Está en la página 1de 4

ACROMATOPSIAi

“Llego como una ráfaga de luz viva e instantánea, ofusco la oscuridad que
teñía de a poco mi vida de tintes grises, encontrándome, enseñándome lo
radiante que podía ser la oscuridad, si recordábamos lo brillante de la claridad”

Mi garganta se apretaba mientras miraba la fotografía, sentía una opresión


crecer cada vez más en mi pecho, mis manos sudaban, las lágrimas se apilaron
de a poco, sollocé, la desesperación me consumía, avente la fotografía, me
preguntaba una y otra vez ¿Por qué?, ¿Por qué el universo se empeñaba en
destruir cada uno de los aspectos de mi vida?, mire el cielo intentando calmarme,
tomando bocados de aire me levante del viejo columpio de madera, entrando a
casa, la mirada de mi madre me hizo sentir incomodo, el sentimiento de lástima
me hacía sentir miserable.

Tenía que ser realista, esto no era un obstáculo, era una limitación, hasta aquí
llegaba mi sueño, me sentí derrotado mientras caminaba hacia la universidad,
era mucho más temprano de lo habitual, pero tenía que llegar antes de que él lo
hiciera, me negaba a verlo, me negaba a aceptar que nuestro sueño se iría por
la borda gracias a mí, la autocompasión se hizo presente justo en el momento
en que el rector me miro, mire como sus ojos reflejaban lástima por segunda vez,
no habían pasado ni veinticuatro horas en las que me había enterado de mi
situación clínica y ya me habían visto dos veces con una mirada lastimera.

Observe las ráfagas de luz entrar por la ventana lateral del edificio, pronto dejaría
de ver el color radiante que emitía el sol, suspire.

- ¿Es realmente necesario? –Su tono conllevaba cierto sentimiento de


compasión.

Una amarga risa escapo, lo mire incrédulo - ¿Usted no lo cree necesario?

Lo mire suspirar y enderezarse, ¡Oh no!, ya había tenido suficiente de pláticas


motivacionales, prefería sentirme miserable sin que estuvieran intentando
minimizar mi enfermedad, como si no fuese tan importante como lo es.

-Si va a decir algún tipo de comentario positivo- Señale, tomando el folder-


Ahórreselos, no necesito ningún tipo de platica nesciente e inservible.
-Deja de ser tan Borde –Escuche detrás de mí, apreté la quijada, no ahora, justo
en ese momento sentí como si mi espalda cargara de nuevo con un peso
exorbitante, era egoísta, pero ya había decidido irme sin ningún tipo de
explicación, humedecí mis labios.

Justo debajo del letrero de la Facultad de Bellas Artes, estaba él, tragué, el
sentimiento de desasosiego me azoto, poco a poco iría perdiendo la imagen
original de él, para convertirlo en tonos grises, negros y blancos, una vez más la
realidad figuro ante mí, no me necesita estorbando su camino.

- ¿Seguirás mirándome como un cachorro perdido? –Lo mire extrañado, “¿Por


qué no me miraba como el resto?” –Mueve tu trasero iremos a algún lado.

-No iré a ningún lado contigo –Sentencie y camine hacia la salida de la


universidad, tenía que poner el mayor número de millas entre él y yo.

Mi enfermedad había progresado, se suponía que esto no sucedería, al principio


solo eran los colores claro y pastel, durante la niñez no fue tan importante, era
casi imposible poderlos identificar, pero ahora por momentos dejaba de ver la
paleta de colores entera, la acromatopsia era completa, por lo cual llegaría un
momento en el que mi mundo se volvería enteramente gris, Takeo era un
ilustrador fenomenal, no podía arrastrarlo a mi mala fortuna y mucho menos
hacer cumplir una promesa que a estas altura se veía ridícula.

- ¡Helder! –Salte al escuchar su voz, pensé que lo había perdido hace bastante
tiempo- ¡Helder! ¡Detente!

Sentí un jalón en mi brazo derecho, como si de una llamarada se tratara me aleje


rápidamente, me observo “¡Genial!” desesperación, tristeza y dolor se abrían
paso hacia mí, trague, justo lo que no quería hacer estaba sucediendo.

-Takeo…

- ¡Cállate! No me interesa –Se acercó a mi tomando mi brazo y me jalo hasta


una pequeña jardinera, por primera vez lo estaba viendo molesto, un nerviosismo
consumió mi ser hasta dejarme mudo, sin una pizca de delicadeza, me dejo caer
en un largo banco.
-No creí que fueras tan irresponsable, egoísta, ingrato, inconsciente –Sus manos
volaban de un lado para el otro soltando miles de adjetivos posibles, mis ojos
empezaron a picar, lo observé detenerse frente a mí, mirándome fijamente- pero
sobre todo no creí que fueras tan cruel.

