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El Precio Del Placer

ChandelySon

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Prólogo.

—Y solo te bastó una noche, Harry, una sola noche para arruinar el
resto de mi vida —dijo el ojiazul, mirando con desdicha al dueño de
las orbes esmeraldas.

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Capítulo 1

La noche del jueves Luke recibió la notificación de que su cuenta


bancaria había sido frisada; de que sus tarjetas estaban bloqueadas
y que estaba a punto de perder varias casas que poseía; y las
favoritas de su marido. Una de ellas y de hecho, la más grande,
ubicada al sur de los ángeles; con un diseño playero y acogedor.
Sonrió con nostalgia porque el recuerdo del rostro de su amado
cuándo lo llevó allí por primera vez sacudió su memoria y su
corazón, definitivamente, Louis lo mataría.
Su traje desaliñado hacía conjunto con su escritorio, el cual estaba
lleno de papeles importantes, avisos de pago y notificaciones de
demandas; no sabía qué diablos iba a hacer. Aquel predicamento era
precio que debía asumir después de disfrutar tantas noches en las
manos de las mesas de apuestas y ahora, no podía culpar a nadie
más que a él mismo. Decir que perdería la cabeza no era suficiente,
con su nombre y su empresa al borde del precipicio era de
esperarse. Su mejor amigo lo acompañaba como todas las noches,
siempre a su lado, no era más que una botella de escocés, ya que su
otro mejor amigo se encontraba en Milán cerrando unos tratos. No
sabía en qué momento se entregó a los casinos y juegos ilegales, más
ahora lo único que tenía por seguro es que estaba metido en
tremendos problemas con personas a las que era mejor mantener
del lado correcto.
Su maravilloso esposo ni siquiera estaba enterado de que tan jodida
era la situación y él no tenía el valor para decírselo. Louis sería
capaz de matarlo con sus propias manos, por que a pesar de ser
delicado, precioso y correcto, ha sido también esa clase de esposo
que vela por el bien de los dos. Tenía un un tremendo carácter y
decisión propia; su palabra era autoritaria, nadie podía cambiarla.
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Siempre ha cuidado a Luke, siempre lo ha apoyado; siempre ha
estado a su lado en las buenas y en las malas, ahora decirle aquello y
ver en esos ojitos la decepción lo volvería trizas, lo amaba
demasiado.
Se estaba ahogando en su botella de escocés y sus pensamientos
cuando el teléfono sonó, con un suspiro largo de cansancio alargó su
mano para contestar.
—Hola—Contestó de mala gana, frotándose las sienes en el proceso.
—Bastardo, hasta al fin contestas ¿Cómo está la familia?—Su mejor
amigo, Harry, estaba al otro lado de la línea —¿Cómo está Louis?
Suspiró. Un poco alegre si podía decirse, por escuchar la voz del
idiota que ha sido su hermano desde 5to grado.
—¿Qué quieres Styles?—Intentó sonar fastidiado.
—¿Así es que tratas a tu mejor amigo?—. Se escuchó una risotada
por parte de Harry—Tenemos que hablar.
—Solo no estoy de ánimos, hermano.
—Si... sobre eso, escuché de la cantidad que le debes a Freddo.
—¿Acaso yo soy el tema de conversación en tus reuniones?—
Cuestionó, ahora si un tanto molesto.
—Lo eres cuándo tengo que partirle la cara a ciertos imbéciles por
hablar mal de ti.
—Awwn—Fingió ternura—¿Te peleaste por mi? Eso es lo más lindo
que has hecho en tu vida.
—Escucha bestia, tengo una propuesta para ti y para Louis—Su tono
se volvió serio y profundo.

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Luke se acomodó en su silla.
—Te escucho—Afirmó.
—No ahora, volveré a Londres mañana. Allá hablaremos sobre
nuestro trato y te agradecería que fueras por mi al aeropuerto.
Luke frunció el ceño, aquello le traía mala espina, justamente porque
sabía cómo era Harry. Podía ser su mejor amigo pero tampoco se
dejaría meter el dedo. Lo ha visto hacer atrocidades.
—Esto de ser tu niñera e irte a buscar al aeropuerto cada vez que
viajes me harta—Río con mucha gracia; claro que no le fastidiaba ir
por su mejor amigo, era una de sus pequeñas tradiciones.—
Entonces aquí hablaremos, Styles.
—Buenas noches, Lukibooh—Se burló del sobrenombre por el cuál
la madre de Luke aún lo llama.
—¡No me digas así! Eres un idiota, adiós—Colgó.
En la puerta un par de ojos azules miraban la escena con diversión
¿Quién podía creer que dos adultos de 24 años discutían como niños
de kinder? Luke notó la presencia de su ángel en ese frío despacho y
sólo bastó mirarlo para obtener un puchero por parte del mayor.
—¿Te llamó Lukibooh?—Su voz era tan delicada que parecía una
armonía compuesta por los ángeles.
—Si, y es molesto—El puchero seguía en sus labios y Louis no pudo
resistirse a acercarse y besarlo.
Su marido era el hombre más hermoso que había conocido. Un
hombre para los negocios, pero, un niño delante de los ojos de Louis
y eso sencillamente le encantaba. Tomó asiento en el regazo de

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Luke, admirando con suspicacia sus facciones preocupadas, nadie lo
conocía más que su esposo.
—¿Me vas decir qué es lo que está pasando?—Preguntó con calma,
imbuyendo confianza en Luke, pero no valor.
—¿Qué te hace pensar que pasa algo?—Con sus fuertes brazos
rodeó la pequeña y delicada cadera Louis—No pasa nada Boo.
—Babe, no me mientas. Hoy cuando fui a comprar unas flores para
la casa, me rechazaron la tarjeta—Contó, sacando un suspiro de
cansancio por parte del contrario.
Louis era su esposo. Su compañero de por vida. Lo conoció ya hace 8
años en la escuela. Se puede decir que es la misma historia cliché
que todos cuentan. Luke y Harry fueron los típicos cretinos
rompecorazones mientras que Louis era un simple chico que
ahogaba su cerebro entre libros y clases.
Un dia Luke quiso propasarse con Louis, gastándose una broma
sobre sus feos anteojos, pero no contaba con que Louis le
respondería, dejándolo en vergüenza frente a toda la cafetería. Dicen
que siempre nos atraen las personas que nos tratan mal, pues desde
ese día Luke no dejó de ver a Louis caminar por los pasillos o en
clases. Cuando dejó de usar sus anteojos ¡Dios mío! Luke supo que
debía hablarle y bien que lo hizo. Su mejor amigo al principio no
soportaba a Louis, ni Louis a él pero no tuvieron de otra que hacer
las paces cuando entraron en noviazgo.
Después de 4 años de puras locuras, peleas y reconciliaciones, Luke
decidió que ya era hora y que quería a Louis por el resto de su vida.
Así que una noche en el pleno centro de Londres le pidió
matrimonio y se casaron un año y medio después cuando Luke
terminó su carrera de finanzas y economía. Por su lado también,
Louis se graduó con honores en negocios internacionales.

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Lo de más, es historia.
—Louis... Vas a odiarme y yo no quiero...—El corazón de Louis se
estrechó.
—Mi amor, yo sería incapaz de odiarte—Le susurró y besó con
dulzura su frente.
Luke suspiró antes de soltar esa bomba.
—Estamos en bancarrota y estoy apunto de perder la empresa—
Contó con vergüenza.
Y cuando vino a darse cuenta, Louis ya no estaba sobre su regazo,
sino parado en la ventana observando el jardín.
—¿Y cuándo pensabas decírmelo?—Preguntó sin alterarse.
—Yo no quería decírtelo, no pensé que fuera tan grave, pensé que lo
superaría.
—¿Cómo pasó esto? Y quiero la verdad Luke Hyle— Se cruzó de
brazos observando a su marido de una manera seria.
—Louis...
—Volviste a las apuestas ¿Verdad?
—No pensé...
—¡Ese fue el maldito problema! ¡Que no pensaste! —Exclamó
totalmente alterado—.¡Me prometiste que cuando nos casaramos lo
dejarías y ahora lo estamos perdiendo todo!
Luke se levantó para ir tras los brazos de su marido pero este se
rehusó, molesto. Y lo que en realidad le molestaba, lo que le hacía

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hervir la sangre era que todo ese tiempo su marido había estado
ocultando la gravedad del asunto a causa de las estúpidas apuestas.
Era la primera promesa que Luke rompía y a Louis le dolía como el
infierno porque ¡Joder! Lo amaba con su alma.
—Bebé, lo arreglaré. Harry y yo...—Vio como el menor rodó los ojos
al escuchar ese nombre—Sé que no te cae bien pero el me ayudará,
es mi mejor amigo, nunca me dejaría caer.
Aprovechándose, tomó la curvilínea cintura de su amado, acercando
su cuerpo al suyo. Dios, ¡cuánto amaba a ese hombre!
—¿De qué manera te ayudará?—Rodeó el cuello de su esposo,
dejándose.
—No lo sé, solo me dijo que tiene un trato para mi.
—Amor, sé que confías en él pero yo no, sabes que en los negocios
no hay amigos así que ten cuidado—Aconsejó de la manera más
dulce que pudo.
Harry nunca ha sido de su agrado y tampoco lo será. Era un total
cretino en su máxima expresión, prepotente y altanero con el ego
encima de las nubes. Además que se la daba de chistoso y a Louis no
le hacían nada de gracia sus chistes amargos y absurdos; podía ver
el descaro y la maldad en sus ojos y no es como si le tuviese miedo
porque no era de esa manera, sino que sospechaba que Harry era el
tipo de persona que le clavaría un puñal en la espalda a su propia
madre y luego señalaría a alguien más. Todo debajo de esa cara de
ángel era una vil mentira, y al parecer, Louis era el único que se daba
cuenta.
Luke solo se limitó a sonreír con mucho cariño a su esposo. No le
respondió con palabras sino, que pintó sus labios con besos

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inocentes en los que le pedía que confiara, no en Harry, más bien, en
él.
—Conozco tu carácter Louis, tienes un carácter muy fuerte y severo;
en estos años no te visto derrumbarte nunca. Cometí el error de
volver a esas estúpidas apuestas pero...
—Pero después de esto—Le interrumpió—. Volveré a la
vicepresidencia de las empresas hasta que recobres mi confianza
con respecto a esto— Advirtió con cierto amargo en su boca.
Louis nunca fue un hombre ambicioso, ni codicioso. Había estado
con su marido desde el inicio; vio cómo con esfuerzo Luke pudo
llegar hasta donde está y Louis era su mano derecha en todas las
negociaciones, por lo que se ganó la vicepresidencia, un puesto el
cual Louis rechazó un sin número de veces con la excusa que de no
quería malas interpretaciones. Más después de varios berrinches y
súplicas de su esposo, aceptó, aunque se retirará 3 meses luego
alegando que quería quedarse en casa para atenderlo como se
merecía.
—Por mi está bien, además....—Un adorable puchero adornó su
carita—La nueva secretaría me acosa y creo que le gusto.
La expresión en el rostro del más bajo fue tan rígida que Luke tuvo
que reprimir las altas ganas de reírse.
—¡Oh Dios! Y tu te sientes tan ofendido, me imagino que quieres
salir corriendo—Su tono sarcástico hizo reír a Luke.
—Oh, no tanto—Provocó—. Es sexy la condenada, cada vez que le
pido que haga algo me responde: Yes sir, con ese acento ruso
seductor—Rió.
Pero a Louis no le causó ningún chiste. Si, era celoso, mucho de
hecho.
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—Despidela—Eso sonó más como una orden que como una
sugerencia.
—Awn, me prende cuando te pones celoso—Susurró sobre la tez de
los labios del contrario—. Me dan ganas de amarrarte a la cama y
follarte tan duro.
—¿Ah sí? Pues adivina qué vaquero, esta noche vas a dormir en la
habitación de huéspedes para que así puedas pensar con calma en tu
seduczorra de acento ruso.
Le dio una mala mirada antes de salir de aquel despacho, dejando a
Luke con una sonrisa enamorada. El sabía que Louis no bromeaba,
así que más le valía empezar a rogar desde ahora si quería dormir
en su cama.

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Capítulo 2

Luke despertó con la más grata de las sensaciones. Con su hogar,


justo a sus espaldas. Desde que se casaron, Louis adquirió la
costumbre de enredarse en Luke. Sus piernas desnudas entretejidas
en las de Luke, abrazándolo por la espalda como si el mayor fuese un
oso de juguete. No existía cosa que lo hiciera más feliz que su esposo
siendo un cursi al querer despertar enmarañado a él todas las
mañanas.
Podía sentir la tenue respiración de Louis cerca de su cuello. Seguía
dormido. La algarabía en su pecho era algo que ni toda la fortuna del
mundo podría brindarle; quizá lo perdería todo en tan solo cuestión
de días pero, mientras ese gruñón de ojos azules estuviese
sosteniendo su mano, a su lado, podría construir mil imperios más,
solo con la condición de que Louis este justo ahí, con él y para él.
Siempre.
—I found a loveee... For meee..—La ronca voz de Luke empezó a
armonizar aquella melodía que tanto amaba su esposo—Darling just
dive right in and follow my lead...Well I found a boy grumpy like no
one els ¡Ouch!—El dolor de una mordida en su hombro cortó la
canción.
—Eso te pasa por idiota—Le regaño. Desenlazando sus piernas de
las de su marido. Se había despertado hacia unos minutos pero la
piel calidad del mayor lo retuvo atado a él, sin deseos de moverse.
Luke se giró, para posar sus orbes mieles en las azules y regalarle
como todas las mañanas una sonrisa de que todo estaría bien, que él
estaría allí hasta el final. Louis, por su parte, acarició el rostro
asueñado del empresario, ese rostro galante y sereno; con ciertos
rasgos arábigos; su pelo desordenado y oscuro como noche. Su

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hombre era casi perfecto y Louis no negaba aquella afirmación.
Mimó el pelo de su marido unas cuentas veces antes de dejar un
beso de buenos días y sobre todo, de que lo perdonaba y que juntos
saldrían de la situación tan crítica que vivían sus finanzas.
—¿Irás a buscar a tu cretino al aeropuerto?—Preguntó, de forma
muy arisca a decir verdad.
Sin embargo eso solo logró sacar unas risas divertidas de Luke.
—No lo llames así, bebé—Dijo entre débiles risas—. No sé porqué se
odian tanto, pero agradezco que intenten no matarse.
Louis río.
—Es que si lo mato, sufriras y lo extrañarías... Para que veas cuanto
te amo.
Luke no pudo resistirse a tomar al de ojos zafiros entre sus brazos
para estrecharlo entre ellos. Quería meterlo en su piel, hacerlo parte
de su ser para siempre, así como un tatuaje.
El sonido de un celular los sacó de su burbuja de amor. Por el tono
de llamada supieron que era el celular de Luke, al cual le costó un
montón dejar ir a Louis de sus brazos para atender la llamada. Sin
mirar el identificador, contestó.
—Hola.
—¡Pedazo de rata! ¡Llevo dos horas esperando por ti en el puto
aeropuerto!—La voz ronca y enojada de su mejor amigo azotó sus
tímpanos.
—Hazzita ¿Ya estás allá? —Su tono irónico hizo hervir de coraje la
sangre de Harry.

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—Tomaré un taxi, pero te juro que cuando te vea, te estrangulare—
Amenazó.
—¿Puedo invitarte a cenar?—La propuesta era seria pero, el tono
cínico seguía en su voz.
—Eres un imbécil—Suspiró resignado—Los veré a ti y a tu esposo
en mi casa a las 7.
—De acuerdo. Lou y yo estamos emocionados por verte.
—Claro que Louis está emocionado si, pero clavarme un puñal en la
garganta.
Se gastaron un par de bromas y risas antes de colgar. Luke escuchó
el sonido del agua cayendo, sonrió escurridizo y se escabulló al
baño; a través del cristal de la bañera podía apreciar como el agua
acariciaba la porcelana piel de Louis; como las gotas paseaban
deliberadamente por aquel cuerpo con curvas para matar; esa
cintura estrecha que le encantaba sujetar mientras lo follaba. La
verdad sea dicha, Louis no tenía absolutamente nada que envidiarle
a una mujer... Literalmente, nada. Pero, eso Luke no lo sabía...
Tomó el derecho de entrar en la bañera y con Louis de espalda, lo
abrazó; quería que su marido sintiera como, a pesar del tiempo
juntos, este lograba endurecerlo justo como cuando eran novios.
Louis era una adicción la cual no estaba dispuesto a abandonar.
—Un día de estos ese cuerpecito tuyo va matarme...—Susurró con
deseo en el oído de Louis, acción seguida chupó el lóbulo de este
sacando un suspiro del mismo.
—Luke...
Luke no tuvo más aguante que follarlo ahi mismo, de pie, con las
manos de Louis apoyadas en el cristal para no perder el equilibrio.

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Que suerte tienen algunos... Lástima que cuando hay secretos de por
medio no suelen durar mucho.
Luke fue el primero en salir del baño para arreglarse, dejando a
Louis aplicándose una de sus tantas cremas humectantes para la piel
más la realidad era que quería que Luke saliera de habitación cuanto
antes.
—¡Amor, iré a correr un rato! —Escuchó a su esposo gritarle, antes
de que el sonido de la puerta cerrándose causara un alivio en él.
Salió del baño con prisa. Buscó en unas cajas dentro su armario su
pequeño secreto. Sin pensarlo dos veces llevó una de esas pequeñas
píldoras a su boca, y no, no es lo que piensan. No se trataba de
ningún tipo de droga ilegal. Más bien, eran unas simples pastillas
anticonceptivas. Las tomaba desde que su vida sexual se activó,
cuando el doctor le confirmó que era uno de esos hombres
portadores del gen reproductor. No era que le repugnara la idea de
tener hijos, pero no quería estar embarazado, era raro y lo sabía. Por
otro lado, Luke odiaba los niños, aunque varias veces le aseguró a
Louis que solo por él podía tolerarlos; pero de ahí a tener que ver
como su perfecto esposo se convertía en una ballena antinatural, lo
conocía, Luke no era capaz de lidiar con eso. Así que mejor prevenir
que lamentar. Su matrimonio era perfecto como estaba, nada más
que agregar.
Guardó el frasco naranja dentro de un montón de cajas donde
almacenaba algunos que otros recuerdos. De entre ellos sacó una
vieja foto. Era de Luke con su estrepitoso mejor amigo, ambos lucían
muy borrachos y felices ha juzgar por la sonrisa a hoyuelos
marcados de Harry. Observó con detención al chico de pelo castaño
con suaves rizos y su razón tenía en que su cara es angelical pero,
eso no compensaba la maldad que Louis veía en él. Era como si

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detrás de esa sonrisa de ángel, tramara entrar al mismísimo infierno
y apuñalar al diablo. No confiaba en él.
Guardó la imagen nuevamente. Lo último que quería era pensar en
la maldad de Harry. Volvió a la habitación para vestirse con
tranquilidad, unos simples pantalones de chándal acompañados de
una playera gastada de los rolling stones. Justo así se sentía de las
mil maravillas. El timbre de la puerta principal sonó y Louis no tuvo
más reparó que bajar abrir, su rostro formó una amplia sonrisa al
percatarse de que su mejor amigo era el que estaba parado frente a
su puerta.
—¡Zayn! —Exclamó, lanzándose sobre el mencionado.
—¡Quita mocoso! Me pegas pulgas.
Zayn era así, y también la persona más relajada del mundo,
pareciese que siempre estaba drogado pero Louis lo conocía desde
que usaban pañales así que no, simplemente la actitud de su amigo
era como si no le importase que algún día la tierra dejara de girar.
Tenía esta piel pálida y este pelo negro azabache que se distinguía
entre los demás, eso sin contar que al igual que Luke, poseía unos
rasgos arábigos.
Zayn sin permiso ni avisos entró a la casa dejando a su mejor amigo
cerrar la puerta. Se acomodó en el sillón más confortable del lugar
soltando un largo suspiro.
—¿Qué haces?—Preguntó el morocho.
—Nada realmente. Luke salió a caminar y yo me acabo de tomar la
pastilla...—Suspiró—No sé qué haré cuando Luke se entere.
—Te mirará raro, de seguro—Opinó el morocho. Y Louis se peinó el
cabello hacia atrás.

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—Algún día estas pastillas fallaran Zayn, o peor, no tendré 5,000
libras para comprarlas.—Soltó con frustración.
—Si esa mierda cuesta 5,000 libras, creeme que no deben fallar.
Además, Luke debe superarlo.
—Lo sé... Lo amo tanto...
—Y él te ama a ti, pero debe superar el hecho de que actualmente
algunos hombres pueden quedar embarazados—Dijo con cierta
cólera.
—Siiii—Se quejó—. Y como si fuera poco, hoy debo verle la cara de
imbécil a Styles—Soltó con frustración. Yendo a la cocina por algo de
tomar.
—¡Dios! Si, ¡qué sacrificio! Ese hombre siempre me ha
enloquecido—Gimió con emoción.
Al contrario de Zayn, Louis hizo una mueca de asco ante tal
comentario. El morocho vivía de decir lo encantador y guapo que era
Harry, incluso en la escuela se pasaba horas observándolo en cada
clase. Louis volvió a la sala con dos vasos de jugo y le tendió uno a su
amigo para luego sentarse a su lado.
—No sé qué le ves, sinceramente.
—Claro, tu tienes a Luke que también está para el crimen pero, hay
algo en Harry que te hace querer ponerte de rodillas y decirle yes
daddy—Soltó una risa estrepitosa, dándole un sorbo a su jugo.
Louis miró su vaso con curiosidad, pensando un poco en lo que Zayn
decía y la verdad, no compartía del todo la opinión de su amigo. Si,
Harry era guapo y tenía cierta mirada intimidante pero, su Luke era
más caliente, más guapo. Le hacía el amor de una manera en que

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podía ver las estrellas desde la comodidad de su alcoba, ese hombre
lo era todo.
—Podrías por favor dejar de babear por Styles—Pidió.
—Es difícil no babear por él, Louis—Volvió a reír—. Por cierto, vine
porque escuché lo de Luke ¿Es cierto que está al borde de la
hoguera?
—Sí—Afirmó. Zayn era su hermano, no debía ocultarle algo así—
Parece que volvió a tener líos de apuestas y ahora estamos apunto
de perderlo todo.
El semblante de Zayn palideció.
—Louis ¿Qué van a hacer? Yo no tengo esa cantidad tan alta para
prestarle, sino lo haría.
—Lo sé, Zee, pero no te preocupes, Styles le tiene una especie de
trato.
—¿Un trato?
—Si—Louis se puso de pie. Su cara de preocupación era un como un
gran letrero de neón—No confío en él—. Empezó a caminar de un
lado para otro siendo seguido por unas orber mieles—Él... siento
que trama algo, no me gusta.
—No hay otra opción, Luke confía en él—Dijo resignado.
—Solo espero que su propuesta no afecte tanto a mi marido.
Se sentó nuevamente, esta vez apoyando su cabeza en el hombro de
su mejor amigo.
—Estás exagerando.

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—Lo sé...—Admitió a fuerza de voluntad.
La puerta principal fue abierta por un cuerpo bañado en sudor. Luke
había vuelto de su caminata.
—¡Zayn! Que gusto verte—Saludó desde una distancia considerable.
Estaba sudado y no quería importunar a Zayn con su olor a caballo
mojado.
—Lo mismo digo Luke. ¿De dónde vienes que estás tan sudado?
—Corrí, un poco de ejercicio—Dijo el mayor desde la cocina—. Hola
bebé, te extrañé.
—Yo también.
Louis vio a Luke salir de la cocina con una botella de agua y no pudo
evitar correr hacía su marido para abrazarlo, no le importaba que
tan sudado estaba, para Louis aquello era sexy. Todo en Luke era
sexy.
—Amor estoy sudado—Luke miraba con ternura el rostro de su
amado.
—No me importa—Lo besó, era un beso casto a decir verdad, pero
esos también le encantan al menor.
—Aagh —Zayn gruñó—. Yo mejor me voy antes de que decidan
follar frente a mí—. Esa queja sacó risas de la pareja que aún se
encontraba abrazada. Ambos voltearon a ver al morocho quien ya se
encontraba de pie para marcharse—Ya sabes Lou, bye par de
fogosos.
Dicho eso cruzó la puerta cerrándola tras de sí. Louis sonrió por lo
cabra loca que su amigo podía llegar a ser. Volvió su atención al
hombre alto que reía con él.

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—Sabes, hace mucho que no lo hacemos en el sofá—Sugirió
queriendo provocar al pelinegro.
—Si mal no recuerdo, la últimas vez te quejaste porque te incómodo
dormir en el suelo—Mordió el labio del menor, provocándole.
—Se supone que me cargarías hasta la cama y te dormiste y por eso
despertamos en el suelo.
—Amor, con gusto te pondría en cuatro sobre el sofá y te follaría
duro—. Susurró cerca de los labios de Louis—Pero ahora debo
resolver unas cosas y recuerda la cena que tenemos con Harry.
—Ash—Se quejó, dejando un beso casto en los labios de su marido y
luego se dispuso a subir las escaleras con destino a su habitación—.
Deberías tomar una ducha, apestas —Gritó el menor desde arriba.
—¿No que te encantaba?
Devolvió Luke. Quién también subió las escaleras para comenzar a
arreglarse.
....
—¿Estás seguro de esto Harry? Luke es tu amigo de toda la vida.
Una rubia con porte británico miraba con reproche al castaño. Los
ojos azules acusaban a Harry de que cometería el peor error de su
vida.
—Taylor ¿Acaso te pedí algún consejo o advertencia?
El acento británico en esa voz ronca y profunda era para matar.
Harry contaba con facciones dibujadas por los mismos dioses del
olimpo; sus ojos verdes esmeraldas eran hermosas dagas bañadas
en miel con cierto toque de veneno, el camuflaje impecable para
engañar a cualquiera bajo ese rostro angelical, marcado con dos

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hoyuelos, el par perfecto. Su porte elegante, rudo y varonil. Ese
hombre fue cosechado por el mismísimo adonis en el edén de su
propia imagen.
—No me lo has pedido—La chica se acercó hasta su amigo y mano
derecha; se encontraban en la habitación del empresario. La chica
tomó la corbata y se la colocó correctamente para luego
perfeccionar el nudo—Pero aún así, te lo digo—. Puso sus ojos
azules sobre los verdes—Harry... Luke te matará y no solo eso,
perderás su amistad si le propones algo así.
Harry suspiró mientras se alejaba de la chica.
—No lo creo, está muy jodido. Además, tengo planes con el pequeño
Louis.
Sonrió. Lo que se asomaba iba a detonar la 3ra guerra mundial.

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Capítulo 3

La noche cayó en su auge más esplendoroso. Cuando la luna


alumbraba las calles de Londres era el escenario más vigoroso que
los ojos humanos podrían apreciar. Sin embargo, para Luke no
existía otra belleza natural más que la de su esposo con cara de
pocos amigos mientras se arreglaba para la cena que tenían en un
tris. El de pelo negro lucía unos simples vaqueros con una camisa
básica de color azul cielo.
—Si no quieres ir amor, no te obligaré ¿Lo sabes no?—Expresó Luke
desde la comodidad de su sofá en la habitación—Sé que no toleras a
Styles.
—Oh, claro que iré—.Volteó para mirar con reproches a su amado—
Iré porque conociéndote y con lo débil que eres con respecto a
Styles, capaz le cedes el 50 por ciento de la empresa, o peor.
—No soy tan estúpido Louis y sí así fuera ¿Qué problema hubiera?
Harry y yo somos prácticamente la misma persona, es mi mejor
amigo y mano derecha.
Louis vislumbró la inocencia vívida en los ojos de Luke, es que
confiaba ciegamente en su amigo. En cierta parte aquello lo
entristecía, si bien es cierto Harry podía ser hasta su hermano si el
decidía darle ese lugar, pero Louis sabía que Harry tenía una daga
tras la espalda para clavarsela a Luke cuando este menos lo
esperara. Lo siente, lo ve en la manera en que mira a su marido
cuando este no se da cuenta. Con envidia morando en sus ojos.
—Como sea Luke. ¿Nos vamos?

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—¡Hasta que al fin!—Se levantó feliz de que ya su esposo estuviese
listo—Me encanta que uses esos pantalones tan apretados. Hacen
ver tu trasero más deseable de lo habitual.
Y si bien era cierto, Louis era un chico bendecido por tener unos
glúteos firmes, esponjoso, regordetes.
—Eres un provocador—Besó tiernamente los labios de su marido—.
Tenemos que irnos—Susurró.
Luke soltó una risa leve y asintió. Tomando la mano de su marido y
juntos caminaron hasta el auto de Luke, era una noche espléndida;
sin ningún indicio de que fuese a llover aunque ya el invierno tocaba
a su puerta. Luke abrió la puerta del elegante Cadillac para su
marido, un gesto que, si le permitían ser sincero, enamoraba a Louis
de una manera sin retorno. En definitivo, su matrimonio era
perfecto. Para él lo era.
El transcurso del tiempo que estuvieron juntos en el auto con
marcha a la casa de Styles, fue el momento más divertido del día; en
la radio sonó la canción que Louis y Luke bailaron el día de su boda.
Ese día los nervios del mayor salieron a flote como una flor que se
abría para recibir los cálidos rayos del alba. Sus manos sudaban,
inhalaba y exhalaba tratando de calmar la inquietud de su cuerpo, a
todo eso Luke le susurró que todo estaría bien. Bailaron I don't
wanna miss a thing, canción en la que se prometían tantas cosas que
hasta ahora han cumplido al pie de la letra.
El hermoso Cadillac fue aparcado en la rotonda de una casa con un
estilo demasiado británico para el gusto de Louis ¿Qué Harry no
podía hacer algo bien? O por lo menos algo que agradara a Louis.
Luke abandonó el auto para abrirle la puerta al menor, ofreciéndole
su mano para levantarse, la cual Louis aceptó dichoso y con sonrisas

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en sus labios se encaminaron a subir los escalones correspondientes
para llegar a la puerta.
Una rubia que Luke conocía a la perfección fue quien les abrió. La
chica dibujo una sonrisa en su rostro al ver al alto chico de sonrisa
infantil frente a ella.
—¡Luke!—. Exclamó con felicidad al ver a su amigo y sin oscilar,
abrazó a Luke gustosa, siendo correspondida por el mismo—. Dios,
cuánto has crecido. ¡Y Louis! Qué gusto verte—Saludó al
mencionado con la misma sinceridad que lo hizo con Luke.
Ganándose una sonrisa a medias como respuesta.
—Tay, me viste hace una semana—. Luke río con diversión. Siguió a
Taylor hasta el interior de la casa con Louis tomado de la mano.
—¿Parezco una mamá? Perdón, es que tu y Harry son como los
mocosos que no tengo—La chica tomó asiento en el gran mueble.
Louis y Luke hicieron lo mismo.
—Querrás decir hijos—Corrigió Luke.
—No, lo dije bien, mocosos—Repitió divertida.
—Woow, eso me ofende mucho—.Una 4ta voz se incluyó a la
conversación. Era la de Harry, quién apareció en el umbral de la sala.
Lucía un suite Gucci azul marino, típico en él—¿Qué madre insulta a
sus hijos?
La quijada de Luke cayó al piso cuando vio a su mejor amigo ¡Había
cortado su cabello! Si, Harry solía tener el pelo largo y si te fijabas
bien, parecía incluso tarzán pero, aun así le iba muy bien.
—¡Cortaste tu cabello!—Luke se puso de pie para abrazar a su mejor
amigo, siendo totalmente correspondido por el de ojos verdes.

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Sin embargo unas perla azules observaban el cambio de Harry desde
la comodidad del sofá. Louis no parecía sorprendido y sin embargo,
lo estaba. Más de lo que quería admitir.
Después de abrazar a Luke, Harry cortés como era, se acercó a Louis
y le tendió su mano, invitando a Louis a tomarla en forma de saludo.
Su mirada esmeralda clavada en el notable incómodo castaño, pese a
que dudó, la tomó devolviéndole la mirada y que gran error.
—Me alegra que hayas venido enano, a pesar de que me odias y
eso—Dijo Harry en manera de broma.
Y ahí lo tenían, el idiota ha vuelto. Louis suspiró, luchando con todas
sus fuerzas por no insultarlo como deseaba.
—Es mi deber acompañar a mi esposo—Se limitó a responder.
—¿Eres su niñera o qué?—Cuestionó en burla. Sirviendo unas
cuantas copa de Whiskey.
—Harry...—Taylor usó esa voz de advertencia.
—Y a ti que te carcome la envidia—Respondió el ojiazul sin
aguantarse más.
Eso sin duda hizo a Harry sonreír mientras le tendía un vaso de
Whiskey. Louis lo aceptó de mala gana.
—Chicos ya calmense. No pueden vivir matándose toda la vida—
Esta vez fue Luke quién intervino.
—Dile eso a Louis—Señaló al castaño, quién ese momento ya hervía
de coraje al ver la sonrisa cínica que Harry esbozó.
—Por qué no mejor tomas esa botella de Whisky y te la...—Luke en
ese momento selló los labios de su marido con un beso. Conocía el
vocabulario poco amable del mismo.

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—Bueno—Cesó Taylor. No queriendo que la cosa pasara a
mayores—Vamos al comedor.
La chica le quitó el vaso a Harry de la mano y con una mala mirada
hizo que el chico caminara en silencio al comedor, como un niño
recién regañado. Luke intentaba calmar a Louis con alguna que otra
palabras mientras iban detrás de Taylor hacía la otra habitación.
—No sé cómo alguien tan descarado, inmaduro y arrogante pudo
haber llegado tan lejos en la vida—Se quejó.
Luke agarró la mano de Louis.
—Recuerda, yo también soy así y aun así me amas.
—¡Si!—Respiró, bajándole dos rayas su tono—Pero tu no
sobrepasas los límites.
—Mira, dejame escuchar la propuesta que Harry me tiene y luego de
eso nos vamos ¿De acuerdo?
Louis asintió, ganándose un beso de sus amado. Luego de eso ambos
se dirigieron al comedor.
La cena transcurrió de lo más normal, bueno, por lo menos Louis no
le atravesó la garganta a Harry con un cuchillo. Si, hubieron varias
anécdotas, como la primera vez que Louis se sonrojó mientras
observaba a Luke en la escuela. O cuando Luke descubrió a Louis
mirándolo en plena clase donde también se sonrojó; Y las veces que
Harry tuvo que arrastrar a Luke a los dormitorios porque se había
desmayado por la borrachera.
Luego de la cena los cuatro se encontraban en el despacho de Harry.
Taylor se mantuvo sentada en una esquina, en un sofá que allí había,
solo deseando que Harry a último momento se arrepintiera de la
barbaridad que le iba a proponer a Luke y al parecer Louis fue el

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único que se dio cuenta del nerviosismo de la chica, el cual no pasó
por alto. La pareja de esposos estaban sentados frente al escritorio
de Harry y este estaba ubicado en su silla giratoria detrás del
escritorio.
—Bien Luke. Eres mi mejor amigo—Empezó—.Y, creo que confías
en mí tanto como yo en ti. Así que creo que lo que voy proponerte
valdrá esos 24 millones de libras esterlinas. Y no será un préstamo.
No tendrás que devolverme nada.
Louis alzó una ceja en desconfianza, al contrario de su marido que
su rostro era pura curiosidad.
—Sabes que no me sentiría bien si me lo das Harry. Es una cantidad
muy alta—Respondió el chico de ojos oscuros.
—No te los estoy dando Luke. Es un trueque.
—Bien. ¿Qué quieres?—Esta vez fue Louis quien intervino. Deseaba
ir directo al punto.
La mirada gélida de Harry cayó sobre Louis. Una mirada siniestra.
—A ti—Respondió sin más.
—¿Disculpa?—Luke no entendía.
—Te daré 24 millones de libras esterlinas, Luke Hyle, a cambio de
una noche con Louis. A cambio de que Louis sea mío por una noche.
Taylor cubrió su rostro con vergüenza, no podía creer que Harry se
haya atrevido. Louis abrió los ojos como plato, absorto, sorprendido.
Harry tenía que estar bromeando. Sin embargo, el semblante de
Luke era serio. Mucho, a decir verdad.
—Harry...—Luke empezó a decir, tratando de no perder la calma y
no romperle la cara.

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—Luke, solo será una noche, lo follaré y luego, a la mañana
siguiente, volverá contigo como si nada y con 24 millones—La
frescura y el cinismo con el que proponía aquello era impresionante.
Tanto, que hacía sentir a Louis como un maldito objeto.
Luke explotó.
—¿¡Cómo puedes hacerme esto!? ¡Sabes que necesito el jodido
dinero!
—¿Y entonces? ¿Qué esperas para aceptar?
—¡Hijo de puta!
Luke se abalanzó contra Harry, tomándolo con fuerza del cuello de
su camisa. La ira y el dolor que lo llenaban eran motivos suficientes
para ahorcarlo como deseaba. Harry lo empujó con fuerza bruta,
haciendo caer de culo al piso.
—¡No vuelvas a hacer eso Luke!—Harry le advirtió.
—Luke calmante—Louis le ayudó a levantarse. Y se interpuso entre
ambos para evitar que Luke atacara nuevamente al castaño—No
vale la pena.
—¿Qué diablos sucede contigo?—Le preguntó Luke. Bajando los
humos de rabia a solamente decepción—Cómo ... ¿Cómo me pides
que te alquile a Louis? mi esposo, el amor de mi vida, como si fuera
un objeto.
Harry rodó los ojos en un gesto de cansancio.
—Luke, a ver, es un trato justo, me interesa Louis, pero solo para
una follada. No soy tan estúpido como tu.

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Y Luke lo vio. Su marido se lo dijo por mucho tiempo y él,
simplemente se negaba a entender la realidad tal y como era; ciego
con una amistad que era pura hipocresía.
—Vete a la mierda—Dijo con sus ojos inundados de lágrimas que
por orgullo no liberaría.
Y como una llama furiosa salió del despacho y de la casa del que
ahora, vería como su enemigo. ¿Y ahora qué haría? Se preguntó. Era
más que obvio que de Harry no aceptaría una mierda y él era su
única esperanza. Por otro lado, Louis no salió detrás de su marido.
No. Más bien se quedó petrificado, tratando de que su cerebro
procesara todo lo acontecido. ¿Harry quería acostarse con él? ¿Por
qué? Louis pensaba que el susodicho lo odiaba y se supone que...
¿Cómo tendrías sexo con alguien a quien odias? La mirada zafiro
cayó sobre sobre Harry, acusándolo, odiándolo o quizás solo
buscando una explicación a la petición.
—Eres asqueroso—Le dijo.
—Como si tu no quisieras—Respondió. Simple y arrogante, digno de
él.
—Aléjate de nosotros Harry, no te queremos en nuestras vidas ¿Me
entiendes?
Sin decir nada más Louis salió de la casa.
Y el despacho quedó en silencio. Un silencio cansón e incómodo al
que Harry ya se había acostumbrado. Observó a la chica que durante
toda la pelea se mantuvo al margen y callada. Esta se levantó
dejando salir un suspiro de pura decepción. Conocía a Harry desde
hace años, ella sabía que Harry no era una mala persona, tan solo no
le enseñaron ciertos valores y no era para más, viviendo con un tío

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déspota a falta de sus padres quienes también eran personas poco
agradables, era de esperarse.
—¿Tienes algo que decir?—Cuestionó esperando algún regaño de la
chica.
Taylor tomó su bolso, dispuesta a marcharse a casa.
—No sé que pensabas ganar con esto. Si demostrarle a Luke que tu
puedes tener todo lo que él tiene o... Simplemente que eres un
jodido caprichoso, pero lo que sí te puedo decir, Harry Styles, es que
acabas de perder a la persona que más te quería en el mundo.
Dicho esto, salió. Sin dejar a Harry explicarse. Y es que a Harry no le
importaban en lo más mínimo los sentimientos de Luke o de Louis.
El solo quería follarse ese lindo trasero que lo había traído loco
desde el día en que Luke, borracho, le mostró una foto de Louis con
unas delicadas y preciosas tangas rosas. Justo desde ese día juró que
probaría ese culo, aunque le costara una fortuna.

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Capítulo 4

Una semana después...


La semana había pasado más rápido de lo común y Luke seguía en
su intento por no perder la cabeza, por no pegarse un balazo y
abandonar todo de una vez y por todas. Sus mejores inversionistas
le dieron la espalda en ese momento tan crucial, típico de las
sanguijuelas. Por otra parte, sus llamados "amigos" también
voltearon sus caras, unos ni siquiera lo llamaban, otros le ponían
excusas estúpidas, pero así era su vida ahora.
Ya eran pasadas las 9 de la noche y aquel quebrado empresario
seguía en su estudio, nada más que admirando una pintura colgada
en su pared que llevaba años allí, era algo abstracto de muchos
colores fríos y opacos, justo como su vida en ese momento. La
botella de Whiskey sobre el escritorio estaba vacía y el último trago
lo sostenía Luke en su mano, llevándolo despacio porque quizás ese
sería el último trago de buen Whiskey que vuelva a probar en su
vida. ¿Cómo es que había llegado a ese punto tan aberrante?
Perderlo todo en un abrir y cerrar de ojos. Tampoco había tenido
mucha platica con Louis al respecto después de lo de Harry, su gran
reproche fue un cansando te lo dije, luego de eso no es como habían
cruzado largas oraciones y Luke lo entiende; Louis en ese momento
estaba decepcionado de él y no era para menos. Tomó con
desasosiego un trago de Whiskey antes de que las lágrimas lo
ahogaran. Unos ojos azules acuosos observaban desde una
entreabierta puerta el llanto desgarrado de Luke; El castaño sabía
que en los últimos días había sido rudo con respecto a Luke y la
situación, pero es que estaba tan decepcionado del mismo que
prefería guardarse sus cuantas cosas para si mismo.

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Se alejó de la puerta dejando un suspiro desesperado tras sí. Luke
perdería todo y él no conocía una manera de ayudarlo a salir de ello,
de conseguir esos millones y es que nadie le prestaría una cantidad
tan alarmante a cambio de promesas. Solo promesas. Y fue cuando la
rabia lo invadió ¡Harry! Ese hijo puta podía más que ayudarlo y... no,
tan solo considerar la idea era una locura, amaba a Luke, lo amaba
con locura... Más sabía que el amor que sentía por Luke no pagaría
las deudas, ni lo sacaría de la abismo total y Harry solo pedía una
noche... ¡Pero qué mierda estaba pensando! Quizás eso era lo que
necesitaba, una cabeza pensante y fría que le diera respuestas.
Sacó su teléfono de su bolsillo y llamó a la única persona que podía
aclararle la mente.
Una voz calmada se escuchó al otro lado de la línea.
—Hola—Ese acento inconfundible sonó.
—Necesito verte ¿En el lugar de siempre? —Pidió Louis, yendo
directo al punto.
Sucede que "El lugar de siempre" no era nada más que una cafetería
modesta a varias cuadras del hogar de Louis.
—De acuerdo, estaré allá en 10—Afirmó el morocho.
—Gracias—Colgó.
Mejor sería para él si esperara a Zayn allá, no soportaba el ambiente
de su hogar. Escuchó algo haciéndose trizas contra la pared gracias a
la furia de Luke.
Agarró su chaqueta de mezclilla y sin dar aviso, salió ante el frío de
la noche. Caminar le haría bien. Aún no asimilaba la idea de que
estaba considerando el trato de Harry; Se sentía asqueroso con tan
solo planteárselo pero es que ya no aguantaba ver como su

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grandulón de pelo azabache se deterioraba por la agonía constante.
Sus ojos zafiro comenzaron a picar, la noche fría nublaba su gran
juicio, si, echarle la culpa a clima era lo mejor.
Al cabo de 10 minutos llegó a la cafetería. Para su suerte se
encontraba casi vacía, unas que otras personas tomando bebidas
calientes en tazas de porcelana. La calidez que transmitía el lugar
era lo que le encantaba a Louis; también el dulce aroma a café recién
hecho. Un lugar ideal para pensar.
Se sentó en una de las mesas pegadas al ventanal, le gustaba la vista
de la noche.
La pequeña campana de la puerta sonó, indicando que alguien había
entrado al establecimiento. Louis ni siquiera tuvo que apartar la
mirada del ventanal para descubrir que era su mejor amigo
entrando por la puerta. Tan solo un par de segundos luego y la silla a
su frente fue tomada por un delgado cuerpo con cazadora.
Los ojos azules de pronto vislumbraron un semblante serio,
apagado, como era de esperarse en esas fechas. Recordó.
—¿Ya se cumplieron dos años?—Le preguntó.
—Hace dos años...—Sonrió. Forzado, con algo más que tristeza—
¿Entonces? ¿Algo que tengas para decirme? —Cambió el flujo de la
conversación drásticamente.
Suspiró.
—No sin antes un café—Ambos sonrieron ante eso.
En el caso, una mesera se acercó al par de amigos y muy
amablemente anotó sus ordenes. Louis optó por un simple café con
alguna barra de chocolate amargo. Zayn, en cambio, pidió un

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chocolate con leche. La chica de ojos bondadosos se alejó con un
saludo cortés.
—¿Entonces?— Volvió a interrogar el morocho.
—Harry le ofreció un trato a Luke...—Dijo.
—¿Y? ¿Qué hay de malo?
—El trato es que... soy yo. Una noche conmigo a cambio de 24
millones de libras esterlinas...—. Mordió su labio inferior con rabia y
asco de decir aquello— Ese cerdo quiere acostarse conmigo y lo
peor es que yo... Lo estoy considerando—Tragó al decir aquello—.
Zayn, ya no puedo seguir viendo como Luke pierde la cabeza, como
el banco lo agobia y esa mala gente a la que le debe lo acosa día tras
día. Voy a perder a mi esposo si no hago algo—Para ese punto ya los
ojos azules de Louis estaban cristalizados.
Zayn estaba boquiabierto. Sorprendido, pero eso no era lo que Louis
necesitaba en ese momento.
—Louis...
—¡Tengo que hacer algo!—Gritó desesperado.
En ese momento las pocas personas que se hallaban en el lugar
observaron esporádicamente al dúo, alertados ante el grito de Louis.
La mesera que volvía con sus pedidos tan solo se limitó a dejarlos
sobre la mesa y marcharse, entendiendo que la conversación era
delicada.
—Okey... Primero empieza calmandote—Pidió Zayn—No puedes ser
el mismo Louis, el caprichoso. Tienes que ser el Louis que conozco,
el que en verdad eres. Tienes que poner la cabeza sobre los
sentimientos.

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—¿Me estas diciendo que tengo que acostarme con ese asqueroso?
Amo a Luke.
—¿Cuánto lo amas? ¿Qué estarías dispuesto a hacer por él? Louis,
esto no se trata de a quien amas o no—Suspiro—. Se trata de
conseguir el maldito dinero, levantar a tu esposo y sacar a Styles de
tu vida—Bebió un sorbo de la taza frente a él—. Mira ¿Recuerdas
cuando estábamos en la escuela y tu te acostaste con Franco?
¿Recuerdas que lo hiciste para dejarle claro a su novia que su
"Bukibooh" era un marica?
—Ni me lo recuerdes, fue la peor follada de mi vida.
—A lo que me refiero es, que es la misma mierda, solo que ahora
estamos hablando de 24 millones y la salud mental de tu esposo.
El semblante de Louis era preocupado, triste. Tan sólo observaba a
su amigo frente a él mientras canalizaba la absurda única opción que
tenía en sus narices. ¿Qué haría? No quería, por amor a todos lo que
es bueno, no quería acostarse con Harry, de solo pensarlo sentía
náuseas, asco.
¿Y si Luke se entera? Entonces ahí si lo perdería absolutamente todo
y no solo eso, de seguro lo odiaría y esa idea estrujaba el corazón del
pobre ojiazul.
—Yo sé cuanto lo odias. Lo sé —Zayn tomó las manos frías de su
mejor amigo para hacerlo sentir que estaba ahí, con él—Pero ahora,
es la única opción que tienes.
—Y...—Su voz flaqueó— Y si Luke se entera ¿Que haré? Llevo todas
las de perder aquí.
El morocho apretó con fuerzas las manos del chico.

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—Usa la inteligencia. Se el Louis que dejaste de ser cuando te
casaste con Luke. Levanta a tu marido y demuestrale a Styles que se
puede ir muy a la mierda.
Louis asintió. Un tanto derrotado, un tanto convencido de que le
haría pagar todos esos malos ratos. Sacó su teléfono de su bolsillo y
lo desbloqueo, dejándose arrastrar por la nostalgia mientras veía la
foto de un Luke muy sonriente en la pantalla de su celular, cuanto lo
amaba, pensó. Solo por él, solo por el amor de su vida.
No lo pensó dos veces y marcó aquel número maldito.
Después de varios tonos la voz de una chica pudo escucharse a
través de la bocina.
—Holis—La voz era aguda, mucho de hecho, tanto que resultaba
irritante.
—Hola... ¿Hablo al celular de Harry?—Preguntó, temiendo que se
haya equivocado.
—Oh, si. Es su celular, soy Diane.
—No te...—Se cortó, no quería ser descortés—. ¿Harry está ahí?
—No... Él está en ¡Oh! Aquí está—Louis rodó los ojos—Te lo pasaré
enseguida.
Hubo un momento de silencio en el que Louis pensó por algunos
segundos si Harry alguna vez se habrá acostado con alguien que
tenga más de 3 neuronas.
—Hola—La profunda voz del empresario alteró los nervios de Louis.
—Styles—Tan solo su voz le dio para pronunciar su apellido, quería
ir al punto y evitar cualquier tipo de conversación—Acepto.

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—¿Perdón?—Se hizo el desentendido, lo cual sacó de quicio a Louis.
Harry quería escuchar esas dulces palabras; quizás alimentar su ego
no sería tan malo.
—Acepto... acostarme contigo, pero el trato cambió—Iba con todo. Si
Harry quería jugar entonces ambos ganarían.
Harry frunció el ceño pero claro, Louis no lo vio.
—¿A qué te refieres?
—¿Quieres mi cuerpo? Esta bien, pero ahora serán 40 millones de
libras.
—¿¡Tu crees que yo soy estúpido o alguna clase de banco!?—
Preguntó eufórico, notablemente molesto.
—Es lo que hay. Tengo más que perder aquí, así que si voy a
jugármela, lo haré en grande—Sus palabras desprendían más que
odio y asco. Zayn por otro lado se mantenía atento a las palabras de
su amigo.
Harry pareció pensarlo por un instante.
—Está bien—Aceptó— 40 millones de libras serán tuyos pero, te
quiero por el fin de semana completo—Pidió.
—Dijiste una noche—Respondió colerizado.
—Si, pero tu culo no vale tanto por solo una noche. Un fin de semana
sería más considerable si voy a pagar esa cantidad.
—Será una noche, lo tomas o te vas al diablo.
—¡Vaya! La gata sacó las garras.
—Y no te imaginas que tan largas son—Dijo el de ojos azules.

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—Quiero averiguarlo...—Susurró— Pero de acuerdo, te daré 40
millones a cambio de una noche.
—Te veo el sábado, en tu casa— Colgó.
Sí, colgó tan solo para soltar las lágrimas que había tratado de
esconder mientras hablaba con el rizado. ¿De dónde sacaría el valor
para dejar que otro hombre entrara en su cuerpo? Dejar que alguien
más lo follara y por toda una noche. Se sentía sumamente asqueroso
y asqueado. Zayn tomó el asiento a su lado y lo abrazó, a veces las
palabras sobraban y un simple abrazo podía ser una luz en la
oscuridad.
Las lagrimas del pequeño castaño no cesaban, su pecho oprimido
por la aberración que iba a cometer.
—Zayn... No quiero acostarme con él... Zayn, yo amo a Luke y sé que
si se entera no me va a perdonar—Sollozó una vez más.
—Lo sé, pequeño, lo sé—El morocho besó el cabello castaño de
amigo—A veces por amor se hacen sacrificios enormes Louis. Y sé
que superaras esto; ya tendrás la oportunidad de cobrartelas todas.
—Esto será más que un sacrificio. Presiento que esto será una
condena.
—Si usas la inteligencia, será una condena para el.
Louis detuvo sus sollozos y se separó de su amigo solo para mirar la
expresión fría y mordaz que Zayn tenía en su rostro.
—¿A qué te refieres? —Hipó, secando las lágrimas con la manga de
su chaqueta.
—Haz de Styles un adicto a ti. Se eso que nunca ha tenido, hazle
saber que solo es temporal, que no te tiene y sé que eso le dolerá

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más que cualquier otra cosa, lo frustrará, porque los tipos como él
son codicioso y orgullo de fácil herir. Sé la primera cosa que nunca
va a ser de él.
La mueca pensativa y la mirada perdida fueron los factores que le
indicaban a Zayn que Louis estaba considerando el plan. Algo hizo
"click" en el cerebro de Louis, algo malo, algo lleno de rencor, algo
que guardaba solamente para él y que ya era hora de ajustar ciertas
cuentas.
—Tienes razón—Fue lo último que dijo antes de tomar de su taza de
café.
***
Pasadas las 11 de la noche, Louis por fin llegó a su nada humilde
morada, que para ser honestos, de humilde nada tenía.
La casa estaba en un silencio sepulcral. El único sonido que se
escuchó fue el de la puerta principal siendo levemente azotada por
un desgarrado castaño. Las luces permanecieron tal y como las dejó
cuando se fue, lo que le indicó que su esposo aún seguía en el
estudio, probablemente dormido a causa de tanto alcohol en su
cuerpo; eso sí destrozó al pequeño castaño, Luke no era así.
Sacó la chaqueta de mezclilla de su cuerpo y la lanzó a algún lugar
del piso sin importarle menos. Con sus ánimos por el suelo decidió
despertar al pelinegro para llevarlo a la cama, estos días tampoco
era como si durmiera correctamente debido a la presión ejercida
sobre sus hombros. El último acreedor lo llamó hace tan solo unos
días para decirle que tenían un mes, si, un maldito mes para
abandonar lo que por año y medio, fue su casa, su nido.
La puerta del estudio permanecía cerrada. Suspiró cansado para
entonces abrir la puerta y encontrar el peor escenario que sus ojos

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habían visto. Algo, de verdad algo se desgarró dentro de él, y dolió
tanto que sus lágrimas salieron como balas de un cañón. Su alma
cayó en el sueño destruida en su totalidad.
Luke estaba tirado en el piso con una soga alrededor de su cuello. El
candelabro también se hallaba hecho trizas a tan solo unos metros
de Luke, al parecer el candelabro no aguantó el peso de Luke y antes
de que pudiera morir por asfixia este se desplomó, haciendo que el
mayor también cayera con él.
Cuando las piernas de Louis reaccionaron, no dudaron en correr a
lado del tipo en el suelo. Era un manojo de lágrimas y temblores,
sentía que el aire comenzaba a faltarle pero aun así, pudo desatar la
floja cuerda del cuello de Luke para tomar su pulso; rezando dentro
de su interior por poder sentirlo y que no fuera tarde.
Contó hasta 10 cuando por fin sintió el latido y Louis, oh, el pobre
Louis volvió a respirar.
—¡LUKE, MALDITO IMBÉCIL! ¿CÓMO TE ATREVES A HACERME
ESTO? —Le gritó con todas sus ganas, toda su ira, una vez que este
abrió los ojos.
Las ganas de golpearlo eran increíbles; nunca había tenido la
necesidad de gritarle ni insultarle, por ningún motivo, claro, hasta
ese día.
El borracho sollozó en silencio, pero Louis vio las lágrimas brotar de
sus ojos antes de que Luke se sentara y lo abrazara; ambos en piso
con el alma destruida. Louis se separó y tomó el rostro de su marido
entre sus pequeñas manos temblorosas.
—Pensabas dejarme.... ¿Por qué? Luke por amor a todo lo que es
bueno ¿Por qué? —Su labio inferior temblaba, tratando de aguantar

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los sollozos que se apuraban en salir; mirando con cariño esos ojos
oscuros que lo han visto con amor desde hace años.
—Lou... Mi bebé..—Su voz se quebró como un cristal contra piso—
Ya no puedo seguir viendo esa mirada en tus ojos... Te decepcioné...
—. Sollozó como un niño pequeño—Yo me iré a la ruina y
probablemente a la cárcel... Yo no te merezco, mi amor. Tu eres un
príncipe, un sol y mereces a alguien te ponga en la cima siempre...—.
Agachó su cabeza con vergüenza solo para continuar hablando
mientras que a Louis lo despedazaba sus palabras...—Pensé que
sería yo pero...
Y lo único que le dijo su cerebro en ese momento fue que lo besara;
así lo hizo. Besó a su hombre, quería darle fuerzas y energía; pero
sobre todo, lo que más quería darle era esperanza.
Se separó de él cuando el aire ya se hacía necesario, sin embargo no
dudo en apoyar su frente contra la de Luke.
—Tu y yo saldremos de esta. Ten un poco de fe, si no la tienes en ti,
tenla en mí.
—Mi niño—Susurró, acariciando el mojado rostro de Louis.
Louis no aguantó y más lágrimas escaparon de sus ojos.
—Y recuerda que te amo, que te amo solo a ti, que nada importa. El
único que puede llegar a mi corazón, eres y siempre serás tú —La
sinceridad de esas palabras transmitieron algo en Luke. ¿Esperanzas
quizás?
—Te amo, mi sol, te amo—Dijo.
Lo que para Luke era una declaración de amor y fuerzas para seguir;
para Louis era un "perdóname, esto solo haré porque te amo." más
claro estaba, se arrepentiría como el infierno.

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Capítulo 5

Sábado.
6:48 A.M
Ese día la niebla decidió tomar protagonismo, opacando los rayos
solares; esparciéndose por cada rincón de la calle y todo el jardín de
la casa Hyle-Tomlinson; trayendo consigo un frío estrepitoso que se
colaba por la piel hasta congelar cada una de sus arterías, pero era lo
mejor que tenía así que lo soportaría.
Louis estaba sentado en las escaleras delanteras de la mansión.
Observando todo a su alrededor, o bueno, lo que la niebla le
permitía. La noche anterior no había dormido nada, su noche se
basó en mirar lo hermoso que lucía Luke dormido, era como un
niño, relajado. No pudo evitar dejar escapar varias lágrimas de
incomodidad y rabia ¿Si el llegara a enterarse de lo que va a pasar,
tendría los huevos para juzgarlo? Digo, no es que no sea obvio pero
si estaban así, era por su culpa. Louis solo buscaba una salida antes
de que Luke terminara cometiendo una locura como la vez pasada.
El pequeño de ojos azules también pedía. Pedía fuerzas de voluntad
para poder soportar a otro hombre besándolo por lugares que le
pertenecen a su marido. Lugares que en todos esos años solo Luke
había recorrido; Y eso sin menospreciar el hecho de que ese hombre
no era nadie más que Styles, su pesadilla desde la preparatoria.
Recordaba cuantas veces Harry lo humilló delante de todos; la
manera tan despectiva en la que lo miraba cada vez que pasaba por
su frente; las veces que llamó a Luke perdedor por salir con alguien
no de su estatus y se queda corto de las partidas de canalladas que le
había hecho. Por lo visto, que los años pasaran y que maduraran no

42
fue impedimento para que Styles siguiera saliéndose con la suya
aunque esta vez fuese muy lejos.
El leve sonido de un ring en su celular le notificó que alguien
también estaba despierto a esa santa hora. Agarró el teléfono a su
lado, navegando a la bandeja de mensajes directamente, para
llevarse la sorpresa de que Harry le había mandando un mensaje. El
corazón del chico pálpito de rabia al leer la bajeza del mensaje:
"Hoy te haré mío, Louis Tomlinson. Probaré ese culo que pasó por
todas las pollas existentes en la preparatoria ¿O crees que no lo sé?
Quizás creas que esto me hará uno más del montón en tu lista pero
verás, lo haré todo diferente, Louis y ¿Sabes qué es lo mejor? Que
nunca, nunca te vas a olvidar de mí. ¿Te confieso algo? Me muero por
oírte gemir mi nombre con esa voz chirriante y vulgar que tienes"
Te veo a las 6, Tomlinson.
H."
¿Qué si quería llorar al leer ese mensaje? Sí. No pudo evitar sentirse
humillado justo como en la preparatoria, y es que ni siquiera sabía
de donde Harry sacaba tantas estupideces; llegó a la preparatoria
siendo virgen. Rememoró de que su virginidad la perdió con un
chico llamado Lance, fue su novio y vecino durante un tiempo hasta
que este se tuvo que mudar a Canadá por asuntos familiares. Por
otra parte, también recuerda que después de Lance solo estuvo con
4 chicos antes de conocer a Luke, o bueno, antes de que este notara
su existencia. Ok, no era un santo del todo, pero tampoco era la puta
que Harry aseguraba.
Un fuerte dolor de cabeza se apoderó de él. Oh cielos, ¿Qué podría
ser peor? Decidió que ya era hora de entrar a la casa, necesitaba una
fuerte taza de café y galletas.

43
La cocina se sentía tan grande y fría. Ni siquiera el café que llenaba
de calor su cuerpo lograba hacerlo olvidar; y fue cuando su apetito
también se fue por el caño, quería, no; más bien, necesitaba una
señal que le detuviera de toda la locura que cometería. Al parecer los
ángeles tenían un arduo itinerario y él estaba al pie de la lista.
Con el café ya frío sobre la isla de la cocina y su mente en otra
galaxia, sintió unos fuertes brazos rodear su pequeña cintura, el
aliento caliente sobre la piel de su nuca se sintió tan familiar como
siempre lo ha sido; luego unos labios suaves y amorosos dejaron un
beso en aquella piel que ese día sería tocada y humillada por un
hombre sin una pizca de delicadeza o tacto; por un hombre que no
amaba en lo absoluto.
—¿Vienes solo?—Preguntó dulcemente pero con cierta tonalidad
pícara.
Louis sonrió.
—No... Estoy esperando a mi esposo.
—Por qué mejor no te olvidas de ese idiota y nos vamos a algún
lugar más privado.
—Quizás acepte tu propuesta—Se dio la vuelta para mirar a su
flamante esposo—Porque me pareces muy guapo.
Luke no pudo evitar no sonreír ante eso ojos azules que le seguían el
juego. Sin pensarlo mucho, besó los labios de su marido con dulzura,
saboreando el amargo del café de la boca Louis, y cuando el aire se
hizo necesario se separaron, no queriendo.
Luke, sonriente aún, se acercó a la cafetera para servirse un poco de
café.

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—¿Estás despierto desde hace mucho? —Preguntó, dando un sorbo
a su taza.
—Si... Es que no podía dormir y... ¿Tu cómo dormiste amor?
—Pues bien—Pareció pensarlo unos segundos—No no, mal, dormí
mal. Porque cuando desperté, mi amado no estaba a mi lado.
Los ojos de Louis se cristalizaron. No soportaba la culpa
carcomiendolo por dentro, era ahora o nunca.
—Si.. Sobre eso—Aclaró su garganta, la bilis le estaba picando, sus
manos sudaban y en serio, en verdad quería llorar—Esta noche la
pasaré en el departamento de Zayn, con él—. No miró a Luke a la
cara. No pudo— Está mal, triste por lo qué pasó, estas fechas son
tristes para él y me rogó que esta noche lo acompañe ¿Esta bien?
Luke pareció pensarlo un momento antes de sonreír con amor y
asentir.
—Esta bien, por mi no hay problema, además tengo que reunirme
con un comprador...—Dijo mientras jugaba con su taza de café—
Venderé la casa —Soltó.
Y fue cuando la mirada enojada del menor cayó sobre su marido.
¿Vender la casa? Cielos, esto cada vez se ponía peor.
—¿Vender la casa? ¿Cuándo pensaba decirme? —Su molestia era
más que obvia—¿Y a dónde se supone que iremos a vivir?
—Lou...—Se acercó a su marido para tomar sus manos y con amor,
besó sus nudillos—Tengo que hacerlo, ese dinero lo usaré para
pagar parte de las deudas y liquidar a los empleados de la empresa;
no tengo corazón para dejar a esas personas en la nada, tienen
familias y eso les ayudará hasta que consigan otro empleo.

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No resistió las ganas de saltar a los brazos de su ángel. La bondad
que Luke tenía en su corazón era inmensa, pura y no lo negaría,
tenía miedo de que algún día pudiese dañar de alguna forma esa
bondad.
Luke lo recibió con el amor que siempre le ha tenido, desde que lo
vio en la preparatoria con esas horribles gafas y una mirada
inocente.
—No te preocupes, lo resolveré y si hay empezar de nuevo, lo hago.
No me importa porque tu estarás ahí, juntos saldremos de esta—
Susurró con cariño, besando nuevamente la cabellera revuelta de
Louis.
Y Louis... Oh, Louis simplemente cerró sus ojos lo más fuerte que
pudo, no quería llorar, así que respiró profundo y pensó: Todo sea
por ti, mi amor.
—Y si Zayn está mal, no tengo problema con que pases la noche con
él...—Louis se alejó de los brazos cálidos de Luke y le dio la espalda
para tomar su taza de café y ponerla en el lavabo. Por otro lado,
también fue su excusa para no mirar al Luke a la cara.
—Si yo... Iré—Dijo.
—Bien, yo tomaré una ducha y me reuniré con Charlie, firmaré hoy
el acto de venta.
—¡No!—Soltó de repente, ganándose la mirada confundida de
Luke—. Digo.. Quisiera estar ahí cuando lo hagas ¿Podrías aplazarla
hasta el lunes?
—Louu.. No prolonguemos más este asunto.
—Luke... Por favor... permíteme estar ahí...—Rogó, con esos ojos
azules resplandeciente por las lágrimas.

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Y el mayor no aguantó esos ojitos larimar mirarlo con suplica.
—Esta bien, lo haremos el lunes.
Louis asintió para luego recibir un caluroso beso de su marido. Luke
agarró las, perfectamente, moldeadas caderas de Louis y las apretó,
sacándole un suspiro a Louis en medio del beso. El castaño no
perdió la oportunidad y enredo sus brazos en el cuello de Luke,
jugando con su cabello azabache.
—Mejor me voy ahora antes de que terminemos follando en la
cocina—Susurró contra los labios hinchados de Louis.
—Tu puedes follarme donde quieras—Sonrió viendo a Luke hacer
un puchero desesperado.
—Me iré ahora mismo porque me estas provocando.
Dejó un beso casto en los labios del menor y salió, literalmente,
corriendo de la cocina, dejando a Louis envuelto en una risa
divertida. Su marido cuando quería era un niño grande, su niño de
sonrisa traviesa.
Perdoname Luke...
El sonido de su celular sonando sobre la isla le causó una migraña
inmediata, no queriendo saber quien era o quién imaginaba que
sería pero, como siempre, no era su día ni su vida, quizás. En el
identificador de llamadas apareció aquel apellido que, a partir de
ese día, se convertiría en la desgracia absoluta de su vida. Dios, ¿Qué
acaso Styles no tenía a nadie más de quien hacer su vida miserable?
bueno, ahora sí lo tenía.
Contestó de mala manera—¿Qué quieres?

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—Hey, esa no es manera de hablarle a tu hombre... —No hacía falta
verle la cara para saber que tan grande era su cinismo.
—Tu no eres mi hombre y ni en mil vidas lo serás. Mi hombre está
esperándome en nuestra ducha, así que habla rápido—De hecho,
podrían ser cínicos los dos.
—Te acostarás con dos hombres en un mismo día, menuda puta—
Louis sonrió, dio justo donde quería dar, su ego.
—Con uno por obligación, porque al parecer no puede conseguir
una follada sin sugestiones; con el otro porque me gusta como me
folla y lo amo—Siguió.
—Eso cambiará esta noche. Te lo aseguro.
Colgó.
Louis respiró hondo para echarle un poco de aire a las llamas de
rabia que sentía en su interior. No sabía cómo haría para quedarse
quieto mientras Harry lo penetraba, como haría para soportar las
manos callosas de Styles sobre su piel y esos labios que han besado
casi medio Londres, porque eso era él, un promiscuo.
...
La tarde cayó más rápido de lo que podría desearse y ya era hora de
que Louis se marchara a los brazos del pecado. Tenía un pequeño
bolso con varias prendas y algo para dormir aunque sabía de más
que no usaría nada, literalmente, nada.
Se despidió de su esposo, quién prefirió pasar el día organizando
papeles en su estudio, bueno, no era como si tuviese otra cosa mejor
que hacer.

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—¿A qué hora volverás mañana? —Preguntó Luke desde su
escritorio.
—Espero no tan tarde—Respondió, evitando la mirada de su
marido.
—Es solo que... Quería que cenaramos juntos aquí, por última vez.
El triste rostro de Luke solo sirvió para darle fuerzas a Louis. No
dejaría que perdiera todo, cuando tenía una humillante y asquerosa
oportunidad de salvarlo, su cuerpo a cambio de millones de libras,
era un trató a considerar.
Su teléfono vibró, informándole que un mensaje había llegado a su
buzón. Desbloqueó el celular solo para ver ese maldito apellido en
su pantalla, con un simple mensaje "Te estoy esperando " tenía que
irse, lo sabía y postergarlo no eliminaría el hecho inminente. Volvió
a bloquear su celular ¿Y Por qué no? También las ganas de llorar.
—Es Zayn... Debo irme, estaré aquí para la cena... Te amo.
Aferró su mano con fuera al tirante de su bolso para rodear el
escritorio y darle un sencillo beso a Luke. Salió corriendo antes que
Luke viera sus lágrimas.
¿Qué tanto amaba a Luke? Se planteó mientras conducía a la
mansión de Harry. ¿Tanto como para perder la dignidad? ¿Tanto
como acostarse con un idiota por dinero? ¿Tanto como vender su
cuerpo? Quizás la respuesta a eso ya era clara, de lo contrario no
estaría en marcha a entregarle su cuerpo a Styles ¿Valdrá la pena?
¿Luke lo vale? Si, claro que lo hace. Y el haría lo que fuese por su
marido, sólo pedía que esa noche se quedara como lo que sería: un
negocio, nada más que un triste, miserable y patético negocio.
El camino se vuelve corto cuando no quieres llegar a un lugar. Louis
lo corroboró cuando se encontraba apagando el motor de su
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vehículo frente a la enorme propiedad. Miró su celular con lástima
por última vez, antes de apagarlo también y dejarlo sobre asiento
del copiloto. Tomó sus pertenencias y bajó del vehículo, dándose
cuenta de que las piernas le temblaban. No sabía si era por temor o
por rabia, pero, sin dudar, apostaría por lo primero. Tocó la puerta y
esperó a que abrieran, bueno, quizás tenía la esperanza en que nadie
estuviese en casa pero como fue dicho antes, su suerte no era de las
mejores.
Una mirada dura con una sonrisa triunfante le abrieron las puertas.
Y sí, confirmó que sus piernas temblaban por la ira que lo quemaba
por dentro. El mayor admiró a su pequeño trofeo, como lo hace un
ganador, como solo lo haría Harry Styles.
—Llegas puntual, ¿Deseoso de verme? —Se atrevió a decir.
El menor quería matarlo en ese momento. Pasó de largo como perro
por su casa, lo menos que quería era cortesías
—Yo cumplió mis tratos.
Dejó caer su bolsa de marca Adidas sobre el costoso sofá de Harry, y
fue cuando se percató de dos cosas: La primera era, detestaba la
forma soberbia en la que Harry lo miraba; la segunda, en la sala de
estar también había una pequeña maleta de mano que bien podía
costar más que su auto. ¿Habrá alguien más en la casa?
—¿De quién es la maleta? —Preguntó con los brazos cruzados.
—Mía—Respondió, apoyado desde la jambas que cubrían la sección
de la sala—Viajaremos.
—¿Viajaremos?—Su risa falsa hizo estruendos ante la escucha de
Harry—¿Contigo? Ni al infierno.

