Caribeña de Psicología de la sexualidad

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 11


Telesexoterapia y
Teleterapia de pareja

José Manuel González Rodríguez

Tal vez la primera experiencia práctica de la teleterapia se dio en 1887,


cuando la Revista The Lancet publicó un artículo sobre el uso del telé-
fono para reducir las visitas personales al consultorio de los médicos.

La terapia a distancia por correspondencia se remonta a los tiempos


del fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud, quien trató a algunos
de sus pacientes por este medio, por ejemplo, en el caso del pequeño
Hans, un niño con fobia a los caballos, dado a conocer 1909.

De la Torre y Pardo (2019) presentan una línea del tiempo que resalta
varios hechos importantes a partir de 1960, cuando Wi son, Affleck y
Johnson utilizaron la videoconferencia como instrumento terapéutico.
Luego, en 1980, la American Psychological Association crea la “Divi-
sión de Medios y Tecnología”. En 1997 se usó por primera vez el termino
Telepsicologia, para referirse a prácticas mediadas por el computador
o teléfonos, en un artículo de la Revista PsycInfo de la APA. En 1998 se
inicia la publicación de las revistas “Cyberpsychology” y “Behavior and
Social Networking”. En el 2001 aparecen las primeras investigaciones
sobre tratamientos psicológicos online. Para esa época, había por lo
menos 200 sitios web ofreciendo terapia online y orientación psicoló-
gica. Los usuarios tenían acceso a psicólogos, consejeros, trabajadores
sociales, clínicos y otros tipos de terapeutas a través de estos sitios.

Según Arafat (2019) el verdadero pionero de la terapia online, tal como


la conocemos hoy en día, es David Sommers, PhD, quien comenzó a
ofrecer tratamiento psicológico a través de Internet en la década de
1990.

Con el distanciamiento social, por la pandemia del Covid-19, y el desa-


rrollo tecnológico contemporáneo, muchos profesionales de la

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 13


psicología y las ciencias de la salud mental están desarrollando sus ac-
tividades terapéuticas a través de medios remotos. En el área de la se-
xoterapia y la terapia de pareja, son muchos los profesionales que desa-
rrollan actualmente sus procesos terapéuticos online.

Desde la perspectiva de la eficacia terapéutica, Skinner y Latchford


(2006) realizaron un estudio donde compararon pacientes que realiza-
ban terapia presencial con aquellos que lo hacían mediante terapia on-
line y no encontraron diferencias significativas entre los resultados ob-
tenidos en ambos grupos. Cabas-Hoyos (2020) realizó una revisión
para evaluar la efectividad de la telepsicología mediante video confe-
rencia, teléfono e internet en el área clínica y de la salud para el trata-
miento de trastornos mentales en los últimos diez años. Encontró que
existe una base de evidencia con rápido crecimiento en esta área y, en
términos generales, todos los estudios confirmaron no sólo la alta efec-
tividad de estas modalidades de intervención, sino la viabilidad y con-
fiabilidad de estas en el área clínica y de la salud.

Gentry , Lapid, Clark & Rummans (2018), realizaron una revisión


donde encontraron que las intervenciones terapéuticas mediante las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) eran efectivas,
tanto a nivel grupal como a nivel individual.

Dado que las TICs están evolucionando a niveles aún insospechados,


algunos sostienen que la atención en salud en el futuro se desarrollará
habitualmente en casa, mediada por tecnologías y con prestadores de
salud que estarán en cualquier punto del mundo (Soto-Pérez & Franco-
Martín, 2018).

Las TICs, en la psicología y sexología, van mucho más allá de la inter-


relación entre 2 personas por una videoconferencia, un e-mail o la voz
a través del teléfono. Ahora es posible el trabajo en páginas web en
donde no hay interacción, o utilizando tratamientos automatizados.
Eso por ahora, y sin dejar de mencionar la información que genera el
uso de estas aplicaciones y que pueden constituirse en grandes bases
de datos (big data), que permitan predecir el comportamiento de un
colectivo (Maheu, 2003).

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La Telepsicologia se define como la prestación de servicios psicológi-
cos mediante tecnologías de la información y la comunicación. Se hace
utilizando el procesamiento de la información por medios eléctricos,
electromagnéticos, electromecánicos o electrónicos. Incluye principal-
mente dispositivos móviles, computadores personales, teléfonos, vi-
deoconferencias, email, blogs y redes sociales (American Psychological
Association, 2013). Algo similar ocurre con la Telesexoterapia y Telete-
rapia de pareja, dos nuevos conceptos en la sexología contemporánea.

Soto-Pérez, Franco, Monardes & Jiménez (2010) resaltan las ventajas de


la teleterapia: 1) Facilitar el acceso a servicios. 2) Los pacientes pueden
ser atendidos en cualquier horario. 3) Aumentar la disponibilidad de
especialistas. 4) Disminución del estigma, ya que proporciona la sen-
sación de anonimato. 5) Facilitar la adherencia, seguimiento, así como
el enganche de colectivos que desde sus primeros años desarrollan su
vida a través de estos medios (que son considerados nativos digitales).
6) Desde el punto de vista de la evaluación, las tecnologías simplifican
la tarea al eliminar algunos pasos tales como la tabulación o el análisis
de datos. 7) Alianza terapéutica es similar a la que se construye en la
terapia presencial. El servicio es más flexible, especialmente en los ho-
rarios, de forma que es posible que se presenten interacciones más fre-
cuentes fuera del del tiempo de las sesiones mediante chats y otros me-
dios electrónicos.

Desventajas de la Telesexoterapia y Teleterapia de pareja


Al igual que con la Telepsicologia, los principales problemas con los
procesos de Telesexoterapia y la Teleterapia de pareja serian:

La actitud de los terapeutas. Algunos profesionales desconfían de la po-


sibilidad de realizar estos procesos, sobre todo los profesionales de ma-
yor edad que están poco familiarizados con las TICs.

Manejo de las crisis. El no estar muchas veces en las mismas localidades,


puede interferir en la adecuada conducción de la situación durante las
crisis. Por ejemplo, en un caso en que se presenten problemas por celos
que lleven a una confrontación delicada.

La confidencialidad. El manejo de la información puede sufrir si no se


manejan adecuadamente los protocolos. Yo sugiero mantener la

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 15


información en historias clínicas en la nube. Hoy hay muchas empresas
especializadas que ofrecen este servicio, en Colombia los terapeutas
están obligados a contar con los servicios de este tipo de empresas, yo
utilizo una llamada Medifolios (h ps://medifolios.net).

Privacidad. Si el paciente y el terapeuta no tienen un espacio específico


donde estar durante la videoconferencia, por ejemplo, no tendrán la
suficiente y adecuada privacidad. Yo, por ejemplo, tengo en mi resi-
dencia un cuarto dedicado exclusivamente a la teleterapia, donde la
puerta permanece cerrada, como ocurre con mi consultorio presencial.
He observado que muchos de mis pacientes se encierran en su habita-
ción o en su vehículo para participar en las videoconferencias.

Seguridad de la información. Es importante el manejo especial de los me-


dios de comunicación y los instrumentos. Personalmente para esto yo
tengo dos teléfonos celulares (uno personal y otro exclusivamente para
las comunicaciones con los pacientes). El computador utilizado para
las terapias es uno especial al que solo yo tengo acceso. Cuando uno
de estos instrumentos es desechado o se daña, es impórtate tener en
cuenta que contienen información confidencial.

Modalidades de trabajo
Las principales modalidades son la sincrónica y la asincrónica. En la
primera el paciente y el terapeuta participan en la actividad al mismo
tiempo. Es similar a la terapia presencial tradicional. En la modalidad
asincrónica el paciente y el terapeuta no participan al mismo tiempo.
El paciente recibe la información por un medio digital (email, mensaje
WhatsApp, blog, etc.). Esta modalidad requiere un nivel básico de al-
fabetización y habilidades en el manejo de las vías de comunicación.

Plataformas de trabajo
Es conveniente utilizar plataformas/aplicaciones que sean amigables y
requieran poco entrenamiento para su utilización. Esto genera facili-
dad tanto para el paciente como para el terapeuta. Plataformas que
cuenten con tutoriales y soporte para la solución de problemas en la
comunicación. Plataformas con datos encriptados. Guardar la informa-
ción en una forma segura, preferiblemente en la nube. El paciente debe
recibir información sobre los riesgos de las plataformas de uso común.

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Teleconsulta en Colombia
De acuerdo con lo reportado en el Registro Especial de Prestadores de
Servicios de Salud -REPS1, con corte al 30 de septiembre de 2020, había
en Colombia 2.371 sedes de prestadores inscritos con un total de 9.179
servicios habilitados en la modalidad de telemedicina, ubicados en 400
municipios del país. En orden de demanda, los cinco servicios más ha-
bilitados en telemedicina son: medicina interna, psicología, nutrición y
dietética, dermatología y diagnóstico cardiovascular, respectivamente.
Para la preparación de esta ponencia, realicé una encuesta que respon-
dieron 93 profesionales en el área. Encontré que 67 (72%) atendieron a
más del 50% de sus pacientes por videoconferencia, utilizando
WhatsApp y Zoom en la mayoría de los casos.

Reglamentación legal sobre la teleterapia en Colombia


Los principales elementos al respecto son:
Ley 1090 de 2006: Código ético y deontológico del ejercicio de la psicología.
Ley 1164 de 2007: Talento humano en salud.
Ley 1221 de 2008: Teletrabajo.
Resolución 2654 de 2019: Telesalud.
Resolución 3100 de 2019: Procedimientos y condiciones prestadores de salud.
Decreto 538 de 2020: Prestación de servicios de salud.
Resolución 2654 de 2019: Telesalud

La Resolución 2654 de 2019, bastante importante y reciente, plantea:

Artículo 8. Objetivo de la Telesalud. La telesalud busca mejorar el ac-


ceso, la resolutividad, la continuidad y la calidad de la atención clínica,
impactar la salud pública y la educación para la salud, mediante el uso
de tecnologías de la información y las comunicaciones.

Artículo 9. Actividades de Telesalud. Las siguientes actividades se con-


sideran parte de la telesalud y no se habilitan: 9.1 Teleorientación en
salud; 9.2 Teleapoyo.

Parágrafo. Se le debe informar al usuario el alcance y las implicaciones de di-


chas actividades y que la información podrá ser parte de la historia

1
https://www.minsalud.gov.co/Paginas/Durante-la-pandemia-se-consolido-la-telemedicina-en-
el-pais.aspx

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Artículo 10. Teleorientación en salud. Es el conjunto de acciones que se
desarrollan a través de tecnologías de la información y comunicaciones
para proporcionar al usuario información, consejería y asesoría en los
componentes de promoción de la salud, prevención de la enfermedad,
diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y paliación. El teleorientador,
en el marco de sus competencias, debe informar al usuario el alcance
de la orientación y entregar copia o resumen de la comunicación si el
usuario lo solicita.

Artículo 11. Teleapoyo. El Teleapoyo se refiere al soporte solicitado por


un profesional de la salud a otro profesional de la salud a través de
tecnologías de la información y comunicación en el marco del relacio-
namiento entre profesionales. Es responsabilidad de quien solicita el
apoyo, la conducta que determina para el usuario. Es lo que común-
mente llamamos supervisión.

Requerimientos básicos para telepsicología en Colombia


Estos requerimientos son de obligatoriedad para los psicólogos que
trabajan el telesexoterapia o teleterapia de pareja:

-Tener tarjeta profesional que habilite el ejercicio de la psicología en Colombia


(COLPSIC a partir de 2006).
-Estar registrado en el ReTHUS.
-Basar los enfoques de tratamiento en la evidencia y la ética profesional (Ley
1090). Poseer las competencias necesarias.
-Trabajar con aplicaciones tecnológicas que puedan proteger la seguridad y la
confidencialidad de los datos personales
-Utilizar un formato de Consentimiento informado.
-Llevar una Historia clínica (Resolución 1441 de 2013).
-Cumplir con los Estándares éticos
-Tener Competencia profesional (Garantizar la competencia: formación, estu-
dios, experiencia profesional y supervisión). Competencia en la utilización del
software y en la prestación de servicios remotos.
-Conocer la forma de acceso a los servicios de emergencia en la zona del pa-
ciente, teléfonos de contacto, de urgencias, personas de apoyo en crisis al pa-
ciente, etc.

Para el Consentimiento informado es muy útil utilizar las sugerencias


de la APA (2013) al respecto, que hace énfasis entre otros aspectos a:

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 18


Aceptar utilizar la plataforma de videoconferencia seleccionada para
nuestras sesiones virtuales, y el psicólogo explicará cómo utilizarla.
Utilizar una cámara web o un teléfono inteligente durante la sesión.

Trabajar en un espacio privado y tranquilo que esté libre de distraccio-


nes (incluido el teléfono celular u otros dispositivos) durante la sesión.
Utilizar una conexión a Internet segura en lugar de una conexión Wi-
Fi pública o gratuita.

Tener un plan de respaldo (por ejemplo, un número de teléfono donde


se le pueda localizar) para reiniciar la sesión o reprogramarla, en caso
de problemas técnicos.

Un plan de seguridad que incluya al menos un contacto de emergencia


y la sala de emergencias más cercana a su ubicación, en caso de una
situación de crisis.

En resumen, estos serían los aspectos básicos para el trabajo profesio-


nal en telesexoterapia y terapia de pareja online, campos nuevos en el
horizonte de la sexología contemporánea.

Referencias

American Psychological Association (2013). Guidelines for the practice of telepsychol-


ogy. American Psychologist, 68(9), 791-800. DOI: https://doi.org/10.1037/a0035001

Arafat, A. (17 Agosto 2019). Historia de la terapia online, dudas, modalidades e in-
vestigación [Mensaje en un blog]. Armando Arafat Psicólogo online. h ps://psicolo-
goarmandoarafat.com/historia-de-la-terapia-online-dudas-modalidades-e-investiga-
cion/

Cabas-Hoyos, K. (2020). Eficacia de la Telepsicología en intervenciones del área clí-


nica y de la salud: Una revisión sistemática de la literatura. Revista Iberoamericana
de Psicología, 13 (3), 93-101. h ps://reviberopsicologia.ibero.edu.co/arti-
cle/view/rip.13306/1664

De la T orre, M. y Pardo, R. (2019). Guía para la intervención telepsicológica. Colegio


Oficial de la Psicología de Madrid. h ps://www.copmadrid.org/web/publicacio-
nes/guia-para-la-intervencion-telepsicologica

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 19


Gentry, M.T., Lapid, M.I., Clark, M.M., & Rummans, T.A. (2018). Evidence for tele-
health group-based treatment: A systematic review. Journal of Telemedicine and Tel-
ecare, 25(6), 327 - 342. DOI: 10.1177/1357633X18775855

Kingsley, A. & Henning, J. (2015). Online and Phone Therapy: Challenges and Op-
portunities. The Journal of Individual Psychology, 71(2), 185-194. Doi:
h ps://doi.org/10.1353/jip.2015.0010

Maheu, M. (2003). The online clinical practice management model. Psychotherapy:


Theory, Research, Practice, T raining, 40(1-2), 20-32. DOI:10.1037/0033-3204.40.1-
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Skinner, A. & Latchford, G. (2006), A itudes to counselling via the Internet: A com-
parison between in-person counselling clients and Internet support group users.
Counselling and Psychotherapy Research,6(3), 158-163. https://doi.org
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Soto-Pérez, F., & Franco-Martín, M. (2018). Atención psicológica y Tecnologías:


oportunidades y conflictos. Revista Iberoamericana de Psicología, 11(3), 109-120.
h ps://www.academia.edu/62017408/Atenci%C3%B3n_psi-
col%C3%B3gica_y_Tecnolog%C3%ADas_oportunidades_y_conflictos

Soto-Pérez, F., Franco, M., Monardes, C., & Jiménez, F. (2010). Internet y Psicología
Clínica: revisión de las ciber-terapias. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica,
15(1), 19-37. DOI:10.5944/rppc.vol.15.num.1.2010.4082

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 20


Los errores más comunes
al elegir pareja y las claves para evitarlos

Jorge Solari Canaval

Los ciudadanos postmodernos se han acostumbrado a considerar al


trabajo como única columna vertebral de la vida adulta, enfocando casi
todo su tiempo y energías en el desarrollo de conocimientos, estrate-
gias y habilidades en este campo. El costo ha sido dejar de lado el
mundo de la familia propia y la pareja y, por consiguiente, el entrena-
miento que desde que somos humanidad se dio de manera natural
cuando las personas crecían en familias numerosas. Ello, a su vez, ha
llevado a que las personas de hoy , necesitadas de amar y ser amadas,
no sepan casi nada sobre el mundo de la pareja a la hora de hacer su
elección, tomando decisiones con base en creencias que se han popula-
rizado a propósito del objetivo central de las sociedades de consumo,
esto es, que sus miembros vivan para trabajar y no trabajen para vivir.
Este capítulo está centrado en presentar dichas creencias y explicar el
por qué, ocho en esencia, sujetas a premisas dañinas y , por tanto, a
error, y que aseguran, desde el inicio, vidas de pareja marcadas por el
dolor, el sufrimiento y la imposibilidad de construir relaciones míni-
mamente saludables.

Frases como “ya no la soporto”, “que haga lo que quiera”, “pero si le doy de
todo, ¿de qué se queja?”, “me las va a pagar” o “eres una loca” dichas por
un hombre latinoamericano, o “eres un inmaduro”, “lo odio”, “jamás, ja-
más se lo perdonaré”, “todos son iguales, la misma m…”, o “haz lo que quie-
ras, ya no me importa”, dichas por una mujer latinoamericana, son ex-
presiones comunes y compartidas en toda América Latina cuando una
relación de pareja está complicada o en proceso de deteriorarse y rom-
perse. América Latina líder en violencia, cohabitación, feminicidios,
adicciones, embarazos adolescentes y niños de la calle, y donde ena-
morarse puede ser sinónimo asegurado, tiempo después, de separa-
ción y divorcio, y crecer en un hogar monoparental lo “normal” o más

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cotidiano. Entre las causas podemos hallar un sinfín de razones. Lo
que sí queda claro es que los latinoamericanos ya no saben mucho de
convivir y mucho menos de lo que significa elegir pareja.

El fenómeno que se halla detrás, lamentablemente, es el de la globali-


zación y los tiempos postmodernos en los que vivimos, donde las per-
sonas en promedio invierten el 90% de su tiempo en dos de las siete
áreas interpersonales inherentes a todo ser humano, trabajo y/o estu-
dios para trabajo, dejando sólo el 10% restante para dedicarlo a las
otras 5 áreas interpersonales: amistades, familia de origen, tiempo li-
bre, hijos, si es que los hay, y pareja, destinando como máximo entre
un 2 a 4% de ese tiempo a esta última área, la misma que durante las
eras anteriores había logrado ganarse el apelativo de segunda columna
vertebral de toda vida adulta, luego del trabajo. Para resumir, alrede-
dor de los 23 años una persona de clase media en promedio habrá in-
vertido alrededor de 100,000 horas cronológicas en estudios para el tra-
bajo o en entrenamiento para el trabajo, con el único objetivo de lograr
incorporarse a la población económicamente activa de su país. En
cuanto al mundo de pareja, y en el mejor de los casos, esa misma per-
sona habrá invertido como máximo alrededor de 4,000 horas, es decir,
nada, si es que queremos hablar de compromiso, respeto, amor y esta-
bilidad a lo largo del tiempo. ¿La razón? Quien no se entrena no tiene
éxito. Y a diferencia del siglo XX hasta antes de 1989, fecha de naci-
miento de la era postmoderna, donde la inversión para cada una de las
dos áreas podía ser de alrededor del 50%, hoy las personas enfrentan
niveles bajísimos de satisfacción y sumamente altos de estrés, fenóme-
nos que son la antesala de fenómenos como la infidelidad, la violencia
y el divorcio, y que a su vez son el portal para el desarrollo de enfer-
medades mentales y físicas.

La abismal diferencia de inversión de tiempo radica en el hecho de que


las personas al vivir en un entorno globalizado, y en una cultura lati-
noamericana como la nuestra, han sido y siguen siendo adoctrinados
para valorar sólo aquello que calce con los valores de hoy: acumulación
de dinero y bienes materiales, obsesión por la velocidad, dependencia
a la tecnología y transgresión como estilo de vida. Como consecuencia,
preocuparse o destinar tiempo al hecho de valorar al otro, enamorarse
y mantener una o más relaciones de pareja, ha empezado a perder

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progresivamente sentido. Y lo que antes se aprendía de manera natural
en la familia (hace un siglo una familia podía estar compuesta por 70 u
80 personas en promedio, entre bisabuelos, padres, hijos, tíos, herma-
nos, nietos y hasta bisnietos que interactuaban todo el tiempo en un
entorno de constante aprendizaje sobre la convivencia y la evolución),
al reducirse enormemente ésta en el siglo actual y no pasar de una de-
cena de familiares en promedio, todos centrados en mayor o menor
medida en ocupar su tiempo en estudios y/o trabajo, la posibilidad de
entrenarse en casa literalmente ha desaparecido, y con ella las personas
han terminado “olvidando” que ser pareja es entender que toda convi-
vencia implica interdependencia, y que hacerse pareja, es prepararse
para ello. Una definición sumamente simple de interdependencia nos
habla de una relación de dependencia recíproca entre dos o más indi-
viduos, es decir que toda relación de pareja implica una dependencia
mutua y equitativa entre los miembros de la pareja, la misma que con-
lleva negociación de normas, tareas y responsabilidades compartidas.
Y a este olvido se suma el del significado del concepto “equidad”, que
en un contexto de convivencia y evolución termina siendo casi confun-
dido con el concepto predominante del mundo de hoy cuando se habla
de derechos sociales, el de igualdad. Igualdad según la RAE, significa
“1. Conformidad de algo con otra cosa en naturaleza, forma, calidad o canti-
dad” o “2. Correspondencia y proporción que resulta de muchas partes que
uniformemente componen un todo, donde lo “uniforme” (lo que tiene o pre-
senta la misma forma) es el ingrediente sustantivo. En el contexto de la
ley, la igualdad es un principio jurídico (principio de isonomía), reco-
gido en el Art. 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(DUDH), que reconoce que todas las personas deben ser tratadas de
igual forma por la ley. El detalle pasado por alto es que las personas,
por más que pertenezcan a la llamada raza humana, o al género mas-
culino o femenino, nunca, en un contexto de convivencia, van a pensar,
sentir y actuar de “forma” igual. Y cuando los miembros de una pareja
ingresan a una relación con base en el concepto de igualdad pueden
muy rápidamente terminar atrapados en dinámicas altamente estre-
santes o frustrantes, al esperar que como “todos somos iguales” entonces
el otro, a quien amo, “no puede no pensar de manera diferente a la mía”. El
resultado, más temprano que tarde, será, en un plano individual, el de
confusión, angustia y/o frustración, y en un plano de interdepen-

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dencia, el de escaladas simétricas, tome la forma de discusión, de dis-
tancia relacional o hasta de reacciones mucho más agresivas o violen-
tas.

En la medida que toda relación de interdependencia es, en esencia,


complementaria, el concepto de igualdad es, por tanto, generador de
problemas, y el de equidad puede ser el más apropiado. Equidad sig-
nifica “1. Cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función
de sus méritos o condiciones”, o “2. Cualidad que consiste en no favorecer en
el trato a una persona perjudicando a otra”. Un ejemplo quizás demasiado
simple y hasta burdo pero gráfico de las diferencias de igualdad y equi-
dad en un contexto de convivencia puede ser el siguiente: “si María
compra en la farmacia un paquete de toallas higiénicas y parte del concepto de
igualdad para con José, su pareja, lo que tendría que hacer es comprar otro
paquete de toallas higiénicas para él”. En cambio, si María parte del con-
cepto de equidad, lo que tendría que hacer luego de comprarse el pa-
quete de toallas higiénicas para ella, es comprarle a él un paquete de
máquinas de afeitar. Pero como el concepto de equidad no pesa nada
en el mundo de hoy , las personas se eligen e ingresan a una relación
de pareja esperando que el otro sea y actúe como uno, es decir, tienden
a borrar las diferencias inevitables inherentes a toda persona, en la me-
dida que todo individuo es único e irrepetible. Los resultados de con-
ceptos que funcionan como premisas a la hora de tomar decisiones son
cada día más evidentes: quien quiere entender tiene que saber leer, esto
es, quien quiera entender a su pareja, tendría que saber leer e identifi-
car las diferencias inevitables que se presentan en el día a día, respe-
tarlas y si no puede aceptarlas, entrar a una negociación en pro de
acuerdos mínimamente válidos de convivencia para ambos. Como los
ciudadanos post modernos de hoy no saben nada de esto, ni siquiera
saben que no están preparados para leer esa realidad llamada pareja,
y nadie ve lo que no conoce, son ellos mismos los que empiezan y ter-
minan construyendo muros relacionales de confusión y angustia. ¿El
producto final? Personas que inician una relación con toda la motiva-
ción y el amor del mundo, días o semanas después inician las escaladas
y/o las distancias, y más temprano que tarde, con hijos de por medio,
terminan apostando por la separación, luego de violencia, infidelidad,
una adicción o cualquier otra razón de igual peso, para luego comenzar

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de nuevo en un ciclo sin fin de soledad, enamoramiento, frustraciones,
nuevos hijos y separación.

El camino inverso, y asociado a la salud, es entonces prepararse para


la interdependencia, es decir, para depender uno del otro, y para ello
hay que recordar que son 5 las áreas en las que todo joven tendría que
entrenarse: (1) adaptación y calibración, área relacionada a saber reco-
nocer gustos y necesidades y saber hacer lo preciso, (2) abordaje y cor-
tejo, área relacionada a saber abordar y cortejar, (3) vinculación y en-
ganche, área relacionada a saber enamorar y hacerse insustituible, (4)
evaluación y elección, área relacionada a saber elegir, y, (5) convivencia
y resolución de problemas, área relacionada a saber establecer y man-
tener una relación saludable y resolver crisis y conflictos. No obstante,
si es necesario priorizar alguna de estas áreas, inevitablemente la que
se lleva el premio “gordo” es el de evaluación y elección, pues una per-
sona puede haberse preparado de modo espectacular para la conviven-
cia, pero si elige a alguien que no está preparado también para ello, de
nada le servirá todas las horas invertidas, pues la pareja implica un
trabajo en equipo de dos. Lamentablemente, el ciudadano de hoy tiene
altísimas probabilidades de fracasar cuando parte de las premisas
postmodernas y latinoamericanas en boga y que casi se han convertido
en axiomas asociados al concepto amor.

Premisa errada 1: “La dependencia emocional es mala”.


La dependencia se define como un estado permanente en el que una
persona, por diversas razones, necesita la atención, protección o ayuda
de otra para realizar las actividades básicas de la vida diaria. La de-
pendencia emocional se define como un patrón psicológico que incluye
la necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales
parcelas de la propia vida, preocupación no realista o temor exagerado
a la separación, dificultades para tomar decisiones, dificultades para
expresar desacuerdo con los demás debido al temor a la pérdida de
apoyo o aprobación, sentimiento de incomodidad o desamparo
cuando se está solo debido a los temores exagerados de no ser capaz
de cuidar de sí mismo (Escudero, 2018), lo que llevaría a que uno de
los miembros de la pareja sienta una necesidad exagerada de recibir
atención del otro.

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Desde esta perspectiva, queda claro en el mundo de hoy que una per-
sona está, de actuar así, trastornada. No obstante, la pregunta inevita-
ble que se deriva de esta condición es ¿cuándo una persona se enamora
no enloquece? El amor es el ejemplo más común de un estado parecido
a una enfermedad mental, donde debido a la explosión neuro-química
derivada de la producción de sustancias mensajeras de diferente tipo,
entre hormonas, neurotransmisores y feromonas, afecta o altera al me-
nos las principales funciones psicológicas de todo ser humano. Con-
cretamente el "cocktail" cerebral de los enamorados está constituido
por dopamina, adrenalina y norepinefrina. La dopamina provoca eu-
foria, mientras que la adrenalina y la norepinefrina hacen que el cora-
zón lata con fuerza y nos quitan el sueño, y al mantenerse continua-
mente en el organismo, son pieza clave en la necesidad irrefrenable de
conseguir la atención, posesión o protección de la persona amada, el
temor exagerado a la separación o pérdida de la misma, las dificultades
para expresar desacuerdo debido al temor a la pérdida de apoyo o
aprobación y hasta el sentimiento de incomodidad o desamparo
cuando no se tiene asegurado el amor de ese otro, pudiendo resumirse
el enamoramiento en la necesidad exagerada de recibir atención del
otro y , por tanto, de depender emocionalmente de ese otro.

Así, a nivel del pensamiento podemos obsesionarnos rápidamente con


la imagen de la persona amada y estar pensando todo el día en ella. A
nivel de la memoria, tendemos a recordar cada experiencia vivida con
ella para tranquilizarnos si no la tenemos o para torturarnos si enfren-
tamos la posibilidad de perderla. A nivel de la percepción, podemos
incluso confundirla con otra persona o hasta creer verla en cualquier
calle, en cualquier momento. A nivel de la conciencia, buena parte de
nuestras decisiones van a estar marcadas por la necesidad de organizar
el tiempo personal en función de los tiempos de ella. La razón funcio-
nal neuro-química y psicológica de todas estas alteraciones se puede
resumir en un solo objetivo: para que una pareja pueda salir adelante,
necesita compartir tiempos con el fin de conocerse y confiar el uno en
el otro así como construir una historia en común que les permita cohe-
sión y cooperación, y con ello estar en condiciones de negociar y rene-
gociar criterios de convivencia, normas y responsabilidades asumidas
progresivamente por ambos, los mismos que sumados a la necesidad
imperiosa de tener al otro, de no perderlo, les va a permitir a cada uno,

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como individuos y como pareja, sentir que no pueden enfrentar la vida
sin el otro, fenómeno motivacional que desde siempre les ha permitido
a las parejas humanas enfrentar crisis y problemas de todo tipo con
cierto nivel de éxito para continuar unidas. Sólo así, entonces, identi-
ficando su significado básico y universal, es que se puede entender la
importancia superlativa de la dependencia emocional en ambos miem-
bros de la pareja.

En otras palabras, históricamente sin dependencia emocional ninguna


pareja ha tenido o tiene éxito. Sólo así, sintiendo que no se puede vivir
sin la pareja, es que la frase “en las buenas y en las malas” asume su
real y verdadera dimensión. Lamentablemente, vivimos en un mundo
post moderno (marcado por la globalización y el neoliberalismo) y sus
valores concomitantes, absolutamente antiéticos (amor al dinero y los
bienes materiales, obsesión por la velocidad, dependencia a la tecnolo-
gía y transgresión como estilo de vida), donde lo único que vale es vivir
para trabajar y no trabajar para vivir, es decir, convencerse y vivir con-
vencido de que lo único con sentido es casarse con el trabajo, invir-
tiendo, como lo hacen los ciudadanos de hoy , alrededor del 90% de su
tiempo en trabajo y/o estudios para el trabajo. Y ahí es cuando profe-
sionales y gurúes de la salud psicológica y mental han aportado su
“granito de arena” comunicándole a los legos e iniciados (ciudadanos
de hoy) que no deben necesitar de nadie, que necesitar de alguien es
tener baja autoestima o un complejo de inferioridad, no ser resiliente o
ser una persona insegura, o hasta tener una pobre imagen de sí mismo,
conceptos todos coherentes con el objetivo primero y final de toda so-
ciedad de consumo: producir para el consumo, esto es, casarse con el
trabajo, sobrevivir y acumular económicamente a costa de mantener
un analfabetismo invisible en temas de pareja, convivencia y familia.
¿El costo? Sufrimiento y nada más que sufrimiento en el plano perso-
nal, donde enamorarse y separarse o traer hijos al mundo y no criarlos
juntos se ha convertido prácticamente en el “deporte” más popular de
los tiempos actuales, y donde los ciudadanos no establecen ningún tipo
de relación o conexión entre el sufrimiento cotidiano y la emergencia
de enfermedades físicas, enfermedades mentales, suicidios, feminici-
dios, violencia social, adicciones o hasta corrupción en sus múltiples
aristas como las consecuencias más directas del mismo. En resumen,
depender sí es malo cuando no se ha construido un contexto de

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 27


reciprocidad, algo que es idioma extranjero para el ciudadano analfa-
beto de hoy en temas de pareja y familia. El nombre más indicado, si
se ha de hablar de dependencia negativa, entonces puede ser el de hi-
per dependencia. El reto que se deriva de una realidad como la des-
crita es un cambio de visión y una apuesta por prepararse para la con-
vivencia, para saber depender con límites y para lograr que el otro, el
elegido dependa también con límites de uno.

Premisa errada 2: “Los inicios no son importantes”.


