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PUNTOS DE VISTA SOBRE EL

ALCOHOLISMO EN LA MUJER.
Centro de Atención Integral
En Problemas de Adicción.
Publicado en el no. 55
Junio 1991.

1. La mujer no bebe igual que el hombre. Es menos escandalosa. No se ufana


ante nadie de resistir mucho. No bebe para ser mas mujer. Manifiesta las
consecuencias de su alcoholismo dentro de su casa. Tarda más en admitir su
dependencia del alcohol. Es mas reservada. No va al médico, sino al confesor.
2. Su vida psicosexual parece más envuelta con más frecuencia y más
complejidad que la del hombre. Si desde niña la mujer ha estado suprimiendo ,
reprimiendo, auto controlado, sublimando a través de los tormentos de los años
de la adolescencia y de las tensiones premenstruales, cuando se da a la
bebida se pueden romper equilibrios precarios conseguidos con tanto esfuerzo,
al quitarse el freno mediante la acción del alcohol, puede traducirse en
conducta verdaderamente devastadora (en razón directamente proporcional al
grado de autocontrol que antes tuvieron que ejercer), en mostrar más <<acting
out>> y más impulsivo <<living out>> de su personalidad subyacente; en
mostrar más sus instintos reprimidos que los hombres, precisamente por que
no han tenido una expresión canalizada apropiada con anterioridad (son como
una presa rebosante que al beber alcohol estalla).
Una paciente salía en camisón a los bares cercanos y solicitaba de
los presentes si había alguien verdaderamente <<macho>>> para una verdadera
<<hembra>>. Otra paciente, maestra de escuela, soltera y puritana, realmente
enemiga de hacer favores, asistió a una fiesta una noche la cual bebió más de la
cuenta, encontrándose que, a la mañana siguiente al despertar estaba al lado de
un desconocido.
3. Las mujeres alcohólicas hacen más intentos de suicidio y más mujeres
alcohólicas comenten el suicidio con éxito.
4. también por la misma razón en la mujer es más difícil la rehabilitación.
5. De igual forma, cuando dejan de beber, persisten enfermas y se muestra más
patológica original subyacente: depresiones, neurosis, demencias, manías
persecutorias, et. Cuando dejan de beber es común que se hallen peor que
cuando bebían, durante cierta temporada. Hay que estar sobre aviso acerca
de esto y explicar a la paciente y a su familia la causa de los síntomas.
6. Como la vida y la bebida de la mujer mexicana hasta ahora se hace más en el
hogar, los síntomas o consecuencias de su alcoholismo no se traducen en
trastornos en el trabajo o en la calle, como ocurren en el hombre, si no en su
casa, en sus funciones de ama de casa, de madre y esposa.
Los niños son mas afectados por las borracheras de la madre que por las del
padre. Hay más oprobio, mas vergüenza, más consecuencias psicológicas. Los
hijos salen más neuróticos y alcohólicos cuando el padre es alcohólico (en
cuyo caso salen más antisociales, criminales y psicopatas), por ser el padre
alcohólico un mal modelo sobre el cual constituir su súper ego y conciencia
moral. Los niños son más afectados en la satisfacción de sus necesidades
elementales cuando la madre es alcohólica que cuando lo es el padre (pues la
madre compensa bastante bien las dificultades materiales del marido
alcohólico mientras que los niños son pequeños ). Es común la negligencia en
sus deberes de ama de casa, madre y esposa, mostrándose diligente en los
patéticos intentos de cada atardecer para ocultar la evidencia de la bebida
antes de que su marido venga del trabajo. En nuestra experiencia, casi todas
las mujeres alcohólicas que hemos visto tenían una madre o abuela alcohólica,
habían convivido en su niñez con una alcohólica, ó tenían un bar público en su
casa.
7) La mujer, con la disminución del freno o el control emocional y moral
durante su intoxicación, puede ser victima de agresiones sexuales, con riesgos
de embarazos y contaminación de enfermedades venéreas. La sífilis es mas
frecuente en mujeres alcohólicas que en hombres alcohólicos. Un buen
número de mujeres con test de Wasserman positivos no sabían que habían
sido infectadas.
