Está en la página 1de 1

—¿Qué haces? —me preguntó.

—Editando lo del próximo libro —respondí—, estoy emocionado con eso.


—Ya.
Ambos nos quedamos callados mirándonos el uno al otro. Pasaron varios segundos, ya
empezaba hacer calor.
—Hace rato, deseaba hablar contigo, tú sabes a qué me refiero —dije bajando la cabeza,
ocultando mi cara.
—Ya.
—Creo que quiero pedirte disculpas, la cosa se complicó y creo que no cumplí con lo que
debía.
—Lo sé.
—¿Sabes?, a veces me imagino a mi mamá regañándome por lo que pasó —dije—. Tal vez
sea solo yo, pero mierda… no consigo pasar la página.
—Yo no me esperaba nada de eso —dijo—. Yo quería ir contigo, a pasar unos días.
—Nada de esta mierda debió pasar —grité.
Después me tiré al suelo y me agarré las piernas, me hice tan pequeño como pude.
Al pasar un rato, me levanté y me tiré en la cama.
Deseando seguir la conversación.

También podría gustarte