En un mundo donde no hay tiempo más que para el trabajo y lo único
que tiene sentido es vivir obsesionados por hacer dinero del modo más
rápido, pensar en el amor es centrarse en satisfacer lo mínimo inevita-
ble, esto es, cubrir las necesidades sexuales-coitales. Es, en este con-
texto, donde salir con alguien sin compromiso alguno ni juramentos
de amor eterno, gracias a tener una “buena autoestima” y no necesitar
de nadie es lo “lógico y coherente”, más aún si lo que se quiere es obtener
placer sexual y con ello lograr algo imprescindible para el trabajo, esto
es, estabilizarse emocionalmente, pues todo acto coital o asociado al
coito genera satisfacción, bienestar y motivación para la vida, y per-
mite, a su vez, la posibilidad de enfocarse en lo verdaderamente “im-
portante”, es decir, mantenerse casado con el trabajo, hasta la próxima
vez (horas o días después) en que el deseo sexual vuelva a aparecer. El
aspecto paradójico de un estilo de vida como el señalado (aún sin to-
mar en cuenta el riesgo de las infecciones de transmisión sexual),
donde las personas, sobre todo jóvenes, se juntan esencialmente para
darse placer sexual, es que inician una relación sin darle la menor im-
portancia a la misma, es decir, se comunican mutuamente el mensaje
“tú no eres importante para mí”, o al menos, “tú eres reemplazable”. El he-
cho es que todo acto coital, más aún si se repite continuamente con la
misma persona, conecta emocionalmente a los amantes y al hacerlo ge-
nera seguridad en términos de mantener la “dosis” necesaria asegu-
rada, situación que tarde o temprano dará paso a la costumbre de con-
tar con el otro y en algún momento, pues somos “animales de costum-
bres”, a la necesidad de no poder estar sin el otro y de paso, debido a la
imposibilidad post moderna de no poder esperar, de no tolerar, a de-
sesperarnos al no tener lo que necesitamos. El resultado natural es de-
cidir elegir a ese otro como pareja, aun así, no se haya construido una
relación saludable o se sienta amor verdadero, aspectos, cualquiera de

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los dos fundamentales para hacerse equipo, es decir, para casarse.
Jorge Luis Borges, maravilloso escritor latinoamericano, nos dice al res-
pecto “uno está enamorado cuando se da cuenta de que la otra persona
es única”, pero en un mundo degradado en todos sus planos, desde el
medio ambiente hasta el amor, los ciudadanos de hoy ni siquiera ya
eligen en nombre de ello, lo hacen en nombre de su personal y particu-
lar individualismo y de sus necesidades más básicas como la sexual-
coital y la desesperación ante la soledad. Lo que se deriva de un estilo
de elección como éste es elegirse diciéndole al otro que uno no es im-
portante o esencial, lo que de por sí es una paradoja. Y las paradojas
humanas atrapan a los involucrados en dinámicas donde hagan lo que
hagan estarán mal o, al menos, no será suficiente para mantener salud,
comprensión o armonía. Para decirlo de otro modo, los inicios lo de-
terminan todo: si uno siembra papas cosechará papas, si uno siembra
un olmo cosechará un olmo. En nombre de ello, es que “no se pueden
pedir peras al olmo”, dicho muy conocido. Y si una pareja inicia una
relación diciéndose mutuamente que no valen suficientemente el uno
para el otro, predictivamente la relación ya estará condenada pues en
los inicios se define todo. Si se empieza con mentiras, las mentiras
marcarán la relación; si se empieza con distancias, las distancias acom-
pañarán la relación; si se empieza con celos, los celos serán parte insus-
tituible de la relación; si se empieza con secretos, los secretos harán
secreta la relación, no pudiendo los amantes al momento de querer ha-
cerla explícita, mantener su relación o al menos una relación mínima-
mente sana. En otras palabras, lo que está detrás es una de las reglas
universales más importante asociadas a la interacción humana: los
inicios lo determinan todo. ¿El costo? Futuro asegurado. Si es un
inicio bueno, habrá posibilidades mayores de tener un futuro bueno,
pero si es un inicio malo, las probabilidades, más allá de todo deseo,
estarán más asociadas a un futuro malo o muy malo. En resumen, no
darles importancia a los inicios es como colgarse una soga en el cuello
y jalar uno mismo de ella. No se trata, por supuesto, de irse al otro
extremo, y apostar todas las fichas a un solo ganador, pero lo que sí es
supremamente importante es asumir el reto de ponerle todo el interés
y el amor del mundo al salir con una persona, y sumado a ello haberse
preparado para evaluar los eventos futuros de esa posible relación.
Para ello, conocer la historia familiar de la que viene el otro (pues es la
mejor bola de cristal para ver el futuro) y/o exponerla al menos a una

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crisis controlada o a alguna situación de adversidad como estrategias
de evaluación con el fin de ver la reacción, es decir, la forma de respon-
der del otro ante situaciones difíciles o complicadas, en especial, antes
de “enamorarse” o de elegir al otro, se hace imprescindible.

Premisa errada 3: “Amar es aceptar al otro como es”.


Cuando una persona elige a otra en el mundo de hoy , obsesionada por
la consigna de hacerlo todo rápido, es decir, sin conocerla (para tener
una idea mínima habría que compartir entre 15 a 20 horas semanales
juntos, durante unos 8 a 10 meses al menos), la elige en un proceso de
“luna de miel”, esto es, en la etapa “rosa” de toda relación, la misma
que puede durar entre unos días y unos 4 a 6 meses en promedio. No
obstante, una “luna de miel” no nos muestra de “cuerpo entero”. Desde
el otro, ese otro hace hasta lo imposible por hacerse insustituible para
uno, engriendo, cediendo, pasando por alto insatisfacciones, tole-
rando, etc. Desde uno, ese uno se las arregla para ver lo que necesita
ver, o escucha lo que necesita escuchar. Y así entre una dinámica de
ciegos y sordomudos y una de fuerzas y esfuerzos, de sacar fuerzas de
flaquezas, los amantes enloquecidos se juntan esperando que el otro le
lea la mente, le adivine el gusto y se comporte de la manera exacta en
que uno lo espera o hasta lo ha soñado, esto es, lo acepte a uno tal como
es.

En América Latina, los inminentes amantes chatean, se hacen “salien-


tes”, se acostumbran el uno al otro y , con embarazo o sin él, deciden
convivir (con Perú y Colombia a la cabeza mundial en cohabitación).
La paradoja que se deriva de ello es que jurarse “amor eterno” espe-
rando que el otro lo acepte a uno tal como es, es como jugar a la “ruleta
rusa” esperando que el revólver no tenga balas. En última instancia,
la mejor posibilidad de aceptar al otro tal como es implicaría que uno
de los dos se anule como persona para pasar a pensar, sentir y actuar
tal como el otro lo espera o necesita, renunciando decididamente a
cualquier acto de autonomía o diferencia en nombre de no querer per-
der a la pareja. Lamentablemente, esa ruta tiene nombre conocido y se
puede reconocer como delirio, psicosis o esquizofrenia. En otras pala-
bras, establecer o estar en capacidad de establecer una relación de pa-
reja sana no implica aceptar al otro tal como es, pero sí estar dispuesto
a adaptarse con límites a ese otro, es decir, estar preparado para perder

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en individualidad con el fin de ganar en identidad de pareja, camino
que tiene que darse desde ambos lados.

Una convivencia mínimamente exitosa implica conocerse y haberse


preparado para convivir, es decir, estar en condiciones de lograr esta-
blecer una secuencia o procedimiento de acciones con el fin de prevenir
o resolver problemas: (1) consultarse (si los miembros de la pareja real-
mente quieren vivir el uno para el otro tienen que pensar en el otro
antes de alterar cualquier acuerdo o norma de la relación y para ello
tienen que estar en condiciones de contarle lo que necesiten contar y
estar preparados para aceptar las diferencias de pensamiento), (2) dia-
logar (las diferencias de pensamiento rápidamente pueden llevar a ma-
lentendidos y a prejuicios de todo tipo, razón por la cual, toda idea
debe de explicarse hasta que a la pareja le haya quedado claro, par-
tiendo de que entender no implica aceptar, más aún si la otra parte
también tiene una buena sustentación), (3) negociar (hay que recordar
que en toda relación las partes implicadas pueden tener la razón desde
la ubicación en que sustentan su postura y ninguno estar errado. La
forma más útil de hacer que las diferencias enriquezcan una relación
es exponiéndolas a un arreglo o convenio donde ambas partes tienen
que estar dispuestas a hacer concesiones), (4) hacer acuerdos mínima-
mente satisfactorios (todo pacto exitoso tiene que ser “hijo de sus pa-
dres”, es decir, contener, en alguna medida, juicios o aspectos vitales
de la propuesta o de la forma de mirar el mundo de cada uno. Si el
acuerdo al que se llega, sea por concesión de uno de ellos, por alcanzar
un punto medio o por optar por una tercera alternativa, tiene parte de
la identidad de ambos, entonces será válido para los dos), y (5) actuar
con base en la palabra empeñada (cuando el acuerdo es válido para
ambas partes y se tiene mínima claridad sobre el respeto como eje de
toda relación saludable, lo lógico o natural es conducirse con base en
el acuerdo pactado), de modo tal que al repetirse a través de conductas
coherentes con los parámetros del acuerdo, termine convirtiéndose en
regla o norma de la relación, la misma que le permitirá a cada miembro
saber a qué atenerse en relación al acuerdo adoptado, logrando dos
cosas fundamentales, empezar a gozar de tranquilidad en el plano per-
sonal y de armonía en el plano relacional. En otras palabras, amar im-
plica adaptarse mutuamente al otro y no aceptar al otro tal como es.

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Lamentablemente, un procedimiento como éste (o círculo conyugal del
éxito) es algo invisible o inexistente para el ciudadano post moderno,
y luego de un tiempo progresivamente cada vez menor de esfuerzos
individuales para intentar retener al otro, las fuerzas se acaban, las in-
satisfacciones crecen y a cambio empieza una vivenciación constante
de dolor, pudiendo tomar diferentes rostros: desilusión, rabia o resen-
timiento en un plano personal y/o infidelidad, violencia o separación
en un plano interpersonal. En resumen, iniciar o intentar mantener
una relación esperando que la pareja acepte cada una de las expectati-
vas, deseos o necesidades personales literalmente es delirio y las con-
secuencias terminan siendo muy duras. El reto, en cambio, es disponer
de energías para perder en identidad individual y ganar en identidad
de pareja y, a partir de allí, apostar por construir una relación diferen-
ciada donde el respeto y la negociación sean los ejes de la aceptación
mutua.

Premisa errada 4: “Mi pareja tiene que ser de mi edad”.


Construir una relación de respeto y negociación implica partir de en-
tender que las diferencias son inevitables, más aún cuando los miem-
bros, en tanto ciudadanos post modernos, han aprendido que lo único
que realmente importa es el trabajo o conocimientos sobre el trabajo,
dejando a un lado la posibilidad de entrenarse en el mundo de la pa-
reja. Y la primera diferencia a reconocer es una de carácter biológico y
sin querer queriendo, de género, esto es, la fertilidad en mujeres y la
fertilidad en hombres (o “relojes biológicos”), fenómeno abismal en tér-
minos de tiempo, pues mientras la mejor etapa de toda mujer para em-
barazarse y traer hijos al mundo se da entre los 20 y 29 años (y más
específicamente entre los 21 y los 27 años), momento a partir del cual
la calidad ovulatoria de la misma empieza a decaer pues cada óvulo
mensual empieza a presentar alteraciones cromosómicas, con lo cual
toda mujer empieza a alejarse o despedirse de su decisión de embara-
zarse, teniendo en promedio alrededor de 35 años para ello, entre los
10 a 12 años de menarquía y los 45 a 47 años de menopausia (hay que
recordar, además, que entre los 30 y 35 años desaparecen alrededor del
90% de sus óvulos, quedando sólo un 3% a los 40); en el caso del varón,
al contrario de la producción de óvulos, éste puede aportar la misma
calidad y cantidad espermática hasta los 50 años más o menos, habién-
dose presentado casos en los que se han hecho padres incluso sobre los

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80 años, esto es, teniendo en promedio alrededor de 50 años a más de
fertilidad.

Los efectos psicológicos y relacionales derivados de esta realidad bio-


lógica, inevitablemente no se hacen esperar, en especial, si hablamos
del proceso evolutivo individual y de las grandes diferencias de género
entre los 20 y los 40 años, y del principio de exclusividad que marca las
relaciones en toda América Latina, el mismo que determina que si dos
personas se eligen como pareja han de cumplir con el compromiso de
mantener la exclusividad de la relación con el otro, llevando a que toda
mujer latinoamericana madure, en términos de compromiso de pareja
e hijos, entre 10 a 15 años más rápido que el varón promedio. En tal
sentido, una mujer de 25 años frente a un varón de la misma edad,
tarde o temprano terminará siendo, ella para él, vista como una mujer
de 40 años o más, a partir del momento en que él se queje de que ella
es posesiva, celosa y/o asfixiante, o de que ella no entiende que él tiene
padres y hermanos, o que tiene derecho a un espacio personal y a tener
amistades, o que sólo piensa en ella y no en el desarrollo profesional o
laboral de él. Mientras que él terminará siendo, para ella, visto como
un varón de 10 o 15 años, a partir del momento en que ella se queje de
que él es egoísta, inmaduro o incapaz de darle su lugar, o de que él
tiene “papitis” o “mamitis”, o sólo piensa en sus amigotes, o que además
de ser mudo, sólo piensa en él y en su desarrollo profesional o laboral,
o no la sabe respetar ni sabe de lealtad o fidelidad.

Así, en temas de pareja e hijos, una cosa es la edad cronológica y otra


la edad madurativa, y en un contexto heterosexual elegir a una pareja
de similar edad, termina siendo un suicidio relacional, al menos en tér-
minos de exclusividad. Y por ello mismo, es que se puede hablar de
que las diferencias de género marcan reglas evolutivas propias para el
varón y para la mujer. En el caso de ellas, en nombre de su periodo de
menor fertilidad, la regla aún predominante en base 2, esto es, en la
década de los 20 (pero cada vez más cuestionada por la tendencia de
la mujer profesional a centrarse en su trabajo, buscar parecerse al varón
en términos de costumbres sexuales y posponer pareja e hijos para des-
pués) tiende a ser la de enamorarse e intentar formar familia propia,
mientras que en el caso del varón, la regla en base 2 es la de explorar,
entendiendo por explorar, acciones como conocer el mundo y sus

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 33


diferentes culturas, conocer el trabajo y sus múltiples facetas, partici-
par de diferentes contextos de relax y juerga, acceder a amistades y
diferentes tipos de experiencias pero, por sobre todo, conocer vaginas
en sus múltiples variantes, al menos entre los 15 y los 35 años, razón
por la cual si un varón, en nombre de asegurarse relaciones coitales
cotidianas, decide comprometerse antes de tiempo, terminará fallando
a la regla evolutiva de explorar y consecuentemente a la propia palabra
empeñada, regla que no desaparece sino que se transforma en “lo que
no se hace antes, se hace después”, especialmente por 4 razones puntuales:
(1) una libido más alta que en otras etapas, lo que lo llevará tarde o
temprano, en especial en momentos de distanciamiento conyugal o de
embarazo no bien manejado, a mirar a otro lado y decidir conocer al-
guna otra vagina, (2) una posición profesional y/o económica en pro-
ceso, lo que inevitablemente lo obligará a seguir más centrado en temas
laborales que familiares, (3) la ausencia de experticia en el manejo del
lenguaje femenino, el de hablar con palabras, propuesta fundamental
en un mundo altamente cambiante y estresante, para prevenir y/o re-
solver problemas (hay que recordar aquí que el lenguaje masculino es
el de hablar con acciones), y, (4) la ausencia de valoración de los deta-
lles, pues en la convivencia los detalles marcan la diferencia entre un
aprendiz y un experto, aspecto fundamental para mantener una con-
vivencia armónica y el amor de la pareja.

Así, si un hombre quiere ser coherente entre lo que dice y lo que hace
(es decir, que amor, comprensión y exclusividad vayan de la mano),
los 35 años deberían ser tomados aproximadamente como punto de
partida para el matrimonio, momento en que alrededor de esa edad
todo hombre enfrenta un ligero descenso de su libido, podría ya estar
cansado de la soledad a la vez que haber acumulado experiencia sexual
y de pareja, lo que podría permitirle valorar ya una vida de pareja y/o
de familia, y con ello actuar más maduramente, asumiendo desde una
actitud de amante latino experto hasta un hombre protector capaz de
darle la estabilidad y la atención necesaria a ella, en vez de seguir
siendo un “potro salvaje” desesperado por “beber” de ese elixir llamado
relaciones coitales. De ello se deriva que, si una mujer quisiera com-
prometerse antes de los 30 años y mantener con éxito a la misma fami-
lia a su lado, no debería elegir a un varón menor de 35 años (mucho

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 34


mejor si éste ya se halla en la crisis de los 40, crisis existencial de cam-
bios radicales para todo ser humano).

En resumen, la mujer madura mucho más rápido que el varón en tér-


minos de compromiso de pareja e hijos, llevando al hecho dramático
de que mientras una mujer en base 2 puede enamorarse del cuerpo
completo de su pareja, un varón en base 2 sólo puede enamorarse de
un solo órgano de ella, en este caso, la vagina. Lamentablemente, los
ciudadanos post modernos, analfabetos en temas de pareja y familia,
se eligen llevados por sus necesidades afectivo-sexuales, sin conocerse
y en tiempos abruptamente veloces, antes que por el conocimiento de
que toda convivencia exitosa se define por la capacidad de compren-
sión de ambos miembros, creyendo que con amar y ser amados será
más que suficiente y ahí es cuando la infidelidad, la violencia y/o la
separación se terminan asegurando desde el inicio de la relación, y
cada vez más niños terminan creciendo sin uno de sus padres o siendo
criados por otros, en un círculo vicioso sin fin donde los niños peque-
ños siguen el camino de sus padres al crecer. El reto, entonces, es dis-
poner de energías para prepararse para la convivencia, complemen-
tando las experiencias de enamoramiento con propuestas psicotera-
péuticas-didácticas que les permitan a los ciudadanos de hoy estar en
condiciones de elegir saludablemente, en función de su edad y de la
etapa evolutiva en la que se encuentren y, a partir de allí, estar en con-
diciones de construir una relación marcada por la comprensión, el co-
nocimiento de sí mismo y del otro, la negociación y el respeto a los
acuerdos.

Premisa errada 5: “Con el amor, con la atracción, es más que sufi-


ciente”.
Si la idea principal es elegir saludablemente y no fallar a la palabra
empeñada, es decir, no generar sufrimiento, ni para uno ni para nadie,
dejarse llevar por las necesidades afectivo-sexuales y/o por los valores
post modernos de hoy , absolutamente antiéticos y dañinos, para ena-
morarse y/o elegir pareja, es la mejor forma de fracasar, en especial
cuando ya se viene de una historia familiar de padres o abuelos sepa-
rados o con otro tipo de problemas. El hecho es que a la hora del amor
y el enamoramiento nunca elegimos a un desconocido, siempre elegi-
mos a un familiar y no en el sentido consanguíneo, aunque a veces

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 35


sucede. Lo que pasa es que sobre los 18 años toda persona define un
perfil propio de pareja, esto es, un tipo de relación, nunca igual pero
siempre parecido, del cual ya estamos enamorados sin saberlo. Y
cuando encontramos a una persona que calza con ese perfil, la “quí-
mica” o las “mariposas” son inmediatas. Como se hace evidente, el lati-
noamericano post moderno (ya sin el contexto natural de entrena-
miento, es decir, la sabiduría familiar), acostumbrado a no darle valor
a la lectura ni a la ciencia y sí a las páginas web donde lo que se com-
parte son creencias propias del mundo de hoy) no sabe de esto, y al no
saberlo no lo ve, pues uno no ve lo que no conoce, pero ello no significa
que uno no vaya a tomar decisiones. La paradoja implicada es que lo
desconocido nunca nos atrae, es más, hasta nos asusta. Sólo nos atrae
lo que nos es “familiar”, esto es, conocido para uno. Y lo conocido para
uno inevitablemente viene de lo que uno ha aprendido a amar y a ver
todos los días, sea en modo positivo o negativo, es decir, viene de la
crianza familiar y de la historia inherente a ella, pero la historia com-
prendida en su verdadera dimensión no sólo está relacionada a esos
primeros años de vida, con los padres y/o hermanos. La verdadera his-
toria que nos puede permitir predecir o visualizar el futuro está, como
la milenaria cultura china lo señalaba ya hace unos siglos, en las histo-
rias de pareja de padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y tataratata-
rabuelos o, para decirlo de otro modo, la historia de los últimos 200 o
300 años de la familia de la que uno desciende. Así, y como lo dice el
proverbio chino (“considera el pasado y conocerás el futuro”), si venimos
de una historia de infidelidad, viviremos infidelidad en alguna buena
medida; si venimos de una historia de viudez, estaremos expuestos en
alguna buena medida a viudez; si venimos de pérdidas traumáticas,
tendremos altas probabilidades de vivir pérdidas traumáticas; si veni-
mos de una historia de balas, no podremos alejarnos totalmente de las
balas.

El fenómeno que sustenta esta visión de carácter predictivo se conoce


como historia transgeneracional familiar, es decir, historias repetidas
transgeneracional mente sólo que nunca de manera idéntica, y que se
transmite a través de la crianza, donde los padres, con lo que hacen y
con lo que dejan de hacer, con lo que alientan y lo que prohíben, con lo
que ven como bueno y lo que ven como malo, moldean las mentes de
sus hijos a imagen y semejanza de cómo las mentes de los primeros

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 36


fueron moldeadas a su vez por sus padres en un ciclo de atrás hacia
adelante sin fin. En esa línea, cuando los hijos empiezan a ganar en
autonomía, siguen caminos parecidos a los de sus padres en lo relacio-
nado a la lectura de la realidad, la toma de decisiones y la forma de
implementar esas decisiones, razón por la cual generan similares res-
puestas de sus interlocutores aún en tiempos diferentes y así subsi-
guientemente hasta crear, entre respuestas personales y respuestas del
otro, realidades parecidas.

Al desconocer que “todo está ya escrito” en alguna medida y dejarse lle-


var por el patrón familiar aprendido y asumido como parte de la iden-
tidad individual es que las personas, “ciegas” en el mundo de la pareja
y sin tiempo ni disposición a conocer a esa persona por la que se siente
atracción (en nombre de la obsesión por la velocidad, uno de los valo-
res antiéticos más importantes del mundo post moderno) pueden pa-
sarse la vida entera teniendo la “mala suerte” de pasar, cual película
repetida, una y otra vez por historias similares y terminar diciendo “to-
dos o todas son iguales”, verdad a medias y por tanto falacia, cuando la
regla fundamental es “todos o todas las que yo elijo son iguales”. Lo
cual además se puede ver avalado por las historias de los amigos más
cercanos, lo cual tampoco termina siendo una coincidencia. Como el
filósofo griego Platón lo señaló ya hace dos mil años “las aves del mismo
plumaje siempre vuelan juntas”, frase célebre generada por la contempla-
ción -pues las gaviotas solo vuelan con gaviotas, los pelícanos sólo con
pelícanos, o los piqueros sólo con piqueros-, las personas sólo se juntan
con quien se sienten atraídos o identificados y otra vez el hilo invisible
que los une es la historia transgeneracional que los termina uniendo en
términos de lectura de la realidad, estilo de conducirse, forma de reac-
cionar emocionalmente, etc. Y es entonces donde otra vez las personas
amigas tenderán a sufrir de problemas parecidos, con lo cual, autorre-
ferencialmente hablando, terminarán confirmando que “todos o to-
das” son iguales, aun así, no sepan de la historia de la que vienen, pues
una cosa es que uno no sepa y otra cosa que no haya ocurrido.

A estas alturas de la reflexión, cualquier persona podría estarse plan-


teando la siguiente paradoja: ¿si esto es tan evidente, por qué los pa-
dres no les explican a sus hijos lo vivido para que no cometan los mis-
mos errores? Para entenderlo, la metáfora de la caravana puede ser

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 37


aleccionadora. Dícese de una caravana (de carretas, autos, camiones,
etc.) conducida por el líder, el mismo que va delante encabezándola.
Ocurre que luego de un tiempo, al bordear una montaña, dicho líder
se encuentra con una piedra gigantesca en medio del camino y yendo
a velocidad, como lo estaba, no puede detenerse y choca con dicha pie-
dra accidentándose. Lo lógico, hablando de la lógica enseñada en aulas
escolares o universitarias, es avisar a los que vienen detrás. Efectiva-
mente éste lo hace y con ello evita que otros miembros de la caravana
terminen accidentándose. Actuar de otro modo hubiera sido descabe-
llado y hasta visto como maldad. Lamentablemente esa lógica, útil
para el razonamiento, se halla a años luz de la lógica evolutiva del
amor y la convivencia. Basten, para fundamentarlo, dos razones: (1) lo
rechazado socialmente (una infidelidad, una violación, un acto de in-
cesto, un atropello, una sentencia de cárcel, etc.) se tiende a convertir
en secreto, asumiendo que, con hacerlo y llevárselo a la tumba, desa-
parecerá de la vida de la persona y de sus familiares más cercanos. Si-
guiendo la metáfora de la caravana, los miembros de ésta podrían ser
los hijos y nietos del líder, y el accidente una infidelidad cometida por
éste. Lo lógico sería avisar a los hijos y nietos de dicho accidente, pero
como el líder, ese padre o abuelo, siempre está asociado, en el mundo
del amor y la convivencia, al concepto de “modelo” o “ejemplo”, es decir,
se halla en un contexto diferente, todo cambia. La regla evolutivo-rela-
cional dice “cambia el contexto, cambian los significados, los efectos, las per-
sonas, cambia todo”. Y en vez de avisar para que no les pase lo mismo,
el líder, en nombre del amor y de mantener incólume su imagen y su
identidad, lo convierte en secreto, con lo cual se asegura, sin querer
queriendo, de que varios de los miembros de la caravana terminen pa-
sando por lo mismo. Claro está, ese líder al ver a ese hijo o nieto diri-
girse al mismo problema terminará angustiándose o desesperándose,
y hasta estará decidido radicalmente a intentar evitar que ese hijo pase
por lo que uno pasó, con palabras como “no voy a permitir que tú cometas
ese error”. Pero como dice el dicho “la vaca se olvida que fue ternera”, así
el líder se ofenda y llore “lágrimas de sangre” acusando a ese hijo o nieto
de irresponsable o malvado, lo único que logrará es asegurarse de que
suceda. La regla que nos permite entender esta paradoja es la si-
guiente: “la conducta correctiva es la que provoca y/o mantiene el problema”,
es decir, lo que uno hace para evitar que suceda es lo que asegura que
ocurra de todas maneras. Un ejemplo al respecto: una persona viene

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 38


de tres fracasos de pareja, decidido en el cuarto intento a no perder a
su amada, inmediatamente ésta entra al ambiente donde el enamorado
se encuentra, éste empieza a clavar listones de madera en la puerta
para no perderla a ella, con lo cual lo único que termina generando es
el terror de ella y su desesperación por salir lo más pronto posible. En
otras palabras, la lectura de la realidad con la cual hemos sido forma-
dos, como parte del patrón relacional de la familia, es justamente lo
que nos lleva a vivir lo que conscientemente podemos no querer y/o
rechazar, o dicho de otro modo, si un hijo recorre el mismo camino que
el padre es en nombre de lo que ese padre le ha enseñado a amar y a
ver como natural, paradoja que podría resolverse con el siguiente pa-
rafraseo “lo que hace la ternera es en nombre del amor y las enseñanzas de la
vaca, aun así se dirija directamente al matadero”, y (2) el mundo de hoy
sólo acepta y/o alienta en sus ciudadanos una lectura transversal (del
aquí y ahora) de la realidad y no una lectura longitudinal o evolutiva
de la misma. El dicho “quien olvida está condenado a repetir” es un obje-
tivo fundamental para las sociedades de consumo de hoy , necesitadas
a través de sus políticos, líderes y empresarios, de lograr que las men-
tes de sus trabajadores no vean más allá de lo evidente y vivan acos-
tumbrados a consumir y consumir, pues en ello está la esencia del pa-
radigma político-económico de hoy , en nombre de lo cual lo que se
produce ya dejó de estar marcado por la calidad (si los productos que
se venden duraran, la economía de un país latinoamericano se parali-
zaría) y más bien está marcado por la estética (el cambio exitoso para
impedir que una economía deje de producir está relacionado a haber
cambiado parámetros de calidad por parámetros de “belleza”). Enton-
ces, para que haya producción la gente debe contentarse con lo “bello”
en apariencia (desde un jean roto o rasgado en buena parte de su es-
tructura hasta unas cejas perfectamente delineadas para la eternidad o
un cuerpo 90-60-90 después de pasar por el quirófano) y vivir para tra-
bajar en vez de trabajar para vivir, es decir, sin tiempo para nada y
absolutamente estresados, donde la única opción es buscar el placer
desesperadamente en las pocas horas libres de que se disponga. Así,
en el plano de las relaciones de pareja, lo único que importa es la apa-
riencia y/o el sexo, aun así, sea efímero. Por ello, en América Latina, los
cirujanos estéticos se hacen multimillonarios, y junto con ellos las em-
presas especializadas en productos de belleza, y si pensamos en lo pla-
centero, las empresas de streaming y las páginas de encuentros de cita.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 39


En resumen, la atracción y la “química del amor”, en un mundo de apa-
riencias y placer, son el mejor camino para confirmar la historia de la
que se viene o si no se conoce dicha historia el mejor camino para saber
de secretos familiares guardados bajo siete llaves, donde lo único que
importa es dejarse llevar por la apariencia y la atracción de lo aparente,
pues como dice Eduardo Galeano “vivimos en un mundo donde el funeral
importa más que el muerto, la boda más que el amor y el físico más que el
intelecto. Vivimos en la cultura del envase, que desprecia el contenido”. El
reto, entonces, si uno quiere que una relación perdure, es dejar el pa-
radigma del placer a un lado y buscar a profesionales especializados
en traicionar la historia de la que se viene y con ello cambiar el propio
futuro, esto es, atraer y sentirse atraído por otro tipo de personas o,
mejor dicho, un patrón de relación más sano.

Premisa errada 6: “La seducción no es importante”.


Si lo que se quiere es elegir a alguien que calce con uno y que la relación
perdure lo que puede durar la vida juntos, empezar a salir sin darle
importancia al proceso o centrarse esencialmente en los resultados es
el camino ideal para terminar altamente frustrado o atrapado en una
relación donde todo termine “patas arriba”. Los seres humanos, debido
a nuestras limitaciones biológicas (no caminamos por las paredes, no
podemos volar, nuestra capacidad de visión o de audición es suma-
mente baja, no leemos la mente de los demás, etc.) y a estar atrapados
en el tiempo, nos hemos desarrollado, como especie, con base en algo-
ritmos, esto es, secuencias de instrucciones que permiten un modelo
de solución para determinado tipo de problemas (o conjuntos de ins-
trucciones que realizadas en orden conducen a obtener la solución de
un problema). En otras palabras, desde siempre hemos estado defini-
dos por procesos y procedimientos conducentes a la solución de un
reto, tarea o problema, pero al entrar en un mundo post moderno, ob-
sesionado por la velocidad y altamente cambiante, donde solo hay
tiempo para el trabajo y sus específicos procedimientos, el tiempo y los
algoritmos como aspectos de logro ante un problema interpersonal
empezaron a desaparecer de las mentes de los ciudadanos en el campo
de la pareja, el amor y la convivencia. Los resultados saltan a la vista:
aumento de violencia conyugal o de pareja, aumento desmedido de
infidelidad, divorcios, feminicidios, incesto, madres solteras, abortos,
suicidios, violadores en serie, etc. La razón de fondo se halla en un

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 40


aspecto subrayado desde hace mucho por la antropología: los rituales,
los mismos que en el inicio de una relación, son fundamentales para
crear una conciencia y una dinámica de grupo. Un ritual es una cos-
tumbre o acto que se repite siempre de forma invariable y está susten-
tado en la tradición, pero también en su eficacia (hacer lo necesario
para alcanzar o lograr los objetivos deseados o propuestos) y su efecti-
vidad (hacer bien las cosas). Para decirlo de otro modo, no hay identi-
dad sin grupo y no hay grupo sin ritual. En el caso específico de la
pareja, el ritual necesita del cortejo, de la estrategia para la conquista,
necesita su tiempo y, por tanto, su proceso, y son cuatro las etapas bá-
sicas (Fisher, 2007) que toda pareja tiene que atravesar sin pausa, pero
sin prisa, es decir, sin quemar etapas:

1. Llamar la atención. Etapa centrada en despertar el deseo del otro, la


valoración del otro. Las variables en juego, en el caso de toda mujer, y
pensando en una relación heterosexual, están relacionadas a la capacidad
de comunicarse en el lenguaje filogenético del varón (el lenguaje de las
acciones) y para ello, lo esencial es el uso del cuerpo (hay que recordar, en
tal sentido, que el varón promedio, es visual antes que auditivo) en una
de dos versiones: (a) manejo de los cabellos (jugueteando a hacerse rizos
o “penetrando” los cabellos con los propios dedos de forma lenta e in-
tensa). Hay que recordar aquí que el modelo de cabello liso que para las
mujeres post modernas de hoy entra dentro del paradigma de belleza, lo
es recién desde la primera revolución industrial, donde los empresarios se
dieron cuenta de que debían “desaparecer” el cabello de sus trabajadoras
con el fin de que los trabajadores varones se olvidaran de sexo, atracción
y reproducción, y estuvieran en condiciones de concentrarse en el trabajo
con el fin de optimizar su rendimiento laboral, y con ello obtener más
producción y mejores ganancias. Esto debido a que los cabellos ondulados
o rizados (fuera por herencia o por falta de aseo) siempre estuvieron aso-
ciados a la parte inevitablemente rizada del cuerpo de una mujer, el vello
púbico con sus implicancias coitales y amatorias. Así, una adolescente
con el pelo más lacio del mundo que se permite jugar a hacerse rizos en el
cabello envía un mensaje subliminal al cerebro del varón de turno, de es-
tar “dispuesta” al vínculo amatorio, y de ahí, éste en conexión con diver-
sos sistemas como el límbico o el endocrino, desata una explosión de sus-
tancias mensajeras como la serotonina, la dopamina, la oxitocina, la adre-
nalina y la vasopresina, las mismas que son conocidas como

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 41


constituyentes de la Fórmula del Amor. Lo que pueda venir luego, inevi-
tablemente dependerá de la decisión de ambos jóvenes, y, (b) manejo de
las caderas (caminando en una línea recta invisible -o cuerda floja- pues
al hacerlo, la dama en cuestión logra un movimiento bamboleante de sus
caderas). Hay que recordar aquí que al hacerlo transmite otra vez un
mensaje subliminal al cerebro primario del varón, relacionado al movi-
miento coital y las mejores condiciones de reproducción para la descen-
dencia (ya que las caderas anchas -o cualquier parecido- biológicamente
han estado asociadas desde siempre a la posibilidad de partos naturales
exitosos y, por ende, a la posibilidad real de tener descendencia), aspecto
vital para que toda dama pueda atraer al mayor número de pretendientes
al interior de un proceso de interacción y elección de pareja, la misma que
se asocia además al hecho de la femineidad y la capacidad de seducción en
una mujer. Un tercer criterio de atención puede estar relacionado con el
manejo o exposición de los pechos, aspecto mucho más importante en paí-
ses del llamado hemisferio norte que del sur.

