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NICOLA LOCOCO

HISTORIA OCULTA
DE LA MASONERÍA
La construcción del templo interior

Volumen IV
Monasterios, iglesias y castillos

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Historia oculta de la masonería
VOLUMEN IV
Monasterios, iglesias y castillos
Editorial masonica.es®
SERIE ROJA (Autores contemporáneos)
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© 2016 Nicola Lococo
© 2016 EntreAcacias, S.L. (de la edición)
EntreAcacias, S.L.
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33010 Oviedo - Asturias (España)
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1ª edición: junio, 2016
ISBN (edición impresa): 978-84-945356-8-0
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delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. del Código
Penal).

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INTRODUCCIÓN

Con la entrega de este cuarto volumen,


atravesaríamos el ecuador de la obra, entendida
esta como ejemplo del pensamiento esférico que
permite la interrelación de unos elementos con
otros más allá de la misma intención de autor y
aún de la interpretación de sus lectores, pues así
como la obra artística no pertenece en exclusiva al
artista después de haberla visto el público, es de
suyo, que tampoco la mera suma de su
circunstancial exégesis o particular hermenéutica
de la crítica, agoten su realidad emergente por
generación espontánea, siendo mucho más lo que
no aparece que lo que parece, motivo por el cual,
tratamos con una obra abierta que será sometida,
de modo recurrente, a sucesivas revisiones,
ampliaciones, correcciones y cuantas acciones
vayan encaminadas a engrandecer el sendero a
penas desbrozado, hasta donde me lo permitan las
fuerzas y las de cuantos deseen implicarse,
efectuada su primera vuelta-edición, en el
proyecto. Y estaríamos haciendo cumbre, si la
tarea emprendida en las primeras páginas del
primer volumen fuera como una ascensión a una
alta montaña cuya cima era imposible de divisar
desde el valle, punto privilegiado donde ahora se

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nos concede contemplar en 360º a la redonda una
espléndida panorámica, ofreciéndonos un mapa
diáfano de los vericuetos dejados atrás sin recorrer
y mostrándonos por delante la infinidad de
posibles itinerarios transitados por la Gran
Tradición, en los que sin embargo, no nos vamos a
adentrar en el descenso, dado que, Nuestra
Historia, trata de narrar el estrecho camino que
dentro de aquella corresponde a la Masonería
hasta alcanzar 1717, cosa que, a priori, parecería
sencillo tratándose de descender para aquellos que
no hayan practicado siquiera senderismo, pues la
bajada como la subida no está exenta de riesgos y
dificultad.
Porque, a las trabas procedímentales apuntadas
en introducciones anteriores para escribir una
Historia como la presente, en lo concerniente a
verificación de datos, estudio de las materias,
selección de materiales, relación de unos hechos
con otros, etc, se han venido a sumar dificultades
de corte psicológico nacidas de mi propia
condición de autor, pues habiéndome formado en
Filosofía y Teología, abordando este ejemplar en
su mayor parte cuestiones vinculadas bien con
Platón, bien con las Religiones Judía y Cristiana,
como que de pronto he sentido ese miedo que
negaba padecer cuando de otras disciplinas se

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trataba por no ser yo egiptólogo, ni paleontólogo,
ni historiador. En consecuencia, los temores a
cometer un desliz, un olvido, una equivocación en
asuntos en los que se supone me manejo con
soltura, han estado presentes desde la primera
hasta la última línea, por si me las prometía muy
felices de entrar en un terreno trillado por el
estudio y las lecturas acumuladas. Por otra parte,
la poca erudición que tengo al respecto, lejos de
ayudarme me ha estorbado en la selección de
materiales a presentarles, pues siendo para mi todo
importantísimo, esta vez me ha costado Dios y
ayuda distinguir entre lo superfluo y esencial para
Nuestra Historia en materias tan inmensas y
profundas como son cualquiera de las grandes
religiones, habiendo ocasiones en que me he
encontrado atrapado en arenas movedizas como la
Biblia, un pozo sin fondo de sentido e
interpretación apasionante, del que la conciencia
tiene fácil entrar, pero muy difícil salir. En esta
ocasión, la criba de los materiales ha sido
descomunal, para no dejarme llevar por los
tecnicismo correspondientes, pero sin pasarme en
la divulgación hasta vulgarizarlos, así les he
evitado en lo posible términos como,
veterotestamentario, sinópticos, parusía,
perijonesis, metempsicosis, numinoso…pero he

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dejado otros como Evangelios, docetista,
cristológico, hilemorfismo, andrógino, etc, y aún
de estricto régimen intelectual no darles a conocer
las para mi muy caras variopintas hipótesis,
interpretaciones, etimologías y desarrollos que de
cada episodio, nombre, tema y personaje salen al
paso, debiendo escoger muy a mi pesar, a modo de
muestra, algunas de las cientos publicadas,
debiéndome conformar con remitirles de continuo
a la bibliografía adecuada.
Espero, en consecuencia, no ser acusado por mis
colegas Teólogos de haber hecho una caricatura de
su conocimiento, menos todavía. Ser motivo de
reproche de haber faltado el respeto por parte de
los distintos fieles de las distintas confesiones y
creencias, pues nada más lejos de mi intención,
siendo como soy una persona más religiosa que
todas ellas juntas, pues si ellas se consideran
practicantes de su religión, yo me considero
practicante de todas las religiones, eligiendo de
entre su variedad lo más apropiado para el espíritu
divino inmortal, como hago con el horóscopo o
cualquier otra superstición. Con todo, adelanto a
los lectores, que mi religiosidad cree en cristiano,
como mi pensamiento habla en castellano, porque
en dicha religión e idioma he sido educado. Sea
entonces, que abiertamente y sin tapujos, me

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declaro Católico, Apostólico y Romano, pero
como me decía mi madre, nosotros creemos en el
Jesús vivo y no en el Cristo muerto. En
consecuencia, estoy adscrito al Catolicismo
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Adogmático, auténtico oximoron o contradicción
en sus términos, pues siendo católico de corazón,
mi razón se niega a profesar ninguno de sus
dogmas, aunque respete que otros los asuman. Por
lo demás, he buscado el modo de mostrar mi
respeto por las religiones usando siempre la
mayúscula para dirigirme a ellas como
Zoroastrismo, Judaísmo, Cristianismo, Islam… y a
sus elementos sagrados como Haoma, Torá,
Evangelios…en cuanto a que a los santos no les
preceda el San, obedece a un intento de aligerar la
narrativa para ahorrar al tomo varias páginas y no
a rebajar su perfil histórico de modo despectivo.
No obstante, si alguna persona se sintiera ofendida
por algo que hubiere dicho, está en su derecho de
sentirse así, pero le recomiendo entonces, sentirse
halagado, pues el motivo que en estas páginas
habrá para ello, será el mismo y es elección suya
escoger entre lo uno y lo otro.
En cualquier caso, hayamos pasado el ecuador o
hayamos hecho cumbre en la obra, es hora de
aclarar a petición de algunos amigos críticos, en
qué sentido es «Oculta» esta Historia de la

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Masonería, a escoger entre tres plausibles
interpretaciones, a saber: oculta en el sentido
pasivo de ser ocultada; oculta en el sentido activo
de mantenerse oculta; y oculta con sentido de estar
por descubrir, ante cuya legítima demanda debo
indicar que desde que empecé a trabajar en la
obra, la voz «Oculta» respondía a los tres sentidos
explicitados:
Porque, es cierto que la Masonería ha sido
censurada, prohibida, perseguida, desterrada,
criminalizada, enjuiciada, confiscada, quemada,
fusilada, silenciada, borrada y abundantemente
tergiversada, caricaturizada, falseada, mentida y
borrada de la Historia oficial, hasta el extremo de
que la Historia de la Masonería es Oculta no ya
para la gente profana, que también para los
mismos masones. Y aquí les hago una confesión
de autor: el título original de la obra —al que no
renuncio— rezaba Historia Oculta de la
Masonería. Oculta para los propios Masones que
a sugerencia del editor fue sustituido por el actual
y momentáneo Evolución del Templo interior.
Porque, ante tan atroz reacción de los Poderes de
cada momento, la propia Masonería que prefiere
decirse discreta que no secreta, ha debido
guardarse mucho para preservar no ya su
tradición, sino la propia vida de sus miembros

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debiendo adoptar medidas cautelares propias de la
clandestinidad. Sin embargo, de dejar aquí la
respuesta de esta segunda acepción, estaríamos
presentando una verdad a medias, pues la
Masonería, aun cuando discurre en tiempos
favorables, también presenta un perfil oculto
debido a la necesidad de apartamiento del
mundanal bullicio, no por los motivos que llevan
al criminal a trabajar a escondidas, cuanto por la
necesidad de cierta paz y sosiego que requieren
sus prácticas, siendo su labor como la de cualquier
artista que se retira a trabajar su inspiración en la
soledad de su taller, aunque tenga vocación de que
su obra vea la luz y sea contemplada por el mundo
entero, una vez esté acabada.
Y porque, la Masonería en si, desborda los
elementos masónicos que la integran, cuánto más
a sus miembros, entidades diminutas, fugaces en
el tiempo, limitadas en su capacidad para
comprenderla en toda su amplitud y profundidad,
de modo que, la mayor parte de la Masonería,
permanece oculta para ser descubierta en sorbitos
de experiencia personal intransferible e inefable
que cada cual debe vivir por su cuenta, siendo la
Masonería Universal el vehículo de su realización
individual.
Por último, en cuanto a su contenido, este cuarto

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volumen se centra en la Alta Edad Media, periodo
comprendido desde la caída del Imperio Romano
Occidental acaecida en el siglo V, hasta el año
1.000, lapso temporal dominado en todos sus
órdenes sociales, económicos, políticos, culturales
y espirituales por el Cristianismo, sin embargo, da
inicio con el Zoroastrismo, episodio que
cronológicamente correspondería al tomo anterior,
pero que por motivos pedagógicos he preferido
situar al comienzo de esta cuarta entrega, dado que
a mi modo de ver, el Zoroastrismo con su
angeología, la adoración del fuego y la ingesta de
su bebida sagrada el Haoma, es la antesala
inmediata, entre otras religiones, del Judaísmo y el
Cristianismo, capítulos troncales de Nuestra
Historia. Así, tras este epígrafe inicial, en el
segundo capítulo paso a tratar el Judaísmo en una
crítica textual de los pasajes Bíblicos de mayor
importancia para Nuestra Historia como son la
Creación, el Paraíso, la embriaguez de Noe, la
construcción de Babel, el sueño de Jacob, el
episodio de José… en cuyo recorrido trato el mito
de Heracles, el Mito Andrógino de Platón, el libro
de Enoc, y un etcétera demasiado atractivo para
ser resumido en esta introducción; hecho lo cual,
comienza el tercer capítulo dedicado al
Cristianismo trabajando de modo holístico el

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Evangelio de Juan cuyo desgrane servirá para
abordar las figuras de la Virgen, María
Magdalena, los dos San Juanes, los discípulos… y
también los más significativos Evangelios
Gnósticos, dando pie al cuarto capítulo donde
presento el Gnosticismo por medio de sus
principales promotores como Simón el Mago,
Valentín o Marción fijándome en suyos textos que
nos han llegado a través de Naj Hammadi,
debiendo una vez más por motivos pedagógicos y
de exposición, desplazar la figura de Hermes
Trismegisto a siguientes entregas para cuando
abordemos con detenimiento la Alquimia. El
quinto capítulo lo dedico a la historia del
Monacato, donde a modo introductorio, he
colocado a los coptos, para acto seguido empezar
con sus promotores egipcios, Orígenes, Antonio,
Pacomio, continuar con los latinos, Basilio,
Casiodoro, Martin de Tours, Benito, proceder con
los representantes celtas, Columba, Columbano,
Beda el Venerable, los representantes de Roma,
Bonifacio, que sembraron el continente de
monasterios como Iona, Luxzil, Bobbio, Fulda…
hasta llegar a la fundación de Cluny en el siglo X,
mientras hablamos de la pugna entre el mundo
celta y el romano indispensable para entender
posteriormente lo que se cuenta en el Ciclo

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Artúrico; del Imperio Carolingio y sus intrigas; de
la Historia Oculta del Oso, crucial para
comprender los acontecimientos recientes de
Nuestra Historia y la Historia de Europa en
general; Finalmente el sexto capítulo versa sobre
la arquitectura en la Alta Edad Media, reparando
en el Prerrománico, lombardo, irlandés,
hispanovisigótico, carolingio y otoniano iniciando
el epígrafe con un apunte sobre los Magistri
Comanici y cerrando el volumen las
Constituciones de York de 1926.
Si Aristóteles tenía razón al declarar que en el
medio está la virtud, este volumen cuarto de siete
ha logrado colocar la piedra angular sobre la que
se sostiene la Catedral de esta Logia Universal Del
Conocimiento que ya despunta en el paisaje
masónico con su silueta reconocible.

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2
I. ZOROASTRISMO

Las enseñanzas de Zoroastro saludadas en sus


distintos Grados y Calidades, pueden considerarse
la primera seria articulación de una religión
revelada, obviada por su brevedad y fracaso el
intento atoniano comentado en los volúmenes II y
III. Ya sólo por esta anticipación cronológica
merece atenderse con profundidad su cuerpo
doctrinal, más si cabe, cuando dada su privilegiada
posición central en el continente euroasiático le
permitiría influir y germinar en las distintas
idiosincrasias de pueblos como el indio, el chino,
el persa, o los bañados por la cuenca mediterránea
como el hebreo, el fenicio, el griego, el latino…
afectando así al budismo, al taoísmo, el judaísmo,
cristianismo, Gnosticismo, Maniqueísmo,
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Islam…
El zoroastrismo nace del impulso reformador de
Zaratustra deseoso de unificar bajo la divinidad de
Ahura Mazda, los diversos sistemas de creencias
politeístas habidos en las regiones indorianias,
cuyas enseñanzas fueron recogidas en el Avesta.
Será preciso entonces decir algo acerca de ese
conjunto de creencias previas que actuaron, cual
substrato espiritual, en los distintos sistemas de

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creencias posteriores.
El Rig Veda, texto sagrado de la India y el Avesta
texto sagrado zoroástrico, tienen demasiados
conceptos comunes que permiten suponer son
herederos de una milenaria tradición que siguió
distintos derroteros teologales, primero en tierras
iranias y después al penetrar las tribus arias en la
India. Ambos pueblos compartían al dios Mitra
(Sol) pero mientras en la India Mitra se dividió en
tres divinidades (Mitra-Varuna-Ariamán) en Irán
conservaría su unidad. A este poderoso Mitra
iranio, fue al que Zaratustra pretendió sustituir por
Ahura Mazda, de ahí el fracaso regional de su
empresa.
AHURA MAZDA
Probablemente, Ahura Mazda, es el equivalente
conceptual de una divinidad protoindoirania, el
Padre Asura, el sin nombre o innombrable, el
Varuna del Rig Veda. La fórmula Ahura Mazda
que generalmente es traducido por Señor Bueno y
Sabio, es el dios del cielo, omnisciente y sacerdote
celeste. Creó los Amesha Spenta para ayudar a
regir la Creación. Es un dios abstracto y
trascendente, sin imagen concreta, por lo cual no
es representable. El fuego y la Luz son sus
manifestaciones. Angra Mainyu o Ahrimán, es lo
opuesto a Ahura Mazda, es la representación del

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Mal. Su realidad es comprendida a través de la
buena mente de quienes lo buscan. Varios de estos
motivos con los que se revestiría la nueva
divinidad, eran comunes en los sistemas de
creencias desde el –III Milenio cuando se
practicaban rituales de bebida sagrada, se adoraba
al fuego o se reproducía en amuletos la lucha entre
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la serpiente y el dragón antecedente del combate
entre la luz y las tinieblas, entre la vida y la
muerte, que caracterizaría a la religión indoirania
y que conservaría el zoroastrismo.
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Así, Zaratustra, conocido en Grecia como
Zoroastro, fue un reformador religioso iranio de
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los siglos –VII –VI que a la edad de 30 años salió
de su tierra natal para expandir el mensaje divino
que le fue revelado en un sueño. Su primera
misión tuvo lugar entre gentes situadas al norte
dedicadas al pastoreo, cuyos jefes y sacerdotes,
practicaban creencias arias, las cuales, pretendía
corregir, cosechando un estrepitoso fracaso dada
la resistencia de aquellos a aceptar sus enseñanzas.
Más fortuna tuvo en la Corte del Jefe de la tribu
Fryana, donde contrajo matrimonio obteniendo
con ello fuertes apoyos para la extensión de su
nueva prédica.
El contenido central de su discurso consistía en
presentar a Ahura Mazda como único dios del

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Bien, la encarnación de la Luz, de la Vida,
comienzo y el fin de todo lo existente y por
existir, el que no puede ser visto, el Eterno, el
Puro y la única Verdad. A tal objeto se describía
un dualismo en constante pugna entre el Bien y el
Mal, la Luz y las Tinieblas, la vida y la muerte,
cuyos respectivos polos espirituales, Spenta
Mainyu y Angra Mainyu, coexisten en cada uno
de los seres vivientes. Un texto donde se aprecia
con nitidez este dualismo aparece en el Avesta
concretamente en la Yasma XXX:
Ahora os proclamaré a vosotros, cuantos os
acercáis en busca de enseñanzas, las
animadversiones que atañen a aquel que lo
conoce todo, las alabanzas que es preciso
prodigar a Ahura Mazda y los sacrificios de
la Buena Mente o Inteligencia Divina, así
como las benignas meditaciones inspiradas
por la Justicia.
Prestad atención, pues, y contemplad las
llamas brillantes de la Verdad con los ojos de
la Mayor y Mejor Inteligencia. (…)
Ved que se trata de los dos Espíritus
primitivos que han sido conocidos y
declarados desde antiguo, de siempre, en
todo tiempo como una pareja que combina
sus esfuerzos opuestos y sin embargo, cada

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uno es independiente en sus obras. Los dos
son uno mejor y otro peor, tanto en
pensamientos como en palabras y obras.
Entre ambos, pues, elija bien el que desee
obrar sabiamente. Escoged, por tanto, con el
mayor cuidado no como quienes lo hacen mal
a causa de practicar el mal en todo cuanto
realizan.
Sí, cuando se reunieron los dos Espíritus allí
al principio para crear la vida y la esencia de
vida y para determinar cómo debería
ordenarse el fin del Mundo destinaron la
peor vida para los malos y el Mejor Estado
Mental para los buenos.
Cuando cada uno hubo terminado su parte
en la obra de la Creación, cada cual de ellos
escogió el modo de formar su reino
perfectamente separado y distinto del otro. De
los dos, el malo escogió el mal, sacando con
ello los peores resultados posibles, mientras
que el Espíritu más bondadoso escogió la
Divina Justicia. Cierto, aquel que se viste
empleando como manto las sólidas piedras del
Cielo. Y escogió también a cuantos le agradan
a El, Ahura Nazda, con sus obras realizadas
realmente de acuerdo con la fe. (…) Y seamos
nosotros como los que originan esta gran

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renovación y hacen progresar este Mundo
hasta que haya alcanzado su perfección. (…)
Por consiguiente, ¡oh hombres!, estáis
aprendiendo los principios religiosos que
Ahura dio, bien para (nuestra) felicidad, ora
para nuestro dolor. Y también estáis
aprendiendo lo que es el largo tormento de los
malvados y las bendiciones que esperan a los
justos. Y cuando éstos hayan empezado su
curso, el curso de sus obras, la salvación será
su herencia y recompensa.
En esta pugna entre el Bien y el Mal, además de
los debidos gestos ceremoniales de protección y
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purificación, especial relevancia tienen entre un
tropel de entidades los Amesha Spantas,
inicialmente concebidos como potencias de Ahura
Mazda que en el zoroastrismo posterior adquirieron
categoría independiente como Arcángeles con sus
contrarios que pasaron a ser demonios:
Vohu-Mana: La Buena Mente. Es la capacidad
mental para comprender la naturaleza de nuestro
mundo. Aparece como Espiritu Santo capaz de
oponerse a Abrimán. Su entidad estaba ligada al
buey. Su opuesto era Aka Mana, el mal
Pensamiento.
Asha Vahishta: Representa la más alta forma de
Verdad. Actuar de acuerdo a ella constituye la

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forma más alta de Rectitud. Su entidad estaba
asociada al fuego. Su oponente era Indra el caos,
el desorden.
Kshastra-Vairya: La buena elección. Por ella
debe regirse la sociedad y el guerrero. Su figura
estaba asociada a los metales. Su contrario es
Saurva, representante de la crueldad, la
devastación y la guerra.
Spenta Armaiti: Es el Pensamiento recto en
sagrada actitud de piedad. Su opuesto es
Noanhaithya, la desolación de los campos.
Haurvatat: El estado completo de Bien-estar,
integridad física y espiritual. Su oponente es
Taurvi, la sed.
Ameretat: El estado de Felicidad Inmortal. Su
contrario es Zairica, el hambre.
Sacrificios animales: En coherencia, su doctrina
condenaba los sacrificios, especialmente el del
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toro, animal sagrado para Zaratustra.
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HAOMA
Zaratustra, también condenaba el culto iranio de
la ingesta sagrada de Haoma conocida como Soma
entre los indios por su consideración de
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divinidad.
La ingesta del Haoma, acontecía durante
ceremonias sagradas de adoración del fuego. Muy

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al principio, el jugo de la planta sería bebido
directamente tras su prensado, pero sus efectos
tóxicos obligarían posteriormente a ser mezclado
con leche para rebajar sus efectos cuando el ritual
alcanzase a más adeptos que a un solo chamán. El
ritual se iniciaba con su preparación durante el
amanecer mientras se recitaban plegarias como la
que viene a continuación:
Dame tu embriaguez.
¡Que me penetre!
Y al poseerme.
Ilumine mi alma.
La planta con la que se confecciona el Haoma
conforme a cuanto de ella se dice en textos
dispersos de tradición zoroástrica, podría
describirse como planta con tallos, raíces y ramas;
de tamaño alto; naturaleza fragante; color dorado;
y que crece en las montañas concretamente se cita
Araithi la cima de Erburz como su lugar de origen
primordial desde donde los pájaros la
transportaron a otros montes. Su ingesta es
reponedora, sanadora, estimuladora sexual, y
potencia los reflejos sensitivos activando el estado
de alerta. De ella se habló en los siguientes
términos:
¡Haoma, de flores doradas, que crece en las
alturas, bebida que nos repone y ahuyenta la

21
11
muerte!.
FUEGO
Con ánimo de ensalzar la preponderancia de
Ahura Mazda, Zaratustra rebajó la condición
divina del fuego, a una mera representación suya
por ser fuente de su luz como el Sol o las estrellas.
Pero este paso crucial se topó con la comprensible
resistencia de un culto que además de contar con
los elementos primitivos ya debidamente
comentados, de ser un común denominador de los
pueblos de la Antigüedad, en el caso de los de
origen Ario que penetraron en la región indoirania
lugar donde se asentarían partos, medos y persas
zona en la que Zaratustra predicó, esta práctica
estaba más acentuada que en ninguna otra del
entorno cultural, influenciando con ello, a cuantos
imperios y naciones entraran en contacto con
12
ellos.
Siendo como era el fuego un elemento sagrado
central del sistema de creencias ario, tanto en India
como en el Irán pre-zoroastrico, recibió culto
especial en diversos templos dedicados a su
adoración. Sin embargo, mientras para los
antiguos iraníes el fuego era una divinidad a la
cual debían adorar por si misma, para los indios
aunque en origen el fuego, llamado Agni en

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sánscrito, junto con Indra y Surya conforman la
trinidad védica, se le veneraba por ser mensajero
entre los dioses y los mortales, cualidad que
sumada a su representación habitual con dos
cabezas, sugiriendo los aspectos benéficos y
destructivos del fuego, mil ojos, una cabellera
negra junto a tres piernas y siete pares de brazos,
emanando de su cuerpo siete rayos de luz,
transportado sobre un macho cabrío, o una
cuadriga tirada por cabras, lo conecta con distintas
corrientes de la mitología griega, por ejemplo,
observamos como en la leyenda de Prometeo Agni
que es fuego y divinidad aparece disociado por un
lado en el personaje mediador entre hombres y
dioses Prometeo y el fuego que aparece como
13
objeto de robo. Pero Grecia, además del Mito de
Prometeo, rendía culto al fuego por medio de
Hefesto y Hestia.
Hestia, hija de Cronos y Rea, hermana mayor de
Zeus, era Diosa del Fuego doméstico. De carácter
discreto, se mantuvo al margen de las continuas
disputas amorosas pues se mostró dispuesta a
permanecer virgen. Su figura, aún relevante entre
los griegos, alcanzaría su cúspide en Roma donde
se la adoraba bajo el nombre de Vesta, en cuyo
templo ardía el fuego sagrado, representación del
fuego que ardía en el pecho de los hombres por

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14
acción de Vesta. El origen de esta tradición se
remonta a épocas muy anteriores a la fundación de
la ciudad, cuando existía un fuego comunitario
cuidado por un grupo de sacerdotisas llamado
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vestales.
En la cultura celta, el fuego mantenía su estatus
de elemento sagrado, a cuyo culto estaban
dirigidos varios rituales como el de prender fuego
a un gran poste durante el solsticio de invierno,
quedando de manifiesto su relevancia al ser la
cremación, ceremonia funeraria. No obstante, el
panteón celta contaba con dos divinidades del
fuego: Brigit y Belenos.
Brigit, era también diosa del arte, la poesía y la
tierra. Su nombre procede de la raíz celta Brigi,
que significa grandeza, admiración, poder y se la
simbolizaba con una antorcha encendida.
Debidamente rebautizada con el nombre de Santa
Brígida, su figura fue la más prominente del
santoral irlandés hasta que la Iglesia Católica
16
decidió relegarla por San Patricio. En su honor,
se celebraba el Imbloc, rito asociado a la
Primavera. Consistía, básicamente, en una
renovación de los fuegos domésticos y una cena.
Luego de ésta, se pasaba por las cabezas de todos
17
los presentes el cinturón de Brigit. Además, se

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hacía una limpieza de todas las casas con la
aprobación del más anciano de la tribu. Luego de
esto, la mujer más joven debía encender una
fogata, para dar inicio así a los cánticos e
invocaciones a la diosa.
Otro dios celta del fuego reconocido como tal es
Belenos, dios del Sol y la medicina. El nombre
Belenos y todas sus variantes significan brillante,
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resplandeciente. El ritual celebrado en su honor
se llamaba Beltayne. Se festejaba el primero de
Mayo, aconteciendo en su transcurso varios
rituales de carácter sexual y guerrero. Consistía en
una procesión donde el ganado era conducido
entre dos hogueras antes de ser llevados a tierras
donde pastarían, además de la erección de las
llamadas columnas de Mayo, postes de madera
engrasada alrededor de las cuales los hombres
cantaban y bailaban antes de insertarlos en un
19
agujero cavado por las mujeres.
A propósito de la distinción mencionada entre
fuego, Sol y luz, creo muy oportuno reproducir
aquí la alegoría con que el Maestro Platón inicia el
libro VII de la República con ánimo de explicar la
situación en la que se encuentra el hombre
respecto al conocimiento conocida como Mito de
la caverna.
EL MITO DE LA CAVERNA

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I. —Y a continuación —seguí—, compara
con la siguiente escena el estado en que, con
respecto a la educación o a la falta de ella, se
halla nuestra naturaleza.
Imagina una especie de cavernosa vivienda
subterránea provista de una larga entrada,
abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de
toda la caverna, y unos hombres que están en
ella desde niños, atados por las piernas y el
cuello, de modo que tengan que estarse
quietos y mirar únicamente hacia adelante,
pues las ligaduras les impiden volver la
cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que
arde algo lejos y en plano superior, y entre el
fuego y los encadenados, un camino situado
en alto, a lo largo del cual suponte que ha
sido construido un tabiquillo parecido a las
mamparas que se alzan entre los titiriteros y
el público, por encima de las cuales exhiben
aquellos sus maravillas.
—Ya lo veo —dijo.
—Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa
paredilla, unos hombres que transportan
toda clase de objetos, cuya altura sobrepasa
la de la pared, y estatuas de hombres o
animales hechas de piedra y de madera y de
toda clase de materias; entre estos portadores

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habrá, como es natural, unos que vayan
hablando y otros que estén callados.
—¡Qué extraña escena describes —dijo— y
qué extraños prisioneros!
—Iguales que nosotros —dije—, porque en
primer lugar, ¿crees que los que están así
han visto otra cosa de sí mismos o de sus
compañeros sino las sombras proyectadas
por el fuego sobre la parte de la caverna que
está frente a ellos?
—¿Cómo –dijo—, si durante toda su vida
han sido obligados a mantener inmóviles las
cabezas?
—¿Y de los objetos transportados? ¿No
habrán visto lo mismo?
—¿Qué otra cosa van a ver?
—Y si pudieran hablar los unos con los
otros, ¿no piensas que creerían estar
refiriéndose a aquellas sombras que veían
pasar ante ellos?
—Forzosamente.
—¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera
de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada
vez que hablara alguno de los que pasaban,
creerían ellos que lo que hablaba era otra
cosa sino la sombra que veían pasar?

27
—No, ¡por Zeus! —dijo.
—Entonces no hay duda —dije yo— de que
los tales no tendrán por real ninguna otra
cosa más que las sombras de los objetos
fabricados.
—Es enteramente forzoso —dijo.
—Examina, pues —dije—, qué pasaría si
fueran liberados de sus cadenas y curados de
su ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les
ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos
fuera desatado y obligado a levantarse
súbitamente y a volver el cuello y a andar y a
mirar a la luz, y cuando, al hacer todo esto,
sintiera dolor y, por causa de las chiribitas,
no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas
sombras veía antes, ¿qué crees que
contestaría si le dijera d alguien que antes no
veía más que sombras inanes y que es ahora
cuando, hallándose más cerca de la realidad
y vuelto de cara a objetos más reales, goza de
una visión más verdadera, y si fuera
mostrándole los objetos que pasan y
obligándole a contestar a sus preguntas
acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees
que estaría perplejo y que lo que antes había
contemplado le parecería más verdadero que
lo que entonces se le mostraba?

28
—Mucho más —dijo.
II. —Y si se le obligara a fijar su vista en la
luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos
y que se escaparía, volviéndose hacia aquellos
objetos que puede contemplar, y que
consideraría qué éstos, son realmente más
claros que los que le muestra?
—Así es —dijo.
—Y si se lo llevaran de allí a la fuerza —
dije—, obligándole a recorrer la áspera y
escarpada subida, y no le dejaran antes de
haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no
crees que sufriría y llevaría a mal el ser
arrastrado, y que, una vez llegado a la luz,
tendría los ojos tan llenos de ella que no sería
capaz de ver ni una sola de las cosas a las que
ahora llamamos verdaderas?
—No, no sería capaz —dijo—, al menos por
el momento.
—Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para
poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que
vería más fácilmente serían, ante todo, las
sombras; luego, las imágenes de hombres y
de otros objetos reflejados en las aguas, y
más tarde, los objetos mismos. Y después de
esto le sería más fácil el contemplar de noche
las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su

29
vista en la luz de las estrellas y la luna, que el
ver de día el sol y lo que le es propio.
—¿Cómo no?
—Y por último, creo yo, sería el sol, pero no
sus imágenes reflejadas en las aguas ni en
otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su
propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo
que. él estaría en condiciones de mirar y
contemplar.
—Necesariamente —dijo.
—Y después de esto, colegiría ya con
respecto al sol que es él quien produce las
estaciones y los años y gobierna todo lo de la
región visible, y que es, en cierto modo, el
autor de todas aquellas cosas que ellos veían.
—Es evidente —dijo— que después de
aquello vendría a pensar en eso otro.
—¿Y qué? Cuando se acordara de su
anterior habitación y de la ciencia de allí y de
sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees
que se consideraría feliz por haber cambiado
y que les compadecería a ellos?
—Efectivamente.
—Y si hubiese habido entre ellos algunos
honores o alabanzas o recompensas que
concedieran los unos a aquellos otros que,

30
por discernir con mayor penetración las
sombras que pasaban y acordarse mejor de
cuáles de entre ellas eran las que solían pasar
delante o detrás o junto con otras, fuesen más
capaces que nadie de profetizar, basados en
ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría
aquél nostalgia de estas cosas o que
envidiaría a quienes gozaran de honores y
poderes entre aquellos, o bien que le
ocurriría lo de Homero, es decir, que
preferiría decididamente «trabajar la tierra
al servicio de otro hombre sin patrimonio" o
sufrir cualquier otro destino antes que vivir
en aquel mundo de lo opinable?
—Eso es lo que creo yo —dijo—: que
preferiría cualquier otro destino antes que
aquella vida.
—Ahora fíjate en esto —dije—: si, vuelto el
tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo
asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos
de tinieblas, como a quien deja súbitamente
la luz del sol?
—Ciertamente —dijo.
—Y si tuviese que competir de nuevo con
los que habían permanecido constantemente
encadenados, opinando acerca de las
sombras aquellas que, por no habérsele

31
asentado todavía los ojos, ve con dificultad —
y no sería muy corto el tiempo que necesitara
para acostumbrarse—, ¿no daría que reír y
no se diría de él que, por haber subido
arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y
que no vale la pena ni aun de intentar una
semejante ascensión? ¿Y no matarían; si
encontraban manera de echarle mano y
matarle, a quien intentara desatarles y
hacerles subir?
—Claro que sí —dijo.
III. —Pues bien —dije—, esta imagen hay
que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a
lo que se ha dicho antes; hay que comparar
la región revelada por medio de la vista con
la vivienda-prisión, y la luz del fuego que hay
en ella, con el poder del. sol. En cuanto a la
subida al mundo de arriba y a la
contemplación de las cosas de éste, si las
comparas con la ascensión del alma hasta la.
región inteligible no errarás con respecto a
mi vislumbre, que es lo que tú deseas
conocer, y que sólo la divinidad sabe si por
acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que
a mí me parece: en el mundo inteligible lo
último que se percibe, y con trabajo, es la
idea del bien, pero, una vez percibida, hay

32
que colegir que ella es la causa de todo lo
recto y lo bello que hay en todas las cosas;
que, mientras en el mundo visible ha
engendrado la luz y al soberano de ésta, en el
inteligible es ella la soberana y productora de
verdad y conocimiento, y que tiene por
fuerza que verla quien quiera proceder
sabiamente en su vida privada o pública.
—También yo estoy de acuerdo —dijo—, en
el grado en que puedo estarlo.
El zoroastrismo preconiza la libertad humana
para elegir el bien en detrimento de la
predestinación, en consecuencia afirma la
responsabilidad ética del individuo y de los
pueblos. La recompensa o el castigo, dependen de
cómo las personas vivan su vida. La moral
zoroastrista se resume en la frase «buenos
pensamientos, buenas palabras, buenos actos».
Conforme sea el comportamiento en esta vida, así
será en el Más Allá después que las almas hayan
cruzado el puente y sean juzgadas por sus
20
pensamientos, palabras, y actos, si bien, como
vimos en Volumen III con ocasión del
Inframundo, este juicio no es definitivo, ya que,
cuando el Mal es eliminado, todas las almas se
reúnen, por lo tanto, la salvación es universal,
aunque, esto únicamente acontecerá al final de los

33
21
tiempos. Este anhelo de Salvación Universal
puede apreciarse con rotundidad en el Avesta,
concretamente en la Yasma XLIII:
Salvación para el hombre. Salvación para él,
¡sea el que sea! Que el Gran Creador y Señor
de Vida, absoluto gobernador de todo, nos
conceda eternamente dos poderes. Sí, te lo
pido seriamente con todo mi corazón y toda
mi voluntad, ¡oh Ahura!, en nombre de la
justicia conservadora. Y Tú, ¡oh Piedad! que
mueves a tanto acto benéfico, concédeme así
mismo celebridad, estimación reverente y el
auxilio de una inteligencia poderosa. (…) Así,
¡oh Ahura Mazda!, amo yo, Zarathustra, a
Tu espíritu, y todos los hombres llenos de
liberalidad oran así mismo (a mi lado). Sea,
pues, la Justicia fuerte, como la vida cuando
Tú la proteges y estimulas, y vístase e
identifiqúese con ella. Y que en este Reino
santo, que es el tuyo, brille con esplendor
semejante al del Sol, la Piedad, que, como
guardadora y depositaría en su interior de
Tu Recta Inteligencia, nos colme de
bendiciones en pago a nuestras buenas obras.
Las coordenadas de su sistema ético establecían
la igualdad de todos, al margen de diferencias de
sexo, raza o religión; el respeto a todas las formas

34
vivientes; la condena de toda violencia u opresión
del ser humano exponente de la libertad, o de la
crueldad y el sacrificio de animales; veneración
22
por el trabajo, la familia y la ayuda a los demás.
Y ante todo, un profundo Amor por la Naturaleza,
de hecho, sus principales festividades son
celebradas al aire libre.
Tan elevado código de conducta avaló su rápida
expansión, en una amplísima área geográfica,
acaso por ello mismo, no pudo consolidarse en
ningún territorio sin padecer en su contra el
temible sincretismo canibalesco a manos de otros
sistemas de creencias donde elementos dispersos
23
de sus enseñanzas lograron perdurar.
Como se ha adelantado, los distintos pueblos con
los que el zoroastrismo entró en contacto, se
vieron preñados de la luz que irradiaba su
mensaje. Aquí, nos centraremos únicamente en su
influencia en el Judaísmo y por extensión, en el
Cristianismo, dejando algunos apuntes
redundantes para el Gnosticismo, el Mandeísmo y
el Maniqueísmo, reservándome cuanto tenga que
24
decir para el Islam en el volumen V. Sea
entonces tiempo de ampliar la información que
sobre el Judaísmo fuera comunicada en el tomo
anterior.

35
36
II. JUDAÍSMO

Las enseñanzas de Zoroastro dejaron huella


indeleble en el Judaísmo cuyo rastro se advierte
claramente en los desarrollos de la angeología,
demonología, escatología y la idea de Salvación,
elementos que se vieron fortalecidos en su
desarrollo durante el destierro en Babilonia. De
esta guisa, creencias en la existencia de un Juicio
Final, la esperanza en un Salvador, la existencia de
un Satán y del infierno o la realidad de un Paraíso
en el cielo, que llegarían hasta el Cristianismo.
Bien podemos, entonces, reparar en la Angeología
como motivo conductor para corroborar la
influencia de las enseñanzas de Zaratustra en el
Judaísmo y calibrar hasta donde alcanzaron sus
25
motivos. Como se aprecia en las fuentes más
antiguas, los hebreos, contaban con una
paupérrima angeología: de cuando en cuando, se
hace mención al Ángel de dios, se los cita sin dar
su nombre como los aparecidos a Abraham o a
Lot. En el caso de Job 1.6 se habla de hijos de dios
entre los que se cuenta casualmente Satanás, etc.
A su regreso del exilio en Babilonia, la literatura
bíblica se ve salpicada de infinitud de figuras
angelicales con nombre asociados a distintas

37
funciones y elementos: por ejemplo, en el Libro de
Tobías, 12,15, comenta que ante el trono de dios
hay siete Ángeles, imagen recogida también en
Enoc desde donde se filtraría al texto del
Apocalipsis de Juan 8,2. En Tobías, también
aparece citado un peligroso demonio llamado
Asmodeo, encerrado en el desierto egipcio por el
Ángel Rafael, gracias a un menesteroso
exorcismo, práctica muy habitual entre los Magos
persas, pero muy extraña hasta este pasaje en la
literatura judía.
Este influjo zoroástrico se verá acrecentado entre
los esenios de Qumrán cuya biblioteca contaba
con ejemplares precisamente de los Libros de
Tobías y Enoc donde ya aparecían los Ángeles con
sus correspondientes demonios y textos como La
Guerra entre los Hijos de la Luz y las tinieblas,
donde los Ángeles son todos citados con sus
respectivos nombres: Rafael, Soriel, Mikael,
26
Gabriel.
Siendo el Cristianismo en origen una corriente
espiritual judía, no escapó al imaginario angelical
zoroástrico cuyo influjo de inequívocos tintes
esenios, aunque posteriormente redirigidos a un
nutrido santoral, puede rastrearse en todo el
Antiguo Testamento, por ejemplo, cuando en el
judaísmo tradicional la figura de un Ángel

38
protector o Guardián sólo lo era de todo el Pueblo
de Israel, en Mateo 18, 10 Jesús afirma que hay un
ángel para cada niño, idea tomada directamente
del Zoroastrismo donde esta figura es conocida
como «Fravashi» la esencia inmortal del ser
humano que se halla ante Ahura Mazda y con la
cual, el alma del hombre justo y bueno se
encontrará y fusionará tras la muerte.
Casualmente, esta enseñanza misma es presentada
como propia de Jesús en Hechos de los Apóstoles.
COMENTARIO A PASAJES BÍBLICOS
A continuación paso a comentar los mitos
bíblicos cuya exposición aquí juzgo
imprescindible para proseguir la buena marcha de
Nuestra Historia por cuanto la Gran Tradición los
asumió para transmitir parte de sus enseñanzas
milenarias en el nuevo paradigma del imaginario
colectivo que habría de imponerse.
LA CREACIÓN GÉNESIS 1
1. En el principio creó Dios los cielos y la
tierra.
2. La tierra era caos y confusión y
oscuridad por encima del abismo, y un viento
de Dios aleteaba por encima de las aguas.
3. Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz.
4. Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó

39
Dios la luz de la oscuridad;
5. y llamó Dios a la luz «día», y a la
oscuridad la llamó «noche». Y atardeció y
amaneció: día primero.
6. Dijo Dios: «Haya un firmamento por en
medio de las aguas, que las aparte unas de
otras.»
7. E hizo Dios el firmamento; y apartó las
aguas de por debajo del firmamento, de las
aguas de por encima del firmamento. Y así
27
fue.
8. Y llamó Dios al firmamento «cielos». Y
atardeció y amaneció: día segundo.
9. Dijo Dios: «Acumúlense las aguas de por
debajo del firmamento en un solo conjunto, y
déjese ver lo seco»; y así fue.
10. Y llamó Dios a lo seco «tierra», y al
conjunto de las aguas lo llamó «mares»; y vio
Dios que estaba bien.
11. Dijo Dios: «Produzca la tierra
vegetación: hierbas que den semillas y
árboles frutales que den fruto, de su especie,
con su semilla dentro, sobre la tierra.» Y así
fue.
12. La tierra produjo vegetación: hierbas
que dan semilla, por sus especies, y árboles

40
que dan fruto con la semilla dentro, por sus
especies; y vio Dios que estaban bien.
13. Y atardeció y amaneció: día tercero.
14. Dijo Dios: «Haya luceros en el
firmamento celeste, para apartar el día de la
noche, y valgan de señales para
solemnidades, días y años;
15. y valgan de luceros en el firmamento
celeste para alumbrar sobre la tierra.» Y así
fue.
16. Hizo Dios los dos luceros mayores; el
lucero grande para el dominio del día, y el
lucero pequeño para el dominio de la noche,
y las estrellas;
17. y púsolos Dios en el firmamento celeste
para alumbrar sobre la tierra,
18. y para dominar en el día y en la noche, y
para apartar la luz de la oscuridad; y vio
Dios que estaba bien.
19. Y atardeció y amaneció: día cuarto.
20. Dijo Dios: «Bullan las aguas de animales
vivientes, y aves revoloteen sobre la tierra
contra el firmamento celeste.»
21. Y creó Dios los grandes monstruos
marinos y todo animal viviente, los que
serpean, de los que bullen las aguas por sus

41
especies, y todas las aves aladas por sus
especies; y vio Dios que estaba bien;
22. y bendíjolos Dios diciendo: «sed
fecundos y multiplicaos, y henchid las aguas
en los mares, y las aves crezcan en la tierra.»
23. Y atardeció y amaneció: día quinto.
24. Dijo Dios: «Produzca la tierra animales
vivientes de cada especie: bestias, sierpes y
alimañas terrestres de cada especie.» Y así
fue.
25. Hizo Dios las alimañas terrestres de
cada especie, y las bestias de cada especie, y
toda sierpe del suelo de cada especie: y vio
Dios que estaba bien.
26. Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a
nuestra imagen, como semejanza nuestra, y
manden en los peces del mar y en las aves de
los cielos, y en las bestias y en todas las
alimañas terrestres, y en todas las sierpes que
serpean por la tierra.
27. Creó, pues, Dios al ser humano a imagen
suya, a imagen de Dios le creó, macho y
hembra los creó.
28. Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: «Sed
fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y
sometedla; mandad en los peces del mar y en
las aves de los cielos y en todo animal que

42
serpea sobre la tierra.»
29. Dijo Dios: «Ved que os he dado toda
hierba de semilla que existe sobre la haz de
toda la tierra, así como todo árbol que lleva
fruto de semilla; para vosotros será de
alimento.
30. Y a todo animal terrestre, y a toda ave
de los cielos y a toda sierpe de sobre la tierra,
animada de vida, toda la hierba verde les doy
de alimento.» Y así fue.
31. Vio Dios cuanto había hecho, y todo
estaba muy bien. Y atardeció y amaneció: día
sexto.
GÉNESIS, 2
1. Concluyéronse, pues, los cielos y la tierra
y todo su aparato,
2. y dio por concluida Dios en el séptimo día
la labor que había hecho, y cesó en el día
séptimo de toda la labor que hiciera.
3. Y bendijo Dios el día séptimo y lo
santificó; porque en él cesó Dios de toda la
obra creadora que Dios había hecho.
4. Esos fueron los orígenes de los cielos y la
tierra.
Frente a la concepción oriental del tiempo
circular con sus ciclos cósmicos donde los eones

43
se suceden en procesiónica parsimonia
posibilitando distintas perspectivas
reencarnacionistas, el planteamiento hebraico,
introduce la noción lineal del tiempo histórico con
un inicio llamado Creación cosa heredada y un
final que cierra la secuencia de los hechos
confiriéndole sentido con un cierre categórico al
Todo, eliminando con ello, la pertinencia de un
Eterno Retorno. Este planteamiento judeocristiano
del acontecer humano, satisface ciertas
necesidades psíquicas relacionadas con el
significado de la vida y el sentido de la existencia,
algo depauperadas en un sistema mecanicista
donde la libertad no tiene cabida o carece de
relevancia ética; no en cambio, donde todo
depende de un Dios Creador que tiene un plan,
aunque el mismo pueda ser moldeado por la
acción de sus creaturas como ilustra la narración
bíblica de principio a fin, salvo precisamente estos
dos límites, frontera de su ser. No obstante, la
concepción judeocristiana del tiempo lineal, se
curva por momentos, como si de sus extremos
tirara con fuerza la gravedad de la sospecha, de
que, si bien todo tiene un principio y un final, no
hay necesidad de que haya un Principio y Final de
Todo.
En cualquier caso, como vimos en el Vol II los

44
mitos cosmogónicos ya existían en el -3000 en
Sumeria, tradición que se vería perpetuada y
enriquecida por las culturas que le sucedieron
como la babilónica. Fue tras el destierro de
Babilonia que se puso por escrito la versión con
que arranca Génesis 1 de marcada influencia del
Enuma Elis, relegando a un segundo plano la
versión de origen cananeo que aparece en Génesis
2 donde encontramos un relato más breve y tosco
como corresponde a una narración primitiva en la
que apenas se ofrecen detalles y la Creación
parece acontecer en un solo día. Con todo, en
ambos relatos ha operado ya el tránsito del poder
de la Diosa al Dios, cosa que se aprecia al tratar la
Cosmogonía como acto creador relacionado con la
industria fabril del alfarero o el metalúrgico antes
que como una procreación, asunto relacionado con
28
el parto. Pero el texto hebreo, aún heredero de
tradiciones anteriores, marca las distancias con
cuantos dioses, panteones y culturas les rodean
presentando a su dios como único, sin esposas ni
descendencia, aspecto que resalta su omnipotencia
divina creadora. De hecho, el mensaje subyacente
de su lectura a propios y extraños consistía en
ensalzar al dios hebreo por encima de todos los
demás cultos con lo que pugnaba, es con este
enfoque como debemos leer la secuencia de cosas

45
creadas por el dios hebreo en los seis primeros
29
días: luz, cielo, tierra, sol, luna, estrellas, mares,
ríos, montañas, animales… cuyos cultos y
adoradores quedaban rebajados ontológicamente a
creaturas las unas e idólatras los otros, que no era
baladí iniciar el acto creador con ¡Hágase la Luz!
30
CREACIÓN DE ADÁN Y EVA. GÉNESIS 2
4b. El día en que hizo Yahveh Dios la tierra
y los cielos.
5. no había aún en la tierra arbusto alguno
del campo, y ninguna hierba del campo había
germinado todavía, pues Yahveh Dios no
había hecho llover sobre la tierra, ni había
hombre que labrara el suelo.
6. Pero un manantial brotaba de la tierra, y
regaba toda la superficie del suelo.
7. Entonces Yahveh Dios formó al hombre
con polvo del suelo, e insufló en sus narices
aliento de vida, y resultó el hombre un ser
viviente.
8. Luego plantó Yahveh Dios un jardín en
Edén, al oriente, donde colocó al hombre que
había formado.
18. Dijo luego Yahveh Dios: «No es bueno
que el hombre esté solo. Voy a hacerle una
ayuda adecuada.»

46
19. Y Yahveh Dios formó del suelo todos los
animales del campo y todas las aves del cielo
y los llevó ante el hombre para ver cómo los
llamaba, y para que cada ser viviente tuviese
el nombre que el hombre le diera.
20. El hombre puso nombres a todos los
ganados, a las aves del cielo y a todos los
animales del campo, mas para el hombre no
encontró una ayuda adecuada.
21. Entonces Yahveh Dios hizo caer un
profundo sueño sobre el hombre, el cual se
durmió. Y le quitó una de las costillas,
rellenando el vacío con carne.
22. De la costilla que Yahveh Dios había
tomado del hombre formó una mujer y la
llevó ante el hombre.
23. Entonces éste exclamó: «Esta vez sí que
es hueso de mis huesos y carne de mi carne.
Esta será llamada mujer, porque del varón
ha sido tomada.»
24. Por eso deja el hombre a su padre y a su
madre y se une a su mujer, y se hacen una
sola carne.
25. Estaban ambos desnudos, el hombre y
su mujer, pero no se avergonzaban uno del
otro.
En este segundo capítulo se concreta la Creación

47
primero de Adán y luego de Eva. De su lectura se
desprende que lo masculino precede en existencia
a lo femenino; que lo masculino es traído a la
existencia y la vida por acción directa de dios y
que lo femenino debe su ser a lo masculino.
Evidentemente, por mucha que sea la misoginia
hebrea aquí, en origen, debe haber un problema de
sinonimia similar al que acontece en castellano
31
entre Hombre (Humano) y hombre (Varón)
Porque, hacer nacer a la mujer del hombre supone
invertir la lógica natural de los hechos del parto.
Posiblemente, el Adán con todas sus costillas
representaba al ser humano, mientras el Adán sin
una costilla sería ya un varón. Lo creo así, porque
en la creación de Eva a partir de una costilla de
Adán observo trazos evidentes de un mito
Universal, a saber: el denominado Mito Andrógino
que puede observarse combinado o en estado puro
con la división del primer humano a manos de su
creador por miedo a su poder. En buena lógica,
cabría entender que Eva salió de un costado y
Adán del otro, apreciación que sitúa ambas figuras
en igualdad ontológica. No faltaron reflexiones
teológicas judías en este sentido, desde que el
primer ser era con dos rostros uno masculino y
otro femenino, hasta con dos cuerpos unidos por la
espalda. Dediquémosle entonces unas líneas a

48
explorar los recovecos de este mito que está en el
horizonte oriental de la Gran Tradición.
32
Mito Andrógino El Maestro Platón, se hizo eco
del Mito Andrógino en su celebrado Banquete
donde a propósito de explicar en qué consiste el
Amor, lo hizo brotar de labios del personaje
Aristófanes, cuyo contenido extractado paso a
33
reflejar.
(…) El andrógino participaba de uno y otro
sexo, masculino y femenino; su figura era por
completo esférica; tenía cuatro brazos e igual
número de piernas que de brazos, y dos
rostros sobre un cuello circular, iguales en
todo; y una cabeza, una sola, sobre estos dos
rostros, situados en direcciones opuestas, y
también cuatro orejas, dos órganos sexuales
y todo lo demás según puede uno imaginarse
de acuerdo con lo descrito hasta aquí (…).
Eran tres los sexos: lo masculino era en un
principio descendiente del sol, lo femenino de
la tierra, y lo que participaba de ambos de la
luna porque también la luna participa de lo
uno y de lo otro. Eran, terribles por su fuerza
y su vigor y tenían gran arrogancia, hasta el
punto de que atentaron contra los dioses. Y
lo que dice Homero de Oto y Esfialtes; se dice
también de ellos, que intentaron ascender al

49
cielo para atacar a los dioses. Entonces Zeus
y los demás dioses deliberaron lo que debían
hacer con ellos, y se encontraban ante un
dilema, ya que ni podían matarlos ni hacer
desaparecer su raza, fulminándolos con el
rayo como a los gigantes —porque entonces
desaparecerían los honores y sacrificios que
los hombres les tributaban—, ni permitir que
siguieran siendo altaneros. Tras mucho
pensarlo, Zeus tuvo una idea: tengo una
estratagema para que continúe habiendo
hombres y dejen de ser insolentes, al hacerse
más débiles. voy a cortarlos en dos a cada
uno, y así serán al mismo tiempo más débiles
y más útiles para nosotros, al haber
aumentado su número. (…) Dicho esto, fue
cortando a los hombres en dos. (…) Apolo le
iba dando la vuelta al rostro y, recogiendo la
piel que sobraba de todas partes en lo que
ahora llamamos vientre, como ocurre con las
bolsas cerradas con cordel, la ataba haciendo
un solo agujero en mitad del vientre,
precisamente lo que llaman ombligo (…).
Una vez que la naturaleza de este ser quedó
cortada en dos, cada parte echaba de menos
a su mitad, y se reunía con ella, se rodeaban
con sus brazos, se abrazaban la una a la otra,

50
anhelando ser una sola naturaleza, (…).
El discurso, continua bellamente exponiendo con
detalle como cada mitad busca su otra mitad,
fuente del Amor carnal tanto homosexual como
heterosexual, pues en origen, tres eran las clases
de seres dobles. Aunque en el texto platónico el
mito aparentemente aparece para racionalizar las
distintas tendencias sexuales de los individuos,
nos sirve para ilustrar su estructura básica.
El Mito Andrógino habla de un origen bipolar
femenino y masculino, enmarcado
cronológicamente en el tránsito entre el periodo
Matriarcal de la Gran Diosa Madre, cuando esta
todavía repele las aspiraciones neolíticas del
chamán para hacerse con su poder, cuando gracias
a la práctica ganadera y el sedentarismo, se
empezara a comprender que para la procreación
era necesaria la participación de hembra y macho,
si bien, todavía el macho no se veía como
personaje agente y a la hembra objeto recipiente
pasivo de su semilla, cosa que aconteció en época
patriarcal, muy posterior, entonces, al culto de la
Diosa y a la imagen algo más asexuada pero de
marcado tinte matriarcal representada por el
Huevo Cósmico. Una prueba de que esto es así la
tenemos en que las más de las veces, los huevos
están asociados a figuras femeninas que los

51
depositan y empollan, dependencia esta que hace
surgir de su eclosión en varios mitos precisamente
seres andróginos como acontece en el Orfismo o
como puede apreciarse visualmente en el Yin y
34
Yang.
El Mito del Andrógino en su propia trama supone
necesariamente el Mito de Los Gemelos.
Seguramente el Mito Andrógino tiene su origen en
la observación del nacimiento de siameses,
gemelos y mellizos. Sustentado en su observación,
florecieron distintos recorridos mitológicos donde
los gemelos, empero, aparecen en pugna a causa
del factor social, sea de la primogenitura, sea del
sector agricultor o ganadero al que pertenece o de
su sexo. En el caso de Gemelos de distinto sexo,
coincido con Otto Rank en que implica por la
lógica argumental de todo relato, el tema del
incesto como vimos en el volumen III con Utu e
35
Inanna. En el diálogo platónico, hemos
presentado una forma muy acabada del motivo
principal de la integración primordial de lo
masculino y femenino que nos ocupa, no obstante,
este puede presentar distintas modos de
realización como el de un combate cosmogónico
entre la tierra y el mar; la separación del cielo y la
tierra; la clásica dualidad en el panteón donde los
dioses aparecen todos emparejados en sus más

52
remotos inicios; en el travestismo acontecido por
ciertos dioses; la gestación y parición por parte de
divinidades masculinas, etc.
Por no desviarnos demasiado del contexto
bíblico, percibimos las trazas del Mito Andrógino
en diversos pasajes donde asoma su ancestral
hechura, ora a modo de descosido, ora en forma de
remache. Por ejemplo, justo al inicio de Génesis
donde se alude a Caos y Oscuridad se escuchan
todavía en sus términos hebraicos el monstruoso
germen cosmogónico masculino y femenino o
bajo el nombre Elohim que es un plural de la
divinidad.
En cuanto al recorrido cristiano, el tema de la
androginia emerge por elipsis en la mismísima
Trinidad donde aparecen un dios Padre, un dios
Hijo y el Espíritu Santo que por fuerza se antoja
femenino. La represión del aspecto femenino de la
Trinidad Cristiana provocaría el virulento
emergimiento de la Virgen María con el nada
desdeñable título de «Madre de Dios». Por si tal
extremo no bastara para demostrar la pervivencia
solapada del Mito Andrógino en las postrimerías
del Judeocristianismo, la misma figura de Jesús se
verá afectada por la especulación por partida
doble: si María concibió si conocer varón, su hijo
por fuerza era una mujer en cuerpo masculino

53
antes de la crucifixión; y si nació y vivió varón en
cuerpo masculino, tras su resurrección
espiritualmente, a decir de la reflexión teológica
más coherente con sus postulados de Salvación,
debió resucitar hombre y mujer para que su
redención alcanzara a toda la humanidad y no solo
a la mitad masculina, idea nada blasfema
conforme al criterio de Máximo el Confesor o de
Escoto Erigena. Por su parte, algunas ramas del
Gnosticismo como la de los Barbelonianos
recuperaron, con todas sus consecuencias, la
feminidad divina a la que denominaron Barbelo.
Pero es en Génesis 1,27, antes de entrar en
detalle en cómo creó a Adán y Eva donde
podemos leer de forma escueta pero firme:
27. Creó, pues, Dios al ser humano a imagen
suya, a imagen de Dios le creó, macho y
hembra los creó.
Este versículo habla de una naturaleza Andrógina
de Dios, pues a su imagen y semejanza los hizo
macho y hembra. Esta naturaleza bisexual de la
divinidad explicaría mejor el acontecimiento de la
Creación, aunque no necesariamente, pues aunque
se los confunda, el Andrógino no es sinónimo de
hermafrodita, pero sí comporta bisexualidad en el
sentido de soportar dos sexos, aspecto este que fue
llevado a su máxima expresión en el Corpus

54
Hermeticum donde la androginia se predica de
todo ser viviente animal o vegetal, dejando así de
ser patrimonio de la divinidad o seres
primordiales.
Como se puede apreciar, el texto, tal cual, ya
contiene suficientes ideas para glosar con
36
comentarios otra Biblia paralela, con más razón
cuando en Génesis 1 Adán y Eva aparecen creados
simultáneamente ambos a imagen y semejanza
divina, cosa que no pasó desapercibida a los
comentaristas rabínicos. De esta matriz nace la
especulación sobre los distintos adanes y las
distintas evas en que dividiremos para un mejor
análisis el contenido del epígrafe.
Distintos adanes: los distintos adanes pergeñados
por la especulación judaica descansan en último
término sobre el mito universal apuntado de la
partición del primer ser humano, sea por miedo a
su poderosa naturaleza, sea por castigo e incluso
por celos divinos, que de todo hay en la viña del
Señor. Entre estos adanes marginales debemos
contar en primer término a un pre-adan anterior a
cualquier otra cosa creada:
Dicen que dios dio forma a Adán antes de
haber luz, pero sin alma. Cuando fue a darle
el soplo de vida un pensamiento lo detuvo: «si
le doy vida al hombre ahora, puede que se

55
levante y algún día reclame para si la gloria
de compartir conmigo la tarea… Seguirá
siendo una forma inerte hasta que haya
terminado la obra y entonces le daré vida».
Y también a un Adán descomunal:
Dios hizo a Adán un ser de enorme tamaño
dotado de magnificencia. Tal era su fuerza y
belleza que el resto de creaturas le tomaban
por el creador. Aunque Adán cumplía con
dios, los ángeles temían su enormidad. Para
tranquilizarlos, dios disminuyó el tamaño de
Adán.
Como se observa, la sabiduría rabínica buscó
modos de rebajar la tensión del mito entre la
creatura y su Creador. Un recurso fructífero en
este sentido fue la introducción en la trama de
personajes intermedios como Lucifer y los
Ángeles. Dios, en la versión fuerte del mito,
castigará a Lucifer con su caída y los ángeles se
enfrentarán con el hombre saliendo este
victorioso; mientras en la versión débil que es por
donde discurre el texto canónico, Dios, sólo
expulsa del Paraíso a Adán y Eva por
desobediencia, mientras la serpiente se sale con la
suya. Así, Lucifer, ángeles y serpiente, permiten
dulcificar por su interposición en el drama la lucha
primigenia entre la creatura y su Creador.

56
Distintas evas: si Génesis 1 daba motivos para la
especulación, Génesis 2 cuando Adán exclama
¡Esta sí es carne de mi carne y huesos de mis
huesos! dio motivo para sospechar la presencia de
otras evas que no fueron carne de su carne.
Partiendo de esta sospecha y basándose en la parte
donde Dios presenta ante Adán a los distintos
animales para que les de nombre, nace una versión
que daría cuenta de tan extraña exclamación
adánica:
Adán viendo copular a todos los animales
buscó pareja apropiada entre ellos no
encontrando la adecuada. Entonces se quejó
¡Todas las criaturas tienen pareja apropiada
menos yo!. Dios atendiendo su ruego creo a
una compañera del mismo modo en como
hizo a Adán, pero esta vez de tierra sucia con
la que formó a Lilit. Pero Adán no pudo
yacer con Lilit pues esta rechazaba la
postura ¿por qué he de yacer debajo? Cómo
tú he sido creada del polvo. Somos iguales.
Lilit abandonó a Adán y marchó hacia las
Tierras del Mar Rojo. Ante la queja de Adán,
dios envió a los Ángeles a por Lilit, pero esta
se negó a regresar y fue castigada por dios
haciéndola parir demonios que morían cada
día.

57
En esta versión alternativa, se entremezclan
varios temas ya trabajados con ocasión de abordar
la figura de Inanna en el volumen III: el nombre
de Lilit aparece por primera vez en el Mito del
Árbol Hapupu donde ya es retratada como
representante del Mal. También hay ecos algo
trastocados del Mito del Jardinero donde la diosa
aparecía violada con su consiguiente enojo y
persecución del causante de la afrenta, sólo que en
esta ocasión la ofendida es perseguida y castigada.
Fracasado el primer intento, Dios tuvo a bien
dejar que Adán participara, cual espectador, de la
construcción de una Eva para él con tejidos,
músculos, sangre, etc. Y aunque el resultado fue
una mujer bellísima Adán sintió durante el
proceso una profunda repugnancia, de modo que,
Dios se decantó por el procedimiento descrito en
el texto oficial.
EXPULSIÓN DEL PARAÍSO GN 3
1. La serpiente era el más astuto de todos
los animales del campo que Yahvé Dios había
hecho. Dijo a la mujer: «¿Es cierto que Dios
les ha dicho: No coman de ninguno de los
árboles del jardín?».
2. La mujer respondió a la serpiente:
«Podemos comer de los frutos de los árboles
del jardín,

58
3. Pero no de ese árbol que está en medio
del jardín, pues Dios nos ha dicho: No coman
de él ni lo prueban siquiera, porque si lo
37
hacen morirán.»
4. La serpiente dijo a la mujer: «No es
cierto que morirán.
5. Es que Dios sabe muy bien que el día en
que coman de él, se les abrirán a ustedes los
ojos; entonces ustedes serán como dioses y
conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.»
6. A la mujer le gustó ese árbol que atraía la
vista y que era tan excelente para alcanzar el
conocimiento. Tomó de su fruto y se lo comió
y le dio también a su marido que andaba con
ella, quien también lo comió.
7. Entonces se les abrieron los ojos y ambos
se dieron cuenta de que estaban desnudos.
Cosieron, pues, unas hojas de higuera, y se
hicieron unos taparrabos.
8. Oyeron después la voz de Yahvé Dios que
se paseaba por el jardín, a la hora de la brisa
de la tarde. El hombre y su mujer se
escondieron entre los árboles del jardín para
que Yahvé Dios no los viera.
9. Yahvé Dios llamó al hombre y le dijo:
«¿Dónde estás?».

59
10. Este contestó: «He oído tu voz en el
jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo;
por eso me escondí». Yahvé Dios replicó:
11. «¿Quién te ha hecho ver que estabas
desnudo? ¿Has comido acaso del árbol que te
prohibí?».
12. El hombre respondió: «La mujer que
pusiste a mi lado me dio del árbol y comí».
13. Yahvé dijo a la mujer: «¿Qué has
hecho?». La mujer respondió: «La serpiente
me engañó y he comido».
14. Entonces Yahvé Dios dijo a la serpiente:
«Por haber hecho esto, maldita seas entre
todas las bestias y entre todos los animales
del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y
comerás tierra por todos los días de tu vida.
15. Haré que haya enemistad entre ti y la
mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella
te pisará la cabeza mientras tú herirás su
talón».
16. A la mujer le dijo: «Multiplicaré tus
sufrimientos en los embarazos y darás a luz a
tus hijos con dolor. Siempre te hará falta un
hombre, y él te dominará».
17. Al hombre le dijo: «Por haber
escuchado a tu mujer y haber comido del
árbol del que Yo te había prohibido comer,

60
maldita sea la tierra por tu causa. Con fatiga
sacarás de ella el alimento por todos los días
de tu vida.
18. Espinas y cardos te dará, mientras le
pides las hortalizas que comes.
19. Con el sudor de tu frente comerás tu
pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella
fuiste sacado. Sepas que eres polvo y al polvo
volverás».
20. El hombre dio a su mujer el nombre de
«Eva», por ser la madre de todo viviente.
21. En seguida Yahvé Dios hizo para el
hombre y su mujer unos vestidos de piel y
con ellos los vistió.
22. Entonces Yahvé Dios dijo: «Ahora el
hombre es como uno de nosotros, pues se ha
hecho juez de lo bueno y de lo malo. Que no
vaya también a extender su mano y tomar del
Árbol de la Vida, pues viviría para siempre».
23. Y así fue como Dios lo expulsó del jardín
del Edén para que trabajara la tierra de la
que había sido formado.
24. Habiendo expulsado al hombre, puso
querubines al oriente del jardín del Edén, y
también un remolino que disparaba rayos,
para guardar el camino hacia el Árbol de la
Vida.

61
En este episodio de capital importancia, preciso
es detenerse en todos y cada uno de los elementos
en que puede descomponerse el relato con objeto
de esclarecer sus distintos mensajes explícitos e
implícitos en el mismo contenidos. Estos
elementos son: la idea de Paraíso; la simbología
del árbol; la figura de la serpiente; y la expulsión.
Idea de Paraíso: ya anticipamos algo en el
volumen II con ocasión del acelerado proceso de
urbanización experimentado en el Creciente Fértil,
donde las gentes dado el bullicio, los conflictos
vecinales y las enfermedades causadas por el
hacinamiento, empezaron a echar de menos
tranquilidad del campo, idea sublimada de un
tiempo remoto que había corrido un velo sobre las
penurias, peligros y dificultades, inducidos a ello
por los coloristas y floridos jardines palaciegos
inspirados en la ordenada y placentera campiña
38
que rodeaba las primeras ciudades. De ahí, que la
idea de Paraíso este siempre asociada a un jardín y
no a una estancia palaciega marmólea y reluciente
de oro como sería más lógico. Esta persuasiva
añoranza se fijó y acrecentó en una temprana
literatura sumeria que está en el origen de todo
motivo pastoril que podamos hallar en cualquier
39
faceta artística. La descripción de Paraíso,
pasaba entonces por un entorno favorable

62
conforme a los cánones del lugar donde su idea
cuajó, entiéndase, un sitio con abundante sombra,
agua, comida en forma de fruta y principalmente
40
baja densidad demográfica. Se proyectaba
entonces la Edad Dorada de la Humanidad hacia el
pasado entendiendo con ello la historia como
proceso de alejamiento y degradación, es decir, lo
contrario de hoy en día que confiamos en un
mundo mejor proyectado hacia el futuro, en una
historia entendida como evolución y progreso,
persuasión que vive de las ideas mesiánicas y
apocalípticas con que finaliza el Nuevo
Testamento, donde equivocadamente la gente cree
se promete poco menos que una vuelta al
41
Paraíso.
Simbología del árbol: en los volúmenes
precedentes hemos ido descubriendo distintos
aspectos del árbol como su significado axial en la
sabana africana en el volumen I, su preciada
extraña presencia en Sumeria en el volumen II o el
probable antecedente literario del árbol del Bien y
del Mal llamado árbol Hapupu sobre el cual nos
explayamos en el volumen III momento en que
también tratamos el caso de los árboles sagrados
plantados en los templos de la Gran diosa Inanna y
sus herederas. Todo lo dicho allí, vale también
aquí, siendo hora entonces de centrarnos en la idea

63
de árbol del Paraíso y de manera más concisa en
tres de ellos, cuáles son: árboles frutales; árbol
prohibido del Bien y del Mal; y el árbol de la
Vida.
Toda clase de árboles: Génesis 2,9 nos indica
que Dios hizo brotar toda clase de árboles
hermosos de ver y buenos de comer. Ello implica,
que además de árboles frutales que proporcionan
alimento, el Paraíso cuenta con especies bonitas
por su color, flora o madera. Como la sabia
naturaleza quiso que los árboles frutales fueran
igualmente hermosos de ver cuanto buenos de
comer, especulo con la idea de que el redactor del
pasaje deseaba subrayarnos algo. Este algo, recoge
un sistema de creencias paleolítico que rendía
culto al árbol y a la montaña mucho antes que a
las estrellas. Con su énfasis, el texto no deja fuera
al conjunto de especies arbóreas esenciales para
preservar una sabiduría que iba más allá de los
conocimientos chamánicos reconocidos en
herboristería o farmacología, que también
implicaban elementos de contabilidad
demarcación geográfica, astronomía, materias que
confluían en un ancestral calendario anterior al
zodiacal, relación esta última descubierta y
explicada por Robert Graves en su maravillosa
42
obra La diosa blanca.