Una mujer alcohólica no es tolerada durante mucho tiempo por su marido, pues
al percatarse del abuso, o la manda a casa de su madre , o le da una paliza, o
la encierra en un manicomio, o la lleva a un psiquiatra. Al contrario de la mujer
del alcohólico, que le aguanta durante muchos años con paciencia y
resignación , no le pega y, generalmente , no le abandona, ni le lleva forzado a
tratamiento, sino que procura convencerle. También esto está cambiando
ahora en razón directa a las facilidades que dan para la separación judicial y la
independencia laboral y social conseguida por la mujer. Los castigos y el
avergonzarle solo aumenta su culpa, con lo cual consigue el efecto opuesto al
deseado – la incitan a beber más para acallar la culpa solo perpetúan el
círculo vicioso.
La pauta de beber de la mujer alcohólica es distinta a la del hombre
alcohólico. Hoy, en relación con el hombre, algo similar a lo que ocurre con e
alcohólico más frecuente en México con respecto al norte-europeo anglosajon:
la mujer bebe todos los días, generalmente no se emborracha, conserva la
capacidad de detenerse, poco la de abstenerse (no puede estar muchos días
sin beber) y mantiene bajo control la cantidad que tiene que beber. Como
consecuencia de todo esto, tarda menos tiempo en hacerse alcohólica; su
alcoholismo progresa a pasos más avanzados que en el hombre; el ciclo de su
enfermedad se cumple antes que en el hombre; las fases de toxicomanía
descritas por Jellineck se acortan o se contraen, se fusionan; las lesiones se
presentan (somáticas y psicológicas) son más graves, lo que hace su
ecuperación más laboriosa y costosa.
Una vez desarrollado su alcoholismo -se diferencian poco de sus
congenéros masculinos- tienen las mismas complicaciones, los mismos v
mecanismos psicológicos, etc. Llaman la atención varias características
frecuentes en mujeres alcohólicas, como son:
9) Tener muchas complicaciones somáticas serias, que a veces les causan
la muerte al recaer (cirrosis, polineuritis, tuberculosis pulmonar, caquexia, etc.)
10) Con frecuencia , casi absoluta, el marido tambien es alcohólico o
bebedor excesivo, o tiene un trastorno de carácter serio que interfiere
seriamente con la vida familiar. Mal pronóstico en estos casos.
11) Incidencia de infidelidad conyugal por parte del marido, aunque no se
haya precisado si antecede o es concomitante el establecimiento del
alcoholismo en la esposa. Estas infidelidades conyugales no son ideas de
celos, aunque son también la regla como en sus congeneres masculinos.
12) Llama la atención el aspecto hombruno de estas mujeres, ostensible,
incluso años después de dejar de beber y que se muestra en su aspecto: corte
de pelo masculino, forma angulosa de la cara, distribución de la grasa corporal,
modo de andar, hablar y saludar, etc.
13) Muchas mujeres alcohólicas, tras dejar de beber, intentan paliar sus
síntomas de nerviosismo, depresión, etc. Con automedicación, convirtiéndose
en adictas secundarias. Muchas ya lo eran a los analgésicos antes de usar el
alcohol.
14) Se observa que las recaídas o los episodios de ingestión alcohólica
han coincidido o aumentado en relación con episodios psicológicos críticos de
la mujer (tensión premenstrual, dolor somático, pérdida del ser querido, etc.)
15) Es frecuente entre los antecedentes familiares de mujeres alcohólicas la
carencia afectiva desde su niñez: muchas no conocieron al padre o a la madre,
o los perdieron pronto. Se da una frecuente <<cesión>> de la niña futura
alcohólica a los abuelos o a una hermana, con los cuales se crió desde niña.
Quizá esta carencia afectiva explique entre depresión neurótica y alcoholismo.
Tal vez explique también esta carencia afectiva que la joven con depresiones
<<escoja>> su marido (alcohólico de comienzo entonces) precisamente por
que ve en él una imagen falsa (producto de la euforia alcohólica de los
primeros años) de lo que a ella le falta para salir de sus depresiones.