En el caso del varón, las variables en juego, y pensando solo en una rela-
ción heterosexual, están relacionadas a la capacidad de comunicarse en el
lenguaje filogenético de toda mujer (el lenguaje de las palabras) y para
ello, lo esencial es una de dos versiones (hay que recordar que la mujer es
auditiva antes que visual): (a) el poder de la palabra (hablar, argumentar,
persuadir y/o hacer reír), para provocar el necesario placer auditivo y con
ello transmitir la certeza a toda mujer de que él podrá ser un compañero
estable y capaz, puesto que el éxito de una pareja, en términos de convi-
vencia armónica y de resultados materiales o de cualquier índole se logran
sólo haciendo un trabajo en equipo, y para ello, comprenderse y ponerse
de acuerdo es el factor clave (y no el amor o la pasión), hecho que genera
confianza y a su vez motivación en una mujer para enfrentar juntos los
retos y crisis diversas de la vida. Así, el hombre que pueda convertir sus
palabras en “música para los oídos” de ella, desarrollará una ventaja su-
perlativa respecto de otros competidores, y, (b) el poder de los recursos
(bienes, riquezas o medios de subsistencia necesarios para llevar a cabo
una empresa), pues no hay posibilidad de construir nada sin el hecho de
ofrecer una “dote” económica que permita a la pareja empezar con “el pie
derecho”, esto es, arrancar la convivencia en los términos económicos me-
jores posibles, la misma que en nuestros tiempos no está ligada única-
mente a bienes materiales sino también a las condiciones de partida para

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 42


conseguir en equipo dichos bienes, y que pueden adquirir valor similar
cuando se asocian a fuerza, salud física y/o psicológica, belleza, populari-
dad y/o experticia (en el campo de las relaciones interpersonales, una pro-
fesión, sexo y coito, empresa, etc.), “cualidades” cualquiera de éstas que
todo varón debe de demostrar para hacerse atractivo y estar en condicio-
nes de atraer el número mayor de interesadas. Las consecuencias negati-
vas, de saltarse esta fase, inevitablemente desembocarán en relaciones
marcadas por la ausencia de respeto o valoración, pues todo lo que es gra-
tuito nunca es valorado. Dicho de otra manera, cuando dos personas que-
man esta etapa, es decir, ninguna de las dos se hace interesante para la
otra y pasan, sin soñar el uno con el otro, a un contacto directamente
corporal como el coito, cuando éste se acabe o se complique, el vínculo se
acabará o terminará complicándose de modos jamás pensados o esperados.

2. Mirada copulatoria. Etapa centrada en atraer al otro hacia uno con el


propósito de llevar a cabo una actividad o intercambio sexual, donde se
confirma la aceptación mutua (el “sí quiero”, el “ven, te espero”) y donde
la seducción dirigida se vuelve la protagonista a través de los ojos y las
miradas. Es el momento donde las dos personas involucradas proceden a
“comerse con los ojos, con la mirada”. Las variables en juego son tres: (1)
el contacto visual, dirigido a la persona elegida, y que en principio denota
interés en términos generales, pudiendo derivar en tres grandes líneas, el
contacto de reojo (que implica mirar disimuladamente dirigiendo la vista
por encima del hombro o hacia un lado y sin volver totalmente la cabeza,
generalmente a cargo de ella mientras él cómodamente la mira a discre-
ción), el contacto intermitente (basado en cruzar miradas cada cierto
tiempo, generalmente no más de tres segundos), y el contacto directo (de
hecho el más agresivo en términos sexuales, pues al mantenerse más de
tres segundos las miradas, los involucrados o al menos uno de ellos ya
puede sentirse cómodo u obligado a acercarse para iniciar el cortejo ha-
blado o de lo contrario huir); (2) el silencio, contexto fundamental para la
complicidad, para hablarse sin palabras y transmitir en secreto el deseo
hacia el otro, y que marca un contexto radicalmente diferente al del con-
tacto visual con palabras, que tiende a darse en toda interacción donde
dos o más personas están dispuestas a mostrar interés por su interlocutor.
En tal sentido, el silencio le confiere a la mirada mutua el carácter de
proximidad, de intimidad, de fantasías y de pasión, momento inicial del
flirteo o coqueteo entre los dos elegidos; y, (3) la pupila dilatada, reacción

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 43


neuro-emocional generada a raíz de la excitación sexual por el otro, por
el mirado y admirado, y que no está bajo el control consciente de uno.
Obviamente, en personas de ojos oscuros es mucho más difícil identificar
esta condición, a diferencia de personas con ojos claros donde la dilatación
de la pupila ha de ser evidente, por supuesto, luego de haber descartado
otras posibles fuentes de dilatación como el consumo de drogas estimu-
lantes o alucinógenas o la exposición continua a la oscuridad. Las conse-
cuencias negativas al saltarse esta fase inevitablemente desembocarán en
un rechazo de parte de la persona abordada, pues cuando los dos involu-
crados queman esta etapa (o al menos uno de ellos), quien no conoce la
importancia del contacto visual en los términos descritos y se aventura
suicidamente a la declaración o al contacto corporal, lo más seguro es que
provoque miedo o sorpresa en el otro, generando inevitablemente una res-
puesta negativa en el abordado y poniendo punto final a cualquier inten-
ción de acercamiento, flirteo o inicio de una relación.

3. Conocerse. Etapa centrada en obtener información del otro y a su vez


brindar información sobre uno mismo, con el fin de provocar en el otro
un estado emocional (placentero) que lo induzca a sentirse fuertemente
atraído y con ello definir una relación de pareja en los términos más sa-
tisfactorios o al menos más conocidos para los involucrados. En tal sen-
tido, se encuentran presentes variables de dos tipos: variables de orden
relacional y variables de orden evolutivo. Sobre las primeras, entre las
más importantes se hallan: (1) la proximidad (tiempo juntos para com-
partir y volver a compartir, aspecto hoy sumamente determinado por el
quehacer laboral, es decir, el tipo de profesión u oficio en el que los invo-
lucrados se encuentran y que de no coincidir en alguna medida simple-
mente les imposibilitará conocerse. Por ello es por lo que se puede afirmar
que la carrera o el tipo de labor que uno -o sus familiares o amigos más
cercanos- escoge y/o desarrolla, determina en buena medida el rango de
cobertura de elección de pareja, es decir, el espacio relacional donde una
persona va a conocer a personas y de entre ellas va a elegir a una o más
como pareja. No obstante, no hay que olvidar que las aplicaciones y/o pá-
ginas web del mundo de hoy permiten una proximidad ficticia, como es
el caso de los sitios de cita virtuales, donde millones de personas empiezan
a comunicarse con el fin de conocerse y establecer las intenciones del otro,
pero de no haber una proximidad física posible (como vivir en la misma
ciudad o a unas horas de distancia), un altísimo porcentaje termina

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 44


atrapado en vínculos marcados por la infidelidad, el sexo -físico o virtual-
o la ensoñación); (2) el atractivo físico (características anatómicas que
entran dentro del rango esperado o prototipo de belleza. Lo prototípico es
lo ideal, lo que reúne todas aquellas características soñadas y que sirve de
modelo a la hora de elegir, y para estar en condiciones de elegir lo mejor
hay que disponer de un vasto rango de opciones. No obstante, a mayor
juventud, las personas pueden terminar eligiendo en nombre de necesi-
dades urgentes como sexo, estabilidad económica o protección, factores
que no necesariamente terminan calzando con el prototipo esperado. De
ello se derivan elecciones de pareja donde las personas se involucran -en
una noche loca de copas- para satisfacer lo más inmediato, pero con un
nivel alto de insatisfacción. Si a ello se suman otras variables negativas
como tener una cosmovisión muy diferente o intereses opuestos, o ausen-
cia de tiempos para compartir o incapacidad de negociar, el resultado más
inmediato es el de que uno de los involucrados termine rápidamente sién-
dole infiel al otro en cuanto conozca a alguien que se acerca más o mejor
a su prototipo y/o terminen separándose); (3) el momento evolutivo (ne-
cesidades y/o expectativas personales compartidas por ambos, como que-
rer casarse o coincidir en una relación de amistad con derechos, pues una
cosa es jurarse “amor eterno” o soñar con un futuro juntos y otra coinci-
dir evolutivamente en necesidades similares. Hay que recordar aquí que
la mujer evoluciona, desde el principio de exclusividad que define las re-
laciones de pareja latinoamericanas, 10 o 15 años más rápido que un hom-
bre (Solari, 2019) y que cuando dos personas jóvenes de la misma edad se
juntan, pueden usar el mismo discurso de amor pero lamentablemente los
significados, autorreferencialmente hablando, que le adjudiquen a sus
propias palabras y/o la capacidad de mantener la coherencia entre lo que
se dice y se hace, tarde o temprano terminarán llevándolos por caminos
de decisión radicalmente diferentes, en especial en el campo de la fideli-
dad, de los detalles, del diálogo y/o de la formación profesional-laboral,
donde el varón inevitablemente tendrá más posibilidades de fallar que
ella. Es por ello que si una mujer, en etapa plena de formar familia y
marcada por la moda de “edades iguales”, es decir, en la década de los 20,
elige a un varón de edad similar estará sentenciando su apuesta a un fra-
caso del 99% en el plazo máximo de los siguientes 15 años o al menos a
una vida de insatisfacción plena), (4) los intereses en común (actividades
generadoras de motivación y placer, posibles de ser compartidas por los
involucrados -como deportes, películas, baile, sexo, profesión, hijos,

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 45


alimentación, religión, entre muchas otras alternativas-, las mismas que
son la base o el punto de partida para establecer rituales de pareja condu-
centes a construir una relación con sentido y que a su vez los anime a
dejar aspectos de su identidad individual para ganar en identidad de pa-
reja, sin los cuales es imposible mantener una relación a flote. Dichos
intereses deben surgir en el inicio de la relación con relativa fuerza pues
durante el transcurso de la convivencia es esperable que el desarrollo de
ambos, sea en el aspecto profesional-laboral o en el aspecto conyugal o
parental, es decir, al complejizarse las vidas de uno y otro, como por ejem-
plo cuando los hijos crecen y demandan más tiempo de uno o ambos, o
cuando el desarrollo laboral lleva a que uno o ambos asuman un mayor
nivel de compromiso y responsabilidades, los lleven a reducir espacios o
tiempos de compartir como pareja, fenómeno natural que puede distan-
ciarlos e inevitablemente llevar a la pareja a perder en tiempo de rituales
y, por tanto, de identidad de pareja), y (5) la historia transgeneracional
familiar de la que cada uno viene (pues como ya lo hemos dicho, sólo nos
atrae lo “familiar” o quien nos es “familiar”, aspecto determinado por el
patrón familiar y sus similitudes en el caso de los involucrados. No hay
que olvidar que, si una persona se siente atraída por otra, es porque esa
otra tiene de la historia de la que uno viene, y si la otra persona se siente
atraída por uno, es porque uno tiene de la historia de la que esa persona
viene, es decir, si uno viene de una historia de infidelidad habrá altas pro-
babilidades de que la otra persona venga también de una historia similar,
y de que en algún momento de su convivencia ambos pasen por una o más
experiencias del mismo tipo. O si uno viene de una historia de vidas dis-
tanciadas, habrá alta probabilidad de que el otro también venga de una
historia parecida, y aunque en los inicios nada indique o hable de distan-
cias, en algún momento las decisiones tomadas por ambos y/o sus familias
los llevarán a terminar atrapados en una vida marcada por distancias).

Sobre las variables de orden evolutivo, las hallamos con un objetivo defi-
nido, construir una historia en común, donde lo fundamental, si se quiere
una relación mínimamente sana, es hablar y actuar transparentemente
en pro de construir un vínculo marcado por la comprensión antes que por
el amor o la pasión. Lamentablemente, en un mundo obsesionado por la
velocidad y el trabajo, es decir, sin tiempo para conocerse (a sí mismo ni
al otro), entrenados únicamente en ventas y desesperados por combatir la
soledad generada en ese mismo mundo, los inminentes amantes empiezan

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 46


atrapados por la “luna de miel” inevitable, esto es, ponen “lo mejor de la
vidriera” en las primeras salidas o, para decirlo de otro modo, hacen es-
fuerzos (de vendedor de éxito) que nunca más harán en nombre de per-
suadir al otro de ser el candidato adecuado, “queman” etapas y pasan por
alto todos los “defectos” del otro con el fin de asegurar el amor de ese otro.
En este contexto, las variables que ya no están de moda, en especial gra-
cias a las aplicaciones y páginas web de hoy, pero siguen siendo funda-
mentales para el éxito, son de dos tipos y caracterizadas por la interacción
física: (1) la presentación en cualquiera de sus tres modalidades: directa
(la más audaz, pues implica acercarse a alguien para quien uno es desco-
nocido y donde las estrategias de seducción de perfil bajo o de abordaje en
equipo -con una persona amiga con la que se pueda interactuar- son fun-
damentales para no ser rechazado); mediada (la más segura y menos ex-
puesta, pues de darse, se dará en un contexto estructurado como los estu-
dios, el trabajo o algún otro contexto institucional como una iglesia, y
donde es posible conocerse sin mostrar interés sexual hacia esa otra per-
sona, pudiendo observar a ese otro sin necesidad de desesperarse); o, a
través de terceros (es decir, de amigos o familiares que presentan a los
inminentes interesados y donde la exposición es menor a una presenta-
ción directa pero que necesita de estrategias básicas como saber hablar o
hacer reír); y, (2) la invitación, que a su vez puede dividirse en dos mo-
mentos claramente diferenciados: la invitación grupal (que implica la sa-
lida de tres o más personas a alguna actividad específica, dos de las cuales
estén queriendo conocerse con fines de intercambio sexual, y que repre-
senta un contexto seguro en el cual esas dos personas pueden compartir
espacio juntos y a la vez obtener información relacionada a dinámicas
triádicas -fundamental para observar al otro en relaciones con terceros y
evaluar al menos la capacidad de autocontrol del otro en términos de fi-
delidad-); y la invitación personal, en algún tipo de espacio público (que
implica la salida de los dos candidatos en un contexto de mayor intimidad
y que es recomendable hacerlo luego de al menos una salida grupal), y
donde compartir información relacionada a la propia historia es un indi-
cador valioso de salud (hablar de la familia de origen de uno, de las parejas
que se ha tenido y de las causas de la ruptura, de los problemas enfrenta-
dos, de los hijos y la convivencia con éstos, etc.) y de transparencia, para
identificar intenciones serias o éticas. En sentido opuesto, quien no está
dispuesto a hablar de la historia de la que viene es porque no está prepa-
rado para una relación marcada por el respeto o porque no le da la

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 47


importancia necesaria a ese otro y, en tanto indicador evaluativo, lo acon-
sejable es no continuar la relación. Otra vez, y debido a los diferentes
lenguajes de género (las mujeres hablan, los hombres actúan), el varón se
halla en desventaja y de ser joven se mostrará, a pesar de las expectativas
de ella, en alguna medida, torpe (inestable, incoherente, etc.) o incapaz
(mudo, imposibilitado de entenderla, etc.), mientras ella siempre estará
más clara en lo que quiere y en lo que se debe de hacer.
Las consecuencias negativas al saltarse esta fase llevan inevitablemente a
invertir afectos y/o a comprometerse sin saber del otro y sus intenciones,
es decir, sin haber evaluado el futuro y sobre todo sin haber dispuesto del
tiempo para construir un mecanismo de dialogo para entenderse y de ne-
gociación para llegar a acuerdos. De iniciar una relación sin estas condi-
ciones básicas, lo que surgirá tarde o temprano será conflicto en cual-
quiera de sus versiones (violencia, infidelidad, incesto, etc.), enfermedad
(física o mental) o separación (de casa -divorcio o niños de la calle- o del
mundo -suicidio u homicidio).

4. Contacto corporal. Etapa centrada en asegurarse mutuamente el inte-


rés sexual, la vivencia de placer y los sentimientos de atracción, y con ello
motivarse para el compromiso, al generar la percepción de un espacio de
intimidad o cercanía que les permite a los miembros de la pareja involu-
crarse emocionalmente de forma más profunda y con ello empezar a orga-
nizar la propia vida con base en la persona elegida. Las variables en juego
son de orden evolutivo o temporal: (1) el roce de los cuerpos, propuesto
por la mujer al 99% y que representa la invitación no verbal de ella hacia
él, luego de la mirada copulatoria, para asegurar la motivación necesaria
conducente al flirteo y el intercambio sexual esperado; (2) caricias, abra-
zos y/o besos, acciones todas representativas de la aceptación y el interés
mutuo, cuyo primer objetivo es el de reducir la ansiedad y el estrés inhe-
rente a la necesidad de poseer al otro y que en segundo lugar confirman
la disposición al placer y al establecimiento de un vínculo de carácter se-
xual en el futuro más o menos inmediato; y, (3) el coito, con sus cuatro
fases, acto que busca consolidar la conexión neuro-afectiva-corporal entre
los miembros de la pareja al liberar endorfinas, la hormona de la felicidad
y a la vez confirmar el deseo muto de posesión y apareamiento, tan nece-
sario para mantener la estabilidad emocional y hallarse en las mejores
condiciones de enamorarse y mantener el amor.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 48


No obstante, la obsesión por la velocidad y la desinformación y falta de
entrenamiento con la que las personas de hoy buscan establecer vínculos
de orden sexual, ha empezado a alterar de manera también veloz e impac-
tante los tiempos de flirteo conocidos, degradando (como todo en el pla-
neta) la calidad del intercambio sexual en el mundo de la pareja. En tal
sentido, la etapa de llamar la atención, debido a la virtualización del
mundo, ha perdido enorme fuerza; la mirada copulatoria y la etapa de
conocerse se han ido reduciendo a su mínima expresión, es decir, a tiem-
pos cada vez más cortos de exposición; y la etapa de contacto corporal ha
terminado convirtiéndose en un objetivo cada vez más abrupto. Las con-
secuencias saltan a la vista: nuevos modos de amar a raíz de nuevas pro-
puestas, donde la frustración constante, el estrés, la intolerancia y las re-
laciones marcadas por la insatisfacción conducen a relaciones selladas por
niveles de menor conexión y/o mayor complejidad: (1) Vincularse sin vin-
cularse, estilo que ha dado cabida a relaciones de amigos con derecho, ami-
gos con derecho a roce, a sexo virtual, etc.; (2) Vincularse de modo per-
misivo, decisión que ha dado nacimiento al intercambio de parejas, a los
tríos, al sadomasoquismo, etc.; (3) Vincularse por momentos, decisión que
ha dado pie a relaciones a la distancia, a amores de internet, etc.; (4) Vin-
cularse en relaciones no binarias nuevas, concepción que ha dado lugar a
parejas transgénero, parejas de género fluido, etc.; (5) Renunciar a tener
pareja, concepción que ha dado lugar a hogares monoparentales, al au-
mento de somatizaciones y/o enfermedades psicosomáticas, a autosufi-
ciencia y vidas marcadas por la soltería y la soledad, a adopción de mas-
cotas como miembros de la familia, etc.; y/o, (6) Renunciar a criar hijos,
concepción que ha dado nacimiento a una visión de familia sin hijos, al
abandono masivo de hijos, a la deprivación emocional, etc.

En resumen, los procesos y procedimientos de seducción en los inicios de


la relación sí determinan la calidad de ésta, y mucho más si tomamos en
cuenta que la propuesta femenina de comunicación, es decir, la de hablar
con palabras (para entenderse mutuamente, para actuar en equipo), es la
óptima en sociedades de consumo, y donde cientos de millones de hombres
no están preparados ni por casualidad para asumir este lenguaje de un
día para otro, del mismo modo como millones de mujeres no lo están para
hablar en el lenguaje de las acciones. El reto, entonces, es disponer de
energías para aprender a hablar en el idioma del otro y entender que el
cortejo implica tiempo, tiempo para la seducción, para el flirteo, para la

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 49


ensoñación, para el conocerse a sí mismo y al otro, y especialmente para
involucrarse, como ya se ha señalado anteriormente, en propuestas psico-
terapéuticas-didácticas que contribuyan con ese aprendizaje.

Premisa errada 7: “Para el amor no importa dónde ni cuándo”.


Si lo que se quiere es que haya calidad en la relación, esto es, que la
convivencia de pareja funcione y cumpla con su principal objetivo, el
de la satisfacción, despreocuparse por dónde y cómo se inicia una re-
lación, es la forma suicida por excelencia para terminar complicados
y/o dirigirse a una ruptura.

Hablar de satisfacción, en tal sentido, es hablar del estado de bienestar


o placer que se tiene cuando se ha colmado un deseo o cubierto una
necesidad. Y si bien, dicho estado es absolutamente subjetivo, se puede
hablar hasta de cuatro criterios importantes presentes en toda persona,
con base en la historia transgeneracional de la que se viene: (1) Com-
prensión o sensación de entendimiento, fenómeno del plano cognitivo,
y que puede tomar formas como las siguientes: “me entiende”, “se preo-
cupa por mí”, “me escucha” “me ayuda a ser una mejor persona”. (2) Amor
o sensación de sentirse querido, vivencia del plano afectivo, y que
puede tomar formas como: “me demuestra cariño”, “me quiere”, “está
loco/a por mí”, “se desvive por mí”, “es capaz de matar y morir por mí”. (3)
Intimidad o sentimiento de cercanía, fenómeno del plano relacional, y
que puede tomar formas como: “me respeta”, “me apoya”, “actúa en fun-
ción de lo que necesito o le pido”, “siempre está para mí”, “está en las buenas
y en las malas conmigo”. (4) Placer sexual o sentimiento de goce carnal,
fenómeno del plano sexual-coital, y que puede tomar formas como:
“me complace”, “sabe lo que me gusta y no me gusta”, “tenemos los mejores
orgasmos del mundo”, “es un/a dios/a en la cama”.

Inevitablemente, cada persona define el grado de comprensión, afecto,


intimidad o placer sexual presente en su relación, el mismo que puede
estar definido por parámetros absolutamente sui géneris, pues no hay
puntos predefinidos ni rutas correctas en el mundo de la interacción
humana. Anthony de Mello, sacerdote jesuita y escritor, nos lo re-
cuerda en el microcuento “El mono y el pez”, cuando escribe “lo que para
uno es comida, es veneno para otro. El sol, que permite ver al águila, ciega al
búho”, a raíz de que el mono no entiende la razón del enfado del pez
cuando el mono lo único que ha hecho es salvarle la vida. El

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 50


microcuento de dos líneas nos permite imaginar a un mono en un árbol
al pie de un lago que de repente ve al pez saltando en el agua y en-
tiende, desde su experiencia de vida y sus propias limitaciones bioló-
gicas (teme al agua pues no sabe nadar), que se está ahogando. Enton-
ces, con su cola lo agarra y lo lanza a tierra, feliz por haber hecho la
buena acción del día. La moraleja autorreferencial que se deriva es
cuán fácil puede ser para un ser humano, marcado por la mejor de las
intenciones y los amores, causar daño y hasta herir de muerte a la per-
sona más amada, todo en nombre de asignarle significados específicos
a lo que ve, vive o hace con base en la experiencia de vida única e irre-
petible de la que viene.

Para construir una relación saludable, por tanto, es necesario conocerse


y ponerle el mayor interés, en los inicios, a aspectos transversales de
toda relación: el dónde, el cuándo y el cómo. Si pensamos en el dónde,
los lugares para conocer a un candidato, con el objetivo de construir
una relación estable y armónica, se hacen esenciales, pudiendo hablar
de cuatro contextos importantes y de un contexto prohibido. En rela-
ción con los mejores lugares, los estudios de posgrado ocupan el pri-
mer lugar pues es un entorno donde los participantes se encuentran y
se conocen en nombre de avanzar en conocimientos, disponen en al-
guna medida de la capacidad de visualizar futuro y hay el tiempo ne-
cesario para conocerse, observarse y evaluar de qué está hecho cada
uno. El trabajo se ubica a continuación, pues también implica un en-
torno de estabilidad y hay tiempo para conocerse, pero lamentable-
mente ocupa el primer lugar en infidelidad a la latinoamericana. En
tercer lugar, se sitúan los conocidos (familiares o amistades) de fami-
liares y amistades, siempre y cuando estos últimos sean personas esta-
bles pues como nos lo recuerda Platón “las aves del mismo plumaje siem-
pre vuelan juntas”, es decir, si la persona quiere conocer a alguien no
complicado tendrá que preocuparse porque un familiar o amistad no
complicado le presente a ese conocido. El cuarto lugar lo ocupa la
buena vecindad, es decir, personas que viven en la misma zona o ba-
rrio, que asisten al mismo gimnasio, a la misma Iglesia, al mismo con-
texto deportivo, etc., y donde aún hay la posibilidad de encontrar a
alguien mínimamente confiable con el fin de iniciar una relación. Por
último, el contexto prohibido es la calle, lugar de paso y donde nadie
puede saber del historial del otro y menos conocerlo u observarlo para

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 51


evaluar o hallar estabilidad, y como todo lugar de paso, puede repre-
sentar un espacio para el encuentro casual y el placer, pero nunca para
detenerse y enamorarse. Calle es calle, es internet, es discotecas y ba-
res. En resumen, es cualquier lugar público o abierto, físico o virtual.
Si pensamos en el cuándo, las primeras salidas también sirven como
indicadores predictivos del futuro de la pareja, pudiendo hablar de
cinco contextos, tres seguros de más a menos y dos inseguros. El pri-
mer lugar para una salida, en ese sentido, está relacionado a alimenta-
ción en un lugar público, pues los inminentes amantes estarán prote-
gidos por la gente alrededor, con las manos ocupadas para evitar el
contacto corporal inmediato y obligados a hablar y con ello seguir co-
nociéndose. En segundo lugar, se ubican las salidas a lugares públicos,
como un centro comercial, una playa conocida y frecuentada, un esta-
dio de fútbol, etc., donde la pareja en proceso estará protegida también
por la gente alrededor y obligados a seguir conociéndose, pero sin ma-
yor profundidad. El tercer lugar lo ocupa ir al cine o al teatro, pues si
bien la oscuridad del ambiente puede ya llevarlos a un nivel de mayor
intimidad, aún siguen protegidos por la gente alrededor y una activi-
dad en común. En cuarto lugar, ya de manera insegura, se ubican las
salidas a lugares aislados como el campo, playas alejadas o la casa de
uno de ellos, donde ya no haya gente alrededor, las manos pueden de-
socuparse de otros quehaceres rápidamente y hablar es optativo. El
quinto lugar, y el más inseguro, es una salida a bailar, sobre todo si es
en un lugar público y donde hay acceso a drogas y a contacto corporal
inmediato, entorno ideal para una noche “loca de copas” donde los in-
minentes amantes queman etapas y terminan involucrados rápida-
mente en actividades específicamente coitales y hasta enfrentando con-
secuencias nunca pensadas como un embarazo no deseado y/o la deci-
sión de recurrir a una intervención abortiva.

Si pensamos en el cómo, compartir tiempos y verse lo más posible es


un factor fundamental para conocerse y lograr transmitir al otro la ima-
gen de “ser único”, vivencia fundamental a lograr en el otro para ser
objeto de compromiso y elección. En tal sentido, hay dos variables bá-
sicas a tomar en cuenta, entre otras:

1. El grado y la calidad de intimidad comunicacional o capacidad de los miem-


bros de la pareja para hablar de ellos (de sus emociones, de sus expectativas,

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 52


de sus gustos y sus disgustos) con sinceridad y hallar soluciones cuando sea
indicado, y que se pueden dividir en 5 niveles, siendo los dos últimos propios
de una dinámica de intimidad, sea en el contexto de pareja o de familia: (1.1)
distancia comunicacional, caracterizada por la ausencia de diálogo, estado re-
lacional natural en un contexto como la calle pero que en una relación de pa-
reja es sinónimo de conflicto, desconexión o resentimiento, (1.2). informacio-
nes operativas, caracterizadas por la transmisión constante de información,
pero de tipo público (hablar sobre el clima, política, la noticia del día, fútbol,
etc.) o relacionada a aspectos logísticos de la relación (coordinaciones sobre
alimentación, transporte, economía familiar y deudas, etc.) y que, si bien le
permite a la pareja estar en contacto, es información superficial sobre ellos
mismos, (1.3) intercambio de ideas, caracterizado por la disposición de ambos
miembros para exponer sus ideas y posturas ante diferentes aspectos de la re-
lación, y que de no disponer de herramientas como la consulta y la negociación
es el lugar ideal para el inicio de conflictos interpersonales a raíz de las inevi-
tables diferencias de pensamiento, (1.4). expresión de emociones, caracterizado
por la disposición de ambos miembros para hablar de sus sentimientos y emo-
ciones, y donde los criterios de salud básicos son: (a) el control en la expresión
de las emociones negativas en cualquiera de sus vías, en el plano verbal al
hablar de lo que podría fastidiarles o incomodarles o de lo que los habría herido
(ejemplo: “el día de ayer, tú dijiste -tal cosa- en presencia de mis padres y eso
me dolió mucho por -tal y tal razón”), o en el plano no verbal al mostrar el
dolor vivenciado a través de lágrimas o de la expresión de los componentes
cinestésicos, paralingüísticos y proxémicos presentes en el ejemplo citado, (b)
la escucha atenta y la respuesta de comprensión de la pareja, y (c) el acuerdo,
vía negociación, de una acción reparadora o de un cambio de actitud con res-
pecto al problema planteado, y, (1.5) construcción de una historia en común,
donde el factor básico es el tiempo de interacción física o frecuencia de verse y
realizar actividades juntos, para lo cual 20 horas de 120 horas de vigilia por
semana, divididas en 4 a 5 días, durante siquiera seis a ocho meses, es un
tiempo mínimo de inversión para la pareja, interactuando ellos (en una rela-
ción diádica) y con otros, como familiares, amistades, compañeros de estudio
o de trabajo (en una relación triádica); y,

2. La actitud y/o estrategias para hacerse insustituible, es decir, para engan-


char a la pareja en términos de que ésta se convenza de que no hay mejor al-
ternativa que uno para iniciar una relación estable. En el caso de ambos, hay
tres condiciones con las cuales cada uno debe de cumplir. En el caso de él,

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 53


mostrar (1) disponibilidad, es decir, disponer de tiempo y motivación para cor-
tejar e implementar acciones o estrategias (apoyando, acompañando, etc.) que
le permitan al interesado demostrar su genuino interés y compromiso con la
persona elegida, (2) protección, al presentarse, darse a conocer y actuar de ma-
nera no amenazante (al presentar a miembros de la familia y/o amistades, al
buscar conversar antes que actuar) y buscando salvaguardar o defender la in-
tegridad, tanto física como psíquica, de ella, y, (3) importancia, al disponer de
recursos (físicos como el atractivo, económicos como dinero o bienes, relacio-
nales como la capacidad de hablar o hacer reír, profesionales-laborales como un
cargo de peso o una actividad llamativa) que le permitan impresionarla a ella
y, con ello engancharla. En el caso de ella, mostrar (1) disposición, es decir,
estar motivada a aceptar el cortejo (si es que es él, el que corteja) y/o alentarlo,
con el fin de dar pie a conocerse e intimar, aun así no esté soltera, (2) inofen-
sividad, al mostrarse como inexperta (en un plano de pareja, sexual o de vida)
o necesitada de protección con el fin de mantener la atención y la motivación
de él, y, (3) admiración, al valorar y/o deslumbrarse por recursos y/o acciones
presentes en él, para hacerlo sentir único e irreemplazable, y donde lo funda-
mental para “enloquecerlo” es hacerlo sentir capaz (inteligente, potente,
fuerte, idóneo, poderoso, experto, etc.), así sea por estrategia antes que por con-
vicción.

En resumen, preocuparse por el dónde, el cómo y el cuándo en los


inicios de la relación son esenciales para el desarrollo y mantenimiento
de la relación. Para decirlo de otro modo, si no se hacen bien las cosas
al comienzo, no se construye nada bueno, pues lo que acompañará esa
relación será insatisfacción, discusiones y distancia, inicio paralelo de
otras relaciones, etc., para terminar tarde o temprano apostando por
una ruptura. El reto, entonces, es entender que hay lugares saludables
para conocer a posibles parejas, salidas a lugares para construir una
relación estable y aspectos esenciales para el enganche y la estructura-
ción de una relación armónica, sin los cuales, el deseo y la intención se
quedan en eso, en ensoñación, sufrimiento y soledad.