64
Árbol de la Vida: en el texto que aparece en el
relato bíblico, el Árbol de la Vida pese a ocupar la
posición central del Paraíso, es desplazado en
protagonismo por el Árbol del Bien y del Mal
sobre el que recae la prohibición. Reparamos en la
importancia de su presencia cuando el mismo Dios
observa que si Adán y Eva además de tomar
conciencia del Bien y del Mal acceden a la
inmortalidad proporcionada por su fruto, entonces,
nada les diferenciaría de ellos, entendiendo por
ellos, en su interpretación suave, Dios y los
ángeles. A todas luces, el árbol, es heredero de la
misma tradición retratada por la Flor de la Eterna
Juventud, aparecida en el Ciclo de Gilgamés pero
que no debe confundirse con esta, pues una cosa
es la eterna juventud y otra muy distinta la vida
eterna.
El Árbol de la Vida entronca como el del Bien y
del Mal con el Árbol Hapupu que en el Paraíso es
desdoblado; con los árboles sagrados de otras
milenarias culturas como la egipcia que contaba al
menos con tres especies vinculadas a la vida
eterna y la resurrección de los muertos: la Acacia
de Soais el árbol en el que se encerraba la vida y la
muerte del que algunas fuentes hicieron nacer a
Isis y Osiris; el tamarisco en cuyo tronco fue
hallado el cuerpo de Osiris antes de ser devuelto a

65
la vida por Isis; y el Sicomoro. Pero también con
el Árbol del Mundo de las culturas indoiranias de
donde procede, la Haona sagrada, jugo
emparentado con la bebida sagrada india
denominada soma como ya comentamos al
presentar el Zoroastrismo.
Pero, en otras fuentes, se nos dice que Enoc, el
primer ser humano que todavía vivo tuvo el
privilegio de entrar al Paraíso, vio a Dios
descansando bajo la sombra del Árbol de la Vida,
lo cuál me permite conectar su presencia en el
relato con ecos budistas, pues fue bajo un Árbol
Sagrado que descansó Sidharta Gautama cuando
recibió la iluminación que lo convirtiera en Buda,
y de ello, inferir que muy probablemente la
especie que se tenía en mente al hablar del Árbol
de la Vida fuera una Higuera Sagrada, la misma
sobre la que se recostara Buda. Esta mía hipótesis
se ve gratamente reforzada en este mismo episodio
cuando Adán y Eva tras percibir su desnudez se
confeccionan taparrabos ¡coincidencia! con hojas
de higuera; y es que los redactores no daban
puntada sin hilo, más si tomamos en consideración
el matiz que introduciría lo acontecido en el Mito
del Jardinero, cuyas consecuencias dispararían
exponencialmente todas las conjeturas.
Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal:

66
Conforme a las Sagradas Escrituras, probar el
fruto de este árbol suponía una alteración en el
estado de Conciencia, dado que su ingesta produjo
nada menos que conocer el Bien y el Mal en toda
la amplitud de significado que además del plano
moral podía comportar el aspecto gnóstico de toda
la realidad. Sea entonces, que no me cabe ninguna
duda de que el árbol prohibido daba frutos
alucinógenos o psicotrópicos cuyos efectos
aparecen suavemente apuntados en Eva, pero
también, en la entera descripción paradisíaca, pues
esta en si misma contemplada, es visión
característica de cuantos han estado bajo los
efectos de determinadas drogas que no vacilan en
describir haber estado en un lugar maravilloso,
brillante, colorista, armonioso, lleno de paz y de
luz. Ahí tenemos a Perseo quien tras visitar el
Jardín de las Hespérides ayudado por Atenea,
diosa de la Sabiduría, fundó nada menos que
Micenas en honor del hongo que encontró en
aquel lugar. Si no queremos sustituir la imagen del
árbol por la de un hongo con los que seguramente
se confeccionaban las bebidas sagradas del soma
indio, el haoma persa, el kikerión eleusino, y
quien sabe si la propia ambrosia olímpica, sólo
nos queda entender, que la especie a la que alude
el Génesis sea alguna que aloje algún hongo

67
alucinógeno como el abedul en donde brota la
amanita muscaria, o en el roble donde aparece el
muérdago.
Figura de la Serpiente: como el árbol, la figura
de la serpiente ya ha sido ampliamente tratada en
volúmenes anteriores de modo general. Todo lo
dicho entonces, sirve igualmente ahora que vamos
a centrar nuestro esfuerzo en comprender el
motivo en el marco cultural de referencia
judeocristiano que justifica su presencia en el
43
relato. Cuando los Habiru junto a los atonianos
penetraron en Canaan, se encontraron con gentes
que adoraban a las serpientes, por el culto a la
fertilidad, su sensualidad, ser representantes de la
resurrección, sabiduría, etc, visión muy distinta de
aquellas tribus nómadas del desierto para quienes
la serpiente era todo un peligro o para la elite
atoniana era un representante del mal. Sin
embargo, aquellas mismas gentes practicaban una
religión muy sencilla y atractiva donde el culto a
la fertilidad se concretaba en actos de hierogamia
o Matrimonio Sagrado y en la práctica habitual de
la prostitución en los templos. Huelga comentar lo
atractivo que todo esto resultaba al pueblo de
Israel que, sin abandonar a su solitario, casto y
célibe dios del desierto, Yahvé, inútil para
procurar cosechas en los campos, se entregó con

68
alegría al culto también de Baal y las distintas
diosas del lugar. A causa de lo cual, los celosos
custodios de la fe hebraica emprenderían una labor
de propaganda asociando la religión cananea a la
figura de la serpiente, asociación que pasados los
siglos carecía de sentido en un tiempo que Israel
ya se había impuesto a Canaan. Sería entonces,
que la serpiente empezaría a tomar significados
peores de lo que ya poseyera para los Habiru del
desierto y recogiera ideas perennes de la mitología
griega y egipcia y una elaborada imaginería de
carácter zoroástrico vinculado a los personajes de
44
Satán, el Arcángel Samael o Lucifer.
Ahora bien, por mucho que se deseara cargar las
tintas sobre la serpiente, ni aún el Génesis dejó de
reconocer en ella ser el animal más astuto de
cuantos Dios había creado, porque la serpiente
representaba para muchas culturas coetáneas de la
hebrea la sabiduría. Acaso por ello, tomando el
conocimiento como un bien a preservar de quienes
con el desean hacerse ilícitamente, allí donde hay
un tesoro aparece una serpiente o dragón para
custodiarlo como sucede en el Jardín de las
Hespérides, cuyos manzanos daban el fruto
prohibido, era guardado por la serpiente Ladón,
con el Vellocino de Oro protegido por un terrible
dragón, o con el Oráculo de Delfos donde residía

69
Pitón, por citar sólo casos correspondientes a la
mitología griega. Pero en el Paraíso bíblico, la
serpiente más que proteger el Conocimiento anima
a robarlo, adoptando modos más cercanos a
Prometeo que a sus colegas mitológicos. Y esto
último es muy interesante, porque nos conecta las
figuras de Lucifer el portador de luz, con
Prometeo quien robó la luz en forma de fuego a
los dioses para entregársela a los humanos.
Pero la serpiente, en conjunción con el árbol,
siendo como son dos símbolos de marcado
carácter erógeno ofrece una lectura simbólica
distinta y complementaria: recordemos lo
sucedido en el Mito del Jardinero donde la Diosa
Inanna se detuvo a echar un sueñecito y cómo esto
fue aprovechado por el Jardinero para echarse
sobre Inanna… la serpiente por su contorneo ha
sido asociado desde antiguo a la sensualidad
femenina. La serpiente tienta a Eva; puede decirse
que es su deseo focalizado en un árbol, cuyo
tronco erguido representa el falo de Adán. La
imagen era muy explícita para el público al que
iba dirigido, por eso, nunca se ha perdido la
lujuriosa lectura del pasaje que nada tiene que ver
con el apetito frutívoro de la especie.
La expulsión del Paraíso: La expulsión del
Paraíso precipitada por una desobediencia,

70
45
entiéndase falta, error, culpa o pecado, guarda
por la calidad de su motivo fuertes lazos
argumentales con las denominadas «caídas» sea de
personajes semidivinos como los ángeles Lucifer o
Samael, sea de titanes como Prometeo, o del
propio alma como en Platón. En buena lógica,
hemos de tratar con antelación estos casos, cual
prospección, para una posterior más profunda
comprensión de la expulsión del Paraíso.
Lucifer, el Ángel Caído: su nombre significa
literalmente «Portador de Luz». Inicialmente, el
concepto estaba relacionado con la aparición
vespertina y matutina del planeta Venus, pero en la
tradición judeocristiana su figura fue asociada al
Ángel Caído y por extensión significativa a Satán.
Dos textos canónicos iluminan su figura:
46
¡Cómo has caído del cielo, Lucero, hijo de
la Aurora! Has sido abatido a la tierra
dominador de naciones! Tú decías en tu
corazón: «escalaré los cielos; elevaré mi
trono por encima de las estrellas de Dios; me
sentaré en el monte de la divina asamblea, en
el confín del septentrión escalaré las cimas de
las nubes, seré semejante al Altísimo». Isaias
Hijo de hombre, entona una elegía sobre el
rey de Tiro. Le dirás: Así dice el Señor

71
Yahveh: Eras el sello de una obra maestra,
lleno de sabiduría, acabado en belleza. En
Edén estabas, en el jardín de Dios. Toda
suerte de piedras preciosas formaban tu
manto: rubí, topacio, diamante, crisólito,
piedra de ónice, jaspe, zafiro, malaquita,
esmeralda; en oro estaban labrados los aretes
y pinjantes que llevabas, aderezados desde el
día de tu creación. Querubín protector de
alas desplegadas te había hecho yo, estabas
en el monte santo de Dios, caminabas entre
piedras de fuego. Fuiste perfecto en su
conducta desde el día de tu creación, hasta el
día en que se halló en ti iniquidad. Por la
amplitud de tu comercio se ha llenado tu
interior de violencia, y has pecado. Y yo te he
degradado del monte de Dios, y te he
eliminado, querubín protector, de en medio
de las piedras de fuego. Tu corazón se ha
pagado de tu belleza, has corrompido tu
sabiduría por causa de tu esplendor. Yo te he
precipitado en tierra, te he expuesto como
espectáculo a los reyes. Por la multitud de tus
culpas por la inmoralidad de tu comercio,
has profanado tus santuarios. Y yo he sacado
de ti mismo el fuego que te ha devorado; te he
reducido a ceniza sobre la tierra, a los ojos de

72
todos los que te miraban. Todos los pueblos
que te conocían están pasmados por ti. Eres
un objeto de espanto, y has desaparecido para
siempre. (Ez 28.12-19)
La historia de Lucifer consistiría básicamente en
un ángel que destacaría en belleza y posición en la
corte celestial sobre los demás ángeles cuya
magnificencia, en un momento dado, le haría
enfrentarse a Dios por creerse igual a la divinidad,
a causa de lo cual, es castigado junto al séquito de
sus seguidores.
Lucifer debido a su enfrentamiento con Dios,
pasó a denominarse «Adversario» que en hebreo
se dice Satán. Empero, Satán y Lucifer son
distinguidos tanto en el Judaísmo como en el
Gnosticismo, si bien, en el Cristianismo ambos se
confunden con el Diablo y en consecuencia, entre
si. Con el tiempo, Lucifer, el portador de Luz, fue
igualado al Príncipe de las Tinieblas, cosa que
tiene su lógica, pues aquel que lleva la luz en
medio de la oscuridad, bien puede considerársele
Príncipe de esta. El título, le fue concedido por
mediación del Arcángel Samael, otro Ángel
Caído.
Arcángel Samael: según distintas fuentes, el
Arcángel Samael se rebeló en el sexto día, por
celos de Adán, a quien Dios había ordenado

73
adorase toda la Corte Celestial. El Arcángel
Miguel obedeció sin demora, pero Samael dijo:
«¡Yo no adoraré a ningún ser inferior! Cuando
Adán fue hecho, yo estaba ya perfeccionado. ¡Que
él me adore a mí más bien!» Entonces Miguel
advirtió: «¡Cuidado con la ira de Dios! Samael
replicó: «Si Él se muestra irritado, yo pondré un
trono sobre las estrellas y me proclamaré el
Supremo». Entonces Miguel arrojó a Samael del
Cielo a la tierra, donde, sin embargo, continuó
conspirando contra la voluntad de Dios.
Otros textos, en cambio, van más allá:
apoyándose en que la oscuridad precedió a la Luz,
relatan que Samael en calidad de Príncipe de las
tinieblas ya se enfrentó a Dios, pues antes que Él
ordenara «¡Haya luz!» el Príncipe preguntó: «¿Por
qué no con la oscuridad?» Dios, anticipando las
intenciones de Samael, quien acabada la Creación
podría reclamar para si ser el creador de la
oscuridad y las tinieblas, replicó: «¡Cuidado, no
47
sea que te domine con un grito!» . El Príncipe,
poco dispuesto a reconocerse inferior a Dios,
fingió estar sordo. Entonces el grito de Dios lo
dominó, así Samael y sus seguidores fueron
confinados en un calabozo oscuro.
Ciertas corrientes sostienen que Samael se
proponía crear otro mundo alternativo al que

74
48
hay, lo que le identifica con el Demiurgo
platónico.
Este último recorrido mitológico es precisamente
49
la creencia fundamental del Yazidismo: Cuentan
que Dios creó primero, de su pensamiento
luminoso, a Melek Taus. Dios le ordenó no
inclinarse ante los demás seres. Cuando Dios creó
a los otros arcángeles, les encargó traer polvo de la
tierra, para construir el cuerpo de Adán. Tras
haber dado la vida a Adán de su propia
respiración, ordenó alos Arcángeles que le
hicieran reverencias. Fue entonces que Melek
Taus se opuso a ello aduciendo: «¡Cómo puedo
someterme a otro ser! Soy de tu iluminación,
mientras que Adán fue hecho del polvo». Entonces
Dios lo designó como líder de todos los ángeles
enviándolo a la tierra. Por tanto, los yazidíes creen
que Melek Taus es el representante de Dios en la
tierra, adonde desciende cada primer miércoles de
Nisan (marzo-abril) día que celebran como inicio
50
del Año Nuevo.
51
Prometeo:
El Mito de Prometeo viene a decir lo siguiente:
El titán Prometeo tenía afecto por la
humanidad. Este afecto le llevó a efectuar un
ardid para beneficiar a los hombres en

75
detrimento de la divinidad. Cierto día al
realizar el sacrificio de un enrome buey, lo
dividió en dos partes: en una de ellas puso la
piel, la carne y las vísceras, que ocultó en el
vientre del animal, mientras en la otra puso
los huesos recubiertos de apetitosa grasa.
Dejó entonces elegir a Zeus la parte que
comerían los dioses. Zeus eligió la capa de
grasa dejando para los hombres, sin saberlo,
la carne. Desde entonces los hombres
queman en los sacrificios los huesos para
ofrecerlos a los dioses, y comen la carne.
Indignado por este engaño, Zeus privó a los
hombres del fuego. Fue entonces que
Prometeo decidió robarlo: subió al Olimpo
donde lo tomó del Carro de Helios
portándolo a modo de antorcha hasta
devolverlo a la humanidad.
Para vengarse por esta segunda ofensa,
primero Zeus ordenó a Hefesto hacer una
mujer de arcilla llamada Pandora a la cual
Zeus daría vida y enviaría con Hermes como
esposa del hermano de Prometeo. No
contento con esto, también se vengó del titán
a quien hizo encadenar en el Cáucaso para
que un águila comiera su hígado durante el
día aunque dada la naturaleza inmortal de

76
Prometeo el órgano creciera por la noche,
interminable suplicio que tuvo su fin cuando
fue liberado por Heracles camino del Jardín
de las Hepérides… En esta ocasión, Zeus,
cesó en su inquina dado que su liberación,
engrandecía a su propio hijo Heracles.
Agradecido, Prometeo reveló a Heracles el
modo de obtener las manzanas doradas de la
Hespérides.
Muy probablemente, el Mito de Prometeo sea de
origen Indio; en este sentido se aduce que en
sánscrito el bastón giratorio con el cual se
procuraba el fuego por frotación, se denominaba
«pramantha» de donde derivaría el nombre griego
52
del personaje. La historia de Prometeo,
fundamentalmente se nutre de dos fuentes, cuáles
son: Hesiodo en su Teogonía y Los trabajos y los
días, y Esquilo en Prometeo encadenado.
En Hesiodo, Prometeo da la última puntada a una
cadena temporal degradante por la que transita la
humanidad desde la Edad de oro, plata, bronce, la
de los héroes hasta llegar a la de hierro, momento
en que se sitúan los hechos de Prometeo. NOTA:
En la Edad de oro, la humanidad esta
exclusivamente integrada por varones. Estos
hombres primitivos vivían como dioses. Los
dioses eran considerados como hermanos más

77
poderosos. La tierra les daba todo lo necesario y
cuanto pudieran desear, no conocían la vejez, la
enfermedad ni la muerte dolorosa, al morir caían
en un sueño definitivo. Este estado de cosas
paradisíacas perviviría hasta entrada la época de
Zeus, momento en que empezarían los conflictos,
entre dioses y hombres, separación que se haría
amistosa por medio de un pacto en forma de
sacrificios, motivo que introduce la participación
de Prometeo con su primer engaño, lo cual
agudiza en extremo la separación entre dioses y
hombres haciéndola definitiva y para rematar la
faena, su participación a favor de la humanidad
acaba trayéndole todos los males del mundo, a
través de una mujer, la Eva griega, Pandora.
En cambio, en Esquilo, el mito invierte la flecha
decadente del tiempo haciendo de la evolución de
la trama un progreso con final feliz. Comienza
presentando a Zeus celoso de todo aquello que
habían creado los hombres y que no era fruto de su
creación. El único que tiene el coraje suficiente
para oponerse a su furia caprichosa es Prometeo
que logra preservar a los hombres de la
destrucción.
Comparto con Sechan, que la obra de Esquilo
trasluce la creciente confianza del hombre en sus
propias fuerzas. Casualmente, esta obra fue la

78
primera en relegar al coro en favor de un
personaje principal asunto que podría interpretarse
como el protagonismo que el individuo adquiriría
en detrimento de la polis y la comunidad del
Estado, cuestión esta concomitante con la sofística
de Protágoras donde el hombre era la medida de
todas las cosas.
Por otra parte, el relato de Prometeo nos habla de
una teología del perdón donde el propio Zeus se
modera en su cólera, como sucede igualmente con
53
el dios hebreo. Esta elevación moral de Zeus,
comprobada anteriormente en el trato dispensado a
su padre y del que ya hemos hablado en otro
volumen, accediendo al perdón de Prometeo tras
ser liberado por Heracles, respondería a la
54
influencia del orfismo.
Para los padres de la Iglesia, Prometeo anticipa,
la figura de Jesús por haber amado demasiado a
los hombres. La imaginación cristiana ha visto
concordancias entre la Pasión de Jesús y la del
titán: El pico del águila que le hiere el costado
recuerda el lanzazo que atravesó el corazón del
Salvador.
TEORÍA DEL ALMA EN PLATÓN
En la Gracia arcaica pre-homérica, el alma era
poco más que el movimiento del que estaba

79
dotado un cuerpo, su ánimo, de suerte que con la
muerte orgánica del cuerpo, el alma moría
igualmente, pues entonces, la capacidad para
moverse era una distinción entre los seres vivos y
el resto de la realidad inerte, inanimada. Mas, tan
aséptica noción pronto se vería atemperada por la
tradición poética que tuvo a bien preservarla
independiente tras el fallecimiento como en la
concepción de Homero o Hesiodo donde el alma
era una especie de sombra que al fallecer el sujeto
abandonaba el organismo para dirigirse al Hades
donde languidecía por un lapso indeterminado,
cual tenue reflejo del individuo hasta su extinción.
En tan penosa circunstancia se hallaba el
concepto de alma griega hasta irrumpir una tercera
perspectiva órfico-pitagórica que postulaba una
entidad consciente y racional de condición nada
menos que inmortal. Desde entonces, el alma fue
refinando su destino post morten y además de
explorar la vía de la metempsicosis yendo de un
ser vivo a otro, aspiraba a poder vivir eternamente
en lugares excepcionales como las Islas
Afortunadas, destino paradisíaco que, sin
embargo, no estaba garantizado de modo
mecánico, por requerir méritos como el de llevar
una vida ejemplar a todos los niveles, a fin de
conservar intacta la supuesta porción divina que

80
era la capaz de sobrevivir a la muerte corporal.
Esta idea de que el alma humana tiene algo de
divino indestructible e inmortal, fue fundamentada
en el pasaje del mito dionisiaco donde Zeus,
fulminó a los titanes, en venganza por haberse
comido a Dioniso. Como quedó una pequeña
partícula de divinidad mezclada con la carne
quemada de los titanes que previamente habían
devorado al niño-dios, la naturaleza humana
confeccionada con aquella mezcla de titán y del
dios Dioniso, en coherencia tiene algo de divina.
Esta creencia órfica-dionisiaca aparece
documentada en textos funerarios como el
siguiente:
De hombre naciste Dios, cabrito caíste en la
leche. Alégrate, alégrate, tomando el camino
de la derecha hacia las praderas sagradas y
los bosques de Perséfone.
El Pitagorismo, por su parte, fue más allá de tan
sencillo Más Allá. Juzgó que esta vida era una
prueba de purificación, pero no la única ni la
última ni la primera de una sucesión de
reencarnaciones cuya finalidad era purificar el
alma en un doloroso proceso de auto-consciencia
por medio del conocimiento, ideas todas ellas
provenientes del pensamiento indio.
Platón, sin duda, conocía de primera mano todas

81
estas enseñanzas órfico-pitagóricas apuntadas y
las recogió muy embellecidas en varios de sus
diálogos configurando en su conjunto lo que
técnicamente denominamos Teoría del Alama en
Platón. En este sentido, conviene observar que, ya
en su primera obra Apología, con la serena actitud
de Sócrates se nos anticipa en embrión todo
cuanto ha de venir sobre la cuestión. Tanto es así,
que en el texto cuyo motivo central precisamente
es todo lo concerniente al alma, resulta que
arranca de esa misma escena con la que termina la
Apología de Sócrates, su Maestro, aceptando la
muerte como liberación y consolando a sus
amigos que lloraban su destino inmediato. No
tardaría en dar muestras de ello ya en uno de sus
primeros diálogos como Crátilo donde ya
relaciona el significado de las palabras sôma
(cuerpo) y sêma (prisión) asociación heredada de
Orfeo.
Hay quienes dicen que el(cuerpo, es la tumba
del alma (…) Sin embargo, creo que fueron
Orfeo y los suyos quienes pusieron este
nombre, sobre todo en la idea de que el alma
expía las culpas que debe expiar y de que
tiene al cuerpo como recinto en el que
resguardarse bajo la forma de prisión.
En Timeo, presenta al alma de modo más

82
alambicado, como una creación del Demiurgo: El
Universo no subsiste ni se reduce en si mismo. Es
obra de un Demiurgo que crea un modelo
correspondiente con el Mundo de las ideas. Para
construir su obra, mezcla lo indivisible con lo
divisible, obteniendo una tercera sustancia
constituida por lo mismo y lo otro. Con los tres
substancias crea las almas, después de lo cual, las
arroja al Tiempo unidas a cuerpos, viéndose así
afectadas por la distinta naturaleza de la materia
fuego, aire, agua y tierra, reemplazando la
sensación al conocimiento.
En el Timeo, los procesos mecanicistas por los
que las almas son ligadas a cuerpos, digamos que,
no satisfacen del todo la explicación última de su
ensamblaje. ¿Por qué alma y cuerpo aparecen
unidas en vida? ¿Por qué se separan con la
muerte? Con idea de hacer comprensible el asunto,
en el Fedro Platón introduce el Mito de la Caída
del Alma del carro.
Caída del Alma del Carro alado:
Fedro, 246 d 3- 248 d
(…) Es, pues, semejante el alma a cierta
fuerza natural que mantiene unidos un carro
y su auriga, sostenidos por alas. Los caballos
y aurigas de los dioses son todos ellos buenos;
tratándose de nosotros, el conductor guía una

83
pareja de caballos; después, de los caballos,
el uno es hermoso, bueno y constituido de
elementos de la misma índole; el otro está
constituido de elementos contrarios y es él
mismo contrario. En consecuencia, en
nosotros resulta necesariamente dura y difícil
la conducción.
Hemos de intentar ahora decir cómo el ser
viviente ha venido a llamarse «mortal" e
«inmortal». Toda alma cuando es perfecta y
alada, vuela por las alturas y administra todo
el mundo; en cambio, la que ha perdido las
alas es arrastrada hasta que se apodera de
algo sólido donde se establece tomando un
cuerpo terrestre que parece moverse a sí
mismo a causa de la fuerza de aquella, y este
todo, alma y cuerpo unidos, se llama ser
viviente y tiene el sobrenombre de mortal. En
cuanto al inmortal, no hay ningún
razonamiento que nos permita explicarlo
racionalmente; pero, no habiéndola visto ni
comprendido de un modo suficiente, nos
forjamos de la divinidad una idea
representándonosla como un ser viviente
inmortal, con alma y cuerpo naturalmente
unidos por toda la eternidad. Consideremos
entonces la causa de la pérdida de las alas, y

84
por la que se le desprenden al alma.
(…) lo divino es hermoso, sabio, bueno, y
todo lo que es de esta índole; esto es, pues, lo
que más alimenta y hace crecer las alas; en
cambio, lo vergonzoso, lo malo, y todas las
demás cosas contrarias a aquellas, las
consume y las hace perecer. Pues bien: el
gran jefe del cielo, Zeus, dirigiendo su carro
alado, marcha el primero, ordenándolo todo
y cuidándolo. Le sigue un ejército de dioses y
demonios ordenado en once divisiones. Todos
los demás clasificados en el número de los
doce y considerados como dioses directores
van al frente de la fila que a cada uno ha sido
asignada. (…) Ahora bien, siempre que van
al banquete y al festín, marchan hacia las
regiones escarpadas que conducen a la cima
de la bóveda del cielo. Por allí, los carros de
los dioses, bien equilibrados y dóciles a las
riendas, marchan fácilmente, pero los otros
con dificultad, pues el caballo que tiene mala
constitución es pesado e inclina hacia la
tierra y fatiga al auriga que no lo ha
alimentado convenientemente. Allí se
encuentra el alma con su dura y fatigosa
prueba. Pues las que se llaman inmortales,
cuando han alcanzado la cima, saliéndose

85
fuera, se alzan sobre la espalda del cielo, y al
alzarse se las lleva el movimiento circular en
su órbita, y contemplan lo que está al otro
lado del cielo.
A este lugar supraceleste, no lo ha cantado
poeta alguno de los de aquí abajo, ni lo
cantará jamás como merece, pero es algo
como esto incolora, informe, intangible esa
esencia cuyo ser es realmente ser, vista sólo
por el entendimiento, piloto del alma, y
alrededor de la que crece el verdadero saber.
Como la mente de lo divino se alimenta de
un entender y saber incontaminado, lo
mismo que toda alma en la contemplación de
la verdad, encuentra su alimento y bienestar,
hasta que el movimiento, en su ronda, la
vuelva a su sitio. En esta giro, tiene ante su
vista a la misma justicia, tiene antes su vista
a la sensatez, tiene ante su vista a la ciencia.
Y habiendo visto, de la misma manera, todos
los otros seres que de verdad son, y nutrida
de ellos, se hunde de nuevo en el interior del
cielo, y vuelve a su casa.
Tal es pues la vida de los dioses. De las
otras almas, la que mejor ha seguido al dios
y más se le parece, levanta la cabeza del
auriga hacia el lugar exterior, siguiendo, en

86
su giro, el movimiento celeste, pero,
soliviantada por los caballos, apenas si
alcanza a ver los seres. Hay alguna que, a
ratos, se alza, a ratos se hunde y, forzada por
los caballos, ve unas cosas sí y otras no. Las
hay que, deseosas todas de las alturas, siguen
adelante, pero no lo consiguen y acaban
sumergiéndose en ese movimiento que las
arrastra, pateándose y amontonándose, al
intentar ser unas más que otras. Confusión,
pues, y porfías y supremas fatigas donde,
por torpeza de los aurigas, se quedan
muchas renqueantes, y a otras muchas se les
parten muchas alas. Todas, en fin, después
de tantas penas, tiene que irse sin haber
podido alcanzar la visión del ser; y, una vez
que se han ido, les queda sólo la opinión por
alimento. (…) Cualquier alma, que, en el
séquito de lo divino, haya vislumbrado algo
de lo verdadero, estará indemne hasta el
próximo giro y, siempre que haga lo mismo,
estará libre de daño. Pero cuando, por no
haber podido seguirlo, no lo ha visto, y por
cualquier azaroso suceso se va gravitando
llena de olvido y dejadez, debido a este
lastre, pierde las alas y cae a tierra.
Este bello Mito puesto en labios de Aristófanes,

87
da cuenta del motivo de la pérdida de las alas y en
consecuencia, de la Caída. En el relato resuena la
leyenda de Ícaro y esa aspiración por alcanzar la
55
divinidad tan a menudo castigada.
Pero Platón, formado en las enseñanzas orifco-
pitagóricas no se limita a explicar cómo sucede la
caída del alma; también desarrolla el modo en
cómo esta vive en el mundo y logra recuperar, no
sólo sus alas, que también acceder a vivir al
mundo de las ideas que antes sólo le estaba
permitido a los dioses. Así, el autor afirma que
nadie regresa antes de cumplir 10.000 años,
excepto el filósofo, que recobra sus alas si ha
elegido el mismo tipo de existencia tres veces. Es
entonces la virtud y la razón la que debe guiar al
hombre para que su alma regrese al lugar supra-
celeste del que procede.
Siendo entonces necesaria la virtud, en el Menón,
el autor propone que esta es posible gracias a la
reminiscencia. La virtud no se adquiere sino que
se recuerda, argumento contrapuesto al de los
sofistas, que pretenden enseñarla. El saber en sí, es
recuerdo; sólo cabe ayudar a recordar cosa
facilitada por la mayéutica, técnica semejante al
arte de una comadrona que ayuda a las mujeres a
tener a sus hijos. Las Ideas, que ya se encuentran
impresas en el alma, salen a la luz por medio de

88
esta ayuda.
Pero la virtud y la sabiduría precisan de ser
amadas para que se inicie su búsqueda en el
interior de uno mismo. En consecuencia, aborda
en Fedro y El Banquete el carácter mediador de
Eros entre los hombres y los dioses, y a la vez
como educador de la sensibilidad hacia la Belleza,
primero material y trascendida esta la espiritual. El
deseo de posesión permanente de lo bello es una
aspiración de inmortalidad; en consecuencia, el
amor puede entenderse también como un deseo de
inmortalidad. Este deseo tiene su culminación, no
tanto en la procreación biológica, cuanto en la
pedagogía social que se ejecuta por medio de la
Política en la dirección del Estado.
A fin de armonizar su Teoría Política con su
Teoría del Alma, en República presenta la
constitución triple del alma humana que se
corresponderá con las tres clases sociales de la
polis, a saber: Nous (Espíritu); Psyché (Alma); y
Soma (Cuerpo). El Nous, es la única parte
inmortal del alma situada en la cabeza. Su
principio es la razón, y su virtud la prudencia. El
Thymós es la pasión o fogosidad, de naturaleza
mortal, que se identifica con el corazón pero que
subyace en el diafragma. Su principio es la ira, y
su virtud el valor o coraje. Finalmente, la

89
Epithymia es la concupiscencia, igualmente
mortal, sede de los apetitos inferiores. Se ubica en
el bajo vientre, su principio es la irracionalidad y
el deseo, y su virtud la templanza.
Pero, aun en un Estado ideal que se rigiera por la
educación y la justicia y sus ciudadanos se guiaran
la virtud y la sabiduría, todavía sería preciso
explicar qué es la muerte.
Como he apuntado al inicio del epígrafe, la
muerte, es presentada como liberación por
Sócrates. La muerte es una oportunidad, una llave
para escapar de la prisión del cuerpo y dejar atrás
las trampas sensoriales de la ilusión. La vida, es
una liana que atrapa a los injustos, pero que
mediante el arma de la filosofía puede ser cortada.
Con todo, así como la caída del alma requiso ser
suficientemente explicada, ahora le toca el turno a
la muerte y cómo acontece el camino de regreso al
mundo de las ideas.
Por esta razón, al final de República, Platón
ofrece una descripción notable acerca del periplo
que espera a las almas después de la muerte en el
56
Mito de Er. Aunque es en Gorgias, por medio
del Mito de los Infiernos, donde comunica su
postura frente a la inmortalidad y la «vida post-
mortem». Platón se remonta a la Era de Cronos,
tiempo corrupto en que no se hacía justicia a los

90
muertos. Las Islas Afortunadas se atestan de almas
que no merecían encontrarse allí. Fue entonces
que Zeus decidió cambiar las condiciones,
estableciendo que las almas serán juzgadas
después de la muerte, implantándose el castigo
para corregir las tendencias a la maldad y el error.
Por último, será en Fedón donde aparezca
madura su Teoría del Alma con las cuatro pruebas
filosóficas de la Inmortalidad: los opuestos se
engendran mutuamente en vida y muerte; la
reminiscencia; la simplicidad del alma; y el
mundo de las ideas.
Del descenso de Inanna a la Caída de Dumuzi:
Vistas por encima las distintas caídas de Lucifer,
Samael, el Príncipe de las Tinieblas, Prometeo y el
Alma en Platón, hemos de observar que la
diferencia entre caer y descender sólo media la
voluntad. Así entiendo yo que el tema de la caída
es hijo varón del tema del descenso femenino.
Recordemos que la Diosa Inanna descendió
voluntariamente al Inframundo mientras a su
regreso, Dumuzi por su comportamiento fue
forzado a ir al mundo subterráneo. Sea entonces
que el caso de Dumuzi es el primero en la serie de
caídas.
EXPULSIÓN DEL PARAÍSO DE ADÁN Y EVA
Mas, si leemos con atención lo que el mismo

91
Génesis relata, descubrimos con sorpresa que
fuera cual fuese el error cometido por la pareja del
Paraíso, sea haber desobedecido a Dios, sea haber
comido del árbol prohibido o haber fornicado, el
caso es que, Dios no los expulsa del Paraíso por
nada de eso, sino por temor a que pudieran comer
del otro árbol el de la Vida y entonces, se hicieran
no ya como dioses sino iguales a Dios. Así puede
resumirse que Adán y Eva fueron expulsados del
Paraíso porque Dios temía que su creatura
57
adquiriera su misma dignidad ontológica. Tanto
es el pavor que dios tiene al Ser Humano que tras
su expulsión colocó querubines armados con una
espada flamígera para su custodia, lo cual sólo
significa una cosa: la humanidad, de proponérselo,
podría regresar algún día por su propio pie y
voluntad al Paraíso sin permiso de Dios.
PRIMEROS DESCENDIENTES DE ADÁN Y EVA
Génesis 4 empieza dando a conocer el
58
nacimiento de Caín con una rara, cuando menos,
exclamación de Eva ¡He procreado un hombre con
el Señor! Hay tradiciones que sobre esta
afirmación especulan con que el Arcángel Samael
disfrazado engendró a Caín cuyo rostro radiante
hizo comprender a Eva que su padre no era Adán,
sino Dios. A Caín le sucedió Abel y las Escrituras

92
no hablan de momento de más descendientes. No
obstante, como quiera que ambos encuentran
mujeres para emparejarse no faltaron corrientes
teologales que les dieron a ambos, hermanas
gemelas, lo cual, nos conduce subrepticiamente a
mi hipótesis explicativa del Mito de Isis y Osiris
ya comentado en detalle en el volumen II, donde
abordamos indirectamente, pero con profusión, el
tema del enfrentamiento fratricida entre Caín y
Abel, aquí expondremos lo sucedido justo tras el
fratricidio y haber sido Caín marcado por dios,
pues el pasaje es imprescindible para comprender
Nuestra Historia.
GÉNESIS, 4
16 Caín salió de la presencia de Yahveh, y
se estableció en el país de Nod, al oriente de
Edén.
17 Conoció Caín a su mujer, la cual
concibió y dio a luz a Henoc. Estaba
construyendo una ciudad, y la llamó Henoc,
como el nombre de su hijo.
18 A Henoc le nació Irad, e Irad engendró a
Mejuyael, Mejuyael engendró a Metusael, y
Metusael engendró a Lámek.
19 Lámek tomó dos mujeres: la primera
llamada Adá, y la segunda Sillá.

93
20 Adá dio a luz a Yabal, el cual vino a ser
padre de los que habitan en tiendas y crían
ganado.
21. El nombre de su hermano era Yubal,
padre de cuantos tocan la cítara y la flauta.
22 Sillá por su parte engendró a Túbal
59
Caín, padre de todos los forjadores de
cobre y hierro. Hermano de Túbal Caín fue
Naamá.
23 Y dijo Lámek a sus mujeres: «Adá y
Sillá, oíd mi voz; mujeres de Lámek,
escuchad mi palabra: Yo maté a un hombre
por una herida que me hizo y a un muchacho
por un cardenal que recibí.
24 Caín será vengado siete veces, mas
Lámek lo será 77».
25 Adán conoció otra vez a su mujer, y ella
dio a luz un hijo, al que puso por nombre Set,
diciendo: «Dios me ha otorgado otro
descendiente en lugar de Abel, porque le
mató Caín».
26 También a Set le nació un hijo, al que
puso por nombre Enós. Este fue el primero
en invocar el nombre de Yahveh.
En este capítulo cuarto, Caín aparece
construyendo ciudades, faceta relevante por

94
cuanto conecta su figura con el hilo conductor de
Nuestra Historia. Pero es en su descendencia
donde hallamos el cabo del que pende la Tragedia
de Hiram Abif analizada en profundidad en el Vol
III, porque como se apunto allí, el personaje de
Hiram Abif comparte con Tubalcaín la profesión
de ser Maestro forjador del bronce y acaso sea
descendiente sanguíneo suyo. No menor
relevancia para otros desarrollos tiene la presencia
en la trama de la Gran Tradición su hermana
Naana.
GÉNESIS 560
Cuando Adán llegó a la edad de ciento
treinta años, tuvo un hijo y lo llamó Set. De
Set salió un tronco que en la quinta
generación se concretó en Enoc padre de
Matusalén, abuelo de Lamec y bisabuelo de
Noe.21 Enoc tenía sesenta y cinco años
cuando fue padre de Matusalén. 22 En total,
Enoc vivió trescientos sesenta y cinco años,
24 y como anduvo fielmente con Dios, un día
desapareció porque Dios se lo llevó.
El personaje Enoc es muy especial: es
61
descendiente de Set; padre de Matusalén, abuelo
de Lamec y bisabuelo de Noe. Por si esto fuera
poco, las propias Escrituras lo distinguen

95
sobremanera con esa enigmática fórmula «Dios se
lo llevó», expresión que posibilitó que sobre su
figura se proyectaran infinidad de especulaciones
que cobraron autonomía en forma de diversos
textos como los Libros de Enoc.
62
LIBRO DE ENOC
63
El Libro de Enoc fue redactado entre el –III y el
siglo I por varios autores dentro del estilo
apocalíptico. Es reconocido como ortodoxo en la
tradición etíope tanto por su rama judía como
cristiana. Sin embargo, el resto de corrientes tanto
judías como cristianas lo mantienen excluido de su
canon sagrado, acaso por ello es que en su lengua
litúrgica se encuentren las únicas versiones
64
completas del relato.
A continuación pasamos a comentar el contenido
de este enigmático texto, prestando especial
atención al Libro de los Vigilantes.
El texto de Enoc da inicio con el Libro del Juicio
(Capítulos 1 al 5), en que se relatan las palabras de
bendición de Enoc a los justos, a quienes anuncia
que vivirán para ver el castigo de los impíos.
Después le sigue una amplia sección denominada
por la tradición el Libro de los Vigilantes o Caída
de los Ángeles: (Capítulos 6 a 36). Partiendo de
Génesis 6,1-5, combinado con el relato del

96
Diluvio su contenido puede resumirse así:
Los Vigilantes (Ángeles) tuvieron relaciones
sexuales con mujeres y engendraron gigantes,
quienes desataron la violencia sobre la tierra
y pervirtieron a la humanidad. Primero,
devoraron todo el trabajo de los hombres
hasta que estos ya no alcanzaron
alimentarlos más. Entonces los gigantes se
volvieron contra los hombres y empezaron a
devorarlos y empezaron a pecar contra los
pájaros, y contra las bestias y los peces y a
devorar unos la carne de los otros y se
bebieron la sangre. Entonces la tierra clamó
por todo lo que se había hecho en ella
acusando a los Vigilantes por haber desviado
su misión y encarnado la explotación, la
opresión, la destrucción de los ecosistemas, la
guerra, el oro, la vanidad, la brujería, la
fornicación y el engaño. Su acusación fue
escuchada en el cielo. Entonces, los
arcángeles Miguel, Sariel, Rafael, y Gabriel,
fueron enviados por Dios a encadenar a los
Vigilantes y a destruir a los gigantes. Los
ángeles caídos rogaron a Enoc que
intercediese por ellos y los gigantes ante Dios.
Mito de los Gigantes: El Mito de los Gigantes
cuyo primer testimonio escrito lo hallamos en la

97
leyenda de Gilgamés donde el héroe es descrito
con más de cinco metros de altura, seguramente
fue debido a varios elementos concurrentes que
paso a exponer:
En primer lugar, el gigantismo debió ser la
consecuencia física natural y coherente que se le
debía suponer a seres de gran fuerza, destreza y
velocidad, capacidades necesarias para acometer
sus grandiosas empresas que les convirtieron en
dioses, semidioses o sencillamente héroes, como
apreciamos en el antedicho Gilgamés, o en el
Titán Prometeo.
Muy conectado con lo anterior, sería harto
sencillo conectar que en un tiempo neolítico,
cuando los hombres de armas durante la Edad de
Hierro se hicieran con el poder social, estos fueran
de una envergadura y altura muy superior a la
media, sencillamente por selección natural tras
varias generaciones y debido seguramente a una
posterior mejor alimentación proporcionada por su
65
posición de elite en el reparto de provisiones.
Aunque es posible que incidiera el hecho de que
poblaciones invadidas, reducidas o conquistadas a
manos de extranjeros más fornidos que los
autóctonos, en algunos casos pudiera estar detrás
de la trama, o en su defecto, el contacto indirecto
con pueblos lejanos de los que se tiene noticias

98
distorsionadas. Este sería el caso de los gigantes
Hiperbóreos de la literatura griega.
Estos tres elementos, coherencia con la
condición divina del héroe; mayor estatura de la
clase guerrera dominante; mayor estatura de
pueblos vencedores; se vieron justificados por
elementos tangibles como por ejemplo:
-La impactante realidad local esporádica de
individuos que sobrepasaban con mucho la
estatura media. Este sería el caso de Goliat.
-El hallazgo de osamentas de animales
prehistóricos. Por ejemplo, en Sicilia donde hay
un volcán que es un monte con un ojo, se halló el
cráneo de un elefante cuya estructura para gentes
que no han visto nunca un animal con trompa, la
oquedad donde esta se conecta a la cabeza del
animal parecería el lugar apropiado para el gran
ojo del Cíclope.
-La convivencia con colosales ruinas de culturas
olvidadas. Un claro ejemplo de esta posibilidad
explicativa nos la ofrece la mitología vasca donde
sus gigantes aparecen descritos como los antiguos
constructores de los abundantes dólmenes y
menhires de su geografía.
-Y no podemos olvidar la sagrada figura del Oso,
cuyo antropomorfismo despertaría la conjetura de,
si acaso, fueran seres conectados con la

99
66
humanidad por un eslabón intermedio.
Aunque todo el Libro de Enoc y en concreto el
Libro de los Vigilantes es formidable en su
mensaje y simbología, reproduzco únicamente el
pasaje contenido en el Capítulo 14 a modo de
botón de muestra:
8. Esto me fue revelado en la visión: He aquí
que las nubes me llamaban, la neblina me
gritaba y los relámpagos y truenos me
apremiaban y me despedían y en la visión los
vientos me hacían volar, me levantaban en lo
alto, me llevaban y me entraban en los cielos.
9 Entré en ellos hasta que llegué al muro de
un edificio construido con piedras de granizo,
rodeado y cercado completamente con
lenguas de fuego que comenzaron a
asustarme.
10 Entré por esas lenguas de fuego hasta
que llegué a una casa grande construida con
piedras de granizo cuyos muros. eran como
planchas de piedra; todas ellas eran de nieve
y su suelo estaba hecho de nieve.
11 Su techo era como relámpagos y trueno y
entre ellos querubines de fuego y su cielo era
de agua.
12 Un fuego ardiente rodeaba todos sus
muros cercándolos por completo y las

100
puertas eran de fuego ardiente.
13 Entré en esta casa que era caliente como
fuego y fría como nieve. No había en ella
ninguno de los placeres de la vida. Me
consumió el miedo y el temblor se apoderó de
mí.
14 Tiritando y temblando caí sobre mi
rostro y se me reveló una visión:
15 He aquí que vi una puerta que se abría
delante de mí y otra casa que era más grande
que la anterior, construida toda con lenguas
de fuego.
16 Toda ella era superior a la otra en
esplendor, gloria y majestad, tanto que no
puedo describiros su esplendor y majestad.
17 Su piso era de fuego y su parte superior
de truenos y relámpagos y su techo de fuego
ardiente.
18 Me fue revelada y vi en ella un trono
elevado cuyo aspecto era el del cristal y cuyo
contorno era como el sol brillante y tuve
visión de querubín.
19 Por encima del trono salían ríos de fuego
ardiente y yo no resistía mirar hacia allá.
20 La Gran Gloria tenía sede en el trono y
su vestido lucía más brillante que el sol y más

101
blanco que cualquier nieve;
21 ningún ángel podía entrar verle la cara
debido a la magnífica Gloria y ningún ser de
carne podía mirarlo.
22 Un fuego ardiente le rodeaba y un gran
fuego se levantaba ante Él. Ninguno de los
que le rodeaba podía acercársele y
multitudes y multitudes estaban de pie ante
Él y Él no necesitaba consejeros.
23 Y las santidades de los santos que estaban
cerca de Él no se alejaban durante la noche ni
se separaban de Él.
24 Yo hasta este momento estaba postrado
sobre mi rostro, temblando y el Señor por su
propia boca me llamó y me dijo: «Ven aquí
Enoc y escucha mi Palabra».
25 Y vino a mí uno de los santos, me
despertó, me hizo levantar y acercarme a la
puerta e incliné hacia abajo mi cabeza.
Acto seguido, encontramos el Libro de Parábolas
o El Mesias y el Reino (Capítulos 37 a 71), de
carácter mesiánico, donde se profetiza la venida del
Hijo del Hombre, la caída de los reyes y poderosos
y el día del Elegido.
Le sigue el Libro del cambio de las luminarias
celestiales o Libro astronómico, (Capítulos 72 a
82), tramo en que se describe la visita de Enoc al

102
cielo en forma de una visión, y sus revelaciones
con cuya excusa se expone en detalle el antiguo
calendario solar hebreo, el adoptado por la
comunidad de Qumrán.
Después, llega el Libro de los sueños (Capítulos
83 a 90), donde se relatan dos visiones
apocalípticas que Enoc tuvo en sueños: la primera,
anuncia la destrucción de la toda la tierra y la
segunda es una historia de la humanidad y de Israel
hasta el fin de los tiempos, en la que los actores son
representados como animales simbólicos.
Ya casi al final aparece la Carta de Enoc y
Apocalipsis de las semanas (Capítulos 91 a 105),
párrafos que presentan la historia en diez semanas,
interpretando el pasado y proyectándose
escatológicamente al futuro.
Y cierra el libro lo que se ha dado en llamar
Fragmentos (Capítulos 106 y 107), donde se
recogen tramos de un original del Libro de Noé
que se ha perdido. Predice los crímenes de la
humanidad y el advenimiento de tiempos
mesiánicos con el triunfo de los justos.
Así las cosas, un libro como Enoc que contiene
visiones, sueños, promesas de salvación, y todo el
elenco de atractivos espirituales que hacen las
delicias de las almas místicas no es de extrañar
que cautivara a los esenios de Qumrán y no menos

103
a los primeros cristianos entre los cuales el texto
era de los más apreciados, siendo Prisciliano uno
de sus más destacados defensores, lo cual casa
bien con la infinidad de alusiones directas que se
hacen al personaje en el Nuevo Testamento: en 7
pasajes del Apocalipsis; 7 pasajes de Mateo; en 6
pasajes de Lucas; en 3 pasajes de Marcos; 1 en
Juan; y también en Corintos, Efesios, Filipenses…
Extrañamente, empero, fue apartado del canon en
el 364. Por supuesto, dentro de las corrientes
Gnósticas, la figura de Enoc tuvo especial
ascendencia sobre todo entre los Setitas. Dentro de
la cultura griega tardía a Enoc se lo relacionaría
con Hermes Trismegisto.
La historia de Enoc trufada de imágenes
culturales diversas ya comentadas en capítulos
anteriores de esta Nuestra Historia, tuvo también
su reflejo, algo más racionalista en los autores
griegos donde es obligado hacer un alto en el
camino para acercarnos a la persona y obra de
Arato.
ARATO (310-240)
Arato fue un poeta griego muy elogiado en
Alejandría y Roma a causa de sus poemas
astronómicos como Fenómenos, una joya en su
género que se enmarca en la tradición iniciada por
Hesiodo cuyo rastro puede contemplarse en De

104
67
rerum Natura de Lucrecio, y aún en la del masón
Erasmus Darwin en pleno siglo XIX.
En Fenomenos, el autor describe el firmamento
con ánimo didáctico, mas también imprimiéndole
una emoción religiosa y una perspectiva filosófica.
De esta obra, cuya lectura juzgo muy
recomendable, he e extraído el siguiente pasaje
donde se aprecia que Arato estaba al tanto del
sustrato mitológico con el que fuera
confeccionado el Libro de Enoc, acaso con la
Gran Tradición.
Artofilace o el Guardian de la Osa
Un anciano —bien sea él el Guardián de la
Osa o Ícaro que, cegado por el don de Baco,
compensará, transformado en constelación,
la pérdida de su vida— sigue a la misma
Hélice y la amenaza con una aguijada. No
tiene una cabeza oscura ni un mentón
sombrío, pero una llama resplandece, sin
embargo, de forma singular y con un nombre
específico: la llaman Arturo, allí donde se
68
anuda el cinturón.
La constelación de Virgo
Debajo del Boyero aparece el rostro de la
Virgen, en cuya mano izquierda brilla una
Espiga en sazón y reluce a través de sus

105
69
granos maduros. ¿Con qué nombre te
llamaré, diosa? Si te conmueven los poemas
de los mortales y no prestas oídos sordos a los
que te veneran tú que detestas, ¡ay!, al género
humano-, se detendrán para mí, en mitad de
su carrera, tus caballos, y yo, alegre entre sus
riendas aflojadas, te cantaré por la tierra a ti
y a tu venerable divinidad.
Cuando, Virgen muy apacible, la Justicia,
inaccesible a los malvados sea ella la de la
estirpe de Astreo, a quien la fama convirtió
en padre de los astros, bien el verdadero
recuerdo de tu nacimiento se haya perdido-,
regía los siglos dorados de un mundo en paz,
te mostrabas alegre, en lo alto, en medio de
los pueblos y no despreciaste, diosa, entrar en
las casas de los hombres ni en los puros
hogares sin delito, promulgabas leyes y
modelabas con un nuevo aliño al vulgo
mediante habilidades sin doblez. Todavía la
rabia no había desenvainado las locas
espadas ni se había conocido la discordia
entre parientes, y las rutas del mar eran
desconocidas, y la tierra, dividida entre
particulares, (proporcionaba satisfacción
suficiente, y la muy ávida esperanza no
buscaba lejos, a través de vientos dudosos, en

106
su fabricada nave, las distantes riquezas, y la
tierra, propicia, daba de buena gana sus
frutos al colono, y el mojón de un terreno
pequeño no hacía falta que garantizase sus
campos —muy seguros sin él— a sus dueños.
Pero una vez que surgió la Edad de Plata,
más grosera que la anterior, muy raramente
visitó las ciudades manchadas por los fraudes
y descendió de las elevadas montañas, al
atardecer, con su rostro cubierto y
escondiendo, entristecida, sus mejillas bajo el
velo, sin entrar la casa de nadie, en ningún
hogar. Únicamente, al censurar los
conciliábulos y la agitación del vulgo lo
increpa: «¡Oh prole olvidada de sus primeros
padres!, ¿te corromperás una y otra vez para
apoderarte de los más débiles? ¿Por qué me
invocáis, ofreciéndome votos, a mí, de cuyo
trato os alejáis? Debo buscarme una nueva
morada: entregaré vuestra época a las
inclinaciones indómitas y al crimen
sangriento». Dicho esto se alejó por encima
de los montes en alada carrera dejando
atónitos a los pueblos, temerosos de cosas
más duras.
Pero una vez que a la tierra le fue dada una
raza de bronce hundidas en los vicios, ya no

107
subsistieron las semillas de la virtud, y se les
alegró el pensamiento con el hallazgo de las
minas de hierro, y el toro, acostumbrado al
arado, aderezó las mesas, Profanándolas la
justísima Virgen abandonó la tierra
apresuradamente y obtuvo en suerte su lugar
en el cielo: allí donde el Boyero, cercano a
ella, sigue, en su ocaso, parsimoniosamente
su carro.
Como el tema del Diluvio ya ha sido
ampliamente comentado en sus antecedentes en el
Vol II, aquí vamos a centrarnos en el personaje de
Noe por cuanto en su persona se fundamenta la
tradición Noaquita. Por este motivo, obvio los
capítulos del Diluvio e incluso el pasaje del pacto
hecho por Dios con Noe tras el exterminio de la
humanidad.
LOS HIJOS DE NOÉ GN 9, 13
18 Los hijos de Noé que salieron del arca
fueron Sem, Cam, que fue el padre de
Canaán, y Jafet. 19 Éstos fueron los tres hijos
de Noé que con su descendencia poblaron
toda la tierra.
20 Noé se dedicó a cultivar la tierra, y
plantó una viña.
21 Un día, bebió vino y se embriagó,

108
quedándose desnudo dentro de su carpa.
22 Cam, el padre de Canaán, vio a su padre
desnudo y fue a contárselo a sus hermanos,
que estaban afuera.
23 Entonces Sem y Jafet tomaron un manto,
se lo echaron sobre los hombros, y
caminando hacia atrás, cubrieron la
desnudez de su padre. Como miraban en
dirección opuesta, no lo vieron desnudo.
24 Cuando Noé despertó de su borrachera y
se enteró de lo que su hijo menor le había
hecho,
25 declaró: «¡Maldito sea Canaán! Será de
sus dos hermanos el más bajo de sus
esclavos».
26 Y agregó: «¡Bendito sea el Señor, Dios de
Sem! ¡Que Canaán sea su esclavo!
27 ¡Que Dios extienda el territorio de Jafet!
¡Que habite Jafet en los campamentos de
Sem, y que Canaán sea su esclavo!».
28 Después del diluvio Noé vivió trescientos
cincuenta años más, 29 de modo que murió a
la edad de novecientos cincuenta años.
Noe recibió de Dios el encargo de construir un
Arca donde embarcar por parejas a todas las
especies animales junto a su propia familia, para

109
salvarlos del Diluvio. Noe, en cierta forma, es el
salvador y padre de la humanidad dado que en
principio, todos descendemos de su linaje. El Arca
representó durante el tiempo que duró el Diluvio y
los días que le siguieron en busca de tierra firme,
una especie de Paraíso flotante. Toda la
simbología que subyace en el pasaje como son la
madera con que se construye el Arca, las medidas
de esta, el cuervo, la paloma, el arco iris…aún
enriquecedores, en esta ocasión podrían distraer la
atención del punto capital que enigmáticamente
viene recogido de modo velado en el texto
seleccionado con el que concluye Génesis 5.
Al tratar la figura de Hiram Abif apuntamos a la
tradición Noaquita y allí propuse una lectura cabal
que explicara lo absurdo de maldecir a un hijo por
ver la desnudez de su padre, sugiriendo una
posible afrenta de carácter sexual como es una
violación en este caso sodomita, si bien, es aquí
donde voy a revelar la hipótesis más adecuada
para Nuestra Historia por cuanto tiene que ver,
como vengo advirtiendo en cada volumen, con el
Gran Secreto de la Masonería.
Dado que, en la tardía redacción definitiva,
donde se fijaron los aspectos capitales de la fe
judía aparece un Dios sin panteón, sólo estamos en
condiciones de entrever por pasajes descuidados

110
como el aquí traído que en algún momento
anterior, Dios, sea llamado Yahvé o Elohim,
participó de los trasiegos propios a su dignidad.
Así, si en el caos del Tohu Babohu escuchábamos
los ecos de un combate cósmico primordial entre
un monstruo marino y otro terrestre, en este
extraño episodio, podríamos descubrir las trazas
de la castración de Urano a manos de Cronos. El
asesinato, castración, desalojo… de un dios padre
a manos de su hijo, denota siempre un cambio de
paradigma en la comprensión teológica, proceder
que en la tradición hebrea se presenta dulcificado
mediante sucesivas Alianzas. Obsérvese cómo el
relator ha colocado tan inaudito pasaje tras la
Alianza, que sin embargo, cuenta con más motivos
para cerrar el capítulo cual climas. Ello, sólo tiene
un significado plausible: el episodio es de
importancia supina, cuya explicación fue
suprimida por contrariar aspectos culturales en un
momento en que el culto a la Gran Diosa todavía
era combatido por los partidarios del dios
patriarcal. Empero, la Gran Tradición, se coló en
forma de circuncisión cuando la elite atoniana
tomó conciencia de la dificultad teológica que
suponía desvelar aquella realidad.
GÉNESIS 11
La torre de Babel

111
1En ese entonces se hablaba un solo idioma
en toda la tierra.
2 Al emigrar al oriente, la gente encontró
una llanura en la región de Sinar, y allí se
asentaron.
3 Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a
hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego.» Fue así
como usaron ladrillos en vez de piedras, y
asfalto en vez de mezcla.
4 Luego dijeron: «Construyamos una
ciudad con una torre que llegue hasta el cielo.
De ese modo nos haremos famosos y
evitaremos ser dispersados por toda la
tierra.»
5 Pero el Señor bajó para observar la
ciudad y la torre que los hombres estaban
construyendo.
6Y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y
hablan un solo idioma; esto es sólo el
comienzo de sus obras, y todo lo que se
propongan lo podrán lograr.
7 Será mejor que bajemos a confundir su
idioma, para que ya no se entiendan entre
ellos mismos.»
8 De esta manera el Señor los dispersó desde
allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron
de construir la ciudad. 9 Por eso a la ciudad se

112
le llamó Babel, porque fue allí donde el Señor
confundió el idioma de toda la gente de la
tierra, y de donde los dispersó por todo el
mundo.
70
Nemrod en la Biblia es descrito como hijo de
Cush, nieto de Cam y bisnieto de Noe, si bien,
algunas fuentes le hacen descender de Mizrain por
línea materna. Conforme a tan escasa información,
Nemrod fue el fundador del primer reino tras el
Diluvio y en consecuencia, el primer rey. El
Génesis señala que edificó importantes ciudades
como Babel, Uruk, Akkad o Ninive, entre otras.
Así, aun cuando la Biblia no lo dice, ni lo sugiere,
desde muy pronto su figura estuvo asociada a la
construcción de la Torre de Babel.
Al amparo de estos datos, distintas tradiciones
han amontonado un tropel de leyendas, muchas de
las cuales contradictorias entre si salvo en un
punto: la persona a la que aluden las Escrituras fue
el primero en fundar un reino, lo que bien
interpretado viene a significar que, fue uno de los
primeros Señores de la tierra. Este dato, por si sólo
explicaría por qué su figura es presentada como
antagonista de Dios, por cuanto en ello se recoge
las primeras fricciones que debió haber entre los
antiguos chamanes-sacerdotes representantes del
poder religioso con los Señores de la tierra que

113
asumieron el poder civil. Por otra parte, es un
hecho que al dios hebreo no le hacen gracia las
monarquías y que prefiere fórmulas de gobierno
colegidas como los Consejos patriarcales cuyo
único gobernante sea Dios. Tampoco ayuda al
personaje ser citado como constructor de ciudades
que lo relaciona con Caín el primer constructor
porque a Dios no parece agradarle que la
humanidad viva en ciudades. En consecuencia, el
nombre de Nemrod, que como el de su hijo
Mardón está emparentado con etimologías
asociadas al concepto de rebelde, debió ser una
atribución para cohesionar las distintas
características antedichas.
Hasta aquí, más o menos, hemos dado cuenta de
casi todos los mitos que salpican las páginas de la
Biblia, sea de modo directo aquí o indirecto en
volúmenes anteriores. A continuación, empero, el
lector aficionado a las Sagradas Escrituras echará
de menos varios pasajes de importancia como son
la salida de Abram de Ur; la salida de Lot de
Sodoma y Gomorra; el sacrificio de Isaac; el
enfrentamiento entre Esau y Jacob por la
primogenitura; y un largo etcétera que sería
relevante para profundizar en la fe judía. Pero, aún
cuando de rebote varios de los citados pasajes
omitidos en una apurada revisión pudieran tener

114
cabida en el totum revolutum de Nuestra Historia,
ahora nos ceñiremos a los motivos esenciales para
dar cuenta de aquello que sirviera para vehicular la
Gran Tradición, como es el caso del episodio La
Escalera de Jacob, o para demostrar al paciente
lector el grado de verdad que hay en la hipótesis
atoniana por el autor defendida desde el final del
segundo volumen, justificación del resumen que
hago del Libro de José.
MELQUISEDEC BENDICE A ABRAHAM
Del Patriarca de las tres Grandes Religiones aquí
sólo nos interesa el episodio en el que Abraham es
bendecido por Melquisedec tras haber rescatado a
Lot y vencido a varios reyes que aparece en
Génesis 14, limitándonos entonces a la parte final.
18 Y Melquisedec, rey de Salén y sacerdote
del Dios altísimo, le ofreció pan y vino.
19 Luego bendijo a Abram con estas
palabras:
«¡Que el Dios altísimo,
creador del cielo y de la tierra,
bendiga a Abram!
20 ¡Bendito sea el Dios altísimo,
que entregó en tus manos a tus enemigos!»
Entonces Abram le dio el diezmo de todo.
Melquisedec significaba en origen (Dios Sedec)

115
71
nombre del Planeta Júpiter. Pese a su breve
aparición bíblica es una figura emblemática en las
Sagradas Escrituras y para varias corrientes
posteriores, incluida la Gran Tradición, al ser el
primer rey-sacerdote así descrito y recibir el
primer diezmo. Paradójicamente, ninguna de las
tres religiones supo o quiso asignarle ascendencia
ni descendencia empezando por el mismo Génesis
que no pierde ocasión al respecto.
Por su parte, el cristianismo aprecia en este rey-
sacerdote presentando el pan y el vino, un anuncio
de Jesús. Pero serán ciertas líneas Gnósticas
quienes explorarán su potencial simbólico como
observamos en un texto de Nag Hammadi titulado
Melquisedec donde aparece como apocalíptico y
guerrero.
LA ESCALERA DE JACOB
La Escalera de Jacob aparece mencionada como
parte de un sueño que tiene Jacob en plena huida
por temor a las justas represalias que contra él
pudiera emprender su hermano Esau en Génesis
28, 11-19.
11 Llegando a cierto lugar, se dispuso a
hacer noche allí, porque ya se había puesto el
sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la
puso por cabezal, y acóstose en aquel lugar.

116
12 Y tuvo un sueño; soñó con una escalera
apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los
cielos, y he aquí que los ángeles de Dios
subían y bajaban por ella. 13 Y vio que
Yahveh estaba sobre ella, y que le dijo: «Yo
soy Yahveh, el Dios de tu padre Abraham y
el Dios de Isaac. La tierra en que estás
acostado te la doy para ti y tu descendencia.
14 Tu descendencia será como el polvo de la
tierra y te extenderás al poniente y al oriente,
al norte y al mediodía; y por ti se bendecirán
todos los linajes de la tierra; y por tu
descendencia. 15 Mira que yo estoy contigo;
te guardaré por donde quiera que vayas y te
devolveré a este solar. No, no te abandonaré
hasta haber cumplido lo que te he dicho.» 16
Despertó Jacob de su sueño y dijo: «¡Así
pues, está Yahveh en este lugar y yo no lo
sabía!» 17 Y asustado dijo: «¡Qué temible es
este lugar! ¡Esto no es otra cosa sino la casa
de Dios y la puerta del cielo!» 18 Levántose
Jacob de madrugada, y tomando la piedra
que se había puesto por cabezal, la erigió
como estela y derramó aceite sobre ella. 19 Y
llamó a aquel lugar Betel, aunque el nombre
primitivo de la ciudad era Luz.

117
72
Son incontables las interpretaciones judías que
de este símbolo se han propuesto, destacando
aquella que identifica el lugar donde Jacob tuvo su
sueño con el Monte Moria donde se construyó el
Templo de Salomón siendo su Piedra Angular
aquella sobre la que Jacob reposó la cabeza. En
cuanto a la interpretación cristiana de la Escalera
de Jacob se basa en Juan 1:51 donde se establece
una ligadura entre ambos episodios, pues la
interpretación midrásica ya había trabajado sobre
la subida y bajada de ángeles por la Escalera
Jacobita.
Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo:
veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios
subir y bajar sobre el Hijo del hombre.
LIBRO DE JOSÉ
El Libro de José, con apariencia de bello cuento
que sin problemas podría introducirse como uno
más de Las mil y una noches, puede tener su
fuente inspiradora, bien en la historia egipcia de
los dos hermanos, bien en el mito cananeo de
Elkunirsa y Asertu.
Cuento de los dos hermanos
Dos hermanos Anpu y Bata viven juntos
bajo el mismo techo. Un día, el primero
emprende un viaje y su mujer aprovecha

118
para seducir a su cuñado Bata, quien se
niega. Rechazada, a la vuelta de su marido, la
mujer de Anpu miente y le cuenta que Bata
no ha cesado de acosarla. Enfadado, Anpu
decide matar a su hermano pequeño, quien
no tiene más remedio que huir para
sobrevivir a la otra orilla del rio donde los
cocodrilos por mediación del dios Ra evitan
que su hermano le alcance. Desde la otra
orilla, Bata le cuenta la verdad a su hermano
y como prueba de veracidad se corta el pene.
Arrepentido, Anpu vuelve a casa y mata a su
esposa, mientras su hermano Bata
permanece en un oasis de cedros hasta que el
dios Jnun crea una mujer para él y cuyo
corazón esconde en uno de esos cedros. El
faraón, que descubre tal hecho, decide raptar
a la mujer y cortar el árbol, muriendo así
Bata. Por su parte, Anpu regresa en busca de
su hermano y, al encontrarle muerto, decide
encontrar el corazón de la extraña mujer.
Una vez encontrado, al cabo de los años, en
una piña que plantó, Bata resucita y clama
venganza. Transformado en toro y con la
ayuda de su hermano, Bata se presenta en
palacio y revela allí su identidad a su esposa,
quien ordena matarle. Dos gotas de su sangre

119
caen al suelo y de ellas crecen dos enormes
perseas, que la mujer ordena también cortar.
Entonces, una astilla le entra en la boca y
queda embarazada, dando a luz a una
reencarnación de Bata, reconocida como
heredera al trono. Tras la muerte del faraón,
Bata es nombrado como tal y se descubre
toda la historia —revelada por él mismo a
sus consejeros—, se castiga a la mujer y
Anpu se traslada, junto a su hermano, a
palacio como próximo heredero.
Este cuento, comporta una intencionalidad
política, al relacionar la estirpe de Ramsés
con la esfera divina: en un periodo de crisis
justo antes de la coronación de Seti II,
cuando urgía entroncar la nueva Dinastía
con la divinidad. No es coincidencia entonces
que el relato muestre trazas cananeas traídas
consigo por los hicsos, estirpe a la que
pertenecían los ramésidas. Pues bien, hay un
mito cananeo donde se describe la escena
original en la que se inspiraría la escena de la
falsa denuncia de una mujer hacia un santo
varón donde Asera pretende tener algo con
Baal y ante su rechazo le cuenta a su esposo
Elkunirsa que aquel había intentado
seducirla.

120
DIOSA ASERÁ
Era una diosa de la fertilidad y del amor sexual,
ligada al dios El, cuya representación gráfica era
un árbol plantado en el patio del templo o en su
defecto una estaca. Su culto era de los más
antiguos extendidos por Mesopotamia y regiones
aledañas. Como esposa de El ostentaba el título de
«Madre de todos los dioses». En Babilonia se la
conoce como Ishtar. A Egipto llegaría como Asera
durante la invasión de los Hicsos. En Grecia, no
antes de la Edad del Hierro, tomaría el nombre de
Astarte.
Aserá era la deidad principal para los cananeos y
también para muchos israelitas entre quienes su
73
nombre fue transformado en Astoret En Jer
44,17 podemos encontrar cómo su culto se
mantenía vivo en Israel, pese a los esfuerzos de los
rabinos por evitarlo.
Los niños recogían leña por las calles a fin de
encender fogatas en su honor; las mujeres
hacían tortas sacramentales con su figura; se
quemaba incienso y se hacían libaciones para
que les fuera propicia, pues se creía que de
esta forma los asuntos marcharían mejor.
Porque, el ensamblaje entre el politeísmo propio
de las tribus nómadas Habiru de la gran mayoría
del pueblo hebreo, con el elitista proto-

121
monoteismo atoniano muy minoritario, no fue
automático y requeriría de varios siglos antes de
que los menos se impusieran a los más. Así, desde
la llegada a Canaan a finales del –I Milenio hasta
el comienzo del exilio en el año -586, el
politeísmo era normal en todo Israel; fue sólo
después del exilio, que la adoración de Yahvé
cobraría preponderancia clara, aunque sólo en
fecha tan tardía como el tiempo de los Macabeos
en siglo -II que el monoteísmo se convirtió en
universal entre los judíos. Así se explica que el
propio rey Salomón le dedicaría un Templo y se
entregaría personalmente a su culto, no
pudiéndose descartar que la gente viera en su
figura una potencial divinidad femenina vinculada
74
con Yahvé.
1 Reyes 11:1-12:19
Las mujeres de Salomón
11Ahora bien, además de casarse con la hija
del faraón, el rey Salomón tuvo amoríos con
muchas mujeres moabitas, amonitas,
edomitas, sidonias e hititas, todas ellas
mujeres extranjeras, 2 que procedían de
naciones de las cuales el Señor había dicho a
los israelitas: «No se unan a ellas, ni ellas a
ustedes, porque de seguro les desviarán el
corazón para que sigan a otros dioses.» Con

122
tales mujeres se unió Salomón y tuvo
amoríos. 3 Tuvo setecientas esposas que eran
princesas, y trescientas concubinas; todas
estas mujeres hicieron que se pervirtiera su
corazón. 4 En efecto, cuando Salomón llegó a
viejo, sus mujeres le pervirtieron el corazón
de modo que él siguió a otros dioses, y no
siempre fue fiel al Señor su Dios como lo
había sido su padre David. 5 Por el contrario,
Salomón siguió a Astarté, diosa de los
sidonios, y a Moloc, el detestable dios de los
amonitas. 6 Así que Salomón hizo lo que
ofende al Señor y no permaneció fiel a él
como su padre David. 7 Fue en esa época
cuando, en una montaña al este de Jerusalén,
Salomón edificó un altar pagano para
Quemós, el detestable dios de Moab, y otro
para Moloc, el despreciable dios de los
amonitas. 8 Lo mismo hizo en favor de sus
mujeres extranjeras, para que éstas pudieran
quemar incienso y ofrecer sacrificios a sus
dioses.
9 Entonces el Señor, Dios de Israel, se enojó
con Salomón porque su corazón se había
apartado de él, a pesar de que en dos
ocasiones se le había aparecido 10 para
prohibirle que siguiera a otros dioses. Como

123
Salomón no había cumplido esa orden, 11 el
Señor le dijo: «Ya que procedes de este
modo, y no has cumplido con mi pacto ni con
los decretos que te he ordenado, puedes estar
seguro de que te quitaré el reino y se lo daré
a uno de tus siervos. 12 No obstante, por
consideración a tu padre David no lo haré
mientras tú vivas, sino que lo arrancaré de la
mano de tu hijo. 13 Y a éste, también por
consideración a mi siervo David y a
Jerusalén, no le quitaré todo el reino, sino
que le dejaré una sola tribu, la cual ya he
escogido».
A esta flexibilidad y libertad de culto le puso fin
la reforma de Isaías; todo lo relacionado con
Astoret y otras deidades fue extirpado del culto
yahvista, como primer paso hacia la formación de
una identidad nacional: Un Pueblo; una Tierra; un
Dios.
La recensión de esta joya literaria, el Libro de
José, insertada para finalizar el Génesis, como de
costumbre no le hace justicia, Pero con la misma
busco exponer, sin traicionar la trama, los
elementos esenciales que apoyan la sospecha de la
hipótesis atoniana es correcta.
José anteúltimo hijo de los doce que tuvo
Jacob por ser su favorito atrajo la envidia de

124
sus hermanos quienes cierto día, hartos, lo
vendieron como esclavo, haciendo creer a su
padre que había sido muerto por un lobo.
José fue a parar a casa de Putifar un
funcionario de primer orden al servicio del
Faraón quien, al ver que José sabía leer y
manejaba los números le confió la
administración de su casa. Pero la esposa de
Potifar, intentó seducirle sin éxito.
Despechada, le acusó en falso y fue
condenado a prisión. Allí coincidió con dos
sirvientes del rey a quienes acierta el futuro
interpretando sus respectivos sueños. Gracias
a uno de ellos, el copero del Faraón, José
recuperó la libertad al resolver
correctamente al Faraón el significado de la
imagen de siete vacas gordas y siete flacas,
quien en gracia lo nombró Gobernador de
Egipto, le cedió el anillo real y casó con
Asenat hija de Putifera sacerdote e On; con
ella tuvo dos hijos, Manases y Efraim.
Se cumplió lo profetizado. Mucha gente fue
a comprarle trigo a José, no sólo de Egipto.
El hambre también golpeó Canaan donde
vivía la familia de José. Enterados de que en
Egipto había trigo, Jacob envió a sus diez
hijos mayores a Egipto dejando a Benjamín

125
el menor, a su lado. Tras varias peripecias y
reconocer su mal comportamiento, José y sus
hermanos se reconciliaron. Al enterarse el
Faraón de lo sucedido, cedió a José y su
familia tierras de cultivo en agradecimiento
por cuanto bien había hecho por los egipcios.
Jacob muy agradecido aceptó, con la
condición de que los restos mortales fuesen
llevados nuevamente cuando el pueblo
regresase a Canaán. Jacob y su familia
vivieron en Gosén lugar de pastoreo
fronterizo.
La historia aquí resumida nos habla de un
personaje extranjero que en poco tiempo llega a lo
más alto de la jerarquía egipcia sólo por debajo del
faraón. Su pueblo ganadero llega con él empujado
por la sequía pero se queda en tierras limítrofes. El
núcleo histórico que este cuento reviste
magistralmente puede tener una doble fuente: de
un lado tenemos la figura ya comentada en Vol III
de Semenejkara que se corresponde con un
personaje muy cercano a Akenatón, de condición
foránea, que asciende muy rápidamente en el
escalafón, se hace por breve periodo con la
jefatura de Egipto por encima de Generales y
parientes del Faraón, verbigracia Horemheb y Ay
respectivamente. Y por otra parte, contamos con

126
varias cartas de Tell el Amarna donde se menciona
a un General semita llamado Yanhamu, quien
estaba al frente de los graneros y de los territorios
de Canaán. Las investigaciones eruditas no pueden
concluir que el José bíblico esté relacionado con
alguno de estos dos personajes si es que no son el
mismo. No obstante, si se analiza la figura de
Moisés, un semita que llega a lo más alto de la
jerarquía egipcia, etc, descubrimos que eliminando
los detalles se nos narra el mismo cuento.
Y ahora, como Nuestra Historia no pretende
comprender en profundidad la peripecia mítica del
Pueblo de Israel, prescindo por completo de entrar
al estéril desierto del Éxodo, por muchos que sean
los símbolos y mitos en su trasunto dignos de ser
analizados, tarea que me reservo para una mejor
ocasión, y echo aquí el cierre a este epígrafe al
objeto de que su contenido compacto sea tenido en
cuenta sin otras interferencias cuando nos
disponemos a avanzar por uno de los principales
caminos de la Gran Tradición.
LA SOCIEDAD JUDÍA EN TIEMPOS DE JESÚS
La mayor parte de la gente en tiempos de Jesús
sería como en la actualidad personas normales
preocupadas por el día a día y sobrellevar su
existencia del mejor modo posible. Con todo,
habría individuos que vivirían su vida conforme a

127
criterios ideológicos, cúlticos, religiosos y
espirituales de un modo más intenso o
comprometido, inmensa minoría esta en la que
podemos distinguir al menos cuatro tendencias, a
saber: Saduceos, Fariseos, Zelotes y Esenios.
Los Saduceos fueron un grupo de sacerdotes,
asociados con el liderazgo del Templo de
Jerusalén que se remontan a tiempos de Salomón
rey que fuera ungido por el Sumo Sacerdote
Zadoki de quien deriva el nombre saduceo. La
mayor parte de lo que conocemos sobre esta casta
religiosa es por Flavio Josefo, quien los
describiera como un grupo belicoso cuyos
seguidores eran ricos y poderosos. En cuanto a sus
ideas religiosas se piensa que los Saduceos
negaban la resurrección de los muertos y bajo esta
luz son tratados en el Nuevo Testamento
debatiendo el asunto con Jesús, y que negaban la
existencia de espíritus o ángeles. Y Rechazaban la
interpretación de la Torah de los rabinos.
Los fariseos que fijaban su inicio como
comunidad diferenciada en el período de
cautividad babilónica (-587 -536), adquirieron
notoriedad social a raíz de su claro
posicionamiento en la revuelta de los macabeos
contra los invasores sirios (167–165). Sus ideas
religiosas pueden sintetizarse en que creían en la

128
inmortalidad del alma, el castigo eterno de los
malvados y la resurrección de los justos.
Abogaban por el cumplimiento riguroso de la ley
mosaica. Su interpretación de lo que suponía ser
un buen judio fue mayoritaria, de modo que, tras
la destrucción del templo de Jerusalén, bastión de
los saduceos, su modelo fue el oficial del
judaísmo. Su literal interpretación de la ley y
casuismo fue motivo de reproche en los
Evangelios donde son acusados por boca de Jesús
de respetar más la letra que el espíritu de la ley
(Mateo 23:2-4) y de sustituir la palabra de Dios
por la tradición (Mateo 15:1-9), pues eran los
fariseos el sector rival del cristianismo primitivo
para hacerse con las riendas de la espiritualidad
hebrea.
Los zelotes, quienes tienen celo por Yahvé, fue
un movimiento político nacionalista del siglo I
fundado por Judas el Galileo poco después de
nacer Jesús. Su objetivo era lograr una Judea
independiente del Imperio Romano mediante la
lucha armada tal y como sucedió en la Gran
Revuelta Judía del 66-73 durante la que tomaron
control de Jerusalén hasta que la ciudad fue
tomada por los romanos, que destruyeron el
Templo. Fueron la facción más radical del
judaísmo de su época, enfrentados a fariseos y

129
saduceos por su celo al dinero. Dentro del
movimiento zelota, una facción radicalizada
conocida como los sicarios, se distinguió por su
particular virulencia. Uno de los discípulos de
Jesús, escogido por él como apóstol, provenía
posiblemente de este movimiento, pues es
designado inequívocamente como Simón el Celote
75
en Lucas 6:15.
76
LOS ESENIOS Junto a saduceos, fariseos y
77
zelotas estaban los esenios, siendo esta última
facción, la de mayor interés para Nuestra Historia,
78
especialmente la de su comunidad de Qumrán.
Los Esenios estaban ligados en origen con el
movimiento 'hasideo' aparecido durante la
dominación Seléucida (-197 a -142) En un
momento del periodo tras la revuelta macabea
(-166-159), una parte del movimiento liderada por
un personaje denominado Maestro de Justicia,
rompió con los sacerdotes y el Templo de
79
Jerusalén, iniciándose entonces su retiro a
Qumrán donde establecerán una comunidad que
sobrevivió hasta bien entrado el siglo I. La ruptura
obedeció en principio a una seria divergencia con
el calendario asunto crucial de cara a celebrar las
fiestas sagradas, asunto capital para el riguroso
cumplimiento de la Ley de Dios.

