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Cuento

Narrador omnisciente: Un par de niños estaban disfrutando de unos minutos libres por su receso,
claro hasta que uno de ellos, específicamente una niña de cabellos castaños recordó algo que
había visto hace un par de días.
Alice: Oye Charlie ¿tu escuchaste sobre el dulce que salió a la venta hace unos días? -pregunto
aquella niña con una pequeña lonchera en sus manos la cual estaba vacía-
Charlie: Oh ¡es cierto! Lo había olvidado, es muy rico, aunque escuche que tenía mucha azúcar...
y mis padres me dijeron que eso era malo para mi debido a que sacan caries, pero creo que
están exagerando, ¡realmente es muy rico! ¿tú ya los probaste?
Alice: No, no he podido y tampoco creo que mis padres me dejen, no les gusta que coma dulces,
pero realmente quiero probarlos, además escuche que tendrán algo oculto como una especie de
premio, enserio quiero comer uno... -murmuro algo desanimada ante aquello con lo cual su amigo
la miro con algo de tristeza, así fue como puso su mano en el hombro de su contraria-
Charlie: ¡Entonces yo te invito uno! -esas palabras hicieron sonreír a la menor, misma que
comenzó a reír, una pequeña risa-
Alice: Muchas gracias, Charlie, eres un buen amigo –la conversación fue interrumpida por el
sonido del timbre dando fin al receso, ambos se levantaron de la banca donde estaban y se
fueron a su salón-

Narrador omnisciente: Aquella castaña estaba caminando hacía su casa junto con su amigo hasta
que pasaron por una tienda donde estaba aquel dulce, Charlie no pudo evitar comprárselo a su
amiga, misma que se puso muy feliz de haberlo recibido, pero no podía comerlo en ese instante,
no debía llegar, aunque sean unos minutos tarde a casa así que siguieron caminando, al llegar la
menor se despidió de su amigo y corrió a su habitación donde tiro su mochila a medio cuarto para
lograr comer aquel dulce, pronto unos pasos se escucharon cerca, debía ser su madre y así fue.

Karen: ¿Alice? ¿por qué no avisaste que ya llegaste cariño? -Dijo con una voz cariñosa ante su
pequeña hija, camino hacia ella para agacharse y acariciar su mejilla, claro no fue hasta lograr ver
como la menor le ocultaba algo entre las manos, eso le disgusto así que la miro con seriedad-
¿Qué tienes en la mano? ¿Qué me estas ocultando?
Alice: -Ella solo miraba a su madre con cierto temor de ser regañada así que simplemente suspiro
con los ojos llorosos y le entregó el dulce a su molesta madre, su voz temblorosa se escuchó- Lo
lamento mamá... no me regañes...Karen: -Su madre muy molesta se apresuró en tomar el dulce,
a pesar de las palabras de su hija no iba a salvarla de un buen regaño- ¡Te he dicho muchas
veces que no comas dulces, te sacaran caries y el dentista es muy caro! -Gritó la mayor quien no
apartaba la mirada de la niña, solamente podía escuchar como sollozaba- ve a lavarte los dientes
y te esperare para que hagas tu tarea, apresúrate.
Alice: Si mamá... -limpió sus lágrimas para así caminar y hacer lo dicho por su madre, después de
ello agarró su mochila y se dirigió al comedor donde ya estaba su mamá esperándola para
comenzar su tarea, pero antes pudo ver el dulce en el bote de basura sintiéndose mal al respecto-
En la noche:
Narrador omnisciente: La niña había sido arropada en su cama, su madre ya se había ido para
dejarla dormir, pero no podía, estaba muy triste por como su madre le había regañado y tiró el
dulce que su amigo le dio, así que sin evitarlo más comenzó a llorar nuevamente, no sabía definir
como se sentía, pero sus lágrimas podían delatarlo, entre la oscuridad de la habitación, esos
sentimientos negativos parecieron atraer algo o alguien...

¿?: ¿¡Pero que tenemos aquí!? ¡una linda criatura! ¿por qué estas llorando pequeña pecosa? -Un
hombre alto apareció encendiendo la luz de noche, la niña se asustó lo suficiente para gritar,
aunque no logró escucharse pues la mano de aquel hombre cubrió su boca- tranquila niña...no
voy a hacerte daño, solamente quiero hacerte sonreír, seré tu amigo me llamo William, pero dime
Will –poco a poco la niña se calmó y el pelinegro aparto su mano para dejarla hablar-
Alice: Si no me harás daño entonces ¿Por qué estás aquí?
Will: Porque te escuché llorar y pude ver lo que tu madre te hizo... sé cuánto querías ese dulce,
yo puedo dártelo si vienes conmigo...
Alice: ¿ir contigo a dónde? Mi madre no me dejará ir con un extraño...
Will: Ella no tiene porqué saberlo, ven conmigo, podrás comer todos los dulces que quieras y
nadie te va a regañar ni mucho menos va a pegarte.
Alice: -Aquella propuesta le pareció muy tentadora y como un niño inmaduro, iba a aceptar pues
su deseo por el dulce era mucho mayor que cualquier otra cosa, se acercó sin temor a aquel
hombre antes de hablar- Está bien, quiero ir con usted
Will: ¡Genial! No vas a arrepentirte, te lo prometo –Y con aquellas palabras engañosas la cargo y
como un fantasma había desaparecido llevándose a la niña como si jamás hubiera existido-
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En otro lado:

Habían llegado a un lugar parecido a un bosque, aunque era mucho más brillante (pese a la
oscuridad) que uno normal, se escuchaban los cantos de las aves, sin duda eso le llamo la
atención a la niña quien seguía siendo cargada por el hombre de cabellos negros y mirada rubí, el
mencionado empezó a caminar hasta lograrse vislumbrar una casa que más bien parecía una
clase de mansión por lo grande y espaciosa que se veía.