Premisa errada 8: “El amor lo puede todo”.


Si lo que se quiere o desea es que la relación de pareja con la persona
elegida se mantenga a lo largo del tiempo y con un nivel aceptable de
calidad, es fundamental no confundir amor con convivencia, es decir,
un sentimiento con una relación, confusión aceptada por la mayoría de

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los latinoamericanos y que definitivamente atrae otra buena cantidad
de errores como tener sexo continuo y confundirlo con compromiso a
futuro, o escuchar un “te amo” y entender que será garantía de fideli-
dad. No hay que olvidar que los seres humanos somos sumamente
paradójicos (podemos llorar de felicidad, podemos soñar con la per-
sona amada y al llegar ésta, salir corriendo, podemos asesinar a la per-
sona que más amamos, entre muchas otras respuestas del mismo tipo).
El hecho es que para convivir no hay necesidad de amar (dos buenos
amigos, con la claridad y la experiencia necesaria, y en especial sin ex-
pectativas que lo compliquen todo, pueden compartir la mejor de las
convivencias), pero para amar y mantener el amor (y las expectativas
de exclusividad y de relación que conlleva), hay que saber convivir.
No por gusto hay una serie de refranes o proverbios al respecto, como
“más sabe el diablo por viejo que por diablo” o “trata a los demás como
quieras que te traten a ti”, es decir, no hay forma de lograr éxito en una
convivencia si es que uno no dispone de habilidades y estrategias para
tomar en cuenta al otro, para ponerse de acuerdo con el otro y sobre
todo para dividirse y/o delegar responsabilidades y trabajar en equipo
con el otro. El aspecto fundamental reside en saber reconocer gustos y
necesidades en la persona por la que se apuesta y saber hacer lo preciso
para complacerlo, es decir, saber calibrar y actuar calibradamente.

La calibración es el proceso de comparar los valores obtenidos por un


instrumento de medición con la medida correspondiente de un patrón
de referencia, es decir, es un concepto propio del mundo de la física
aplicada. La razón obedece a la necesidad de que dicho instrumento
funcione u opere con la mayor precisión o exactitud posible, con el fin
de tener éxito en cualquier área de las llamadas ciencias exactas. En el
mundo de la interacción humana, calibrar es la capacidad del observa-
dor para detectar los más sutiles cambios fisiológicos, (verbales y no
verbales), climáticos, relacionales o físicos, que se producen entre dos
o más partes con el fin de evaluar si nos estamos acercando o alejando
del objetivo que deseamos alcanzar. A partir de este punto, el éxito de
una acción depende exclusivamente de la acción calibrada, es decir, de
la capacidad de ajuste o corrección de quien se ha propuesto ese obje-
tivo o meta. Ejemplos de ello lo encontramos en todas partes, desde en
un bebé que llora durante un tiempo determinado con el fin de lograr
que la madre o el padre vengan corriendo, pasando por el perro de la

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casa que ladra a un ritmo determinado para convencer a sus dueños
de que están en peligro, hasta un futbolista que aparentemente patea
una bola en sentido desviado pero con un efecto tal que la bola hace
un giro y entra en la valla enemiga para felicidad de sus fanáticos, o un
experto latinoamericano en el mundo de la seducción que le dice tres
palabras a ella, luego desaparece y la atrapa a ella en un estado de en-
soñación con él por el resto de la semana. En esencia, implica una
forma alternativa de pensamiento al de la razón, y se basa en la capa-
cidad de observación y adaptación de la persona a cargo. En tal sen-
tido, es más universal (pues incluye a toda especie viva) y más prima-
ria (pues no necesita del razonamiento). Implica 4 acciones, las tres
primeras de carácter mental y la última de carácter conductual-relacio-
nal: (1) observar, (2) medir, (3) hacer los ajustes necesarios, y, (4) actuar
(en función de las exigencias propuestas o expectativas) con precisión.
Ejemplo de ello, son dos chicas que terminan los estudios de la escuela
o del bachillerato, una de ellas en primerísimo lugar (y a quien se le
augura todo tipo de éxitos) y la otra, complicada y metida en mil y un
problemas (con amonestaciones y sanciones de diferente grado, de
quien no se espera nada más que problemas en el futuro). Pasan los
años, la primera termina en primer lugar sus estudios universitarios y
el día que recibe su título profesional regresa caminando a casa, feliz
por haber culminado una etapa más de su vida y dispuesta a buscar y
conseguir trabajo. Estando en ello, a mitad de camino, es impactada
por la bocina de un auto que detrás de ella casi le revienta los tímpanos.
Voltea casi asustada y ve una mano haciéndole señas eufóricas de sa-
ludo. Al principio no reconoce quién es, pero segundos después sí: es
su compañera, la del último lugar, aquella por la quien nadie, en su
sano juicio, hubiera apostado nada, está en una camioneta todo te-
rreno, con un “cuero” a su lado, es decir, un hombre muy atractivo, y
físicamente se la ve estupenda. En otras palabras, la que se “quemó las
pestañas” noche por noche para obtener su título, no se entrenó para
nada en temas de pareja y enamoramiento (es decir, no llega ni siquiera
al nivel de iniciada), recién está por empezar la llamada vida adulta.
En cambio, la otra, la que sólo “dios” sabe cómo terminó, avanzó mu-
chísimo más rápido, está viviendo desde hace un buen tiempo una
vida adulta y quizás hasta satisfactoria, y se encuentra dentro de los
parámetros de lo que en las sociedades de consumo se asocia a éxito.
¿Dónde estuvo la diferencia? En la calibración. Mientras el

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razonamiento es una forma de pensamiento útil para quien se encuen-
tra en un contexto o estado de estabilidad permanente como estar entre
cuatro paredes, por ejemplo, desarrollando un examen de conocimien-
tos, la calibración es una forma de pensamiento útil para quien se halle
en un contexto de interacción (sea la calle, un supermercado, una fiesta,
etc.). Y mientras la joven del primer lugar se dedicó a usar la razón,
esto es, se preparó para asimilar conocimientos y manejarse en un
mundo profesional asociado a la ciencia, la otra chica se dedicó (mien-
tras infringía normas, era sancionada y se las arreglaba para ser “per-
donada”) a calibrar en un mundo de mensajes y de conductas. Las dos
terminan haciéndose expertas, pero en diferentes campos del pensa-
miento humano. Y en un mundo altamente sobrepoblado y cambiante,
ya no es suficiente con razonar. La diferencia entre ellas, o incluso en-
tre dos jóvenes que terminan empatadas en el primer lugar, otra vez
estará marcada por quien haya desarrollado más capacidades calibra-
doras.

Y no solo eso, la calibración no sólo estará asociada al éxito, sino que


puede servir como herramienta preventiva de problemas. Un segundo
ejemplo, sumamente aleccionador, es la historia de dos chicas expues-
tas a una experiencia de violencia sexual. La historia de la primera es
dramática y brutal. Es la historia de una bróker de seguros, muy atrac-
tiva en lo físico y bastante exitosa (ha logrado en su carrera varios pri-
meros lugares de ventas, sea a nivel de la empresa donde le toca traba-
jar o incluso a nivel de la ciudad o región donde opera) pero lamenta-
blemente, a sus treinta y pico de años, metida al consumo de benzo-
diazepinas, despedida días atrás porque su adicción ya era evidente y
madre soltera de dos niños de diferente padre, a quien conozco porque
viene para rehabilitarse de su consumo. Año y medio atrás, una noche
cualquiera, como siempre en un traje sastre (de saco y minifalda) que
resalta sus cualidades físicas, sale de su oficina alrededor de las 9 p.m.
(en una zona de la ciudad de Lima caracterizada por edificios enormes,
empresas de primer nivel y gente de clase media para arriba), centrada
en razonar y hacer la ruta del día siguiente de su cartera de clientes
mientras camina. Llega al paradero de buses de siempre, con ganas de
ver a sus hijos al menos por un rato (pues ella trabaja de sol a sol y
quienes los crían son dos tías), encuentra una “combi” (tipo de camio-
neta usada para el transporte público, y que obtiene su nombre de la

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famosa Volkswagen Type 2, que nació en 1950), sin mirar se sube y se
ubica al fondo de esta mientras sigue haciendo su hoja de ruta. El cho-
fer avanza y unas calles después pregunta si puede tomar un atajo
(algo acostumbrado en esa época) e ir por la Vía Expresa (autopista
dividida para el tráfico de alta velocidad), ella distraída por lo que está
haciendo, acepta aclarando dónde se tiene que bajar, y la “combi” entra
por esta autopista. Al cabo de unos minutos, ella no recuerda cuantos,
la “combi” toma una salida, ella “despierta” y se da cuenta que en el
auto está solo ella con cuatro hombres, se levanta y está a punto de
gritar cuando el hombre sentado delante de ella la jala hacia sus pier-
nas y le muestra un cuchillo amenazándola con matarla si es que no
obedece. Lo que viene ya es propio de una película de terror: ella me-
tida en un conjunto de edificios en construcción, ella amenazada de
muerte si grita, ella violada analmente por los cuatro delincuentes, ella
cuando cree que ya se sació el último de ellos y todo acabó, violada
vaginalmente, ella que sólo recuerda ser abandonada en algún lugar
de la ciudad, sin zapatos ni cartera, ella despertando en la ducha de
agua fría porque su niña de cuatro años (todo un “terremoto”) está por
despedazar la puerta del único baño del departamento donde viven (y
son las 7 de la mañana y tiene que ir a la escuela), ella a las 3 de la tarde
de ese nuevo día que se despierta para anular las tarjetas de crédito
que llevaba en su cartera, y por sobre todo, ella que al menos no ter-
mina con VIH pero no puede, sola y desamparada como se siente, ale-
jarse de las drogas.

La historia de la segunda dama es diametralmente diferente. Es una


alumna de psicología de pregrado, también muy atractiva, con quien
comparto un curso de terapia familiar, contexto donde en algún mo-
mento hablamos de calibración, y que le interesa a ella. Un par de me-
ses después de terminar el curso se acerca muy agradecida y me cuenta
la siguiente historia. Es una época, en la ciudad norteña de Trujillo,
donde un significativo número de estudiantes universitarias han su-
frido agresiones de orden sexual a mano de taxistas que operan en la
zona de la universidad donde ella estudia y yo enseño. Ella ha termi-
nado un curso cerca de las 9 de la noche, y no le queda otra que tomar
un taxi para llegar a casa. Se sube al auto del tercer taxista que se le
presenta porque los dos primeros no le transmitieron confianza. Avan-
zan unas cuadras y ella está en todo momento calibrando (ya sabe que

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razonar en la calle es una conducta de alto riesgo), ya casi no hay autos
en la avenida principal por donde van y de repente el taxista empieza
a reducir la velocidad ubicándose en el carril derecho. Ella se percata
(observa) de que están cerca de la esquina de esa calle, ella ve aparecer
(mide) a un hombre que se dirige hacia el auto, ella pone la mano en la
manija de la puerta izquierda (hace el ajuste necesario) y cuando el
hombre en mención coge la manija de la puerta derecha, ella abre la
que tiene bajo su control y sale corriendo con el auto aun deteniéndose
(actúa con precisión), y no para de correr hasta tres calles después,
donde asustada pero sana y salva, se da cuenta que está fuera de peli-
gro.

Un tercer ejemplo, y relacionado más estrictamente al mundo del amor


y del cortejo, puede ser el siguiente. Un hombre adulto que quiere im-
presionar a la mujer de sus sueños averigua sobre el tipo de regalo pre-
ferido por ella y se entera que ella adora los chocolates. Compra en-
tonces una caja de la mejor marca de chocolates que puede hallar y se
las envía. Ella, que también se siente atraída por él, se complace por
ello y empieza a pensar con más intensidad en él y en una posible re-
lación de pareja. A los 30 minutos, le llega a ella otra caja de chocolates,
nuevo regalo que probablemente le vuelve a agradar, pero si 30 minu-
tos después le llega otra caja, y 30 minutos después otra caja, y cada 30
minutos durante las siguientes 12 horas le siguen llegando nuevas ca-
jas (todo en nombre de que él está convencido de que a más cajas, ella
entenderá que el amor de él es mayor), quizás la sensación de agrado
termine transformándose en desagrado, miedo o al menos incomodi-
dad en ella, y la dinámica de cortejo no tome el rumbo esperado por él.
Del mismo modo, si en vez de hacerle llegar la caja de chocolates com-
pletos, este hombre se come la mitad de cada uno, creyendo que con
ello ella entenderá que él realmente quiere “devorarla” a ella, es decir,
que él está dispuesto a comprometerse con ella, el efecto deseado otra
vez puede resultar en lo contrario. En otras palabras, actuar calibrada-
mente significa hacer lo preciso, ni más, ni menos, en función del obje-
tivo o la persona a la que uno se dirija.

En resumen, en el mundo de hoy , hay una serie de actividades profe-


sionales y estilos de hacer las cosas que poco tienen que ver con la ra-
zón y mucho con la calibración: deportistas (como futbolistas,

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basquetbolistas o tenistas), cantantes de ritmos musicales de hoy (reg-
gaetón, cumbia, pop), influencers (en YouTube, Instagram, Facebook,
etc.), o cocineros (internacionales o especializados), que tienen muchas
más probabilidades de ser reconocidos en lo económico y/o en lo social
de mejor manera que muchos profesionales o científicos.

Las variables no visibles asociadas a esta capacidad calibradora, en el


contexto del amor y la pareja, las podemos desarrollar desde tres pla-
nos o contextos diferentes:

1. El plano o contexto de los sentidos. Contrario a lo que la mayoría cree,


somos capaces de percibir mucho más de lo que nos ofrecen la vista, el olfato,
el gusto, el oído y/o el tacto. Cuando sentimos calor o excitación, nos duelen
las desilusiones amorosas o un diente, o nos pesa una pierna o el reloj, nuestro
cuerpo lo reconoce, y no lo hace a través de los cinco sentidos tradicionalmente
conocidos. Hay muchos otros, al grado que se han llegado a mencionar hasta
27 adicionales a los cinco de siempre. Entonces, entre estos últimos, llamados
exteroceptores (que captan las situaciones, sensaciones y objetos ajenos a nues-
tro propio cuerpo), y los otros sentidos (como la barestesia, la propiocepción,
la interocepción, la cinestesia, entre muchos otros) que nos permiten escudri-
ñar en nuestras sensaciones y conocer nuestro interior, llamados interocepto-
res, es que las personas pueden desarrollar capacidades calibradoras. Para ello,
el contexto (cultural, relacional, familiar, etc.) y las experiencias específicas
que le toquen vivir a una persona serán fundamentales.

2. El plano o contexto de la evolución personal. En el mundo de las experien-


cias específicas, los primeros 18 años son fundamentales para estar en condi-
ciones de actuar calibradamente (o con experticia) y elegir a la persona indi-
cada en el momento indicado, los mismos que se pueden dividir en 5 momentos
o etapas diferentes. Es necesario aquí indicar que las edades presentadas en
cada etapa son puntos de partida para entender la evolución de un adolescente,
pero nunca “camisas de fuerza”, pues cada ser humano evoluciona a su per-
sonal y familiar ritmo:
1. La etapa del primer al noveno año. Para elegir de la mejor manera,
una persona tiene que estar en condiciones de apostar por sí misma, de
creer en sí misma. Los inicios de tal apuesta arrancan, en promedio,
sobre el primer año de vida, a propósito de que el bebé empieza a tener
control de su cuerpo, es decir, a partir del desarrollo de sus capacidades

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psicomotoras y empieza a caminar. A partir de ese momento, apostar
por creer en uno al relacionarse con otros, en principio con los padres,
toma una forma paradójica, pues el primer acto relacional de fe en sí
mismo es el de desobedecer. Cada vez que un niño le dice no, con pala-
bras o con actos, a uno de sus padres, paradójicamente está apostando
por confiar en su propio criterio, en sus ganas o fuerzas, o simplemente
en lo que cree que puede ser válido en ese momento. Lamentablemente,
en un contexto judeocristiano-occidental como el nuestro, el concepto
“educación” errónea y tradicionalmente ha estado asociado al concepto
“obediencia”, es decir, “un niño bien educado tiene que ser un niño
obediente”. Nada más errado, pues un niño obediente siempre (hay que
recordar aquí que todo extremo lleva a problemas) será en el futuro un
niño que nunca tendrá voz propia y sólo estará preparado para seguir a
otros. De modo contrario, un niño que desobedece constantemente
aprenderá que lo único que tiene sentido es no escuchar a nadie y sus
mejores opciones adultas serán las de la cárcel o las del cementerio. Para
decirlo de otro modo, todo niño hasta antes de los 10 años tiene que
entrenarse en obedecer al 70 a 75% (pues ello le permitirá prepararse
para escuchar y seguir instrucciones, tolerar, adaptarse y trabajar en
equipo) y permitirse desobedecer al 25 a 30% (pues ello le permitirá
tener fe en sí mismo y con ello criterio personal y voz propia).
2. La etapa de los 10 años en adelante. Si ese niño se ha permitido (y
le han permitido) crecer en un ambiente saludable (la salud está en los
puntos medios) y con ello ha aprendido el valor del trabajo en equipo (al
entrenarse en obedecer) y el del criterio personal (al entrenarse en des-
obedecer), al entrar en la adolescencia y tener que “jugar” con las nue-
vas reglas de juego (la OMS define la adolescencia como la etapa de
transición entre la niñez y la adultez) propias de un progresivo mundo
adulto, inevitablemente tiene que empezar de nuevo. El fenómeno equi-
valente es el del niño que empieza a caminar torpemente. En el caso de
caminar hacia la adultez la forma torpe de intentarlo se puede resumir
en un solo concepto: cuestionar, acción que implica presentar argumen-
tos a favor y en contra de un tema en discusión. El objetivo esencial de
tal tipo de actos es el de experimentar y poder diferenciar entre lo malo
y lo bueno, y a la vez seguir avanzando por el camino de la autonomía
y la fe en sí mismo. Y como su misma definición lo señala, la forma
saludable de cuestionar implica dos partes: 1° rechazar una orden, soli-
citud o costumbre, y, 2° usar las palabras, esto es, hablar con el fin de

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presentar los necesarios argumentos. Ejemplo de ello es la afirmación
de un adolescente de que es ridículo que sus padres le sigan dando besos
delante de sus amigos (como si fuera un niño) o la pregunta de otro a
uno de sus padres sobre su forma anticuada de vestir. Pero, así como
hay una forma saludable, también hay una forma dañina: cuando los
padres no le permiten a ese adolescente cuestionar con palabras (sea por
su rigidez o por su ausencia física), no le dejan otro camino que cuestio-
nar con actos. Este tipo de cuestionamiento está directamente relacio-
nado con la emergencia de todos los llamados problemas psico-sociales
de hoy, desde un embarazo adolescente hasta el pandillaje, desde la de-
serción escolar hasta la promiscuidad sexual y las ITSs, previa frustra-
ción y resentimientos en el adolescente y el modelo de vida que esos pa-
dres con sus errores han sembrado en dicho hijo. Dicho de otro modo, el
origen de los problemas psico-sociales de hoy está relacionado al hecho
de que no haya padres para guiar a sus hijos, sea porque están traba-
jando todo el día o porque no le permiten ningún tipo de cuestiona-
miento. La regla saludable, entonces, es hablar antes que actuar, y si
ese adolescente dispone del espacio necesario, vía tolerancia y capacidad
de reflexión de los padres (o quienes estén a cargo), ese joven en proceso
continuará evolucionando en su lectura de la realidad y su actitud ante
la vida.
3. La etapa de los 12 años en adelante: si ese adolescente ha logrado
cuestionar y tiene ya una primera idea de lo que es dañino y de lo que
es saludable, podrá pasar al siguiente nivel: cuestionarse. La mejor ex-
presión de esta etapa es el diálogo interno en ese joven, esto es, conversar
consigo mismo reflexionando sobre sus actos. Indicadores de tal diálogo
pueden ser hablar en voz alta, hablar ante el espejo, hablar con “Dios”
o hasta escribir un diario, opción esta última que ha dejado de estar de
moda. El objetivo de tal conducta es empezar a crear una escala propia
de valores éticos y/o saludables, los mismos que le sirven al adolescente
como una especie de brújula en la aun relativa “oscuridad” de toda vida
adulta.
4. La etapa de los 14 años en adelante: si ese joven ya dispone de una
escala de valores que va haciendo suya necesita confirmar que está
yendo por buen camino. A la luz de las costumbres familiares y de la
cosmovisión propia de la familia, si todo ha marchado bien, ese adoles-
cente optará por buscar espacios de interacción humana donde pueda
comprobar lo que está aprendiendo como válido. Es el momento del

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 62


apasionamiento, de involucrarse y comprometerse en actividades a su
alcance (como el deporte, la religión, las matemáticas, la comunicación,
el baile, el canto, el amor, la solidaridad, etc.) y de probarse de qué puede
ser capaz o cuán capaz puede ser de asumir retos y alcanzar el éxito, es
decir, ganar una competencia, participar en instituciones de ayuda a los
necesitados, escribir un ensayo o un cuento, lograr el amor de alguien,
etc. Para ello, todo adolescente sobre esta edad sigue necesitando el
apoyo de sus padres, no ya de una forma dirigida si no como guía o
apoyo en lo logístico.
5. La etapa de los 16 años en adelante: si ese joven logra demostrarse a
sí mismo que es capaz de lograr aquello que se propone, en más de un
sentido, un reto o una tarea, se hallará en la recta final de su objetivo,
creer en sí mismo y en sus capacidades o estrategias. A partir de ese
momento, la regla que pesa es la de Platón (“las aves del mismo plumaje
siempre vuelan juntas”), es decir, si ese chico o esa chica llega a tenerse
fe sólo se juntará con gente que tenga fe en sí misma también, gente que
a su vez le presentará a gente que crea en sí misma y así sucesivamente.
Ahí es cuando se puede ver a jóvenes de 20 o 22 años con una carrera
impresionante de evolución y éxito en lo profesional, lo social o hasta lo
familiar y de pareja. De modo contrario, si esa persona no llega a creer
en sí misma, se juntará con gente que no crea en sí misma, que a su vez
le presentará a gente del mismo “plumaje”, y la evolución de una vida
problemática terminará tomando formas impresionantemente alucinan-
tes.
En resumen, la parte complicada es que no todos los adolescentes reco-
rren todo el camino: hay jóvenes que pueden quedarse atrapados en una
dinámica de desobediencia y vivir marcados por un patrón de ese tipo,
en vidas lamentables. Hay otros jóvenes que pueden quedar atrapados
en cuestionar con actos y vivir siempre alrededor de conflictos. Hay
personas que pueden nunca cuestionar y terminar enfrentando desde
enfermedades físicas hasta mentales, y hay otras que pueden culminar
el recorrido, pero no en los mejores términos de fe hacia sí mismos y
enfrentar crisis o problemas evitables.

3. El plano o contexto de las habilidades interpersonales. Los jóvenes que


atraviesan con relativo éxito cada una de las etapas mencionadas, como parte
de su propio proceso evolutivo, tienden a hacer suyo y desarrollar formas de
conducirse o estrategias de acción que con el paso del tiempo y la aplicación de

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 63


éstas en otros contextos o frente a otras tareas o retos devienen en capacidades
o habilidades propias de la persona misma. Obviamente, estas habilidades, y
su mayor o menor desarrollo, estarán sujetas a la importancia del logro alcan-
zado, el bienestar vivido o el problema resuelto, en un determinado contexto
familiar de relación. Entre las habilidades interpersonales más importantes
para la vida postmoderna de hoy y en especial la vida de pareja, se hallan las
siguientes:

1. Comunicarse. Habilidad básica para establecer y mantener todo


tipo de vínculo interpersonal. Definida como el arte de averiguar o
adivinar lo que el otro quiere o necesita de uno, y de lograr que el otro
comprenda lo que uno quiere o necesita de éste, está constituida por el
lenguaje verbal, el lenguaje no verbal y el contexto en el que uno emite
o recibe el mensaje. La comunicación no verbal incluye a su vez el
lenguaje cinestésico (expresión de gestos y posturas corporales), el len-
guaje paralingüístico (atributos vocales que acompañan a las palabras,
como tono, ritmo, volumen, velocidad, intensidad, etc.) y el lenguaje
proxémico (manejo de las distancias interpersonales), los cuales su-
mados a las palabras y el contexto (que determina qué es lo que está
permitido hacer y qué no) establecen las bases para toda relación in-
terpersonal, pudiendo llevar a acuerdos y trabajo en equipo o a
desacuerdos y guerras interpersonales.
2. Tolerar. Habilidad básica para enfrentar las múltiples fuentes de
estrés del mundo actual. Implica la disposición a soportar y manejar
situaciones displacenteras o crisis personales o interpersonales, así
como diferencias (al nivel de ideas, afectos, conductas, cuerpo) de or-
den personal. Esta habilidad incluye cinco contextos diferentes a en-
frentar. Tolerar frustraciones está relacionado a enfrentar situaciones
traumáticas e imprevistas (muerte, accidente, despido laboral, etc.).
Tolerar estrés se relaciona a las presiones cotidianas de un mundo vio-
lento como en el que vivimos. Tolerar situaciones nuevas implica la
posibilidad de adaptarse rápidamente a situaciones no conocidas. To-
lerar a las personas es paso fundamental para una convivencia sana.
Tolerar soledad es uno de los actos personales más dramáticos en estos
tiempos pues nos confronta con nosotros mismos y nuestra identidad.
3. Ceder y acomodarse. Habilidad básica para establecer relaciones
íntimas o de convivencia. En dicho proceso toda persona, para convi-
vir con otra, tiene que perder en identidad individual para ganar en

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identidad de grupo. Ello implica el hecho de tener que ceder, en alguna
medida, en puntos de vista, estilos de actuar o decisiones para acomo-
darse al otro y poder establecer reglas de relación que les permita con-
vivir en términos mínimamente saludables. Implica, a su vez, la po-
sibilidad de diferenciarse del otro y de complementarse con el otro
cuando la situación lo requiera. En otras palabras, ambas sub-habili-
dades tienen que darse juntas para que haya salud. Si sólo se cede,
uno estará aceptando algo que no le agrada o considera no justo. Para
sentirse bien, con salud, uno tiene que estar satisfecho internamente y
ello sólo se logra acomodándose al otro, esto es, hallando una postura
relacional, afectiva o cognitiva que le permita sentirse bien consigo
mismo y bien con el otro.
4. Poner límites. Habilidad que se desdobla en dos: a sí mismo -auto-
control- y a otros -asertividad-. Permite demarcar y/o defender terri-
torios (mentales y/o físicos), crear o mantener reglas de relación y a la
vez no permitir abusos o daño (hacia uno mismo o a los demás). Au-
tocontrolarse implica manejar y controlar las propias emociones a la
hora de tomar una decisión o responder ante una situación determi-
nada y es fundamental para el trabajo en equipo y la convivencia. Ser
asertivo implica estar en condiciones de elaborar los argumentos ne-
cesarios para defender los propios derechos, presentar una propuesta,
expresar el necesario punto de vista o hablar del malestar personal,
con el fin de no permitir abusos o acumular resentimientos y/o dejar
planteada una posición, de manera suficientemente clara, directa y no
ofensiva.
5. Evaluar y tomar decisiones. Habilidad fundamental para realizar
una elección entre diferentes opciones ante diversas situaciones de la
vida (contexto empresarial, laboral, económico, familiar, social, etc.) a
efectos de resolver un problema actual o potencial. En tal sentido,
permite dirigirse hacia metas o logros personales, elaborar procesos
personales, adaptarse al trabajo en equipo, resolver problemas familia-
res, dinamizar el ambiente laboral, etc. Implica un proceso de defini-
ción del problema, la recopilación de datos, la generación de alternati-
vas y la selección de un curso de acción. En tanto proceso mental toda
persona debería: (1) distanciarse de la situación objetivo o problema,
(2) evaluar la situación, (3) evaluar alternativas de acción, (4) diseñar
la secuencia de acciones y (5) evaluar los resultados y definir la

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 65


siguiente acción. Para la implementación de la ruta de acción toda
persona necesita de sumar la habilidad de resolver problemas.
6. Ponerse en el lugar del otro. Habilidad fundamental, aunque no
entendida en estos tiempos, para conectarse con el otro y poder com-
prender antes que prejuzgar. Además, es una de las cuatro formas de
obtener información antes de tomar una decisión (las otras tres son
preguntar directamente a los involucrados, preguntar indirectamente
a terceros y observar) y factor indispensable para no sentirnos ofendi-
dos por cualquier acción de otra persona. Quien dispone de esta habi-
lidad está en condiciones de entender mejor todo fenómeno (humano o
no humano) y, por tanto, estar en ventaja frente a otras personas. El
ejercicio básico consiste en preguntarse a sí mismo qué es lo que estará
pensando o sintiendo una persona determinada y luego corroborarlo
con la misma. Es ideal para enfrentar una dificultad de desinforma-
ción, de confusión o de puntuación (lectura autorreferencial de la
realidad), así como todo tipo de demanda de ayuda y permite también
la posibilidad de darse cuenta de lo que pasa en la otra persona o dentro
de uno mismo, de conocerse y conocer lo que el otro o uno espera de
uno.
7. Negociar. Habilidad básica a la hora de resolver conflictos de nivel
horizontal. Cuando nos referimos al nivel horizontal estamos ha-
blando de los tres grandes niveles de relación en los que interactúa
todo ser humano. El nivel horizontal incluye relaciones al mismo ni-
vel, esto es, relación de pareja, con un hermano, con un compañero de
trabajo, con un amigo, etc. El nivel vertical incluye dos subniveles:
hacia arriba, esto es, en relaciones con autoridades, jefes, padres, pro-
fesores, etc., y hacia abajo, esto es, en relaciones con subordinados, hi-
jos, alumnos, etc. La negociación, en tal sentido, es una herramienta
útil de solución de conflictos e implica al menos cinco pasos: asumir
una actitud de colaboración o de conciliación frente al otro, reconocerle
al otro algún esfuerzo o punto de vista, explicar o solicitar explicacio-
nes al otro, hallar puntos en común y visualizar las consecuencias de
tal o cual decisión para ambas partes, y llegar a un acuerdo mínima-
mente satisfactorio para las partes involucradas.
8. Perseverar. Habilidad fundamental para alcanzar metas en un
mundo altamente competitivo y cambiante como el de hoy, y que con-
siste en continuar con constancia lo que se ha empezado, esto es, rea-
lizar las acciones necesarias hasta alcanzar el objetivo planteado. Está

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constituida por casi todas las habilidades anteriores y permite adap-
tarse a todo tipo de situaciones, así como recuperarse mucho más rá-
pidamente de situaciones frustrantes o hechos definidos como fracasos.
Asimismo, está relacionada a la posibilidad de mantener un nivel ade-
cuado de salud mental. Dicho de otro modo, quien no dispone de esta
habilidad está en alto riesgo de desarrollar conflictos de todo tipo, se-
paraciones más duras y mayor sufrimiento y/o enfermedades de tipo
mental o físico.

En resumen, iniciar una relación de pareja creyéndose el cuento de que


el amor lo puede todo es una premisa de partida ideal para terminar
rápidamente frustrado y en medio de un estado de confusión y angus-
tia intensos, y que tarde o temprano terminará llevando a la pareja a
más conflicto, separación o enfermedad. El reto, entonces, es entender
que el amor no mantiene ninguna relación y que, más bien, la relación
(a base de acuerdos satisfactorios, respeto y reciprocidad) es la que
mantiene el amor, y que quien no se entrena, no tiene éxito. Dicho de
otro modo, el amor es relacional, es decir, si queremos calidad en la
relación (y niveles altos de satisfacción) hay que prepararse. La clave
está en hablar para conocerse mutuamente, comprenderse, negociar, y
actuar calibradamente. El medio de entrenamiento sólo tiene un ca-
mino definido, un terapeuta de pareja y sexual, en un contexto de tra-
bajo individual, de pareja o grupal, que haga las veces de entrenador.

Referencias

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Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 68
Predictibilidad funcional
en la relación de pareja

Juan Jose Moles Álvarez

Se entiende por “gregario” aquel ser vivo que tiende a vivir agrupado
con otros congéneres ya sea formando manadas, tribus, colonias y en
el caso del humano grupos sociales.

Desde su niñez las personas vamos desarrollando nuestras cognicio-


nes, emociones y conductas como resultado de la interacción personal,
es así que, en primer lugar, en el entorno familiar para continuar con
la escuela, desarrollo de amistades, colegio, asociaciones vecinales, re-
ligión, consecución de una carrera o profesión, entorno laboral, cerca-
nías afectivas, pareja, establecimiento de familia forma parte de nues-
tro argumento de vida.

Queda claro entonces que en el transcurrir de nuestra cotidianidad de


vida entran en nuestro entorno diferentes interacciones con otras per-
sonas, la mayoría son muy circunstanciales en tiempo y espacio, a ve-
ces sumamente breves y concisos, en otros casos tienen mayor tempo-
ralidad y accionar dependiendo de diversas circunstancias sociales, ya
sean estas de mayor o menor agrado, pero cabe destacar que en ciertos
momentos podemos encontrar a alguien que nos llama nuestra aten-
ción, nos atrae.