130
El alejamiento voluntario a tierras desérticas
aledañas al Mar Muerto pretendía recrear las
condiciones espirituales de éxodo y búsqueda del
auténtico Reino de Dios. Allí, lejos de gentiles y
de sacerdotes desviados de la Ley, sus seguidores
organizaron una comunidad donde poder vivir
80
conforme a sus convicciones.
Modo de ingreso: Ingresar en Qumrán era
voluntario, pero no por ello fácil. El candidato,
además de contar con determinadas cualidades,
primero era sometido a distintos ritos de paso, a
cada cual más exigente e instruido en el
exhaustivo conocimiento de la Ley. Esta especie
de noviciado, según los propios documentos Q y
Flavio Josefo, duraba tres años: uno de instrucción
y dos a prueba. Pero para ser definitivamente
aceptado, era preciso que el candidato, contara por
gracia divina con más partes de Luz que de
tinieblas, particular determinado en un sentido u
otro por la figura de los Inspectores que conducían
su preparación. A cuantos se juzgaba aptos para
formar parte de la comunidad, se les tomaba
juramento de llevar una vida humilde, disciplinada
y de estudio, hecho lo cual, la persona ya podía
participar del Banquete Sagrado.
Organización social: a la cabeza espiritual de la
Comunidad qumránica encontramos al Maestro de

131
Justicia, personaje probablemente histórico que
acaudillara la revuelta contra el Sacerdote Jonatan
y muy probablemente fuera por ello ejecutado.
Los documentos Q lo presentan designado por
Dios para conducir a su Pueblo en los últimos
días, así como depositario de un conocimiento
especial para comprender, explicar e interpretar las
Sagradas Escrituras. Bajo su inspirada presencia,
la comunidad se dividía en Sacerdotes, Levitas y
laicos que a su vez se subdividían en miles,
centurias, cincuentenas y decenas. La comunidad
estaba dirigida por un Consejo presidido por un
Inspector, contaba con la figura de un Sabio cuya
función era la de instruir a los Hijos de la Luz,
tenía varios jueces que probablemente cumplían
funciones administrativas en cada núcleo
poblacional que integraban Qumrán… era,
ciertamente, una comunidad sumamente
jerarquizada.
Forma de vida: en aquella sociedad ocupaban un
puesto destacado los sacerdotes sadoquitas y los
ancianos. Una buena parte vivía en aldeas
dedicados a la producción agrícola y ganadera con
sus familias, si bien, abundaban quienes elegían
una existencia más austera manteniendo la
castidad y el celibato, especie de reserva espiritual
a la que respondería Qumrán.

132
La vivienda, la tierra, el fruto del trabajo como
toda riqueza era colectiva y repartida entre todos
los miembros en función de su necesidad,
reservando siempre una parte destinada a viudas,
huérfanos, desvalidos, enfermos o fugitivos que
sin pertenecer a la comunidad acudiera a ellos en
petición de ayuda. Como ya se ha apuntado, toda
la vida giraba en torno al respeto escrupuloso de la
Ley mosaica, y en aras de su cumplimiento, todos
los miembros de la comunidad tenían la
obligación de practicar la corrección fraterna y
someterse dócilmente a la disciplina que para tal
menester se le impusiese.
Tras el trabajo, se purificaban y acudían a una
especie de refectorio donde realizaban la comida.
Los esenios evidentemente eran muy celosos de
guardar los preceptos judaicos alimenticios, pero
no eran vegetarianos.
Creencias: Aun partiendo del cuerpo de creencias
monoteístas compartido por todo Israel, el
pensamiento esenio se ve enormemente atravesado
por una concepción dualista de toda realidad de
marcada influencia irania zoroástrica que divide el
mundo en Luz y tinieblas, en ángeles y demonios,
en buenos y malos… realidad que el hombre
descubre en su propio corazón. Esta concepción
dualista comporta una lucha de contrarios,

133
impresión de disputa que facilita la perspectiva
apocalíptica de la historia y la esperanza
mesiánica, ingredientes ambos que se dan en
supino grado en la idiosincrasia esenia.
Dualismo, mesianismo y Apocalipsis proyectan
las líneas maestras sobre las que discurrirán sus
enseñanzas que requerirán de celo y rigorismo
exacerbado en la observancia de la Ley para no
separarse del lado del bien y el camino que
conduce a la Salvación y de un planteamiento
determinista que conduzca los acontecimientos
conforme a los designios divinos, donde toda
dificultad y revés será contemplado como prueba a
Israel y tentación al hombre.
Bajo estos parámetros hemos de entender su
creencia en la inmortalidad del alma, el Juicio
Final, la resurrección, la vida eterna gloriosa para
los buenos y el castigo infernal para los malvados.
la existencia de los ángeles entre los que destacaba
el ángel caído.
Nadie puede salvarse por sus propios medios.
Sólo el Amor misericordioso de Dios salva al
hombre, Nueva Alianza ofrecida a quienes se
arrepentían y convertían.
Gracias al Espíritu Santo, los convertidos podían
entender la palabra de Dios, interpretar sus
mensajes en las Escrituras y en la vida y

134
profetizar, cosa que era primordial conducirse en
el cumplimiento de la historia de salvación a la
que remite todo pasaje bíblico que requiere por
ello ser bien descifrado. Más esta capacidad para
interpretar y reinterpretar la Palabra de Dios,
comportaría libertad ante cualquier poder
institucional, lo que les haría merecedores de
persecución y hostigamiento por parte del resto
de Israel. Todo el proceso desde el –II hasta el
siglo I experimenta una aceleración vivencial en
la preparación y espera del Mesías Sacerdote y
Rey siguiendo el modelo de Melquisedec.
Para ilustrar la mentalidad esenia podemos
atender al himno final de la Regla de la
81
Comunidad:
Pero yo pertenezco a la humanidad impía,
a la asamblea de la carne inicua;
mis faltas, mis transgresiones, mis pecados,
[…]
con las perversiones de mi corazón,
pertenecen a la asamblea de los gusanos
y de quienes marchan en tinieblas.
Pues al hombre (no le pertenece) su camino,
ni al ser humano el afirmar su paso;
puesto que el juicio (le pertenece) a Dios,
y de su mano viene la perfección del

135
camino,
(…)
En cuanto a mí, si yo tropiezo,
las misericordias de Dios serán mi salvación
por siempre;
si yo caigo en pecado de carne,
en la justicia de Dios, que permanece
eternamente, estará mi juicio.
PENSAMIENTO ESENIO Y CRISTIANISMO PRIMITIVO:
Se discute, a mi juicio en exceso, el posible
origen esenio de varias creencias y enseñanzas que
estaban en el corazón del Cristianismo primitivo,
primero porque como advirtiera Qohelet, nada hay
nuevo bajo el sol, y si los cristianos no tomaron
sus ideas de los esenios, las tomarían de los
saduceos, de los fariseos, zelotas, terapeutas…y
segundo, porque ciertas expresiones y paralelos
textuales hacen muy verosímil que fuera así,
empezándose a sospechar que buena parte de la
comunidad cristiana primitiva estaba constituida
por esenios, asunto este que, tampoco es ni para
llevarse las manos a la cabeza, ni para regocijarse
en haber encontrado una extraña verdad, pues raro
sería que en tierras judías, los primeros cristianos
provinieran de judíos que no fueran antes fariseos,
saduceos, zelotas o esenios, de igual manera que

136
los primeros cristianos ajenos al judaísmo, antes
fueron paganos.
A continuación repararemos en las coincidencias
más notables en que se apoya la hipótesis del
origen esenio de las más significativas ideas
cristianas: Juan Bautista parece el cruce de
caminos que conecta las postrimerías de Qumrán
con la vanguardia cristiana, pues no es casualidad
que su predicación aconteciera cerca de sus
dominios; Pablo, sabemos que estuvo tres años
conviviendo en Qumrán en cumplimiento de su
iniciación; Jesús aparece en los Evangelios bajo la
tensión de dos modelos de Mesianismo el
religioso-espiritual de sacerdote y el político-
terrenal de Rey; y son varios las expresiones
qumránicas que ponen el acento en temas capitales
del Cristianismo posterior que van más lejos de
rechazar las riquezas terrenales, el perdón de los
pecados para quienes tengan fe, alabanza de la
caridad y la humildad… compartidos por el
judaísmo, así encontramos la importancia del
Bautismo; la Nueva Alianza; la venida del Hijo
del Hombre; la comunidad de Amor; la cena
sagrada con pan y vino; que en su conjunto
describen cierto paralelismo con el contenido de
los Evangelios.
Pero, de igual manera que encontramos

137
similitudes entre los esenios de qumrán y el
Cristianismo primitivo, existen clamorosas
diferencias: Mientras la comunidad de Qumrán
buscaba preservarse del exterior tanto a nivel
material como espiritual, el cristianismo fue una
apuesta por la apertura en ambos sentidos a la
sociedad judía y a los pueblos vecinos; Aunque
ambos movimientos participaban de la esperanza
mesiánica, los esenios contemplaban la
confluencia de tres personajes ( Un Profeta y dos
Mesías) mientras la segunda, le bastaba la figura
de Jesús, que por otra parte, con su sacrificio en la
Cruz ya había redimido a la entera humanidad y
no sólo a los perfectos de la Comunidad creyente;
mientras la Regla qumránica mantiene cierto
equilibrio entre las fuerzas opuestas de Bien y
Mal, dicho dualismo es superado por los
Evangelios donde Jesús triunfa sobre el Mal;
Mientras los esenios despreciaban el Templo de
Jerusalén, los cristianos primitivos, al igual que
Jesús, seguían acudiendo al Templo y allí
realizaban parte de su predicación. No se daba al
principio, por tanto, una sustitución del Templo de
Jerusalén por la comunidad de creyentes en Jesús,
como ocurría en Qumrán. Sólo en contados
pasajes de Juan, Hebreos y Apocalipsis aparece la
idea de sustitución del Templo, que seguramente

138
es posterior al 70 momento cuando el papel
expiatorio de los sacrificios se transfiere al
comportamiento ético y a creencias cristológicas,
asunto en el que yo no descartaría que las filas
cristianas estuvieran ya bien nutridas de esenios,
línea argumental por la que se explicaría la rápida
asimilación de la eucaristía con pan y vino donde
estos elementos suplen los sacrificios animales
esquivando el derramamiento de sangre; y por
último, pero muy significativo, la Regla de
Qumrán, se refiere en todo momento a una
comunidad masculina, mientras que las
comunidades de los primeros cristianos están
integradas por personas de ambos sexos.
Así las cosas, apuntadas las semejanzas y
diferencias entre la Regla y el Nuevo Testamento,
cabe concluir que nos es lícito entrever similitudes
en cuanto a la creencia en cierto dualismo, las
ideas apocalípticas, la forma de organización, la
forma de expresión y la terminología, que, en un
principio, hacen pensar en algún contacto entre la
comunidad de Qumrán y los primeros cristianos.
Sin embargo, sus semejanzas no tienen por qué ser
debidas a una transmisión directa, bien puede
ocurrir que esenios y cristianos bebieran de una
misma fuente como son los textos de Daniel, Enoc
o Macabeos, donde sus ideas, más o menos con

139
mayor o menor potencia aparecen esbozadas para
ulteriores desarrollos, siendo la Regla y los
Evangelios explicitaciones de dichos desarrollos.
Pero, si no fue directa la transmisión, la relevancia
de Juan el bautista y de Pablo, convierten lo
posible en harto probable, aunque fuera
únicamente por motivos de estrategia espiritual de
unos los cristianos por aumentar en número y de
otros los esenios por hallar un cauce para su
supervivencia acontecida la derrota militar ante
Roma.

140
III. CRISTIANISMO

El Cristianismo, nacido de uno de tantos


movimientos político-espirituales de carácter
mesiánico en las levantiscas provincias romanas
en que había deparado el antiguo Israel, pervivió
entre la comunidad hebrea del Imperio como una
facción más entre los seguidores de Pedro,
Santiago y los demás discípulos, con la
particularidad de que muy pronto en el siglo I por
82
intercesión paulina, su doctrina y enseñanza se
vieron participadas por los gentiles, siendo esta la
rama que a la postre sobreviviría primero a la
expulsión de Jerusalén tras la guerra con Roma y
después a las sucesivas diásporas. En todo caso,
ambos desarrollos judío y gentil, asumieron la
anterior Tradición, los primeros de modo natural
como propia y los segundos como necesaria para
comprender la suya, apareciendo así la división de
Antiguo y Nuevo Testamento, cuya suma de libros
83
da como resultado la Biblia cristiana.
Alcanzado este punto de la cuestión, para
abordar tangencialmente su conjunto de creencias
a fin de que su estudio sea de provecho en Nuestra
Historia, de todo el Nuevo Testamento, nos
centraremos en el Evangelio de Juan cuyo

141
contenido da más juego con las distintas corrientes
que acabarán engrosando en la Gran Tradición.
EVANGELIO DE JUAN
El Evangelio de Juan, texto sumamente
simbólico, ceremonioso y místico, aun
presentando notables diferencias con los otros tres
Evangelios canónicos de Marcos, Mateo y Lucas,
en personajes, pasajes, lenguaje estructura y estilo,
sin embargo, la Iglesia Católica lo acogió en el
canon. Su redacción se sitúa al final del siglo I
siendo el más tardío de los cuatro Evangelios. Los
motivos para ello son que el texto describe
Jerusalén y su ambiente tal como eran antes de ser
arrasada en el 70, aunque se da noticia de la
destrucción del Templo. En cuanto al lugar de su
composición, iIreneo (130-202) señaló a Éfeso,
afirmación que goza de amplio consenso entre los
eruditos en el tema.
No es preciso ser un especialista, ni en su
tiempo ni en la actualidad, para apreciar que nos
hallamos ante un relato muy especial que inicia la
obra con un himno (1, 1-5) para ser cantado por la
comunidad. El origen de este himno es
desconocido, discutiéndose todavía si lo tomó de
otra fuente. Es verdad, que algunos pasajes
parecen desordenados, no muy elaborados,
descontextualizados, en ocasiones abruptamente

142
interrumpidos, reiterados, y en ocasiones hasta
trastocados, lo cual induce a pensar que el relato
fue redactado a tropicones por uno o varios
autores. Sin embargo, podría tratarse de una
técnica novedosa para causar extrañeza y
potenciar la atención del lector o auditorio, pues
pese a todo lo dicho, el texto mantiene una
definida estructura muy coherente con el
contenido expresado: en su primera parte hasta el
final del capítulo 12, cuando todavía no ha
llegado la hora, Jesús se revela a través de signos
o gestos simbólicos. En la segunda parte,
habiendo llegado la hora, la revelación se
produce en la crucifixión y muerte de Jesucristo,
tiempo de su glorificación. Y un mensaje claro de
fondo: existe una relación entre el Hijo y el
Padre, como la hay entre el redentor y los
creyentes, de ahí el anuncio del Espíritu Santo
como Consolador, y el énfasis sobre el Amor
como un elemento de carácter cristiano. Si a esto
le añadimos que de principio a fin Juan destaca
por emplear un lenguaje donde se prodigan
asombrosamente los términos relacionados con
Padre, Creer, Amor, Conocimiento, Verdad y Luz,
lo suyo es concluir que, los desajustes más que
accidentales son pretendidos.
Apuntado todo lo anterior, es tiempo de

143
introducirnos en el Evangelio de Juan al objeto
de con su excusa poderles de una parte desgranar
distintos aspectos capitales del Cristianismo y de
otro ir sembrando el camino con las luces que lo
puedan iluminar, si bien, me tomo la libertad de
presentar selectivamente aquellos pasajes
amputados que para tal menester me conviene
más conservando su orden de aparición en el
texto.
JUAN 1, PRÓLOGO
La Palabra se hizo carne
1:1 Al principio existía la Palabra, y la
Palabra estaba junto a Dios,y la Palabra era
Dios.
1:2 Al principio estaba junto a Dios.
1:3 Todas las cosas fueron hechas por
medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada
de todo lo que existe.
1:4 En ella estaba la vida, y la vida era la
luz de los hombres.
1:5 La luz brilla en las tinieblas, y las
tinieblas no la recibieron.
1:6 Apareció un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan.
1:7 Vino como testigo,para dar testimonio
de la luz,

144
para que todos creyeran por medio de él.
1:8 Él no era la luz, sino el testigo de la luz.
1:9 La Palabra era la luz verdadera que, al
venir a este mundo, ilumina a todo hombre.
1:10 Ella estaba en el mundo, y el mundo
fue hecho por medio de ella, y el mundo no la
conoció.
1:11 Vino a los suyos, y los suyos no la
recibieron.
1:12 Pero a todos los que la recibieron, a los
que creen en su Nombre, les dio el poder de
llegar a ser hijos de Dios.
1:13 Ellos no nacieron de la sangre, ni por
obra de la carne, ni de la voluntad del
hombre, sino que fueron engendrados por
Dios.
1:14 Y la Palabra se hizo carne y habitó
entre nosotros.
Bueno, es evidente la distancia que hay entre 1
Génesis y 1 Juan. Este enigmático inicio recuerda
al dios egipcio Ptah. La palabra primero
identificada con dios y poco después con la luz es
origen creador de todo. Aparece el combate entre
la luz y la oscuridad después asociados a creer o
no creer teniendo como fondo el bien y el mal, la
salvación y la condena eterna. Todo ello sumado a

145
un enviado y la alusión a entidades creadas
directamente por dios, entiéndase los ángeles,
permite apreciar la concomitancia gnóstica del
texto cuyo propósito, a priori, sería el de servir de
vacuna contra el Gnosticismo. En esta línea la
expresión «La palabra se hizo carne» debe
comprenderse.
Por lo demás, sin salirnos de la tradición judía
inmediata, la idea de la preexistencia de la palabra
creadora de Dios ya estaba presente en la literatura
sapiencial judía, así como la identificación de
Jesús con la Sabiduría de Dios estaba presente
también en los sinópticos. Lo novedoso del asunto
es su relevancia que parece más propio del alma
griega que de la espiritualidad hebrea.
Pero el término griego «logos» además de
entenderse como palabra puede tomarse como
conocimiento e incluso razón y es este sentido
Gnóstico el que ha convertido al Evangelio de
Juan, en un texto de referencia entre las corrientes
subterráneas del cristianismo, interpretación que
tras muchos años de oscuridad sería rescatada por
J. C. Edelmann quien confesara en pleno XVIII, el
84
siglo de las Luces, la enorme alegría que le
85
invadiera descubrir en Juan I, que Dios es Razón.
JUAN 1, EL TESTIMONIO DE JUAN EL BAUTISTA

146
Jesús, el Cordero de Dios
1:19 Este es el testimonio que dio Juan,
cuando los judíos enviaron sacerdotes y
levitas desde Jerusalén, para preguntarle:
«¿Quién eres tú?».
1:20 Él confesó y no lo ocultó, sino que dijo
claramente: «Yo no soy el Mesías».
1:21 «¿Quién eres, entonces?», le
preguntaron: «¿Eres Elías?" Juan dijo:
«No». «¿Eres el Profeta?" «Tampoco»,
respondió.
1:22 Ellos insistieron: «¿Quién eres, para
que podamos dar una respuesta a los que nos
han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?».
1:23 Y él les dijo: «Yo soy una voz que grita
en el desierto: Allanen el camino del Señor,
como dijo el profeta Isaías».
1:24 Algunos de los enviados eran fariseos,
1:25 y volvieron a preguntarle: «¿Por qué
bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni
Elías, ni el Profeta?».
1:26 Juan respondió: «Yo bautizo con agua,
pero en medio de ustedes hay alguien al que
ustedes no conocen:
1:27 él viene después de mí, y yo no soy
digno de desatar la correa de su sandalia».

147
1:28 Todo esto sucedió en Betania, al otro
lado del Jordán, donde Juan bautizaba.
Juan Bautista, es un personaje relevante para
cristianos, mandeistas y musulmanes entre otras
muchas corrientes espirituales. Es presentado
como primo de Jesús que nacido de padre anciano
86
el sacerdote Zacarías y madre estéril Isabel, se
puso a predicar al decimoquinto año de Tiberio
hacia el 14 de nuestro calendario.
Como leemos arriba, Juan Bautista se definió a sí
mismo como voz que clama en el desierto:
«rectificad los caminos del Señor». Ello daría
cumplimiento a dos profecías que los esenios de
Qumrán exigían acontecieran simultáneamente.
Esto, unido al tema del desierto, a la práctica
bautismal por él practicada, da al menos para
entender que entre Juan Bautista y los esenios
había cierta vinculación. La diferencia entre el
ministerio general de los esenios y el de Juan
estribaría en que aquellos enfatizaban en el estudio
de la Ley, y las Escrituras, mientras Juan lo hacía
en la predicación y bautismo para la conversión
del pueblo, por esta apertura espiritual le
denomino esenio progresista.
Juan Bautista y Juan Evangelista: Juan Bautista
debe conectarse con la figura de Juan Evangelista
a quien la tradición atribuye el cuarto Evangelio.

148
Los dos juanes disocian la unidad de Jano
situándole al Bautista en el Solsticio de Verano
cuando la luz comienza a decrecer y al Evangelista
en el Solsticio de Invierno, cuando la Luz
nuevamente empieza a aumentar. Es en esta clave
astronómica que hemos de interpretar la
expresión: «Es hora de que yo disminuya y él
crezca» aparecida más adelante en 3, 30. Así, los
dos juanes marcan los límites zodiacales cual dos
columnas de Hércules que enmarca al astro
suspendido entre el cenit y el nadir ocupando el
punto central de un círculo imaginario por donde
discurre Hermes haciendo de Maestro de
Ceremonias. En este sentido, Rene Guenon, en su
artículo Los dos San Juanes, subraya y explica de
modo formidable la aparente paradoja acontecida
por la alegría del invierno y la tristeza del verano
«lo que ha alcanzado su máximo no puede ya sino
decrecer, y lo que ha llegado a su mínimo no
puede, al contrario, sino comenzar a acrecerse en
seguida; por eso el solsticio de verano señala el
comienzo de la mitad descendente del año, y el
solsticio de invierno, inversamente, el de su mitad
ascendente. (…) En la tradición hindú, el signo de
Cáncer, correspondiente al solsticio de verano, es
la «puerta de los hombres», que da acceso al pitr-
yâna, y el signo de Capricornio, correspondiente al

149
solsticio de invierno, es la «puerta de los dioses»,
que da acceso al deva-yâna. En realidad, el
período «alegre», es decir, benéfico y favorable, es
la mitad ascendente del ciclo anual, y su período
«triste», es decir, maléfico o desfavorable, es su
mitad descendente».
A la luz de los documentos de Qumrán, como se
ha adelantado, parece haber cierta semejanza entre
la corriente esenia y el cristianismo primitivo,
puestos en relación a través de la figura de Juan
Bautista. En este horizonte interpretativo, J.
Trebolle subraya los siguientes rasgos comunes
entre la comunidad de Qumrán y lo referido por
los Evangelios: la actitud ante la riqueza; los
exorcismos y curaciones por imposición de
manos; aspectos de la última cena que guardan
semejanza con los banquetes de la comunidad
esenia; el empleo de expresiones como «Hijo del
Hombre»; entre otros paralelos.
Muy probablemente, Juan Bautista como he
anticipado, fuera un esenio progresista. Y muy
posiblemente Jesús fuera uno de sus seguidores.
Así entiendo yo la expresión «El que viene detrás
de mi». ¡Está muy claro! En un momento dado,
Jesús se separaría del grupo, predicando y
bautizando por su cuenta. Ejecutados ambos en
poco tiempo, la tradición de Jesús robustecida por

150
la masa crítica aportada por el tropel gentil
introducido por Pablo de la que carecía la
tradición joanica, para sumar a los seguidores de
aquel no dudaron en colmar de alabanzas a su
líder en sus documentos. Así, los sinópticos
(Marcos, Mateo y Lucas), además de declararle
profeta, que no ha nacido de mujer «ningún
hombre más grande que Juan el Bautista y
padeciendo martirio, nos lo presentan Bautizando
a Jesús; imagen dura al oído del cristiano
posterior, pero no para quienes sabían la verdad y
entendían los poderosos fraternales motivos que
encerraba la cita literaria que resiste el principio
de historicidad de dar un hecho por cierto cuanto
más difícil resulta admitirlo para sus partidarios,
que no es poco el esfuerzo teológico necesario
para explicar cómo un hombre por santo que sea
bautizó al mismo dios.
Acaso por ello, en el Evangelio de Juan, se
rebaja su perfil al de testigo: sin elogios; sin
bautismo; sin martirio… ¿Había desaparecido la
estrategia de arrimarse a los seguidores de Juan?
De eso nada. El Evangelio de Juan señala que los
primeros discípulos de Jesús surgieron de las filas
de los seguidores de Juan el Bautista y aquel en
vez de enojarse declara: «Es necesario que él
(Jesús) crezca y que yo disminuya».

151
Precisamente, es al final del pasaje de Juan
Bautista donde se presenta a los primeros
discípulos de Jesús 1,35-51, dando a entender
cierta continuidad entre ambas comunidades, que
encontramos sugerentes imágenes merecedoras de
ser comentadas.
1:48 «¿De dónde me conoces?», le preguntó
Natanael. Jesús le respondió: «Yo te vi antes
que Felipe te llamara, cuando estabas debajo
de la higuera».
1:49 Natanael le respondió: «Maestro, tú
eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
1:50 Jesús continuó: «Porque te dije: “Te vi
debajo de la higuera”, crees. Verás cosas más
grandes todavía».
1:51 Y agregó: «Les aseguro que verán el
cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y
bajar sobre el Hijo del hombre».
En primer término tenemos a un hombre
descansando bajo una higuera. Además de
remitirnos al Adán del Paraiso, yo aquí aprecio
que la labor proselitista de los monjes budistas
indios que los había esparcidos por las grandes
ciudades orientales como Alejandría, empezaban a
rivalizar seriamente en el mercado de las almas
necesitadas de consuelo.
En segundo término, aparece de modo elíptico la

152
Escalera de Jacob identificada con la figura «El
hijo del hombre» por donde los ángeles suben y
bajan del cielo.
JUAN 2, ANUNCIO DE LA RESURRECCIÓN DE JESÚS
Pasadas las Bodas de Caná cuyo pasaje carece de
paralelo en los sinópticos, acontece el episodio
este sí compartido por los cuatro Evangelios de la
entrada en tromba de Jesús en el Templo
expulsando a comerciantes, Es seguido a esto que
Jesús expresa un enigmático anuncio, desde
entonces piedra angular de la bóveda conceptual
del masonismo cristiano.
2:18 Entonces los judíos le preguntaron:
«¿Qué signo nos das para obrar así?».
2:19 Jesús les respondió: «Destruyan este
templo y en tres días lo volveré a levantar».
2:20 Los judíos le dijeron: «Han sido
necesarios cuarenta y seis años para
construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar
en tres días?».
2:21 Pero él se refería al templo de su
cuerpo.
Sean estas palabras de Jesús, o sean palabras
puestas en su boca, el hecho cierto es que, en el
texto se trazan varios grados de identificación: una
identidad entre el cuerpo de Jesús y el Templo de

153
Jerusalén; una asimilación de todo cuerpo a todo
Templo; y entre otros niveles de lectura, aquella
que permite asociar nuestro cuerpo a nuestro
Templo, tercera acepción que a su vez resiste al
menos dos versiones, a saber, que nuestro cuerpo
es como un templo sagrado al que hemos de
cuidar y respetar; que nuestro cuerpo es el
Templo, la obra en que debemos trabajar
espiritualmente.
Si recordamos, el paralelismo ya aparece
apuntado en las enseñanzas de Vitruvio como
vimos en el volumen III. La idea circulaba desde
tiempo inmemorial en Oriente, donde los aspectos
somáticos, aquellos relacionados con el cuidado
del cuerpo, su nutrición, respiración, limpieza,
disciplina, goce sexual, embellecimiento…eran
atendidos como medio para la meditación
adecuada, cuyo reflejo occidental se vería recogida
en la máxima latina «Mens sana in corpore sano».
En cualquier caso, observamos nítidamente que la
enseñanza aquí transmitida habla de una Gran
Tradición madura que ya trabajaba a medio día en
punto. Esta Gran Tradición, tuvo su reflejo no solo
en el Nuevo Testamento como estamos viendo,
sino también en el Antiguo, siendo preciso para
Nuestra Historia, hacer un alto en el camino y
pararnos a descansar en la piedra angular situada

154
en el ecuador de este volumen IV que es a su vez
el ecuador de la Historia Oculta de la Masonería, a
fin de echar un vistazo a cómo la Gran Tradición
fue recogida en la Biblia a través de sus piedras.
PIEDRAS EN LA BIBLIA
Desde el Paleolítico, como vimos en el primer
volumen, la humanidad y la piedra tuvieron un
desarrollo común cuya andadura se tradujo en
culto. Los primeros sistemas de creencias elevaron
a las piedras en entidades sagradas que aún
conservan en forma de talismanes y amuletos.
Cuando las creencias se transformaron en
religiones durante el Neolítico, fue preciso
despojar a minerales y rocas de parte de su poder
para trasferirlo a las nuevas divinidades, si bien, la
piedra dada su utilidad representativa
permanecería muy presente en la vida de las
gentes y de sus sociedades siendo su papel crucial
para fijar territorios, señalizar tumbas, realizar
trueques y como vemos en el pasaje de Génesis
31, 45-52, sellar acuerdos entre clanes.
45 Jacob tomó una piedra y la erigió como
estela.
46 Y dijo Jacob a sus hermanos: «Recoged
piedras.» Tomaron piedras, hicieron un
majano y comieron allí sobre el majano.

155
47 Labán lo llamó Yegar Sahdutá, y Jacob
lo llamó Galed.
48 Labán dijo: «Este majano es hoy testigo
entre nosotros dos.» Por eso le llamó Galed,
48 y también Mispá, pues dijo: «Que
Yahveh nos vigile a los dos, cuando nos
alejemos el uno del otro».
Conforme avanzaron las Edades del metal, esta
pugna entre las religiones y las primitivas
creencias se acentuaría hasta llegarse, verbigracia
en la religión hebrea, a prohibir el culto a las
piedras sagradas como se refleja en Lev 26,1.
1 No os hagáis ídolos, ni pongáis imágenes o
estelas, ni coloquéis en vuestra tierra piedras
grabadas para postraros ante ellas, porque
yo soy Yahveh vuestro Dios.
Sin embargo, tal era el arraigo milenario de la
piedra en la psique colectiva que las nuevas
formas religiosas, no pudiendo aniquilar aquel
sentimiento primitivo, lo acomodaron a su
proceder teologal como vimos en el pasaje de
Jacob quien recostara la cabeza sobre una piedra,
lugar emblemático donde tuvo el sueño de la
escalera y más claro todavía queda en el pasaje de
Éxodo 28, 9-21 donde el mismo Yahvé da
indicaciones sobre el particular rito de las piedras
preciosas.

156
9 Tomarás dos piedras de ónice, sobre las
cuales grabarás los nombres de los hijos de
Israel:
10 seis de sus nombres en una piedra y los
seis restantes en la otra, por orden de
nacimiento.
11 Como se tallan las piedras y se graban
los sellos, así harás grabar esas dos piedras
con los nombres de los hijos de Israel; las
harás engarzar en engastes de oro.
12 Después pondrás las dos piedras sobre
las hombreras del efod, como piedras que me
hagan recordar a los hijos de Israel, y así
llevará Aarón sus nombres sobre sus dos
hombros para recuerdo delante de Yahveh.
13 Harás engarces de oro;
14 y también dos cadenillas de oro puro; las
harás trenzadas a manera de cordones, y
fijarás las cadenillas trenzadas en los
engarces.
15 Bordarás también el pectoral del juicio;
lo harás al estilo de la labor del efod. Lo
harás de oro, púrpura violeta y escarlata, de
carmesí y lino fino torzal.
16 Será cuadrado y doble, de un palmo de
largo y otro de ancho.

157
17 Lo llenarás de pedrería, poniendo cuatro
filas de piedras: en la primera fila, un sardio,
un topacio y una esmeralda;
18 en la segunda fila, un rubí, un zafiro y un
diamante;
19 en la tercera fila, un ópalo, una ágata y
una amatista;
20 en la cuarta fila, un crisólito, un ónice y
un jaspe; todas estarán engastadas en oro.
21 Las piedras corresponderán a los
nombres de los hijos de Israel: doce, como los
nombres de ellos. Estarán grabadas como los
sellos, cada una con su nombre, conforme a
las doce tribus.
Así, observamos como el dios inefable y
abstracto se pliega a la evidencia accediendo a que
se le levanten primero altares como se aprecia en
Éxodo 20, 24-25 y después templos como el de
Salomón.
24 Hazme un altar de tierra para ofrecer
sobre él tus holocaustos y tus sacrificios de
comunión, tus ovejas y tus bueyes. En todo
lugar donde haga yo memorable mi nombre,
vendré a ti y te bendeciré.
25 Y si me haces un altar de piedra, no lo
edificarás de piedras labradas; porque al
alzar tu cincel sobre ella queda profanada.

158
Acabando el propio dios escribiendo su Ley
Sagrada en tablas de piedra como se lee en Éxodo
24.12.
12 Dijo Yahveh a Moisés: «Sube hasta mí,
al monte; quédate allí, y te daré las tablas de
piedra —la ley y los mandamientos— que
tengo escritos para su instrucción».
Pero en este tira y afloja había una de cal y otra
de arena, pues si la piedra fue definitivamente
87
aceptada como digna de representar a dios, no
por ello dejaría de denostarse su materialidad al
objeto de mantener a raya su persistente culto
entre los israelitas; así en Éxodo 1, 19, se advierte
el trato peyorativo que posteriormente será
recogido por los Evangelios para reprochárselo a
los fariseos.
19 Yo les daré un solo corazón y pondré en
ellos un espíritu nuevo: quitaré de su carne el
corazón de piedra y les daré un corazón de
carne.
No obstante, la piedra se mostraba tan resistente
en el campo teológico como lo era en la realidad y
así, se llegaría a asociar a Yahvé con la mismísima
roca de Israel como podemos leer en 2 Salmos
23.3.
3 El Dios de Jacob ha hablado, me ha dicho
la Roca de Israel. El justo que gobierna a los

159
hombres, que gobierna en el temor de Dios.
Aspecto remarcado por profetas como en Isaías
26.4.
4 Confiad en Yahveh por siempre jamás,
porque en Yahveh tenéis una Roca eterna.
Pero con el tiempo, el culto a la piedra fue
cediendo terreno espiritual quedando reubicado
definitivamente como signo de la divinidad, bien
de su estabilidad, bien de su fuerza e incluso de su
presencia, asunto transmitido del judaísmo al
88
cristianismo sin la menor merma significativa,
por ejemplo, el Salmo 118.22 fue reivindicado
como anuncio del desprecio que Israel haría del
mensaje de Jesús como se expresa en Mateo
21.40.
22 La piedra que los constructores
desecharon en piedra angular se ha
convertido;
También Pablo supo relacionar el pasaje donde
Moisés hizo brotar agua de una roca en el desierto
con la figura de Jesús en Corintios 10.4.
4 y todos bebieron la misma bebida
espiritual, pues bebían de la roca espiritual
que les seguía; y la roca era Cristo.
E igualmente la advertencia del Profeta Isaías
sobre la piedra de tropiezo la supo interpretar a la

160
nueva luz del evangelio de Jesús en Romanos,
9.33.
33 como dice la Escritura: «He aquí que
pongo en Sión piedra de tropiezo y roca de
escándalo; mas el que crea en él, no será
confundido».
Pero junto a la piedra desnuda, tenemos el tema
superior de la Construcción del que ya hemos
tratado ampliamente al abordar el caso de la Torre
de Babel o el Templo de Salomón. Como ya
advertimos en su momento, la tarea constructiva y
menos la construcción en piedra, no era una labor
muy grata a dios que digamos… pero también el
dios hebreo con el tiempo tuvo que ceder ante la
estabilidad y fortaleza que la tradición de la piedra
mostraba y el agradecido respeto con que era
venerada por la humanidad que durante millones
de años había convivido y aprendido con ella. Así,
la Construcción fue asumida como un proyecto
sagrado y divino en si mismo siempre que contara
con la Gracia de dios como se observa en Salmos
127.1.
1 Canción de las subidas. De Salomón. Si
Yahveh no construye la casa, en vano se
afanan los constructores; si Yahveh no guarda
la ciudad, en vano vigila la guardia.
La conjunción del elemento piedra con la

161
actividad constructiva adquirirá una potencia
significativa de primer orden en Pablo Efesios
2,20.
20 edificados sobre el cimiento de los
apóstoles y profetas, siendo la piedra angular
Cristo mismo,
21 en quien toda edificación bien trabada se
eleva hasta formar un templo santo en el
Señor,
22 en quien también vosotros estáis siendo
juntamente edificados, hasta ser morada de
Dios en el Espíritu.
Corintio, 3,11
11 Pues nadie puede poner otro cimiento
que el ya puesto.
Aunque a caso sea el episodio de Mateo 16.18 el
más significativo por la posterior trascendencia
para la Iglesia como Institución fundada por Jesús.
18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las
puertas del Hades no prevalecerán contra
ella.
Evidenciado sucintamente la presencia de la
piedra en la Biblia, sólo me queda destacar que, a
nada que uno lea con atención sus páginas,
encontrará por doquier cientos de casos en que la

162
piedra es empleada como protagonista de una
escena, de una acción o de un mensaje en forma
89
de símbolo o metáfora. Si a ello le sumamos los
episodios en que un elemento concomitante a la
piedra, como es la construcción es motivo
principal de la narración, la relevancia que ambos
componentes alcanza es tan notable que nos
negamos a creer que el hecho sólo responde a un
recurso literario y apostamos por considerar que
entre los múltiples conocimientos astronómicos,
botánicos, geográficos, medicinales, ceremoniales,
etc, que encierra el texto bíblico, es innegable que
uno de ellos apunta muy claramente a una
ancestral tradición masónica.
JUAN 3, EL DIÁLOGO DE JESÚS CON NICODEMO
3:1 Había entre los fariseos un hombre
llamado Nicodemo, que era uno de los
notables entre los judíos.
3:2 Fue de noche a ver a Jesús y le dijo:
«Maestro, sabemos que tú has venido de
parte de Dios para enseñar, porque nadie
puede realizar los signos que tú haces, si Dios
no está con él».
Nicodemo debió ser seguramente miembro del
Sanedrín. Su nocturna aproximación a Jesús,
además de escenificar cierto miedo a ser

163
reconocido como seguidor suyo, hace del pasaje
una alegoría de quien busca la luz del
conocimiento en medio de la oscuridad. Es al final
de la conversación donde reside la luz de la
explicación que se le ofrecerá.
3:18 El que cree en él, no es condenado; el
que no cree, ya está condenado, porque no ha
creído en el nombre del Hijo único de Dios.
3:19 En esto consiste el juicio: la luz vino al
mundo, y los hombres prefirieron las
tinieblas a la luz, porque sus obras eran
malas.
3:20 Todo el que obra mal odia la luz y no
se acerca a ella, por temor de que sus obras
sean descubiertas.
3:21 En cambio, el que obra conforme a la
verdad se acerca a la luz, para que se ponga
de manifiesto
que sus obras han sido hechas en Dios.
Aquí, percibimos sin tapujos la identificación
entre, fe-verdad-bien-luz en contraposición con,
rechazo de la fe-falsedad-mal-tinieblas. El texto
espiritual se fundamenta en la experiencia
mundana de que quienes obran mal prefieren la
oscuridad para que no se les vea, mientras quienes
obran bien nada temen bajo el sol de medio día.
Curiosamente, tras un encadenado de

164
razonamientos, la conversación se ve súbitamente
interrumpida en el texto, pero no en la mente del
lector atento que mentalmente suple la secuencia
lógica de lo leído, que es precisamente lo
pretendido por el autor del relato como recurso
zigernot para que se grabe a fuego la enseñanza.
La secuencia lógica de diálogo es la siguiente:
Y entonces Jesús le pregunto en penumbra
¿Qué queremos? A lo que Nicodemo contestó
lleno de un repentino gozo ¡La Luz!.
JUAN 4, EL ENCUENTRO DE JESÚS CON LA
SAMARITANA
Jesús de Judea camino a Galilea pasó por
Samaria. Allí se sienta junto al pozo de Jacob
al medio día. Una samaritana acudió al lugar
y Jesús le dijo: «Dame de beber».
4:9 La samaritana le respondió: «¡Cómo!
¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí,
que soy samaritana?». Los judíos, en efecto,
no se trataban con los samaritanos.
4:10 Jesús le respondió: «Si conocieras el
don de Dios
y quién es el que te dice: «Dame de beber»,
tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría
dado agua viva».
4:11 «Señor, le dijo ella, no tienes nada para

165
sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De
dónde sacas esa agua viva?
4:12 ¿Eres acaso más grande que nuestro
padre Jacob, ue nos ha dado este pozo, donde
él bebió, lo mismo que sus hijos y sus
animales?».
4:13 Jesús le respondió: «El que beba de
esta agua
tendrá nuevamente sed, 4:14 pero el que
beba del agua que yo le daré, nunca más
volverá a tener sed.
El agua que yo le daré se convertirá en él en
manantial que brotará hasta la Vida eterna».
4:15 «Señor, le dijo la mujer, dame de esa
agua para que no tenga más sed y no necesite
venir hasta aquí a sacarla».
4:16 Jesús le respondió: «Ve, llama a tu
marido y vuelve aquí».
4:17 La mujer respondió: «No tengo
marido». Jesús continuó: «Tienes razón al
decir que no tienes marido,
4:18 porque has tenido cinco y el que ahora
tienes no es tu marido; en eso has dicho la
verdad».
4:19 La mujer le dijo: «Señor, veo que eres
un profeta.

166
4:20 Nuestros padres adoraron en esta
montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén
donde se debe adorar».
4:21 Jesús le respondió: «Créeme, mujer,
llega la hora
en que ni en esta montaña ni en Jerusalén se
adorará al Padre».
4:22 Ustedes adoran lo que no conocen;
nosotros adoramos lo que conocemos, porque
la salvación viene de los judíos.
Lo primero que destaca del texto es que el tema
de un dios junto a un pozo donde un sencillo
mortal es puesto a prueba no nos es desconocido y
nos remite a la diosa Demeter.
Toda la extraña escena narrada en el encuentro
de Jesús con la Samaritana que aquí hemos
cercenado, tiene por objeto explicar la extensión
de la enseñanza de Jesús entre los pueblos
paganos, lo cual, entra en abierta contradicción
con lo contado por Hechos de los Apóstoles,
donde dicha acción evangelizadora de Samaria es
atribuida a Felipe. Sin embargo, en el relato
joanico esta función apostólica le es adjudicada a
una auténtica marginada social, por ser mujer,
semi-pagana respecto a la fe judía, y pecadora a
ojos de su propio pueblo. A consecuencia del
encuentro, la ciudad entera creerá en Jesús por la

167
palabra de la mujer…». Mérito propio de una
discípula-Apostol.
Por otro lado, apreciamos la distinción efectuada
en el texto entre quienes adoran lo que conocen y
los que adoran sin conocer. No es baladí el matiz;
pues aquí el conocimiento parece imprescindible
para la acertada fe. La cuestión del conocimiento
aparece vinculada a saber la verdad sobre los
cinco maridos de la mujer, metáfora del politeísmo
funcional que posibilita el culto ritualístico pero
no satisface la sed espiritual, desde la perspectiva
monoteísta. Empero, esta apertura al conocimiento
recuerda mucho a la dialéctica platónica y a la
Mayéutica socrática por cuanto la fe es entendida
como un proceso progresivo. La disposición de la
samaritana frente a Jesús es la de una discípula
que pregunta, se deja guiar y aprende del maestro.
JUAN 7, VIAJE DE JESÚS A JERUSALÉN
7:1 Después de esto, Jesús recorría la
Galilea; no quería transitar por Judea
porque los judíos intentaban matarlo.
7:2 Se acercaba la fiesta judía de las
Chozas, 7:3 y sus hermanos le dijeron: «No te
quedes aquí; ve a Judea, para que también
tus discípulos de allí vean las obras que
haces.
7:4 Cuando uno quiere hacerse conocer, no

168
actúa en secreto; ya que tú haces estas cosas,
manifiéstate al mundo».
7:5 Efectivamente, ni sus propios hermanos
creían en él.
7:6 Jesús les dijo: «Mi tiempo no ha llegado
todavía, mientras que para ustedes cualquier
tiempo es bueno.
7:7 El mundo no tiene por qué odiarlos a
ustedes; me odia a mí, porque atestiguo
contra él que sus obras son malas.
7:8 Suban ustedes para la fiesta. Yo no subo
a esa fiesta, porque mi tiempo no se ha
cumplido todavía».
7:9 Después de decirles esto, permaneció en
Galilea.
7:10 Sin embargo, cuando sus hermanos
subieron para la fiesta, también él subió,
pero en secreto, sin hacerse ver.
7:11 Los judíos lo buscaban durante la
fiesta y decían: «¿Dónde está ese?».
7:12 Jesús era el comentario de la multitud.
Unos opinaban: «Es un hombre de bien».
Otros, en cambio, decían: «No, engaña al
pueblo».
7:13 Sin embargo, nadie hablaba de él
abiertamente, por temor a los judíos.

169
Después de dar cuenta de distintos prodigios
como convertir el agua en vino, curaciones a
distancia, multiplicar panes y peces o caminar
sobre las aguas, observamos aquí, pero también en
Marcos, Mateo y Lucas que Jesús además de tener
hermanos, no se llevaba muy bien con su familia,
madre incluida, pues por una parte no le creían en
lo concerniente a su mensaje espiritual, pero por
otro le presionaban para ensalzarle en su misión
política que Jesús no deseaba, al menos con la
misma intensidad que la espiritual.
El texto, desliza, como si tal cosa, la diferencia
entre una actuación secreta que le reprochan a
Jesús y un comportamiento discreto que este
adopta. Sea entonces que como se observa en
distintos pasajes donde Jesús se retira a orar en
soledad, se ausenta de todos, o explica a unos
pocos…también de los sinópticos, desde el inicio
hubo una sombra de sospecha sobre cierta rama
esotérica del cristianismo que en mi opinión más
que justificada queda del todo confesada en los
Evangelios y en el testimonio de los Padres de la
Iglesia.
«Doy gloria a ti, Padre, Señor del Cielo y de
la Tierra, porque escondiste estas cosas a los
sabios y entendidos y las has descubierto a los
párvulos». (Mateo 11, 25)

170
«Entonces acercándose los discípulos le
dijeron: ¿Por qué les hablas en parábolas? Él
respondiendo les dijo: Porque a vosotros os
es dado saber los misterios del reino de los
cielos, mas a ellos no les es dado» (Mateo 13,
10-11).
«Con muchas parábolas como éstas les
hablaba la palabra, conforme a lo que podían
oír. Y sin parábolas no les hablaba aunque a
sus discípulos en particular les declaraba
todo». (Mateo 13, 34).
No es preciso entonces salirse de la ortodoxia y
acudir al comienzo del Evangelio según Tomás
para descubrir la existencia de una doctrina
esotérica de Jesús:
He aquí las palabras secretas que Jesús el
Viviente ha dicho y que ha escrito Dídimo
Judas Tomás: «Aquel que halle la
interpretación de estas palabras no probará
la muerte».
De esta tradición esotérica eran bien conscientes
los primeros Padres de la Iglesia quienes como
Clemente de Alejandría, en el capítulo XII del
primer libro de las Estromatas nos dice:
Puesto que la Tradición (sagrada) no puede
ser una cosa común y pública, hay motivo
para ocultar «esta sabiduría expresada en el

171
misterio» (I Corintios II, 7) que el Hijo de
Dios nos ha enseñado (...) Esta idea me
impedía escribir y aún ahora tengo mucho
cuidado en no «lanzar las perlas a los
puercos, no sea que las pisoteen y se vuelvan
y os despedacen» (Mateo VII, 6)». Si durante
años la Iglesia no ha querido pronunciarse en
lo que se refiere al esoterismo cristiano y ha
criticado, con toda la razón del mundo, al
cristianismo esotérico, no ha dejado por ello
de ser consciente de que en Cristo están
«escondidos los tesoros de la sabiduría y de la
ciencia (gnosis)» (Colosenses, II, 3).
Evidentemente, la doctrina esotérica de Jesús,
posteriormente fue completada, para otros
confundida, con la Doctrina esotérica de la Iglesia,
si bien, nunca fue olvidada como lo prueban las
palabras de Pablo VI en Diciembre de 1973:
Si pensamos en esta Santa Faz que, en la
noche de la transfiguración en la montaña,
cegó las miradas estupefactas de los tres
discípulos, en la inolvidable aparición, en
cierto modo esotérica, teológica que Jesús les
descubría.
Por lo demás, en este capítulo, queda
evidenciada la pretensión del autor por remarcar la
diferencia de los seguidores de Jesús con los

172
judíos contra quienes se cargarán las tintas de la
muerte de Jesús, mientras no se escatimarán
esfuerzos en descargar la culpa a los
representantes del pueblo romano. Esta estrategia
es muy comprensible si tomamos en consideración
la situación comprometida en que quedaron los
judíos tras la destrucción del Templo de Jerusalén
en el 70 y la necesidad que había para sobrevivir
de congraciarse con el Poder del Imperio.
LA IMPORTANCIA DEL VIAJE EN LOS EVANGELIOS
Mas, no quisiera dejar pasar la oportunidad
brindada por este pasaje, de hablar aquí sobre la
importancia que el viaje representa en la narración
evangélica. Si nos fijamos, Jesús y su séquito no
paran quietos yendo de aquí para allá. Debió ser
entonces un grupo muy dinámico cuya inercia les
llevaba a predicar de un lado para otro, más no
siempre su desplazamiento obedecía a la prédica,
que también a evitar ser detectados por las
autoridades que andaban tras sus pasos, cuando no
a esquivar el repudio de los locales que veían en
su presencia motivos de disturbio o preocupación.
Conforme a lo reflejado en los evangelios
canónicos, los viajes de Jesús fueron nueve en el
90
transcurso de su predicación pública.
Primer Viaje. Jesús deja Nazaret y llega a
Betania al otro lado del Jordán, donde es

173
bautizado por Juan, tras lo cual, se retira al
desierto de Judea. Allí permanece tentado por el
diablo cuarenta días y superada la prueba vuelve a
la zona de influencia juánica lugar en el que capta
a sus primeros discípulos antes de acudir a Caná
en Galilea para una boda, ocasión en que acontece
su primer milagro. De allí se va a Cafarnaúm,
centro neurálgico de su predicación.
Segundo Viaje. Jesús va de Cafarnaúm a
Jerusalén para la Fiesta de la Pascua, viaje en que
tiene ocasión el conflicto con los comerciantes del
templo y el encuentro nocturno con Nicodemo.
Permanece en Judea donde es apreciado por la
gente, pero tras el arresto de Juan decide regresar a
Galilea por el camino de Samaria momento en que
se encuentra con la mujer samaritana. Ya en
Galilea, Jesús se involucra activamente en
Cafarnaúm enseñando y curando a los enfermos.
Pasado un tiempo, hechos nuevos discípulos, Jesús
va a Jerusalén para la segunda Pascua de su vida
pública y fue en esta ocasión, cercano a un
estanque de Jerusalén, que curó a un hombre que
había estado enfermo durante treinta y ocho años.
La acusación de violar el sábado y la enemistad de
los fariseos motivarán el pronto regreso de Jesús a
Galilea. En Cafarnaúm sana en sábado a un
hombre que tenía una mano seca. Los fariseos

174
hacen ahora una causa común con los herodianos
para «destruirle». Las cosas estaban pasando de
castaño a oscuro y prudentemente, Jesús se
marcha al Mar de Galilea donde realiza muchos
milagros y dará a conocer sus enseñanzas en el
Sermón de la Montaña. Pasado un tiempo
prudencial y habiéndose calmado los ánimos,
Jesús decide volver a cafarnaúm para interceder
por el sirviente de un centurión que se lo solicita.
Tercer Viaje. Jesús emprende un tercer periplo
por tierras galileas; en este lapso recibe a los
emisarios de Juan; su séquito es cada vez mayor y
junto a los discípulos le acompañan siempre un
nutrido número de mujeres. Después de regresar a
Cafarnaúm, Jesús es acusado por los fariseos de
expulsar demonios con la ayuda del príncipe de
los demonios asunto más que peligroso que le
convence para retirarse de nuevo al mar, momento
en que predica el «Sermón del Lago», que consiste
de siete parábolas.
Cuarto Viaje. Jesús junto a sus discípulos cruza
el lago en medio de una tormenta. A la mañana, en
la ciudad de los gerasenos, Jesús expulsa los
espíritus malignos, pero les permite entrar en una
piara de puercos. Las bestias se autodestruyen en
las aguas del lago, y los asustados habitantes
ruegan a Jesús que no se quede ya entre ellos.

175
Después de regresar a Cafarnaúm envía a sus
discípulos en misión de dos en dos por Galilea,
pero la ejecución de Juan hizo que regresaran de
inmediato junto al Maestro.
Quinto Viaje. Al objeto de encontrar sosiego y
seguridad, Jesús y los discípulos cruzan el lago
donde les aguarda una multitud favorable a la que
desea instruir pero también alimentar. Es entonces
que acontece el milagro de los panes y los peces.
La multitud allí congregada desea hacerlo rey y
Jesús escapa hacia una montaña cercana donde
pasaría la noche. Mientras los discípulos que
regresaban en barca a cafarnaúm, ven a Jesús
caminando sobre las aguas en medio de otra
tormenta. De nuevo en Cafarnaúm, Jesús
dirigiéndose a la asamblea de sus seguidores,
aclara su misión que es espiritual y no política, a
causa de lo cual muchos que veían en él la figura
del rey libertador, abandonan quedándose sólo los
91
más fieles.
Sexto Viaje. Pasando de nuevo a través del país
de los gerasenos, expresa su desaprobación hacia
las prácticas fariseas sobre la pureza. Llega a Tiro
y Sidón desde donde se traslada a varios lugares
como la Decápolis región donde las multitudes
han oído durante tres días sus enseñanzas. Pese a
los signos y prodigios realizados durante ese

176
tiempo, los fariseos y los saduceos andan
buscando una excusa para arrestarlo. Jesús es
consciente de este hecho y advierte a su séquito
del peligro. Atraviesan entonces Betsaida
alcanzando los confines de Cesarea. Aquí, Jesús
presiente su destino y será una semana después
que acontecerá en el Monte Tabor el episodio de
la Transfiguración. Es en estas circunstancias que
Jesús rechaza la invitación de sus hermanos de ir a
la Fiesta de los Tabernáculos en Jerusalén.
Séptimo Viaje. Jesús acude a Jerusalén, los
samaritanos le niegan hospitalidad, y debe de ir
por el lado este del Jordán, momento en que como
medida de precaución envía a setenta y dos
discípulos, de dos en dos, para que le precedan en
cada ciudad. Pasa por Pera, por Jericó y recala en
Betania en casa de Marta y María. De Betania fue
a Jerusalén allí los Escribas y Fariseos se
esfuerzan por probarlo cuando le piden que se
pronuncie en el caso de la mujer encontrada en
adulterio. Poco después enseña a Sus Apóstoles el
Padre Nuestro, probablemente en algún lugar del
Monte de los Olivos. En un viaje misional a través
de Judea y de Perea, en este periplo acrecienta sus
milagros y la enemistad con los fariseos.
Octavo Viaje. Jesús regresa de nuevo a Jerusalén
para la Fiesta de la Dedicación, y se produce otra

177
discusión con los judíos. En Perea, Jesús explica
muchos puntos doctrinales importantes. De nuevo,
los fariseos intentan asustar a Jesús con la
amenaza de la persecución de Herodes; fue
entonces que María y Marta envían mensajeros a
Jesús, pidiéndole que vaya a curar a su hermano
Lázaro; acontecida la resurrección de Lázaro, los
seguidores de Jesús no hacen sino crecer. Este
hecho detectado por las autoridades religiosas y
políticas de Jerusalén provocan los
acontecimientos pascuales y deciden que Jesús
debe morir. Jesús, estaba al tanto de esta
resolución y decide refugiarse en Efrem, una
ciudad próxima al desierto.
Noveno Viaje. Desde Efrem, a través de Samaria
se desplaza hacia el Este a lo largo de la frontera
de Galilea, hacia Perea; desde allí va hacia el oeste
a través del Jordán; a través de Jericó; Betania en
el Monte de los Olivos; Betsaida y, finalmente,
rumbo a Jerusalén. A lo largo del trayecto
continua haciendo curaciones, así como
predicando su mensaje sobre el matrimonio, la
infancia, la riqueza, etc. Una multitud le aguarda
en Betania, atraídos por el milagro de la
resurrección de Lázaro. Así aclamado Jesús entra
a la mañana siguiente en Jerusalén en olor de
multitudes. Pero allí, en el templo fariseos,

178
saduceos y autoridades religiosas someten a Jesús
a un concienzudo escudriño doctrinal del que sale
airoso, pero quedando su figura muy
comprometida y dejando decididos a sus enemigos
en su contra.
JUAN 7, ENSEÑANZA DE JESÚS EN JERUSALÉN
La figura y mensaje de Jesús provocaba división
de opiniones entre la multitud: unos le acusaban
de estar poseído por el demonio; otros de hablar
sin autoridad; otros en cambio creían en él como
92
Mesías.
7:32 Llegó a oídos de los fariseos lo que la
gente comentaba de él, y enviaron guardias
para detenerlo.
7:35 Los judíos comentaban entre ellos: «¿A
dónde irá, para que no podamos
encontrarlo? ¿Acaso irá a reunirse con los
judíos dispersos entre los paganos, para
enseñar a los paganos?».
7:36 ¿Qué quiso decir con estas palabras:
«Me buscarán y no me encontrarán, y allí
donde yo estoy ustedes no pueden venir?».
8:22 ¿Pensará matarse para decir: «A
donde yo voy, ustedes no pueden ir?».
8:23 Jesús continuó: «Ustedes son de aquí
abajo,

179
yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo,
yo no soy de este mundo.
Evidentemente la afirmación de Jesús no se
refiere al Reino de la Muerte, porque en ese caso
hubiera dicho «allá a donde yo voy, nadie podría
regresar». Pero tampoco podemos entenderlo
como cielo por cuanto la prédica suya alimentaba
precisamente esta esperanza grosso modo. Nos
encontramos aquí frente a una alocución diáfana
que habla de un lugar de reunión conocido sólo
por los iniciados en sus enseñanzas.
JUAN 8, JESÚS Y ABRAHAM
8:52 Los judíos le dijeron: «Ahora sí
estamos seguros de que estás endemoniado.
Abraham murió, los profetas también, y tú
dices: «El que es fiel a mi palabra, no morirá
jamás.
8:53 ¿Acaso eres más grande que nuestro
padre Abraham, el cual murió? Los profetas
también murieron. ¿Quién pretendes ser
tú?».
8:54 Jesús respondió: «Si yo me glorificara
a mí mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi
Padre el que me glorifica, el mismo al que
ustedes llaman nuestro Dios», 8:55 y al que,
sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si

180
dijera: «No lo conozco», sería, como ustedes,
un mentiroso.
De nuevo, la luz del conocimiento se superpone
a la luz del culto y eleva al personaje a la
divinidad cuando más adelante exclama «Antes de
Abraham, yo soy» que al no expresarse «yo era»
resuena al «Yo soy» dicho a Moisés por el
mismísimo Dios. Es decir, el conocimiento de dios
conduce a la identificación con la divinidad,
mensaje Gnóstico por antonomasia.
JUAN 9, CURACIÓN DE UN CIEGO DE NACIMIENTO
9:1 Al pasar, vio a un hombre ciego de
nacimiento.
9:2 Sus discípulos le preguntaron:
«Maestro, ¿quién ha pecado, él o sus padres,
para que haya nacido ciego?».
9:3 «Ni él ni sus padres han pecado,
respondió Jesús; nació así para que se
manifiesten en él las obras de Dios.
9:4 Debemos trabajar en las obras de aquel
que me envió, mientras es de día; llega la
noche, cuando nadie puede trabajar.
9:5 Mientras estoy en el mundo, soy la luz
del mundo».
9:6 Después que dijo esto, escupió en la
tierra, hizo barro con la saliva y lo puso

181
sobre los ojos del ciego,
9:7 diciéndole: «Ve a lavarte a la piscina de
Siloé», que significa “Enviado”. El ciego fue,
se lavó y, al regresar, ya veía.
9:10 Los vecinos le dijeron: «¿Cómo se te
han abierto los ojos?».
Este capítulo no tiene desperdicio como es
natural en un texto que continuamente habla de la
Luz. Propio de la idiosincrasia judía era reconocer
en los defectos físicos acaecidos o heredados de
nacimiento, un signo de castigo divino por la
culpa propia o familiares; Jesús rechaza esta
superstición y asume el reto de dar luz a un ciego
de nacimiento. El ciego quiere la luz y la luz le
ilumina. La ceguera representa la venda que cubre
la mente con la ignorancia que no la oscuridad y
por ende, tiene remedio. Porque, la luz que
permite ver la verdad, el conocimiento, es superior
a la del sol.
Tanto es así, que el propio Jesús se emplaza
como un obrero más a trabajar en la obra
empezada por quien le envía mientras brille la luz
del día porque a la noche nadie puede trabajar y
tampoco a media noche.
JUAN 10, EL BUEN PASTOR
10:11 Yo soy el buen Pastor.

182
El buen Pastor da su vida por las ovejas.
10:12 El asalariado, en cambio, que no es el
pastor
y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve
venir al lobo las abandona y huye, y el lobo
las arrebata y las dispersa.
10:13 Como es asalariado, no se preocupa
por las ovejas.
10:14 Yo soy el buen Pastor: conozco a mis
ovejas, y mis ovejas me conocen a mí
10:15 —como el Padre me conoce a mí y yo
conozco al Padre— y doy mi vida por las
ovejas.
10:16 Tengo, además, otras ovejas que no
son de este corral y a las que debo también
conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un
solo Rebaño y un solo Pastor.
10:17 El Padre me ama porque yo doy mi
vida
para recobrarla.
10:18 Nadie me la quita, sino que la doy por
mí mismo. Tengo el poder de darla y de
recobrarla.
En el Buen Pastor hallamos la síntesis triunfal
del pastor Dumuzi y la Gran Diosa Inanna, donde
el primero tomando forma de Jesús acepta

183
valientemente acudir a la muerte para hacerse con
los mismos atributos de Inanna, la cual dispuso de
poder sobre la vida y la muerte.
La alusión a los pastores asalariados en una
lectura directa es una crítica acérrima al
93
sacerdocio; empero, indirectamente puede
tratarse de una referencia a los distintos Dumuzis
habidos en las tradiciones, todos ellos sacrificados
pero sin revestir poder.
En este orden de cosas, Jesús asume la tarea de
acoger como propias las tradiciones anteriores que
su síntesis supera ilustrado con el caso de esas
otras ovejas.
JUAN 11, LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO
11:1 Había un hombre enfermo, Lázaro de
Betania, del pueblo de María y de su
hermana Marta.
11:2 María era la misma que derramó
perfume sobre el Señor y le secó los pies con
sus cabellos. Su hermano Lázaro era el que
estaba enfermo.
11:3 Las hermanas enviaron a decir a
Jesús: «Señor, el que tú amas, está enfermo».
11:4 Al oír esto, Jesús dijo: «Esta
enfermedad no es mortal; es para gloria de
Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado

184
por ella».
11:5 Jesús quería mucho a Marta, a su
hermana y a Lázaro.
11:6 Sin embargo, cuando oyó que este se
encontraba enfermo, se quedó dos días más
en el lugar donde estaba.
11:17 Cuando Jesús llegó, se encontró con
que Lázaro estaba sepultado desde hacía
cuatro días.
11:31 Los judíos que estaban en la casa
consolando a María, al ver que esta se
levantaba de repente y salía, la siguieron,
pensando que iba al sepulcro para llorar allí.
11:32 María llegó a donde estaba Jesús y, al
verlo, se postró a sus pies y le dijo: «Señor, si
hubieras estado aquí, mi hermano no habría
muerto».
11:33 Jesús, al verla llorar a ella, y también
a los judíos que la acompañaban, conmovido
y turbado,
11:34 preguntó: «¿Dónde lo pusieron?». Le
respondieron: «Ven, Señor, y lo verás».
11:38 Jesús, conmoviéndose nuevamente,
llegó al sepulcro, que era una cueva con una
piedra encima,
11:39 y dijo: «Quiten la piedra».

185
11:41 Entonces quitaron la piedra, y Jesús,
levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, te
doy gracias porque me oíste.
11:42 Yo sé que siempre me oyes, pero lo he
dicho por esta gente que me rodea, para que
crean que tú me has enviado».
11:43 Después de decir esto, gritó con voz
fuerte: «¡Lázaro, ven afuera!».
11:44 El muerto salió con los pies y las
manos atadas con vendas, y el rostro envuelto
en un sudario. Jesús les dijo: «Desátenlo para
que pueda caminar».
En este decisivo episodio se describe el último
milagro de Jesús, aquel que imprimiría a su
movimiento espiritual la adhesión de todo el
Pueblo de Israel y que provocaría en cambio la
inquietud entre las elites sacerdotales precipitando
los acontecimientos pascuales.
El pasaje de la Resurrección de Lázaro, tal y
como está escrito tenía como propósito evidenciar
el poder de Jesús para resucitar a los muertos; así
para evitar especulaciones sobre una catalepsia, se
citan cuatro los días que su cuerpo llevaba
sepultado; para zanjar cualquier otra especulación
se da a conocer que huele mal…Sin embargo, todo
el asunto trata de un rito de paso, una ceremonia
iniciatica, de ahí la tranquilidad con que se lo toma

186
Jesús.
Por otra parte, en este pasaje aprecio yo que en la
historia se nos cuenta veladamente la acción de un
ensayo general de algo que va a acontecer.
Como el propio Jesús anuncia, lo que le ocurre a
Lázaro es para mayor gloria de Dios, a fin de que
los discípulos crean. Es entonces que aparece la
confesión de fe de Marta: Es Marta quien espera
contra toda esperanza: «Señor, si hubieras estado
aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé
que aun ahora Dios te concederá todo lo que le
pidas» (11, 21-22). Por su boca la comunidad
confiesa su fe: «Sí, Señor, creo que tú eres el
Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al
mundo» (v. 27). Ella hace una importante
confesión de fe, que es la misma que hace el
discípulo amado como autor del cuarto evangelio:
«Estas (señales) han sido escritas para que ustedes
crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios…».
Pero más aún, la confesión de fe de Marta
corresponde a la fe de Pedro en la tradición
apostólica: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios
Vivo» (Mt. 16.16; Mc. 8.29; Lc. 19.20). En
consecuencia, una vez más tenemos a una mujer
ejerciendo un rol claramente discipular y
apostólico.
JUAN 12 MARÍA UNGE A JESÚS EN BETANIA

187
1.Seis días antes de la Pascua llegó Jesús a
Betania, donde vivía Lázaro, a quien Jesús
había resucitado.
2.Allí se dio una cena en honor de Jesús.
Marta servía, y Lázaro era uno de los que
estaban a la mesa con él.
3.María tomó entonces como medio litro de
nardo puro, que era un perfume muy caro, y
lo derramó sobre los pies de Jesús,
secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa
se llenó de la fragancia del perfume.
4.Judas Iscariote, que era uno de sus
discípulos y que más tarde lo traicionaría,
objetó:
5.¿Por qué no se vendió este perfume, que
vale muchísimo dinero, para dárselo a los
pobres?
6.Dijo esto, no porque se interesara por los
pobres sino porque era un ladrón y, como
tenía a su cargo la bolsa del dinero,
acostumbraba robarse lo que echaban en
ella.
7.—Déjala en paz —respondió Jesús—. Ella
ha estado guardando este perfume para el
día de mi sepultura.
8.A los pobres siempre los tendrán con
ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.

188
9.Mientras tanto, muchos de los judíos se
enteraron de que Jesús estaba allí, y fueron a
ver no sólo a Jesús sino también a Lázaro, a
quien Jesús había resucitado.
10.Entonces los jefes de los sacerdotes
resolvieron matar también a Lázaro, 11 pues
por su causa muchos se apartaban de los
judíos y creían en Jesús.
Lo primero a destacar, es cierto paralelismo con
el episodio de la resurrección de Lázaro. El autor
desea dejar nítidamente claras las identidades y
aquí se evidencia que esta María, es María de
Betania, la amiga de Jesús, hermana de Marta y
Lázaro, de quien en 11.2 ya se nos anticipaba el
acontecimiento ahora detallado de la unción.
En el pasaje, la figura femenina aparece muda,
acaso para resaltar la importancia de su gesto, un
acto que no esconde la más profunda intimidad
entre ella y Jesús. Para mitigar el aspecto carnal,
se pone en labios de Jesús la interpretación
espiritual de ungimiento como preparación del
cuerpo para la sepultura. Pero el gesto es
muchísimo más rico en significado: el gesto de
María, anticipa en primer término la escena del
mismo Jesús en 13 cuando lava los pies de los
discípulos en el episodio en que transcurre la
Última Cena y se explicita la ceremonia de la

189
94
Eucaristía.
JUAN 1, JESÚS LES LAVA LOS PIES A SUS DISCÍPULOS
¿Entienden lo que he hecho con ustedes?
13 Ustedes me llaman Maestro y Señor, y
dicen bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, el
Señor y el Maestro, les he lavado los pies,
también ustedes deben lavarse los pies los
unos a los otros. 15 Les he puesto el ejemplo,
para que hagan lo mismo que yo he hecho
con ustedes. 16 Ciertamente les aseguro que
ningún siervo es más que su amo, y ningún
mensajero es más que el que lo envió.
17 ¿Entienden esto? Dichosos serán si lo
ponen en práctica.
Y ahora, cabría especular con lo que en conjunto
se nos ha querido transmitir…si la acción de lavar
los pies es un gesto descendente del Maestro hacia
el discípulo, como sucede con el Bautismo o la
imposición de manos, María en este caso haría las
veces de un Juan Bautista y su lugar en el esquema
debería situarse en la cúspide de la tradición. A mi
modo de ver, esta es la forma en que Jesús
reconoce cierta deuda espiritual con María, al
modo en como Sócrates reconociera la suya con
Diotima en el Banquete.
JUAN 18, JESÚS ANTE PILATO

190
18:37 Pilato le dijo: «¿Entonces tú eres
rey?». Jesús respondió: «Tú lo dices: yo soy
rey. Para esto he nacido y he venido al
mundo: para dar testimonio de la verdad. El
que es de la verdad, escucha mi voz».
18:38 Pilato le preguntó: «¿Qué es la
verdad?». Al decir esto, salió nuevamente a
donde estaban los judíos y les dijo: «Yo no
encuentro en él ningún motivo para
condenarlo.
18:39 Y ya que ustedes tienen la costumbre
de que ponga en libertad a alguien, en
ocasión de la Pascua, ¿quieren que suelte al
rey de los judíos?».
18:40 Ellos comenzaron a gritar, diciendo:
«¡A él no, a Barrabás!». Barrabás era un
bandido
Tras ser entregado por Judas y apresado, después
de haber sido llevado ante las autoridades judías,
estas lo ponen bajo la jurisdicción romana. Es
palmaria la intención del autor de disculpar la
acción de la autoridad romana. Por si esto fuera
poco, además de cargar las tintas sobre las
autoridades judías, hace responsable también al
pueblo llano que prefiere liberar a un bandido
como Barrabás antes que a Jesús.
El asunto de Barrabás resalta la cuestión zelota.

191
En el episodio del apresamiento de Jesús
observamos cómo su séquito estaba integrado por
hombres armados, entre ellos Pedro quien no duda
en blandir su espada llegando a herir a un
ayudante de la autoridad. Por otra parte, hay un
discípulo apodado literalmente el zelote y no
faltan autores que ven en Judas un agente de la
secta de los sicarios. Pero hay un detalle nada
menor en el que es indispensable reparar: El para
nosotros nombre Barrabás significaba entonces en
arameo ‘hijo del padre’ título con el que bien
podría haberse conocido a Jesús quien predicaba
siempre en el nombre del Padre como nos ha
quedado reflejado en el Padrenuestro. El
personaje, aparece en los cuatro evangelios
canónicos descrito como alguien conocido,
implicado en una revuelta violenta y a causa de
ello, condenado a ser crucificado, pero salvado in
extremis por aclamación popular debido a una
gracia que era costumbre en tiempos previos a la
Pascua. La descripción también parece casar,
como anillo al dedo, con la figura de Jesús. Siendo
esto así, podría sospecharse que Barrabás y Jesús
fueran la misma persona y que cuando el pueblo
fue preguntado a quien se debía perdonar, este
eligiera a Jesús exclamando Liberad al hijo del
Padre; ¡Liberad a Barrabás! A partir de aquí, si no

192
antes, hay conjeturas para dar y tomar. La más
plausible parece la que concuerda con la idea de
rebajar la tensión con el Imperio romano
convirtiendo en chivo expiatorio a la comunidad
judía de la que los primeros cristianos paganos
deseaban distanciarse.
JUAN 19, LA FLAGELACIÓN Y LA CORONACIÓN DE
ESPINAS

19:1 Pilato mandó entonces azotar a Jesús.


