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La mujer alcohólica experimenta el alcoholismo de manera diferente al hombre y enfrenta desafíos únicos. Sus síntomas suelen manifestarse en privado en el hogar en lugar del trabajo o espacios públicos. Su alcoholismo progresa más rápido y es más difícil de tratar, debido a factores como la represión emocional desde una edad temprana, eventos estresantes como la menstruación, y la dependencia de relaciones disfuncionales con maridos que también suelen ser alcohólicos. El pronóstico de recuperación para
La mujer alcohólica experimenta el alcoholismo de manera diferente al hombre y enfrenta desafíos únicos. Sus síntomas suelen manifestarse en privado en el hogar en lugar del trabajo o espacios públicos. Su alcoholismo progresa más rápido y es más difícil de tratar, debido a factores como la represión emocional desde una edad temprana, eventos estresantes como la menstruación, y la dependencia de relaciones disfuncionales con maridos que también suelen ser alcohólicos. El pronóstico de recuperación para
La mujer alcohólica experimenta el alcoholismo de manera diferente al hombre y enfrenta desafíos únicos. Sus síntomas suelen manifestarse en privado en el hogar en lugar del trabajo o espacios públicos. Su alcoholismo progresa más rápido y es más difícil de tratar, debido a factores como la represión emocional desde una edad temprana, eventos estresantes como la menstruación, y la dependencia de relaciones disfuncionales con maridos que también suelen ser alcohólicos. El pronóstico de recuperación para
ALCOHOLISMO EN LA MUJER. Centro de Atención Integral En Problemas de Adicción. Publicado en el no. 55 Junio 1991.
1. La mujer no bebe igual que el hombre. Es menos escandalosa. No se ufana
ante nadie de resistir mucho. No bebe para ser mas mujer. Manifiesta las consecuencias de su alcoholismo dentro de su casa. Tarda más en admitir su dependencia del alcohol. Es mas reservada. No va al médico, sino al confesor. 2. Su vida psicosexual parece más envuelta con más frecuencia y más complejidad que la del hombre. Si desde niña la mujer ha estado suprimiendo , reprimiendo, auto controlado, sublimando a través de los tormentos de los años de la adolescencia y de las tensiones premenstruales, cuando se da a la bebida se pueden romper equilibrios precarios conseguidos con tanto esfuerzo, al quitarse el freno mediante la acción del alcohol, puede traducirse en conducta verdaderamente devastadora (en razón directamente proporcional al grado de autocontrol que antes tuvieron que ejercer), en mostrar más <<acting out>> y más impulsivo <<living out>> de su personalidad subyacente; en mostrar más sus instintos reprimidos que los hombres, precisamente por que no han tenido una expresión canalizada apropiada con anterioridad (son como una presa rebosante que al beber alcohol estalla). Una paciente salía en camisón a los bares cercanos y solicitaba de los presentes si había alguien verdaderamente <<macho>>> para una verdadera <<hembra>>. Otra paciente, maestra de escuela, soltera y puritana, realmente enemiga de hacer favores, asistió a una fiesta una noche la cual bebió más de la cuenta, encontrándose que, a la mañana siguiente al despertar estaba al lado de un desconocido. 3. Las mujeres alcohólicas hacen más intentos de suicidio y más mujeres alcohólicas comenten el suicidio con éxito. 4. también por la misma razón en la mujer es más difícil la rehabilitación. 5. De igual forma, cuando dejan de beber, persisten enfermas y se muestra más patológica original subyacente: depresiones, neurosis, demencias, manías persecutorias, et. Cuando dejan de beber es común que se hallen peor que cuando bebían, durante cierta temporada. Hay que estar sobre aviso acerca de esto y explicar a la paciente y a su familia la causa de los síntomas. 