“La atracción es un proceso psicológico referente a la atención particular hacia


alguna persona con el deseo e intención de generar comportamientos de cerca-
nía e interacción”.

Son diversas las fuentes que pueden resultar atractivas de una persona,
esto depende en buena parte de cuál es la motivación que se puede
tener en cuanto a interacción se refiere, pero vale la pena destacar cua-
tro grandes fuentes de atracción hacia alguna persona.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 69


Imagen física. Como su nombre indica tiene que ver con la
morfología, el fenotipo ya sea parcial o total; un color de ojos, la forma
que tienen las piernas, la cara, manos, altura, peso corporal o simple-
mente la totalidad del físico.
Imagen afectiva. Se refiere a lo que nos puede transmitir emo-
cional y sentimentalmente la persona en cuestión. Tal vez se perciba en
ella una “sonrisa tierna”, una “mirada dulce”, “alguien honesto en
quien se puede confiar”, “una persona tranquila” “seguro de sí
mismo”, “cariñoso o cariñosa”, “noble”
Imagen intelectual. La atracción está en función a las ideas que
expresa, al conocimiento que se tiene sobre las mismas, a sus habilida-
des y destrezas, a su nivel cultural, en síntesis, a la inteligencia que nos
transmite.
Imagen social. La presencia y forma de manejarse en interac-
ción con los demás es la fuente de atracción. No es tanto el físico sino
como lo luce (estilo de vestir, peinado, pulcritud y cuidado con su
cuerpo), liderazgo social o parsimonia, simpatía, erotismo en su accio-
nar (caminar, mirada, tono de voz)
Como se dijo anteriormente la fuente de atracción cobra importancia en
función del “para que”, vale decir lo que se desea obtener en cuanto a
la cercanía con la persona. Vamos a mencionar cuatro grandes alterna-
tivas.
Amistad. Hace referencia a una relación de afecto, simpatía y
confianza que se establece entre personas que no son familia. Diferen-
tes elementos gratificantes pueden buscarse en relaciones de amistad,
a veces el placer de compartir gustos e intereses comunes tal es el caso
de adolescentes y jóvenes en general, en otros casos entran en juegos
aspectos relacionados con la utilidad, vale decir obtención de algún be-
neficio mutuo y por último y muy sustentado en valores individuales
la amistad per se en la cual hay un desinterés pragmático y simple-
mente es el deseo de compartir experiencias de vida.
Romance. En este tipo de relación si bien hay un componente
afectivo de igual manera y desde la perspectiva erótica existe una ver-
dadera atracción que motiva a la cercanía sin que la actividad sexual
sea realmente prioritaria, es simplemente el saber que hay un consenso
de atracción que induce a una mayor intimidad en el compartir expe-
riencias donde la sensualidad (activación sensorial) se hace presente.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 70


Quizás el ejemplo más notorio en la literatura sea la obra Romeo y Ju-
lieta.
Sexo. En este caso se utiliza este vocablo para denotar “activi-
dad sexual”. La atracción hacia la persona lo que busca es simplemente
es el compartir experiencias sexuales sin que necesariamente haya in-
clusión de algún tipo de sentimiento, tal es el caso de las personas que
acuden a trabajadores sexuales (hombres y mujeres) que les resultan
atractivas buscando simplemente satisfacción sexual, también se
puede comentar los llamados “amigos con derechos” que suelen ser
amistades del tipo utilitarias y con diversos grados de simpatía y
afecto.
Pareja. En esta última alternativa la motivación es más com-
pleja porque entran diversas variables en juego, Robert Sternberg en
su Teoría Triangular del Amor hace referencia a la Intimidad la Pasión
y el Compromiso. Se han escrito diferentes definiciones de lo que es
Pareja, sin entrar en alguna en particular lo que funge como común
denominador tiene que ver con la presencia de un proyecto de pareja
de realización conjunta unido este al deseo de encontrar alguna convi-
vencia ya sea esta total o parcial.

Enfocándonos más específicamente en la conformación de una relación


de pareja conceptualizamos el termino Proyecto de Pareja como al pro-
ceso mediante el cual dos personas asumen la decisión de darle a la
relación una formalidad en cuanto a la continuidad, los compromisos
y acuerdos adquiridos con el fin de instaurar un proyecto de vida en
común que efectivamente los identifique a ambos como pareja.

ATRACCIÓN

INTERACCIÓN

CONVERSIÓN

FIDELIZAR

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 71


Tal como se expone en la figura precedente el proceso de conformación
y establecimiento de una relación de pareja lleva una cronología que
comienza en la atracción y concluye en lo que se va a denominar fide-
lizar que es simplemente el sentido de pertenencia a la relación como
tal. En esta cronología no necesariamente todas las personas que moti-
vadas por una atracción inicial concluyen el proceso, por otra parte hay
personas que aun concluyéndolo no logran mantenerlo en el tiempo
generando la aparición de comportamientos discordantes e incluso
conflictivos que en oportunidades concluyen en separación y en otros
casos a una permanencia de convivencia infeliz. Las diversas investi-
gaciones que se realizan respecto a las relaciones de parejas concluyen
en lo siguiente:

A finales del siglo XIX los índices de separación y divorcio se en-


contraban entre un 10 y 12%.
En la primera mitad del siglo XX esta cifra se aproximaba al 25%.
En la actualidad se reportan índices que varían entre el 50 y el 55%

Las cifras anteriormente presentadas no están exentas de interrogantes


y preocupación, ciertamente es un hecho que el lograr establecer y
mantener una relación de pareja es una de las prioridades que la ma-
yoría de las personas adultas se plantean, a esto se le añade todo el
condicionamiento y aprendizaje social respecto a las bondades de lo
que es vivir en pareja e incluso hay estudios que apuntan como aque-
llas personas que se encuentran en una relación de pareja estable pre-
sentan mayor longevidad pero por otro lado también los diversos es-
tudios afirman como un muy importante estresor en las personas son
los conflictos y separaciones en relaciones de pareja, así pues pareciese
que tal y como plantea Araron Beck la vida en pareja puede llevar a
sus integrantes a satisfacciones celestiales o acercarlas a las profundi-
dades del infierno.

Sirva lo anterior para afirmar que la vida en pareja implica una deci-
sión muy importante en la vida de las personas y que por ende no debe
hacerse dependiente de elementos exclusivamente emocionales, sino
que de igual manera vale la pena tener presente indicativos que per-
mitan dar un margen de seguridad en que se toma la decisión

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 72


adecuada o, si fuese el caso, discriminar variables que predicen poco
éxito en la funcionalidad futura de la pareja. Así pues, establecemos 2
variables en acción y reacción:

Atracción ------------------- Compatibilidad

El origen del vocablo compatibilidad proviene del latín “compatibilis”


y se refiere a lo que las personas pueden coincidir en intereses y tole-
rarse en aquello que no coinciden con la posibilidad de llegar a acuer-
dos satisfactorios. Es llamativo el hecho que un número significativo
de parejas que deciden separarse aducen como causal la “incompatibi-
lidad de caracteres” y lo realmente llamativo es que no son pocos los
casos que previo al establecimiento formal de la convivencia de pareja
ya estaban a la vista características conductuales que no se tomaron en
cuenta o que de tomarse se consideró que el tiempo y el amor serían
suficientes para que se diluyesen, lamentablemente las estadísticas no
apoyan este señalamiento.

En un sentido tradicional el término noviazgo se refiere a una relación


amorosa mantenida entre dos personas, un hombre y una mujer, con
la posible intención de matrimonio. En la actualidad algunos aspectos
de la anterior definición han ido cambiando, por un lado la diversidad
sexual nos ha mostrado como no solo existe una orientación heterose-
xual sino que la homosexualidad es otra variante de la sexualidad hu-
mana y es por ello que hay relaciones formales de pareja no solo entre
hombres y mujeres de igual manera se observan relaciones de hombres
y relaciones de mujeres, es por ello que se ha preferido prescindir del
término noviazgo para hacer referencia de lo que ha denominado “con-
formación de pareja” del que ya se ha conceptualizado en párrafos ante-
riores.

En este proceso de conformación de pareja se supone que las personas


que la integran podrán evaluar si lo que individualmente cada uno re-
presenta tanto en sus creencias, valores, actitudes y forma de proyectar
su futuro de vida así como sus rasgos temperamentales y de carácter
tienen cercanía o al menos no se distancian notoriamente, es por ello
que factores tanto cognitivos, emocionales y conductuales deben ser
tomados en cuenta pues pueden permitir establecer algún nivel de

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 73


predictibilidad que demarque la funcionalidad o disfuncionalidad en
lo que a proyecto de pareja se refiere.

Base cognitiva: Disposición de acercamiento hacia la otra persona


fundamentada en la creencia de que las características de cada
quien resultan compatibles para convivir en armonía. Formación
Ideológica, Características Socioeconómicas, Nivel Intelectual y
cultural, Implementación de un prototipo, son algunas variables
que valen la pena tener en cuenta porque reflejan el aprendizaje
que cada una de las partes ha ido obteniendo a lo largo de su vida
y van a influir en lo relacionado a su manera de pensar, que no
tiene necesariamente que presentar marcadas coincidencias pero
que en la medida en que tengan antagonismos estos tenderán a
marcar disidencias en la pareja, posibles discordias y tal vez situa-
ciones de conflicto para llegar a acuerdos.

Base emocional: Las emociones son respuestas psicofisiológicas


que implican marcadas fluctuaciones en el estado de activación
del organismo y en donde paralelamente se experimenta una vi-
vencia de agrado o desagrado con manifestaciones conductuales
más o menos abruptas y de duración limitada. Al trasladar lo se-
ñalado a la interacción de pareja se observa sensación de bienestar
al estar con la otra persona caracterizado, al menos temporal-
mente, por exaltación y euforia en la cercanía y extrañeza durante
las ausencias para posteriormente presentar sentimientos más re-
lajados de afectividad. No siempre ocurre lo acotado, por el con-
trario, se puede observar en algunas parejas como superada la eu-
foria erótico sexual el estado de bienestar por el hecho de simple-
mente estar juntos y compartir vivencias sufre un desvaneci-
miento progresivo.

Base conductual: En este apartado se hace referencia al repertorio


de acciones gratificantes en diversas áreas de interactuación. Du-
rante el proceso de conformación de pareja se presentan tres gran-
des áreas que van a resaltar la funcionalidad del manejo conduc-
tual de las mismas

1. Entorno familiar. Tiene que ver con la aceptación por parte de


las respectivas familias de los integrantes de la pareja, su dinámica

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 74


de actuación tanto hacia cada uno en particular como entre las res-
pectivas familias. En caso de que alguno de los miembros de la pa-
reja tenga hijos de relaciones anteriores es importante observar su
influencia y consecuencias.
2. Entorno social. En este apartado se hace referencia a las amis-
tades que previas a la relación cada uno de sus miembros tiene, de
igual manera entra lo referente al desempeño laboral de cada quien,
la aceptación, la participación y la integración son factores a tomar
en cuenta ya que en oportunidades son fuente de discusión, discor-
dia y posible conflicto.
3. Entorno de intimidad. Al hablar de intimidad en la pareja se
refiere a un estado de proximidad emocional en el cual y ante la
premisa de la ausencia de manipulación y la presencia de una co-
municación honesta se genera un espacio de interactuación exclu-
sivo entre ambos en donde la confianza y la confidencialidad son
fundamentales, esto se traduce en la complementariedad de cada
uno para aceptar, compartir y en buena medida disfrutar las dife-
rentes actividades que realizan solos, fuera de otros componentes
sociales, no es solo en la intimidad sexual, por lo demás de gran
importancia, es en la cotidianidad de la vida donde se logra el equi-
librio en lo que cada quien busca individualmente y lo que se va a
compartir de mutuo acuerdo.

Así pues y haciendo una síntesis de las tres bases expuestas su resul-
tado conductual estará expresado en aspectos tan esenciales como los
siguientes:

Dinámica interfamiliar
Dinámica intrafamiliar (hijos anterior relación)
Dinámica intersocial
Acuerdos en dinámica laboral
Gustos compartidos
Bienestar sexual

Si efectivamente en este proceso de conformación de pareja se están


dando funcionalidad a estas variables señaladas el resultado vivencial
el resultado se orienta hacia:

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 75


Disfrute de la relación
Respeto por las características individuales
Clarificación del proyecto individual
Clarificación de los puntos de desacuerdo
Discriminación de los sentimientos
Cordialidad familiar.

Obviamente el que haya una adecuada conformación de pareja no


puede garantizar que una vez formalizada la convivencia, cualquiera
que esta sea, el mantenimiento de la pareja llegue a feliz término a lo
largo de la vida o llegue a presentar conflictos debido a situaciones im-
previstas (tal es el caso de infidelidad), pero lo que sí se puede afirmar
es que si el proceso de conformación es disfuncional y aun así la pareja
decide seguir adelante la probabilidad de aparición de discordias, des-
ajustes, conflictos y separación es significativa por lo que vale la pena
hacer un alto y reflexión para evaluar, a veces con apoyo profesional,
la continuidad del proyecto y de no ser así no hacer un “todo o nada”
por el contrario, recordar que “más vale una parte de algo que el todo de
nada” y esto implica que las personas podemos asumir diferentes roles
de bienestar interpersonales sin la obligación de un compromiso de
pareja.

La figura anterior representa lo que he denominado el Repertorio Con-


ductual de Interacción Gratificante que subraya la importancia de su
presencia en cuanto a la estabilidad de una relación de pareja. A conti-
nuación, se explican su consistencia:

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 76


Repertorio de conductas afectivas: son todas aquellas expresiones y ma-
nifestaciones que denotan el cariño, el aprecio y en definitiva el amor que
se siente hacia la otra persona sin que dependan de cualquier otro interés.
Las atenciones, los besos y abrazos, la solidaridad, la complacencia en el
acompañamiento de actividades la conllevan alguna preocupación son al-
gunos de los comportamientos que se pudiesen ubicar en este tipo de reper-
torio.

Repertorio de conductas eróticas: comprenden todas aquellas expresio-


nes y manifestaciones que denotan el atractivo que se tiene respecto a la
pareja, así como el bienestar por resultar ser atractivo o atractiva. Implica
una sensualidad compartida más allá de que pueda estar presenta activida-
des sexuales explicitas. El vestirse de manera atrayente, conversaciones con
frases picaras, caricias provocativas con dosis de picardía, pero no con una
finalidad única de excitación sexual, salidas a cenar, a bailar o escuchar
música en ambientes agradables son algunas de las acciones que se ubican
en este apartado.

Repertorio de conductas sexuales: se hace referencia a todas las expre-


siones y acciones realizadas con la finalidad de obtener ambas partes el ma-
yor disfrute no solo desde una perspectiva biológica sino como vivencia in-
tegral durante la actividad sexual propiamente dicha; la complacencia
tanto en el dar como en el recibir caricias, el disponer de una actitud em-
pática que facilite darse cuenta lo que cada quien está sintiendo y deseando
hacer y que le hagan reflejan comportamientos propios de este apartado.

Es importante y se quiere insistir que si bien los tres repertorios pueden


y de hecho es deseable que ocurran conjuntamente ello no implica una
dependencia de cualquiera respecto a los otros dos por el contrario son
independientes entre sí porque de no ocurrir de esta manera se corre
el riesgo de que se genere una generalización de extinción.

Conclusión
No toda atracción hacia alguien en particular con finalidad de estable-
cer una relación de pareja garantiza el éxito que en el mantenimiento
de la misma se pueda llegar a tener, las estadísticas de parejas que se
separan temporal o definitivamente así lo confirman, es por ello que
las personas que están en ese periodo que se ha denominado de

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 77


conformación de pareja les resulta altamente conveniente accionar su
inteligencia emocional y social para evaluar si efectivamente el equili-
brio entre la atracción y la compatibilidad está aconteciendo de manera
funcional y placentera, de no ser así vale la pena el afrontamiento de
los inconvenientes que pudiesen estar afectando con la finalidad de
encontrar los mejores ajustes y soluciones, en este caso puede ser nece-
saria la ayuda profesional teniendo claro que a veces es conveniente y
preferible una evitación adaptativa y no un enfrentamiento conflictivo
a posteriori.

Referencias

Beck, A. (2011). Con el amor no basta. Paidós.

Kusne off, J. C. (2013). Gente sexual mente feliz. Planeta.

López, E. (1970). El placer de seducir. Grijalbo.

López, E. (2016). Confesiones de un besólogo. Grijalbo.

Moles, J. J. (2012). Desde la Psicología Clínica. Miranda.

Sternberg, R. (1989). El triángulo del amor: intimidad, pasión y compromiso. Paidós.

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Anexo

Índice de predictibilidad funcional de pareja

Juan José Moles Álvarez, PhD

1.- Previo a conocer a su actual pareja


Se sentía satisfecho (a) en como transcurría su vida.
Se sentía solo (a) pero sin intención de encontrar pareja.
Se sentía bien, pero deseaba tener pareja.
Trataba de encontrar pareja para dar sentido a su vida.

2.- Con respecto a su actual pareja


Habían estado juntos, pero se habían separados y vueltos a encontrarse.
Eran amigos previamente pero nunca se había planteado estar juntos
Se conocían de antes, y le gustaba en silencio.
No se conocían.

3.- Estoy con mi actual pareja porque


Me atrae enormemente su físico.
Me atrae muchísimo como nos llevamos sexualmente
Me atrae un montón lo inteligente que es.
Siento una gran atracción por esa persona en su conjunto.

4.- Creo que mi actual pareja está conmigo porque


Le atrae muchísimo mi físico.
Considera que soy excelente en lo referente a lo sexual.
Se siente altamente atraída por mi inteligencia.
Le gusto y se siente bien por mi forma de ser.

5.- En lo referente a la interacción social


Compartimos los mismos amigos.
Tenemos amigos propios que a veces interactúan con nosotros.
Cada uno tiene sus propias amistades.
Somos nosotros dos, no necesitamos a otras personas.

6.- En el ámbito familiar


Nuestras familias se conocen entre sí.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 79


Cada uno de nosotros conoce a la familia de otro(a).
Solo uno de notros conoce a la familia del otro(a).
Aún no hemos conocido a nuestras respectivas familias.

7.- En lo referente a las familias


Me parece que está muy bien la relación con la familia de mi pareja.
Mi pareja le cae muy bien a mi familia.
Nos llevamos muy bien con las respectivas familias.
Como aun no nos conocemos. o nos conocemos poco. no puedo opinar.

8.- Cuando conversan respecto al tema familiar


Es un tema que trato de evadir.
Me parece que a mi pareja no le gusta hablar de ese tema.
Nos agrada conversar de las características de nuestras respectivas familias.
Hablamos con frecuencia, pero terminamos discutiendo.

9.- En el tiempo libre de que disponen


Cada uno tiene sus propios pasatiempos con sus amigos.
Cada uno tiene sus propios pasatiempos solos.
Compartimos nosotros dos nuestros pasatiempos.
Alternamos actividades nosotros y a veces con algún amigo(a).

10.- Ud. y su pareja, con respecto a las cosas que hacen juntos
Son pocas las cosas que nos agradan mutuamente.
Trato de complacer a mi pareja en muchas cosas.
Algunas cosas la disfrutamos juntos, otras no me quedan más remedio.
Somos bastante afines en las cosas que nos gustan.

11.- Respecto a temas de conversación


Somos poco conversadores.
Conversamos de vez en cuando, pero terminamos discutiendo.
Tiendo a escuchar lo que dice mi pareja sin intervenir mucho.
Somos personas que conversamos de diversos temas.

12.- En el aspecto socioeconómico


Somos totalmente opuestos. Clase alta y clase baja.
Mi pareja es clase socioeconómica más alta que la mía.
Y o provengo de clase socioeconómica más alta que mi pareja.
Pertenecemos a clases socioeconómicas similares.

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13.- ¿Han tenido discusiones con su pareja relacionadas con el di-
nero?
Muchas veces. Es una fuente importante de discusión.
Con cierta frecuencia.
Muy rara vez.
Es un tema que nunca nos ha preocupado.

14.- En el plano religioso


Uno de los dos es muy religioso y eso incomoda al otro(a).
Tenemos diferentes creencias religiosas y a veces discutimos por eso.
No somos personas religiosas por lo que no es un tema para tratar.
Respetamos las creencias religiosas de cada uno sin problema.

15.- En lo concerniente a aprendizaje académico.


Mi pareja tiene un nivel educativo mucho mayor que el mío.
Yo tengo un nivel educativo mucho mayor que mi pareja.
Hay cierta diferencia en el nivel, pero no mucha.
Somos de niveles educativos iguales.

16.- ¿Tienen hijos de anteriores relaciones?


Mi pareja tiene.
Y o tengo.
Los dos tenemos.
Ninguno tiene.

17.- ¿Que han conversado referente a tener hijos propios?


No nos hemos puesto de acuerdo.
No lo hemos hablado.
Ninguno de los dos estamos interesados, al menos por ahora.
A los dos nos gustaría.

18.- Respecto a las amistades de su pareja


No me gusta definitivamente la gente con la que anda.
No me caen mal, pero prefiero que no alterne mucho.
Me parece que si se tiene pareja no hay porque alternar con otras personas.
Me caen bien en general.

19.- Respecto a sus propias amistades


Definitivamente no son del agrado de mi pareja.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 81


No me hace muchos comentarios, pero prefiere que no alterne con ellos.
Considera que al estar en pareja no hacen falta andar con amigos por su lado.
Le caen bien en general.

20.- ¿Resulta ser su pareja el tipo de persona con la que se había ima-
ginado estar?
Para nada. Sin embargo, esto es lo que me ha tocado y lo acepto.
La verdad que no, pero hubo algo en esa persona que me atrajo mucho.
Me parece que es la persona ideal que yo me podía encontrar.
En líneas generales si porque hay atracción y nos llevamos bien.

21.- Respecto a los planes y proyectos en el futuro cercano


Mi pareja y yo no vemos igual las cosas, pero el tiempo lo arregla todo.
La verdad no lo hemos hablado.
Hay que vivir el presente y sobre la marcha iremos solucionando.
Estamos bastante de acuerdo sobre los planes y metas a lograr.

22.- ¿Qué opinión le merece los celos dentro de una relación de pa-
reja?
Son una demostración del amor que se tiene hacia la pareja.
Son necesarios para evitar que la otra parte cometa imprudencias.
Denotan una profunda inseguridad de la persona celosa.
Un poquito de celos puede resultar gratificante y erótico para la pareja.

23.- Usted considera con respecto a los celos en su pareja


Mi pareja es muy celosa y eso nos ha traído problemas.
A veces muestra algo de celos, pero es tolerable.
Mi pareja no demuestra ser celosa.
A veces lanza ciertos mensajes de celos, pero con mucho estilo que me gusta.

24.- Cuando tienen algún tipo de discrepancia que le llevan a una


discusión
Esta se prolonga en el tiempo y al final preferimos dejarlo así.
Mi pareja trata de seguirme la corriente para que no me altere.
Yo termino cediendo para que la discusión no se prolongue.
Logramos llegar a algún tipo de acuerdo.

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25.- Si en una discusión entre usted y su pareja no lograron llegar a
un entendimiento
Pasamos un tiempo molestos hasta que se nos pasa.
Trato de irme acercando poco a poco a mi pareja hasta que se le pasa.
No nos molestamos por las cosas que no estamos de acuerdo.
Buscamos en otro momento retomar el tema y encontrar puntos de acuerdo.

26.-Con respecto a la comunicación entre la pareja


La pareja debe contarse todo, no puede haber nada que no se diga.
Solo hay que contar las cosas agradables para no generar disgustos.
Compete a cada una de las partes decidir lo que hay que contar.
Agradable o desagradable se comunica lo que realmente compete a ambos.

27.- ¿Cuanta información se debe tener sobre el pasado de la pareja?


Absolutamente todo. Tengo que saber exactamente quién es esa persona.
No hay obligación de contar nada. Se vive el presente, el pasado no importa.
Las personas tenemos derecho a tener nuestros secretos.
Debe darse la información necesaria que compete al proyecto de esa relación.

28.- Si en algún momento usted se entera de algo que su pareja no le


ha contado
Realmente me molesto porque me parece un irrespeto de su parte.
Me lleva a sospechar si hay otras cosas que no me dice.
Pudo olvidarse o no darle la suficiente importancia y espero no pase otra vez.
Y o no tengo por qué saberlo todo y evaluaría su importancia.

29.- Respecto a la confidenc ialidad de lo hablado en pareja.


No es bueno que haya nada oculto respecto a lo que la pareja habla.
Es bueno que nuestros padres opinen sobre lo que en pareja hablamos.
Lo que se habla en pareja no sale de la pareja.
Solo si los dos están de acuerdo se puede buscar consenso con otras personas.

30.- En el tiempo que tiene saliendo con su pareja ¿qué frase los des-
cribe mejor?
Nos queremos mucho, pero nos peleamos mucho.
Tenemos días buenos y otros no tanto, como todo el mundo.
Tenemos que poner más de nuestra parte para superar muchas cosas.
Es una relación tranquila sin mayores problemas.

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31.- Si pudiese cambiar algunas cosas de la forma de ser de su pareja
Seria fabuloso. Yo quiero mucho a mi pareja, pero a veces es inaguantable.
Me gusta como es, pero hay un par de cositas que debe cambiar con urgencia.
Todos tenemos cosas que podemos mejorar si nos lo proponemos.
Y o quiero a mi pareja como es.

32.- ¿Como le afecta el tema de la infidelidad en su relación actual de


pareja?
Tuvimos una situación relacionada con ese punto y me afecta que ocurra otra
vez.
Tengo ciertas sospechas de que pueda ocurrir, pero no he podido compro-
barlo.
Hubo una situación relacionada, pero se pudo resolver.
No es un tema que me preocupe.

33.- En referencia a las manifestaciones de afecto tales como besos,


abrazos, caricias
No somos una pareja que nos manifestamos afectivamente mucho.
Trato de manifestar más afecto pero mi pareja tiende a evadir y a no corres-
ponder.
Lo normal de cualquier pareja. Temporadas más afectuosas y otras menos.
Somos una pareja bastante expresiva en mostrar afecto.

34.- En términos más específicos, ¿con qué frecuencia tienen mani-


festaciones de afecto?
Pocas. No sabría decir.
Algunas veces en la semana.
Los fines de semana.
Diariamente.

35.- ¿Como catalogaría físicamente a su pareja?


El físico no es su fuerte. Tiene otras cualidades de atracción.
Normal.
Me parece una persona físicamente un poco atractiva.
Me parece que físicamente tiene un gran atractivo.

36.- ¿Como catalogaría el nivel de inteligencia de su pareja?


Como el de cualquier otra persona.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 84


No es muy estudiada, pero se ha esforzado por ser culta.
Es inteligente.
La inteligencia es su principal atractivo.

37.- Respecto al desenvolvimiento social ¿qué opinión tiene de su


pareja?
Prefiere no llamar mucho la atención.
Es social cuando está en familia.
Es social cuando esta con sus amigos.
Le encanta socializar cuando hay un buen ambiente.

38.- ¿Como ser catalogaría usted en el desenvolvimiento social?


Prefiero no llamar mucho la atención.
Socializo con mi familia.
Si estoy con amigos me gusta ser sociable.
En cualquier ambiente que sea propicio me encanta llamar la atención.

39.- ¿Como aplica la frase “El sexo es una función normal en mi rela-
ción de pareja”?
Creo que tenemos algunas cosas que debemos mejorar.
A veces es muy normal, otras veces no tenemos los mismos gustos.
En general nos va bien. Normal.
Mi pareja y yo estamos muy de acuerdo en cómo nos manejamos en el sexo.

40.- Me es fácil excitarme sexualmente con mi pareja


Me cuesta un poco.
Depende de cómo estemos en otros aspectos de la relación.
Normal.
Me excito bastante rápido.

41.- Siento que debiéramos tener sexo más seguido


Realmente nuestra sexualidad es algo rutinaria. Estamos bien así.
Me gustaría si pudiésemos mejorar algunas cosas.
Así como estamos me parece bien
Me siento bien, pero si lo hacemos más veces seria todavía mejor

42.- ¿Han tenido en alguna oportunidad alguna discusión relativa al


sexo?
La hemos tenido y fue un poco fuerte por lo que preferimos no hablar de eso.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 85


Tenemos algunas diferencias que tratamos de hablar y arreglar.
Muy rara vez.
La verdad nos llevamos bien sexualmente y no discutimos.

43.- ¿Toma usted la iniciativa cada vez que desea intimar sexual-
mente con su pareja?
Rara vez o nunca.
Esporádicamente.
A veces sí y otras veces no.
Cuando me provoca siempre lo hago.

44.- ¿Mantiene usted y su pareja juegos previos al coito (penetra-


ción)?
Rara vez o nunca.
Esporádicamente.
Frecuentemente.
Siempre.

45.-Durante el juego sexual, ¿le hace a su pareja las caricias que Ud.
desea?
No lo hago.
Solo si me lo pide.
Depende del momento.
Siempre le hago lo que me provoca.

46.- Durante el juego sexual, ¿le hace su pareja a usted aquellas cari-
cias que desea?
Muy rara vez.
Si yo le digo.
Frecuentemente.
Siempre.

47.- Si usted y su pareja tuviesen una situación de conflicto que se


prolongase mucho
No soy persona de aguantar mucho.
Debería tener paciencia y aguantarme hasta que se le pase.
Trataría de convencer a mi pareja de que así no podemos seguir.
Buscar una mediación con alguien de confianza o incluso profesional.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 86


48.- ¿Qué opina usted de la frase “El amor lo puede todo”?
Totalmente de acuerdo. Con mucho sacrificio y amor las parejas permanecen.
Es una frase romántica que no tiene ningún sentido de realidad.
Depende de la persona con la que se tenga la relación.
El amor es un sentimiento valioso que debe propiciar llegar a buenos acuer-
dos.

49.- ¿Qué opinión le merece aquellas parejas que se separan?


Va a ser terrible para sus vidas el no haber valorado lo que tenían.
Tenían problemas personales que no pudieron solucionar más allá del amor.
Realmente no se querían.
La vida en pareja es difícil. No siempre las personas pueden vivir juntas.

50.- ¿Qué opinión le merece la Consejería y la Terapia de Pareja?


No buscaría ayuda de esa índole. Las parejas deben buscar solución propia.
No tengo una opinión definida. Supongo que puede ayudar.
Conozco parejas que les ha ayudado. Lo pensaría.
Es algo que cualquier pareja en problemas debe considerar.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 87


Satisfacción marital durante
la pandemia por COVID-19

Steffi Bolívar, Gisell de la Rosa,


José Manuel González,
Johanna Moreno,
Claudia Reyes y
Laura Rodríguez

El SARS-CoV-2 es un nuevo tipo de coronavirus que se detectó en di-


ciembre de 2019 en Wuhan, China. Balluerka et al. (2020) señalan que
este virus produce la enfermedad infecciosa denominada COVID-19,
que, aunque generalmente no es grave, algunas veces puede llevar a la
muerte por neumonía, problemas respiratorios, fallas renales, entre
otras. El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud
(OMS) declaró la COVID-19 como pandemia y muchos países tomaron
medidas como el confinamiento.

El confinamiento está acompañado de una serie de sucesos poco fre-


cuentes (como el cierre de sitios de trabajo, estudio, diversión, entre
otros) que llevan a estrés y perdida de hábitos y rutinas saludables,
fomentando costumbres negativas (como sedentarismo, malos hábitos
alimenticios, mayor uso celulares y TV, entre otras), lo que afecta de
forma importante la salud física y psicológica (Balluerka et al., 2020;
Wang et al., 2020). Adicionalmente, el confinamiento ha representado
diferentes retos para las dinámicas familiares, ya que ha provocado
tensiones económicas y laborales a las cuales las familias han tenido
que enfrentarse de forma repentina (Vazquez Correa, 2020). Una de las
situaciones que se podría a ver visto comprometida es la satisfacción
marital, tema de este capítulo.

Lamela et al. (2020) definen la satisfacción marital como la forma en


que la persona percibe, positiva o negativamente, su relación marital;
es decir, es la actitud favorable o desfavorable que alguien tiene frente
a su relación de pareja. La satisfacción marital es muy importante por-
que los estudios muestran que hay una íntima relación entre la

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 88


satisfacción marital, la salud, el bienestar psicológico y la felicidad de
las personas (Acevedo y Aron, 2009; Schmitt, Kliegel y Shapiro, 2007).
Un matrimonio infeliz aumenta la posibilidad de que los cónyuges se
enfermen y acorta la vida en un período promedio de 4 años aproxi-
madamente (Go man y Silver, 2012). La satisfacción marital está rela-
cionada con la infidelidad y el divorcio, elementos que preocupan a
muchísimos investigadores y a la comunidad en general en el mundo
y en América Latina (Go man y Silver, 2012; Rodrigues y González,
2020; Rodrigues, González y Zeglio, 2021).