19:2 Los soldados tejieron una corona de
espinas y se la pusieron sobre la cabeza. Lo
revistieron con un manto de color púrpura,
19:3 y acercándose, le decían: «¡Salud, rey
de los judíos!», y lo abofeteaban.
Tras el episodio en que la Autoridad Romana
apelando a una costumbre de liberar a un reo de
muerte en tiempo de Pascua hace este
ofrecimiento al pueblo, observamos como un reo
es disfrazado de rey con manto de púrpura y
corona de espinas además de ser sometido a burla
y maltrato físico. Todo ello, nos habla de aquellas
tradiciones ya comentadas en el Volumen II sobre
las ceremonias del rey sustituto. Sea entonces, que
si aquí se nos describe un rito claro de rey
sustituto que va a ser prontamente ejecutado, la
cuestión es ¿A quién sustituye? Bueno, aquí caben

193
dos interpretaciones: la más teológica es que
Jesús, el dios hijo y primogénito cumple su
función ritualística y cosmogónica de morir en
sustitución del dios Padre. Acordémonos de que
esto era costumbre entre los primeros reyes
neolíticos que mandaban matar a sus primogénitos
para regenerar la dinastía y su poder. Con todo,
también cabe interpretar que quien murió en la
cruz lo hizo en sustitución del propio Jesús que
según algunas fuentes llevaba sangre regia en sus
venas y optaba al trono de Israel. Así se
explicarían las idas y venidas en la escena entre
Pilatos y Jesús como un medio para realizar el
cambio oportuno.
JUAN 19, JESÚS Y SU MADRE
19:25 Junto a la cruz de Jesús, estaba su
madre y la hermana de su madre, María,
mujer de Cleofás, y María Magdalena.
19:26 Al ver a la madre y cerca de ella al
discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo:
«Mujer, aquí tienes a tu hijo».
El Evangelio de Juan, es el único de los
canónicos que introduce un discípulo en la escena
de su crucifixión. En Marcos, Mateo y Lucas, los
discípulos ponen pies en polvorosa abandonando a
su maestro, aunque ciertamente era la opción más
adecuada al momento. Sólo las mujeres se quedan

194
junto a él. Es digno de destacar que las tres figuras
femeninas llevan por nombre Maria. Ya vimos
como este nombre puesto del revés en sus distintos
modos de grafía representan a Hiram en sus varios
modos de ser representado. De entre las tres
Marias destaca sobremanera la de María
Magdalena dado que primero acompaña a Jesús en
su predicación gozando de su favor como puede
apreciarse en diversos pasajes de los Evangelios;
es una de las testigos de su crucifixión; y después
aparece como un testigo clave al ser la primera
persona en descubrir la tumba vacía y ser ella
quien dará la voz de alerta a los discípulos, figura
entonces muy superior a la de la Virgen María que
sólo con el tiempo fue adquiriendo relevancia
conforme a su figura se le fue adhiriendo el perfil
de la Gran Diosa Madre que agazapada aguardaba
el momento propicio para su reaparición.
MARÍA MADRE DE JESÚS
Para comprender la figura de la Virgen María, es
preciso al menos descomponer su personaje en
tres lotes distintos:
En el primer lote, encontramos a María Madre de
Jesús en episodios anteriores o inmediatos al
nacimiento de su hijo. En estos pasajes es evidente
que los evangelistas acometen una tarea
reconstructiva que case con profecías anteriores

195
como recuerda Mateo con la hecha por Isaías, pero
también, coetáneas a los hechos narrados como
hace Lucas con la Anunciación y elementos
míticos propios de un dios o héroe como nacer de
una virgen, preceder su nacimiento a un anuncio
celestial, concebir la mujer de un ser divino,
coincidir con un fenómeno astrológico, nacer en
un lugar como una gruta, ser reconocido como
alguien especial por autoridades religiosas, estar
en peligro su vida a manos de un rey, sufrir una
peripecia de huida o viaje…este lujo de detalles
tropieza con la dificultad de que apenas se aporten
datos sobre la infancia de Jesús posterior. Es lo
95
que se conoce como una construcción teológica.
En un segundo lote, hallamos a una María Madre
de Jesús interactuando con su hijo ya metido en
predicación. Aquí sus apariciones se reducen a la
mínima expresión y no suele salir bien parada que
digamos. Veamos tres ejemplos: En Lucas 11, 27-
28 se relata cómo una mujer entre la
muchedumbre exclamó: «Dichoso el vientre que te
llevó y los pechos que te criaron». Jesús
respondió: «Dichosos más bien los que escuchan
la palabra de Dios y la cumplen». Y en Marcos 3,
31-34 casi es peor:
31 En eso llegaron la madre y los hermanos
de Jesús. Se quedaron afuera y enviaron a

196
alguien a llamarlo, 32 pues había mucha
gente sentada alrededor de él.
—Mira, tu madre y tus hermanos están
afuera y te buscan —le dijeron.
33 —¿Quiénes son mi madre y mis
hermanos? —replicó Jesús.
34 Luego echó una mirada a los que estaban
sentados alrededor de él y añadió:
—Aquí tienen a mi madre y a mis
hermanos.
35 Cualquiera que hace la voluntad de Dios
es mi hermano, mi hermana y mi madre.
También aquí en el Evangelio de Juan que
hemos tomado como patrón conductor de la
exposición encontramos la escena de las Bodas de
Caná donde la Madre de Jesús presiona a su hijo
para que haga un milagro y este a regañadientes lo
efectúa.
Por último, el tercer lote, es la escena donde
aparece junto a la cruz como madre sufriente, pero
obsérvese lo diluido que queda su perfil al
coincidir con otras mujeres y llamarse todas estas
María.
Tomando lo anterior en consideración, yo creo
que sobre una mínima información conflictiva
entre el Jesús que aspiraba al reino de los cielos y
su familia que lo presionaba para aspirar al reino

197
terrenal de Israel, se proyecto una construcción
teológica y trazos literarios para hacer verosímil la
trama. Después vendría la confluencia de una
débil figura femenina cristiana con la tradición de
la Gran diosa dando como resultado la Virgen
María.
EL DISCÍPULO AMADO DE JESÚS
El Evangelio de Juan presenta la figura del
Discípulo amado por Jesús hasta en cinco
ocasiones: aparece recostado sobre el pecho de
Jesús, durante la Última Cena, lo que significa que
goza de su familiaridad y confidencias; Durante la
crucifixión de Jesús, el discípulo amado aparece al
pie de la cruz, junto a la madre de Jesús; En el día
de la resurrección de Jesús, el discípulo amado
corre junto a Pedro hacia el sepulcro, siendo el
primero en llegar; Nuevamente está junto a Pedro
durante la aparición de Jesús resucitado y
nuevamente es el primero en reconocer a Jesús;
Finalmente, el Evangelio especula con la
inmortalidad de Juan.
A causa de tan importantes escenas en las que el
Discípulo Amado participa, podría colegirse que
el personaje es un artificio literario para simbolizar
al seguidor de Jesús ideal: tiene familiaridad con
Jesús, recibe sus confidencias, permanece junto él
en los momentos de vacilación; permanece junto a

198
Pedro y respeta su autoridad; no pierde la fe en la
Resurrección; y permanece fiel hasta la vuelta de
Jesús… Y posiblemente este recurso haya sido
empleado por el autor, pero el hecho de que se le
adjudique la autoría del texto, que se le presente
en contacto de figuras tan importantes como la
Madre de Jesús o Pedro, resultaría peligrosísimo
para sus propósitos presentar como real algo que
fuera ficticio. Así, desde muy pronto se intentaría
despejar el misterio de quién pudo ser el Discípulo
Amado.
La tradición lo asimila al Discípulo Juan, aunque
el texto, a decir verdad, no da pie a tal
identificación. La identificación de este personaje
con el Discípulo Juan puede deberse al hecho
notable de que mientras se habla del Discípulo
amado, Juan el Discípulo no es citado ni una sola
vez
Desde Ireneo, los Padres de la Iglesia
identificaron sin fisuras a Juan con el autor del
Evangelio y por extensión con el Discípulo
Amado. Sin embargo existen fundadas dudas
sobre las fuentes en que el primero se basó, porque
este autor declaró haber recibido la información de
Policarpio, obispo de Esmirna asesinado en 155,
cuando Ireneo era un niño, atribuyéndole a aquel,
cercanía a Juan el Evangelista. Pero lo más

199
probable es que Policarpio habría entablado
contacto con otro personaje cristiano llamado Juan
el Presbítero o el Anciano.
Se sospecha que el autor del evangelio que se
identifica con el discípulo amado, pudo ser un
seguidor de Juan Bautista, próximo al Templo que
se adhirió al grupo de Jesús cuando este predicó
en Jerusalén, motivo que explicaría su notable
silencio sobre la presencia de Jesús en Galilea. A
parte de esta conjetura, el candidato que cuenta
con más opciones como alternativa al oficial Juan
Evangelista sería Lázaro, nombre otorgado a un
Juan Resucitado, a quien el propio evangelio
describe como amado por Jesús:
Las hermanas enviaron a decir a Jesús:
«Señor, el que tú amas está enfermo» (Juan
11, 3).
Esta, fue precisamente mi impresión, cuando leí
con atención el pasaje de Lázaro, momento en que
dio inicio mi conjetura anteriormente expuesta
sobre que todo aquello era un ensayo general de lo
que habría de suceder poco después. Todo casa:
Lázaro ensaya con Jesús la Resurrección y luego
será él quien comunique el resultado.
Con todo, las enigmáticas palabras expresadas en
19:26-27 me hacen sospechar que acaso el
Discípulo Amado pudiera tratarse del hijo de Jesús

200
con María Magdalena.
26 Cuando vio Jesús a su madre, y al
discípulo a quien él amaba, que estaba
presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu
hijo.
27 Después dijo al discípulo: He ahí tu
madre. Y desde aquella hora el discípulo la
recibió en su casa.
Mi especulación se fundamenta en los siguientes
detalles: en primer lugar, no es citado ni por
Marcos, ni Por Mateo, ni por Lucas. Y sin
embargo la Iglesia lo aceptó como canónico. Un
posible motivo que explicaría que este personaje
no fuera mencionado por los otros tres
evangelistas podría obedecer al hecho de que el
Discípulo Amado fuera alguien muy joven, un
adolescente, al que no se le considerara merecedor
de ser mencionado como discípulo, menos aún
cuando su condición filial no soportaría ser
rebajado a la categoría de Discípulo. Su no
mención como hijo, podría deberse a cierta
prudencia a fin de proteger una incipiente dinastía
mesiánica que Jesús nunca pretendió, pero sí el
resto de su familia y muchos de sus seguidores. Su
juventud es sugerida en Juan 20, 3-8 donde se nos
indica que salieron a la vez, pero el Discípulo
Amado llegó antes. Esto permite aventurar que

201
este Discípulo Amado era bastante más joven que
Pedro, de ahí que lo gane en la carrera.
Evidentemente, el dato por si solo, únicamente lo
hace más veloz, pero de seguido el autor del texto
introduce dos sutiles apreciaciones: primero, que
no se atrevió a entrar en el sepulcro, actitud propia
de un joven ante algo que le supera y precisa de
estar acompañado para un momento tan fuerte
como es el de estar ante un cadáver, segundo, que
una vez Pedro ha entrado al sepulcro, él se atreve
a entrar, lo cual refuerza la actitud adolescente
anteriormente expresada. Un adulto no obra así.
Los datos que tenemos del Discípulo Amado
son: Está en la Crucifixión junto a Jesús, María
Magdalena y María la madre de Jesús, por
consiguiente es alguien muy cercano y apegado a
Jesús; Jesus en la cruz transfiere su condición de
hijo de María al Discípulo Amado; es alguien que
corre más que Pedro y Pedro es todavía un hombre
Joven; es alguien que no se atreve a entrar sólo en
el sepulcro; la tradición oriental hace que Juan
vaya a Éfeso con María Magdalena y la Madre de
Jesús, lo cual transmite cierta familiaridad entre
las tres figuras que de otro modo no se entendería
porqué están juntas un solo pariente de Jesús, con
una discípula de Jesús y alguien amado por Jesús,
de no ser que se trate de nieto, viuda y abuela; Y

202
también sabemos que sobre su persona se cernió la
sospecha de ser inmortal. Este último dato me
hace pensar que dada la diferencia de edad entre
los discípulos de Jesús y este presumible
adolescente, cuando pasados los años aquellos
fueron envejeciendo y muriendo, aquel
adolescente todavía parecería joven y les
sobreviviría a todos, de ahí que su edad pareciera
más longeva al punto de atribuírsele ser inmortal.
JUAN 19, LA MUERTE DE JESÚS
19:29 Había allí un recipiente lleno de
vinagre; empaparon en él una esponja, la
ataron a una rama de hisopo y se la
acercaron a la boca.
19:30 Después de beber el vinagre, dijo
Jesús: «Todo se ha cumplido». E inclinando
la cabeza, entregó su espíritu.
La herida del costado.
19:31 Era el día de la Preparación de la
Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que
hiciera quebrar las piernas de los
crucificados y mandara retirar sus cuerpos,
para que no quedaran en la cruz durante el
sábado, porque ese sábado era muy solemne.
19:32 Los soldados fueron y quebraron las
piernas a los dos que habían sido crucificados

203
con Jesús.
19:33 Cuando llegaron a él, al ver que ya
estaba muerto, no le quebraron las piernas,
19:34 sino que uno de los soldados le atravesó
el costado con la lanza, y en seguida brotó
sangre y agua.
En la escena tenemos el símbolo solar de la cruz,
un dios puesto en el madero, y una lanza que le
atraviesa el costado… la estampa nos resulta
familiar a lo retratado por el Mitraismo ya
comentado en Volumen III. Con todo, conviene
repasar la secuencia de los hechos: a Jesús le dan
algo de beber y tras beber desfallece. Sus dos
compañeros de suplicio permanecen vivos. Las
prisas ceremoniales por la fiesta de la Pascua
imploran que las autoridades aceleren la muerte de
los crucificados en contra de lo que era costumbre.
A tal efecto, quiebran las piernas a dos de ellos
para que mueran por asfixia, pero a Jesús que
parece muerto no se las quiebran. Sin embargo,
por si acaso, le clavan una lanza en el costado. Al
ver que no se inmuta le dan por muerto y bajan de
la cruz.
Ahora, supongamos que el brebaje descrito
como un vinagre se tratara de un remedio
que lo anestesiara y reparara orgánicamente;
no hemos de olvidar que la rama de hisopo es

204
un ingrediente muy conocido de la
farmacología precisamente para evitar
infecciones. Si esto fuera así, Jesús
desfallecido soportaría el pinchazo de la
lanza y sería bajado de la cruz con un hilo de
vida y las piernas sin quebrar.
La sepultura de Jesús.
19:38 Después de esto, José de Arimatea,
que era discípulo de Jesús —pero
secretamente, por temor a los judíos— pidió
autorización a Pilato para retirar el cuerpo
de Jesús. Pilato se la concedió, y él fue a
retirarlo.
19:39 Fue también Nicodemo, el mismo que
anteriormente había ido a verlo de noche, y
trajo una mezcla de mirra y áloe, que pesaba
unos treinta kilos.
19:40 Tomaron entonces el cuerpo de Jesús
y lo envolvieron con vendas, agregándole la
mezcla de perfumes, según la costumbre de
sepultar que tienen los judíos.
19:41 En el lugar donde lo crucificaron
había una huerta y en ella, una tumba nueva,
en la que todavía nadie había sido sepultado.
19:42 Como era para los judíos el día de la
Preparación y el sepulcro estaba cerca,
pusieron allí a Jesús.

205
Parece que si bien los discípulos habían huido,
había mucha gente aguardando acontecimientos
para ayudar al Jesús crucificado. José de Arimatea
quien era tio-abuelo de Jesús por parte materna;
tutor de Jesús a la muerte de José el carpintero;
miembro del sanedrín el tribunal supremo de los
judíos, y decurión del Imperio Romano encargado
de las explotaciones mineras, junto a Nicodemo
reaccionan con rapidez para solicitar el cuerpo de
Jesús a la autoridad romana y esta con igual
prontitud y diligencia se lo concede. Casualidad,
cerca del lugar había una tumba preparada. Da la
impresión de que todo estaba preparado muy de
antemano. Lo cierto es que los cuatro evangelistas
coinciden en contar el mismo episodio donde
intervino José de Arimatea.
JUAN 20, EL SEPULCRO VACÍO
20:1 El primer día de la semana, de
madrugada, cuando todavía estaba oscuro,
María Magdalena fue al sepulcro y vio que la
piedra había sido sacada.
20:2 Corrió al encuentro de Simón Pedro y
del otro discípulo al que Jesús amaba, y les
dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y
no sabemos dónde lo han puesto».
20:3 Pedro y el otro discípulo salieron y
fueron al sepulcro.

206
20:4 Corrían los dos juntos, pero el otro
discípulo corrió más rápidamente que Pedro
y llegó antes.
20:5 Asomándose al sepulcro, vio las vendas
en el suelo, aunque no entró.
20:6 Después llegó Simón Pedro, que lo
seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas
en el suelo
20:7 y también el sudario que había cubierto
su cabeza; este no estaba con las vendas, sino
enrollado en un lugar aparte.
20:8 Luego entró el otro discípulo, que
había llegado antes al sepulcro: él vio y
creyó.
20:9 Todavía no habían comprendido que,
según la Escritura, él debía resucitar de entre
los muertos.
20:10 Los discípulos regresaron entonces a
su casa.
En este episodio no hay nada sobrenatural. Se
descubre una tumba vacía y la desaparición de un
cuerpo. A partir de este punto hemos de reseñar
que los Evangelios presentan en este episodio
diferencias de matiz, número de testigos, orden en
su entrada en escena, etc. El momento preciso de
la resurrección no se describe en ninguno de los
evangelios, ni se menciona que hubieran testigos

207
de ello.
Los textos evangélicos datan el descubrimiento
de la tumba vacía en el primer día de la semana
siguiente a la celebración de la Pascua, pero no
queda nada claro si esto significa tres días con sus
noches o sencillamente en el tercer día lo cual
podría significar un transcurso de tiempo mucho
más breve a 48 horas, datos ambos que apuntan a
cierta sinceridad de los hechos narrados, dado que,
a nadie escaparía el hecho matemático de que la
exigencia temporal para con Jesús es
sensiblemente menor de la requerida para la
Resurrección de Lázaro que acontece cuatro días
después de sepultado.
JUAN 20, LA APARICIÓN DE JESÚS A MARÍA
MAGDALENA
20:11 María se había quedado afuera,
llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba,
se asomó al sepulcro
20:12 y vio a dos ángeles vestidos de blanco,
sentados uno a la cabecera y otro a los pies
del lugar donde había sido puesto el cuerpo
de Jesús.
20:13 Ellos le dijeron: «Mujer, ¿por qué
lloras?». María respondió: «Porque se han
llevado a mi Señor y no sé dónde lo han
puesto».

208
20:14 Al decir esto se dio vuelta y vio a
Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció.
20:15 Jesús le preguntó: «Mujer, ¿por qué
lloras? ¿A quién buscas?». Ella, pensando
96
que era el cuidador de la huerta, le
respondió: «Señor, si tú lo has llevado, dime
dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo».
20:16 Jesús le dijo: «¡María!». Ella lo
reconoció y le dijo en hebreo: «¡Raboní!», es
decir, «¡Maestro!».
20:17 Jesús le dijo: «No me retengas,
porque todavía no he subido al Padre. Ve a
decir a mis hermanos: «Subo a mi Padre, el
Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de
ustedes».
20:18 María Magdalena fue a anunciar a los
discípulos que había visto al Señor y que él le
había dicho esas palabras.
Aquí vemos que, María Magdalena, tiene un
papel destacadísimo: es la primera en ver el
sepulcro vacio y es la primera a quien Jesús se le
aparece. Ha llegado el momento entonces de
profundizar sobre la figura de esta seguidora de
Jesús.
MARÍA MAGDALENA
Su nombre es gentilicio de Magdala localidad

209
ribereña del lago de Tiberiades próxima a
Cafarnaúm lugar ligado a la predicación de Jesús.
Aparece mencionada, tanto en los Evangelios
Canónicos como Apócrifos descrita como una
distinguida discípula. Es considerada santa por
distintas ramas del cristianismo, entre ellas la
Católica. Reviste especial relevancia en el
Gnosticismo cristiano.
De una lectura cruzada de los cuatro Evangelios
Canónicos obtenemos la siguiente información: el
personaje, nombrado explícitamente como María
Magdalena, fue curada de alguna manera por
Jesús; aparece como protectora de Jesús y sus
discípulos durante su predicación en Galilea;
asistió junto a la cruz cuando Jesús fue
crucificado; asistió a la sepultura de su cuerpo; fue
la primer testigo de su resurrección; y fue ella
quién comunicó la Buenanueva a los Discípulos.
A estas menciones inequívocas, cabe especular
que su personaje parece sugerido también tras la
mujer que unge con perfumes los pies de Jesús y
los frota con sus cabellos antes de su llegada a
Jerusalén y la hermana de Lázaro, María de
97
Betania.
No hay necesidad entonces de acudir a otras
fuentes denominadas apócrifas como los
Evangelios de Tomás o Felipe, para percatarnos de

210
la enorme relevancia que su persona debió tener
en la trama, cuanto la trascendencia espiritual y
simbólica que la misma alcanzara en la Iglesia
Primitiva. Basta leer los textos directamente para
encontrar cuánto Jesús amaba a María; cómo
María lo acompañaba allá donde iba; cuál era el
grado de su implicación y compromiso con la
causa de Jesús…
La especial relación que Jesús habría mantenido
con María Magdalena debió ser el motivo por el
cual Pedro se muestra enojado y hasta enfrentado
con su Maestro. A falta de otra mejor explicación
no aclarada en los Evangelios podemos conjeturar
que Pedro y parte de sus discípulos, sospechaban
que Jesús todavía se reservaba algunas enseñanzas
secretas que únicamente revelaba a un muy
reducido círculo de colaboradores, a parte de los
doce, con los que se reunía a parte. En refuerzo de
esta conjetura hallamos que son varias las
ocasiones en que los evangelistas reconocen que
Jesús se apartaba de todos y nada se sabía de a
dónde iba, ni que hacía, ni con quién estaba
mientras se ausentaba.
No es extraño que sea en el Evangelio de Juan,
el Evangelio del Amor, donde el personaje, María
Magdalena, acuda al sepulcro de Jesús movida por
el profundo amor que hacia su persona sentía.

211
El texto relata que cuando María reconoce a
Jesús lo llama «Señor mío», tratamiento que se
reservaba a los Maestros pero también al marido.
En la lectura más suave, María se reconoce a sí
misma como discípula.
El evangelista no escatima esfuerzos en presentar
a María Magdalena con todos los atributos propios
del Apostolado: María, es la discípula fiel que ama
a Jesús, cree en el, no lo abandona en el momento
de la crucifixión, está presente en su sepultura y en
su resurrección. Su figura es descrita desplegando
gran actividad y asumiendo todo el protagonismo
de la escena, frente a los doce, ella va, pregunta,
viene, anuncia…y ve. Sin ningún género de dudas,
María Magdalena es testigo privilegiada de la
Resurrección, detalle nada baladí en una cultura
como la hebrea que en tiempos del evangelista, su
palabra como testigo valía socialmente mucho
menos que la de un hombre.
Para la tradición oriental, María Magdalena se
retiró a Éfeso con Juan y la madre de Jesús.
Gregorio de Tours hace mención de esta tradición
y sin embargo omite la tradición católica
occidental mucho más tardía según la cual María
Magdalena llegó a Francia, siendo Vézelay
(Borgoña) el primer santuario dedicado a su
figura. En sus inicios el templo de Vézelay estaba

212
dedicado a la virgen María, y no a María
Magdalena, pero, por alguna razón los monjes
decidieron que la abadía era el lugar de
enterramiento de María Magdalena, y están
atestiguadas las peregrinaciones al sepulcro de
María Magdalena en Vézelay desde al menos
1030.
Sin embargo, mientras en Oriente se honraría
especialmente a María Magdalena por su cercanía
a Jesús, considerándola «igual a los apóstoles», en
Occidente se asociaría su figura con una prostituta
arrepentida, con la adúltera que iba a ser lapidada,
identificación infundada porque nada hay en los
Evangelios que justifiquen dicho retrato del
98
personaje.
JUAN 20:30-31
30 Jesús hizo muchas otras señales
milagrosas en presencia de sus discípulos, las
cuales no están registradas en este libro.
31 Pero éstas se han escrito para que
ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo
de Dios, y para que al creer en su nombre
tengan vida.
Para terminar el comentario del Evangelio de
Juan, subrayaremos que el capítulo 20 finaliza con
el que sería el epílogo real del Evangelio (Juan

213
20:30-31). Sin embargo, el capítulo 21 continúa
con las narraciones de Jesús resucitado, como si el
epílogo no hubiera estado. Y al final del capítulo
21, se ofrece un nuevo fin (Juan 21:24-25). No sin
antes, dedicarle un epígrafe a los discípulos de
Jesús que me he reservado para este momento.
EL GRUPO DE LOS DOCE
Entre las innumerables peculiaridades
presentadas por el Evangelio de Juan, destaca
sobremanera que siendo el evangelio canónico que
más cita a los apóstoles, 74 veces para ser exactos,
contra 50 de su inmediato seguidor Marcos,
mientras Pedro aparece 40 veces o Judas Iscariote
11, Juan, no aparece mencionado ni en una sola
ocasión; tampoco su hermano Santiago el Mayor;
a lo más que llega a aludir a quien se supone la
autoría del texto es por medio de la expresión
Hijos de Zebedeo que abarca a ambos y sólo lo
hace una vez muy al final Juan 21.2
Ese silencio absoluto respecto de Juan y de su
hermano Santiago es tanto más sugestivo cuanto
que Juan aparece 17 veces en los otros tres
Evangelios canónicos.
DEFINICIÓN DE APÓSTOL
En principio, conforme al Nuevo Testamento, los
requisitos para ser Apóstol son los siguientes:

214
Haber conocido personalmente a Jesús; haber sido
escogido por Jesús; haber sido enviado a predicar
o en misión por Jesús; haber sido testigo de su
Resurrección; dar la vida por Dios y el mensaje
evangélico; y seguir a Jesús.
Todos los Apóstoles, cumplieron estas
características, salvo Matías quien fuera escogido
por sorteo para sustituir a Judas Iscariote y el caso
especial de Pablo quien dijo escuchar la llamada
de Jesús. Sea entonces que el término se antoja
harto problemático de entrada, cuánto más si
entramos a considerar su concomitancia con el
concepto de discípulo dado que, aunque
inicialmente fueran doce los discípulos
reconocidos como tales, acontece la Buenanueva
de que en Lucas 19,1 este número es aumentado
considerablemente primero a a setenta y después
hasta quinientos, los discípulos enviados por Jesús
para llevar su mensaje de salvación al mundo. Así,
a los casos especiales ya citados los propios textos
canónicos otorgan esta condición a Bernabé y
otros asociados a la confusa fórmula de Colegio
Apostólico donde encontramos a Timoteo entre
varios más.
En cualquier caso, los redactores del Nuevo
Testamento, destacaron de entre los discípulos de
Jesús sólo a doce, grupo integrado en su mayoría

215
por hombres jóvenes rondando la treintena con
estrechos lazos familiares y de amistad que vivían
y trabajan en la misma región de galilea como
pescadores, salvo Judas Iscariote que debía ser de
Judea, varios de los cuales ya conocían a Jesús
antes de iniciar su vida pública narrada en los
evangelios. Eran en consecuencia un grupo
establecido en su núcleo duro por afinidad y muy
cohesionado. Varios de ellos habían mostrado con
anterioridad inquietudes sociopolíticas y religiosas
al estar en facciones como la de Juan el Bautista
que es el caso de Andrés o el de los celotes como
Simón. La mayoría iba armado con espada o
puñales.
El número de doce miembros, sin duda alguna
obedece a una licencia simbólica que se tomaron
los redactores del Nuevo Testamento para casar la
misión de Jesús con el destino de Salvación que
Dios tiene reservado para las doce tribus de Israel.
Y como quiera que las doce tribus de Israel a su
vez estuvieran asociadas a los doce signos del
99
zodiaco en que se reparte la bóveda celeste desde
tiempos de Sumeria, no han sido pocos los autores
que se han devanado los sesos en intentar
descubrir la estricta correspondencia de los doce
apóstoles con los signos del zodiaco, asunto en el
que se han efectuado hipótesis con más fantasía

216
100
que ciencia. Sin embargo, es indiscutible que
para los exegetas judíos del siglo I, duchos en las
Sagradas Escrituras, en origen debió haber dicha
correspondencia y sus ecos ya distorsionados e
irreconocibles tuvieron plasmación en la misma
literatura evangélica como se puede apreciar
en,Mateo 19.28.
Y Jesús les dijo: vosotros que me habéis
seguido también os sentaréis sobre doce
tronos, para juzgar a las doce tribus de
Israel.
101
LAS DISCÍPULAS DE JESÚS
El Nuevo Testamento con sus matices, da cuenta
de una realidad difícil de aceptar para la cultura
judía del momento, cuál es, que junto a los
hombres existía un nutrido grupo de mujeres que
seguían a Jesús en el amplio sentido de la palabra,
participando de sus enseñanzas y reuniones, acaso
con mayor fidelidad y pasión que el reconocido
grupo de los doce, no siendo pocas las que
destacaron al punto de ser citadas por sus
nombres, dar descripción de donde vivían, de
quienes eran hermanas o esposas, concediéndoles
papeles de importancia etc.
El asunto es relevante porque en aquel tiempo los
judíos no permitían que las mujeres estudiaran la

217
Palabra de Dios, por cuanto se las juzgaba
inferiores intelectualmente para comprenderla y
estaba muy mal visto que acompañaran a hombres
que no fueran sus propios familiares, extremo
evidenciado en el Templo donde hombres y
mujeres debían permanecer separados durante las
fiestas y las celebraciones religiosas.
Podría entenderse entonces, que en estas
coordenadas culturales de cuantos mensajes,
enseñanzas, costumbres, transmitidos, enseñados o
denunciados por Jesús, fuera precisamente
reivindicar el papel de la mujer en la sociedad
judía dignificando su realidad, cosa que le valió
ser motivo de extrañeza y de escándalo, porque
verlo de continuo acompañado de un nutrido corro
de mujeres sin maridos, que lo sostenían
económicamente escuchando como los hombres
sus enseñanzas, no debió pasar desapercibido y
seguramente fuera más relevante que con la
relevancia reflejada en los sinópticos, asunto este
donde también destaca sobre manera el Evangelio
de Juan a la hora de abordar la cuestión de la
mujer y su papel en la incipiente Iglesia.
Lo primero a atender en el Evangelio de Juan es
la falta de empleo del término Apóstol de
connotaciones más jerarquizadas tan abundante en
los sinópticos en favor del concepto Discípulo,

218
algo más igualitario. Para su autor/a y la
comunidad en que es redactado, leído y
escuchado, Jesús es la Palabra de Dios que
demanda adhesión (3,16; 5,24.36-37; etc.). Esa
adhesión es la que convierte a quien tiene Fe en
discípulos/as.
A fin de tener siempre presente la importancia
que Jesús le concedió a la mujer en su vida y
predicación, el Evangelio de Juan reparte
estratégicamente por todo el texto los pasajes
donde mujeres ocupan lugar preferencial en la
escena. Estos episodios son: 2,1-11: María en las
Bodas de Caná. 4,1-42: Encuentro con la
samaritana. 11,21-27: Marta, hermana de Lázaro
hace la profesión de fe. 12,1-3: María, amiga unge
a Jesús. 16,21: La mujer que está por dar a luz.
19,25-27: María, la Madre de Jesús, la «Mujer»,
junto al discípulo amado, al pie de la Cruz. 20,1-
18: Encuentro de Jesús resucitado con María
Magdalena.
Ahora bien, que el Evangelio de Juan destaque
en la reivindicación de la mujer, podría deberse a
una exageración. Sea entonces que entremos a
escudriñar si en los sinópticos encontramos
motivos que ayuden a apuntalar la perspectiva
joanica.
Así, en Marcos, el primer evangelio, observamos

219
que las mujeres únicamente son citadas al final de
la narración en la escena donde Jesús ya ha sido
crucificado:
Había allí unas mujeres, mirando desde
lejos: María Magdalena, María, la madre de
Santiago el menor y de José, y Salomé. Ellas
seguían a Jesús y lo servían cuando estaba en
Galilea. Y había también muchas otras, que
habían subido con él a Jerusalén. (Mc 15, 40-
41)
Debido a la misoginia cultural hebrea, Marcos,
se resistió hasta el final para dar testimonio de una
realidad que no podía esconder, despachando con
estas breves líneas el asunto. Pero, aun siendo tan
escueto el párrafo, de sus palabras podemos sacar
muy valiosa información.
En primer lugar, tenemos el empleo del verbo
«seguir» reservado por los evangelistas para los
discípulos de Jesús. Por ejemplo, cuando Jesús
llamó a Pedro y Andrés, que estaban pescando,
ellos dejaron las redes y «lo siguieron» (Mc 1, 18).
Cuando llamó a Santiago y a Juan, también
dejaron a su padre y «lo siguieron» (Mt 4, 22).
Cuando invitó a Leví, sólo le dijo «sígueme» y él
«lo siguió» (Mc 2, 14). Y al hombre rico lo llamó,
diciendo: «Sígueme» (Mc 10, 21). No se trataba
de un seguimiento espiritual o intelectual. Jesús

220
reclamaba el seguimiento físico, por los lugares
que él recorría predicando. Esa era la principal
diferencia con los demás rabinos que reunían a sus
discípulos en un edificio, donde les enseñaban la
Ley, y después los mandaban de vuelta a sus
casas. Jesús había inventado algo novedoso. No
los convocaba a ninguna escuela ni les ofrecía un
curso fijo: los invitaba a experimentar en su propia
vida la Buena Noticia que él predicaba.
En segundo lugar, hemos de reparar en el verbo
«servir». Normalmente, se piensa que hacían
trabajos «domésticos». Un grupo itinerante, como
el de Jesús, necesitaría de alguien que se ocupara
de estos menesteres. Sin embargo, siempre son los
varones quienes aparecen desempeñando estas
tareas sirviendo la comida (Mc 6, 41), recogiendo
las sobras (Jn 6, 12), comprando alimentos (Jn 4,
8). Parece apropiado que en este contexto, el verbo
servir tiene que ver más con la noción de trabajar a
favor de la causa mesiánica que con las tareas
domésticas, lo cual casa mejor con lo dicho por
Jesús cuando al referirse a su misión en este
mundo, dijo que «no vengo a ser servido, sino a
servir y a dar su vida» (Mc 10, 48). No es lícito
colegir entonces que las mujeres que servían a
Jesús le ayudaban a propagar la Buenanueva, o a
sanar enfermos.

221
Mateo, aporta poca cosa a la perspectiva de
Marcos; no así Lucasquien al mencionara las
mujeres al final de la vida de Jesús (Lc 23, 49; 23,
55) se atrevió a menciona como acompañantes de
Jesús «durante» su vida pública, detalle que
Marcos y Mateo habían evitado.
Recorría las ciudades y pueblos,
proclamando y anunciando el Reino de Dios;
lo acompañaban los Doce y algunas mujeres
que habían sido curadas de espíritus
malignos y enfermedades: María, llamada
Magdalena, de la que habían salido siete
demonios; Juana, mujer de Cusa, un
administrador de Herodes; Susana, y muchas
otras que lo servían con sus bienes. (Lc 8, 1-
3)
Lucas, además añade el dato que se trataba de
mujeres de buena posición económica, puesto que
ayudaban material y económicamente el
movimiento de Jesús con su propio dinero. En este
sentido destaca la figura de Juana, esposa de Cusa,
el administrador de Herodes Antipas, gobernador
de Galilea, quien había ejecutado a Juan Bautista,
seguimiento entonces harto peligroso y
comprometido que mantuvo hasta el final (Lc 24,
10).
Lucas, consciente de lo difícil que para los judíos

222
era aceptar la presencia preponderante de las
mujeres en el grupo de Jesús, en vez de declarar
abiertamente que las mujeres además de
acompañar y ayudar al Maestro asistían a sus
enseñanzas y aprendían de sus encuentros, desliza
estos mensajes de manera muy sutil, aunque clara
en el pasaje cuando varias mujeres van al sepulcro
de Jesús la mañana de Pascua y la encuentran
vacía, es entonces que Lucas introduce el siguiente
pasaje donde dos Ángeles les advierte:
«¿Por qué buscan entre los muertos al que
está vivo? No está aquí, ha resucitado.
Recuerden cómo les habló cuando estaba
todavía en Galilea, diciendo: ‘Es necesario
que el Hijo del Hombre sea entregado en
manos de los pecadores y sea crucificado, y al
tercer día resucite. Ellas entonces recordaron
sus palabras» (Lc 24, 5-8).
Recordar, es un verbo que remite a algo pasado.
Es decir, para el relator, las mujeres habían
escuchado las enseñanzas privadas que Jesús
impartió en Galilea sobre los últimos
acontecimientos de su vida y que en los evangelios
aparecen como transmitidas sólo a los varones (Lc
9, 18-27).
La gran diferencia en cómo se aborda el rol
femenino en Juán donde se ha apreciado su trato

223
es reivindicador otorgando a la mujer funciones de
misión, protagonismo, febril actividad, sirviendo a
Jesús , del de Marcos o Mateo donde aparece muy
disimulado y hau que leerlo entre líneas donde su
papel es pasivo-contemplativo muy relegado a la
espera de ser motivo de ayuda o milagro de Jesús
o el de Lucas que se halla en un estadio intermedio
entre el camuflaje y la reivindicación, es debida a
que desde el momento inicial existieron diversas
tradiciones que funcionaron cual sustrato
ideológico en el humus común de las enseñanzas
de Jesús en sus discípulos conforme a la cultura
anterior de estos. Muestra de dicha pluralidad es
que dentro del período sub-apostólico podemos
distinguir la existencia de cuatro grandes
tradiciones: la paulina, la del Discípulo Amado, la
de Pedro y, finalmente, la de Santiago.
Dicho esto, podemos afirmar con González Faus:
que, el Nuevo Testamento, no ofrece ningún
modelo único y obligatorio del modo de
estructurar la Iglesia (y mucho menos un modelo
entregado por Jesús o por los Apóstoles). Pues
bien, el sustrato ideológico que subyace en la
comunidad joanica y en su evangelio sólo puede
tratarse de aquel que se filtra después a través de
la Virgen María y que lo conecta con Inanna y la
Gran Tradición.

224
102
EL MENSAJE DE JESÚS
Pero si deseamos al menos dar una pincelada
sobre el cristianismo primitivo, cuando menos,
hemos de intentar aproximarnos al mensaje
original de Jesús y este de quedar algún rastro
documentado se encuentra muy probablemente, en
el denominado Sermón de la Montaña recogido en
Mateo 5-7 que tiene un paralelo en Lucas. A
continuación pasamos a ocuparnos de su
contenido, centrándonos sobre todo en las
secciones que contienen Las Bienaventuranzas, El
Padrenuestro y La Regla de oro.
LAS BIENAVENTURANZAS
5Cuando vio a las multitudes, subió a la
ladera de una montaña y se sentó. Sus
discípulos se le acercaron, 2 y tomando él la
palabra, comenzó a enseñarles diciendo:
3 Dichosos los pobres en espíritu, porque el
reino de los cielos les pertenece.
4 Dichosos los que lloran, porque serán
consolados.
5 Dichosos los humildes, porque recibirán la
tierra como herencia.
6 Dichosos los que tienen hambre y sed de
justicia,
porque serán saciados.

225
7 Dichosos los compasivos, porque serán
tratados con compasión.
8 Dichosos los de corazón limpio, porque
ellos verán a Dios.
9 Dichosos los que trabajan por la paz,
porque serán llamados hijos de Dios.
10 Dichosos los perseguidos por causa de la
justicia,
porque el reino de los cielos les pertenece.
11 Dichosos serán ustedes cuando por mi
causa la gente los insulte, los persiga y
levante contra ustedes toda clase de
calumnias.
12 Alégrense y llénense de júbilo, porque les
espera una gran recompensa en el cielo. Así
también persiguieron a los profetas que los
precedieron a ustedes.
En este pasaje encontramos palabras de ánimo
dirigidas a personas que sufren, pero no que sufren
sin más, sino por mantener una convicción y
defender una causa. Sea entonces que se trata de
una especie de Hermandad, de una cofradía, de
una comunidad o como quiera que se la denomine
que padece rechazo, vituperio, difamación,
persecución por las autoridades y aún por la
sociedad, asunto que nos es familiar.

226
LA SAL Y LA LUZ
13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la
sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su
sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la
gente la deseche y la pisotee.
14 Ustedes son la luz del mundo. Una
ciudad en lo alto de una colina no puede
esconderse. 15 Ni se enciende una lámpara
para cubrirla con un cajón. Por el contrario,
se pone en la repisa para que alumbre a
todos los que están en la casa. 16 Hagan
brillar su luz delante de todos, para que ellos
puedan ver las buenas obras de ustedes y
alaben al Padre que está en el cielo.
Sal que se vuelve insípida y que recupera su
sabor; sal de la tierra pisoteada; luz del mundo
metida en un cajón… aquí parece manejarse un
doble lenguaje donde se utilizan elementos
simbólicos que dicen lo que dicen y algo más.
EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY
17 No piensen que he venido a anular la ley
o los profetas; no he venido a anularlos sino a
darles cumplimiento.
18 Les aseguro que mientras existan el cielo
y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley
desaparecerán hasta que todo se haya

227
cumplido (…).
Hemos aquí un esfuerzo clásico para dejar claro
a propios y extraños que esta comunidad
rechazada por la sociedad y perseguida por la
autoridad, no es un peligro para nadie y respeta
escrupulosamente la ley. Es un acto reflejo de todo
grupo sospechoso de dar abrigo a la intriga y la
conspiración.
Hecho esto, se pasa revista a varios temas como
el homicidio, el adulterio, el divorcio, los
juramentos o la Ley del Talión a fin de mostrar su
cumplimiento con la Ley aunque bajo otro
parámetro moral al acostumbrado, contraste que se
evidencia de seguido.
EL AMOR A LOS ENEMIGOS
43 Ustedes han oído que se dijo: «Ama a tu
prójimo y odia a tu enemigo.» 44 Pero yo les
digo: Amen a sus enemigos y oren por
quienes los persiguen, 45 para que sean hijos
de su Padre que está en el cielo. Él hace que
salga el sol sobre malos y buenos, y que
llueva sobre justos e injustos. 46 Si ustedes
aman solamente a quienes los aman, ¿qué
recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso
hasta los recaudadores de impuestos? 47 Y si
saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de

228
más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto
hasta los gentiles? 48 Por tanto, sean
perfectos, así como su Padre celestial es
perfecto.
EL DAR A LOS NECESITADOS
6Cuídense de no hacer sus obras de justicia
delante de la gente para llamar la atención.
Si actúan así, su Padre que está en el cielo no
les dará ninguna recompensa.
2 Por eso, cuando des a los necesitados, no
lo anuncies al son de trompeta, como lo
hacen los hipócritas en las sinagogas y en las
calles para que la gente les rinda homenaje.
Les aseguro que ellos ya han recibido toda su
recompensa. 3 Más bien, cuando des a los
necesitados, que no se entere tu mano
izquierda de lo que hace la derecha, 4 para
que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre,
que ve lo que se hace en secreto, te
recompensará.
Este modelo ideal de comportamiento humano
tiene su expresión metodológica espiritual en el
mismo acto religioso donde se propugna el retiro y
la ocultación antes que el lucimiento de gestos y
actitudes piadosas.
LA ORACIÓN

229
5 Cuando oren, no sean como los hipócritas,
porque a ellos les encanta orar de pie en las
sinagogas y en las esquinas de las plazas para
que la gente los vea. Les aseguro que ya han
obtenido toda su recompensa. 6 Pero tú,
cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto,
cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en
lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace
en secreto, te recompensará. 7 Y al orar, no
hablen sólo por hablar como hacen los
gentiles, porque ellos se imaginan que serán
escuchados por sus muchas palabras. 8 No
sean como ellos, porque su Padre sabe lo que
ustedes necesitan antes de que se lo pidan.
9 Ustedes deben orar así: «Padre nuestro
que estás en el cielo, santificado sea tu
nombre,
10 venga tu reino, hágase tu voluntad en la
tierra como en el cielo.
11 Danos hoy nuestro pan cotidiano.
12 Perdónanos nuestras deudas, como
también nosotros hemos perdonado a
nuestros deudores.
13 Y no nos dejes caer en tentación, sino
líbranos del maligno».
14 Porque si perdonan a otros sus ofensas,
también los perdonará a ustedes su Padre

230
celestial. 15 Pero si no perdonan a otros sus
ofensas, tampoco su Padre les perdonará a
ustedes las suyas.
Tras esta enseñanza primordial, después de
hablar del tesoro en el cielo o de juzgar al prójimo,
se anima a todos a pedir, buscar y llamar.
103
PIDAN, BUSQUEN, LLAMEN
7 Pidan, y se les dará; busquen, y
encontrarán; llamen, y se les abrirá.
8 Porque todo el que pide, recibe; el que
busca, encuentra; y al que llama, se le abre
(…).
Para acto seguido ofrecer una relectura del
mensaje de la Ley y los profetas, en una sentencia
más onírica de lo que sospechamos.
REGLA DE ORO
12 Así que en todo traten ustedes a los
demás tal y como quieren que ellos los traten
a ustedes. De hecho, esto es la ley y los
profetas.
La Regla de oro es un Principio moral que puede
expresarse en su forma positiva «Trata a los demás
como te gustaría ser tratado» y en su forma
negativa denominada Regla de Plata «No hagas a
los demás lo que no deseas que te hagan». El

231
testimonio más antiguo de su expresión escrita
data del Imperio Medio en la narración Historia
del campesino elocuente, aunque en sus distintas
formulaciones la encontramos de modo casi
universal, empezando por el Zoroastrismo (la
naturaleza sólo es buena cuando no se hace a los
demás nada que no sea bueno para uno mismo),
confucionismo (no impongas a otro lo que no
elegirías para ti mismo), budismo (no hieras a los
otros de una forma que tú mismo encontrarías
hiriente); hinduismo (trata a los otros como te
tratas a ti mismo), taoísmo (considera la ganancia
de tu vecino como tu ganancia, y la pérdida de tu
vecino como tu pérdida), o en el mismo judaísmo
(amarás a tu prójimo como a ti mismo) por donde
le llegó al cristianismo.
LA PUERTA ESTRECHA Y LA PUERTA ANCHA
13 Entren por la puerta estrecha. Porque es
ancha la puerta y espacioso el camino que
conduce a la destrucción, y muchos entran
por ella. 14 Pero estrecha es la puerta y
angosto el camino que conduce a la vida, y
son pocos los que la encuentran.
Aquí tenemos las puertas, las mismas por las que
atravesara Inanna o Alicia en el País de las
Maravillas. Se trata de la puerta iniciativa que todo

232
Iniciado debe atravesar.
Pero, si tuviéramos que resumir el mensaje de
Jesús y la relevancia que supuso en su momento,
hemos de ir a Juan 13.34.
34 Este mandamiento nuevo les doy: que se
amen los unos a los otros. Así como yo los he
amado, también ustedes deben amarse los
unos a los otros.
Jesús se atrevió a añadir a los Diez
mandamientos, dos nuevos como recoge Marcos y
Mateo, aunque en Juan se destaca éste que por
algo se le conoce como el Evangelio del Amor.
Sea entonces, que si Jesús que como hemos visto
no buscaba romper con la ley sino completarla y
arrojar una interpretación más acorde a su espíritu
que a su letra, probablemente se guardaba para su
círculo más íntimo otras enseñanzas e
interpretaciones sobre los Mandamientos, y por
ende, cabe sospechar que como nio hay dos sin
tres, hubo un tercer nuevo mandamiento que fue
omitido en la predicación pública por su
escándalo, decimotercer mandamiento que paso a
exponer.
EL GRAN MANDAMIENTO
Siendo mi propósito iluminar a la Conciencia los
claroscuros morales provocados en la psique por
nemes éticos de milenario arraigo cultural que

233
pasan de padres a hijos inmunes a las abiertas
contradicciones ocasionadas a cuantos los asumen
como verdaderos para el desenvolvimiento de la
acción del sujeto íntimo social, verbigracia «Los
diez Mandamientos», no salpicaré esta divagación
con referencias que a buen seguro, ustedes en su
sabiduría harían bien en no atender, pasando
directamente a lo esencial, que es lo que a
continuación me propongo:
Cualquiera que mínimamente haya puesto algo
de interés en averiguar el origen de nuestro
ancestral código de conducta grabado a fuego
durante la infancia cuyo sencillo mensaje jamás
nos abandona en sueños o vigilia, hasta el día de la
muerte, sea para respetarlo, sea para burlarlo,
pronto habrá reparado en que, el administrado en
misa o catequesis, es una síntesis por acuerdo de la
Docta Tradición Católica; que los judíos tienen la
suya propia y que en la misma fuente de donde
beben ambas ramas espirituales, las Santas
Escrituras, hay distintas versiones, indiscutible
testimonio de que su recepción por escrito
proviene de cauces culturales diversos aunque no
divergentes.
Porque, hemos de reconocer que, dentro de la
variedad de matices filológicos, orden de los
enunciados, cantidad de mandatos y demás

234
detalles a ponderar en un estudio serio sobre la
cuestión, la presentación formal del conocido
Decálogo, tiene la suficiente solvencia
esquemática como asumir sin complejos la
diferencia en la que las distintas tradiciones
pueden sentirse identificadas como hermanas de
un tronco común. Encontrar ese tronco común es
la tarea que me he propuesto con esta reflexión.
Sólo para tener a mano la materia sobre la cual
estoy versando, como quiera que para mi
propósito valiera cualquiera de las versiones
habidas o por haber, vamos a recordar los «Diez
Mandamientos» según el actual Catecismo de la
Iglesia católica, al objeto de evitarnos continuas
aclaraciones:
1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2. No pronunciarás el nombre de Dios en
vano.
3. Santificarás las fiestas.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
5. No matarás.
6. No cometerás actos impuros (no
cometerás adulterio).
7. No robarás.
8. No dirás falsos testimonios ni mentirás.
9. No consentirás pensamientos o deseos

235
impuros.
10. No codiciarás los bienes ajenos.
Bien, en síntesis, aunque los mandatos divinos
son cientos esparcidos por todo el Antiguo
Testamento los distintos decálogos parecen
coincidir, en esta estructura, así como en los
términos empleados. En su conjunto, los tres
primeros de la serie son siempre Mandatos
dirigidos al hombre en su relación con Dios,
mientras los 7 restantes vienen a organizar la
relación de los hombres entre si.
Es evidente que la elección del número diez
obedece al ideal de completud. De igual modo que
se establece ¡No matarás! bien se podría haber
puesto otro de ¡No envidiarás! O ¡No romperás!
Etc. En este orden de cosas, podría sugerirse un
esfuerzo redaccional por llegar a dicha cantidad
por parte de los copiladores dado que el 7º ¡No
robarás! y el 10º No codiciarás los bienes ajenos,
bien podrían haberse fundido en uno solo y sin
embargo, para mi extrañeza, ahí están ambos en
todas las colecciones resistiendo el paso del
tiempo su redundancia.
Fue este particular, el que me puso en la pista
que me llevaría a la conclusión que hoy hago
pública y que no tardé en conectar con el más
enigmático de todos los Mandamientos y que

236
hasta depurar esta cavilación llegué nunca a
comprender, cuál es, el 2º Mandamiento «No
pronunciarás el nombre de Dios en vano». Yo
jamás entendí que significaba eso de decir el
nombre de Dios en vano. Por supuesto, antes de
este descubrimiento mental, transité durante 40
años por el desierto intelectual, buscando el modo
de desentrañar por mi mismo el significado de
todos y cada uno de los Mandamientos con los
cuales siempre he deseado conducir mi vida,
trabajo libre de polvo y paja, que paso a desgranar
a continuación antes de proseguir:
De los seis a los doce años, me trajo de cabeza a
qué demonio se refería el Noveno Mandamiento
ese que dice «No consentirás pensamientos o
deseos impuros». Cuando aquello, ni barruntaba
qué pensamientos impuros podía haber más allá de
mentir, robar o matar. Con el desarrollo sexual,
tampoco es que lo entendiera del todo, pues siendo
grato, placentero y un regalo de Dios, me resistía a
creer que una de las vías más certeras al éxtasis
del espíritu que podría ser la mejor prueba de la
Existencia de dios, fuera proscrita por este. Yo
nunca tuve problemas en consentir estos
pensamientos impuros, es más los provocaba. Su
concreción en alusión al adulterio en el Sexto
Mandamiento, para nada me convencía, pues si

237
Dios nos ama a todos, siendo nosotros criaturas
suyas mal haríamos en amar sólo a una mujer u
hombre. ¡Algo se había transmitido mal en la
tradición, con tanta traducción traidora! Porque
cuando entra en contradicción una verdad escrita
con una verdad sentida, la primera tiene todas las
de perder, como cuando el médico pone en el parte
«El paciente mejora sensiblemente» estando aquel
días muerto y enterrado.
El Primer Mandamiento «Amarás a Dios sobre
todas las cosas», me lo explicaron tan mal en
Catequesis y aún en Teología, que mi mente
siempre se resistió a asumirlo enteramente. ¿Cómo
voy yo a amar a Dios por encima de todas las
cosas? ¡Eso es absurdo! Máxime cuando dentro
del conjunto de todas las cosas se metía a mis
padres, familiares, seres queridos y mi propia vida.
Fue al cumplir los 33 que leyendo «Camino de
servidumbre» de Hayeck comprendí por analogía
saltimbanqui el verdadero significado de este
primer Mandato divino que no es como cree la
gente «Amarás a Dios por encima de todas las
cosas» en sentido de «Antes de» sino ¡Todo lo
contrario! ¡Amarás primero a todas las cosas y
luego a Dios! Es más, me atrevería a aseverar que
es imposible amar a Dios sin amar antes a las
cosas, entendiendo por cosas, la Materia, el

238
mundo, la vida y la Existencia. Amar a Dios por
encima de las cosas, supone precisamente añadir
un plus de amor a las cosas. Es el Mandamiento
fetichista por excelencia.
La duda estaba servida. Desde entonces, al
desengaño infantil sobre los Reyes Magos, se le
sumó la sospecha de que los Mandamientos, ¡a lo
mejor! no eran divinos...La mente racional parecía
estar conforme con la sacralidad de su contenido.
Pero entonces ¿Por qué los cristianos
incumplíamos una y otra vez tan sagrada y sabia
ley? Es más, ¿cómo era posible que la propia
Iglesia católica que enseñaba esas cosas tan bellas
para el Alma buena, luego las contradijera
atesorando riquezas, dando su bendición a los
ejércitos, dictando embustes oficiales? Una
primera explicación me llegó cuando en un
seminario sobre el Pueblo de Israel, uno de los
profesores exclamó: «Las continuas apelaciones
piadosas al pueblo Hebreo por sus profetas a lo
largo y ancho de su historia contenida en las
Sagradas Escrituras, no son muestra de un pueblo
piadoso, sino todo lo contrario». ¡Como agua de
Mayo! Pero todavía faltaba algo que lo explicara
mejor.
Aunque durante algún tiempo dejé de creer en la
existencia de Dios, nunca perdí mi Fe en la Iglesia

239
como fuente de Verdad humana, cuya referencia
espiritual desde mi Ateísmo Lógico resistía dentro
de mi Ser, cual llama agonizante. Fue la tenue Luz
de su milenario ejemplo, la que recondujo mis
pasos en la investigación con la certeza de que una
Institución como la suya, no podía errar tan
flagrantemente y que a lo mejor, debía atender al
conjunto de los Mandamientos para saber de su
auténtico mensaje, en vez de leerlos cada uno de
ellos por separado.
Así, siguiendo mi instinto, rescatando de las
primeras impresiones infantiles los aspectos que
mayor extrañeza siempre me habían causado,
encontré que, además de lo apuntado, había una
expresión que destacaba sobre todo el discurso,
cual era «¡En vano!», que sólo aparecía en el
Segundo Mandamiento. «No pronunciarás el
nombre de Dios en vano!».
¡En vano! ¡En vano! La expresión no dejó de dar
vueltas en mi cabeza, mientras mi cabeza le daba
vueltas a los Mandamientos antes de cumplir los
cuarenta. ¿Por qué Dios en su potestad no prohibió
sin más pronunciar su nombre? Si su nombre
puede ser pronunciado cuando no es en vano…
¿Por qué los judíos se toman tantas molestias en
evitarlo? Había algo que no terminaba de encajar
en todo aquello. Pero, ¿qué?

240
Los conocimientos de mercadotecnia y
psicología del discurso publicitario, vinieron en mi
ayuda. Cuando se desea destacar una idea, el
método más vulgar es aquel que repite hasta la
saciedad dicha idea, más, cuanta más falsa es por
la resistencia natural de la razón en aceptarla. No
obstante, cuando una verdad desea ser preservada
de la plebe pero a la vez se pretende su
conservación, el modo adecuado de realzar su
presencia de forma sutil es precisamente por vía
contraria, citándola una única y exclusiva ocasión,
desde cuya singularidad como estrella solitaria en
cielo abierto no pasará desapercibida a la mirada.
Es cierto que en el firmamento léxico del
decálogo había otra que pudo haber sido singular
como «Prójimo» cuya traducción por «próximo»
ya ilumina bastante sobre el sentido del Mandato:
«No codiciarás la mujer del próximo», pero la del
de más allá… eso ya es otro cantar; mas, por eso
mismo, los redactores del decálogo, rebajaron su
importancia citándola varias veces en un mismo
párrafo sin necesidad alguna como sucede en el
Décimo en las distintas citas Bíblicas.
La particularidad de la expresión «En vano»
comporta la esencia explicativa de los Diez
Mandamientos. A su nueva luz, todos quedan
mejor entendidos sin ofender a la razón ni entrar

241
en contradicción con la naturaleza humana dada
por el Creador.
Teniendo esto en mente, me dispongo a
reinterpretar los Diez Mandamientos, empezando
por aquellos que utilizan la fórmula negativa del
«No tal o cual cosa»:
5. No Matarás: Es evidente que este
Mandamiento no resiste así formulado ni el
derecho natural a la defensa, ni la preservación de
la vida de la especie. Sin embargo, acompañado de
la expresión elíptica «En vano» ya es otra cosa.
¡No matarás en vano! Ahora ya no hay problema
para santificar las guerras de religión, la pena de
muerte, la eutanasia, el aborto… diluyéndose así
todas las discusiones éticas. «No matarás en vano»
lo único que proscribiría sería matar por matar.
Hasta matar por dinero, placer, o experimentación
científica, no sería objeto de prohibición. Lo que
no significa que lo sea de aprobación. La bondad o
maldad de dar muerte a otro, sería cuestión de
utilidad, conveniencia, necesidad y otras
cuestiones a considerar por la razón en función de
los hechos, motivos y resultados.
6. No cometerás actos impuros: El cambio
sustancial operado en el Catecismo Católico del
92, por una parte genera una extraña redundancia
con el 9º que antes no se daba y por otra parece

242
como levantar la censura negativa sobre el
adulterio. Tanto en Éxodo 20, 2-17; como en
Deuteronomio 5, 6-21; lo que se dice es ¡No
cometerás adulterio! ¿A qué obedece la
modificación? Yo por supuesto la aplaudo. Pero
de haberla dejado como estaba, ahora se debería
entender ¡No cometerás adulterio en vano! O sea
que habría que aceptar la poligamia.
7. No robarás: Bueno, sin entrar a discutir qué se
quiere decir con «robar» creo que completando el
mandato con la expresión «En vano» todos
estaríamos en mejor disposición de aceptarlo. ¡No
robarás en vano! Valdría tanto para excusar a
quien toma la propiedad ajena por necesidad,
como para condenar a quien roba sin haber
motivo. Porque Dios no se mete en los asuntos
humanos de si esto es tuyo o mio que es cuestión
del Registro, sino en la bondad o maldad del acto.
Ya no se prohibiría robar, sino robar en vano. Por
ejemplo, desde esta óptica ética redescubierta, que
alguien fuera a unos grandes almacenes y se
llevara un televisor de plasma sin pagar porque
quiere ver las películas con sus hijos los
domingos, eso podrá ser punible desde el Derecho
positivo humano, pero Dios no lo castigaría. Lo
que sí estaría muy mal, es que ese mismo
individuo, después de robar el televisor y haber

243
causado un perjuicio a terceros, no reequilibrara
dicho perjuicio procurándose para si y los suyos
un beneficio y tirase la mercancía sustraída al mar,
donde no aportaría provecho alguno a los peces.
8. No dirás falsos testimonios ni mentirás: Lo
mismo puede decirse del ¡No mentirás! El
verdadero Mandamiento divino sería ¡No mentirás
en vano! Mentir puede ser útil y reportar grandes
beneficios para la persona. Esos dilemas jurídicos
sobre si un hijo, familiar o amigo comete perjurio
al mentir para encubrir a los suyos, quedaría
resuelto desde un punto de vista religioso, aunque
los tribunales continuaran persiguiéndolo. ¿Cómo
va a ser malo mentir a las autoridades para ocultar
a un sin papeles y evitar que lo expulsen del país?
Mentir será bueno cuando es por una buena causa
y malo cuando la causa sea mala. Pero ya
prevengo que la causa propia, por mala que sea
para un tercero, no ha de serlo para el propio
sujeto que la contempla. Únicamente la mentira
compulsiva sería objeto de prohibición. Por otra
parte, no tiene sentido mentir en vano.
9. No consentirás pensamientos o deseos
impuros. Ya vimos como este asunto hacía aguas
por todas partes. En cambio, si le añadimos la
expresión «En vano» parece muy apropiado para
evitarse calentones nada recomendables desde un

244
punto de vista médico psiquiátrico.
10. No codiciarás los bienes ajenos: Por último,
aquí la Iglesia Católica sustituyo «Prójimo» por
«Ajeno» qué es una lástima y omitió las
referencias a la mujer, que daba mucho juego para
sacar diversas conclusiones como la de que para
las mujeres heterosexuales y los gays sólo había
nueve Mandamientos. En cualquier caso, el
décimo Mandamiento mejor quedaría si se le
añade como a los anteriores la coletilla «En vano»
Pues es verdad que codiciar los bienes ajenos sin
poner los medios para obtenerlos, lo único que
puede deparar a los individuos y los pueblos es
frustración y pesar. Pero si se codicia lo de los
demás y se pone toda la voluntad en obtenerlos, es
probable que hasta Dios ayude en la tarea pues
gracias a ello los Imperios han forjado la Historia
humana.
Después de haber supervisado los Mandamientos
con fórmula negativa «No tal y cual», paso a
ocuparme de los expresados de forma positiva.
Lo primero que hemos de advertir es lo extraño
de haber mezclado mandatos en negativo y
positivo. Sin embargo, al introducir en estos la
expresión «En vano» rápidamente aflora en ellos
su original, negativo que corrobora toda mi
hipótesis. Veamos:

245
1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
Evidentemente, el mandato no tendría sentido
alguno de añadirle sin más «En vano» de hacerlo,
reclama de inmediato restituirle la forma negativa
quedando «No amarás a Dios sobre todas las cosas
en vano» que nos viene a decir que somos libres
de amar o no amar a dios, si este no nos es de
utilidad o algún provecho, detalle muy en
consonancia con la idea Bíblica de Alianza en la
que se enmarcan las relaciones de Dios con los
hombres.
2. No pronunciarás el nombre de Dios en vano.
No requiere modificación. Su estructura conserva
la original. Viene a decir que los hombres no
requieran de sus servicios en vano.
3. Santificarás las fiestas y 4 Honrarás a tus
padres… Siguen el mismo esquema que el primer
mandamiento.
En consecuencia, los Diez Mandamientos en
verdad deben formularse del siguiente modo:
1. No amarás a Dios sobre todas las cosas en
vano.
2. No pronunciarás el nombre de Dios en vano.
3. No Santificarás las fiestas en vano.
4. No honrarás a tu padre y a tu madre en vano.
5. No matarás en vano.
6. No cometerás actos impuros en vano.

246
7. No robarás en vano.
8. No dirás falsos testimonios ni mentirás en
vano.
9. No consentirás pensamientos o deseos
impuros en vano.
10. No codiciarás los bienes ajenos en vano.
Esta reconstrucción del decálogo original,
evidentemente no se corresponde con ninguna
fuente manejada por los copiladores. Es un
modelo que subsistía agazapada entre las
tradiciones orales a cuya elocuencia abstracta
acompañaba una praxis a cuyo estadio superior
estaba supeditada su transmisión y memoria. Y la
Praxis que guiaba la sana interpretación de todo
mandato Divino era «El Gran Mandamiento» ¡No
harás nada en vano! Pues todo en la Naturaleza, en
el Cosmos y en la Existencia está dispuesto para
ahorrar energía y en función de Sentido donde
hasta el absurdo no tiene otra cabida que la de
destacar su diferencia.
Pero además de las fuentes canónicas del Nuevo
testamento, contamos también con los
denominados Evangelios Apócrifos, de los cuales,
a Nuestra Historia sólo le interesan los Gnósticos.
EVANGELIOS GNÓSTICOS
Originalmente el término «apócrifo» aludía a
ciertos textos gnósticos que versaban sobre Jesús.

247
Al quedar la Gnosis seriamente cuestionada,
combatida y perseguida por los autores cuya línea
acabaría siendo la vencedora tras Nicea, el término
Apócrifo que originalmente significaba en griego
«ocultar lejos», y luego, fue derivando en «oculto,
oscuro» con el cual se adjetivaba a aquellos
documentos pasó a identificar a cuantos textos
quedaron fuera del Canon, cuando les hubiera ido
mejor ser tenidos sólo por extra-canónicos. Con
todo, durante algún tiempo, varios de esos escritos
fueron tenidos como canónicos por algunas
comunidades. Más aún, alguno de ellos dejaron su
huella en textos y celebraciones litúrgicas y en la
piedad popular. Empero, aun siendo apasionante
profundizar en todo el maremágnum de los
Apócrifos, entre la Pléyade de textos adscritos, a
Nuestra Historia, le interesan únicamente los
Evangelios Gnósticos.
En aras de una mejor comprensión de los textos
que trabajaremos a continuación, conviene saber
que, el Gnosticismo cristiano, interpretado en
términos generales, reconoce dos deidades: un
Demiurgo malvado creador de un mundo material
defectuoso, a menudo asimilado con el Dios del
Antiguo Testamento, y el «Dios bueno», el Padre
de Jesús, quien envió a su Hijo para indicar a la
Humanidad el camino de Salvación que para los

248
gnósticos no se hallaba ni en el perdón de los
pecados, ni en la recepción sacramental, sino en el
Conocimiento de Dios, más allá de la Teología. A
continuación observaremos como este conjunto de
ideas tuvo encaje en la espiritualidad cristiana de
los primeros siglos.
EVANGELIO DE JUDAS
Compuesto en la primera mitad del siglo II
104
pertenecía a la corriente gnóstica Cainita. En su
trama, Iscariote fue el discípulo favorito de Jesús,
explicándose su traición al fiel cumplimiento del
plan previsto por su Maestro. En sus párrafos se
cuentan las revelaciones que Jesús hizo a Judas
Iscariote, tres días antes de la Pascua:
Tú serás el decimotercero, y serás maldito
por generaciones, y vendrás para reinar
sobre ellos.
A diferencia de los canónicos, en este texto,
Jesús se ríe de la incomprensión de los discípulos,
ante lo cual, aquellos reaccionan furiosos; todos,
menos Judas, que responde:
Yo tengo conocimiento de quién eres tú y de
dónde vienes. Tú vienes del inmortal reino de
Barbelo.
Barbelo es un concepto gnóstico referido a la
primera emanación divina, representado como

249
principio femenino conocido por ser Madre-Padre
cual entidad andrógino primordial, llamado Eterno
105
Eon.
La situación de Judas Iscariote en este episodio
parece calcar la posición de Melek Taus de la
corriente Yazedi, una entidad inferior a dios, pero
que goza de su favor y preferencia porque tiene
algo especial, en este caso conocimiento de su
auténtica naturaleza.
Por poseer este conocimiento a Judas, se le
promete una revelación: «referida a secretos que
ninguna otra persona ha conocido nunca». «Tú los
superarás a todos ellos. Porque tú sacrificarás el
hombre que me reviste (...). La estrella que indica
el camino es tu estrella.» (…) La multitud de
aquellos inmortales es denominada cosmos —que
significa perdición— por el Padre y las 72
luminarias que están con el Autogenerado y sus 72
eones. En El apareció el primer humano con sus
poderes incorruptibles. Y el Eón entonces apareció
con su generación, en quien la nube de
conocimiento y el ángel es llamado El. [...] eón
[...] después de eso [...] dijo, hagamos que doce
ángeles adquieran realidad para gobernar sobre el
caos y el mundo subterráneo. Y héte aquí, que
desde la nube emergió un angel con destellos de
fuego en su faz y sucio de sangre en su apariencia.

250
Su nombre era Nebro, que significa Rebelde; otros
le llaman Yaldabaoth. Otro ángel, Saklas, también
salió de la nube. En esto, Nebro creó seis ángeles
y lo mismo hizo Saklas, para que fuesen sus
asistentes, lo cual produjo 12 ángeles en los cielos,
y cada uno recibió una porción de los cielos. Los
doce soberanos hablaron a los doce ángeles [...] el
primero es Seth, quien es llamado Cristo. El
segundo es Harmathoth. El tercero es Galila. El
cuarto es Yobel. El quinto es Adonaios. Estos son
los cinco que gobiernan sobre el mundo
subterráneo, y ante todo sobre todo caos.
Al rato, Judas «recibió algún dinero y se lo
entregó a ellos». Jesús se lo agradece, ya que
prepara el momento en que quedará «liberado» del
cuerpo, lo que le permite regresar al «reino grande
e ilimitado cuya inmensidad no ha visto ninguna
generación de ángeles». El texto termina con
Judas entregando a Jesús ante los sumos
sacerdotes y no incluye ninguna mención de la
crucifixión o de la resurrección.
106
EVANGELIO DE TOMÁS
Aunque no hay consenso sobre la fecha de
composición de este evangelio cuya autoría su
prólogo atribuye a Tomás el Gemelo,
posiblemente sea algo anterior al Evangelio de

251
Juan por cuanto este trataría de refutar varios
asertos del texto en pasajes como el de la duda de
Tomás Jn 20, 24-29.
A diferencia de los canónicos, el libro de Tomás
no adopta la estructura de un relato, su contenido
consiste básicamente en 114 sentenciasen puestas
en boca de Jesús:
Ama a tu hermano como a tu alma; cuida
de él como a la pupila de tus ojos.
Cuando hagáis de los dos uno, y hagáis el
interior como el exterior y el exterior como el
interior y lo de arriba como lo de abajo, y
cuando establezcáis el varón con la hembra
como una sola unidad de tal modo que el
hombre no sea masculino ni la mujer
femenina, cuando establezcáis un ojo en el
lugar de un ojo y una mano en el lugar de
una mano y un pie en el lugar de un pie y una
imagen en el lugar de una imagen, entonces
entraréis en el Reino.
EVANGELIO DE MARÍA MAGDALENA
Fue redactado en algún momento del siglo II.
Poco es lo que se conserva del texto original,
apenas tres fragmentos. Se desconoce la autoría
por lo que su designación con el nombre de María
Magdalena, obedece a que se cita en el texto a una
discípula de Jesús llamada María, que la mayoría

252
de los especialistas identifican con Magdalena.
Tras la marcha de Jesús, los apóstoles se
encuentran desorientados.
Ellos, sin embargo, estaban entristecidos y
lloraban amargamente diciendo: «¿Cómo
iremos hacia los gentiles y predicaremos el
evangelio del reino del hijo del hombre? Si no
han tenido con él ninguna consideración,
¿cómo la tendrán con nosotros?».
Entonces Mariam se levantó, los saludó a
todos y dijo a sus hermanos: «No lloréis y no
os entristezcáis; no vaciléis más, pues su
gracia descenderá sobre todos vosotros y os
protegerá. Antes bien, alabemos su grandeza,
pues nos ha preparado y nos ha hecho
hombres». Dicho esto, Mariam convirtió sus
corazones al bien y comenzaron a comentar
las palabras del Salvador.
(…) Leví dice a Pedro: «Siempre tienes la cólera a
tu lado, y ahora mismo discutes con la mujer
enfrentándote con ella. Si el Salvador la ha juzgado
digna, ¿quién eres tú para despreciarla? De todas
maneras, Él, al verla, la ha amado sin duda.
Avergoncémonos más bien, y, revestidos del hombre
perfecto, cumplamos aquello que nos fue mandado.
Prediquemos el evangelio sin restringir ni legislar,
(sino) como dijo el Salvador». Terminado que hubo
Leví estas palabras, se marchó y se puso a predicar el
evangelio según María.

253
María, entonces, relata una visión y el diálogo
que mantuvo con Jesús en esta visión, lleno de
términos propios del pensamiento gnóstico. El
testimonio de María es rechazado por Pedro y
Andrés quienes dudan que Jesús haya preferido a
una mujer antes que a ellos para hacerle
revelaciones secretas. Sin embargo, Leví (Mateo)
decide predicar «el Evangelio según María».
De acuerdo con este texto, María Magdalena
habría sido depositaria de revelaciones secretas de
Jesús, y habría tenido un papel destacado en la
comunidad cristiana post-pascual. Sin embargo, es
posible que María Magdalena no sea aquí más que
107
un símbolo de la figura de Sofía gnóstica.
EVANGELIO APÓCRIFO DE JUAN
Es un texto del siglo II, donde Jesús, después de
su ascensión celestial confía una revelación a
Juan. Su principal fragmento, refleja un diálogo
entre Jesús y sus discípulos preocupados por qué
debían evitar para acceder al reino de los cielos.
Pero ellos le contestaron: ¿A dónde iremos,
pues contigo están las palabras de Vida
Eterna? Dinos cuáles son los pecados que
debemos evitar para que nunca más
conozcamos la enfermedad y podamos entrar
al reino de los cielos.

254
Jesús les contestó: «Hágase de acuerdo a
vuestra fe», y se sentó entre ellos y dijo: «Se
ha dicho desde tiempo inmemorial: Honra a
tu Padre Celestial y a tu Madre Terrenal, y
obedece sus mandamientos, para que tus días
sean largos sobre la tierra.
Y luego se les dio el siguiente mandamiento:
No matarás, porque la vida es dada a todos
por Dios y lo que Dios ha dado no dejen que
el hombre lo arrebate. Pues en verdad os
digo que de una Madre procede todo lo que
vive sobre la tierra. Por tanto quien mata,
mata a su hermano. Y de él se alejará la
Madre Terrenal y le retirará sus pechos
vivificadores, y los ángeles le rehuirán y
Satanás tendrá morada en su cuerpo.
(…)
Luego otro discípulo dijo: Moisés, el más
grande de Israel, permitió a nuestros
antepasados que comieran carne de bestias
no impuras y prohibió la carne de bestias
impuras. ¿Porque entonces, nos prohíbes Tú
la carne de todas las Bestias? ¿Cuál ley
proviene de Dios? ¿La de Moisés o la Tuya?
Y Jesús continuo: «Dios ordenó a vuestros
antepasados «No matarás» pero sus
corazones se endurecieron y siguieron

255
matando. Entonces Moisés quiso que por lo
menos no mataran a los hombres y les toleró
que mataran a las bestias. Pero los corazones
de vuestros antepasados se endurecieron aún
más y mataron a hombres y a bestias por
igual».
Pero Yo os digo: «No matéis hombres ni
bestias, ni siquiera el alimento que ponéis en
vuestras bocas, pues si comes alimento vivo,
el mismo os vivificara, pero si matáis vuestro
alimento, el alimento muerto os matará a
vosotros también. Pues la vida proviene solo
de la vida y la muerte proviene siempre de la
muerte. Pues todo lo que mata a vuestro
alimento mata también a vuestros cuerpos. Y
todo aquello que mata vuestros cuerpos mata
también a vuestros espíritus. Vuestros
cuerpos se convierten en lo que vuestros
alimentos son, así como vuestros espíritus se
convierten igualmente en lo que vuestros
pensamientos son».
Por lo tanto, comed siempre de la mesa de
Dios: Las frutas de los árboles, el grano y las
hierbas del campo, la leche de las bestias y la
miel de las abejas. Porque todo lo que está
más allá de esto es Satanás y conduce por el
camino del pecado y de las enfermedades

256
hasta la muerte. Pero los alimentos que
coméis de la abundante mesa de Dios os
darán fortaleza y juventud a vuestro cuerpo
y nunca sufriréis enfermedad.
EVANGELIO DE VALENTÍN O DE LA VERDAD
Este Evangelio es uno de los textos hallados en
Nag Hammadi, escrito en copto, posiblemente
traducido del griego hacia la primera mitad del
siglo II, de clara afinidad con la escuela
valentiana, de ahí su nombre, aunque también es
conocido por su inicio.
16.31 El Evangelio de la Verdad es alegría
para aquellos que han recibido del Padre de
la Verdad la gracia de conocerlo, por medio
del Poder de la Palabra que ha venido desde
el Pleroma, la que está en el Pensamiento y
en la Inteligencia del Padre, la que es
llamada «Salvador», ya que es el nombre de
la Obra que debe llevar a cabo para la
Redención de aquellos que eran ignorantes
del Padre, mientras que el nombre del
Evangelio es la proclamación de la
esperanza, siendo descubierta por aquellos
que Le buscan.
18 Éste es el Evangelio del que se busca, que
se reveló a los que son perfectos por las
misericordias del Padre, el Misterio Oculto,

257
Jesús, el Cristo, por cuyo medio iluminó a los
que estaban en la oscuridad a causa del
olvido. Los ha iluminado y «les» ha mostrado
un camino; y el Camino es la Verdad que les
ha enseñado.
22 De esta manera el que posee la Gnosis
(Conocimiento) es de lo Alto. Si es llamado,
escucha, responde y se vuelve hacia quien lo
llama, para ascender hacia Él. Y sabe en qué
modo es llamado. Poseyendo el Conocimiento
hace la voluntad de quien lo ha llamado,
quiere complacerle y recibe el reposo. Su
nombre adviene a él. El que llegue a poseer el
Conocimiento de este modo sabe de dónde
viene y a dónde va. Sabe, como una persona
que habiendo estado embriagada ha salido de
su embriaguez, y habiendo vuelto a sí misma,
ha corregido lo que le es propio.
Del conjunto de estos textos extraemos la
impresión de que en el Cristianismo primitivo,
además de darse cita un batiburrillo de tradiciones
de muy distinta procedencia, se libró un vivo
debate entre las comunidades, acerca de todos los
hilos con los que se iría entretejiendo la nueva
espiritualidad desde cómo interpretar la Ley judía,
hasta el papel que debe jugar la mujer en la
Iglesia, pasando por la relevancia teológica de los

258
distintos Apóstoles y Discípulos, las prácticas y
ritos, etc.