6. Como la vida y la bebida de la mujer mexicana hasta ahora se hace más en el hogar, los síntomas o consecuencias de su alcoholismo no se traducen en trastornos en el trabajo o en la calle, como ocurren en el hombre, si no en su casa, en sus funciones de ama de casa, de madre y esposa. Los niños son mas afectados por las borracheras de la madre que por las del padre. Hay más oprobio, mas vergüenza, más consecuencias psicológicas. Los hijos salen más neuróticos y alcohólicos cuando el padre es alcohólico (en cuyo caso salen más antisociales, criminales y psicopatas), por ser el padre alcohólico un mal modelo sobre el cual constituir su súper ego y conciencia moral. Los niños son más afectados en la satisfacción de sus necesidades elementales cuando la madre es alcohólica que cuando lo es el padre (pues la madre compensa bastante bien las dificultades materiales del marido alcohólico mientras que los niños son pequeños ). Es común la negligencia en sus deberes de ama de casa, madre y esposa, mostrándose diligente en los patéticos intentos de cada atardecer para ocultar la evidencia de la bebida antes de que su marido venga del trabajo. En nuestra experiencia, casi todas las mujeres alcohólicas que hemos visto tenían una madre o abuela alcohólica, habían convivido en su niñez con una alcohólica, ó tenían un bar público en su casa. 7) La mujer, con la disminución del freno o el control emocional y moral durante su intoxicación, puede ser victima de agresiones sexuales, con riesgos de embarazos y contaminación de enfermedades venéreas. La sífilis es mas frecuente en mujeres alcohólicas que en hombres alcohólicos. Un buen número de mujeres con test de Wasserman positivos no sabían que habían sido infectadas. Una mujer alcohólica no es tolerada durante mucho tiempo por su marido, pues al percatarse del abuso, o la manda a casa de su madre , o le da una paliza, o la encierra en un manicomio, o la lleva a un psiquiatra. Al contrario de la mujer del alcohólico, que le aguanta durante muchos años con paciencia y resignación , no le pega y, generalmente , no le abandona, ni le lleva forzado a tratamiento, sino que procura convencerle. También esto está cambiando ahora en razón directa a las facilidades que dan para la separación judicial y la independencia laboral y social conseguida por la mujer. Los castigos y el avergonzarle solo aumenta su culpa, con lo cual consigue el efecto opuesto al deseado – la incitan a beber más para acallar la culpa solo perpetúan el círculo vicioso. La pauta de beber de la mujer alcohólica es distinta a la del hombre alcohólico. Hoy, en relación con el hombre, algo similar a lo que ocurre con e alcohólico más frecuente en México con respecto al norte-europeo anglosajon: la mujer bebe todos los días, generalmente no se emborracha, conserva la capacidad de detenerse, poco la de abstenerse (no puede estar muchos días sin beber) y mantiene bajo control la cantidad que tiene que beber. Como consecuencia de todo esto, tarda menos tiempo en hacerse alcohólica; su alcoholismo progresa a pasos más avanzados que en el hombre; el ciclo de su enfermedad se cumple antes que en el hombre; las fases de toxicomanía descritas por Jellineck se acortan o se contraen, se fusionan; las lesiones se presentan (somáticas y psicológicas) son más graves, lo que hace su ecuperación más laboriosa y costosa. Una vez desarrollado su alcoholismo -se diferencian poco de sus congenéros masculinos- tienen las mismas complicaciones, los mismos v mecanismos psicológicos, etc. Llaman la atención varias características frecuentes en mujeres alcohólicas, como son: 9) Tener muchas complicaciones somáticas serias, que a veces les causan la muerte al recaer (cirrosis, polineuritis, tuberculosis pulmonar, caquexia, etc.) 10) Con frecuencia , casi absoluta, el marido tambien es alcohólico o bebedor excesivo, o tiene un trastorno de carácter serio que interfiere seriamente con la vida familiar. Mal pronóstico en estos casos. 11) Incidencia de infidelidad conyugal por parte del marido, aunque no se haya precisado si antecede o es concomitante el establecimiento del alcoholismo en la esposa. Estas infidelidades conyugales no son ideas de celos, aunque son también la regla como en sus congeneres masculinos. 12) Llama la atención el aspecto hombruno de estas mujeres, ostensible, incluso años después de dejar de beber y que se muestra en su aspecto: corte de pelo masculino, forma angulosa de la cara, distribución de la grasa corporal, modo de andar, hablar y saludar, etc. 13) Muchas mujeres alcohólicas, tras dejar de beber, intentan paliar sus síntomas de nerviosismo, depresión, etc. Con automedicación, convirtiéndose en adictas secundarias. Muchas ya lo eran a los analgésicos antes de usar el alcohol. 