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Esa osadía encendía la lujuria en Harry. A pasos decidido se acercó
hasta el pequeño cuerpo de pie en su sala; ambos se miraban con
cierta soberbia, que incluso, podía sentirse en el aire.
—¿Tengo que recordarte que eres mi perra? —Una pregunta
retórica, pero que sin lugar a dudas, pateó con fuerza en orgullo de
Louis. Harry sonrió, con su cuerpo a tan solo centímetros del de
Louis—Compré una pequeña propiedad, solo para follarte a gusto y
para que puedas gritar mi nombre tan fuerte como quieras—La
sonrisa cínica que esbozó en ese momento sólo alimentó la ira de
Louis, tanto que Harry ganó un empujón por parte de Louis.
—Me das asco... ¿Cómo puedes hacerle esto a Luke? —Sus orbes
tristes luchaban por no dejar salir sus lágrimas.
—¿Yo?—Se señalo a si mismo—No le hago nada a Luke, tu si. Tu
eres el que se vende por unos cuantas lib...
Ni siquiera terminó sus palabras gracias a la mano furiosa de Louis
que impactó sobre su mejilla. Acción y reacción. Harry colocó
despacio su mano sobre su mejilla golpeada, la elegancia en sus
actos dejaba entender a Louis que eso no había sido nada.
El magnate sonrió, mostrando sus dulce hoyuelos—El mismo vulgar
de siempre. No sé qué vio Luke en ti, pero lo voy a descubrir. ¿Nos
vamos?
Harry no esperó una respuesta de Louis. Agarró su costosa maleta y
salió de la casa hacía su lujosa Jeepeta Maserati, no alardearía sobre
eso pero aquel vehículo lo adquirió hacía tan sólo un par de días,
solo para Louis. Quería y podía darse el gusto que quisiera. Subió su
equipaje en el asiento trasero para luego dirigirse a ocupar su lugar
de conductor.

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No pasó mucho hasta que la figura molesta de Louis salió de la casa
y se subió al vehículo de muy mala gana. Arrojó su equipaje junto
con el de Harry, como tal niño pequeño en pleno berrinche haría.
Harry le dio una mirada divertida pero molesta.
—¿Cuántos años tienes? ¿Cinco?
La respuesta que obtuvo fue un bufido. Colocó su cinturón de
seguridad y simplemente se dedicó a mirar por la ventana; Harry
puso en marcha el vehículo, restándole importancia a la actitud
agria de la pequeña puta; él estaba pagando una cantidad asquerosa
por ese pequeño cuerpo y no dejaría que un berrinche estúpido lo
arruinara.
Iban en camino cuando Louis se replanteo la caballada que
cometería, se preguntó nuevamente si valdría la pena tan mal trago;
tan mala experiencia ¿Amaba tanto a Luke? Pues si. Recuerda cómo
el alma se le salió del cuerpo cuando encontró a Luke tirado en el
piso con una soga alrededor de su cuello, de solo pensar que tantos
problemas harían a Luke perder su cabeza, le destrozaba el corazón,
esto sería un pequeño sacrificio para salvar a su marido, claro que lo
valía, su Luke lo valía.
Cuando abandonaron la algarabía de la cuidad Louis se comenzó a
plantearse que debería preguntarle al cretino mayor hacia dónde
diablos se dirigían. No era que confiara en Harry, era exactamente
que no confiaba en él. Le dio un rápida mirada, Harry tenía el ceño
fruncido, como si pensara algo importante, tomaba el volante con su
mano izquierda mientras que la derecha reposaba sobre la palanca
de cambios.
Con el dolor de su alma, admitía para sí mismo que Harry no era feo,
para nada. Lástima que su personalidad tan nefasta arruinaba toda
esa belleza física. Él y Luke siempre fueron los más populares en la

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preparatoria y universidad, las chicas y chicos morían por ellos.
Harry siempre tuvo la fama de promiscuo y mal hablado, típico hijo
de papi y mami, mientras que Luke era un cortés don Juan; si, se
acostaba con chicos y chicas pero eso sólo fue durante la
preparatoria y antes de conocer a Louis, recuerda como Harry le
decía que era un ridículo por estar detrás de alguien como él; que
habían cientos de chicos mejores que él; y todo eso antes y durante
su noviazgo. El rizado siempre tuvo el empeño en destruir el
autoestima de Louis con sus miradas de asco y sus palabras sin
filtros. Y al parecer aún no se detenían, ahora con algo más serio,
pagar millones de libras por follarlo, solo para reafirmar el hecho de
que él puede. El castaño se sentía tan humillado.
La lluvia empezó a caer. Y lo que empezó como lloviznas, se tornó en
una fuerte tormenta. Louis ya estaba aburrido de tanto camino,
llevaban casi hora y medía y nada de llegar al dichoso lugar.
—¿Falta mucho? Estoy harto del camino— Ni Siquiera miró a Harry
al hablar, sus ojos se mantuvieron fijos en la carretera.
La sonrisa altanera del mayor no tardó en aparecer—¿Muy ansioso
de que te haga mío?
—Yo nunca seré tuyo. Ni en esta vida, ni en las que siguen.
—Suenas muy seguro de eso—La mano que una vez estuvo sobre la
palanca, ahora estaba sobre el muslo de Louis —Quisiera detenerme
y follarte aquí mismo.
El ojiazul no se contuvo las ganas de quitar la mano de Harry de
sobre su muslo, más la mirada de advertencia le hizo saber a Louis
que Harry lo compró por ese fin de semana y que tenía todo el
derecho a tocarlo como quisiese.

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En la primera oportunidad que tuvo aparcó el auto a la orilla de la
carretera, donde solo se podían apreciar árboles y más árboles.
—Ven aquí— La orden le cayó por sorpresa a Louis. Observó a
Harry, sin entender a qué se refería—Ven.
Entonces Louis lo entendió y claro que no, no se sentaría en las
piernas de Harry como cualquier vagabunda necesitada de
compañía.
—No pienso sentarme en tus piernas—Se rehusó.
—Te recuerdo que pagué millones por tu culo, así que ven aquí.
Ahora.
Y con la dignidad por el suelo y muchas ganas de llorar, Louis
desabrochó el cinturón de seguridad y se pasó al lugar de Harry,
sentándose a horcajadas en el regazo del magnate. Harry no perdió
tiempo oportunidad de mejorar la posición de Louis, acercándole
más hacia él del modo que Louis sintió la polla semierecta presionar
sobre su culo, su mirada molesta se conectó con la de Harry, los
labios del menor se encontraban entre abiertos, no era que tenía
ganas de besar a Harry, era la tensión asfixiándolo.
—Louis—Susurró el de ojos verdes mientras se comía a besos
débiles el cuello de Louis—Hueles tan dulce...—.Los delgados y
rosados labios siguieron su camino de besos hasta la mandíbula de
Louis, las palabras nunca pararon—Mi pequeña rata.
Aquel maldito nombre estrujó el corazón de Louis. Recordaba que la
primera vez que Harry lo llamó de esa manera estaban en
preparatoria, Luke intentaba que Louis aceptará salir con él; ese día
la cafetería estaba llena de estudiantes, todos metidos en sus
almuerzos y hablando cualquier tontería; este leía su libro favorito,
cuando de repente un tazón de macarrones con queso cayó sobre el.

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Un chico de aspecto fuerte y ojos crueles le había dado la gana de
llenarlo de macarrones porque sí, para luego gritarle "pequeña rata"
frente a todos los estudiantes que allí estaban, todos rieron,
burlándose de Louis y su único pensamiento en ese momento fue
salir corriendo de aquel lugar pero no sin antes, y con los ojos
cristalizados, darle una mirada interrogativa a Harry ¿Por qué? Era
todo lo que quería saber ¿Cuál era la maldita necesitada de ser un
culo con Louis siempre?
Ese recuerdo hizo hervir la sangre de Louis, separándose de Harry y
golpeando su pecho.
—Déjame.
La risa burlona de Harry solo sirvió para que Louis se sintiera más
degradado de lo que ya se sentía. Intentó levantarse del regazo de
Styles cuando unos fuertes brazos rodearon su delgada cintura.
—¿A donde crees que vas? —Su tono era calmado y burlón.—No
quiero que te levantes—. Plantó un beso casto sobre los labios del
menor, dejándole un sabor amargo.
—¿Por qué le haces esto a él..?—Esa pregunta salió más profunda de
lo que parecía. Harry aflojó el agarre mirando esos ojos tristes que
tan cursi le parecían.
—Yo no te obligué a nada Louis, te propuse un trato y tu aceptaste.
—Sabes que Luke... tu mejor amigo lo necesita.
—Lo sé y yo también necesito mi polla en tu culo, todos queremos
algo Louis—. Apretó con ambas manos el firme trasero de Louis— Si
que lo necesito—Suspiró.
Entonces las palabras de Zayn arroparon su mente; encendiendo su
desprecio hacia ese hombre, tan egoísta y altanero. ¿Qué mejor

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venganza de dejarlo sediento de ti? Justo como la droga, hacer de la
vista gorda y darlo todo esta noche, para que en la mañana siguiente
busque más de ti, pero sería la última, ¿Lo siguiente que pasaría?
Buscaría amantes, alguno que se le asemeje pero no habrá, entonces
deseara más de ti y ya no podrá; mientras que tu lo tendrás con la
cabeza hecha un nido y buscando. Olvidar a Luke, solo por esa noche;
solo por su sed de venganza; de joder la cabeza de Harry. Tendría
toda su vida para arrepentirse de esa locura, ahora solo quería
demostrarle a ese hijo puta que él también podía ser deseado con
desesperación; quería a Harry Styles en sus manos, rogándole por
una misera follada, como hicieron todos aquellos que lo probaron.
—Quiero que me prometas algo—Su voz salió tan sumisa, al igual
que su débil mirada. Sus pequeñas y escurridizas manos acariciaron
las mejillas de Harry con dulzura absoluta—Por favor...
—¿Que?— El repentino cariño de Louis no lo confundía en lo
absoluto, le gustaba eso, hasta podría decir que se sentía... Bien.
—De esta noche ni una palabra, a nadie, nunca. Quiero que esto sea
solamente tuyo y mío...—Movió sus caderas frotando su trasero con
el gran bulto de Harry, dándole un pequeño adelanto de lo que será
esa noche— ¿Lo prometes?
Lo involucró, con una linda sonrisa que bien podía parecer adorable
pero que, estaba llena de un veneno tan letal y a la vez tan
placentero.
—Lo prometo.
Y si dijéramos que Harry es un hombre que cohíbe sus impulsos,
estaríamos, claramente, mintiendo. Fue por eso que besó los labios
de Louis con tal ferocidad, como si Louis en realidad fuera suyo. ¿Y
Louis? Pues qué más podía hacer que dejarse dominar por ese
hombre, dejarse besar de una manera salvaje, como si quisiera

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acabar con sus labios. Las manos del mayor no se quedaron quietas
tampoco, manosearon cada espacio del culo de Louis. Para cuando el
aire se hizo necesario y se apartaron.
El par de ojos azules observaron la tez levemente sonrojada del
rizado, sus labios hinchados y su respiración sofocada. Y quizás el
consejo de Zayn funcionó más de lo previsto, fue la única razón por
la que Louis enredó sus manos en el cabello corto de Harry y volvió
a atacar con el mismo pasión-odio que era aquel encuentro. Los
dioses lo perdonen por semejante pecado el que cometería. Jaló con
fuerza el cabello rizado de Harry, sacando un ronco gemido seguido
por una risa silenciosa en medio del beso, el calor comenzaba a
surgir y Louis no sabía de dónde le aparecieron las horribles ganas
de arrancarle la ropa a Harry; arañar todo su cuerpo ¿Podría ser
algo sexual? O simplemente el deseo de dañar a ese hombre como
pudiese, lo odiaba.
Una sonrisa llena de algo vil, interrumpió el beso, claro, si así se le
puede llamar. Los ojos azules llenos de confusión le observaron y
una de las grandes manos de Harry sujetó la delicada quijada de
Louis para después empujarlo contra el volante, eso claro, sin
mostrar ningún signo de seriedad a diferencia del pequeño castaño
que se sorprendió por la repentina hostilidad de Harry.
—No sé qué pretendes pequeña rata. Pero sea lo que sea te advierto
que no te resultará y solo hará que te vaya peor—La voz ronca de
Harry sonaba a algo más que una advertencia.
Cuando este aflojó el agarre fue la oportunidad que Louis aprovechó
para quitarse del regazo de Harry y ocupar su asiento. Su corazón
latía a una velocidad asombrosa, sin embargo no dejó que eso lo
detuviera.

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—No pretendo nada—Con la seguridad con la que dijo aquello
podría hasta sonar creíble.
—Claro, porque te encanta besarme. Y más de esa manera—
Sarcasmo, simple y puro sarcasmo.
—No. No me encanta, pero ya que estas pagando millones por mi
culo, debo darte un buen servicio ¿No?
Luchó con todas sus fuerzas por no dejar salir las lágrimas. Se sentía
como una prostituta. Del rizado solo obtuvo una sonrisa creída.
Arrancó nuevamente el vehículo y esta vez, sin pensar en detenerse.
Se podría decir que el camino fue lo suficientemente largo para que
Louis pensara una y otra vez sobre lo que estaba a punto de hacer,
sin embargo, fue tan corto cuando en verdad no deseas llegar a un
lugar... ¡Y qué lugar! Los ojos de Louis se expandieron en sorpresa
cuando vió la elegante casa en medio de un colorido bosque, no muy
lejos de ahí se podía escuchar de una corriente de agua, lo que bien
sería un río o un arroyo. La casa tenía una estructura muy peculiar.
El auto se detuvo justo frente a la pequeña entrada de la casa,
decorada con algunas flores que parecían ser jazmines, sin porche.
El primero en bajar del vehículos fue Harry; Louis no esperaba
cortesía de su parte, como que le abriese la puerta o cargara su
equipaje, así que él mismo bajó y tomó sus cosas. El rizado le dio una
mirada divertida antes de sacar unas llaves de su bolsillo y abrir la
puerta, entró, dejando a Louis fuera y este, aún pensando si estaba a
tiempo para echar todo atrás y volver con su esposo...

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Capítulo 5: Part II
Tracks:
Summertime Sadness ; Lana del rey.
Heroin ; Lana del Rey.
In my feelings; Lana del rey.
"Bien, es hora de salir de esta mierda" Se dijo a si mismo antes de
entrar a la lujosa vivienda. Harry no tenía mal gusto para ser un
cabrón degenerado. Por dentro, la casa era enorme de lo que se
podría apreciar desde fuera. Los muebles en forma de L lucían finos
con una gran chimenea a su frente y un televisor sobre esta. Tenía
que admitir que dentro de todas las cosas que la casa tenía, lo que
más llamó su atención fue dos grandes puertas de cristal que por lo
visto daban acceso a una gran terraza, Louis observó todo ese
hermoso panorama y dedujo que a veces, el infierno puede lucir
hermoso. Después de la terraza, había un gran patio en el cual una
enorme piscina recibía las gotas del cielo. El lugar era realmente
hermoso.
—¿Te gusta? —La profunda voz de Harry sacó al pequeño castaño
de su apreciación. Ni siquiera se dio vuelta para mirarlo, más solo se
cruzó de brazos volviendo la fijación de sus ojos al panorama.
—No puedo creer que compraras esta casa solo para regodearte en
que me follaste—Aquello salió con cierta pizca de vergüenza.
Decirlo en voz alta no era lo mismo que pensarlo.
—Quien puede, puede. No solo la compré por eso, piensa un poco a
futuro Louis.
Esas palabras si lograron que el ojiazul le diera la cara al rizado
¿Pensar a futuro? ¿Qué jodido futuro? Y al parecer la expresión en su
rostro fue tan notoria que Harry tuvo que reír.

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—¿A qué te refieres con eso? —Preguntó el joven.
—Bueno, lo obvio ¿No?—Se pavoneó con suma elegancia—. Algún
día encontraré una puta tan buena que quizás lo haga o la haga mi
cónyuge, después vendrán esas cosas pequeñas y ruidosas; luego
necesitaré un lugar donde pueda ser yo y estar con mis putas
mientras los niños están en casa cuidados por la persona que sea mi
cónyuge. No llevo putas a casa ¿O por qué crees que te traje aquí?
Y sí aquello dolió con cojones, definitivamente, no se lo haría saber.
¿Puta? Tal vez, ¿Por obligación? Definitivamente y él cínico aquel lo
sabía.
Al darle la espalda lo próximo que sintió fueron los grandes brazos
de Harry rodear su delgada cintura de una manera tan autoritaria,
fuerte. La caliente respiración del empresario reposaba detrás de la
oreja del pequeño ojiazul, quien luchó contra su terquedad para no
quitarle las manos de encima, apretó los puños y cerró los ojos.
—No entiendo porqué te casaste con Luke— Sus manos traviesas se
metieron dentro de la playera media holgada de Louis, acariciando
cada espacio de la piel de sus pequeñas caderas—No entiendo
Louis... ¿Cómo puedes amar a dos hombres a la vez?
A Louis casi se le salen los ojos de sus cuencos por abrirlos tanto,
estaba atónito. Su única reacción fue voltear para mirar a Harry
como si este estuviera loco o fuera un extraterrestre ¿Enamorado de
él? ¿Acaso Harry alucinaba o había tomado algún fármaco ilegal?
—¿Qué porquerías dices? —Se alejó varios pasos de Harry—Yo no
te amo, nunca lo he hecho y tampoco lo haré. Esto solo es un
negocio, Harry. No confundas las cosas.
La risa de Harry le hizo saber que no le creía nada pero estaba bien,
ya que era hora de destapar la botella de las verdades.

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—Recuerdas la clase de ciencias, creo que ahí fue cuando le
empezaste a interesar a Luke y te hacías el difícil, pequeña zorra—.
Agarró con descaro la cintura de Louis, pegando su cuerpo contra el
suyo hasta que sus entrepiernas estuvieron juntas y Louis pudo
sentir la prominente erección de Harry contra su pelvis. Eso
consiguió que el corazón del más pequeño latiera fuerte—.
Recuerdo como Luke se emocionó pensando que te gustaba porque
no dejabas de mirarlo, cuando la realidad era otra —. Un beso casto
cayó sobre los labios de Louis, quien miraba a Harry de una forma
indescifrable—La realidad era que me mirabas a mi, Louis.
—¡Estas loco! —Intentó zafarse del agarre pero la fuerza ejercida
sobre sus caderas era mayor.
Sus narices se rozaban, sus ojos se miraban como si de una guerra se
tratase, el aliento caliente de Harry contra los labios abiertos de
Louis, quien por su lado no sabía qué demonios le pasaba por la
cabeza; lo apretaba tan fuerte y firme; lo miraba con tanta
curiosidad ligada con lujuria, pero sus palabras lo hacían sentir
como la peor puta. Sus pequeñas manos decidieron reposar sobre el
pecho de Harry, el corazón de Louis estaba apunto de estallar y no
era para menos; admitía que Harry era un cerdo de lo peor, sin
embargo, no era ciego y ese hombre era jodidamente guapo.
Las manos del mayor soltaron las caderas de Louis y mejor,
deseaban explorar más allá. Harry estaba dispuesto a todo a aquella
noche; a mostrarle a Louis quien era él y que podía llevarlo mucho
más alto de lo que Luke ha podido. Sus grandes dedos soltaron el
botón del skinny de Louis, bajó la cremallera y no esperó para
ponerse de rodillas frente al ojiazul, a quien se le detuvo la
respiración cuando sintió los calientes labios del rizado besar su
pelvis, saboreando su piel. Subió los húmedos besos por su
estomago levantando consigo la playera de Louis.

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Fue justo cuando llegó a sus pezones que Louis no pudo callar para
si un débil gemido, Zayn tenía toda la razón y lo haría; volvería a
Harry un adicto a él, le daría lo que nunca le han dado y luego lo
privaría de ello cuando ya sea necesario para él.
El ojiverde retrocedió unos pasos para observar a Louis—Te quiero
en cuatro patas sobre la cama, ahora. —Fue una orden. Louis tenía
otros planes en mente, por lo que negó con la cabeza.—¿No? Louis
tengo que...—Las palabras quedaron el aire gracias a los labios de
Louis que se estamparon contra los de Harry, sus brazos se
enredaron en su cuello, el beso no fue nada como el anterior en el
auto, no fue salvaje, desesperado, sin una pizca de amor o pasión
¿Acaso Harry si quiera sabía que era aquello? Louis lo dudaba, pero
se lo mostraría, porque era parte de su plan, y porque en el fondo, el
bastardo lo necesitaba.
Los besos de Louis eran suaves, sin prisa, su lengua se daba tiempo
de juguetear con la de Harry, algo que a Harry le parecía extraño; no
besaba de esa manera, a nadie. No mentiría en lo absoluto, le
gustaba, normalmente las putas con las que se acostaba lo hacían de
una manera más apresurada, abrupta , porque ellas solo querían su
dinero y Harry no quería romanticismo.
—Hazme el amor... Harry...—Aquellas palabras sacaron al
mencionado de órbita totalmente.
Detuvo el beso solo para mirar la cara sonrojada de Louis, sus labios
hinchados y esos ojos azules que le decían algo más, algo malvado,
algo a lo que Harry si estaba dispuesto a enfrentarse aquella noche y
que quizás, lo marcaría por el resto de su vida.
—Yo no hago el amor, Louis... —Dijo, perdido todavía en la frase
dicha.
—¿No lo haces o nunca lo has hecho?—Preguntó.

62
—Ambas.
Louis sonrió. Ese hombre sería mas fácil de envolver de lo que
parecía.
—Desnúdame—Le pidió.
Harry lo observó como un bicho raro.
—¿Qué tu no sabes hacerlo solito?
Fue cuando se preguntó ¿Cómo ese salvaje podía ser dueño de
medio Londres? ¿Acaso todos los millonarios eran asi de bestias?
Pues, Luke no lo era y... Luke... El corazón se le estrujó tan solo por
un momento, gracias a eso su coraje solo fue en aumento.
—Desnúdame, Harry—Está fue no una simple petición, sonó como
una orden.
Sus miradas se cruzaron, la de Harry era confusa y la de Louis
decidida con una pizca de oscuridad.
El rizado se acercó nuevamente para cumplir la petición de Louis, de
forma brusca le levantó la playera siendo detenido en ese mismo
instante por Louis.
—No tan salvaje. Hazlo despacio—Sugirió.
—No sé hacerlo despacio y tu no pones las reglas aquí—Dijo él
rizado, un poco acalorado. Nunca nadie le había puesto reglas sobre
como debía tener sexo.
—Te mostraré.
Y así fue como sus pequeñas y delicadas manos quitaron botón por
botón de la camisa de Harry. Despacio, suave como era Louis.
Cuando el fuerte y trabajado pecho de Harry quedó al descubierto, la

63
sorpresa de Louis no fue poca al ver todos aquellos tatuajes que
adornaba aquel fornido lugar. Una gran mariposa entre su pecho y
estomago, un par de golondrinas sobre su clavícula; colocó ambas
manos sobre las hermosas golondrinas, sintiendo el frío cuerpo de
Harry y con acaricias, dejó caer su camisa.
—Así. Desnudame con caricias, Harry—Susurró.
El empresario no es estúpido. Sabía que lo que el menor hacía era
simplemente darle un poco de veneno cubierto con una fina capa de
miel, transformada en besos y caricias a las que el no estaba
acostumbrado. Le gustaba.
Harry agarró las caderas de Louis. No perdió de vista la mirada azul;
y así fue subiendo su playera mientras quemaba la lábil piel del
castaño; era tan suave, una trampa en terciopelo. Louis levantó sus
brazos para que su verdugo sacara por completo su playera negra.
Observó cauteloso cada parte del torso ahora desnudo de su
amante; sus tatuajes, la historia contada en su piel.
No resistió las ganas de acariciar con sus labios el 78 que Louis
llevaba grabado en su piel, entre tanto sus manos bajaron un poco
su skinny permitiéndole a si un acceso fácil a su masudo trasero.
Louis cerró los ojos experimentando la sensación de los labios de
Harry subir por su clavícula hasta su cuello. Las palabras de Zayn
volvieron a servir como apoyo dale un poco de veneno envuelto en
dulce y fresca miel y es justo lo que haría, olvidaría al Louis actual y
reviviría a aquel maldito que dejó de ser. Solo por hoy. Solo por esa
vez.
Enredó sus manos en el ahora corto cabello de Harry, dejando salir
un suave gemido que sin negarlo en lo absoluto altero
completamente la polla del magnate; amasó el trasero de Louis,
estrujando sus miembros, queriendo más. Mucho más de Louis.

64
Louis sacó sus tenis para que Harry pudiese deslizar sus pantalones
hasta el suelo y quitarlos, llevándose la mejor sorpresa. La pequeña
zorra de ojos azules tenía puesto unas hermosas bragas de encaje
negras.
Toda su vida había visto un sin número de bragas. De todos los
tamaños, formas y colores en diferentes amantes temporales, pero
era la primera vez que se quedaba sin aliento.
—¿Te gusta lo que ves? —Preguntó, jalando el cabello rizado.
—No te voy a dar ese gusto—Su tono era bajo, pero su voz ronca le
ponía seriedad a lo que decía. Mordió el labio inferior de Louis para
luego sonreír de una forma tan sínica, malvada, excitada—. Quiero
follarte justo frente a la chimenea— Desabrochó sus pantalones
finos, dejándolos caer al suelo, al mismo tiempo que sacó sus
zapatos; solo quedando en boxers con una notoria erección.
—¿Ah si? ¿Que más? —Rodeó el cuello de Harry con sus brazos,
siendo cargado en ese mismo momento por el mayor y enredando
sus fornidas piernas al rededor de la cintura de Harry.
—Hacerte mío, mío —Devoró a besos su cuello. Cayó de rodillas
frente a la chimenea recostando el cuerpo de Louis en la alcochada
alfombra con las llamas de sus cuerpos igualandose a la de la
chimenea; entre besos lentos pero voraces; restregando sus
erecciones. Las uñas de Louis dieron un paseo por toda la espalda de
Harry, dejando arañazos y sacando gemidos dolorosos de Harry, sin
embargo, este no le diría que pare porque ese era Louis, sabía que
quería lastimarlo de alguna manera y necesitaba sentir su odio hacia
él; quería follar al verdadero Louis.
—¿Arañé muy fuerte?

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—Hijo de...—De un solo movimiento cambio la posición de Louis,
dejándolo en cuatro patas con su culo bien levantado y su cara y
pecho pegados a la alfombra—. Puta...
Desprendió bruscamente las bragas de Louis y no espero para, con
rudeza, golpear una de las mejillas del culo de Louis.
—¡Mierda! —Gritó bajito cuando la mano de Harry volvió a
estrellarse contra su culo, dejando una marca allí. Cerró con fuerzas
los ojos mientras otras dos nalgadas fueron dadas con las mismas
fuerza; mordió su labios para evitar lloriquear no solo por él dolor,
sino porque encontró que aquello se sentía malditamente bien y eso
no estaba bien.
Otra nalgada cayó y esta vez Louis no pudo callar sus gemidos. Oh
por dios, ¿Qué coños estaba haciendo? no tuvo tiempo a
responderse cuando algo suave y húmedo se sintió en su agujero,
lamidas. Harry le estaba comiendo el culo, amasando su trasero. Se
sentía húmeda y placentera la manera en la que Harry jugaba,
exploraba salvajemente su entrada.
—¡Maldita sea! —Gimió. Agarrando en un puño el pelaje de la
alfombra. Su pene goteaba—Me voy a... Ah.
Como último le regaló una mordida que claramente dejaría marca
sobre la mejilla izquierda de Louis. Harry bajó su bóxer para librar
su imponente erección.
Louis se dio vuelta, encontrándose con el gran pene de Harry, por un
momento pensó si esa cosa cabría dentro de él. Louis tenía la fama
de ser muy estrecho y el pene de Harry era... Grande, demasiado.
Empujó a Harry haciéndolo caer sobre su espalda. No perdió tiempo
y tomó la polla de Harry, masturbandolo con movimientos
tortuosos. El rostro de Harry era un albergue de emociones

66
reprimidas; no le daría el gusto a Louis de hacerle saber que lo
estaba jodiendo como nadie nunca habría logrado hacerlo. Le dio
varias lamidas a la longitud como si de una paleta se tratara, sus ojos
nunca apartaron la vista de los de Harry mientras saboreaba el pene
de su castigo hecho persona. Metió a su boca la mayor parte del falo
de Harry, succionado, chupando. Sacando maldiciones de la boca de
Harry.
—Montame. Ahora—Ordenó.
Su culo aun estaba húmedo por la saliva de Harry, y la polla por
igual. Así que Louis podría hacerlo sin necesidad de más lubricante.
Se monto a horcajas sobre la pelvis del mayor. Alineó la polla contra
su entrada y lentamente intentó entrarla, pero Harry decidió que ya
era hora de cambiar el ritmo a su manera; sin aviso impulsó su
pelvis hacia arriba, penetrando a Louis de un solo golpe, llenándolo.
—¡Mierda, Mierda! —Louis gritó. Apoyó sus manos contra el pecho
de Harry. Dolió como el infierno. Sus ojos cristalizaron— ¡Hijo de
perra!—. Golpeó varias el veces el pecho de Harry, con odio; con
fuerza. Su culo dolía, ardía, se sentía tan abierto, tan lleno—¡Te
detesto! ¡Te odio! —Lloriqueó.
Harry metió su mano entre el cabello lacio de Louis y apretó allí;
hizo que el cuerpo de castaño se tumbara sobre el suyo para
después ocultar su cara en el hueco entre su mandíbula y clavícula;
su otra mano restante la pasó por la espalda de Louis; abrazandolo,
apretándolo contra él. Volvió a dar otra dura estoncada, sacando del
pequeño otro "Te odio" tras un lloriqueo; sus lágrimas saliendo.
El castaño también envolvió en un puño parte de la cabellera rizada,
necesitaba sujetarse a algo; se sentía morir.
—Dejará de doler —Sacó su polla del culo de Louis solo para volver
a penetrarlo con fuerza—Lo prometo.

67
El pequeño apretó con fuerza el cabello de Harry—Er-es un cer ¡Ah!
—Otra embestida.
El romanticismo que el de ojos azules intentó imponer, se acabó.
Ágilmente en un movimiento cambió de posición; esta vez dejando a
Louis debajo suyo. Necesitaba partirlo en dos, hazlo mendigar por
otra embestida. Y así lo hizo; con sus manos a cada lado de la cabeza
de Louis, movió su pelvis, embistiendo con dureza el culo de Louis;
logrando que este se quejara arqueando su cuerpo. Harry pensó que
nunca había visto una imagen tan vulgar; pervertida como la Louis
con la boca abierta, tragandose cada gemido; retorsiendose,
ahogándose en su propio placer. Ya el dolor desapareció y fue
sustituido por un placer culpable, algo que no quería sentir, se
supone odiaba a ese degerando con su alma; no lo malinterpreten, lo
hacía. Mas debía rendirse ante algo banal si quería lograr su
cometido; sin sentirse la peor basura. El fin justifica los medios ¿No?
Harry no soportó más y estampó su boca contra la de Louis,
sintiendo como el culo de Louis succionadaba su pene, era tan
estrecho; llegaría al límite, pero antes de, quería hacer correr a
Louis; así que aceleró sus penetraciones a sabiendas que mañana el
chico debajo de él, se le dificultaría caminar. Nada lo haría mas feliz
que eso.
—Maldición... Me voy a correr...—Gimió—. Quiero más ¡Ah!
—Hazlo. Vente para mi. Dámelo Lou...—Susurró casi sin aliento
sobre los labios de Louis; quien a su vez agarró la mandíbula de
Harry con fuerza.
—N-no me llames Lou...—Lo besó, con fuerza; con odio.
El líquido blanco salió disparado del pene de Louis, ensuciando a su
vez el abdomen de Harry; no aguanto más después de lograr su
cometido y se vino dentro del culo de Louis; llenado por completo el

68
agujero del susodicho; caliente y espeso. Harry dejó reposar su
frente sudorosa sobre la de Louis, viéndole a lo ojos.
—¿Por qué él?—Le volvió a repetir la misma pregunta del principio,
solo que ahora, con el agotamiento del orgasmo.
Louis respondió, manteniendo la mirada.
—Porque el me amó cuando otros solo querían mi cuerpo; porque
me vio cuando nadie lo hacía —Admitió, subiendo sus manos por la
sudada espalda de Harry, acariciando allí mientras sus narices se
rozaban una a la otra.
—¿Quién dice que yo no?
Era mejor dejar todo como estaba. Louis decidió no preguntar a que
se refería con eso. Aquello solo era un negocio entre el cuerpo de
Louis y 40 millones de libras. No más de ahí.
Movió su cuerpo a un lado solo para dar otra orden, aún la noche no
ha acabado...
Y digamos que la noche fue testigo de algo tan impuro, tan vulgar y
prohibido. Pecados. Lujuria. Vanidad. Egoísmo. Codicia. ¿Quién lo
diría? Que 4 de los 7 pecados capitales se reunirían en una lujosa
cabaña a mitad de una hermosa pradera. Esa noche Harry folló a
Louis en cada posición existente; en cada rincón posible de la casa;
lo mordió; lo marcó. Era muy literal cuando dijo que lo haría suyo
esa noche. Porque lo hizo. La ultima follada sucedió en la habitacion
a las 4:28 A.M; fue cuando sus cuerpos cayeron derrotados sobre el
colchón; sudados a pesar de haberse duchado hace tan solo un par
de horas. No hubo abrazos para dormir, ni besos de buenas noches,
quizas porque estaban cansandos o porque ya habían sobrepasado
varios limites que no estaban en el contrato. Harry fue el primero en
caer sobre los brazos de morfeo en su lado de la cama. Desnudo.

69
Bien follado. Louis por su lado no pudo evitar que algunas lagrimas
salieran de sus ojos; que algunos susurros de perdón escaparan de
sus labios. A cada uno de nosotros nos toca llevar nuestra propia
cruz el resto de nuestras vidas; a Louis le tocaba llevar la suya y
mierda que, no sabía que era tan pesada. Y no tenía ni idea de lo
pesada que se volvería.
....
La mañana cayó. Louis la esperó con una taza de café sentado en la
mesada de la cocina, donde Harry también lo había follado cuando
solo fue por algo de comer y un vaso de agua.
Puede que sólo sea idea suya, sin embargo, siente que la mañana
esta triste, apagada, o quizás solo es él; después de follar con quien
odias y se supone que es el mejor amigo de tu esposo, como mínimo
debería estar pensando en suicidio. Sería lo mínimo. Tenía ropa
limpia puesta, se había duchado. Dio otro sorbo a su café caliente
cuando la figura vestida en un traje Gucci invadió la cocina; Harry se
sirvió un poco de café, sin decir una palabra se acercó a Louis para
tomar sus labios pero este fue más rápido y volteó él rostro. Claro.
—¿Qué pasó vaquero? No te tenía por uno de esos que confundían
las cosas —Río. Dándole a Harry justo donde le duele—¿Acaso
piensas que seremos amantes después de esto? No Harry—Volvió a
reír—. No eres tan bueno para eso. Mejor llevame a tu casa, tengo
que recoger mi auto, tengo pendientes—. Bebió el último trago de
café —Ah, sobre el dinero. Irás mañana a mi casa, le dirás a Luke que
fuiste un idiota y le darás el dinero.
—¿Por qué no lo haces tu?
—Para ser un hombre de negocios, eres bastante estúpido—
Gruñó—. Sería muy obvio si llego a la casa con 40 millones ¿No
creés? Para Luke sería más fácil creer que eres un estúpido a

70
cualquier excusa que yo le pueda inventar sobre de donde saqué el
dinero—. Se levantó para dejar la taza en el lavabo—Te espero en el
auto.
Dicho eso salió de la cocina, dejando a Harry con la cabeza
totalmente jodida.
....
Llegaron rápido. Más de lo que Louis deseó y eso estaba bien. Ni
siquiera se despidió de Harry, no tenía porque hacerlo, no quería.
Tomó sus cosas y salió del auto para dirigirse al suyo y salir de ahí
sin siquiera mirar atrás. Debería ir a casa y abrazar a Luke, lo
extrañaba, pero todo era muy reciente, necesitaba un lugar donde
poder llorar a gusto como quería; fue por eso que 20 minutos
después se encontraba en el apartamento de Zayn tocando a su
puerta.
Un morocho desaliñado le abrió y Louis se derrumbó a llorar en los
brazos de su amigo quien tras cerrar la puerta, lo llevó hasta el sofá
y lo acurrucó; haciéndole saber que él estaba ahí, justo para él,
mientras Louis lloraba con todas las fuerzas de su alma. Sin parar.
—Zee...No sé si pueda volver a ver a Luke a los ojos...
—Hey hey—Zayn levantó su cabeza para mirarlo a los ojos con
firmeza—. Podrás, porque todo esto ha sido por él ¿Entiendes?
—Zayn...—El morocho sabía, lo sabía.
—¿Que pasó allá, Louis? —Preguntó, ciertamente temiendo a la
respuesta.
—Harry me folló. Me maltrató. Me usó. Zayn, eso pasó. Estoy
marcado por él, me besó en lugares que nadie, ni siquiera Luke ha
besado. Lo odio tanto. Tanto. Es una ira que me carcome y deseo

71
nunca verlo más en mi vida, te lo juró, me siento tan humillado—
Volvió a recostarse en el pecho de su mejor amigo; podía sentir el
dolor de las palabras de Louis.
Y es sorprendente como una noche se convierte en tu linea de
tiempo, marcando un antes y un después.
Como una noche define el resto de tu vida.

72
Capítulo 6

2 años y 6 meses antes...


—¡No vas a traer al mundo a esa abominación del mismo infierno!—.
Le gritó un hombre furioso a su hijo —Eso sólo es el fruto de tu
desvergüenza y del demonio dentro de ti —. Vio como los ojos ámbar
de su hijo se cristalizaban y la manera tan fuerte en que apretaba sus
puños conforme a las palabras hiriente salían de la boca de su
creador—Allah llora ante la vergüenza.
—¡Es suficiente, Yaser!—Intervino una chica de ojos tristes y aspecto
humilde—. No dejaré que trates a mi hermano como si fuera cualquier
cosa. Del único que Allah siente vergüenza es de ti, al haberte dado el
título de padre, cuando claramente, no lo mereces.
Lo próximo que sintió la chica fue su mejilla arder gracias a la mano
de su madre. Zayn ya no aguantaba más , ya no soportaba las peleas y
los insultos de su padre. La cachetada a su hermana Doniya había sido
la gota que derramó el vaso.
—¡Basta!—Gritó con todas sus fuerzas—Es suficiente...
—Yo aún no he terminado...
—Lo sé...—Lo interrumpió—Y lamento ser un fenómeno—Las
lágrimas salían con dolor—. Lamento con toda mi alma ser
homosexual... Lamento ser tan fácil y abrirle las piernas a cualquiera...
Lamento todo esto...—Inhaló, tomando la valentía que necesitaba—
Pero esto no deja de ser lo que es... no mataré a esta criatura si es lo
que estas pensando, padre.
La furia que reflejaba los ojos de Yaser era alarmante.

73
—Doniya y yo tenemos una solución... para satisfacerte, Yaser.
Descuida, cuando nazca se lo daré a Doniya y ella sabrá que hacer...—
Dicho esto, se marchó de aquella sala. Directo a su habitación.
Se sentía tan miserable en ese momentoy a la vez tan feliz. Su vientre
estaba crecidito, tomando la forma más hermosa de la naturaleza
para darle espacio al pequeño ser humano que se formaba dentro de
él. Apenas tenía 3 meses, pero al ser delgado su vientre se notaba we.
Limpió las lágrimas que rodaban por su mejillas sonrojadas. Su hijo
nacería, así tu viese que pelear con medio mundo; él no lo criaría.
Renunciaría a él con tal de que sea feliz en otro lugar y no en el seno
de una familia religiosa y toxicamente moralista; quiénes se
preocupaban más por el que dirán y no la felicidad.
Aceptó que esa criatura fue fruto de su borrachera y locura juvenil,
pero no negará que disfrutó cada caricia que aquél tipo le entregó; no
le diría a nadie quién es el padre de su hijo, nunca, no quería
escándalos ni problemas.
En ese momento la puerta fue abierta por su hermana quien en sus
manos sostenía un papel y un sobre. El corazón de Zayn latió con
fuerza, no quería pensar que eso en su mano era lo que estaba
pensado. Doniya cerró la puerta tras entrar, miró a su hermano con
tristeza antes de empezar a hablar.
—Zee—Vió como Zayn se sentaba sobre la cama con el alma
cayéndosele a pedazos—
Necesito que firmes esto y llenes esta forma.
Zayn tomó en sus manos temblorosas el papel que su hermana le
tendía. Miró que de hecho todos los campos estaban llenos.
—Supongo que solo debo firmar... Ya llenaste todos los campos.
—No...mira bien.
74
Volvió su vista al papel y en efecto, había uno vacío y esa pregunta
solo Zayn podría responderla.
—Sé que no quieres decir quién es y lo respeto, así que ni siquiera
miraré la hoja cuando llenes eso y lo firmes. Lo meteré en elo sobre y
ya.
La vista de Zayn nunca se apartó del papel entre sus manos. ¿Lo
haría?
—¿Es necesario llenar eso?
—Si no lo fuera, no te hubiese pedido que lo llenes.
Pareció sopesar unos segundos.
—¿Me prometes que será feliz?—Soltó de pronto.
Los ojos claros de su hermana se llenaron de lágrimas.
—Te lo prometo.
Se levantó hasta su escritorio para tomar un bolígrafo y a duras penas
escribió en la forma el nombre del otro padre, esperando que Doniya
cumpliera su promesa. Lo firmó, queriendo terminar con eso lo antes
posible.
Le entregó el papel a su hermana y esta sin mirarlo lo devolvió al
sobre.
—Zayn ¿Por qué no buscas al padre de esa criatura? Quizás él te
ayude. El merece saberlo.
Si la chica supiese que esa idea ha rondado la cabeza del morocho un
sin numero de veces. Tantas. Siempre llegando a la misma conclusión.

75
—No... No quiero nada de ese cretino de mierda. Follé con él porque
estaba borracho. Era la boda de Louis, digamos que nadie estaba en su
juicio. Nunca lo soporté, ni en la preparatoria, ni en la universidad—
Despeinó su cabellomostrando lo muy estresado que todo este tema lo
ponía—Él solo estaba ahí por Luke, dudo mucho que Louis lo haya
invitado.
—¿Cómo terminaste abriéndole las piernas si tanto lo odias? —Eso
salió tan cínico y crudo. Típico en Doniya.
—¿Borrachera?—Suspiró —La verdad no sé, puede sea un
egocéntrico jodido pero... Es guapo y asquerosamente sexy.
Dijo. Volviendo a su suave cama en donde quería pasar los próximo 6
meses de gestación que le quedaban. Doniya se acercó para dejar un
amoroso beso en la frente de su hermanito y luego otro en la mejilla;
otro en la punta de su nariz.
—Te amo ¿Lo sabes? —Le susurró con dulzura.
—Y yo te amo a ti—Le respondió.
Desordenó un poco su cabello azabache; luego salió de la habitación,
tenía algunos pendientes que resolver.
Zayn se quedó ahogando su suspiro. ¿Por qué le abrió las piernas al
arrogante de mierda ese? Nunca lo sabría; por ahora sería mejor
tirarle la culpa a la borrachera.
Actualidad...
—Y ese sería todo el procedimiento—Charlie terminó de explicar su
punto sobre como se desarrollaría la venta de la casa y la empresa.
Louis no dejaba de mirar su teléfono. Se supone que Styles ya debió
haber llegado con su estúpida oferta. Louis le había mandado un

76
mensaje preguntandole cuando coños le daría la gana de aparecer.
Luke por su lado miraba la cara ansiosa de su marido; decepcionado
de sí mismo por causar tanto aquelarre y por joder la cabeza de
Louis con tantas preocupaciones.
El timbre sonó. Los hombres en la sala se miraron entre si, nadie
esperaba a nadie, según Luke.
—Yo iré—Se ofreció Louis.
Salió disparado de la sala para abrir la puerta; encontrandose con su
pesadilla hecha persona y envuelta en un costos traje negro Gucci y
una sonrisa de triunfador—Llegas tarde—Susurró.
—¿Me extrañaste?—Se acercó peligrosamente a la boca de Louis;
importándole muy poco que estaban a metros de Luke.
—Nunca—Le devolvió—Solo espero que hayas preparado la mejor
excusa de tu vida—Retrocedió un paso. La cercanía de Harry le
sentaba mal—Luke esta en la sala con Charlie.
Harry entró a la morada como perro por su casa; el drama que se le
iba a presentar a continuación no era pequeño; conocía a Luke y este
era un tanto rencoroso e impulsivo, pero como siempre, el era Harry
Styles.
—¡Hey Chaaarrr¡— Saludó al hombre con el carisma que lo
caracterizaba. Conocía a Charlie desde hacía muchos años ya que
este estudió con ellos en la misma universidad. El abogado le tendió
la mano con mucha gracia.
—¡Harry! Que gusto verte, hermano.
—Lo mismo digo. Créeme—Su vista cayó sobre unos ojos furiosos
que lo miraban—Lu...

77
—Largate ahora mismo, Styles—Ordenó de pie y acercándose
peligrosamente al rizado.
—Wow, calma. Vengo en son de paz ¿Podemos hablar? ... A solas—
Metió sus manos en sus bolsillos; mostrándose lo más calmado
posible.
—Creo que ya te dejé en claro que no —Dijo el morocho. Luchaba
contra las ganas de moler a puños el rostro de su mejor amigo.
Louis observaba la riña desde la entrada a la sala mientras le rogaba
a todos los santos que Luke aceptara hablar con Harry y que el
imbécil tuviese un buen argumento.
—No es sobre eso—.Luke levantó una ceja en forma de duda—
Bueno, si es sobre eso, pero no sobre eso.
—No. Largo.
—Deja de comportarte como un jodido niño por un maldito segundo
y escuchame. Por favor.
Luke respiró hondo antes de mirar a Louis y a esos hermosos ojos
azules llenos de tristeza, quizás Harry esta vez no le daría una
solución que haga que Luke quiera partirle la cara. Le hizo una seña
con la cabeza y empezó a caminar hasta el estudio, allí tendrían más
privacidad. Luke al pasar por el lado de Louis le dejó un beso en la
corona de la cabeza; sin ver que detrás venía Harry con una
asquerosa sonrisa triunfante y los ojos inundando de gloria. Quizás
Luke no se percató pero Louis sí y eso dolió como el infierno; se
sentía tan poca cosa, tan sucio. Sentía que tenía a Harry incrustado
en la piel, en su esencia. Sólo fue sexo, un sexo que lo arruinó por
completo.

78
—Bueno, ah... no sé que diablos pasa con esos dos pero yo tengo
otras cosas que hacer—. Tomó su maletín y algunos papeles regados
en la mesa—Dile a Luke que me llame mañana.
Louis tan solo asintió y acompañó a Charlie hasta la puerta. Una vez
solo, tuvo la curiosa de espiar un poco sobre lo que pasaba en ese
estudio y como todo ser humano, la curiosidad ganó. Sigilosamente
se acercó hasta la puerta del estudio.
—¿Vas a quitar esa cara de culo? —Le dijo Harry a Luke. Hace tan
solo dos minutos que entraron y Luke no había dejado de observar
al rizado con suspicacia.
—Debería partirte la cara—Respondió, apoyado en su escritorio.
Harry bufó—Sé que probablemente, ahora mismo, soy la ultima
persona que quieres ver pero...—Desvío la vista; un gran actor—Lo
siento.
Luke puso los ojos en blanco, no le creía nada en lo absoluto.
—Lo siento ¿Si? no debí querer aprovecharme de tu situación. Eres
mi mejor amigo y nunca te dejaría caer... nunca. Si sé lo que te
propuse pero es esta obsesión mía por sacarle provecho a todas las
malditas situaciónes y... Yo solo quiero que aceptes mi ayuda.
—No necesito tus limosnas— Con esa frase estaba dispuesto a
cerrar la conversación.
—No son limosnas. Vas a perderlo todo Luke; tu casa, tu empresa,
todo. ¿A dónde iran a vivir? Dudo que quieras vivir conmigo, piensa
un poco en tu esposo ¿Acaso el merece esa vida que por estúpido le
darás? Tengo una propuesta.
En realidad lo que más atormentaba la cabeza de Luke era la imagen
viva de Louis pasando necesidades hasta que ambos puedan

79
conseguir un trabajo digno; no lo soportaba. Viviendo en casas de
amigos o familiares, comiendo cualquier cosa, trabajando hasta
tardes horas por un salario mísero; esa no era la vida que alguien
tan hermoso como Louis se merecía, y aunque este supiera que su
marido no lo abandonaría por más jodidos que estén, Louis no
merecía eso.
Rompiendo el muro de soberbia y orgullo decidió por lo menos
escuchar.
—¿Qué tienes para ofrecer? Sin Louis.
—Sin Louis—Recalcó—. Te daré 40 millores de libras. Es un regaló
de mi parte pero a cambio quiero la promesa de que no volverás a
hacer una estupidez de esta magnitud. También te tengo algunos
clientes en Japón, están interesados en tu empresa que claramente,
ya no esta en quiebra. Me encargué de esas deudas.
Tomó asiento en el sofá en leather que había en el estudio en una de
las esquinas. Mirando la cara confundida de Luke.
—¿Qué hiciste?
—Cobré algunos favores, la empresa es tuya. Y te daré el dinero para
que la vuelvas a levantar.
Luke no se fiaba del todo.
—¿Y Harry Styles que recibe de todo esto?
—Quizás una copa de Whiskey y el perdón de su mejor amigo—Miró
a Luke con aquellos ojos de cachorro que engañaban hasta al mismo
olimpo —. Nunca me acostaría con Louis... Yo ni siquiera sé porque
te propuse algo tan deplorable —Su cara de arrepentimiento parecía
tan real que incluso Luke llegó a creerle.

80
—Quizás porque Louis es lo único que no has tenido en la vida —Le
dijo utilizando cierto tono agrió en su voz.
Un par de oídos detrás de la puerta y un corazón roto; Louis no pudo
contener las lágrimas, oh... Si tan solo Luke supiera. Ya no quería
seguir escuchando, le dolía recordar que ese maldito había hecho
con su cuerpo lo que quiso. Salió corriendo a su habitación solo para
encerrarse allí y llorar a gusto; silenció sus sollozos con su manos y
pensó que sería muy buena idea decirle a Luke la verdad cuando
este ya estuviese recuperado en su economía, decirselo en ese
momento volvería a vano la bajesa que cometió.
Después de minutos muertos en su habitación resolvió en lavar su
rostro y dejar de llorar como una nenita, al final ya todo estaba
hecho y la vuelta atrás no existía. Miró su rostro sonrojado y lo lavó
con un poco de agua, cerró la llave y fue por una toalla limpia al
armario. Deseó no haber ido por ella.
Pasaron dos cosas: la primera fue que si consiguió la toalla; la
segunda fue que su pequeña cajita donde guardaba sus secretas
pastillas anticonceptivas cayó al piso ¿Lo bueno? El frasco estaba
ahí, ¿Lo malo? El ni siquiera recuerda haberlas puesto devuelta, es
más, ni siquiera recuerda haberselas llevado.
Una serie de episodios y recuerdos pasaron por su mente y en todos
ellos no veía un puto condón por ningún lado, entonces pasó, sus
nervios colapsaron. Tomó el frasco del suelo y lo apretó muy fuerte,
esto no puede estar pasándole a él; por tan solo un día había
olvidado que tiene el jodido don, y en su defecto maldición, de
concebir. Olvidó por completo las jodidas pastillas.
La esperanza dentro de Louis se disparó como un fuego artificial y al
parecer nubló su razonamiento; eso pasa cuando ligas esperanza y
desesperación, junto a una pizca de pánico.

81
Abrió el frasco y sin considerarlo se tomó dos pastillas a la vez;
contó que aún no habían pasado las 24 horas, según el. Guardó las
pastillas en la misma caja, solo que esta vez, más seguras. Salió del
closet y lo primero que hizo en plena crisis nerviosa fue agarrar su
celular y llamar a Zayn.
—¿Que hubo parce pues?—Contestó con su horrible imitación de un
acento colombiano.
—Zayn soy un imbécil. Lo olvidé, no sé que me pasó—La
desesperación de Louis preocupó al morocho.
—¿Que hiciste? ¿Luke lo sabe?
—Ojala fuera eso—Se sentó en la esquina de la cama. Sus piernas
temblaban— Olvidé las pastillas... Olvidé tomar las putas pastillas
y...—Sus voz tembló en ese momento—. Harry en ningún momento
uso condón y yo me concentré tanto en no pensar en Luke y seguir
tu consejo que no... —Respiró— No lo pensé...
Hubo un momento de silencio en la linea; Louis supo que Zayn
estaba atónito.
—¿Quieres que vayamos mañana a ver a Niall?
Niall ha sido el doctor de Louis de varios años atrás. Fue quién le dio
la noticia sobre que los hombres si pueden quedar embarazados y
que Louis era uno de los pocos portadores.
—Iremos mañana a primera hora. Zayn yo... Estoy asustado—. Su
voz se volvió tan diminuta en ese momento—¿Qué pasa si...?
—Hey hey, no pienses en eso por el momento ¿Si? mañana con Niall
vemos que se puede hacer ¿De acuerdo?
—Okey..—Susurró—Gracias zee.

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—Siempre estaré aquí, Tommo—Le dijo antes de que Louis le
colgara.
La puerta se abrió; dejando ver a Luke con un rostro serio. Louis de
inmediato se levantó y se acercó a su marido.
—¿Qué pasó? —Preguntó, acariciando el dulce rostro del más alto.
Mirando a esos ojos tristes—¿Qué vino a decirte?
—Harry tiene algo que decirte, después de eso decidiré.
Louis retiró sus manos del rostro de su esposo; no quería que Luke
se diera cuenta que comenzaron a temblar—¿Q-qué tiene Styles que
hablar conmigo?
—No sé, solo me dijo que tiene algo que decirte y la verdad me
muero por saber que es.
La bilis de Louis se desubicó por un momento, sentía sus piernas
comenzaron a temblar y la garganta se le secó ¿Qué diablos tenía
Harry para hablar con él? ¿Acaso ese maldito calvario no acabaría?
Sus manos comenzaron a temblar y su cerebro solo le dio para
asentir; salió de la habitación sin siquiera esperar a Luke, que más
da, este venía detrás de suyo.
Al llegar a la sala la figura de Harry se giró para verlo, esa cara
engreída y pervertida de repente se transformó en un
arrepentimiento falso e ilusorio. Típico.
—Luke me dijo que tenías algo que decirme— Cruzó sus brazos—
Que sea rápido.
Fue justo en ese instante que Harry cambió su expresión a la de un
niño arrepentido—Yo.. Solo quería pedirte disculpas.—Le miró
directamente a los ojos mientras que Louis solo esquivó su mirada,
que en el fondo, sabía que sólo era de burla—Por lo que dije. Estuvo

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mal y creeme—Dio un paso más cerca—. Yo nunca te tocaría; nunca
de una manera errónea, eres el esposo de mi mejor amigo—Aquello
lo dijo despacio, haciendo énfasis en "te tocaría"¿Louis? Louis quería
vomitar y llorar. Las dos. Al mismo tiempo.
Luke por su lado estaba sorprendido de que Harry se disculpara;
conocía de más quién podía ser Harry y sus alcances y pedir perdón
era algo que fácilmente no le salía, eso según él, le hacía sentir
humillado. Luke vio sinceridad en la disculpa de su mejor amigo, la
aceptó. Sin embargo, pidió que también se disculpara con su marido.
—Lou... ¿Aceptas las disculpas de Harry? — La voz de Luke lo sacó
de su propio fango.
Louis miró los ojos de Luke antes de decir cualquier cosa; esos
pequeños ojos cafés llenos de bondad y calor, dulzura e inocencia
¿Cómo no podían ver la maldad en aquel hombre que hacía llamarse
su "mejor amigo"? Bendito, todo esto es tan jodido.
Le dio una mirada fría al rizado—Acepto tus disculpas, y no te
preocupes, supongo que no es tu culpa que seas un imbécil—Lo
tenía que decir y lo dijo.
—Tienes razón, Lou—El tono con que pronunció aquel diminutivo
fue la gota que derramó el vaso. Recuerdos revivieron en su
memoria.
—Creo haberte dicho alguna vez que no me llames Lou—Le dijo; sus
mejillas se coloraron, si, pero de la rabia.
—Quizás lo recordaría; si no hubiese estado pensado en cuanta
posiciones pondría a alguien. Lo siento, Lou — La quijada de Louis
cayó al suelo ante el descaro y la vergüenza que sentía.
Luke por su lado se echó a reír. De sobra conocía a Harry, que el
mismo se acostara con una persona diferente cada noches no era
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sorpresa. Pobre iluso, si tan solo supiera que esa noche a quién puso
en cada posición fue a su marido, la historia fuera otra.
Louis no dijo nada, le dio una mala mirada a Harry y se marchó sin
decir nada. Su esposo lo miró irse, casi no le mostró importancia a
ello. Ellos siempre se han llevado así y la actitud de Louis hacía
Harry no era algo nuevo. Entró a su habitación y cerró la puerta más
fuerte de lo que planeó, estaba lleno de cólera, tristeza y
preocupación.
Se sentó en el borde de su cama con la mirada totalmente pérdida
¿Qué diablos haría si sus preocupaciones se volvían realidad? ¿Por
qué fue tan estúpido de no usar un maldito preservativo? O si
quiera, recordar las jodidas pastillas.
Por un impulso estúpido, colocó su mano derecha sobre su plano
abdomen. Ideas locas corrían por su cabeza, nublando su buen juicio
y expresándose físicamente en lágrimas.
—Por favor...— Pidió, quizás al cielo o solo a cualquier entidad
divina que pudiese estar mirándolo en ese momento—. No de él...
Por favor...—Tapó sus híspidos con su mano izquierda mientras la
otra no abandonaba su abdomen.

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Capítulo 7

La mañana siguiente llegó. El alba se podía apreciar por el hermoso


balcón de la habitación de Louis. El ojiazul lo admiraba; lo vivía; le
gustaba. Un cigarrillo entre sus dedos solo para liberar presión,
también para calentarse ya que lo único que cubría su cuerpo era
una de las grandes camisas de Luke. No habían hecho el amor la
noche anterior y no porque Luke no quisiera, sino, porque cuando el
mismo estuvo a punto de penetrarlo Louis tuvo un ataque de pánico,
comenzado a llorar en ese instante y Luke se detuvo, arrullandolo
toda la noche, más sin lograr que este le dijera el porque de su
ataque de pánico. El humo se pasaba de una forma muy agradable y
caliente en su interior, calmandolo, dándole un respiro del desastre
que era su mente esa mañana.
Desde que se casó no había tocado un cigarrillo, no estaba estresado
ni preocupado. No tenía la necesidad de ahogarse en humo y
nicotina, pero ahora todo era diferente y lo necesitaba o explotaría
por la culpa.
—Lou...—Una voz gruesa pero adormilada lo llamó. Apagó el
cigarrillo restregándolo contra el cenicero. Los brazos fuertes de
Luke envolvieron la cintura del pequeño, dejando su mandíbula
descansar sobre el hombro del mismo—¿Algo te preocupa?
Louis acarició el torso de las manos de Luke, dandole paz y
tranquilidad, aquello que Louis ya no tenía.
—¿Por qué piensas que algo me preocupa?—Su voz suave hacía el
momento romántico.

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—La última vez que te vi fumar fue el día de nuestra boda—. Dejó un
beso sobre el hombro del menor—Estabas estresado porque las
flores eran blancas y no azules.
La risa de ambos llenó el lugar de armonía. Louis lo amaba.
—Me sentía frustrado, todo hubiese estado a la perfección sino
hubiera sido por esas estúpidas rosas—Río, recordando aquel
hermoso y estresante momento.
—Tuve que llamar a Harry para que trajera las flores—La mención
de aquel nombre mató la sonrisa en el rostro de Louis. Luke lo
notó—Lo odias en serio...
—No... yo...—Louis se giró entre los brazos de Luke para rodear el
cuello del chico—Te amo. Es solo que... No entiendo como puedes
ser amigo de alguien que te ofreció venderme.
De un momento a otro Louis dejó de sentir los brazos de Luke
abrazar su cintura. El cuerpo del mayor se puso rígido y Louis
decidió apartarse un poco de él.
—¿Crees que no debí aceptar el dinero?
¿Qué no debía aceptarlo? Claro que debía. Y aún más después del
precio que tuvo que pagar por él, y que todavía estaba pagando.
—No... No es eso, es solo que...—Miró a otra parte buscando el valor
para decir todo lo que sentía y para que Luke no viera sus ojos
cristalizarse —Me hizo la vida imposible durante toda la
preparatoria—. Y fue justo ahí cuando se desbordó — El siempre me
llamaba por nombres horribles, me hacía sentir inferior porque no
venía de una familia rica; la manera tan despectiva en la que me
miraba; justo como aquella vez que tiró macarrones con queso sobre
mí y luego en la universidad fue todo peor cuando intentaba
buscarte pareja aún cuando estabas conmigo o cuando me humillaba
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en las clases o cuando tenían la oportunidad y ... ¡ Lo odio! —Eso
último salió desde el fondo de su corazón embargado por la ira; el
miedo y la tristeza.
Luke sabía de todo aquello. Esas fueron las mayores razones de sus
peleas con Harry hasta el punto de casi volverse enemigos. Siempre
que el rizado tenía la oportunidad le recordaba a Louis que no
provenía de su mismo estatus social, que solo era un chico becado,
débil. La vida en la universidad no fue fácil para ninguno de los tres
y Luke lo sabía, Harry podía ser el mayor idiota del mundo pero era
su mejor amigo. Conocía la historia del mismo y el por que de lo se
convirtió, sin embargo, hay una parte de la vida de ambos que Louis
aún no sabía, es una promesa entre ambos chicos que, por más
decepcionado que se sintió de Harry cuando le pidió a Louis a
cambio de dinero, no podía romperse así por así.
—Harry no siempre fue el cretino imbécil que es ahora...—Luke
tomó las manos de su esposo—Cuando teníamos 7 años hacíamos
muchas travesuras. Una noche mis padres salieron de viaje, se
fueron sin despedirse—Aclaró su garganta para espantar las
lágrimas ante el nostálgico recuerdo—. Ni siquiera buenas noches,
nada. Recuerdo que esa noche tuve pesadillas muy feas y estaba solo
con la servidumbre, ellos no hablaban conmigo, quizá por miedo a
mis padres—La mirada azulada de Louis nunca dejó de observar a
Luke—. Me desperté como a las dos de la mañana y llovía a cántaros,
los trueno eran horribles, tenía mucho miedo. Solo recuerdo que
tomé el teléfono y llamé a casa de los Styles; Harry contestó, le dije
que me estaba cagando del miedo y luego de llamarme mariquita un
par de veces, colgó.
Louis bufo, desde niño siendo un maldito.
»— ¿Sabes que pasó?—Luke continuó—25 minutos después había
un niño de 7 años parado en mi balcón, empapado de agua hasta los

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cojones y y con cara de idiota—Ambos rieron—. El punto es que,
Harry se escapó de su casa bajo la lluvia para pasar la noche
conmigo, solo porque yo tenía miedo, al otro día recibió la golpiza de
su vida. El no es mala persona Lou...Es solo que te cuesta dar lo que
nunca te enseñaron, quizás el lo tuvo todo pero a la vez no tenía
nada—Besó los nudillos de Louis con mucho amor.
—¿Sus padres eran crueles con él?—El menor casi comenzaba a
sentir pena por Harry, casi.
—Su madre es una ególatra de mierda, cree que quienes no están a
su altura no merecen ser llamados personas. Su padre era todavía
peor, machista, altanero y borracho, lo golpeaba mucho. Una vez casi
mata a la madre de Harry a golpes, el trató de detenerlo y le fue
peor—Los ojos de Luke se cristalizaron ante el recuerdo tan
abominable—. Lo encontré tirado en su baño, todo golpeado. Casi
muerto. Yo era y soy lo único que Harry tiene, por eso soporto
algunas de sus estupideces.
Louis nunca imaginó que la vida tan perfecta de Harry realmente
haya sido el mismo infierno. La verdad, su familia no era rica, pero si
algo nunca falto en su hogar fue el amor, paciencia y respeto. Su
madre era la última estrella resplandeciente en el cielo ante los ojos
de su padre y su hermana y él siempre tuvieron ese maravilloso
ejemplo. Nunca se fue a la cama sin un "Buena noches" o un "Te amo,
pequeño", no obstante, nadie le quitaba el pensamiento a Louis de
que no tienes que ser una mierda con los demás solo porque te
criaron asi; puedes marcar una diferencia, dar el amor que nunca te
dieron.
Lo que Louis no entendía era que no puedes dar algo que nunca te
enseñaron, que no sabes lo que es o como se siente. Es cómo si a un
niño no lo enseñasen a caminar o hablar ¿Cómo lo haría? ¿Cómo le

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mostraría al mundo que posee la capacidad de hablar o de caminar
si nadie le mostró como hacerlo?
—No quiero seguir hablando de Harry...—Dijo Louis—Iré por café y
tu arreglate lo más hermoso que puedas.—Caminó hasta la puerta
pero antes de salir escuchó el sinceró "Te amo" por parte de Luke.
Bajó a la cocina pensando en Harry. Ahora si encontró una razón
coherente a el por qué era tan mierda. Sintió náuseas por el
recuerdo de todo lo que pasó aquel día y solo esperaba, con toda
esperanza puesto en ello, que el karma no decidiera pasarle factura
por tratar de salvar a su esposo.
....
La mañana avanzaba lenta, o al menos eso creía. Tuvo que
prácticamente sacar a Luke de la casa para que "no llegara tarde a su
reunión" cuando la realidad era que quería que se marchara para
poder arreglarse, la cita con Niall debía ser cuanto antes y él no
podía más con la ansiedad carcomiendo su sistema.
Cuando Luke se marchó, respiró. Empezó a desvestirse, tomar un
baño caliente aliviaría un poco la tensión sobre sus hombros; eso
pensó. Estando solo a metros del baño, el timbre de la puerta sonó.
Zayn había llegado más temprano de lo usual, lo cual es un mérito
para el morocho, la vida matutina no era su mérito y en verdad,
Louis no sabía que Zayn haría si no fuera dueño de su propio
negocio.
Tomó su bata de baño y salió de la de habitación para abrír la puerta
mientras un timbre insistente sonaba. Impaciente. Típico en Zayn.
Y fue entonces que sé dio cuenta que abrir la puerta quizás no ha
sido su mejor idea; no cuando una sonrisa sínica disfraza en un
Gucci suit negro estaba frente ella. Señoras y señores, el infierno
hecho persona, según Louis.

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—¿Qué hacés aquí?—. Preguntó con cierto tono molesto y asqueado.
Harry no se molestó en responder, tan solo pasó por el lado de Louis
asegurándose de que su hombro empujara el de Louis. Caminó hasta
el mini bar de la sala y no tuvo reparo en servirse como si hubiese
sido invitado a ello. La mirada rabiosa del castaño cayó sobre el
rizado quién bebía Whiskey cómo si la botella le perteneciese; bebió
de un trago todo el contenido del vaso y luego, le dio a Louis su
mirada verde circunspecta.
—¿Y Luke? —Preguntó. Su voz era ansiosa, hasta se atrevía a decir
que nerviosa.
—No está. Vete.—Sus manos temblaban disimuladamente, pero
Louis aún así pudo notarlo. ¿Qué le pasaba a Harry?
Ignoró a Louis y volvió a llenar su vaso con Whiskey y a beberlo sin
medida. Hizo lo mismo varias veces, ignorando completamente la
presencia del castaño en el salón. Por otro lado el ojiazul le parecía
inquietante la actitud desmedida de Harry con el alcohol y su no tan
oculto nerviosismo.
—Harry, detente y largo de mi casa.—Repitió; esta vez de una forma
mas fuerte.
Vio la mirada oscura caer sobre el. Navegando en un brillo que
nunca antes había visto, sus ojos observaron la figura molesta de
Louis y no dudo en matar la distancia entre ambos agarrando la
cintura de Louis con firmeza.
—¡Sueltame! —Golpeó el pecho de Harry buscando su libertad.
Odiaba sentir el cuerpo de aquel degenerado cerca suyo; le causaba
náuseas y asco así mismo al recordar que se había entregado a él. —
¡Maldita sea!

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Cuando por fin pudo liberarse de las garras de Harry no dudo ni un
segundo en echarse a correr escaleras arriba, sabía que el mayor
estaba fuera de sus estribos por la mirada oscura que sus ojos
guardaban y sintió miedo. Llegó a su habitación, su intención era
encerrarse allí y hubiese funcionado de no ser por una fuerza bruta
que empujó la puerta impidiendo que Louis la cerrara. Otra vez esa
mirada empapada con algo malévolo cayó sobre y le recordó a un
león observando fielmente a su presa.
—Alejate...—Le dijo mientras retrocedía paso por paso.—Harry... No
estoy bromeando.—Las advertencias eran exitosamente ignoradas
por el rizado quién mataba cada paso de distancia que Louis
colocaba entré ellos.
Sus piernas chocaron con el borde de cama. No tenía escapatoria,
viendo a Harry justo frente a él ocupando su espacio personal... Iba a
ser violado, lo sabía pero tampoco se la pondría tan fácil.
—No tienes que hacer esto.—Su cuerpo enteró temblaba. El miedo
lo arropaba por completo.
Harry lo empujó sobre el colchón, iba a abusar de él sobre la misma
cama en la que hacía el amor con su marido, en la misma cama
donde compartió tantos secretos de media noche con él. Quizás la
cama pudiese soportar un secreto mas...
—Deberias ver tu cara.—Una risotada se escuchó antes los oídos de
un asustado castaño.—No voy a abusar de ti, Louis.
Ahora Harry lucía relajado parado en el pie de la cama, observando a
Louis arrastrase hasta chocar contra el espaldar de la cama, era lo
más que podía llegar. El mayor metió sus manos dentro de sus
bolsillos de pantalón y volvió a reír.—No puedo creer que tan
basura me considéres como para abusar de ti.

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Louis estaba respirando forzado, sus latidos iban a millón y sus
mejillas se colorearon de humillación y vergüenza, justo como en la
preparatoria. ¿Acaso todo para ese sarnoso era una maldita broma?
Llegó a pensar enserio que Harry lo tomaría allí mismo a la fuerza
sin importarle que en aquella cama dormía su esposo y el mejor
amigo del rizado.
—¿¡Esto te parece gracioso!? —Se puso de pie vuelto un mar de lava
hirviendo. —¿¡Que jodidos esta mal contigo!? —Lo empujó, no
causando un gran efecto.
—Hey, calmate que tampoco es para tanto.—Su calma era lo que
alteraba lo nervios de Louis. —Solo fue una broma inofensiva, no
seas idiota.
En medio de errático impulso Louis golpeó nuevamente en pecho
del mayor a puños cerrados, golpe detras de golpe solo para aliviar
la ira. Harry no golpearía a Louis de vuelta, pero debía defenderse
como podía así que intentó tomar los brazos de Louis para detener
sus maltratos y aquel no se dejaba. En medio del lío que ambos
tenían, por accidente, Harry haló hacía bajo la bata de baño de Louis,
la cual cayó al suelo, y fue donde la desnudes del pequeño se mostró
frente a los ojos verdes que no dudaron en admirar sin escrúpulos la
figura perfectamente esculpida de Louis.
Lo primero que hubiera hecho una persona normal en plena
situación habría sido buscar a por la bata y colocarsela nuevamente
avergonzado, con borrón y cuenta nueva. Sin embargo, no era el
caso de un Louis petrificado ante la mirada de esos ojos verdes.
Entonces reaccionó, y la tristeza eclipsó su alma cuando cayó en
juicio de que estaba desnudo frente al mejor amigo que su esposo
más eso no era lo peor, sino el hecho de que no tenía nada que
ocultar, lo que mostraba no era nada que Harry no haya visto ya,
algo que Harry no haya poseído; eso quizás fue lo peor de todo.