259
IV. GNOSTICISMO

El Gnosticismo, en sentido estricto, es la corriente


que propugna el conocimiento como vía de acceso
a la Verdad en los sistemas filosóficos, o a Dios en
los planteamientos Teológicos. Aunque podríamos
fijar su remoto origen inspirador para el marco
occidental en la mayéutica socrática forjada
posteriormente en versiones vulgarizadas de
neopitagorismo y neoplatonismo, se desarrolló en
las especulaciones religiosas judeo-cristianas
favorecidas por la cultura talmúdica de la primera
acostumbrada a la continua discusión de las
Sagradas Escrituras y la enormidad de
posibilidades interpretativas por explorar que
ofrecía la segunda dada su novedad, menester para
el cual, no rechazaron elementos tomados de otras
coordenadas culturales o espirituales, toda vez, la
108
experiencia de Alejandro Magno por breve que
fuera el periodo, puso en contacto el potente
aparato filosófico griego con las sugerentes
reflexiones orientales y la perenne preocupación
teológica hebrea, de cuya natural coincidencia
sincrética nacerían infinidad de propuestas, la
mayoría de ellas, vehiculadas en el efervescente
Cristianismo Primitivo donde hallaron su mejor

260
caldo de cultivo, al extremo de considerársele al
109
Gnosticismo una corriente del mismo.
Sea entonces que, si los propios Gnósticos vieron
con buenos ojos emplear las creencias cristianas
para dar salida a sus ideas, malo no será recorrer el
camino inverso para dar cuenta de las mismas, por
consiguiente, como quiera que a la verdad se
pueda llegar por distintos recorridos, aquí nos
atendremos principalmente también a explicar lo
esencial que se desprenda del Gnosticismo
cristiano heterodoxo, cuya obra nos es conocida
gracias a autores que como Ireneo tuvieron a bien
combatirlo intelectualmente, aporía histórica
corregida con los textos de Nag Hammadi
descubiertos a mediados del siglo XX que nos han
permitido arrojar Verdadera Luz a la honestidad
de sus adversarios.
En líneas generales, la corriente Gnóstica
adoptaría dentro del Cristianismo las siguientes
110
posiciones:
111
Salvación: la Salvación, no llega a través de la
crucifixión, sino por el conocimiento de lo divino
que presenta un perfil superior a la gratuita
Revelación o la simple Fe. El Hombre, en
consecuencia, puede salvarse a si mismo. No
obstante, la Revelación ayuda a la inteligencia en
tanto en cuanto esta resulta insuficiente para su

261
propio rescate, más sólo como iniciadora de un
proceso que en adelante habrá de ser autónomo y
no heterónomo; es decir, la Revelación actuaría
como un despertar la conciencia gnóstica para
entender que su realidad es distinta y superior a la
materia entendida esta como mala, por hallar en su
interior la chispa de divinidad que conforma su
genuino ser. Así, en coherencia, el gnóstico
rechazará cualquier mediación entre Dios y el
Hombre, cualquier canon, cualquier ortodoxia, por
cuanto el camino hacia la plena iluminación debe
recorrerse por uno mismo, en una experiencia
personal e intransferible.
Antropocentrismo: Aunque es el conocimiento
de lo divino aquello que garantiza la salvación del
hombre, en el fondo, no es dios el eje sobre el que
gira o el elemento al que tiende el pensamiento
gnóstico, sino el Hombre. El Hombre es el que
conoce; el Hombre es el que se salva; humanos
son los medios que le garantizan preservar su
naturaleza divina en medio de la materia mundana.
Esto le faculta para ser libre y autónomo en sus
decisiones, motivo fundamental para escoger su
camino de salvación, pero también de condena.
Pluralidad de planteamientos: No existe una sola
vía de acceso a la divinidad, porque cada uno lleva
consigo una porción de lo divino y conforme a la

262
experiencia propia del gnóstico, así será su camino
de salvación, conforme a la introspección que
haya hecho. No habiendo entonces mediadores
autorizados, no habiendo una ortodoxia, una regla,
una disciplina que garantice la Salvación, el
Gnosticismo permitió que germinaran tantas
formas de entender la gnosis como espíritus había
112
para recorrerlas intelectualmente.
Este posicionamiento radical era una reacción al
rapto que la Gnosis había padecido a manos de las
religiones durante milenios, disputa nacida entre
Magia y Religión no superada hasta la irrupción
de la Ciencia. Porque la Gnosis, en cuanto
conocimiento fue empleado desde muy temprano
momento para articular y armonizar los distintos
enfoques teologales como vimos en volumen II en
Sumeria y Egipto. De hecho, las Sagradas
Escrituras contienen toda una sección denominada
Sabiduría, la Sofía griega. Tanto es así, que en la
disputa contra el Gnosticismo, la ortodoxia
católica debió hilar muy finamente para distinguir
el gnosticismo ortodoxo del heterodoxo, no sin
correr ciertos riesgos ideológicos, a fin de silenciar
una intelectualmente atractiva deriva especulativa
que daba batalla en todos los frentes, habidos y
por haber, de cuyo tronco, a decir de Ireneo,
113
nacían todas las herejías: docetismo,

263
114
adopcionismo , negación del pecado original,
negación de la resurrección de los cuerpos, etc.
Estructura dualista: empapado de hilemorfismo
griego, el Gnosticismo separaba de forma radical
la materia del espíritu. El mal y la perdición
estaban ligados a la materia, mientras que lo
divino y la salvación pertenecían a lo espiritual.
Por esa razón, no podía existir salvación alguna en
la materia. Únicamente a través de la conciencia
del propio espíritu, de su carácter divino y de su
acceso introspectivo a las verdades trascendentes
podía este liberarse y salvarse. Conducidos por la
idea de la condenación de la materia, las distintas
formas de gnosticismo arribaron a variopintas
conclusiones éticas, algunas afirmaban que era
necesario el castigo del cuerpo para, a través del
padecimiento de la carne, contribuir a la liberación
del espíritu, propugnando un modo de vida
ascético. Sin embargo, otras corrientes afirmaban
que, siendo la Salvación dependiente únicamente
de la gnosis del alma, el comportamiento del
cuerpo era irrelevante, disculpándolo de toda
atadura moral y librándolo a toda clase de goces.
Otras enseñanzas reprobaban la multiplicación de
la materia, siendo así la procreación un acto
115
condenable. También existían corrientes que, al
igual que el platonismo y las filosofías orientales,

264
creían en el retorno cíclico de las almas a la
prisión de la materia a través de la reencarnación,
ciclo que el iniciado buscaba romper por la gnosis,
la iluminación oriental.
Carácter Iniciático: Como hemos adelantado,
pese a no haber necesidad de un mediador, ni una
ortodoxia, la insuficiencia de la inteligencia
humana, requiere de un despertar, de un
empujoncito para ponerse a andar, asunto en el
que una revelación puede ayudar, si bien este
momento puede ser provocado por un maestro que
antes haya tenido su propia experiencia. Es decir,
la gnosis, el conocimiento es un proceso que
requiere de iniciación, de iniciar, de iniciarse para
ponerse en marcha. La gnosis era, pues, la forma
suprema de conocimiento, donde a la persona se la
iniciaba, pero era esa persona la que debía
continuar el proceso y acabarlo.
Libertad intelectual: dada la autonomía y libertad
manada de la experiencia personal e intransferible,
los autores gnósticos y su literatura no dudaron en
interpretar y adoptar el lenguaje, expresiones,
imágenes, símbolos, enseñanzas, personajes y
pasajes, especialmente del Antiguo y Nuevo
Testamento a conveniencia para expresar más sus
experiencias que sus enseñanzas.
Terminología particular: si bien los gnósticos no

265
tuvieron escrúpulos en tomar prestados conceptos
y expresiones de otras religiones y sistemas
filosóficos, no menos cierto es que, su destacado
empleo revestido de su singular impronta fue
suficiente para reconocer por su especial lenguaje
cuando se esta ante una enseñanza gnóstica.
Términos como pleroma, eon, nous, ayudaban a
identificar la perspectiva gnóstica con que debía
ser leída o escuchado el mensaje.
Jerarquía espiritual: Para el pensamiento gnóstico,
en la cima de los seres existe un ser perfecto e
inmanente cuya naturaleza le mantiene aparte del
todo inaccesible. A causa de su emanación aparecen
los eones degeneración progresiva de los seres
espirituales, y origen del mal. Los eones junto con el
Ser supremo formaban el reino de la luz; estos eones
iban generalmente por parejas, y eran menos
perfectos a medida que se alejaban del Ser supremo.
Uno de los eones, pretendió ascender al grado de
Ser supremo, y así se rebela contra aquél; es
arrojado entonces del reino de la luz; este eón se
llama Demiurgo, crea el mundo material y el
hombre, entablándose con esto una lucha constante
116
entre el hombre y Dios.
Para redimir al alma humana, encerrada en la
materia, vino otro eón, fiel al Ser supremo, el eón
Cristo; este comunicó el conocimiento de su

266
verdadero origen y enseñó el modo de librarse de la
materia, que es precisamente por el conocimiento
117
superior, que viene la Salvación.
Jerarquías humanas: El Gnosticismo, además de
adoptar una jerarquía de entidades divinas de
influencia zoroástrica, presentaba también una
jerarquía humana de evidente ascendencia
platónica: En primer término están los espirituales
o gnósticos: son aquellos que han alcanzado el
pleno conocimiento. Después vendrían los
psíquicos: simples cristianos, que no tienen
capacidad para llegar a la verdadera gnosis. Por
último estarían los materiales (hílicos), que son los
paganos.
Recuperación de la Diosa Madre: El Gnosticismo
considera que el ser supremo es femenino en claro
desafío a las religiones judía de Yahvé, cristiana
de Jesús y Grecolatina de Zeus-Júpiter.
EL GNOSTICISMO COMBATIDO POR LA ORTODOXIA
118
CRISTIANA
El Gnosticismo fue combatido por varios autores
cuya perspectiva a la postre acabó triunfando en el
seno de la Iglesia Católica, para quienes el
conocimiento de dios era bueno por cuanto
ayudaba al hombre a entender la verdad Revelada,
pero es la Revelación la auténtica fuente de

267
conocimiento directo de dios, pues es dios quien
se revela al hombre y no el hombre el que
descubre a dios. Así la oscuridad de la Fe es a la
vez iluminación de la Verdad. En este sentido.
Así, para Irineo que combatió intelectualmente el
Gnosticismo afirmará ‘La verdadera gnosis, es la
doctrina de los Apóstoles’, subrayando que la
explicitación de esta doctrina se lleva a cabo por el
estudio, y señalando el primer esfuerzo por
distinguir la especulación teológica de la fe. Pero,
quien más profundiza en la distinción entre Fe y
Gnosis es Orígenes: creer es aceptar el credo,
mientras que la gnosis equivale a conocer a Dios
por vía mística, constituyendo el
perfeccionamiento o último estadio de la vida de
fe. Para llegar a ella es imprescindible la práctica
de las virtudes y el total dominio de las pasiones
por medio de la apatheia: ‘Contemplar, conocer y
comprender no son términos que signifiquen actos
diferentes’ La gnosis versa preferentemente sobre
los misterios secretos de Dios contenidos en la
Biblia, de ahí la importancia de la exégesis
119
alegórica.
Los Padres de la Iglesia advirtieron sobre dos
peligros a los que la fe cristiana podría sucumbir
de dejarse arrastrar por el Gnosticismo, a saber,
primero, que la creencia en dios se hiciera

268
esotérica en vez de exotérica, es decir, que el
mensaje de Jesús no llegara a todos a través de la
sencilla predicación misionera, sino por medio del
estudio de complejos sistemas cabalísticos o
lecturas exegéticas que no están al alcance de
todos, aunque en este aspecto, autores de la talla
de Clemente de Alejandría reconociesen la
existencia de un caudal de conocimiento que ha
llegado hasta muy pocos entregado desde los
Apóstoles por sucesión sin escritos’. Ello traería
como consecuencia la división del Pueblo de Dios
en Gnósticos y simples, reservando la salvación
para una elite espiritual, dejando al resto fuera. Un
segundo peligro sería diluir la esencia de la
Salvación Universal en la excesiva atomización de
los individuos, dejando de lado la parte social que
la fe cristiana supone en los pueblos y las gentes
que encarna en su institución, pues a diferencia del
120
Gnóstico, el cristiano no se salva solo.
AUTORES Y MOVIMIENTOS GNÓSTICOS
Son muchos los autores citados en la diatriba
ortodoxa contra el gnosticismo como Cleobio,
Dositeo, Gorfeo, Masboteo, de cuyas doctrinas
nada más nos ha llegado. Aquí, sólo
mencionaremos aquellos cuya impronta sirve para
formarnos una idea general más concreta de cómo
se articulaba su ideario, escogiendo los elementos

269
que ayuden a la comprensión, aunque sea
reduccionista de su fenómeno, al objeto de ser de
buen provecho para robustecer considerablemente
Nuestra Historia.

121
SIMÓN EL MAGO
Nadie mejor que Simón el Mago para encabezar
el nutrido rosario de autores que jalonan el
Gnosticismo, siguiendo la opinión de Ireneo para
quien su figura representaba el foco infeccioso de
toda herejía.
La referencia más antigua se encuentra en el
capítulo 8 de Hechos de los apóstoles, donde se da
noticia sobre una persona que practicaba la magia
en la ciudad de Sebaste en Samaria, que fue
convertido al Cristianismo por Felipe, pero que
después trató de comprar el poder del Espíritu
122
Santo a los apóstoles.
En torno a su figura se fraguaron diversas
leyendas, siendo la más divertida y sugerente el
Mito de Simón y Helena, donde se cuenta que al
principio de los tiempos Dios tuvo su primer
pensamiento llamado Ennoia o Sophia, que era
una mujer y de ese pensamiento surgieron los
ángeles cuando descendió a las regiones inferiores
de la creación. Pero los ángeles se rebelaron

270
contra Sofía por celos y crearon el mundo y lo
convirtieron en su prisión, donde apresaron su
cuerpo femenino. Desde entonces Sofía se
reencarnó muchas veces, y en cada ocasión resultó
humillada. Entre sus muchas reencarnaciones se
encontraba Elena, una prostituta de Tiro. A su vez
descendió la divinidad bajo la forma de Simón el
Mago para rescatar a su Ennoia. Tras redimirla
viajó con ella, proclamándose Dios y a ella como
su Ennoia, prometiendo que disolvería el mundo
que los ángeles habían creado en su rebelión, pero
quienes confiasen en él y en Helena regresarían
con ellos a los mundos superiores.
No faltan los autores que ven ciertos paralelos
entre las figuras de Jesús o Pablo con Simón el
Mago. Pero, quizá, la figura que más se aproxima
a Jesús en su paralelo sea la de Apolonio de Tiana.
123
APOLONIO DE TIANA (-4 A 97)
Apolonio, filósofo y místico griego, nació en
Tiana (Capadocia) en una familia entroncada con
los fundadores de la ciudad de una madre que lo
concibiera durante un extraño sueño. Desde
temprana edad, destacó por su inteligencia. A los
catorce años se puso bajo la tutela de Eutidemo
pero a petición propia fue a estudiar a una ciudad
vecina donde había un templo consagrado a
Asclepio. Allí, a los 16 años abrazó el

271
pitagorismo: se hizo vegetariano, abstemio, dejó
de vestir con ropa proveniente de animales, se
dejó crecer el pelo y se fue a vivir al templo
consagrado al dios Esculapio. Renunció a su
colosal herencia paterna quedándose con lo
estrictamente necesario para sus desplazamientos
y alimentación.
Tan peculiar estilo de vida levantaría admiración
allá donde la tradición le situara en la India entre
Brahmanes, en Persia con los Magos, en Egipto
junto a sacerdotes en cuyo derredor siempre se
congregaban numerosos discípulos, presentándose
su persona como preceptor del género humano,
visitando los templos, corrigiendo las costumbres,
por ejemplo los sacrificios de animales para los
dioses, y predicando la reforma de todos los
abusos. No obstante, también le supuso no pocos
sinsabores, pues también provocaba recelo y
sospecha sobre de dónde le provenía su
conocimiento, tanto fue así que se le denegó
acceder a los Misterios de Eleusis por
considerársele un Mago.
Entre los muchos prodigios que se le adjudicaban
se cuentan la resucitación de una joven, la profecía
de la caída de un rayo en la residencia imperial de
Nerón, curaciones en su ciudad o exorcismos.
Su persona se la relacionaba con emperadores

272
como Nerón o Vespasiano que lo conoció en
Alejandría y profesaba sincera admiración. Pero
con Domiciano, acusado de practicar la magia, fue
encarcelado tras cortársele el pelo y la barba.
Desterrado después por el mismo Emperador,
murió al poco tiempo, lo cual no fue obstáculo
para que a su muerte se le erigieran estatuas y se le
hicieran honores divinos al punto de convertirse
Tiana en lugar de peregrinaje para sus seguidores
repartidos por todo el Mediterráneo. La reputación
de este hombre prodigioso, se mantuvo hasta el
siglo V no sólo entre los por entonces ya
designados como paganos, que también entre los
cristianos más cultivados.
No es extraño entonces, que de un personaje
nacido en la fecha que se maneja como probable
para Jesús, el año -4 que predicó un orden nuevo
para las gentes, que clamaba contra la injusticia,
que congregaba multitudes y fue prisionero de
Roma y muerto a causa de ello…se especule con
la posibilidad de que su figura se entrelazara de
algún modo con la figura judía de Jesús.
Cerinto fue líder de una ramificación de los
124
Ebionitas Enseñó que el mundo no es obra de
Yahvé, sino de un ser inferior a él, los ángeles,
ignorantes de su existencia, crearon el mundo
conforme a sus propias leyes. Cerinto distinguió

273
entre el Jesús humano y el Cristo. Negó el
nacimiento sobrenatural de Jesús, haciéndolo hijo
de José y María. Cristo, descendió sobre Jesús en
el bautismo y lo abandonó de nuevo en su
125
crucifixión.
Saturnilo: Enseño en Antioquia en el primer
cuarto del siglo II, poniendo por base de su
sistema el dualismo persa, el Dios de la Luz y
Satán, el principio del bien y principio del mal. En
su sistema, el Yahvé, es un espíritu de Luz; otro
eón divino es Cristo, que viene a redimir a los
hombres, que poseen el germen divino, y para ello
toma cuerpo aparente y enseña los hombres el
verdadero conocimiento, la abstinencia de carne,
del matrimonio y de la procreación de hijos.
Cerdón Natural de Siria en el siglo II, se hizo
pasar por cristiano ortodoxo en Roma donde en
secreto propagaría su auténtica doctrina. Parece
ser que a él se debe por lo menos la concepción
del doble dios inspirador respectivamente del
Antiguo y del N. T., fundamento de la doctrina de
Marción, que fue discípulo suyo, cuyo contenido
esencial podría resumirse en: la ley mosaica y
cristiana son irreconciliables por cuanto la primera
es de represalia y la segunda de amor. Esto es así,
porque emanan de dioses distintos, Yahvé fue
justo, pero Jesús es bueno. Así, la materia es

274
creación del primero mientras la salvación del
espíritu corresponde al segundo.
Marción (85-160) Nacido en Sinope en familia
rica de navieros, era un griego convertido al
cristianismo que a comienzos del siglo II marchó a
Roma para difundir su nueva Fe. Sin embargo, fue
excomulgado por su propio padre Obispo de
Sinope. Su posición fue siempre controvertida
pues fue readmitido en el 139, después de nuevo
separado, vuelto a readmitir quedando expulsado
de Roma pro hereje en el 144. Tras su muerte, su
126
doctrina tuvo predicamento hasta el siglo X.
Marción no fue ciertamente un gnóstico, aunque
pretendió integrar en la fe de la Iglesia algunos
elementos gnósticos. Su doctrina se resume en la
existencia de dos espíritus supremos, uno bueno y
otro malo, y considera al Dios del Antiguo
Testamento, inferior a ambos, simple modelador
de la materia preexistente, vamos, rebajado a la
condición del Demiurgo platónico. En
consecuencia, rechazaba el Antiguo Testamento y
del Nuevo sólo aceptaba Lucas y las cartas de
Pablo de quien se confesaba discípulo.
Marción, discípulo de Pablo, pese a su
idiosincrasia griega abierta a aceptar nuevos
dioses, no asimilaba bien que la nueva religión
mantuviera lazos con el judaísmo todavía. Así,

275
muy influenciado por las corrientes gnósticas,
concebiría una nueva forma de entender el
Cristianismo al margen del Judaísmo.
Debido a la creencia generalizada en la
proximidad de la Parusia, el regreso de Jesús para
la Salvación eterna del mundo, no creía en el
matrimonio y entendía que la procreación era una
invención del Dios perverso del Antiguo
Testamento para perpetuar el mal.
Lamentablemente no se conservan ninguno de
sus escritos salvo por las referencias de sus
antagonistas cristianos. Sabemos que confeccionó
un canon de textos sagrados conforme a sus ideas
y que reelaboró una Biblia conforme a dicho
canon. Está considerado como el mayor peligro
que sufrió el Cristianismo primitivo, porque estaba
muy organizado y disponía de mucho dinero para
predicar sus teorías.
Carpócrates fue el fundador de una secta
gnóstica en la primera mitad del siglo II, cuya
doctrina sostenía que el mundo era una creación
de ángeles caídos. Por ello, esta creación era mala,
y sólo podía el hombre liberarse de ella
profesando la gnosis.
Basílides fue uno de los más célebres Gnósticos
alejandrinos de la primera mitad del siglo II. Su
doctrina es continuada por su hijo Isidoro. Destacó

276
por su conceptualización donde abundaban
términos como el famoso Abraxas.
A diferencia de Marción, no busca la solución en
un desdoblamiento de la divinidad, sino en la
localización de un misterio de iniquidad en el
fondo de cada hombre, aun de los inocentes. Para
explicarlo no recurre al mito de una caída, sino a
la concepción más abstracta de una culpa: el hecho
de que el hombre sea capaz de pecado, merece ya
por sí mismo castigo. Clemente le atribuye una
moral rigorista, según la cual Dios no perdona
ninguna falta deliberada.
Pretendía superar a la vez las limitaciones de la
filosofía y de la fe cristiana y obtener un
conocimiento más cálido y sapiencial que el de la
filosofía estoica .,y más esotérico y misterioso que
el de la sobria fe cristiana (éste es un rasgo común
a todas las escuelas gnósticas); concibe una pístis
physiké o fe natural que consiste en la
predisposición a las enseñanzas de la secta en los
predestinados, gracias a la cual éstas son admitidas
sin necesidad de demostración racional.
Basílides y después su hijo, pretendían deducir
de Pablo, y de Mateo (19,10-12), que el
matrimonio era un mal menor. Basílides e Isidoro,
parecen haber observado que el temor excesivo a
las caídas resultaba perjudicial y que la lucha

277
angustiosa por la pureza sexual absorbía las
energías y secaba la esperanza. Por ello, aconseja
Isidoro el matrimonio en casos extremos, y de no
ser éste posible por excesiva juventud, enfermedad
o pobreza, recomienda evitar el aislamiento,
buscar la compañía de los hermanos y el consejo y
la imposición de manos de algún hermano
cualificado.
Enseñaba que en el ser supremo se engendra todo
y en sucesivos despliegues, numerosos estratos
hasta un total de 365, el último de los cuales es
nuestro mundo, gobernado por el dios de los
judíos. Concibe una redención totalmente
intelectual, consistente en la súbita revelación
(gnosis) de la existencia de Dios, a quien
desconocemos, a fin de liberarnos de su yugo.
Valentín: autor alejandrino del siglo II
considerado como fundador de la rama más
persuasiva y sistemática del Gnosticismo. Sus
doctrinas son una mezcolanza de motivos bíblicos
tanto del antiguo como del Nuevo testamento, con
categorías y leyendas indias, iranias, alejandrinas
127
y griegas.
A continuación, paso a exponer en esencia el
Mito Valentiniano por ser quizá el más
representativo de las corrientes gnósticas al citarse
en el todos los elementos apuntados

278
anteriormente:
MITO VALENTINIANO
El perfecto eón, Abismo, preexistente, estaba con
Silencio. Abismo concibió la idea de emanar, y por
medio de Silencio dio a luz a un par de eones: Mente
y Verdad, dando así lugar a la Cuaternidad
primordial. La Mente y la Verdad, queriendo
glorificar al Padre Abismo, prosiguieron las
emanaciones dando origen a una nueva pareja: a
Logos y Vida, que a su vez engendra a Hombre e
Iglesia, dando así lugar a la Cuaternidad inferior. El
proceso prosigue hasta un total de treinta eones, el
último de los cuales es Sophia (Sabiduría). Queda así
integrado el Pléroma divino, en el cual sólo el
primero de los eones (el Nous o Mente) puede
contemplar directamente al Abismo, experimentando
así un gozo infinito, mientras que los demás deben
contentarse resignadamente con el mero deseo de
128
contemplarlo.
Pero la Sabiduría tuvo la pasión desordenada de
conocer al Padre y fue expelida del Pléroma al
espacio vacío. Quedó sola, sujeta a toda clase de
pasión; tristeza, temor, desesperación e ignorancia,
raíz esta última de todo mal. Los eones del Pléroma
suplican al Padre que libre a Sabiduría y éste
compadecido ordena una nueva emanación: el Límite,
que frena el desorden de Sabiduría y la mantiene en
la serenidad; o, según otra versión, el Espíritu
(Pneuma), que instruye a los eones inferiores en el
conocimiento del Padre. En gratitud por tan gran
beneficio, la pluralidad de los eones aporta cada uno

279
lo más perfecto de sí para producir el fruto perfecto:
Cristo, también llamado Salvador, es enviado para
reintegrar al eón exiliado, es decir, a Sabiduría,
librándola de sus pasiones.
De Sabiduría, por otra parte, ha procedido una
sustancia psíquica, cuya primera muestra es el
Demiurgo; mientras que las pasiones se han
endurecido constituyendo la materia. El Demiurgo,
impelido secretamente por Sophia, organiza el
mundo, pensando que lo crea a partir de sí mismo.
Sophia, al ser librada de sus sufrimientos, se
entusiasma viendo al Salvador y sus ángeles.
Concibiendo en su imaginación da a luz nuevos seres
a su imagen: semillas pneumáticas o espirituales que
pasan al soplo mismo del Demiurgo sin que él lo
perciba. Así cuando éste crea la parte terrena del
hombre y alienta en ella la parte psíquica, es a la vez
instrumento inconsciente de la inclusión de pneuma
(espíritu) en algunos hombres (pneumáticos, elegidos).
El Salvador ha venido entre nosotros para recoger
esas semillas dispersas y conducirlas al Pléroma. Para
realizar su misión se reviste de esa sustancia
pneumática que ha de salvar. Toma también sustancia
psiquica de apariencia corporal, es decir, no
verdadera carne, que sería materia, destinada a
129
perecer, sino apariencia de carne.
Ptolomeo A este autor del siglo II adscrito a la
escuela valentiniana debemos la famosa Carta a
Flora y una exégesis al prólogo del Evangelio de
Juan.

280
CARTA A FLORA
Dada su trascendencia en el ámbito del
pensamiento Gnóstico y aún de la teología
130
cristiana más ortodoxa y dado que en su
contenido pueden desgranarse elementos generales
del Gnosticismo, vamos a comentar un extracto de
la Carta a Flora.
La Ley dada por Moisés, estimada hermana
Flora, no ha sido entendida por muchas
personas.
La carta está dirigida a una aristócrata romana
que probablemente haya sido recientemente
iniciada cosa que suponemos debido al tratamiento
de Hermana y al contenido sencillo reflejado en el
documento.
En sus primeras líneas, el procedimiento gnóstico
hace entrega de su tarjeta de visita, cuál es, estar en
posesión de un conocimiento verdadero y superior
del que la mayoría no disfruta. Con esta miel en los
labios lamente del interlocutor se abre a recibir la
nueva enseñanza.
Algunos dicen que fue dada por Dios Padre;
otros toman la postura contraria y sostienen
que fue establecida por el Adversario, el
Diablo, causante de destrucción, a quien
también atribuyen la creación del mundo y
consideran padre y hacedor del

281
Universo.»«Sin embargo ambos yerran.
En estas líneas Ptolomeo provoca en el
destinatario varios abruptos quiebros emocionales
en su intelecto: primero pone en el mismo plano la
opinión natural mayoritaria de cuantos creen que
dios es quien ha dado la Ley con la opinión
extraña minoritaria de que la Ley es producto del
Diablo; después tranquiliza saber que juzga
equivocada la segunda opinión, lo cual sitúa el
mensaje en grado de moderado, siendo así
tolerable que al tiempo se mantenga que la
primera opinión también es un error. Finalmente,
semejante afirmación capta la atención y la
curiosidad de saber por dónde se sale de esta
paradoja.
Pues es evidente que la Ley no fue ordenada
por el Perfecto Dios Padre, lo cual inferimos
del hecho que aquella es imperfecta y
necesitada de completitud por otro, y
contiene mandamientos ajenos a la
naturaleza y pensamiento de Dios [Padre].
Y por otro lado, no puede imputarse la Ley
a la injusticia del Adversario, pues ella se
opone a la injusticia.
La explicación aducida es además de
sorprendente, muy lógica para el cristiano que esté
al tanto del Sermón de la Montaña cuando Jesús

282
completó la Ley de Moisés con dos nuevos
Mandamientos y para cuantos no estén duchos en
sofística, resulta hasta convincente: conforme a lo
expuesto dios sólo puede ofrecer Leyes perfectas y
sólo las puede dar de una vez; es así que la Ley ha
requerido de ser completada, luego no es dios su
fuente. El fundamento es el mismo sobre el que
San Anselmo construiría el famoso Argumento
Ontológico. En cualquier caso, el autor echando
mano de un conocimiento cierto que el
interlocutor posee por su cuenta, elimina la posible
reserva mental a su nueva doctrina que está a
punto de recibir.
…ambas posturas yerran: los primeros
porque no conocen al Dios de Justicia; los
segundos porque no conocen al Padre de
Todo,quien fue revelado sólo por Aquél que
vino y le conocía [Mt. 11.27].
A nosotros, que hemos sido hallados dignos
de la Gnosis de uno y otro nos queda ahora la
tarea de explicaros con toda exactitud lo
concerniente a esta Ley; a saber, cuál es su
naturaleza y la del legislador que la ha
promulgado.
Por si el interlocutor no se daba por enterado de
que estaba en un error hasta ese instante, el autor
le facilita caer en la cuenta de su estado de

283
ignorancia pues como quienes yerran, desconozca
quien es el dios de justicia y el dios de todo,
sabiduría esta que el autor si posee y está a punto
de compartir como si fuera un tesoro.
La primera parte debe ser atribuida sólo a
Dios y su legislación; la segunda a Moisés —
no en el sentido de que Dios legislara [en esta
parte] por medio de aquél, sino significando
que Moisés señaló algunas prescripciones de
su propio parecer— y la tercera originada en
los ancianos del pueblo quienes, al comienzo,
interpolaron ciertos mandamientos
propiamente suyos.
La Ley de Dios pura y sin interpolaciones
inferiores es el Decálogo, las diez frases
grabadas sobre las dos tablas, las cuales
señalan qué no debe hacerse y mandan qué
debe hacerse.
Estas contienen la pura, pero imperfecta
legislación y precisada de la completitud
realizada por el Salvador.
Hay luego una ley mezclada con injusticia,
establecida para vindicación y castigo de los
que cometen iniquidad, que manda arrancar
‘ojo por ojo’ y ‘diente por diente’ y vengar
muerte por muerte. Pues el que comete
injusticia en segundo lugar no por esto es

284
menos injusto que el primero: sólo varía el
orden, la acción realizada es la misma.
Ciertamente este era, y todavía es, un
mandamiento justo, debido a la debilidad de
aquellos a quienes iba dirigida la Ley, de
modo que no transgredieran la Ley pura.
Pero es ajeno a la naturaleza y Bondad del
Padre de Todo.
Finalmente está la parte simbólica de la
Ley, ordenada a imagen de los asuntos
espirituales y trascendentes. Es decir la parte
referente a las ofrendas y la circuncisión, el
Sabat, los ayunos, la Pascua y el pan ácimo y
otras cuestiones similares.
Potolomeo subraya que, a la Ley de Dios, se le
añaden algunas prescripciones del propio Moisés y
también otras de los ancianos del pueblo. Con esta
observación, se advierte que no toda ley por el
mero hecho de serlo, es divina, hay grados lo cual
fundamenta cierta libertad para su obediencia o
acatamiento, prerrogativa necesaria para la libre
interpretación que de la tradición, símbolos y
Escrituras hacen los gnósticos.
Este triple aspecto de la Ley vislumbra la
concepción antropológica valentiniana de la triple
naturaleza humana: cuerpo, alma y espíritu. Sin
embargo, aunque todos los seres humanos

285
exteriormente sean semejantes en cuanto a su
corporeidad física, no todos disponen del principio
psíquico, del alma —los hílicos—, otros sí son
animados, con ánima o alma —los psíquicos— y
otros —los pneumáticos— además del cuerpo y
del alma, albergan el pneuma o espíritu.
Puesto que todas estas cosas son imágenes y
símbolos, cuando la Verdad se hizo
manifiesta adquirieron otro significado.
En su aspecto fenomenal y en su sentido
literal fueron abrogadas, pero en su
significado espiritual fueron restauradas; los
nombres continuaron siendo los mismos pero
su contenido fue cambiado.
Así de igual manera, la Ley que
reconocemos como proveniente de Dios
mismo, está dividida en tres partes.
La primera parte fue completada por el
Salvador pues los Mandamientos «No
matarás», «No cometerás adulterio», «No
perjurarás» quedan incluidos en la
prohibición de la ira, de la codicia y de jurar.
[Mt. 5.21.27.33].
La segunda parte quedó completamente
abrogada, pues el mandamiento « ojo por
ojo» y «diente por diente»[Mt. 5.38]
entretejido con injusticia, quedó abrogado

286
por el Salvador mediante su opuesto.
El opuesto lo anula [diciendo]: «Pero yo os
digo: No resistáis al que es malo; antes, a
cualquiera que te hiera en la mejilla derecha,
vuélvele también la otra» [Mt. 5.39].
Por último, está la parte [de la Ley que
procede de Dios mismo] trasladada y
cambiada de su sentido literal a su sentido
espiritual, simbólica legislación que es
imagen de las cosas trascendentes.
Pues las imágenes y símbolos que
representan otras cosas fueron adecuados
hasta que la Verdad vino, pero cuando la
Verdad ha venido, debemos realizar las
acciones de la Verdad, no aquellas de la
imagen.
En este marco, Jesús vendría a abrogar el aspecto
hílico de la ley —la Ley precisada de rectificación
—; admite, perfeccionándolo, su aspecto psíquico
—el Decálogo— y revela el sentido pneumático o
espiritual de la misma —el aspecto figurado o
simbólico de la Ley
Pues si la Ley no fue ordenada por el mismo
Dios Perfecto, como os hemos ya enseñado, ni
por el Diablo, quien ni siquiera debiera ser
considerado, entonces el legislador debe ser
alguien distinto de estos dos. De hecho éste es

287
el Demiurgo y Hacedor de este universo y de
todo lo que hay en él; y porque es
esencialmente diferente de aquellos dos y se
halla establecido en medio de ellos,
correctamente se le ha dado el nombre de
«Mesotes.»
Para Ptolomeo, el dador de la Ley
veterotestamentaria no es el Dios Padre, ni el
Adversario, sino el Demiurgo de quien depende la
Justicia, por ello también se refiere a él como Dios
Justo. Éste, no siendo el Padre Perfecto es, sin
embargo, su imagen. La figura del Demiurgo
gnóstico, se desarrolla directamente de la
Academia Platónica.
Y si el Dios Perfecto es bueno por
naturaleza, como lo es en realidad—pues
nuestro Salvador declaró que uno sólo es el
Dios Bueno, su Padre, al quien Él manifestó
[Mt. 19.17]— y si el que es de naturaleza
contraria es malo y perverso, caracterizado
por la injusticia, entonces el que se establece
en medio de estos dos, que no es ni bueno ni
malo ni injusto, podría con toda propiedad
ser llamado [Dios] Justo, pues es árbitro de
su especial justicia.
Este Dios [Justo] es inferior que el Dios
Perfecto y por debajo de Su Justicia, ya que

288
es generado y no ingenerado, pues sólo hay
un Padre ingenerado, «del cual proceden
todas las cosas» [1 Co. 8.6], y del cual todas
las cosas dependen, pero es más grande y
poderoso que el Adversario, ya que es
diferente de ambos en naturaleza y
substancia. Pues la sustancia del Adversario
es corrupción y la oscuridad, ya que es
material y múltiple, mientras que la
sustancia del inengendrado [Dios] Padre de
Todo es la Inmortalidad y Luz Auto-
existente, simple y homogénea. La sustancia
del Demiurgo emanó un doble poder,
considerando que Él es la imagen del mejor
[Dios Padre].
La perspectiva valentiniana conlleva una visión
diferente no solo del Dios Justo o Demiurgo sino
de la creación que lejos de ser un fin, pasa a
convertirse en un medio del proceso de Redención.
El mundo fue creado para proporcionar a la
sustancia espiritual, un lugar donde poder
germinar crecer y, llegado el caso, dar su fruto
perfecto, recibiendo al Logos, la Palabra Perfecta,
el Cristo.
Si Dios lo permite, más tarde recibiréis
ilustraciones más precisas sobre su principio
y generación, cuando hayáis sido juzgada

289
digna de recibir la Tradición de los Apóstoles,
tradición que nosotros también hemos
recibido por vía de sucesión, junto con la
capacidad de valorar todas las palabras en
virtud de las Enseñanzas de nuestro
Salvador.
La despedida muestra que los Maestros
valentinianos adaptaban sus enseñanzas de
acuerdo al nivel de sus adeptos.
Ofitas, bajo esta denominación se agruparon
distintas corrientes gnósticas orientales entre el
siglo I y II. Su nombre alude en griego al concepto
de Serpiente, animal al que veneraban e
introducían en sus ceremonias basadas
fundamentalmente en los Misterios de Isis. Ya que
la Biblia no identifica con precisión a la serpiente
como Satanás, los ofitas se sintieron
perfectamente justificados en su posición,
asegurando que lo que la serpiente buscaba en
realidad era entregar a Adán y Eva el
conocimiento, y la prohibición de este
conocimiento, era por tanto, asimilable con la
figura que tanto el cristianismo como el Judaísmo
identifican con Dios. Así, otros enemigos de
131
Yahvé se convierten en héroes para la secta.
SEVERIANOS

290
A lo largo del s. III se convierte Roma en el
centro de confluencia y de fusión sincrética de
todas las corrientes gnósticas. Así, p. ej., los
Severianos influidos en sus orígenes por el
marcionismo y el encratismo de Taciano, maestro
de su fundador Severo, profesan en sus comienzos
una moral rigorista y una gran sobriedad doctrinal
a base de una Biblia compuesta por la Ley, los
Profetas y los Evangelios, rechazando las
narraciones del A. T., los Hechos y las Epístolas;
pero acaban por centrarse en torno al culto de la
Serpiente.
En la segunda mitad del s. III el foco de
pensamiento gnóstico más creador no se halla en
Roma sino en Egipto y en lengua copta, pero
notablemente contagiado de magia; sus fuentes
principales son los Libros de Jeú y la Pístis
Sophía. Tras esto, el gnosticismo empieza a
desdibujarse aunque su influencia se dejará sentir
durante siglos, además de en las religiones que lo
combatieron, en nuevas formas de espiritualidad
como serian el Mandeismo, el Priscilianismo, o el
Maniqueísmo, y más adelante los Bogomilas o el
132
Catarismo.
El Mandeísmo fue una corriente gnóstica surgida
del nasorismo a orilla del Jordán entre los siglos I
y II con evidentes influjos del mazdeísmo, cuyo

291
nombre «manda» en arameo significa (Nosotros
sabemos). La referencia más antigua documentada
que alude al Mandeismo data de finales del siglo
VIII.
En su cosmogonía un Demiurgo hizo el mundo
de luz. Pero un oponente de nombre Ruha
estropeó la obra introduciendo la oscuridad. Las
oscuridades del mundo impuestas a las almas, sólo
se pueden superar gracias al ritual mandeo, basado
en el bautismo en agua viva. Elementos
simbólicos suyos son la túnica blanca, una corona
y un báculo, se usan en el rito. El sacerdote al final
saca del agua al alma con la mano derecha.
También encontramos el darfas una cruz con
cintas de tela.
Su código ético estaba recogido en 17
Mandamientos con preceptos clásicos como no
matarás, no mentirás, no robarás…pero a
diferencia de otras corrientes espirituales, estaba
mal vista la continencia sexual y la mujer tenia un
estatus social igual al hombre.
Sus principales libros litúrgicos y sagrados son:
el Ginza (‘tesoro’), llamado también Libro de
Adán. Comprende dos partes Ginza de derecha
integrado por opúsculos de mitología y
cosmología y Ginza de izquierda o Libro de las
almas donde se trata la ascensión del alma al reino

292
de la luz. El libro de Juan o Libro de los ángeles,
heterogénea colección de 37 obras, entre las que
destaca sobre todo un opúsculo sobre Juan el
Bautista y otro sobre la venida de Aos un
mensajero celestial. Y el Qolasta (‘antología’),
libro de himnos religiosos, cantos y oraciones
acompañados de las instrucciones pertinentes para
los ceremoniales para la celebración del bautismo
y la misa de difuntos.
Los mandeos nunca han aceptado a Jesús, a
quien consideran un traidor crucificado por Dios
como castigo al volverse contra Juan el Bautista.
Se afirma que el ritual y el mito mandeos fueron
formulados, de hecho, por Juan el Bautista, y los
mandeos del siglo VIII y siguientes son los
sucesores de la secta baptista a la que se alude en
Hechos de los Apóstoles, 18, 24 - 19, 7 de la que
algunos expertos hacen salir a los primeros
cristianos que serian conocidos como nazoreos,
nombre con el que se designan a sí mismos los
mandeos en sus escrituras sagradas. Con la llegada
del Islam ellos se auto-identificaron con los
sabeos.
Maniqueísmo es una corriente espiritual que
debe su nombre a su profeta Mani (215-276) quien
concibiera su sistema de creencias como la
superación de todas las demás religiones habidas

293
hasta entonces y futuras. Así su sincretismo es
máximo y no está del todo claro que su íntima
idiosincrasia florezca mecánicamente del aluvión
gnóstico pergeñado del dualismo mazdeista,
porque integra todo tipo de elementos zoroástricos,
gnósticos, pero también hebreos, grecolatinos,
budistas e incluso islámicos en cuanto tuvo ocasión
de incorporarlos.
La comunidad maniquea se dividía en
«Elegidos» cuya vida ascética, casta y vegetariana
les procuraría una vida eterna de luz; y los
«Oyentes» servidores de los anteriores que podían
casarse, pero no procrear y practicaban ayunos. A
su muerte tenían la esperanza de reencarnarse en
elegidos.
Para que el Reino de la Luz triunfara sobre las
tinieblas, todos debían alcanzar el Reino de la Luz.
En realidad, no era un triunfo lo que buscaban los
maniqueos, sino un retorno al estado original, la
separación del Bien y del Mal. Pues el mal es
indestructible, la única forma de alcanzar el Reino
de la Luz es huir de las Tinieblas.
La fiesta fundamental de los maniqueos era el
Bema: El Bema fue originalmente, en la Iglesia
Cristiana Siríaca, un asiento situado en mitad de la
nave desde el cual el obispo leía el Evangelio. En
los templos maniqueos, el Bema era un trono de

294
cinco peldaños, cubierto por valiosos tejidos,
simbolizando las cinco escalas de la jerarquía. La
133
cima del Bema estaba siempre vacía, ya que
correspondía al asiento de Mani. Esta celebración
acontecía durante el Equinoccio de Primavera,
precedida por ayunos para recordar la pasión y
muerte de Mani.
Los maniqueos, como los mazdeistas, gnósticos
y mandeos, eran dualistas. Creían en una eterna
lucha entre dos principios opuestos e irreductibles,
el Bien y el Mal, asociados a la Luz y las Tinieblas
y, por tanto, consideraban que el espíritu del
hombre es de Dios pero el cuerpo del hombre es
del demonio. En el hombre, el espíritu o luz se
encuentra cautivo por causa de la materia corporal;
gracias al ascetismo iniciamos el proceso de
liberación de la Luz atrapada. Desprecian por eso
la materia, incluso el cuerpo.
En la práctica, el maniqueísmo niega la
responsabilidad humana por los males cometidos
porque cree que no son producto de la libre
voluntad, sino del dominio del mal sobre nuestra
vida.
Priscilianismo: fue una corriente cristiana
inspirada en el pensamiento de Prisciliano (340-
385) Obispo de Ávila, ejecutado por el emperador
Máximo en Tréveris en el 385, siendo la suya y la

295
134
de sus seguidores la primera ejecución por
motivo de herejía cristiana. Siendo como era
nacido en familia senatorial muy influyente, sus
ideas contrarias a la excesiva conjunción entre
Iglesia y Estado Imperial, así como contra la
corrupción eclesial, se extendieron rápidamente
por todas las provincias romanas peninsulares y en
todas las capas sociales, habiendo varios obispos
que simpatizaron desde el principio con su causa.
Ante la rápida expansión de su doctrina rigorista y
ascética, debió afrontar distintos pleitos acusado
de practicar la magia y la astrología tanto ante sus
colegas en Concilio, como ante la autoridad
Imperial de los que salió más o menos airoso,
hasta que finalmente fue sentenciado a muerte por
el Emperador, condena que fue ampliamente
protestada incluso por quienes habían combatido
sus opiniones, como es el caso de Martín de
Tours, quien junto a otros Obispos procuraron
interceder por su vida sin éxito.
Para algunos autores fue maniqueo desde su
juventud; para otros su caso es como el de
Marción, un autor que interpreta libremente con
criterios personales racionalistas, las Escrituras,
admitiendo más libros que los que constan en el
Canon, verbigracia, el Libro de Enoc. Sus
prescripciones morales acerca de la pureza y

296
abstinencia de los elegidos son análogas a las de
Manés. Hasta casi el siglo XX sólo se conocía su
doctrina a través de sus adversarios teológicos.
Pero en 1885, G. Scheps, dio con un códice de
finales del siglo V donde se reproducían once
textos de Prisciliano o de sus directos seguidores,
gracias a lo cual, hoy sabemos que sus ideas más
significativas estaban muy en la línea de las de
Hilario de Potiers. Con esta nueva luz, se
interpreta el Priscilianismo como una corriente
ascética de carácter rigorista y libertario que
proponía la pobreza y el celibato tanto para los
sacerdotes como para los fieles, precursora de un
movimiento monacal más abierto del que podrían
participar laicos y mujeres; partidario de la lectura
directa de los textos bíblicos postulando el libre
examen y el estudio de los símbolos para
enriquecer la interpretación alegórica de los
pasajes; en definitiva, opuesto frontalmente a los
135
excesos de la jerarquía romana.
A continuación un Himno a Jesús atribuido a
Prisciliano:
Quiero desatar y quiero ser desatado.
Quiero salvar y quiero ser salvado.
Quiero ser engendrado.
Quiero cantar; cantad todos.
Quiero llorar: golpead vuestros pechos.

297
Quiero adornar y quiero ser adornado.
Soy lámpara para ti, que me ves.
Soy puerta para ti, que llamas a ella.
Tú ves lo que hago. No lo menciones.
La palabra engañó a todos, pero yo no fui
completamente engañado.
Además de la Luz de la lámpara y de la Puerta,
tres elementos destacan en este Himno: el primero
que en todas las voliciones se presentan con
estructura activa y pasiva, menos con el verbo
engendrar que solo aparece en pasiva; el segundo,
donde se ordena guardar silencio; y finalmente el
tercero, mucho más llamativo, son los versos
finales donde se afirma «La palabra engañó a
todos, pero yo no fui completamente engañado».
Aunque los expertos hoy no le adscriben al
Gnosticismo, a tenor de lo que aparece en este
Himno, poco le faltó.
Sin embargo, con la ejecución de Prisciliano, no
terminó ni el conflicto, ni las persecuciones ni el
Priscilianismo. Así, a la caída del Emperador
Máximo que lo había condenado y con el del
instigador de tan atroz persecución Itacio Obispo
de Ossonoba, una delegación de sus discípulos fue
a Treverís para recuperar el cuerpo de Prisciliano
136
y devolverlo a su tierra natal, la actual Galicia.
La comitiva estaba encabezada por Dictinio autor

298
de Libra, cuyo contenido referenciado por sus
oponentes intelectuales, da a conocer que los
priscilianos poseían signos de reconocimiento y un
juramento de mantener el secreto de sus reuniones
y a tal objeto les estaba permitido mentir. Acaso
por ello, son varios los momentos en que sus
seguidores hacen pública su renuncia a las ideas
priscilianas, pero a comienzos del siglo V la
inmensa mayoría de los Obispos de la provincia
Gallaecia eran priscilianistas conforme a la
perspectiva del Concilio de Toledo. Así las cosas,
el Papa Inocencio promulga la Regla Fidei contra
toda herejía especialmente contra el Priscilianismo
y en el 409, el Emperador Honorio renueva la
persecución legal del movimiento actuando
incluso contra los funcionarios que se oponían a
cumplir las órdenes en este sentido. El
Priscilianismo continuó dando que hablar
acontecida la caída del Imperio Romano al menos
hasta los albores del siglo VIII, por ejemplo, en el
IV Concilio de Toledo del 683 todavía se condena
la práctica prisciliana de llevar el pelo largo de los
clérigos gallegos.
137
COPTOS
La Iglesia copta apareció en el siglo I en Egipto
conforme a su tradición apostólica de Marcos. Su
realidad fue resultado de un cisma, acontecido en

299
el 457 cuando el Patriarca de Alejandría
excomulgó al resto de Patriarcas a fin de preservar
138
la auténtica doctrina.
En el siglo I había en Egipto, sobre todo en
Alejandría, una pujante colonia judía. Fue entre
esta nutrida masa de potenciales fieles que Marcos
predicó con notable éxito su Evangelio. Pero,
siendo como era Alejandría un foco intelectual de
primer orden, filosófico, científico e intelectual,
también pronto la Buenanueva germinaría entre
las gentes egipcias, acostumbradas como estaban a
creer en el Más Allá y la vida eterna, idiosincrasia
donde fue muy bien recibida la idea de Salvación
y Resurrección cristiana a diferencia de otras
regiones del Imperio donde este mensaje sonaba
poco menos que majadero entre griegos y latinos.
Acaso por ello, también los egipcios gobernados
por elites griegas y ocupados por las legiones
romanas, vieron en el cristianismo un modo de
139
enfrentarse al Imperio.
La Iglesia copta se distingue en que su canon es
mucho más amplio que el Católico, incluye entre
otros el Libro de los Jubileos y el Libro de Enoc y
sobre todo, por su calendario que proviene del
140
egipcio y es compartido por los etíopes. En este
calendario se mantiene la división en tres
estaciones por un período de cuatro meses de 30

300
días. Para completar el año, se añaden 5 días
especiales. Así, la Navidad la festejan el 7 de
Enero. El cómputo de los años es a partir del 284
cuando Diocleciano fue nombrado Emperador
cuyo periodo estuvo marcado por las
persecuciones en masa contra los cristianos,
especialmente en Egipto, que es la razón por la
cual la abreviatura que acompaña a los años
coptos es «AM» Martyrum Annus, el año de los
mártires.
USO DE LA CRUZ
Pero aún siendo todo lo anterior importante, lo
sobresaliente es que fue en Egipto, entre la
comunidad copta que el ancestral símbolo de la
Cruz fuera reivindicado como emblema cristiano.
Porque ello conecta al cristianismo corriente judía
con el milenario sistema de creencias egipcio con
quien compartía la aspiración de vida eterna y
salvación ya apuntadas dado que la cruz cristiana
podría derivar del anj egipcio ya analizado en el
volumen II.
El símbolo de la cruz no se empleaba en las
catacumbas romanas ni en las tumbas de cristianos
ni en Grecia ni en Jerusalén, al menos en los dos
primeros siglos, realidad que no requiere mayor
explicación que el no mencionar la soga en casa
del ahorcado. El símbolo con el que se

301
identificaban los cristianos era el trazo de un pez,
figura que les permitía la discreción en tiempos de
persecución y clandestinidad.
Este «pez» conocido como Ictus, es un símbolo
trazado con dos arcos que se cruzan. El uso de este
mecanismo de reconocimiento sería muy sencillo:
una persona trazaba un arco en tierra; si otra
persona lo complementaba y ambos sabían de su
condición cristiana.
La asociación entre la figura del pez con el
cristiano seguramente esté fundamentada en el
comienzo de la predicación citada en los
Evangelios donde Jesús animó a los primeros
Apóstoles que eran pescadores a dejar su faena
para seguirle, porque les enseñaría a pescar
hombres, de donde se colige que todo cristiano
bautizado en la tradición apostólica es un pez
141
atrapado en las redes de la Iglesia.
Lo que sí precisa de explicación es cuándo,
dónde y por qué, los propios cristianos empezaron
a emplear la cruz como signo de su fe.
El uso de la cruz como símbolo religioso
probablemente pueda considerarse como casi
universal dada su sencillez en el trazo y su
innegable potencial significativo que emana de ser
un claro indicio de inteligencia e intencionalidad.
Dispuestas al azar sobre un plano distintos

302
segmentos de tamaño regular, indistintamente de
su posición arriba/abajo; delante detrás;
izquierda/derecha; sólo las que presentan una
secuencia o guardan una proporción en sus
distancias, llaman la atención del observador. Pero
son las que se cruzan, las que le inducen a pensar
en una intención, impresión mental acrecentada
cuanto mayor es la simetría de los segmentos
respecto a su intersección.
Estamos al tanto de cuantas interpretaciones
simbólicas y estudios antropológicos se han
ocupado con mayor o menor acierto del particular
y que en mayor o menor medida acepto y
comparto, a saber: que se trata de un símbolo
solar, o cuando menos relacionado con las fuerzas
de la Naturaleza; que representa
esquemáticamente al ser humano; a los cuatro
puntos cardinales; la tierra y el cielo; la separación
del tiempo y el espacio en un antes y un después;
lo masculino y lo femenino… Sin embargo, a mi
entender, el motivo primordial que subyace y
soporta todas estas y muchas otras cábalas es el
arriba apuntado, el hecho de que la cruz muestra
sin necesidad alguna de interpretación o
conocimiento un cruce.
Situada la cruz en la misma estela de la tradición
solar en que aparecen la espiral o la esvástica, la

303
cruz cristiana soportaría de una parte la corriente
mitraica de inequívoca ascendencia solar para
integrar la muerte de Jesús como el sacrificio del
Toro Celestial que recibe en su costado la lanza, y
de otra, la corriente vinculada a Adón, donde el
rey sacerdote o divinidad era muerto sobre un
madero, línea especulativa que puede entroncar
con la presencia de la Tau en el Antiguo
Testamento: La Tau que ocupa el último lugar del
alfabeto hebreo, aparece significativamente tal
cual citada, por ejemplo, en Ezequiel (9,3-6)
pasaje donde dios ordena marcar con una Tau en
la frente a los Justos de Jerusalén, signo empleado
de igual modo y con idéntico propósito en el
Apocalipsis. Por lo demás resulta que es con la
Tau que los judíos marcaban el dintel de sus casas
en la Pascua.
Empero, hay bastante consenso —y por mi parte,
certeza— de que la cruz cristiana como símbolo
religioso pudo desprenderse de su denotación y
connotación truculenta, inspirado por el
antiquísimo Anj egipcio, cosa que sucedió en
Egipto, entre la comunidad copta, durante el siglo
III y IV cuando las persecuciones remitieron y la
desaparición del martirio propició el surgimiento
del retiro al desierto y sublimar el sufrimiento
como vía para alcanzar la gloria divina.

304
En mi opinión, la cruz cristiana entonces aunque
por su resultado en forma de cruz pueda
proyectársele cuantos contenidos le son propios de
la tradición solar de la espiral o esvástica, si
tomamos en consideración la trayectoria de su más
directa procedencia habremos de situarla también
en la tradición lunar en que a mi modo de ver está
la Tau y el mismo Anj.
Tomando como punto de partida de la reflexión,
conviene tener fresca lo comentado sobre la Tau
en el volumen III al abordar el Megalitismo en
Gobeki Tepe y cuanto comentamos sobre el Anj
en el volumen II al tratar de Egipto. En mi
opinión, la Tau es un símbolo de la divinidad
femenina lunar que tiene su origen en el
megalitismo, pudiéndose hallar su símbolo
petrificado como motivo central en varios lugares
sagrados como Gobeki Tepe. El Anj y similares en
tiempos transacionales del matriarcado al
patriarcado correspondientes al neolítico pre-
literario adjuntaron la símbolo lunar el huevo
cósmico, confundido después con el anillo o disco
solar, dando como resultado el Anj. Posteriores
interpretaciones proyectivas de no menor calado
intelectual que las nuestras arriba expuestas para el
signo de la cruz, hicieron del Anj un símbolo de
vida y fertilidad, un símbolo del poder divino del

305
faraón ensamblando el esquematismo humano de
la parte inferior con el abombamiento superior o el
camino a recorrer antes de alcanzar el lugar donde
la tierra se encuentra con el sol, etc.
A esta Tau con Huevo Cósmico convertida en
anj, los coptos, le quitaron el Huevo Cósmico y le
añadieron el trazo que les faltaba para convertirlo
en cruz. De hecho, no es baladí que a la Tau se la
designe entre los cristianos como «Cruz de San
Antonio», quien pasa por ser uno de los
iniciadores del movimiento eremita y del
monacato, y ser el primero la usó como distintivo
cristiano.
Francisco de Asis la emplearía como sello
personal, en un tiempo en que la misma era muy
popular en su región donde era símbolo de la
Orden de San Antonio Abad, y de los Valdenses,
seguidores de Pedro de Valdo, contemporáneo de
Francisco, quienes llegaron a declarar como
dogma de fe que la cruz de Cristo tenía forma de
Tau.

306
V. HISTORIA DEL MONACATO
CRISTIANO OCCIDENTAL

De los distintos recorridos intelectuales que ofrece


la historia milenaria de la Iglesia (Teológicos,
eclesiológicos, litúrgicos, santoral…) a Nuestra
Historia, de momento, sólo le interesa atender en
primer plano los acontecimientos surgidos en el
desarrollo del monacato cristiano occidental, por
cuanto en su dialéctica histórica se vehiculará
buena parte de la Gran Tradición la cual asumirá
nuevos motivos conductores que habremos de
reconocer más adelante en la rama crística de la
Masonería especulativa.
La precisión «Occidental» en este epígrafe no
obedece a lo confesado en el Prólogo General de
la Obra, respecto a mis limitaciones formativo-
culturales. En este caso, la concreción se ajusta al
objeto de estudio, pues observamos una relación
directa entre la Masonería especulativa oficial del
siglo XVIII y ciertas órdenes monacales
occidentales, destacando sobremanera la
Benedictina. Con la precisión «Cristiano» empero,
sí manifiesto la limitación propia de autor, así
como la necesidad de ponerle fronteras a la
materia que se desea abordar, pues como apunté

307
en la introducción del volumen III tengo en
perspectiva explorar la deriva Oriental de la Gran
Tradición en obras específicas donde todo se
ponga en relación con el Hinduismo, el Budismo,
el Jainismo, el Tao, el Zen…
En cualquier caso, no podemos dar un paso más
en este capítulo sin reconocer que, la realidad
monacal bajo distintas formas es muy anterior al
cristianismo, pues antes de su antecedente
inmediato de la esenia comunidad de Qumrán,
antes de los enclaustramientos de sacerdotisas,
antes del apartamiento social de hombres santos,
aconteció la idea de que un hombre o mujer que
hubiere mantenido una relación hierogámica con
la divinidad, estaba tabuada para relacionarse con
otros mortales, idea esta, que está en la base de
toda tradición espiritual eremita, anacoreta, o
monacal.
ORIGEN EGIPCIO DEL MONACATO CRISTIANO
El monacato cristiano aparece a finales del siglo
III como consecuencia del agrupamiento de
eremitas que deciden vivir en comunidad. El
monje (palabra derivada de monos, que en el
contexto puede traducirse por «solo») era el
hombre que vivía apartado de los demás. El retiro
espiritual cristiano al desierto tiene el mismo
fundamento explicado para los esenios ahora

308
aderezado con el retiro de Jesús y lo afirmado en
Mateo 19:29
Y todo aquel que haya dejado casas,
hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o
hacienda por mi nombre, recibirá el ciento
por uno y heredara vida eterna.
Aunque como en otras religiones, la figura del
monje emerja de la sentida incompatibilidad entre
la vida espiritual y el mundo, como protesta ante
el relajamiento de la vida cristiana. Con todo,
impetuosa pujanza de esta práctica concretamente
en tierras egipcias podría estar también motivada
por escapar a las persecuciones dioclecianas
iniciadas a finales del siglo III. Y aunque suene
extravagante y aún contradictorio con lo anterior,
pudiera suceder que tras las atroces persecuciones,
llegada la proclamación del Cristianismo como
religión del Imperio, ocurriera que la ausencia del
martirio provocase la búsqueda espiritual de la
mortificación por medio de una vida incómoda
llena de privaciones.
Desde muy pronto, distintas corrientes cristianas
se sintieron atraídas por la práctica ascética,
continencia sexual, mortificación de la carne, el
apartamiento… actitud que muchos expertos en
cristianismo primitivo achacan al testimonio de
Mateo 19: 21-30.

309
Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda,
vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y
tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Oyendo el joven esta palabra, se fue triste,
porque tenía muchas posesiones. Entonces
Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo,
que difícilmente entrará un rico en el reino
de los cielos. Otra vez os digo, que es más
fácil pasar un camello por el ojo de una
aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron
en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues,
podrá ser salvo? Y mirándolos Jesús, les dijo:
Para los hombres esto es imposible; mas para
Dios todo es posible. Entonces respondiendo
Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos
dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues,
tendremos? Y Jesús les dijo: De cierto os digo
que en la regeneración, cuando el Hijo del
Hombre se siente en el trono de su gloria,
vosotros que habéis seguido también os
sentareis sobre doce tronos, para juzgar a las
doce tribus de Israel. Y cualquiera que haya
dejado casas, o hermanos, o hermanas, o
padre, o madre, o hijos, o tierras, por mi
nombre, recibirá cien veces más, y heredará
la vida eterna. Pero muchos primeros serán

310
postreros, y postreros, primeros…
Pero en mi opinión, creo que es al revés: el
Evangelio de Mateo, no hace sino reflejar y
sancionar un sentir de ciertas comunidades
cristianas que muy probablemente se relacionaban
con las comunidades esenias como vimos al tratar
la conexión con Juan el Bautista y la figura de
Pablo.
El origen del monacato cristiano hemos de
situarlo sin duda alguna en Egipto. En pocos
decenios, regiones llamadas la Tebaida por
referencia a su centro geográfico, Tebas y la zona
del desierto de Nitria al sudoeste de Alejandría, se
vieron pobladas por numerosos hombres y mujeres
142
que construían chozas o se alojaban en cuevas.
A grandes rasgos, el proceso debió ser el
siguiente: Inicialmente, los ascetas no se alejaban
de su comunidad, por el contrario, permanecían en
medio del mundo, con sus familias. La oración
tenia una especial preponderancia en las Vigilias;
estas tenían lugar cada semana en la noche del
sábado al domingo y consistían en lecturas
bíblicas, homilías, salmos y oraciones. Ascetas y
vírgenes, siguiendo la costumbre Judía se
imponían orar tres veces al día. Habitualmente lo
hacían de rodillas, salvo en Pascua que era de pie
en signo de gozo por la resurrección del Señor. La

311
dificultad de vivir su fe en medio del
hostigamiento y persecución, empujó a muchos
ascetas a retirarse primero a las afueras de los
centros urbanos y después a lugares más
inhóspitos.
Este apartamiento no deseado en extremo,
explicaría que los primeros ascetas apartados,
dígase ermitaños o anacoretas, paradójicamente
vivieran cerca unos de otros ya que la vida en el
desierto era prácticamente imposible de
sobrellevar en soledad. Lo habitual, era reunirse
en torno a un hombre santo respetado por
antigüedad espiritual en el lugar, formando una
Hermandad precaria, en la que celebraban juntos
la Eucaristía para cuya celebración se acababa
irguiendo un templo en el centro de la colonia,
viviendo cada cual el resto del tiempo en su
aislamiento personal. Tal es el origen de las
colonias de ermitaños, siendo las más célebres las
de Nitria y las Celdas. En buena parte, eran
famosas por ser las más fáciles de visitar.
Estas gentes, pertenecían a las clases bajas de la
sociedad egipcia. Su espiritualidad era pura praxis.
Les bastaba con escuchar la Palabra y su cultivada
memoria oral para recordarla y recitarla. Es fácil
imaginarse la respuesta de cualquiera de ellos ante
el principal del lugar cuando este le interrogara

312
sobre sus cualidades para manejarse con libros,
cartas u otros documentos: «No sé leer ni escribir;
apenas deletrear».
La vida del anacoreta, pese al retiro, no es una
vida de reposo, es una lucha, una vigilancia
continua contra las agresiones del demonio. En los
documentos se hace mención al llamado «demonio
del mediodía" que entre otros males volvía
perezoso al monje. Para hacerle frente y resistir
sus tentaciones, el monje debía conocer las
Sagradas Escrituras y practicar fervorosamente la
oración. Un tercer remedio de mantener las
tentaciones alejadas son mortificando el cuerpo, la
vía más común eran los ayunos y el flagelo.
Varios son los factores que favorecieron la
aparición del monacato en Egipto como una fuerte
presencia cristiana, la cercanía del desierto, o una
estrecha convivencia con comunidades esenias
urbanas, pero a mi juicio, el elemento
desencadénate decisivo fue debido a la influencia
intelectual ejercida por la autoridad moral de un
autor genuino como Orígenes.
ORÍGENES (185-254)
Fue un erudito alejandrino discípulo de Clemente
que dirigió la escuela teologal hasta su destitución
a manos del Obispo Demetrio a causa de su
ordenación sacerdotal recibida en Cesarea sin su

313
consentimiento, condición que se le negaba por ser
Orígenes eunuco desde que se auto-castrara en su
juventud en un exceso de misticismo. Fue
sometido a encarcelamiento y tortura durante el
mandato del Emperador Decio, muriendo poco
después.
El Concilio de Constantinopla (553) condenó sus
ideas y ordenó la destrucción de sus obras, motivo
que ha dificultado enormemente la transmisión de
su pensamiento original escrito en griego, aunque
mal que bien, gran parte se ha conservado en latín
gracias a Jerónimo y Rufino. Pero antes de su
condena definitiva, su pensamiento caló hondo en
muchos autores tanto en Oriente como en
Occidente siendo así que sus ideas sobrevivieron a
143
la intolerancia y la persecución.
En mi opinión, es en la figura de Orígenes, un
asceta, potencia intelectual, influencia de su obra,
escándalo creado en torno a su persona, y final
trágico, en quien debe situarse el foco inspirador
del movimiento monacal cristiano, aunque los
entendidos en la materia adjudican este honor a
Antonio.
Antonio (251-356) nace al sur de Menfis en el
seno de una familia cristiana. Con veinte años
siente la vocación y de inmediato reparte su
fortuna entre los pobres, para ponerse bajo la

314
dirección de un anciano asceta que lo prepara para
seguir a Jesús. Cuando moraba todavía en los
sepulcros del cementerio próximo a su pueblo
natal ya detectamos rasgos esenciales del
monaquismo egipcio: oración, trabajo manual y
lectura de las Sagradas Escrituras. Después vino el
desierto donde permanecería durante veinte años.
A su regreso, la vida eremítica se desarrolla en
torno a él. Antonio murió a los ciento cinco años,
el 356.
Pacomio (292-346) Si Orígenes fue el inspirador
del movimiento monacal y Antonio fue el modelo
de la vida retirada en el desierto, sin duda alguna,
Pacomio, es el fundador del monaquismo
cristiano, al ser el inaugurador de la vida
cenobítica.
Pacomio era un egipcio reclutado por el ejército
Romano. En la ciudad de Tebas, conoció a
cristianos que ayudaban a cuantos tan de mala
gana se veían obligados a servir a Roma.
Conmovido por su ejemplo, hizo voto de
consagrarse al servicio de sus semejantes si
lograba librarse de la milicia. Contra toda
esperanza fue licenciado. Así Pacomio se puso
bajo la guía espiritual del anacoreta Palamón, de
quien recibe las primeras enseñanzas.
Transcurridos siete años, Pacomio decide seguir

315
su propio camino.
El primero en unirse a Pacomio fue su hermano
Juan. Al poco, comenzaron a juntárseles algunos
lugareños. No todos eran aptos; les exigía la
renuncia total de todos sus bienes. La idea es que
todos estén en igualdad de condiciones en la
comunidad, todo debía ser de todos. Este ideal,
empero, no era ingenuo; así se dispuso que todos
los bienes comunes incluida la tierra y los
inmuebles pertenecían a Cristo, evitándose con
ello que futuros hermanos pudieran disponer
libremente de los bienes de modo contrario al bien
común.
Inicialmente, los monjes salían del recinto para ir
a trabajar y el jornal se redistribuía. Pero este
sistema resultaba incompatible con el
recogimiento, decidiéndose entonces por
implantar un sistema autárquico. Es así como
instaura los gremios de trabajo dentro del cenobio,
armonizando trabajo, estudio y oración. Pronto
Pacomio, comprendió que el nuevo sesgo de retiro
requería algo más que un hombre santo. La
experiencia le había enseñado que un grupo de
gente llevando una vida común no lo era todo, se
necesitaba un órgano de consejo tanto como una
Regla, con el objeto de ordenar esa vida común.
Hacia el año 320, Pacomio dio comienzo al primer

316
gran cenobio de vida comunitaria. Fue así, como
por razones prácticas el movimiento anacoreta se
deslizó al monaquismo.
EL MONASTERIO PACOMIANO
Los cenobios Pacomianos estaban protegidos,
como cualquier poblado de la época, por una
empalizada. En el centro se ubicaban las
dependencias comunes: iglesia, sala de reuniones,
cocina, refectorio, hospedería…y en derredor, las
celdas de los integrantes de la comunidad. Cada
uno de estos espacios estaba destinado a alojar a
un hermano, pero al poco, fueron una decena los
albergados en esa dependencia. Así, hubo de
reubicarlos en casas y con el tiempo a cada casa se
le asignó una tarea determinada dentro de la
comunidad, procurando en lo posible compaginar
el trabajo que con anterioridad a su ingreso la
persona hubiera desempeñado fuera de la
comunidad. Al frente de cada casa había un
responsable que organizaba el trabajo y la
convivencia. Para la administración general del
cenobio existía un ecónomo que supervisaba el
material y el rendimiento del trabajo en aras de
que no faltare nada. Al frente de cada comunidad
estaba el Apa. En cuanto a servicios de cocina,
limpieza, portería, llamar el rezo, transmitir
órdenes… se hacían por turnos. Cada tres semanas

317
una «casa». Su vestimenta consistía en una túnica
blanca un cinturón, una piel curtida de cabra y un
manto con capuchón. El trabajo duro, el estudio de
las Escrituras y la oración constante dificultaban la
discordia. La función de cada uno de los
superiores era definida, su labor esencial era servir
a sus hermanos, no imponer disciplina sin amor,
ya que la idea del monasterio Pacomiano era la
comunión fraterna de todos sus integrantes.
El ingreso al monasterio no significaba grandes
pruebas a los postulantes, generalmente eran
pocos los hombres rechazados, solo se les pedía la
renuncia total al mundo y desear fuertemente la
vida comunitaria, no se requería un largo
noviciado ni nada parecido, ya que Pacomio tenia
por objetivo acercar a los hombres a Dios. El
recién ingresado debía saber leer, ya que el monje
se formaba con la meditación de la Biblia. El
hombre analfabeto que sé hacia monje era
sometido a un largo proceso de aprendizaje, a
cargo de los más ancianos.
La Regla Pacomiana era sencilla de sobrellevar
dado que había rebajado todas las mortificaciones
innecesarias, comúnmente practicadas por los
anacoretas de la época. La comida del mediodía
era en el edificio principal; consistía en verduras
crudas, queso, pescado, higos, dátiles, y otra más

318
escasa a la noche. Se ayunaba dos veces a la
semana, los miércoles y los viernes, si bien los
había que ayunaban más. En el recinto sé tenia
especial consideración con los enfermos y con los
huéspedes. Para ellos disponían de dependencias
especiales para atenderlos, enfermería y
hospedería contaba con monjes para atender a
quien lo necesitara.
En vida de Pacomio se llegaron a fundar nueve
monasterios, uno de los cuales, contaba con unos
seiscientos monjes. Un lustro de la muerte del
fundador, durante la celebración de la Pascua se
reunieron más de dos mil pacomianos.
La Regla Pcomiana fue un conjunto cabal pero
desordenado de .consejos, recomendaciones,
mandatos y normas, nacidos de la perentoria
necesidad de hacer frente a problemas que les iban
saliendo al paso que se acumulaban unos tras otros
y muy probablemente elaborados por varios Apas.
Nada que ver entonces con lo que estaba por
llegar.
La regla fue escrita en Copto. En la segunda
mitad del siglo IV San Jerónimo realizó una
traducción al latín, la que sirvió para que la regla
de Pacomio perdurara y pudiese servir de guía a
reglas posteriores. Es así como Basilio hace uso de
ella para elaborar su propia regla convirtiéndose

319
en su máximo propagador del cenibato en Oriente.
Basilio (329-379) nació en Cesaréa (Capadocia).
Educado en el cristianismo en el 357 inició un
viaje para estudiar la vida monástica. Al regresar a
su patria se instala cerca de Neocesarea, donde en
compañía de algunos ascetas para llevar una vida
en estrecha vinculación con dios por medio de la
pobreza, la castidad y la obediencia. En este
sentido, Basilio aun reconociendo a la Regla
Pacomiana su valor percibe sus deficiencias: le
parece excesivo el numero de monjes de cada
cenobio para que haya fraternidad; juzga
problemática la jerarquización excesiva de cargos
que pueden alimentar la vanidad de unos y el
resentimiento de otros; la separación de los
espacios habitacionales disgrega más que
congrega; el Apa ejerce funciones más
administrativas que espirituales, lo cual, se desvía
del propósito esencial de la vida en común; y no le
parece apropiado dejar al arbitrio de cada
individuo el grado de ascetismo que desee
practicar por cuanto ello puede conllevar un ansia
de competición.
Regla de Basilio: Como consecuencia de estas
observaciones, Basilio establecerá una Regla
donde, el monje no es un solitario, el monasterio
le permite hallar nuevos hermanos. El monasterio

320
es una familia cristiana, gobernada por la caridad.
El abad es el padre de los monjes de donde emana
su autoridad. El número de monjes debe ser
pequeño para preservar el ambiente fraternal
viviendo bajo el mismo techo y comiendo en la
misma mesa. Ningún castigo debe ser excesivo.
No deben existir iniciativas privadas de carácter
penitencial. La obediencia ha de ser franca,
generosa. El trabajo manual debe ser
reglamentado por el abad y los trabajos que se
realicen deben ser útiles para el monasterio como
la agricultura, carpintería, etc. El trabajo
intelectual consistirá en el estudio de la Biblia y de
materias útiles destinadas a la formación del
monje. El trabajo y la vida del cenobita debe
desarrollarse en un ambiente de oración. La
oración monástica esta distribuida a lo largo de la
jornada del monje para que no pierda su contacto
con Dios. La oración matutina es para que el
primer pensamiento del día sea para Dios. Durante
cuatro veces interrumpe su tarea cotidiana para
santificar sus actividades: a las horas de tercia,
sexta, nona y al fin del día. La noche tiene también
su tiempo para Dios: al comienzo del descanso
nocturno y a la media noche los monjes se reúnen
para orar.
Con Basilio, el cenobitismo logra su forma

321
ultima al sacar a los monjes de la soledad de las
montañas disponiéndoles a hacer obras de
asistencia social, consiguiendo así una integración
entre el monasterio y la ciudad. Con este impulso
social, el monacato se extendió por todo el
Imperio Romano. Quizás uno de sus agentes
podría ser San Atanasio que luego de haber estado
exiliado, ya de vuelta en su tierra se dedico a
hablar sobre los monjes egipcios. Luego Jerónimo
144
en Roma dio a conocer la vida monástica.
OTROS PRECURSORES DEL MONACATO:
Macario el Egipcio: Nació a comienzos del IV. A
los treinta años se retiro al desierto donde vivió
sesenta años como ermitaño. Pronto se vio
rodeado de discípulos y estos lo llamaban «el
joven viejo» debido a su forma de pensar y actuar.
Fue contemporáneo de Macario alejandrino otro
prominente ermitaño egipcio.
Evagrio Pontico: fue un erudito clásico, que tras
su retiro al desierto de Celia donde entró en
contacto con los dos Macarios, decidió imitar el
modo de vida de estos y poner por escrito las
antiguas enseñanzas orales de los ascetas del
desierto. Fue así el primer monje en escribir
extensas obras que ejercieron notable influencia en
la de la piedad cristiana. De hecho es el fundador
del misticismo monástico. Los monjes de Oriente

322
y Occidente estudiaron sus escritos como
clásicos. La característica más destacada de su
literatura era un sistema de clasificación de las
diversas formas de tentación, que posteriormente
se convertirían en los famosos siete Pecados
Capitales a manos de Gregorio Magno. Al objeto
de ilustrar el nivel alcanzado por esta forma de
meditar el cristianismo, sirva el siguiente texto de
este autor:
La avaricia es la raíz de todos los males y
nutre como malignos arbustos a las demás
pasiones y no permite que se sequen aquellas
que florecen de ésta.
Quien desea hacer retroceder a las pasiones,
que extirpe la raíz; si efectivamente podas
para el bien las ramas pero la avaricia
permanece, no te servirá de nada, porque
éstas, a pesar de que se hayan reducido,
rápidamente florecen.
El monje rico es como una nave demasiado
cargada que es hundida por el ímpetu de una
tempestad: tal como una nave que deja
entrar el agua es puesta a prueba por cada
ola, así el rico se ve sumergido por las
preocupaciones.
El monje que no posee nada es en cambio
un viajero ágil que encuentra refugio en

323
todos lados. Es como el águila que vuela por
lo alto y que baja a buscar su alimento
cuando lo necesita. Está por encima de
cualquier prueba, se ríe del presente y se
eleva a las alturas alejándose de las cosas
terrenas y juntándose a las celestes: tiene
efectivamente alas ligeras, jamás
apesadumbradas por las preocupaciones.
Sobrepasa la opresión y deja el lugar sin
dolor; la muerte llega y se va con ánimo
sereno: el alma, en efecto, no ha estado
amarrada por ningún tipo de atadura.
Quien en cambio mucho posee se somete a
las preocupaciones y, como el perro, está
amarrado a la cadena, y, si es obligado a irse,
se lleva consigo, como un grave peso y una
inútil aflicción, los recuerdos de sus riquezas,
es vencido por la tristeza y, cuando lo piensa,
sufre mucho, ha perdido las riquezas y se
atormenta en el desaliento.
Y si llega la muerte abandona
miserablemente sus tenencias, entrega el
alma, mientras el ojo no abandona los
negocios; de mala gana es arrastrado como
un esclavo fugitivo, se separa del cuerpo y no
se separa de sus intereses: porque la pasión lo
aferra más que lo que lo arrastra.