Las principales variables que se han encontrado relacionadas con la


satisfacción marital son el género (Cabrera y Aya, 2014), la edad (Tei-
mourpour et al., 2012), orientación sexual (García et al., 2016), nivel
educativo (Pepping y Halford, 2012), ingresos económicos (Flores,
2011), diferencia de edad entre los cónyuges (Rahmani et al., 2011), du-
ración de la relación (Tavakol et al., 2017), número de hijos (Mora et al.,
2013), ideología de género (González, 2020), asertividad sexual (Dast-
yar et al., 2018), neuroticismo (Farfán, 2013), extroversión (Shiota y Le-
venson, 2007), perfeccionismo (Tavakol et al., 2017), autoestima (García
et al., 2016), apego (González, 2021), estilo de comunicación (Iglesias-
García et al., 2019), capacidad de resolver constructivamente las dife-
rencias (García et al., 2016), satisfacción con la comunicación (González,
2020), sentido del humor (Vera, 2010), inteligencia emocional (Quiroz,
2014), expresiones de afecto (González-Jiménez, 2011), satisfacción se-
xual (Sánchez-Fuentes et al., 2016), fidelidad (Flores, 2011), tiempo libre
compartido (González-Jiménez, 2011), consumo de alcohol (Windle y
Windle, 2019), utilización de las redes sociales (Antezana Vargas y Al-
faro Urquiola, 2019), creencias, normas y valores (Pérez-Pérez y Sán-
chez-Aragón, 2018), apoyo familiar (Samadaee-Gelehkolaee et al.,
2016) y religiosidad (Bozhabadi et al., 2020).

González (2021) estudió, con un cuestionario online (publicado en las


redes sociales entre el 28 de febrero y el 27 de mayo de 2021), a 532
personas hispanoparlantes: 334 (62.79%) mujeres heterosexuales, 20
(3.75%) mujeres LGBTI, 129 (24.25%) hombres heterosexuales y 49
(9.21%) hombres LGBTI. Entre los 371 (69.73%) que tenían una relación
de pareja, la satisfacción marital reportada fue muy insatisfactoria en
17 (4.6%) personas, moderadamente insatisfactoria en 25 (6.7%),

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 89


moderadamente satisfactoria en 135 (36.4%) y muy satisfactoria en 194
(52.3%). Se encontró que la satisfacción marital estaba asociada a ma-
yor frecuencia de las actividades sexuales, menos conflictos por el uso
del teléfono, mayor satisfacción con la comunicación, mayor comuni-
cación positiva, menor apego ansioso, menor frecuencia de las peleas
y la visión igualitaria de género.

En este sentido es importante investigar la satisfacción marital en el


contexto de la pandemia por COVID-19, por lo que se realizó una in-
vestigación, que se resumen en esta ponencia, para estudiar ¿Cuáles
son las variables que afectan la satisfacción marital durante la pande-
mia COVID-19?

Utilizando un cuestionario online (publicado en las redes sociales de


los autores, entre el 6 y el 14 de febrero de 2021), se obtuvieron las res-
puestas de 542 personas: 329 (60.1%) mujeres heterosexuales, 162
(29.9%) hombres heterosexuales, 20 (3.7%) mujeres LGBT y 31 (6%) hom-
bres LGBT. Esta fue una muestra por conveniencia, no obtenida al azar.
Estas personas 542 personas eran, a su vez, menores de 46 años en su
gran mayoría (77.3%). 239 (44.1%) eran solteras, 92 (16.9%) vivían en
unión libre y 170 (31.4%) estaban casadas. 275 (50.7%) tenían estudios
universitarios de pregrado. 284 (52.3%) conservaba su trabajo pese a la
pandemia por COVID-19. 120 (22.14%) manifestaron haber perdido el
empleo de manera temporal o definitiva. 283 (52.2%) personas tenían
ingresos superiores a dos salarios mínimos.

En las 340 (62.7%) personas que convivían con su pareja durante la


pandemia se encontró que 95 (27.9%) incrementaron las discusiones
con su pareja. 54 (15.9%) personas aumentaron la frecuencia de las re-
laciones sexuales y 184 (54.1%) disminuyeron la frecuencia de las rela-
ciones sexuales. 318 (93.5%) reportaron que tuvieron una buena y muy
buena convivencia. 315 (92.6%) personas reportaron tener una satisfac-
toria y muy satisfactoria relación de pareja.

Utilizando ꭓ2 de Pearson para establecer si existía algún grado de de-


pendencia entre la satisfacción con la pareja y las demás variables es-
tudiadas se encontró que un nivel alto de satisfacción con la pareja du-
rante el confinamiento estaba asociado a:

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 90


1- una buena convivencia con la pareja (ꭓ2 (9) = 118.62, p<.001),
2- la permanencia de la relación romántica (ꭓ2 (3) = 49.306, p<.001),
3- la disminución de conflictos con la pareja (ꭓ2(6) = 66.808, p<.001),
4- no haber tenido ayuda psicológica por problemas de pareja durante la pan-
demia (ꭓ2 (3) = 30.564, p<.001),
5- no haber tenido ayuda psicológica por problemas sexuales durante la pan-
demia (ꭓ2 (3) = 20.432, p<.001),
6- no haber tenido ayuda psicológica por problemas de ira durante la pandemia
(ꭓ2 (3) = 9.0141, p<.05) y
7- un alto nivel de satisfacción con las relaciones sexuales durante la pandemia
(ꭓ2(9) = 293.95, p<.001).

La tabla 1 presenta otras variables estudiadas que no se encontraron


asociadas a la satisfacción con la pareja (p>.05). (ver página 92).

Los resultados de esta investigación apoyan los obtenidos por anterio-


res estudios que muestran la relación entre la satisfacción marital y la
buena convivencia, la solución adecuada de los conflictos, las expre-
siones románticas en la relación, la ausencia de solicitudes de ayuda
profesional para solucionar problemas de pareja, ira o sexualidad y sa-
tisfacción con la vida sexual (García et al., 2016, González, 2020, Lamela
et al., 2020, Vera, 2010, Sánchez-Fuentes et al., 2016).

Los resultados de esta investigación deben ser vistos con cautela por-
que fueron obtenidos en una muestra por conveniencia, que no per-
mite generalizar las relaciones encontradas a otras personas diferentes
a las que conformaron esta muestra, pero sugieren relaciones que pue-
den ser útiles a nuevos investigadores, miembros de equipos dedica-
dos a la promoción de la salud sexual y conyugal, lo mismo que a con-
sejeros y terapeutas de pareja.

Desde el punto de la promoción de la salud sexual y conyugal, esta


investigación propone trabajar en temas como la comunicación con la
pareja y la función sexual para mejorar la satisfacción marital y dismi-
nuir las posibles infidelidades y divorcios. Algo similar podrían hacer
las personas que trabajan en consejería y terapia de pareja.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 91


Tabla 1.
Asociación no significativa entre el nivel de
satisfacción marital y otras variables.

V ariable ꭓ2 gl Valor p
Edad 92.30 12 0.6831
Auto identificación
11.104 9 0.2687
sexual
Estatus marital 19.005 12 0.08841
Nivel educativo 39.34 6 0.6855
Nivel de ingresos 12.35 9 0.194
Situación laboral du-
24.675 21 0.26
rante la pandemia
Permanencia laboral 7.87 6 0.24
Condiciones labora-
5.74 6 0.45
les
Tener hijos 0.88 3 0.95
Vivir con los hijos 0.88 3 0.82
Consumo de alcohol 97.48 9 0.3712
Utilizar TV 8.04 9 0.52
Utilizar las Redes so-
12.8 9 0.16
ciales
Sexting 8.7 6 0.18
Confinamiento (Sali-
9.1 6 0.16
das de la vivienda)
Opinión machista 26.6 27 0.48

Fuente: elaboración de los autores.

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Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 95


Rol de la oxitocina y vasopresina
en la neuroquímica del amor y el apego

Fernando J. Serrano R.

Tanto el amor como el apego son elementos estructurales nucleares en


una sana relación de pareja, la ausencia o debilidad de algunos de ellos,
podría poner en peligro el balance relacional de la díada y desembocar
en alguna crisis o disfunción de pareja. La oxitocina y la vasopresina
tienen un rol central en el desarrollo de estos vínculos afectivos a través
de una compleja interacción sinérgica y posiblemente interdependiente.

A lo largo del desarrollo de este capítulo vamos a revisar evidencias


publicadas por distintos autores que sustentan esta conclusión, par-
tiendo de la obra de la directora emérita del Kinsey Institute, la Dra.
Sue Carter, en su obra The Healing Power of Love. También es impor-
tante tener en cuenta qué, el abordaje del análisis será desde la pers-
pectiva neurocientífica partiendo de los estudios biológicos realizados
en modelos animales y considerando los diversos modelos teóricos que
buscan explicar el comportamiento sexual humano.

¿Qué rol juegan la oxitocina y la vasopresina, en el desarrollo de víncu-


los emocionales como el amor y el apego? Antes de comenzar a desa-
rrollar la pregunta, que constituye el objetivo central de esta revisión,
hagamos un breve repaso por los conceptos de amor y apego que va-
mos a considerar como referencia dentro de la estructura del desarrollo
del tema que nos ocupa.

Si bien el constructo amor puede tener varias interpretaciones y puede


ser propio de cada persona, partamos de esta definición tomada del
diccionario en linea de la Real Academia Española en su edición tri-
centenaria: “Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y
que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da
energía para convivir, comunicarnos y crear” (Real Academia Española,
2020).

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 96


El amor está definido por apegos y vínculos sociales, así como la nece-
sidad de proteger a quienes amamos. Configurando complejos proce-
sos neurobiológicos que facilitan la salud, el bienestar, la adecuación
reproductiva y la optimización biológica (Carter, comunicación perso-
nal, 13 de agosto del 2020).

Consideremos que, el apego es la tendencia a establecer lazos emocio-


nales íntimos con individuos determinados como un componente bá-
sico de la naturaleza humana, presente en forma embrionaria en el neo-
nato y que prosigue a lo largo de toda la vida. El aspecto central del
mismo es que confiere una sensación de seguridad, protección y con-
fort (Persano, 2018). El apego también es un vínculo que se puede ge-
nerar entre ambos miembros de la pareja producto de su interrelación,
y que podría dar lugar tanto a la necesidad de protección del otro,
como al deseo de cuidarle y protegerle, este puede o no evolucionar en
su desarrollo junto al sentimiento de amor de manera complementaria
y mutuamente dependiente, y de igual manera se puede debilitar o
perder juntos o por separados según cada contexto de las díadas.

Los apegos seguros, importan especialmente desde la vida temprana.


Los efectos protectores de estas experiencias positivas, dependen en
buena parte de la oxitocina y de su homóloga la vasopresina. Es cono-
cido que la oxitocina tiene un rol clave en la regulación del comporta-
miento social (Ellis et ál., 2021), y es que, junto a la vasopresina se po-
drían considerar como unas hormonas pro socializadoras.

El ser humano como buen mamífero es un ser social. Requerimos del


soporte de nuestro entorno desde el momento mismo del nacimiento,
y para ello necesitamos establecer vínculos con nuestros cuidadores
como lo son naturalmente padre y madre, o bien las personas que en
su ausencia ocupen su rol como protectores a cargo de nuestro cui-
dado. Por lo tanto, para nuestra supervivencia, el desarrollo del apego
es vital. En el contexto de las parejas, el apego no siempre es sano, y no
siempre va acompañado del amor, incluso en algunas oportunidades
puede llegar a ser egoísta, sostenido por la necesidad de recibir protec-
ción de la otra persona, muchas parejas a lo largo de los años tras de-
bilitarse la atracción romántica y el amor quedan unidas en parte por
el apego generado en las primeras etapas de la relación, en otras

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 97


simplemente el apego desaparece, incluso cuando aún permanece el
amor. Por lo que ambos elementos pueden construirse juntos o sepa-
rados, y pueden evolucionar de la misma forma a lo largo de las dis-
tintas etapas de la relación de pareja.

Tomemos en consideración que, el prototipo evolutivo y bioquímico


para el amor y los vínculos sociales al menos en los mamíferos, es la
interacción madre-hijo, la cual está construida sobre la biología del
parto y la lactancia. En ambos, la oxitocina es parte de las hormonas
que facilitan estos procesos, aliviando el estrés de la crianza; es cono-
cido el desgaste físico y el estrés emocional que implica el cuidado du-
rante el crecimiento y desarrollo de un hijo; el amor es clave en el so-
porte que impulsa a los padres a transcender el desgaste cotidiano, y
que es recompensado por el bienestar y el cuidado del descendiente.
Es el amor el que los vincula generando a la par un apego, tanto de
parte del niño quien entiende que necesita de la protección y el cuidado
de los padres, como estos que desarrollan la necesidad de proteger y
cuidarle, mediante un proceso de vinculación bidireccional donde am-
bos lazos pueden crecer, por la intermediación ambas hormonas.

En una relación de pareja, la dinámica no suele ser tan diferente, frente


al estrés que supone la convivencia diaria, el cuidado de los hijos y/o
las mascotas, la alineación de proyectos de vida e interés comunes, la
manera de comunicarse y hasta la forma de interpretar al mundo, ni
hablar de cuando aparecen disfunciones sexuales propias o de pareja;
el amor suele ser el vínculo que sostiene todo, en otros casos será el
apego, en otros tantos serán ambos.

La Oxitocina ha sido implicada neurofisiológicamente en los patrones


de comunicación sexual diádica (Roels et ál., 2021). Lo que consolida
su rol protagónico en los procesos de vinculaciones afectivas de las pa-
rejas que previamente hemos revisado en este capítulo.

Más allá de la anteriormente expuesto, se conoce que las personas que


envejecen bajo acompañamiento en contextos emocionales positivos
como los que proveen compañeros de vida como las parejas o familia-
res que les cuidan, amistades o incluso mascotas, tienen una mejor

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 98


sobrevida y una mejor calidad que aquellos quienes carecen de estos
contextos, allí el poder del amor no solo es sanador sino también
salvador.

Por otro lado, es sabido que, la ausencia de interacciones sociales y


vínculos sociales apropiados, pueden dar paso a sustituciones disfun-
cionales tales como el abuso de sustancias y de comida, o de disfunción
mental. De hecho, esto puede convertirse en algo tan severo que resulte
en depresión y en respuestas de colapso físico y mental, incluso la
muerte (S. Carter, comunicación personal, 13 de agosto del 2020). Po-
dríamos considerar que tanto el amor como el apego promueven la sa-
lud en sus distintos ámbitos, desde lo biológico, lo psicosexual e in-
cluso desde lo social.

La oxitocina también conocida como la Hormona del Amor fue descu-


bierta en 1835 por el italiano Nicholas Farraye (Parmar & Malik, 2019).
Es una hormona peptídica de los mamíferos producida dentro del sis-
tema nervioso central, con efectos de amplio alcance en numerosos as-
pectos de la fisiología y el comportamiento de los animales, incluida la
reproducción y las interacciones sociales (Ondrasek, 2017). La oxito-
cina es una hormona central en la biología del amor tanto como en la
percepción de la seguridad que genera el apego y si bien, los estudios
en seres humanos suelen realizarse evaluando la acción de ambos neu-
ropéptidos por separado, está bien establecida la interrelación funcio-
nal entre ambas hormonas en relación con el apego, e incluso en la cog-
nición (Plasencia et ál.,2019).

Sus interrelaciones son amplias y complejas, por ejemplo, la oxitocina


funciona en conjunto con otras hormonas como la testosterona; a pesar
de su intervención en la fase de meseta y el orgasmo es una de las más
conocidas, la evidencia sugiere su participación en las otras etapas del
ciclo sexual como el deseo y la excitación sexual, incluso durante los
procesos cognitivos de elaboración de fantasías sexuales (Cera et ál.,
2021). Por lo cual, se podría decir que, interviene directa o indirecta-
mente en prácticamente todas las fases del ciclo sexual desde el deseo
hasta la etapa resolutiva y de satisfacción donde pueden consolidarse
sentimientos y vínculos como el amor y el apego.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 99


La oxitocina también puede influir en la modulación de las respuestas
en el sistema de recompensa del cerebro mediada por
neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina (Parmar &
Malik, 2019). Esto nos da una idea del porque en algunas personas los
procesos de enamoramiento y enganche romántico-afectivo pueden
llegar a tener rasgos adictivos. Mas allá en los contextos diádicos, tam-
bién nos puede ayudar a comprender en parte, las vinculaciones tóxi-
cas y codependientes que muchas personas suelen desarrollar por sus
parejas, el apego les puede mantener atadas a la otra persona a pesar
de tener una relación disfuncional, donde reciben maltratos e incluso
en la cual se puede haber desvanecido el enamoramiento, después de
todo, ya se ha explicado el que el apego es un vínculo que puede cami-
nar o no de la mano del amor.

Las rutas de la oxitocina, como Carter le han llamado al complejo neu-


rotransmisor/receptor, son críticas en el desarrollo de la sensación de
seguridad, la supervivencia fisiológica y genética, los comportamien-
tos sociales reproductivos, la resiliencia, el amor, los vínculos parenta-
les (maternidad, paternidad), los comportamientos sociales positivos,
el alivio del estrés y la buena salud en general. Facilitan los procesos
de adaptación, protección y sanación. Modulan al sistema nervioso au-
tónomo y al sistema inmunitario (Carter, comunicación personal, 13 de
agosto del 2020).

La oxitocina se considera un factor esencial que facilita el desarrollo


del sistema nervioso humano, interviniendo en la oxigenación cerebral
(por la vía vagal), habilitando el desarrollo de los procesos cognitivos,
pero no trabaja sola, para ello hace equipo con una molécula más an-
cestral la vasopresina (Martirno, 2014).

Ambos neuropéptidos se diferencian uno del otro en solo 2 de los 9


aminoácidos que los componen y el gen de ambos (OXTR), se ubica en
el mismo cromosoma 20 (López-Ramírez et ál., 2014). Las dos hormo-
nas derivan de una super molécula progenitora que aparece 6 millones
de años atrás en la historia, y que evoluciona hacia el desarrollo de la
vasopresina hace 2 millones de años, y finalmente la oxitocina hace 1
millón de años.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 100


Se cree que la Oxitocina es la molécula que nos permitió evolucionar a
ser mamíferos como especie, sabemos que en contraposición existe una
molécula similar en las aves, la Mesotocina; sin embargo, aunque éstas
también tienen vínculos sociales, no tienen parto ni lactancia y tienen
una cognición social diferente a los mamíferos (Kabelik & Magruder,
2014).

La Vasopresina es la molécula del miedo, la defensa, la territorialidad,


la vigilia, la excitación y movilización, modulando los factores simpá-
ticos, la movilización de la energía. Básicamente la vasopresina es pro-
tectora en una forma activa. Es dominante en situaciones de estrés ex-
tremo y trauma (Brunnlieb, 2014). Se ha evidenciado que altos niveles
de vasopresina se asocian con una mayor ansiedad por apego (Plasen-
cia et ál.,2019). En el pasado fue necesaria para la supervivencia de la
especie en contextos ambientales hostiles, luego aparece la oxitocina
para facilitar el acercamiento social de la especie más allá del apego. La
dupla Amor (acercamiento) / Miedo (evasión), son claves en el desa-
rrollo evolutivo de la especie. Es así como el amor nos puede ayudar a
superar este miedo, forjando una compleja alianza dinámica para per-
filar conductas evolutivas necesarias.

La evolución de la socialización y el amor es un tipo de danza dinámica


entre la oxitocina y la vasopresina. Los efectos de la oxitocina no siem-
pre son positivos, es el receptor el que determina el efecto, no el pép-
tido en sí mismo (Carter, 2017). Las dos moléculas pueden estimularse
e inhibirse mutuamente los receptores, con una capacidad dinámica y
muy rápida de cambiar y actuar en uno u otro sentido en función del
contexto. Por ejemplo, la oxitocina es capaz de estimular al receptor de
vasopresina para estimular la pro socialización (Carter, comunicación
personal, 13 de agosto del 2020).

Conclusiones

1. Tanto el amor como el apego son elementos estructurales nucleares


de una sana relación de pareja.

2. La oxitocina y la vasopresina tienen un rol central en el desarrollo


de vínculos afectivos como el amor y el apego, a través de una compleja
interacción sinérgica y posiblemente interdependiente.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 101


3. El ser humano como buen mamífero es un ser social. Requerimos
del soporte de nuestro entorno desde el momento mismo del naci-
miento, y para ello necesitamos establecer vínculos con nuestros pro-
tectores. Para nuestra supervivencia, el desarrollo del apego es vital.

4. El amor está definido por apegos y vínculos sociales, así como la


necesidad de proteger a quienes amamos.

5. La dupla Amor (acercamiento) / Miedo (evasión), son claves en el


desarrollo evolutivo de la especie. Es así como el amor nos puede ayu-
dar a superar este miedo, forjando una compleja alianza dinámica para
perfilar conductas evolutivas necesarias; la oxitocina y la vasopresina
juntas median estos procesos.

6. El amor y el apego pueden evolucionar o no juntos en el proceso de


vinculación, de igual manera pueden cambiar a lo largo de la relación,
desapareciendo juntos o independientemente en algunos casos, esto
refleja en parte la acción dinámica entre ambos neuropéptidos.

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Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 103


Las expresiones contemporáneas
de la sexualidad adolescentes:
redes sociales, sexting y autoestima corporal

Gisell De la Rosa Gutiérrez y


Claudia Reyes Cervantes

Introducción
La necesidad de relacionarse es uno de los aspectos esenciales del ser
humano “se debe tener presente que el ser humano es un ser social,
pues se concibe asociado por otros formando grupos en los que cada
quien satisface sus necesidades físicas, afectivas y sociales” (Monroy &
de Velasco, 2002, p.78); el sentido que tienen las relaciones interperso-
nales para el individuo y la forma en la que se establecen están direc-
tamente relacionadas con el momento evolutivo y sociohistórico en el
que el individuo se encuentra, entendiendo que a través del tiempo
las maneras de vincularse han ido transformándose e incluyendo di-
versas formas de interactuar y expresarse.

En el presente capítulo se exponen los principales aspectos referentes


al fenómeno de las redes sociales como herramienta fundamental de la
contemporaneidad en el ámbito de la interacción humana, así como su
papel en la construcción y expresión de la identidad adolescente, de
cómo influye en la autoestima e imagen corporal y su relación con el
sexting como forma de expresar su sexualidad, abordando para ello
definiciones, las principales características y atributos.

Redes sociales
Las redes sociales forman parte de nuestra vida cotidiana (Castells,
2006). Sin duda alguna, constituyen una nueva forma de interacción
comunicacional donde existe una ruptura de la temporalidad y la es-
pacialidad mediado por el carácter de inmediatez y dialogismo (Re-
nobell, 2017). En el universo digital, la comunicación es reciproca
donde el usuario puede modular la información de acuerdo a sus ne-
cesidades e intereses que permite construir una identidad, influyendo

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 104


en los ámbitos de la vida social, económica, política y cultural convir-
tiéndose en el gran referente de los jóvenes adolescentes como un
vehículo comunicativo, cambiando formas de percibir, vivir la realidad
social y la comunicación interpersonal concebido como una “Aldea
global” recordando la frase del Marshall McLuhan (1995), creando
nuevas maneras de narrar e interpretar el mundo que reconfigura las
interacciones interpersonales y rediseña las identidades grupales
(Wagner, citado en Renobell, 2017).

El concepto de redes sociales puede entender principalmente con dos


fuentes teóricas que permiten estudiar el fenómeno de las comunica-
ciones digitales: la Sociedad-Red de Castells (2006) y la Sociedad selfie
de Turkle (1995) donde dialogan sobre diferentes aspectos relacionado
con la intersección de las comunicaciones digitales modernas en la vida
social. Según estas perspectivas, las consecuencias de la sociedad de la
información también han sido analizadas en distintos informes que
han adquirido carácter periódico respaldándolas instituciones interna-
cionales o entidades privadas de todo tipo (Renobell, Citado en: Mar-
tínez-García, 2018).

De acuerdo con Castells (2006), la Sociedad-Red es una compleja es-


tructura social conformada por una serie de redes de información,
donde se cuenta mediada por las modernas tecnologías de información
entendidos como dispositivos comunicativos (celulares, computado-
res, etc.,) reconfigurando la noción de espacio-tiempo, cuya interrela-
ción se encuentra entre lo real y lo virtual gracias a la influencia de
internet. Siguiendo a Castells, Internet “(…) es el medio de comunicación
que constituye la forma organizativa de nuestras sociedades, es el equivalente
a lo que fue la factoría en la era industrial o la gran corporación en la era
industrial. Internet es el corazón de un nuevo paradigma socio-técnico que
constituye en realidad la base material de nuestras vidas y de nuestras formas
de relación, de trabajo y de comunicación. Lo que hace Internet es procesar la
virtualidad y transformarla en nuestra realidad, constituyendo la sociedad
red, que es la sociedad en que vivimos” (2012, p.55).

La contemporaneidad se rige por imágenes acopladas de sonoridades.


Vivimos en una sociedad donde las redes sociales forman parte de
nuestra vida. El presente y el futuro de la sociedad se sostienen en la

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 105


comunicación instantánea. Las redes sociales son nuestro principal me-
dio de información, de comunicación y de interacción. Ya no podemos
vivir sin redes sociales. Sin redes sociales estamos desconectados y per-
didos en un mundo donde si no compartes no existes (Turkle, 1995).
En referencia a este último punto, algunos de los presupuestos concep-
tuales sobre la Sociedad selfie planteado por Turkle (1995) exponen
que la sociedad selfie está basada en el egocentrismo propio de la
misma imagen. A la generación de hoy se le define como particular-
mente narcisista y exhibicionista (Turkle, 1995). Siguiendo estas pre-
misas, la selfie construye un híper-narcicismo tecnológico donde ha-
cerse un selfie con el fondo de la noticia de actualidad es demostrar
que he estado en la noticia y soy noticia. Inspirado en el mito de Nar-
ciso, se trata de sumar el apego tecnológico contemporáneo junto con
la individualización de la sociedad actual (Turkle, 1995). En ese sen-
tido, “Un autorretrato puede tener el papel de medio de comunicación.
Igual que se introdujo el “smile” para ayudar a expresar emociones en
los mensajes de texto, el selfie de hoy es su evolución lógica debido al
mayor acceso a Internet y a los móviles inteligentes” (Renobell, 2018,
p. 119). Parafraseando el reconocido refrán: una imagen puede valer
más que mil palabras, y un autorretrato puede sustituir a muchos pá-
rrafos de texto escrito.

Para Sibilia (2009) una red social es un grupo de personas que tienen
algo en común, se conocen, se agrupan, interactúan y están en contacto.
Esta red se puede representar en forma de gráfico con nodos, que re-
presentan los individuos, y lazos, que representan las relaciones entre
los distintos nodos. Una red social online es un sitio web que permite
la interacción social a través del medio Internet. En ese sentido, “las
redes sociales son medio transformadores y disruptivos. Transformador por-
que ha cambiado la vida social, la socialización, la interacción, el compañe-
rismo, el amor, etc.… nos han descontrolado nuestras vidas diarias. Y disrup-
tivo porque rompe con lo que existía hasta ahora. Ha roto con la noción clásica
de intimidad y de privacidad. Y ha generado nuevas versiones sobre este fenó-
meno como el de extimidad” (Sibilia, citado en Renobell, 2018, p. 117-118).

Pero finalmente, ¿Qué exponemos en las redes sociales? Nuestros con-


textos y realidades sociales, nuestra vida cotidiana tales como viajes,
paseos, labores, etc., donde hay una ruptura de la frontera entre la

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 106


esfera de lo privado y lo público. Por este motivo, el selfie expresa una
narrativa personal en forma de imagen (aunque también combinada
con textos e interacciones) y se inscribe en la cultura visual contempo-
ránea a partir de las prácticas facilitadas por las redes sociales y las
prácticas de la fotografía digital (Gómez-Cruz, 2012).

Siguiendo estos dos constructos teóricos expuestos anteriormente, So-


ciedad-red y Sociedad selfie, de los cuales hacen referencia al análisis
de las redes sociales desde una perspectiva interdisciplinaria sobre el
entendimiento de los medios de comunicación digital, se complementa
con el concepto de “Nativos digitales” planteado por Prensky (2011)

La expresión “Nativos Digitales” fue acuñada en 2011, por Marc


Prensky , para referirse a las personas, estudiantes, nacidos en la era de
la tecnología, producto de la expansión sorprendentemente marcada
por dispositivos electrónicos, tales como: computadores (ordenado-
res), juegos de video, música digital, videos, teléfonos celulares y otros
artefactos que hacen cada vez más amigable la navegación por internet
y la conformación de Redes Sociales del más variado tipo. Los nativos
digitales (Prensky , 2001) son el grupo de referencia en esta red social.
Son los primeros que han dejado de utilizar otras redes cómo Face-
book, Instagram o Twi er y se han pasado al mundo visual de la ima-
gen. La base material proporcionada por los entornos mediáticos, da
lugar a nuevos modos de razonamiento cognitivo, asociados con ma-
neras hasta entonces, inéditas de procesar información y, en conse-
cuencia, de aprender; lo cual constituyen un desafío por lo menos dual
para los educadores (Prensky , Citado en Renobell, 2018, p. 121). Des-
pués de la fotografía vienen los textos y los comentarios que llevan el
discurso social más allá de la propia imagen. De esta manera la imagen
devuelve al usuario la interactividad necesaria para mostrarse en la red
digital. Sin imagen no hay discurso y no hay interacción. Es por es que
señala nuestro autor,

“Los estudiantes del Siglo XXI han experimentado un cambio radical con res-
pecto a sus inmediatos predecesores. No se trata sólo de las habituales diferen-
cias en argot, estética, indumentaria y ornamentación personal o, incluso, es-
tilo, que siempre quedan patentes cuando se establece una analogía entre jóve-
nes de cualquier generación respecto a sus antecesores, sino que nos referimos

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 107


a algo mucho más complejo, profundo y trascendental: se ha producido una
discontinuidad importante que constituye toda una <singularidad>; una dis-
continuidad motivada, sin duda, por la veloz e ininterrumpida difusión de la
tecnología digital, que aparece en las últimas décadas del Siglo XX” (Prensky,
2011, p. 5).

Estas construcciones teóricas referentes al concepto de redes sociales


permiten comprender e interpretar el significado de las interacciones
y relaciones socio-comunicativas de estos dispositivos tecnológicos
mediado por la ruptura tiempo-espacio expresado en la inmediatez de
los mensajes que expresan un conjunto de creencias, valores, represen-
taciones, imaginarios e ideologías sobre diversos temas de índole so-
cial, económica, política y cultural. Siguiendo planteamientos de Re-
nobell (2018), en el caso de la sociedad-red planteado por Castells, la
intercomunicación es un factor clave. Los nuevos móviles inteligentes
nos ayudan a estar en comunicación constante con todo el mundo. La
sociedad selfie referenciado por Turkle, comporta un nuevo modelo de
interacción basado en mi propia imagen como vehículo informativo y
comunicacional.

Las redes sociales se reflejan como instrumento de vital importancia


para la forma en la que un sujeto se expone al campo mediático condi-
cionado que más se adecua a sus propias ideas e intereses. Gracias a
poder vertiginoso de las redes sociales nos encontramos interconecta-
mos a un mundo virtual, en especial los niños y adolescentes, donde
son determinantes para nuestros procesos de socialización (Tamboleo,
2021). Así, el uso del término redes sociales se ha extendido de manera
mayoritaria en el mundo entero, no sólo de forma académica y cientí-
fica, sino también en toda la sociedad entendiendo una acepción co-
múnmente aceptada para hacer referencia a determinadas herramien-
tas online como Facebook, LinkedIn, Instagram o Twi er entre otras.
En ese orden de ideas,

“La imagen atrae a las masas como el nuevo vehículo de la cultura visual. La
imagen genera identidad y cultura. Desarrolla la visión de alteridad que des-
encadena acciones y comportamientos en el mundo real y virtual. El mundo
visual genera modelos y tendencias que reflejan los valores sociales del mo-
mento. Estar en el mundo presente significa comunicarse con imágenes saber

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 108


interpretarlas y tener la capacidad para generar imágenes instantáneas cons-
tantemente” (Renobell, 2018, p. 127).

En efecto, se constituye en una de las principales categorías de análisis


para profundizar en sus componentes, características, dilemas y pro-
blemáticas versadas en las formas y/o maneras de entender cuáles son
las consecuencias físicas, psicológicas y morales de esta práctica en la
cotidianidad de los jóvenes adolescentes que apenas están explorado
su vida sexual por intermedio de las modernas herramientas digitales
comunicativas.

Autoestima corporal
El fenómeno de las redes sociales digitales tiene un papel relevante en
la construcción de imaginarios, representaciones y percepciones, la
forma en la que el individuo se percibe y valora tiene una incidencia
en la forma en la que se expresa y vincula; por lo que abordar la prác-
tica del sexting y su incidencia en la (re)producción de identidades en
los jóvenes adolescentes mediante la exploración de la sexualidad e
imagen corporal desde los espacios de la virtualidad, sea por fotos,
chats, foros, etc. es de vital importancia para comprender la incidencia
del autoestima corporal en la utilización de las herramientas digitales
y la práctica del sexting.

Nathaniel Branden (2001, p. 12) explica que el concepto de imagen cor-


poral guarda una estrecha relación con el de autoestima y se edifica a
partir de ella; la estima, confianza y respeto que el sujeto tiene acerca
de su persona; en esa misma línea de pensamiento (Cash, 1994; Cash
y Pruzinsky , 1990) citado en Sebastián, (2007, p. 140) exponen que la
imagen corporal es un constructo que implica lo que uno(a) piensa,
siente, y cómo se percibe y actúa en relación con su propio cuerpo, con-
cibiendo así la imagen corporal como parte del autoconcepto. Por su
parte, la imagen corporal consiste en las opiniones, creencias y senti-
mientos de una persona acerca de su propio cuerpo y de su aspecto
físico. Está íntimamente relacionada con la autoestima, que es la capa-
cidad de tener confianza y respeto por sí mismo. La autoestima co-
mienza a construirse desde el momento del nacimiento, o antes, ya que
las expectativas y los deseos de los padres hacia el niño o la niña recién
nacidos, producen la seguridad de ser querido(a) o de ser

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 109


rechazado(a). Por lo tanto, es en el núcleo familiar donde se adquieren
las bases para construir una adecuada o inadecuada autoestima (Agui-
lar Gil, Botello Lonngi, Yee Aumak, 1998).