-Estas siendo un po…

-Silencio –Me miro, se veía feroz y agresivo- ¿Acaso soy un juego para ti?, ¿Mis
sentimientos son tan fáciles de desechar?, no eso no, ¿Soy tan fácil de
desechar?

Trague, ya había tomado mi decisión no me detendría por nada, al final del día
esto era por él, no necesitaba un compañero que estaba prácticamente ciego.

-Sí, lo eres –Asombrosamente mi voz no tembló, mi valentía aumento un poco-


Me canse de ti, solo lárgate.

Escuche su risa azotarme- ¡Porque tienes que ser tan estoico!, ¿Crees que no
se realmente lo que ocurre?, tienes esa manía de convertirte en héroe.

-No sé qué ideas tengas en mente, pero nada tiene que ver contigo.

-Olvidas que te conozco más de lo que tú te conoces –Lo observe acuclillarse


frente a mí, acercando su mano a mi mejilla, su cabello castaño, esas cejas
oscuras, su piel de porcelana y esos hermosos labios color cereza, todo en él
perdería color para mí.

Su toque se convirtió en un refugio de esperanza, su mirada se suavizo, solo


cuando mire el amor que desprendía, me di cuenta de cuanto lo necesitaba,
solloce acercándome a su toque, me sentía tan perdido y asustado.

-Es tan difícil –Hipé tragando- No te quiero arrastrándome, sería injusto y egoísta.

Mirándolo tan fuerte como siempre había sido, automáticamente sentí la


necesidad de ser consolado, mostrando mi vulnerabilidad, tomo mi rostro entre
sus manos y llore, como si de un maratón se tratase, los balbuceos corrían fuera
de mi boca, me sentía derrotado y asustado.

-Nada de eso importa –Su voz sonaba tan dulce, como un cálmate natural,
sonrió- Te amo, esto no significa nada para mí.
-Seré un estorbo, nadie aceptara a un ilustrador monocromático –Mi temblorosa
voz me asusto, se levantó extendiendo su mano hacia mí, instintivamente la
tome, para aterrizar entre sus brazos.

Acaricio mi rosto, acercándose a dejar un corto beso en mi frente, me miro como


si esperara que me derrumbara de nuevo, pero aquí estaba mirándolo con
adoración, acaricio la parte superior de mi cabeza, sonreí enternecido.

-Cuando estoy contigo, lo único que puedo escuchar es tu respiración, olvido lo


perdido que me sentía, lo único que puedo mirar eres tú, tú le diste brillo a mis
noches, la noche dejo de ser abrumante gracias a ti, la llenaste de tranquilidad –
Sentí mi corazón presionarse- No lo entiendes, no te dejare ir, no cuando te amo
más que cualquier cosa, e incluso si te vas te encontrare en cualquier lugar, mi
vida está llena de colores, pero no servirán de nada sin ti en ellos, incluso aunque
el mundo brille para mí, no me importara nada.

El nudo en mi garganta me aprisionaba, la calma me abrumo, su mirada miel


atravesó mis sentidos hasta mi corazón, sentí el mundo detenerse.

Amaba a este hombre, con él olvidaba los duros momentos que mi corazón
había sufrido, con él a mi lado, superaríamos cualquier inconveniente, podría
olvidar todos los colores del mundo, pero no los suyos, su mirada llena de vida,
sabía que no lograría verbalizar mi sueño sin esperanzas, aun así, estaba seguro
de algo, algún día esta tristeza nos dejara juntos, estaba siendo amado por él y
él estaba siendo amado por mí, estábamos juntos, aquí, ahora, sosteniendo su
calidad mano, entendí que lo más importante era tener a alguien para luchar
estas batallas, ya sea, trepar, caminar, correr o volar éramos más fuertes juntos,
era un camino lejos y doloroso, pero no estaba solo, ni la soledad, ni la oscuridad
me consumirían, nos completábamos a un lugar seguro, brillante y lleno de luz.

Juntos, podíamos incluso ver lo hermoso de la oscuridad.

i
Es un trastorno retiniano autosómico recesivo poco frecuente caracterizado por daltonismo, nistagmo, fotofobia y agudeza visual
seriamente reducida a causa de la ausencia o la deficiencia en el funcionamiento de los conos. Caracterizado por la ausencia de
visión para los colores.

También podría gustarte