324
Sobre los ocho vicios
malvados, La avaricia,
Capítulo VII.
Visto el desarrollo del movimiento monacal en
Egipto y oriente, toca ahora abordar su desarrollo
en Occidente que es el que más interesa a Nuestra
Historia, empezando por reconocer que no se sabe
a ciencia cierta cómo ni quien comunicó el espíritu
monacal en este territorio, si bien, es un hecho que
su aparición en Occidente fue un siglo más tardía
que en oriente, apoyado institucionalmente por
autoridades eclesiales de la talla de Ambrosio de
Milán o Jerónimo.
MARTÍN DE TOURS (316-397)
Martín de Tours, nacido en Hungría, recibió su
educación en Pavía, Italia. Desde joven se sentía
inclinado por la Religión, pero su padre, tribuno
militar, lo hizo entrar en la guardia imperial
romana a la edad de 15 años, donde sirvió hasta el
año 356, momento en que se bautizó y unió a los
discípulos de Hilario de Poitiers quien emulando
los cenobios orientales había convertido su palacio
episcopal de Poitiers en un auténtico monasterio.
Trascurridos unos años se retiró a una pequeña
isla cerca de Génova, para practicar una vida de
silencio, oración, estudio, meditación y austeridad,
como ermitaño. Pero Hilario hacia el 361 le pidió

325
que regresara a Poitiers y allí Martín fundó el
primer monasterio propiamente dicho que hubo en
Francia, en la localidad de Ligugé donde ejercería
como Abad hasta su nombramiento como Obispo.
El Monasterio tuvo continuidad hasta el siglo VIII
cuando fue víctima de la inestabilidad de las
guerras normandas.
En el año 370, contra su voluntad, pero por
aclamación popular, es nombrado Obispo de
Tours. Recorrió todo el territorio de su diócesis
dejando en cada pueblo un sacerdote. Uno de sus
primeros actos fue fundar otro monasterio, el de
Marmoutiers, que rápidamente contó con 80
monjes y donde compaginaría su dirección con la
función de Obispo hasta el final de sus días. Como
Legugé, la abadía fue destruida durante la invasión
normanda a mediados del siglo IX. Pero a
diferencia suya, supo reponerse y para el año
1000, la abadía creció considerablemente,
llegando a ser una de las más ricas de Europa.
Su vida pastoral se caracterizó por la
evangelización y la lucha contra las costumbres
paganas destacándose en la pugna contra las ideas
gnósticas y maniqueas propugnadas por
Prisciliano, sin embargo se opuso
vehementemente ante el emperador cuando aquel
fue condenado a muerte por hereje. A causa de

326
este lamentable incidente, rompió sus relaciones
con el emperador aunque finalmente accediera a
recomponerla a cambio de que cesaran las
ejecuciones de los seguidores de prisciliano.
JUAN CASIANO (360-435)
Oriundo de la desembocadura del Danubio, pasó
varios años entre Belén y el desierto egipcio donde
se formó y vivió como ermitaño. En el 415 fundó
la Abadía de San Victor en Marsella para la que
escribió sus Institutiones, donde describe las
obligaciones del monje y examina los vicios
contra los que ha de estar prevenido; y sus
veinticuatro Conferencias donde alaba la vida
eremítica e indica que la vida ascética es la mejor
vía para luchar contra el pecado.
La fornicación es entre los ocho pecados
fundamentales el único que, por ser a la vez
innato, natural y corporal en su origen, hay
que destruirlo totalmente, como es necesario
hacerlo con los vicios del alma, que son la
avaricia y el orgullo. Se impone, pues, la
mortificación radical que nos permita vivir
en nuestro cuerpo previniéndonos de las
inclinaciones de la carne. «Salir de la carne
permaneciendo en el cuerpo».
La castidad era el centro del sistema de Casiano,
que obligaba al monje a una represión constante

327
en cuanto a las más mínimas inclinaciones que se
pudieran producir en su cuerpo y en su alma.
Benito, recomendó a sus monjes la lectura de los
escritos de Juan Casiano, y los utilizó como
fundamento de su regla, donde en ciertos pasajes
se repiten casi palabra por palabra sus pasajes.
Casiodoro (485-580) Miembro de una familia
bien asentada en el funcionariado romano, su
persona estaba predestinada, por tanto, a ejercer
una carrera política de primer orden y de hecho la
desarrollaría hasta que decidiera abandonarla por
tomar los hábitos. Su figura es importante por
haber fundado en su propiedad familiar el
monasterio de Vivarium a mediados del siglo VI,
a donde se retiraría en adelante a escribir su
producción literaria, de la que para Nuestra
Historia interesa prestar atención a las
denominadas Instituciones obra dirigida a los
monjes del lugar donde se propone una
introducción a las Sagradas Escrituras y a las
Artes Liberales, amalgama que como se puede
observar parece recurrente. El monasterio de
Vivarium debe su nombre a la dársena de
pescadores que Casiodoro habría hecho
acondicionar al pie del monasterio situado en una
colina; El monasterio de Vivarum garantizó a sus
miembros la subsistencia material, liberándoles

328
para la dedicación exclusiva a los oficios
litúrgicos, al ejercicio de las artes y, sobre todo, a
la copia y corrección de libros: por este último
detalle, fue un centro de primordial importancia
para la transmisión de numerosos textos, tanto
bíblicos, como paganos.
BENITO DE NURSIA (480-547)
A comienzos del siglo VI una vorágine de
eremitas y pequeñas comunidades salpicaban la
península itálica sin mayor orden y concierto que
su febril contagio. Los monasterios más grandes
contaban con alguna copia de la traducción latina
hecha por Jerónimo de la regla de Pacomio y la
hecha por Rufino de las «reglas» de Basilio, como
también de las dos grandes obras de Casiano, pero
sin demasiado cumplimiento.
En esta circunstancia de desorden y algarabía, es
cuando Benito fue enviado al norte de Italia como
Abad de una comunidad, donde intentó sin éxito
poner en práctica alguna de sus ideas que más
tarde serán reconocidas en todo Occidente
145
Medieval como la Regla Benedictina. Tras un
contubernio de los monjes para asesinarlo, huyó
del lugar y fundó en Montecasino una comunidad,
donde esta vez ¡sí! su Regla fue aceptada.
El principal mandato de la Regla Benedictina es
el ora et labora. El cómputo horario, buscaba el

329
aprovechamiento de la luz solar según las distintas
estaciones del año, para conseguir un equilibrio
entre el trabajo, la meditación, la oración y el
146
sueño. Se ocupó también de especificar al
máximo las cuestiones domésticas, los hábitos, la
comida, bebida, recibimiento de otros monjes,
acogida de visitantes, trato dado a excomulgados,
etc. Curiosamente, la Regla Benedictina se le
reprocharía su falta de ascetismo, dado que
ninguno de sus 73 capítulos habla específicamente
de ello.
Pese a que la regla daba la máxima autoridad al
Abad, al mismo tiempo, le ponía cierto freno al
someterlo a la obligación de consultar con el resto
de la comunidad los temas más importantes.
Leamos lo que dice la Regla Tercera:
3. El Consejo
Convoque a toda la comunidad.
Siempre que se hayan de tratar asuntos
importantes en el monasterio convoque el abad a
toda la comunidad y exponga él mismo de qué se
trata. Una vez oído el consejo de los hermanos,
reflexione a solas y haga lo que juzgue ser más
conveniente. Hemos dicho que se llame a todos a
consejo porque con frecuencia el Señor revela lo
mejor al más joven.
Expongan los hermanos su criterio con entera y
humilde sumisión y no se atrevan a defender

330
obstinadamente su punto de vista, sino que,
respetando la decisión del abad, todos le obedezcan
en lo que él juzgue ser más conveniente. Pero así
como conviene que los discípulos obedezcan al
maestro, también éste debe disponer todas las cosas
con prudencia y justicia.
Sigan todos la regla.
Por tanto, sigan todos en todo la regla como
maestra y nadie se aparte de ella temerariamente.
Nadie en el monasterio siga su propia voluntad ni se
atreva a discutir insolentemente o fuera del
monasterio con su abad. Si alguien tiene esta
arrogancia sea sometido a la disciplina regular. Por
su parte el abad haga todas las cosas con temor de
Dios y observando la regla, consciente, sin lugar a
duda, de que de todas sus decisiones tendrá que dar
cuenta en el juicio de Dios juez imparcial.
Consulte a los ancianos.
Pero, si se trata de asuntos del monasterio
menos importantes, pida consejo sólo a los
ancianos como está escrito: Hazlo todo con
consejo y después de hecho no te
arrepentirás.
Los primeros monasterios benedictinos recibían
miembros ajenos al sacerdocio cuyo interés
personal era vivir en comunidad y salvar su alma.
El monasterio consistía en un edificio pequeño
alrededor del cual se disponían los talleres,
dependencias y corrales. Todas sus dependencias

331
de dormitorio, refectorio y oratorio eran reducidos
porque estaban calculados sólo para unos quince
monjes. La cocina, la habitación de los novicios y
la hospedería estaban separadas del edificio
principal. No contaban todavía con claustro, pero
sí con biblioteca. Su atuendo era muy sencillo:
túnica y escapulario cubiertos por una capa con
147
capucha; su color probablemente el de la lana
148
sin teñir.
La Regula de San Benito, fue reformada en el
siglo IX por Benito de Amiano, gracias a lo cual,
se facilitaría su expansión por todo el imperio
Carolingio. Bajo los auspicios de la Orden
Clunycense la regla siguió en auge por toda
Europa durante el siglo X y después vino la
reforma cisterciense en el siglo XI que pretendía
devolverle su rigor perdido.
De estas experiencias continentales en
Occidente, especialmente de la emprendida por
Martín de Tours, la vida monástica según los
historiadores del fenómeno, se extendió por la
Galia y de aquí paso, como las chispas de un
incendio forestal y por un proceso inadvertido por
los cronistas, a las regiones celtas de las Islas
Británicas. Allí, en Cornualles, Gales, y aún más
notablemente en Irlanda, se expandió rápidamente
un monacato de tipo radicalmente eremítico del

332
año 540 al 600 que se convirtió en el elemento
dirigente no sólo de la Iglesia, sino de la sociedad.
Pero antes, para comprender en toda su amplitud
algunas peculiaridades del monacato celta y
ulteriores sincretismos, es preciso que echemos de
nuevo un vistazo a su cultura y mitología,
información que complementa lo expuesto en el
volumen III con ocasión de tratar el Druidismo y
despejará el camino para lo que se dirá en el
volumen V con ocasión de abordar el Ciclo
Artúrico.
MITOLOGÍA CELTA EN IRLANDA
La casta sacerdotal druídica aborrecía la escritura
como medio para vehicular sus creencias y
conocimientos. Así, la cultura celta, especialmente
la mitológica, nos es conocida únicamente a través
de concienzudas investigaciones arqueológicas,
minucioso estudio de escasos vestigios de sus
textos y un severo cribado de los testimonios
dejados primero por sus conquistadores militares
romanos y después por sus dominadores
espirituales los autores cristianos, curiosamente las
fuentes escritas que han posibilitado acceder
aunque sea de modo indirecto a su idiosincrasia y
mitología.
DEIDADES CELTAS

333
Los pueblos celtas extendidos por toda la región
centroeuropea y la franja del litoral atlántico con
sus principales islas aledañas, nunca tuvieron ni
pretendieron tener unidad política. Así, su
reconocida consistencia cultural no impidió su
multiplicidad localista de los motivos troncales. A
causa de esto, dado que será la rama irlandesa del
monacato el hilo conductor del capítulo que este
epígrafe sobre la mitología celta introduce, nos
limitaremos a presentar los aspectos más generales
de la cultura celta pero ciñéndonos únicamente a
presentar los dioses y mitos de Irlanda.
En las sociedades celtas, los druidas revestían
distintas funciones, si bien en todas ocupaban un
lugar preeminente. En Irlanda, todo hace pensar
que era una especie de chamán que administraba
un ancestral culto al guerrero, así como al árbol en
general y al roble en particular. Generalmente sus
ritos eran celebrados en plena Naturaleza, de esta
guisa, fuentes, lagos, grutas y bosques eran lugares
muy frecuentados para ejecutar distintas
ceremonias. Sus fiestas estaban estrechamente
asociadas a los solsticios y equinoccios, citas
especiales de un calendario muy particular
asociado precisamente a los árboles asunto que lo
retrotrae a un tiempo muy anterior al periodo
agrario cuando los árboles mejor que las estrellas

334
ayudaban a determinar el tiempo exacto en que se
estaba.
CALENDARIO CELTA
Robert Graves, en su exquisita obra La Diosa
Blanca especula con la posibilidad de que en la
cultura celta muy enraizada con la naturaleza, sus
druidas, hubieran elaborado un calendario donde se
asociara las distintas lunas del año con las distintas
especies arbóreas, posibilidad a la que mi opinión
se adhirió conforme avanzaba la lectura. Lo que
sigue a continuación, es uno de tantos modelos que
han buscado ilustrar cómo podría funcionar el
sistema aventurado por Graves: El sistema
contendría 21 especies: dos árboles para los
equinoccios Olivo para Otoño y Roble para
Primavera y dos árboles para los Solsticios, Abedul
para Verano y Haya para Invierno. Los 17 árboles
restantes, Abeto, Álamo, Arce, Avellano, Carpe,
Castaño, Cedro, Ciprés, Fresno, Higuera, Manzano,
Nogal, Olmo, Pino, Sauce, Serbal y Tilo, irían
distribuidos en periodos equidistantes y opuestos.
Así a cada especie le corresponden dos periodos
del año, salvo el álamo, que cubriría tres. Su
sucesión en el calendario es la siguiente: Diciembre
23 a enero 01, Manzano; Enero 02 a enero 11 –
Abeto; Enero 12 a enero 24 – Olmo; Enero 25 a
febrero 03 – Ciprés; Febrero 04 a febrero 08 –

335
Álamo; Febrero 09 a febrero 18 – Cedro; Febrero
19 a febrero 28 – Pino; Marzo 01 a marzo 10 -
Sauce Llorón; Marzo 11 a marzo 20 – Limonero;
Marzo 21 – Roble; Marzo 22 a marzo 31 –
Avellano; Abril 01 a abril 10 - Serbal Abril 11 a
abril 20 – Arce; Abril 21 a abril 30 – Nogal; Mayo
01 a mayo 14 – Álamo; Mayo 15 a mayo 24 –
Castaño; Mayo 25 a junio 03 - Fresno Junio 04 a
junio 13 – Carpe; Junio 14 a junio 23 – Higuera;
Junio 24 - Abedul Junio 25 a julio 04 – Manzano;
Julio 05 a julio 14 –Abeto; Julio 15 a julio 25 –
Olmo; Julio 26 a agosto 04 –Ciprés; Agosto 05 a
agosto 13 – Álamo; Agosto 14 a agosto 23 –Cedro;
Agosto 24 a septiembre 02 - Pino; Septiembre 03 a
septiembre 12 –Sauce Llorón; Septiembre 13 a
septiembre 22 – Limonero; Septiembre 23 – Olivo;
Septiembre 24 a octubre 03 – Avellano; Octubre 04
a octubre 13 - Serbal Octubre 14 a octubre 23 –
Arce; Octubre 24 a noviembre 11 - Nogal;
Noviembre 12 a noviembre 21 – Castaño;
Noviembre 22 a diciembre 01 - Fresno Diciembre
02 a diciembre 11 – Carpe; Diciembre 12 a
diciembre 21 – Higuera;Diciembre 22 – Haya.
En cuanto a sus dioses, Lug, sin ser cabeza del
panteón, era el compartido por todos los pueblos
célticos.
Lug no presidía el Panteón. Era un dios carente

336
de función específica porque desempeñaba todas.
Guarda similitudes con Loki divinidad nórdica.
Lug descrito como hombre joven, pertenece por
lado paterno a Tautha de Danann, pero por lado
materno a los Fomore. Su nombre indoeuropeo
significa «blanco», «luminoso" y también cuervo,
ave que como se sabe está asociado al sol como el
halcón. Si bien, esta función era femenina entre
los celtas lo cual podría suponer que se ha operado
un cambio de sexo en la divinidad. Sus armas eran
una lanza y la honda. La lanza, como casi
cualquier instrumento de guerra, es símbolo fálico
y de gran poder. La lanza de Lug, también llamada
«Lanza de Assal» es llevada a Irlanda por los
Tuatha Dé Danann, Esta lanza tiene la
particularidad de ser flamígera y solo pierde su
fuego si es mojada en sangre humana.
Dagda el dios-druida, era el dios supremo del
panteón irlandés. Se le denomina Dagda por que
es el «dios del bien». Dagda es una figura-paterna,
protector de la tribu, divinidad del que otras
deidades masculinas eran variantes. Las leyendas
le presentan amante de los banquetes y la
sexualidad. Porta un caldero cuyo contenido es
inagotable, y un arpa mágica que puede tocar, por
149
si sola, aires de lamento, de sueño, de muerte o
de risa. Posee también, una maza; si golpea a

337
alguien con uno de sus extremos, lo mata; si lo
hace con el otro, lo resucita. Es, pues, el dios de la
vida y de la muerte, absolutamente ambiguo y
poseedor de fuerzas temibles que pueden ser
buenas o malas.
Balar Pertenecía a la raza de los gigantes
Fomoré. Poseía un ojo frontal y otro en la parte
150
posterior que habitualmente mantenía cerrado.
Cuando lo abría, su mirada era mortal para aquel
en quien la fijara. Se conoce principalmente por
haber matado al rey de los Tuatha Dé Danann,
motivo por el que su nieto Lug le dio muerte.
151
Brigid, Se la considera hija de Dagda. Pese a
ser diosa del fuego, su función es triple: diosa de
la inspiración y de la poesía (clase sacerdotal),
protectora de los reyes y guerreros (clase guerrera)
y diosa de las técnicas (clase de los artesanos,
152
pastores y labradores).
LOS TUATHA DÉ DANANN
El relato que integra distintos mitos celtas,
describe una guerra entre dos razas divinas los
Tutha Danann (Tribus de la diosa Dana) y los
Fomere, pueblo constituido por gigantes que viven
en las islas que rodean Irlanda y que
continuamente amenazan con invadirla.
Los Tuatha Dé Danann llevaron cuatro tesoros

338
mágicos a Irlanda: La caldera del Dagda; La lanza
de Lug; La piedra de Fal; La espada de Nuada,
elementos los cuatro, relacionados con posteriores
relatos como los representados por el Ciclo
Artúrico, postergamos para el volumen V.
153
MONACATO CELTA-IRLANDÉS
Lo lógico, es suponer que el monacato llegara a
Irlanda y Britania desde la vecina Galia como
sugieren sin probarlo los eruditos en el tema. Pero
por varios motivos que expongo a continuación,
sospecho que la primera simiente les llegó del
propio Egipto.
Próspero de Aquitania, cuenta que Celestino 1
envió a Paladio, como primer obispo, a los
cristianos de Irlanda en el 431. La misión de
Paladio puede estar en relación con el
reavivamiento del pelagianismo en Britannia
realizado en el 429 por Agrícola. Sin embargo, la
tradición otorga a Patricio la conversión de los
irlandeses. Su figura y trayectoria quedan un tanto
oscurecidas por la leyenda, ya que fuentes como
Beda u otras de procedencia continental no lo
mencionan. Por consiguiente, haríamos bien en
sospechar que la leyenda es un cuento muy
parecido al narrado por Génesis sobre José, cuya
finalidad no sería otra que dar cuenta del
inexplicable arraigo y notable irradiación universal

339
de la iglesia irlandesa.
De origen britano, fue raptado en su
juventud por los irlandeses, permaneciendo
entre ellos durante seis años hasta que
consiguió evadirse, volviendo después para
evangelizar aquellas tierras. Su predicación se
dirigió a los miembros poderosos de la
sociedad irlandesa a los que, por otra parte,
hizo obsequios y ganó para su causa.
En torno al personaje, todo son especulaciones.
Se comprende que haya inexactitudes en torno al
año de su llegada a Irlanda estimado hacia el 432,
posiblemente recuperando la fecha en que Paladio
arribara a la isla. Tampoco se sabe a ciencia cierta
si recibió su formación en la Galia por mucho que
un biógrafo del siglo VII, le situara estudiando con
Germano de Auxerre quien le enviaría a Irlanda
para sustituir a Paladio, porque esta información
parece más destinada a casar los datos que a
probarlos a fin de reforzar la supremacía ortodoxa
sobre un posible origen céltico de la Iglesia
irlandesa. En este orden de cosas es de destacar,
que el modelo básico implantado en Irlanda es el
del monacato de Pacomio, lo cual, me permite
perseverar en mi sospecha de que seguramente es
de Egipto de donde le llegaría a Irlanda su ímpetu
ascético y monacal; si a ello le sumamos que

340
como los coptos contaban con un calendario
particular para calcular la Pascua lo cual fue
motivo de disputa con Roma y que su sistema
penitencial recuerda mucho al excesivo rigor de
los primeros padres del desierto egipcio, los
indicios son demasiados como para desdeñar la
posibilidad de que el monacato Irlandés tuviera
influencia directa del egipcio.
Irlanda, no había formado parte del Imperio
Romano. El aislamiento, sin embargo, no fue
completo pues existían contactos con Britania y
Galia y aún antes con culturas más remotas como
la fenicia.
Todavía carecía de grandes núcleos urbanos y
sus instituciones se articulaban sobre la Familia
ocupante de un territorio gobernado por un rí, un
primo inter parís, entre la nobleza del lugar. Sus
funciones eran de carácter representativo ante
otras tuatha. Había unas 150 tuatha que mantenían
entre sí relaciones de clientela, de manera que el
rey de una túath podía ser, a su vez, ruiri, rey
amplio o monarca de varias tuatha —tres o cuatro
—, por encima del cual podía haber un rí ruirech,
es decir, un rey de reyes con un 'honor' doble al
del simple rí. Esta supremacía del rí ruirech,
manteniendo la independencia de cada territorio,
suponía una cierta vinculación-dependencia

341
personal de los monarcas menores hacia él. La
organización eclesiástica va a reproducir la social.
El monacato parece haber tenido desde el
principio una particular importancia al mimetizar
en su estructura y difusión el entramado
institucional irlandés haciendo el monasterio las
veces de Tuatha y el abad de ri. Ello explicaría el
éxito de su modelo en prédica y expansión,
154
precisamente donde otros fracasaron. Así,
aunque el nombramiento oficial de obispos fuera
en aumento desde la óptica romana, en la Iglesia
irlandesa su importancia es cada vez más reducida
a favor de la figura del Abad. Tanto fue así, que
las dos más importantes sedes episcopales de
Irlanda, Armag y Kildare, desde el VII fueron
regidas por abades y abadesas. De esta guisa,
paruchia que hasta finales del VI indicaba
territorio dependiente de un obispado, desde el VII
alude al territorio sometido a un monasterio.
Los abades, favorecidos por la aristocracia
155
local en detrimento de los obispos estrechan
lazos con estas sometiendo el cargo a la
156
herencia de modo que, no era infrecuente situar
al frente del monasterio a un pariente próximo del
fundador.
Una iglesia organizada en grandes monasterios
que suplían la ausencia de núcleos urbanos se

342
adaptaba mejor a Irlanda que el modelo diocesano
episcopal. Mimetizando su estructura social, los
monasterios podían estar vinculados a otros
monasterios en territorios más alejados, a los que a
su vez, podían estar sometidos diversos centros
menores. Esto supuso una gran ventaja del
monasterio y el abad frente al obispado, pues la
jurisdicción de este se limitaba a un específico
territorio.
El monacato irlandés se significaría por un
severo desarrollo penitencial íntimo y privado en
el cual confluyeron sin duda prácticas conocidas
por los coptos y los ermitaños de Egipto. También
es peculiar el ascetismo irlandés, ejemplificado
por la continua oración con los brazos en cruz, las
genuflexiones o la inmersión en aguas heladas.
Esta vida ascética tenía como máxima expresión el
157
exilio por Cristo.
El monacato celta, en su edad de oro, era
extremadamente austero: las penitencias físicas
tales como el ayuno y la inmersión en agua fría,
eran muy duras de llevar en aquellas latitudes. Sin
embargo, al mismo tiempo, en unas condiciones
tan primitivas se produjo el inicio de la
recuperación del saber clásico en Occidente
gracias a una de las características más propias del
monacato celta, cuál es, su predilección por la

343
peregrinación como forma de renuncia, mediante
el cual los monjes se desplazaban a tierras
extranjeras llevando a ellas la fe cristiana y la vida
monástica. En Islandia, Escocia, Bretaña, la
Europa central hasta Viena por Oriente y por el
Sur hasta Bobbio, en Lombardía, hubo
establecimientos de monjes irlandeses que
llevaron consigo su cultura y su regla en una
colosal Cadena de Unión que presentamos a
continuación en sus eslabones más significativos.
158
COLUMBA DE IONA 521-597
Perteneciente a la aristocracia irlandesa,
Columba ingresó monje y fue ordenado sacerdote.
Pero a causa de una disputa con varios muertos en
la que se viera involucrado decide imponerse el
exilio penitencial marchando a Escocia como
misionero entre los pictos en 563 junto a otros
monjes. Allí, a sugerencia del rey Oswald,
formarán comunidades en Northumbria y les
conceden la isla de Iona donde funda un
monasterio el cual estaría llamado a ser un centro
cultural de primer orden gracias a la potencia
intelectual de Columba.
Iona, estandarte de la Iglesia céltica, conforme
extendía su área de influencia hacia el sur, entró
en conflicto con Canterbury, es decir, con la

344
Iglesia Romana a donde había llegado la misión
enviada por Gregorio Magno encabezada por
Agustín en el 597. Conviene entonces atender a
esta figura capital para el cristianismo britano.
AGUSTÍN DE CANTERBURY (534-604)
Agustín, monje benedictino, fue enviado por
Gregorio Magno juanto a cuarenta compañeros a
evangelizar Britania, convirtiéndose así en el
primer Arzobispo de Canterbury.
Agustín, desde su llegada contó con el firme
apoyo del rey, Ethelberto, casado con una princesa
católica merovingia, les permitió predicar y
establecerse en la capital de su reino, Canterbury.
Ethelberto y varios miembros de la familia real se
convirtieron a la nueva fe. Estimulado por este
refuerzo regio, Agustín enfrentado a los abades y
obispos locales representantes de la iglesia celta,
nombró rápidamente obispos a varios de los
sacerdotes que el papa había mandado para
ayudarle en su ministerio. Melitón fue el primer
obispo de Londres, Justo el primero de Rochester,
Paulino de York y nombró su sucesor a Lorenzo.
Como podemos apreciar, el éxito de la Iglesia
Romana en las islas, vino acompañado de una
excelente labor diplomática entre las elites sin
cuyo favor hubiera sido impensable su empresa.
La excusa confesable de este enfrentamiento va a

345
ser, como se ha anticipado, el tema de la
celebración de la Pascua, siendo acusada la Iglesia
celta de herejía por Roma, al aferrarse aquella al
procedimiento judío para su cálculo, asunto a
sumar sobre la perenne sospecha de
159
pelegianismo que desde siglos se le reprochaba.
Lo cierto es, que en las islas como en el
continente, la Iglesia Celta y Romana chocaron
abruptamente no tanto por cuestiones de carácter
doctrinal, cuanto por el modelo de organización
que suponían. Y en ambos casos se impuso el
modelo romano patrocinado desde Canterbury. En
el 694 en lona, el abad Adamnán trató de imponer
la Pascua romana, lo que no fue aceptado por la
comunidad ni por otros monasterios dependientes.
Sólo a principios del VIII se consolidó la
costumbre romana en estas tierras. Para hacernos
una idea de la intensidad del combate ideológico
librado por la Iglesia celta ante el poderío romano,
vamos a tratar con mayor detalle lo acontecido
durante casi cinco siglos en el continente.

COLUMBANO Y EL MODELO CELTA EN EL CONTINENTE


Aunque se pueden contar por decenas los casos
significativos de misioneros irlandeses que
predicaron sus enseñanzas por el continente

346
fundando monasterios, nos centraremos en la
figura emblemática de Columbano cuya peripecia
bien puede servirnos para entrar en lo sustancial
de esta trama.
Columbano (540 – 615) destacado misionero
irlandés llegó a los reinos francos en el 592,
fundando en los Vosgos los monasterios de
Annegray, Fontaine y Luxeuil dentro de la
tradición irlandesa de donde fue expulsado en el
612 por no someterse a los obispos. De allí, pasó
primero a Suiza y después a Italia donde, bajo la
protección de los reyes lombardos, fundará
Bobbio, lugar en que murió en el 615.
Como misionero de la Iglesia celta, Columbano
difundió los hábitos irlandeses, en cuanto a su
sistema de organización monacal, otorgando
grandes poderes y autonomía al Abad, incidiendo
en los aspectos penitenciales, etc. Sin embargo, las
reglas monásticas irlandesas, no eran propiamente
tales y ni siquiera la Regula monachorum de
Columbano puede considerarse una regulación de
la vida monástica. Se trataba más de una
enseñanza ascética de un personaje venerable que
a una verdadera organización del régimen
cenobítico. Este fue un factor determinante para
que con el tiempo y ante la creciente presión de
Roma, sus propios monasterios fueran

347
fusionándose con la clara Regla Benedictina
promocionada por Roma en una fórmula mixta,
elaborada por otro Benito.
Columbano dejó una regla más austera que las
contemporáneas del monacato mediterráneo, con
severos ayunos y un feroz código penal, pero el
núcleo de su sistema monástico no era la regla
sino el abad, idea que sobreviviría durante toda la
Edad Media.
ABADÍA DE BOBBIO
La Abadía de Bobbio es un monasterio fundado
por Columbano en el 614. El rey lombardo
Agilulfo por mediación de su esposa —ferviente
católica— concedió a Columbano una iglesia
derruida en Ebovium, propiedad de la santa sede
antes de la invasión lombarda. Allí Columbano
erigió un pequeño monasterio.
Aunque Columbano muriera en el 615, le
sucedieron monjes de no menor valía. Gracias a
ello y sobre todo a la exención de la jurisdicción
episcopal concedida por el Papa Honorio I que la
hacía directamente dependiente de Roma, Bobbio
pronto destacaría como foco cultural y resistencia
contra el arrianismo. Sin embargo, tan estrecho
ligazón con la Santa Sede, precipitaría al
monasterio a aceptar la regla de San Benito y
abandonar la práctica irlandesa antes de finalizar

348
el siglo VII, anticipándose a los acontecimientos
160
que estaban por venir en el continente.
Durante los siglos siguientes, bajo el favor de los
carolingios, Bobbio verá reforzado su prestigio y
poder. La fama de Bobbio llegó hasta Irlanda
atrayendo a nuevos monjes de la isla al continente
siguiendo los pasos de Columbano, pero esta vez
no tanto para ir en misión, cuanto para ser
reevangelizados en los modos y costumbres
romanas, socavando así casi definitivamente desde
dentro los cimientos ideosincráticos de la Iglesia
Celta.
El núcleo de la biblioteca de la abadía estuvo
formado posiblemente por los manuscritos traídos
desde Irlanda por Columbano y por los tratados
escritos por él mismo. Un catálogo de finales del
siglo IX, nos muestra que todas las ramas del
conocimiento, humano o divino, estaban presentes
en la biblioteca. El catálogo consta de más de 600
volúmenes. Gerbert de Aurillac, fue Abad de
Bobbio en el 982 antes de convertirse en Papa con
el nombre de Silvestre II.
SILVESTRE II (945-1003)
Bautizado como Gerberto de Aurillac, fue Papa
del 999 al 1003. Natural de la región Occitana de
Auvernia tomó los hábitos en el 963 en el
monasterio de Saint-Géraud de Aurillac donde

349
destacaron sus dotes intelectuales lo que le valió
para ser enviado en el 967 a la corte del Conde de
Barcelona fijando su residencia por tres años en el
Monasterio de Santa María de Ripoll de Gerona,
tiempo durante el cual visitó distintos centros
culturales de la península como Córdoba donde
entraría en comunicación con la ciencia árabe y
judía del momento.
En su estancia en Córdoba, trabó contacto con
con Lupito de Barcelona pariente del astrónomo
judío Mohamed ben Lupi. Muy probablemente,
Lupito le tomaría como discípulo para hacerle
depositario de sus conocimientos en la cábala
recomendándole lecturas como El libro Secreto de
la Creación y técnica de la Naturaleza atribuido a
Apolonio de Tiana o La Tabla Esmeralda
atribuida a Hermes Trismegisto. De esta suya
relación nacería años después la leyenda de que
Silvestre II conocía las artes para construir una
cabeza parlante que respondía a preguntas
planteadas, gracias a la cual descubriría un
fabuloso tesoro bajo el Campo de Marte cercano al
Vaticano.
Mientras acudía en peregrinación a Roma,
conoció al Emperador Oton I quien de inmediato
lo tomó bajo su protección y le nombró tutor de su
hijo el futuro Oton II. Enseñó durante años en el

350
Colegio episcopal de Reims, donde despuntaron
sus conocimientos en las distintas artes y ciencias
de su época especialmente en astronomía,
aritmética, geometría y música. En el 983, su
antiguo discípulo ya convertido en Otón II le
nombra abad del monasterio benedictino de
Bobbio cargo que desempeñó durante un corto
espacio de tiempo ya que no tardó en regresar a
Reims donde actuó como consejero del arzobispo
Adalberón y favoreció el nombramiento de Hugo
Capeto como rey de Francia. Este, en el 991 tras
distintos avatares políticos, le nombra Arzobispo
después de haber depuesto al anterior Arnulfo
quien se había aliado con su oponente Carlos. Este
nombramiento supone un enfrentamiento con
Roma que no reconoce a Hugo capacidad para
nombrar obispos al considerar dicha potestad
exclusiva del Papa. Gerberto renunció a su
dignidad y se retiró a la corte del Emperador Oton
III hasta que en el 998 fue nombrado Arzobispo de
Rávena. Al año siguiente, muerto el Papa
Gregorio V fue nombrado sucesor del trono de
Pedro con el nombre de Silvestre II.
Era hombre de gran erudición; se lo conoció
como la luz de la Iglesia y no fue para menos. Su
persona alcanzó en su tiempo gran renombre como
teólogo y filósofo, destacando obras como Sobre

351
lo racional y sobre el uso de la razón y Sobre el
cuerpo y la sangre de Cristo; siendo su faceta
matemática en la que más destacó por introducir
en Francia el sistema decimal islámico así como el
uso del cero e inventar una especie de ábaco,
161
antecedente mecánico de las calculadoras.
También se le atribuye la introducción del péndulo
y la invención de un reloj por medio de ruedas
dentadas, anticipándose con ello varios siglos.
También ideo una mejora para el instrumento
musical del Monocordio, consistente en una caja
de resonancia sobre la cual se tensaba una cuerda
de longitud variable con la que se medían las
vibraciones sonoras y los intervalos musicales,
posibilitando con ello la distinción entre tonos y
semitonos. Recuperó la técnica romana
denominada Apuntes tironjanos especie de método
taquigráfico empleado por Tirón, a fin de poder
encriptar los conocimientos y los documentos.
Entre sus discípulos más aventajados se cita a
Richer de Saint-Remí. Entre ambos construyeron
esferas, astrolabios, planetarios, instrumentos
musicales y se sospecha también de autómatas.
Siendo como era un genio no menor a Leonardo,
pero del siglo X su sabiduría fue sospechosa de
estar en tratos con el diablo y mantener relaciones
estrechas con magos, herejes e infieles. Por mi

352
parte contemplo su figura como una indiscreción
del conocimiento subterráneo que recorría los
monasterios en Occidente antecedente de otra isla
de conocimiento superior que asomará en el siglo
162
XII, Roger Bacon.
Mayor resistencia a su asimilación romana
ofrecería el monasterio de Luxeuil y las plazas que
caían bajo su influencia siguiendo el modelo
organizativo de la Iglesia Celta. Más alejados que
Bobbio de la Santa Sede, pese a las dificultades,
Luxeuil va a suponer un centro de irradiación de la
tradición ascética céltica que luego se proyectaría
hacia el este.
Así, durante la primera mitad del siglo VII, los
reinados merovingios de Clotario II y de
Dagoberto 1 la predicación expansión del modelo
céltico de iglesia experimentaría nuevos progresos
por tierras germanas y Suizas. Luxeuil desempeñó
un importante papel en este avance trabajando la
zona norte y oriental del reino franco preparando
el terreno a otros monjes irlandeses llegados para
predicar en la zona de Worms desde donde
pasaron a Turingia en la segunda mitad del siglo
VII.
BONIFACIO (680-754)
Dado que las distintas estratagemas de presión
política y desgaste no parecían incidir en la

353
adhesión de los irlandeses a sus costumbres, a fin
de frenar en seco su avance en aquellas tierras,
Roma envió a la zona a Bonifacio. Como
comisionado papal, con el apoyo de Carlos Martel,
tan interesado en la expansión como el propio
Bonifacio, dedica su actividad a Hesse y Turingia
donde el modus operandi de los misioneros
propagadores del modelo romano, nada tenia que
ver con el ejercido por los irlandeses pues pasaba
por la destrucción de los santuarios paganos como
muestra de la debilidad de los dioses germánicos,
formas aprobadas por Bonifacio quien hace
derribar el árbol sagrado de Wotan en Geistar con
cuya madera construye una iglesia. A su puño de
acero, el Papa confía en el 738 el encargo de
reorganizar la Iglesia bávara, estableciendo un
arzobispado en Maguncia. Bonifacio continuó su
empresa bajo la protección de Carlomán,
realizando no sólo sínodos en la Francia oriental
sino también otros más generales que suponen el
163
arranque de la reforma eclesiástica carolingia.
Bonifacio, no perdió el tiempo y con gran
astucia, introdujo clero y monjas britanas
formadas en la ortodoxia católica que practicaban
la Regla Benedictina estableciendo como centro
neurálgico de su estrategia a Fulda para mitigar la
influencia de centros como Luxeuil. La batalla por

354
el modelo de organización eclesial en el continente
entre uno monacal entorno a la figura del Abad y
otro episcopal el rededor del Obispo, desde
entonces estaba decantada a favor del modelo
romano mientras el céltico tocaba a retirada.
BENITO DE ANIANE (750-821)
Hijo de Conde visigodo, nace con el nombre de
Witiza. Desde niño fue educado en la corte
Imperial Carolingia. En 774 toma los hábitos y
tras un periodo de anacoreta funda en el 782 un
cenobio próximo a Aniane donde, con unos
cuantos discípulos, puede llevar la vida ascética
que predica. Éste tarda en desarrollarse debido a
su rigor lo que le hizo adoptar la más liviana Regla
Benedictina si bien, con algunas modificaciones.
Pasada una década, en 792, la abadía pasa a estar
bajo tutela y protección regia y su Regla es
adoptada en amplias zonas del Languedoc y
Borgoña. Luis el Piadoso respalda su reforma
benedictina y muestra su deseo porque la misma
sea común en todo su reino.
Así, la orden Benedictina rápidamente se impuso
en todo el Imperio Carolingio siendo ya la
preponderante en el primer tercio del siglo IX. Los
monasterios se integraron rápidamente en el
entramado institucional imperial, al tiempo que los
Abades mantenían plena autonomía interna al

355
modo feudal del Señor. Esta Regla mixta que
combina aspectos del rigorismo y autonomía del
abad de la iglesia celta, con motivos romanos de
integración del monasterio en estructuras
institucionales de las que pasa a ser dependiente,
triunfo desde Italia hasta Sajonia y a mediados del
siglo IX el modelo benedictino ganó la partida
tanto en el continente como en las islas britanas.
Abadía de Fulda Fue el bastión evangelizador
para toda Europa Central. Tras cristianizar, no sin
resistencia, la mayor parte de este inmenso
territorio, erigido por doquier iglesias, conventos y
cuatro nuevas sedes episcopales, Fulda se
convertiría en el monasterio más importante de
cuantos hasta entonces existían. Para ello
escogería una localidad llamada entonces Eihloha.
Carloman hizo a Bonifacio donación de esta
localidad, y en el 744, Bonifacio, acompañado de
siete colegas, tomó solemnemente posesión, e
inmediatamente comenzó su edificación tomando
como modelo el de Montecasino. Transcurridos
tres años, al frente de este monasterio situó a su
discípulo y colaborador Sturn. El número de los
religiosos aumentó rápidamente; las celdas se
multiplicaron y el nombre de Fulda resonó en
todas las llanuras de Alemania. Se abrió una doble
escuela, la interior para los educandos del estado

356
eclesiástico y otra exterior para los niños de todas
las condiciones. La escuela fue modelo admirado
por Carlomagno quien la dotaría de una
formidable biblioteca. El clima de efervescencia
cultural era notable: habían matemáticos,
empíricos, arquitectos, escultores…se copiaban a
diario cientos de documentos, se traducían textos
antiguos; se introducían comentarios a los pasajes
bíblicos… Al lado de estos trabajos intelectuales,
científicos y artísticos, tenían su lugar honroso en
el monasterio y sus dependencias los más rudos
ejercicios agrícolas y las profesiones y oficios más
humildes; dando ejemplo los religiosos,
distribuían el tiempo entre las ocupaciones
espirituales y las labores corporales.
Si Carloman había desde el principio asignado al
monasterio un inmenso territorio, Pipino y
Carlomagno no le cedieron en liberalidad y las
ricas donaciones de muchos Obispos y de
infinidad de bienhechores eclesiásticos y seglares
le proporcionaron en poco tiempo tan considerable
riqueza, que sus dominios se extendían por gran
parte de Alemania. Pero la influencia moral y
religiosa del convento se extendía aun más allá de
sus posesiones. Desde la época de Sturm, los siete
primitivos religiosos se habían multiplicado hasta
400 y la escuela de Rábano Mauro, produjo los

357
hombres más eminentes.
Fue entonces que la estrategia del espíritu céltico
adoptaría nuevas estrategias de resistencia
llevando esta vez la lucha de los monasterios
eclesiales a las cortes de palacio, especialmente la
carolingia entre los siglos VIII y X, donde
aprovechando su probada fama cultural, britanos e
irlandeses serán pieza clave en el denominado
Renacimiento Carolingio.

HISTORIA OCULTA DEL OSO


En la historia del Monacato Cristiano Occidental,
hemos contemplado una lucha ideológica entre el
modelo de monacato y por extensión de la Iglesia
Celta y el de la Iglesia Católica, cuyos paladines
circunstanciales fueron el Monasterio Benedictino
y el de carácter Irlandés-escocés liderado por
Columbano, siendo la antigua Galia, primero bajo
dominio Merovingio cuando la predicación de la
Iglesia celta floreció y después Carolingio cuando
la Regla de Benito fue apoyada por el poder real,
el terreno donde se dirimiría la pugna en favor del
modelo Romano. Conviene aquí entonces,
explicar que la secuencia de los hechos, lejos de
ser casual, fue en consonancia de otra larga
disputa jugada en un terreno más complejo, del
que los modelos de monasterio sólo fueron una

358
pieza más a mover o sacrificar.
El asunto tiene que ver con la usurpación del
poder Merovingio a manos de los Carolingios,
cuestión harto compleja que me he decidió a
exponer aquí dada su enorme trascendencia para
cuanto sigue en Nuestra Historia y la comprensión
profunda de algunos elementos disgregadores que
concurren en la división radical en que se hallan
varios troncos herederos de la Gran Tradición y
aún en la de sus ramas como acontece en la
Masonería especulativa occidental. Dado que, una
exposición meramente historicista podría
desdibujar el contorno de las vías que nos han sido
trazadas, he juzgado conveniente en este preciso
instante que hacemos cumbre en la Obra,
aprovechar La Historia Oculta del Oso, para
exponer la trama porque en su trasunto finiquito
una deuda postergada desde el Volumen I con la
ancestral figura del Oso; empleo su trágica historia
para ilustrar como opera una institución religiosa a
fin de deshacerse de sus rivales espirituales;
siembro los datos pertinentes para entender cuanto
ha de llegar en el Volumen V al paso que permito
al lector atisbar en horizonte sociopolítico en que
aconteció el desarrollo monástico Occidental,
durante la Alta Edad Media. Ruego entonces un
poco de paciencia si en el arranque de este

359
excepcional capítulo los hilos con los que se teje
la exposición parecen enredarse sin finalidad
alguna, pues su lectura es imprescindible para
continuar de modo inteligible el resto de la obra.
PREÁMBULO: EL HOMBRE Y EL OSO
Reflexión sobre la historia.
Historia es una palabra equívoca, que en
ocasiones se contradice a ella misma. Por un lado
tenemos a la Historia, escrita con H mayúscula y
letras doradas, propia de las academias de
Historia, de los libros de historia y del
conocimiento que dicen tener los historiadores.
Frente a ella, se yergue esa otra historia, escrita
con h minúscula, que cuenta algo remoto, no
demasiado fundado, y que a veces se confunde
con el cuento, la leyenda, e ingredientes
fantasiosos, cosecha propia del narrador.
Seguramente, de esta segunda acepción proviene
la expresión No me vengas con historias. O esa
otra que dice Menuda historia; o No estoy para
historias, etc. Sin embargo, esa otra historia que se
nos presenta rimbombante, altisonante y con
ropajes científicos, propios del positivismo lógico,
llena de coherencia y exactitud, no le anda a la
zaga, no ya en imaginación y fantasía, sino en
burdas y sencillas fabulaciones, embustes y
falsedades, llenas de intención, maquinación y

360
maliciosidad para adormecer las mentes de
quienes la atienden con espíritu ingenuo y
despreocupado. Así, nuestros días, la verdad
padece aunque no parece. Y aunque el tiempo que
todo lo cura pone a cada cual en su lugar, mientras
la mentira corre, la verdad se arrastra y entretanto,
el triunfo de los mezquinos les permite elaborar la
historia de los vencedores, que es la que todos
conocemos. Pero… no se sabe muy bien cómo,
siempre queda un testigo, un cabo suelto que
permite filtrar de un episodio a otro, un auténtico
hilo de Ariadna que permite al investigador sagaz
y concienzudo, seguir el rastro de los hechos en el
intrincado laberinto en el que los vencedores han
decidido perder la autenticidad de los siglos
pasados y despejar la niebla y la tiniebla en la que
han envuelto sus fechorías, traiciones,
deslealtades, latrocinios, cuando no auténtico
crímenes y asesinatos de los que se sirvieron para
hacerse con el poder que ahora ostentan.
La historia oculta del oso, o mejor dicho, La
historia Ocultada del oso, tiene por objeto dar a
conocer y divulgar uno de éstos finos hilos de
Ariadna al gran público, para que alguno de los
presentes pueda atar cabos y comprender la
realidad del mundo actual, de un modo más
preciso y singular que el que se les presenta cada

361
mañana en los diarios y cada noche en los
telediarios. Para elaborar ésta sucinta exposición,
me he valido de numerosas obras, pero si hubiera
de citar algún texto que pudiera serviros de guía
en lo sucesivo para ahondar sobre los distintos
temas que aquí se van a desbrozar, seguramente
me decantaría por dos, de modo sobresaliente. El
primero sería el del Michel Pastoureau, El Oso,
historia de un rey destronado, donde aparece una
gran documentación en todo lo ligado al oso,
cultural y literal. Y por otra parte, la excepcional
obra de M. Baigente, R. Leighe y H. Lincoln, El
Enigma Sagrado, en donde aparece la historia de
los Merovingios, la Arcadia, el asunto de
Carlomagno, etc.
La otra teoría de la evolución
La evolución del hombre darwiniano ha olvidado
u ocultado que aparte de la gama neandertal que
en su día eliminara físicamentepor distintos
procedimientos el hombre de Cromagnon, había
otro proto-humano o hermano gemelo al hombre
del que hablan todas las culturas, tradiciones y
mitologías. Este hermano gemelo del hombre, no
tengan ninguna duda, que se trataba del Oso, pero
no del oso pardo que hoy conocemos, sino del oso
de las cavernas, que compartía hábitat, presas,
cuevas y costumbres con nuestros ancestros

362
durante varios centenares de miles de años hasta
su completa extinción, también a manos del homo
sapiens, allá por el -15.000 y cuyo testimonio ha
quedado fijado en las pinturas rupestres.
HERMANO OSO
El oso, es a primera vista, como un hombre más
alto, más fuerte y más peludo, que diría el Baron
de Coubertin, de ahí el refrán El hombre y el oso,
cuanto más feo más hermoso. Autores de la
antigüedad y del medioevo ya señalaban que como
el hombre, éste animal podía mantenerse en pie,
sentarse, recostarse de lado, correr, nadar,
zambullirse, dar volteretas, trepar, saltar y hasta
bailar. También se destacaba cuando entonces, su
capacidad para escabullirse de potenciales
peligros. Su distinta apariencia en el pelaje,
pudiendo adoptar tonos desde el negro hasta el
blanco, pasando por el castaño, rojizo y gris, era
una semejanza más con la especie humana, lo
mismo que su capacidad para asir con las patas
distintos objetos y poderlos lanzar con fuerza,
recoger alimentos con destreza, pescar con
habilidad, o robar miel en los paneles de abejas. El
oso, observado en su particular beatus ille igual
que los hombres, se entrega al carpe diem, a la
holgazanería, a la glotonería y el proverbial
descanso. Su dieta, rica y omnívora le hace aún

363
más afín a la especie humana. Por todo ello, el
oso, más que el mono, puede considerársele
hermano fraternal.
HIPÓTESIS DE LOS GIGANTES
Mi hipótesis personal, al margen de todo lo
dicho, es que el oso de las cavernas es el referente
al que aluden todos los mitos y leyendas que
hablan de gigantes, cíclopes y otros seres
semejantes. Sin ir más lejos, tenemos como prueba
la propia Biblia en donde en Génesis, 6, se nos
habla de ellos tal cual. Hay un libro de la Biblia,
que unas iglesias reconocen y otras no,
denominado Libro de Enoc, donde abiertamente se
les describe como de dos metros y medio, fuertes
y peludos. Pero si me apuran creo que donde con
mayor exactitud se puede entrever que el oso es
hermano del hombre, es que en el Génesis, hay
dos creaciones de Adán, como si el primero
hubiera salido fallido o imperfecto. Este primer
Adán, podrían ser los neandertales, pero, me
parece más exacto atribuirle la primacía o
primogenitura al oso, dado que al ser hecho a
imagen y semejanza de Dios, su natural ternura y
fiereza harían comprender mejor la coimplicación
del bien y del mal dentro del seno divino, y
permitiría con ello, disolver el problema teológico
de la Teodicea, que busca una explicación al Mal

364
en el mundo creado por Dios.

PREHISTORIA: CULTO AL OSO


EL OSO DIOS
El antecedente más remoto que religa al hombre
con el oso, hemos de situarlo unos 80.000 años
atrás, en la cueva del Regourdou. Lo que se
descubrió en éste lugar, fue nada más y nada
menos que un auténtico santuario en honor al oso,
en donde un cráneo de dicho animal reposaba en
una especie de altar ex profeso para albergarlo.
Otro hallazgo importante lo encontramos en la
cueva de Montespan, donde se halla la estatua más
antigua fabricada por el hombre, que representa
precisamente la cabeza de un oso. Esta
representación data de entre el -15.000 y el
-20.000 antes de nuestra era. Entre ambos
motivos, tenemos la mayor pinacoteca ursina que
se halló en 1994 en la cueva Chauvet, en donde
aparecen no menos de una docena de osos
representados en distintas posturas.
RITOS MILENARIOS
Son centenares los testimonios de tribus y
pueblos euroasiáticos que toman al oso como jefe
espiritual, ancestro venerado o sencillo tótem.
Muchos de sus cultos y costumbres han

365
perseverado hasta la modernidad, como por
ejemplo entre escandinavos y lapones. Es el caso,
de los Ainus del norte de Japón, los Inuit de
Canadá, etc. En todos ellos se respeta y se teme a
partes iguales al oso, a quien se tiene por un
espíritu sublime que atrae y anonada al pueblo que
le pide protección a la vez que lo da caza.
Circunstancia que para una mente contemporánea
puede parecer, cuando menos, paradójica, pero
que para los estudiosos de las religiones
comparadas como Otto Rhan, Hans Otto, y Mircea
Eliade nada tienen de extraño, pues aún hoy dicha
costumbre y contradicción se da en las religiones
actuales tan extendidas y masificadas como el
propio cristianismo, en donde al tiempo que
adoramos a Jesús, nos lo comemos para que nos
salve en el famosa Comunión.
No es extraño entonces que muchos autores unan
todos estos datos y como yo, estén convencidos de
que el oso, hermano mayor del hombre, se
convirtiera en el primer dios al que los hombres
neandertales y de Cromagnon, adoraron por
primera vez.
En el Libro secreto de Halohin, entre cientos de
maravillosas historias, fábulas y leyendas,
encontramos un antiquísimo mito cosmogónico
donde el oso es la figura primordial; dice así:

366
Cuando todo era oso, no había más que un
oso y ese oso era más que Todo, era Absoluto.
El oso no hacía otra cosa que lamerse el pie
izquierdo. Habiendo permanecido así
siempre desde la eternidad, de pronto, se
atragantó con un pelo. De su primer esfuerzo
por vomitarlo nacieron Conciencia y
Realidad. De su segundo esfuerzo por
vomitarlo nacieron Tiempo y Espacio. De su
tercer esfuerzo por vomitarlo nacieron Todo
y Nada. De su cuarto esfuerzo por vomitarlo
nacieron Ser y Estar. De su quinto esfuerzo
por vomitarlo surgieron Voluntad y
Limitación. De su sexto esfuerzo por
vomitarlo nacieron Libertad y
Determinación. Por último, en su séptimo
esfuerzo, nacieron Bien y Mal pues el oso
logró por fin vomitar. En su primer vómito,
echó el corazón del que surgió la tierra. En su
segundo vómito echó la saliva con la que se
hizo los mares. En su tercer vómito echó el
estómago del que está hecho las paredes del
cielo. En su cuarto vómito echó los intestinos
y el hígado que forman las cavidades del
Inframundo. En su quinto vómito escupió sus
ojos y sus dientes que son la luna, el sol y las
estrellas. En su sexto vómito salieron las

367
orejas, el hocico, los huesos, las venas, los
músculos, las uñas, la sangre y la piel…con
los que se hicieron los ríos, lagos. Montañas,
Animales y plantas. En su séptimo vómito se
le fue la lengua y el cerebro y apareció la
humanidad. Así dejó de vomitar, porque se
vomitó a si mismo, desapareciendo el oso casi
por completo y apareciendo el mundo tal y
como lo conocemos. Sin embargo, el pelo,
nunca fue vomitado y ese pelo es todo lo que
queda del Principio del Absoluto.

368
GRIEGOS: EL OSO EN LA MITOLOGÍA
ARTEMISA, LA DIOSA OSA
También conocida como diosa madre, Demeter y
Diana, Artemisa encarna en su propio nombre y
mitología, la ancestral y recóndita ya por entonces,
historia de los osos. Artemisa era la hermana
gemela de Apolo, e hija de Zeus, diosa de la luna,
de los bosques y de los animales salvajes. De
naturaleza vengativa, tenía por costumbre
convertir en oso a quienes la contrariaba. Entre los
casos más sonados relacionados con ella, tenemos
el de Kalisto y el de Ifigenia. Es fácil deducir que
allí donde hay templos dedicados a ésta diosa,
cuyas sacerdotisas eran denominadas literalmente
ositas, bien pudieran haber sido anteriormente,
lugares de culto osuno. Sirva de ejemplo que el
más antiguo de éstos santuarios, situado en
Brauronia, cerca de Atenas, se celebraba cada
cinco años, durante la primavera, un extraño ritual
en el que varias doncellas, vírgenes, asistían al
sacrificio de una osa, cosa que puede interpretarse
como que la osa salva la vida de las doncellas y
las protege de la muerte que previamente, a buen
seguro se trataba de su propio sacrificio en honor
de la diosa por haber trasgredido algún precepto
de la misma.

369
MITO DE KALISTO
Kalisto, era hija de Licaón, rey de Arcade. De
belleza extraordinaria, se metió a sacerdotisa de
Artemisa para evitar a los hombres. Un buen día,
Zeus, se fijó en ella y disfrazado de Artemisa, la
poseyó. La joven, encinta, airó a la diosa Artemisa
que quien con un dardo la transformó en osa al
tiempo que paría a su bebé. Pasados los años,
Kalisto vagaba por los montes en forma de osa y
estuvo apunto de ser alcanzada por una flecha
disparada por su propio hijo Arcas, a quien se le
había ocultado la historia. Para evitar éste
matricidio, Zeus se apiadó de ambos y justo en el
momento en que la flecha salía del arco, elevó a
los cielos a madre e hijo. De ahí, que tengamos la
Osa Mayor y la Osa Menor.
MITO DE IFIGENIA
Menos agradable que el anterior, tenemos el mito
de Ifigenia, hija de Agamenón, el rey que sitió
Troya. Artemisa había creado una tempestad que
imposibilitaba a Agamenón zarpar con sus tropas.
El adivino particular del rey explicó a éste que el
único modo de apaciguar a la diosa, era
sacrificarle su propia hija, Ifigenia. Tras una breve
vacilación, Agamenón, con engaños, hizo creer a
Ifigenia que la iba a desposar con Aquiles, y tras
atraerla al altar de la diosa se dispuso a matarla.

370
Finalmente Artemisa intervino a favor de la joven
y la convirtió en osa para que pudiera escapar.
MITO DE ATALANTA
Atalanta, era una joven bella y dotada de
cualidades excepcionales. Fue la única mujer
admirada por Jasón. Su padre, rey de Arcadia no
quería traer féminas al mundo y mandó que la
abandonasen en el monte. Quiso la suerte que
pasar por ahí una osa que la amamantó, protegió y
enseñó a caminar. Más adelante fue recogida por
unos cazadores que la instruyeron bajo los
auspicios de la diosa Artemisa. Pasados los años,
su padre reconoció en ella a una digna heredera y
deseaba casarla, cosa a la que ella se negó, pero
puso la condición de que quien la ganara corriendo
podría desposarla, pero si no era así, será reo de
muerte. Todos los pretendientes fueron superados
por Atalanta. Todos menos uno: Hipónemes quien
seguramente gustaba a la muchacha y dejó vencer.
Pero una atenta y vengativa Artemisa convirtió a
ambos en osos.

CASO DE PARIS-TROYA
Paris era hijo menor de Príamo, rey de Troya. Su
madre, antes de nacer, soñó que era el causante del
incendio de la ciudad. Su padre no lo dudó dos

371
veces y decidió deshacerse de su retoño por medio
de un sirviente que habría de matarlo en el bosque.
Sin embargo, dicho sirviente, desobedeció in
extremis tal fatal orden y lo abandonó en el monte
Ida. Una osa lo reanimó, lo amamantó y dio los
primeros cuidados. Más tarde fue recogido por
unos pastores. Por su fuerza y belleza, Zeus lo
nombró árbitro en un concurso de belleza entre
Hera, Atenea y Afrodita. Para designar a la
elegida, Paris debía entregar una manzana de oro a
quien considerase más bella. Las tres diosas
intentaron seducirlo. Según parece, fue Afrodita
quien mejor lo hizo, pero se atrajo la enemistad de
las otras dos. Ya reconocido por su padre, se
enamoró en el Peloponeso de la belleza de Helena,
a quien se trajo o raptó, para su ciudad de Troya y
así comenzó la famosa guerra que narrara Homero.
CASO DE CÉFALO-ULISES
Céfalo era un héroe que estaba casado con
Procris, quien murió sin dejarle descendencia.
Desolado por su situación, acudió al oráculo de
Delfos, que le aconsejó unirse al primer ser de
sexo femenino que se cruzara por su camino. El
azar quiso que éste ser fuera una osa. Con ella,
tuvo un hijo llamado Arciso, de cuya estirpe
nacería posteriormente, Ulises.

372
CELTAS: LEYENDAS OSUNAS
REMINISCENCIAS DE ARTEMISA
Los celtas, no eran un pueblo situado únicamente
en el occidente de la península europea, lo que hoy
es Galicia e Irlanda. Era un grupo de tribus que
venían del este y ocupaban grandes zonas desde la
actual Turquía, el norte de Grecia, y fueron a
través de los afluentes de las costas, dejando su
rastro por la Galia, península Ibérica, etc. Así se
entiende mejor la influencia de Artemisa en su
mitología.
-Galia-Arduina-Las Ardenas. La diosa que
recoge el testigo de Artemisa en la Galia y su
equivalente Celta, se llama Arduina, diosa de los
bosques y de los animales salvajes. Su lugar de
influencia era Las Ardenas. En ella se conserva la
raíz Ar- de Arcadia y Artemisa. Un dato que
posteriormente se habrá de tener en cuenta es que
en 1653, se encontró, precisamente en Las
Ardenas, la tumba del rey Childerico I, hijo de
Meroveo y padre de Clodoveo.
-Germania-Artio-Ártico. Pero el verdadero calco
de Artemisa, lo encontramos en Germania,
representada por la diosa Artio. Tenía, como
principal atributo a un oso. Testigo de ello, es una
estatuilla del siglo II, encontrada cerca de la

373
ciudad suiza de Berna, lo que demuestra que los
ritos ursinos sobrevivieron largo tiempo a la
romanización.
-Bretaña-Arturo. En la zona de Bretaña e islas
adyacentes, el oso no era tenido por un dios, sino
por un señor. De ahí que la leyenda de Arturo, el
mismo ocupe un lugar de un rey, y sea
precisamente Arturo su nombre.
ARTURO
Sin entrar ahora en los avatares históricos que
dieron pábulo a su recreación artística, en períodos
carolingios, las leyendas artúricas, por sí mismas,
dan fiel testimonio de que tras su follaje fantasioso
y literario, se escondía un saber esotérico y
druídico muy anterior al que se señalaba.
Vestigios de ésta realidad osuna, lo tenemos en el
propio nombre Arturo, cosa de la que ya se hacen
eco, distintos autores en el siglo XIII. Acaso el
ejemplo más evidente, se encuentra en el episodio
en el que el rey Arturo, postrado en su lecho de
muerte, decide abrazar a uno de sus más fieles
compañeros, llamado Lucano, y al abrazarlo tan
fuerte, lo asfixia y mata allí mismo, cosa que se
puede relacionar con el famoso aforismo El
abrazo del oso. También la muerte del rey, fijada
en el calendario varios días después de la
festividad de todos los santos, coincide

374
sospechosamente con la celebridad de San Martín,
que a su vez, como se verá posteriormente,
suplantaba una festividad osuna.
TRISTAN
Tristán personifica al príncipe enamorado, hasta
el punto de morir de amor. Era descendiente de
Mac de Cornualles a quien se identifica con un
hombre salvaje, solitario y peludo. Podría tratarse
del nieto de un oso, que hubiera conservado varias
de sus cualidades.
Germanos: El oso, rival de prestigio
El oso regio
Para los germanos, aparte de un animal
venerable, el oso era el rey de los bosques, el más
fuerte de los animales. Temido y admirado, se
buscaba su imitación a la vez que no toparse con
él. Un modo de imbuirse de su fuerza y de su
majestad, era representarlo en cascos, escudos y
espadas. Cosa que posteriormente pasaría al
acerbo de la heráldica.
MEDIRSE CON EL OSO
Todos los jóvenes que deseaban demostrar su
valía, tarde o temprano debían medir su fuerza con
un oso, dado que fuera cual fuese el resultado de
la contienda, el mero hecho de enfrentarse a él, le
otorgaba ya el reconocimiento de propios y

375
extraños. De morir, moría en la gloria; de salir
vivo, pero perdedor, pasaba a ser valiente, y si
además lograba vencer al oso, ello ya le valía para
ser jefe, o al menos, postularse como tal en la tribu
correspondiente. Seguramente de ésta costumbre,
más adelante vendrían otras patrañas de San
Jorges y dragones. Por supuesto, imaginarias.
ROMANOS: PRIMEROS ATAQUES AL OSO
Los pueblos latinos mediterráneos, no tenían un
contacto tan directo con los osos como los celtas y
los germanos, galos y otros pueblos bárbaros. Para
estas fechas, los osos habían dejado ya de visitar
las grandes urbes y las vías romanas. Pero por
supuesto, aún andaba por los montes a sus anchas
y era temido y respetado por campesinos,
labriegos y viajantes.
LA IGNOMINIA DEL CIRCO
El espectáculo del circo, albergaba toda clase de
realidades, desde las más inocentes a las más
sanguinarias. Entre estas últimas, encontramos la
afición por ver choques entre distintas fieras para
saber quién era más fuerte. De entre todas las lides
de las que han quedado testimonio documentado,
el oso tenía un lugar preponderante en las
victorias. Dato muy a tener en cuenta es que los
romanos consideraban justo combate presentar a

376
cuatro leones para hacer frente a un oso; tres, lo
consideraban desequilibrado y ventajoso para el
plantígrado. Este dato es primordial para
comprender que era el oso el rey de la fauna, y no
el león.
Muchos son los autores que destacan al
emperador Valentiniano I como un amante de los
osos, cosa que sucedía entre el 364-375. Claro que
no opinarían lo mismo los reos de muerte
condenados a ser devorados por ellos. Esta
costumbre, con el tiempo, dio mala prensa al oso, a
quien se empezaba a ver como un animal feroz que
mataba por capricho y para divertimento de
paganos.
AUTORES ENEMIGOS
-Plinio el viejo. Éste autor es uno de los máximos
culpables de lo que posteriormente sucedería con
la mala prensa de nuestro querido animal. Lo
tacha de perezoso, torpe, malo, astuto, ladrón,
salvaje, en definitiva, dijo de él, En su necedad,
ningún otro animal es más ducho en hacer el mal.
-San Agustín. Pero fue San Agustín, como
siempre, el que remató la faena en las postrimerías
del imperio romano de occidente. A él debemos la
relación que la patrística y posteriormente iglesia
católica, ha mantenido entre el oso y el diablo, y
los pecados capitales, de los que a duras penas se

377
salva de alguno.

MEROVINGIOS: MISTERIO URSINO


Siempre se nos ha dicho que la historia la
escriben los vencedores, pero eso no es nada, con
lo que en realidad ocurre: Los vencedores no
solamente describen la realidad de los hechos
desde un ramplón subjetivismo, acrítico, muy
favorable a sus intereses, denostando la memoria
de los vencidos, sino que en ocasiones evitan
siquiera hacer mención de los mismos, para que
las generaciones futuras olviden, incluso, su
existencia. El siglo de las luces se conformó con
llamar Medioevo, Edad Media al período anterior
a la Ilustración, no como sinónimo de puente entre
la antigüedad clásica y la modernidad, en cuyo
caso hubiera sido Edad intermedia, sino como
dando a entender Mediocridad . Con todo, hubo
un esfuerzo histórico por esclarecer los hechos y
dar cuenta de los mismos. También el
Renacimiento, al otorgarse dicho nombre al
Cuatrocento, y Cinquecento marcaba a la época
anterior como un tiempo de decadencia y muerte.
Sin embargo, todavía se reconocía heredera de sus
fuentes. Muy al contrario de lo que supuso el mal
llamado Renacimiento Carolingio, cuya única
finalidad no fue otra que la de ocultar unos

378
terribles hechos que acontecieron en Europa de la
Alta Edad Media para cubrirlas de oscuridad y
tinieblas hasta que recientes investigaciones han
puesto al descubierto el esplendor y valía de los
reyes merovingios, quienes fueron tachados de
holgazanes y débiles por quienes habían usurpado
el poder. Muy parecida historia a lo que hicieron
los Borbones, para con la casa de Austria que le
antecedió en los reinos de España.
QUIÉNES ERAN
Las hordas bárbaras de los hunos empujaron a
los sicambrios a cruzar el Rhin y adentrarse en la
Galia. Los sicambrios, para entonces, ya eran un
pueblo culto y civilizado, por lo que su
desplazamiento no supuso grandes fricciones con
la población de los territorios a los que llegaron.
Así se entiende que para los siglos V, VI y VII, los
merovingios gobernaron la región y aglutinaron a
los distintos pueblos galos como francos. De entre
los sicambrios hubo un jefe que sobresalió hasta el
punto de dar nombre a los mismos. Este Meroveo,
que era caudillo sicambrio, en el 417 combatió por
Roma y fue muerto en el 438. Tenemos noticias de
ello por las actas que documentan su visita triunfal
en Roma. Su hijo, del mismo nombre, en el 448
fue proclamado rey de los francos y es
considerado por ello, el primer rey de los francos.

379
COSTUMBRES
Los reyes merovingios gustaban de lucir largas
cabelleras y al igual que los godos y los visigodos,
otorgaban al pelo semejante importancia que sin
él, perdían todo su poder, antecedente que ya
tenemos en la Biblia, con la figura de Sansón y
pruebas históricas de que es así, lo muestra el caso
de Wamba, a quien se le depuso de su trono,
164
afeitándole la cabeza mientras dormía. También
fue castigo ejemplar, que el Papa dio a Childerico
III, último rey merovingio. A los reyes
merovingios les agradaba el conocimiento de
plantas y animales, los sortilegios, hechizos y
brujerías, así como los rituales mágicos.
SEPARACIÓN PODER ESPIRITUAL-PODER TERRENAL
Los reyes merovingios parecían más sacerdotes
con poder terrenal, que reyes con permiso
165
divino. Ello lo atestigua el hecho de que
preferían ceder a la figura del mayordomo el
control de los asuntos prácticos del reino, para así
ellos tener tiempo de dedicarse a cuestiones más
espirituales, inclinación tal, que posteriormente
pagarían muy caro.
LEYENDAS
Muchas son las leyendas que envuelven a los
merovingios.