14) Se observa que las recaídas o los episodios de ingestión alcohólica han coincidido o aumentado en relación con episodios psicológicos críticos de la mujer (tensión premenstrual, dolor somático, pérdida del ser querido, etc.) 15) Es frecuente entre los antecedentes familiares de mujeres alcohólicas la carencia afectiva desde su niñez: muchas no conocieron al padre o a la madre, o los perdieron pronto. Se da una frecuente <<cesión>> de la niña futura alcohólica a los abuelos o a una hermana, con los cuales se crió desde niña. Quizá esta carencia afectiva explique entre depresión neurótica y alcoholismo. Tal vez explique también esta carencia afectiva que la joven con depresiones <<escoja>> su marido (alcohólico de comienzo entonces) precisamente por que ve en él una imagen falsa (producto de la euforia alcohólica de los primeros años) de lo que a ella le falta para salir de sus depresiones. 16) Es lamentable y patético ver la mutua actitud rechazante sadomasoquista de la mujer alcohólica y su marido, sobre todo a causa de la dependencia socioeconómica y legal de la mujer respecto al marido. 17) Se observa que las mujeres no tienden a tener, como los hombres múltiples ingresos y que suelen estar trabajando menos tiempo: en cuanto se reponen, las sacan para que laboren en casa. 18) Es característico que sus maridos no deseen cooperar con el tratamiento más que el primer día, cuando la llevan al hospital <<a encerrar>. Muchas veces, ni siquiera entonces, pues es la madre quien la acompaña tras haberla recibido del marido que le traspasa <<el paquete>>. Depuse de todo son excusas para no acudir, o adoptan una postura punitiva. 19) El pronóstico de la recuperación de la mujer depende casi siempre de la actitud del marido; si éste no acude a psicoterapia, tomando verdadero interés en ella y en cambiarse a sí mismo, se puede decir que habrá fracaso. Cuánto más neurótico o psicopático es peor, pronóstico de ella. A pesar de la importancia de la actitud del marido. Sorprende que no haya estudios acerca de los maridos mientras que sí hay varios de las esposas de los alcohólicos. 20) Cuando llegan al especialista de alcoholismo es tras toda una serie de visitas internistas, neurólogos, etc. A quienes habían ocultado su problema. 21) Raramente acude voluntariamente al médico pidiendo ayuda para solucionar su problema alcohólico; es más frecuente que acuda al confesor, a veces solicitando ayuda <<para una amiga>> 22)se da entre las alcohólicas una mayor proporción de mujeres débiles mentales, neuróticas y epilépticas. 23) Si hay separación marital o muy malas relaciones, el fracaso del tratamiento puede significar un pronóstico fatal por suicidio o una muerte cercana por complicaciones tras la reincidencia en la bebida. 24) La mujer alcohólica lleva en todo lo peor parte: existen todavía muy pocos centros con un programa para alcohólicos, pero aún son mucho mas raros los programas especiales para ellas. Si tienen que ingresar en un hospital psquitrico, casi siempre tienen que estar mezcladas con el resto de los enfermos mentales, con los cuales hay un mutuo rechazo, lo que contribuye a aumentar la negación de la enfermedad. 25) En vista del peligro de depresión, con posible suicidio durante los primeros meses de dejar de beber, la mujer alcohólica debe ser vista, al menos, cada 15 días ambulatoriamente, durante 1-2 años después del alta del centro. Hay que prevenir esta depresión y advertir a la familia acerca de ella. 26) En general, las mujeres necesitan una estancia más prolongada en el hospital que los hombres, aunque tienden a permanecer menos. 27) Si ambos son alcohólicos (marido y mujer) poco a nada se consigue, a no ser que ambos se pongan en tratamiento al mismo tiempo; y aún así, se debe augurar un curso accidentado con recaídas frecuentes de ambos, dificultades de ajuste mutuopsicosexual, social y laboral. Parece ser que un cónyuge desea inconscientemente que el otro recaiga para de ese modo tener él mismo licencia o excusa para beber también. 28) Siendo, hasta ahora por lo menos, el alcohólico sintomático de serios trastornos psicosexuales y sociales, no es extraño pues que la mujer enferme de alcoholismo en menos tiempo que el hombre. No es que la mujer sea más débil fisiológicamente o psicológicamente, o que aguante peor el alcohol que el hombre, sólo depende de qué es lo que bebe, como lo bebe y por que lo bebe. Por la misma razón, la mujer necesita bebidas de alta concentración alcohólica; bebe vinos dulces: anís dulce, vinos quinados, ginebra, coñac. Lo hacen así para tener en seguida el mismo efecto. Las mujeres no suelen beber cerveza o sidra, a no ser en situaciones sociales en compañía de sus familiares, excepto las antiguas <<dueñas>> madams de los burdeles, que al llegar a los 60s se dedicaban a beber cerveza, desarrollando su correspondiente <<barriga de tonel>>.