Para entender sus atributos y características, es importante entender


que la autoestima se refiere,
“(…) al valor que le otorgamos a las imágenes que poseemos sobre nosotros
mismos. Si a nuestro propio auto-descripción le añadimos un sentimiento de
satisfacción o decepción entonces nos estamos refiriendo a la autoestima. Di-
recta o indirectamente refleja una autoevaluación que nos hacemos sobre no-
sotros mismos con referencia a las metas que valoramos y que nos hemos pro-
puesto”. (Montoya, 2019, p. 14).

Según Rosemberg (Citado en Montoya, 2019). La autoestima posee tres


niveles:
● Alta autoestima: Donde el sujeto se define como bueno y se acepta
plenamente.
● Mediana autoestima: El sujeto no se considera superior a otros, ni
tampoco se acepta a sí mismo plenamente.
● Baja autoestima: El sujeto se considera inferior a los demás y hay des-
precio hacia sí mismo.
Para autores como Ruiz, Márquez y Bravo (2001), la autoestima posee
ciertas dimensiones que es necesario tener presente ya que existe una
valoración global por parte del individuo:
● Dimensión física: esta es una dimensión en la que para las niñas co-
rresponde ser armoniosas y para los niños es el ser y sentirse fuerte.
● Dimensión social: esta dimensión equivale a la autopercepción de las
características de la personalidad de cada individuo, es decir, como es
cada persona.
● Dimensión académica: tiene que ver con el desarrollo o la capacidad
que tiene cada persona de poder enfrentar con éxito las diversas acti-
vidades escolares ya que cada ser es capaz de auto valorar sus propias
capacidades intelectuales.
● Dimensión ética: esta es la dimensión en la que el individuo debe ser
capaz de sentir que es una persona confiable, buena, trabajadora y res-
ponsable. El compartir valores también favorece el sentido de
pertenencia.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 110


Siguiendo cada uno de estos planteamientos puede decirse que la au-
toestima es un proceso dinámico, continuo que se va formando y re-
forzando desde la infancia hasta las últimas etapas de la vida, ya sea
positiva o negativamente. Donde la propia percepción juega un papel
importante por medio del cual se ve influido erróneamente por los jui-
cios que emiten las demás personas que nos rodean, que tanto la fami-
lia como la sociedad son factores determinantes en su construcción y
consolidación (Montoya, 2019). En ese sentido, siguiendo al autor ci-
tado:

… “La autoestima está relacionada de manera íntima con la confianza en sí


mismo, con el talante o estado anímico, con la autovaloración (…) se basa en
todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre no-
sotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida. Es la capacidad de
establecer una identidad y darle un valor. En otras palabras, tú tienes la capa-
cidad de definir quién eres y luego decidir si te gusta o no tu identidad” (Mon-
toya, 2019, p. 17).

El concepto de “Imagen corporal” es un constructo teórico muy utilizado


en el ámbito de las disciplinas como la psicología, la psiquiatría, la me-
dicina en general o incluso desde la sociología (Baile, 2003). Su utilidad
reside en poder explicar distintos fenómenos como la autoestima, el
auto-concepto, los trastornos psico-afectivos. La imagen corporal se re-
fiere a “la representación mental realizada del tamaño, figura y de la forma
de nuestro cuerpo (en general y de sus partes); es decir, cómo lo vemos y cómo
creemos que los demás lo ven. Además de la percepción, la imagen corporal
implica cómo sentimos el cuerpo (insatisfacción, preocupación, satisfacción,
etc.) y cómo actuamos con respecto a este (exhibición, evitación, etc.)” (Sala-
zar, 2008, p. 68).

Pese a esto, no existe una definición univoca y contundente en la co-


munidad científica sobre qué es la imagen corporal, o cómo se evalúa,
ni cómo se manifiesta una alteración de ella. De acuerdo con Schilder
(Citado en Bailes, 2003), la definición de imagen corporal requiere de
una integración teórica de diversas disciplinas para enriquecer los aná-
lisis sobre el comportamiento humano tanto individual como colectiva.
La imagen corporal es la representación del cuerpo que cada persona
construye en su mente y la vivencia que tiene del propio cuerpo (Gui-
món, 1999). Schilder (1950) es pionero en el análisis multidimensional

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 111


del concepto de imagen corporal. En su definición de imagen corporal
se conjugan diversas aportaciones que comprenden áreas del saber
cómo la fisiología, el psicoanálisis y la sociología, definiéndola como:
“La imagen del cuerpo es la figura de nuestro propio cuerpo que formamos en
nuestra mente, es decir, la forma en la cual nuestro cuerpo se nos representa a
nosotros mismos” (Schilder, 1950).

Otros autores como Slade (1994), que complementa las tesis de Schilder
desde la multidimensionalidad del concepto de imagen corporal, sos-
tiene que “la imagen corporal es una representación mental amplia de la fi-
gura corporal, su forma y tamaño, la cual está influenciada por factores histó-
ricos, culturales, sociales, individuales y biológicos que varían con el tiempo”
(p. 7). La profesora Raich (2000) propone una definición integradora de
imagen corporal:

... “es un constructo complejo que incluye tanto la percepción que tenemos de
todo el cuerpo y de cada una de sus partes, como del movimiento y límites de
éste, la experiencia subjetiva de actitudes, pensamientos, sentimientos y valo-
raciones que hacemos y sentimos y el modo de comportarnos derivado de las
cogniciones y los sentimientos que experimentamos.” (Raich, 2000).

Recogiendo las diferentes aportaciones de estos autores, podemos pro-


poner la siguiente definición con carácter integrador: la imagen corpo-
ral es un constructo psicológico complejo, que se refiere a cómo la au-
topercepción del cuerpo/apariencia que genera una representación
mental, compuesta por un esquema corporal perceptivo, así como las
emociones, pensamientos y conductas asociadas (Baile, 2003; Salabe-
rria, Rodríguez y Cruz, 2007). Una mirada integradora del concepto de
Imagen corporal implica de entrada identificar algunos atributos y ca-
racterísticas. Siguiendo a Schilder (1950), Slade (1994), Raich (2000) y
Baile (2003) estos serían los aspectos para identificar:

● Es un concepto multifacético.
● Está interrelacionado por los sentimientos de autoconciencia
● Está se encuentra socialmente determinada.
● No es fija ni estática, es un constructo dinámico.
● Influye recíprocamente en el procesamiento de la información.
● Establece las formas de percibir el mundo e influye mutuamente en
las maneras de pensar y sentir nuestro cuerpo.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 112


Estos atributos y características del concepto de Imagen corporal, en-
tendido desde una mirada integradora, se resume en lo siguiente: “Es
una representación mental amplia de la figura corporal, su forma y tamaño, la
cual está influenciada por factores históricos, culturales, sociales, individuales
y biológicos que varían con el tiempo” (Slade, 1994, p. 12).

“…Así pues, el periodo de la adolescencia está caracterizado por los cambios y


la experimentación; estas transformaciones constantes juegan un papel de vi-
tal importancia en la autovaloración, lo que supone la construcción y recons-
trucción de una identidad que está atravesada por el otro, por las personas que
están a su alrededor y en la que la necesidad de encajar, de ser reconocido y
aprobado configuran en mayor o menor medida quién es. Durante esta etapa
de profundas metamorfosis, los púberes pueden expresar sus transformaciones
psíquicas en forma de representaciones gráficas” (Persano, H. 2018. p224),
en la contemporaneidad caracterizada por lo digital esa mirada está
representada en el número de me gusta, de interacciones y comentarios
que llevan al adolescente a la posibilidad de reconfigurar quién es a
partir de los filtros, retoques y otras posibilidades de modificar la
forma en la que se ve.

Sexting
El término "sexting" es un neologismo integrado ya plenamente a la
literatura médica hispanoparlante que significa "recibir, enviar o reen-
viar mensajes de texto, imágenes o fotografías que presentan un conte-
nido sexual explícito, vía Internet o teléfono celular" (Mercado, Pe-
draza, y Martínez-Martínez, 2016, p. 13). A través de diversas fuentes,
tanto de difusión como científicas, se ha dado significado al concepto
y fenómeno del sexting. El término está compuesto principalmente por
dos palabras: sex (sexo) y texting (textos). La palabra “Sex” se refiere al
sexo o expresividad de la sexualidad, pues “los adolescentes utilizan la
práctica del sexting para responder a sus necesidades de expresividad sexual”
(Peris y Maganto, 2018, p. 45). La palabra “Texting” se refiere al acto de
enviar textos y comentar fotografías o conversaciones a través de las
RSI, especialmente teléfonos móviles.

El Sexting como práctica consiste en la publicación de imágenes atrac-


tivas, provocativas, eróticas y/o sexuales a través de las herramientas
digitales o tecnologías de la información y comunicación (TIC). Desde

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 113


esta cuestión, toda imagen enviada o recibida con alto contenido sexual
que sea publicada en las redes sociales o medios digitales, que sean
compartidas mediante correos electrónicos, chats personales, foros,
etc., cuyo intercambio de contenido provocativo, sexual y erótico, sea
por medio de un mensaje, fotos o videos es considerada como sexting
(Peris y Maganto, 2018).

Pero, como toda práctica, el sexting tiene grandes contrastes, convir-


tiéndose en un arma de doble filo. Por un lado, favorece el desarrollo
de la identidad y expresividad erótica, como forma de autoexploración
sexual que construye una identificación de la imagen sexuada. Por otro
lado, se convierte en un factor de riesgo cuando no son capaces de ex-
presar y/o experimentar su erotismo/sexualidad entre iguales y viven
aisladamente del contacto físico. En principio, la intensidad sexual de
las autorrepresentaciones y publicaciones online varían de unas perso-
nas a otras. Autores como Mercado, Pedraza, y Martínez-Martínez
(2016), exponen que los adolescentes que envían publicaciones con
contenido sexualmente explícito no siempre significan que envíen imá-
genes o vídeos desnudos o semidesnudos.

La intensidad sexual puede variar desde un efímero matiz seductor


hasta un intenso intercambio de expresiones sexualmente explícitas,
donde se van construyendo formas de representaciones sobre la sexua-
lidad como vehículo hipercomunicativo donde estás manifiestan una
continuidad o discontinuidad según el nivel, ritmo e intensidad, sea de
menor a mayor. Sea cual sea la finalidad con que se use, el sexting
como practica podría conllevar a una serie de consecuencias a nivel
personal, físicas, psicológicas y socioculturales. Siguiendo a Peris y
Maganto (2018),

“(…) el sexting ha generado una brecha generacional, ya que consideran que


su forma de expresar, vivir y compartir se logra exponiéndose virtualmente de
forma diferente a generaciones de edades medias. La generación adulta consi-
dera lo virtual como algo intangible y en absoluto real, creando una especie de
incomprensión y persecución hacia los más jóvenes con el tema del envío de
contenido sexual a través de Internet” (p. 46).

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 114


El sexting como práctica es una forma de divertirse, de ligar, de seducir
y dar gusto a sus compañeros, ya que se convierten automáticamente
en partícipes de la propia intimidad (provocadora, erótica o pornográ-
fica). La facilidad e inmediatez con que estas imágenes se difunden es
tan asombrosa que produce un efecto de contagio. Esto no significa que
la mayoría de los/las adolescentes publiquen imágenes eróticas, pero
sí que las reenvíen y las pongan en circulación cuando las reciben (Pe-
ris y Maganto, 2018). Otra cosa es cuando este tipo de comportamiento
se derive en humillaciones, ofensas o ciberacoso, puede generar graves
daños a la integridad de la persona, sea bajo condiciones físicas o psi-
cológicas. Es por eso por lo que en la actualidad se plantea el debate
para establecer si finalmente el sexting es una conducta normalizada
entre los jóvenes como una forma de socializar/visibilizar su sexuali-
dad, o si, por el contrario, se constituye en una conducta problemática
o un delito sexual.

Recordando a Foucault (1977), cuando nos explica sobre la genealogía


de las condiciones histórico-sociales que dieron como base al discurso
y práctica de la sexualidad como dispositivo de poder que se extiende
en el cuerpo social, en el sentido de que es un mecanismo de control
social hacia determinados grupos sociales2, el sexting no ha existido de
siempre. De hecho, “se ha relacionado con el desarrollo de programas televi-
sivos, series, cine, juegos, plataformas sociales y la evolución de las webs, que
han dado lugar al desarrollo de nuevas opciones y hábitos de ocio y conductas
asociadas al uso cotidiano” (Peris y Maganto, 2018, p. 47). Esta práctica,
definida como el intercambio de imágenes y mensajes sexuales explí-
citos o sugestivos por vía electrónica, especialmente utilizando teléfo-
nos inteligentes, ha desencadenado una significativa literatura para es-
tudiar sobre las consecuencias legales, en especial con la

2
“A través de la economía política de la población se forma toda una red de observaciones sobre
el sexo. Nace el análisis de las conductas sexuales, de sus determinaciones y efectos, en el límite
entre lo biológico y lo económico. También aparecen esas campañas sistemáticas que, más allá
de los medios tradicionales -exhortaciones morales y religiosas, medidas fiscales- tratan de con-
vertir el comportamiento sexual de las parejas en una conducta política y económica concertada…
Que el Estado sepa lo que sucede con el sexo de los ciudadanos y el uso que le dan, pero que
cada cual, también, sea capaz de controlar esa función. Entre el Estado y el individuo, el sexo ha
llegado a ser el pozo de una apuesta, y un pozo público, invadido por una trama de discursos,
saberes, análisis y conminaciones”. (Foucault, 1977, p. 36).

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 115


criminalización y políticas públicas de privacidad, así como de los ries-
gos para jóvenes consumidores de estos contenidos eróticos y sexuales.

La relación entre el uso de las redes sociales como herramientas de co-


municación y la práctica del sexting en el ámbito de la (auto) explora-
ción de la sexualidad, el erotismo y la seducción será de vital impor-
tancia para integrar otro de los componentes teóricos de análisis para
este trabajo investigativo como son los conceptos de “Autoestima” e
“Imagen corporal” en los adolescentes, es decir, como inciden e influyen
recíprocamente desde las imagen hasta los textos escritos (sexting o
sextear). En ese sentido, son fundamentales comprender e interpretar
tales expresiones y/o manifestaciones en la corporalidad de estos jóve-
nes, reflejando sus estados de ánimo.

De ahí la pertinencia de estos conceptos, aunque independientes entre


sí, se ven como complementarios e integrales, ya que permite comple-
jizar las interrelaciones entre Redes sociales y el Sexting, pues lo que se
busca es examinar las formas/maneras en que se subjetiva e internaliza
tales prácticas a partir de la (auto)percepción que construyen los jóve-
nes adolescentes en sus cuerpos, pensamientos y sentimientos desde la
Imagen corporal como un aspecto central en la adolescencia.

En síntesis, el concepto de redes sociales se convierte en un referente


relevante, porque logra establecer las formas comunicativas entre los
individuos y grupos sociales de los cuales permite construir identida-
des e influir en los ámbitos de la vida social, económica, política y cul-
tural convirtiéndose en el gran referente de los jóvenes adolescentes
como un vehículo comunicativo, cambiando formas de percibir, vivir
la realidad social y la comunicación interpersonal.

A su vez, este punto se entrelaza con el concepto de autoestima corpo-


ral porque el intercambio de ideas, creencias, valores, percepciones e
imaginarios sobre formas/maneras de entender el mundo, van for-
mando en los individuos sus propias estructuras de la personalidad
como auto-referencia que tienen sobre-si-frente-a-los-otros en las (in-
ter)relaciones sociales. En especial, desde las redes sociales donde van
forjando su identidad individual como grupal. Su abordaje puede in-
tegrarse desde diversas disciplinas, permitiendo complejizar los

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 116


análisis desde lo teórico hasta lo empírico. Desde una perspectiva mul-
tidimensional, la imagen corporal se convierte en un concepto trasver-
sal junto con el papel de las redes sociales.

Finalmente, este abordaje se aterriza, especifica y delimita con el con-


cepto de sexting, central y esencial para comprender como esta práctica
se constituye en una valiosa herramienta analítica para comprender
una de las formas en los adolescentes exploran la sexualidad, y en la
que el intercambio de imágenes e ideas impactan en la reconfiguración
de su identidad en el ámbito social, psicológico y cultural, aunque con
contrastes y contradicciones en términos de riesgos de ser vulnerable
pasando a convertirse en acoso.

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Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 118


Comportamientos sexuales alternativos
y cogniciones -actuaciones del psicoterapeuta

Oswaldo M. Rodrigues Jr.

¿Qué es una parafilia?


Lo que se denominó de parafilia en principios del siglo XX son las for-
mas distintas, diferentes de expresar la sexualidad. Debido a la com-
prensión moral que también abarca los profesionales de salud, siempre
pensamos en los comportamientos extremos, y en los trastornos de for-
mato psiquiátrico y no en la diversidad de expresiones posibles del ser
humano.

El sexo diferente de lo pensado como usual es aún un problema grande


en la cultura profesional de salud.

Causas y síntomas
Cómo muchas de estas expresiones diferentes tienes rótulos psiquiá-
tricos, siempre se piensa en causas y síntomas que sean indeseables.
La parafilia comienza con un proceso de condicionamiento. Es un com-
portamiento aprendido desde que una persona nace. Objetos no-se-
xuales pueden llegar a ser excitantes si son asociados repetitivamente
con el placer de la actividad sexual.

El desarrollo de la parafilia no es usualmente un tema exclusivo de


condicionamiento; existen también factores de predisposición, tales
como dificultad para establecer relaciones interpersonales fluidas o po-
bre auto estima.

¿Cuáles son los principales tipos de parafilias?


A continuación, se presenta una pequeña lista de comportamientos se-
xuales registrados y considerados no usuales de acuerdo con una mi-
rada desde reglas de las culturas occidentales (Rodrigues, 2012):
• Apotemnofilia

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 119


• Asfixia sexual/hipoxifilia
• Clismafilia
• Coprolagnia
• Exhibicionismo
• Fetichismo
• Frotteurismo
• Gerontofilia
• Infantilismo
• Internet y pornografía
• Sadomasoquismo
• Travestismo fetichista
• Voyerismo
• Zoofilia

Una muestra de clínica sexológica desde el InPaSex - Instituto Paulista


de Sexualidade presenta un marco diferenciado de tipos de comporta-
mientos sexuales de los que buscan tratamientos por problemas aso-
ciados a estos comportamientos (Rodrigues, Viviani y Finotelli, 2017):

Comportamiento parafílico N %
Uso de pornografía 1 2,6
Comportamiento hipersexual 8 21,1
Comportamiento hipersexual + autoginemime- 1 2,6
tofilia
Comportamiento hipersexual + exhibicionismo 1 2,6
+ donjuanismo
Comportamiento hipersexual + fantasías 1 2,6
Comportamiento hipersexual + ginemimetofilia 1 2,6
Comportamiento hipersexual + pornografía en 2 5,3
internet
Comportamiento hipersexual + pedofilia 1 2,6
Comportamiento hipersexual + sadomaso- 1 2,6
quismo
Donjuanismo 1 2,6
Exhibicionismo 2 5,3
Fetichismo 2 5,3
Fro eurismo 1 2,6

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 120


Ginemimetofilia 1 2,6
Ginepalifilia 1 2,6
Hirsutofilia 1 2,6
Incesto 1 2,6
Maesofilia + fro eurismo 2 5,3
Masoquismo 1 2,6
Maxilarifilia 1 2,6
Podofilia 1 2,6
Pornografía en internet 1 2,6
Sadomasoquismo 1 2,6
Sadomasoquismo + Podofilia 1 2,6
Sadomasoquismo + fetichismo 1 2,6
Travestismo fetichista 1 2,6
Zoofilia 1 2,6
Total 38 100

Hay que considerarse que algunas personas asocian más de un com-


portamiento sexual no usual. La referencia a pedofilia (paedofilia) res-
peta a el uso de fantasías y no de abuso sexual de niños en este caso. A
partir de esta muestra se puede comprender que hay una variación
muy larga de posibilidades y este no es un grupo muy uniforme a cerca
de los objetos sobre los cuales el sexo se refiere. Lo que anteriormente
se llamaba de comportamiento sexual compulsivo aquí es llamado de
comportamiento hipersexual, y por la necesidad de busca de trata-
miento por problemas de dicho comportamiento se los considera en la
calidad de trastorno de comportamiento hipersexual.

Tratamiento psicoterapéutico
Desde el principio del siglo XX tenemos referencias del psicoanálisis
sobre los comportamientos sexuales, todavía los resultados del psicoa-
nálisis son imposibles de cuantificar y tratar estadísticamente.
Kernberg (1998) escribe: “... el psicoanálisis es el tratamiento más recomen-
dado para las perversiones sexuales en pacientes con organización neurótica
de la personalidad y para los pacientes con disturbio narcisista de personalidad
que tiene capacidad suficiente para tolerar la ansiedad, controlar la impulsivi-
dad y hacer uso de la sublimación y sean capaces de mantener una estabilidad

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 121


razonable con relación al trabajo, adaptación social y alguna condición de in-
timidad emocional”.

Todavía el tratamiento de parafílicos tenía poco suceso hasta el ad-


viento de las intervenciones comportamentales en el inicio de los años
1970. Al contrario de explorar los factores de desarrollos infantiles y
conflictos interpersonales, proponía actuar sobre comportamientos se-
xuales observables, los excesos y déficits del individuo.

Inicio de los tratamientos comportamentales


Al principio las técnicas comportamentales focalizaban el cambio com-
portamental a través de la terapia de aversión y sensibilización encu-
bierta (Barlow, 1974; Barlow, Agras, Leitenberg, Callahan, & Moore,
1972; Barlow, Leitenberg, Agras, & Wincze, 1969; Rashman, 1961). Téc-
nicas altamente aversivas junto al comportamiento indeseado (por
ejemplo, excitación sexual viendo fotos de pies junto a estímulos nega-
tivos, descripción de náusea y vómito (Barlow, Leitenberg, & Agras,
1969), inyecciones de apomorfina para inducir náusea (Clark, 1963),
oler sustancias (Wise, 1985), o choque eléctrico (Marks & Gelder, 1967;
Marks, Rachman, & Gelder, 1965; Pinard & Lamontagne, 1976). El es-
tímulo aversivo era aplicado en el paradigma de aprendizaje: condi-
cionamiento clásico de miedo, punición, escape y evitación. Las prác-
ticas desagradables no están de acuerdo con los nuevos conceptos de
salud del siglo XXI, entonces tenemos la impracticabilidad de estas téc-
nicas. En casos de fetichismo hubo una ineficacia relativa, lo que es una
contraindicación (Marshall, 1974).

Male ky & Steinhauser (2020) en un estudio de revisión de 7.275 cri-


minales sexuales, en 25 años, describieron programas de larga dura-
ción con terapia de orientación cognitivo-comportamental produ-
ciendo resultados positivos en la reducción de recidiva y del riesgo
para la comunidad. Todavía los resultados fueron mejores en crimina-
les situacionales (abusadores de niños y exhibicionistas) y no en los
predatorios y preferenciales, tales como homosexuales pedófilos y vio-
ladores.

Hay evidencias de efectividad con abordajes de TCC y Prevención de


Recaídas (ASSUMPÇÃO, 2014).

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 122


Cuando los ofensores son medicados con inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina, que reciben en 16 semanas (con frecuencia
de una sesión por semana), y los cambios comportamentales fueron
monitoreadas por medio de un diario y las comorbilidades psiquiátri-
cas, la calidad de vida y la adecuación social fueron evaluadas por me-
dio de escalas psicométricas, en los tres períodos del estudio: inicio,
término y seguimiento post intervención. Se encontró aumento de fan-
tasías y masturbaciones normofílicas; mayor procura por contactos
eróticos normofílicos y disminución de fantasías parafílicas. También
hubo disminución de contactos íntimos normofílicos (besos, abrazos y
caricias) para este grupo. Hubo diferencias estadísticamente significa-
tivas intragrupos. Para el grupo experimental: reducción de contactos
íntimos parafílicos y totales - parafílicos e normofílicos - (Oliveira,
2015).

Hay necesidad de comprender la importancia en identificar y trabajar


psicoterapéuticamente el impedimento que los parafílicos presentan
para relacionarse con parejas sexuales normofílicas, una vez que para
el grupo experimental los cambios positivos observados en el compor-
tamiento, fantasías y necesidades sexuales caminaron dirección a pa-
trones convencionales. Una revisión de Marshall (1991) demostró que
los protocolos cognitivos comportamentales y los tratamientos hormo-
nales son efectivos con pedófilos y exhibicionistas. A pesar de fallas
metodológicas en algunos estudios, hay evidencia de que el trata-
miento hormonal asociado al psicoterapéutico disminuye significati-
vamente la recidiva de crímenes sexuales (Hanson et al., 2002).

En general, las intervenciones son concebidas mirando el aumento del


control voluntario del sujeto sobre el comportamiento sexual, bus-
cando el control de las pulsiones eróticas. Tal control se da por la auto-
administración y por el desarrollo de habilidades en la prevención de
recaídas (Gooren, 2011).

Disminuir la excitación sexual impropia


La base del tratamiento es eliminar el patrón de excitación sexual des-
viado facilitando la disminución de la excitación sexual impropia. Han
sido utilizadas las siguientes técnicas:

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 123


Sensibilización encubierta:
• Método usado con eficacia para demoler fantasías y comportamiento antece-
dentes al comportamiento ofensivo.
• Emparejar el deseo exigente y emociones que llevan el individuo a compro-
meterse en el acto desviado con imágenes aversivas que muestran las conse-
cuencias negativas de los comportamientos desviados (Abel & Becker,1984;
Barlow et col, 1969). Este tratamiento es conducido por el paciente grabando
la sesión en privacidad. El terapeuta revisa las grabaciones y proporciona
feedback en sesiones individuales o en grupo.
• Esta técnica tuvo éxito en el tratamiento de exhibicionistas y sádicos (Male-
tsky ,1980; Wolpe, 1958).

Saciedad:
• Saciedad masturbatoria es la técnica efectiva para hacer decrecer la excita-
ción sexual a través de la fantasía de la conducta desviada.
• Consiste en el paciente se masturba en su casa, en privacidad, usando las
fantasías sexuales desviadas hasta la eyaculación.
• La saciedad ocurre apareando las fantasías sexuales desviadas con la tarea
aversiva de masturbarse por 55 minutos después del orgasmo.
• Estas sesiones deben ser grabadas en casa y traídas para la sesión de tera-
pia, para revisarlas y criticarlas.
• Varios estudios validan esta técnica (Laws & Marshall, 1991; Hunter &
Goodwin, 1992; Johnston, Hudson, Marshall , 1992; Kaplan, Morales,ker ,
1993).

Desensibilización sistemática:
• Objetiva disminuir la ansiedad mal adaptada apareando relajamiento con
imágenes produciendo ansiedades (Kraft, 1967)

Desarrollando la excitación sexual apropiada en parejas adultas


Empezamos el segundo componente de tratamiento que es el abordaje
de la Terapia Cognitivo-Conductual. Sirve para auxiliar al paciente a
comportarse adecuadamente con parejas adultas.

Técnicas:
• Reacondicionamiento Orgásmico: Masturbarse con fantasía u observando
videos de adultos en comportamiento sexual normativo (Marquis, 1970).
Existen técnicas similares (Male ky, 1985).

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 124


• Saciedad masturbatoria: Usada para substituir la fantasía desviada por
apareamiento de fantasías de sexo consentido, utilizando masturbación con
eyaculación.

• Fading: Técnica que auxilia al cambiar la fantasía sexual atípica para una
aceptable (Abel & Osborn, 1996). Modificar la fantasía y excitación sexuales
en la dirección de objetos más aceptables. Se pide al paciente que fantasee sobre
estímulos atípicos y gradualmente pase a fantasías con contenidos de activi-
dades sexuales más aceptables. También se ha usado para desarrollar interés
sexual hacia personas adultas (Abel & Osborn, 1996).

• Otros componentes en TCC. Otros componentes adicionales al tratamiento


para favorecer el iniciar y mantener relaciones sociales, sexuales e interperso-
nales apropiados (Abel, Becker, Skinner, 1983; Becker, Kaplan, Kavoussi,
1988; Longo, 1983).

Reestructuración cognitiva. El comportamiento es influenciado por procesos


cognitivos y actitudes, entonces es un aspecto que se tiene que cambiar. Aquí
se objetiva el tratamiento de distorsiones cognitivas (Abel et al, 1984; Bumby,
1996; Abel et al, 1989). Un ejemplo de distorsión: “hacer sexo con una crianza
(niño o niña) es una forma buena para un adulto enseñar a la crianza sobre
sexo”.

La mayoría de los individuos que tienen comportamientos sexualmente atípi-


cos desarrollo formas de conceder permiso o racionalizar y mantener creencias
irracionales al respeto de sus fantasías y comportamientos.

Parafílicos cambian sus comportamientos de acuerdo con sus actitudes y


creencias para ser consistentes con sus comportamientos. Esto resulta en dis-
torsiones cognitivas y racionalizaciones que apoyen sus comportamientos. El
tratamiento se enfoca en reestructurar las distorsiones cognitivas personales
del parafílico.

Entrenamiento en asertividad. Algunos parafílicos son incapaces de expresar


emociones positivas o negativas, afirmarse en lo que quieren o pedir al otro
que cambie su comportamiento. Algunos son pasivos y otros son agresivos por
su falta de asertividad. Las técnicas más utilizadas son: modelaje, entrena-
miento y feedback social (Abel y cols, 1984).

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 125


Entrenamiento en habilidades sociales/dificultades de intimidad. Algunos pa-
rafílicos tienen dificultades en comunicarse efectivamente con otros adultos.
Un ejemplo es cuestionar inapropiadamente otros para empezar una conver-
sación. Entrenamiento comportamental es usado para desarrollar la habilidad
de sostener interacciones adecuadas.

Educación Sexual / tratamiento de Disfunciones Sexuales. Algunos parafíli-


cos no tienen conocimiento adecuado sobre los comportamientos sexuales.
Otros tienen problemas sexuales que precisan ser tratados: Eyaculación pre-
coz, Disfunción Erectiva, entre otras. Uno de los objetivos de este tratamiento
es ayudar la persona a decidir cuales componentes de una sexualidad saludable
va a buscar (Kaplan, Becker & Tenke, 1991).

Empatía. Generalmente parafílicos agresores/abusadores tienen déficit en em-


patía para con las víctimas. Poca sensibilidad para reconocer lo que la otra
persona vivencia (Marshall, Hamilton & Fernandez, 2001). Desarrollar esta
cualidad en las sesiones de psicoterapia es un punto bien importante.

Victimización personal. Un gran número de ofensores sexuales han sido abu-


sados sexualmente (Araji & Finkelhor, 1985). Este es otro punto que se debe
considerar: auxiliar a superar las vivencias negativas que el paciente tuvo en
su vida.

Cuidados extras. La focalización sensorial (Carr, 2009; McGuire & Wagner,


1978) como una manera de desarrollar nuevas percepciones eróticas y sexua-
les, además de mejorar la comunicación afectiva con la pareja.

Utilizar la eficacia de evitación comportamental para la depresión (Cuijpers,


Van Straten, & Warmerdam, 2007). Muchos buscan comportamientos sexua-
les para afrontar síntomas depresivos o de ansiedad.

La combinación de agendamiento de eventos placenteros y exposición gradual


de focalización sensorial proveería mayor refuerzo positivo para los comporta-
mientos apropiados/saludables (por ejemplo, involucrarse en actividades pla-
centeras y comportamientos sexuales saludables). Así reducen la necesidad de
procurar reforzadores adicionales en comportamientos impropios (por ejem-
plo, fetichismo).

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 126


La eficacia del tratamiento aumenta con adecuado paquete de múltiples estra-
tegias comportamentales individualizado para los patrones de excitación se-
xual de cada paciente.

Es importante especificar las variables subjetivas (comportami entos encubier-


tos) y hacer el reacondicionamiento cognitivo.

Junto con el paciente se debe desarrollar una lista de comportamientos para


reevaluar: aspectos situacionales correlacionados a los comportamientos encu-
biertos. Así él podrá reevaluarse en el futuro y reconocer si necesita retornar
a la terapia o retomar algunos de los ejercicios aprendidos durante la terapia.

Prevención de recaída.Se debe considerar que los parafílicos estructuraran su


vida para tener acceso al objeto y a la expresión del comportamiento sexual que
les proporciona placer. Frecuentemente seleccionaran trabajo basado en esta
condición sexual. Así, sin la reestructuración cognitiva y cambios en el estilo
de vida, fácilmente sucumbirán a gatillos de sus comportamientos negativos,
indeseados.

Tendremos que desarrollar una estrategia de auto gerenciamiento para man-


tener comportamientos modificados a través de la identificación de factores de
riesgo y desarrollo de respuestas de enfrentamiento efectivas. Desarrollar la
comprensión de los eventos y las cadenas de pensamiento que conducen a los
comportamientos sexuales parafílicos (Pithers, 1990). Así tendremos la evita-
ción de situaciones ambientales de riesgo y redireccionar el comportamiento a
métodos más socialmente adecuados de satisfacer necesidades afectivas, eróti-
cas y sexuales.