380
-Hijos del Pez. Según la tradición, Meroveo fue
hijo de dos padres. La reina, estando embarazada
del rey Clodón, fue seducida o violada por una
criatura marina, dándose una segunda
fecundación. Así, el vástago sicambrio, llevaba en
sus venas una mezcla de sangre mitad franca,
mitad acuática. La leyenda, detrás de su fantasía,
puede rememorar varios aspectos: El primero de
ellos es la relación que había entre estos pueblos y
la alianza con dinastías que venían de allende los
mares. También no se debe olvidar que el pez,
simbolizaba los primeros cristianos en la diáspora,
y la relación con María Magdalena.
-Huidos de Troya-Arcadia. Los Merovingios
afirmaban ser descendentes directos de la antigua
Troya, cosa que explicaría por qué en Francia, hay
topónimos como París y Troyes. Se da la
circunstancia de que la Arcadia- literalmente en
griego tierra de osos – estaba bajo el influjo o
dominio espartano y combatieron bajo la alianza
Lacedemonia en aquella legendaria batalla.
Posiblemente a comienzos de la era cristiana,
varios de sus habitantes, por motivos
desconocidos, subieron por el Rhin, desde donde
luego, posteriormente como ya se ha dicho
llegaron a la Galia.
Se da la circunstancia, de que para los

381
sicambrios, el oso gozaba de gran estima entre
ellos, al igual que los oriundos de la Arcadia y le
rendían honores y tributos bajo la forma de la
diosa Arduina. Para hacernos una idea de la fuerza
de ésta tradición, baste mencionar que todavía en
1304, la iglesia tuvo que prohibir los ritos en favor
de ésta diosa.
-Tribu de Benjamín. Pero los merovingios, es
probable que no recordaran en verdad todas las
ramas de su árbol genealógico, que pueden
remontarse mucho más lejos en el espacio y en el
tiempo. Las huellas de su rastro no se pierden en
Troya, ni en la Arcadia, sino en la mismísima
Biblia, donde puede encontrarse su origen en la
tribu israelita Benjamín, una de las doce tribus de
Israel. Hay distintas pruebas documentales de lo
que se dice: en el Deuteronomio, 33, o Josué, 18.
El caso es que la tribu Benjamín, se enemistó con
las restantes once tribus porque varios de sus
miembros violaron y dieron muerte a unas jóvenes
de otra tribu. Como no quisieron entregar a los
culpables como mandaban los cánones, hubo una
guerra fraticida en la que la casa Benjamín, casi
fue exterminada. Varios de sus miembros huyeron
a Grecia, concretamente a Esparta y la Arcadia
donde se emparentaron con las casas reales de
dichos lugares. Testimonio de todo ello se puede

382
encontrar en Macabeos, donde se mencionan a los
hermanos judíos de Esparta. Un dato destacable es
que la tribu de Benjamín, le correspondía la
ciudad santa de Jerusalén, según reparto hecho por
Moisés. No es casualidad, que Benjamín contenga
la raíz Ben, que etimológicamente como se verá en
posterioridad, está estrechamente emparentada con
el Oso.
CLODOVEO Y EL PACTO CON LA IGLESIA DE ROMA
Clodoveo I era nieto de Meroveo y reinó entre el
481 y el 511. Fue el primer rey franco que se
convirtió al cristianismo. Cuando aquello, Roma,
aunque tenía pretensiones, no tenía consolidad su
posición como papado más allá de lo que era el
patriarca de Constantinopla. Es más, por culpa del
triunfante arrianismo, veía tambalearse su cetro en
su propio territorio, si la iglesia de Roma quería
sobrevivir, necesitaba una fuerza terrenal que
respaldara sus aspiraciones y la halló en el hombre
fuerte de la época en occidente: Clodoveo. A
cambio de su apoyo y de su conversión al
cristianismo, Clodoveo recibió el título de Nuevo
Constantino y presidiría un imperio unificado que
sería denominado Sacro Imperio Romano.
Continuador del que dejara Constantino. Este
pacto entre Clodoveo y la Iglesia, fue cumplido
con holgura por Clodoveo. Derrotó a los visigodos

383
arrianos, ensanchó los territorios de la Iglesia, etc.
Pero no fue pagado con la misma lealtad, pues al
poco sus descendientes fueron traicionados de
forma ignominiosa.
PRIMERA TRAICIÓN
La primera traición ocurrió en la persona de
Dagoberto II, que fue capturado por su propio
mayordomo, llamado Grimoald. En éste caso, la
Iglesia estuvo tentada de cometer una traición
expresa, pero finalmente, dada la fortaleza que
mostró el merovingio, se mantuvo fiel a él. Corría
el año 674. Dagoberto II fue un buen rey pero, se
había creado grandes enemigos y en el 679, otro
mayordomo, Pipino de Heristal, volvió a intentarlo
contra su persona. El 29 de diciembre de dicho
año, Dagoberto se fue de cacería y en una de éstas,
varios sicarios le dieron muerte. En el 872 fue
elevado a santo por la propia iglesia católica,
quizá por motivos de conciencia por haber
consentido y santificado dicha traición. Sin
embargo, Dagoberto II no fue el último de la
dinastía merovingia. Sin pena ni gloria le
sucedieron varios más, pero ya en calidad de
rehenes de sus mayordomos, teniendo la
apariencia de meros figurantes. Además, estos
últimos reyes merovingios no pertenecían a la
estirpe principal, por lo que la muerte de

384
Childerico III en el 754, fue una mera formalidad.
GOLPE DE ESTADO
A Pipino de Heristal le siguió su hijo Pipino II, y
a éste el famoso Carlos Martel, que da origen a la
estirpe Carolingia. Carlos Martel murió en el 741.
Diez años más tarde, su hijo, Pipino III,
mayordomo del rey Childerico III obtuvo el apoyo
de la Iglesia para postularse como auténtico rey.
El Papa se pronunció en favor de Pipino y
valiéndose de su autoridad, destituyó a uno y
nombró en su lugar al otro, lo cual era una
auténtica violación y traición del pacto que la
Iglesia había suscrito con Clodoveo. Pipino
enclaustró a Childerico III y ordenó que le
cortasen la cabellera. Pasados cuatro años, murió
el último rey merovingio. Curiosamente, en éste
lapso de tiempo aparecieron los documentos
conocidos como Donación de Constantino, que
han servido hasta bien entrado el siglo XX para
que el Papado gobernara en media península
italiana.
RENACIMIENTO CAROLINGIO U OCULTACIÓN DE LA
HISTORIA

Los usurpadores tenían muy claro que en


cualquier momento se les podía poner en jaque,
incluso por parte de sus propios aliados. Y bien

385
por estrategia o por un sincero arrepentimiento,
quién sabe si por superstición o incluso
admiración recobrada, todos los carolingios
emparentaron con las madres, viudas e hijas de
aquellos merovingios a los que dieron muerte,
para así, de algún modo, perpetuar su estirpe a la
par que aseguraban y consolidaban su propio botín
para la posteridad. Carlomagno era plenamente
consciente de ésta situación y lo que se ha dado en
llamar Renacimiento Carolingio, también puede
interpretarse como un modo de justificar todo
cuanto habían hecho sus antecesores desde Carlos
Martel, al tiempo que borrar cualquier recuerdo y
vestigio de la floreciente y traicionada estirpe
merovingia. Pero el tiempo, de cuando en cuando,
hace justicia a los hechos y ayuda a la historia a
poner las cosas en su sitio. La historia de
Dagoberto II fue ocultada de tal modo, que apenas
se supo de ella hasta bien entrado el siglo XVII y
también por esas fechas, fue descubierta la tumba
de Childerico I, en 1653, hijo de Meroveo y padre
de Clodoveo. Gracias a estos testimonios se ha
podido rastrear esa época oculta y ocultada donde
hunden las raíces casi todos los poderes terrenales
que ha habido desde entonces hasta la actualidad,
basados en la infamia y la traición.

386
PATRÍSTICA CATÓLICA: ESTIGMATIZACIÓN
ESPIRITUAL DEL OSO
MALA PRENSA BÍBLICA
En la Biblia, son pocas veces los lugares donde
el oso es citado, cosa comprensible, dada la zona
geográfica los textos que la componen. Uno de
ellos aparece cuando el joven David, pelea contra
un oso y un león, que intentan robarle las ovejas.
Samuel, 17. Otro caso, es el del profeta Eliseo,
quien a modo, como hacía Artemisa, hizo devorar
a manos de un oso, a unos jovenzuelos que se
burlaban de su calvicie. En cualquier caso, los
episodios no dicen nada bueno de nuestros
amigos.
IDENTIFICACIÓN CON EL DIABLO
A la ya mencionada identificación que hace San
Agustín del oso como diabólico, se le ha de sumar
cómo los padres de la Iglesia identifican con el
oso, el mayor número de pecados capitales que
puedan caber en un solo ser: el de la lujuria, la
holgazanería, la glotonería, etc.
PROHIBICIÓN DE SU CULTO PAGANO
Por todo lo anterior, las distintas culturas y
tradiciones paganas que admiraban al oso por su
cuerpo, pero tenían por espíritu primigenio de la

387
ciudad o del pueblo, fue prohibido por la iglesia.
Por poner un ejemplo, si bien disfrazarse de
animal no estaba bien visto por la iglesia, las
mayores condenas y diatribas por parte de clérigos
y obispos, se las llevaba el oso. Seguramente por
su vellosidad.
SUPLANTACIÓN DEL ANCESTRAL CALENDARIO OSUNO
Pero como quiera que las gentes, de un modo
explícito o inconscientes se mantenían files y
aferradas al milenario culto al oso, la iglesia no
tuvo más remedio que adaptar sus festividades y
suplantarlas por un curioso santoral, como se
podrá comprobar. El ejemplo más claro lo
representan San Martín, festividad de carácter
variable, que se fijó finalmente el 11 de
noviembre. Dicho día, los campesinos celebraban
el momento en que el oso entraba en su letargo o
hibernación. También era momento de
recogimiento de labriegos, ganado, y bosque en
general. A éste respecto es curioso que el nombre
más común sea dado a los osos sea el de éste
santo. El éxito de éstas sustituciones pacíficas,
animó a las iglesias de toda Europa a hacer lo
propio, o sencillamente, a animalizar a sus propios
santos. Así, tenemos los casos de Santa Úrsula (21
de octubre), patrona de Colonia, y venerada en
toda Centro Europa, y varias decenas más muy

388
parecidos: San Orso de Aosta, San Ursicino de
Merano, etc. También se intentó cristianizar las
fechas del despertar ursino, próximas a la
primavera. Como el 2 de febrero, el 14 de febrero,
etc. Pero no fue suficiente. En el siglo V, para
acabar con todas las fiestas osunas, el papa
Gelasio, instituyó la fiesta de las Calendas. Pero
una muestra de que no dio buenos resultados, es
que en Francia, donde estaba muy arraigado el
culto al oso, la fiesta de las Calendas, no se la
denominó Chandeleur, sino Chandeleours, cuyo
juego de palabra es fácilmente identificable con la
figura del oso.
DENIGRACIÓN DEL OSO A MANOS DEL SANTO
Una vez suplantado el oso en el calendario, era
preciso hacer ver a los fieles, que los hombres de
iglesia son superiores al animal de igual modo que
en el Génesis, los hebreos, al hacer que las
estrellas, la luna y el sol fueran creadas por su
Dios, hacían ver a egipcios y babilonios, que ellos
eran superiores… Así, el oso pasa a ser domado y
compañero de viaje y sirviente de los distintos
santos ya citados. Atado con bozal y cadena,
aparece junto a San Blas, San Columbano y San
Galo, San Adagio, etc, desempeñando distintos
papeles, como tirando de un arado, llevando el
equipaje de su amo en un hatillo, construyendo

389
abadías e incluso convirtiéndose él mismo, el
propio oso, en monje para fundar monasterios y
abadías.

PERÍODO CAROLINGIO: EXTERMINIO FÍSICO


DEL OSO
PERSECUCIÓN IMPLACABLE
El período carolingio fue, sin duda alguna, el
peor momento que ha conocido el oso en su
historia, y Carlomagno, su peor enemigo. Fue él
quien emprendió su persecución física y su casi
total exterminio en los bosques europeos. No solo
promovía a diestro y siniestro la caza del oso por
todos sus dominios, sino que se ufanaba en no
darle tregua en su propio hábitat del bosque al que
ya por entonces, el oso había quedado reducido.
Nunca antes se había acometido la tala de bosques
de modo tan sistemático. Por supuesto todo ello,
con el apoyo de la Iglesia Católica.
DESPRESTIGIO
Para desprestigiar al animal, se idearon varias
tretas. Una de ellas fue crear las casas de fieras en
donde se exhibía al oso enjaulado, amordazado
con bozal y atado con gruesas cadenas, para burla

390
y mofa de niños y visitantes. Todos los señores
gustaban de tener en su castillos y palacios, osos
en los fosos, a los que exhibían como auténticos
trofeos. También se fomentó la costumbre de
juglares y trovadores de pasear de pueblo en
pueblo y de feria en feria, con osos amaestrados a
los que hacían objeto de toda burla. No deja de ser
curioso, que fuera en éste periodo en el que
aparecieron con fuerza las leyendas artúricas, cuyo
eje central era el Santo Grial.
HIPÓTESIS DEL ÚLTIMO MEROVINGIO
Este afán de persecución y muerte del oso, puede
deberse en parte al cariño, afecto y devoción que
los merovingios y antiguos sicambrios tenían por
el oso. El usurpador, temiendo que el popular y
pagano culto al oso pudiera esconder y disfrazar
un vago recuerdo de la traición hecha por los
carolingios a los merovingios, decidieron acabar
con el animal, no ya en su representación
ideológica, sino también, física. No obstante,
también cabe la posibilidad de que los usurpadores
tuvieran noticias de que algunos merovingios y
descendientes de los mismos, se movieran por el
territorio disfrazados de osos, aprovechando la
soledad de las altas montañas. De ahí, que se
realizaran tantas batidas y con tanto afán. No se
estaría persiguiendo al oso, en cuanto animal, sino

391
de un modo soterrado, a quienes todavía podían
ofrecer cierta resistencia o suponer un potencial
peligro en los lugres más recónditos del reino.
EL PRÍNCIPE URSUS
Uno de estos peligros, pudo representarlo uno de
aquellos descendientes: Sigisberto VI, quien fuera
conocido como el Príncipe Oso, que con ayuda de
varios nobles que le mantenían secreta lealtad,
protagonizó entre el 877 y 879 una insurrección
contra Luis II de Francia.
MEDIOEVO CRISTIANO: EL OSO DESTRONADO
Ya hemos comentado cómo la Iglesia, desde los
tiempos de la Patrística y San Agustín, habían
declarado la guerra al oso. Pero ahora, contando
también con el apoyo de los Carolingios, creyeron
llegado el momento de arrebatarle su corona para
entregársela a otro animal, muy inferior a su
linaje, y si se me permite, hasta extraño al lugar.
De igual modo que el Papa quitó la corona a los
merovingios para dársela a los carolingios, se la
arrebató al oso para entregársela al león.
OSO VERSUS LEÓN
Que el oso es más fuerte que el león, ya lo sabían
en el circo romano, donde eran necesario, al
menos cuatro leones, para hacer frente a un solo
plantígrado. Sin embargo, el león gozaba de mejor

392
prestigio en la Biblia que el oso, pues si bien éste
siempre aparecía con tintes negativos y
peyorativos, el león gozaba de cierta
ambivalencia, que permitió a los teólogos hablar
de un león bueno y un león malo. Siendo éste el
único obstáculo para elevar al león a la categoría
de rey y santo entre los animales, se decidió
reconvertir al león malo, en el señor guepardo.
Tras este cambio nominal y conceptual, una
falsedad más que sumar al catolicismo, el león
pasó a ser el rey de la fauna.
HERÁLDICA
Donde mejor puede apreciarse éste tránsito tan
extraño por no quedar en Europa león alguno en
libertad, es en los escudos de armas donde él
solito, en pocos siglos, acaparó entre el 15 y el
20% de los emblemas, cantidad nada despreciable
si tenemos en cuenta que quienes le siguen, como
el águila, apenas llegan al 8%. Los osos fueron
sustituidos por leones, salvo en algunas casas
nórdicas que hasta el día de hoy se han mantenido
fieles a sus ancestros.
ARTE
El pasaje literario donde también se puede
apreciar esta sustitución, es en la relación que se
hace en el Arca de Noé. En la Biblia, no se hace

393
mención alguna de animales concretos, sin
embargo, su representación va variando con el
tiempo, en cuadros, telas, frescos… Así se puede
apreciar que en los primeros tiempos el primero al
entrar en el arca, era un oso. Sin embargo, más
adelante el oso va retrocediendo puestos y el
primero pasa a ser el león, seguido de elefantes y
jirafas.
Por otra parte, al oso se le dedican toda suerte de
leyendas que le dejan siempre mal parado, y con
una imagen nefasta. Este es el caso del oso
enamorado. En el ducado de Saboya, una joven
virgen desaparece. Pasados los años, unos pastores
la encuentran encerrada en una cueva lontana, en
las altas montañas. En dicha cueva, ven una cama,
vestidos, útiles de cocina. La muchacha cuenta a
las autoridades que fue raptada por un oso y que
fue el oso quien llevó allí todas esas pertenencias.
Los lugareños, entonces empiezan a recordar que
efectivamente los últimos años, habían
desaparecido útiles de un modo extraño. Pero
nadie creía en la historia de la joven. Antes bien,
sospechaban que se había escapado con un mozo
del pueblo rival y que vivían en pecado, hasta que
apareció el oso en mitad del pueblo reclamando
que le devolvieran a su amada. Los lugareños no
dieron crédito, lo dejaron escapar, pero le

394
166
esperaron al día siguiente y le dieron muerte.
Atendida la Historia Oculta del oso, sin cuya
lectura sería imposible entender la Historia
Universal en el último milenio, estamos en
disposición de continuar con la exposición de la
evolución del monacato occidental.
DE JARROW A CLUNY
En medio de todo este trasiego yendo y viniendo
de las islas al continente y del continente a las
islas, donde personajes como Columba, Benito,
Columbano, Bonifacio, se dedicaban a fundar
monasterios y abadías como Montecasino, Iona,
Luxoil, Bobbio, Fulda…como hemos apuntado,
entre sus muros, desde sus celdas, en sus
bibliotecas, en sus talleres de copistas, en sus
escuelas…otros monjes se dedicaron a rescatar,
conservar, traducir, comentar, interpretar y
transmitir el conocimiento científico y artístico de
su tiempo y el de la época clásica que había
sobrevivido a la caída del Imperio Romano.
De entre todas las líneas de trabajo que
podríamos exponer y explorar en este sentido, a
Nuestra Historia ahora le interesa centrarse en un
sutil y débil hilo que arranca con Benito Biscop y
culminará con Bernardo de Claraval, tramo que de
Maestro a discípulo en secuencia ininterrumpida
ayuda a comprender las vías que desde entonces le

395
han sido trazadas a la Masonería.
BENITO BISCOP (628-690)
Biscop, era miembro de la aristocracia local,
oficial del Rey de Northumbria en el 653 tomó los
hábitos. Puso toda su posición social y medios
económicos de que disponía al servicio de dos
proyectos complementarios, a saber: uno de
carácter práctico material de construcción y
fundación de dos complejos monacales como
Wearmouth en 674 y en Jarrow en 682, y otro de
más de índole cultural consistente en la copilación
de códices, manuscritos, obras clásicas, objetos
litúrgicos provenientes de todos los lugares que
sus distintos viajes a Roma y el continente le fue
posible para engrandecer a sus monasterios con
dos formidables bibliotecas.
Así, Wearmouth y Jarrow fueron los primeros
edificios eclesiásticos construidos en piedra donde
se emplearían vidrieras de toda Britania. Sus
talleres de copia y traducción de textos, así como
sus bibliotecas hicieron de ambos lugares, centros
de referencia cultural, cumpliéndose ampliamente
los objetivos marcados con las dos acometidas.
Empero, tanto el proyecto de construcción como
el cultural, comportaron efectos inintencionados
de enorme trascendencia:
Biscop, quien visitara al menos seis veces Roma,

396
era un enamorado de su arte y cultura,
especialmente en lo concerniente a su modelo
arquitectónico. En consecuencia, así como se trajo
libros para nutrir sus bibliotecas con las mejores
obras clásicas, no dudó en contratar y traerse del
continente a Maestros canteros, albañiles y
arquitectos aún capaces de construir al modo
romano. Durante años, cientos de operarios
trabajaron en las obras de ambos monasterios,
tiempo durante el cual allí convivieron codo con
codo, artistas y trabajadores de la piedra, con
monjes copistas, exegetas y traductores de la
Biblia y no sería nada exagerado suponer que de la
mutua influencia y admiración surgiera algo
167 168
más que una relación contractual.
Por otra parte, si con los albañiles, maestros
canteros y arquitectos llegaron ideas y tradiciones
preservadas del gremio, con los libros llegaban
también objetos litúrgicos, reliquias, pinturas y
documentos que introdujeron y afianzaron la
perspectiva romana del modelo eclesial
benedictino.
De esta suerte, yo entiendo que con Biscop
acontece dos soterrados movimientos casi
imperceptibles: de una parte en pleno corazón del
dominio de la Iglesia celta, se infiltra por medio de
un potente y atractivo soporte cultural el modelo

397
romano en arte, liturgia iconografía, e ideas; de
otro, en el modelo romano benedictino es
colonizado por un huésped inesperado cuya forma
operaria pasa los primeros controles de doctrina y
espiritualidad inoculando con ello su tradición
ancestral.

BISCOP, FUE MAESTRO DE BEDA EL


VENERABLE.
169
BEDA EL VENERABLE 672-735
Fue ingresado en el monasterio de Wearmouth a
los 7 años de edad costumbre que imitaba la
entrega celta de los muchachos a sus maestros de
armas. A los 30 años se ordenó sacerdote.
Aprendió de los abades Biscop y Ceolfrid. Debió
ser con este último con quien marchara al
monasterio de Jarrow donde una plaga acabó con
todos sus residentes salvo Beda y el abad. Allí
pasó su vida, dedicado al estudio y la redacción de
sus célebres obras. Tras su muerte fue conocido
como Beda el Venerable, motivo que obstaculizó
170
ser elevado a los altares por la Iglesia Católica.
Tuvo a su disposición todo el conocimiento de su
época. Se estima que la biblioteca de Wearmouth-
Jarrow contaba entre 300 y 500 libros, varios
procedentes de la biblioteca de Vivarium el

398
monasterio de Casiodoro.
Beda se prodigó en el comentario e
interpretación de la Biblia por medio de alegorías.
Este procedimiento, pese a contar con el pretexto
evangélico del proceder del propio Jesús, no era
habitual en la Tradición cristiana tan encorsetada
por su lucha contra las cientos de herejías. La
ortodoxia ahogaba este modo de leer la Biblia y
resultaba muy aventurada su posibilidad. Por ello,
se sospecha que Beda debió contar con
autoridades y fuentes judías versadas en la
tradición interpretativa sino con algún Maestro
judío ducho en el arte de la cábala, idea nada
peregrina a tenor de lo que el propio autor
confiesa en De Temporum Ratione, donde afirma
171
que basa su cronología en la «verdad hebrea».
Su obra es amplia, diversa y muy enriquecedora;
se interesó por la ciencia, escribiendo sobre los
fenómenos de la Naturaleza; aportando una nueva
cronología para la edad de la Tierra y afirmando
su redondez; la historia donde introdujo por vez
primera la separación del tiempo en antes y
después de Cristo y la teología preocupado por la
correcta interpretación de las Escrituras. A él
debemos que la Biblia aparezca en un solo
volumen en lugar de repartida en distintos libros
como era habitual hasta su época.

399
Su última obra, finalizada en el lecho de muerte,
fue una traducción al inglés antiguo del Evangelio
de Juan. Y según su discípulo Cuthbert, Beda
compuso asimismo un poema vernáculo de cinco
versos conocido como La Canción de Muerte de
Beda.
Ante el inevitable viaje nadie es más
prudente que quien halle necesario
reflexionar, antes de su partida,
sobre el bien o el mal que su alma, tras el día
de la muerte, será juzgada.
Para la historia oficial, su obra más importante
redactada al final de su vida en 731 es la Historia
Eclesiástica donde se incluye la historia de
Inglaterra Obra cuidada donde el autor se
preocupa por la fiabilidad de sus fuentes tanto
172
orales como documentadas.
Esta obra para nosotros muy relevante por la
descripción que hace del lentísimo y dificultoso
proceso de cristianización de Britania en
comparación de Irlanda. Y lo que es más
importante, cómo el autor interesado de buena fe,
puso todo su arte de escribir, erudición bíblica e
inteligencia probada en articular con toda su
sabiduría un poderoso aparato exegeta que
posibilitara identificar al Pueblo Elegido con el
local pueblo por el definido como Gente

400
Anglorum, dándoles así un destino espiritual
común.
Con su relato, Beda pretendía trasvasar a la
incipiente nación británica el concepto judío de
«pueblo elegido», que luego sería adoptado por la
cristiandad carolingia, a saber: el imperio se
sostiene sobre dos columnas primordiales que le
otorgan fuerza y estabilidad; de una parte la
monarquía hereditaria de origen divino inspirada
en la casa de David y un cuerpo sacerdotal
inspirado en los patriarcas de Israel, que a la
postre se resumirá en el Rey y el Papa y más aún
en la espada y la cruz.
Sin embargo, tanto para Nuestra Historia como
para la Gran Tradición, todo pasa por su obra
173
Salomonis Templo, texto cuyo contenido
presenta la construcción del Templo de Salomón
como una alegoría de la construcción de la Iglesia
y aún de la Cristiandad idea heredera de la Ciudad
de dios de San Agustín volcada sobre los motivos
referidos en Reyes y Crónicas. Ya sabemos que la
asimilación antropomórfica de un edificio con el
cuerpo humano venía de muy lejos. De ella se
hace eco Vitruvio y a ella no eran ajenos los
exegetas judíos con los que posiblemente mantuvo
estrecho contacto directo o indirecto Beda. Pero es
harto probable que la idea le llegara por convivir

401
de niño junto a los operarios que intervenían en las
obras de Construcción de los mismos monasterios
donde pasó su infancia y el resto de su vida
Wearmouth y Jarrow.
Alcuino de York (736-804) Estudió Teología en
la escuela benedictina de York de donde fue
enviado a Roma en el 781 cuando conoció al
emperador Carlomagno quien al año siguiente lo
mandó llamar a su corte de Aquisgran donde
participaría en la gran reforma educativa
carolingia. Tras varios años enseñando en la
Escuela Palatina, fue nombrado Abad del
Monasterio de san Martín de Tours en el 796. En
los restantes ocho años de su vida reformó la
disciplina eclesiástica, organizó una escuela y
fundó una biblioteca. Falleció en el año 804. Su
proyecto intelectual fue convertir al Imperio
carolingio en una Nueva Atenas, sólo que esta vez,
de espíritu cristiano. A tal fin impulso el empleo
del Latín y la instrucción en las siete Artes
174
liberales. Entre sus discípulos destaca Rabano
Mauro.
Rabano Mauro (776-856) Filósofo, teólogo, y
escritor nacido en Maguncia, se le conoció como
Primer Maestro alemán, por haber dado impulso al
Monasterio de Fulda que irradió en aquel tiempo
la cultura por toda la nación; por sus numerosos

402
libros de ciencia religiosa y profana; por haber
contribuido con activo celo a la conversión de los
pueblos limítrofes aún paganos.
Estudió en la abadía de Fulda pasando después a
la Escuela de Tours bajo tutela de Alcuyno.
Retorna a Fulda como director de la escuela con
apenas 26 años y ya su renombre atrajo tal
afluencia de alumnos que no siempre podían
admitirse todos. Fue nombrado Abad en el 822.
Por motivos políticos del reino se vio forzado a
dimitir del cargo, tiempo que aprovechó para
escribir. En el 847 fue nombrado Arzobispo de
Maguncia donde estuvo hasta el fin de sus días.
Walahfrid Strabo (808-849) Filósofo, teólogo,
Poeta, botánico...de origen alemán. Fue monje
benedictino discípulo continuador de la obra de
Rabano Mauro y como él formado en Fulda. En
838 fue nombrado su Abad; allí escribió dos de
sus obras: Liber de visionibus Wettini (hacia 825),
un poema donde se describe un viaje al otro
mundo, y Liber De Cultura Hortorum concluido
hacia 827, que testimonia su amor hacia las
plantas tanto como su poema Hortulus, en que
describe las flores del jardín conventual, muchas
de ellas medicinales. Su prestigio fue tal que le
nombraron preceptor del príncipe imperial Carlos
hijo del Emperador carolingio Luís el Piadoso y

403
nieto de Carlomagno.
Sin embargo se le recuerda sobre todo como
autor de la Glossa ordinaria, en la que recogió las
explicaciones alegóricas medievales que se daban
a los textos de la Biblia. Esta obra fue muy
influyente en las escuelas monacales hasta el
Concilio de Trento en que se pondría fin a la
tradición alegórica iniciada por la Patrística,
continuada por Isidoro de Sevilla y Beda el
Venerable.
ORDEN DE CLUNY
La orden de Cluny fue creada conforme a la
Regla Benedictina en el 910 gracias a la donación
que el Duque de Aquitania, Guillermo I hizo al
Papado para que fundara en la Villa de la cual
toma su nombre un monasterio, siendo su primer
abad, Bermón, partidario de la reforma monacal
emprendida por Benito de Amiano. A su muerte
en el 926, le sucedió Odón, próximo a las
concepciones reformadoras de su predecesor.
Bajo la dirección de Odon, el monasterio obtiene
el derecho de acuñar moneda, abre una escuela,
crea una biblioteca y empieza a extender su
influencia en otros monasterios donde se aplicará
su reforma. A su muerte acontecida en el 942, la
influencia de Cluny se extiende en todas
direcciones, pero sin demasiada organización; se

404
trata más de una inspiración ideológica que de una
jerarquía eclesial. Sin embargo, ya se vislumbraba
que la denominada Regla Clunycense sería
rápidamente adoptada por un gran número de
monasterios que agrupados bajo la tutela de Cluny
y la sabia dirección de su Abad, se erigirían en un
gran imperio productivo, comercial, artístico,
científico, filosófico e intelectual para todo
Occidente, no sin apoyarse en la alta aristocracia
local borgoñona y contar con el respaldo de Roma.
Durante el resto del siglo X el prestigio del
monasterio y de sus abades no dejó de crecer, al
extremo de que Mayolo, abad de Cluny, rehusó el
Papado en el 973. En el 994 Odilón fue nombrado
abad y gobernó Cluny durante 55 años, amplio
periodo marcado por el desmoronamiento de las
estructuras carolingias al que supo hacer frente
con diplomacia. A su muerte, la orden contaba con
70 conventos bajo su régimen.
En el siglo XI, al amparo y servicio de Roma,
Cluny se convierte en el instrumento más eficaz
para los propósitos de Roma. La red de Cluny
con más de dos mil prioratos repartidos por toda
Europa, todavía difunde los principios de la
reforma contra los vicios de la Iglesia ligada a
los estados feudales del mundo laico cuales son
la simonimia y el nicolaismo. Empero, su gran

405
poder e influencia, sumado a que gran parte de la
curia vaticana procedía de Cluny, atrajeron las
primeras críticas y así en el siglo XII, la propia
orden era objeto de reproche y pierde su
influencia espiritual a favor de las denominadas
órdenes mendicantes inspiradas en ideales de
pobreza y ascetismo. Fue entonces que nacería
para su reforma el movimiento cisterciense.

406
VI. ARQUITECTURA DE LA ALTA
EDAD MEDIA

MAGISTRI COMANICI
La caída del Imperio Romano supuso el colapso
de sus instituciones, políticas, jurídicas y militares,
lo que implicaría graves consecuencias directas
para el mantenimiento de necesidades civiles
como el comercio, la moneda, las vías de
comunicación, educación, etcétera. Dentro de este
largo etcétera se encontraría por partida doble el
Colegio de Arquitectos y Constructores que al
disolverse las legiones quedarían desamparados
tras centurias asociados a sus campamentos y
fortificaciones que al desaparecer en la práctica el
poder jurisdiccional que sustentaba su
ordenamiento particular más que liberados del
mismo quedaban de la mano de dios, nunca mejor
dicho, pues los dioses paganos habían caído ya
antes que el Imperio Romano y la única institución
que sobrevivió a la hecatombe fue la Iglesia
Católica, la única capaz de vehicular las distintas
tradiciones, usos y costumbres que habían
sobrevivido a las invasiones bárbaras y a las
purgas cristianas, entre otras el Arte de la
Construcción.

407
Sin un gran poder central capaz de acometer
grandes obras de ingeniería dedicándole a ello
ingentes cantidades de dinero y movilizando un
elevado número de mano de obra cualificada, la
construcción se vio limitada a pequeñas tareas que
hicieron caer la demanda de piedra y con ello la
desaparición del arte de su trabajo al extremo de
que los jefes bárbaros se vieron en la necesidad de
usar las piedras de la calzada romana para levantar
sus nuevos palacios y templos, cuando los
elementos arquitectónicos de los antiguos edificios
arrasados ya no bastaban, lo cual también limitaría
el tamaño de sus construcciones al número de
bloques que fueran capaces de sacar de los
caminos, cosa que contribuyó a acelerar la
desconexión de los centros urbanos y una cosa
llevó a la otra, hasta encontrarnos con el paisaje
desolador de comienzos de la Alta Edad Media.
Es en este escenario, que hallamos claroscuros
como el representado por los Magistri Comacini
del Lago de Como, que si bien no debió ser el
único, es con mucho el que nos ha llegado mejor
documentado, lo cual nos sirve para ilustrar cómo
pudo engarzar la tradición centenaria de los
Colegios Romanos de Arquitectos con la muy
posterior estructura medieval de los Gremios.
Los Magistri Comacini eran una comunidad

408
integrada por gentes especializadas en las distintas
artes de construcción como carpintería, albañilería
o ingeniería, cuya actividad grupal inicialmente se
localizó en Lombardía, concretamente en el Lago
de Como. Tenemos testimonio de su presencia a
causa de varios documentos como el Edicto de
Rotario de 643 y añadidos posteriores de otros
reyes lombardos donde se establece una especie de
carta reguladora de derechos y deberes de los
Maestros Comacini.
Edicto de Rotario (643)
145. De los maestros contratados o
requeridos como asesores. Si alguien
contratara o requiriera como asesor a uno o
varios maestros comacinis para la realización
de un trabajo o para prestar servicio de
forma continuada como uno de sus
asalariados en la construcción de una casa o
inmueble y aconteciera que alguno de estos
comacinis muere por causa de esta casa, no
sea demandado por ello el propietario de la
casa. En lo que respecta al árbol o a la piedra
caída desde esta obra que mata a alguien
ajeno a la misma u ocasiona un daño
cualquiera, no sea reclamada la culpa al
maestro, sino que aquél que contrató soporte
este daño.

409
Conforme a lo anterior, resulta plausible la
hipótesis de que en algunas remotas regiones del
continente como el Lago de Como, pudo
preservarse parte de los usos y costumbres
adoptados durante siglos por los famosos Colegios
de Arquitectos Romanos. En este caso gozando
del favor, protección y privilegios de los reyes
lombardos con Rotario a la cabeza, al menos hasta
la llegada de Carlomagno que puso fin al dominio
lombardo pero seguramente se sirviera de los
conocimientos de esta comunidad para acometer
sus obras en el reino Franco. En cuanto tuve
noticia por vez primera de esta hipótesis que
encajaba perfectamente con mi búsqueda que
andaba en conectar los Colegios romanos con la
Orden benedictina, de inmediato la asumí con
entusiasmo, no sin antes cerciorarme de que
pisaba suelo firme. Así, me puse a indagar sobre
los distintos detalles y de este modo tuve noticia
de que había controversia sobre si el documento
empleaba la voz «comacini» como un gentilicio de
los habitantes de Como o a modo de sustantivo
referido a quienes emplean andamios derivado de
cum machio (Con máquina). Aquí me dio un salto
el corazón pues de inmediato observé la
posibilidad etimológica que de todo esto se
destilaba, cuál es que la etimología de masón

410
tuviera algo con lo que tenía entre manos, pues si
conseguía despejar la raiz de donde procede la voz
masón, igual ello arrojaba luz sobre la dificultad
planteada entre si comanici se refería al lago de
Como o a los operarios que trabajaban con
andamios.
En último término, la palabra «Masón» tiene su
origen en la raíz indoeuropea «Mag» con sentido
de amasar, moldear… De ella derivan en griego
«Masa»(Montón) y en latín «Macerare»(Ablandar)
que han pasado tal cual al castellano. Pero en
germano derivó a mako (hacer-construir) de donde
pasaría al francés Macon, uso del que algunos
masonólogos hacen derivar la voz masón. Sin
embargo, otros expertos hacen reparan en que el
término masón no aparece en Francia en el mejor
de los casos hasta el siglo XIII, cuando en Italia ya
lo vemos documentado en el siglo X en un acta
notarial de la localidad de Gravedona
perteneciente al lago de Como en la expresión
«casa maconica». Esta expresión entroncaría con
una latina macione que también la reconocemos
en un texto de Isidoro de Sevilla que menciona a
los machiones como constructores de paredes,
aportando su propia etimología de la palabra como
relacionada con las máquinas que empleaban para
trabajar. Poco tiempo después, la palabra macion

411
175
derivará en maçon (constructor).
El periplo etimológico me sirvió, primero, para
esclarecer que el término Masón tiene el mismo
origen que la palabra griega masa, en alusión a
quienes hacen la argamasa para juntar piedras y
ladrillos. Y en segundo lugar, para entender, que
es demasiada casualidad que dos textos
localizados en la misma región de Lombardía
donde está el lago Como, empleen la palabra
Comacini tempranamente y esta aluda al oficio en
vez de al lugar, cosa que para mi tiene más valor
cuando el hallazgo del dato no lo buscaba en la
prospección etimológica de la palabra masón. Es
así como asumí definitivamente como plausible la
hipótesis de los Magistri Comacini y decido
introducir su realidad en Nuestra Historia,
trabajando entonces igualmente sus
consecuencias.
Hecho este apunte que los más entusiastas sitúan
en el origen del Románico, juzgo oportuno
adentrarnos en la senda del Prerománico, el estilo
que caracterizaría la Baja Edad Media, el periodo
del que nos hemos ocupado.
ARTE PRERROMÁNICO
En verdad, el palabro ayuda a meter en un cajón
de sastre cultural los distintos desarrollos estéticos
acontecidos entre los siglos VI - X en la Europa

412
cristiana Occidental, por ser anterior al Arte
Románico, sin llegar a reconocerse un patrón
general aplicable a la variedad de estilos locales al
modo en como durante la antigüedad permitió
hablar de dórico, jónico y corintio, o en la Baja
Edad media de Románico y Gótico, periodo
entonces oscuro durante el cual los pueblos
bárbaros invasores fueron asimilando y
fusionando su cultura con los restos de la
grecolatina conservados mal que bien por su
otrora archienemiga la Iglesia Católica Romana.
No obstante, pueden observarse algunas
características comunes: ausencia de grandes
programas arquitectónicos, escasez de esculturas
de gran tamaño, el desarrollo de la orfebrería y la
ilustración, una búsqueda de simplicidad, la
esquematización, cuyo simbolismo en las artes
figurativas para conseguir una mayor
expresividad, empero derivaría en el horror vacui
y la renuncia al realismo. Al naturalismo
figurativo latino de las artes tardorromanas
paleocristianas se le va a sumar la estética
abstracta geométrica y colorista de las artes
menores bárbaras.
La desaparición de un fuerte poder central como
lo era el Imperio Roano, ciertamente supuso una
merma considerable en la carga de trabajo no sólo

413
de los Maestros Arquitectos, también de
carpinteros, esculpidores y cuantos directa o
indirectamente dependieran de la obra de un
edificio, quienes haciendo de la necesidad virtud,
recondujeron su maña hacia la orfebrería, arte de
menor volumen tanto de trabajo como de coste
económico que por idénticas razones fueron muy
del agrado de los nuevos Señores en que estuvo
repartido Occidente que supieron invertir su oro,
plata, marfil y piedras semipreciosas en engalanar
crucifijos, coperos, escapularios, diademas,
coronas…fáciles de transportar en caso de huida o
necesidad.
La falta de grandes edificios trajo consigo la
escasez de encargos de grandes murales que
pintar, de esta guisa, el arte pictórico se tuvo que
refugiar en la denominada miniatura, la ilustración
policromada de libros y códices, tarea que pronto
se acogería en los talleres de monasterios.
La falta de construcción de edificios trajo
consigo en menos de dos generaciones la
menguanza de Maestros canteros capaces de
satisfacer la demanda escultórica de piedras
176
adecuadas para su delicada tarea. Tras un
periodo de aprovechamiento de mármoles
despojados a ruinas y tumbas, la falta de
materiales decente, así como su elevado coste,

414
forzó a los escultores a hallar acomodo de su
habilidad con la maza y el cincel, en las mismas
paredes, pórticos y capiteles de los edificios,
trabajando el bajorelieve. En esto debe destacarse
que fue en las cruces celtas donde se fueron
iniciando los modelos iconográficos de los
«evangelios de piedra" del románico posterior.19
Con todo, aunque en menor medida y de menor
tamaño, se continuaron construyendo edificios y
es en medio de esta escasez que se aprecian las
características de la Arquitectura Prerroánica:
Edificios pequeños de planta basilical centralizada
con bóvedas de cañón y cubiertas de madera
siendo los Monasterios, Iglesias y Castillos los
edificios representativos del periodo, junto a la
aparición de las primeras torres.
ESTILOS PRERROMÁNICOS
En el choque cultural comentado como le
sucediera a los romanos con los griegos, fueron
los invasores bárbaros quienes se plegarían ante la
superioridad técnico-estética de los invadidos
romanos, sobre todo, en el área de la arquitectura,
en la que los pueblos germánicos de reciente
pasado nómada, tenían poco que aportar. No será
hasta el siglo VII cuando ambas corrientes
(romana y germánica) germínenla una en la otra
ofreciendo nuevos y originales recorridos en la

415
historia del arte, de suerte que, Europa se viera
salpicada de infinidad de modos locales que poco
a poco buscaban dar expresión a una misma
sensibilidad. Entre todos ellos, aquí vamos a
centrarnos en aquellos que nos ayudan a
comprender mejor Nuestra Historia, a saber: en las
Islas destaca el arte irlandés; en Hispania florece
la arquitectura visigoda; En la Galia, aparece el
arte merovingio, mientras que en Italia, tras un
brevísimo periodo ostrogodo, lo hace el lombardo.
Arte Irlandés: el arte irlandés sintetiza la cultura
celta, roana y cristiana, vehiculada principalmente
por las piezas de orfebrería y el miniaturismo. A
diferencia del resto de Occidente, donde el artista
era mero artesano, la sociedad irlandesa tenia en
alta estima su figura, siendo así nada infrecuente
que entre ellos se contara miembros de la
aristocracia local. Cuando alguno de estos artistas
ingresó en las órdenes monacales, el mecenazgo
de sus talleres por parte de la Nobleza irlandesa
fue casi automático, lo cual, trajo consigo un
fulgurante florecimiento de las artes prerrománicas
y la copia de libros de cuya labor durante toda la
Alta Edad Media, viviría el continente. Fue así,
cómo Irlanda salvó la cultura Occidental.
Relatando brevemente su más relevante
producción máximo exponente del arte europeo

416
occidental, podemos hacernos una ligera idea de a
dónde había ido a parar la civilización
grecorromana durante este periodo oscuro:
El objeto más acabado anterior al siglo VI es la
Corona Petrie, perteneciente a un ajuar funerario,
grabada con un diseño de curvas elípticas y rollos
177
de carácter simétrico. Hasta el siglo VI no
aparecen crucifijos de marcada influencia celta en
piedra, de entre los cuales cabe citar la Cruz
Carndonagh de Donegal. En el siglo VII, en un
lugar prominente figura el Libro de Durrow, copia
de los Evangelios procedente del monasterio
fundado en Durrow por Columba. Se trata de una
obra de pequeño formato que emplea un número
limitado de colores en su decoración, como el
rojo, el amarillo y el verde oscuro, destacando por
sus cenefas de entrelazo en negro y marrón. El
texto está escrito en mayúscula irlandesa, en Latín
Vulgar. Suele destacarse la decoración abstracta y
geométrica que puebla las iniciales, así como
aquellas páginas que acogen los símbolos de los
Apóstoles. Sobresale igualmente la Placa de la
Crucifixión de San Juan, una de las primeras
representaciones de la Crucifixión en el arte
irlandés que cuenta como motivos decorativos con
zig-zags y espirales. También son dignos
testimonios el Cáliz Ardagh y el Broche Tara, el

417
Relicario de Moylough.
Desde el siglo VIII se constata una apertura a las
influencias de aquellos centros escoceses, britanos
y continentales adonde había llegado el arte
irlandés. Podemos observar estos cambios en los
manuscritos. El Libro de Kells fue el paradigma de
la miniatura irlandesa del momento. Su diseño es
original, utilizando el color de manera intensa y
sofisticada en unas decoraciones que demuestran
gran imaginación, siendo su característica
diferenciadora la preocupación por la figura
humana, aunque la presencia de los habituales
elementos vegetales y geométricos sigue siendo
una constante. Este período de esplendor del arte
irlandés finalizó con la invasión vikinga a
mediados del siglo IX.
Arte Hispano-visigótico: Los visigodos,
asentados en el sur de la Galia penetraron en la
península Ibérica donde su muy inferioridad
numérica convivió con la población local
ejerciendo de elites gobernantes. No fue hasta la
invasión árabe, que obligados por las
circunstancias de la convivencia, surgiera un
nuevo sentir al que denominamos hispano-
visigodo donde las elites locales confluyeron con
las germanas. En el arte, hubo todavía mayor
mestizaje: La herencia visigoda, entroncada con la

418
grecolatina y restos celtíberos hubieron de
coexistir con la estética musulmana emergiendo
sutiles nuevas formatos como el arte mozárabe y
el asturiano.
Aun siendo todo muy importante para
comprender en su amplitud el posterior fenómeno
sociocultural del denominado Camino de
Santiago, ahora sólo hacemos brevísima mención
del Prerromáico catalán debido a su parentesco
con el Lombardo imprescindible para entender,
cuanto en adelante acontezca desde la Lombardía
hasta el Norte de Aragón pasando por el sur del
reino Franco.
Arquitectura Longobarda: precedida muy
brevemente por la arquitectura cristiana ostrogoda
del siglo VI acometida bajo el mando de
Teodorico, muy influenciada por la bizantina, y de
la que queda poco testimonio salvo el mausoleo y
el palacio de Teodorico, emerge la arquitectura
Longobarda, cuando los longobardos en el 568
irrumpieron en el norte de Italia. La dominación
longobarda se mantuvo hasta el 774. En este
periodo, la arquitectura longobarda no tiene
características propias, si bien su producción fue
muy superior a la anterior.
Arquitectura Merovingia: Los reyes merovingios
financiaron la construcción, sobretodo de

419
pequeñas parroquias, criptas, monasterios…que
preservaron el modo clásico romano en sus
dominios. Dado el periodo de borrón y cuenta
nueva al que sería sometido su periodo por parte
de los usurpadores carolingios, poco es lo que nos
ha llegado de su legado constructor, entre lo que
destaca la Cripta de Jouarre cámara funeraria que
invoca al Santo Sepulcro.
Arquitectura Carolingia: Una cuestión abierta, es
la influencia que el denominado Renacimiento
Carolingio tuvo en la aparición del Románico.
Ciertamente, el afán constructor de Carlomagno
demostrado en la colosal edificación de su capital
Aquisgran, pudo tener algo que ver como impulso
político que no artístico de un estilo propio,
porque todo hace indicar que su influencia fue
mediada por quienes desde hacía siglos venían
edificando y construyendo por toda Europa, a
saber, los monjes benedictinos. Es un hecho
indiscutible que el modelo de monasterio
floreciente en el mundo Carolingio constituye la
base conceptual del futuro Monasterio de Cluny y,
a su vez, éste va a determinar la estructura de
edificios del monasterio de época románica. Y
ciertamente, fue, Carlomagno quien se empeñara
que los monasterios de su Imperio se rigieran por
la regla benedictina, tarea llevada a cabo por su

420
hijo, Luís el Piadoso quien encomendaría a Benito
de Aniane implantar la regla en la mayoría de los
monasterios carolingios.
Pues bien, sucede que en la biblioteca del
Monasterio de Saint Gall, uno de los más
importantes del reino carolingio, se ha conservado
un plano del primer tercio del siglo IX donde se
representa el modelo ideal de monasterio
carolingio-benedictino. que los expertos suponen
fue la base sobre la que se construyera
posteriormente Cluny en el siglo X, el cual a su
vez se convertiría en modelo arquitectónico para
todo monasterio de los siglos XI y XII y por
extensión del Arte Románico.
Este modelo benedictino-carolingio, a diferencia
del monasterio visigodo cuyo centro es la iglesia,
ubica el claustro como corazón del complejo
monástico organizando el resto de dependencias a
su alrededor. La planta cuadrangular permitió la
división geométrica del espacio en cuatro ámbitos
bien diferenciados:
Una avenida desembocaba desde el exterior al
interior del monasterio por Occidente dando a
parar a un gran atrio semicircular con dos puertas
situadas al Norte y al Sur.
La puerta Norte conducía a lugares donde se
permitía acceder a los aristócratas. Allí se

421
encontraba la hospedería y una escuela destinada a
familiares y nobles junto a la residencia del abad
empleado para recepciones. Todo ello desplegaba
comodidad y cierto lujo, reflejo inequívoco de la
ayuda mutua con que se trataban monjes y
aristocracia en la corte Carolingia.
La puerta Sur conducía a la parte más íntima del
monasterio: Un claustro presidía el lugar; A su
entrada había estaba el locutorio y una recepción
donde se despachaba con la gente humilde. Las
celdas estaban pegadas y comunicadas por un
pasillo a la iglesia. Paralelo a la iglesia, y en su
lado opuesto del claustro se encontraba el
refectorio, la cocina y la lavandería. Cerrando el
claustro se encontraban los almacenes y bodegas.
En la parte Este del complejo monacal se situaba
la enfermería y una residencia destinada a
novicios que contaba con un pequeño iglesia
dividida en dos con ábsides contrapuestos; la parte
occidental para enfermos y la parte oriental para
novicios.
Y la parte Occidental del monasterio estaba
destinada a los servicios, donde había graneros,
corrales, talleres etc., y las dependencias del
personal que se ocupaban de los mismos, cuya
labor garantizaba la autonomía y suficiencia de la
entera comunidad.

422
Arte Otoniano: La dinastía otoniana del Imperio
Germánico durante el siglo X y parte del XI, como
la Carolingia, buscó asociar su poder a una
sucesión natural con el Sacro Imperio Romano.
Así, como el franco, no escatimaron esfuerzos
para a través del arte asemejarse en lo posible al
ideal clásico de Roma, sobre todo, por medio de la
Arquitectura. La Arquitectura Otoniana, aunque
de inspiración política carolingia estuvo
impregnada del estilo predominante en el norte de
Italia donde a su vez había gran influencia
bizantina.
CASTILLOS, TORRES Y FORTALEZAS
Pero cometeríamos un grave lapsus de no
comentar cómo se merece que en paralelo a la
construcción de criptas, ermitas, capillas, iglesias,
abadías y monasterios, no fue poca la edificación
civil y militar en elevación de torres, murallas,
fortificación de palacios y construcción de
castillos cuyos primeros ejemplares aparecerían al
final de este periodo. Así, si en la convivencia
estrecha entre hombres de iglesia y constructores
afirmamos se vehicularon elementos de la Gran
Tradición sin descartar la incorporación de nuevos
soportes materiales y espirituales, no podemos
descartar que sucediera otro tanto entre los
gremios artesanos implicados en las edificaciones

423
civiles con los mandatarios, las tropas y sobre todo
como veremos en el siguiente volumen, con el
mundo de la corte. Pero de momento, quedémonos
en el aspecto técnico circunscrito al motivo del
castillo por ser exponente de la construcción civil
para la Baja Edad Media.
Castillo tiene su raíz etimológica en «castrum» la
fortaleza romana y aunque desde tiempos pre-
neolíticos los núcleos habitables conocían las
empalizadas para defenderse primero de las fieras
y después en el neolítico los muros para repeler a
los vecinos, seguramente en la Europa occidental,
tenga en ella igualmente su más cercano
antecedente arquitectónico, porque, en líneas
generales, hablamos de castillo, cuando nos
encontramos ante un complejo arquitectónico de
carácter defensivo formado por un recinto
amurallado que encierra un patio de armas, en
torno del cual se sitúan una serie de dependencias
que dispone por lo menos de una torre habitable.
Tras el colapso del Imperio Carolingio y la
ausencia de un poder central fuerte capaz de
domeñar a los señores, en un contexto de rivalidad
continua, de rapiña, de actos violentos no regulados,
el castillo constituyó un elemento esencial del
paisaje europeo durante los siglos X-XV. Era el
símbolo del poder político militar de los distintos

424
agentes sociales aristocracia, realeza e iglesia.
Los primeros castillos datan del siglo IX. Su
estructura era de madera, aunque rápidamente
pasaron a construirse con piedra como elemento
principal. Dada su función defensiva, se situaban
en emplazamientos de frontera o en lugares
estratégicos como colinas o desfiladeros. En
ocasiones, cuando estaban cerca de núcleos
urbanos, podían servir también de residencia a la
aristocracia, transformándose con el paso de los
siglos en auténticos palacios fortificados.
La fortaleza para ser un castillo debía contar al
menos con los siguientes elementos:
Con una muralla: Todo el complejo ha de estar
protegido por una muralla que suele ser ancha y
alta, transitable por su parte elevada. De trecho en
trecho, se intercalan torreones que permiten
diversificar los ángulos de tiro que junto a almenas
y garitas mejoran las condiciones defensivas. Al
pie de la muralla y rodeándola por el exterior se
abre a veces un foso para impedir la aproximación
del enemigo que se salvaba con un puente
178
levadizo.
Con la torre del homenaje: Es la torre principal,
que sirve de residencia del señor albergando las
estancias principales y en ocasiones, los
almacenes de víveres. Se encuentra en la posición

425
más abrigada de forma que si sucumbiese el resto
de las defensas, esta torre proporcionaba un último
refugio.
Y con un patio de armas: era un espacio diáfano
que en algunos casos recuerda los claustros
monásticos. En torno al patio se distribuyen
determinadas estancias, como la capilla, la sala de
recepciones, las naves para acuartelamiento de la
tropa, la armería, etc. La entrada al castillo se
produce a través del patio de armas; desde él se
accede al resto de las dependencias como pasillos
de acceso a las mazmorras o incluso a pasadizos
secretos de huida, que suelen estar reservados al
señor.

426
CONSTITUCIONES DE YORK
179
(926)

En el documento fundacional por antonomasia de


la Masonería especulativa, cuál es, el conocido
como las Constituciones de Anderson de 1723, se
hace mención de un acto constituyente en York en
el lejano siglo X, cuyo relato es el reflejado a
continuación.
...el Príncipe Edwin citó a todos los Masones
del reino a congregarse ante él en York, el
cual concurrió y formó la Logia General, de
la cual era Gran Maestro; y habiendo traído
consigo todos los escritos y registros
existentes, algunos en Griego, algunos en
Latín, otros en Francés y en otros idiomas, de
sus contenidos formuló la Asamblea, la
Constitución y Preceptos de la Logia Inglesa.

LEYES U OBLIGACIONES
PRESCRITAS A LOS HERMANOS
MASONES POR EL PRÍNCIPE EDWIN
INVOCACIÓN:

427
Que el Soberano Poder del Dios eterno,
Padre y Creador del Cielo y de la Tierra, la
sabiduría de su verbo y su influencia, sean
con nuestra empresa y nos haga la gracia de
conducirnos de modo que merezcan su
aprobación en esta vida y obtendremos
después de nuestra muerte la vida eterna.
1. Vuestro primer deber es honrar a Dios y
observar sus leyes, porque son preceptos
divinos, a los que todo el mundo debe
obediencia. Por eso debéis evitar las herejías
y no ofender a Dios.
2. Seréis fieles a vuestro rey, y en cualquier
parte en donde os encontréis, os someteréis
lealmente a la autoridad. Evitad siempre
cometer el crimen de alta traición, y si la
descubrís, denunciadlo al rey.
3. Estad siempre presto a auxiliar a los
otros a quienes os unen lazos de una
verdadera amistad, sin que para ello sirva
jamás de obstáculo la diferencia de religión o
de opinión.
4. Debéis ser fieles, principalmente los unos
respecto de los otros, comunicaros los
descubrimientos que hagáis en vuestro arte, y
ayudaros mutuamente; no calumniaros; y
proceded como queráis que procedan con

428
vosotros. Si llegara a suceder que un
hermano faltase a sus deberes con otro
hermano o con persona cualquiera, o se
hiciese culpable de cualquiera otra falta,
todos deben ayudarle a reparar el mal y a
corregirse para lo sucesivo.
5. También debéis conformaros
exactamente con las decisiones y
disposiciones acordadas en las logias, y no
confiar a ninguno que no sea de la
hermandad, sus signos particulares.
6. Que cada uno por sí se abstenga
cuidadosamente de toda deslealtad, porque el
honor y la fidelidad son indispensables para
el sostenimiento de la asociación, y una buena
reputación es un gran bien y es necesario no
perder de vista también el interés del señor y
del maestro a quienes sirváis, y terminar
siempre convenientemente las obras que os
encarguen.
7. Es indispensable también pagar
íntegramente lo que debáis, y sobre todo no
adquirir jamás deuda que comprometan el
honor de la hermandad.
8. Recordad siempre que ningún maestro
debe emprender un trabajo si no se siente
capaz de ejecutarlo; porque causaría el

429
mayor perjuicio al arte y a la asociación.
Todo maestro debe siempre ganar lo
suficiente para que él viva y pueda pagar sus
obreros.
9. Ninguno debe tratar de suplantar a otro,
porque es necesario dejar a cada uno el
trabajo que haya podido procurarse, al
menos que se reconozca que es incapaz de
ejecutarlo.
10. Ningún maestro debe admitir a un
aprendiz, si no se compromete a trabajar por
espacio de siete años; y para recibirlo debe
contar con la aprobación de los hermanos.
11. Para que un maestro o un compañero
pueda presentar a una persona, es necesario
que esta persona haya nacido libre, que tenga
una reputación intachable, que tenga
capacidad y que los conserve todos.
12. Se recomienda muy eficazmente a todos
los compañeros que no critiquen el trabajo
de los otros, aunque no sepan ejecutarlo tan
bien como ellos.
13. Todo maestro debe someterse a las
observaciones que le haga el director general
de las obras; y los compañeros deben tener
en cuenta las que les dirijan los maestros.
14. Todos los masones deben obedecer a sus

430
superiores y estar prontos a hacer cuento le
ordenen.
15. Todo masón debe acoger cariñosamente
a los compañeros que lleguen del continente,
y les hagan las señales y signos de
reconocimiento. Debe cuidar de ellos como
está mandado, en el momento que llegue a su
noticia su desgracia.
16. Ni los maestros ni los compañeros deben
dar entrada a las logias al que no haya sido
recibido masón; ni debe enseñarle el arte de
la forma, ni dejarle trabajar la piedra, ni
utilizar la escuadra, ni indicarle su uso.
Estas son las obligaciones que es bueno y
útil observar. Lo que en lo sucesivo se
considere también útil y bueno, deberá ser
registrado por los superiores, dando
conocimiento de ello, en las prescripciones
nuevas que se adopto.
La ciudad de York, sita al norte de Inglaterra,
ostenta cierto pedigrí masónico por suponerse que
en el 926, bajo los auspicios del rey Athelstan a
petición del Príncipe Edwin tuvo lugar allí una
asamblea de trabajadores de la construcción la
cual decidió adoptar una Constitución, asunto que
no es aceptado como histórico por toda la
comunidad masonóloga porque el primer

431
testimonio que alude a estas Constituciones de
York se localiza en el Documento Regius de
finales del XIV donde en forma de verso podemos
leer lo siguiente:
Esta fraternidad llegó a Inglaterra, como ya
os digo, en tiempo del buen Rey Athelastan;
él construyó tanto colegios como grandes
templos de grande honor para recrearse de
día y de noche y adorar a su Dios con toda su
voluntad. Este buen Lord amaba a sus
hermanos y les propuso fortalecer la
hermandad en todas partes, eliminando los
defectos que en ella encontraba. Llamó a
todos los Masones del país a que vinieran a él
para enmendar esos errores con su buen
consejo, si así pudiera ser. Permitió entonces
la celebración de una asamblea constituida
por diversos Lores en su rango, duques,
condes, y botones, y también caballeros e
hidalgos y muchos otros más, así como
grandes burgueses de la ciudad, los que se
presentaron con sus
investiduras; estos estuvieron presentes, cada
uno con sus ideas para hacer las leyes para la
heredad de estos masones. Allí procuraron
ellos por su sabiduría ver como podía
gobernarla; allí encontraron ellos quince

432
artículos y de éstos hicieron quince puntos.
Curiosamente, tras siglos sin noticias de tan
trascendental acontecimiento, aparece poco
después a comienzos del XV una segunda
mención al hito de York, en este caso, en el
denominado Documento Cook que contiene una
versión más amplia.
Y después existió un buen Rey en Inglaterra
que se llamaba Athelstone, cuyo hijo amaba
las ciencias de la geometría y deseaba que sus
hermanos practicaran esta ciencia tan bien
como los Masones, por lo que los llamó a
consejo para que aprendieran dicha ciencia y
la practicaban. Como especulador era un
Maestro y
amaba la Masonería igual que a los Masones.
Y habiendo llegado a ser Masón él mismo, les
dio cargos y nombres tal como se usan en
Inglaterra y otros países. Y ordenó que se les
diera un salario razonable. Y pidió y obtuvo
una patente del Rey para que celebraron una
asamblea cuando lo creyeran conveniente
para cambiar ideas sobre sus cargos,
costumbres y aprendizaje en la lectura y
escritura en el libro de nuestros cargos.
De este modo fue el susodicho arte
introducido y practicado en la tierra de

433
Egipto, siendo el Maestro Euclides el que fué
de país en país y de reino a reino. Después de
esto y al cabo de muchos años, en tiempo del
rey Adhelstone que fue algún tiempo Rey de
Inglaterra, con sus consejeros y otros
grandes del país encontró entre los Masones
y sus ordenados ciertas reglas. Una vez al
año, cuando el Rey lo necesitaba, lo mismo
que los grandes lotes de la tierra y la
comunidad, de provincia a provincia y de
condado en condado, las asambleas deberían
tener lugar entre maestros de todos los
maestros Masones y compañeros de dicho
arte. De manera que en dichas asambleas o
congregaciones aquellos que deberían ser
nombrados Maestros, examinaban los
artículos después de escritos y eran elegidos
entre los más hábiles para que sirvieran a los
lores y para honor del susodicho arte.
"Poco después de la muerte de San Albán,
se desencadenaron varias guerras en
Inglaterra provocadas por las otras naciones,
de suerte que la buena marcha de la
Masonería fue interrumpido y relegada hasta
que llegó al poder el Rey Adilston. En su
tiempo había un buen Rey en Inglaterra que
pacificó al país y construyó muchas grandes

434
obras y edificios, por lo que él amó a los
Masones, pues tenía un hijo llamado Edwin
que amaba más a los Masones que su padre y
era tan versado en la geometría que se
complacía en venir a hablar con ellos e
instruirse en las prácticas de la fraternidad.
Más tarde, movido por el amor que les tenía
a los Masones y a la fraternidad, fue iniciado
en la Masonería en Windsor, recibiendo del
Rey, su padre, una patente y la comisión de
celebrar Asamblea cada año dentro del Reino
de Inglaterra y corregir en él las faltas y
errores que se relacionaran con la
fraternidad; y se celebró la asamblea y allí
confirió grados de Masones y cargos y les
enseñó las costumbres y los mandamientos
que deberían quedar establecidos después. Y
les llevó la patente y la comisión para que
celebraran su Asamblea y ordene que esta
práctica se renovara de Rey a Rey y cuando
la Asamblea estuvo reunida grito que todos
los viejos Masones, o jóvenes, que tuviesen
escritos o conocimientos de los Cargos y
maneras que se hacían en su país, fueren
quienes fueren, serían hechos Masones, que se
adelantaran a mostrarlos ya en griego,
algunos en hebreo y algunos en inglés y otros

435
en distintos idiomas, y que cuando fueron
leídos y examinados y comprendidos como
significando todos lo mismo, que se escribiera
un libro en el que constara cómo esta
honorable fraternidad de la Masonería fue
primeramente fundada.
Y él mismo ordenó y se llevó acabo, que se
leyera en todo tiempo que se iniciaran uno o
varios Masones para darle o darles sus
cargos, y desde entonces, hasta el día de hoy,
las costumbres de los Masones han sido
conservadas de este modo y forma, tan bien
como los hombres pudieran gober-narlas; y
además en diversas Asambleas han sido
puestos y ordenados diversos cargos con el
mejor consejo de los Maestros y Compañeros.
El resto de referencias a las Constituciones de
York parecen beber de estas dos fuentes y estando
ambas tan distanciadas en el tiempo de los hechos
relatados, es comprensible que la sospecha de
estar ante una leyenda sea persistente. Sin
embargo, el hecho nada baladí de que en una
misma fuente como la de Cook aparezca la misma
historia narrada de varias formas, podría ser
indicio de que su autor manejó distintos
documentos previos y no pudiendo o sabiendo
escoger con cual quedarse, optara por presentar

436
todo para no perder nada de cuanto había en su
archivo documental, lo cual, habla de una
tradición común anterior a ambas fuentes Regius y
180
Cook.
En 1723, Anderson publicó las Constituciones
donde se afirma que el texto viene recogido de
«ciertos archivos de los Francmasones, escritos
durante el reinado de Eduardo IV». Su texto, con
apenas modificaciones es la versión actualmente
aceptada, si bien, la información es fijada y
sintetizada por el mismo Anderson en una segunda
edición de las Constituciones de 1738:
En todas las Antiguas Constituciones está
escrito a este respecto lo que sigue:
Que aunque los antiguos archivos de la
hermandad en Inglaterra fueron destruidos
en su mayor parte o perdidos durante la
guerra con los dinamarqueses, que quemaron
los Monasterios donde se conservaban los
archivos; el Rey Athelstan (nieto del Rey
Alfredo,) primer monarca ungido en
Inglaterra que hizo la traducción de la Biblia
al lenguaje sajón, una vez que aseguró la paz
en el país construyó muchas grandes obras y
estimuló a muchos Masones de Francia y
otras partes.
Que el Príncipe Edwin, hermano del Rey,

437
habiendo aprendido geometria y Masonería
debido al amor que sentía por la fraternidad
y por los honrosos principios en que
descansaba, obtuvo una patente del Rey
Athelstan, su hermano, para los
Francmasones que tuvieran entre sí una
Unión o un poder y libertad para
reglamentarse, para corregir lo que pudiera
suceder propiamente, y para que pudieran
celebrar una comunicación anual en forma
de Asamblea General.
Que por consiguiente, el Príncipe Edwin
llamó a todos los Libres y Aceptados
Masones del Reino para que se entrevistaran
con él en la Congregación de York y que
estos vinieron y formaron la Gran Logia bajo
su Gran Maestro en el 926 después de
Jesucristo.
Que ellos trajeron consigo muchos escritos
antiguos y archivos de la fraternidad,
algunos en griego, algunos en latín, y otros en
francés y otros idiomas; y de su contenido
ellos formaron las Constituciones de las
Logias inglesas y sancionaron una ley para
servir entre ellos, la cual debía conservarse y
observarse en todo tiempo venidero, etc., etc.
Sabido todo lo anterior, es hora de afrontar el

438
relato a fin de establecer el grado de historicidad
que posee.
Tenemos un relato, que en el peor de los casos,
ha resistido 600 años de transmisión escrita, y
erudito estudio a manos de historiadores. Sea
entonces que como leyenda, a mi juicio, deberá
comportar algunos elementos de verosimilitud que
le han permitido subsistir sin dejar en evidencia
inconsistencia alguna que la hiciera obsoleta o
mera patraña. Estos elementos son los siguientes:
En primer lugar, hemos de tener presente que
entre los siglos X y XV la mayoría de los
trabajadores de la construcción apenas sabían leer
y escribir; en consecuencia la transmisión de sus
distintos ordenamientos sería más oral que
manuscrita. Ello podría explicar la falta de
documentación al respecto en tan dilatado tiempo
como son cinco siglos entre la promulgación de
aquellas Constituciones de York en el 926 y la
primera cita suya en un documento de finales del
siglo XIV. Ahora bien, todos sabemos que para
cuando una tradición se decide poner por escrito,
es antecedida por una trayectoria oral muy
dilatada. Pues bien, lo curioso del asunto es que ni
antes del Documento Regius ni después han
aflorado otras Constituciones que se han arrogado
la primacía constituyente de la Masonería. Es

439
decir, que a este relato no le han surgido
competidores, detalle que habla muy bien de su
autenticidad y verosimilitud, pues la circunstancia
es que sólo este relato habla de un acontecimiento
como el de York y si ello fuera sólo un motivo
nacido de una falsa pretensión local; de un ímpetu
de protagonismo de una facción por justificar su
pasado; de un acto de propaganda por parte de
ciertos masonólogos antiguos por adornar la
genealogía de su oficio, etc, lo suyo sería que
además de este relato abundaran las leyendas
sobre Constituciones en Oxford, en Canterbury,
pero no es así. Es entonces, la soledad de este
relato, la que le infiere a mi juicio un primer
apoyo de verosimilitud.
Un segundo aspecto positivo de cara a aceptar la
verosimilitud del relato es que la figura del rey
Athelstan casa bien con la idea de una protección
al gremio de constructores: en su contexto
histórico, fue una figura liberal cuyo talante
abierto al arte y la ciencia le venia de su abuelo;
construyó muchas iglesias y monasterios y alentó
la traducción de las escrituras y otorgó patentes a
muchas sociedades activas. Por supuesto, puede
tratarse de una mera elección acertada del
personaje para mejorar la leyenda, pero habiendo
como hay en la historia tantos reyes de mayor y

440
más grande reputación, no parece que si la idea
fuera engrandecer a la orden de Constructores, la
elección de Athelstan fuera la más idónea al
respecto y Arturo hubiera sido mejor. Ello me
hace suponer que algo hay de verdad en su
elección.
Ahora bien, pudiera ser que los mimbres con que
está confeccionada la leyenda de York,
pertenezcan a otros acontecimientos históricos,
para entendernos, que otro aristócrata, en otro
lugar, en otro tiempo hubiera hecho algo parecido
a una asamblea, en cuyo caso se explicaría por qué
no se encuentra documentación anterior que apoye
el relato contenido en los textos tardíos del siglo
XIV, que se los atribuyeron equivocadamente a
Athelstan. Con esta posibilidad, empezamos a
comprender mejor el extraño hecho de que para
tan importante acontecimiento concurran dos
figuras relevantes como son Athelstan y Edwin,
cuando con una sola sería más que suficiente para
fundamentar la trama. Sea entonces que parezca
que en su historia se han casado por una parte
elementos de uno y de otro, quedando todo
ensamblado en el relato de finales del siglo XIV,
siendo Athelstan la figura receptora de los
elementos propios en su día de Edwin.
Edwin a quien se alude en la leyenda no era el

441
hijo o hermano de Athelstan, sino Edwin, Rey de
Northumbria (586-633). Ascendió al trono en 617
desde donde influyó en el resto de reyes
anglosajones no tanto por su poderío militar
cuanto por su ejemplar administración cundiendo
en su reino la justicia y la seguridad entre sus
súbditos. Bajo su mando el cristianismo gozó de
protección, siendo en York donde el Obispo
Paulinus fijaría el obispado para la Iglesia del
Norte. Todo el asunto tiene visos de conformidad
con la presencia allí de los infatigables monjes
como vimos en el capítulo dedicado al monacato
celta.
F. Drake, en su discurso ante la Gran Logia de
York en 1726, fue el primero en exteriorizar
públicamente esta opinión que por otra parte como
se desprende de su intervención, era ampliamente
compartida por los presentes:
Vosotros sabéis que podemos ufanarnos de
que la primera Gran Logia de Inglaterra se
formó en esta ciudad, cuando Edwin, primer
Rey Cristiano de Northumbria, puso los
cimientos de nuestra catedral y se sentó en
ella como Gran Maestro.

442
EPÍLOGO

En este cuarto volumen que termina, hemos


echado un vistazo al Zoroastrismo, al Judaísmo, al
Cristianismo y al Gnosticismo a fin de extraer de
ellos las claves simbólicas que concurren en
Nuestra Historia; hemos trabajado el desarrollo del
monacato campo de batalla entre el modelo Celta
y Romano de Iglesia hasta alcanzar la fundación
de Cluny para entender como ciertos usos y
costumbres de la Gran Tradición se han podido
vehicular en un medio que les fue inicialmente
hostil; hemos tomado contacto con personajes
como Zoroastro, Melquisedec, Juan Bautista,
Jesús, Marción, Beda el Venerable, Rotario,
Carlomagno… que de un modo u otro han
afectado el contenido de ciertos elementos
aparentemente dispersos en el desenvolvimiento
de los acontecimientos históricos que nos
interesan; hemos conocido a los Maestros
Comancini, los distintos estilos del Prerrománico,
la construcción civil de castillos y hasta el primer
documento que habla de la masonería que se
supone fechado en el 926. No está mal para cinco
siglos.
En el próximo volumen V, abordaremos la Baja
Edad Media correspondiente a los siglos XI-XIV

443
no sin antes zambullirnos en el Islam cuyo
contenido que cronológicamente hubiera
correspondido al tomo IV, he juzgado más
oportuno desplazar por razones de exposición.
Así, hablaremos del Sufismo y del Ismaelismo,
para acto seguido tratar de nuevo del Cluny y el
Cister, de los Cátaros, del Camino de Santiago, de
las órdenes religio-militares especialmente de los
Templarios y de las Cruzadas; de la Cábala y la
Alquimia, del estilo Románico y saldrán a relucir
personajes como Bernardo de Claraval, Roger
Bacon o Jacques de Molay.

444
BIBLIOGRAFÍA

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447
Este libro, volumen IV de la serie Historia oculta
de la masonería, terminó de componerse en
las colecciones de MASONICA.ES®
a Medianoche en Punto del
30 de mayo de 2016

Notas

[←1]
Me he autoproclamado Ministro Plenipotenciario
de la Iglesia Católica Adogmática.