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El mas alto lo vio, fue como si pudiese leer la mente del pequeño a su
frente y no dudo en cortar la distancia entre ellos para dejar un beso
sobre el hombre desnudo de Louis. El menor ni siquiera se molestó
en luchar, ya agotado, un alma cansada, culpable y totalmente rota.
En cambio los labios de Harry se sentían tíbios y suaves sobre su frío
cuerpo. Cerró los ojos con fuerza para evitar que las lágrimas
salieran. Harry tomó la bata de Louis del piso y se la colocó sobre el
cuerpo.
—No fue mi intensión.—Aquellas palabras sonaban como una
disculpa que lamentable no arreglaría nada.
—No es nada que no hayas visto.—Abrió sus dulces y triste ojos
azules para darle la cara a Harry.
—Y es algo que no me cansaría de ver.—Se atrevió a confesar, pero a
Louis no le importaban las palabras del magnate.—Y lo perdí por
cobarde...
Azul y verde se miraron. Eran las miradas de dos adolescente que no
se dijeron las cosas que debían decirse. O mas bien, las cosas que
uno debió decir y que el otro esperaba escuchar. Dos adolescentes
con historias muy diferentes, pero que al final buscaban lo mismo.
Lástima que uno de ellos lo consiguió donde menos esperaba.
—Ya no tengo 16. Vete de mi casa...—Se arregló mejor la bata,
cubriendo su desnudes por completo y se alejó del gran cuerpo
vestido de Gucci que lo asfixiaba.
Harry intentó artícular unas palabras pero en eso, la puerta fue
abierta una mata de cabello negro y cara de poco amigos. Zayn entró
a la habitación sin preguntar.

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—¿Estas sordo? Dijo que te fueras.—El tono de Zayn era bastante
serio, y no era para menos si luchaba contras las ganas de sacar al
cavernícola de Harry a patadas de la habitación.
Su tolerancia llegó al máximo y decidió que no quería ni tenía el
tiempo para lidiar con Zayn, así que se marchó, cerrando la puerta
con fuerza. Louis volvió a recibir aire en sus pulmones.
—¿Estas bien? ¿Te hizo algo?—Los brazos delgados del morocho
arrullaron el tembloroso cuerpo de Louis. Se sentaron juntos sobre
la cama y este en ningún momento soltó a su mejor amigo; conocía a
Louis y si, el chico era fuerte, audaz, valiente y carácter mordaz.
También era sensible cuando tocaban algún punto de débil y si
sabías donde atacarlo, podrías derribarlo.
—Zee...—Gimió en lamento. Su voz ahora era un hilo lastimero.—No
sé que voy a hacer si...
—Shhhhh.—Besó su revoltoso cabello castaño —. No será así Louis,
verás que Niall te dirá que estas siendo dramático y que... esto solo
será una mala pasada.
Y rezaba, rezaba a todo lo bueno del universo que así fuese. ¿La vida
no podía ser tan hija de puta? ¿Verdad?

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Capítulo 8

Louis literalmente se comía las uñas de los dedos por el ataque


nervioso que lo poseía en ese momento. Llegaron al consultorio de
Niall y no pasó tanto para que este le expusiera su caso, si, con lujos
de detalles. Niall era irlandés, muy guapo a decir verdad. Era dueño
de unos brillantes y grandes ojos azules y un hermoso cabello
castaño perfectamente peinado; ha sido su ginecólogo desde hace
casi 8 años, cuando Louis tuvo dolores insoportables en el abdomen,
pensó que sería algún tipo de infección o cáncer, pero no, todo lo
contrario. El irlandés fue el encargado de darle la noticia de que era
uno de esos pocos hombres que podían concebir, Louis quiso morir
en ese instante, de miedo y felicidad a la vez. Nada le hubiese dado
más alegría que tener en su vientre un bebé fruto del amor. Pero
todo cambió el día que conoció a Luke, era perfecto, él hombre ideal
para formar esa familia que desde pequeño anheló, y aún más
sabiendo que el puede procrear; sin embargo, su chico perfecto
tenía una gran falla y era que para Luke resultaba inaceptable que
un hombre pudiese quedar embarazado, era asqueante y antinatural
según sus palabras. El ojiazul aprendió a lidiar con eso porque lo
amaba, y ese sería un secreto que llevaría a la tumba o tendría lugar
en sus vidas en un momento determinado, pero ahora no. Adquirió
pastillas anticonceptivas excesivamente costosas para cuando se
casó. Los demás chicos tan sólo habían sido algo de una noche sin
importancia. Nada que un condón no resolviese. No tuvo sexo con
Luke sin condón hasta entonces, por lo que en el noviazgo no fueron
tan necesarias. Niall fue el responsable de él desde entonces y no le
había fallado nunca. El chico era tan solo 5 años mayor pero aún así
bromeaba como un adolescente.

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El doctor irlandés le hizo varias preguntas, las cuales Louis contestó
sin el mas mínimo rastro de vergonzoso.
—Ok, ahora dime ¿Cuanta veces tuvieron sexo?.—Niall preguntó.
—Una sola noche... Pero muchas veces. El no me dejaba respirar
unos minutos antes de lanzarse sobre mi y ...—Se detuvo. La rabia
no lo dejaba seguir.
—Entiendo.—Niall asintió con paciencia. Entendía que Louis le
había sido infiel a su esposo pero no sabía con quien. Y para el
estaba bien, la vida privada de sus paciente no era su asunto.— ¿Y
todas esas veces que lo hicieron el eyaculó dentro de ti?
Por primera vez en toda la sesion, Louis asintió con vergüenza.
—Bien Louis, seré honesto contigo.—Niall ajustó sus lentes y puso
su manos sobre el escritorio.— Según veo en tu calendario de
fertilidad, estabas en tus días normales, ni muy fértil ni bajo en nivel
de fertilidad. Pero aún así, por lo que me dices, tus probabilidades
de estar en estado están en un ochenta por ciento, y estoy siendo
considerado. Ahora mismo cualquier prueba que te haga no tendra
un resultado contundente sobre si o no. Vuelve el siguiente martes,
te haré las pruebas correspondiente.
Louis entendió. Estaba desesperado pero tampoco era un
cavernícola.
—Niall...—Miró a Zayn antes de soltar la pregunta que lo mataba por
dentro.—Si estoy... Yo... Es decir..
—¿Si podrías abortar? Eso sería una decisión tuya, Louis. Hay
pastillas abortivas para pocos días de gestación.
La pregunta no era más que una curiosidad en caso de que tenga el
valor para abortar, había escuchado sus posibilidades y perdió la fe

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por completo. Volvería dentro de una semana solo para ver como su
mundo se derrumbaba antes sus ojos, justo como pasaba en ese
momento. La parte irracional de su ser argumentó que ¿Y si hubiese
sido a propósito? ¿Y si Harry estaba al tanto que el don/maldición
de Louis? ¿Podría el rizado tener esos alcances tan detestables?
Claro que si, ¡Pero por supuesto que si!
—¡Ese hijo de puta!—Gritó. Sorprendiendo a Niall y Zayn ante su
aleatoria reacción.
Se levantó guiado por la impotencia y la furia en sus sistema. Tomó
su chaqueta y salió del consultorio como alma que llevaba el diablo.
Tenía tantas cosas que decirle a aquella rata asquerosa, quizás
pudiese que estuviese embarazado y su matrimonio pudiese irse al
mismo infierno pero sacaría de su alma todas las cosas que al
parecer nadie le ha dicho a Harry porque al niño cretino de mami
nadie, nadie le había dicho que no.
Condujo cómo loco a travesando la ciudad, apretaba el volante con
todas sus fuerzas para reprimir las ganas de llorar que lo poseían.
Unos minutos después el letrero de Styles&Co apareció en su vista
periférica y no dudo en parquear su auto justo frente a la gran
entrada de la compañía. Louis nunca había tenido la necesidad de
pisar la empresa de aquel hombre hasta ese día, y la verdad no era
nada que no haya visto antes; muchos lujos poca humildad. Una
linda chica rubia se apareció a su frente bloqueándole su camino.
—Disculpe señor. No puede pasar así. Digame a quién busca y le
podré ayudar.
Observó a la rubia de arriba abajo, era la recepcionista del edificio y
de seguro,p una de las amantes de turno de Harry.
—Soy Louis Hyle, vengo a ver a tu jefe.

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La chica abrió los ojos de par en par al ver de quién se trataba, era el
esposo del mejor amigo de su jefe. —¿Usted es el esposo de el señor
Hyle?
—¿Tu que crees?—.Rodeó a la chica y siguió su camino ignorándola
del todo.—¿Dónde puedo encontrarlo?—.Le preguntó parado frente
a la puerta del ascensor.
-Su oficina esta en el piso 12vo, si gusta le avisaré.
Lambiscona. Pensó. El elevador llegó y Louis no dudo en entrar en
el.-No hace falta, quiero darle la sorpresa.
La chica no intervino, los ricos tenían sus asuntos.
Llegó al piso y aquello era una obsenidad de elegancia y lujos, pero
al castaño le importaba un bledo. La estación de recepción era puro
cristal con dos chicas sentadas detrás de aquel inmenso escritorio;
vestidas con faldas rojas y camisas blancas. Una de ellas se levantó
para darle la bienvenida a Louis.
—Buen día, bienvenido a Styles&Co, ¿En qué podemos servirle?—.
La amable chica con pecas y pelo rojo observó el rostro de Louis y se
sorprendió, después del señor Styles no había visto hombre tan
hermoso.—Mi nombre es Abbie.
—¿Dónde esta la oficina de Harry? —. Abbie notó la molestia con la
que preguntó por su jefe.
—El señor Styles no admite a nadie sin citas previas. ¿La tiene?
—Soy el esposo de Luke Hyle, no creo necesitarla. ¿Dónde está?
—Oh, claro—. Cierta decepción invadió su tono de voz.—La oficina
de del señor Styles es al fondo a la derecha, primera puerta. —
Señaló.

99
Ni siquiera le dijo gracias. Caminó por donde la chica le había
indicado sintiendo ira, impotencia. Tenía tantas cosas que decirle,
demasiadas cosas que llevaba clavadas en el pecho como una estaca.
Y cómo perro por su casa entró sin aviso a la oficina del CEO; Harry
estaba parado frente al ventanal hablando por el celular lo que
parecía ser algo importante, su ceño fruncido y tu tono tosco así lo
demostraban. El semblante le cambió a sorpresa cuando oyó la
puerta cerrarse y quién la había cerrado no era nadie más ni menos
que Louis. Dijo algo en francés, lo que pareció ser una despedida y
colgó, dejando el teléfono a un lado sin quitarle la vista a ese
hermoso cuerpo, y a esos ojos colmados de cólera.
—¿En que puedo ayudarte?—Preguntó con normalidad, como si
Louis fuese un cliente más.
Quería decirle tantas cosas a la cara. Tantas que aquel chico de 16
nunca se atrevió y que ahora, el Louis de 22 años quería gritar. Corto
la distancia entre ellos, observando detenidamente esos ojos verdes
abarrotados de maldad y codicia, quizás fue por eso que su mano
impacto duramente en la mejilla de CEO, una y otra vez. Harry llevó
su mano al área golpeada, reprimiendo las ganas de devolverle las
bofetadas a Louis.
—¿¡Que diablos sucede contigo?! —.Gritó entre dientes. Tampoco
quería hacer un escándalo y alertar a sus empleados.
Louis apretó sus manos en puños para hablar en vez de seguir
golpeando.
—¿Quieres saber que me pasa? ¡Que arruinaste mi vida! ¡Todo!
¡Desde malditamente siempre! ¡Dejame en paz!—. Respiró,
conteniendo las lágrimas.— ¡En la maldita preparatoria no hacías
más que burlarte de mi!

100
Se alejó varios pasos de Harry para darle la espalda, sus lágrimas ya
no podían aguardar un segundo más y el no quería que el demonio
lo viese llorar.
—¡¿Ahora es mi culpa que estuvieses enamorado de mi como un
imbécil?!—. Se defendió, en busca de alimentar su ego.
El ojiazul se dio vuelta para mirarlo ¿En serio era tan imbécil?
—¡ERA UN MALDITO NIÑATO!—.Respiró desesperado.—Era un
maldito nerdesillo con un crush estúpido en el capitán del equipo de
fútbol, son los libros mas vendidos, Harry. Era algo típico. Tu solo
me humillabas, te burlabas de mi con tus estúpidos amigos.
—Las cosas no eran así...—. Intentó defenderse.
—¡Claro que eran así, joder! Como aquel día que me lanzaste el plato
de macarrones encima o cuando me arrojaron a un charco de lodo, o
cuando en plena cafetería me humillaste frente a todos.— Esos
recuerdos lo estaban matando por dentro.—Y ni siquiera
recordemos la vez que en una fiesta uno de tus estúpidos amigos
casi abusa de mi. Delante de tus malditas narices...
—Bueno, no era mi culpa que fueras una puta con toda la escuela. Yo
solo te trataba como merecías —. Los argumentos del CEO eran tan
vacíos que daban pena y solo colerizaban a Louis.
—No era de esa forma... no sé quién diablos te dijo eso pero no era
así.—Limpió las lágrimas que rodaban por sus mejillas y Harry tuvo
que contenerse para no besar esos ojos azules tristes que lloraban
por las pesadumbres de un pasado.—Ustedes no me maltrataban
cuando Luke estaba presente porque él los detenía. Luke fue tan
amoroso conmigo, sencillo, humilde a pesar de ser rico. Él siempre
me miraba tan hermoso, y yo me enamoré de él como un estúpido;
me olvidé del maldito crush contigo porque Luke valía más que tu,

101
porque siempre supe que en ti solo habia maldad, que estabas
podrido por dentro.
Harry se acercó de forma imponente ante el cuerpo de Louis.
Fingiendo no estar dolido por las palabras que salían de la boca del
pequeño castaño. Fue cuando pensó que aquel día sería perfecto
para de una vez poner las cartas sobre la mesa. Hablar claro, preciso
y conciso, sin ningún rodeo o excusa; ya que de nada valía ocultar la
verdad sí uno de ellos estaba siendo sincero.
—No te voy decir que te molestaba porque te amaba o algo asi,
nunca he amado a alguien. No sé lo que se siente y me molestaba la
forma tan boba como me mirabas.
—¡Yo no era él único que te miraba de esa forma!—.Dijo con
frustración.
—Lo sé, pero tu mirada era la única que me molestaba, la única que
me importaba...—Esas últimas 5 palabras salieron en un hilo de voz,
casi un susurro.
Louis se encogió en si mismo. Sintiéndose tan pequeño en ese
momento.—Hace más de 6 años que ya no te miró así, Harry. No
tengo ojos para otro hombre. Amo a Luke Hyle con todas mi fuerzas.
¿Por qué lo alejarás de mi? —Lloriqueó sin poder aguantar más.—
¿Por qué continuas arruinando mi vida a través de los años?
Algo dentro de Harry se movió, algo que desde hace mucho tiempo
se mantuvo muerto. Y siempre era Louis el responsable de volverlo
a la vida con esa azulada mirada que le decía lo mucho que lo había
quebrado...Quiso acercarse a el, decirle que no lo mirara de esa
forma porque le hacía mal; deseaba besarlo hasta que sus lágrimas
desaparecieran y luego, hacerle el amor allí mismo, en su oficina,
justo como hace 2 noches. Pero claro, antes de que intentara

102
cualquier cosa, Louis lo alejaría. Por no alegar que quizás también lo
golpearía.
El castaño ya quería irse, debía irse. La presencia del rizado solo le
enfermaba. Algo vil se encendió dentro de Louis. Dicen que cuando
rompes tanto a una persona buena, su maldad no tiene límites, que
las peores fechorías salen de las "Personas buenas" y ese chico no
sería la excepción.
Su orbes se clavaron en las de contrario, Harry pudo ver el vacío
dentro de Louis, el dolor.
El castaño tomó entre sus manos el rostro de su peor pesadilla para
hacer algo que Harry nunca se hubiese imaginado, ni en mil vidas,
besarlo. Louis besó los labios de Harry, no de una manera románica,
sino que aquel beso significaría el sello de una promesa que ese día,
se hizo a sí mismo.
Con un leve chasquido se alejó de los labios de Harry.—Te prometo
que esto te va a doler mas a ti que a mi.—Acarició el aniñado rostro
fruncido del rizado, regalandole otro beso amargamente casto.—Te
prometo que, te vas a arrepentir por el resto de tus días.
Dio la vuelta y se marchó. Dejando atrás a un chico con un sabor
acre en los labios.

103
Capítulo 9
Mes 1
Ese mes había pasado tan rápido. Era un opaco final de Octubre, las
hojas de los arboles yacían en el suelo vueltas de un color marron,
otras de un naranja apagado y Louis debía admitir que sin lugar a
dudas Otoño era su estación del año favorita. Su mes había sido toda
una locura. Reuniónes con inversionistas, eventos, y más reuniones.
Lo cierto era que levantar una empresa prácticamente desde cero no
era trabajo para un solo, por lo que Louis debió involucrarse a fondo
en todo el asunto.
No había vuelto a dirigirle la palabra a Harry desde aquel día que
salió de su oficina con una promesa a rastras, aún no se olvidaba de
ella. Si, lo vio en algunos eventos y una que otra reunión, sino era
que iba a visitar a Luke a la casa. Por desgracia no podía echarlo
aunque ganas no le faltaban.
Tampoco había vuelto a ver a Niall para sus exámenes, no le
interesaba saber la verdad. Lo que debía ser será. Y le restaba un
peso que ese mes no había tenido ningún síntoma que le diera un
indició de que estuviese embarazado. Ni nauseas, ni mareos, y
seguía comiendo las mismas cosas. Nada que le repugnara, a
excepción de Harry, como era lo típico en los primeros meses de
embarazo. Así que estuvo tranquilo, a pesar de las insistentes
llamadas del médico irlandés para que asistiera a consulta.
Ese día debería olvidarse de todos los problemas que pudiesen
atormentarlo porque tenía un evento muy importante; era la
reinauguración de la empresa de su marido, un evento al cual
muchos magnates estaban más que cordialmente invitados. Se había
hablado de el por cada medio de comunicación en la ciudad. Louis

104
fue el encargado de que todo quedara impecable. Buenos vinos,
exquisita champán, al nivel de la elite.
La joven pareja desayunaba felizmente en el jardín de su hermoso
hogar. Louis decidió que era una mañana hermosa para
desaprovecharla no desayunando en su pulcro jardín. Luke
terminaba de contar una historia sobre algo que le pasó cuando era
niño mientras su esposo reía a carcajadas.
Cielos ¿Acaso se le podía pedir más a la vida? Sería malagradecido si
se quejaba por el asombroso esposo que tenía y el armonioso hogar
que formaron juntos.
—¡Luke, basta! —. Gritó, tratando de hacer que su marido se callara.
No podía para de reír con su historia.
—No te burles de mi, Louis—. Hizo un puchero.—Tenía tan solo 12
años.
—¿Es que, quién confunde un preservativo con goma de mascar?—
Dijo entre risas, sus ojos lagrimeaban debido a la falta de aire.
—¡Yo! Y en mi defensa, era un niño.—Le lanzó un trozo de pan a la
cara de su marido. Enserio amaba la risa de Louis.
—Uno muy estúpido—. Respondió Louis, devolviéndole el trozo de
pan.
Luke atrapó el trozo de pan con su mano. Se detuvo a admirar a su
marido con la sonrisa más resplandeciente, y esos ojos azules
inundados de pura bondad. No se cansaría de repetirse toda la vida
la suerte que tuvo y agradecer a los cielos por tan maravilloso
regalo. Louis era una de las personas más nobles que hayan pisado
la faz de la tierra, y Luke tuvo la bendición de convertirlo en su
compañero de por vida.
—¿Por qué me miras así? —Preguntó el chico.
105
—¿Por qué no te he hecho el amor en un mes? —.Lanzó de vuelta.
Logrando que Louis se sonrojara.
2 años de matrimonio y las mejillas Louis se sonrojan como cuando
eran novios.
—Hemos estado muy ocupados para eso. llegamos muertos y solo
nos dormimos—.Tomó las manos de Luke entre las suyas.—
Además, tienes toda una vida para hacerme tuyo cuantas veces
quieras, mi amor.—Aquello sonó más pícaro que romántico.
Y cuando iban a sellar su sublime promesa con un beso, un
casparreo interrumpió el dulce momento entre la afamada pareja.—
Deberian conseguir una habitacion, exhibiciónistas.—La voz ronca
de Harry rompió su burbuja de amor.
El castaño se sentó en la mesa del jardín junto a la pareja,
sirviendose de inmediato un vaso de jugo como si fue invitado. La
expresión en el rostro de cierto castaño cambió para mal, para muy
a mal a decir verdad. Luke lo notó y de inmediato intentó relajar la
situación.
—¡Harry! Hol..
—¿Como diablos entraste a mi casa? —. Interrumpió a Luke. Estaba
colérico.
Tomó un sorbo de jugo antes de contestar.— La chica de limpieza
me dejó pasar. Hola, Louis ¿Cómo estás?, ¿Yo? Estoy perfecto.
—Bueno—.Se puso de pie, dejando la servilleta sobre la mesa.—
Tengo cosas que hacer, así que los dejo solos.
—Amor, no tienes que irte...—La cara de cachorro de Luke mató el
corazón de Louis.

106
—Tengo que ver a Zayn de todos modos—.Le dio un beso de pico a
su marido y sin esperar, ni despedirse de Harry, procedió a
marcharse.
Cuando Louis por fin se encerró en su habitación, sintió como sus
piernas flaqueaban y lo llevaban al piso. No soportaría tanto, no
podía verlo sin querer arrancarle los ojos. La culpa iba a acabar con
él. Y aunque había pasado ya un mes, no sería suficiente para olvidar
que se revolcó como una zorra cualquiera con el mejor amigo de su
esposo solo por dinero. Cada maldita vez que esos recuerdos
arropaban su mente, sus ojos se nublaban con lágrima. Justo como
en ese momento, sentado en el piso, al pie de la cama, con sus ojos
azules nublados por las lágrimas y su respiración entre cortada.
En eso su celular sonó en su bolsillo del pantalón. Atendió la llamada
solo porque gracias al identificador, pudo saber que se trataba de
Zayn.
—¿Dónde carajo estas?—.Fue lo primero que escuchó de su amigo.
—En casa ¿Por qué?—.Limpió las lágrimas que amenazaban con
salir y se puso de pie.
—Se supone que hoy tenías cita con Niall. Levanta tu maldito trasero
de casa y ven. Estoy esperándote en el hospital—.El moreno resopló
molesto.
—Zayn, ha pasado un mes, no he tenido síntomas, todo esta bien—
.Dijo más para si mismo que para Zayn.
—Debes venir, ahora—.Sentenció—.Es mejor no suponer.
Louis sabía que el fondo Zayn tenía razón, no era idiota, lo sabía.
Pero como ser humano al fin, estamos acostumbrados a ignorar las
cosas hasta que estas nos golpean en el cara para llamar nuestra
atención. Hace un mes que se acostó con Harry, no usaron condón,
107
pero Louis se decía a si mismo que mantuviera la calma; que no
estaba pasando. Debía salir de dudar, por su bien y el de su
matrimonio; lo último que quería era un error tan grande creciendo
en su vientre o algo peor, si es que lo había.
—Llegaré en 20 minutos ¿Si?—.Se lanzó de espaldas en la cama.
Zayn no lo veía pero sus manos comenzaron a temblar.
—Te espero.
Luego de eso ambos colgaron.
Antes de alistarse, Louis miró por la ventana que daba vista al
jardín. Dos amigos allí reían y conversaban a gusto. No podía saber
de que se trataba pero lo que fuese hacía a Luke reír a carcajadas.
De pronto su visión se enfocó en unos ojos verde y sonrisa de millón
de dolares que ponía sus nervios de punta, y su ira a arder. Por
primera vez sintió náuseas, su estomago revoloteó viendo esa
sonrisa que sería razón para sus pesadillas. Ignorar el0 hecho de que
podría estar embarazado había resultado muy bien el último mes, si
no piensas en ello no existe ¿No?, pobre iluso.
El dueño de la penetrante mirada verde se percató de que eran
observados por un chico curioso desde la ventana, y mientras Luke
le contaba algo muy centrado ello, Harry no dejaba de ver al chico de
ojos azules con cierta picardía arropándole. Joder, es tan hermoso,
pensó Harry. Algo, algo en la forma en la que miraba a Louis cambió,
la picardía se fue, siendo reemplazado por algo que hizo un nudo en
la garganta del más joven; lo asustó al punto de alejarse la ventana;
se abrazó a si mismo y decidió ignorar lo que pasó hace tan solo
segundos.
La cosa era que no puedes ignorar las cosas de la vida como deseas.
Al final, terminan golpeándote en la cara, y fuerte. Sin piedad
absoluta.

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Pasadas las 10 a.m Louis y Zayn estaban esperando su turno en la
clínica donde Niall tenía su consultorio. Louis fue muy puntual en
cuanto dijo que llegaría en 20 minutos y a Zayn no le sorprendió,
según, el enano tenía problemas con lo de impuntual, ya que Zayn lo
era y esa se había convertido en la razón de sus muchas discusiones
cuando eran mas jóvenes, e incluso ahora.
Louis estaba sentado en uno de los sofás de la clínica junto Zayn. Si
dijeramos que estaba nervioso, claramente mentiríamos ya que lo
que el experimentaba en ese momento era una nueva emoción, algo
que no le deseaba a nadie.
Con su ansiedad al limite y sus ojos lloroso, se puso de pie cuando
una enfermera llamó por su nombre, avisándole que podía pasar al
consultorio. El morocho tomó la mano temblorosa de su amigo y
juntos caminaron al consultorio. Un sonriente Niall los esperaba,
sentado detrás de su escritorio.
—Hey chicos ¿Cómo están? —Saludó, sonriendoles a ambos.
Los chicos se sentaron frente a Niall.
—Hola Ni. —Saludaron al unisono.
—Pensé que no volverían. Louis, te dije vinieras una semana
después, no un mes.—Regañó.
—Evité la realidad lo más que pude.—Hizo una mueca triste
—¿Cómo te has sentido este mes? —Niall abrió una libreta para
anotar.
—Bien, no he sentido nauseas o dolores. Nada que indique...—
Pronunciar aquella palabra le quemaba la garganta.

109
—Embarazo.—Niall terminó la oración por él.—Hoy mismo
saldremos de dudas. Pero, antes dejame aclarte que el hecho de que
no hayas sentido algún síntoma, no descarta el posible resultado.
La verdad era qué esa "aclaración" sirvió para empeorar la crisis
nerviosa de Louis. Su cabeza era un nudo de preguntas y respuestas.
¿Que haría? Era la variable principal en su ecuación, y aún seguía
tratando de buscar un resultado. Sabía que de la respuesta ser
positiva tendría que decidir.
Desde muy pequeño su sueño fue tener una familia numerosa, niños
corriendo por el gran jardín, una tarde de domingo para querer
detener el tiempo. Si, lo soñó, pero con su amado esposo, no con
alguien a quién detestaba y que resultaba ser la basura de mejor
amigo de su marido.
Niall tomó el teléfono y pareció llamar a una de las enfermera,
ordenándole que viniese con algunos utensilios para realizar los
exámenes correspondientes. A su lado, su mejor amigo irradiaba
preocupación. Zayn ya había pasado por eso, fue difícil para él
renunciar a su hija cuando lo único que en ese momento quería era
tomarla entre sus brazos y huir; más la vida que le daría a su
pequeña sería paupérrima, llena de limitaciones. No lo merecía, por
eso renunció a ella, porque tampoco podía dejarla crecer en un
hogar donde no la querían.
La enfermera llegó con algunas agujas y otros instrumentos
correspondientes para empezar con el examen. Zayn tomó la mano
de Louis para hacerle saber que no estaba solo en todo este infierno
y Louis, con una mirada, se lo agradeció eternamente.
En la sala de espera de un hospital se puede ver toda clase de
personas con algo que todas guardan en común... esperanza.
Esperanza de que algún familiar o amigo salga bien de alguna
complicada cirugía. O que algún resultado salga bien, pero al final,

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todos guardan esperanzas. Louis no había tenido las esperanzas tan
altas como en ese momento, los exámenes ya estaban hechos y tan
solo esperaba que Niall los llamara nuevamente a su consultorio. Su
pierna se movía nerviosamente de arriba a abajo, su manos jugaban
la una con la otra y sus ojos miraban ansiosamente el reloj. Zayn por
su lado estaba preocupado por su mejor amigo, quién parecía estar a
punto del colapso.
—Lou...—Tomó las manos de Louis entre las suyas.—Sea cual sea el
resultado, todo tiene solución.
—Zee...—Su voz se quebró en ese instante.
—Cuanto yo...—Aclaró un poco su garganta, era un tema que, aún
pasado los años, se le volvía complicado tocarlo.— Cuando descubrí
que estaba embarazado, me emocioné, mucho. Quería salir
corriendo y gritarle a todos que sería papá... luego caí en la estúpida
realidad de que iba a tener un bebé de un hombre con una
personalidad asquerosa, de alguien a quién en mi sano juicio no le
hubiese dado nada de mi.—La mirada azul cayó sobre las pestañas
húmedas de Zayn.
—¿No lo amabas? —Louis preguntó. Zayn nunca le ha dicho quién es
el padre de su hija.
—Ni un poco. Es mas, podía decir que lo odiaba.
—¿Nunca me dirás quién es?
—Quizas algún día lo haga Lou... Por ahora, prefiero tener esto para
mi...—La dulce mano del morocho le brindó una caricia al rostro de
Louis.—Lo que quiero decir es que, si estas embarazado, lo
solucionaremos.
—No voy a abortar, Zayn.

111
—Ni siquiera pensaba en eso.—Con una risa, le dio un zape en la
cabeza del castaño.
Una hermosa cabellera castaña se apareció frente a los chicos,
mostrando su mejor sonrisa ante sus amigos que no dejaban de ser
los mismos adolescentes estúpidos de siempre.
—Oigan niños ¿Vienen con sus padres? —Dijo. Esforzándose por
lucir lo más serio posible.
Zayn río.—No, ¿Quieres adoptarnos? —Preguntó.
—Ni aunque mi vida dependiera de ello.—Sus manos fueron
directamente a desordenar el oscuro cabello del morocho.—Louis,
tu resultados es tan listos, pueden venir conmigo.
Llamenlo paranoico, tiene el derecho de estarlo, el semblante de
Niall lucía preocupado; una preocupación la cual disimulaba muy
mal. Los tres chicos se dirigieron al consultorio, Zayn dándole la
mano a Louis y Louis, pues ya estaba preparado para todo. Casi.
Niall fue el primero en hablar, sentado detrás de su escritorio con
unos cuantos papeles en la mano.
—Louis...
—Solo dilo.—Cortó el discurso que sabía Niall le daría.
—Estas embarazado. — Respondió.
¿Han sentido alguna vez que el mundo cae sobre tus hombros? Pesa,
es insostenible. Louis no dijo nada. Cerró sus ojos con la delicadeza
que lo caracterizaba pero, sin importar, dos lágrimas de dolor
salieron y otras dos más. Sus ojos se mantuvieron cerrados por un
largo tiempo, el tiempo que su mente necesitó para desenredar la

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maraña de sentimientos que lo abrumaban, sin embargo, las
lágrimas no dejaron de salir.
—Niall ¿Sabes que Louis no puede tener ese bebé? Así que
busquemos una...
—No...—El castaño por fin abrió los ojos para observar a Zayn.
—¿Lo vas a tener? Luke nunca te lo perdonará.—Le reclamó.
Louis se levantó de la silla agarrando sus cabello en forma de
desesperación. Sus pensamientos lo estaban atormentado.
—¡Qué se supone que haga! —Exclamó con fuerza. —¡Que maldita
sea se supone que haga, Zayn! —A ese punto, Louis ya había perdido
toda la calma.
—Lou.. Podemos...— Niall empezó a hablar, pero Louis lo
interrumpió.
—¡No! —Cayó derrumbado en la silla, tapando su rostro con sus
manos.— Tengo un mes exactamente ¿No?—Quitó sus manos de su
rostro para mirar a Niall.
El doctor escaneó la hoja en su mano.—Si, tienes un mes.
—Es de él. —Dijo.—Mi hijo es de ese bastardo, estoy embarazado de
ese hijo de puta, yo...
Su respiración comenzó a acelerarse y el color abandonar su piel,
sentía que a sus pulmones no le llegaban aire suficiente y su corazón
latía a millón por segundo.
—¡Niall haz algo!—. Zayn le gritó a su amigo
—Esta teniendo un ataque de pánico, sostenlo fuerte.—Niall sin
pensarlo dos veces le inyectó un liquido transparente por el cuello,

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calmandolo al instante. El cuerpo de Louis perdió fuerza, y antes de
que cayera al suelo, Zayn lo sostuvo.
Ambos chicos se miraron entre sí. Este era el primer ataque de
pánico de Louis desde hace muchos años y era lamentable para
ambos verlo en ese estado.
—No sé que voy a hacer, Niall—. Se lamentó, observando a su mejor
amigo dormido entre sus brazos—. Creo que enloquecerá si no le
doy una solución.
—Podría realizarse un aborto, pero conociendo a Louis como lo
hacemos ni de coño aceptará.—Suspiró apoyandose en su escritorio.
—No, no lo hará.
—La gran panza se le comenzará a notar como máximo a los 5
meses, quizás 6. Después de eso no habrá playera que cubra el
inminente hecho que esta embarazado.—Dijo Niall.
—Lo sé.—Hizo una mueca triste.
Después de eso, Zayn y Niall recostaron a Louis una camilla en el
mismo consultorio para dejarlo descansar. Zayn se quedó a su lado
mientras Niall salía a recibir una llamada de un paciente. Dijo.
—Hola.—Habló Niall, vigilando a sus espaldas de que Zayn no
escuchara nada.
—¿Lo logré?—.Una voz rasposa y llena de maldad preguntó al otro
lado de linea.
Niall suspiró, sintiéndose en ese momento la peor persona sobre la
faz de la tierra.
—Harry, esto que le hicisite a Louis no tiene nombre.—Le
reclamó.—Es pasar los limites.

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—Entonces lo logré....—Dijo, su voz parecía perdida y emocionada al
mismo tiempo.
—¿Me estas escuchando?
—¡Voy a ser papá, Niall!—Exclamó.
—Vas a ser todo Harry, menos padre.—Le advirtió.
Escuchó un estruendo al otro lado de linea y luego algo caer.—
Escuchame muy bien, Horan, te atreves a tocar a mi hijo y soy capaz
de acabar contigo. No me tientes. Ese niño debe nacer, así tenga que
secuestrar a Louis ¿Entendido?
—Vete al infierno.—Dijo Niall. Colgó.
Y cuando se dispuso a volver a su consultorio se dio cuenta de dos
cosas: la primera era que la había cagado a magnitud y la segunda
era que Zayn lo había escuchado.

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Capítulo 10

—Hey Nee ¿Todo bien?— Preguntó Zayn de lo más campante.


A Niall se le detuvo la respiración.—¿Qué?
—¿Qué si todo esta bien? Te escuché mandando a alguien al diablo.
El moreno no sabía porque su amigo se había puesto nervioso de un
momento a otro. Solo sabe que cuando salió por algo de beber
escuchó claramente a Niall diciendole a alguien que se fuera al
diablo.
—Ah... Si.. Amm, tuve una pelea con mi novio.—Fue la primera
mentira que se le vino a la cabeza.
—¿Novio? Niall, tu no eres gay.—El moreno se cruzó de brazos,
observando a su amigo de una forma confusa.
—Bueno, la gente se enamora ¿No? ¿Acaso no tengo derecho?—.
Dijo a la defensiva. Trató de salir de su equívoco pero se estaba
metiendo en un terreno peor.
—Hey hey, sabes que soy el menos indicado para criticar si el amor
de tu vida resultó ser un chico.—El morocho, amistosamente, golpeó
el hombro de Niall. —¿Lo conozco?
Los ojos de Niall se ampliaron en sorpresa ante pregunta ¿Qué podía
decir? No era bueno mintiendo, y mucho menos si esa mentira tenía
que ver con el hecho de que sus amigos crean que el era gay. Harry
le debería una muy, muy grande.
—No creo, no. No me gusta hablar mucho de eso, es algo nuevo para
mi.—. Ajustó sus lentes, y suspiró. ¡Qué jodido estaba!

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—Deberías llevarlo esta noche a la fiesta de reinauguración de Luke,
sería una buena sorpresa.—Sugirió el morocho.
—¡¿Es esta noche?! —Gritó, haciendo eco por todo el pasillo. —
Joder, lo olvidé.
—Más te vale que no. Espero que vayas y lleves a tu novio contigo, le
daré la noticia a Louis, quizás eso lo anime un poco de todo lo que
está viviendo. —Zayn despeinó un poco el pelo perfectamente
peinado de su amigo. —Te espero. No falten o creeré que me
mentiste. Ah.
Después de una risotada entre ambos, la de Niall obviamente
fingida, el morocho se marchó a la habitación para asegurarse de
que su amigo siguiera bien y sedado.
Niall quería morirse en ese momento. No solo le mintió a uno de sus
buenos amigos, sino que ahora era gay, y retractarse significaría
tener que decirle a Zayn el porque le mintió, así que si, la cosa iba en
picada.
—Hey, Doctor Horan.—Una voz juvenilmente ronca lo hizo volver a
la tierra. Esa voz la conocía.
Al dar la vuelta vio al dueño de la voz, era un chico de algunos 19
años, alto y asquerosamente guapo. Era el hermano de una de sus
paciente, una niña de apenas 15 años que desarrolló cáncer
pancreático, la pequeña había sido tratada desde hace año y medio,
dando la quimioterapia buenos resultados. Recordaba que aquel
muchacho solía quedarse horas muertas con la chica mientras que
su madre trabajaba turnos extras para para poder pagar el
tratamiento.
—Hey, Hola —Saludó Niall de vuelta.—¿Shawn, verdad? —Apuntó,
esperando haber acertado.

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—Si—El chico se paró justo frente a Niall, con una sonrisa del millón
de dólares.
—¡Qué placer verte! ¿Cómo sigue Laurel? Hace mucho que no pasa
por aquí. —Dijo el doctor, con sus manos dentro de los bolsillos de
su bata médica.
—Ya está mejor, luego de la cirugía pudo volver a la escuela. De
hecho, estoy aquí por sus medicamentos.—En su mano derecha
llevaba lo que parecía ser unas pastillas—. Además, creo que tuvo al
mejor cirujano pediatra de Londres.
Aquél halago hizo a Niall reír.
—Espero estés hablando de mi.
—¿De quién más?—Encogió sus hombros de una forma graciosa. El
semblante del menor cambió, observaba el rostro de Niall con
curiosidad.
Niall se percató.
—¿Qué pasa?
—Tiene algo en la mejilla, parece una pestaña. Permitame.
Con suma delicadeza utilizó su pulgar para quitar la rebelde pestaña
que no cedía.—Es más rebelde de lo que pensaba, parece pegada a
su mejilla.—Siguió tratando. Niall se mantuvo con los ojos cerrados
sintiendo la respiración de Shawn invadiendo su espacio personal.
Se sintió incómodo.
Agarró la mano de Shawn.—Creo que es mejor dejarla ahí.
—Nee, creo que Lou...—Parecía obvio, pero lo diría: Aquel no era día
de Niall. Zayn apareció en el momento menos apropiado y

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¡Maldición! Él aún sostenía la mano de Shawn en una escena muy
comprometedora.
Nadie dijo nada por un momento. Y el primero en hablar fue Zayn.—
Supongo que tu eres el chico que le robó el corazón a Niall.
El rostro de Shawn se volvió de rojo intenso, sus labios intentaron
formular alguna palabra pero fue en vano.
—¡Oh Dios mio! ¿Qué edad tienes? ¿15?—. Exclamó al ver lo joven
que parecía el chico.
—Zayn no...—Niall quería explicarse pero Zayn le interrumpió.
—¡¿Terminaste el Kinder por lo menos?! —. Observó nuevamente a
Niall—. ¿Sabes que esto es ilegal como en 80 países?
—Señor, no es lo que...
—¿Señor? —. Niall se iba a desmayar.—Tu no pu...
—¡Zayn cállate!—.Exclamó entre dientes, no queriendo llamar la
atención en pleno pasillo.—Dijiste que no me juzgarás.
—¡Si! Pero es un niño, Niall.
—¡Es mi novio! y no es un niño, y si me disculpas, tenemos que ir a
ver si puso la marrana.
Tomó la muñeca de Shawn agresivamente y lo sacó de ahí antes de
que a Zayn se le ocurriera otra barbaridad. Prácticamente lo
arrastró hasta la planta baja, donde solo había calderas y oscuridad,
sin contar un par de utensilios de limpieza. Necesitaba la oscuridad
y la lejanía ya que moría de vergüenza con el chico.
Shawn miró todo a su alrededor. Estaba confundido a nivel, y no
quería preguntar porque tenía miedo de las respuestas. ¿Acaso el

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doctor Horan le había dicho a su amigo que eran pareja? ¿Qué? Y
mientras más se lo planteaba más loco y descabellado sonaba.
—¿Podría explicarme que fue todo eso? Yo me estoy partiendo la
cabeza tratando de entender.—Dijo el chiquillo.
Niall suspiró. Despeinó su pelo como si en ello encontraría una
respuesta a todo el rollo anterior.
—Verás...—.Trató de articular.— Y-yo ... Amm... Verás... Eh ohm.
Shawn se desesperó.—¡Niall, ahora!
—¡Esta bien! Zayn... Él me escuchó discutiendo con alguien y no sé
de donde coños me salió decirle que era con mi novio cuando ni
siquiera soy gay. Entonces en eso llegaste tu y nos encontró en la
situación comprometedora, por eso supuso que tu eras mi novio. Y
yo aproveche el momento. Entre en pánico, lo siento. —Respiró
hondo, mirando a cualquier lado menos a Shawn.
—No sé qué decir.—Fue lo único que pudo articular.
—Mira, sé que eres un chico y que quizás no seas gay pero...
Necesito un favor, esta noche habrá una fiesta y necesito que me
acompañes como mi novio, después de eso diré que te fuiste a vivir a
la amazonas. —Lucía desesperado, estaba desesperado.
—No sé si eso sea lo correcto doctor Horan.—Shawn apoyó su
cuerpo en la pared tras él.—¿Por qué no decirle la verdad?
—Porque eso sería peor. Vamos, ya tienes 19, lo creerían.—Sugirió
desesperado.
—En realidad...—Hizo una mueca, y de inmediato Niall supo que no
quería escuchar lo que venía.— Tengo 17, cumpliré 18 en unos
meses.

120
Se iba desmayar, claro que se desmayaría y nadie podía culparlo por
ello. Harry le debería una enorme, maldito hijo de puta, pensó.
—Nadie tiene que saberlo.—Sentenció.—Haz esto por mí, y te juro
que me salvas de una muy grande en la que no quiero estar
involucrado.
Shawn, ante escasa claridad que entraba al lugar, logró ver la
expresión de súplica en el rostro del doctor. La idea de mentir no le
agradaba nada, primero porque no sabía el por que de mentir;
segundo porque Niall era malditamente guapo, y si, eso
malditamente malo para chico y su leve crush con el Doctor. Pero
aceptaría, por ayudarlo y bueno, quería conocerlo fuera de las
paredes de un hospital.
—Acepto.—Dijo.—Pero tiene que contarme porque lo hace.
—Ni lo creas.
—Si somos un equipo tienes que decirme la verdad.—Iba a tentar su
suerte. Quizás Niall al final si le diría.
—Suerte con ello.—Del bolsillo de su bata saco un bolígrafo, sin
preguntar, tomó el brazo de Shawn y comenzó a escribir algo que el
chico no lograba ver que era.—Este es mi numero, escribeme
¿Tienes traje?
—Si, pero...
—Perfecto, usalo. Hablamos luego.
Sin siquiera darle otra advertencia se marchó. Shawn tenía dudas,
muchas dudas respecto aquello pero ¿Qué le haría? Estaba dispuesto
a probar lo que viniera de ese guapo doctor.
....

121
La noche cayó, Louis no sabía cuanto tiempo llevaba sentado en la
bañera, abrazando sus rodillas y dejando que el agua caliente
camuflara sus lágrimas. Sentía que sus ojos ardían gracias al llanto,
su piel se estaba volviendo escamosa y el, sinceramente, no quería
salir de allí. Había llegado a casa hacía dos horas aproximadamente.
Deseaba que Niall lo volviese a inyectar, quería dormir y no
despertar una vez que su vida se fue al caño. La realidad era que
estaba embarazado de un hombre al cual detestaba con su vida,
Zayn le había sugerido una idea, la cual consistía en que podía
decirle a Luke que estaba embarazado de él, que ese hijo no tenía
que ser de Harry. Pero ¿Cómo lo haría? Para Luke, un hombre que
pudiese concebir era algo horroroso, decía que era lo más
antinatural y repulsivo; por dicha razón Louis siempre ha ocultado
la verdad sobre sí, por ello la razón de las pastillas. No quería perder
su matrimonio o que Luke algún día pudiese mirarlo con asco; eso le
destrozaría el alma, agregando a esto que el mayor no era fan de los
niños.
Y ahí estaba, sin una solución clara, con un embarazo de un mes.
¿Debería decirle Harry? Quizás las cosas se le harían fáciles, quizás
Harry tampoco quiera hijos. ¿Está pensando en tenerlo? No puede,
incluso si Harry lo quisiera, no existía forma de ocultar un embarazo
por mucho tiempo y no, ni loco le iba a parir un hijo a Harry, sin
embargo, no era solo de Harry, era suyo también; su pequeño hijo
creciendo dentro de él lo llenaba de ilusión.
Llevó sus manos a su vientre todavía plano y lloró más fuerte,
porque algo crecía dentro de él; su pequeño. Entonces las lágrimas
de dolor, miedo y angustia se fueron convirtiendo en felicidad,
nostalgia y emoción. Una vida crecía. No importaba quién fuese el
padre, era su hijo, suyo.
—Mi amor...—Sollozó hablándole a su vientre.— Tu padre es un hijo
de puta, al cual odio con mi alma. Pero cualquier decisión que tome,

122
te juro que es por tu bien. Te lo juro.— Acarició su vientre tan lento,
como sí de alguna forma pudiera acariciarlo a él también.
—Hey bebé, ¿Todo bien? Llevas mucho tiempo allí y ya se nos hace
tarde. —La voz de Luke detrás de la puerta sonó amorosa e
impaciente. Típico de él.
Louis, rápidamente, se puso de pie.
—Amh, si, ya salgo. Esperame abajo, solo me arreglo y nos vamos,
mi cielo.
Mierda, casi olvidaba que hoy tenían la puta reinauguración de la
empresa.
—Esta bien. Pero no tardes, somos los anfitriones.
—De acuerdo amor, esperame abajo.
Después de eso, solo escuchó la puerta de su habitación siendo
cerrada. Volvió a respirar debía salir del baño cuanto antes.
...
Una hora después ambos estaban en la fiesta, gozando de la
celebración, un buen vino y rodeado de "Buitres" ¿Se podía pedir
algo mejor para pasar la noche? Louis creía que no, y todo empeoró
cuando el buitre mayor apareció con una zorra colgada de su brazo,
presumiéndola como gran señora. La reacción de Louis fue solo
rodar los ojos cuando el mayor quiso incluirse a la conversación que
mantenían él y Luke con algunos otros invitados, fue prácticamente
el único en alegrarse en ver a Harry. Los demás de mostraron
neutros.
—Señores, les presentó a Avril D'Chams. —La mujer aún colgada de
su brazo sonrió cálidamente.—Es la hija del primer ministro.

123
Todos los hombres en ese pequeño círculo hicieron una pequeña
reverencia como saludo a la chica, todos excepto Louis. Quién no
soportaba tener a Harry tan cerca por lo que, pidiendo una disculpa,
se marchó en busca de su mejor amigo. Zayn estaba cerca de la
puerta en el momento en que Louis lo encontró, parecía estar
esperando algo muy ansioso.
—No me digas que ordenaste pizza.—Bromeó, parándose al lado de
su fiel compañero.
Zayn río.—No, solo estoy esperando a Niall. ¿Sabías que tenía novio?
Louis abrió los ojos como plato, todo sorprendido.—¿Novio? ¿Niall?
—¡Si! Y creo que aún no termina el kinder.
—Tienes que estar bromeando.—Soltó una risotada.—Niall acaba de
hacer mi noche.
—Y hablando del rey...
Niall llegó y su primera visión fue la de sus amigos esperándolo
como niños en navidad atentos a sus regalos, a veces pensaba que
debería conseguir amigos de su edad, y no a un parte de millenials
irritantes. Iba tomado de la mano con Shawn quién insistió en que se
vería más real; más enamorados a pesar de no estarlo; a pesar de
que Niall era hetero.
—¡No lo puedo creer! —Exclamó Louis.—No puedo creer que tu,
Niall Horan, hayas caído caído por un...—Observó a Shawn — Chico...
¿Eres legal?
—Eso dependerá de lo que definas por legal.—Habló, su voz era
ronca.—Soy Shawn Mendes, un placer.
—Soy Louis y el es Zayn. Somos los mejores amigos de Niall y ....

124
Zayn no pudo callar más.—¿Cómo se conocieron? Digo, ¿Cómo es
que te lograste enamorar de Niall?
—¿Cómo no iba a enamorarme de el? ¿Has visto esos ojos? Son
hermosos. Niall era el médico de mi hermana cuando nos
conocimos. —Explicó Shawn. No dejando de mirar a su novio ni por
un segundo.—Solo sé que en ese momento, quise que fuera mío y sé
que él pensó lo mismo.
Y sin esperarlo, ni siquiera era parte de lo hablado, Shawn tomó la
mandíbula de Niall y con un delicado agarré besó los labios del
doctor dejándolo en shock. Niall jamás en sus 25 años había besado
a un hombre antes, no sabía que podían ser tan suave. Shawn
abandonó el beso, dejando a Niall con un sabor amargo en los labios
y con la extraña sensación de querer más.
—Les juro que estoy en shock.—Habló Zayn, sacando a la ficticia
pareja de su propia nube.
—Si, yo aún ni me lo creo.—Respondió Niall. —Pero si me disculpan,
par de entrometidos, debo ir a ver si puso la marrana.
Agarró fuerte la mano de Shawn y lo sacó de allí, amaba a Zayn
cuando no era tan curioso y, debía hablar con Shawn sobre por qué
diablos lo besó si eso no estaba en los planes.
Louis y Zayn se quedaron anonadados justo en su lugar.
—La verdad es guapo, aunque parezca un adolescente. —Expuso
Louis.
—No parece, lo es. Si ese chavito enamoró a nuestro amigo, debe
tenerla muy grande.
Por aquel comentario Zayn se ganó un buen codazo en las costillas
por parte de Louis. Su amigo siempre tenía los comentarios más

125
fuera de lugar en los lugares que no debe, recordaba que más de una
vez se metieron en problemas por la gran bocota de Zayn. Mientras
el morocho vigilaba a la nueva pareja, Louis se percató de la pareja
que venía entrando y por lo consecuente, acercándose a ellos. Jodida
mierda...
—¡Hey, chicos! —Aquella voz ronca captó la atención de Zayn ya que
la conocía bastante bien.
—Payne...—Susurró Zayn con desdén.
—¡Cuantos años sin verlos! ¿Zack, tu cabello está más largo?—.
Intentó con todas sus fuerzas no mandarlo al demonio allí mismo
pero no podía.
—Mi nombre es Zayn.
—Es lo mismo.—Le restó importancia.
—Ah ¿Y quién es la señorita?—El ojiazul cambió de tema
rápidamente. La respuesta que vendría por parte de Zayn no sería
agradable para ninguno de los cuatro.
—Ella es mi prometida, Rita.—Señaló a la rubia sonriente colgada de
su brazo.— Amor, ellos son unos amigos de la escuela y la
universidad. Nos conocemos hace años y de hecho, Louis es el
esposo de Luke.
—Mucho gusto, chicos. Louis, es un placer. Igual para ti, Zayn.—La
chica se mostraba dulce, sonriente y muy elegante. Su cuerpo
adornado con un hermoso vestido blanco dejaba mucho que desear
a los espectadores que no le quitaban la vista de encima. Era
hermosa.— Gracias por invitarme.
—Es un placer tenerte aquí, eres bienvenida. ¿Y cuando piensan
casarse? —Preguntó.

126
La verdad Liam le caía más o menos bien. El tipo era un cínico, pero
inofensivo.
Las manos del castaño rodearon las delgadas caderas su prometida
quien no dudó en apoyar levemente su espalda en el pecho de su
prometido.
—Queremos hacerlo en máximo 3 meses. Ya me muero por tener un
hijo varón.—Besó la mejilla de Rita dulcemente.—Un varón, para
que lleve el imperio Payne..
—¿Y si nuestro primer hijo es niña? —Preguntó Rita, un poco agria
por el comentario machista de Liam.
—No quiero una hija como primogénita y así será.—Replicó y a Zayn
se le comprimió el corazón.
Con fuerte codazo la chica se apartó de él, odiaba cuando su amado
se volvía totalmente bruto y machista. —Iré por una champán, ahí
les dejo a este orangután en traje. —Se marchó, pisando muy fuerte
gracias a lo molesta que estaba.
—Creo que estas en problemas, Payne. Yo tu y voy detrás de ella
antes de que te deje por WhatsApp.— Aquella situación le pareció
muy divertida al de ojo azules.
Liam ignoró el comentario de Louis y salió corriendo tras su chica,
maldito cretino, debería solo ser agradecido, un hijo es una gran
cosa sin importar que sexo sea, su deber era amarlo con todas sus
fuerzas y guiarlo por el bien sin esperar nada a cambio. Cuando iba a
girar para decirle a Zayn que Payne era la persona más superficial
del mundo se dio cuenta de que estaba solo ¿En que momento Zayn
se fue?

127
Uno de los meseros se acercó a Louis con una nota y una copa de
champán, Louis se mostró extraño.—¿Quién me envía esto?—Tomó
la nota en su mano.
—No lo sé señor, solo recibí la orden.
El amable mesero le tendió la copa de champán y Louis la rechazó,
no debía tomar alcohol. El mesero tras una reverencia se retiró y
Louis abrió la misteriosa nota. Sonrió placenteramente al ver esa
hermosa letra la cual, conocía a la perfección.
"Esta gente ya me aburrió, y eso que la fiesta no ha acabado XD ¿Te
gustaría inaugurar una de estas costosas habitaciones conmigo? Si
aceptas, nuestra habitación será la 512. Cordiales saludos."
Repetiría hasta el cansancio que su marido era el mejor del mundo.
Y claro que inaugurará no solo una habitación. Lo amaba, lo
necesitaba justo en ese momento en que tendría que tomar una
decisión que sería un calvario mientras vida tenga.
Sigiloso, salió de ese salón para fiestas mientras sus invitados se
embriagaban con vino bueno, se aseguró que nadie lo viera
abandonar aquel lugar, ni siquiera Zayn. Al llegar a recepción
preguntó a un amable chico donde quedaba la habitación 512 y el,
amablemente, le dio las indicaciones. Tomó el ascensor que lo
llevaría al piso 15. Mordió su labio mientras iba subiendo,
necesitaba una buena cogida después de todo, y su marido sabía
cómo llevarlo a límite.
Ya frente a la habitación su sonrisa se expandió, con la puerta
entreabierta fue más fácil su entrada. Todo se encontraba en
penumbra, a excepción de la calidad luz que se colaba por las
elegantes cortinas de seda del balcón. Aquella era la habitación más
costosa del lugar, al tope del edificio ¿Cómo no serlo? Louis caminó
unos pasos adelante y cerró las puertas con seguro tras él, lo menos

128
que quería es que alguien los interrumpiera. Amaba los juegos de su
esposo.
—Amor, estoy aquí.—Habló.—Luke, eres increíble ¿Cómo me pides
que hagamos el amor cuando allá abajo hay una fiesta hecha por
nosotros?—
Con la poca luz que había, logró llegar hasta una de las lámparas al
lado de la cama, no dudo ni un segundo en encenderla y graduarla a
un modo romántico, no quería arruinar el ambiente con mucha luz.
Dio vuelta para buscar con la mirada a Luke, pero lo que encontró
hizo que la rabia se le disparara y que el corazón se le saliera del
susto.
—¡Tu! ¿Qué hacés aquí?
Dio un paso atrás. Esto no podía estarle pasando a él, pensó. La
figura imponente de Harry se hallaba sentada en un sofá ubicado en
la esquina más oscura de la habitación, acompañado por un visible
vaso de Whiskey. Observó a Louis con una expresión relajada.
—¿A quién esperabas encontrar, Louis?—Preguntó.
—¿Dónde está Luke?
—Con alguna zorra en cualquier habitación.—Tomó un sorbo de su
Whiskey.
Louis ni siquiera le prestaría atención, Harry no la merecía. Con la
cólera al máximo se dirigió a la puerta para salir de allí, sin embargo,
cuando intentó abrirla esta no abrió.
—Deja de intentarlo. No abrirá hasta que yo de la orden. Así
funciona el mundo, Lou. Nada pasa sin que yo lo quiera.—Se puso de
pie dándole un único trago a su Whiskey hasta dejar el vaso vacío.—
Nada.

129
Sonrió, y esa sonrisa le dijo tantas cosas a Louis que no fue necesaria
una palabra más. Lo sabía, y lo hizo a propósito, todo fue
malditamente planeado por una mente enferma y retorcida como la
de la Harry, que solo busca saciar sus necesidades dañando a quien
sea sin tener el más básico de los remordimientos. El ojiazul se
apartó de la puerta, observando esa expresión infernal.
—¿Por qué esa carita Louis?—El tono cínico sólo logró que Louis se
hundiera en su propia humillación. Por los ángeles ¿Qué demonios
había hecho?
—Lo sabes.—El dolor en su pecho se volvía agudo conforme el
tiempo que pasaba en esa habitación con Harry.—Lo hiciste a
propósito.—Las lágrimas salieron, pero estas no eran de tristeza,
sino de rabia.—¿Qué fue lo que te hice para que destruyeras mi vida
de esta manera? ¿Acaso no te fue suficiente comprarme como a una
prostituta? ¿Acaso no me humillaste lo suficiente en la preparatoria?
—Nunca tengo suficiente de ti, Louis. Ese es maldito problema.—Se
acercó peligrosamente al cuerpo de Louis, consiguiendo que este
retrocediera. Temeroso a lo que pudiese hacerle el castaño.—Ha
pasado un maldito mes, y no te imaginas a cuantos he follado
tratando de sacarte de mi cabeza, no conseguido la primera puta que
grite como tu lo hiciste Louis. —Se acercó un paso más.— Me
encanta dañarte, Louis. Me causa placer, mejor que cualquier
maldita droga en el mundo.
Y por primera vez Louis sintió pavor de Harry, horror de estar con él
en la misma habitación; miedo a sus alcances; miedo de que esa
fijación con hacerle daño llegué a niveles altos y pueda
desencadenar lo peor, sin embargo, ¿Existía algo peor que estar
embarazado del mejor amigo psicópata de tu esposo? No creía.
—Aléjate de mí.— Ordenó.

130
—No. Vamos a tener un hijo, Louis.
La cólera dominó su sistema y sin pensarlo pegó un fuerte puñetazo
en la cara del ojiverde, no logrando un impacto más que un leve
dolor en la mandíbula .—Tu y yo no tendremos nada. Prefiero mil
veces abortar a que arruinar mi matrimonio y encima cargar con un
hijo tuyo.
De pronto, una gran mano sujetó con fuerza la mandíbula de Louis.
La respiración del más alto chocaba contra los labios del ojiazul. —
Louis, lo que hice contigo no es ni la mitad de lo hijo de puta que
puedo llegar a ser.—Apretó un poco más el agarre, sacando de Louis
un leve gemido de dolor.—Pequeña rata, puedo crear un infierno
personal solo para ti y Luke; solo tienes que tentarme.
Las lágrimas cayeron con fuerza, no por el dolor de su mandíbula,
sino por el dolor de su alma; porque a partir de ese momento estaba
en las manos de Harry y no solo eso, de la misma forma iba a joder
su matrimonio si seguía adelante con el embarazo.
En el instante en que la mano aflojó, Louis empujó el voluminoso
cuerpo de Harry, contempló esa mirada tan pútrida y oscura como el
musgo en cementerio.
—Cometí el peor error de mi vida al acostarme contigo. Hubiese
preferido mil veces morirme de hambre. —Dijo, secando las
lágrimas de dolor que empapaban sus mejillas.
—Pero preferiste seguir tu deseo de ambición y mira, seremos
padres, quieras o no.
—Eres despreciable. —Insultó
—Y tu una zorra, la pareja perfecta.
La mano de Louis impactó nuevamente en la mejilla de Harry. Si
había una cosa clara en todo esto es que no le daría ese gusto al mal
131
nacido y aunque su matrimonio se destruyera, le cobrará cada una
de esas humillaciones, cada una de las lágrimas que derramó por su
culpa. Sabía que Dios algún día le pasaría factura a Harry por ese
corazón tan repugnante que tenía, pero mientras eso llegaba, Louis
le daría los preámbulos.
Sus manos actuaron por sí solas y acariciaron el plano vientre de
Louis por encima del elegante traje que tenía. Lentamente,
ganándose la vista de Harry, quién se mantenía rojo por la ira de
haber sido golpeado por Louis.
—Tendré a mi bebé, Harry. Y crecerá, será una persona de bien...—
"Porque no permitiré que crezca a tu lado" Pensó. Y no se lo diría.
—Claro que será de bien, millonario, mi sucesor. —Se sirvió otra
copa de Whiskey. —Mi hijo será dueño de todo.
"Primero muerto antes de permitir que pongas tus asquerosas manos
sobre mi hijo y lo conviertas en un monstruo como tú" pensó.
—Déjame salir...—Ordenó con sus orbes inundadas.
—Lo haré, pero antes quiero dejarte en claro que si a mi hijo le pasa
cualquier cosa, lo que sea, vas a conocer mi lado malo. Desearás
estar muerto.—Amenazó.
—Creeme, ya lo estoy deseando.
Y si esas dolorosas palabras movieron algo dentro de Harry, no lo
diría. Bastó hacer una llamada para que la puerta fuese abierta por
uno de los hombres al mando de Harry. Louis no perdió tiempo para
querer salir de allí, sin embargo, no esperaba que el chico de ojos
verde le sujetara por la muñeca atrayéndolo hacia sí, y le robara un
beso; Un beso que Louis se negó rotundamente a compartir con
Harry, por eso, empujó con ganas al magnate, y con desagrado
limpió sus labios.
132
—Nunca en tu vida vuelvas a besarme. —Amenazó.
—Hace un mes no dijiste eso mientras te follaba como la perra que
siempre has sido, Lou.
El grado de burla e ironía de esas palabras obligaron a Louis a
reaccionar propinándole una bofetada al mayor.—Vete al infierno.
Dicho esto, se marchó. De esa habitación no salió el mismo Louis que
entró, claro que no. El Louis que abandonó esa habitación era uno
que, tomó la decisión más difícil de su vida, pero su odio y deseo de
venganza podían más. Y por el amor que sentía por esa criatura que
poco a poco crecía dentro de sí; juró que no permitiría, nunca, que
Harry pusiera sus manos sobre su hijo, así sea lo último que haga;
así lo pierda todo; incluso si muere mañana; Harry no pondría un
solo dedo sobre su hijo.
Lo peor está por comenzar...

133
Capítulo 11
Mes 2
La vida para Louis no había sido justa. Claro que no. Y mientras más
pasaban las semanas, más se percataba que seguir con ese embarazo
fue la peor decisión. Cuando comenzó el segundo mes fue dónde
pudo sentir en carne propia lo que era pasar toda una jodida tarde
de rodillas frente al retrete, vomitando hasta lo que había comido en
diciembre. Justo como esa tarde, se suponía que debía estar en su
escritorio terminado unos diseños para la próxima temporada; en
vez de eso, estaba de rodillas frente al retrete con un Zayn
totalmente inútil a su lado observándolo con cara de asco, claro,
como si el maldito morocho no pasó por lo mismo. Louis recuerda
las horas muertas que se pasaban en el baño, Zayn pálido y Louis
rogándole porque le dijera quién era el padre de su hija, sin
embargo, hasta la fecha no ha obtenido respuesta de aquello.
—Quiero morirme.—Dijo Louis. Su rostro blanco como el papel y
sus pupilas dilatadas.
La risa graciosa de Zayn invadió la habitación.
—Te entiendo. No seas tan nena.—Respondió su cómico amigo
mientras le pasaba un pedazo de algodón con alcohol, el cual Louis
agradeció con el alma.—Verás que valdrá la pena... Sin importar
quién sea el padre... Valdrá la pena cada maldito segundo.
La pena en la voz de Zayn destapó el corazón ciego de Louis, quién
se preguntaba a cada segundo si valió la pena seguir con él
embarazo y cuando se hacía aquella pregunta, solía tocar su plano
vientre y recordar que allí crecía una criatura, que era su hijo, suyo y
de nadie más.

134
—Lo sé...—Se limitó responder.—Zayne...—Bajó la cabeza para
evitar que su amigo viera sus lagrimales.—No sé que haré... Pronto
esta barriga va a crecer como un puto globo y...
—Te iras.—Sentenció.—Te iras porque te tomarás unos meses
sabático. Lejos de Luke.
La mirada extraña que Louis le dedicó a su amigo le dejó dicho dos
cosas: la primera era que, no entendió ni mierda y la segunda, era
que ¿Cuando coños Zayn pensó todo aquello?
—No me mires así. Piensalo, ya para tu quinto o cuarto mes no
podrás ocultarlo. Puedes irte por unos meses hasta que des a luz.—
Vio como su amigo intentaba ponerse de pie, apoyándose del
lavamanos. Le ayudó.—Lou, a estas alturas no creo que tengas
muchas opciones. Puedo hablar con Doniya. Ella sabe de un lugar
donde...—. En ese momento, las palabras se hicieron pesadas para el
morocho y Louis supo a que se refería.—Bueno.
Louis ni siquiera supo que responder, no sabía. ¿Dar a su hijo a una
casa hogar? ¿Tendría el valor? No pudo responderse así mismo. En
medio de aquella conversación la voz de la secretaria de Louis de
nombre Merlí, sonó.
—Señor Hale. El señor Styles lo busca.
Maldita sea. Su día ya no podía ponerse peor. ¿Qué Harry no podía,
por tan solo un maldito día dejarlo en paz? ¿Acaso sería eso tan
imposible? En ese instante y por seguro, Harry era la ultima persona
a la que deseaba ver. No soportaba saber que había pasado parte de
su tarde frente a un retrete vomitando todo su desayuno por culpa
de un capricho convertido en obsesión.
—¡Qué se vaya!—.Gritó—Dile que morí ayer.

135
—Más te vale que me atiendas ahora, Lou. —. La voz de Harry
también sonó detrás de la puerta y Louis no pudo sentirse más
encolerizado.
Ese apodo sonaba tan asqueroso en los labios de Harry que casi
vomitaba nuevamente. Maldición. Su piel pálida como un papel y sus
pupilas dilatadas, no era un desastre del todo, sin embargo, bien no
estaba. Niall le había indicado unas pastillas para las náuseas, más
Louis se rehusaba a tomarlas ya que le causaban todavía más
náuseas. Ironía, como toda vida.
—No tienes que atenderlo, si quieres lo mando a echar con
seguridad.—Le dijo el morocho.
—No no...—Suspiró, observando su reflejo en el pequeño espejo del
lavamanos.—Por más que quisiera, no puedo empeorar las cosas. Yo
sé manejarlo.
Abrió la puerta con un semblante diferente. Un rostro duro y un
alma que se ha llenado de puro odio hacía esa cínica sonrisa que te
prometía el cielo, pero te compraba el infierno. Louis lo sabía
perfectamente. Salió del baño y caminó hasta su escritorio,
necesitaba con urgencia algo en que apoyarse o se desmayaría.
—Dejenme a solas con Styles.—Ordenó. Tanto como la secretaria
como Zayn abandonaron la habitación, dejando una guerra viva de
titanes.
—Te ves horrible.—Dijo Harry. Una indiferencia cruda rondando
por sus palabras.
—¿A que viniste? ¿Quieres asegurarte que este siendo miserable?—.
Por primera vez Harry no mentía. Louis estaba al tanto que su
aspecto actual era un asco, que su palidez relucía a flor de piel y que
no ha podido ingerir nada decentemente en las ultimas semanas.

136
Otro mareo retumbó su sistema logrando que sus piernas
flanquearan, sin embargo el piso nunca llegó. Nunca sintió el frío ni
la dureza de aquel piso. Al contrario, su débil cuerpo fue sostenido
por unos fuertes brazos y apoyado en unos acolchonados pectorales
que tuvo la desgracia de sentir en carne propia. Harry fue más
rápido, lo sostuvo antes de que cayera al suelo y se lastimara.
—Oh, Mi amor... El embarazo te esta sentando mal.
La burla en sus palabras hicieron hervir de rabia la sangre de Louis,
pero en ese momento, no tenía las fuerzas para empujarlo y
abofetearlo como quería. Intentó alejarse de Harry, pero sus piernas
tenían otros planes, estaban debiles y no respondieron lo suficiente
para sostener su cuerpo.
Harry cargó el débil cuerpo de Louis hasta un pequeño sofá para
visitas. Lo depositó con un cuidado increíble viniendo de él. Un
rostro de desaprobación y un reproche a orillas de los labios.
—Alejate de mi.—Ordenó. Su voz era débil pero su deseo firme, y su
deseo en ese momento era que Harry no lo volviese a tocar. Jamás.
—No creo que estés en condiciones de exigir. ¿Éstas alimentando
bien a nuestro hijo? Te ves muy pálido.
¡Ay caray! Louis en serio odio ese "Nuestro" en aquella pregunta.
Aborrecía tener algo que también le perteneciese a Harry, odiaba
con su alma que iba a tener un hijo de Harry y... Sucedieron dos
cosas: La primera era que Louis detestaba con su alma a Harry; La
segunda vendría a continuación, que el cielo lo perdonará, pero el
hombre de ojos verdes merecía un escarmiento. En lo que llegaba la
justicia divina, Louis estaba dispuesto a darle un pequeño
preámbulo.

137
Dandose un espacio entre el cuerpo de Harry arrodillado su lado;
Louis se incorporó para poder observar los ojos verdes con una
inocencia sacada de lo que quedó de un adolescente con un crush
estúpido.
—Dime algo, Harry ¿Tu de verdad quieres este hijo o solo lo haces
por molestarme? —Preguntó. Logrando forzar unas lágrimas de
cocodrilo. Manipulador.
El semblante descarado del mayor cambió. Totalmente. No esperaba
que Louis hiciese aquella pregunta. Claro que le importaba su
criatura, era suya, su primogénito.
—Claro que me importa mi hijo. No te embarace porque si, Louis. Es
mi primogénito y al que le dejaré todo mi imperio.—Respondió.
—Luce más como un negocio que como un padre emocionado.—Con
las pocas fuerzas que le volvieron al cuerpo pudo sentarse y así,
observar mejor al hombre de rodillas frente a el.—Pero sí es verdad
que lo quieres...—Extendió su mano para acariciar el rostro de
Harry. Aquello se sintió como si Louis tuviese veneno en las puntas
de sus dedos.—Entonces despidete porque en tu vida, hijo de puta,
vas a ver a mi hijo.
Apartó con desdén el rostro de Harry. Esa acción desató el animal en
el rizado, provocó que Harry empujara el débil cuerpo de Louis
contra el sofá y sujetara su barbilla agresivamente; claramente
dejaría una marca temporal de los dedos de Harry.
Un gemido de dolor salió de los labios de Louis. Observando a la
bestia que ni muerto permitiría que su hijo tenga por padre. Colocó
su cuerpo sobre el de Louis, sin apoyar peso en su estomago. Su
rodilla se interpuso entre sus piernas limitándolo de cualquier
movimiento. Los ojos verdes de Harry estaban encendido en llamas
ante el semblante retador de Louis.

