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1.

INTRODUCCIÓN:
Gerardo empieza a tener una relación amorosa con su practicante Jimena,
posterior a este suceso llegan al punto de que la señorita termina saliendo
embarazada y cuando él se va de viaje a contarle la noticia a sus padres,
lamentablemente termina sufriendo un grave accidente y en consecuencia su
fallecimiento.
Luego de lo acontecido, Jimena exige que la sucesión de bienes sea tanto para
ella como para su hijo, el cual aún se encontraba en su vientre.
2. DESARROLLO:

Respecto a lo solicitado por Jimena, donde exige que, en la declaratoria de


herederos de su finada pareja, sean para ella y su hijo; exponemos la siguiente
postura.

Estamos de acuerdo con la manifestación de Jimena sobre la herencia


correspondiente al concebido, por lo que se está realizando un reclamo legal,
sin embargo, cuando ella expresa que los bienes también deben ser para su
lucro.
Consideramos que no tiene derecho a reclamar algún bien, para beneficio de
ella, nos respaldamos del artículo 326 donde indica que por lo menos deben
haber mantenido una relación de dos años continuos para que esta pueda
llegar a ser heredera de parte de la herencia. Esto se puede ver aplicado en la
CASACIÓN 1532-2013, Lambayeque; aquí la demandante señala que ha
convivido con su ex pareja por aproximadamente 14 años y por ello reclama un
bien.
Si bien es cierto (artículo 856), menciona que en una sucesión hay derechos
destinados al concebido, la partición de los bienes hereditarios debería
permanecer suspendida, ya que no se conoce el número de partícipes en el
reparto del patrimonio sucesoral porque existe la posibilidad de que el
concebido nazca sin vida. Sin embargo, si la madre presenta necesidades
alimenticias podría solicitar el derecho de alimentos para el niño, de esa
manera puede gozar de tal derecho, ya que es de naturaleza
extrapatrimonial. Solo si Jimena presenta dichas penurias podría gozar de la
herencia aun cuando no nazca el concebido. 
No obstante, el niño que lleva en el vientre Jimena tiene todo el derecho a la
herencia de su padre, ya que el (artículo 820°), menciona que a falta de hijos y
otros descendientes, heredan los padres por piezas equivalentes si existiera
únicamente uno de ellos, a éste le corresponde la herencia. Además,
hacemos referencia del (artículo 816°) donde alude que son herederos del
primer orden, los hijos y demás descendientes; del segundo orden, los
padres. Aquel artículo es válido mientras el infante nazca vivo, se consensuó
con el (artículo 1).

3. CONCLUSIONES:

El artículo 856 del Código Civil le brinda defensa al concebido, referente a la


división de la herencia correspondiente y al goce de ella, de igual manera a la
madre siempre y cuando tenga necesidad de alimentos. Empero existen
artículos que respaldan el derecho de herencia perteneciente al nasciturus, por
ser hijo de Gerardo, si este nace con vida gozará plenamente de ella. 

Pero si Jimena protesta en beneficio de su persona, no sería partícipe de una


proporción de la herencia, porque no cumple con los requisitos de haber sido
una conviviente, en consecuencia, solamente su hijo es quien tendría que
terminar heredando los bienes de Gerardo, más allá de esto la joven no puede
ni debe exigir ningún derecho para beneficio propio.

Hay artículos que garantizan el derecho de herencia correspondiente al nasciturus, por ser hijo
de Gerardo, si este nace con vida gozara plenamente de ella.

Sin embargo, si Jimena protesta en beneficio de su persona, no podría ser partícipe de una
proporción de la herencia, pues no cumple con los requisitos de haber sido una conviviente, de
manera, sólo su hijo es quien tendría que concluir heredando los bienes de Gerardo, más allá
de esto la joven no puede ni debería reclamar ningún derecho para beneficio propio. Jimena
puede tener el goce de la herencia siempre y cuando presente necesidades alimenticias, pese
aun no nazca el concebido

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