Alice: ¡Waoh! ¡Tienes una casa muy grande y bonita! -Dijo en un cumplido haciendo reír al
hombre que la acompañaba, era una risa de burla y maldad pues no era nada de lo que le había
dicho a la castaña quien tenía los ojos brillosos y ese brillo aumentó al ver la cantidad de dulces
que había dentro, el hombre no tardó en bajarla y esta empezó a correr para tomar un dulce,
aquel tan esperado dulce de leche que aseguraba ser mucho más rico que cualquier otro dulce-
¿Puedo comer este...? -Dijo con nervios-
Will: Claro que sí, dije que podrías comer los dulces que quieras, siéntete libre de comerlo las
veces que quieras –Su tono de voz amable y gentil le dieron confianza a la niña para creerle
completamente, y empezar a comer de aquel dulce, sintió el delicioso azúcar en paladar, sin duda
comer el dulce era la mayor satisfacción para un niño que apenas y podía verlos, no pudo
detenerse, ese sabor tan adictivo le hizo perder su autocontrol y empezó a comer más y más
malogrando sus propios dientes entre tanta azúcar aunque solo era el inicio de algo peligroso
para su salud mientras Will estaba sonriente-
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Narrador omnisciente: Mientras en la casa de Alice se encontraba su madre dirigiéndose a su
habitación para cerciorarse de que ella estaba bien y estuviera durmiendo, el entrar a su
habitación y no verla le hizo asustarse rápidamente, comenzó a buscarla y a gritar su nombre por
cada habitación de la casa, su hija había escapado y se culpaba por ello debido a lo dura que a
veces era con ella, se vistió nuevamente para poder ir a la estación de policía y reportar la
desaparición de su hija, aunque pensaba en una razón lógica para saber el cómo no había
escuchado nada en la habitación de su hija mientras había bajado a tomar un vaso de agua, en la
estación de policía dijeron que harían lo posible por encontrarla y que le avisarían en caso de
encontrarla, intranquila se retiró a su hogar y esperaría nuevas noticias de su hija

Regresando con Alice, aquella niña había consumido demasiada azúcar, lo suficiente como para
sufrir de un fuerte dolor de estómago-

Alice: Will... me duele mucho el estómago.... -murmuro la menor mientras ambas manos estaban
sobre su estómago-
Will: Vaya, descansa un rato pequeña...ven, te llevaré a tu cuarto –Le extendió la mano a la niña
de cabellos castaños y empezó a guiarla hasta una nueva habitación, pero había muchas más
habitaciones las cuales estaban cerradas, pero podían escucharse las voces de más niños eso
hizo que Will se apresure a llevar a la niña hasta el lugar mencionado anteriormente en el cual no
dejo ni hablar a la castaña, simplemente la soltó ahí y cerró la puerta con seguro-
Alice: ¡Espere! ¿por qué me encierra? ¡Sáqueme de aquí! -a pesar de los llamados de la niña el
de cabellos negros hizo caso omiso ante ellos para simplemente asomarse a una nueva
habitación donde había un niño desesperado por querer comer dulces, se nota mal en realidad
debido a la adicción generada y por la libertad de darle a comer tantos dulces-
Will: Ah... los niños son tan fáciles de engañar... pronto ese niño estará listo, probablemente ya
este enfermo, solo queda esperar a que caigan…
DOS SEMANAS DESPUÉS:
Los días pasaron, junto a ellos la muerte de niños que ya llevaban tiempo en ese lugar, comiendo
y comiendo dulces provocandose caries y diabetes por el excedente de azúcar en su sangre, pero
aquella niña apenas comenzaba a enfermarse, sus muelas estaban inflamadas, tenía caries, sus
dientes estaban picados pero aún podía soportar aquellas circunstancias aunque no por mucho
tiempo, había perdido algunos dientes de tan picados que estaban.
EN OTRO LUGAR:
Karen estaba desesperada porque su hija no aparecía, decidió buscar un psíquico para que la
ayudara a encontrar a su hija ella le contaba que estaba destrozada lloraba por no encontrar a su
podré hija que había desaparecido hace dos semanas
Kheent sorprendido de que la niña había desaparecido hace dos semanas, el haría todo lo que
estuviera en sus manos para poder encontrar a la pobre niña sin embargo no tenía ni idea de
donde encontrarla
El se dió cuenta que no podría hacerlo solo,pero tomo la decisión de correr el riesgo.
Entonces recordó las pistas que había encontrado y tomo camino ya que se dió cuenta que no
quedaba Cerca para dar con el paradero de Alli, al llegar a ese lugar se dió cuenta que allí estaba
en un mal estado decidio correr el riesgo de llevarsale sin que se diera cuenta Willy pero alos
pocos metros de huir de ese lugar Ahí lamentablemente fallece por el mal estado que se
encontraba debido a las condiciones que los dulces le provocaron por el excesivo consumo de
este
Kheen se siente muy decepcionado por no haber echo nada en ese momento, el decide continuar
caminando con el cuerpo de Allí, para llevarle el cuerpo a su madre para darle una sepultura
adecuada, donde todos los días le lleva flores sin falta a compañado de su madre
Fin

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