138
—Te lo voy a decir porque veo que no te ha quedado claro, mi
amor.—El veneno que desprendían palabras era tan grueso que
podía tocarse.—Haces cualquier cosa, lo que sea, que le haga daño a
mi hijo y te juro que soy capaz de asesinar a Luke con mis propias
manos ¿Entiendes? soy capaz de cortarle los dedos uno a uno y
dejarlo morir desangrado frente a tus lindos ojos azules ¿Si me
comprendes?—. El agarré de su barbilla se hizo más apretado tras
las últimas palabras.
Y esos hermoso ojos azules se llenaron de lágrimas, puras lágrimas
de terror ante las claras promesas de Harry. Si diablo existía, era
obvio que había encarnado en Harry Styles. A partir de ese momento
Louis se sintió más arrinconado que nunca, el rizado sabía por
donde apretar la soga y vaya, apretaba tanto que lo terminaría
ahorcando.
En un intento desesperado por quitarse el enorme cuerpo de Harry
de encima, se removió, pero esto solo sirvió para que el mayor
apretara con más fuerza a Louis.
—Amor, no me has dicho si te queda claro.—Le brindó una sonrisa
del infierno. El cielo lo ayude.
El castaño, con lágrimas derramandose, asintió. Era la primera vez
que sentía miedo, miedo absoluto por Harry.
—Me alegra muchísimo. —Susurró, rozando sus amargos labios
rosados en la oreja de Louis.
Después de eso, el mayor no dudo en estampar sus labios contra los
de Louis en un beso tan amargo, tan agrio que solo causó
repugnancia en él. Lo dejó ir segundos después en los que se dio
cuenta que el menor para nada le correspondería.
Levantandose para arreglar su pulcro suite Gucci, caminó hasta el
pequeño mini bar de la oficina de Louis. Sorprendiéndose también,

139
ya que sabía que el susodicho no era fan del Whiskey, así que solo
supuso que aquello era para los invitados. Y como si invitado
hubiese sido se sirvió un vaso, Louis rogó porque aquello se
convertiría en veneno.
—No pienses que soy un monstruo.—Expresó. Clavó sus orbes
verdes sobre un pequeño cuerpo sentando en el sofá; totalmente
aterrorizado y enfurecido.—Ni tampoco creas que vas a poder
manipularme con nuestro hijo.
—No pretendía manipularte. Ni siquiera era una amenaza.—Algo
dentro de Louis se encendió como luces en pleno 4 julio. Y de
pronto, la rabia término por consumirlo. Se levantó empoderado,
temerario.— Fue una promesa.
Harry volvió a dejar el vaso sobre el bar para acercarse a Louis con
cólera ante su desobediencia ¿Acaso nada había quedado en su
mente después de la amenaza? ¿Que tan poco Louis amaba a Luke?
—Pequeña rata ¿Creo haberte...
—Yo creo haberte dejado claro que mi hijo, no lo veras. Puedes
matar a medio mundo, Harry.—Dio un paso más cerca.—Pero a mi
hijo no lo vas a tocar.
—Amas muy poco a Luke.—Su semblante era arisco, sin embargo,
no podía negar cuanto le excitaba esa actitud en su pequeño.
—Más te odio a ti.—Aseguró.
Harry suspiró.
—¡Maldita sea! Cuanto quiero follarte en este momento.
Esa exclamación hizo a Louis dar un paso atrás, sorprendido hasta
los cojones. Como si de algo normal se tratarse. Juró desde aquel día

140
que Harry no volvería a tocar ni una de sus pestañas; que aquel ser
maldito no ultrajaría su decencia nuevamente.
—No te olvido, Louis. Esa noche...—Se relamió los labios cual
sabueso hambriento —. ¡Mierda! Te moviste tan bien. No he podido
sacar de mi mente tus lamentos, tus gemidos, esa forma tan delicada
en que movías tus caderas cuando me montabas.—Volvió por su
vaso de Whiskey—.Soy capaz de pagarte el doble por otra noche...—
Tomó un leve sorbo de Whiskey.—Aunque deberías hacerme un
descuento, es obvio que tu culo esta muy usado.
Después de eso una sonrisa burlesca que llenó el cuerpo del más
joven de pura humillación. El resentimiento y el asco hacían una
mezcla corrosiva en su interior.
—Largate de mi oficina, ahora.—Ordenó. Quería llorar, pero
definitivamente no lo haría delante de Harry.
—¿Y si no quiero?.—Harry volvió a dejar el vaso sobre el bar.—¿Qué
pasa si me da la gana de follarte?.—Fue cortando la distancia entre
él y Louis. Mirándolo como hiena hambrienta al desdichado castaño
que luchaba con todas sus fuerzas por no salir corriendo.
—No soy tu perra.—Le advirtió. Se mantuvo inerte, mostrando una
dura actitud ante la odiosidad del mayor.
—¡Pero claro que no!—.Esa sonrisa descarada jamás abandonó su
rostro—.A mis perras no las follo sin condón. Fuiste un privilegiado.
Lo próximo que Harry sintió fue la mano de Louis estamparse
duramente en su rostro. Ya no soportaba un insulto, una insolencia
más. Ya estaba harto de humillación tras humillación desde la
preparatoria; tuvo asco de si mismo al pensar que un día sintió algo
por Harry. Que un día lo llegó a ver con otros ojos que no fueron los
de la repugnancia.

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—Fuera de mi oficina.—Ordenó. Observando como Harry acariciaba
el lado de su cara que fue golpeado.
—Vas a arrepentirte.—Amenazó.
—Estoy esperando un hijo tuyo. No creo que pudiese estar más
arrepentido.—Contraatacó.
Pero los oidos de Harry, como siempre, solamente escucharon lo que
querían escuchar: "Estoy esperando un hijo tuyo" ¡Mierda! Eso
retumbó algo dentro de Harry, lo enloqueció. Le causó una emoción
que no sentía desde preparatoria.
—Dilo otra vez.—Pidió.
Louis frunció en ceño a modo de que no entendía un carajo la
petición de Harry.
—Repite lo que dijiste.—Pidió nuevamente.
—Que estoy esperando un hijo tuyo y no...—La mano del rizado fue
más rápida, se posó sobre los labios parlanchines del pequeño para
silenciarlo. Solo le interesaba escuchar esa parte.
—Me encanta escuchar esa oración.—Susurró, retirando la mano de
los labios de Louis.
Sus grandes manos tomaron las delgadas caderas del pequeño.—
Siempre quise escucharte decir eso.—De pronto su cuerpo estaba
pegado, muy pegado al de Harry.—Por los mil demonios...—Observó
el rostro confundo de Louis. Esos grandes orbes azul que le gritaban
a Harry lo mierda que era.—No tienes ni una maldita idea de cuan
duro me pones.
Ante aquella confesión, el primer instinto de Louis fue correr;
alejarse del causante de todas sus desgracias. Pero fuertes brazos

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del CEO tenían otros planes, los cuales consistían en apretar a Louis
contra si, follarlo y luego largarse por una buena copa de coñac. En
un segundo, los labios de Harry invadieron el rostro del pequeño,
repartiendo besos descuidados por toda la suave tez, probando
nuevamente la piel que una noche prometió ser suya. ¿Louis? Louis
no tenía fuerzas ya para pelear, ya no podía; su mejor plan fue ceder,
dejarlo dormir sobre la superficie segura en la que creía que estaba;
darle riendas a su ego, a su seguridad, a su altanería. Apoyar la
mentira de un amor que hacía años se extinguió y fue sustituido por
el más grande de los odios; un amor que sólo existía en la mente de
Harry. ¿Después? Bueno, asegurarse de disparar, así salga
embarrado de pólvora; así se rompa en el paso. Harry pagará. Era la
promesa.
Las blancas y pequeñas manos de Louis buscaron el rostro de Harry;
sus dedos acariciaron la comisura de sus labios como si del más fino
lienzo se tratase; como si quisiera que esos labios rosas recordaran
la textura de sus dedos.
—Lou...—Suspiró.
—Harry...—Respondió. Enredando sus dedos en la melena cortada.
No sabía que le pasaba a su autocontrol cuando Louis estaba cerca,
cuando Louis lo tocaba. El ojiazul lo tenía bajo su potestad, era solo
que no sabía halar los hilos correctos. Bueno, hasta ahora.
—Harry...—La dulzura con la que mordió el labio inferior del rizado
fue suficiente para desequilibrarlo.—Largate de mi oficina, hijo de
puta.
Tras aquello, un empujón bastó para hacerle quedar a Harry cómo el
más manipulable de los imbéciles.
—¡Fuera!—Exclamó.

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—Eres una perra.—Enunció. El agravio en su ego golpeándole hasta
el piso.
—Vaya que no te cansas de babear por mi culo. Es un poco hipócrita
¿No crees?.—Sonrió con burla.—Llamarme puta pero desear mi culo
con cada fibra de tu cuerpo —Se mofó.
Del bolsillo izquierdo de su chaqueta, sustrajo un puro; un Royal
Courtesan para ser mas exactos. Un puro valorado en más de un
millón de euros, los cuales para Harry era como comprar un dulce.
La pequeña encendedora con enchapada en oro, con unas iniciales
grabadas; fáciles de leer: HS.
No pidió permiso para encenderlo y darle una larga calada. El humo
invadiendo su sistema, tranquilizando las ganas de tomar a Louis
por la fuerza. El no era esa clase de hombre.
—No fumes en mi oficina. Imbécil.
Otra calada. Un suspiro. Un deseo arrollador de follar a Louis.
Se alejó, solo para tomar asiento en la silla del pequeño. Subió los
pies sobre el escritorio; un puro en la mano, un hombre que era
capaz de retar al mismo demonio y ganarle el infierno. Un hombre
déspota con una mirada de ángel, fue cuando Louis entendió porque
el diablo había sido el ángel más bello del cielo.
—Ahora mismo...—Habló despacio. Ronco. Pausado.— Ahora mismo
estoy luchando contra el deseo de hacerte daño. Mucho daño.—Una
fumada más.— Quiero hacerte daño.
Louis se acercó al escritorio. Sin miedos, ni con ganas de huir.
—La única forma de hacerme más daño, es matándome. Y me harías
un favor si lo hicieras.—Expresó, ahogandose en un agrio sabor de
boca.

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—Matarte...—Planteó. Como si aquella fuese la mejor idea que ha
escuchado.—Lo pensaré.
A falta de cenicero, restregó el puro contra el escritorio para
apagarlo.
—Que mal padre soy. No debo fumar, que ejemplo le daré a mi
hijo.—Río cínicamente.
—Vete.—Dijo, cansado de todo ese show.—Vete y no vuelvas...
—Mi amor...
—¡VETE! ¡FUERA DE MI AHH!—Gritó. De pronto un fuerte dolor lo
invadió. Sentía puñaladas en el abdomen bajo.
Harry no dudo ni un segundo en correr al lado de Louis. Sostuvo al
pequeño no dejaba de gemir por el dolor.
—Louis, Louis dime que te pasa.
—¡Me duele mucho! —Las lágrimas no tardaron el salir.
No tardó en tomar a Louis en sus brazos para acomodarlo en el sofá.
Viendo como sujetaba el abdomen bajo, supuso que por ahí debía de
dolerle.
—Respira, Louis.
El menor hizo lo indicado, se relajo. Fue un dolor pasajero, quizás
por alterarse de la manera en que lo hizo.
Louis tomó una bocanada de aire mientras sentía como un tortuoso
dolor le quebraba el abdomen. Evitó llorar a toda costas, no quería
lucir tan marica frente a Harry. Una mano se poso delicadamente
sobre su vientre y el destello de una leve caricia apareció. Louis ni
siquera lo percibió hasta que las palabras de Harry lo hicieron caer.

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—Hey campeón, tranquilo. Vas a matar a papá.—Río mientras
observaba el rostro sudado de Louis. Aquel dolor paso a ser una
gran molestia.—Espera a nacer, después haz lo que quieras con él.
Ese comentario causó en Louis una repercusión de puro miedo.
Sujetándose todavía el abdomen, se puso de pie a dura penas. El
dolor volvió a ser insoportable, pero peor era estar encerrado con el
diablo.
—Largo de aquí.—Su respiración era forzada, estaba sudando en
frío.—Dejame en paz.—Apoyo su cuerpo en la pared más cercana.
—Amor, te vas a desmayar.—Vio él intento del rizado para
acercarse a el.
—Yo nunca fui tu amor, no me llames amor...—Fueron sus últimas
palabras antes de que todo se volviese negro para el.

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Capítulo 12
Mes 4
Al parecer las cosas no tenían planes de querer mejorar para Louis.
Digo, ¿Se pudiese estar en una situación peor? El castaño no creía.
Hace una semana que había cumplido su cuarto mes de gestación y
sinceramente, quería morír. Los pequeños espasmos lo
atormentaban con frecuencia, según Niall, era normal, lo cual
significaba que debía acostumbrarse a ello. Por otra parte, su dosis
de pastillas aumentaron y eso solo volvía el asunto más difícil de
ocultar. El dolor en su espalda lo mataba cada mañana pero por
supuesto, debía fingir que nada ocurría. No supo cuando se convirtió
en un mentiroso profesional, no supo cuando comenzó a vivir detrás
de las mentiras; en que momento las sonrisas que fueron sinceras
pasaron a ser fingidas porque solo quería llorar. Su vida se
transformó en un infierno personal con el diablo rondando a cada
momento: Harry. Que decir de aquel mal nacido. Últimamente las
"visitas a Luke" se volvieron frecuentes; tener que soportar al
causante de tu infelicidad era a lo único que Louis no se
acostumbraba.
Harry cada maldita noche enviaba un mensaje a Louis, eran poemas,
algo siniestros, tanto que causaban pesadillas al pobre castaño. Pero
bueno, también se había acostumbrado a tenerlas. Justo como esa
noche; Luke, hace dos semanas, salió de viaje a Barcelona por
asuntos de la empresa ,insistió tanto a Louis para que fuera con él
que se decepcionó cuando su esposo rechazó una y otra vez su
invitación. Lamentablemente en las nuevas condiciones de Louis
viajar sería un martirio total y su último deseo era que Luke se
preocupara tanto que termine obligándolo a ir al medico; prefirió la
soledad de su hogar en esos hermosos días de lluvia. Apagó su
laptop sonriendo porque por fin los arreglos de los diseños estaban
listos y los socios estarían encantados con la nueva estructura del
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negocios. Observó el reloj y suspiró al ver que ya eran pasadas las 6
y que aún no había comido nada desde el almuerzo. Gran padre. Se
levantó del su silla para irse a casa y conseguir algo de comer. Puso
sus pertenencias en una mochila y justo cuando iba a apagar las
luces la puerta fue abierta, su secretaría hizo acto de presencia.
—Señor. Su chofer lo espera.—Dijo la chica. Su voz se notaba
cansona y no era para menos, aquel día fue pesado para ambos.
Levantar una empresa no es trabajo bonito.
Louis asintió, agradeciendole. Ambos bajaron juntos en el ascensor
charlando trivial sobre aquél día tan pesado, rieron y estuvo
excelente para Louis, hace bastante no reía. Al salir del ascensor
Merlí tomó el camino hacía el parqueo mientras que Louis se dirigió
a la entrada de la torre. La lluvia torrencial no paraba y por suerte
reconoció el auto de su chofer; rápidamente se subió en la parte de
copiloto, dejó su mochila en el suelo del auto para voltear y saludar a
Joe.
—¿Te mojaste mucho, amor?
Su sorpresa fue enorme al ver que quién conducía su auto no era Joe,
era Harry. Maldición.
—¿Qué diablos crees que haces? —Intentó abrir la puerta pero la
misma no cedió, tenía el seguro para niños.—¡Dejame salir!—
.Exclamó desesperado tratando de que el manubrio cediera.
No soportaba tenerlo cerca. Respirar el mismo aire. Lo detestaba
con cada fibra de su cuerpo.
Por su lado, Harry lo ignoró y decidió arrancar el auto. —Calmate, le
hace mal a nuestro bebé.

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—¡NO ES NUESTRO! ¡ES MÍO! —Golpeó con fuerza la puerta para
luego halar su cabello en pura desesperación.—Deten el auto y
dejame bajar. —Ordenó.
Harry por supuesto que ignoró las peticiones del menor. Siguió
conduciendo como si nadie estuviera gritandole una partida de
maldiciones.
Louis iba a estallar de rabia, en ese momento solo quería saber que
era eso tan grave que estaba pagando. Quizás el engañar a su marido
con su mejor amigo fue la gota que llenó el vaso por completo. Y
joder, vaya que lo pagaba. Su desesperación aumentó en el segundo
en que vio que Harry no se inmutaba. Volvió a intentar con más
fuerzas abrir, o quizás romper, el manubrio de la puerta.
—¡Dejame salir! —. Exclamó.
No obtuvo ninguna reacción del rizado y eso solo lo alteró en gran
potencia; a tal punto en que agarró el volante y lo giró haciendo que
el vehículo se saliera de las lineas de la calle. Harry lo empujó con
fuerza y logró maniobrar antes de estrellarse contra un camión que
salía de una de las intersecciones. Logró obtener el control del auto
a pesar de que este resbaló por las calles mojadas. Frenó de golpe
justo en medio de la avenida.
—¡Estas malditamente mal! ¿¡Que diablos te sucede!? ¡Pudimos
haber muerto!.—Su corazón estaba acelerado y, debido al
movimiento brusco del auto, parte de su cabello se había
despeinado, tapando así parte de rostro. Le había crecido.
—¡NO ME IMPORTA!¡NO ME IMPORTA MORIR CON TAL DE
ALEJARME SE TI.—. Los nervios de Louis se dispararon, tanto que
comenzó a golpear a Harry, algo descoordinado, pero lo golpeaba.

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Harry tomó sus muñecas, buscado que el menor detuviera sus
golpes; lo último que quería era llegar a enfurecerse tanto que
pudiese golpearlo devuelta. No era esa clase de hombre. Así que a su
retorcida cabeza se le currió la mejor manera de tranquilizar al
pequeño; fue por eso que tomó la nuca de Louis y chocó sus labios
labios con los del menor. Rodeó con su brazo completo el cuello del
pequeño para que este no se zafara del beso y al mismo tiempo lo
abrazaba, manteniéndolo junto. Sus labios comenzaron a moverse,
sin embargo, Louis no dejaba de intentar alejar a Harry. El beso pasó
de ser brusco y arisco a algo más despacio, calmado. Después luchar
y luchar Louis cedió; sabía que Harry no lo soltaría si no le
correspondía, así que muy a su pesar correspondió. Dejó de forcejar;
solo se dejó llevar y llevar. Aquél beso era muy distinto a los que se
dieron la noche en que empezó su martirio. Se sentía lento,
apasionado. Sintió el otro brazo de Harry rodear levemente su
cintura y mentiría si dijera que eso no le causó asco.
En un momento Harry dejó de besarlo y tan solo apoyó su frente en
la de Louis. Sus respiraciones eran agitadas, ambos abrieron los ojos
y nuevamente el azul y el verde se ligaron. Cómo en preparatoria la
primera vez que Harry vio a Louis. Cómo en la universidad. Cómo en
la boda de Louis cuando Harry estuvo a punto de oponerse. Cómo
aquella noche dónde concibieron a su hijo. Cómo ahora.
—¿Qué pasó con el ese chico inocente que me adoraba? ¿Con esa
pequeña rata asustada e inofensiva que no sentía ni un poco de
amor propio?¿Cuando se volvió tan arisco y empoderado? —
.Susurró rozando los labios de Louis.
Los ojos de Louis se cristalizaron.
—Te odió. Tuvo que odiarte para amarse.— Cerró sus ojos con
fuerza solo para evitar que las lágrimas lo traicionaran; sentía la
respiración de Harry sobre sus labios.—Te odio...

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Besó los labios de Harry de la misma manera que el principio, solo
que esta vez decidió tomar un poco el control. Empujó a Harry hacía
atrás, haciendo que su cuerpo se pegara contra la puerta del piloto.
Arrimando su pequeño cuerpo al del mayor, envenenando su alma
tras cada beso, sintiendo las manos de Harry quemar sobre su piel.
Sabía que se había ganando en infierno y los cielos los perdonen por
dejarse tocar del diablo.
Y mientras el rizado desfallecía en tal acto, pensando que por fin
Louis había cedido al pecado. El pequeño tenía otro plan en mente,
escapar. Así que subió una de sus manos hasta el cabello de Harry
haciendo una alusión a una caricia, sin embargo, su mano fue a parar
al seguro.
Rápidamente lo desactivó y no espero a alejarse, tomar su mochila;
abrir la puerta y salir corriendo en plena lluvia, sin rumbo fijo, solo
se echo a correr a través de los pequeños callejones de la ciudad. La
lluvia tapaba su visión, más eso no hizo que se detuviera. Corrió y
corrió hasta que sus pies no pudieron seguir. Se detuvo en un
parque, la lluvia había cesado hasta el punto de que solo quedaban
pequeños chubascos y un empapado Louis se dejó caer sobre el
césped del lugar, intentado regular su errática respiración. ¿Hasta
cuando tendría que soportar todo esto? Fue cuando sus lágrimas se
ligaron a las gotas de lluvia en su rostro. Ya no podía más, su mente
se repetía una y otra vez en una agonía constante ¿Como una
persona podía ser tan vacía? Tan despiadado y egoísta. ¿En serio se
enamoró de el de preparatoria? ¿En serio suspiraba por esa
abominación? Que ciego fue al dejarse hechizar a primera vista por
unos ojos verdes que no eran más que mentiras. Oh santo cielo.
Tenía que tomar una decisión, justo ahora y si honestos somos,
prefería mil veces ver como su matrimonio se caía a pedazos,
preferiría que Luke lo odie a muerte antes que permitir que Harry le
haga algo, a que Harry lo lastimará. Debía alejar a Harry de Luke y
para eso el debía alejarse de Luke; el solo pensarlo estrujó su

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corazón a tal punto que sus sollozos se hicieron audibles. En ese
momento sacó su celular de su mochila, agradeciendo de que esta
fuera impermeable, marcó el numero de la única persona que
confiaba.
—Hola.
A Louis solo le bastó escuchar el acento del morocho para
desplomarse en llanto. Sus sollozos eran tan fuertes y claro que el
chico de pelo negro, al otro lado de la línea, se le trancó la garganta,
queriendo acompañar a su hermano en la miseria que vivía. Louis no
merecía llorar así, no él, pensó.
Luego de una profunda respiración el castaño pudo argumentar la
primera oración que marcaría el comienzo de su penitencia y el final
de su felicidad.
—L-lo haré. —Sorbió su nariz.
—Lou... Es una decisión sin retorno.—Advirtió. —Y dolera cómo el
infierno.
Otro sollozo se escuchó y a pesar de que la lluvia volvió a ser
incesante, el cielo lloraba con él.
Acarició su vientre; pidió mil veces perdón y volvió a reiterar.—L-lo
haré.
Un melancólico silencio se plantó en la línea. Louis fue el primero en
romperlo.
—A mi quinto mes, me iré. Me iré lejos de Harry, Zayn.—Su
respiración se sofocó, el recuerdo de Harry hace minutos lo
arrolló.— ¡No pienso dejar que toque a mi hijo! ¡No mientras yo
viva!— Lo dijo entre dientes, con rabia, con ira.

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A esas alturas Louis era capaz hasta de matarlo.
Zayn tan solo rezaba porque el blando corazón de su amigo no se
entregara a las tinieblas, volviéndose tan despiadado cómo el padre
de su criatura.
—Louis...—Zayn intentó apaciguar.
—A mi quinto mes, me iré. Ese es el plan.—Reiteró, tratando de que
su mente lo asimilara.
—¿Y Luke? —Preguntó.
—Luke es mi esposo. Pero...—Observó un momento su estomago
endurecido debido al crecimiento de tu retoño.
Pareció pensarlo unos minutos.
—Pero...—La voz del morocho lo devolvió a tierra.
Dos lágrimas salieron disparadas, camuflándose nuevamente en la
gotas de lluvia. No sabía porque lo haría, no tenía ni idea de porque
iba a decir aquello, quizás si, pero no lo diría en voz alta.
—Pero Darsie es mi hija...—Dijo. Cerró los ojos sollozando en algo
que parecía una risa de felicidad.—Darsie...
El morocho se quedó mudo unos instantes, parecía estar feliz y a la
vez en shock.—¿Y si es niño?
—No... Sé que será una niña.—Río con lágrimas en los ojos.—Zayn,
lo haré. —reafirmó.—Dile a Doniya que arregle todo.
—Es un camino sin retorno ¿Lo sabes, verdad?— Una última
advertencia de alguien que vivió en carne propia el arder del
arrepentimiento.

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¿Tenìa otra salida? ¿Alguna otra alternativa que no fuese dejar que
Luke se entere y lo odie por el resto de su vida y encima tener a
Harry sobre el? No, no estaba dispuesto a soportar tanto y mucho
menos, causarle a su esposo un daño tan inminente.
Lo cierto es que en ese instante estaba eligiendo a su esposo sobre
su hijo, lo cual no lo hacía sentirse menos basura, menos miserable.
No era ignorante a la agonía que le causaría aquello.
—Solo... Arregla todo... Nos vamos en un mes...
Colgó. No supo cuando la lluvia volvió a cesar; para entonces ya el
frío se había metido entre sus huesos y sin embargo, no queria
levantarse para ir a casa ¡No! quería quedarse un rato más en la paz
que le prestaba el parque, todo rodeado por arboles frondosos; al
menos el lugar se sentía más vivido que él.
A su quinto mes se marcharía, ya su panza estaría lo suficientemente
notoria para deducir que aquello no era solo unas libras de más.
Incluso entonces usaba algunas que otras camisas con uno o dos
sizes superior. Aquel día llevaba una camisa blanca un tanto holgada
con unos simples jeans negros, fue lo mas cómodo que encontró y si
sincero era, tampoco es que le importa mucho su apariencia.
1hora 30 minutos después, supo que ya debía ir a casa. La ropa
mojada comenzaba a incomodarlo y el cielo a tornarse oscuro. Su
celular se había mojado lo suficiente como para no querer encender
¡Genial!
Su ánimo abrazaba el suelo y sus acciones futuras torturaban su
mente mientras caminaba hasta la salida del parque con la mugre
esperanza de tomar un taxi. Y así pasó, esperó una jodida hora a que
algún taxi pasara por esa entrada no tan concurrida, sus malditos
pies dolían con cojones, pero por fin estaba a solo unas cuantas
esquinas de su amado hogar. Moría por un baño caliente y una

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humeante taza de té; sentarse sobre el regazo de su marido mientras
veían un episodio de friends y este se dedicaba a arrullarlo, para esa
hora de debía estar en casa. Se merecía terminar la noche en los
brazos de su amado después del infierno que vivió esa tarde.
El taxi aparcó en el gran bulevar de su casa. Cansando, Louis pagó la
tarifa que marcaba el tarifario, luego de un gracias bajó del auto
dispuesto a ingresar a su morada. Subió unos cuantos escalones
hasta llegar a la puerta, sacó sus llaves y abrió. Lo primero que
escuchó fueron murmullos provenientes del living room. La voz de
Luke hizo eco y el castaño no dudo para aproximarse hasta allá. Dos
hombres charlaban agusto, sobre la mesa tazas de lo que supuso era
café. Pero no, eso no fue lo que hizo que la sangre de Louis quemara
cómo lava hirviendo. No, fue la sonrisa del maldito desgraciado de
Harry Styles al verlo, fue esa falsa emoción que mostró. Lo
detestaba.
Luke se puso de pie para besar los labios fríos de Louis.—Mi amor
¿Por que tan tarde? ¡Estas frio! ¿Qué pasó?
Harry se puso de pie, haciendo alusión de que se marchaba. No
obstante, no podía irse sin antes saludar a quién consideraba su
cuñado. Sus pasos lo encaminaron hasta la proximidad del menor.
Notó cómo su labio inferior temblaba, quizás tenía frío.
—Hola, Louis.—Sonrió. Descarado.— Mucho tiempo sin verte. ¿Qué
tal la lluvia?
Trató, En serio intentó no golpearlo. Pero cuando Harry soltó
aquella burla su mano se estampó contra su mejilla con fuerza y
luego otra vez.
—¡Louis! ¿Qué te sucede?—Luke trató de intervenir pero no, Louis
ya estaba harto.

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—¡Fuera de mi casa! —Lo Empujó fuera de sala. —¡LARGO!
—¿!Que sucede contigo!? —Harry luchaba con todos sus demonios
para no golpearlo devuelta.
—¡VETE! —Volvió a empurjalo. Luke intervino.
—¡Louis calmate!—Sujetó los hombros de su marido, recibiendo un
empujón no tan agresivo cómo lo había hecho con Harry.
Sus manos furiosas tomaron la camisa del ojiverde, lo empujó
nuevamente, tan fuerte que su espalda estrelló contra la puerta
cerrada. Harry llamó a toda su paciencia, no le convenía golpear al
menor delante de Luke, aunque quisiera hacerlo con toda sus ganas.
—¡FUERA DE MI CASA! —Gritó. Si, estaba furioso, sin embargo y
más que eso era la desesperación de no volverlo a ver. No quería
verlo.—¡FUERA, NO TE QUIERO VER NUNCA MÁS EN MI CASA!
RATA DESGRACIADA.
Y cuándo pensó en volver a golpearlo, Luke sujetó su cintura,
pegándolo a si, atajando sus movimientos. La verdad era que nunca
había visto a su esposo de aquella manera tan alterada, furioso. No
era ignorante de que Louis odiaba a Harry y aún después de la
propuesta que su amigo les ofertó, pero el conocía a Harry y sabía
que su amigo no sería capaz de clavarle tal puñalada y que Louis
tampoco lo mataría de esa forma.
—¡Ya calmate!—Exigió Harry. Veía cómo el pequeño intentaba
liberarse de los brazos de Luke.—Mocoso.
—¡SOLO VETE! ¡VETE! —Sus nervios estallaron cómo fuegos
artificiales. Las lágrimas salían de sus ojos apresuradamente.
Luke se preocupó y lo abrazó más fuerte.—Harry es mejor que te
vayas...

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—Se lamentó de echar a su mejor amigo de esa forma. Menudo
imbécil.
El ojiverde se marcharía pero no sin antes terminar con los nervios
de Louis. Abrió la puerta y antes de salir observó las lágrimas del
menor; sonrió en sus adentros.
—Sé que me odias, pero esto es humillante.—Sus ojos proyectaron
una falsa tristeza.— Ni siquiera sé que te he hecho en la vida...
—¡PEDAZO DE MIERDA! ¡FUERA! —El aire comenzó a faltar en los
pulmones de Louis. Sentía una presión en su pecho; comenzó a
hiperventiral.
Luke lo sostuvo preocupado.—¡Amor! —Observó a Harry.—Vete
Harry.
El mayor obedeció y se marchó. Jurándole a los cielos que Louis le
pagaría con intereses esa humillación.
Louis por su parte, intentaba respirar correctamente. Luke fue por
algo de té para tranquilizarlo y sin preguntar nada más.
El pequeño llevó una mano a su pecho, y forzaba el aire a sus
pulmones mientras sus ojos se inundaban de lágrimas. No alcanzaba
a creer el cinismo de Harry, la maldad; pero bien aquello le servía de
impulso para desaparecer con su hijo. Bien otras personas dirán que
esta siendo egoísta, que esa criatura debería crecer junto a sus
padres; que Louis debería ceder la custodia total a Harry y luego
hacer cómo que nada pasó. Sin embargo, el era un puto egoísta, un
monstruo, era cómo quisieran llamarle pero si él no podía tener a su
hijo, Harry tampoco. Y no ignoraba el hecho de que posiblemente su
vida se torne aún peor a cómo estaba, Harry se encargaría de ello.
Así que, aunque el alma se le parta en millones de pedazos y viva con

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eso el resto de su vida; le quedaría la satisfacción de que el rizado no
tendrá lo que quería.
Luke entró a la sala con una taza de té humeante en sus manos y una
cara seria. Louis le debía alguna explicación de porque su actitud de
hace un rato. Dejó la taza en la mesa frente a Louis y luego tomó
asiento a su lado.
—Mi amor ¿Estas mejor? — Acarició su rodilla en la dulce forma
como siempre lo hacía.
Y entonces Louis miró a su esposo, deseó no haberlo hecho. Mierda,
se iría en un mes ¿Cómo le explicaba eso a Luke?
—Te amo.—Sus labios temblorosos pronunciaron aquellas sinceras
palabras.
—Hey...—El mayor se acercó más a su esposo, buscando abrazarlo
por los hombros. Recostarlo sobre su pecho. Sentirlo.—Te amo.
Louis se acurrucó en el pecho de su marido. Posiblemente le
quedaba poco tiempo a su matrimonio. —Nunca lo olvides, por
favor.—Se incorporó para mirar los ojos cafés brillosos de su
marido.—Todo lo que haga, Luke, siempre será pensando en ti.
Luke tomó las manos de Louis y besó cada uno de sus nudillos. —Y
cada decisión siempre será pensado en nosotros.
—Solo nosotros...
Volvió a recostarse en su lugar favorito: El pecho de Luke.
ȈȈȈȈ
—¡Ah ah ah! ¡Oh! —Los gemidos desesperados de la rubia que
montaba su polla eran tan ruidosos que solo lograban irritarlo.

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La chica llevaba un buen rato montándolo y, a diferencia de ella, no
estaba ni cerca del orgasmo. ¡Maldita sea! Se sentía frustrado.
Después de salir de la casa de Luke y del bochornoso escándalo que
hizo Louis, necesitaba sacarse las ganas de matarlo ahí mismo,
apaciguar la furia contenida, por lo que no lo dudo dos veces antes
de llamar a una vieja conocida y llevarla a un departamento que
utilizaba solo para ello. Sin embargo y muy a pesar de todos los
intentos de la chica por hacerlo correrse, este no estaba ni cerca. La
rubia de nombre Helena, lo montaba como si su vida dependiera de
ello; le decia lo bueno que era, no se resistía a dejarse arrastrar por
Harry. Gritaba su nombre una y otra vez; lo alababa como sí fuera un
dios del olimpo. Pero, no tenía los ojos azules llenos de dolor que
disfrazaba un profundo placer, no lo golpeaba con ira que sólo
servía para apaciguar los gemidos que quería soltar; ella no le
repetía cuanto lo odiaba; ella no movía su cintura tan
delicadamente, como si quisiera matarlo. Ella no se perdía en el
orgasmo como si fuera un puto ángel probando por primera vez
LSD. Joder, ella no era él.
Y justos esos pensamientos arropaban su mente cada vez que
intentaba follar con cualquiera, ninguno lo han llevado al duro
orgasmo como Louis lo hizo.
Empujó agresivamente a la chica sobre el, tirándola sobre la cama.
Se levantó, y tomó una bata de baño con la cual cubrió su cuerpo. La
noche había caído hace rato y el no pudo evitar observar por el gran
ventanal en la habitación. Su mente torturándolo, debía tener su
cuerpo nuevamente. Buscaría una forma, la que sea, pero Louis
debía ser su puta, debía ser suyo otra vez.
El vago olor a cigarrillo fue lo que lo sacó de su trance. La chica
ahora estaba envuelta en una de las camisas de Harry, sentada sobre
un pequeño sofá y deleitándose con un cigarrillo mientras
observaba al rizado.

159
—Pequeño Harry... ¿Quién te ha jodido tanto?—Una sonrisa cínica
se dibujó en sus labios.
Harry sonrió de la misma manera, en el mundo solo existían tres
personas que lo conocían tal cuál, sin máscaras. Y Helena era una de
ellas.
—Nadie me ha jodido.— Respondió.
La mujer le dio una calada a su cigarro.— Oh babe, no a mi. —Se
burló.—Conozco cada parte de ti, Harry. —Unos grandes ojos grises
lo observaron con acuse.
Harry suspiró, había algo de razón en sus palabras. — Hay
alguien...—Admitió. Su vista se perdió entre las luces del downtown.
—Hay alguien que me jode la cabeza.
—Ya lo sabía. —Dejó ir el humo en su boca.—Supongo que es el
enano de ojos azules. Me cae bien. —Río, volviendo a inundar sus
pulmones de humo.
—Me jode.
—Te jode porque no puedes tenerlo, no de la manera tan perversa
en la que quieres. —Se burló nuevamente.
—Tendrá un hijo mío. —Soltó aquella bomba logrando que Helena
se ahogara con el humo.
—Maldita sea... —Tosió.—Lograste que te abriera las piernas.
—Y vaya que las abrió.—Sonrió con desfachatez ante los recuerdos
que llegaban a su mente.
Caminó hasta el sofá para tomar asiento al lado de la rubia.
La misma se cruzó de piernas observando a su... Bueno, lo que sea.

160
—¿Lo amas?—Después de un largo silencio, esa pregunta surgió.
Helena tenía mucha curiosidad.
—No amo a nadie.—Respondió, dejando que su visión se perdiera
en los ojos de la chica.
La chica río, fue debil, pero a Harry le bastó para saber que no le
creía. Helena apagó lo que le quedaba de cigarro con su dedo pulgar,
no era algo que doliera, tenía muchas marcas de ello por toda su
espalda.
—Te daré un consejo. —Dejó caer la colilla sobre el piso.— Amar no
siempre es tener sentimientos bonitos. Es odiar también. Es querer
dañar sin razón aparente, ese lado del amor es oscuro y
repugnante.—Se puso de pié.—Me ha tocado.
—¿Qué hiciste?—La curiosidad fue más rápida.
—Busqué la manera de limpiarlo. —Sonrió.— Y ahora es mi esposo.
Después de eso, se perdió por algún lugar del baño dejando a Harry
con un montón de preguntas sin respuestas.
El no amaba a Louis. Lo odiaba. De hecho, lo odiaba al punto de
querer ahorcarlo con sus propias manos. Sin embargo, deseaba su
cuerpo, deseaba tenerlo suplicando por más; por piedad. Quería
hacerle tanto daño, pero no lo amaba. Louis era un reto personal
para su propio narcisismo.

161
Capítulo 13

Mes 5
La noche parecía no querer acabar, por lo menos no para ellos.
Hacía frío, más de lo que debería cuándo apenas y entraba
septiembre. Las vacaciones de verano ya casi acababan y
aquellos seis chicos no parecían tener noción de ello. Botellas de
cerveza barata regadas por toda la habitación dejaban en
evidencia lo alcoholizados que estaban, tampoco era cómo si les
importara. Decidieron cerrar el verano con una borrachera
tranquila en casa de los padres de Niall, el mismo había vuelto de
la universidad por el verano y dentro de dos días volvería a lo
que él llamaba "Martirio".
—Louis, ¿Cómo lo soportas? —Preguntó Niall al pequeño castaño
recostado en los brazos de su fuerte novio.
El mecionado soltó una adorable risilla que derritió el corazón
de todos en la habitación, bueno, casi todos.
—Amarlo es la clave para soportarlo —Dijo un muy enamorado
castaño.
—¡Rayos! ¿Pueden parar de ser tan cursis?—Se quejó el rubio
sentado en la esquina de un sillón.
—No.—Respondió Luke, para luego tomar el rostro de Louis y
besarlo delante de todos.
—¡Oigan consigan una habitación!
Burlas y risas se esparcieron por toda la sala, los chicos
lanzándose latas vacías de un lado a otro, para ellos, aquél
verano sería el mejor; estaban juntos los 6.

162
Cuándo por fin cayó la noche, los muchachos decidieron hacer
una fogata. Nada cómo un cálido final para el frío que arropaba
la ciudad. Harry era el encargado de encenderla, ni siquiera
prestaba atención a los disparates que hablaban sus amigos; sus
ojos nunca abandonaron la belleza y calidez de las llamas frente
a él. Nadie se daba cuenta de lo callado que permanecía el
rizado, bueno, casi nadie. Unos ojos azules examinaban el rostro
concentrado del ojiverde, deseando meterse en sus
pensamientos, averiguar por que lucían tan pasivos en ese
momento cuando en verdad, eran fuego, maldad.
—¡El primero será Harry! —Señaló Luke a su mejor amigo,
sacándolo de su burbuja.— Apuesto 10 libras a que el primero
será Harry.
—¿Qué yo qué? —Preguntó, un tanto confundido.
—No pienso apostar a algo que sé que voy a perder.—Niall
replicó.
—Entonces yo seré el único que creerá en Harry.—Liam soltó
entre risas.
—¿Me pueden decir de qué coños hablan?
—Bueno, los chicos y yo estamos hablando de quién será el
primero en ser padre, todos a excepción de Liam quién
estúpidamente quiere perder 10 libras, apostamos a que serás
tu.—Zayn aclaró la mente del rizado y este solo se hecho a reír.
—Bueno, quizás sea verdad.—Aceptó.—¿Qué ustedes no piensan
en los nombres de sus hijos o solo soy yo?—Miró a todos sus
amigos.
—Solo eres tu.—Respondieron todos al unisono. Bueno, Louis
no. Él sí lo hacía.
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—A ver ¿Qué nombre tienes pensado, cursi Harry?—Retó Liam.
—Me vuelves a llamar así y meto tu cabeza en la hoguera.—
Amenazó, señalando a Liam con palo. Giró su vista nuevamente a
la fogata.—No sé, si es niño me gustaría que se llame Edward. —
La risa de sus amigos no tardaron en aparecer. Idiotas.
—Que creativo, Styles.—Se burló Zayn.
—Callate Malik.—Liam intervino.
—Wow, sabes mi apellido. Pensaba que tu cerebro no
almacenaba tanta informacion.
—Pedazo de Pu..
—¡Niños! —Niall intervino.—Callense. Vayan a arreglar sus
problemas a la cama cómo las personas normales
Ambos intentaron replicar aquello pero Niall los amenazó con
tan solo una mirada. Se callaron.
—Bien Harry, ¿Y si es niña?—Preguntó Luke muy interesado en
conocer el lado paternal de su mejor amigo.
Por un momento Harry no respondió, manteniendo a todos en
ascuas. Su vista no dejó de apreciar el fuego mientras que una
sonrisa involuntaria decoraba su rostro. De pronto sus ojos se
posaron en unos azules que también lo observaban con mucha
curiosidad. Y sin titubear miradas, Harry respondió.
—Darsie. —Fue casi un murmuro, pero Louis lo entendió a la
perfección antes de que lo volviese a repertir.—Si es niña se
llamará Darsie.
Sus incesantes ojos verdes le dieron un mensaje al dueño de las
perlas azules. Si, quizás en ese momento la confusión nubló la

164
mente de Louis; no entendió el por que de aquella profunda
mirada.
Pero si que le causó escalofríos.
Aquél recuerdo causó estragos en el interior del castaño. Darsie,
irónico. No tenía la mínima idea de por que optó por ese nombre
luego de todo el daño que le ha causado Harry. En cambió, no podía
negar que era un lindo nombre y que quizás sea lo único que su hija
lleve de sus padres. Zayn le había repetido hasta el cansancio que
esperara a saber el sexo antes de sacar nombres y conclusiones,
Louis no escuchó. Lo sabía, algo en su interior le decía que esperaba
una hermosa niña; de solo pensarlo nuevamente sus ojos se
llenaban de lágrimas. Su panza ya era bastante notoria, demasiado.
Comenzó a usar ropa olgada, más abrigos. Luke le preguntó el por
que y el solo respondió que estaba harto de usar ropa ajustada.
Durante un mes completo Luke no le ha hecho el amor, no lo ha
tocado, Louis no se dejaba; poniendo excusa tras excusa. Se sentía
mal cuando la mirada decepcionada de su esposo invadía la suya, sin
embargo, lo aceptaba y respetaba. ¡Cielos! Su hombre era perfecto.
No podía creer que le estuviese haciendo aquello. Lo heriría, pero es
un mal necesario y todo por su bien.
La tarde se acababa, solo para darle paso a la noche más oscura en la
vida de Louis. Su maleta yacía lista sobre la cama. No cargaría con
mucho, lo demás se las arreglaría. Su vuelo salía dentro de dos
horas, quedando en acuerdo con Zayn de que lo recogería. Sus
manos temblaban y su cuerpo parecía reaccionar ante un ataque de
pánico, sólo pedía fuerzas para poder hacer aquello.
La puerta de su habitación se abrió, mostrando a un sonriente Luke
casi correr hasta su esposo, ni siquiera lo dejó saludar de vuelta,
chocó sus labios juntos en un beso que para Louis, significaba un
hasta pronto.

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—Quiero llevarte a cenar.—Otro beso. Parecía tan entusiasmado de
ver a su hombre.—Que bueno que ya estas vestido, solo me cambio y
nos vamos.
—Luke..
El mencionado se detuvo gracias una maleta sobre la cama que
llamó su atención. Volvió su vista a su marido, su rostro confundido
y temeroso. Louis no le mencionó nada sobre un viaje.
—¿Y esa maleta? —Su voz se quebró.
Esa pregunta fue lo que detonó las lágrimas de Louis.
—Luke...—Sollozó bajo.—Lo siento.
—¿Te vas? —Los ojos de Luke se inundaron de lágrimas y
desesperación.—Louis...
Las palabras no salían de la boca del menor. Solamente sollozos y
lamentos.
—¿P-pero por qué? —Se acercó a su esposo para tomar sus manos y
besarlas desesperadamente.—¿Hice algo mal? Y-yo P-puedo
arreglarlo, solo dame una oportunidad. Por favor, te lo suplico.—Las
lágrimas comenzaron a descender.
—Luke... Me tengo que ir—Logró pronunciar aquellas palabras.
—No no no. Dejame arreglar lo que sea. Louis me éstas matando.—
Cayó sobre sus rodillas frente a Louis.—Te lo suplico. —Lloró.
—No puedo quedarme...—Lloró. Las lágrimas parecían no tener fin.
Rodeó el cuerpo de su esposo y con rapidez tomó la maleta. Puso
todas sus fuerzas en tratar de salir por la puerta. Debía decir algo
antes de ir. Luke aún permanecía de rodillas observándolo.

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—Ahora mismo las razones son más fuertes que yo pero, si tu aún
me amas volveré por ti. Ahora necesito hacer eso. Necesito irme y
por favor, no me busques. No lo intentes, por tu bien.—.Cerró la
puerta dejando allí a un hombre completamente hecho trizas.
Salió de la casa prácticamente corriendo, su visión nublada por las
saladas lágrimas. Corrió hasta el bulevar y para su suerte un auto
que conocía perfectamente llegó justo a su frente, no lo pensó para
subir su maleta al asiento trasero y largarse a donde sea. Cuándo iba
a subirse al copiloto un Maserati negro frenó detrás del auto de
Zayn. Del auto salió la personas que más odiaba en el mundo.
Cerró con fuerza la puerta del auto del morocho y se encamino hasta
el cuerpo de Harry, parándose luego frente a él; Harry vio el rostro
mojado Louis; vio dolor.
Ninguno dijo nada por unos segundo, Harry pensó que Louis le haría
otra escena. Sin embargo, no fue lo que recibió del menor, en
cambio, recibió una sonrisa.
—Si vas a hacer otro escándalo...
—No.—Sonrió. La maldad nacía, aprendería a pagar con la misma
moneda.
Tomó la mano izquierda de Harry, recibiendo una mirada de
confusión del mayor. Y sin esperarlo la puso sobre su vientre, su
abultado pero precioso vientre. El mayor no necesito más
instrucciones para iniciar unas pequeñas caricias, aquel gran bulto
de alguna manera lo llenaba de una emoción tan sublime que sus
ojos no podían ocultar; fue todo lo que Louis necesito para saber
cuán profundo podía clavarle el puñal.
—Es nuestra hija.—Dijo. La cara sorprendida no tardó en mostrarse.
Louis río.—Es una niña... Lo sé...

167
—Louis...
—Ella será una gran mujer, crecerá y será la mejor. Darsie... Ella lo
hará bien.
Por un momento Louis juró ver un destello de lágrimas en los ojos
del rizado, lo descartó luego, los monstruos no lloran.
—Louis yo...
—No digas nada. —Lo interrumpió.—Zayn me espera.
Sin decir nada más se alejó del ojiverde, antes de entrar al auto
volvió su vista a Harry.—Yo siempre cumplo mis promesas.—Subió
al auto que de inmediatamente arrancó.
Harry sólo observó aquél auto perderse con una sensación
quemándole en la garganta.
***
"Ultima llamada para el vuelo 347 hacía Atlanta, por favor abordar"
Ambos chicos escucharon el ruidoso altoparlante mientras hacían
fila para abordar. Zayn planeó todo, según le iba contando a Louis,
quién con la mirada perdida trataba de seguirle las palabras al
morocho. La imagen de un arrodillado Luke frente a él rogándole
que no se vaya lo atormentaba y así lo haría por el año que estaría
fuera.
—Louis ¿Éstas escuchándome?
—Ah, si si. —Le pasó su pasaporte y boleto de avión a la chica en la
entrada.
—Claro que no. —Zayn hizo lo mismo.

168
Una revisión rápida y luego ya ambos estaban sentados en una avión
apunto de partir. Las puertas se habían cerrado, era muy tarde para
arrepentirse.
—¿Después que lleguemos a Atalanta que pasará?—Preguntó el
castaño.
—Alguien me prestará un auto, no quiero dejar registros de
nosotros. Conozco a Styles y sé que te buscará hasta en el infierno.
Louis bufó.—Claro que lo hará, el muy hijo de puta no dormirá
buscandome y saber que eso lo atormentará me mantiene tranquilo.
—En serio se odian.—Suspiró—En preparatoria morías por él.—Se
burló.
—Hasta que me di cuenta que es un maldito psicópata con graves
problemas de egocentrismo. —Se acomodó mejor en el asiento.
—Y luego te fijaste en Luke.
La mueca de tristeza en Louis le dijo a Zayn que no debió mencionar
aquello.—Lo siento.
—No... Esta bien.—Asintió, sacudiendo las lágrimas que forzaban en
querer salir —Él estará bien. Lo sé.
Hubo unos minutos de silencio antes de que Zayn cambiara el tema.
—Entonces Darsie...—Lo observó de una manera acusatoria.—No
creas que no lo recuerdo, Tomlinson.
Louis se carcajeó. Zayn era el único que lo podía hacer reír en un
momento así.
—Esa noche no le quitaste la mirada de encima a Styles. No creas
que no lo noté. Fui el único en darse cuenta.—Lo observó.

169
Louis agachó la cabeza, pensando en aquel momento. Zayn no
mentía cuándo lo afirmaba, digamos que lo cachó observando a
Harry varías veces. Tampoco era que tenía algún argumento con el
cuál defenderse ya que ni el mismo supo el por que de su mirada al
rizado... Bueno, quizás fue porque esa noche lucía precioso. Su
cabello rizado comenzaba a crecerle haciendo que su carita se viera
totalmente infantil. Sus mejillas sonrosadas por el frío de la noche y
cuándo sonreía ¡Joder! Esos hoyuelos disfrazaban toda la maldad
acumulada en su alma.
—Si...—Volvió a reir.—En mi defensa aún lo estaba superando.
Zayn sonrió en forma de burla. —Llevabas 5 meses con Luke.
—Y no me malentiendas, lo quería mucho. —Observó por un
momento los ojos avellanas de su mejor amigo.—Pero...
—Con Harry sentiste algo diferente cuándo lo conociste. Lo
recuerdo.—El morocho tomó la mano de Louis.—Recuerdo que me
decías lo hermoso que era, que te casarías con el sí te lo pidiera; que
podrías morir viendo sus ojos y más cosas que me harán vomitar si
continúo.
Louis río a carcajadas. Qué estúpido era.— Tenía dieciséis. Era un
poco infantil.
—¿Te hubieses casado con él?
Louis pareció pensarlo mucho. La verdad es que en ese entonces
probablemente se hubiese dejado llevar de sus hormonas
revoltosas, y quizás por ello hubiera cometido el peor error de su
vida.
—No lo sé. Estaba tan flechado...—Suspiró.—Sin embargo,
enamorarme luego de Luke fue la gloria. Luke me hizo alcanzar la

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luna. Soy feliz...—Una lágrima escapó de sus brillantes orbes.—Sólo
espero que cuándo regrese el me siga amando.
Zayn optó por no responder a eso. Se irían casi un año completo y
todo puede pasar en un año. Por su parte, Louis supo que su mejor
amigo prefirió guardar silencio a que darle una falsa esperanza, era
mejor así.
Las horas en el vuelo pasaban y pasaban, Zayn llevaba la mayor
parte del vuelo dormido mientras que Louis no había podido pegar
un ojo. Su cabeza daba miles de vueltas, los pensamientos lo
torturaban cómo un condenado ¿Y sí Luke se enamoraba de alguien
más? ¿Y si lo odiaba? Una parte de él no ignoraba que su marido era
deseado por muchas mujeres y hombres, era uno de los millonarios
más codiciados por lo que no se le haría extraño que alguno intente
meterse en su cama durante su ausencia.
Después de un rato en agonías y tormento su cuerpo decidió ante el
cansancio por lo que cayó dormido en profundidad.
....
Vivir en una nueva ciudad no es para nada sencillo. Imaginen vivir
en una pequeña casa ubicada en un pueblo del que nunca habían
escuchado hablar en sus vida. Louis estaba cansado después de un
largo y ostentoso viaje en avión y auto.
Justo cómo Zayn dijo, un pequeño toyota los esperaba en el sótano
del aeropuerto. Condujeron casi por 24 horas más para llegar al
pequeño pueblo en a las afuera de un condado en Colorado. Louis
sentía como su alma se saldría de su cuerpo gracias al agotamiento;
al dolor; a su corazón hecho trizas. Por otro lado, la casa no estaba
tan mal, era pequeña, hogareña y rodeada de un pequeño jardín con
dos grandes arboles, pensó plantar un gran jardín, algo que le
recordara a su esposo.

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Ambos muchachos pasaron el pórtico en un silencio algo incomodo
para cómo estaban acostumbrados. Zayn abrió la puerta mientras
Louis observaba a su alrededor; a pesar de estar en otro continente
no se sentía del todo seguro, tenía el presentimiento de estar siendo
observado. Paranoia. Tal vez.
—Bien Tommo. Éste será nuestro pequeño hogar hasta que
nazca...—Pareció pensarlo, no sabía swi decirlo le haría bien a su
amigo.
—Mi hijo...—Louis completo. Arrastrando su maleta con él dio un
paso dentro del acogedor lugar.— Que también sea hijo de Harry no
significa que no reconozca que es mi bebé.—Acarició levemente su
vientre.—Y que lo ame.
Zayn rodeó el cuerpo de su amigo por detrás en un fuerte abrazo.—
No serás el padre del año, pero sabrás que todo fue por su bien.
—¡No!—Se apartó de una manera brusca de su amigo.—Es por mi
bien, estoy siendo un egoísta de mierda. Mi bebé puede crecer con el
mundo a sus pies, con las mejores ropas, colegios, autos ¡Todo!. Y
...—Chilló.— Crecerá en escasez; con apenas ropas para sobrevivir y
pasará hambre y.. ¡Zayn que estoy haciendo!—El pánico cundió en
su interior, dificultándole la respiración hasta llevarlo a
hiperventilar. Sus manos templaban y los nervios tomaron control
de su sistema.—Debemos irnos... Yo..
—Hey hey hey...—Zayn se acercó sacudiendo sus hombros para
hacerlo volver en si.—Tomaste una decisión y no hay vuelta atrás
¿Me escuchas? —Habló firme observándolo a los ojos.—Recuerda
porque haces esto y eso te mantendrá hasta el final.
El destrozado castaño negó con la cabeza repetida veces. No era tan
fuerte, no podría superar aquello.

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—No todos son cómo tu, Zayn.
No quiso decirlo, de verdad no salió a intención. Sin embargo, allí
estaban, dichas. El moreno dio paso atrás, su cara se transformó en
algo que Louis no pudo descifrar.
—Tienes razón.
Y esas fueron las únicas palabras que salieron de los labios de Zayn
antes de cerrar la puerta tras él, tomó sus pertenencias y se marchó
escaleras arriba sin siquiera volver a mirar a Louis. No podía creer
que esas palabras salieron de la única persona que supo en verdad
cuánto sufrió, cuánto dolía y aún duele; de la persona que un sin
número de veces lo sostuvo en sus brazos cuándo el pánico cundía
en él y era inevitable los sollozos a cántaros. Louis supo cuánto la
había cagado en el momento que escuchó el estruendo de una
puerta al cerrarse. Louis solo pudo caminar hasta la sala
abrazandose a si mismo en una terrible agonía y desesperación.
Estos meses serían infernales para él.
...
Ya iba por su sexto vaso de Whiskey y aún no podía controlar la
furia que lo quemaba por dentro. Entrar y ver a su mejor amigo
llorando a punto de colapso no fue lo que hizo su sangre arder ¡Claro
que no! Fue el por que, o fue la despedida, fue todo.
Ese maldito bastardo se había ido. Jugó sucio. Al parecer las
amenazas de Harry no le causaron el efecto que quería. Su mirada vil
cayó sobre el desconsolado pelinegro sentado en el sofá, quizás sí
debía asesinarlo, cortar sus dedos; torturarlo hasta que Louis decida
aparecer. El musgoso deseo de acabar con la vida de su amigo para
cobrárselas a Louis se comenzaba a esparcir por sus entrañas; la
mente se le nubló abriendo las puertas de la bestia contenida
dentro; fue por ello que con la ultima pizca de raciocinio tomó un

173
largo trago de Whiskey, no podía ceder antes sus impulsos. Por lo
menos no ahora.
—No sé que hice mal...—La voz rasgada de Luke llegó a oídos de
Harry.—Pensé que... Solo pensé que estábamos bien, que lo
superariamos. Sé que cometí un error pero ¡El juro no
abandonarme! Lo prometió en el altar... él...—Sollozó.
Harry no quería hablar, pero debía hacerlo. No quería consolar a la
chica histérica en la que Luke se convirtió. Llorar así por un culo no
es digno, y mucho menos para Luke.
—Pero se fue...—Comenzó su ponzoña.—Te abandonó y apuesto
que fue por otro.
—El no es así...
—¿Lo ves aquí? Porque yo no.—Se sirvió otro trago, necesitaba
sacar el veneno que lo quemaba.—Seguro encontró a otro más rico y
se largo con el mejor postor.
—Callate...—La mirada furiosa cayó en Harry. —Estás hablando de
mi esposo.
—Un esposo que te abandonó. Y justo ahora cuándo más lo
necesitas.—Sonrió descaradamente.—Un esposo que se fue sin
darte explicaciones; que no le importó que esto te iba a destrozar.
Luke... Louis siempre fue un maldito, lastima que tuvo que
destrozarte para que te dieras cuenta.
—.Sacó su celular y chequeó un rápido mensaje.—Pero te sacarás
esa frustración, esa tristeza, necesitas librar tu mente y yo conozco
la manera perfecta.
—No voy a follar con nadie, y muchos menos voy a consumir drogas.

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—Bien, cómo quieras.—Observó su reloj.—Debo irme, pero no
puedo dejarte en ese estado tan deprimente.
—Solo largate... —Luke dijo, desganado.
—Alguien viene a cuidarte en lo que resuelvo algunos asuntos.
—No necesito niñera.—Su tono de mala gana llamó la atención de
Harry.—Yo... Solo necesito a mi esposo devuelta.—Sujetó su cabello
en desesperación.
—Ahora que lo mencionas, ordena que congelen sus cuentas. Ese
mal nacido no gozará de tu dinero.—Dijo con sorna.
—No...
—No seas marica.—El sonido de un auto aparcandose captó la
atención del rizado.—Ya llegó.
Luke suspiró, no necesitaba que nadie lo cuidara, de hecho solo
deseaba estar sólo y pensar en cómo diablos encontraría a Louis
para rogarle por su perdón y hacer que vuelva a su lado. No
concebía una vida sin él, no podía y no quería seguir sin él. Reconoce
que no ha sido el esposo del año pero, si de algo le podían señalar,
era de amar a ese pequeño de ojos azules con toda su alma.
Las lágrimas se hicieron presente nuevamente. Se volvería loco.
Tres personas hicieron sus apariciones en la sala, una de ellas era
Harry quién abrió la puerta. La otra era una chica de ojos grises y
unos movimientos inauditos que sometía a cualquier mortal ante
sus caderas; elegancia a su más alto nivel, sin embargo, Luke conocía
al tope a la dueña de esa elegancia; Helena. Y la otra persona que
logró alegrar un poco a Luke fue el pequeño hermano de Harry;
Blake Styles, con su ceño fruncido y cara de pocos amigos. Tenía este
estilo que para su edad le quedaba excelente: una playera holgada,

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adornada con una chaqueta de jean y unos simples pantalones de
vestir un tanto ajustados. Su cabello en un castaño oscuro y al igual
que sus ojos hacían atributo a la hermosa sonrisa que lo
deslumbraba. Blake era parecido a Harry en ciertos aspectos, ambos
eran una mierda, solo que Blake no se molestaba en ocultarlo. Era
mal hablado, problemático y excesivamente agresivo.
Luke adoraba a Blake.
—Wow... Luces cómo la mierda, Hyle.—Fueron las palabras de
Blake.
—También me alegra verte, Blakie. Asomó lo que parecía una
sonrisa.
—Es Blake. —Corrigió el chico.
Helena por su lado, tomó asiento justo al lado de su amigo.
Rodeando su cuerpo con sus delgados brazos y recostandose sobre
su pecho cómo solían hacerlo en su fresca juventud. Helena adoraba
a Luke, era su niño mimado.
—Supe que tu perra te abandonó.—Su voz salió un tanto enojada.
Luke no dijo nada... Ni siquiera intentó defender a Louis de las
ofensas provenientes de Helena. La chica era capaz de golpearlo si
se atrevía, eso sin quitar que en ese momento la fe en su esposo se
encontraba débil.
—El volverá...—Dijo con esperanza.
—Siempre supe que él no era el indicado para ti.—Continuó la chica.
Harry observaba la escena desde la esquina con su antiguo vaso en
la mano mientras que Blake lucía furioso cruzado de brazos.
—Lo es. Lo amo.

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Helena en un arranque se apartó del hombre para mirarlo a los ojos;
su dulce mano no se que quedó quieta, si no que acarició las mejillas
humedas de Luke.
—Hace años te lo dije, Luke.
La confusión en el rostro de su amigo se volvió notoria.
Helena continuó.—El día de tu boda, te pregunté que sentías por
Louis.—Luke asintió, recordando.—Me dijiste que lo amabas, que él
te llevaba a la luna y te hacía dormir en la estrellas...—Río leve.— Un
poco cursi para mi gusto.—Volvió a acariciar aquel rostro con la
mirada perdida.—Te dije que no era amor. Te dije que el amor no se
siente así. Te dije que lo que ustedes sentían era una ilusión.
—Helena no...
—¿Cuando Louis te toca tu piel arder como si estuvieses en el
mismísimo infierno? Eso es el amor, arde, duele.—Los ojos grises
chocaron los verdes.—.Asfixia, pero es la única manera en la que te
hace saber que estas vivo.
—Me tengo que ir.—Anunció el rizado.—Blake, Helena viene
conmigo, tu quedate con Luke hasta que se sienta mejor. —Le clavó
una mirada de advertencia a su hermano.—Y no te atrevas a dejarlo.
La rubia por su lado no escuchó una respuesta de Luke. Llenó de
besos toda la tez de su amigo para luego ponerse de pie. —Te amo
Lukie, y es por eso que te digo que consigas a alguien que te queme
la piel con un simple toque.
—Nos vemos luego amigo.
Una palmada en el hombro y un adiós. Harry no era de cariños y
Luke lo sabía, más solo se limitó a asentir, no tenía ánimos de hacer
más.

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Luego la casa se quedó en un triste silencio. La mirada perdida de
Luke se poso en un chico de 16 años quién se estaba sirviendo
Whiskey cómo si nada. De repente, la parte paternal y sobre
protectora de Luke se activó. Rápidamente llegó hasta el chico y le
arrebató el vaso.
—Podré sentirme de la mierda, pero no creas que tomarás
alcohol.—Apartó el vaso del chico.—Hay jugo en la nevera.
—Luke, no seas un culo. —Intentó recuperar el vaso pero Luke fue
más rápido.—Tengo 16 malditos años, Hyle.
Luke se encogió de hombros, haciendo alusión de que le valía un
pepino. Blake bufó frustrado viendo cómo el amigo de su hermano
tomaba todo el liquido de un tiró. Volvió a recostarse en el sofá.
—Si algún día alguien te rompe el corazón, le partiré la cara.—
Señaló al muchacho que ahora se encontraba sentado en el sillón
frente a él.—Le partiré la cara, porque tu no puedes, nunca, soportar
un dolor así.
—Se defenderme solo.—Respondió.
—Aún así le partiría la cara.
Blake resopló. Dibujó en su rostro una especie de puchero. Luke, si
se lo proponía, podía llegar a hacer más exasperante que Harry;
pero le gustaba, le gustaba que alguien se preocupara si le rompían
el corazón; le gustaba que Luke no le permitiera tomar alcohol
aunque sabía que este lo hacía de todos modos. Luke siempre se
comportaba cómo el hermano mayor que no era Harry, desde
pequeño lo arrullaba incluso si Blake odiaba los abrazos. El chico
siempre fue autoritario y por eso la indiferencia de sus padres y
hermano no causaban gran revuelo. Luke se encargó de enseñarle lo

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que su familia no, sin embargo, la sangre odiosa de los Styles era
más fuerte.
—Te ves patético, Luke.—Cambió de asiento para estar al lado de
Luke en el mismo sofá.
Luke sonrió a medias observando el rostro molesto que Blake
siempre cargaba con él. —Algún día sabrás que se siente.
—Dijiste que me protegerías de un corazón roto.
—Dije que le partiré la cara a quién lo haga, pero aunque lo intente,
no puedo protegerte de que te rompan el corazón.—Levantó una de
sus manos para acariciar las pequeñas pecas en el rostro de Blake.—
Nadie esta exento de ello.
La mano de Luke en su rostro se sentía caliente, y de algún otro
modo... Correcta. Blake no era de dar cariños, ni mimos, embargo no
pudo explicar porque tomó la mano del mayor y la besó, tan lento;
tan honesto. Ambas orbes se miraron y el menor no dudo en trazar
con sus delicados dedos la comisura de los labios del mayor.
—Blake...
—Eres un imbécil.—Dijo Blake. Retirando su mano y sonriendo con
sorna.
—¿Ah si?
¿Después de eso? Digamos que Blake rogó por que Luke se detuviese
de hacerle cosquillas y la escandalosa risa del menor mató el triste
silencio que invadió la casa.

179
Capítulo 14
Mes 7
USA
El tiempo es el mejor autor; siempre encuentra finales perfectos.
Louis terminó de leer su libro con esta última frase dedicada en el
epílogo del que había estado leyendo por semanas. Aquel pueblo era
insípido y pequeño; de personas amables pero tranquilas, de un
clima fresco y agradable; con ciertos días de lluvia en los que Louis
aprovechaba para mirar por su ventana las nubes grises. El sonido
de las gotas al chocar contra su ventana lograba tranquilizarlo y a su
bebé que, desde hacía varios días ya había empezado a moverse,
quizás un poco demasiado. El castaño amaba sentir esos
movimientos revoltosos y aún más en los días lluviosos cómo aquel
jueves; Zayn había salido a comprar unos cuántos víveres a la única
tienda decente localizada allí. Louis lo acompañó un par de veces,
pero ya su cuerpo empezaba a doler por lo que prefirió quedarse en
casa para no ponerse gruñon.
Han estado en Colorado por 2 meses. La vida no ha sido amable con
ellos; han tenido que privarse de ciertos lujos y ocultarse cómo si
fueran delincuentes, no quieren dejar rastros de su paradero, ese
sacrificio debía salir a la perfección y aquello era evitar que Harry
los encuentre. No llevaban sus teléfonos consigo, salían apunta de
abrigo y capucha debido a las cámaras de las calles; evitaban a toda
costa usar sus tarjetas de crédito, aunque ya para ese entonces Louis
supuso que la suya estaba bloqueada debido a Harry. Sin embargo,
antes de irse, Louis retiró en efectivo 10,000 dolares de sus ahorros;
sabía que los necesitaría. Zayn por su parte hizo lo mismo y con ello
han vivido decentemente durante esos dos meses. No tenían
amistades, a excepción de su vecino Brandon quién fue tan amable

180
de prepararles unos brownies de bienvenida al vecindario; los vio
llegar juntos e imaginó que eran una joven pareja y ellos no lo
desmintieron, era mejor así. Zayn había invitado a Brandon varias
veces a la casa, Louis pensaba que Brandon gustaba de Zayn y
viceversa. La verdad, le hacía feliz saber que al morocho le gustaba
alguien; hace muchos años que no veía a su amigo reír
estúpidamente más que cuándo él estaba cerca. Claro, seguro
Brandon no ha actuado por respeto a Louis que era según su
"Pareja" y estaba embarazado. Quizás aquello resultaba ser una
decisión egoísta porque su mejor amigo merecía estar con alguien
que lo respetara; alguien lo hiciera olvidar aquella etapa tan nefasta
de su vida y con suerte, alguien con quién formar una familia.
En esos dos meses no es que se mantuvo totalmente sin saber de
Luke, una que otras veces, lo buscaba en internet; precisaba saber
que era de su vida semana tras semana; que había hecho, cómo
llevaba las cosas. Al parecer sí había asistido a varías reuniones
formales y eventos de sociedad. La última, fue un famoso coctel al
que asistirían todos los magnates de la ciudad; Luke apareció en
varias fotos con un rostro desganado, una sonrisa falsa y claro, con
el diablo en su hombro: Harry. Si, en casi todas las fotos estaba
acompañado por Styles o por una rubia que Louis conocía poco,
pero sabía que era gran amiga de Luke desde la juventud. Se notaba
que Styles obligaba a su marido a asistir aquellos eventos de buen
champán y gente emperifolladas a las que ellos asistían por
obligación social.
Si alguien le hubiese dicho hace 1 año que estaría en esa espantosa
situación, se le hubiera reído en la cara.
Pero allí se encontraba; sentado en el bay window de su habitación,
observando la lluvia caer. Hace días encontró un buen libro en
internet, el cual, empezó a leer. Trataba sobre la vida y los ciclos del
tiempo, interesante para su situación.

181
Su MacBook descansaba sobre su regazo cuándo la curiosidad
volvió a picar por 7ma vez en los últimos días. Su corazón exigía
saber del paradero de su marido y la única vía qué tenía era internet.
Así que no dudó en entrar al navegador y teclear el nombre de Luke
en últimas noticias; el resultado fue nada, nada que no haya visto
hace varios días. Sin embargo, más abajo encontró un título que
llamó a su curiosidad: "Entrevista a Harry Styles para The Economist
" era un breve vídeo de Harry en una especie de alfombra, al parecer
la revista lo colocó cómo uno de los 10 hombres más prometedores
de Inglaterra, ¡Ja! Sí tan sólo supieran la clase de escoria que es. Hizo
click en el vídeo, deseaba escuchar las mentiras.
"Aquí estamos con el brillante hombre de negocios y soltero codiciado,
Harry Styles" Habló la entrevistadora, la cuál lucía realmente
nerviosa. El falso cálido rostro de Harry apareció en pantalla
sonriendo ampliamente."Harry ¿Cómo te sientes al entrar en este
rankin tan selecto?" Preguntó. "Verás verónica, me siento conforme
porque creo haber trabajado lo suficiente por ello" Su sonrisa nunca
abandonó su rostro; Continuó "Sin embargo no deja de ser un honor
para mi ser tomado en cuenta de esta manera, por cierto, gracias por
lo de codiciado, no sabía que lo era" Ambos rieron. Louis iba a
vomitar. "Claro que lo eres" Habló la chica."Si tuviese un anillo ahora
mismo me tuvieras de rodillas " Harry río fuerte, parecía un chico
tímido. Su risa era sincera o eso creía Louis ya que nunca lo había
escuchando reír así; fue cuándo sintió una fuerte patada en su
estómago, luego otra. Louis llevó su mano a la zona donde sentía las
pataditas, no lo creía, había sentido movimientos pero nunca una
patada y todo por... Regresó el vídeo unos segundos y subió el
volumen, justo para escuchar nuevamente la risa de Harry; un click
en play y allí estaba, la risa otra vez y la misma patada, esta vez más
fuerte. Los ojos de Louis se llenaron de lágrimas, su pecho dolía. Ella
lo sabía, reaccionaba a su risa.