Vamos a conducir al planeamiento de estilo de vida (GLM - modelo de buena


vida). El énfasis es en la autoeficacia; fortalecimiento individual, intervencio-
nes individuales y la naturaleza colaborativa de la relación psicoterápica
(Ward & Stewart, 2003).

Debemos proveer habilidades, valores, suporte social, oportunidades para sa-


tisfacciones de forma prosocial. El foco deberá ser en la visión de las necesida-
des básicas, más que en la reducción de daños.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 127


Proponemos sesiones periódicas después del término de la terapia en casos de
parafilias de larga duración (Kilmann et cols., 1982).

Tratar de cambiar comportamientos sexuales tiene métodos muy sencillos. Lo


difícil es que uno, que sabe cómo sentir placer, lo quiera cambiar por algo des-
conocido y de lo cual no esté convencido sea placentero.

Ya para los profesionales psicoterapeutas, la motivación es algo negativo: oír


sobre comportamientos sexuales “raros” y aceptar que solo son variaciones
dentro de las posibilidades humanas… Todavía seguimos con dificultades en
hablar de sexo…

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Incorporación de las Parafilias
en el Tratamiento de la Pareja

Galo Guerra-Vargas

Desde el inicio de las prácticas de la medicina, orientadas al manteni-


miento de la salud, fue necesario establecer una noción de cuáles con-
ductas pueden ser saludables y por antónimo, cuáles no. Es de ahí que
surgen todos los tratados referentes a la patología, sus tratamientos,
hasta llegar hoy día a los manuales clasificatorios de problemas de la
salud tanto física como “mental”, tal es el caso de las clasificaciones de
la CIE 10 y el DSM 5.

En lo referente a la historia de la salud mental, Krafft-Ebing acuñó el


término de “degenerado” para todo comportamiento sexual que no ge-
nerase vida, y en ella consideraba equiparables la masturbación y ho-
mosexualidad al sadismo o masoquismo, bajo la misma etiqueta
(Krafft-Ebing, 1892).

En lo ateniente a Sigmund Freud, emplea el término de perversiones


para los comportamientos sexuales en donde el placer sea desviado de
su objeto o su fin, siendo el objeto una persona adulta del sexo opuesto
y el fin la procreación, por lo que prácticas como el sexo oral por ejem-
plo eran únicamente válidas como un pequeño juego perverso, siem-
pre y cuando antecedieran al acto sexual con el objeto y fin correcto.
Otras prácticas como el travestismo o fetichismo definitivamente que-
darían en la perversión (Freud, 1999).

Es de entenderse que el impacto moral, religioso, también influyó his-


tóricamente en el pensamiento de los médicos y psiquiatras quienes
incorporaron su filosofía, y al ser figuras influyentes de la época, sus
pensamientos también se volvieron parte de la cultura. Al respecto
Foucault expresó que “… el dominio del sexo ya no será colocado sólo en el
registro de la falta y el pecado, del exceso o de la trasgresión, sino bajo el régi-
men de lo normal y de lo patológico; por primera vez se define una morbilidad
propia de lo sexual …” (Campos Fernández, 2010).

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 132


Según expresan Neira y Falcone, “lo mórbido o anormal de lo sexual
se inscribe bajo el rotulo de la “perversión” y se define según su desvío
de la norma reproductiva. Se inaugura así una entidad clínico-médica
para todos aquellos que hasta el momento habían sido denominados
“degenerados”, “uranistas”, “depravados” o “pederastas” por el juicio
moral y religioso de antaño (Neira & Falcone, 2014). Es importante des-
tacar acá como el concepto de normal es introducido en la mentalidad
médica, siendo concordante con lo popular en cuanto a una media de
la cual las prácticas sexuales son medidas. En base a lo anterior toma
mucho sentido el planteamiento de John Money sobre la propuesta de
las parafilias.

Parafilias versus Expresiones Comportamentales de la Sexualidad.


Para la década de los años setenta, John Money expone en los “mapas
del amor” la existencia de conductas que se “desvían” de un centro del
amor (Money, 1986). El término se compone según el autor de dos con-
ceptos, pará que significa “al margen, fuera de” y philéo “amor, amante”,
estableciendo que son comportamientos que por intensidad y frecuen-
cia incluso a nivel fantasioso, se alejan del núcleo central referente que
es el amor.

Money también introduce como referente valorativo de la parafilia el


posible daño social que ella implica, y propone una división de estas:

• Parafilias Benignas: aquellas cuya práctica no daña física ni psicoló-


gicamente a los sujetos que las realizan, ni a terceros.

• Parafilias Patológicas: las que si causan daño físico y/o psicológico al


sujeto que las realiza y/o a terceras personas. Estas parafilias deben ser
objeto de terapia sexual y muchas veces caen dentro de la ley penal.
Si bien es cierto la intención de Money fue dar una clasificación que
fuera descriptiva, la realidad demuestra que el juicio social acuñó el
término para recrudecer la idea de “desviación”, por ejemplo la clasifi-
cación del DSM IV que expresa “consisten en impulsos sexuales intensos
y recurrentes, fantasías o comportamientos que implican objetos, actividades
o situaciones poco habituales” (American Psychiatric Association, 1994).

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 133


Otros autores como Carnes (1991) y Goodman (1993) sugieren que las
Parafilias han de considerarse como una forma más de adicción, las
mismas que poseen las siguientes características en común (Coleman,
1991):

• Estar controlada por reforzadores positivos en su inicio.


• Continuar controlada por reforzadores negativos al final.
• Implica una cierta pérdida de control para el sujeto.
• Suele acarrear una importante degradación social del mismo.
• Se produce un cierto grado de tolerancia: aumentar la intensidad o
frecuencia o secuencia de su parafilia
• El rasgo central de ambos trastornos sería la dependencia.

El alcance de estos conceptos llega a disciplinas diversas como la so-


ciología, medicina, psicología, psiquiatría, derecho, criminología por
tan solo citar algunas, las cuales tienen el concepto socializado de que
“los psicólogos y psiquiatras consideran a las desviaciones sexuales o parafilias
como comportamientos sexuales que caracterizan a un sujeto, el cual requiere
de fantasías, objetos o acciones que son extrañas, poco naturales y bizarras
para lograr excitación sexual. Es característica también de este tipo de com-
portamiento la compulsividad con que son cometidos, pudiendo llegar a pro-
vocar daño físico o psicológico si se convierte en la preferente o exclusiva ma-
nera de disfrutar del acto sexual” (Guzmán Moran, 2012).

De igual forma gracias conceptos basados en la campana de Gauss, el


término de “normalidad” influyó para que dichas práctica pudieran ser
consideradas desde el concepto de “anormalidad” (Guerra-Vargas &
Ruiz Mungía, 2014).

Todas estas reflexiones tienen por finalidad el brindar contexto a los


conceptos de “desviación” y “normalidad”, que han permitido que, en
base a juicios subjetivos, aunque socialmente validados, los comporta-
mientos sexuales sean valorados con una connotación negativa, e in-
cluso diagnosticables como “patologías”.

A finales de la década de los setenta, el sexólogo y psiquiatra Juan Luis


Álvarez-Gayou, expone que los conceptos existentes hasta la fecha
para evaluar la sexualidad se encuentran sesgados y por ende

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 134


prejuiciados, lo que va en detrimento de la objetividad de un entrevis-
tador para comprender el fenómeno que desea abordar. Es así como
propone una nueva conceptualización denominada “Expresiones Com-
portamentales de la Sexualidad” para sustituir los conceptos previos al no
ser considerables como neutros y descriptivos (Álvarez-Gayou Jurgen-
son, 2011).

Para este autor, “el uso de términos como desviación, aberración o perversión
presupone una censura y condena previas. (…) Debe recordarse que el juicio
acerca de lo bueno o lo malo de un acto está fuera del área de competencia del
profesional de la salud, cuyo deber consiste en la atención de consultantes y
comunidades” (Álvarez-Gayou Jurgenson, 2011).

Entonces Álvarez-Gayou plantea que “todas las expresiones comporta-


mentales de la sexualidad integran el universo expresivo del ser humano, en
el que potencialmente se encuentran todas, aun cuando algunas lo hagan en
grado mínimo o no erótico” (Álvarez-Gayou Jurgenson, 2011). La clasifi-
cación descriptiva elude los sesgos valorativos de los preconceptos em-
pleados hasta ese momento (incluso hoy día vigentes), y que al socia-
lizarse se han vuelto parte de los conceptos de “prejuicio” personales.
Respecto a las clasificaciones preexistentes y cómo se vieron permea-
das provocando un sesgo en la salud sexual, Álvarez-Gayou (2011) ex-
pone que en el pensamiento social se construyeron dos ecuaciones triá-
dicas en donde:

• Si normal = salud; y salud = bueno; ∴ normal = bueno… entonces


• Si anormal = enfermedad; y enfermedad = malo; ∴ anormal = malo

Tómese en cuenta que dichas ecuaciones no son empleadas exclusiva-


mente en ámbito salud, sino en el público en general, y es por ello que
constantemente en consulta las personas acusan “padecer”, “estar mal”,
o que algo “no es normal”. Véase por ejemplo la mujer que presenta
queja de que a su pareja no le gusta que le practiquen sexo oral di-
ciendo “en esta época y a él no le gusta, eso no es normal ¿verdad doctor?”.

Expresiograma Sexual
Basándose en el concepto de las expresiones comportamentales, se pro-
puso la existencia de un “expresiograma sexual” el cual consiste en una

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 135


“expresión gráfica” sobre los comportamientos sexuales en el cual las
personas pueden ubicar si poseen un determinado comportamiento y
ubicarlo en distintos niveles que fluctúan entre dos grandes áreas: la
erótica y la no erótica (Álvarez-Gayou Jurgenson, 1986).

En dicho expresiograma se ve reflejado el continuo para todas las ex-


presiones, el cual se estructura en una escala gradual con siete niveles,
que de menor a mayor son: No existente; Expresión mínima (EM); Ex-
presión acentuada (EA); Expresión erótico-sexual a nivel fantasía
(EESF); Expresión erótico-sexual mínima (EESM); Expresión erótico-
sexual preferida (EESP); Expresión erótico-sexual predominante
(EESPR); Expresión erótico-sexual exclusiva (EESE). Las expresiones
mínimas y acentuadas pertenecen al grupo No Erótico, lo que implica
que no se vivencia algún nivel de erotismo en ellas; por tanto, el resto
de los niveles engloban cierta carga erótica de la expresión comporta-
mental.

Cabe destacar que en toda práctica y expresión sexual las personas


pueden hacer lo que deseen siempre y cuando: en su práctica no haya
daño a terceros, y los que participen, lo hagan voluntariamente, por
mutuo acuerdo y con conocimiento de las consecuencias de sus actos
(Álvarez-Gayou Jurgenson, 2011). Así mismo, la practica debe ser ego-
sintónica, lo que implica que no genera malestar al individuo y es con-
gruente con su personalidad y forma de ser (Guerra-Vargas & Ruiz
Mungía, 2014).

Las expresiones comportamentales se desarrollan a lo largo de la vida,


y se conforman como parte de la personalidad. Ello implica que se tor-
nan egosintónicas tanto en sus niveles no eróticos como eróticos. Esto
conlleva a que la apreciación de un comportamiento como “correcto” o
“incorrecto” proviene desde ése mismo marco referencial: la subjetivi-
dad de cada persona. Lo normal entonces, sería para cada quien lo que
en su propio expresiograma está presente (Álvarez-Gayou Jurgenson,
1977), (Álvarez-Gayou Jurgenson & Guerra-Vargas, 2007).

“Normalidad” y Pareja.
Cuando una pareja se une, entendemos que dos mundos totalmente
diferentes se acercan y deciden que quieren compartir sus

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 136


individualidades también confluyan en un tercer mundo, que sería
“nuestro mundo”. Al acercarse existen expectativas, anhelos, deseos, y
se construye un “ideal” de la pareja que proviene de las experiencias de
cada cual.

El tema es que en los mundos individuales proviene toda una cons-


trucción de esquemas cognitivos, formas de pensar, sentir y actuar que
en la personalidad se convierten en una “norma” por medio de la cual
se ve y valoran las acciones y actitudes del otro (Guerra-Vargas, 2019).
Dicho de otra forma el actuar del otro se considera como correcto o
incorrecto según sea el preconcepto de quien observa (Wa lawick &
Krieg, 2000).

Puede entonces pensarse que algo es “bueno” si “también yo lo hago”, o


es malo “si yo no lo hago”. Si una persona descubre que su pareja se
masturba, puede sentirse mal si piensa que “no lo debería hacer porque
tiene pareja”, lo que implica un “yo no lo hago pues tengo pareja”. No es
atípico encontrarse en terapia con una situación en la que la pareja con-
dena la masturbación pues considera que es algo “indeseable o malo”,
y solicita que por favor corrijan la expresión comportamental de quien
la práctica.

Si se entiende la moral personal como el resultado de un conjunto de


vivencias y experiencias que forma juicios (a la larga esquemas cogni-
tivos), entonces se entiende también que dicha moral juzga al otro, al
mundo o a la vida en general (Ellis, 1980). Por ejemplo, tómese el caso
del varón referido a terapia por problemas con la pareja pues la misma
considera que “tiene problemas de adicción a la pornografía”. Al realizar la
valuación pertinente en cuanto a criterios adictivos, la persona no coin-
cide con los mismos, y en realidad su consumo de pornografía es con-
trolado y con una frecuencia de una o dos veces a la quincena. Es así
como la connotación negativa y condena proviene de la percepción de
su contraparte quien no frecuenta observar la porno. Resumiéndose
“esto es malo pues no lo practico yo”.

Para los terapeutas de pareja y terapeutas sexuales surge entonces un


reto, que es hallar esos puntos de encuentro donde las parejas coinci-
den, o lo que es lo mismo, encontrar las expresiones comportamentales

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 137


de la sexualidad presentes en algún nivel en ambas partes, y que por
tanto sea satisfactoria.

Expresiones Comportamentales de la Sexualidad en la Pareja


Uno de los deberes por hacer cuando existe conflicto o discrepancia en
la pareja que acude a terapia sexual, es elaborar un expresiograma se-
xual de cada uno de los miembros para poder determinar la existencia
o no de una expresión, así como la dimensión en la que se encuentra,
ya sea erótica o no erótica. Ello permite tener “una radiografía” para
poder intuir cuáles puntos pueden ser solventables, cuáles no, y dónde
se puede ser confluyente.

Luego de tener claro el expresiograma se hace una revisión de la expe-


riencia subjetiva respecto a la o las expresiones que se encuentren en
conflicto o discrepancia. Ello pues es necesario desde un punto de vista
fenomenológico comprender la posición de cada cual (Guerra-Vargas,
2016), en aras de incorporar tanto en la terapia como en la dinámica de
pareja los tres principios de respeto fundamentales en sexología: que
sea egosintónico, de mutuo acuerdo y sin daños a terceros (Álvarez-
Gayou Jurgenson & Guerra-Vargas, 2007).

Importante destacar que dichos principios les son enseñados a los con-
sultantes, pues el entendimiento de los mismos permite que se tomen
decisiones individuales y conjuntas a partir de la libertad, el respeto y
la empatía. Todo acuerdo atraviesa el consentimiento basado en cono-
cimiento.

Así mismo, de forma general y sin especificidades que correspondan a


la pareja se explican las dos ecuaciones sobre normalidad y salud, y la
relación existente con las experiencias personales, así como la construc-
ción a lo largo de la vida de un expresiograma que es fluctuante y que
permite cambios siempre y cuando exista el rasgo, aunque sea en un
nivel no erótico. Si una expresión comportamental de la sexualidad se
ubica en “no existente”, se le hace ver a la persona que dicha práctica no
puede llevarse a cabo pues de ser así sería egodistónico y muy proba-
blemente aversivo.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 138


Tómese el ejemplo de una pareja en la cual la mujer desea que su es-
poso le realice un baile “striptease,” pero se queja de que su marido no
la desea complacer. Al revisar las características del varón, la expresión
comportamental de exhibicionismo la cual es necesaria para dicho
baile resulta ser “no existente”, por tanto, la incomodidad del esposo es
alta, y más bien se siente presionado y poco agradado con la idea. En
este caso no es posible llevar a cabo el deseo de la esposa, pero se bus-
can otras expresiones en las cuales la pareja sí confluya.

En otro ejemplo, un esposo reclama que su pareja le ha “engañado” pues


al inicio de la relación solían practicar tríos y hoy día, después de algu-
nos años ella ya no desea llevar a cabo dicha práctica. Al revisar el ex-
presiograma de la mujer, se encuentra que el troilismo estuvo presente
en el pasado en un nivel erótico-sexual mínimo, mientras que en el es-
poso se encuentra en un nivel erótico-sexual predominante, pero al ser
insistente él en sus peticiones sobre la práctica derivó en que la mujer
dejara de encontrar erótica la expresión comportamental abandonán-
dola por completo.

Como se mencionó, las expresiones comportamentales son fluctuantes,


pueden estar presentes durante algún momento de la vida, pero al ser
circunstanciales, están sujetas una variedad muy compleja de variables
que permitan que aparezcan, se mantengan, disminuyan o desaparez-
can en una persona e incluso en una pareja.

Por otro lado, en ocasiones el expresiograma puede ser confluyente,


aunque las personas aún no lo sabían. Por ejemplo, el novio al que su
pareja le ha enfadado fuertemente haberle descubierto viendo porno-
grafía. Al entrevistar a la novia, se encuentra que la raíz del enfado
proviene de la percepción de “no ser suficiente para él”, aunque ella ex-
presa que en su soltería también gustaba de ver películas eróticas.
Siendo que la expresión si está presente en ambos, lo que ocurría era
que ella se “sentía excluida” por lo que no fue complejo hacerles ver
que era una experiencia que podían incorporar para disfrutar juntos.
Otro caso puede ser el del varón que en su esquema moral considera
que a la “esposa hay que respetarla”, y que por tanto a ella no se le pueden
hacer “ciertas propuestas”. Al entrevistar a la pareja ella más bien se
siente poco atractiva pues su marido es “rutinario” y no le “propone

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 139


nada nuevo”. Luego de revisar los lazos afectivos para cerciorarse que
sean sólidos, se les insta a realizar búsqueda de información referente
a sexualidad para que puedan compartirse datos mutuamente. Ello im-
plica despertar la curiosidad de ambos y compartir fantasías de forma
leve, las cuales, poco a poco, despiertan el deseo sexual de ambos en
algunas expresiones comportamentales.

Es relevante que al introducir alguna propuesta de expresión compor-


tamental se inicie desde el nivel fantasioso, y con escenarios leves, pro-
poniendo de forma juguetona y agradable, para que haya receptividad
y se despierte la curiosidad. Es muy recomendable que se realicen lec-
turas para informarse a profundidad de todos los alcances de la expre-
sión comportamental, para poder realizarla y vivirla de forma satisfac-
toria.

Al final de cuentas, la labor del terapeuta es poder guiar a las personas


a un camino de autoconocimiento, que pueda ampliar los horizontes
individuales y de pareja, y que permita vivir la sexualidad en libertad
y responsabilidad.

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Desarrollo y validación de una
Medida Global de la Satisfacción
con la Comunicación en la pareja - MGCOM

José Manuel González Rodríguez

Jones, Jones & Morris (2019) definen la comunicación en la pareja como


el intercambio de información y puesta en común de pensamientos y
sentimientos entre dos personas en una relación romántica. Los pro-
blemas en la comunicación son la principal razón para que las parejas
soliciten terapia marital (Doss, Simpson y Christensen, 2004).

Dormir, Simpson y Christensen (2004), citados en Jones, Jones & Mo-


rris (2019) reportan que, aunque una crisis o evento particular precipita
la búsqueda de ayuda profesional, las parejas frecuentemente señalan
que los problemas en la comunicación son una causa muy importante
de su mala relación de pareja.

Uno de los supuestos terapéuticos comunes en la terapia de pareja es


que mejorar las habilidades en la comunicación producirá mejores re-
laciones de pareja (Williamson, Altman, Hsueh & Bradbury, 2015). Jo-
nes, Jones & Morris (2019) plantean que existen resultados contradic-
torios al respecto, dado que cuando los terapeutas se centran en el en-
trenamiento de habilidades de comunicación no siempre aumenta la
satisfacción en la relación de pareja (Doss et al., 2004, Williamson et al.,
2015). Agregan Jones, Jones & Morris (2019) que es importante explo-
rar la satisfacción con la comunicación como otro factor que podría
ayudar a explicar por qué las intervenciones centradas en las habilida-
des para comunicarse no impactan a todas las parejas (Blanchard,
Hawkins, Baldwin y Fawce , 2009).

Hecht (1978) elaboró uno de los primeros instrumentos para evaluar la


satisfacción en la comunicación. Una escala con 19 ítems que se respon-
dían con opciones tipo likert que iban de 1= Acuerdo a 7= Desacuerdo.
A pesar de la predominante tendencia a enfocarse en las habilidades
para comunicarse, este investigador propuso que la evaluación de la
satisfacción era más útil para estudiar los resultados de los procesos de

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 143


comunicación. Aunque al inicio esta escala fue utilizada en el contexto
de las organizaciones, también se utilizó en contextos de parejas. Perry
& Werner-Wilson (2011) elaboraron un instrumento de 18 ítems tipo
likert con base en la escala de Hecht (1978) para una investigación so-
bre la satisfacción en la comunicación y la satisfacción marital que mos-
tró adecuados indicadores psicométricos.

Esta investigación tuvo como objetivo desarrollar un instrumento para


evaluar la satisfacción en la comunicación con personas hispanopar-
lantes involucradas en una relación de pareja. Para ello se utilizó la es-
tructura de 5 ítems tipo likert empleado en las versiones en español
desarrollada por Sánchez-Fuentes, Santos-Iglesias, Byers y Sierra
(2015) para GMREL y GMSEX, pero empleando 9 opciones de res-
puesta para cada ítem.

Se realizaron 2 estudios. En el primero se empleó una muestra de con-


veniencia conformada por parejas que formaban parte de una investi-
gación sobre satisfacción marital realizada por los estudiantes de un
diplomado universitario virtual sobre terapia de pareja. Las parejas
hispanoparlantes que participaron en este estudio vivían en Venezuela
(48 personas), seguido de Perú (26), Colombia (20), Chile (20), Panamá
(20), España (6), Canadá (4) y Estados Unidos (2). Los años de convi-
vencia de las parejas participantes oscilaban entre 1 y 37 años, siendo
más frecuentes aquellas que tenían entre 1 y 10 años. La media de años
de convivencia fue 8,6 años (DS 7,9). Con respecto al nivel educativo
de las personas participantes, la mayoría tenían educación universita-
ria.

Se encontró una media del puntaje total de la escala de 34,92 (DS 8,9) y
un alfa de Cronbach de 0.98. Con un análisis de la varianza (ANOVA)
de una vía se procedió a evaluar las diferencias entre los grupos no
encontrando diferencias significativas entre hombres y mujeres (F(1) =
.04, p>.05). No se encontró correlación entre los años de convivencia y
la satisfacción con la comunicación.

Se emplearon 7 preguntas como criterios para evaluar la validez del


instrumento. Se calcularon las correlaciones de Pearson entre cada una
de las preguntas y el puntaje total de satisfacción con la comunicación,

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 144


encontrándose correlaciones positivas con: 1) no mantener silencio
sino discutir sobre los problemas (r = .61, p<.01), 2) negociar una solu-
ción a los problemas juntos (r = .78, p<.01), 3) el entendimiento mutuo
sobre el problema (r = .74, p<.01), 4) la resolución mutua del problema
(r = .77, p<.01) y 5) la reconciliación mutua al final de la discusión sobre
los problemas (r = 77, p<.01), al igual que de manera inversa con: 6)
tender a usar la agresividad verbal (r = -.32, p<.01) y 7) con que la pareja
tienda a usar la agresividad física (r = -.18, <.05).

En el segundo estudio, se emplearon las respuestas de 395 personas


hispanoparlantes (64.5% mujeres) que estaban involucradas en una re-
lación de pareja que formaban parte de una investigación sobre satis-
facción marital a través de un cuestionario online. Eran personas con
diferentes orientaciones sexuales.

Se encontró el coeficiente omega: 0.97 lo que muestra una alta confia-


bilidad. El análisis factorial mostró un solo factor que explicaba el 86%
de la varianza. La tabla 1 muestra la matriz de correlaciones inter-item
de la escala.

Tabla 1- Matriz de correlaciones inter-item


de la escala de comunicación con la pareja

p1 p2 p3 p4 p5
p1 -
p2 0.89 -
p3 0.88 0.89 -
p4 0.88 0.89 0.92 -
p5 0.78 0.79 0.81 0.81 -

Aun cuando la distribución de la escala de comunicación con la pareja


presentó asimetría positiva se procedió con el Análisis de la Varianza
(ANOVA) de una vía para realizar comparaciones entre los grupos. Tal
como lo muestra la tabla 2, los resultados obtenidos muestran que no
hay diferencias significativas en el nivel de satisfacción con la comuni-
cación con la pareja entre los grupos.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 145


Tabla 2- Comparación de grupos de acuerdo a la satisfacción
con la comunicación con la pareja

Variable gl F P

Sexo 1 2.404 >.05


Nivel educativo 4 1.049 >.05
Orientación sexual 2 1.854 >.05
Identidad sexual 1 0.180 >.05
País de residencia 8 1.861 >.05
Sexo X Nivel educativo 3 0.563 >.05
Sexo X Orientación sexual 2 0.739 >.05
Sexo X Identidad sexual 1 0.304 >.05
Sexo X País 8 0.411 >.05

*gl = Grados de libertad; F = valor del estadístico F; P = valor P

Se realizaron comparaciones entre grupos con la prueba de Kruskal-


Wallis, la cual arrojó diferencias significativas en el nivel de satisfac-
ción con la comunicación con la pareja de acuerdo a la orientación se-
xual (ꭓ2(2)=7.5, p<.05) (ver tabla 3).

Para un análisis post-hoc se utilizó la prueba de los rangos con signo


de Wilcoxon. De esta manera se encontró que los participantes homo-
sexuales (M = 42, SD = 3.08) presentan mayor comunicación con la pa-
reja que los bisexuales (M = 33.5, SD = 7.07) (p<.05), pero no así con los
participantes heterosexuales (p>.05) como se ilustra en la figura 1. Para
la interpretación de estos resultados debe ser tenido en cuenta que los
grupos no heterosexuales cuentan con menos de 20 observaciones, lo
que invita a mirar los resultados con mucho cuidado.

Tabla 3- Resultados a partir de la prueba Kruskall-Wallis

Variable Grupo M DE n gl ꭓ2 P
Total 36.57 8.06 395
Varón 37.42 6.56 140
Sexo 1 0.556 >.05
Mujer 36.11 8.75 255

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 146


Primaria 36 NA 1
Secundaria 37.18 8.77 32
Nivel educa- Universi-
36.41 7.94 285 4 7.08 >.05
tivo tario
Maestría 36.13 8.68 65
Doctorado 41.33 4.11 12
Heterosex-
36.66 8.11 372
ual
Orientación
Bisexual 33.5 7.07 18 2 7.5 <.05*
sexual
Homosex-
42 3.08 5
ual
Cisgénero 36.59 8.05 391
Identidad sex-
Transgé- 1 0.09 >.05
ual 35.25 9.91 4
nero
Chile 34.43 9.63 16
Colombia 38 6.91 85
Ecuador 36.11 6.31 9
El Salva-
41.44 3.35 9
dor
País 8 15.15 >.05
España 34.28 8.71 7
México 35.53 6.80 41
Perú 37.75 6.23 12
Venezuela 35.30 8.85 134
Otro 37.65 8.43 82

* = p<.05; La opción ‘Otro’ de la variable ‘País’ agrupa los países con


frecuencia menores a 11 en la encuesta.

Se evaluó la relación entre la escala de satisfacción con la comunicación


con la pareja y el tiempo de convivencia. Los resultados muestran que,
a mayor tiempo de convivencia, menor es el nivel de satisfacción con
la comunicación con la pareja (r = -3.14, p<.01).

Con un Análisis Multivariado de la Varianza (MANOVA) se deter-


minó que el sexo del participante influye en la relación entre el nivel
de satisfacción con la comunicación y el tiempo de convivencia
(F(1)=4.53, p <.05)). En este sentido, la asociación entre ambas variables
es significativa en las mujeres (r=-3.14, p<.05), pero no así en los hom-
bres (-.64, p>.05).

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 147


Los datos de señalan GMCOM puede ser un instrumento adecuado
para evaluar la satisfacción con la comunicación en personas hispano-
parlantes con una relación heterosexual, dado que contiene una sola
dimensión y posee adecuados índices de confiabilidad.

Referencias

Blanchard, V. L., Hawkins, A. J., Baldwin, S. A., & Fawce , E. B. (2009). Investigat-
ing the effects of marriage and relationship education on couples’ communication
skills: A metaanalytic study. Journal of Family Psychology, 23(2), 203–214.
doi:10.1037/a0015211

Doss, B. D., Simpson, L. E., & Christensen, A. (2004). Why do couples seek marital
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Hecht, M. L. (1978). The conceptualization and measurement of interpersonal com-


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ademic.oup.com/hcr/article-abstract/4/3/253/4626815?redirectedFrom=fulltext

Jones, A., Jones, R. & Morris, N. (2019). Development and Validation of the Couple
Communication Satisfaction Scale. The American Journal of Family Therapy, 46(5),
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Perry, M. S., & Werner-Wilson, R. J. (2011). Couples and computer-mediated com-


munication: A closer look at the affordances and use of the channel. Family and Con-
sumer Sciences Research Journal, 40(2), 120–134. doi:10.1111/j.1552-
3934.2011.02099.x

Sánchez-Fuentes, M. M., Santos-Iglesias, P ., Byers, E. S. y Sierra, J. C. (2015). Val-


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a Spanish sample. The Journal of Sex Research, 52, 1028-1041. https://www.sci-
encedirect.com/science/article/pii/S1697260019301632

Williamson, H. C., Altman, N., Hsueh, J., & Bradbury, T. N. (2015). Effects of rela-
tionship education on couple communication and satisfaction: A randomized

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 148


Evaluación de la Satisfacción con la
comunicación en su vida de pareja

De forma general, ¿cómo describiría la comunicación con su pareja?

1. Muy mala 2 3 4 5 6 7 8 9. Muy buena


1. Muy poco 9. Muy
2 3 4 5 6 7 8
placentera placentera
1. Muy 9. Muy posi-
2 3 4 5 6 7 8
negativa tiva
1. Muy 9. Muy satis-
2 3 4 5 6 7 8
insatisfactoria factoria
1. Muy poco 9. Muy va-
2 3 4 5 6 7 8
valiosa liosa

Interpretación: sume el puntaje en los cinco aspectos. Puntaje mínimo= 5.


Puntaje máximo= 45. Puntajes menores a 23 significan insatisfacción con la
comunicación actual con la pareja, siendo más intensa la insatisfacción en la
medida que más se acercan al puntaje mínimo, 5. Puntajes superiores a 22
significan satisfacción con la comunicación actual con la pareja, siendo más
intensa la satisfacción en la medida que más se acercan al puntaje máximo, 45.

Este cuestionario es la Medida Global de Satisfacción con la comunica-


ción con la pareja – GMCOM (González, 2020, 2021), un instrumento
diseñado para evaluar la satisfacción con la comunicación en la vida
de pareja, conceptualizada como la valoración subjetiva de la experien-
cia con la comunicación en una relación de pareja (González, 2020).
Está conformado por 5 ítems tipo Likert con las parejas: “Muy mala-
Muy buena”, “Poco placentera-Muy placentera”, “Muy negativa-Muy
positiva”, “Muy insatisfactoria-Muy satisfactoria” y “Poco valiosa-
Muy valiosa”. Estas 5 parejas son las mismas utilizadas en las versio-
nes en español del GMREL y GMSEX (Sánchez-Fuentes, Santos-

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 149


factor que explica cerca del 86% de la varianza (Bolívar, De la Rosa,
González, Moreno, Reyes y Rodríguez, 2021; González, 2020, 2021).

Referencias

Bolívar, S., De La Rosa, G., González, J. M., Moreno, J., Reyes, C. y Rodríguez, L. (4
y 5 de septiembre de 2021). Satisfacción marital durante la pandemia por COVID 19.
Primera Jornada de la Asociación Latinoamericana de Terapia sexual y de Pareja -
ALTSEXPA. Universidad de la Costa. Barranquilla.

González, J. M. (26 de noviembre - 2 de diciembre de 2020). Satisfacción marital en el


Caribe colombiano [conferencia por invitación]. XIX Congreso Peruano de Psicología.
Lima, Perú.

González, J. M. (21-23 octubre 2021). Satisfacción marital y sexual en tiempo de pan-


demia [conferencia]. Congreso Colombiano de Psicología. Asociación Colombiana de
facultades de Psicología - ASCOFAPSI y Colegio Colombiano de Psicólogos -
COLPSIC.

Sánchez-Fuentes, M. M., Santos-Iglesias, P ., Byers, E. S. y Sierra, J. C. (2015). Val-


idation of the Interpersonal Exchange Model of Sexual Satisfaction Questionnaire in
a Spanish sample. The Journal of Sex Research, 52, 1028-1041.

Parejas y sexualidades. Memorias de la jornada de ALTSEXPA Tomo I | 150

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