448
[←2]
La mejor relación conocimiento/claridad sobre
Zoroastro y Zoroastrismo a la que he tenido
acceso, se localiza en el volumen III de Mitología y
Religión del Oriente Antiguo dedicado
íntegramente a las creencias Indoeuropeas,
capítulo firmado por Rogelio Lemosin y en la muy
recomendable obra Mitos de la luz y las tinieblas,
firmada por J. García Font, uno de los escasos
trabajos donde pueden encontrarse traducciones
al castellano de textos zoroástricos.

[←3]
Aunque el Islam apareciera en el siglo VII, por
motivos pedagógicos he juzgado conveniente
tratarlo en el volumen V.

[←4]
De nuevo observamos el milenario rastro al que
pertenece el tema de san Jorge.

[←5]
Como Pitágoras y Orfeo, su figura anda entre la
historia y la leyenda si es que cabe distinguirlas,
empezando por su propio nombre que significa
«Estrella dorada». Así el personaje hubo de
admitir la autoría de infinidad de prodigios como
ascender a los cielos o caminar sobre las aguas,

449
aunque en su caso, esto último tuviera una
explicación verosímil al hallarse la expresión en un
pasaje que relata como Zaratustra halló un paso
entre una abrupta corriente de agua insalvable
por lo que bien parecería caminar sobre las aguas.
Posiblemente este sea el motivo material que dio
pie ala expresión que con el paso del tiempo se
viera convertido en mérito de todo hombre santo.

[←6]
Más o menos la misma edad a la que según los
Evangelios, empezó Jesús a predicar.

[←7]
Es obligado para Nuestra Historia, reparar en el
notable hecho de la particular relevancia del
Número Nueve en los cultos zoroástricos: nueve
son los ayunos a realizar, nueve las aspersiones de
agua, nueve las plegarias, nueve los círculos a
trazar, nueve los exorcismos… Esta proliferación
del nueve será preservada en el Nuevo Testamento
si sabemos algo de Cábala: 153 son los peces
sacados del agua delante de Jesús resucitado; en el
Apocalipsis 144.000 son los resucitados y Jesús se
presenta como Alfa (1) y Omega (800).

[←8]
Esta reforma del sacrificio de sangre tuvo su eco
en el Cristianismo cuya Eucaristía desplaza al
cordero judío por el pan y el vino como motivos

450
materiales.

[←9]
A fin profundizar sobre todos los particulares que
rodean el haoma y el soma, recomiendo acudir a
una obra de referencia para comprender en toda
su amplitud las religiones, cuál es, la Historia
General de las Drogas del muy inspirado Maestro
Antonio Escohotado, de cuya fuente bebemos,
doblemente bebemos y volvemos a beber a lo largo
de esta obra.

[←10]
Las raíces lingüísticas de las palabras haoma, hu-,
y soma, su-, sugieren 'prensar' o 'machacar'. El
culto era común entre los indios y los iranios.
Pensando que les permitía a los dioses conservar
su inmortalidad, se la ofrecían en sus sacrificios.
Los propios participantes la bebían y accedían al
mundo divino, a una inmortalidad provisional.
Según el Rig-veda, el elemento de base del soma
podría haber sido una seta, aunque en el caso del
Haoma se especula con el uso de una variante de
efedra. Esta bebida sagrada cumpliría la misma
función que el Kikerion eleusino y también podría
guardar cierta relación subterránea con el fruto
prohibido mencionado en Génesis.

[←11]
El hecho de que un reconstituyente semejante no

451
haya sido conservado si quiera por la via religiosa
que suele ser la más dada a transmitir fielmente
hasta la más endeble tradición oral, ha permitido
a autores como P. De Felice, aventurar que
posiblemente el pueblo ario usara un vegetal para
confeccionar su bebida sagrada antes de penetrar
en tierras indoiranias. Conforme se adentraban en
estas latitudes y se alejaban de su lugar originario,
la capacidad para su obtención iría disminuyendo,
al extremo de que empujados por intentar imitar
sus efectos, además de probar con otras especies
autóctonas, dieron con la técnica del yoga que
nacería precisamente para cubrir dicha necesidad.

[←12]
Este es el motivo, por el cuál, desde el volumen I
he aguardado a exponer con cierta profusión el
aspecto cultural de este dios y símbolo del fuego.

[←13]
He preferido tratar el Mito de Prometeo más
adelante al abordar la cuestión del Ángel Caído.

[←14]
He intentado probar la relación lingüística entre el
culto a Vesta y el libro sagrado del Avesta, por
cuanto ambos tienen que ver con la luz y el fuego,
pero, de momento, me ha sido imposible ir más
allá de la casualidad.

452
[←15]
Éstas eran elegidas cuando tenían entre siete y diez
años sin contar con defecto físico, ni ningún tipo de
imperfección. Al principio, procedían de familia
aristócrata, pero más tarde, cualquier hija de
romanos que poseyeran una ocupación honrada
podía llegar a serlo. Las vestales podían servir en el
templo de la diosa del fuego durante treinta años:
los primeros diez como discípulas, los siguientes
como protectora de la llama y los últimos como
tutoras de las vestales más jóvenes. Pasadas estas
décadas, podían contraer matrimonio si así lo
deseaban, aunque la mayoría de ellas prefería
habitar allí, donde eran tratadas con el mayor
cuidado rodeadas de lujo. Ellas debían permanecer
siempre vírgenes, imitando el ejemplo de Vesta. Si
una sacerdotisa no cumplía con sus votos, se la
ejecutaba por procedimientos ejemplarizantes.

[←16]
Para comprender esta sustitución en el santoral
remito al lector al capítulo dedicado al monacato
celta-irlandés.

[←17]
Los cinturones femeninos hablan todos de ritos de
fertilidad y este recuerda mucho al de Isis.

[←18]

453
Con el culto a Belenos y Belén ambos vinculados a
lo resplandeciente y luminoso, me ha sucedido lo
mismo que con el culto a Vesta y el Avesta, no he
podido ir más allá de una sospecha fruto de la
casualidad. Y ya es casualidad que todo sea
casualidad.

[←19]
Este levantamiento de columnas posee un
significado coital evidente para los antropólogos.

[←20]
Quienes deseen profundizar en la relación que hay
entre estos tres ámbitos de la experiencia humana,
les dirijo a mi ensayo De la Concordancia entre
Pensamiento, Palabra y Acción.

[←21]
Aquí radica la explicación del por qué en una
construcción teológica judía como lo es todo lo
concerniente al pasaje del Portal de Belén,
aparezcan los Tres Reyes Magos venidos de
Oriente. Seguramente se trata de una incrustación
de una historia persa basada en esta promesa
zoroástrica.

[←22]
Aunque sería harto especulativo aventurar qué
exclamaciones proferirían en sus encuentros

454
ceremoniales, sus aquellas no serian muy distintas
a expresiones como ¡Viva el Trabajo! ¡Libertad!
¡Igualdad! ¡Fraternidad! O ¡Nada muere! ¡Todo
está vivo!

[←23]
Los sacerdotes de las antiguas creencias
indoiranias nunca lograron derribar las
enseñanzas de Zoroastro, pero resucitaron a Mitra
cuyo recorrido en el Imperio Romano ya
abordamos en el volumen III.

[←24]
Respecto a su influjo en las religiones, prácticas y
filosofías orientales de la India, China o Japón,
juzgo apropiado aplazar tan ingente tarea hasta la
redacción final de la Obra cuando emprenda la
confección de los apéndices a la misma.

[←25]
Para lo que sigue a este respecto he hallado gran
ayuda en los datos ofrecidos por Fernando Laredo
en su artículo Ángeles y demonios en la tradición
judeocristiana.

[←26]
La cábala del Zohar abundará sobre este
particular de donde el Rosacruz Robert Fludd
Andros lo tomaría y a través suyo acabarían

455
recogidos por distintas ramas de la Masonería.

[←27]
Aunque de cada uno de estos renglones la
tradición judaica no ha cesado en ofrecer
reflexiones, no deseo pasar por alto aquella que
explica cómo y por qué dios sustentó el
firmamento sobre la tierra con sólo tres y no
cuatro columnas como correspondería a los cuatro
puntos cardinales. «Dijo dios: si alguien dijera ¡Yo
soy dios! Dejadle que sujete ese lado como prueba
de su divinidad».

[←28]
Nada que ver con la imagen órfica de Noche
poniendo el huevo cósmico del que nacerá Amor
para poner en marcha al Universo cuya impronta
quedará recogida en corrientes Gnósticas, si bien,
como reflejan las mismas Sagradas Escrituras, el
pueblo hebreo, al margen de la religión oficial
continuó mostrando su veneración por divinidades
femeninas como Astarté.

[←29]
Siendo como es Génesis 1 heredero del relato
babilónico, el orden de la Creación sigue el
marcado por los días de la semana babilónica.

[←30]

456
He omitido la descripción del Paraíso a fin de
centrar el texto en lo esencial del capítulo. Cuantos
estén interesados en el tema de la hipotética
localización geográfica a la que apuntaban los
relatores del Génesis con el Paraíso cuya
descripción es abundante, pueden dirigirse a la
obra Hijos del Eden, de José Luis Espejo, donde
quedarán saciados de curiosidad, o pueden
esperar al volumen VI donde con ocasión de los
viajes abordaremos el particular.

[←31]
También cabe la posibilidad etimológica sugerida
por el mismo texto de emparentar el nombre Adán
con la voz tierra como sucede entre Humano y
humus.

[←32]
Un trabajo profundo y claro que hace accesible al
público general este capital motivo de la mitología
universal, es el ofrecido por J. Libis, titulado
precisamente El Mito del Andrógino.

[←33]
Los lectores interesados en acceder al discurso de
Aristófanes pueden hallarlo en El Banquete entre
189 c2 a 193 e1.

[←34]

457
El huevo, por su apariencia esférica, cerrada,
contenedora de potencial existencia, y
eclosionadora de la vida, es uno de los motivos
simbólicos más antiguos relacionados con la
perfección y el ciclo de muerte y resurrección
como el ouróboros, con lo esotérico dada que su
cáscara encierra, con el misterio de la Existencia
por ser y no ser vida, por su semejanza formal con
el embarazo y feto humano, y con los rituales de
fertilidad de Primavera donde se esconden y
roban huevos, se los hace rodar por laderas, se los
pinta de colores o se regalan como los Huevos de
Pascua.
Son muchos los mitos de la antigüedad que hacen
nacer de un huevo a sus dioses como el egipcio
Ptah, pero es el Orfismo el que de modo más
explícito desarrolla todo un mito en torno a este
símbolo en el mito de Fanes: Fanes nació de un
Huevo Cósmico que contenía la noche y día, lo
blanco y negro, lo masculino y femenino, la
generación y la destrucción…así se lo
representaba de color blanco y negro o en su
defecto de rojo, colores que se intercambiaban
para transmitir el devenir de la vida y la muerte.
La fuerza de esta ancestral imagen del huevo es
tan poderosa, que la denominada Mandorla
Mística, del arte cristiano, reproduce su esquema
a fin de beneficiarse de su poner significativo
encerrando en su interior al Cristo. Y por qué no
confesarlo…la propia ciencia del siglo XX, se
inspiraría en esta forma para hablar del Universo,
siendo el Big Bang la eclosión del mismo. Por si

458
fuera poco, las fotografías del Cosmos son
presentadas siempre de forma oval, cosa que nos
trae a la mente la forma del Huevo.

[←35]
Son muchos los personajes gemelares de la
mitología; por quedarnos sólo en la cultura griega
podemos citar a Zeus y Hera; Artemis y Apolo;
Selene y Febo; Hypnos y Thanatos… encontrando
su motivo algo camuflado como sucede en los
Evangelios donde Tomás es presentado como El
Gemelo.

[←36]
De hecho existe un conjunto de enseñanzas que la
Gran Tradición ha mantenido fuera del alcance de
la masa de creyentes en las religiones
Abrahámicas reunidas en lo que se conoce como
Libro Secreto de Halohin.

[←37]
Aunque el relato no lo describe, la superposición
de un árbol con una serpiente en el texto
reproduce mentalmente un motivo simbólico
antiquísimo como bien señala René Genon, a
saber: la ascensión de una Espiral sobre el Eje
Axial, el mismo que aparece en el báculo de
Moisés, en una hiedra sobre una columna, en la
serpiente y el tirso de Dioniso…

459
[←38]
Finiquitaremos el asunto del Jardín en el volumen
V con ocasión de explicar los claustros monacales.

[←39]
Esta es la razón por la que a Virgilio autor de
Bucólicas, sólo le otorgan la primacía del género
en la literatura occidental, aunque este título
también sería cuestionable.

[←40]
Como advirtiera el filósofo existencialista Sartre:
«El Infierno son los otros».

[←41]
Al menos una vez al día, la mente sana desconecta
de cuanto le rodea entregándose confiada sin
remedio al mundo de los sueños, donde para su
descanso fluyen codificadas las fobias y pasiones
diurnas, sin otra censura que la simbología. Algo
parecido hace toda época y sociedad para escapar
de la realidad cuando crea y se recrea en las
distintas facetas artísticas a las que confía la dura
tarea de presentar y representar sus anhelos y
frustraciones en un lenguaje cifrado, cometido que
ejecutan de modo gozoso sin escatimar esfuerzos,
recursos y artificios, en un derroche de fantasía e
imaginación de las que ninguna otra faceta
humana es capaz, ni se puede permitir. Y de entre

460
todas ellas, ha sido la literatura la que mejor ha
cubierto tan romántica necesidad colectiva de
evasión, pero sin renunciar a su propósito
educacional, comprometido, responsable,
ejemplificador, corrector, crítico y moralizante por
la que fueron conocidos como textos utópicos e
idealistas. Así, a parte de la proyección mitológica
donde la humanidad reflejaba toda su
potencialidad, y de los relatos religiosos de sobra
conocidos, la ficción de la República literaria, ha
sido pródiga en formular otras sociedades y otros
mundos cuya realidad es situada en otro tiempo,
sea pasado, futuro, o en paralelo coincidente con el
presente, en cuyo caso acontece en lugares remotos,
perdidos o desconocidos, e incluso rizando el rizo
en otros planos y dimensiones. Cuando no todo
junto y a la vez: Hasta los siglos XIX y XX la
literatura de todo género era proclive por lo
general a situar en el pasado sus modelos
idealizados y sus ejemplos de lo que debía ser. De
este modo, bajo la impresión convincente de que
todo tiempo pasado fue mejor y con el Paraíso
Judeo-Cristiano como referente perenne,
encontramos la famosa Atlántida de Platón, la
Arcadia de los poetas, la mítica ciudad perdida de
Thule de los Arios, el legendario Camelot… El
contrapunto, dado por la ley del péndulo la
tendríamos a partir precisamente de la revolución
francesa, cuando se empieza a ver el futuro como
un polo de atracción excitante y motivador, cuyo
lema sería «Nuevo», «Evolución», «Progreso»… La
figura cristiana del Cielo se traducirá ahora en el

461
venidero Estado Socialista de Marx, en las
Naciones Unidas que gozarán de la Paz perpetua
Kantiana o el advenimiento de los extraterrestres
venidos de Andrómeda, Orión o Ganímedes, que
hay para elegir. Y en medio estarían aquellos
autores que, o bien dejaron fuera del tiempo sus
creaciones, o las hicieron contemporáneas, pero
deslocalizadas, en ésta categorías estaría la Utopía
de Tomás Moro, Las sociedades y culturas descritas
por Swift en Los viajes de Gulliver, El país de las
Maravillas que describe para Alicia L. Carroll, etc.
Pues bien, de igual modo que hay personas que no
renuncian a ver cumplidos sus deseos, por
imposibles e irrealizables que éstos parezcan al
despertar, dejando de dormir hasta verlos
realizados, como les ha pasado a artistas o
científicos, también han habido colectivos que
creyendo en una idea se han entregado de modo
que, a parte de las multinacionales y los partidos
políticos, los religiosos se han agrupado en
comunidades y los anarquistas en comunas. Entre
ellos, hay un sinfín de matices no fáciles siempre de
distinguir porque tienen en común plantear al
individuo y a su sociedad una alternativa a lo que
hay, al sistema, a lo que impera, ambos modelos
con poco éxito. Así tenemos que, desde el XVII han
surgido movimientos como los Maromitas, los
Cuáqueros… y últimamente proliferan las aldeas
libertarias, las casas okupa, e incluso un
experimento en la india digno de mención. Mas su
sola perseverancia, se nos antoja una muestra de su
viabilidad. Desde que la humanidad alzó la cabeza

462
para otear el horizonte en la sabana africana, tiene
anhelo de trascendencia, sueña con un futuro
mejor, fabula con modelos ideales por los que
conducirse, por lo que, erradicar la utopía de entre
nosotros, sería como retroceder a la animalidad en
la que sólo cuenta lo que acontece, como acontece
sin otra guía que el instinto y en consecuencia podría
decirse que una sociedad tal, lejos de llegar al
originario feliz estado salvaje aludido por Rousseau
y compañía, apenas superaría el infeliz nivel de
bestial donde no habría cabida para el bien o el mal
y por supuesto no podría plantearse la cuestión de si
vivimos en el mejor de los mundos posibles, tal y
como llegó a afirmar Leibniz.

[←42]
Sobre este tema volveremos al tratar la cultura
celta y druidica en Irlanda y Gran Bretaña.

[←43]
He encontrado en un artículo de, Ariel Álvarez
Valdés, una convincente explicación muy similar a
la mia.

[←44]
De estas tres figuras hablaremos en breve con
ocasión de abordar la Caída de Adán y Eva.

[←45]

463
En el volumen II ya vimos como el tabú
prefiguraba estas categorías que con el tiempo se
refinarían en su catalogación hasta parar a la
noción de Pecado, recorrido que como cualquier
concepto tiene su historia: sin salirnos del relato
que nos ocupa, apreciamos que el error de Eva
consiste en desobedecer a Dios al comer del árbol
prohibido conscientemente de su proceder; no así
de claro queda en Adán quien come de la mano de
Eva. No obstante, ambos son castigados por igual
y también es castigada la serpiente por tentadora.

[←46]
Aquí, en el siglo V, Jerónimo tradujo al latín
«Lucifer» y desde entonces designó al Ángel
Caído.

[←47]
El grito con que Dios dominó a ese Príncipe
recuerda el de Pan, de donde proviene el término
«Pánico».

[←48]
Sobre estas endebles bases teológicas, seria
condenado siglos después las fundadas
especulaciones de un genio como Giordano Bruno
de quien tendremos oportunidad de hablar en
volúmenes posteriores.

464
[←49]
El Yazidismo es una antiquísima religión irania
zoroástrica, que soporta la acusación de ser una
secta adoradora de Satán por parte de otras
creencias que confunden al protagonista de su
culto con la de Lucifer o Samuel.

[←50]
La casualidad ha querido que coincida con la
Pascua judía y la Semana Santa cristiana.

[←51]
Quienes estén interesados en profundizar en este
mito, recomiendo la obra de Lois Sechan El mito
de Prometeo.

[←52]
En esto disiento de Maria Araceli Laurence, quien
prefiere hacerlo provenir del indoeuropeo man
que significa ‘pensamiento’, ‘reflexión’,
‘sabiduría’. Los griegos mismos le daban a
Prometeo el sentido de: ‘prudente’, ‘previsor’.

[←53]
En el Génesis observamos cómo Dios inicialmente
no es muy severo, a Adán y Eva por haberle
desobedecido les castiga únicamente con la
muerte, parir con dolor y ganarse el pan con el
sudor de la frente, es decir, trabajar. De hecho, a

465
Caín, lejos de castigar su asesinato, lo marca para
protegerle de la comprensible venganza de otros
hombres. Pero llega un momento en que se harta de
la humanidad y decide enviar el Diluvio; después
de eso se conformará con destruir ciudades como
Sodoma o Gomorra, con confundir las lenguas en
Babel y algunas otras jugarretas cada vez más
suaves y más localizadas en el tiempo y en el
espacio.

[←54]
En Atenas, se había dedicado un altar a Prometeo
en la Academia de Platón. Desde allí partía una
carrera de antorchas celebrada en su honor por la
ciudad, en la que ganaba el primero que alcanzaba
la meta con la antorcha encendida.

[←55]
A diferencia de los hebreos, los griegos no tenían
un concepto similar al de «Humildad» como dejo
esclarecido en mi Discurso contra la humildad;
empero, si conocían esta aspiración de
endiosamiento humana y su consiguiente castigo
divino y por ende, reproche moral y social.

[←56]
Er es un hombre de Panfila, hijo de Armenio, a
quien Clemente de Alejandría identifica con
Zoroastro. Son coincidencias como esta las que
excitan de continuo mi mente en la dirección que

466
sugiero de continuo en esta Nuestra Historia.

[←57]
Recuérdese que un temor parecido le sobreviene a
dios en el Mito de Samuel.

[←58]
Algunos textos explican el nombre de Caín
indicando que se levantó tan pronto como nació,
salió corriendo y volvió con una espiga de trigo
que entregó a Eva, quien inmediatamente lo llamó
Caín, que significa «tallo». Todo ello remite a al
mito de Hermes por su repentino crecimiento y al
de Demeter por la espiga de trigo.

[←59]
Pese a la coincidencia de nombre y asociación a la
metalurgia, no debemos confundir a Tubal Caín
con Tubal, hijo de Jafet y nieto de Noe cuya
relevancia para Nuestra Historia será apuntada al
tratar el lugar más santo del Islam en el volumen
V al comentar los antecedentes de la Kaaba.

[←60]
En esta ocasión, ofrezco un resumen evitando las
reiteraciones y paralelismos de las genealogías.

[←61]
Desde muy niño, mi madre me leía pasajes

467
escogidos de la Biblia; así, pronto reparé en la
figura de Matusalén, a la que convertí en modelo
de longevidad, percatándome también desde muy
niño que la longevidad no era más que un
aplazamiento de la muerte y que Matusalén murió
a los 975 años de edad como mi pollito Calimero.
Con todo, fue un referente infantil y adolescente
hasta que a los dieciséis años resolví el conflicto
sobre la inmortalidad del alma, si hay o no
trascendencia, si hay un Más Allá, es decir, si la
conciencia del individuo sobrevive a la
desaparición del cuerpo físico y más
concretamente, si yo, el gran Nicola seguiré
existiendo o dejaré de existir, que haya o no dios,
lo quiera dios o no lo quiera, yo soy; y pase lo que
pase, tras mi muerte que contemplo como algo
natural y esencial, yo habré sido, lo cual es
imborrable del registro existencial, por muchos
eones que sucedan; por muchos mundos que se
releven; sea el tiempo y el espacio finitos o
infinitos… Yo, he sido. Esta autoenseñanza la
recogí en mi ensayo titulado Trascendencia en la
inmanencia.

[←62]
En el Antiguo Testamento encontramos tres Enoc:
el primero, Enoc Primogénito de Caín, el último
Enoc nieto de Abraham, y entre ambos Enoc el
padre de Matusalén, abuelo de Lamec y Bisabuelo
de Noe. Es a este último a quien se atribuiría la
autoría del Libro de Enoc.

468
[←63]
Se conocen otros tres Libros de Enoc: 2 Enoc
escrito a finales del siglo I; 3 Enoc escrito en
hebreo y 4 Enoc redactado en copto, ambos del
siglo V o posteriores.

[←64]
Dado por perdido en Occidente hasta que en 1773
James bruce localizara un ejemplar en Abisinia y
realizara tres copias una de las cuales fue
consignada a la Biblioteca Nacional de París, otra
donada a la Biblioteca de Oxford y la tercera se
especula que esta custodiada por la rama escocesa
de la Masonería.

[←65]
Sobre este particular conviene consultar la obra
del antropólogo M. Harris Reyes y Caníbales.

[←66]
De la importancia del oso como ser superior para
el hombre prehistórico ya se trató en el volumen I.

[←67]
Gracias a esta obra de Lucrecio, la noción de
átomo pudo rescatarse del olvido y resurgir en
plena Modernidad.

469
[←68]
Este tema hemos de tenerlo presente cuando en el
volumen V abordemos el Ciclo Artúrico y
retomemos la importancia capital de la figura
sagrada del Oso.

[←69]
El tema resulta familiar para los eleusinos si
voleteamos por las palabras de paso.

[←70]
Además de en Génesis también se menciona en I
Crónicas y en Miqueas 5,6.

[←71]
Este tema de Júpiter aparece velado en Génesis 22
durante el pasaje del Sacrificio de Isaac cuando se
escoge a un carnero como víctima sustituta, pues
precisamente este animal representaba a Júpiter.
El nombre latino Júpiter, proviene de la raíz
indoeuropea Dyu que significa (luz) y piter que
significa (Padre) pudiéndose traducir por Padre
de la Luz. Igualmente el término Dios que
proviene del latín deus, como Zeus, tienen idéntico
origen etimológico cuyo significado es (Ser de luz).

[←72]
Una interpretación psicológica freudiana del
símbolo onírico de la escalera no puede ser

470
descartada por cuanto Freud era judío y en este
aspecto seguramente aportó conocimiento secreto
que manejaban ciertos círculos judíos.

[←73]
Su pronunciación implicaba fonéticamente el
concepto de vergüenza, recurso empleado por los
rabinos a fin de despreciar divinidades
extranjeras.

[←74]
Judíos y musulmanes creen en un dios solitario.
Pero cada vez son más los estudiosos que
acumulan indicios para sospechar que Dios no
estaba tan sólo como se nos ha querido hacer
entender, acaso por ello, a Yahvé
sorprendentemente en ocasiones la Biblia le llama
El.

[←75]
Se ha especulado, en cambio, sin ninguna prueba,
con que Judas Iscariote era «Judas el sicario».

[←76]
Un buen texto para introducirnos en los recovecos
de la cuestión esenia lo representa el erudito
trabajo Los hombres de Qumrán de los
especialistas F. García y J. Trebolle, dado que
hasta el descubrimiento de los Manuscritos del

471
Mar Muerto localizados en las inmediaciones de
Qumrán en 1947, los esenios fueron sólo conocidos
por las referencias de autores antiguos como
Plinio el Viejo o Flavio Josefo.

[←77]
La voz esenio puede apuntar diversos significados
como Hacedor de la Ley (legislador), piadoso o
santo, según la hiciéramos derivar del hebreo, el
arameo o el griego respectivamente, siendo en mi
opinión la primera acepción la más adecuada. Con
todo, algunos especialistas la emparentan
etimológicamente con un término arameo que
significa «sanador», lo cual, les relacionaría
primero con los Terapeutas y después con una de
las más públicas facetas del Jesús de los
Evangelios.

[←78]
Desde que se descubrieron los documentos del
Mar Muerto, Qumrán se ha erigido en el referente
esenio más importante para el estudio y
comprensión de su movimiento. Sin embargo,
Flavio Josefo da testimonio de que en el siglo I la
comunidad esenia de Jerusalén ascendía a 4000
miembros.

[←79]
Los esenios se consideraban los legítimos
herederos del sacerdocio sadoquita concibiendo su

472
comunidad el templo de Dios.

[←80]
Gracias a La Regla de la Comunidad, el Documento
de Damasco y el Libro de Himnos hallados en
Qumrán, estamos en disposición de conocer
detalles sobre el modo de ingreso, la organización
y aspectos cotidianos de la comunidad.

[←81]
Un muy completo y ordenado compendio de textos
qumránicos traducidos al castellano lo ofrece
Florentino García Martinez en su obra Textos de
Qumrán.

[←82]
Si nuestro trabajo versara acerca de la Historia
Oculta del Cristianismo, tengan por seguro que
sería forzado dedicar varios capítulos a
comprender la Figura de Pablo, viéndonos
obligados a confrontar los Evangelios con Hechos
de los Apóstoles, además de con las Cartas de
Pablo. Sin embargo, de momento prefiero
esquivar su problemática por cuanto enturbia más
que aclara el episodio ahora comentado,
demorando este asunto al volumen V cuando
tratemos el espíritu de renovación eclesial
auspiciado por las órdenes mendicantes. Una
buena obra introductoria a la controversia
paulina es el texto de Ana Martos, Pablo de Tarso

473
¿Apostol o hereje?

[←83]
Como veremos en el volumen V, también el Islam
asumirá esta tradición del Antiguo y del Nuevo
Testamento.

[←84]
Para ponerse al tanto de la coincidencia
espaciotemporal que concurre entre la Ilustración
y la Masonería, remito a los lectores a mi obra La
Ilustración Iniciada.

[←85]
Pero si el mensaje evangélico de Juan enfatizó la
importancia espiritual de la palabra hecha carne,
la trayectoria teologal cristiana pronto se ocuparía
de corregir el rumbo e hizo que la carne se
convirtiera en pecado. El natural materialismo
humano, el mismo que empujara a Tomás a pedir
pruebas de identidad a su Maestro, llegando a
meter el dedo en la llaga para verificar su
autenticidad, provocó que los seguidores de Jesús,
tomaran al pie de la letra su promesa de volver
triunfalmente. Pero, mientras esperaban la
segunda venida de Cristo, lo que llegó fue la
Iglesia. Y ¡menos mal! porque aquellas gentes de
marcado carácter práctico latino, incapaces de
sentir una espiritualidad abstracta como la judía,
bastante sufrían ya con la reducción de dioses del

474
Olimpo a la Trinidad, como para que se les
arrebatara también estatuas, imágenes,
medallones, copas, velas, reliquias, cultos, fiestas,
libros, cartas, sacerdotes, y cuantos elementos
darían consistencia material al Catolicismo. Así,
cuando el evangelista Juan declaró «Y la Palabra
se hizo carne»( 1,14) no hizo otra cosa que
satisfacer aquel apetito ávido de sustancia, del que
participa toda la doctrina cristiana en la que el
Dios etéreo, invisible, inefable, infalible, oculto en
el Sancta Sanctórum se encarnó en un Hombre, se
supone, con todos sus placeres, sufrimientos,
sentimientos y voliciones, de no querer
minusvalorar tan generoso gesto de su parte. Y
efectivamente, así lo creemos todos los Católicos,
Fe que basamos en el legado escrito de los
Evangelistas recipiendarios de testimonios
directos de los hechos, en los que se recoge
imágenes muy ilustrativas de un Jesús que come
en casas pudientes, tiene necesidad de descanso
junto a sus discípulos, se encoleriza en el Templo,
duda ante una petición materna, padece
tribulación al ver como se suceden los
acontecimientos, tiene sus más y sus menos con la
parentela, se deja perfumar pies y cabellos por sus
discípulas ¡Perdón! ¡Prostitutas! ¡Perdón!
¡Perdón! unas mujeres que andaban por allí
perdidas y le seguían a todas partes. Bueno, a
todas partes…¡No! Los Evangelistas, muy, pero
que muy sutilmente, supieron hacer referencia a
las repentinas ausencias del personaje de escena
con la excusa de que se retiraba a orar. ¡En fin!

475
En su humanidad, tan humano como cualquiera
de nosotros. ¿Qué ha sucedido entonces para que,
de la fuerza de una estampa tan relevante como
que Dios se haga carne, santificando con ello
nuestro cuerpo, nuestra materialidad, y cuanto de
ella emana, de pronto se hiciera una lectura
abiertamente dispar que repudia a la razón colegir
que, de tal premisa pueda seguirse conclusiones
como las emitidas en los programas de educación
sexual que impartirá la Iglesia en centros
religiosos y parroquiales, donde se recoge que la
masturbación es un vicio o la homosexualidad una
disfunción? Durante la carrera de Teología se me
sugirió como posible explicación, que la culpa a
este respecto estaba sembrada en el hilemorfismo
griego, idea filosófica pagana que nos divide en
materia y forma, en cuerpo y alma. Algo de ello
hay. Pero no me convence el hecho que de latinos
solo se recoja su materialismo mas no sus Vestales
y de los griegos su hilemorfismo pero no sus
Banquetes dionisíacos, etc. La verdad es que, el
cristianismo se nutrió de distintas tradiciones
anteriores, como los cultos a Mitra, los misterios
griegos, la filosofía de Zoroastro, los ritos egipcios,
distintas prácticas orientales, y por supuesto de la
cultura hebrea, influencias que desde un principio
afloraron entremezcladas, unas veces de forma
armoniosa como en la festividad de San Juan o de
la Navidad, otras en constante pugna como con los
carnavales, pero siempre, con dos marcadas
tendencias heredadas: de una parte, la vertiente
que denominaré minimalista en la que enmarco la

476
corriente asceta, esotérica, puritana, anacoreta,
recogida, separada, sectaria, unívoca, elegida…y
de otra la vertiente maximalista, en la que
circunscribo la inclinación sensual, sensorial,
sincretista, exotérica, exaltada, comunitaria,
participativa, plural, universal…Entre ambas
corrientes que ya se daban con anterioridad a la
irrupción del Cristianismo, apareció la institución
eclesial que debió abrirse paso entre los excesos de
unos y otros, para acabar imponiendo un modelo
que, por serle ajeno como lo es la organización
Estatal, a priori no parecía llamado a triunfar en
su seno, pero que a la postre le ha permitido
sobrevivir, cosa que difícilmente hubiera
conseguido de haberse decantado por una de
aquellas dos alternativas, siendo la suya la de dar
cabida a todas ellas, siempre y cuando, no pongan
en peligro el monopolio de la interpretación de las
Sagradas Escrituras, la enunciación de Dogmas, el
control de las almas a través de la administración
de los Santos Sacramentos y no se cuestione la
legitimidad jerárquica del sacerdocio. Pues bien,
esta tercera vía por la que optó la Iglesia Católica,
que requería equilibrios doctrinales entre las
diversas posturas, armonizar las múltiples
tradiciones apostólicas de las que todos se
proclamaban directos depositarios, pactos entre
oponentes de fuerzas iguales, ortodoxia,
reglamentación, y todo lo que fuera preciso para
gobernar una cada vez mayor estructura que
crecía por momentos con vocación de perdurar,
primó como no podía ser de otra manera, los

477
sacrificios particulares a favor de la causa, que
fueron elevados a la categoría de Mártires y
Santos, por hechos generosos de dedicación,
fidelidad, extremo sufrimiento por persecución y
tortura, al extremo de anteponer su Fe a su vida.
Es lo que sucede cuando se tiene por líder
espiritual a un crucificado, en vez de, a un
rechoncho sentado sonriente como Buda…que a
algunos se les mete en la cabeza emularlo, por lo
que si Dios pudo hacerse hombre padeciendo por
nuestros pecados, acaso ellos, por vía de la
mortificación del cuerpo podían convertirse en
dioses. Es la falacia que en lógica se conoce como
la afirmación del consecuente. Claro que la Iglesia
no es la única en cometer el error inverso;
hedonistas, onanistas, libertinos, y cuantos deciden
entregarse de lleno al frenesí de los placeres
carnales, no se quedan cortos al respecto, cuando
desean justificarse, sin necesidad alguna para ello,
argumentando que si Dios es amor, el Amor es
dios, motivo que les convierte en gente practicante,
muy celosa de su credo. De este modo, las dos
prácticas ancestrales que al inicio de los tiempos
eran realizadas de modo alterno en armonía,
pronto empezaron a retroalimentarse mutuamente
de modo refractario originándose los primeros
especialistas, desde entonces antagónicos: si el uno
disfrutaba de la gula, el otro hacía ayuno; si aquel
gustaba de recibir masajes y ungüentos en todas
las partes de su cuerpo, éste se daba latigazos; que
esos frecuentaban fiestas, espectáculos recargados
de distracciones bulliciosas con abundante gentío,

478
los otros decidían retirarse del mundanal ruido
apartándose de ciudades, pueblos y caminos para
vivir en completa soledad, y cómo evitarlo, si la
mayoría de los mortales se entregaban a los
placeres sexuales, ellos harían lo posible por
esquivarlos. No es difícil comprender el desarrollo
de estas dos facetas en su paulatina efervescencia:
la primera radicalización, apareció en quienes
deseaban destacarse del resto emprendiendo el
sacrificado camino de la privación, el sufrimiento
y el dolor inflingido de modo gratuito al que ya de
por si supone el hecho de existir, de lo que cabe
colegir que, el mismo debió aparecer en un
momento dado del acontecer histórico en el que la
abundancia de alimentos, seguridad colectiva, y
salud personal, además de vestido y otras
comodidades debían estar bastante extendidas
como para que sufrir fuera algo diverso a lo que
acontecía al grupo del que uno deseaba destacarse.
La radicalidad del Maximalismo debió ser muy
posterior: Seguramente después de que el modelo
radical Minimalista fuera elevado a los altares,
alabado, santificado y adorado, lo que ya para
muchos fue una ofensa a su modo de vida natural.
Pero su extremismo apareció tan pronto lo que
desde la Creación de Adán y Eva fuera nuestro
instinto primigenio, se prohibiera convertido en
pecado, distinción esta que para muchos
moderados le añadiera un plus de atractivo del
que carecía hasta entonces.
Está bien explicar cómo se sucedieron los
acontecimientos, pero ¿cuál fue el factor

479
determinante que hizo preferible
institucionalmente para la iglesia la vía
Minimalista a la Maximalista? Más o menos ya ha
sido apuntada anteriormente: si bien el
cristianismo primitivo, espontáneo, libre,
personal, que esperaba ardientemente la
inminente segunda vuelta de Cristo ponía el
acento en la Vida hechos y palabras de Jesús, tan
pronto como se percataron que el asunto iba para
rato, precisaron de reflexión, compromiso,
organización, para poder transmitir la Fe a las
siguientes generaciones con la mayor fidelidad
posible, de modo que pareció más apropiado
decantarse por prácticas que con mayor sencillez
permitieran cumplir dichos objetivos que aquellas
que pudieran ponerlos en riesgo. Huelga decir que
el retiro, el ascetismo, la abstinencia, el ayuno, etc
están más en consonancia para dicho menester
que aquella otra manera de entender la realidad
muy válida para el final de los tiempos, pero de
complejo acomodo institucional, más allá de lo que
ya la hace pervivir en los individuos la propia
Naturaleza. Y precisamente eso fue lo que hizo
que la Iglesia, de modo oficial, se decantara por
Santificar la especialización en la privación de los
placeres: apostó por esforzarse en conservar el
camino más arduo y retorcido que da acceso a la
divinidad en la convicción de que su dificultad
valida su corrección, dado que el otro sendero
ampliamente transitado, ya tenía a la misma
Naturaleza humana de su parte y no corría riesgo
de perder su tradición, si bien, se corría el peligro

480
de dejarse llevar, y no alcanzar la meta. Detrás de
esta elección arbitraria de que lo difícil es
preferible a lo fácil moralmente, se esconde la
milenaria tradición sacrificial, solo que ahora en
lugar de entregarse al dios a una virgen, al
primogénito, un cordero, distintas ofrendas, o
consagración de templos, se le entrega el propio
sufrimiento como expiación, no vaya a ser que la
simple Oración, el buen comportamiento, y la sola
Fe no sean suficientes para un Dios Bueno y
misericordioso. Por supuesto, el culto al cuerpo, el
hedonismo, la sensualidad, no han desaparecido
de la realidad humana ¡gracias a Dios! Pero si lo
han hecho, al menos oficialmente, de la Iglesia
Católica, si obviamos lo que sucede intramuros, si
solo atendemos a sus discursos. Evidentemente la
fuerza del instinto rebasa cualquier propósito de
la conciencia, con igual virulencia que esta se
propone reprimirlo, unas veces aparece sublimado
a través del refinamiento artístico, culinario,
científico, deportivo, otras traducido en el ejercicio
del Poder, la acumulación de riqueza, la actividad
bélica, y no en pocas ocasiones aflora pervertida
en el gusto por someter sádicamente a los más
débiles, aplicar tortura a infelices, y querer
dominarlo todo para ser omnipotentes,
omniscientes y omnipresentes, en una versión
oscura del Dios al que dicen seguir. En aquella
primigenia elección de la Institución eclesial, aun
cuando ya había plena conciencia de lo que se
quería, como lo prueba Ireneo en el siglo II, dudo
mucho que su desarrollo posterior fuera apetecido

481
antes de que Constantino recompusiera el
Paulismo en la maquinaria eficaz que sobrevivió a
la caída del Imperio Romano Occidental. Y hasta
me atrevería a afirmar que los ulteriores
desarrollos más que deseados, fueron
consecuencia de una racionalidad enfermiza que
convirtió la Teología en un tinglado cuya
coherencia interna requería mayores reajustes que
todo el sistema aristotélico ptolemaico. Así fue,
como prevaleció en la historia la Iglesia seguidora
del Cristo Muerto, mientras el mensaje y obra del
Jesús vivo pervivió soterradamente; Mas para ser
justos, la pervivencia de esta última, solo ha sido
posible gracias a la fortaleza mostrada por la
estructura de la otra, que mal que bien, ha
conservado parte de textos, tradiciones, cultos…y
quien sabe si hasta de la verdad que dice
transmitir. Pues bien. Va siendo hora de que
Roma atienda los signos de los tiempos sabiendo
vislumbrar en la otra vía Maximalista, que otrora
acallara en favor de la Minimalista, más propicia
a sus anteriores intereses, la tabla de salvación que
necesita, ahora, que dicha opción parece agotada
por haberse desviado de su virtud. La historia ha
enseñado que la vía ascética, la privacidad
sensorial, el silencio, la soledad, y demás prácticas,
bien encauzadas pueden elevar el espíritu hasta el
Éxtasis espiritual como en el caso de Santa Teresa
o san Juan de la Cruz, pero también puede
arrastrar la mente humana a lo más sórdido y
aberrante de nuestra Naturaleza como lo prueban
los casos de pedofilia y los cuadros ilustrados por

482
el Marqués de Sade entre cuyos personajes
principales siempre figuraban clérigos y miembros
de la Curia. ¿Por qué entonces empeñarse en
apostar por esta vía que ha demostrado no ser
segura, cuando existe otra cuyos resultados, en mi
opinión, no son distintos de los ofrecidos ahora?
Con ello, podría abrirse una segunda vía de
Salvación… La mirada estética, la insinuación
sensual, la sugerencia sensorial, la aspiración
apolínea, el goce dionisíaco, el esfuerzo cosmético,
la contemplación narcisista, el culto al cuerpo, y
evidentemente el sexo, pueden ciertamente
comportar vicios, pero no más que sus opuestos,
que también dan lugar al genio artístico como
Debussy, la construcción de catedrales góticas,
ejemplos de superación y honradez como los
atletas y deportistas, las mismas fiestas, la
gastronomía, los avances científicos, etc. ¿ Por qué
entonces a la una se la continua midiendo por sus
virtudes y a la otra por sus vicios cuando amabas
bien practicadas pueden traer el éxtasis u orgasmo
psicosomático y mal llevadas con exceso sin
cuidado pueden degenerar en vicio? En mi
opinión, el Catolicismo debe afrontar su enésima
reforma sin miedo a romper con la Tradición,
pues es Tradición en la Iglesia acomodarse a
cualquier circunstancia sin renunciar a lo esencial,
que no son ni el idioma en el que se expresa, ni su
vestimenta, ni su calendario eclesial, ni sus
liturgias, ni las Sagradas Escrituras, ni la forma
en que se administran los Santos Sacramentos, ni
siquiera los Dogmas de Fe, pues todos ellos han

483
sufrido y sufrirán diversas transformaciones, sino
su supervivencia como Institución, cosa que en
principio está garantizada por parte del Espíritu
Santo, pero como quiera que los seres humanos
estemos capacitados para obrar en contra de
nuestros intereses por habernos creado Dios libres
a su imagen y semejanza, podría ocurrir que no
fuera así, de continuar resistiéndose su burocracia
vaticana a hacer lo que sus antecesores supieron
hacer cuando debieron hacerlo, es decir, acometer
las necesarias reformas, sin miedo a romper con
cuanto de accidental y perentorio había en su
seno, desprendiéndose de todo ello como si fuera
un lastre, para reemplazarlo por nuevas y mas
eficaces instrumentos con los que seguir guiando a
las almas sin necesidad de cambiar de religión,
porque no otra cosa les sucede a las doctrinas que
fieles a su tradición, cuando su tradición no fue
fiel más que a su necesidad, que acaban por
agarrotarse por un idolatrado pasado que las
incapacita para responder a la necesidad de su
tiempo que pretender atender con fórmulas
eficaces cuando fueron aprobadas, pero del todo
caducas para su presente, que acaban por
languidecer en una escandalosa agonía hasta verse
superadas por una espiritualidad de nuevo cuño
que si sabe recoger cuanto de bueno había en su
antecesora.
Si en nuestro imperfecto mundo, todos los caminos
llevan a Roma, con mayor seguridad lo harán a
Dios que está en todas partes habitando, no en las
leyes pétreas, sino en el corazón de los hombres.

484
Por eso la Iglesia Romana debería plantearse
seriamente, no ya abolir la obligatoriedad del
celibato, la prohibición del acceso de la mujer al
sacerdocio, la condena de la homosexualidad, el
divorcio y resto de posiciones anacrónicas sin
fundamento en los evangelios que alejan a la
Iglesia institucional, de la Iglesia Pueblo de Dios,
imposibilitando la fluida comunicación de la
Verdadera Fe, cosa que en tiempos de Pío IX
hubiera sido vanguardista pero que ahora
resultaría insuficiente para contra restar el recelo
—cuando no mofa— general hacia cuanto se diga
desde un púlpito eclesial, sino apostando
decididamente por dar cabida dentro de la
Institución, sin por ello prohibir las que hasta
ahora son la norma – gran error del Vaticano II –
aquellas opciones defenestradas por motivos
ajenos a la auténtica práctica religiosa, que
gozaron en otro tiempo de probado prestigio entre
la noble aristocracia, que de actualizarse, podría
elevar de nuevo la relevancia social de quien
ocupara el Trono de San Pedro, facilitando a su
vez, la continuidad de la labor Evangélica.

[←86]
Las características del nacimiento de Juan
Bautista son las mismas que las de Isaac.

[←87]
La piedra en el sistema hebraico padeció el mismo
proceso de degradación en su condición que la Luz

485
en el sistema zoroastrico pasando de ser divinidad
a mero signo de Ahura Mazda.

[←88]
La resistencia de la piedra a ser reemplazada
definitivamente por un dios abstracto podrá
constatarse con mayor nitidez cuando tratemos el
enigmático caso de la Piedra Negra ubicada en
una esquina del recinto sagrado musulmán
denominado Kaaba en el volumen V.

[←89]
En mi ensayo Las piedras de la Biblia, he recogido
más de setecientos casos en que la piedra es
utilizada significativamente en el relato.

[←90]
La matización «durante su predicación pública»
obedece a que Jesús como mínimo realizó otros
viajes también recogidos por los evangelistas como
el realizado siendo un reciébn nacido con sus
padres o el que realizaría una vez resucitado para
reunirse con sus discípulos. Esto sin entrar a
valorar las distintas especulaciones sobre sus
viajes durante los denominados años perdidos u
etapa oscura de Jesús donde se le sitúa en distintos
puntos de la cuenca mediterránea e incluso en la
India.

486
[←91]
Esta inclinación espiritual antes que política la
veremos refrendada en la Dinastía Merovingia.

[←92]
Mesías en hebreo significa Ungido, práctica
ritualística que se le aplicaba al personaje
destinado a reinar en Israel y liberar a su pueblo
de la opresión extranjera, restableciendo el
perdido esplendor de la época de David y
Salomón. El término correspondiente a ungir en
griego era Krisma de donde derivará la voz
Cristo. Sin embargo, comparto por entero la
sospecha vertida en 1869 por Louis Jacolliot en su
obra La Biblia en la India, o la Vida de Jesús
Christna, acerca de que la semejanza fonética
evidente entre Cristo y Krishna en relación con el
asombroso paralelismo entre la vida de ambos
personajes, no puede obedecer a la mera
casualidad, de lo cual concluye que, parte de las
doctrinas reflejadas en los evangelios, son
traducción cultural de la antiquísima mitología
india. Ya en el siglo XX son muchos los expertos
que reconocen la abierta semejanza entre el
budismo y el cristianismo, verbigracia en el
contenido del Sermón de la Montaña y que
especulan con la posible conexión entre la facción
de los terapeutas con la que podría estar
relacionado Jesus dada su afición a sanar
enfermos con una escuela budista afincada en
Judea denominada Teravanda.

487
[←93]
Aquí nos viene a la cabeza la famosa sentencia de
Alfred Loisy «Jesús anunció el Reino de Dios y lo
que llegó fue la Iglesia».

[←94]
Ya he mostrado mi extrañeza por lo paradójico de
que, en una religión como la nuestra, donde Dios
se materializó en un cuerpo de carne y hueso
santificando con ello el Templo terrenal del Alma
Inmortal, los placeres que este le pueda aportar en
vida, sean reiteradamente despreciados por la
Iglesia. Pues bien, ahora toca presentar
perplejidad por el curioso hecho de que, el motivo
central de nuestro rito cristiano, cuál es, la
eucaristía, naciera, no de un acto abstracto
espiritual sacerdotal de marcado carácter
institucional, sino de algo tan mundano como lo es
un fraternal Banquete de despedida al que acudió
Jesús acompañado de sus más fieles colaboradores
que ha pasado a la historia como «La última
cena». Etimológicamente, el término «Eucaristía»
procedente del griego (Eu) que significa bien y
(Járis) que puede traducirse por resplandor,
gracia, belleza – de ahí las tres Gracias –
tradicionalmente se le ha asignado el sentido
sacramental de «Acción de gracias» por parte de
los fieles hacia la divinidad. Y sin embargo,
también cabe, no sin cierto grado de libertad,
interpretar la Eucaristía como ¡Buen provecho!

488
que parece más conforme con los hechos aquella
noche acaecidos. Porque, es curioso que de los
Siete Sacramentos, cuatro suelen ir acompañados
de banquetes y jolgorio (Bautizo, Comunión-
Confirmación, Matrimonio y Orden Sacerdotal)
uno tenga que ver precisamente con la abstinencia
de ello (Penitencia) otro por fuerza se ve impedido
para ello (Unción de los enfermos) y la Eucaristía,
dónde explícitamente se habla de pan y vino,
resulta que estos aparecen representados por la
más rácana escuela de cocina minimalista que
quepa imaginar. Y es verdad que no sólo de pan
vive el hombre. ¡Pero hombre! ¡Viva el pan! Que
la Fe no se alimenta de rezos y oraciones. Los
momentos más importantes de sus vidas, la gente
corriente suele festejarlo por medio de comidas
comunitarias donde a falta de otro motivo para
ser felices en la vida, llenar la andorga en
compañía de familiares y amigos, satisface esas
otras ausencias del espíritu permitiendo
sobrellevar lo que Kundera definiera como «la
insoportable levedad del ser» y toda la vanidad
que comporta la existencia como bien advirtiera al
final de su reflexión Qoheleth en «Eclesiastés».
Por ello, resulta todavía más chocante que
festejando por todo lo alto con pantagruélicos
banquetes el nacimiento de Jesús durante la Noche
Buena, la irrupción del Año Nuevo en Noche
Vieja, los excesos de Don Carnaval y su antítesis
Doña Cuaresma que lejos de negar esta realidad,
la ratifica al asociar la pena por la muerte del
Señor a la abstinencia y su supresión retornando a

489
la normalidad tras su Resurrección, resulta que,
los cristianos en misa, se comportan como en un
funeral: entran y salen en silencio, no ríen, no se
abrazan, se levantan y se sientan de forma rígida,
cantan fatal…cualquiera diría que se alegran por
hallarse en la Casa de Dios. En su origen, todos los
cultos religiosos descansan sobre la ofrenda de
alimentos; primero para devolver a la diosa
naturaleza parte de lo que esta nos entrega para
nuestro sustento; más adelante para mantener a
los miembros de la sociedad que se dedicaban por
entero a su culto por medio de sacrificios en forma
siempre de proteínas que eran de más provecho
humano que divino como señala con agudeza M.
Harris en su obra Bueno para comer; y finalmente
se llegó a la fórmula del Banquete ritual propio de
los antiguos Misterios cuya viva representación
actualizaba modelos mitológicos como el Banquete
de los Dioses del Olimpo o el de Odin,
encontrando su sublimación intelectual en el
conocido Diálogo de Platón. Es una lástima que la
Iglesia se regodee en la triste figura del Cristo
muerto y crucificado ante cuya presencia todo dios
pierde el apetito, en vez de exaltar su gloria
representando más a menudo las estampas
evangélicas en las que aparece de juerga comiendo
y bebiendo rodeado de mujeres y amigos. Claro
que entonces, ello podría sugerir una incómoda
reminiscencia baconiana de nuestras creencias del
todo inconfesable.

490
[←95]
Los mimbres con los que se confeccionaría la
trama tuvieron varias fuentes, en primer término
las propias de la cultura hebrea que debían casar
los hechos con lo anunciado por los Profetas,
hecho lo cual, Horus y Osiris de la cultura egipcia,
Mitra y Zoroastro de la Irania; Atis de la Fenicia;
Dioniso de la Griega; Buda y Krishna de la India;
y un sinfín de personajes más contribuyeron a dar
forma divina y heróica al personaje Jesús de los
Evangelios cuya trayectoria vital, doctrinal y
espiritual, coincide en demasiados puntos con sus
antecesores como para atribuirlo a la casualidad.

[←96]
Hemos aquí una reminiscencia del tema del
Jardinero e Inanna.

[←97]
Acaso por este motivo, en Rems le Chateau,
además de la Torre Magdala está la residencia de
Betania.

[←98]
En inequívoca rectificación, para desandar tan
errático rumbo en 1969 Pablo VI retiró del
calendario litúrgico el apelativo de «penitente»
adjudicado tradicionalmente a María Magdalena;
asimismo, desde esa fecha dejaron de emplearse

491
en la liturgia de la festividad de María Magdalena
la lectura del Evangelio de Lucas acerca de la
mujer pecadora. Desde entonces, la Iglesia
Católica ha dejado de considerar a María
Magdalena una prostituta arrepentida.

[←99]
Desde el Neolítico, la base de las religiones debió
ser en principio el conocimiento de los fenómenos
astronómicos en sustitución de los meramente
atmosféricos como la aparición de nubes, el soplo
del viento, los rayos, el trueno, etc, que habrían
dominado la espiritualidad animista del Cro
Magnon como vimos en el volumen I. Así, las doce
tribus de Israel hacían alusión a los doce signos
zodiacales en como se había dividido la región
celeste desde época sumeria, de igual modo en que
las distintas alusiones al siete harían referencia a
los siete grandes elementos celestes conocidos en la
época.

[←100]
El intento más bello de casar a los doce apóstoles
con los signos zodiacales se lo debemos agradecer
a Leonardo Da Vinci en el lienzo de La última
cena. De este cuadro y de su autor trataremos con
más amplitud en los volúmenes finales de la obra.

[←101]
Para la redacción de este epígrafe, además de mis

492
propias especulaciones me he servido como guía
de los trabajos publicados por Ariel Álvarez
Valdés y de Lucia Riba de Allione.

[←102]
El nombre Jesús en hebreo significa Salvador.

[←103]
Pedir, Buscar, Llamar, son tres acciones que
hablan de reconocer unos apetitos y depender de
otros para saciarlos dada la insuficiencia propia
para su adquisición. Pero no basta con pedir… el
individuo debe esforzarse por encontrar por sus
propios medios las distintas fuentes que sacien sus
apetitos por medio de una Búsqueda personal
estrechamente relacionada con la noción de viaje.
En su camino de Búsqueda hallará distintas
puertas a las que habrá de llamar para ser
aceptado, acto que se basa en el reconocimiento
del sujeto del objeto de su Búsqueda y de quienes
le abren sus puertas como merecedor de entrar
junto a ellos. Sobre esta lectura significativa
volveremos en el volumen V al tratar el Ciclo
Artúrico.

[←104]
Ireneo escribió sobre esta corriente que
pretendían «rehabilitar" una cantidad de villanos
bíblicos, tales como Caín, los Sodomitas, o Judas.

493
[←105]
Sobre la retahíla de conceptos gnósticos prefiero
pronunciarme con mayor detalle y amplitud en el
volumen V al abordar la Alquimia y la obra de
Hermes Trismegistro.

[←106]
Debe distinguirse el Evangelio de Tomás de otros
apócrifos o pseudoepígrafos atribuidos al mismo
personaje, como los Hechos de Tomás o el
Evangelio del Pseudo Tomás (acerca de supuestas
cosas que hizo Jesús siendo niño), así como del
texto gnóstico conocido como Libro de Tomás el
Contendiente.

[←107]
Sobre la existencia y relevancia de las discípulas
de Jesús ya hemos tratado en el epígrafe
correspondiente.

[←108]
La relevancia para Nuestra Historia de Alejandro
Magno fue apuntada en el volumen tercero.

[←109]
Antecedentes gnosticismo Está fuera de duda la
existencia de una corriente de espiritualidad
semejante, con anterioridad a la predicación del
Evangelio y distinta también de las Religiones de

494
Misterios. El Poimandres, incorporado al Corpus
Hermeticum del siglo III es, según Reitzenstein, el
primer documento estrictamente gnóstico no
cristiano anterior a la predicación apostólica. Hacia
el s. 1 a. C. pululan una serie de sectas influidas por
la religiosidad irania y fundadas por poetas de
carácter profético, el más tepresentativo de los
cuales es Alejandro de Abotoneikos; los miembros
de la secta se denominan kátharoi (puros) y ágnoi
(devotos).

[←110]
Para Ireneo los gnósticos no constituyen una herejía
cristiana, sino una falsa religión, que ha tomado su
ropaje externo del cristianismo. Harnack, estima el
gnosticismo como resultado del primer intento del
quehacer teológico, como una helenización del
cristianismo. Bultmann considera que gnosticismo y
cristianismo son dos movimientos simultáneos, que
se han influenciado mutuamente. Tixeront
representan un esfuerzo del pensamiento filosófico
por absorber el cristianismo y transformarlo en una
simple filosofía religiosa, o del pensamiento religioso
por encontrar un sentido más profundo, que no se
compone con la sencillez del Evangelio.

[←111]
Yo nunca había entendido esto de la Salvación. Así
que un día, cursando 4º de Teología, sin ánimo de
enredar ni hacerme el gracioso, saliendo el tema
en clase, se me ocurrió explicitar el pueril

495
interrogante ¿De qué me tengo que salvar? No sé
si fue por pillar a todos los compañeros y el
profesor por sorpresa, o por lo ridículo de la
pregunta, pero el caso es que no se me ofreció una
respuesta solvente o resolutiva. En verdad, no se
me dio respuesta alguna. Así que hoy habiendo
terminado la carrera, sigo sin saber de qué
demonios he de salvarme.

[←112]
Esto que para las mentes libres es motivo de
elogio, para los amantes de la cerrazón es signo de
caos y desorden.

[←113]
El Docetismo, era una corriente nacida en el siglo
I todavía en tiempo apostólico, que negaba la
realidad humana de Jesús,; afirmaban que su
cuerpo y sufrimiento eran meramente aparentes.
Su énfasis en la apariencia mundana y corporal
del cuerpo de Jesús les hizo merecedores de ser
conocidos como docetas, cuya raíz en griego
significa «Apariencia».

[←114]
El Adopcionismo, sostenía que Jesús era
plenamente humano, y que fue adoptado como
hijo por Dios.

496
[←115]
Satornil, declaraba impuros el matrimonio y la
procreación (rasgo común a los maniqueos, los
cátaros y demás corrientes espiritualistas
medievales) por contribuir a encadenar almas
puras en la materia.

[←116]
Algunos gnósticos, identificaron el demiurgo,
contrincante de Dios, con el Dios del Antiguo
Testamento.

[←117]
Como se puede apreciar, el tema de origen
zoroástrico apenas se ha visto alterado.

[←118]
Quienes estén interesados en leer las fuentes
cristianas coetáneas al fenómeno que se
pronunciaron contra el Gnosticismo como son
Ireneo de Lyón e Hipólito de Roma, pueden acudir
a la Obra Los Gnósticos publicada en Gredos.

[←119]
La relación entre Fe y Razón dará mucho que
hablar en Filosofía y Teología durante toda la
Edad Media desde la posición de Agustín hasta
Tomas de Aquino.

497
[←120]
Esta preocupación social es uno de los aspectos
más valiosos del catolicismo que soporta su
progresiva Institucionalización, que a su vez a
permitido conservar, entre muchas mentiras y
falsedades, parte de su verdad y hemos de
reconocer que sin Institución, nada de lo humano
permanece, de ahí que la Masonería adopte una
postura intermedia entre la libertad de sus
miembros y la presencia de cierta estructura,
porque como vieron los filósofos masones
alemanes Lessing, Fichte, Goethe y Krause, al
individuo por su cuenta y en solitario, tampoco le
está permitido realizar la tarea.

[←121]
Desde hace décadas he observado con estupor
como el nombre «Simón» aparece con inusitada
frecuencia en películas y series de televisión, en un
porcentaje muy superior al que le correspondería
conforme a la realidad social del ámbito
occidental. Invito a los lectores a fijarse de ahora
en adelante en tan extraño fenómeno que no
considero casual.

[←122]
En este pasaje se fundamenta el concepto de
Simonimia.

498
[←123]
Lo que conocemos de su vida nos ha llegado a
través de Filóstrato (170-249) quien redactaría la
biografía basándose en los apuntes de un discipulo
de Apolonio llamado Danis, durante el gobierno
del emperador romano SeptimioSevero (146-211)
por encargo de su esposaJulia Domna.

[←124]
Ireneo fue el primero en usar el término
«Ebionitas" derivado del hebreo ebion, (los
pobres), Veían a Jesús como Mesías, pero
rechazaban su naturaleza divina y su nacimiento
virginal, e insistían en la necesidad de seguir la
Ley mosaica. cumpliendo preceptos como la
circuncisión, el sábado o las prohibiciones
alimenticias Los ebionistas solo utilizaban el
Evangelio de los Hebreos, reverenciaban a
Santiago y rechazaban la predicación de Pablo. De
acuerdo con los estudiosos los ebionitas existieron
como una comunidad distinta de la cristiandad
temprana, antes y después de la destrucción de
Jerusalén en el año 70 de nuestra era, pero fueron
marginados y perseguidos por cristianos gentiles
Las últimas comunidades ebionitas
desaparecieron hacia el siglo V.

[←125]
Sobre este particular es destacable el pasaje en
que una figura desconocida blanca o luminosa

499
aparece y desaparece de escena en los evangelios.

[←126]
O eso dice la historia oficial.

[←127]
En Alejandría, todas las religiones y filosofías
habidas y por haber tenían sus respectivas
embajadas: judíos, misterios de toda especie,
religión egipcia, zoroastrismo, cristianismo, y
hasta el hinduismo.

[←128]
Con el fin de restablecer el orden, se produce un
par, el 16, llamado Cristo y Espíritu Santo, y, en
efecto, éstos instruyen a los eones sobre los límites
de su conocimiento, y entonces todos juntos crean
el eón 33.

[←129]
De ahí, una cristología docetista y dualista, que
distingue entre un Cristo pneumático, que volverá al
Pléroma con los elegidos (las semillas pneumáticas,
que ascenderán en syzygia con los ángeles del
Salvador), y un Cristo psíquico, hijo del Demiurgo,
que ascenderá con éste y los psíquicos sólo hasta la
zona umbral del Pléroma (Ogdoada). El Salvador
había descendido sobre él (Cristo psíquico) durante
el bautismo para apartarse poco antes de la

500
crucifixión.

[←130]
Es en este documento que por vez primera se
emplea la voz Pentateuco.

[←131]
A este grupo de corrientes ofitas pueden
adscribirse los Nasenos, los Setitas, y los Cainitas
entre muchos otros.

[←132]
De estas dos corrientes espirituales nos ocuparemos en
el volumen V.

[←133]
Conforme a un escrito maniqueo copto conocido
como Salmos del Bema, en el espacio vacio se
depositaba una copia del Arzhang, libro ilustrado
según la tradición por Mani, que narraba la
creación del Universo.

[←134]
Estos seguidores que compartieron junto a
Prisciliano el honor de ser los primeros herejes
cristianos ajusticiados eran Felicísimo, Armenio,
Eucrocia, Latroniano, Aurelio y Asarino.

501
[←135]
Yo observo en el Priscilianismo un antecedente
claro del movimiento Cátaro del que hablaremos
en el volumen V.

[←136]
No faltan autores de renombre que relacionan la
tumba de Prisciliano con el origen del Camino de
Santiago; pero de ello trataremos en el volumen V.

[←137]
La voz copto significa egipcio.

[←138]
Por motivos político-religiosos, el Emperador
Constantino encomienda a Atanasio, Patriarca de
Alejandría, la confección de un Credo que sirva
para toda la Cristiandad, el cual sería asumido
por el Concilio de Nicea en el 325. Pero sucedió
que al siglo siguiente, Nestorio, Patriarca de
Constantinopla, afirmó contra lo que se decía en
aquella formulación religiosa que en Jesús se
unían dos personas distintas una divina y otra
humana, lo cual fue inmediatamente condenado
por Cirilo, Patriarca de Alejandría y así se llegaría
al cisma.

[←139]
Un modo que tienen los grupos que se sienten

502
oprimidos para mopstrar su resistencia es adoptar
modos de vida y de creencia muy distintos de la de
sus opresores; así en la India Ghandi propuso un
cambio de vestimenta; en Norte América, los
negros abrazaron en masa el Islam y en España el
pueblo Gitano se ha adscrito a la Iglesia
Evangélica.

[←140]
Si el lector se va fijando, algo sucede con el Pueblo
Etíope que se encuentra en las distintas
encrucijadas espirituales, sea con la tradición de
Salomón, sea con los textos Gnósticos y todavía en
plena Edad Media como observaremos en
sucesivos volúmenes.

[←141]
La temprana identificación del cristiano con el
pez, en cambio no resistiría la pujanza de la
Tradición soterrada de Adón ancestro del Pastor
Dumuzi, motivo por el cual, quienes en su día se
vieron como peces, volverían al redil
Veterotestamentario convertidos en ovejas y
rebaño del Pastor.

[←142]
Las mujeres no estuvieron ajenas a este tipo de
vida. La mayoría se emparedaban en algún
sepulcro o en sus propias casas recibiendo por una
ranura los alimentos necesarios para su

503
subsistencia.

[←143]
En palabras de Erasmo: «Aprendo más de una
página de Orígenes que de diez de Agustín».

[←144]
Basilio, es en Oriente lo que Benito para
Occidente, pese a que su grado de sistematización
de la vida monástica no alcanzara el nivel
alcanzado por aquel.

[←145]
Benito, no fundó ninguna orden. Su relevancia
radica en Reglamentación del monacato,
ordenamiento que no pretendía ser original sino
adaptación de otra regla del Maestro Desconocido.

[←146]
No había misa diaria, pero el abad distribuía la
comunión. La misa del domingo terminaba la
vigilia empezada el sábado por la tarde.
Normalmente el oficio nocturno comenzaba a las
dos de la madrugada. Los laudes eran al
amanecer, las primas a las seis de la mañana, y las
tercias, sextas y nonas con tres horas de intervalo.
Las vísperas se cantaban en la última hora de luz
y las completas, para las que no se necesita
ninguna luz, después de la cena y de la breve

504
lectura de Casi ano que se hacía después. En
verano, desde Pascua hasta mediados de
septiembre, y los domingos durante todo el año, se
tomaban dos comidas, la principal al mediodía y la
otra a las seis de la tarde. En invierno y en todos
los días de ayuno sólo se tomaba una comida, pero
estaba permitido beber algo y tomar un poco de
pan por la noche. Entre los oficios había tiempo
para leer o llevar a cabo trabajos domésticos o
manuales.

[←147]
Más adelante, habremos de recordar esta relación
con la lana de ciertos movimientos espirituales al
tratar el Sufismo.

[←148]
Posteriormente, se impusieron vestiduras negras.
Pero la reforma cisterciense recuperó el blanco
para la vestimenta.

[←149]
Tenemos aquí un elemento que también aparece
en Orfeo.

[←150]
En esta figura parecen entrecruzarse los temas del
cíclope y Jano.

505
[←151]
Ver su comentario en fuego Zoroastro.

[←152]
Su triple condición junto a su nombre indican que
nos hallamos ante una Gran Diosa Madre.

[←153]
Sobre este tema he hallado bastante información
en fuentes italianas de las obras de L. Bieler, y de
B. Bischoff de las que beben varios artículos en
Internet.

[←154]
Curiosamente Patricio no da cuenta de este hecho,
motivo más para poner entre paréntesis su
fiabilidad histórica.

[←155]
Los monasterios reciben tierras. En caso de ser
fundado por una familia se establece, primero por
costumbre y luego por las leyes seculares, que el
abad saliera del linaje de los fundadores. Los
abades de lona en el VI y VII procedían de la
estirpe de Cenél Conail, la misma que Columba.

[←156]
El término comarba o abad significa también

506
heredero.

[←157]
La figura del peregrino-extranjero estaba
contemplada en la tradición jurídica céltica: el
extranjero era el que de una túath pasaba a otra,
perdiendo así sus derechos y pasando a
convertirse en una persona de rango inferior. Era
este carácter de ruptura de los lazos familiares el
que buscaban los irlandeses como la forma más
desarrollada del ascetismo.

[←158]
El registro más antiguo del nombre Arturo en un
documento británico se encuentra en la Vita
Columbae escrita por Adomnan, donde aparece
como Arturius. Curiosamente en esta misma obra
aparece citado el Monstruo del Lago Ness.

[←159]
Doctrina de Pelagio (siglos IV-V), quien negaba el
pecado original y afirmaba que la gracia divina no
era necesaria.

[←160]
En el 643 a petición de Rotario y de la reina
Gundelberga, el Papa Teodoro I concedió al Abad

507
de Bobbio el uso de la mitra y otros atributos
pontificios.

[←161]
Para hacernos una idea del enorme avance que
supuso este prodigio mecánico, su ábaco, constaba
de 27 compartimentos de metal, en el cual se
depositaban 9 fichas con los grabados. La primera
columna del extremo derecho, contenía las
unidades; la segunda, a su izquierda, las decenas;
y así sucesivamente. El desplazamiento de estas
fichas por los 27 compartimientos indicaba
finalmente el resultado de multiplicaciones y
divisiones.

[←162]
De este personaje hablaremos en el volumen V.

[←163]
Murió a manos de paganos en un viaje a Frisia en
el 754.

[←164]
Este asunto del pelo largo fue también seña de
identidad del clero Priscilianista.

[←165]
Aquí conviene recordar la actitud de Jesús
respecto al poder terrenal frente a las demandas

508
familiares y de parte de sus seguidores,
decantándose en cambio por ejercer un liderazgo
espiritual.

[←166]
Quienes estén interesados en leer con todo lujo de
detalles en qué depara todo esto, les emplazo a
acudir a la deliciosa obra El oso: Historia de un rey
destronado, de Michel Pastoureau.

[←167]
Igual circunstancia que la descrita acontecería
durante la segunda mitad del siglo XVII tras el
Gran Incendio de Londres, ciudad en la que
durante décadas, bajo la dirección del Arquitecto y
masón Christopher Wren, se reconstruyeron más
de 80 iglesias y la Catedral, aconteciendo poco
después el advenimiento de la Masonería Moderna.
Y si esto fue así en el XVII podemos conjeturar que
algo no muy distinto ocurriera en tiempos de
Biscop.

[←168]
Para Eduardo Calley, el hecho de que Biscop
debiera buscar albañiles en la Galia, es prueba de
la total desaparición de los collegia fabrorum
romanos en Inglaterra, conclusión que apoya en la
autoridad de Paul Naudon quien afirma que
«después de las invasiones de los Pictos, de los
Anglos y de los Sajones las instituciones romanas

509
se derrumbaron en Inglaterra. Es de pensar que
los colegios, que habían tenido tanta importancia,
no resistieron a esta crisis». Pero esta rotunda
aseveración que comparto de fondo, mas no en su
rotundidad, obliga a aceptar que en el continente
la Tradición de estos Colegios se mantenía lo
suficiente como para hacer tal distinción.

[←169]
Casi todo lo que se conoce sobre su vida se
encuentra en un anexo añadido por él en su
Historia ecclesiastica. Beda aparece mencionado
como fuente en el Manuscrito Cooke, junto a otros
autores benedictinos.

[←170]
En 1899 fue reconocido como Doctor de la Iglesia
y nombrado San Beda El Venerable.

[←171]
Beda, a cuya obra consideramos la piedra angular
sobre la que construirían los futuros estrategas del
llamado Renacimiento Carolingio. Fue el gran
impulsor de la tradición hebrea en Inglaterra y el
norte de Europa, merced a la influencia que
ejerció en Alcuino de York.

[←172]
Su espíritu genuino por contar la verdad le llevó a

510
dar continuas referencias de sus investigaciones, lo
cual le adjudica la invención de las notas a pie de
página.

[←173]
Obra que se convertiría en una referencia
obligada para las posteriores exégesis sobre el
«Libro de los Reyes" y el «Libro de las Crónicas"
llevadas a cabo por Rabano Mauro y Walafrid
Strabón.

[←174]
Observamos que la preocupación por las siete
artes liberales era una fijación para varios
reformadores monacales.

[←175]
Para saber más sobre este tema dirijo a los
lectores a la obra de Javier Alvarado, Heráldica,
simbolismo y usos tradicionales de las
corporaciones de oficio: las marcas de canteros.

[←176]
Esta falta de Maestros canteros para extraer
piedras, a mi juicio, estuvo también en el origen de
la rapidísima descomposición de las estructuras
romanas, me explico: ciertamente, el colapso de un
Estado Imperial como el Romano, debía suponer
cierta degradación momentánea de cuantas

511
estructuras e instituciones de él dependieran. Pero
el factor material determinante que favoreció la
dispersión, la desconexión, la atomización social
de todo Occidente, fue que los nuevos dueños del
territorio local, al carecer de canteros con la
suficiente técnica para proveerles de piedra
adecuada para construir sus palacios e Iglesias,
tiraron mientras le fue posible de lo que tenian
más a mano, a saber, las piedras de las calzadas
romanas, fundamento de su cohesión política,
económica y cultural, de modo que, tan pronto
desaparecieran las piedras, desaparecería la
calzada romana y las ciudades, pueblos y aldeas
quedaron separadas unas de otras por terrenos
enfangados que dificultaban el comercio y el
tránsito de personas, acelerando así la
implantación del sistema feudal.

[←177]
En otros objetos podemos percibir ciertas
influencias indirectas del Imperio Romano, así
como de Egipto, Siria o Grecia.

[←178]
Los fuertes romanos se construían con planta
rectangular y torreones con esquinas redondeadas
gracias a la recomendación efectuada por Vitruvio
el primero en señalar la triple ventaja de dicho
diseño: más eficiente uso de la piedra, una mejor
defensa contra arietes y mejor visibilidad y campo
de tiro. Hasta el siglo XIII estas ventajas no se

512
redescubrieron en la Europa del norte.

[←179]
Para trabajar este crucial capítulo me he servido
de la traducción efectuada por Ignacio Mendez
Treyes contenida en su formidable obra Textos
fundamentales de la Masonería.

[←180]
Este mismo proceder ya lo hemos visto en los
procesos mitológicos de las distintas escuelas
teologales y hasta en la Biblia misma, verbigracia,
con el relato de la Creación.

513
Índice
INTRODUCCIÓN 4
I. ZOROASTRISMO 14
II. JUDAÍSMO 37
III. CRISTIANISMO 141
IV. GNOSTICISMO 260
V. HISTORIA DEL MONACATO
307
CRISTIANO OCCIDENTAL
VI. ARQUITECTURA DE LA
407
ALTA EDAD MEDIA
CONSTITUCIONES DE YORK
427
(926)
EPÍLOGO 443
BIBLIOGRAFÍA 445

514

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