182
—Mi amor...—Susurró.
La entrevista continuó, Harry continuó hablando sobre algo que la
entrevistadora le preguntó; las patadas seguían, causándole a Louis
un sentimiento confuso. No quería decirlo, pero tampoco podía
tapar el sol con un dedo, ni hacerse el desentendido cuándo su bebé
estaba reconociendo de alguna manera la voz de su papá. Su papá...
—Sí, Darsie. Ese es tu papá... —Acarició su panza.—De él te estoy
salvando, mi amor..—Las lágrimas cayeron.—Te siento tan
emocionada ahora que escuchaste su voz...—Sollozó.—T-tu primera
patad-da y... Es por escuchar su voz...
Arrojó su MacBook al piso con ira, con fuerza; con un dolor que
torturaba su alma cada día, cada hora. Le pedía ayuda a los cielos,
preguntandose si aquello era lo correcto, si debía renunciar a su hijo
por su matrimonio. Hijo nacido de un trato, creado de la infidelidad
y el odio; de la venganza. Su mente no acogía las mejores respuestas
a las preguntas que lo mortificaban y era ello su martirio diario.
—Oye Louis, compré unos...—El discurso del moreno quedó en el
aire al entrar y descubrir a su mejor amigo llorando
desconsoladamente. No dudó en acercarse a él para abrazarlo.—Hey
¿Qué pasa?
—D-Darsie... Ella- ¡Ella me pateó! —Dijo entre lágrimas.
—Pero eso es bueno Louis. No debes llorar por eso, se ha movido
antes.—Intentó consolar el moreno.
—¡No entiendes!—Se paró de golpe alejándose del tacto de su
amigo; lucía desesperado.—Ella, ella me pateó cuándo escuchó la
voz de Harry.—Sollozó.—P-Puse un vídeo de Harry en una estúpida
entrevistas y ...—Respiró hondo.— La entrevistadora le hizo una
especie de chiste y el río y luego sentí la patada...Pensé que fue pura

183
coincidencia pero no, lo probé y ella me pateó al escuchar la risa de
su padre.
Zayn se quedó en silencio unos minutos antes de responder:—Es la
primera vez que te escucho llamar a Harry el padre de tu hija.
Louis suspiró cansado; sentadose en el borde de la cama.—Porqué
lo es, Zayn. Es su padre... Su sangre y yo la voy a alejar de él...
El morocho rápidamente se arrodilló frente a Louis, tomando sus
manos con cariño.—Entonces aún estás a tiempo.
El ojiazul lo observó confundido.
Continuó:—Estás a tiempo de volver, de terminar con esto y
enfrentar a todos por tu bebé.—Tragó saliva.—De hacer lo que yo no
pude.
—Perdería a Luke.—Una lagrima cayó sobre sus manos.—Perdería a
Luke para siempre y sé que Styles haría hasta lo inhumano por
alejarme de mi bebé, lo peor es que sé que lo lograría y ¿Entonces
que Zayn? ¿Qué haría después?
—Sabes que Styles te quiere ¿Verdad? Y para estás alturas... Creo
que Harry ya le debe haber contado a Luke.
Lo ojos de Louis se ampliaron al escuchar tan barbaridad. ¿Querer?
¿Harry? ¿A alguien? Ese insecto no es capaz de quierer ni a su propia
madre; ese ser repugnante solamente es capaz de amarse así mismo,
o por lo menos fingir que lo hace.
—Zayn que estas...
—¡Piensalo! —El moreno lo interrumpió.—¿Por qué ensañarse
contigo todos estos malditos años? ¿Por qué pagar una fortuna por
tu culo cuándo perfectamente puede tener a todo Londres si quiere?

184
—Se levantó.—Louis, chantajeandote fue la única forma en la que
pudo tenerte.
—¿Por qué quererme así? —Cuestionó. —¿Por qué ahora? En la
adolescencia hubieran bastados dos palabras para tenerme en su
cama.
—Porque...
—¡Porque es un egoísta de mierda! —Se alteró.—Porque no soporta
que sea la única maldita persona que logró superar al gran Harry
Styles. Eso lo vuelve loco, Zayn; por ello su empeñó en mí. —Sus ojos
se cristalizaron nuevamente.—No es amor. Es la asquerosa obsesión
de alimentar su ego. Y si lo fuera, no lo quiero. Yo amo a Luke.
—Si es así ¿Seguirás con esto?
—Hasta el final.
Zayn asintió.—Y yo estaré de tu mano hasta final e incluso más allá.
—Gracias...
Hubo unos segundos de silencio antes de que el morocho hablará.—
Por cierto... Esta noche no será noche de películas...—Hizo una
mueca disculpa y sospechosa.
Louis levantó su laptop del piso sin quitar su mirada acusatoria de
su amigo.
—¿Y eso?—. Cuestionó llevando su MacBook devuelta al pequeño
escritorio para luego, dedicar su atención al morocho que lucía
nervioso.
—Si te digo, ¿Prometes no hacer un gran escandalo de eso.—El
morocho tomó asiento sobre la cama.

185
—¿Luzco cómo que tengo la energía para hacer escándalos? Tu
sobrina roba toda mi energía.—Ambos rieron.—Suelta la sopa ya
Malik.—Apoyó su cuerpo en el escritorio y cruzo sus brazos.
Zayn, hecho una bola de nervios, cogió un pequeño cojín azul de
sobre la cama y empezó a jugar con él, dando señal de que estaba
nervioso.
—Brandonmeinvitoasalir.—Sus palabras salieron tan rápido que
Louis no pudo captar lo que dijo.
—¡Zayn! Repitelo despacio...—Amenazó.
—Respiró.—Brandon me invitó a salir...
Louis sonrió del modo en que hace tiempo no lo hacía. Y es no podía
evitar la felicidad que lo llenaba en ese momento. Zayn no veía a
nadie desde aquel momento. De hecho, la ultima persona con la que
hizo el amor fue con el padre de su hija, ese maldito inútil que le hizo
el amor de una forma en que, a la fecha, no ha sentido lo mismo con
nadie. Obvio ha tenido folladas casuales pero, con ninguno sintió lo
que sintió con él.
—Zayn... ¡Me alegro mucho de que vayas a salir con Brandon! —La
emoción lo llevó a sentarse junto a su mejor amigo en la cama.—Y
acepta. Y si pregunta por mi, dile que nuestro matrimonio es una
farsa, que eres infeliz y bla bla bla.—Ambos estallaron en risas.
Louis continuó hablando.—Lo mereces, además es un buen
muchacho.
—Lo sé y es por eso que quiero intentarlo. Quiero ser feliz Louis, o
bueno, medianamente feliz.—Sonrió a medias.
—¿Por qué no la buscas? Van a pasar dos años. Ya tienes la edad
suficiente, puedes ser feliz con él.

186
—Aún dependo de Yaser y su estúpida empresa. Aún estoy atado.
Pero algún día saldré de las horribles garras de ese...—Pausó.—Seré
libre y buscaré a mi pequeña... Quizás Brandon sea un buen
padrastro.—Sonrió a medias.
—Y quizás también tenga buena puntería.—Un guiño de ojos
seguidos lo risas.
Esos eran los momentos que Louis más amaba. Echado en la cama
con su mejor amigo, bromeando sobre cualquier cosa. Siendo
transparentes sobre todo y quizás comiendo algo de helado.
Así pasaron toda la tarde. Hasta que Zayn se fue a arreglar para su
"Salida casual de entre amigos" y Louis se quedó en su cuarto y tan
sólo quizás, reprodujo el vídeo nuevamente de la risa de Harry solo
para sentir las patadas de su bebé.
»»»»»»»»›»»»»»»»»»
UK
Había perdido la cuenta de cuántos vasos de Whiskey se tomó. Era
uno de esos días en que su estabilidad emocional colapsaba,
llevándolo al borde del abismo. Días en los que quería armar un
genocidio hasta que Louis apareciera con su hijo.
El detective que contrató hace días que no le daba una respuesta, un
avance o que le de una misera idea de dónde se podría encontrar el
enano. Por su parte, lo único que sabía era se había marchado a los
Estados Unidos; en el aeropuerto solo hay registro de su entrada,
luego, fue cómo si se esfumara.
Ha estado tomando, aquellos días el alcohol se volvió frecuente. Y es
que aquella era la única manera en la que controlaba la rabia que
sentía; en que apaciguaba las ganas de estrangular a todo el que le
hablara y entre ellos, estaba Luke. El muy hijo de puta, según Harry,
187
no ha querido averiguar dónde se encontraba la rata de su marido
alegando que quiere respertar su decisión y que aunque se le esté
partiendo el alma, no lo buscaría. Según él, sabía que su amado
volvería.
Menuda basura tiene Luke en la cabeza. Harry no puede estar
tranquilo a sabiendas de que diablos Louis haría con su hijo. Conocía
al mocoso y si se había marchado era porque no iba a enfrentar a
Luke con la verdad; además de que tampoco le daría ese gusto a
Harry de ver a su hijo crecer, repetidas veces lo llegó a amenazar
con ello.
El ruido de la puerta siendo abierta bruscamente llamó su atención,
una chica de pelo rizo; ojos claros y piel canela entró para darle
ciertos recados a su jefe; Arlissa era la unica, probablemente en todo
el edificio, que no temblaba ante la presencia del rizado y eso puede
que le guste a Harry. Las dagas verdes se clavaron sobre la chica;
Arlissa tecleó algo en su Ipad para luego hablar.
—Tiene una junta en 15 minutos.—Avisó.
—Debería despedirte por entrar sin tocar.—Dijo el rizado.
Ganandose la mirada de chica.
—Y después de eso, tiene una entrevista para BBC news.—Continuó,
haciendo caso omiso a las palabras de su jefe.—¿Algo que se le
ofrezca?
—Arlissa. —Llamó.
—Ujum.
—¿Por qué eres la única que no me teme en toda esta torre?— Se
levantó para acercarse a la chica; como un león a su presa.

188
Arlissa suspiró.—Crecí en el peor barrio de Atlanta, soy la más
pequeña de 4 hermanos hombres y un padre alcohólico. Típica
historia.—Dio un paso al frente.—Su carácter no me aterra, señor
Styles; de hecho, lo admiro.
Otro pasó más cerca.—Podría seguir dándote motivos para que me
admires.
Arlissa río.—Sin embargo, no me interesa tener otros motivos.—Se
alejó.—Con tenerlo de jefe ya es suficientemente castroso.
Dicho eso, salió de la oficina. Dejó al rizado con una sonrisa divertida
en el rostro. No se lo diría, pero admiraba su valentía.
Su celular timbró, con un suspiro pesado lo sacó de bolsillo para
contestar.
—Styles.
—Edward, necesito que vayas por tu hermano al internado. Hoy es
su último día y no quiero enviar al chofer, capaz y se escapa.—La
voz suplicante de su madre se escuchaba al otros lado del teléfono.
—Madre, tengo una reunión muy importante, no puedo. —Se
disculpó mientras volvía a sentarse detrás de su escritorio.
—Oh cielos ¿Crees que Luke pueda ir por él? Eso le serviría para
distraerse, además, el adora a tu hermano.
—Le preguntaré, te dejo saber cualquier otra cosa.
—Gracias, Edward.
—Adiós.—Colgó.

189
Lo último que deseaba era ir a buscar su irritante hermanito al
internado dónde su madre, a la fuerza, lo llevó. Rogaba porque Luke
dijera que sí. Marcó su número y espero respuesta.
—Hey ¿Qué cuentas?—Contestó.
—Oye, mamá me preguntó si puedes ir por Blake al instituto.
—¿Por qué no envía al chofer o a ti?
—Porque yo tengo una reunión muy importante y mamá no quiere
enviar al chofer, ese mocoso es capaz de escaparse. Y a ti no se te va
a escapar y además, él te escucha.—Planteó.
—De acuerdo. Iré por Blake pero me debes una bien grande Styles.
—Cuando quieras...—Su tono pícaro causó risas en el contrario.
—No puedo creerlo, eres asqueroso. —Dijo entre risas.—Voy a
buscar a Blake, te llamare si intenta matarme.
Una pequeña risa antes de colgarle a su amigo.
Luke se dispuso a recoger sus cosas antes para ir por Blake, tenía
algunos pendientes aquella tarde pero, podían esperar. Agarró las
llaves de su vehículos y avisó a su secretaria que estaría fuera por
varias horas.
El camino al Royal Institute fue eterno, está a casi una hora fuera de
la ciudad. Más que un colegio de prestigio, aquello parecía una
correccional para menores delicuentes con padres ricos, lo cuál
podría describir a la perfección a Blake. Las paredes altas se posaron
en su visión, levantadas en piedras y puertas enormes. Pensaba que
encontraria un montón de estudiantes correteando por doquier en
espera de sus padres, pero no. Al parecer la mayoría ya se habían
marchado y solo quedaban unos cuántos en espera. Dentro de ellos

190
Blake, quién junto a un grupo de chicos hablaban tranquilamente. El
chico reía a carcajadas gracias lo que otro le decía. Luke observó su
grupo de amigos, en especial a uno de ellos. Un rubio que solo
miraba a Blake reír, como si Blake fuese una obra de arte o la cosa
más hermosa. Luke no salió del auto, analizó toda la situación y veía
el modo en que Blake no se daba ni cuenta de las miradas adoradas
del chico. Después de reír y saber con que molestará al chico todo el
camino, se dispuso a salir de auto para alcanzar al grupo de amigos
que entre risas, se interrumpieron para prestarle atención al
grandulón elegante que se acercó a ellos; no pasó por alto la mueca
en el rostro de Blake al verlo. No dudó en tirar su brazo al rededor
del cuello del más pequeño.
—Hola amigo. ¿Podemos ayudarte?—El rubio de antes fue el
primero en hablar. Su ojos no se despegaron del brazo de Luke.
—No... Solo vine por mi pequeño.—Apretó un poco más el agarre.
El rostro de Blake era una almagra de sentimientos: ira,
principalmente.
—Blake... No nos dijiste que tenías un novio mayor.—Habló un
castaño de ojos avellanas.
Blake apartó con rudeza el brazo de Luke.—¡Porque no es mi novio!
¡Es el estúpido mejor amigo de mi hermano! —Observó a Luke con
rabia.—¿Qué diablos estás haciendo aquí?
—Tu vocabulario, Blake.—Dijo con advertencia.—Vine por ti,
pequeño problemático.
—¿Mi madre te envió?
—Sip.—Analizó la manera en que todos los amigos de Blake lo
miraban.—¿No me vas a presentar a tus amigos?

191
—No. —Respondió el menor de inmediato.—Vamonos.—Agarró una
maleta y se echó su mochila al hombro.—Los veo luego chicos.
Dicho eso, caminó hasta el auto de Luke, el cual conocía
perfectamente. Metió sus cosas en el baúl y luego, se dispuso a
entrar en el asiento del copiloto. Luke por su parte, se despidió de
los chicos con un "Fue un placer" y entró al auto.
Durante el camino, ninguno dijo nada.
Blake estaba curioso por preguntarle a Luke por que coños había
ido a buscarlo, no tenía porque hacerle pero, supuso que su madre lo
obligó.
—Mamá te obligó ¿Cierto?—Preguntó posando su molesta mirada
en Luke.
El mayor río.—De hecho, se lo pidió a Harry pero...
—No tienes que seguir. Ya entendí.
—Oye... No me molesta venir por ti, pequeñin...
—Ok.—Apartó su vista del mayor para luego, posarla en el camino.
Luego de unos minutos de silencio, Luke preguntó.—¿Y ese chico...?
Captó con inmediatez la atención de Blake.—¿Qué chico?
—El rubio que te mira cómo si fueses un ángel bajando del cielo.
—Adley. — Nombró.—Sé que le gusto.
Apartó por unos segundo la mirada de la carretera para fijarse en el
pequeño.
—¿Y el te...

192
—No. —Sentenció.—Hemos follado varias veces pero no le he dado
motivos para que se enamore o algo parecido.
Y agradeció a los cielos que en ese momento estuviese usando el
cinturón de seguridad, porque de lo contrario, hubiese salido
disparado por el parabrisas gracias a la manera abrupta en la que
Luke frenó el auto en aquella carretera. Blake giró para mirarlo con
los ojos llenos de rabia y sólo encontró la mirada anodada de Luke.
—¿¡Follar!? ¿¡A que te refieres con follar!?—Gritó, estufectato.
—¿¡Estás loco!? ¿¡Cómo que a qué me refiero con follar!? —Devolvió
en el mismo tono.
—¿¡COMO QUE FOLLASTE, BLAKE!?—Gritó alterado.
—¿A caso no sabes cómo se folla?
—Si se cómo se folla, Blake.—Suspiró molesto.—¡Lo que no
entiendo es como que follaste con él!
—Pues nada. —Se encogió de hombro mostrando lo enojado que
estaba.—Le abrí las piernas y él me metió su pene hasta el fondo
¿Algo más que quieras saber?—El sarcasmo floreció al final.
Luke que quedó quieto procesando toda la innecesaria información
que realmente no deseo recibir, por lo menos no tan explícita. No
podía creer que su pequeño tenía sexo con extraños de una forma
desinhibida. Blake no podía tener sexo con nadie, no tenía la edad ¡A
penas era un niño!
—Tu... No... ¿Que? Oh Cristo ¿Por lo menos usan protección?
Blake puso sus ojos en blanco.—Por supuesto que no. No me gusta el
Látex. ¿Podrías llevarme a mi casa?
—¡Te puedes enfermar!—Replicó.

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—Y Claramente ese no es tu maldito problema, Luke.
—¡Tu vocabulario!—Corrigió seriamente.
—¡Ah! ¡Eres malditamente exasperante! —Salió de auto azotando la
puerta tras si. No soportaba ni un segundo más estar con Luke o por
los cielos que lo terminaría golpeando.
Sin embargo, su huida fue en vano. La mano severa de Luke lo tomó
por uno de sus hombros y sin esperarlo, cuando su mente pudo
analizar la situación, ya su cara se encontraba siendo estrujada
contra el pecho del mayor, y los brazos del mismo rodeando su
delgado cuerpo. El menor odiaba con toda su alma los abrazos, pero
cuándo se trataba de Luke, tenía que hacer una horrible excepción.
El mayor, desde que Blake era tan solo un bebé, era arrullador y
defensor cuando se trataba de Blake. En su mente reposaban
recuerdos de Luke siendo la única persona, a parte de su Nana, que
le mostró un poco de cariño y bondad. Para el pelinegro, ese niño de
mirada furiosa era cómo un tesoro que deseaba guardar y alejar de
maldad existente.
El abrazado se prolongó, Blake se mantenía inerte ante ello.
—No quiero que nada te pase, Blake. —Habló el mayor.—No lo
soportaría.—Rompió el abrazo para dejar un beso en la sedosa
cabellera del chico.
Sin pensarlo sus manos se posaron en el pecho de Luke, haciéndose
puños y arrugando la camisa en esta zona. Levantó un poco la
cabeza para observar los ojos del mayor.
—No me vas a perder... Pero.—Solto un leve quejido..—No puedes
protegerme de vivir...
—Lo sé.—Le brindó una caricia a su cabellera.—Sin embargo, eso no
me detiene a regañarte.
194
—Ash, eres ¡Ah!—Expresó frustrado.
Alejandose de Luke, hizo su camino devuelta al carro. Luke no le
mostraría la gracia qué le causó aquel adorable berrinche.
Y al parecer ninguno se percató de los flashes a su alrededor.

195
Capítulo 15

Mes 9: Parte I
La fiesta estaba un su mayor auge ¿Y cómo no? Eran las 3 de la
mañana y los chicos se habían reunido para lo que sería una velada
simple entre amigos, cómo cuándo eran adolescentes. ¿Qué sucedió
después? Nada, Niall metió la pata e invitó varías personas; quiénes
por su parte, invitaron a varías personas más.
Luke y Louis llevaban a penas 3 meses de casados y recién habían
regresado de su luna de miel; aquello parecía un noviazgo en plena
vivencia. Esa noche ambos se encontraban en las escaleras de la casa
de los padres de Niall, allí, entrelazados de manos y susurrandose al
oído, desplegaban su amor. Para ellos la fiesta no existía a pesar de
que estaban un poco pasados de copa, no, la fiesta no existía porque
en su mundo solo eran ellos dos. Quién los viese, diría que esa fiesta
era solo de adolescentes o en su favor, una fraternidad.
Por otra parte, y muy cerca de ellos, un rizado totalmente borracho,
bailaba al compás de una canción que lo llenaba de una enigmatica
congoja; Somebody Else The 1975. La musica estallaba en sus oídos
y la rubia manoseaba su cuerpo, deleitándose con las sensaciones más
vulgares. Y si, puede que su cuerpo se encontrase siendo invadido por
una rubia, sin embargo, sus orbes verdes fueron atrapadas por una
pareja en su pequeño nido de amor y lo que ardió en su sangre no fue
placer por la excitación de ser tocado ¡Por su puesto que no! Se
trataba de algo más sombrío, oscuro. Algo que en definitiva no
intentaría descifrar.
En un instante, dos orbes de colores brillantes se conectaron. El dueño
de las azules besaba al amor de su vida cuando sintió una mirada
pesada sobre ellos, abrió lo ojos en medio del beso y lo vio, vio al dueño

196
de las esmeraldas observarlo con algo más que recelo. Entre ellos
existía un cementerio de palabras dónde descandaba en paz una que,
si no hubiera muerto, hubiese cambiado muchas cosa. Los
sentimientos corrosivos que no se apagaban, sin importar el tiempo
que pasase, los quemaban justo cómo en ese momento.
Louis detuvo el beso y abrazó con fuerza a su esposo, después, le
susurró que iría al baño, tenía que lavarse la cara un poco y si
pudiese... El alma. Luke le respondió que iría por unas bebidas al bar
improvisado que había en el patio, otro beso antes de que cada quién
iniciara su camino.
Louis subió las escaleras, conocía aquella casa cómo la palma de su
mano por lo que no se complicó encontrar en baño. Entró y no esperó
para abrir la regadera del lavamanos; lavó un poco su cara para
despertar, pero el problema no era ese, el ya estaba despierto. Se miró
al espejo, lucía sobrio y en buen estado, entonces ¿Por qué se sentía
mareado? ¿Por qué sentía... Rabia? Era una sensación horrible, que no
debería estar incrustada en su pecho. En eso, la puerta se abrió para
revelar una mata de rizos, que claramente, lucía hasta los cojones de
ve a saber los cielos que diablos se metió. Louis dio un paso atrás
asustado, observando la mata de largos rizos despeinados que,
también lo miraba de la forma más burlona posible. Dio un paso al
baño y cerró la puerta tras si duramente.
Chocó sus manos en varios aplausos, acompañandolo con risas
burlonas.—¡Bravo, Louis! —Los aplausos cesaron; la risa no.—El niño
rata, el becado estúpido logró atrapar a uno de los millonarios de la
escuela ¿Quién lo diría?
Louis retrocedió hasta dónde le fue permitido, ese, justo ese era el
Harry al que tanto le temía y odiaba. —Largate.

197
—Claro, ya que yo no caí por tu culo, decidiste atrapar al imbécil de
Luke.—Alegó.
—Piensa lo que te de la gana de mi.—Dijo con rabia.—Poco me
importa mientras no te metas en mi matrimonio.
Harry sonrió de lado, su furia aumentando a niveles peligrosos.
—¡Soy feliz con Luke. Lo amo y no permitiré que arruines mi
matrimonio así cómo jodiste mi vida durante la escuela y
universidad!—Exclamó alterado.
Styles dio unos pasos más cerca de Louis. Lo agarró fuerte por el brazo
para pegar su cuerpo al suyo; para mirarlo a los ojos; para que el
menor le repitiera eso a la cara con toda la valentía que fingía tener.
El ojiazul intentó soltarse pero Styles lo sujetó con fuerza, esta vez, por
la cintura. Las manos del ojiazul intentaron empujar al rizado,
alejarlo, pero mientras fuerza aplicaba para liberarse, más apretado
se volvía el agarre.
—¡Sueltame! —Golpeó el pecho de Harry con las palmas de sus manos,
estaba asqueado con la cercanía; el roce de su aliento sobre su cuello.
Sí, porque Harry había hundido su rostro en el hueco entre la
mandíbula y el hombro de Louis. Su respiración allí era lenta y el
menor, no pudo evitar que sus piernas temblaran. Su corazón
palpitaba rápido, sus manos abiertas sobre el pecho de Harry dejaron
de golpear y solo se posaron allí. La respiración del mayor era tan
apacible que parecía dormido.
No supo en que momento ambos cuerpos comenzaron a balancearse
de un lado a otro, con el eco de la musica que llegaba hasta el baño.
Las manos de Harry descansaron sobre su delgada cintura mientras la
cancion Fallingforyou sonaba. El menor dejó luchar y simplemente se

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dejó guiar, sus manos no paraban de temblar, se lo acreditó al miedo,
pobre bastardo.
—On this night...and in this light—Cantó suavemente al oído de
Louis.— I think i'm falling..—Finalizó al compás con la canción.
Louis lo alejó de pronto, sabiendo que para Harry aquello no era una
simple estrofa de la canción, no, supo de inmediato que aquello era
una promesa o un recuerdo. Los ojos verdes apagados lo observaron
con sorna, mientras retrocedía para salir de baño, pero claro, no sin
antes darle una mirada al dueño de los ojitos azules atemorizados.
—Si no es aquí, entonces será en el infierno, Tomlinson.

—No creo que exista otro infierno después de ti, Styles.—Replicó.


Una última sonrisa antes de abandonar el baño, dejando a Louis con
escaso aire llegándole a los pulmones y una furia corroío sus entrañas.
Harry arruinó por completo su vida en la escuela; en definitiva no lo
dejaría arruinar su matrimonio.
....
—¡Zayn! —Gritó el castaño a todo pulmón.—¡Zayn Maldita sea!
Unos segundos después, en la habitación, irrumpió un morocho
ofuscado por haber subido las escaleras a todo motor, perturbado
por los gritos de Louis.
—¿!Que pasó¡?—Preguntó. Examinando todo el cuerpo de Louis
para asegurarse que no estuviese sangrando.
Sucede que en el último mes el embarazado se había complicado un
poco, los dolores pasaron de simples a insoportables. El primero se
presentó cuándo Louis cumplió su octavo mes, ambos se
encontraban en la cocina en el momento en que el castaño empezó a

199
gritar de dolor, sujetándose su abdomen bajo y llorando de
desesperación. Zayn no supo que hacer más que entrar en pánico y
llevarlo al consultorio de la señora Calvin, la única doctora decente
que habitaba en aquel pueblucho. Louis recuerda sentir cómo algo
se desprendía de sí a tal punto, que al final se desmayo. La doctora le
aseguro que Louis estaba fuera de peligro, que el dolor era normal
ya que al ser su primer embarazo, y que era un hombre, su cuerpo
todavía no estaba adaptado para resistir y conservar una criatura,
por lo que el embarazo era de mayor riesgo y doloroso en los
últimos meses dónde la cría ya estaba formada.
—¡Estoy bien!—Le dijo. Calmando las ansias de Zayn.—Es solo que
no puedo ponerme los zapatos. No alcanzó.
Zayn se mostró indignado y burlón.—¡Casi me da otro infarto!
—¿¡Me ayudas o no!? —Gritó.
—¡Si! No me grites...
Tomó los tenis de Louis con rabietas para ponerse sobre sus rodillas
y ayudar a su mejor amigo con ellos, la gran panza de Louis no lo
dejaba ni siquiera verse los pies. Tuvo que comprar ropa 3 tallas
más grandes y rogaba a los cielos porque cuando terminará su
embarazo pudiese volver a su antigua talla.
No solía pensar que haría luego tener a su bebé, no le gustaba
pensar en que tenía el tiempo contando, así que lo aprobachaba lo
que pudiese. Le hablaba por las noches, le cantaba, le contaba
historias de su vida, y en ciertas ocasiones, le platicaba sobre su
padre.
—Zayn...—Llamó la atención del morocho, quién lucía realmente
concentrado atando sus cordones.—¿Quieres venir conmigo a la
heladería?

200
—No me digas que iras por helado... Otra vez.—Le observó con
reproche mientras se ponía de pie.
—Si.—Este le miró con la sonrisa de un niño ilusionado.—Dars y yo
queremos ese sabor que no te gusta.
—¡Es chocolate orgánico! ¡A nadie le gusta esa mierda!
—A mi si. —Apoyado en sus brazos, logró ponerse de pie.— Y a mi
hija también.—Fue hasta su armario para sacar un couch con el cuál
abrigarse. Primavera casi albergaba toda la ciudad y la nieve aún era
insoportable.—Prestame las llaves de auto.
—No deberías conducir, las calles están resbalosas por la lluvia y tu
estas casi al parir.
—No digas parir.—Hizo una mueca de disgusto.—Aunque su otro
padre sea un animal, mi hija no es ningún becerro.
—¿Entonces tu serías una yegua!
—¡No!—Exclamó divertido.
—Yegua Louis..¡Mmm! Suena bien.
—Eres asqueroso.—Río.—Me largo.
Salió de la habitación tan solo escuchando cómo el morocho le decía
que tuviese cuidado. Zayn era peor que su madre.
...
Conducía despacio por la ciudad, admirando lo mojado que lucía
todo producto de la lluvia. Eran pocas las personas que caminaban
por las aceras, la mayoría de seguro estaban en sus casas
refugiandose del frío con sus familias. Primavera sería dentro un par
de semanas y con ello su cumpleaños, sabía que Zayn estaría

201
preparando algo por lo que no lo ha mencionado. Solo esperaba
poder pasar agusto su cumpleaños con su mejor amigo, quizás su
hija nazca varios días después.
Estacionó su vehículo frente a la famosa heladería que, por lo obvio,
se encontraba vacía. Louis era el único subnormal que deseaba
helado en una tarde tan fría, también era el único hombre
embarazado así que, se le perdonaba.
Al entrar, la campana sonó indicando que un cliente había entrado.
Una carismática pelirroja se paró detrás del mostrador esperando a
que el castaño se acercará para saludarlo cómo siempre.
—¡Lou! —La chica se emocionó al verlo.—Claro, eres la única
persona que viene a comer helado cuando estamos a 2 grados bajo
0.
—Y es por eso que me vas a dar una bola extra. —Le sonrió.—Hola,
Hals ¿Qué tal tu día, cariño?
Hally, era una chica oriunda de Canadá que, por alguna razón, fue a
parar a ese insípido pueblo. Tenía una tez blanca y suave, con ojos
cafes y pelo rojo natural. Sus mejillas pasaban la mayor parte del día
sonrojadas. Era un poco más alta que Louis y tenía esa expresión de
querer ser amiga de todo el mundo.
—Ni lo sueñes amigos. —Río.—Soy tierna, no estupida.
Ambos rieron y Louis sintió una patada en su estómago.—Oye
tranquila...—Le dijo con dulzura a su panza.
—Bien, alguien ya quiere salir...
—Si, es eso o acabar conmigo primero.—Sonrió acariciando su
vientre.—Dame lo mismo de siempre, primor.

202
—Ya que lo pides así, quizás te de una bola extra. —Mencionó en
forma pícara.
—¿Y una galleta?—Le siguió el juego.
—No abuses. —Le advirtió.
La risas inundaron nuevamente el lugar. Hally sirvió el helado y si,le
obsequió la bola extra viendo la cara de felicidad del menor.
También le dijo que esa vez, invita la casa y Louis no dudo en
aceptar. Tomó asiento en unos de los cómodos sillones del lugar. La
televisión frente a él presentaba la noticia local, Louis no mostraba
mucho interés en ello ya que no solían ser interesantes; nada más
que el gato perdido de su vecina. Buh. El helado sabía más que
delicioso por lo que compensaba el horrible entretenimiento.
"Y en las internacionales tenemos nada más que al famoso empresario
Luke Hyle". Solo ese nombre bastó para tener la mirada curiosa de
Louis al plasma frente a él. "¿Que nos tienes con respecto a este galán,
Farina?".Preguntó una presentadora a la otra."Bien, Fer. Tenemos al
galán dentro del ojo público nuevamente gracias a unas fotos que le
fueron tomadas mientras estaba tomado de la mano con nada más y
nada menos que el hermano menor de Harry Styles " A Louis se le
trancó la garganta al escuchar a aquello. En la pantalla mostraron las
dichosas fotos y el corazón de Louis se partió en mil pedazos. La
primera foto era de Luke sonriendo mientras sostenía un algodón de
azúcar en su mano, y con la otra, tomaba al chico de la mano, el
mismo parecía un tanto enojado pero, para la mala suerte de Louis,
no dejaba de verse feliz y adorable.
Conocía al hermano de Harry, poco, pero lo hacía. Acompañó varías
veces a Harry a su casa y recordaba cómo Luke lo mimaba cuándo
tan solo era un niño y este se dejaba, aparte del gran cariño que el
mismo le tenía al pequeño. Pero ¿Ahora? Ahora ya no era un niño,

203
era un adolescente hormonal que bien pudiese meterse en los
pantalones de su marido.
"Y eso no es todo, desde el primer encuentro dónde pudímos apreciar a
la parejita muy enamorados" Dijo una de las presentadoras. La otra
río y se limitó a decir "Después de que su esposo, Louis Tomlinson, lo
dejara por otro es lo menos que se merece este galán "
De repente la televisión se apagó. Una chica a su lado sostenía el
control remoto mientras se lamentaba por no haber apagado eso
antes. Si, ella había descubierto la verdad de Louis hace un tiempo y
prometió guardarlo con tal del que el chico castaño estuviese a
salvo. Louis por su lado, no supo cuándo dejó el helado a un lado y
las lágrimas salieron; la acusación de haber abandonado a su esposo
ya era viral al parecer. Todos, de seguro, lo tachaban de puta o algo
así, cuando no conocen ni la mitad de la realidad de las cosas. Ellos
no sabían que Louis estaba haciendo el sacrificio más grande del
mundo; ellos no sabían que Louis se acostó con el mejor amigo de su
esposo solo por salvarlo de caer. Ellos no saben que cada maldita
noche Louis lloraba deseando que nada de eso estuviese ocurriendo
y prefiriendo vivir en debajo de un puente que haberse entregado a
Harry. El dolor que cada día sentía ese pequeño cuerpo era
inhumano y la agonía que sentía al saber que no tendrá a su hija en
sus brazos, que no la verá crecer, lo rompía en mil pedazos. Así que
nadie puede señalarlo, ni juzgar lo que para Louis era un acto de
amor.
La dulce mano de Hally le regaló una caricia a la espalda de Louis. La
chica sentía pena por la situación que atravesaba su pequeño amigo.
—Lou... No las escuches. Solo son unas arpías que no tienen más que
difamar para ganar unos dolares...—Dijo dulcemente.—Y sobre el
chico... Quizás es algún familiar que no conocías o..

204
—¡Sé perfectamente quién es ese mocoso!—Exclamó con rabia.—Y
lo peor es que sé quién esta detras de esto.
—¿El tal Harry?
—Si. Conozco tanto a Harry que sé de lo que es capaz.—Sollozó.—S-
sus Alcances no tienen limites y yo estoy tan harto de todo esto.
—Hey, calmate Lou...—La chica, gentilmente, acarició la espalda de
Louis queriendo reconfortarlo.—Le puede hacer mal al bebé.
—No existe otro mal peor que su padre...—Levantó la cabeza para
mirar a un punto fijo.
—Me contaste que el es una mala persona... Pero no sabía que tan
malo..
—Es un mal ser humano...—Sorbió su nariz, diciendose a si mismo
que no quería llorar más.—Me tengo que ir..
De pronto, se puso de pie sintiendo la mirada preocupada de la chica
aún sobre él. Sin embargo, en ese momento solo quería llegar a casa
y abrazar a Zayn para que este le dijera que todo saldrá bien, que
Luke lo estará esperando con los brazos abiertos y que su hija,
estará bien al lugar que va.
Abandonó el lugar dándole tan solo un "adiós"a Hally. Entró de prisa
a su auto y justo ahí, se permitió llorar cómo deseaba; se permitió
gritar de rabia, de dolor, de tristeza. Su alma rogándole un poco de
paz porque ya no soportaba un golpe más. Pedía a los cielos salir de
aquel trance entero, más reconocía que aquello era estúpido ya que,
en el instante en que sea separado de su hija, una parte de él morirá
y la otra se irá con su pequeña a donde sea que la lleven ¿Qué sería
de él? Nada más que un despojo humano que respirará por el amor
de su marido ¿Y si no tiene eso? Bueno...

205
Limpió los rastros de lágrimas y encendió el auto, necesitaba ir a
casa y descansar. El parto sería pronto; no podía esperar para tener
a su pequeña, aunque sea unos minutos, en sus brazos.
Condujo por el pueblo, todo seguía igual de tranquilo y eso le
gustaba, la paz que le transmitía que aquel día terminaría bajo perfil,
todos en casa por el frío y el siendo el único subnormal que salió de
casa por un helado. Aquel pensamiento lo hizo sonreír un poco
mientras aparcaba el auto frente al humilde hogar. Cuándo salió, se
dio cuenta que la chimenea estaba encendida, Zayn estaba en casa y
por los dioses, esperaba que no estuviese follando frente a la
chimenea.
"Te quiero follar frente a la chimenea" Aquel espantoso recuerdo lo
acongojó, la imagen vivida del día de su penitencia abrazó su mente,
creandole una serie de la malas vibras que alimentaban su constante
tormento. ¿Algún día terminará ese suplicio? Se preguntó así mismo
mientras abría la puerta principal de su pequeña morada temporal;
no estaba seguro de sí su vida a partir de ahora tuviese alguna
oportunidad de volver a ser lo que fue, pero, sí sabía que su lucha no
iba a ser fácil y que la cruz que cargaría sería pesada, tanto, que
teme caer y no poder levantarse nuevamente.
El lugar se sentía tibio y acogedor, sin embargo, su cuerpo sintió un
escalofrío al cerrar la puerta tras si. Caminó hasta la sala de estar
jugando con las llaves en su mano derecha.
¿Han tenido una pesadilla alguna vez? Sienten que el corazón se les
va salir del pecho, la respiración se vuelve sofocada y sientes el
miedo correr por cada vena en tu cuerpo; pero, cuándo por fin abren
los ojos, todo pasa. No hay nada frente a ti, tus padres están
durmiendo plácidamente y en tu habitantacion no hay nada más
muebles.

206
En ese instante Louis había despertado de su pesadilla, solo que esta
vez era diferente, su monstruo estaba allí, justo frente a sus ojos. La
sensación de pánico lo arropó, logrando que sus pies no pudiesen
dar un solo paso para a correr. Sus manos ya habían soltados las
llaves hace mucho y su corazón latía tan rápido que dolía, llevándolo
al punto en que sus lágrimas salieron. Estaba jodido.
Si, su monstruo estaba allí, sentado en el sofá. Tenía el pelo un poco
más largos y rabia en los ojos verdes; amargura en el corazón y un
cigarrillo en su mano derecha. Aunque su cuerpo denotaba
paciencia, en sus forma de inhalar el humo se notaba una ansiedad
que lo carcomía. El monstruo de mejillas sonrosadas y temple de
hielo; el monstruo que arruinó su vida estaba allí. El monstruo del
que intentó escapar por tanto tiempo yacía frente a sus ojos. El
monstruo con el que procreó una vida, un lazo que se mantendría
por la eternidad reposaba sobre su sofá, observándo el cuerpo que,
alguna vez, poseyó. Las lágrimas de Louis no se detuvieron, no podía
correr, no podía gritar y nunca en su vida sintió tan acorralado.
Y oró, oró porque Harry no le hiciera daño. Oró por él y por su hija.
Oró por tener el valor ahora más que nunca de luchar con su
monstruo cara a cara.
—Encontré esto.
El dueño de las orbes verdes fue el primero en matar el silencio.
Tomó unas fotográfias que Louis conocía muy bien; eran las últimas
ecografía que se había hecho. Harry las tomó; mirándolas con cierta
emoción ligada con ansiedad.
—Es una niña...—Otra calada a su cigarro.—Una hermosa niña.. Y tu
me la querías quitar.—Aquello último salió desde lo más profundo
de su ira.—Tu... pretendías alejarme de ella.

207
Louis secó la humedad en sus mejilla con sus temblorosas manos
antes de responder.
—No pongas ese verbo en pasado. —Dio un paso adelante
armándose de valor.—Porque todavía pretendo.
Los rosados labios de Harry se curvaron en una especie de sonrisa
retorcida que, sin lugar a dudas, pusieron los pelos se Louis de
punta.
El rizado se puso de pie, cortando de inmediato la distancia entre él
y el castaño. Tomó con fuerza a Louis por el pelo, halándolo hasta
lastimarlo.
—¿Sabes por qué no te corto la garganta justo ahora?—Haló con
fuerza; logrando que Louis se quejara del dolor.—Porque eres la
puta incubadora de mi hija. Solo por eso no te mando al infierno
justo ahora.
—Harry...—Sollozó leve, de verdad odiaba mostrarse tan débil pero
justo ahora, tenía toda las de perder.—Por favor, sueltame...
Al estar tan cerca de Harry, Louis se dio cuenta de que el mayor
tenía ojeras y sus facciones lucían cansadas. ¿Cuánto tiempo habrá
gastado Harry buscándolo? Debió ser el suficiente si pudo dar con él.
—Sueltame...—Rogó nuevamente.
La misma mano que en un momento agarró su cabello, fue la misma
que le propinó una fuerte cachetada sin piedad. Para entonces, la
piedad se apartó del cuerpo de Harry, dejándole espacio a un musgo
de catástrofe y maldad.
Louis no se permitió llorar más, no. Acarició su lado de cara
golpeado y volvió a sostener la mirada del rizado.

208
—No vas a tocar a mi hija. ¡No voy a permitir que la tengas nunca! —
Le escupió con sorna. Alejándose de él.— ¡Me encontraste! ¡Pero
primero tendrás que matarme antes de que pongas tus asquerosas
manos sobre mi hija!
—Para mi será todo un placer matarte con mis propias manos.—La
paciencia de Harry llegó a su límite.
En el momento correcto, Louis se hecho a correr a la cocina lo más
rápido que su gran panza le permitía. Observó el lugar con
desesperación, buscando algo con que defenderse y si lo encontró;
un pequeño cuchillo para carnes.
—Alejate. —Le dijo, mostrándole el cuchillo en sus manos.—Alejate
de mi.
Harry dio dos pasos al frente y Louis dos atrás.
—No sería capaz de matar nada, Louis.
—Con tal de defender a mi bebé, soy capaz de sacarte los ojos a
sangre fría.
—¡¿Ah si?! —Rápidamente se acercó a Louis, tomando la mano en
donde tenía el cuchillo. Lo guió hasta sus cuencos, dejándolo a sólo
centímetros de sus ojos. Retando al menor. —Hazlo.
La mano del azul tembló, no pensó que Harry haría aquello, sin
embargo, la tentación de clavarle el cuchillo abarcaba en todo su
sistema. Habían sido tantos años de humillaciones y reclamos,
tantos años en los que se sintió basura a pesar de los halagos
provenientes de Luke. No importaban, porque su cerebro solo de
capaz de escuchar una voz. Allí, la vida le ponía la oportunidad de
cobrarselas todas.

209
—No pienso defenderme, hazlo.—Tentó el fuego nuevamente.—
Sacame los ojos...—Suspiró antes de que su voz perdiera fuerza.— Al
final... Siempre fueron tuyos...
—Harry. Callate.—Apretó tan fuerte él cuchillo que sus nudillos se
tornaron blancos.
No no no..
No quería seguir escuchando. No quería que sus piernas
flanquearan; no quería que sus ojos se cristalizarán por las fantasías
que alguna vez, cierto niño de 16, tuvo. No quería pensar
nuevamente, no deseaba confundirse, ni perder el rumbo de las
cosas.
—Porqué éstos ojos solo supieron mirarte a ti...
¿Cuándo alguna vez imaginó escuchar esas palabras salir de la boca
de Harry? Problamente todas las noches, después de haber sido
humillado por el mismo con algún insulto o broma estúpida.
El cuchillo en su mano cayó al suelo, él no era un asesino; él no era
una mala persona; él no era un asesino, el no era como Harry.
El rizado río.
—Eres tan patético...
Louis sollozó.—¿Por qué yo? Harry... Yo nunca te he hecho nada
malo...—Su voz se quebró.— No merezco esto...
Aquello dejó un sinsabor en Harry. La tristeza en esos ojos azules
movían algo dentro suyo, algo que claramente, disfrazaría con odio y
rabia.
—Te mereces todo lo que me la gana de hacer contigo.—La voz fría
del mayor hizo que el menor de estremeciera.

210
Louis dio un paso atrás, sus manos sudaban por el temor que
controlaba su cuerpo. Estaba a punto de tener un ataque de pánico.
—Alejate... —Dijo mientras hiperventilaba.—Dejame...
Se sostuvo de la mesada más cercana; sus piernas temblaban y de
repente, un dolor abdominal bajo lo invadió, privandolo hasta de
respirar.
—¡JODEEER! —Sostuvo su vientre, sintiendo cómo algo lo quería
partir dos.—HARRY AYUDAME...—Lloró con fuerza, entretanto sus
pies pudiese sostener su cuerpo.
—¿Qué te pasa?
—¡No no no no! —Rogó. Su cuerpo se encogió debido al dolor que se
apoderaba de él.
Y cuándo sus piernas ya no aguantaban más y estaba a punto de
desplomarse, los brazos de Harry lo rodearon; ambos cayeron al
piso. Harry sujetó el pálido cuerpo entre sus brazos mientras que el
pequeño solo gritaba y se quejaba debido a los espasmos.
—Llevame al hospital... —Su rostro sudado y pálido, sus manos
agarrando con fuerza la camisa de Harry; necesitaba aferrarse a
algo, a la vida. Estaba a punto de desmayarse..—Nuestra hija...—Dijo
en medio de su delirio.—Nuestra, Harry...
—Shhh callatee...—Tomó su celular para llamar a emergencias.
Y antes de que todo se volviese negro para Louis...—Hazza...
Desearía que no fuera tan tarde... Que no hubiese sido de esta
manera...—Suspiró.—Que tu...
Silencio.

211
Louis perdió el conocimiento y Harry por primera vez, tuvo un
ataque de pánico.

212
Capítulo 16

Mes 9:
Capítulo dedicado a:
DennisLoyola, galletita_de_avena y FernandoRG826
Flashback...
—¡OH DIOS!—Gritó el morocho.—YA NO PUEDO MÁS.— Lloriqueó
fuerte. Revolviéndose en las sabanas de aquella camilla de hospital.
Sudaba frío, lloraba y se lamentaba. El dolor que atravesaba su
cuerpo era inaudito; sentía como si sus huesos se estuviesen
quebrando uno por uno, no sentía nada de la cintura para abajo y su
espalda lo mataba. Louis estaba a su lado, llorando con él, dándole
ciertas palabras de aliento las cuales el morocho no dudaba en
mandarlas al diablo y nuevamente, maldecir.
Sus manos estaban entrelazadas, Louis parado a un lado de la camilla
viendo a su amigo retorcerse y sin poder hacer nada.
—Zayn por amor al cielo, tienes que calmarte y respirar. El doctor ya
vendrá.—Acarició el pelo húmedo de su amigo.—Zee... Respira...
Y Zayn lo intentó, pero incluso respirar le dolía.
—Ya no puedo más...—Lloró desesperado.—No puedo más...
—¡Claro que puedes! —Exclamó el pequeño.—Es tu pequeña y solo
está ansiosa por salir...
Lo único que ganó por parte de su mejor amigo fue una mala mirada.
No estaba para chistes ni palabras de confort. Solo quería llamar al
responsable de su estado y gritarle que era un mal nacido y que lo
consideraba la peor escoria del mundo por ponerlo en esa situación.
213
Además, deseaba gritarle que su hija estaba a punto de nacer, que lo
necesitaba allí. No lo malentiendan, se sentía feliz que su mejor amigo
lo apoya contra viento y marea cómo lo ha hecho hasta ahora. No
obstante, el deseo de que el padre de su hija estuviese allí no lo
abandonaba. Que aquél hombre estuviese sosteniendo su mano;
diciéndole que todo estaría bien, que su pequeña crecería junto a ellos,
que funcionaría, intentarían darle un hogar a su pequeña incluso si
ellos tuviesen que hacer un esfuerzo sobre humano para soportarse el
uno al otro. Sí, eso era lo que deseaba.
Al salir de sus pensamientos notó que las contracciones había pasado,
pero aún quedaban ciertas secuelas. Zayn respiro, sintiendo la mano
de Louis acariciar su pelo; siempre ha sabido de la pequeña obsesión
del ojiazul por su cabello azabache.
—¿Estás mejor? — Preguntó.
—No Louis... ¿Sabes lo que más me duele? No son las contracciones.—
Inhaló.— Es saber que después de todo este dolor... No voy a verla...
Nunca en la vida...—Sollozó.
—Zayn...
—Le di mi palabra a Yaser... Pero yo no quiero...
—No tienes que someterte, te he dicho puedes abandonar esa maldita
casa y vivir conmigo y Luke...
—No me dejaría en paz. Tu lo conoces Lou. —Apretó la mano de su
mejor amigo.—Ésta es mi única salida...
Louis lo pensó varias veces antes de preguntar aquello.—¿Y su otro
padre?
—Él... No es una opción...

214
—Zayn, si me dices quién es salgo a buscarlo ahora mismo.—Le
obsequió un beso en la frente.—Lo busco y lo obligo a que responda...
Zayn pareció pensarlo por unos minutos antes de responder.
—No funcionaría... No Louis, él y yo no...
—Odio verte así.—Se lamentó.
—No te preocupes.—Inhaló, buscando el aire que sentía le faltaba.—
Busca al doctor... No creo soportar por muchos tiempo
Sin poner peros de por medio, salió corriendo en busca de alguna
ayuda médica. Zayn sintió la soledad de la habitación más profunda
de lo que debería. Luchaba consigo mismo para no llorar, para no
pensar en lo que iba a hacer; con eso, la culpa se disipaba un poco.
"Vamos Zayn, no seas cobarde, llámalo. Inténtalo por última vez"
su mente lo hostigó en esta nueva y quizás, última ocasión. Debía
confesar que repetidas veces intentó llamar al padre de su hija. Que en
repetida ocasiones, tomó su celular y marcó el número pero, no
hablaba; las palabras no salían de su boca y su mente colapsaba. Era
un cobarde.
Alcanzó su teléfono ubicado en el bolsillo delantero izquierdo de
pantalón, el valor lo arropaba nuevamente y su deber era
aprovecharlo. Desbloqueo la pantalla y no dudo en ir a su lista de
contactos, por alguna extraña razón sus ojos comenzaban a aguarse.
Allí lo vio, el nombre del hombre que iba a tener una hija ese día, sin
saber nada al respecto. Marcó. Era ahora o nunca.
Tres timbres. Solo tres bastaron para escuchar la aquella voz que solo
lo llenaba de ira.
—¿Hola?—Su voz era ronca, al parecer lo acababa de despertar.
Iba a decir algo, más su voz no salió.

215
—Sabes, puedo escuchar tu respiración. Quién sea, por favor, hable.—
Pidió el chico, se notaba molesto a ese punto.
Zayn no supo en qué momento comenzó a sollozar. No supo el instante
que la desesperación de una agonía lo comenzó asfixiar por dentro.
—¿Está llorando? ¿Le pasa algo?—Lució preocupado de pronto.—Por
favor hable.
Alejó el teléfono para intentar calmarse, su mente solo estaba
dispuesta a cooperar con una palabra. Volvió el teléfono a su oído y
susurró:—Perdón...
—¿Disculpe?
—Perdóname...—Susurró antes de colgar y tirar su teléfono lejos.
Ahora mismo, justo en ese momento en él que su alma se despedazaba,
el morocho solo anhelaba morirse. Por cobarde, lo merecía.
La puerta se abrió, dejando ver a un Louis muy angustiado y al doctor
que lo había atendido.
—Bien Zayn. Preparamos todo. ¿Estás listo?—Habló el doctor.
Zayn sólo pudo asentir.
—Estaré a tu lado Zee, cada segundo estaré a tu lado.—Prometió el
castaño.
....
—Y yo también estaré a tu lado, Lou. Cada segundo...—Susurró para
sí mismo mientras apartaba una lágrima traviesa.
Odiaba los hospitales, los detestaba luego de aquel suceso tan
doloroso en su vida. El ambiente gélido lograba sacar lo peor de sus

216
nervios, no era de su agrado, para nada. Las blancas y tristes
paredes; las salas de espera llenas de nostalgia y esperanzas.
Aún conservaba intacta la rabia que lo arropó al llegar a casa y
encontrar al cretino de Harry con Louis en brazos a punto de subirlo
en su asqueroso auto. Por otro lado, se lamentaba, unos minutos
más tardes y ve a saber los cielos que diablos hubiese hecho ese
canalla con su mejor amigo. Lo siguió hasta el hospital donde los
doctores de urgencias lo recibieron e ingresaron inmediatamente.
Eso fue hace 4 horas, los nervios en esa sala de espera estaban a flor
de piel y Zayn no dejaba de idear formas para asesinar a Styles.
¿Cómo es que alguien quisiera hacerle tanto daño a Louis? ¡A Louis!
Quién no es capaz de matar ni una hormiga, literal.
—¿Qué tanto me miras?—.Gruñó el rizado al otro lado de la sala. La
mirada de Malik lo irritaba, llevaba horas observándolo como si
quisiera atravesar su garganta con el primer objeto afiliado que
encontrara.
—Eres un ser humano despreciable.—Expresó.
—Tu tampoco eres la mejor persona, Malik.—Replicó con sorna.—
Puedo apostar a que esta maldita idea fue tuya.
—Tienes razón.— Cortó parcialmente la distancia entre ellos.—
Porque tú no mereces un hijo.—Se acercó un poco para susurrarle
con veneno las siguientes palabras.—Tú no mereces un hijo, y
mucho menos, si ese hijo es de Louis.
—Sabes, quizás tengas razón y no lo merezca.—Enfrentó al
morocho. La tensión entre ellos era palpable.—Pero, sé de alguien
que si lo merecía y tu le quitaste ese derecho.—Por la reacción de
Zayn, Harry supo que lo había golpeado dónde quería.— Tu no le
permitiste decidir, Malik. Simplemente te deshiciste del problema

217
como si nada hubiese pasado y crees que harás lo mismo con mi
hija.—Miró directamente a los ojos acuosos del morocho.—Primero
te mato.
Retrocedió varios pasos; Zayn retrocedió porque sentía que Styles le
succionaba el aire. Porque lo había golpeado duro.
—¡Tu no sabes nada! —Exclamó entre dientes. Con miedo a
escuchar lo que sea que Harry supiera.
—¿Qué no?—Río. Tan solo burlandose de la pesadumbre del
morocho.—Claro que sé tu sucio secreto, Malik.—Zayn no pudo
evitar que sus lágrimas mostraran el miedo que lo invadió. Las
apartó rápidamente.—Y ¿Sabes por qué no se lo conté? Porque
pensé que no serías tan hijo de puta de ocultarle a mi mejor amigo
que iba a ser papá; pero lo hiciste.
—No tuve opción...—Aclaró.—Pero eso, definitivamente, es algo que
a ti no te concierne.
Lo iba a golpear. La furia que lo quemaba por dentro no resistiría
más y lo obligaría a golpearlo tan fuerte. Justo cuándo su puño
estaba dispuesto a impactar contra la cara de Styles una voz lo
detuvo. Harry sonrió con gracia al ver a su amigo caminando hacía
ellos ajeno a todo el rollo entre esos dos.
—Hey hermano, vine tan rápido me llamaste. — El castaño envuelto
en traje, no se contuvo para abrazar a Harry. —Estoy... Sorprendido
y feliz por tí.
Harry le regaló una sonrisa sincera a su amigo en el tiempo que el
abrazó terminó, y pudo observar sobre su hombro la cara
descompuesta de Zayn. El morocho se abrazó a sí mismo, era una
vieja costumbre, lo hacía sólo cuándo tenía miedo o de alguna

218
manera se sentía acorralado. Debía salir de ahí, no quería cruzar
palabra con ninguno de los dos. Nunca más.
—Hey Malik. —Saludó el castaño, observando al morocho. —No te
salió bien el plan.—Dijo luego, con cierta prepotencia en su voz.
Zayn estaba teniendo esta disputa entre su orgullo de irse y no
responderle y la rabia de golpearlos a los dos.
—¿Le dijiste a este baboso que fue mi idea?—Se dirigió a Styles.
—No suelo ocultarle nada a Liam. —Se defendió con una ironía que
sólo entendían ellos dos.
—No entiendo ¿Quién demonios te crees para decidir sobre hijos
ajenos? —Agregó Liam un tanto enfadado. Cuándo se enteró de la
situación, no pudo ni siquiera creerlo. No hasta que Harry le mostró
unas fotos de Louis embarazado.
—Eres asqueroso, Harry.—Dirigió su vista hacía Liam.—¿Y tú? Eres
peor por secundar esta patraña. Luke es tu amigo.
— Y Harry también lo es. Ya no somos niños, Malik. —Se acercó al
morocho.—Nadie obligó a Louis a abrirles las piernas a Harry.
Una bofetada. Esa fue la respuesta de Zayn ante el comentario
denigrante por parte de Liam. ¡Ya no! Ya no más insultos, ya no más
ultrajes. No de él, podría soportarlos de Styles, pero no de Payne.
—La próxima vez que vuelvas a decir algo como eso, te juro que te
vuelo los dientes. —Amenazó. Ellos no conocían los alcances de
Zayn con tal de proteger a su mejor amigo.
Liam no se quedaría quieto, sin embargó, no le devolvería el golpe
pues no era un hombre de agresiones y lo por general, odiaba esos
comportamientos barbáricos.

219
—Sí esto pretendías con un bebé que no es tuyo... Le siento lástima a
tus futuros hijos.—Expresó.
Y el moreno realmente hubiese deseado que le propinase una
trompada. Mil veces prefirió un golpe y no esas palabras, las cuales,
Payne no tenía ni idea de lo mucho que afectaron el estado anímico
de Zayn. Porque sí, Zayn también tuvo que decidir ante una difícil
encrucijada; porque el morocho vivió el dolor de que le arrebataran
a su hija de sus brazos. Y tuvo que aprender a vivir con ello,
cargando una culpa que se asemejaba a llevar un anclar amarrado al
tobillo. Cada paso en la vida después de eso, era un mérito.
Y ahora, oyendo las barbaridades de Liam, sentía que el ancla
pesaba menos. Al escuchar sus expresiones y su posición ante le
situación, supo que esa había sido la mejor decisión que había
tomado en su vida.
No respondió. Dio un paso atrás y salió de la sala, cualquier lugar era
mejor que estar con ese par de escorias forradas en dinero. No
obstante, en su camino a la cafetería, notó algo extraño. En cada
esquina que pasaba había un hombre vestido de negro, vigilando
cautelosamente los pasillos del hospital.
—Hijo de perra.—Susurró, una vez cayó en cuenta del panorama.
Harry había puesto a sus hombres en cada rincón existente de ese
lugar. Nadie entraba o salía sin que el rizado estuviese al tanto.
Harry no se confiaba ya, de allí salía con su hija así tuviese que
dispararle a quién sea. No le importaba. El trauma de los meses en
que buscó a Louis desesperadamente había nublado su mente,
llevándolo al nivel más primitivo del ser humano, la violencia.
Respiró hondo una vez que Malik ya no estaba bajo su visión. Sin
embargo, lo mantendría vigilado; era astuto y no podía confiarse

220
mucho en que ya el juego para ellos estuviese trancado, porque,
conociendo a Zayn, sacaría su última as de la manga.
—No te preocupes, Harry. Todo saldrá bien.—Alentó el castaño.
—Eso espero. Y también espero que su bien, Malik no me juegue
sucio.
—Siempre fue un cretino de mierda.—Payne tomó asiento en el,
parcialmente, desgastado sillón de aquella sala.—Desde
adolescentes, se creía la gran mierda arrogante.
Harry observó unos minutos a su amigo.—Si, y por eso te revolcabas
con él ¿No?
Liam tapó su cara con sus manos y gruñó ante tal recuerdo.—Solo
fue una vez.
—Una vez es suficiente, Liam.—Expresó. Ganándose la mala mirada
de Liam quién, realmente, no entendió el doble sentido de las
palabras de su amigo.
Después de eso la charla fue muy amena, el apoyo de Liam a Harry
fue muy claro. Liam sabía quién era Harry Styles, pero aun así, su
amistad hacia el rizado era incondicional porque la del rizado lo fue
cuando él más la necesitó.
Y es que Liam era rico de cuna, hijo de un petrolero británico y una
marquesa de la misma nacionalidad. Sin lugar a dudas, una pareja
que prometía magnanimidad ante el mundo. No obstante, detrás de
toda esa perfección, la alcurnia familiar era sola una pantalla a la
realidad de que Liam era hijo de un degenerado con poder y una sin
vergüenza con clase; era el mayor de 3 hermanos y el que cargó con
los maltratos y bochornos de sus padres. Agravios que luego eran
sanados con miles de dólares en su cuenta o algún lujo innecesario
que lo sucumbían.
221
Su peor recuerdo fue cuando uno de los amantes de su madre, un
día, llegó a la casa e intentó agredirla. Liam se mezcló en la ardua
discusión por defender el honor del que su madre carecía y lo único
que consiguió fue un disparo en el pecho que casi le cegó la vida.
Después de ello, esperó cierto cambio por parte de su madre, pero
nunca ocurrió. La mujer continuó con su vida adultera cómo si nada
hubiese pasado; a su padre poco le importó que su hijo pasara un
mes en el hospital, ya que la única visita que recibió fue la de Harry,
Luke, Niall, Zayn y alguna que otras veces su hermana Leah; quién
proyectaba seguir los pasos de su madre. El que más estuvo fue
Harry, pasó días y noches al pendiente del castaño, velando porque
no le hicieran falta ninguno de los imbéciles que tenía por familia.
Ahí estuvo hasta el día que fue dado de alta y más allá.
Si, Liam sabía lo hijo de puta que podía llegar a ser el rizado. Conocía
su actitud déspota y altanera, su constante falta de empatía hacia
ciertas personas; su escasa definición de límites o prohibido. Sus
exiguos escrúpulos y sutiliza. Pero también conocía su lado bueno.
—Iré por un café ¿Quieres algo?
Harry negó, soltando un suspiro frustrado ante la situación. Liam
palmeó su hombro para luego ir a por su café, su celular sonó
indicando que le había llegado un mensaje. Una sonrisa boba se
instaló en sus labios al leer aquel mensaje cursi que su novia donde
le avisaba que viajaría a estados unidos, tenía algunos asuntos
importantes que resolver allá por lo que también le serviría para
acompañar a su novio un por aquello lejanos países. Con un rápido
"Okey, te espero" y un emoticon de un besito.
Guardó su celular al llegar a la cafetería, la misma se encontraba
vacía. No lo culpaba, eran casi las dos de la mañana y en aquel
modesto pueblo, la actividad a esa hora lucía nula. La chica que
atendía la cafetería lo recibió con una enorme sonrisa, si le

222
permitían ser honesta, los chicos guapos estaban escasos en Aspen.
Liam tampoco fue de la vista gorda ante las insinuaciones de la
chicas, y si no fuera porque ya estaba comprometido con la mujer de
su vida, esa chica y él hubiesen tenido una noche muy interesante en
su cuarto de hotel.
Tomó su café, pago y tan solo le regalo una sonrisa a la rubia
coqueta. Al darse la vuelta para regresar con mi amigo, su visión
captó cierta melena negra y recostada en una de las mesas, sostenía
un café con su mano mientras claramente lucia dormido. Debió
seguir de largo e ignorarlo, se lo merecía por lo que había
provocado. Por otro lado, Liam no era así; sabía que el morocho
estaba preocupado por su amigo quien aún permanecía en el
quirófano. Caminó hasta la mesa donde reposaba el morocho y tomó
asiento en la silla frente a él sin decir alguna palabra.
—Lárgate.—Pidió el moreno. Permaneció con cabeza oculta entre
sus brazos.
—Oh, no estás dormido.—Respondió Liam tomando un sorbo de su
Moka.—No deberías estar durmiendo en la mesa de una cafetería de
hospital.
Zayn levantó la cabeza ya molesto por la intromisión del castaño.
Liam pudo notar rastros húmedos en sus mejillas, había estado
llorando; también su pelo desordenado cubría parte de rostro y sus
labios estaban más rosados de lo normal. El morocho la estaba
pasando mal y Liam no pudo evitar culparse un tanto por ello en el
momento en que Zayn clavó sus dagas ámbar en aquel entrometido.
—¿Qué pasa? ¿Te faltó algún otro insulto, Payne? —La ironía
resaltaba dentro de la rabia que sentía.
Sabía que de alguna manera, lastimó a Malik. Su deber era
disculparse, pero, la soberbia del pelinegro lo llevaba a retractarse.

223
—Malik...—Empezó. Sosteniendo la mirada molesta del contrario.—
De alguna manera, tu y yo somo amigos y...
La risa burlona de Zayn detuvo a Liam de su cursi y muy humillante
discurso.
—¿Qué es lo gracioso?—Preguntó irritado.
—Tu y yo no somo amigos, Payne.
—Eso lo dices por lo que dije y yo...
—No somos jodidamente amigos, aunque se lo pidas a tu hada de los
dientes, no está sucediendo ¿Tus intentos de neuronas pueden
procesar eso o tengo que hacer un dibujo?—Fue mordaz con sus
palabras, pero es que Payne ya no obtendría otra cosa de él que no
fuera eso.
Y Malik... Malik tenía este don de saber dónde golpear la paciencia
de Liam hasta hacerla desaparecer en cuestión de segundos. Justo
como en ese momento; Justo desde cuando lo conoció.
—Así no es como lo recuerdo, ni lo que recuerdo.—Soltó un suspiro
de falsa decepción.— Y yo todo este tiempo pensando que habíamos
arreglado ya nuestras diferencias.
Payne llevaba a Malik por un terreno, el cual, el morocho no quería
pisar.
—Pensaste mal.—Cortó.
—Aww, que mal. Enserio no es justo porque...

—A ver, Payne.—Lo cortó. Ya alcanzando su tope.—El hecho de que


hace tiempo, puse mi culo a tu disposición no quiere decir que
fuimos o somos amigos.—Una de las características que sacaban a

224
Liam de quicio acerca de Zayn, era esa manera tan desbocada de
decir las cosas.
—Que te refieras asi de ti mismo, es algo denigrante y repulsivo.—
Atacó.
—Repulsivo fue acostarme contigo, Payne.—Contraatacó.
—Irónico que lo digas.—Sonrió descaradamente. El también sabía
dónde golpear a Malik.—Yo recuerdo lo fuerte que gritabas y no
precisamente por repulsión.
—Callate.

—Y creo que todavía me quedan marcas de los arañazos que me


hiciste.—Rió—Parece que todos tus coaches antes de mi no habían
dado la talla.

—Tienes razón.—Zayn, de igual manera sonrió.— Y parece que


Sophia tampoco hacía muy bien su trabajo que digamos.

—Sophia era perfecta.

—Claaaaro. Por eso la dejaste tirada en la boda de Louis y me


arrastraste a tu apartamento.—Se reclinó en la mesa.—Por eso fue
que te dejó. Recuerdo que al día siguiente cuando ella te pidió una
explicación delante de todos.

—Malik.—Advirtió.

225
—No le pudiste decir que estabas muy ocupado corriendote dentro
de mi... ¿Verdad?—.Quería, deseaba con toda su alma lastimar el
exuberante orgullo del castaño.—Todos cometemos errores. Esa vez
fue nuestro mas grande error.
—No...—Un recuerdo golpeó de aquella noche golpeó a Liam.—A
pesar de todo, no me arrepiento.—Suspiró. Apartó su mirada del
hombre a su frente.— Podemos decir cualquier cosa, Malik, pero
ambos sabemos que no fue un error...Un error no se puede sentir tan
bien, tan correcto.—Volvió su mirada al morocho.—Porque aunque
digas lo que digas. Sé que nunca nadie te llevó donde yo lo hice.

—Tengo que irme. —No quería seguir escuchando una palabra más.
No ahora.
Se levantó lo más rápido que pudo; sin embargo, Liam lo interceptó,
mirándole directamente a los ojos. Ya han pasado casi dos años, eran
adultos, deberían hablarlo. Era hora de decirse las verdades a la
cara.
—Payne. Quítate.

—Nunca había sentido a nadie tan mío, como te sentí a ti esa noche.

Los ojos del azabache se nublaron por un momento. Las mismas


cuestiones de aquel día lo arroparon. No podía. No pudo.
—Fue un momento, Payne. No podía arriesgarlo todo por un
momento.—Lo enfrentó.
—¿Zayn?—La voz molesta de un hombre sonó tras Liam.

226
Zayn se alejó de Liam para correr a los brazos de Brandon, su novio.
Llevaba mes y medio saliendo con el chico. Era bueno, amable,
generoso, tierno, paciente. El era todo lo que Zayn buscó por mucho
tiempo y con él, sentía que podría comenzar de nuevo, formar una
familia con un hombre decente, no era millonario ni nada, pero, a
pesar de todo eso, ha sabido hacerlo feliz durante ese tiempo.
Brandon no dudo en abrazar a su morocho con mucha fuerza, lo
había extrañado tanto durante el tiempo que tuvo que salir de
ciudad debido a su trabajo.
El morocho no dudo ni por un segundo en besar los labios de su
pareja, dándole a saber que también le había echado de menos.
—¿Qué haces aquí? Pensé que estarías fuera al menos una semana
más.

El chico volvió a dejar un pico sobre los labios del morocho antes de
responder.
—Recibí tu mensaje y aquí estoy Zayne.
—Te necesitaba. —El joven pelinegro enredó su delgados brazos
alrededor del cuello de su novio.

—Yo tambien, ojitos.

Zayn sonrió ante el cursi apodo.


—Vaya Malik, tuviste tiempo para conseguir un novio.—La voz
irritante de Liam sacó a la pareja de su burbuja.
Zayn se dio la vuelta para toparse con una hilarante expresión en el
rostro de Liam.

227
—Brandon, el es Liam Payne.
—Liam. —Dijo el chico. Nada agusto con la presencia del castaño en
ese lugar, ni mucho menos cerca de su Zayn.
—Brandon.—El castaño respondió de la misma manera.
—Liam ya se iba.
—Así es. Un placer conocerte Brandon.Y Suerte, la vas a necesitar.
El hombre sintió unas ganas terribles de golpear al magnate. Zayn lo
supo por lo que sujetó la mano del chico, viendo como Liam se
retiraba de la cafetería con una sínica sonrisa.
Brandon se apartó molesto de Zayn.—¿Tengo derecho a una
explicación?
—Amor...Yo estaba aquí solo y luego él apareció. Me iba a ir cuando
llegaste.
—Perdón...—Se lamentó.—Es solo que...
—No tienes que estar celoso de él.—Posó sus manos en cada mejilla
de su novio. Acariciando aquella barba que tanto le gustaba.—Entre
él y yo nunca existió nada. Ademas, me gustas tú.
Luego de eso, sellaron esas palabras con un cálido beso.
Ambos emprendieron camino a la sala de espera, tomados de la
mano. Zayn no esperó encontrar a un médico hablando con Harry. El
corazón del pobre morocho se aceleró; soltó la mano de Brandon y
corrió hasta el médico, emboscandolo con una sola pregunta.
—¿Cómo está Louis, Doctor? —La ansiedad carcomía al Morocho.

228
—Oh, si. Fue una labor muy difícil, el señor Tomlinson perdió mucha
sangre. Afortunadamente respondimos a tiempo y pudimos detener
la hemorragia.
—¿¡Mi hija está bien!?—Pregunto un Harry un tanto desesperado.
—Si. La bebé goza de muy buena salud. Ahora la tenemos en la sala
de recién nacidos. No debe estar con el señor Tomlinson hasta que
este recobre la conciencia. Le tuvimos que inducir un fuerte
calmante. Si gustan pueden pasar a verlo.
Al celular de Zayn llegó un mensaje. Era simple.
¨Estoy aquí¨
El morocho suspiró. Que comience el juego.