16) Es lamentable y patético ver la mutua actitud rechazante
sadomasoquista de la mujer alcohólica y su marido, sobre todo a causa de la
dependencia socioeconómica y legal de la mujer respecto al marido.
17) Se observa que las mujeres no tienden a tener, como los hombres
múltiples ingresos y que suelen estar trabajando menos tiempo: en cuanto se
reponen, las sacan para que laboren en casa.
18) Es característico que sus maridos no deseen cooperar con el
tratamiento más que el primer día, cuando la llevan al hospital <<a encerrar>.
Muchas veces, ni siquiera entonces, pues es la madre quien la acompaña tras
haberla recibido del marido que le traspasa <<el paquete>>. Depuse de todo
son excusas para no acudir, o adoptan una postura punitiva.
19) El pronóstico de la recuperación de la mujer depende casi siempre de la
actitud del marido; si éste no acude a psicoterapia, tomando verdadero interés
en ella y en cambiarse a sí mismo, se puede decir que habrá fracaso. Cuánto
más neurótico o psicopático es peor, pronóstico de ella. A pesar de la
importancia de la actitud del marido. Sorprende que no haya estudios acerca
de los maridos mientras que sí hay varios de las esposas de los alcohólicos.
20) Cuando llegan al especialista de alcoholismo es tras toda una serie de
visitas internistas, neurólogos, etc. A quienes habían ocultado su problema.
21) Raramente acude voluntariamente al médico pidiendo ayuda para
solucionar su problema alcohólico; es más frecuente que acuda al confesor, a
veces solicitando ayuda <<para una amiga>>
22)se da entre las alcohólicas una mayor proporción de mujeres débiles
mentales, neuróticas y epilépticas.
23) Si hay separación marital o muy malas relaciones, el fracaso del
tratamiento puede significar un pronóstico fatal por suicidio o una muerte
cercana por complicaciones tras la reincidencia en la bebida.
24) La mujer alcohólica lleva en todo lo peor parte: existen todavía muy
pocos centros con un programa para alcohólicos, pero aún son mucho mas
raros los programas especiales para ellas. Si tienen que ingresar en un
hospital psquitrico, casi siempre tienen que estar mezcladas con el resto de los
enfermos mentales, con los cuales hay un mutuo rechazo, lo que contribuye a
aumentar la negación de la enfermedad.
25) En vista del peligro de depresión, con posible suicidio durante los
primeros meses de dejar de beber, la mujer alcohólica debe ser vista, al
menos, cada 15 días ambulatoriamente, durante 1-2 años después del alta del
centro. Hay que prevenir esta depresión y advertir a la familia acerca de ella.
26) En general, las mujeres necesitan una estancia más prolongada en el
hospital que los hombres, aunque tienden a permanecer menos.
27) Si ambos son alcohólicos (marido y mujer) poco a nada se consigue, a
no ser que ambos se pongan en tratamiento al mismo tiempo; y aún así, se
debe augurar un curso accidentado con recaídas frecuentes de ambos,
dificultades de ajuste mutuopsicosexual, social y laboral. Parece ser que un
cónyuge desea inconscientemente que el otro recaiga para de ese modo tener
él mismo licencia o excusa para beber también.
28) Siendo, hasta ahora por lo menos, el alcohólico sintomático de serios
trastornos psicosexuales y sociales, no es extraño pues que la mujer enferme
de alcoholismo en menos tiempo que el hombre. No es que la mujer sea más
débil fisiológicamente o psicológicamente, o que aguante peor el alcohol que el
hombre, sólo depende de qué es lo que bebe, como lo bebe y por que lo bebe.
Por la misma razón, la mujer necesita bebidas de alta concentración
alcohólica; bebe vinos dulces: anís dulce, vinos quinados, ginebra, coñac.
Lo hacen así para tener en seguida el mismo efecto.
Las mujeres no suelen beber cerveza o sidra, a no ser en situaciones
sociales en compañía de sus familiares, excepto las antiguas <<dueñas>>
madams de los burdeles, que al llegar a los 60s se dedicaban a beber cerveza,
desarrollando su correspondiente <<barriga de tonel>>.

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