229
Capítulo 17
Mes 9: Part II
Flashback...
El frío de la habitación lo había sacado de sus sueños, el mismo frío
que se caló por su cuerpo desnudo envuelto entre sábanas de seda. Sus
ojos azules enfocaron el reloj digital sobre la mesa de noche que
marcaba las 3:20 A.M ¿Todavía no había terminado esa pesadilla?,
Púes no. Volteó a ver el lado de la cama que ahora estaba vacío; tuvo
ese instinto de buscar por la habitación el cuerpo que espero ver a su
lado. Las puertas que daban al balcón estaban abiertas, de pronto el
olor a cigarro llegó a su olfato, Harry fumaba en plena madrugada y
el frío de la noche se metía a la habitación.
Louis buscó algo con que cubrir su magullado cuerpo. Lo que encontró
fue una de las camisas de Harry, bueno, podía usarla solo para ir a
decirle al imbécil que cerrara las malditas puertas del balcón ya que lo
gélido no le dejaba dormir. Se la colocó y no se molestó en mirarse, se
sentía asqueado y no le interesaba, era solo una jodida camisa.
Caminó hasta la entrada del balcón para encontrar a un Harry
apoyado en el barandal, observando detenidamente la niebla que se
formó en el lago, el cigarro a medio consumir entre sus dedos le
complementaban una imagen de tranquilidad, como sí aquel hombre
no fuera el mismísimo demonio. Dio un paso adelante y ¡Joder! el frío
era peor afuera.
—¿Te molestaría cerrar las puertas? —Exigió.—Te puedes quedar
fuera, no importa.
Harry sonrió; aplastó el cigarrillo contra en cenicero. No tenía deseos
de pelear con Louis, no después de, incluso sí este tuviera siempre los
guantes de pelea cuando se trataba de Harry. Se dió vuelta para
encararlo, sin embargo, su mente no idealizó la imagen tan preciosa

230
que tendría de frente: Louis envuelto en una de sus camisas, con el
pelo despeinado y sus piernas blancas marcadas por sus manos. Una
sonrisa descarada se le dibujó en el rostro; regodeándose en que él
había follado esas anchas caderas, y esas hermosas piernas estuvieron
abiertas para él. Y que esos labios obscenos gritaron su nombre en
bajos susurros aún cuando el pequeño le rogaba a su mente que no lo
traicionara.
—Te queda muy bien.—Elogió al castaño.
Louis se abrazó así mísmo, sintiéndose intimidado por la mirada tan
helada y siniestra sobre él. Esos ojos verdes lo inspeccionaban con
hambre voraz.
—No sabía que era tuya.—Se excusó.
El mayor rió:—Claro que lo sabias, tu me la quitaste.
—Vas a cerrar las puertas; son las 3 de la madrugada y quiero
dormir.—Demandó.
Harry no dijo nada; de un jalón, acorraló al pequeño contra el
barandal del balcón. Sus grandes manos se posaron la pequeña
cintura de Louis, encargándose de matar cada centímetro de espacio
entre ellos. Las delicadas manos del pequeño quedaron atrapadas
sobre el pecho desnudo de Harry. Tenerlo cerca todavía le
incomodaba, y aún más si lo único que tenía puesto era unos boxers.
—¿Y si no quiero que duermas?—Susurró.—¿Y si quiero hacerte mío
nueva vez?
Louis luchó por apartarlo. No soportaba más insinuaciones.
—El trato fue una noche.—Mencionó.
—Aún es de noche.

231
—Pues fóllame sí así me dejarás en paz.— Los ojos oceánicos de Louis
eran un torbellino de rabia, tristeza y miedo ¿Por qué sentía miedo?
Quizás porque esa noche, había traicionado a su esposo en tantas
formas como han sido posibles. Y no solamente por el sexo.
—El problema es que no quiero follarte, ya no.—Soltó la cintura de
Louis, mirando directo a los brillantes ojos azules.—Yo quiero hacerte
el amor...
—No puedes hacer lo que nunca has sentido.—Replicó.—Y mucho
menos a mi.
El rizado dejó un diminuto espacio entre ellos para luego, caer sobre
sus rodillas frente a Louis, quién por su lado, lucía anonadado ante la
situación. Harry de rodillas fue algo que nunca pensó ver en la vida, y
mucho menos, de rodillas frente a él.
—¿Qué haces?—Murmuró. De pronto el frío ya no se sentía tanto.
—Dandote el placer de ver algo que nadie ha visto.
De improviso, los labios de Harry se situaron en uno de los muslos de
Louis, regalando allí besos húmedos, y deseosos por saborear una
última vez esa piel blanquecina. El pequeño arqueó levemente la
espalda al experimentar aquella sensación sobre su piel. Debía
detenerlo. Debía alejarlo pero, no tenía derecho, ya que sí en algo le
daba a Harry la razón, era que por esa noche lo había comprado, era
suyo temporalmente.
Sin embargo, lo que el rizado planeaba hacer no estaba en el contrato,
no era parte de el y Louis no se contraba preparado para soportar
aquello. Los besos del magnate encontraron un suave camino cuesta
arriba, el cuál, se encargaría de recorrer sin pisas. Y cuando las manos
de Harry subieron un tanto la camisa que traía puesta, fue donde por
fin entró en juicio de que su cuerpo reaccionaba al toque del

232
contrario; de que el frío fue sustituido por un calor culposo; de que
estaba jodido.
—Lou...—Murmuró. Las orbes verdes se dieron el tiempo de observar
las azules perplejas que, en un momento, le parecieron tan familiar.
Le iba a responder, ¡Claro que iba a hacerlo! pero, las palabras
quedaron en el aire y fueron sustituidas con un largo suspiro cuando
Harry lamió con descaro su polla y luego, lo introdujo todo en su boca,
llevándolo profundo, succionando. El pobre castaño tuvo que aferrarse
con todas sus fuerzas al barandal y a su cordura. Harry tomó una de
su piernas y la puso sobre su hombro, logrando tener así mas espacio
para continuar con la mamada, la forma tan impúdica en que
chupaba.
—Oh...—Liberó un gemido involuntario.—Yo...
Fue en el tiempo que Harry se detuvo, su respiración un tanto
sofocada; sus labios inchandos y su pene doliendo por salir. Saboreó el
presemen de Louis con tanta desvergüenza, causando que las mejillas
de Louis se tornaran rosadas. Levantó la camisa de Louis para llevar
sus labios a la piel de su abdomen, bajo su pierna de sobre su hombro y
poco a poco se fue poniéndo de pie. Siguió y Siguió hasta estar
completamente de pie; aquellos vivaces colores se encontraron
nuevamente. Los brazos de Harry rodearon la cintura de Louis en lo
que parecía un abrazo; sus rostros cerca uno del otro, casi respirando
el aliento del otro.
—Pequeño...
—No...—Louis lo cortó. —Dejame ir.
—¿Por qué?—Susurró.
Louis no respondió, tan solo empujó a Harry fuera de su orbita. Su
respiración era errante y no precisamente por la mamada.
233
El menor se dio la libertad de salir corriendo hacía dentro de la
habitación, sin embargo, no sería tan fácil. Harry lo persiguió,
tomándolo luego por el brazo para empujar su cuerpo nuevamente
cerca de él, para ese entonces, Louis ya tenía lágrimas en sus ojos.
—No estoy interesado en hacerte el amor a ti, Louis.—Besó
brevemente sus labios.
—Entonces dejarme ir. —Forcejeó por su libertad, pero fue inútil.
—Quiero hacerle el amor a mi niño rata.—Confesó.—Al chico de 16
años que me miraba como sí yo fuese un puto dios.
—¡El murió! —Gritó en desesperación, a la vez que golpeaba el pecho
del mayor.—¡Suéltame!
Harry lo apretó con más fuerzas. Tanto así, que lo empujó contra la
pared para acorralarlo allí.—¡No murió! Lo he visto ésta noche.
—Dejame...—Las lágrimas del ojiazul ya rodaban por sus mejillas.
—Quiero tocar a ese pequeño como debí hacerlo hace años.—
Farfulló.— Quiero que sepa que...
Sus palabras quedaron colgadas cuandos los labios de Louis
invadieron los suyos en un beso que el mayor, claramente, no
esperaba; sin embargo, correspondió. Levantó las piernas del menor,
logrando que estas se enredaran sus caderas, en ningún momento el
beso se detuvo. Al contrario, se tornó dulce, apasionado, necesitado.
Louis enroscó sus delgados brazos en el cuello de Harry, por alguna
razón, las lágrimas no dejaban de salir, haciendo el beso algo salado
pero, a ninguno de los dos le importaba en ese instante.
La mente del chico era un lío en ese momento, era un mar de
decisiones encontradas; al final, Harry ganó. Louis cedió. Dejó que el
beso lo consumiera, que lo arropara en una pecaminosa lujuria y se

234
arrepentía por ello. Fue por eso que deslió sus piernas de las caderas
de Harry y lo apartó abruptamente, siguiendo una cachetada ¿Por
qué? Porque era lo que el viejo Louis hubiese hecho luego de tantos
desplantes e humillaciones.
Posterior, salió corriendo con intenciones de perderse, de salir de allí
antes de que pudiese cometer el peor error del mundo, ya el juego a
había cambiado y eso se convirtió en algo más que un negocio, Harry
le estaba pidiendo más que su cuerpo. Su plan hubiese funcionado si el
magnate no lo atrapaba primero. Harry logró capturar el cuerpecito
de Louis sujetándolo por la cintura y adosando su cuerpo al del mayor.
—¡Déjame!—Exclamó. Intentando quitar las manos de Harry de su
cintura.
—No quiero.—Contestó divertido por la inmadurez del chico entre sus
brazos. Y a la vez, feliz porque ese niñato era su niño rata. Inmaduro e
impertinente. Besó el cabello revuelto del castaño.—En primera nunca
debí soltarte.—Murmuró.
Louis ya no lo soportó, no resistió los recuerdos que aporreaban su
mente. Ya debían hablar claro, sin rodeos ni metáforas, debía volver a
ser el chiquillo adolescente que cayó perdidamente enamorado por
Harry. Ese compromiso con aquel chico estaba en la obligación de ser
cerrado. Tenía que sanar esas heridas y para eso, su agresor debía
saberlo todo. ¿Qué se va a arrepentir? El resto de su vida, pero, al
menos no cargaría con tanto rencor.
—Pero lo hiciste...—Expresó con lágrimas rodando por sus mejillas.—
Me maltrataste hasta que te cansaste y pisoteaste todo lo que sentía
por ti.
El agarre de Harry en su cintura, aflojó; permitiendole así darse la
vuelta para que esos ojos verdes puedan ver todo el daño que
causaron.

235
—Yo me enamoré de ti, Harry. Tienes razón. Me enamoré como un
imbécil de un arrogante y mezquino capitán del equipo de fútbol.—
Limpió con rabia las lágrimas de sus mejillas.—Yo respiraba por la
herida cada vez que te besuqueabas con cualquier puta en el pasillo, o
cuando me hacías sentir el chico más feo e insignificante del mundo.—
Sorbió su nariz. Harry lo miraba circunspecto, sin embargo, por
dentro, algo se le estaba partiendo en trizas.—Yo nunca te hice nada
malo. De lo único que fui culpable fue de no haberme dado cuenta
desde un principio que era un imbécil.
—Louis...
—Hace rato...—Lo cortó.—Me preguntaste qué por qué él. Él fue el
único que me quiso con mis horrible gafas, él fue el único que no me
pidió que cambiara porque se tomó la molestia de conocerme. Él,
Harry, me amó sin condiciones y me hizo ver que valgo más de lo que
alguna vez creí. Me hacía reír cuando lo único que quería era llorar,
sin pedirme nada a cambio. Me defendía de ti ¡CUANDO PUTAMENTE
LO ÚNICO QUE DESEABA ERA TU ME DEFENDIERAS! —Gritó
colerizado. No resistió el impulso de empujar al mayor.
—¿¡Qué diablos querías de mi!?—Demandó desesperado antes las
acusaciones .—No... Yo...
—¡Que me amaras! ¡Que me cuidaras! ¡Que voltearas a verme!—
Golpeó el pecho de Harry. Sentía sulfurado y fuera de control.—Que no
me hicieras sentir como una basura... ¿Sabes qué es lo peor? Que
nunca te disculpaste por ello.
—No me...—Peinó su cabello hacía atrás, demostrando lo frustrado
que estaba en ese instante. Suspiró.— Cuando llegaste al salón de
clases por primera vez...—Empezó a narrar.— Yo si te ví. Y te deseé
del modo en que nunca deseé a nadie. Sin embargo, no podía darme el
lujo de dejar entrar en mi vida a cualquier persona.

236
—¿Cualquier persona?—Replicó ofendido.
—No...—Agarró nueva vez la cintura del pequeño, uniendo sus pelvis
en el proceso.—No pienso excusarme por hacer las cosas a mi manera.
Porque yo te quise primero, Louis.
Unió sus labios en un beso tan amargo, lleno de nostalgia y
sentimientos pasados que fueron expuestos. Ambos no estaban
preparado para tanto, pero, los dos, necesitaban escucharlo. Harry
profundizó el beso, hundiendo sus dedos en aquella estrecha cintura.
Sus lenguas se saboreaban una a la otra, sin medidas ni restricciones.
El ojiazul por su parte, tomó el rostro del mayor entre sus manos y se
volvió a romper el beso, sin embargo, sus labios no dejaron de rozar
los de Harry y sobre ellos, susurró:—Eso no es lo que quiero escuchar...
—Te lo voy a demostrar...
....
USA, colorado.
—Esto es una locura Zayn, no sé cómo vamos a salir sin que esos
hombres nos cachen.—La pelirroja hablaba a través de la mascarilla
quirúrgica mientras fingía tomarle la presión a un Louis
inconsciente.
La cosa estaba así, mientras iban de camino al hospital Zayn se
comunicó con Hally para ponerla al tanto de todo y que además, lo
ayudará a llevar su plan acabo. Debía ser alguien que Styles no
conociera para que pudiese rondar por el hospital; también le habló
a Doniya para que tomara el primer vuelo a Kansas que saliera de
UK, la necesitaba allí cuanto antes.
Hally llegó al hospital y astutamente se robó unos de los uniformes
en la lavandería del mismo para hacerse pasar como una simple
enfermera, ¿Por qué lo hacía? Bueno, Louis tuvo la confianza de
237
contarle su historia así que su buen juicio le dijo que ese mal
hombre no merecía nada de Louis. Ella y Zayn se encontraron en la
habitación de Louis, necesitaban planear como sucedería todo ya
que Styles no se la había puesto fácil.
—Puedes hacerlo.—Aseguró el Morocho en un mar de nervios.
—Sería muy sospechoso Zayn, las puertas están cubiertas por esos
hombres, no tengo oportunidad. —Guardó el estetoscopio en su
bolsillo y levantó su mirada preocupada a Zayn.—Primero debo
averiguar dónde está la nena y luego...
Sus palabras fueron interrumpidas gracias a la intervención de una
enfermera que no venía sola. Traía con ella una cuna de hospital.
—¿Familiar del señor Tomlinson?—Preguntó la enfermera mientras
colocaba la cuña despacio al lado de la camilla.
—Si... soy su hermanastro y... —No pudo evitar no mirar la cuna
donde una pequeña de piel sonrosada y amplias mejillas
descansaba. —¿Es ella?—Su voz falseó; no sabía si quería llorar de
alegría o de tristezas.
La enfermera rió.—Así es señor. La pequeña nació en excelentes
condiciones. La traje porque es importante que el paciente tenga a
su pequeña al lado cuando despierte. Muchos suelen entrar en crisis
nerviosas, es por eso que el hospital ha tomado estas medidas.
—¿P-pu-edo verla?
—¡Claro!
Zayn no esperó más y rodeó la camilla, llegando a donde estaba la
cuna. Sus manos temblaban y sus ojos picaban por las lágrimas; no
lo podía creer, era hermosa. Sus pequeñas manitas engurruñadas; La
paz que transmitía su carita delicada y escasos cabellos, envuelta en

238
mantas rosas . Si Louis se despertara justo en ese instantes y viera la
hermosura que procreó, lloraría junto a Zayn.
—Es hermosa.—Halagó la enfermera.
Zayn secó las lágrimas de sus mejillas para asentir, dándole toda la
razón a la chica. En eso la puerta fue abierta bruscamente por un
Harry totalmente desperado por ver a su primogénita; tanto que ni
siquiera le puso asunto a la presencia del morocho; sino que fue
directamente a la cuna donde reposaba tranquilamente su hija.
Las facciones de Harry se contrajeron en una expresión
indescifrable; no.. nunca había sentido esa amalgama de
sentimientos que bombardeaban en su interior al ver a la pequeña
que descansaba plácidamente en la cuna, tranquila, sin nada que la
atormente o la altere. Harry se juró así mismo que cualquiera que
ose perturbar aquella tranquilidad, morirá sin piedad alguna. Juró
mantener esa paz en el rostro de su hija así tenga que venderle su
alma al diablo.
No se dio cuenta cuando las lágrimas empezaron a rodar por sus
mejillas; estaba frente al ojo público de Zayn, dos enfermeras y Liam,
quién lo había seguido hasta la habitación.
—No pueden estar todos en el habitación, necesito que salgan y solo
los familiares directos del señor Tomlinson se queden.—Anunció la
enfermera.
—Yo soy el hermanastro.—Dijo Zayn.
—Pero yo soy padre de la pequeña y tu no eres nada, Zayn.—
Observó al morocho.—Largarte con tu noviecito. Mi lugar es estar
con mi hija.—Le advirtió.
—Zayn... Harry tiene razón, dales un momento, este no es tu lugar.—
Apoyó Liam.

239
Liam intentó tomar a Zayn del brazo, pero, el morocho lo apartó
bruscamente.—¡No me toques!
—Les voy a pedir que salgan, solo se queda el señor Styles. —Habló
la enfermera. Por su parte Hally tomó a Zayn del brazo y lo sacó de
habitación haciendo el papel de una simple enfermera que cumple
su trabajo.
—Es hermosa, hermano. —Palmeó el hombro del rizado antes de
retirarse seguido por la enfermera faltante.
Y una vez a puerta cerrada, Harry se permitió llorar, de alegría, de
tristeza, de sentimientos que nunca había conocido antes. Porque
ese pequeño cuerpo que dormía en esa cuna, era su hija, su
primogénita. Era suya. No pudo contener por más tiempo el impulso
de cargarla y tenerla en sus brazos. Con sumo cuidado la tomó de la
cuna arrullándolas en sus brazos, pegándola a su pecho;
protegiéndola.
La pequeña se removió un poco, sin embargo, se mantuvo tranquila
mientras sentía el calor de su padre. Las lágrimas del rizado no
paraban de caer por sobre sus mejillas, la emoción en su pecho no
podía ser expresada de otra manera que no sea con lágrimas.
—Hola...—Saludó al pequeño cuerpo entre sus brazos.—Soy tu
papá.—Su voz empezó a tender de un hilo.—Y tu eres hermosa.—
Regaló un delicado beso en la frente de la pequeña.— Yo sé... —
Sorbió su nariz.— ... que no he sido la mejor persona del mundo
pero, te juro por mi vida que te voy a proteger y que serás la niña
más feliz de este mugrosos mundo. Te lo juro...
Acarició con su dedo pulgar las mejillas de su hija, tan suave y
delicada. Por amor a los cielos, quería llevársela y protegerla en
algún sitio donde nada pudiese perturbar su paz. En ese momento

240
Harry se imaginaba miles de escenarios que pudiesen lastimar a su
pequeña y le llenaba de horror y pánico.
—Supongo que es normal tener pánico para un padre primerizo.—
Sonrió para sí mismo.—Pero, es algo que no puedo evitar ...
Dando vueltas por habitación con su pequeña en brazos, pudo
percatarse de una mirada azulada sobre él. Una mirada que nada
cálido brindaba, era indescifrable, fría, circunspecta. ¿Cuánto tiempo
llevaba Louis observándolo? Ni siquiera se percató cuando despertó.
—Mira quién despertó.—Dijo en un tono muy burlón.
—Dámela...—Su voz tendía en un hilo; sus manos temblaban y
sinceramente, su piel estaba más blanca que un papel.
Harry asintió mientras se acercaba a la camilla.—Es hermosa,
Louis.—Anunció antes de, con sumo cuidado, tenderle el pequeño
cuerpo de su hija a los brazos de Louis, quien con las orbes aguadas
la recibió.
¿Han sentido su corazón bailar de regocijo? Una danza alborotada,
libre pero triste. Su corazón no entendió de razones cuando tuvo a
sus pequeña en sus brazos, cuando entre las sábanas que la
acobijaban pudo ver su tranquilo rostro que reposaba en tranquilla.
Sollozo. Con fuerza; lágrimas que salían desde su alma, puras como
manantiales. Su mano temblorosa tocó la delicada piel de su carita,
su cerebro no procesaba la noticia de que ese ser entre sus brazos
era su hija, suya. Sus lamentos de alegría continuaron por un tiempo
donde el silencio de la habitación era ley; donde una mirada verde
apreciaba la imagen frente a sus ojos y donde se daba cuenta de
muchas cosas que no había visto antes.

241
No resistió el impulso de besar la cabellera alborotada de Louis,
tampoco reprimió algunas lágrimas curiosas que se asomaron por
sus cuencas. El castaño no hizo nada, nada.
—Sé que esto sonará como un descaro por mi parte.—Habló; su voz
más ronca de lo habitual.—Pero, gracias...
Aquella simple palabra captó la atención de Louis hacía el dueño de
los ojos verdes que se resistía a implantar una distancia prudente
entre ambos.
—Gracias... yo no sabia que esto se sentía así y ... no quiero dejar de
sentirlo nunca.—Confesó. El espacio entre sus rostro de un
momento a otro se volvió más escaso.—Vámonos...—Pidió.—A
cualquier parte del mundo, donde tu quieras Louis. Vamos a criar a
nuestra hija juntos, ella se lo merece. Podemos irnos después que te
den de alta.
—¿Criar una hija en un hogar sin amor? ¿Por compromiso?—
Replicó.
—Tu sabes que no es así. Tu lo sabes.
—Solo sé que mi hija merece amor, cuidados, educación. Crecer en
paz.—El corazón se lo rompió al decir aquello.
—Y lo hará si no los proponemos, te lo prometo. —Plantó un beso
en la mejilla de Louis, antes de retirarse.
—¿Puedes decirle a Zayn que venga? —Pidió. Necesitaba que Harry
abandonara la habitación para poder volver a respirar en paz.
El rizado tan solo asintió, dejando nuevamente un beso sobre la
cabellera castaña; y echándole un último vistazo a su pequeña salió
de la habitación.
Simplemente no pudo contener los dolorosos sollozos que sus

242
cuerpo guardaba, el dolor era demasiado. Arrulló entre sus brazos a
la pequeña que llamaría Darsie.
—Te amo...—Gimoteó entre lágrimas.—Te amo... —La pesadumbre
en esas palabras era tan pasada como toneladas de hierro.
La puerta fue abierta un morocho apurando en tomar a sus mejor
amigo en sus brazos para reconfortarlo. Probablemente Zayn era la
única persona en ese momento que podía ponerse en la piel de Louis
y entender en totalidad su sinsabor. La decisión que debía tomar lo
dejaba en una encrucijadas mortal, sabía que su conciencia no lo
dejaría vivir tranquilo por el resto de su vida y que su alma, se
marcharía con su hija a donde quiera que fuese, entonces, las
cuestionantes eran las siguientes: ¿Estaba dispuesto a volver con
Luke siendo sólo un caparazón? ¿Tanto amaba a Luke?
La respuesta es que no, no lo hacía por Luke, lo hacía por el mismo y
quizás, por ella. Porque no merecía tener un padre como Styles,
criarse bajo una sucia y aristócrata familia que la volvería un
monstruo como ellos; como lo es Styles. Vivir bajo el ojo publico de
que fue producto de una infidelidad, donde la señalarían como la
hija bastarda. Louis nunca quiso eso para ella, no, la quiere rodeada
de amor, con una familia sin problemas, una vida transparente.
Podía arrastrar esa cruz si tenía la certeza de que Darsie sería feliz.
—Zee...—Gimoteó.—Tienes que ayudarme...
Las orbes azules se clavaron nueva vez en la pequeña en sus
brazos.—Me duele el alma Zayn... pero no puedo dar marcha
atrás...—Sorbió su nariz.—Te escuche a ti y a Hally, no estaba
dormido del todo.
—No tienes que hacerlo... sabes que yo estaré contigo y podemos...
—No puedo...

243
—Si puedes, y yo te ayudaré... verás que Luke puede que no entienda
al principio pero el...
Louis lo interrumpió.—Es que no se trata solo de Luke, no puedo
dejar a mi hija en manos de Harry, de la prensa ¿Qué vida le espera a
mi lado? Una vida de llena de abogados a causa de Harry y mia
peleando por su custodia, navidades en casas diferentes, que la
prensa la señale con crueles apodos y yo...—Suspiró para evitar
sollozar— No quiero eso para ella...
—Lou...
—¿Dónde está Doniya?—Preguntó.
—Tomó el primer vuelo que encontró para acá, pero no creo que
llegará antes de nosotros poder hacer algo. Hally está aquí y está
vestida de enfermera, ella puede ayudarnos a sacar a la pequeña sin
levantar sospechas, pero el problema es que Harry tiene a sus
hombres en cada maldita entrada de este hospital. —Articuló el
pelinegro observando detenidamente a la que era su nueva
sobrina.—Tengo que decirte que es realmente hermosa, espero que
tenga tus ojos.
Aquello provocó una risa débil en el ojiazul, puede que su hija si
tenga sus ojos pero algo en su interior le decía que físicamente se
parecería mucho a Styles. Esperaba algún día poder verla aunque
sea desde la distancia y con todo su corazón deseaba que fuera feliz
a donde quiera que vaya.
—Tenemos que buscar la forma de sacarla sin que Styles se de
cuenta...
—Tengo un plan, sin embargo, me gustaría saber si estás 100%
seguro de todo esto, mira que una vez hagamos esto, ya no habrá
vuelta atrás.—Lo miró a los ojos buscando algún Indicio de duda,

244
pero no. Las urbes azules estaban frías, decididas a llegar hasta lo
último.
La mirada azul cayó una vez más sobre la pequeña, se dijo asimismo
que era por su bien, que eso hacía un padre, sacrificar todo por el
bien de sus retoños.
—Prométeme que en ese lugar conseguirá una familia, estabilidad,
amor, comprensión, y sobretodo la humildad de la que carecería si
creciese al lado de Harry. —Las lágrimas volvieron a brotar de sus
ojos.— Yo sólo quiero que seas feliz...
—Y lo será, eso te lo juro.
El castaño tan sólo asintió. Supo que ya era hora de ejecutar el plan,
por lo que tomó su celular y escribió un mensaje. Louis no tuvo que
adivinar a quién había sido, ya que minutos después cierta pelirroja
entró en la habitación tal cual como se la describió: vestida de
enfermera.
—Hola, Lou...— La muchacha de sonrisa sincera y pelo rojo se
acercó a su amigo.—Veo que has despertado... y qué bueno
porque...— Hally lo pensó varias veces pero, su sentido común
moría por preguntar una última vez.— Mira, conocí al padre de tu
hija y te creo cuando me decías que era un pedazo de mierda
pero...Teniendo a esa hermosa pequeña en tus brazos ¿Aun quieres
hacer esto?
—Hally...—Zayn intentó intervenir.
—No soy madre pero, ¿Un hijo no vale cualquier sacrificio?
Louis observó una vez más al ángel entre sus brazos y no pudo
evitar que las lágrimas volvieran a rondar por sus orbes, ¿Acaso lo
que pensaba hacer no era un sacrificio? probablemente las personas
a su alrededor lo vean como un acto de venganza o egoísmo, era fácil
245
sacar conclusiones. Pero no, tenía clara sus razones y nada tenían
que ver con egoísmo, se dijo. Si así fuese, no debería estar sintiendo
que le estaban arrancando el corazón a sangre fría, tampoco debería
estar deseando morirse, no, una decisión egoísta debería hacerle
feliz.
Al cielo que lo perdonase, pero no retrocedería. Su hija merecía algo
mejor, mucho mejor.
—Ahora mismo...—Comenzó, dibujando con sus dedos caricias en el
rostro de su hija.—Se me esta partiendo el alma...y te juro que
cuando me la quites de los brazos desearé con toda mi alma estar
muerto...—Las lágrimas escaparon de sus ojos.—Pero por su
felicidad...cualquier dolor es bienvenido.. y... se tendrá una familia
amorosa, llena de amor y no de escándalos, llena de armonía y no
peleas en juzgados, tendrá unos padres padres nobles y sin secretos
ni pasados...—Su voz flaqueó.— Crecerá del mismo modo que yo lo
hice...
Por su parte, Hally no tuvo más que agregar. La decisión estaba
tomada y ya solo le quedaba apoyar o no estorbar. Por supuesto,
apoyaría.
—Tengo mi auto afuera, esperando con lo que Zayn me indicó...Solo
falta sacarla, dentro de unos minutos la llevaré al cunero, sin
embargo no sé cómo saldremos, los hombre de Styles están por
todas partes. En cada puerta.—Agregó la chica.
—Yo te ayudare con eso, solo estén listas. Saldremos por el ala sur.
—Respondió el morocho.
Hally tan solo asintió.—Son las 4 A.M, saldremos en media hora.
—Me la llevaré ahora para...—Sus palabra quedaron en el aire. La
tristeza los invadió cuando ambos pares de ojos se posaron en el

246
rostro de Louis, los ojos azules llenos de lágrimas mientras miraba a
su hija profundamente dormida.
—Lou...
—Prometanme que estará bien... Jurenlo por sus vidas...—Rogó.—Te
voy a entregar mi vida, Hally, cuidala como si fuera tuya.
—Te lo prometo.
En el instante que la nena pasó a los brazos de Hally, Louis ni
siquiera miró. Solo se acomodó, cerró los ojos y se permitió llorar,
era la única forma en que podía sacar un poco del dolor que sentía.
Los dos muchachos tan solo observaron al chico llorar.
Y ninguno se percató de la rubia detrás de la puerta quien también
había escuchado el plan. Helena.

247
Capítulo 18

Mes 9: The birth


Part II

10 minutes before

Había llegado hace tan solo unos cuantos minutos, en recepción le


indicaron la habitación de Louis y donde ella asumió se encontraba
su amigo. Sin embargo, al llegar ante la puerta la voz de Zayn la
detuvo de abrir, luego una chica, y luego el macabro plan que
llevarían a cabo. Astutamente, esperó a que la chica y Zayn salieran,
era una simple enfermera pelirroja, o bueno, se hacía pasar por, ya
que dudaba que lo fuese. Una vez ambos se perdieron por los largos
pasillo del hospital, Helena decidió felicitar al padre. Irrumpió en la
habitación sin tocar y cerró la puerta de golpe, ganándose la
atención de Louis. La chica pudo notar los rojos que estaban sus ojos
y que obviamente, estaba llorando.
El ojiazul no se extrañó de ver a la chica/zorra de Harry. Seguro
venía a celebrar con su amigo, como si aquello tuviera algo para
festejar. Helena dejó su bolso sobre una mesita cercana, no tenía
idea por donde empezar, más no le haría saber que conocía su plan.
—¿Debería felicitarte?— La primera en hablar fue Helena.
—No tienes por qué, o por lo menos no a mí—Respondió el ojiazul,
tratando de mantener su voz firme.

248
—De todos modos, te felicito. En tu caso muchos hubiesen
abortado.—Articuló. Acercó sus pasos a Louis.—Harry... Supongo
que no es tu persona favorita en este momento y...
—Ve al punto.—Cerró.
—¿Estás seguro que amas a Luke? este es un buen momento para
replanteartelo.—Cuestionó.
Los ojos azules se expandieron ante la atrevida pregunta de la chica.
¿Quién diablos creía que era para cuestionarlo en temas tan
personales?
—Claramente, eso no es de tu incumbencia. Pero si tanto quieres
saber, lo amo. Demasiado.—Respondió colérico.—Si no tienes más
preguntas, te pido que te largues de mi habitación
La mirada gris examinó con cautela cada facción del rostro de Louis
antes de responder:—Me iré.—Se dio la vuelta para tomar
nuevamente su bolso.— Y Louis, el amor no es como en las novelas,
no te causa mariposas; no te hace soñar. A veces solemos confundir
ilusión con amor . —Se dio la vuelta para observar el rostro
petrificado de Louis antes de salir.—Tu diras.
Salió de la habitación dejando a Louis completamente en shock y
con miles de memorias bombardeando su mente.
...
Actualmente
Unos tacones gucci resonaban por todo el pasillo, una rubia con
sonrisa triunfante caminaba hasta la sala de espera donde suponía
estaba Harry.

249
Para su sorpresa la sala de espera estaba, no solo Harry, también
Liam, Zayn abrazando a un tipo guapo a quien no conocía. Al verla, el
rizado de cara risueña le dio su atención.
—Pensé que era broma lo de venir hasta aquí.—Se burló Liam.
—Lo que prometo; lo cumplo, además ¿Cómo crees que iba a dejar a
mi adorado Harold solo en este momento tan histórico?—Después
de obsequiar a Harry un beso en la mejilla, tomó asiento a su lado.
—Gracias por estar aquí, Hel.
—No me agradezcas todavía..—Sonrió pícara, lo que Harry
interpretó como un simple coqueteo de Helena.
—¿Y Kaleb? —Preguntó Liam.
—Mi amado se quedó en Manhattan resolviendo algunos asuntos.
Pero, él también te manda felicitaciones. Por cierto, ¿Dónde está tu
hija?
—La dejé con Louis en la habitación. Ya tengo que volver con ellos.
—No, no está. Pasé por la habitación de Louis antes de llegar aquí y
no estaba; el pobrecito Lou estaba dormido.
—Está en pediatría, una enfermera se la llevó antes de aplicarle un
calmante a Louis.—Zayn mintió, interviniendo en la conversación.
—Ah...
Nadie dijo nada más. Zayn se recostó en el pecho de su amado
mientras este le abrazaba en espera del aviso de Hally. Tenía las
indicaciones correctas para proceder. Sin embargo, aquella situación
le obligaba a revivir la suya propia. La desesperación que sintió
cuando Doniya arrebató de sus brazos a su pequeña, como Louis lo
reconfortó en todo momento.

250
Sus ojos ámbar se enfocaron en cierto hombre al otro lado de la
habitación, con su gran porte arrogante, con la amena sonrisa
plasmada en su rostro mientras le platicaba alguna ocurrencia a
Helena y Harry. Esa sonrisa que besó tantas veces esa noche, esas
manos que lo llevaron a un falso cielo. ¿Habría vuelto por él si le
hubiese dicho la verdad? ¿Lo hubiese sacado de las garras de su
padre? ¿Hubiesen criado a su hija juntos? Quizás. No obstante, Zayn
no podía arriesgarse por un quizás.
La sonrisa del castaño se ensanchó gracias a algo que dijo Helena,
echó la cabeza hacia atrás descubriendo un poco más esa marca de
nacimiento. Era la misma, no podía negarse. Sus ojos picaron un
poco, por lo que se obligó a apartar esas tortuosas memorias. No
quería recordar, por lo que se hundió más en el pecho de su novio.
No supo cuando pasó tan rápido el tiempo, su celular sonó. Era hora.
Antes de ponerse de pie su novio le regaló el más dulce de los besos,
diciéndole con ello que estaría ahí para él; pase lo que pase. Zayn se
lo agradeció, en verdad lo necesitaba y más cuando se dio cuenta de
una cierta mirada café sobre ellos, misma que rápidamente escapó a
otro lugar. Por el bufido sonoro de Brandon supo que también había
caído en cuenta de la mirada de Liam sobre ellos después del beso.
—Voy a partirle la cara si continúa mirandote.—Susurró a Zayn.
—No vale la pena, no es tan importante...—Contestó el morocho.
Dejo otro beso sobre los labios de su novio y se marchó. Ignorando
completamente al trío de bastardos que reían en la sala.
—Niños, iré un momento al baño.—Helena se puso de pie con bolso
en mano.—No me extrañen.
Salió en la misma dirección de Zayn, caminaba lo más rápido que sus
tacones le permitían. En el momento que encontró a Zayn, el chico
251
entraba a la habitación de Louis. Helena por su parte, corrió, debía
llegar al ala sur antes que ellos. Jodido día para usar tacones, se dijo;
el ala sur estaba un poco alejada de las demás, traspasó las puertas
que daban al pasillo de dicha parte, las luces eran débiles pero
suficientes, uno que otro enfermero se le quedaba viendo pero,
luego, volvían a sus asuntos. al parecer era normal ver una chica
correr por los pasillos del hospital.
Cuando por fin vio un letrero indicando que por el próximo cruce de
pasillo, a la izquierda, estaba la salida, agradeció a los ángeles. En la
puerta aguardaba Henry, uno de los hombres de confianza de Harry
y uno de los más imbéciles sin lugar a dudas. Helena acomodo sus
rubias hebras, debía quitar la impresión de que atravesó medio
hospital.
—Hey...¿Henry?—Preguntó tan pronto se acercó al chico. Fingiendo
preocupación.
—Señora West ¿Necesita algo?—El pelinegro con cuerpo de
terminator le respondió fríamente.
—Si, Liam te mandó a llamar. Harry tuvo una pelea con un tipo y le
reventó el celular en la cara. Por favor, ayudalo, ese imbécil sigue en
la habitación de Louis y están a puertas cerradas.—La angustia
reflejada en los ojos de la chica, realmente preocupó al hombre.—
¡Ve! Ahora.—Ordenó desesperada.—Si quieres yo me quedo hasta
que vuelvas, sé que tienen ordenes.
Helena West, fuera de ser la zorra de Styles, también era una de sus
mejores amigas, por lo que Henry no dudó en confiar en la palabra
de la chica, ella nunca traicionaría a su jefe.
—Vuelvo enseguida.—El hombre dijo, antes de salir corriendo.
Helena sonrió.

252
Observó su celular unos minutos, rogando porque no sea tarde.
5 Minutos bastaron para ver a Zayn correr detrás de la enfermera
pelirroja con dirección a la puerta, sin embargo, Zayn se quedó
petrificado al ver que en lugar de cualquier guardaespalda, estaba
Helena. Pusó a Hally detrás de sí como instinto de protección
mientras está sostenía a una pequeña envuelta en una enorme
cobija amarilla.
Helena levantó las manos como signo de paz, acercando sus pasó a
ellos:—Me creas o no, te estoy ayudando y esta es la única
oportunidad que tendrán.
—No te creo.—Cortó Zayn.
—No soy un monstruo, Zayn.
—Eres la zorra de uno.—Replicó.
—Llamame como quieras, pero deben irse ahora mismo. Henry no
tardará en volver y lo hará con Harry cuando se de cuenta que le
mentí.
La verdad era que confiar en Helena era como apostar todo su
dinero en la vegas, Zayn debía tomar una decisión justo allí.
—¿Por qué debería creerte?—Preguntó.
La rubia pareció pensarlo unos segundos, miró directo a los ojos
ámbar y respondió :—Porque sé que Harry no merece a Louis, ni
nada de él.
Bien, las cartas estaban tiradas, Zayn confiaría en Helena y que los
cielos lo ayuden.
—Vámonos.

253
Tomó del brazo con cuidado a Hally y ambos salieron de prisa del
hospital, dejando a Helena con un problema encima pero, por lo
menos, con la conciencia limpia.
—Tienes poco tiempo.—Dijo el moreno sumamente preocupado.
—Lo sé, tengo que irme cuanto antes.
Llegaron al auto de Hally, era un Toyota del 2007 en color dorado;
era su bebé.
—¿Puedes sostenerla un segundo?
Zayn lo pensó por varios segundos, hacía tiempo que no sostenía un
bebé en sus brazos y quizá aquello le causará nostalgia. La pelirroja
le tendió a la bebé, la cual, el morocho recibió con todo el cariño
posible.
Hally abrió el baúl de su vehículo, buscó entre algunas cosas que
tenía y de entre ellas, sacó una peluca de pelo negro dejando a Zayn
sorprendido. Ató su cabello con rapidez y se colocó la peluca; sabía
que ellos buscarían a una chica de pelo rizo rojo, no a una simple
madre de pelo lacio y negro.
—Pensaste en todo... —Halagó.
—Bueno, lo hacíamos bien o no lo hacíamos. — Respondió.
—Perdón por involucrarte en esto, es que eres la unica persona en la
que confiamos en este pueblo de mierda—. Su cara de
arrepentimiento era tan notoria que Hally no dudo en brindarle una
reconfortante caricia en el rostro.
—No te preocupes, siempre fue mi sueño escapar con una recién
nacida.—Gastó una broma que logró sacar una mísera sonrisa en
Zayn.

254
Cerró la cajuela.—Traje todo lo que me pediste de tu casa. Algo ropa,
la silla.. y el sobre.
—Deben irse... En el sobre está todo lo que necesitas
Hally asintió. En el asiento trasero estaba ubicada la silla para bebé,
totalmente recostada para el confort de la nena, el plan era conducir
hasta una estación de trenes ubicada en Kansas, allí se encontraría
con la hermana de Zayn para entregarle a la nena. ¿Qué si era
arriesgado? Se estaban echando la soga al cuello, y sobre todo Louis,
del que Zayn tenía miedo. Nada más que el tiempo te ayuda a
reponerte, no del todo, pero te enseña a vivir con el peso de esa
decisión.
La nena soltó algunos que otros quejidos, llamando la atención de
los chicos.—Acomodala en la sillita, yo vigilo.—Dijo Zayn,
tendiendole la bebé.
Hally lo hizo, acomodó a la bebé con sumo cuidado para no
despertarla y del mismo modo, cerró la puerta. Era lo menos que
necesitaba en momento como ese.
—Me voy, suerte con lo que se les viene. Debo salir ahora.
—Tienes el número de mi hermana y el mio. Por favor, cuidala...—
Sus ojos se cristalizaron observando a la pequeña dormir.
—Lo haré.
Se subió al vehículo, poniéndolo en marcha de inmediato. Salió del
estacionamiento dándole un último saludo a Zayn, quien ya no pudo
evitar que sus lágrimas se escaparan. Rezaba a los cielos por fuerzas,
no para él, sino para Louis. Los vio desaparecer por el camino. Era
hora de entrar y afrontar todo.

255
No solo Zayn observaba el auto que se marchaba; Helena parada
desde una esquina también vio el auto irse, pero esta tenía otros
planes. Tomó su celular y marcó.
—Ya salió, siguela, no la pierdas de vista. Sabes cuales son las
órdenes.
—Como diga.—Respondió la voz detras del telefono.
Colgó.
Oh oh...
----------------
Zayn volvió a la sala de espera donde encontró a su novio
esperándolo con los brazos abiertos. No sopeso en lanzarse a los
brazos del gentil hombre, tampoco se limitó en volver a soltar las
lágrimas que retenía con todas sus fuerzas. Darsie no era su hija,
pero su mente volvió a revivir el doloroso momento cuando Doniya
le arrebató de los brazos a su hija, cuando la vio por última vez.
Podía entender el dolor por el que Louis pasaba.
—Aquí voy estar siempre...—Brandon le susurró dulcemente, con la
esperanza de calmar los leves sollozos del morocho—. Tienes que
ser fuerte amor, es cuando Louis más te necesita.
Zayn asintió rompiendo el abrazo para secarse las lágrimas y
controlar sus hipidos.
—Ese es mi chico...—El castaño le ayudó, limpiando todo rastro de
sus mejillas.—Te amo...
Los ojos de Zayn se expandieron al escuchar aquella palabra. Era la
primera vez que Brandon le decía que lo amaba y no iba a negar que
su corazón saltó en regocijo puesto que el sentía lo mismo.

256
Y Justo cuando iba a responder una odiosa voz sonó frente a ellos en
un alarido de ternura fingida.
—En este hospital hay muchas habitaciones, consigan una.—La voz
burlona de Harry sacó a flote la ira de Zayn.
—Escucha...—.Brandon iba a contestar.
Zayn le interrumpió.—Dejalo amor, solo esta celoso porque nadie en
su miserable vida le dirá que lo ama.
—Tampoco es como si me interesara.—Respondió circunspecto.
Zayn le iba a contestar lo hijo de puta que era, de no ser porque se
distrajo debido a un grupo de enfermeras que corrieron
preocupadas por el pasillo. Una de ellas cruzó nombrando
"Tomlinson", el corazón de Zayn cayó al piso, era muy rápido para
darse cuenta. Ni siquiera le había avisado a Louis que todo ya estaba
hecho.
Al parecer no fue el único que escuchó aquel apellido, Harry
rapidamente detuvo al primer doctor que pasaba también con
apuro.
—¿Pasó algo con Tomlinson Doctora?
La mujer pensó en si debía responder, lucía realmente nerviosa.
—¿Quién es usted?—.Preguntó
—Soy el padre de la hija de Tomlinson ¿Todo bien? —. Harry
empezaba a desesperarse.
—Señor...—La mujer no sabía ni por dónde empezar.—No
encontramos a su hija.

257
—¿¡COMO QUE NO LA ENCUENTRAN!?—Agarró con agresividad a la
doctora por el cuello de la bata, zarandeandola cual trapo viejo.
—S-señor...le pido que me suelte...
—Harry, ¡suéltala! —.Liam apartó al alterado rizado de la doctora.—
Expliquenos...—Le preguntó a la mujer.
—Soy la directora Rodríguez, el último reporte que tenemos de la
pequeña estaba en el cunero. Las cámaras muestran a una mujer de
pelo rojo cargándola y sacándola del lugar. Al parecer salieron por el
ala sur, allí las cámaras están pendientes de reparación. Una vez allí
le perdimos el rastro, ya llamamos a la policía.
Zayn salió corriendo del lugar, no soportaba la presión. Mientras
que a Harry se le trancaba la respiración, no pensaba. Su hija no
podía desaparecer, no así, el tenía hombres en cada maldita puerta
de aquel recinto, eso no es malditamente posible.
Tomó asiento, tratando de recobrar la respiración. Tratando de
pensar... pensar...
"Con un leve chasquido se alejó de los labios de Harry.—Te prometo
que esto te va a doler más a ti que a mí.—Acarició el aniñado rostro
fruncido del rizado, regalandole otro beso amargamente casto.—Te
prometo que, te vas a arrepentir por el resto de tus días"
"—No pienses que soy un monstruo.—Expresó. Clavó sus orbes verdes
sobre un pequeño cuerpo sentando en el sofá; totalmente aterrorizado
y enfurecido.—Ni tampoco creas que vas a poder manipularme con
nuestro hijo.
—No pretendía manipularte. Ni siquiera era una amenaza.—Algo
dentro de Louis se encendió como luces en pleno 4 julio. Y de pronto, la
rabia terminó por consumirlo. Se levantó empoderado, temerario.—
Fue una promesa.
258
Harry volvió a dejar el vaso sobre el bar para acercarse a Louis con
cólera ante su desobediencia ¿Acaso nada había quedado en su mente
después de la amenaza? ¿Que tan poco Louis amaba a Luke?
—Pequeña rata ¿Creo haberte...
—Yo creo haberte dejado claro que a mi hijo, no lo veras. Puedes
matar a medio mundo, Harry.—Dio un paso más cerca.—Pero a mi
hijo no lo vas a tocar.
—Amas muy poco a Luke.—Su semblante era arisco, sin embargo, no
podía negar cuanto le excitaba esa actitud en su pequeño.
—Más te odio a ti.—Aseguró."
"—No vas a tocar a mi hija. ¡No voy a permitir que la tengas nunca! —
Le escupió con sorna. Alejándose de él.— ¡Me encontraste! ¡Pero
primero tendrás que matarme antes de que pongas tus asquerosas
manos sobre mi hija!"
No eran amenazas... el hijo de perra lo hizo...
—¡HIJO DE PERRA!—Harry gritó, espantando a todos a su
alrededor.
Salió de allí como alma que lleva el diablo directo para la habitación
de Louis, esta vez su cabeza estaba nublada y lejos de
contemplaciones, lo mataría con sus propias manos. Ya tuvo
suficiente de ese gusano.
—¡Harry! ¿Qué diablos qué crees que harás?—Liam lo detuvo a
medio llegar.
—¡VOY A MATAR A ESA RATA! Lo voy a estrangular hasta que me
diga donde está mi hija.—Empujó a Liam fuera de su camino.

259
Liam sujetó abruptamente el brazo de Harry.—¿¡Que no ves!? ¡Estas
fuera de control! No te voy a dejar entrar a esa habitación para que
cometas una locura.
—Liam... o me sueltas, o juro por lo más sagrado que te parto la
cara.—La profundidad de su voz era tenebrosa, oscura.
—Hermano... no hagas algo de lo que te puedas arrepentir...—Le
advirtió.
No dijo más, se soltó del agarre de Liam y entró en la habitación
encontrándose con un Louis muy dispuesto a enfrentar lo que se le
venía encima. El pequeño se encontraba recostado en la cama,
silencioso y con la mirada perdida, ni siquiera le inmutó la forma
brusca en la que Harry penetró en la habitación, un Harry
totalmente fuera de sus estribos.
—Te voy a dar una única oportunidad para que me digas que hiciste
con mi hija. —El tono de su voz había bajado, era siniestra,
profunda. Como si lo que hablara no fuera la parte humana, sino el
demonio dentro suyo.—¿Dónde está?
Los ojos azules, rojos de tanto llorar, enfocaron el rostro del rizado y
no sintieron miedo en lo absoluto. No. Porque a Louis ya le habían
arrancado el corazón y con ello, las gana de sentir. Más la tristeza de
un momento a otro se fue, y solo que quedó la osadía... la rabia.
—Espero que muy lejos de aquí.—La voz de Louis era furiosa y a la
vez, apagada.
En un arranque de ira, el mayor tiro con fuerza al piso la mesa de
alimentos. Ya estaba en el tope, sin embargo, Louis nunca perdió la
calma.
—Louis... no estoy jugando...—Se acercó varios pasos a la camilla.

260
—Harry...—Lo miró directo a los ojos.—Vete a ladrar al infierno.
El furor del momento lo llevó a abalanzarse sobre Louis, sin
importarle las heridas del menor, y ahorcarlo con fuerza, quería
matarlo, quizás así todo el dolor que sentía se iría. El menor sujeto
las muñecas de Harry buscando su libertad, pero no tenía ventaja
alguna, su garganta trancata y el aire volviendo escaso en sus
pulmones, las lágrimas saliendo por sus ojos que ya empezaban a
perder color mientras más apretaba Harry. Golpeó nuevamente las
manos del iracundo rizado pero este no tenía intenciones de ceder,
al contrario, ahorcarlo sería una salida muy fácil, pensó su mente
retorcida, lo cual, lo llevó a levantar y empujar a Louis al piso desde
la camilla, como cualquier bulto de papas.
El pequeño ojiazul cayó bocabajo, lastimando de frente la herida de
su cesarea reciente. El dolor tan inmenso que sintió fue casi
inhumano mas no pudo gritar, su voz no salió, apenas y podía
respirar.
—Detente..—Susurró en un tono magullado.—Por Dios...
Harry rió—. Dime lo quiero saber.—El rizado se acercó al cuerpo
mal herido sobre el frío suelo.
—Vas a tener que matarme...—Desafió, llevando su mano a su
vientre bajo donde la herida yacia. Allí pudo sentir cierta humedad...
Estaba sangrando.
—Será todo un placer.
Harry no tendría piedad, por eso, estampo un fuerte puntapié en el
abdomen de Louis, consiguiendo un grito desgarrador por parte de
Louis, cuya herida se agravaba. Otra patada, y luego otra.
—¡HARRY BASTA!—Gritó sumido en la agonía, el piso cada vez se
volvía más rojo, la sangre corría.
261
La puerta se abrió justo cuando la cuarta patada se estampó
nuevamente contra el vientre de Louis. Liam no lo pensó dos veces
para rodear a Harry con los brazos, deteniendo así sus ataques. El
castaño se mostró horrorizado al ver toda sangre derramada en el
piso y a un Louis muy mal herido sujetando su la herida abierta.
Harry estaba incontrolable, se zafó de Liam empujandolo.
—¡Harry, no! .—Payne se interpuso entre Harry y el cuerpo
agonizante de Louis.—Lo vas a matar ¿!Qué diablos está mal
contigo!?
—Quítate. Te lo advierto.—Amenazó.
—No voy a dejar que hagas esto.— Replicó.
Harry sin pensarlo dos veces lanzó una trompada directo a la
mandíbula de Liam, por suerte, Payne reaccionó a tiempo y la
esquivó. Devolvió el golpe con fuerza, el cual si impactó en la cara de
Harry. No esperó a que Harry se compusiera cuando lo atacó
nuevamente con otro derechazo en la cara, seguido por un rodillazo
en el abdomen. Llevando al rizado al piso.
—Amigo...
Zayn y Brandon fueron los siguientes en entrar. Al morocho se le
vino el mundo abajo cuando vio a su amigo inconsciente en el piso.
No dudo en correr y arrodillarse a su lado.
—¡Lou!—Meció el cuerpo esperando una reacción, pero nada
ocurrio. Entró en desesperación.—¡¿ME ESCUCHAS!? ¡LOUIS POR
DIOS! ¿QUE LE HICIERON? —Preguntó a un Liam totalmente ido.
Zayn no pudo contener las lágrimas mientras veía todo la sangre.
Louis había perdido el color de sus labios, su piel estaba pálida. Se
estaba yendo...

262
Todo pasó en cámara lenta para Zayn, desde que el personal médico
irrumpió en la habitación, subiendo a Louis en una camilla. Liam
sacando a Harry de la habitación. Los doctores gritando que sus
signos vitales eran casi nulos. El pitido del monitor holter*. Sus
manos manchadas de sangre. Era demasiado.
—Zaynie... Hey. Mi amor ¿Me oyes?.—Esa voz, se escuchaba tan
lejos, todo tan borroso.—Zayn, estoy aquí...
Volvió en sí cuando los brazos de Brandon rodearon su cuerpo,
volvió en sí, y dolió. Se aferró a tierra firme, se sujetó a su novio
buscando alivio, buscando que ese abrazo lo devolviera a la tierra.
¿Qué pasó? se preguntaba, tan solo se fue unos minutos y lo
siguiente que encuentra es a Louis mal herido en el piso cortesía de
Styles, porque vio a Liam golpearlo para detenerlo. Su cólera fue en
aumento desmedido ¿Que carajos?, pensó.
La rabia lo devolvió en sí, pero también, lo cegó. Alejó bruscamente a
Brandon para ponerse de pie y sin explicaciones, salió de la
habitación en busca del hijo de puta victimario de su amigo. Puede
que Harry así lo pensase, pero no, Louis no estaba solo; Louis tenía
quién por el la cara diera, quién lo defendiera y, hasta ese día
llegaban los abusos por parte del magnate.
Algo se encendió dentro del morocho cuando por fin encontró al
bastardo, parado en la sala de estar, al parecer mantenía una
acalorada discusión con Payne, sin embargo, eso muy poco le
importó en el instante que, sin previo aviso, impactó su puño contra
la cara del castaño. Aturdido, Styles cayó al suelo.
—¡Zayn!—Liam reclamó. Zayn no escuchó.
—Golpea a alguien que sí pueda defenderse, hijo de puta.

263
Zayn le arremetió una patada directo a la cara justo antes de que se
levantara. No midió sus acciones, tampoco deseaba hacerlo, solo
quería sacar toda la rabia que sentía. Se fue sobre Harry, sin darle
siquiera tiempo a devolver el golpe, arremetió golpe tras golpe. Era
un sentimiento liberador lo que lo comenzaba a llenar mientras más
sangre veía salir de los orificios faciales del castaño. Tenía sed,
deseaba más. Y lo hubiese conseguido, de no ser por unos fuertes
brazos que rodearon su cuerpo y lo alejaron del sangrante rizado.
—¡Zayn. Calmate!—Liam exigió mientras acorralaba al menor y este
luchaba por volver a su pelea.—¡ZAYN! ¡BASTA! —.Gritó,
consiguiendo que el morocho se tranquilizara un poco.
—Es un bastardo...—Su voz se quebró.—Voy a matarlo...
—Tu no vas a matar a nadie.—Lo soltó una vez vio al menor
calmado.
Harry se puso de pie a duras penas, la verdad era un tipo fuerte y
ningún pelele lo golpeaba y vivía para contarlo. Zayn y Liam
pusieron su atención en Harry de pie. De pronto, el mayor sacó un
arma de su bolsillo, apuntando directamente a la cabeza del menor.
Su labio estaba totalmente partido, su cara adornada con moretones
por doquier y su ojo izquierdo hinchado y magullado.
—Si tanto amas a tu amigo, pues visitalo en el infierno.—Dijo.
Liam se interpuso entre el arma y Zayn.
—Baja eso, ahora mismo.—Ordenó.
El personal médico en los alrededores se alejaron despavoridos y
llamaron a seguridad.
—Liam, quítate del medio.

264
—¿¡Qué pretendes!? ¿Dispararle a Zayn delante de toda esta gente?
¿Y luego que? No creo que tu dinero te salve de un asesinato en un
país que no es el tuyo, y encima en un hospital.—El arma seguía
contra la frente de Liam y Zayn sus espaldas, quizás un poco en
shock.
—¡No puedo creer que lo defiendas después de la cochinada que te
hizo!
—¿¡Que me hizo Zayn, exactamente!?—.Preguntó.
—Por qué no dejas que él responda eso. ¿¡No tan valiente eres
basura!? Dile al bastado que es que capaz de recibir una bala por tí
lo que fuiste capaz de hacer.—Retó.
Liam giró levemente solo para encontrar a un Zayn con los ojos
llorosos.
—Zayn...—Susurró. Buscando una respuesta de su parte.
—¡POLICÍA! ¡BAJE EL ARMA O DISPARAMOS!
Salvado por la campana. 5 uniformados armados rodearon al
castaño, ordenandole que baje el arma que llevaba en sus manos.
Harry resopló ¡Lo último que le faltaba era esto!
Despacio, tiró el arma al suelo y subió los brazos dando signos de
rendición, unos de los policías actuó rápido, llevó bruscamente
ambas manos de Harry detrás de su espalda y colocó de inmediato
unas esposas.
—Queda arrestado por golpear a un paciente, armas de fuego en
hospital, disturbios e intento de homicidio.—Recitó el oficial.
—Señor, esto es un error.—Liam intentó negociar, hablar con el
oficial de policía. Logrando tan solo ser ignorado por el mismo.

265
El oficial continuó:—Tienen derecho a un abogado, en caso de no
poder pagarlo el estado le asignará uno.
—Voy a matarlos, a ti y a la rata asquerosa de Tomlinson, si mi hija
no aparece voy a matarlos Zayn.—Amenazó, importandole poco los
policías.
—¡Harry! ¿Quieres callarte? No empeores las cosas—.Liam le
advirtió.
—¡No es tu hija la que está perdida! —Sus ojos parecían brillosos.
—¡Lo sé! Solo te pido que te calmes, no te hundas más.
El mismo policía que le colocó las esposas jaló a Harry, guiandolo
hasta la salida para llevarlo a la comisaría. Liam sentía que este lío
se volvía cada vez peor, no dudaba en lo absoluto que Zayn y Louis
hayan planeado esto, pero se preguntaba ¿Qué tan egoísta podría ser
Louis para desaparecer a su propia hija? Solo una persona podría
responderle eso y era el chico de pelo negro tras él.
Se dío la vuelta para enfrentar al morocho que solo quería escapar la
de la mirada molesta del castaño.
—Ven.
De la forma más agresiva que encontró agarró al pobre Zayn por el
brazo y prácticamente lo arrastró por el pasillo, no valieron los
reclamos ni el forcejeo por parte del morocho, porque Liam ya
estaba harto de tantos estúpidos juegos, de una batalla que nadie va
a ganar y de secretos. Si, porque siente que hay algo que nadie le
está diciendo y realmente, detesta sentir que es un idiota.
—Liam, ¡Me estas lastimando! Suéltame.
—No.

266
Abrió la puerta de una habitación vacía y empujó al morocho dentro,
logrando que el mismo se golpeara con una pequeña mesa. Entró,
cerrando la puerta con un estruendo ensordecedor. El arresto de
Harry ya había sido la gota que había derramado el vaso. La tenue
luz de una lámpara encendida era más que suficiente para poder
visualizar el rostro colerizado de Liam
—¿Que diablos sucede contigo? Déjame salir.—Liam no estaba de
humor. Lo demostró cuando volvió a empujar a Zayn.
—!NO ESTOY DE HUMOR PARA SOPORTAR TUS MALDITOS
BERRINCHES! —Gritó. Causando un sobresalto en el menor.—No
dudo que tu hayas planeado desaparecer a la pequeña, lo que me
parece extraño aquí es que hayas convencido a Louis de ello. ¿Qué
diablos está mal contigo Malik? ¡No es tu hija!
—Lo sé...—Zayn se mostraba tímido, muy diferente al Zayn que lo
enfrentó en la cafetería, este parecía querer quebrarse en cualquier
momento.
—¡Lo sabes! Wow Malik...—Liam se mostró frustrado por unos
segundos.— Sé que tu y Louis lo hicieron y aunque te torture no me
dirás dónde está.
—No sé de qué hablas...—Negó Zayn.
—Si lo sabes, Zayne..—Una estaca en el pecho hubiese dolido menos
que aquel apodo.—Yo sé que Harry no es la mejor persona del
mundo, ni el favorito de Louis y que lo que hizo estuvo mal pero,
Louis prefirió abrirle las piernas a Harry que enfrentar las
consecuencias de los actos de Luke. Bien que podía dejarlo, nadie lo
obligaba a caer en la miseria con Luke.
Y pum, la chispa que faltaba para encender a Zayn.
—Se nota que nunca haz amado a nadie más que a ti mismo.
267
—¡No se trata de amor!—Bravío.
—¡Si se trata!—Exclamó.—Luke es su esposo, el amor de su vida, se
supone que amar es estar en las buenas y en las malas, Payne, se
supone que estas ahí a pesar de los errores porque solo somos
humanos. Es sacrificarte...
—No puedo creer la estupidez que estoy escuchando.—Liam se
mostró burlado.
—Tu no lo sabes porque nunca has hecho algo por alguien más que
no implique un beneficio para tí.
—Hablas como si me conocieras...
—Conozco lo suficiente.—Cerró.—No sé dónde está la hija de Louis
y te pido, por favor, que me dejes salir.
Las manos de morocho comenzaron a temblar.
Liam pareció querer rendirse.—No sé si tu... Si tu hubieses quedado
embarazado de mi aquella vez que estuvimos juntos ¿Hubieses
hecho lo mismo? ¿Me hubieses negado el derecho de criar a mi hijo?
Esa pregunta había tomado a Zayn por sorpresa, y realmente, no
estaba preparado para aquello. No tenía fuerzas para enfrentar algo
tan doloroso para él, algo con lo que día tras día luchaba por olvidar
y seguir adelante. Sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas y su
alma a quebrarse en miles de pedazos, mientras las imágenes de su
memoria golpeaban como huracanes de alta categorías.
Sin embargo, no tenía más opción que mentir. Como siempre.
—Te fuiste del país una semana después, amabas tu libertad sobre
todas las cosas. No hubiese perdido mi tiempo.—Inhaló profundo.—
Pero para tu tranquilidad, no puedo concebir, no tengo ese don.

268
—A pesar de lo mucho que amase mi libertad, quiero dejar en claro
que si hubieras quedado embarazado, yo hubiese tirado todo por la
borda y hubiese vuelto por ti y por nuestro hijo. —La honestidad en
sus palabras movió el corazón de Zayn.
Ya no lo podía evitar más. Un par de lagrimas se escaparon de sus
orbes. No... Por favor, no...
Debía de decir algo, responder que no le interesaba porque
obviamente no quedó en estado, que un inmaduro como él no se
haría responsable de la noche a la mañana. No obstante, si
pronunciaba una palabra, su voz se quebraría.
Le tomó toda fuerza de voluntad pero lo hizo.
—No... No me interesa de todos modos, gracias a los cielos no quedé
embarazado porque no puedo, y creo que esta conversación no va
para ningun lado. No sé dónde está la hija de Louis y mejor a ve a
conseguirle un abogado al animal de tu amigo. Con permiso.
No espero una respuestas antes de salir corriendo de la habitación,
al único lugar donde sentía un poco de paz dentro de tanto caos. Los
brazos de Brandon. Quizas alli puede olvidar la voz en su cabeza que
le gritaba "Debiste buscarlo" "Debiste decirle" "Si le hubiese dicho
tendrías a tu hija en tus brazos porque él los hubiera protegido de
Yaser" Recriminaciones, unas tras otras bombardeaban su mente, no
aguantaba más, aquello lo estaba destrozando.
—Ojitos.—La voz que tanto buscaba apareció tras él. No dudo,
tampoco preguntó para correr desperado, ahogado en llanto a los
brazos de Brandon.
El susodicho no preguntó, solo se limitó a abrazar a su bebé, porque
eso era Zayn para él.
...
269
La rubia miraba la escena de una triste pareja abrazada en medio del
pasillo del hospital, sintió pena por Zayn.
Su teléfono sonó.
—¿Cuando será?—Preguntó la voz de un hombre.
Helena suspiró:—Siganla, no la pierdan de vista, yo les daré la orden
cuando sea oportuno.
—Sí, señora.—Colgó.

270
Capítulo 19

Afterlife: Part I
"El amor no es paciente, ni amable ni humilde. El amor es caótico,
horrible, egoísta y audaz. No es encontrar tu mitad perfecta, es
intentarlo, lograrlo y fracasar"

''El partido de fútbol había acabado hacía tan solos unos minutos, los
Hawks (El equipo local) ganaron el partido con un marcador de 6 - 4,
siendo este el último juego de la temporada de invierno y, el último
partido de los senior. Louis estaba en las bancas mirando desde lejos a
los chicos cargando a su capitán quien fue el que logró desempatar a
ambos equipos. Harry reía de emoción con el trofeo en la mano, su
mejor amigo Luke y ahora, novio de Louis, destapó una botella de
champán y roció todo el espumante sobre el rizado mientras se
regodeaban en su triunfo. La victoria se sentía tan bien cuando la
compartías con personas leales como lo eran Harry y Luke, amigos
incondicionales desde la infancia, secundaria y ahora en su último año
de preparatoria. El público aullaba en algarabía, un grupo de
personas habían bajado a la cancha para felicitar a sus compañeros y
festejar el triunfo. Sin embargo, Louis y Zayn se quedaron en las
gradas mirando todo desde lejos. La añoranza en el corazón del
castaño era un mar de fuegos artificiales, deseaba tener la valentía de
bajar y correr a los brazos de su adorado novio, felicitarlo delante de
todos y decirle que le quería ¿Qué se lo impedía? Bueno, un par de
hoyuelos que lo intimidaban, no quería pasar como un novio
empalagoso y tampoco tenía deseos de escuchar algún insulto de
Harry por haber ido hasta allá; varias veces le había hecho ver lo
mucho que estorbaba.

271
—Deberías está allá— La voz de un joven Zayn pateó a Louis fuera de
su burbuja—. Luke es tu novio.
Louis suspiró con desganas. Zayn tenía razón, pero, como se lo hacía
saber su cerebro.
—Lo sé, pero... es que él ahora está celebrando con sus amigos y no
quiero ser inoportuno—. Se defendió, bueno, era mejor que decir la
verdad.
—Ash—. Bravío—. No vas porque le temes a Styles.
—!No le temo!
—Entonces ve, sabes que Luke siempre te defiende cuando intenta
ofenderte.
Louis pareció pensarlo !A la mierda¡ Zayn tenía razón, Luke era su
novio y él debía acompañarlo en sus momentos de gloria, debía
hacerle saber lo orgulloso que estaba de él, y ni Styles ni nadie iban a
impedirlo.
—Voy, pero tú vienes conmigo—. Se puso de pie, tomando el brazo de
su amigo en el proceso.
—¿Y yo por qué o que?
—Porque eres mi mejor amigo.
Jaló con fuerza al morocho, logrando que despegara su trasero de la
banca. Sus piernas temblaban mientras bajaba las escaleras que
daban a la cancha, no podía dejar de ver como todos abrazaban a
Luke, Harry y a Liam. Ellos, sin lugar a dudas, eran las estrellas en el
equipo y el trío de idiotas más deseado del colegio. Liam Payne, al
igual que los chicos, pertenecía a la defensa, era un castaño de ojos
cafés y cara de "Yo no fui" según Zayn. Louis no había tenido platica

272
suficiente con él, más que algunos saludos y otras amenas
conversaciones. Era alguien realmente amable, pero egocéntrico.
Disfrutaba de la bebida y clubes como todos los adolescentes de su
edad, sin embargo, parecía ser el más juicio de los tres. Zayn no lo
soportaba en lo absoluto ya que para él, Liam solo era otro niño rico
inmaduro con aires de grandeza. De hecho, a duras penas dejó de
mirar a Luke como si quisiera apuñalarlo.
Cuando entraron a la cancha, Louis suspiró profundo. Estaba nervioso.
De repente, la mirada oscura de un muy sudado pelinegro cayó sobre
el de ojos azules y no hubo, en ese momento, sonrisa más sincera que
la que Luke le brindo a Louis, tanto así, que esfumaron todos sus
temores.
El más alto se alejó de la multitud y corrió hacía esos ojos azules que
brillaban tanto. No dudo ni por un segundo tomar a Louis en sus
brazos, plantarle un beso, de un momento a otro los pies del pequeño
no tocaban el piso porque el más alto lo había alzado sin dejar de
besarlo; de besarle esa sonrisa que era el motivo por el que cada día
asistía a esa estupido colegio.
Louis río, se permitió sentirse amado, se permitió ser besado por el
hombre más noble que conocía y que gracias a los cielos, era su novio
desde hace casi un año. Una vez Louis tocó el suelo con sus pies, se
dedicó a admirar la sonrisa triunfante de su novio.
—Ganaste—. Dijo, sus mejillas tornándose sonrosadas.
—¡Si! Pensé que no lo lograríamos luego de que ese tipo casi mata a
Harry—. Mencionó.
Oh si, cuando estaban a punto de lograr la última anotación, uno de
los chicos del otro equipo tacleó a Harry. Básicamente se le fue encima
de una manera agresiva, Louis tuvo cierto instinto de corre a la
cancha y ayudar mientras que Liam tuvo que sujetar a Luke para que

273
no se le fuera encima al tipo y lo golpeara; puesto que, defender a su
amigo era lo primordial.
—Si, pensé que lo había matado o algo—. Y ese comentario de Zayn
hubiera sonado a preocupación si tan solo no hubiese tenido esa
sonrisa en el rostro cuando lo dijo.
—No sabes las ganas que me entraron de partirle la cara—. Expresó
Luke.
Louis río, enternecido con la lealtad que Luke sentía por Harry.
—Hey hey hey, llegó por quien lloraban—. Un sonriente Liam hizo su
intervención a la conversación.
Luke y Louis rieron, Zayn rodó los ojos.
—¡Felicidades a ti también Liam! Jugaste bien—. Felicitó el ojiazul,
alejándose de Luke para darle un sincero abrazo al castaño, el cual, lo
recibió amable.
—Y tu Malik, ¿No piensas felicitarme? —. Preguntó, a sabiendas de
que su sola presencia amargaba la existencia de Zayn.
—¿Por qué debería? —. Se cruzó de brazos observando al castaño—.
No me gustó el partido.
—¿Y eso por qué?—. Preguntó el castaño.
Zayn hizo un chasquido con los labios antes de responder:— No vi que
te taclearan lo suficiente.
—Ah ¿Cómo? ¿Así?—. Sin medírselo se lanzó sobre Zayn, llevando al
morocho al piso junto con él y ganándose miles de maldiciones por su
parte.

274
Luego de eso, Zayn golpeó a Liam justo en la entrepierna cuando se
pusieron de pie. El golpe llevó a Liam nuevamente al piso.
—La próxima vez, te arrancaré los huevos de raíz—. Dijo en un tono
molesto, sacudiendo los restos de pasto de su abrigo—. Te espero en el
auto—. Avisó a Louis, y sin esperar respuesta alguna se marchó,
botando chispas por el camino ¡Detestaba a Payne!
Louis por su parte no podía dejar de reír y Luke no podía dejar de
admirar la risa estrepitosa de su pequeño. Lo abrazó por detrás
apoyando su barbilla en la cabeza de Louis mientras miraba a Zayn
marcharse y a Liam irse a duras penas.
—Te apuesto 10 dólares a que terminan follando—. LoLouis río.
—Yo te apuesto 20 a que primero Zayn lo apuñala.
—Trato hecho—. Cerró el trato robándole un beso al castaño. El cual,
no le puso ningún impedimento cuando este quiso profundizar.
—¡Consigan una habitación! —.Gritó alguien a sus espaldas,
obligando a la pareja a separarse entre risas.
—Voy a matar a Chase—. Declaró—. ¿Te quedas para la fiesta o te
llevo tu casa?
Louis pareció pensarlo, odiaba las fiestas con esa partidas de
papanatas que eran los amigos de Luke, sobre todo desde aquella vez
en que..., a pesar de eso, no quería obligar a Luke a ir a casa con él
cuando todos sus amigos disfrutaban de su celebración.
—No es necesario, amor. Zayn me pidió que lo acompañara a un
lugar, lleva días insistiendo en eso y no quería decirle que no—.
Mintió.

275
El puchero en el rostro de Luke le hizo revolver el corazón pero
enserio no quería ir a esa fiesta.
—Está bien, cariño—. Sonrió algo decepcionado—. ¿Te veré mañana?
—Si—. Le plantó un beso—. Mañana y siempre.
En un tono totalmente bobo le dijo:—Te quiero.
Louis sonrío:—Yo más.
Un beso, y Luke corrió hacías las duchas. La cancha se había quedado
vacía. Bien, hora de ir casa.
Metió su mano dentro de los bolsillos de su chaqueta mientras
caminaba al estacionamiento. Era una fría noche, ya pronto
comenzaría a nevar, lo cual para Louis era el paraíso; nada como el
baile de invierno y luego la graduación. Su beca estaba lista, logró
entrar a Oxford y nada podía hacerlo sentir mejor que eso, iba estar
con su mejor amigo y su novio. Zayn no necesitaba la beca ya que su
padre era un adinerado petrolero y dueño de una empresa de
inversiones. A pesar de eso, Zayn odiaba a los tipos pretenciosos. Por
otra parte, los padres de Luke eran dueños de una famosa
constructora en UK y USA, asociados también a los padres de Liam. En
fin, todos ricos menos Louis, quien era hijo de una simple enfermera y
un chef, su papá tenía un pequeño restaurante en la ciudad, no les iba
mal pero tampoco estaban a la altura para costear ese colegio o esa
universidad, por lo que Louis tuvo que esforzarse en conseguir una
beca ¡Y lo logró! Y agradece por ello, gracias a eso conoció a Zayn,
quien se había vuelto su hermano.
Hablando del morocho ¿Dónde estaba? El parqueo estaba casi sólido,
casi, de no ser por el deslumbrante Audi aparcado allí. Louis suspiró,
conocía al dueño de ese vehículo y lo menos que quería era
encontrárselo en la oscuridad de ese parqueo.

276
Se dio la vuelta para seguir su camino por otra parte, cuando un
quejido llegó hasta sus oídos. Miró por su alrededor y no logró ver
nadie.
Otra vez, un quejido lastimero se escuchó más fuerte, el mismo parecía
provenir del auto allí, ¿Qué demonios? Se cuestionó. Louis se acercó al
auto y miró a través del cristal del copiloto dándose cuenta de que la
puerta del piloto estaba un poco abierta ¿Pero qué ? Rodeó el auto
para encontrar a un Harry sentando en el suelo, apoyando su espalda
contra el auto y su cabeza baja, parecía estar sosteniendo su hombro
izquierdo y respiraba muy forzado. Joder.
¿Y si corría y buscaba a Luke? Ashh no, no podía dejarlo ahí en ese
estado, no era decente. El rizado volvió a quejarse, esta vez levantó la
cabeza cerrando los ojos con fuerza.
—H-Harry... ¿Está bien? —. Preguntó. Acercándose despacio al chico
herido.
—¿Luzco cómo alguien que está bien?—. Respondió fastidiado.
Louis omitió lo castrante que podría llegar a ser Harry y le ofreció su
ayuda; se arrodilló al lado de Styles, quería ver que tan mal estaba.
—Déjame ver tu hombro—. Pidió con amabilidad. Harry cedió
apartando su mano. Tan solo un leve toque y Harry chilló de dolor,
Louis susurró un bajo tono "Perdón" —Esta dislocado, vaya, ese tipo si
que quería hacerte daño.
Harry puso los ojos en blanco en modo de fastidio:—No me digas,
capitán obvio.
Ignoraría su ironía, debía ayudarlo y largarse de ahí de una vez:—
Puedo ayudarte, mi madre es enfermera y me enseñó primeros
auxilios.

277
—No me cuentes tu historia familiar, Tomlinson.
Inhaló y exhaló, tenía que llamar a toda su paciencia:—Ven, te
ayudaré a subir al auto para que estés más cómodo. No esta bien que
estés tirado en así en el suelo.
Harry asintió, aceptando el auxilio del chico. Louis pasó al lado
derecho de Harry, para que este pudiese abrazarse a él con este
brazos y así ayudar a levantarse del piso. La verdad, no funcionó a la
primera, por lo que Louis se percató de que no solo tenía el hombro
dislocado, sino que, por el modo tan forzado en que respiraba,
también tenía quizás un par costillas rotas.
Harry no solo tenía el tamaño de una jirafa, también pesaba cómo
una. Louis a duras penas pudo sostener el cuerpo de Harry y abrir la
puerta trasera del auto.
—Bien, ahora te ayudaré a entrar para que te recuestes.
—No...—Su voz tendió de un hilo, todo dolía demasiado.
Louis enserio sintió pena por él, incluso después de que Harry solo ha
sido un maldito bastardo con él desde que entró a ese colegio.
Con la delicadeza que lo caracterizaba, metió a Harry dentro del
vehículo, escuchando como este se quejaba de dolor, una vez dentro lo
ayudó a acomodarse en la parte del centro. Ubicó su espalda bien
recostada del espaldar del asiento.
—Bien—. Louis se sentó sobre sus propias rodillas sobre el asiento, así
tendría una posición en la pueda ejercer fuerza y colocar el hombro de
Harry.—Voy a hacerlo ahora.
Y tan solo bastó un toque para que el rizado soltara un alarido.
—¡No me toques! — Gruñó.

278
—Solo intentó hacerte sentir mejor—Respondió, un tanto ya enojado.
—Hazme una mamada si quieres hacerme sentir mejor—. Sugirió de
forma sarcástica.
Y gracias a los cielos que todo estaba en débiles penumbras y Harry no
se percató del traidor rubor que apareció en sus mejillas. Maldición
¿Por qué tenía que ser tan vulgar?
—¿Quieres dejar de ser tan inmaduro? Solo será un momento.
Harry volvió a asentir. Deseaba más que nadie que esa tortura
terminara. Louis cambio de lugar, ubicándose de frente al rizado para
poder levantar de manera recta su brazo.
—De acuerdo. Hagamos esto.
Sus manos levantaron con cuidado el brazo averiado del rizado,
sacando quejidos de dolor del mismo:— Dime cuanto aguantas.
—¡Maldición! —. La mano restante de Harry fue a parar a la
curvilínea cintura de Louis. Aparentando fuertemente allí, no era nada
sexual, solo necesitaba algo que apretar para aguantar el dolor que lo
invadía. Y vaya lugar que eligió.
—Mmh—. El quejido de Louis no tardó en escucharse, Harry apretaba
demasiado fuerte mientras más levantaba su brazo. También ignoró
el hecho de la mano de Harry en su cintura.—A la cuenta de tres
¿Bien? —Declaró el ojiazul—. Uno...—. Harry apretó más fuerte la
cintura de Louis—. Dos—.Cerró los ojos con fuerza, joder esa mierda
iba a doler—.Tres.
Esperó el dolor más grande de su vida, sin embargo, no llegó. Louis no
hizo nada. Harry se molestó.

279
—¿Que? Acaso se te olvidó como ¡AAHH!—. Algo sonó como si se
estuviera quebrando cuando Louis de improviso recolocó el hombro de
Harry. Ese era el truco, esperar a que el paciente no lo esperara. Otro
empuje con fuerza y otro grito por parte de Harry y un quejido de
Louis.
Juraría que la marca de la mano de Harry quedaría en su cintura por
el resto de su vida gracias a lo fuerte que lo agarró.—Listo.
Cuando todo había pasado, la mano de Harry no abandonó su cintura.
Al contrario, se inclinó hacia delante, reposando su frente sobre el
hombro de Louis, como si quiera ocultar algo.
—¿E-estas bien? ¿Quieres ir a un hospital? —. Inquirió. No obtuvo
respuesta—. ¿Harry?
Las manos curiosas y claramente, temblorosas del castaño se posaron
sobre la ondulada cabellera de Harry. Era la primera vez que tocaba
su pelo, era sedoso y un poco alborotado. Levantó la cabeza de Harry
para mirarlo a los ojos y darse cuenta del rastro brillosos que tenía en
los ojos, se sintió irónico porque la verdad, nunca planteó a Harry y
lágrimas en la misma oración.
Louis le brindó una reconfortante caricia. Oh.
—No necesito un hospital, estoy bien—. Refunfuñó, rehuyendo la
mirada Louis.
—De nada.
—No te di las gracias. —.Volvió a mirarlo.
—Sé que no ibas a hacerlo.—Respondió, con su labios a tan solo
centímetros de los de Harry.

280
La mano de Harry se arrastró hacia arriba, levantando consigo el polo
Louis debajo de la chaqueta, dejando ver la piel hasta su ombligo. Otra
persona, ante tal acto y en la posición de Louis, hubiese detenido a
Styles de inmediato e hubiera salido de allí ofendido. Pero Louis, se
quedó petrificado, sus manos se enfriaron y su piel se erizó. La mano
del rizado no se detuvo, Harry tampoco siguió las ordenes de su
sentido común; fue por ello que sus labios atacaron la blanquecina
piel del cuello de Louis. ¡Jodida mierda! pensó, y como tal humano
cedió ante la algo que no controlaba, algo que quizás sin saberlo era
más fuerte que él. No supo el porqué aceptó aquellos besos, porqué le
hizo espacio para que le besara allí a gusto, porqué sus manos se
enredaron entre sus rizados deseando un poco más, nunca entendería
porqué aceptó que Harry lo subiese a horcajadas sobre él; porqué
accedió cuando el rizado retiro su chaqueta, y la cuestionante más
importante de la noche sería ¿Por qué estaba dispuesto a entregarse a
Harry con tan solo un par de besos en su piel? a alguien que solo le
había hecho daño desde su llegada a esa escuela, y el que era el mejor
amigo de su novio. Sabía la respuesta, solo que era demasiado cobarde
para afrontarla.
Los labios sedientos de Harry se acercaron a los de Louis, conciliando
sus respiraciones y esos ojos brillosos conectaron unos con los otros. El
ojiazul deseaba que ese beso llegara, sin embargo, nunca lo hizo. Por
parte de Harry, solo salió una risita burlona.
—Entonces es verdad...—Argumentó.
Louis de pronto sintió un frío invadir sus pulmones.—¿Qué...? —
Preguntó con miedo. Retrocediendo centímetros de Harry.
Esbozó esa sonrisa con hoyuelos antes de clavar la daga.—Que le
abres las piernas al mejor postor con un par de besos. —Río nueva vez,
viendo las lágrimas aparecer en los cristales azules, no tuvo piedad.—

281
Y encima al mejor amigo de tu novio. Vaya Louis, tu desvergüenza no
tiene límites.
La rabia y las lágrimas invadieron todos los sentidos de Louis, golpeó
el pecho de Harry y se bajó de sobre él. ¡A caso perdió la cabeza! ¿Qué
coños estuvo a punto de hacer?
—¡Púdrete! ¡Imbécil!
Fue lo único que se le ocurrió mientras bajaba del auto de Harry.
Cerró la puerta con fuerza y se alejó de allí. No, más bien, corrió. No
supo a dónde, solo corrió; sus ojos empañados de lágrimas que
mojaban sus mejillas. No podía creer que aquello acababa de pasar y
que su mente estuviese repitiendo ese momento una y otra vez, dolía
como el infierno.
Cuando ya no pudo más, se detuvo en una estación de autobuses cerca
del colegio. No podía respirar y a su vez, tampoco podía dejar de
llorar; se sentía asqueroso porque todavía podía sentir las manos de
Harry en su cuerpo y sus labios besar poderosamente su cuello. Sus
alaridos fueron acompañados de rabia, la cual, necesitaba sacar, fue
por eso que empezó a golpear la marquesina publicitaria a su lado.
Fue un golpe tras otro, sin parar, y las lágrimas mojando sus mejillas,
no se dio cuenta el auto que aparcó a su lado hasta que unos brazos
conocidos lo rodearon para detenerlo.
—¡Lou! ¿Qué coños te pasó?—. El morocho apretó a su mejor amigo
entre sus brazos.
—¡Que soy un imbécil!—. Articuló molesto.
—Vamos al auto y me cuentas ¿Vale?
Louis no dijo nada, solo se dejó encaminar por Zayn a su auto. Para
ese entonces, con su corazón roto por alguna razón que no quería
formular, se dejó subir al auto.
282
El morocho no pudo negar que el corazón se le volvió nada cuando vio
que el desesperado chico golpeando la valla era su amigo, su mejor
amigo.
Ambos iban en el vehículo, iban camino a casa del morocho ya que
Louis se lo había pedido. El castaño se había calmado.
—Me vas a contar que fue lo que pasó para que te pusieras así.—
Propuso el moreno—. ¿Terminaste con Luke?
Louis pareció pensarlo, contar aquello le daba vergüenza, pero era
Zayn.
—Harry volvió a insultarme...—Su voz sonó tan pequeña y temerosa—
Volvió a lastimarme y esta vez, me lo gané.
—Voy a matar a ese hijo de perra... juro por...
—¡El tuvo razón!
—¡Claro que no!
—¡La tuvo porque cuando me lo dijo yo estaba sobre él, permitiéndole
manosearme y besarme como le diese la gana, Zayn!—Lloriqueó.—
¡Porque en ese jodido momento lo único que deseaba era que no
dejara de tocarme! ¡Maldita sea! ¡Iba a dejar que me follara!
Zayn se quedó petrificado ante tal confesión, ni siquiera abandonó la
vista del camino.
—Lou...
El nombrado sollozó con dolor—. Zayn, yo te juro que quiero a Luke, lo
quiero con todo mi corazón y estoy seguro que él es el hombre de mi
vida...
—Pero...

283
Louis continuó—. Pero nada, Harry es un crush estúpido que debo
superar, el no va a cambiar nunca, incluso si le diese lo mejor de mí me
seguiría tratando como a una zorra cualquiera, seguiría viéndome
insignificante porque mis padres no son millonarios ¡Lo detesto! ¡Lo
odio!
Zayn no tenía palabras algunas que pudiesen aliviara un poco la
situación, la verdad estaba sorprendido por la confesión de Louis.
—¿Estás seguro que lo odias? —. Preguntó el morocho, tratando de
alguna forma que Louis encontrara aquella respuesta en su interior.
Louis pareció pensarlo un serio momento.
—Si.—Afirmó, no estando muy convencido de aquello.
En todo el camino ninguno dijo nada mas, no era necesario, Louis
conocía lo suficiente a Zayn como para saber que no le creyó y eso fue
suficiente, porque al mentirle, le dijo la absoluta verdad.
************************
Colorado, USA.
Un mes después...
La herida en su vientre bajo era una pequeña linea horizontal, cuya
cicatrización ya estaba avanzada. ¡Cielos! si las heridas del alma
sanaran así de rápido, todo seria tan distinto, pensó Louis mientras
se miraba en el espejo del baño del hospital donde ya llevaba un mes
y algunos días. Gracias a Dios aquel era su último día en el infierno,
ya no toleraba estar allí ni un segundo más, ya su cuerpo no
soportaba un calmante más. Había transcurrido un mes desde aquel
suceso, perdió a su hija y encima el animal de Styles casi lo mata, por
suerte los doctores pudieron controlar su pulso y la hemorragia que
lo golpes de Harry le habían causado.

284
Durante todo ese mes, no hubo un día en que no se sintiera una
basura; en que no llorara por su pequeña mientras le rogaba a
alguna deidad divina que cuidara de ella donde quiera que se
encontrase, que le permitiera ser una mujer de bien y que nunca
lastime a nadie, que no sea nunca como sus padres; esa era su
oración más recurrente, que nunca, nunca sea como ellos.
De Styles, no supo otra cosa más que fue detenido por apuntarle a
Zayn con un arma, los cargos por agresión a Louis no fueron
acreditados gracias a la falta de declaración del castaño. Cada vez
que la policía intentaba obtener un interrogatorio con el menor, este
se oponía con cualquier excusa de por medio. Incluso, omitía las
suplicas de su mejor amigo para que hundiera a Styles en la cárcel
ya que los delitos cometidos eran de peso. Al pobre castaño no le
cautivaba la idea de meter a Harry a la cárcel, no lo malentiendan, no
era por lastima ni mucho menos; tan solo estaba cansado y si bien
no justificaba lo que le hizo, tampoco lo señalaba. La verdad era que
esperaba una reacción así de su parte, conocía al rizado hasta la
médula, tampoco era ignorante de lo violento que podía llegar a ser
y que sus alcances no conocían los limites. No iba a victimizarse
cuando él provocó la ira del diablo.
—Lou, ya volví—. La voz del morocho sonó al otro lado de la puerta.
Hora de irse de aquel maldito lugar, debía resolver su vida, salir de
ahí.
¿Lo bueno?, iba salir de ese hospital de mierda.
¿Lo malo?, no era Louis quien se iba, no. Era otra cosa muy diferente
a lo que fue.
Arregló un poco su polo, acompañados con unos joggers negros y
unos simples tenis Adidas. Abrió la puerta para encontrarse con un

285
muy animado morocho doblando algunas prendas que estaban
regadas en el sofá de la habitación.
—¿Cómo te sientes?—. Inquirió Zayn, poniendo sus ojos hazel sobre
su amigo.
Louis se sentó con cuidado en la camilla antes de responder—.
Desesperado por salir de este lugar.
—Ya nos vamos...—Zayn pareció pensarlo antes de soltar aquello—.
Sabes, fui a pagar la cuenta y parece que alguien se nos adelantó.
Louis suspiró.
De todas las personas que allí fueron solo conocía de una que
pudiese hacer algo así.
—Me imagino quien fue...—Respondió el castaño mientras
observaba a su amigo doblar una toalla.
—¿Ah si? Porque dudo que Styles haya sido.
—Fue Liam—. Dijo, viendo como Zayn se paralizaba por unos
segundos para luego volver a lo que estaba haciendo—¿Qué? ¿No lo
crees?
Claro que lo creía—. No lo sé, puede ser.
—Las enfermeras me contaron lo qué pasó, me dijeron que un chico
castaño estuvo dispuesto a recibir un disparo por ti.—Comentó. En
todo el mes después del suceso, no habían comentado esa parte ya
que Louis estaba muy ocupado sedado o muy débil para hablar.
—Fue Brandon—. Mintió.
—No lo fue, la descripción que me dieron no corresponde a
Brandon, ¿Por qué me mientes?—. Inquirió

286
—No lo hago—Suspiró—. De acuerdo, Payne se interpuso entre
Harry y yo ¿Y eso qué? —Dijo, Louis notó que parecía molesto.
—No me refiero a eso, Zayn.
El morocho paró en seco lo que estaba haciendo, sus ojos de pronto
se nublaron, sin embargo no podía ceder antes de indagar lo que
Louis sabía. Quizás no estaban en el mismo canal y Zayn no quería
meter la pata.
Se dio la vuelta una vez cerró la maleta, para mirar a su amigo quién
lo observaba de brazos cruzados tras de si.
—¿A que te refieres entonces? —Cuestionó. Observando directo a
los ojos azules.
—Es Liam ¿Verdad?... Liam es el padre de tu hija.
Las lágrimas salieron disparadas de los ojos hazel que se mostraban
tristes, descubiertos ante el mundo.—Lou..
—¡No me mientas! ¡No tu! —. Suplicó.
El morocho suspiró, diciéndose a sí mismo que desde un principio
no debió mentirle a Louis quien era el padre de su hija. Es solo que
quizás no estaba listo para admitirlo en voz alta.
Tomó asiento en el sofá detrás suyo, era hora de aceptar la verdad.
—Perdón— Tan solo dijo.
—No sé porqué nunca me lo dijiste.
—Por qué no estaba listo para afrontarlo, para decirlo en voz alta—.
Miró a los ojos azules, debía contarlo todo—. Fue el día de tu boda,
esa noche todos estábamos ebrios y Liam...— Juntó sus manos un
tanto nervioso—.Él me estaba coqueteando, siendo asquerosamente

287
lindo, tierno y divertido—. Limpió una de las lágrimas que rodó por
sus mejillas—. Cuando la fiesta terminó él me acompañó al auto, y
allí me besó. Fuimos a su departamento y pues, pasó.
—Nunca lo imaginé, ni me pasaba por la cabeza que hubieses tenido
un acostón con Liam.
—No fue un acostón—. Se puso de pie de repente caminando por la
habitación, se abrazó así mismo no queriendo mirar a Louis a los
ojos para decir aquello.—No fue solo sexo, él lo sabe y yo lo sé.
—¿Lo amas? —. indagó el ojiazul.
—Estoy con Brandon ahora.
—No fue mi pregunta.
—No. Amar es algo que va más allá, Louis. Y si, te aseguro que esa
noche vi la gloria en sus brazos, que me hizo sentir como si nadie
más fuese más importante que yo—. Cerró los ojos un momento
para recordar—. Pero Payne y yo no tenemos nada en común.
—Sabes que Liam no es igual a Harry.
—Lo sé, y no deja ser un cretino arrogante.
—Él golpeó a Harry para defenderme, Zayn. Quizás es todo eso pero,
mala persona no es. Nunca he visto a Liam dañando a nadie, al
contrario, es amable con todos y un tanto iluso, pedante y arrogante,
pero es buen muchacho.
La expresión en el rostro de Zayn era inexplicable, estaba
sorprendido y abrumado—.¿¡Por qué me dices todo esto!?
—Porque no es tarde para ti, Zayne.—Se acercó al tembloroso
morocho—. Dile la verdad a Liam, busquen a su hija. Él no permitiría
que Yaser les hiciera algo, puedes ser feliz.

288
—Eso no está a discusión—. Cortó. Ese tema no se tocaba porque no
era ni una idea a contemplar—. Tenemos que irnos.
Bajó la maleta de Louis del sofá tratando de obviar la conversación.
Agarró una gabardina negra y se la tendió al castaño, el mismo la
tomó aún con sus dagas azules clavadas en su mejor amigo.
Agarró la maleta y abrió la puerta encontrándose con una maraña de
pelo castaño y una sonrisa inocente. Liam.
El morocho retrocedió varios pasó—. ¿Qué haces aquí?
—Me contactaron del hospital, me dijeron que Louis quería verme.
La mirada hazel cayó sobre el pequeño castaño. Louis no podía
hacerle esto a él, no podía traicionarlo de esa manera cuando lo
único que ha hecho Zayn es apoyarlo contra viento y marea, siempre
a su lado. No podía ni imaginar que su mejor amigo cometiera tal
salvajada contra de él. ¡Nadie tenía el derecho que quitarle su
privacidad! Decirle aquello a Liam era una decisión que solo le
correspondía al morocho, a nadie más.
—No puedo creer que me hagas esto—. Le dijo en tu tono bajo,
mostrando lo dolido que estaba.
—No es lo que piensas—. Aclaró Louis—. Llamé a Liam para otra
cosa.
—¿Para que quieres verme?—. Saltó de pronto el castaño.
Louis metió sus manos en los bolsillos laterales de la gabardina.—Sé
que Harry sigue aquí, en colorado. Tengo entendido que libre bajo
fianza ¿Es así?
Liam y Zayn se miraron entre sí. Ya extrañados ante las
interrogantes del castaño.

289
—Así es—. Respondió—.¿Qué pasa?
—¿Dónde está?
—Se está quedando en el Hyatt Place. Si es lo que estás pensando te
recomiendo que no lo hagas.
—Ni creas que te dejaré ir a buscar a ese animal después de lo que
te hizo—. Zayn lucía molesto con la idea de Louis.
—Esto es algo entre Harry y yo, solo Harry y yo así que les pido, por
favor, que no se metan. —Regañó molesto. —Te veo en la casa, Zayn.
Pasó entre el medio de ambos chicos para poder salir de la
habitación, sin embargo, la voz de Liam le obligó a tenerse justo en
el marco.
—Vas a necesitar esto. —Le tendió una tarjeta negra, por la
numeración se pudo dar cuenta que era la llave de la puerta del
hotel donde estaban—. Suerte.
Louis la guardó y asintió para luego caminar lejos de ellos. Lo
próximo que sintió Liam fue un puñetazo en su hombro y una mala
mirada de Zayn. ¿Que diablos estaba mal con Payne? Como permitía
que Louis vaya a ver a Harry después de la salvajada que le hizo su
amigo.
—¿¡Que te pasa!?
Justo cuando intentó ir tras de Louis, Liam se lo impidió, tomándolo
fuerte del brazo.
—¿A donde crees que vas tú? No debes meterte en esto. ¿No crees
que si Louis decidió ir a ver a Harry por algo fue? Debes dejar de
decidir por él, Zayn.
Aquello fue una clara indirecta que Zayn no pasaría por alto.

290
—Eres detestables.
—Hace tiempo no decías lo mismo mientras...—Decidió callarse. No
era de esos que utilizaba las intimides para degradar a nadie.
Ya era tarde, ya le había puesto el fósforo a la gasolina.
—¿Mientras que? ¿Mientras me follabas? ¿Era eso lo que ibas a
decir? Pues felicidades, solo déjame recordarte que no fuiste el
primero ni último, así que deja de sacar esa mierda a flote y de
vanagloriarte como si fueses el puto amo. —Le insultó, ya estaba
harto de ocultar las cosas. De no ponerle a nombre a lo qué pasó esa
noche porque si lo tiene.—He tenido mejores polvos, Liam.
Eso tocó algo en el orgullo del castaño.
—No fui el primero ni el último, pero fui único y tú lo sabes. —Cortó
la distancia entre él y Zayn.—Porque apostaría toda mi fortuna a
que tu piel todavía me recuerda.
—Si tu pene fuera tan grande como tu ego, probablemente lo haría.
—Le dijo antes de marcharse de la habitación sin mirar atrás.
***************
El taxista aparcó frente a lujoso Hotel donde su verdugo
seguramente estaría con alguna puta de turno.
Muchos se preguntarían porque estaba allí. La respuesta era simple,
terminar.
La historia de terror que había vivido con Harry acababa aquel día,
en ese instante. Ya no era ni las migajas del Louis que fue. Harry le
había destrozado la vida, desde siempre. Louis le devolvió todos los
golpes en un solo tiro, asi que estaban a mano, ya era momento de
terminarlo todo. Por eso estaba ahí, justo frente a la puerta de su

291
habitación, sin miedos ni arrepentimientos. Abrió la puerta con la
llave que Liam le había dado.
La suit presidencial estaba en penumbras, a dura penas la claridad
de la ventana atravesaba las cortinas. De balcón no entraba ni el más
fino rayo de luz, cerró la puerta tras de sí y se invitó a entrar, pasó
tras paso observaba toda la pulcra habitación, su perfecto estado
daba a relucir que lo habían limpiando recientemente o Harry no ha
amanecido allí en un largo tiempo.
Encima de la cama reposaba una manta amarilla que conocía
bastante bien, su corazón dio un vuelco ante de que sus manos la
tomaran y la acariciaran cual valioso tesoro era. ¿Estará bien?
Preguntaba su alma a puros aullidos de dolor, sabía que no había
hecho lo correcto pero si lo que era mejor para todos, en especial
para él. ¡Mierda! Cuanto quería derrumbarse a llorar en ese
momento.
—Quita tus asquerosas manos de ahí—. El gruñido por parte de
Harry hizo eco en toda la habitación, en otros tiempos las piernas de
Louis hubiesen templado del miedo, ya no. La luz de la habitación se
encendió, dejando ver a un muy molesto rizado.
Ya no le amaba, ya no le odiaba, ya no le temía; ya no sentía.
Dejó la cobija nuevamente en su lugar para darse la vuelta y
encontrarse con el impecable magnate Harry Styles. Siempre
elegante con pantalones finos de color negro y uña simple camisa
blanca, su pelo corto pero revoltoso y esa mirada que era la puerta
al Hades.
—¿Qué haces aquí? ¿No te golpeé lo suficiente? —Se acercó
temerario al castaño, quien sus ojos nunca dejaron de ver al rizado.
—Me golpeaste lo suficiente, me has venido golpeado lo suficiente,
Hazza.

292
Harry frunció en ceño ante tal apodo.
—¿Cómo me llamaste?
—Hazza—.Repitió con una calma asombrante—.Así solía llamarte a
escondidas.
Se acercó al bien firme cuerpo de Harry, eliminando la distancia
entre ambos.
Tampoco se cohibió de acariciar la melena castaña que ahora estaba
corta, mirando con dagas a los ojos azules de Louis.
—Mi Hazza.
—¿Cuál es el juego?—. No detuvo la mano de Louis.
—Ninguno—.Volvió a establecer la distancia entre ellos—. Solo
quiero que hablemos.
—¿Dónde está mi hija? Acabo de llegar de la policía y saben quien se
le llevó. —Fue al bar de la habitación y se sirvió un vaso de Coñac—
.He contratado a los mejores investigadores y te juro que la voy
encontrar.
—Bien—. Asintió con calma—.Hazza puedes hacer lo que quieras. —
Hizo una pequeña pausa.—Mi Hazza.
—No soy tuyo y deja de llamarme así—.Sentenció. Molesto por la
extraña situación.
—Si lo eres, eres mío y hasta ahora me di cuenta—. Sonrió.
Harry sintió impaciencia ante la estaca que poco a poco Louis iba
clavando en él. Pero ese no era el plan, ni la razón para aparecerse
frente al rizado.

293
—Descuida, no vine a sacarte eso en cara, mi amor. Vine a que nos
quitemos las máscaras.—El rostro serio, ojos azules que ya no
brillan más.—No sé que pretendías desde un principio con esta
historia, tampoco quiero escucharlo.—Suspiró, observando con
detenimiento los ojos verdes. — Pero este será nuestro punto final.
Hoy termina la historia de Louis y Harry. Dentro de unos meses
volveré con mi esposo y te quiero fuera de nuestro matrimonio, de
mi vida.
Harry río.—¿ Y nuestra hija que? ¿Dónde la llevaste Louis?
—¿Qué hija? —Cuestionó sin ninguna línea de expresión en su
rostro.
—Habló enserio, Tomlinson.
—Tu y yo no tuvimos ninguna hija, Harry. ¿Qué hablas?
—!No puedo creer que hagas esto!—El mayor se estaba alterando
ante el descaro de Louis.—Luke sabrá la basura que eres.
—Hazlo, y te juro por lo más sagrado que te hundo—. Louis se
acercó varios pasos al mayor.—Te destruyo. Tu no me conoces
ahora, Styles. Así que te lo voy a volver a repetir; destruyes mi
matrimonio y acabo contigo.
—No te tengo miedo—. Sujetó con fuerza la mandíbula de Louis. En
otro tiempo Louis hubiese llorando ante el agresivo agarre, pero
ahora no, en ningún momento su rostro mostró algún signo de
inquietud—. Gente con más poder que tu lo han intentado ¿Cuál es
tu ventaja?
Louis sonrió levemente—. Que nadie en este mundo te conoce como
yo. —Se acercó al punto de que sus alientos se rozaban— Que nadie
más que yo, sabe cuál es tu punto débil. Y no voy a dudar ni un
segundo en clavar el cuchillo justo allí, y revolverlo.
294
Harry observó las orbes azules, frías —¿Aún si tengas que
apuñalarte primero?—Preguntó retador.
—Aunque tenga que pasar el cuchillo a través de mi cuerpo.
De todas las promesas que le habían hecho al rizado durante toda su
vida, aquella fue la única que le causó un escalofrío enorme. La
manera en la que una torrencial tormenta se armaba en su interior
era algo que, aunque pateara su orgullo admitirlo, solo Louis había
podido causar. Deseaba con cada fibra de su cuerpo tomar a Louis
allí mismo, hacerlo suyo como siempre ha sido desde el comienzo de
esa historia tan incierta para ambos.
Porque incluso si la tierra se abriese sobre sus pies, si el sol se
apagase en plena tarde, si el infierno subiera a la tierra, no mentiría.
Porque la única verdad entre ellos dos era que se pertenecían el uno
al otro y su hija. Harry estaba nublado por la soberbia y Louis por el
dolor.
Cuando el mayor aguantó el impulso de estampar sus labios contra
los de Louis; el más bajo volteó el rostro y empujó el gran cuerpo de
Harry lejos su espacio personal, con la sangre hirviéndole tal lava en
pleno volcán.
—No.—Dijo Louis.
Y cuando el mayor le iba a replicar uno de sus hombres irrumpió en
la habitación mostrándose alterado.
—Clark ¿Qué te he dicho sobre entrar sin avisar?
—Lo siento señor, debe ver esto—. El hombre tomó el control
remoto y encendió el televisor, sintonizando el canal británico.

295
"Y en otras noticias, tenemos el reportaje de Sabrina Galber desde la
mansión de la familia Styles, quienes esta mañana fueron encontrados
asesinados en el interior de su vivienda. Adelante Sabrina"
El rostro de Harry tenía una expresión que Louis nunca había visto.
Tomó asiento en el borde de la cama sin quitar sus ojos de la
pantalla plana, no sentía su pulso.
"Así es Rhode, esta mañana fueron encontrados muertos los señores
Angeline de Styles y Des Styles, también un hermano del señor Styles el
cual fue reconocido como Antón Styles. Las muertes fueron reportadas
esta mañana por una ama de llaves. Al parecer el hermano y la esposa
del magnate Des Styles fueron acribillados a tiros mientras que el
magnate fue decapitado. La policía informa que claramente se trata
de una venganza y esperan dar pronto con los sospechoso. Esto es todo
mi parte, retorno contigo Rhode"
El televisor fue apagado por el guardia de Harry, quien se quedó allí
esperando una orden de su superior. Las lágrimas brotaban de los
ojos de Louis ante tal aterrador acto. No sabía si debía irse o por
humanidad, quedarse. El rostro de Harry era un mar de
indescifrables emociones, nunca fue apegado a su familia, tuvo
muchos lujos de los cuales no se podía quejar, sin embargo, no tuvo
una madre que lo arrullara en las noches cuando tenía frío, no tuvo
un padre que le enseñara a conducir, ni tampoco un tío que le diera
regalos en navidad. Su vida siempre fue una anarquía, excepto
cuando llamaba la atención de sus padres al hacer algo que no
contaba con su aprobación.
No, no era un niño mimado de familia, pero no dejaban de ser su
familia. Su maldita familia asesinada y claro que aquello era un
crimen de venganza y ya tenía varios sospechoso en mente.

296
—Me informan que el señor Hyle fue por señorito Blake al colegio
para llevarlo a un lugar seguro. Señor tenemos que salir de aquí—
.Habló Clark un tanto impaciente.
El celular de Louis sonó en su bolsillo. Se apartó un poco para ver
identificador de llamadas, y obvio que sería Zayn, tenía ese numero
hace unos cuantos meses.
—¿Zayn?
—¿¡Louis!? ¡Gracias a los cielos me contestas! ¿Dónde estás?—. El
morocho sonó atormentado.
—Estoy con Harry en el hotel ¿Qué pasa?
—¡Pasa que quemaron nuestra casa, Louis! ¡Todo está en llamas!
A Louis se le trancó la respiración por un momento. ¿Qué coños
estaba sucediendo?

297
Capítulo 20

Even angels have their wicked schemes


And you take that to new extremes
But you'll always be my hero
Even though you've lost your mind
Afterlife: Part II

—¿¡Qué!? ¿Tu dónde estás? —Indagó con el corazón en la mano.


—Estoy con Liam, él me siguió y cuando llegué a la casa todo estaba
en llamas. —El morocho realmente se escuchaba nervioso al otro
lado de la linea y por los cielos que Louis estaba ahogando el llanto.
—Louis, soy Liam—. La voz del castaño sonaba excesivamente
preocupada— Tienes que sacar a Harry de allí ¿Dónde está? ¿Ya se
enteró?
—S-si , él está aquí y está en algún estado de shock.
—Escucha, tienen que salir de ahí cuanto antes, Clark sabe a donde
llevarlos. No confíen en nadie Louis, voy con Zayn al mismo lugar—.
Se escuchó el claxon de un vehículo.— Ahora.
La llamada cayó y Louis nunca se había sentido tan perdido. ¿Por
qué? era lo único que su mente podía articular. Tenía que seguir las
instrucciones de Liam, estaban en peligro y Harry tampoco estaba
en sus cinco sentidos.
El ojiazul se acercó al todavía perdido rizado, quien mantenía su
vista en un punto de la habitación mientras que el guardia le

298
aconsejaba desesperadamente que debían marcharse del lugar; se
puso de rodillas para estas a su misma altura.
—Harry—. Louis tomó el rostro del rizados con ambas manos
buscando que el susodicho pusiera su mirada en él—. Harry ¡Maldita
sea! —Seguía sin mirarlo a pesar de lo intentos del menor—.
Escucha, tenemos que salir de este maldito lugar y tu no ayudas.—
Aun su mirada seguía perdida y la desesperación de Louis
aumentaba cada segundo que pasaba.
—Señor debe levantarse, por favor, usted es más fuerte que esto—.
Articuló Clark en un vago intento por reconfortar su jefe.
—Claro que eres más fuerte que e-esto— Admitió. La melodiosa voz
del castaño se comenzaba a quebrar—. Harry, tu eres más fuerte que
esto.—Sus manos temblorosas tocaban el rostro del rizado,
buscando alguna respuesta por parte de este—. Harry, por favor,
reacciona ¡Maldita sea!
Louis se volvió a levantar tirando de su cabello hacia atrás por lo
frustrado que comenzaba a estar, Harry no reaccionaba, no hacía
nada y a ellos se les acaba el tiempo, aparte de que era un manojo de
nervios. Más bien, entendía que el rizado hubiese entrando en ese
estado, la noticia fue como un balde de agua fría, incluso si nunca fue
alguien unido a su familia, eran sus padres y su tío.
—Señor Tomlinson, tengo que sacarlos que de aquí, no tenemos
tiempo, no más—. Presionó el guardia.
Louis volvió a mirar la expresión perdida de Harry, no sabía que
hacer. Bien podía largarse y dejar al rizado, nadie lo ataba allí, pero a
pesar de lo mucho que odiase al más alto, no podía abandonarlo en
ese momento ni en esa situación, ya que estaban metidos en ello
juntos; por algo incendiaron su casa ¿No?

299
Se colocó frente al rizado nueva vez, debía hacer el último intento.
—No sé que está pasando, pero no puedes hacerte el hijo de perra
sentimental cuando claramente te quieren asesinar—. Sus orbes
celestes se llenaron de lágrimas—. Estamos en peligro, así que te
pido por favor, que te levantes... —Su voz no salió más, se
quebrantó.
—Darsie... —. Susurró Harry, volviendo a pasos lentos en si.
Llamando la atención del castaño.
—Blossom—. Llamó Clark a través de la radio, nadie contestó—
¡Blossom responde! —. Interferencia, nada más que estática.
Clark tomó su celular y marcó. —¿Gutiérrez? Que.. ¡Gutiérrez! —. La
llamada cayó. El rostro de Clark solo era preocupación—. Están
muertos... están aquí.
De pronto el rizado volvió en si, la rabia que había estado
acumulando durante el estado de shock era que lo manejaba en ese
momento, una ira cegadora en un vals nocturno con la sed de sangre
albergaban en su interior. De una de las gavetas en la mesa de noche
a su derecha, sacó una uzi calibre 9mm. La razón la tenía
completamente nublada, por lo que decidió que los esperaría justo
ahí, quería verles las caras a esos hijos de perra y luego, reventarlos
a balazos.
—Clark, llévate a Tomlinson—. Ordenó, su voz sonó más profunda
de lo habitual.
—¿Y usted?
—Yo esperaré a esos hijos de perra—. Cargó el arma.
—Señor, con todo respeto, lo va asesinar—. Espetó el hombre,
preocupado por su jefe.

300
—Y me voy a llevar al infierno a un par de ratas. Louis, vete con
Clark—.Ordenó nuevamente. —Clark, ahora.
El hombre vestido de negro no tuvo otra opción que obedecer, su
trabajo era cuidar del rizado, más este había tomado su decisión y
no podría ejercer presión sobre la elección de su superior.
El susodicho tomó el brazo de Louis para guiarlo a la salida sin
perder tiempo. Sin embargo, cuando intentó sacar al castaño este se
resistió, negándose rotundamente a la medida orden de Harry. Zafó
su brazo del agarre de Clark y con enojo, empezó a sondear las
mesas de noche de donde Harry había sacado su arma, y justo en la
mesa de la izquierda encontró una M1911, la cual, empuñó sin
pensarlo dos veces.
—No iré a ninguna parte—. Manifestó.
—Louis...—Harry intentó reclamar.
Louis le interrumpió.
—No intentes persuadirme—. Se acercó al ojiverde—. No saldré de
esta habitación sin ti. Ya tengo suficiente cargo de conciencia como
para agregarle tu muerte.
—Tanto me odias y vas a morir por mi.
—No por ti.. pero si contigo—. Corrigió.
Vio como Louis quitó el seguro del arma y tomó posición. Algo
dentro de Harry se movió, en su pecho sentía un calor inquietante
que no se apagaría tan fácilmente, era un torrente de emociones
bailando en las sombras de un corazón que nunca le enseñaron lo
que es correcto. Un corazón que latió por primera vez en aquella
clase de química, una razón que se perdió en el infinito azul de unos

301
hipnotizantes ojos llenos de sueños e ilusiones que el mismo, se
encargó de pisotear.
¿Tanto sacrificio para permitir que el ojiazul muriera ahora en las
manos de sus enemigos? No transigiría ante tal cosa.
—Vamos—. Accedió, sorprendiendo a Louis.
El menor asintió y Harry antes de ponerse en marcha sacó un bulto
gris del closet. Louis no preguntó. A pesar de la rapidez con la que
debían marcharse, Harry no dudo en antes de salir, tomar la manta
amarilla que reposaba en la cama, era lo único que le quedaba de su
hija y no le dejaría atrás.
Metió la manta dentro del bulto gris que tenía. Aquello era suyo y
solamente suyo. El castaño ojiazul no dijo nada. Entendía.
Los tres salieron al pasillo del hotel, no había moros en los
alrededores pero debían ser rápidos. Tomar el ascensor no era una
opción así que optaron por las escaleras de emergencia, Clark tomó
la delantera para poder disparar a cualquiera que viniese subiendo;
Harry le seguía poniendo a Louis tras él mientras bajaban lo más
rápido que podían. Las manos del pobre chico de ojos azules
temblaban, jamás en su vida había empuñado un arma y justamente
tenía que estar con Harry para poder hacerlo. No sabía ni cómo
disparar, apenas podía controlar la ansiedad que lo llenaba su
cuerpo; la preocupación por su hija comenzó a carcomer en su
mente ¿Estará bien? ¿Dónde estará? ¿Y si esos desaprensivos se
enteraron y ahora querrían hacerle daño? ¿Y si le hicieron daño?¿Y
si...?
Tantas preguntas le hicieron un hueco en el pecho y un nudo en la
garganta. De pronto las escaleras se empezaron a mover, su visión
se tornó borrosa; tuvo que detenerse y apoyarse en la pared más
cercana mientras luchaba por que sus pulmones recibiesen aunque

302
sea una mínima migaja de aire; luchar por aquello dolía. Algo estaba
atascado en sus pulmones, tenía que sacarlo como sea, y a causa de
esa horrible sensación empezó a golpear su espalda contra la pared
sin para, llorando, hiperventilando, era un total desastre. Su mente
se había vuelto su peor enemiga, repitiéndole que todo pasaba por
su culpa, que su hija pudiese estar en manos enemigas o peor...
El rizado dio la vuelta al ver el estado en el que había entrado Louis.
—Hey hey—. Arrebató el arma que Louis tenía empuñada y se la a
Clark para poder sujetar con fuerza el rostro de Louis—. No es el
momento para que entres en un jodido ataque de pánico
¿Entiendes?
Louis lo escuchó, lamentablemente aquello era algo que estaba fuera
de sus manos, totalmente fuera de su control. El dueño de las orbes
verdes obligó al de las azules a que lo mirara directo allí.
—Puedes controlar esto, contrólate—. Louis negó mientas las
lágrimas seguían rodando por sus mejillas— Escúchame—. Harry
apretó el agarre en el rostro de Louis—.¿Confías en mi?
Louis negó como respuesta a la pregunta, cosa que logró sacar una
pequeña risilla en Harry contagiándose a si mismo. De pronto, su
respiración no se sentía tan forzada y sus manos ya no temblaban
tanto, su espalda dolía. En el momento en que Harry supo que se
había calmado, se atrevió a tomar la mano de Louis y entrelazar sus
dedos. El menor no puso resistencia y con una mirada le indicó que
siguieran, que podía. Incluso si no lo admitiera en voz alta, muy en
su interior, el si confiaba en Harry para lidiar con situaciones como
esas. ¿Por qué a pesar de todo el mal que ha hecho? La contesta a
eso era que, Louis conocía a Harry, sabía los inexistentes alcances
del rizado, que era la persona más deplorable que haya podido
conocer. Pero, tenía la experiencia y la falta de escrúpulos para

303
liderar situaciones como que esa, sin contar que, básicamente, ese
era su mundo.
Bajaron las escaleras, llegando hasta la parte de atrás que daba al
parqueo. Un hombre se avecinó hasta ellos en un mercedes gris;
Clark no sopesó dos veces antes de dispararle al vehículo justo en la
bomba de gasolina, consiguiendo que fuese arropado por una
estruendosa explosión. No se detuvieron hasta llegar a una Tahoe
negra que aguardaba a tan solo unos metros.
Clark de inmediato quitó el seguro para que pudiesen entrar, los
disparos no se hicieron esperar. Louis abrió la puerta trasera y
entró, y justo cuando iba a ser seguido por Harry, una bala llegó
primero e hirió al rizado en el brazo.
—¡Harry!—. No supo de donde sacó fuerzas para halar al rizado
dentro del vehículo y cerrar la puerta, tiró el bulto que llevaba en la
mano hacia la parte detrás del vehículo.
Clark bajó la ventana mientras disparaba a diestra y siniestra para
poder sacar auto de allí. No se hizo esperar, piso el acelerador a
fondo y salió del estacionamiento siendo perseguidos por miles de
disparos que luego fueron disipándose debido a la distancia.
—¡Mierda!—Se quejó del dolor entretanto sujetaba con su otra
mano la herida sangrante.
Louis prestó atención al brazo sangrante de Harry.—Quita tu mano,
déjame ver la herida—. Pidió acomodándose.
—¿Aquí es d-donde me dices que tu madre es enfermera?—. Soltó
aquello sin medir la magnitud de sentimientos negativos que
causaba aquel recuerdo en Louis.
—Solo quita la mano—. Se limitó a pedir nuevamente.

304
Harry quizás revolvería esa sopa luego, por ese instante, lo único
que deseaba eran unos analgésicos y alcohol para poder disipar el
dolor. Apartó la mano, dejando que Louis diagnosticara que tan
profunda era la herida.
—Aquí hay algunas gasas y una botella de vodka—. Ofreció Clark.
—Bien—. Agarró las gasas y la botella de vodka—. Necesito limpiar
la herida para ver la profundidad. Así que te voy a pedir que no te
muevas.
Destapó la botella de vodka, untó algo del liquido en las gasas y ni
siquiera preguntó antes de presionar contra la herida sacando un
alarido de la boca del rizado. El mismo le arrebató al castaño la
botella de sus manos para luego darle un largo trago.
Louis ignoró ese lamentable hecho y continuó limpiando con
cuidado la herida, tragándose el cruel déjà vu que volvía añicos su
estómago. No eran los mismos tiempos, se dijo así mismo. Aquello
sucedió hace un poco más de 6 años, ahora era un adulto con un
maravillo esposo y nada que deberle a Styles. No dejaría que eso lo
agobie.
Limpió la herida viendo que no era realmente profunda, sino tan
solo un roce de bala.
—Quítate la camisa—Le ordenó mientras desenliaba un gran poco
de gasas, envolvería el brazo de Harry para detener el sangrando.
—No sé si te diste cuenta pero, no puedo mover mi brazo izquierdo,
está sangrando.—Utilizó ese despreciable sarcasmo que ponía de
puntas los nervios de Louis.
—Tienes dos manos—. Ni siquiera levantó la vista de lo que hacía.
—Con la otra sostengo la botella.

305
Definitivamente no iba a discutir con Harry. No estaba con el ánimo
y la verdad, quería terminar de eso cuanto antes para ver si así se
disipaba el nudo que tenía el estómago . Procedió a quitar uno por
uno los botones de la camisa de Harry, luciendo lo más profesional
posible. Los ojos verdes no dejaron de inspeccionar los movimientos
delicados del castaño ni un segundo mientras deslizaba su camisa
hacía bajo para retirarla de una vez por completo.
Tomó la gasas para nuevamente limpiar lo que restaba de sangre
saliente, y procedió a envolver el brazo de Harry con la malla, una y
otra vez hasta el brazo estuviese vendado completamente.
Dio gracias a los cielos una vez terminó. No dudo en poner distancia
entre él y un próximamente alcoholizado Harry; recogió todo y lo
ubicó debajo del asiento mientras que se sentaba al otro lado del
vehículo, dejando un asiento de por medio.
Se acomodó un poco, una vez con la adrenalina fuera de su cuerpo,
empezaba a sentir la molestia de la herida palpitándole en su
abdomen bajo. Cierto era que sana estaba, pero no del todo. Llevó su
mano hasta la zona herida entretanto respiraba para calmar las
palpitaciones, jodida mierda.
Harry no pudo hacer caso omiso ante eso, sin embargo, decidió que
no se molestaría en preguntar. Sería un descaro de su parte ya que el
principal causante de ello era él. Siguió tomando de su botella,
quería dormir hasta que llegaran a Montana, sabía perfectamente a
donde iban. Era un viaje de aproximadamente 12 horas, debían
descansar.
.....
Londres, UK.

306
Un pequeño pelinegro con pecas en el rostro se encontraba
completamente perplejo mientras era llevado por Luke a otro lugar.
Cuando vio a Luke irrumpir en sus clases de español, supo que algo
grave estaba pasando. El mayor no vaciló en sacarlo de allí, de
hecho. Incluso, minutos después de enterarse de la muerte de los
padres de Harry, no pensó en nadie más que en Blake. Empacó un
par de cosas rápidas y salió como alma que llevaba el diablo para al
colegio del menor, sabía lo que tenía que hacer y proteger a Blake
era una de esas cosas.
Se alejarían lo que más pudiesen de Londres , quizás a las afuera de
la ciudad estaría bien. Ni siquiera había hablado con Harry, conocía
al rizado y lo más probable es que le debía estar dando igual la
noticia, sin embargo, eso no quitaba que de seguro, buscaría
venganza, algo más por honor que por amor.
Blake iba callado en el asiento del copiloto, no había pronunciado
una sola sílaba desde que Luke le dio la noticia, no había llorado, ni
gritado, nada; solo se quedó perplejo.
Luke tampoco quiso insistir, debía darle su espacio y esperar a que
el chico se sintiera listo para expresar sus sentimientos. La verdad,
ni el ni Harry ni su otra hermana habían sido apegado a sus padres.
Gemma, la mayor de los Styles, se marchó de casa cuando tan solo
tenía 16 años, luego de una pelea con su madre. Nadie supo nunca
nada de ella y Angeline tampoco se interesó en buscar a su hija. Lo
último que supieron de ella era que Harry la había frecuentado
varías veces mientras estaban en la universidad, luego de eso, la
chica desapareció de la faz de la tierra.
Por suerte nadie los seguía, iban en la carretera que salía de
Londres, conocía todo los escondites de los Styles y justo se dirigía a
uno de ellos; luego se encargaría de llamar a sus guardias para

307
doblar la protección, por el momento, su principal faena era
mantener a salvo al chiquillo a su lado.
—Blake ¿Tienes hambre? — Cuestionó en la forma más sutil que
encontró —. Podemos pararnos por algo en la carretera.
El chico ni siquiera se inmutó. Luke comenzaba a preocuparse
severamente, sabía lo explosivo que era Blake y aquella conducta
simplemente no era normal en él.
—Blake —. Volvió a llamar.
El chico giró la cabeza para clavar su tristes ojos marrones oscuros
en Luke.
—¿Dónde está Harry? —Preguntó.
—No lo sé, creo que está en Barcelona, hace varias semanas que no
sé de él —. Respondió, realmente comenzaba a preocuparse por el
paradero de su amigo.
—¿Estoy solo? — Esa pregunta partió en mil pedazos en corazón del
mayor —. Digo, mis padres no eran los mejores padres del mundo
pero, eran mis padres y ... — La voz de Blake no dio para más.
Luke en un movimiento rápido aparcó el auto en la orilla de la
carretera. Agarró las manos de Blake y obligó a este a que lo mirara
directamente a los ojos.
—Escúchame muy bien Blake Evan Styles; mientras yo viva.—Llevó
una de sus manos al blanquecino rostro del chico, brindando allí
dulces caricias que no se negó a aceptar —. Tu nunca vas a estar
solo. Me tienes y me tendrás para toda la vida ¿Entiendes eso?
—Tu tienes a tu esposo y...

308
—¿Ves a mi esposo por algún lado? —Preguntó, obteniendo una
respuesta negativa por parte del chico—. Yo tampoco. Tu siempre
has sido importante para mi, pequeño diablillo. No vuelvas a decir
que estás solo porque me voy a olvidar que eres menor y voy a
patear tu trasero ¿Entendido?
Blake sonrió a medias. En su interior, agradecía infinitas veces
porque Luke ha sido él ejemplo de bondad en su vida. Fue la primera
que le enseñó a decir "Por favor" y "Gracias"cuando apenas era un
pequeño de 6 y Luke de 13.
El menor no dudó ni un segundo en entregarse a los brazos abiertos
de Luke, para recibir ese sincero cariño.
—Te quiero. ¿Lo sabes?
Y para Blake, aquello hubiese sido la gloria. Escuchar esas palabras
por parte de Luke si tan solo fueran de otra manera o por lo menos
significará otra cosa. Pero no, no era tan imbecíl como para crear
esperanzas sobre un crush que no llegaría a nada. Luke le quería
como un hermano, nada más y bien había aprendido a conformarse
con eso.
El chiquillo rompió el abrazo, acomodándose nuevamente en su
lugar.—Vamos.
Luke le revolvió un poco el pelo antes de volver a poner el auto en
marcha. Les esperaba un largo viaje.

309
Capítulo 21

Loved me with your worst intentions.

Afterlife: Part III


Casper; Wyoming
EE.UU
El pueblito de Casper era algo que Zayn nunca había visitado. Las
luces de aquel humilde lugar iluminaban las calles por donde pocas
personas transitaban, algunas llevaban lo que parecía bolsas de
supermercados. Los grandes abrigos indicaban que ya el frío se
encontraba a la vuelta de esquina debido a los grandes bosques que
rodeaban el lugar.
Iban en el vehículo de Liam ya que Zayn tuvo que abandonar el suyo
en lo que alguna vez fue su casa. Ahora no era más que pozo de
ruinas y cenizas; se había encariñado con el lugar, al punto de que,
varias veces, tanteó la idea de quedarse allí junto con Brandon,
olvidarse de todo; de sus padres, de sus hermanas, de sus amigos; y
quizás, de ella. Aunque lo último fuese imposible.
Su celular paró de sonar hacía tan solo unas cuantas horas y en el
identificador solo se podía leer el nombre de Brandon, no lo culpen
por favor, no contaba con el valor suficiente para decirle al hombre
que tanto quería que posiblemente nunca se volverían a ver; su voz
no iba salir cuando tuviese que despedirse. ¿¡Y como le diría que iba
en el auto de Liam a un lugar que no conocía!? De no ser por su casa
incendiada, pudiese creer que se escapó con el castaño.

310
En todo el camino, no era que hubiesen entablado una conversación
decente. La verdad, no habían dicho más que unas cuantas palabras;
luego de eso, Zayn se durmió y Lia m se limitó a conducir. Llegaron a
ese pequeño pueblo donde Liam lo aprobó como un buen lugar para
pasar la noche, era pequeño y lahumilde, parecía que no habían
evolucionado después de los 90's y estaba bien.
—Podemos pasar la noche aquí, estoy buscando un motel—. Dijo
mientras conducía despacio por el pueblo buscando un lugar
agradable.
Zayn, quien antes estaba muy ocupado mirando por la ventana,
clavó sus orbes hazels sobre el castaño.
—No pasaré la noche contigo en un motel— Protestó.—Nunca en mi
vida he ido a un motel—Confesó con cierto desdén en sus palabras.
—Y yo no pienso conducir toda la noche porque a la princesa no le
da la gana de ir a un motel—. Replicó del mismo modo.
Justo que iba a replicar el teléfono de Liam que empezó a timbrar,
mostrando en el identificador de llamadas el nombre de su
prometida y el alivio en el rostro del castaño fue algo que Zayn no
pasó por desapercibido.
Liam contestó, poniendo el altavoz en el radio del auto:—¡Amor! Te
he estado llamando como loco toda la tarde ¿Dónde estabas? —La
angustiada voz de Liam era algo que Zayn, en todo los años que lleva
conociendo a Liam, nunca había escuchado.
—Li, seguía México con Sabrina cuando me enteré de lo qué pasó,
nos regresamos en el Jet del su esposo y, fui a la casa y vi que no
estabas, salí a casa de tus padres y dejé el celular en el auto. —La
chica sonaba abrumada.

311
—Lo sé, me regrese a Estados Unidos ayer en la noche, perdón no
avisarte.
—No te preocupes mi amor, yo estoy bien y tus padres están bien.
¿Dónde estás tú?
—Estoy con Zayn, vamos a un lugar más seguro y nos
encontráremos con Harry—Respondió.
—Bueno, por favor mantente en contacto conmigo ¿Si? Me muero si
te pasa algo.
—No me pasará nada. Amor, quédate en casa de mis padres, allí
estás más segura y en cuanto pueda te llamó. Te amo.
—También te amo— Respondió la rubia al otro lado de la línea
antes de que todo quedara en silencio.
Zayn no dijo nada al respecto. No tenía nada para decir.
Liam aparcó el auto en el estacionamiento de lo que parecía un
hotel, no era 5 estrellas pero de seguro era más decente de cualquier
motel de 5ta.
—Tienes suerte que encontré este hotel—. Comentó.
—No me importa—. Fue lo primero y lo único que llegó a la cabeza
del morocho. No estaba de ánimo para seguir discutiendo con el
castaño.
Ambos bajaron del vehículo, por suerte Zayn se había quedado con
el bulto que contenía la ropa de Louis, vería que podría probarse de
ahí . Por su lado, Liam tenía una mochila llena de algunas prendas
que se le había olvidado sacar del auto.
Se encaminaron a la pequeña recepción del hotel, la cual, no tenía
un gran flujo de personas; con suerte, unas dos o tres.

312
Efectivamente, el lugar no era para nada lujoso. Los muebles del
lobby eran de 2da mano y algo deteriorados. Había una pequeña
cafetera sobre una mesa algo vieja con algunos utensilios a su lado.
Varios cuadros decoraban las paredes, dándole al lugar un ambiente
más hogareño. Una gran lampara antigua iluminaba el salón y los
piso alfombrados de un color vintage. Zayn enserio esperaban que
aquel lugar fuera mejor que un motel.
—Iré a regístranos. Espérame aquí. —Comunicó el castaño.
Recibiendo un asentimiento como respuesta por parte de Zayn.
Vio a Liam acercarse al mostrador, donde una joven de pelo rojizo
pareció encantada de atender a Liam, a juzgar por su sonrisa y
porque de pronto varios botones de su camisa desaparecieron. Oh
cielos.
¿A caso Liam le estaba coqueteando o le pareció? La risa de la chica
era tan fingida que irritó los tímpanos del morocho.
La indignación llenó el sistema de Zayn. ¿Cómo era posible que le
estuviese coqueteando a esa chica cuando le acaba de decir a su
novia que la amaba? Era un cerdo asqueroso mujeriego mentiroso
hijo de .... suspiró. Y eso, que estaba empezando a odiar un poco
menos a Liam. Vio como la chica escribía algo en un papel, a lo que
Zayn supo, que era su número y como el castaño lo recibió a gusto.
Hijo de perra, pensó. Y claro que el recordaba cómo sacar a Liam de
quicio.
Caminó hasta al lado del castaño y se enganchó de su brazo con la
más grande sonrisa que pudo fingir.—Amor ¿Ya tienes nuestra
habitación? —. Miró a la chica fingiendo que no había visto nada.
La cara que dibujó la pelirroja era algo que Zayn nunca olvidaría.
—Zayn ¿Qué haces?—Preguntó entre dientes. Lo golpearía, por los
cielos que lo haría.

313
El morocho acarició el castaño cabello de Liam como muestra de
"Afecto" —Los niños y yo nos cansamos de esperar, ellos subieron y
vine a buscarte.
Liam quería morirse, pensándolo bien. Debió dejar al morocho en
Colorado.
—Ah ¿Tienen hijos?—Preguntó la muchacha mirando a Liam con
furia.
Liam iba a responder pero Zayn se adelantó:—¡Si! Dos de hecho.
—¿¡Ah si!?—Espetó nuevamente, Liam juraría que estaba a punto de
clavarle el lapicero en la garganta.
—¡Si! —Exclamó con una emoción fingida. La mirada furiosa de
Liam se posó en el morocho a su lado, indicándole que se callara.
Aquello motivó todavía más a Zayn—. Tenemos un varón—. Miró a
Liam retador.—Se llama James, deberías verlo, es adorable—
¿Cuantos años de cárcel dan por un homicidio involuntario? Se
comenzaba a preguntar el castaño. De pronto, algo cambio en el
semblante de Zayn—Y una niña.—Miró a los ojos de Liam—.
Tenemos una hermosa niña, se parece mucho a Liam.
—Ah ¿Y cual es su nombre? —Preguntó la muchacha.
—Zalia—. Respondió sin pensar—Su nombre es Zalia.
Eventualmente, quise ponerle Zaria que significa rosa pero...—¿Que
estaba haciendo?—Decidí que sería genial cambiar la R por una L y
así sonaría como si combináramos nuestros nombres.—Zayn no
dejó de mirar a Liam ni por un segundo mientras este el olo hervía
de rabia ante la cantidad de mentiras que el morocho le inventaba a
la chica.
—Bueno, me alegro que tengan una linda familia.—La muchacha de
nombre Fernanda, le arrebató de las manos el papel que
314
anteriormente le había entregado al castaño con su número
telefónico. Le tendió la llave de la habitación a Zayn—Feliz noche.
Abandonó el lugar por una puerta con un cartel escrito de "Solo
Personal Autorizado" dejando a Liam sorprendido.
El morocho se alejó de Liam una vez que la se había marchado,
necesitaba respirar, por eso se fue dejando a Liam atrás.
Zalia. Ese era el nombre que había decidido ponerle a su pequeña,
como una manera de que llevara siempre algo de Zayn y Liam con
ella a donde quiera que fuese. Tampoco mintió cuando confesó que
tenía cierto parecido a Liam aún siendo una recién nacida.
No supo cuándo llegó al piso indicado en la llave, ni siquiera cuando
entró al elevador. La habitación asignada estaba al final del pasillo
por lo que se apresuró a llegar. Pasó la tarjeta llave y entró sin ganas
de inspeccionar el lugar. Lanzó el bulto que llevaba en una de las
camas ... ¿Una de las camas? ¿Qué demonios?
Antes de poder cuestionarse un muy enojado Liam penetró en la
habitación, azotando la puerta de la forma más estruendosa posible.
También lanzó sus cosas a un lado para encarar a Zayn.
—Oh no no, ni creas que voy a...
—¿¡Que está mal contigo!?—Le gritó el castaño.
Zayn se cruzó de brazos fastidiado.
—No me digas que vas a hacer un berrinche porque no te pudiste
acostar con la recepcionista—.Sonrió complacido al decir aquello.
—¡NO ES SOLO LA MALDITA RECEPCIONISTA, ZAYN!—. Liam
estaba fuera de si. Totalmente controlado por el enojo—. ¡Tu jodida
bromita no me pareció graciosa!

315
No todo fue broma, Pensó.
—Oh, deberías agradecerme.—Le enfrentó—.¡Eres un maldito cínico
porque hace tan solo un momento le decías a tu novia que la amabas
e ibas a ir a revolcarte con otra!
—¡No se trata de eso! —Enfatizó. —Se trata de siempre, de ese
maldito odio que sientes hacia mi sin razón, desde que éramos
adolescentes.
El semblante de Zayn cambió a una expresión confundida:—¿De que
hablas?
—Hablo de que eres la persona más metiche e irritante del mundo,
pero eso, siempre y cuando se trate de mi—. Lo que empezó como
enojo, se volvió pura frustración—. Yo no... nunca te he hecho nada
malo, siempre he tratado de acercarme a ti de alguna manera, y
siempre haces lo que sea para hacerme sentir como una mierda.
Dices que soy arrogante y altanero ¡está bien! Lo aceptó, pero jamás
he lastimado a nadie, Zayn.
—Liam...
—¡No! Toda la vida has hablado tú, ahora me toca a mi—Se quejó.—
Entiendo que Louis deteste a Harry, seamos honesto, él ha sido un
maldito con Louis muy a pesar de que siempre le he dicho que
debería calmarse con respecto a eso. Pero, ¿Yo? ¿Yo que te he hecho,
Zayn?
Algo se removió dentro del morocho mientras escuchaba las
palabras de Liam. La verdad sea dicha, siempre era él que de alguna
forma buscaba atacar a Liam. Es que ¡Ah! No soportaba a ese hijo de
puta pretencioso con aires de semidios, sin embargo, en algo tenía
razón y era que, Liam nunca le ha hecho nada malo. Nada, ni siquiera
cuando Zayn probablemente lo merecía.

316
Lastima que su orgullo no era tan fácil de doblegar:—¿Qué quieres?
¿Que te pida perdón? Has sido un cretino toda la vida, Liam.
—Pero nunca me he metido contigo.—Tomó la llave, necesitaba salir
aunque sea a la cafetería del lugar, no podía estar cerca del morocho
en ese instante. Caminó hasta la puerta, pero antes de salir miró al
morocho una última vez—.Espero que esta mierda termine ya, te
juro que no te soporto un segundo más.
Cerró la puerta de golpe dejando al morocho con frío en el cuerpo y
el corazón por el piso.
Demasiado por una noche.

************

Castle Combe,
UK.
Castle Combe conservaban esa antigua aura, solo es necesario
poner un pie en sus empedradas calles para caer rendido a sus
encantos, porque si, era un lugar hermoso. Hace muchos años, el
abuelo de Harry había comprado una humilde casa en aquel lugar de
la que sólo sabían el padre de Harry, Harry y Luke ya que solían ir a
aquel lugar en algunos veranos.
La sorpresa en la cara de Blake al llegar al lugar fue muy divertida
para Luke. El chico estaba totalmente azorado con la frondosa
naturaleza que rodeaba el lugar, y tampoco podía creer que su
abuelo, quien fue un hombre extremadamente soberbio, tuviese una
propiedad tan humilde y acogedora en aquel encantador lugar.
La casa estaba hecha de piedras, al igual que las demás, solo que
estas tenían formas de ladrillo y pasaba por igual. Luke guardaba
317
una de las llaves de la casa, la misma, había sigo entregada a él por
Harry; alegando que no le interesaba volver a ese lugar.
Una vez dentro, el mayor sintió la nostálgica invadir su cuerpo.
Todo estaba intacto, bueno, casi todo. Harry le había realizado
algunas remodelaciones, según él, la iba a utilizar con alguna de sus
amantes pero luego, desistió. Sin embargo, las remodelaciones no
pararon.
—No me imagino a Harry en lugar como este—Expresó el pequeño,
dejando sus cosas en el sofá frente a la chimenea.
—¿Te parece feo? —Preguntó el castaño mientras aseguraba las
puertas y las ventanas.
—Me parece sencillo.
La cocina estaba del lado derecho de la casa, era pequeña. Pero
realmente hermosa. De un color porcelana con una tonalidad de gris.
La sala tenía varios muebles muy elegantes y amplios, uno a la
izquierda y el otro en forma de L que terminaba de ocupar todo el
espacio. Sobre la chimenea descansaba un televisor de algunas 32
pulgadas. Del lado izquierdo de la casa había un comedor de apenas
4 sillas, una vitrina llena con platos y otras vajillas de alta calidad. A
su lado, un pequeño librero seguido por una estantería llena de
barcos en botella; según Luke, el abuelo de Harry los coleccionaba.
Habían tres puertas, dos de ellas guiaban a las habitaciones y la del
medio, al baño.
—Bien.—Luke llevó algunas fundas a la cocina con algo de comida—
. Ve a ducharte mientras yo preparo algo de cenar.
La expresión en el rostro del chico no fue nada agradable.—No, por
favor—Rogó.

318
Luke dejó todo en la meseta hecha de mármol para voltear a ver a
Blake con una expresión de ofensa.
—¿Que insinúas?—Fue acercándose sigilosamente al chico.
—No insinuó nada, lo digo, cocinas del asco. —Alguien debería
enseñarle lo que era un filtro a ese niño. Blake vio como Luke se
acercaba hasta él.
—¡Oh! ¿Eso piensas? —La distancia se iba acortando entre ellos.
—No lo pienso, lo veo cada vez que, de alguna manera, logras que el
puré de papa parezca sopa—. La extrema falta de tacto de Blake era
algo que a Luke le fascinaba.
—¡Eres un pequeño malagradecido!
Luego de aquello, se abalanzó sobre Blake para hacerle cosquillas.
Sabía que el susodicho odiaba eso, lo cual era una ventaja para Luke
en los momentos que pretendía sacar de quicio al pequeño.
Ambos cuerpos cayeron al suelo, Blake luchando por alejar las
manos de Luke de su cuerpo mientras este, no paraba de hacerle
cosquillas.
—¡LUKE DÉJAME! —Gritó entre escandalosas risas que empezaron
a tornar sus mejillas de un rojo encendido.
—¡Pídeme perdón y admite que amas mi comida!
—¡Está bien! ¡Está bien!—Blake se alejó de Luke, buscando un poco
de aire para sus pulmones y calmar el dolor de estómago debido a
las risas—Tu comida no es tan horrible—admitió.
—Me siento complacido, no del todo, pero viniendo de ti es un gran
avance—Bromeó.

319
—Eres un idiota.
Ambos se levantaron del piso, Blake tomó sus cosas y se marchó a
una de las habitaciones siendo seguido por la mirada fascinada del
pelinegro.
Debía hablar con Harry, necesitaban un plan para proceder. No
estaban seguros.
*******
Búfalo, Wyoming
EE.UU
Habían parado allí hacía tan solo un par de horas. Era un hotel
sencillo. Tomaron aquella decisión debido a que Clark ya no podía
seguir conduciendo debido al cansancio y Harry necesitaba
analgésicos; además de algunos antibióticos para la herida.
Louis también necesitaba algunas vitaminas que había venido
tomando desde que dio a luz y claro, desde que Harry casi lo mata a
golpes, esos recuerdos nublaban su mente incluso si no deseaba
llenar su alma de odio y rencores, Harry podía tener por seguro que
esa carta se la cobraría tarde o temprano. Otra más a la colección.
Hacía horas también de que Harry se había largado a un bar de mala
muerte que se encontraba en la esquina de aquella pequeña ciudad,
muy a pesar de que Clack le sugirió quedarse, que no era pertinente
salir en medio de la situación en la que estaban.
Obviamente, Harry mandó bien al diablo al pobre hombre y
procedió a largarse; Clack se disculpó con Louis pero debía ir detrás
de su jefe, sin embargo, le indicó al castaño que debía cerrar la
puerta y no abrirle a nadie, ellos llevaban sus llaves. También, le
dejó un arma para cualquier cosa y le explicó brevemente cómo
utilizarla.
Louis tomó el atrevimiento de preguntarle al chico rubio que cuál

320
era la razón por la que sentía que debía proteger al rizado, no creía
que la paga fuera tan buena como para morir por un cretino así; el
chico tan solo se limitó a sonreír, asegurándole que le debía mucho a
Harry. Clark era la mano derecha del magnate. Louis no se había
percatado de lo guapo que era el chico. Era alto, casi al igual que
Harry; poseía unos ojos grises y una rubia cabellera natural; su
cuerpo estaba fornido debido al constante ejercicio que hacía, por su
trabajo, el ejercicio debía ser constante. Era agradable.
Louis permanecía sentado en la cama de la habitación principal, la
cual, tenía una otra habitación anexa dividida por una puerta. Ni
siquiera habían pensado cómo se distribuirían para dormir y
sinceramente, prefería dormir con Clark en la habitación anexa,
tenía dos camas. Mientras tanto, decidió sentarse en aquella cama
para ver un estupido programa de cocina. Su espalda estaba
recostada en el espaldar de la cama, sus rodillas encogidas pegadas a
su pecho mientras las rodeaba con sus brazos; no podría dormir
hasta que Harry y Clark llegaran y si era honesto, estaba aterrado de
estar solo en esos momentos.
Su celular sonó, marcando en el identificador de pantalla el nombre
de su mejor amigo. No pensó para contestar.
—¡Zee! ¡Gracias al cielo! ¿Dónde están? —El chico preguntó un tanto
desesperado.
—Hola Lou...—La voz del pelinegro sonaba apagada—Estamos en
un hotel de 5ta descansando hasta la mañana ¿Y ustedes?
Louis suspiró cansado.
—Le dispararon a Harry cuando estábamos saliendo del lugar, no
fue grave, tan solo un rasguño. Ha estado insoportable, se ha ido a
un bar de mala muerte en medio de todo esto—Expresó en total
pesadumbre.

321
—Lamentó que no haya sido grave la herida—Aquel comentario
hizo reír al castaño.— Casi le digo la verdad a Liam— Escupió.
—¿Qué? ¿Cómo?
—Fue una estupida broma, y él lo entendió como eso, como una
broma. No tuve el valor de decirle que era verdad, que teníamos una
niña.— Zayn estaba sentado en un sillón en la esquina de la
habitación, cubriendo su cuerpo con una manta debido al frío.
—¿Está ahí contigo?
—No. Salió molesto no sé a dónde y todavía no regresa.
Louis río un poco ante la ironía de la vida.
—¿Te imaginas que nos hubiésemos casado con este par de
imbeciles? —Mencionó el castaño.
—¿Lo dices porque parecemos dos señoras criticando a sus
maridos?— El tono de Zayn cambió a algo jocoso:
—Si, exactamente por eso.
La línea se quedó en silencio un momento.
—Creo que, quizás Liam y yo, no sé, hubiésemos funcionado de
algún modo —Sintió el pecho repicarle ante aquello.—Es un imbécil,
pero no es tan mala persona.
—Sin embargo, Harry y yo no. Es que no se puede mantener un
matrimonio con una persona que no ama a nadie más que así
mismo. No hubiésemos funcionando incluso con Darsie de por
medio—De pronto, la pantalla del televisor se empezó a poner
borrosa—. Zayn... necesito saber cómo está, solo si está bien, es todo
lo pido.

322
—Voy a llamar a Doniya a ver qué puedo averiguar y te dejaré saber
¿Vale?
—Está bien...
—Descansa Lou, nos veremos dentro unas horas.
—Descansa Zee.
Ambos colgaron.
Debía calmarse. Zayn averiguaría algo sobre su hija y todo estaría
bien. Era lo único que necesitaba para estar bien.
Para su mala-buena suerte, la puerta de la habitación fue abierta por
un notable muy molesto Clark, quien sostenía a un muy borracho
Harry. Era de esperarse.
Louis se levantó de la cama, la sangre le comenzaba a hervir como el
infierno.
—¿Que diablos le pasó?—Preguntó viendo como Clark tiraba de
mala gana a su jefe sobre la cama donde Louis antes estaba.
—Pasó, que al jefe sólo le faltó tomarse el agua del toilet—Expresó
al rubio.
—Cuidado Vólkov—El magnate a duras penas pudo sentarse en la
cama— Estoy borracho, no sordo.
—Iré a recostarme si no les importa. Saldremos en unas horas—.
Louis asintió, viendo cómo el hombre se iba a la habitación anexa.
Las orbes azules cayeron sobre el desastroso rizado.
—¿¡Qué estás mal!? ¿Cómo se te ocurre, en medio de toda esta
mierda, largarte a un bar a emborracharte? —Reclamó.

323
—No me grites, pareces mi esposo—El rizado se levantó para
deshacerse de la camisa que llevaba puesta y a buscar un poco de
agua.
—Gracias a los cielos, no lo soy—Manifestó molesto— No hubiera
soportado fingir ser el esposo perfecto de un millonario alcohólico
con claros vínculos a la mafia.
Harry ignoró aquello mientras sacaba una botella de agua de la
pequeña nevera que allí había. Se dio la vuelta despacio para mirar
al ojiazul, con una espléndida sonrisa en el rostro, tanto, que
marcaban sus hoyuelos.
—¿No es lo que eres ahora?—Tomó un poco del líquido refrescante
para después, seguir hablando—La diferencia es que conmigo no
hubieses tenido que acostarte con nadie para salvarme de la ruina.
La misma carta, lástima que para Louis el juego cambió.
El castaño le brindó una cálida sonrisa que causó estragos en un ya
no tan alcoholizado Harry.
—Usas esa carta porque es lo único con lo que realmente puedes
señalarme, ¿Pero sabes que? Ni siquiera de eso me arrepiento, antes
si, ya no. —Vio a Harry rodar los ojos —Sin embargo, contigo que
hubiera sido ¿Largas noches esperando a que llegues borracho?
¿Huir a cada momento como si fuéramos delincuentes? bueno, como
si yo también lo fuera. ¿Soportar a tus innumerables zorras?¿Tener
que usar maquillaje para tapar golpes como este? —Se levantó la
playera que llevaba, mostrando sus caderas y los rastros casi
desvanecidos de los moretones patrocinados por Harry. Los ojos
verdes captaron muy bien aquello–. Delante de todo eso Harry, estar
con Luke y lo que hice por salvarlo es algo de lo nunca me voy a
arrepentir.

324
No supo que responder, no tenía palabras. No podía contradecir al
pequeño, asegurándole que su vida juntos hubiese sido Disneyland,
que Harry hubiese cambiado y que el marido perfecto sería nada
comprado con él ¿Por qué le mentiría para ganar una discusión? La
verdad, probablemente sus vidas serían tal cual describió Louis o
quizás peor. Fue por eso que se limitó a tomar agua e ignorar la
presencia de Louis.
Caminó hasta la cama, tambaleándose varias veces en el intento
hasta que por fin pudo tirar su cuerpo en el blando colchón. Tenía
demasiadas cosas en que pensar, por ejemplo y principal, encontrar
a su hija. Pensarán, si era tan malo ¿Por qué simplemente no
torturaba a Louis hasta que le dijera dónde estaba su primogénita?
bien, Harry sabía que el castaño desconocía totalmente el paradero
de su hija, e incluso apostaría a que Zayn también, así que no
perdería su tiempo.
No supo en qué momento se quedó solo en la habitación, Louis se
había ido y para Harry estaba excelente, no deseaba verlo más, no
por ahora.
Cerró los ojos, dejaría que esa noche el recuerdo de su hija en sus
brazos lo arrullara. —Voy a encontrarte, te juro que voy a
encontrarte así sea lo último que haga en esta vida. —Habló para si
mismo— Eres lo único que me queda.
Para su mala suerte, las paredes eran delgadas y Harry no habló en
un tono bajo. Louis escuchó y no pudo detener ese sentimiento de
culpa dentro suyo.

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Capítulo 22

I just can't convince myself that


I can't touch the stars or make them shine
Fight the tide until the day we die
But you know I'll try
For you I'll try

El sol había salido a ocupar su lugar en lo más alto del cielo, llevando
su claridad a través de unas delgadas cortinas. Los rayos apacibles
golpearon el rostro de Louis sacándolo de la ensoñación. Sus orbes
azules inspeccionaron todo a su alrededor. Su mano derecha, por
inercia, lo primero que hacía era posarse sobre su ahora plano
vientre, recordándole a Louis que ya no había nada allí. Estúpida
costumbre.
Estiró sus brazos para luego levantarse de la cama. En la cama
siguiente, estaba Clark quien también recién se despertaba. Ambos
se brindaron unos amables "Buenos días".
Clark se levantó sin mucho pensarlo—Debemos irnos ya.
—Lo sé y...—Las palabras del castaño quedaron en el aire cuando
vió una línea de sangre salir por la nariz de Clark—¡Tu nariz!
Clark llevó su mano allí para percatarse de que, efectivamente,
estaba sangrando. De pronto se sintió algo aturdido, Louis no pensó
dos veces para correr en su auxilio.
—Toma asiento—El rubio obedeció—. ¿Necesitas un médico?—
Realmente se mostró preocupado por la salud del joven.

326
—No no no no—Agarró una de estas toallas de decoración que
siempre ponen sobre las camas para poder limpiarse el
sangrando.— Estoy bien, es algo normal, me pasa desde que era
niño. Solo necesito un poco de hielo.
Louis hizo lo solicitado, fue a la nevera de la habitación para poder
sacar algunos trozos de hielo de la heladera. Rápidamente, agarró
las toallas decorativas de su cama y envolvió los trozos de hielo en
ella.
Volvió al lado del chico que parecía que en cualquier momento se
desmayaría.
—Aquí está. Permíteme— Apartó la mano del rubio que retenía el
sangrando y con cuidado, acercó la toalla con hielo su nariz, justo
debajo de los orificios, el sangrado parecía no querer parar.—
Déjame saber si te duele—Afincó un poco más la toalla.
Louis tomó asiento justo al lado del rubio para poder atenderlo
mejor y sostener los cubos de hielos por él. La verdad, quizás
hubiese sido un médico excelente; siempre tenía la idea de que todo
el mundo necesita ayuda de vez en cuando y que si en sus manos
estaba, claro que ayudaría.
—No duele, solo molesta.—Clark sujetó la muñeca de Louis para
apartarlo, no merecía aquella atención, según el, no era para tanto—
. En verdad señor Tomlinson, no se moleste.
Louis renegó, rehusándose a dejar su trabajo.—Eh eh, no te
atrevas.—Volvió a su posición anterior—Recibir ayuda no es malo y
deja de llamarme señor Tomlinson, dime Louis.
Louis vio el agradecimiento en la mirada gris de Clark, era sincera y
amable, casi cálida. ¿Que habrá pasado en la vida de este chico para
que terminara trabajando con alguien tan miserable como Harry?

327
—Bien, vamos retirar esto—Dijo. Dejó la bolsa de hielo improvisada
sobre la cama para poder observar, el sangrando ya había parado.
Louis tomó una de las toallas sobrantes para limpiar los restos de
manchas de los bordes de sus fosas nasales, quería asegurarse de
que en verdad, no hubiese más sangrando.
Y desde otra perspectiva de la situación, lucía un tanto
comprometedora el escenario allí desarrollado.
Un par de aplausos se escucharon de forma irónica, provenientes de
un cuerpo todo desaliñado parado en el marco de la puerta. Harry se
había levantado hacía tan solo unos minutos y lo primero que
encuentra es a Louis y Clark casi a punto de besarse. ¡Increíble!
—¡Tu si que no pierdes el tiempo, Tomlinson!—Verbalizó en las
aguas de una ironía asquerosa.
Clark fue el primero en ponerse de pie, estableciendo distancia entre
ellos:—Jefe no es lo que..
—Ah ah—Le interrumpió.—No tienes que explícame nada, con
quien te acuestes es tu problema —Observó de reojo al castaño,
posando una cara de asco—. Pero para la próxima no caigas tan
bajo, hay mejores putas en la calle—Luego de decir aquello, se largó
a alguna parte de su habitación.
La mirada anonadada cayó sobre el castaño, Clark intentaba
balbucear una clase de disculpas pero Louis lo detuvo, brindándole a
cambio una sonrisa reconfortante.
—No te preocupes, estoy acostumbrado. —Se puso de pie para
recoger las toallas usadas.

328
—Louis...— Llamó, ganándose la mirada azul—Uno nunca debe
acostumbrarse a los maltratos, sin importa cuanto se quiera a
alguien.
—No soporto esto porque quiera a Harry, Clark. Lo hago porque, si
te soy sincero, no es algo con lo quiera lidiar y además, estoy
cansado—Suspiró.
Clark sonrió:—Sabe, quizás sea rubio, pero no soy estúpido.
Louis río—¿Acaso los rubios son estúpidos?
—Hay tendencias, eventualmente—Bromeó.
—Tengo un amigo que probablemente te hubiese estrangulado al
escucharte.
—¿El doctor Horan?
Ambos rieron. Mucho.
Clark no se imaginaba cuanto Louis le agradecía aquello; ya se le
había olvidado como sonaba su risa.
Vio al chico entrar al baño y él, bueno, decidió recoger sus cosas y
por eso, se refería a ponerse sus zapatos y organizar un poco su
cabello. ¿Que haría ahora? Se preguntó, todas sus cosas se
incineraron en la casa donde estaban, eso incluía algunas
pertenencias de su pequeña con las que pensaba quedarse. Sí,
aunque fuese un acto masoquista, Louis había ido varias veces de
compra con las excusa de que quizás al lugar que fuera su hija,
necesitaría esas cosas.
Aún en su corazón guardaba la emoción que lo llenó mientras le
compraba ropa, biberones, mantas y algunos gorros para el frío. Fue
tanta la congoja que no pudo evitar llorar en medio de la tienda, a

329
sabiendas de que en poco tiempo su hija estaría en brazos de alguien
más y su único deseo era que la criaran bien, con la bondad que
Louis no va a poder inculcarle. Quizás algún día pueda verla cara a
cara, aunque sea desde la distancia.
De todas las barbaridades que Harry le había hecho, aquella sería la
única por la que nunca lo perdonaría, nunca. No se estaba haciendo
la víctima porque ambos eran culpables; Louis por aceptar aquella
nefasta oferta y olvidarse de la jodida pastillas y Harry, por todo lo
demás.
Incluso si en esa historia él era el villano por "Deshacerse" de su
hija, no se arrepentía y ni en un millón de años lo haría, ¿Por qué?
Porque no dejaría que su más amado tesoro en el mundo fuese
corrompido por Harry, ver a su hija convertirse en algo similar al
rizado le llenaba el alma de angustias y miedo. El pensar en que su
pequeña pudiese mirarlo con odio siendo una déspota egoísta,
criada en una cuna de lobos, lo aterraba; por ello, hizo lo que hizo y
aprendería a vivir con esa decisión.
Minutos después vio a Clark salir de baño, lucía más despierto que
cuando entró. Louis decidió entrar después, encontrando allí
cepillos desechables y uno que otros utensilios. Agradeció a los
cielos.
Cuando salió del baño ya Clark no estaba en la habitación. Se sentó
en la cama para colocarse sus tenis y luego, fue en busca de las
vitaminas que habían comprado. Las necesitaba para la
recuperación total de la herida. Buscó en los bolsillos de su
gabardina dándose cuenta que no estaban allí ¡Joder! ¿Dónde las
había tirado? Intentó hacer memoria del día anterior y lo que obtuvo
fue tan desagradable, las pastillas las dejó la noche anterior sobre la
mesa nocturna en la habitación de Harry. Mierda.

330
Sin pensarlo dos veces se dirigió en busca de sus medicamentos a la
habitación contigua, para su buena suerte Harry estaba en el baño a
juzgar por el sonido la ducha. Escaneó el lugar, la ropa que Harry
había usado el día anterior estaba sobre su cama y justo cerca, en la
mesa de noche, reposaba su frasco de vitaminas, no dudo en ir por
ellos. Sin embargo, cuando se dispuso para largarse antes de que
Harry saliera, una cajita azul reposaba en la cama con un hermoso
lacito blanco, y si la curiosidad hubiese matado al gato, a Louis
también; cogió la caja en sus manos y con mucho cuidado la abrió.
Dentro descansaba un pequeño collar con un hermoso dije de
cinderella, donde la falda de su vestido estaba cubierta con
diminutos diamantes azules, también conocido como diamantes
Hope, brillosos. Las manos de Louis temblaron y sus ojos se aguaron,
no tenía que ser un adivino para saber a quien pertenecía aquella
majestuosa joya.
—¿También lo quieres? —La voz ronca y sin expresión de Harry
rompió de forma brusca la burbuja de Louis.
El susodicho se dio vuelta para encontrar unos ojos verdes que lo
miraban con discordia y un cuerpo mojado cubierto solo por una
toalla al rededor de su cintura. Trato de ignorar lo último.
—No...—Tapó la caja nuevamente y la colocó donde la encontró—.
No pretendía quedarme con nada... Permiso...
Salir de aquella habitación no sería tarea fácil, lo supo en el
momento que el rizado lo sujetó por el brazo cuando se disponía a
marcharse.
—Harry...—Suspiró rendido.— No quiero pelear más contigo.
Suéltame.
Apretó más fuerte. La maldita inocencia fingida de Louis lo sacaba
de sus casillas.

331
—¿Qué pretendías con Clark? Zorra asquerosa.—Las orbes verdes
se clavaron en las azules.
Las palabras de Harry ya no lastimaban a Louis, ya no lo dañaban
como antes. Los insultos del rizado eran solo una coraza, sin
embargo, eso no quería decir que permitiría que lo siguiese
humillando.
—¿Celoso? —Preguntó con burla. Logró que Harry lo soltara
bruscamente.
—Ya quisieras. No eres tan bendecido.
—¿Ah no? Yo creo que sí—El espacio personal entre ellos dejó de
existir. Tan solo era Louis sintiendo el calor que emanaba el cuerpo
desnudo del rizado, y Harry fingiendo desinterés con su déspota
conducta de siempre. Por primera vez en mucho tiempo las orbes
azules se mostraban relajadas cerca de Harry.—No todos los días se
tiene a un patético magnate hijo de perra babeando por tu culo. Me
das lástima, nada más que eso.
—No te equivoques conmigo, Louis. No soy Luke.
—Claro que no. Eso lo tengo claro, porque a Luke no le llegas ni a los
talones.
Dicho eso, salió de la habitación dejando al mayor hervir en su
propia rabia.

**********
UK
Si aquel no había sido el peor día de su vida, entonces tendría una
vida horrible. Su turno por fin acababa y lo único que deseaba era ir

332
a casa, tomar una ducha caliente y dormir hasta que los zombies
aparezcan.
Amaba su carrera. Ayudar niños, curar y traerlos al mundo era algo
que no tenía precio para Niall. Por otro lado, no podía evitar
cansarse como el ser humano que era. Tan solo ese día había tenido
que dar asistencia en 4 partos, el último de casi 6 horas. Estaba en su
consultorio organizando unos expedientes de las madres recientes
antes de irse a su departamento cuando una enfermera abrió la
puerta luciendo preocupada.
—Doctor Horan...
—No no no. Casey, ten piedad de mi. Estoy apunto de llorar y ya
terminó mi turno. —La cara de perrito mojado plasmada en el
rostro del médico era graciosa para la enfermera, lamentablemente,
las noticias que le traía no lo eran.
—Lo sé, pero quizás deba saber esto.
Suspiró resignado.—¿Qué pasa?
—Laurel Mendes acaba de ser ingresada. —Informó.
Niall se puso de pie, dejando todo sobre su escritorio.
—¿Qué? ¿Por qué nadie me avisó?
—Pues porque su turno terminó hace como media hora. El doctor
Lincoln se está encargado.
—Mierda...—Metió todas las carpetas en una gaveta, debía ir hablar
con Lincoln.
—Al parecer tuvo un desmayo y eso le produjo un sangrado, ahora
mismo está en oncología, su hermano está desesperado en la sala de
espera.

333
De pronto, las manos de Niall se sentían sudorosas. No había sabido
nada de Shawn después de aquella fiesta donde pasaron tantas
cosas entre ellos, prácticamente, pasaron toda la noche entre
caricias y besos en el departamento de Niall. Para Shawn aquello fue
un sueño, sí, un sueño porque le tocó despertar al otro día para
apreciar la cara de arrepentimiento del médico y escuchar las
palabras "Esto fue un error", es que para Niall tan solo había sido eso
porque ¡Vamos! No era gay y Shawn era solo un adolescente.
—Vamos a ver qué puedo hacer antes de irme.
Salió del consultorio directo a la sala de espera, metió sus manos en
los bolsillos laterales de su bata ya que empezó a sentir frío. Es solo
un jodido adolescente, que besa como un ángel, pero es solo un niño;
se repitió. Sin embargo, la escena que vio no fue la más cómoda para
él. Una chica rubia estaba a su lado, tomando sus manos y
reconfortándolo con un cálido cariño. La mirada del chico
permanecía perdida hacía el piso y Niall pensó en volver en otro
momento de no ser por la chica que se dio cuenta de su presencia
allí.
—¡Doctor! ¿Quiere decirnos algo?
Las orbes oscuras del chico se posaron en el médico, la expresión
indescifrable entre molestia y añoranza trancó la garganta de Niall.
—¿Niall? —El muchacho de ojos llorosos se levantó para acercarse
al médico.
—¿Ah? —Respondió azorado por la repentina cercanía.—Sí, sí, amh,
me acabo de enterar, ya iba de salida ¿Qué pasó?
—No lo sé...—Su voz tendía en un hilo debido a las lágrimas que
luchaba por contener—Estábamos en casa cenando y ... ella solo se
desmayó y empezó a sangrar por la nariz y ...

334
—Bien, bien. Eh ¿Algo más que deba saber? ¿Está tomando sus
medicamentos? ¿Come bien? ¿Duerme lo debido?
—No...—El chico parecía que iba a quebrarse en cualquier
momento.—Apenas come desde que mamá murió..
Niall quedó totalmente anonadado ante la noticia.
—¿¡Qué !? ¿Cómo...?
—Fue hace tres meses, sufrió un paro cardiopulmonar y no hubo
mucho que hacer...
—No lo sabía...—Se acercó uno poco más castaño de pelo
alborotado—. ¿Por qué no me llamaste?
Shawn, de pronto se mostró un poco confundido y luego molesto:—
Porque no soy algo que quieras en tu vida ¿Acaso eso fue no fue lo
que dijiste? —Escupió.
Mierda. Había dicho muchas cosas fuera de lugar ese día y
claramente, aquella era una de ellas.
—¿Podemos hablar en mi consultorio? A solas.
Se volteó a ver al chica sentada en el sofá y está le asintió,
indicándole que esperaría justo allí. Niall le dio la espalda para hacer
su camino a su lugar de trabajo, debían hablar, se lo debían. Quizás
Shawn solo mal interpretó las palabras dichas por él, no era su
intención que el chico se alejara así, ya que reiteradas veces le
expresó que podía contar con él con todo lo correspondiente a
Laurel.
Al llegar, Shawn cerró la puerta detrás si y Niall se colocó detrás de
su escritorio para marcar cierta distancia entre ambos.

335
—Cuando te dije eso aquel día no me refería a que no podías contar
conmigo para ese tipo de situaciones, no debiste interpretarlo así—.
Habló el médico, observando al muchacho de brazos cruzados y ojos
cansados.
—¿Qué se supone que debía hacer? No quería ni verte y me dejaste
en claro que tú tampoco me querías en tu vida.
—No. Por puesto que no te quiero en vida de esa manera ¿Qué
pretendías? ¿Qué nos casáramos después de unos cuantos besos?
—¿Unos cuantos besos? —Rió—No. Pero al menos podrías haberme
conocido. Fue especial y tu también lo sabes.— Se afincó del
escritorio con sus manos.—Lo sentiste.
Niall quería morirse.—Esto me pasa por invocarme con
adolescentes. —Se frotó las sienes—Escúchame niño, no soy gay y
no sentí nada más que la calentura del momento ¿Entiendes?
Shawn golpeó el escritorio para sacar la rabia que le causaba la
actitud renuente de Niall. No podía creer lo que escuchaba, no
cuando las acciones de Niall mostraron otra cosa aquel día; no
cuando sus gemidos exhibieron el placer que sentía al ser besado y
tocado por un "Adolescente" como él decía.
—Entiendo y ¿Sabes qué? No quiero hablar de eso, si tú quieres
olvidarlo pues hazlo, yo sí decido quedarme con la noche más
maravillosa de mi vida, yo sí decido recordar lo grandioso que fue
tenerte entre mis brazos y arrullarte y decirte lo jodidamente
hermoso que son tus ojos y....
—¿¡Podrías callarte!? —Le cerró.—Hablemos de Laurel, voy a hablar
con Lincoln para ponerlo al tanto de su expediente. Por lo pronto tu
ve a casa, yo me encargaré de esto.
—No iré a ninguna parte. —Sentenció.
336
Niall suspiró. Ya sabe porque no quiere hijos, lo cual es raro siendo
pediatra.
—Bien. ¿Están solos ahora? ¿Cómo se mantienen?
—Mamá... Ella tenía algunos ahorros y el estado pagó la hipoteca de
la casa. —Suspiró cansado—. Conseguí un trabajo de medio tiempo
en un bar y... estamos bien.
—Tu no estás bien, tienes ojeras y luces fatigado.
—Estar a cargo de una niña de 15 no es fácil.
—Bueno. Iré a ver a Lincoln y luego vemos que hacemos ¿Va?
El chico tan solo se limitó a asentir. Cuando Niall se dispuso a salir
del consultorio, la mano fuerte del muchacho lo detuvo y lo atrajo
hasta él, sin dejar espacio entre ellos lo apretó por la cintura, sí, Niall
era más viejo que Shawn pero Shawn era mucho más alto que Niall.
—Suéltame Shawn.
Y su respuesta no fue nada más que plantarle un beso en los labios al
médico entre sus brazos, del cual por obvias razones, Niall intentó
zafarse, acción que no consiguió debido a que algo en su interior
cedió ante los labios bastantes experimentados del muchacho; no
iba a admitir que eso le causó algo de molestia, pero porque era muy
joven para haber experimentado tanto, no por otra cosa, claro que
no.
Se permitió a si mismo por unos minutos disfrutar de aquel acto. Sus
manos fueron a parar al cuello del chico, transigiendo ante la
petición del chico de explorar con su lengua más allá de sus labios.
Joder, joder y joder, pensó cuando él muchacho lió su mano en que
cabello su perfectamente peinado, también, Niall supo que ya debía
terminar ese beso y lo hizo, sin embargo, no marcó distancia.

337
Shawn apoyó su frente en la de Niall, rozando sus narices con
suavidad.
—Necesitaba esto... Te necesitaba...—Susurró sobre sus labios.
—Yo no...—Se alejó, imponiendo entre ellos una distancia
prudente—Y no vuelvas a hacer esto, nunca más.
—Te creería si no estuvieses sonrojado y si esos hermosos ojos
azules no me vieran como lo hacen ahora. —Dijo. Realmente ni
siquiera se molestaba en medir sus palabras.
—¡Ni estoy sonrojado y mis ojos no son hermosos, son simplemente
ojos azules y no te miran como crees que lo hacen! —Expresó
molesto, dispuesto a irse de la habitación.
—¿Puedo besarte otra vez?
—¡No! ¡Maldición!
Dicho esto, salió del consultorio con la mente nublada y el corazón
latiéndole a mil.
****
Las horas desde Buffalo a Montana era pocas, gracias a los cielos
porque si duraba un poco más en esa carretera con Harry cantando
como un desquiciado todo el maldito camino lo iba a apuñalar.
Llegaron a una pista de aviones la cual lucía descuidada, se notaba el
desuso. La pista tenía algunas grietas en el asfalto, la hierba estaba
crecida en los alrededores y el almacén de aviones ni siquiera estaba
en funcionamiento, eso debido al mal estado en el que estaba. Un Jet
privado los esperaba y la sorpresa de Louis fue enorme al enterarse
que, esperarían a Zayn y Liam antes marcharse pues estaban a tan
sólo unos minutos de llegar.

338
Mientras eso sucedía, Louis caminaba por los alrededores y sin
alejarse mucho. El viento era un poco frío pero gracias a su
gabardina podía soportarlo, su nariz estaba roja y su cuerpo se
sentía agotado a pesar de haber dormido algunas horas en ese motel
de mala muerte. Estar ahí, mirando las grandes hectáreas de pasto
creciente que no parecían tener un final, de alguna forma le gustaba;
le relajaba mucho la naturaleza y todos sus componentes, le
fascinaba la manera en que la misma siempre buscaba el orden de
las cosas, incluso ante aquello que ha sufrido la intervención del
hombre. Pensaba que, en alguna etapa de esa triste historia, él
volvería a ser feliz; que quizás en algún punto perdonaría o la vida le
regalaría un par de años para pedirle perdón a hija de frente y con
eso, se iría en paz.
En lo que a Harry respecta, no ignoraba que la vida se encargaría de
hacerle pagar el haber esparcido su maldad sobre los seres que lo
quieren y sobre los que un día, lo amaron. El no lo perdonaba, la
parte abnegada del castaño no cedía ante el perdón, sin embargo,
hay algo dentro de él que, aunque enfermo sonase, le agradecía por
darle la oportunidad de sentir lo que es llevar una vida en su vientre.
Siempre veía a las mujeres embarazadas y se preguntaba qué tan
maravilló debía ser el sentir crecer una vida dentro de sí.
Lo experimentó, y de algún modo, le carcomía de emoción el saber
que tiene una hija, que alguna parte del mundo hay alguien a quien
el le dio la vida. Eso era algo que con Luke nunca iba a poder
experimentar.
—¿Mucha culpa Tomlinson? Espero que te estés cociendo en ella—
La voz ronca y desagradable de Harry sonó tras de si.
El olor a cigarrillo le indicó que estaba fumando. Ni siquiera volteó a
verlo.

339
—Cuando se hace lo correcto, no se siente culpa. Pero claro, ¿Qué
vas a saber tu de hacer lo correcto? —Ironizó. Mantuvo su mirada
sobre el campo a su frente e ignoró el hecho de que ahora Styles
estuviese a su lado.
—Claro. Los monstruos no sentimos culpas ¿No es así? — Le dio una
calada a su cigarrillo, mirando al mismo punto perdido que Louis.
—Exacto —Se cruzó de brazos.
—Supongo que tu eres la víctima. El pobre chico que vendió su
cuerpo—Volvió a ironizar.
—Tampoco soy la víctima. Lo que yo hice contigo no fue un
accidente, fue una decisión y estoy consciente de ello. Ni siquiera el
embarazo es totalmente culpa tuya—Se sinceró.— Te odie cuando
supe que al fin esa había sido tu intención pero, el imbécil que olvidó
tomarse las pastillas fui yo.
—No te entiendo. ¿Entonces de que me culpas?
—De iniciar todo esto. No eres estúpido, Harry. Tu sabías que yo iba
a aceptar, que no iba a dejar que mi esposo se hundiera.
Le dio una calada a su cigarrillo.
—¿Y qué se supone que haga, Tomlinson? ¿Qué te felicite por ser
otra de mis zorras?
Louis pareció pensarlo unos segundos. Lo miró; Ganándose también
la mirada verde— No te equivoques Styles ¿Sabes cuál es la
diferencia entre tus zorras y yo?
Harry tan solo se encogió de hombros.
Louis continuó:— Que si yo me desnudara frente a ti y te pidiera que
me folles, no vacilarías ni un segundo—. Rió descaradamente—

340
Incluso si estuvieses al otro lado del mundo y yo te llamara para que
me follaras, sé que tu vendrías Hazza.
Sus delicados dedos tocaron la piel de los pómulos de Harry. El
mayor quería golpearlo porque como bien dicen por ahí: A nadie le
gusta que le arrojen la verdad a la cara.
—Ahora dime, Harry. ¿Cuál de tus zorras tiene tanto poder ti? —El
descaro, ese maldito descaro de Louis estaba sacando a Harry de sus
cabales.—Sin embargo, si tu te desnudaras frente a mi, yo bien que
te mandaría a la mierda sin titubear y tu lo sabes. Ahora dime, Harry
¿Alguna zorra se ha atrevido a rechazarte?—Volvió a reír.
—Debí matarte en el hospital—Gruñó entre dientes, luchando por
no hacer algo de lo que se pueda a arrepentir.
—Oh cielo. Lo hiciste, tenlo por seguro.
Justo cuando el rizado lo iba a insultar de todas las maneras
posibles, un Mercedes negro entró a la pista, ganándose la atención
de Harry y Louis. El ojiazul no conocía ese auto pero, supuso que
debía ser Liam.
El primero en bajar del auto fue un morocho con cara de pocos
amigos. Louis sintió el corazón volverle a latir cuando corrió a
abrazar a su mejor amigo con todas sus fuerzas. Lo había extrañado
tanto que no pudo evitar soltar un par de lágrimas.
—¡Zee! Te he extrañado— Rompió el abrazo para mirar el rostro de
su amigo.
—Yo también, no vuelvas a dejarme solo con el cabrón de Liam o la
próxima vez que me verás será en la cárcel.
—Escuché eso— Liam habló, luciendo ofendido.

341
—Nunca más—Prometió el castaño.
—Bien. Si terminaron con su cursi reconciliación ¿Podemos irnos?
—La voz de Harry causó estragos en Zayn. Lo detestaba tanto.
—Yo contigo no iré a ningún lado —Sentenció.
—Tampoco es que me importe, me la debes, imbécil.
—¿Ah si? —A pasos furiosos se acercó a Harry—Pues aquí estoy,
empieza a cobrártelas hijo de perra.
Liam y Louis intervinieron de inmediato. Liam sujeto a Zayn por el
brazo y Louis se interpuso en el medio para que Harry no diera un
paso más.
—¡Cálmense! Los dos. No es el maldito momento para que se peleen.
Ya hay alguien que los quiere muertos a ambos así que, suban al
maldito avión y les prometo que los llevaré a un ring de boxeo para
que se maten luego.—Liam sonaba molesto.
No obtuvo respuestas de ninguno, por lo que se interpretó que
estaban de acuerdo. Zayn se apresuró a tomar la mano de Louis para
subir con el al avión y mantenerlo lejos de Styles. Por otro lado, Liam
antes de subir, haló a Harry.
—Deja a Zayn en paz y enfócate en esto. Hice algunas llamadas y me
vas a explicar porque asesinaste a Richard Kennels.
Harry maldijo entre dientes.
—Bueno, fue el precio por salvar el trasero de Luke.
—¿Qué?
—Te cuento cuando lleguemos.

342
Sin decir más ambos subieron al Jet...
********
Las paredes húmedas de aquel motel barato fastidiaba su olfato. Su
cuerpo yacía maltratado sobre aquel incómodo colchón. Moretones
por todo su brazo y un ojo hinchado fue lo que obtuvo por intentar
escapar; sin embargo, no se detendría, claro que no. Ya tenían un
plan para salir de allí incluso si tuviese que asesinar a su verdugo...
Lo llevarían a cabo en ese momento, estaban en posiciones y ya
ambas sabían que debían hacer, incluso si la pelirroja estuviese
temblando de miedo... saldrían...

343
Capítulo 23

The more that you say the less I know.


Wreck my plans.
That's my man

Un Cadillac gris frenó agresivamente frente aquella mansión de la


que había huido hace años atrás. Se había alejado de su familia por
la misma razón por la que ahora, volvía con todas las ganas, ni
siquiera volvió cuando se enteró de la muerte de su padre.
Salió del vehículo llamando a todo su paciencia primero, estaba al
tanto de que las riendas del negocio familiar habían sido tomadas
por su arrogante y psicótica hermana.
Llamó a la puerta y luego de unos minutos una mujer de baja
estatura abrió. La misma se sorprendió al ver al castaño después de
tantos años pero no pudo evitar abrazarlo con todo el amor
maternal que guardaba por el chico y también por sus hermanos.
Ella prácticamente los había criado y vaya que lo hizo bien, por lo
menos con él.
—Nana, te he extrañado tanto —Admitió.
—Yo también, mi niño, ¿Dónde has estado? Tu madre te ha llamado
muchas veces.
—Lo sé. Sabes porque me fui y si papá fue asesinado fue porque el
eligió esta vida, yo no.

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—Es una lástima que pienses así de tu padre— Una mujer rubia de
porte elegante, grandes ojos azules y con exquisitas joyas adornando
su piel se hizo presente en la conversación.—Y es más triste que no
puedas deshacerte del tu apellido, Brandon.
El castaño entró a la casa, siguiendo a la rubia a lo que era la gran
sala de estar de aquella mansión. El muchacho permaneció de pie
mientras que la mujer tomó asiento en una de las butacas.
—Madre.
—Brandon Kennels... o debería llamarte Wembley, digo, es apellido
que usas ahora—Dijo en un noto que sonaba a disgusto.
—Como quieras, no vine a hablar contigo. ¿Dónde está Clover?
—Tu hermana está en el despacho. No la molestes, está haciendo un
gran trabajo.
—¿¡Un gran trabajo!? Madre, está asesinando personas. ¡Mató a los
padre de Harry!
—¡Está castigando a los que mataron a tu padre! —Se puso de pie en
un acto de rabia.—Ya que tú preferiste esconderte en aquel
pueblucho y darle la espalda a tu familia.
—Esto era todo menos una familia, todo menos un hogar—Le
recriminó.
Dejó a su madre con la palabra en lo boca y se dirigió al despacho, lo
menos que deseaba en ese momento era pelear con ella.
Las puertas del despacho fueron abiertas y revelaron a su hermana
que nada en común tiene con él. Brandon entró y azotó la puerta
llamando la atención de Clover.
Clover era rubia, con unos despampanantes ojos azules al igual que

345
su madre. Su rostro blanco y perfilado pero de duras facciones,
quizás era lo único que tenían en común. La rubia llevaba un suit
amarillo con una camisa blanca y su largo pelo recogido en una
perfecta cola de caballo, adornando la dureza de su aspecto.
—Te ví llegar— Fue la primera en romper el hielo. Estaba de pie
frente al escritorio.
—Clover.
—Brandon.
—¿Qué haz hecho? —Preguntó el mayor, acercándose a su hermana.
—Lo que padre hubiese querido que hiciéramos, vengar su
muerte— Respondió, su semblante lucía molesto.
—¡Y te estas llevando gente inocente de por medio! —Se molestó.—
Quieres ser como papá pero eres demasiado estúpida.
Lo enfrentó—Por lo menos yo si estoy dando la cara por la familia.
—¡NOS ESTÁS JODIENDO! —Le gritó en la cara.
La rubia lo evadió e impuso distancia entre ellos nuevamente—
¿Esto es por el pakistaní ese? Si, lo sé.
—Zayn no tiene nada que ver aquí —Le apuntó colérico.—Y aún así
lo involucraste. El te puede parecer inofensivo pero te aseguro que
su padre no lo es—Suspiró frustrado—.¿Estás loca? Tenemos
negocios con los Malik ¿Cómo mandas a incendiar su casa? ¿Sabes la
guerra que se hubiese desatado si el muere?
—La guerra se desató el día que Styles mató a mi padre —La rabia
predominaba en el cuerpo de la rubia.
—Vas a parar esto antes de que sea tarde— Amenazó.

346
—Por supuesto que no lo haré—Desafió.
Brandon suspiró frustrado, conocía cómo funcionaba la dinastía
Kennels, conocía sus derechos y lo que tenía. La razón principal por
la que se fue de casa fue porque lo quería ser como su padre, no le
interesaba la parte oscura de los negocios familiares y tampoco
tenía el pulso para quitarle la vida a nadie como su padre solía a
hacerlo, sin titubear. Estudió arquitectura y consiguió un trabajo de
maestro de construcción en aquel pueblo donde no le iba nada mal.
Adquirió una casa pequeña con su propio esfuerzo y decidió vivir
una vida normal, intentar salir... al menos lo intentó por un tiempo.
Había una sola forma de parar a su hermana y era reclamar lo que
por su sucesión le pertenecía; si era la única forma de mantener a
Zayn a salvo, lo haría.
—Bien. Volveré.
—¿Qué? —La chica se mostró furiosa—No me vas detener.
Brandon ya había perdido la paciencia, tomó a la chica por el cuello
y la estampó con fuerza contra la pared. Clover intentó apartar la
mano de su cuello.
—Escúchame muy bien mocosa, la sucesión es mía. Ahora seré yo la
cabeza de está organización porque es lo que corresponde ¿Queda
claro? —Apretó el agarre en el cuello de su hermana— Ahora, vas a
cambiarte de ropa porque vamos a dar un paseo. Me llevarás donde
tienes a la rubia y a la hija de Styles ¿Entendido?
Con una fuerza abrupta la soltó empujándola al piso. La chica
buscaba normalizar su respiración mientras reía, cosa que llamó la
atención de Brandon.
—Dices que... —Respiró profundo.—Que no eres igual a papá pero,
nadie hubiese ocupado su puesto mejor.

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—Te equivocas ¿Sabes por qué? —Vio a su hermana ponerse pie con
lentitud—Porque padre te hubiese dado la paliza de tu vida por
imbécil. Largo.
La vio irse y fue cuando pudo respirar, cuando por fin pudo
lamentarse por lo jodido que estaba. Cuando pudo permitir que sus
ojos se aguasen porque, conocía las consecuencias de asumir aquello
y una de ellas era perder a su Ojitos.
*******
Somewhere in Alaska.
USA
Probablemente aquel había sido el vuelo más largo e incómodo que
ha experimentado. Parte del trayecto se basó en Louis y Zayn
sentados en un gran sillón lejos de Liam y Harry. Mientras que, Liam
leía algún libro en uno de los sillones aparatos, Harry ya había
acabado con varias botellas de champán y seguía por la de Whiskey.
Louis al principio pensó en detenerlo, incluso si eso le costara una
gran pelea e insultos por parte de Harry, pero luego de pensarlo,
decidió mantenerse en su lugar, Harry no era problema suyo.
Aterrizaron en lo que parecía ser una colina o alguna parte alta de
una isla, hacia mucho frío pero la vista era hermosa, tanto que dejó a
Louis con boca abierta. Ni siquiera sabía dónde estaba y no era como
que se sintiese totalmente a salvo. Zayn se enganchó del brazo de su
mejor amigo mientras esperaban un vehículo que según Liam los
llevaría hasta la casa donde estarían seguros.
Unos minutos después una Jeepeta todo terreno llegó al lugar.
Harry, aún conservando su botella de champán, subió a la parte
delantera de vehículo mientras que Liam, Zayn y Louis iban detrás.
Las manos del ojiazul no dejaban de temblar.

348
¿Y si Luke estaba allí? Era la pregunta que lo torturó todo el camino.
Definitivamente no era la forma en la que pensaba volverlo a ver y
tampoco, estaba preparado para escuchar alguna negativa por parte
del mismo; algo que como que ya no lo amaba o que, encontró
alguien más o algunas de esas miles de posibilidades que Louis
albergaba en su cabeza.
Zayn le explicó que no debería sentirse así ya que Luke lo amaba,
tanto solo tendría que inventarse la excusa de su vida y todo estaría
bien, claro, según Zayn. A veces Louis quisiera ser como Zayn, tener
esa facilidad de mentir como si nada, seguir como si nada.
Todo al rededor era una naturaleza puramente verde, en sendero
era rocoso y de picada, entonces si estaban en una montaña, a lo
lejos se podía a admirar un gran lago y más allá, grandes montañas
donde la nieve se derretía por el fin del invierno. El sol era
resplandeciente pero debido al frío, lo cálido del mismo no se sentía
en lo absoluto. ¿Qué coños hacía allí? Ninguno de los 4 eran amigos
para empezar, Zayn y Harry iban a terminar golpeándose o peor;
Liam y Louis no eran enemigos pero tampoco tan allegados y del
caso contrario, bueno de eso ni hablar. Así que para Louis estar allí
era una completa locura.
Cuando por fin llegaron a la casa, la sorpresa de Louis fue demasiada
y de Zayn por igual. Eso no era maldita casa, parecía un hotel de
estos antiguos pero sin duda conservado. La mansión casa era
enorme, y no de un sentido figurado, era realmente enorme. Cuando
bajaron del auto alguien venía saliendo de la casa, una rubia a la que
Harry no sabía que necesitaba ver hasta que la misma corrió a sus
brazos y se enganchó en su cuello. El rizado estaba un poco mareado
debido al alcohol pero supo corresponderle.
La emotiva escena no pasó desapercibida por nadie, en especial por
Louis.

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Taylor fue la primera en romper el abrazo— Pensé que te habían
asesinado.
—Supongo que no tienes tanta suerte.
—Si, supongo que no es mi momento de ser millonaria—Gastó una
broma, la cual llamó la atención de Louis y Zayn.
La pareja de amigos se encaminaron a la casa y Liam iba a seguirlos
de no ser porque Zayn lo atrajo hasta a él para quitarse la duda de
encima.
—¿A que se refiere? —Preguntó el morocho.
—Taylor es el testaferro de Harry, casi de un 60% de sus
propiedades. Si Harry muere pues, ella se queda con todo.
Ambos se quedaron con la boca abierta. Zayn porque nunca pensó
que Harry fuera tan idiota de hacer eso y Louis... por motivos que
prefirió no reconocer.
—¿Pasan? —Liam le señaló el camino con cortesía para que
siguieran. Louis le agradeció, Zayn le miró mal.
¿Y por dentro? Todo era doblemente espectacular. La decoración en
caoba le daba un toque hogareño y primado. De frente a la entrada
estaban las escaleras que subían al segundo piso. De lado, el gran
salón decorado con muebles finísimos de un color vintage, la gran
chimenea en el centro adjunta a la pared. Contiguo otro salón donde
aguardaba un gran comedor de algunas 10 sillas con grandes
decoraciones sobre el mismo. Todo en aquel lugar era enorme.
Los chicos y Taylor se reunión en la sala de estar. Harry tomó
asiento en un sillón reclinable cerca de la chimenea. Louis y Zayn
hicieron lo mismo pero en otro un poco más alejados.

350
—Hay alguien que está aquí conmigo —Le dijo Taylor a Harry.
—¿Quien? —Preguntó desganado el rizado—. No quiero ver a nadie.
—Pues vas a tener que verme hermanito, ya estoy aquí—. Su cabello
era rubio, casi blanco con un perfecto corte. Los acostumbrados
labios rojos que siempre llevaba y ese porte característico de los
Styles.
—Oh no... ¿¡Que hace ella aquí!? —Le recriminó a Taylor. No le
malentiendan, amaba a su hermana pero a veces era... irritante.
—¿Como que qué hago aquí? —Se apresuró a arrebatarle la botella
de champán que llevaba en la mano—. Cuidarte. Pedazo de mierda.
La chica notó la presencia de dos personas más y no pudo evitar
sonreír, miró a Harry y otra vez volvió a sonreír.
—Hola—. Gemma se acercó hasta Zayn y Louis tendiéndole la
mano—Soy Gemma, supongo que no nos conocíamos. Nunca estoy
muy cerca de la familia.
Louis fue el primero en aceptar el saludo con un tímido
asentimiento—. Soy...
—Louis Tomlinson...—Le interrumpió—.El esposo de Luke, he
escuchado hablar mucho de ti. Por fin un placer, Luke es un
hermano para mi también. Lamento no haber podido ir a su boda.
—Está bien—Dijo, plasmando una amable sonrisa en su rostro.
Luego su atención fue al morocho, al cuál ya conocía desde hace
mucho tiempo. Los Malik y los Styles tienen alguno que otros
negocios en común y sus madres eran amigas de sociedad.
—Zayne... —Le dio un fuerte abrazo a muchacho.

351
—Gem, que gusto verte—Zayn le correspondió. —Y lo siento mucho.
Gemma rompió el abrazo para mirarlo.— Gracias... ¡Bueno! —
Intentó animar—Les mostraré sus habitaciones y ...—Harry se puso
de pie interrumpiendo a Gemma, se dirigió escaleras arriba
ignorando a todo el mundo—. Ignórenlo, es un niño malcriado
cuando le da la gana.
—Iré con él, alguien debe alejarlo del Whiskey—Taylor siguió el
mismo camino de Harry, siendo seguida por una mirada azul
curiosa.
—Bueno... ¿Vamos? —Ambos asintieron.
Siguieron a la chica escaleras arriba, eran unas escaleras de estilo
imperial, justo en el descansillo la rubia se fue por el lado derecho de
las escaleras. Louis no salía de su sorpresa ante aquel lugar, era
enorme, lujosa pero a su vez, conservadora y cálida.
Entraron a un corredor, extenso para el gusto de Zayn pero,
encantador para Louis. Las puertas a sus lados eran enormes y se
notaba la fina madera. La rubia se detuvo en una de ellas.
—Bien, Zayn, esa será tu habitación y la que le sigue es de Louis. —
Señaló—Si tienen hambre o si necesitan cualquier otra cosa, en las
habitaciones hay teléfonos directos a la cocina. La cena estará lista
en unas cuantas horas. Espero que estén cómodos aquí.
—Créeme que estar bajo el mismo techo que el psicótico de tu
hermano no me incomoda en lo absoluto.—Habló Zayn, con el
sarcasmo siempre a punta de pie.
La chica río—. No te molesta, te lo aseguro.
—Bueno— Volteó a ver a Louis. — ¿Te veo en la cena?

352
El castaño tan solo se limitó a asentir para luego, ver como su amigo
entraba a la habitación indicada por Gemma y cerrar la puerta tras
si. Louis iba a hacer mismo de no ser porque Gemma le llamó.
—¿Puedo hablar contigo?—Preguntó la chica cortésmente.
Louis volvió a asentir con la cabeza. Estaba sumamente agotado,
solo quería tomar una ducha caliente y dormir hasta nunca.
Gemma caminó directo a la habitación que le había asignado al
ojiazul, indicándole que la siguiera. Louis decidió ya no
sorprenderse, la habitacion era lujosa. Contaba con grandes
ventanas de cristal decoradas con grandes cortinas, y sus paredes
decoradas con un cálido beige. Una chimenea incrustada en la pared
frente a la cama y ni hablar de la cama.
Louis se abrazó a si mismo, sin lugar a dudas, aquel lugar era
hermoso pero, no era suyo. Volteó a ver a Gemma quien pasó a estar
frente a la chimenea, al parecer se encendía a través de un control
remoto.
—¿Qué necesitas hablar?— No quiso sonar arisco, pero a decir
verdad, estaba nervioso.
—Quería darte las gracias—Habló, esta vez, observando al
castaño.— Lo que hiciste, lo sé todo. Lo que hizo Harry, todo.
—No entiendo porque me agradeces.
—Porque sé que no es fácil desprenderse de un hijo. Sé que ahora la
debes estar pasando horrible y..
—No necesito terapia—Cortó—. No quiero ser grosero pero, estoy
cansado.

353
Gemma sonrió—Lo que quiero decir es que, sin importar que te
digan, tomaste la decisión correcta. Lo que Harry menos necesita
ahora es un talón de Aquiles.
—¿Perdón?
—Hay un precio por la cabeza de mi hermano, de alguna forma se
enteraron de que tendría una hija y por eso te persiguen a ti. Esas
personas buscaran lo que sea para poner a Harry de rodillas, lo
único con lo que podrían lograr eso es si tienen a su hija—La rubia
se acercó a Louis para tomar sus hombros— Hiciste lo correcto.
Louis se retiró de las manos de la chica—¿Cómo le explico eso al
dolor que llevo en el alma? Hice lo que hice porque tu hermano es
un monstruo y no iba a permitir que pusiera sus asquerosas manos
sobre mi pequeña.
—Harry no es eso que piensas... Bueno, al menos no solía serlo.—La
tristeza invadió los ojos cafés de la rubia—En el mundo en el que
fuimos criados, debes ser incluso peor o sino te comerán vivo, Louis.
—¿Esa es tu excusa para él?
—No. En lo absoluto. Sin embargo, el Harry que ves ahora, debe
desaparecer y él lo sabe. Debe convertirse en lo que siempre
detestó. —Pareció pensarlo unos segundos— Mi padre.
—Que mal por él—Le restó importancia.
—Si, lo es.
Louis dio por terminada la conversación cuando vio a Gemma abrir
la puerta para marcharse. Sin embargo, le dio una última mirada al
castaño. —A pesar de todo, me alegra saber que tengo una sobrina,
Louis. Gracias también por eso—. Dicho eso, cerró la puerta.

354
...
—¿¡Acaso estás mal de la cabeza!? —Regañó Liam a Harry. Ambos se
encontraban en la habitación del rizado.
Harry bebía un vaso de Whiskey como si nada pasara, mientras que
Liam daba vueltas por toda la habitación casi halándose el cabello.
—No grites—Se quejó.
—ASESINASTE A RICHARD KENNELS, PEDAZO DE IMBÉCIL.
—Bueno, era él o Louis. ¿Qué se supone que hiciera? ¿Dejar que ese
maldito francotirador le atravesara la cabeza con una bala? —
Argumentó.
Liam respiró hondo.—Explícame que pasó..
Harry suspiró, sería una larga tarde...

355
Capítulo 24

Where do we go from here?


La salud de Laurel había empeorado los últimos días. Su cuerpo ya
no reaccionaba a los medicamentos y los achaques eran cada vez
más fuertes. Niall había tomado el caso desde que la chica fue
ingresada, en conjunto con el doctor Lincoln. Laurel estaba en la sala
de cuidados intensivos siendo vigilada por enfermeras las 24 horas
del día ante las órdenes del doctor Horan. Esa noche las cosas no
estaban bien, había tenido fuertes convulsiones en las últimas horas
y tuvieron que aplicarle relajantes, lo cual, en su condición, no es lo
correcto.
El reloj marcaba las 2:26 A.M cuando un desaliñado y cansado chico
se apareció en el consultorio de Niall, vestía casual, unos jeans
maltratados acompañados de una camiseta blanca y un abrigo de
chándal. Su cabello rizo bastante largo y desarreglado; las ojeras
adornando su juvenil rostro y, los cachetes que un día se tornaban
de un cálido rosa ya no estaban, fueron sustituido por la palidez y un
moretón debido a una pelea que tuvo en el bar, bueno, solo intentó
separar a dos sujetos.
La mirada preocupada del médico inspeccionó al muchacho, se
sentía fastidiado de verlo así todos los días. Era la misma rutina de
siempre. Niall incansables veces le había ofrecido su ayuda, que se
mudaran ambos con él y el chico siempre se rehusaba.
—Hola, Niall—Su notó de voz era bajo, agotado. Tomó asiento sobre
la camilla ubicada a una esquina de consultorio.

356
Niall dejó la Tablet sobre su escritorio y se sacó los lentes, para que
Shawn visualizara mejor la cara de disgusto que le colocaba cada
noche que lo veía llegar en esas condiciones.
—Bebé... no me mires así...
El médico suspiró poniéndose de pie.
—Número uno, no me llames bebé. Aquí el más joven eres tú.
Número dos, estoy cansado de verte llegar así todas las noches—
Buscó unos utensilios en una pequeña vitrina de pared que allí
había—. Un día de estos vas a colapsar, Shawn.
—Si mi hermana muere...—Hizo una pausa, para suspirar y retener
las lágrimas— No me importaría colapsar.
—No digas eso—Niall le dio una mirada furiosa mientras preparaba
una inyección—. Eres joven, apuesto, tienes toda una vida por
delante. Terminaras la escuela e irás a la universidad y quien quita
qué allá encuentres al amor de tu vida, luego te casara, tendrás hijos.
Así será —Dicho eso, se acercó hasta el muchacho de ojos
apagados—. Te pondré estas vitaminas, necesitas energías y temo
por tu salud. Recuéstate.
El chico se quitó el abrigo, lo tiró a un lado y se recostó—No voy a
encontrar el amor de vida en la universidad.
—¿Por qué? ¿Crees que no iras? — Pasó un poco de alcohol sobre la
piel de su hombro para esterilizar el área.
—No—La mueca en su cara ante el piquete de la aguja fue algo que a
Niall le causó mucha gracia.
—Entonces...—Siguió indagando.

357
—No me interesa querer a nadie más que a ti—Admitió. —Te escribí
una canción.
Niall iba a desmayarse, claro que sí. Fue por ello por lo que se alejó
para tirar la jeringa en el triturador.
—No lo recuerdo bien, pero sé qué hay una parte que es como— lo
pensó unos segundos antes de cantar ese fragmento — I wonder
what it's like to be loved by ... you.
No dijo más, se quedó dormido. La inyección en realidad era un
relajante muscular, sabía que por las buenas ni loco iba a dejar que
le pusiera aquello así que, tuvo que mentirle. ¿Qué sentía por
Shawn? ¡Santo cielo! ¿Qué se supone que se podría sentir por un
adolescente? ¿Empatía? Niall estaba muy lejos de solo sentir
empatía. Era demasiado terco para admitirse así mismo que el chico
se le estaba metiendo muy adentro, incluso si él ponía ciertos muros
entre ellos.
Volvió al lado del muchacho, observándolo dormir plácidamente.
Era consciente de que cuando despertara le reclamaría aquello,
pero, podría soportarlo con tal de que descansase.
Es tan guapo, pensó. No luchó contra el impulso de plantar un beso
en sus labios y aunque no hubo respuestas por parte del muchacho,
se sintió extremadamente correcto.
—Así se siente.
Volvió hasta su escritorio, debía seguir organizando sus citas de la
semana y, aquella sería una larga madrugada.
****
U.S.A
Alaska.

358
Justo lo que necesitaba, una ducha caliente para quitar el enojo de su
cuerpo luego de lo que Harry le dijo. Habría que ser idiota para
cometer senda barbaridad como que la Harry había hecho, la cagó
en tamaños monumentales y Liam no tenía la más mínima idea de
cómo saldrían de ello. Hablar con el clan Kennels pudiese ser un
buen comienzo, sin embargo, no el mejor.
Salió del baño envuelto en una toalla de baño, frotando su rostro en
pura frustración. Necesitaba unos calmantes y desaparecer. Se paró
frente al espejo para inspeccionar su aspecto fresco y "tranquilo",
No obstante, notó en su cuello la falta de su preciada cadena ¡Lo que
faltaba! No podía haber perdido su más valioso tesoro, era una
pequeña cadena de oro
con una "L" como dije. Buscó por toda la habitación e incluso en el
baño y nada encontró. Ya su rabia estaba al borde. Salió de la
habitación para preguntarle a cierto morocho si por casualidad la
había visto por ahí.
Entró a la habitación como perro por su casa, ganándose la mirada
furiosa del morocho quien se encontraba sobre su cama leyendo un
libro, no preguntaría como lo consiguió.
—¿Has visto mi cadena? —Le preguntó.
Zayn bajó el libro con rabia—¿No te enseñaron a tocar antes de
entrar?
—No. Y no estoy de humor, ¿La has visto? —Esta vez, su tono fue
más rígido.
Zayn se levantó de la cama enojado y contemplando las
posibilidades de golpear a Liam. Rebuscó en el bulto gris que había
llevado y de allí sacó la cadena.

359
—La dejaste tirada sobre la cama del hotel —Se la entregó de mala
gana—De nada, ahora lárgate.
Liam inspeccionó su cadena para comprobar que no había daños,
luego su mirada cayó sobre el molesto pelinegro quien portaba una
camisa, bastante grande para su cuerpo, como pijama y raramente,
se le hacía familiar porque... ¡Era suya!
—¿Es mía?
—Bueno, mía no es ¿Qué no la buscabas?
—Habló de esa camisa—Señaló.
—Ah, sí. La tomé de tu mochila—Confesó, restándole importancia.
Aquello logró una pícara sonrisa en el rostro del castaño, la verdad
ver a Zayn usando su ropa era algo que, en aquel entonces, le
encantó y ahora, le seguía fascinando.
—Oh no, no no no, la tomé porque solo había una pijama y era de
Louis.
—¿Y decidiste tomar mi camisa? —La sonrisa no se apartó nunca de
su rostro. Zayn empezaba a encabronarse.
—Era una tuya o una de Harry. Prefiero tener tus pulgas encimas.
Liam parecía un niño viendo los regalos de navidad.
—¿Qué tan adentro prefieres tener mis pulgas? —Sin esperárselo,
agarró a Zayn por la cintura, invadiendo el espacio personal del
morocho.
—Liam. Suéltame—Ordenó, mientras trataba de empujar al castaño.

360
—¿De verdad quieres que te suelte? —Su voz se hizo más ronca al
preguntar aquello.
Zayn lo miró a los ojos un tanto confundido. —¿Eres imbécil? Te lo
acabo de pedir.
Liam suspiró rendido, sin embargo, no lo soltó, tan solo se deleitó
apreciando las orbes Hazel furiosas.
—Lamentó lo que te dije en hotel —Zayn detuvo su forcejeo,
sorprendido por la disculpa. — No debí hablarte de esa manera, fue
grosero y —Se apartó varios pasos, liberando a Zayn— No estuvo
bien. En verdad, lo siento.
La carita de perro mojado con la que Liam se disculpaba era sincera.
Y sus disculpas también. Una de las virtudes del castaño era que
sabía reconocer sus límites y cuando se excedía, reconocía sus
errores, siempre trataba de solucionar las cosas; a diferencia de
Harry que cuando la cagaba, se encargaba de empeorarlo hasta el
punto en que todo le colapsaba en la cara. Liam siempre pensó que
su mejor amigo tenía un don para los problemas.
Zayn lo sopesó unos segundos antes asentir, suponía que aquello era
un avance en él si por lo menos pudo reconocer su equívoco.
—Bien. Ahora largo de mi habitación.
Liam parecía renuente a marcharse—Me iré, con una condición.
—Hijo de ... —Suspiró—. ¿Qué quieres?
—Galletas.
Zayn parecía realmente sorprendido y confundido, esperaba algo
diferente, algo como un beso, sexo e incluso dinero, pero no galletas.
—¿Cómo que galletas?

361
—¡Si! Cuando estábamos en los scouts, tu horneaste unas fantásticas
galletas—Zayn no pudo evitar reír, Liam realmente parecía un
niño—. Tenían chocolate y canela, recuerdo que te robe algunas
porque no me quisiste dar. Perdón por eso.
—Lárgate de mi habitación—Empujó al Liam hasta la puerta—. No
te prometo nada.
Y con ello le cerró la puerta en la cara. Respiró profundo, por alguna
razón su corazón latía fuerte y sus estúpidos labios no dejaban de
sonreír. Esa faceta infantil de Liam la había visto pocas veces y la
verdad era algo con lo que no estaba preparado para lidiar.
...
—Tienes unos hermosos ojos azules—Alagó Lourdes, una señora de
edad media con algunas canas floreciendo en una negra cabellera.
Era oriunda de un pueblo aledaño al lugar, había vivido allí toda su
vida y servido a los Styles por largos años según le contó.
Tomaban una taza de té mientras platicaban en la cocina, Louis
había bajado por tan solo un vaso con agua cuando la dulce mujer de
rasgos suaves y voz amable le ofreció una taza de té a la cual el
castaño no se negó, al contrario, se sentía agradecido.
—Muchas gracias—El menor le brindó una amena sonrisa—. No me
lo dicen muy a menudo ...
—Oh cielo, tu esposo te lo debe decir a diario.
Louis frunció el ceño. —¿Conoce a Luke?
—¿Luke? ¿El muchacho alto de rasgos árabes? Es muy amigo del
señorito Styles, no sabía que era tu esposo—. Tomó un sorbo de té.

362
—¿Cómo supo que estoy casado? —Louis imitó la acción de Lourdes,
aquella bebida estaba deliciosa.
—Bueno, se reconocer un anillo de bodas—Señaló la mano de Louis,
justo con que sostenía la tasa.
Su preciado anillo de bodas. La nostalgia abrazo el alma del castaño
con una ola a la arena.
—Si... mi esposo me lo dice mucho... creo...—Paró unos segundos—
Que es lo que más le gusta de mi—Esbozó una sonrisa como
comodín para soltar un par de lágrimas.
—¿Tienes hijos? —Preguntó la señora.
¿Cómo se suponía que debía responder aquella pregunta? ¿Qué
debía decir? Decir la verdad definitivamente no era una opción y
mentir le partía el corazón Tampoco era como si hubiese mucho de
dónde escoger, su verdad actual era la mentira y aunque se le
partiera el alma, debía seguir así. Y con dolor, negó.
—No—Respondió seco, observando su taza de té humear.
Concentrándose en eso para no llorar—Muchas gracias por el té
Lourdes, pero, me dio sueño y.... creo que me iré a dormir. Enserio,
gracias.
Salió de la cocina sin siquiera esperar una respuesta por parte de la
mujer. Necesitaba estar solo y llorar, pedir perdón al cielo y así
mismo por lo que acaba de hacer, replantearse si todavía era la
decisión correcta porque tras cada minuto que pasaba la agonía lo
carcomía por dentro. ¿De verdad viviría negando lo más hermoso
que le había pasado en la vida? Ignoraría el hecho de que existe una
personita en el mundo con su sangre, quizás con sus ojos, una
personita que él tuvo la dicha de crear ¿Negaría eso? ¿Valía tanto su
matrimonio? Si es que quedaba algo de él. Si es que Luke estaba

363
dispuesto a perdonarlo, si es que aún le amaba... Su mente estaba
nublada por el juicio entre lo que es correcto y lo que el crees lo es.
Entró a su recamara designada y cerró la puerta con seguro, no
quería ver a nadie en ese instante. Caminó un poco más solo para
ver a la persona más detestable sentada en el suelo frente a la
chimenea, admirando el fuego arder cual preciosa obra de arte se
tratase. ¿Sería muy mal educado de su parte echarlo a patadas?
Bueno, aquella era su casa así que...
—¿Podrías largarte? Quiero dormir—Le dijo arisco. Notando
sostenía un vaso de cristal con lo que parecía ser Whiskey. Louis se
cruzó de brazos abrazándose a sí mismo, un Harry borracho no era
algo con que quisiera lidiar.
—Dices que yo soy el monstruo—Comenzó, sin apartar la vista de
las llamas. —Cuando tu niegas a tu hija como si nada pasó.
Louis se estremeció. —¿Qu-e s-se supone que debía decir? ¿Qué tuve
una hija contigo? No es algo de lo que me interese alardear—. Si de
algo se podía sentir orgulloso era de lo buen actor que se estaba
volviendo, eso le aterraba, sin embargo.
—Claro. Lo que tú haces siempre está bien ¿No? Siempre es por una
causa y usualmente soy yo.
—No te vengas a hacer la victima aquí. Largo.
Harry llevó sus orbes verdes musgo hasta el pequeño cuerpo de
Louis, quien no sabía si temblaba por el frio o por la mirada vacía del
mayor.
—Victima—Repitió en un tono para serio mientas se ponía de pie.
Fue cuando Louis notó que llevaba una pijama y el pelo totalmente
húmedo. —Tú me quitaste a mi hija, la desapareciste y todavía
finges ser la victima aquí. Eres peor que yo.
364
—Tu fuiste el que ofreció comprarme como un maldito objeto
sabiendo que soy el esposo de tu mejor amigo. Lo que yo hice lo hice
por amor, tu...—Miró al rizado de arriba hacia abajo con disgustó—
Lo hiciste solo para alimentar tu asqueroso ego. ¡El gran maldito
Harry Styles! ¡El que lo debe tener todo! y solamente tiene dinero.
—Tu no me conoces—Dio un paso más cerca del castaño.
—¡Claro que lo hago! —Exclamó irónico. —Y ese fue mi maldito
error. Conocerte y pensar que tenía que esforzarme más, que debía
darte lo mejor de mí y tu cambiarias—. Las lágrimas salieron de las
orbes azules. Sus palabras se desbordaron—Creer que lo que pasa
en los libros me pasaría a mi... ¡Y no! ¿Sabes por qué? Porque te di lo
mejor de mí y seguiste siendo el mismo hijo de puta—Secó sus
lágrimas con las mangas de su cárdigan—. Te di lo mejor de mí, lo
que nadie nunca tendrá de mí, ni siquiera Luke y no lo merecías, por
eso hice lo que hice.
Harry le dio un largo trago a su bebida, sintiendo el ardor cruzar su
garganta para después poner sus orbes verdes sobre Louis. Estaba
cansado, y un poco borracho.
—Tu no entiendes.
—No me interesa—Sentenció duramente.
—El gran Harry Styles...—Vaciló—El que siempre lo ha tenido todo,
eso dices... ¡Qué gran mentira! —Exclamó con dolor— Si en algo
tienes razón, es que yo solamente tengo dinero. Siempre me han
quitado las cosas que si son importantes para mi ¿Sabes? me
quitaron mi niñez a los 10 cuando mi padre puso un arma en mis
manos —Observó sus manos para luego volver a Louis. —o quizás a
los 8 cuando el hijo de perra de mi tío me dijo que soy un marica por
creer en Santa Claus. —Río sin gracia, tomando otro sorbo de la
bebida—. O a los 13 cuando me enamoré de un chico. En el

365
momento que mi padre se enteró, Cai y su familia sufrieron un
misterioso accidente, todos murieron. Supongo que Des Styles no
podía permitir que su único hijo varón fuera un marica. —Volvió a
reír sin gracia—Si apenas le dirigía la palabra a Luke por haberse
involucrado contigo.
Louis se llevó la mano al pecho, de pronto sentía frío y taquicardia.
No quería seguir escuchando: —Harry.
—¡Y se pone mejor! — Dolía, cada maldito recuerdo de esos, dolían.
Se acercó a Louis, cortando la distancia que el menor había
establecido entre ellos, Louis mantuvo su mirada hacia cualquier
lado menos a Harry, luchando por que sus pies se movieran lejos del
rizado quien había invadido su espacio personal. Sentía la mirada
penetrante de Harry sobre él—. Y lo peor fue a los 17— Las manos
del ojiazul comenzaron a temblar. El aliento caliente de Harry
chocaba en la piel de su rostro—. Cuando tuve que convertirme en la
peor versión de mí para proteger a la persona más pura que he
conocido.
—Harry, por favor...—Ni siquiera sabía por lo que rogaba.
—Tuve que dañarla, Louis...—Aquello fue dicho con ira, con una
indomable rabia—. Tuve que destrozarla, era la única opción que
tenía para protegerla. No hubiese soportado que le hicieran daño, no
de la manera en que mi padre lo hacía. —Louis quería llorar, iba a
llorar.
—¿No hubiese sido más fácil decírselo? —Lo enfrentó—. Apuesto a
que esa persona hubiera luchado contigo, sin importar nada y, ante
todo. —Para decir aquello, tuvo que cerrar fuerte los ojos,
conteniendo las lágrimas en el intento.
—No se puede luchar contra un tsunami—. Volvió a reír, sin gracia
en sus labios y con la ironía en lengua—. En algún momento, pensé.

366
—Tocó suavemente el mentón de Louis—. Hasta un día. Todo debía
terminar algún día y yo podría de alguna forma, arreglar todo. Pero,
el tiempo no perdona y la vida es una hija puta ¿Sabes qué pasó?
¿Sabes?
Louis negó con la cabeza, manteniendo la misma postura reacia a
mirar a Harry a la cara.
—Tuve que presenciar en primera fila como me lo arrancaban de las
manos en un maldito altar ¡Y encima tuve que sonreír! ¿Puedes
creerlo?
Louis no aguantó. Trajo de vuelva su tan apreciado espacio personal
y lo puso entre él y Harry. Para ese entonces por las pupilas del
rizado rodeaban algo parecido a unas cuantas lágrimas.
—No me interesa tu triste historia, que quieres que haga ¿Qué te dé
un Globo de oro? —Habló sin vacilar. Mostrándose fuerte, tan solo
un caparazón para cubrir la ruina dentro suyo—. Te aconsejo que lo
superes, acabó. Por mi parte, tú y yo no tuvimos una hija y te quiero
fuera de mi matrimonio.
Harry sopesó antes de responder—Ya acabó. Tienes razón. ¿Me
quieres fuera de tu matrimonio? Te lo concedo, ni siquiera voy a
volver Londres, nunca más. —Los ojos azules se enfocaron en los
verdes mostrando la sorpresa en ellos—Si quieres fingir que no
tuvimos una hija, bien, pero yo si voy a encontrar a mi hija, a ella no
me la van a quitar.
—Suerte —. Fue lo único que pudo pronunciar. Solo quería que
Harry saliera de la jodida habitación. No creía que sus piernas
pudieses sostenerlo más, no tenía fuerzas.
—No—. Harry caminó hasta la puerta— Suerte a ti, la necesitarás
más que yo.

367
Con eso, salió. Cerrando la puerta tras sí; permitiéndole a Louis
dejarse caer para poder llorar. lloró porque malditamente dolía
como el infierno toda aquella situación, era un golpe tras otro y ya
no creía que pudiese resistir más. La confesión de Harry, ellos tenían
una triste historia con un desastroso final y Louis supo que era
aquel; Harry desapareciendo de su vida, su retoña en brazos de otra
familia y quizás su matrimonio al borde del precipicio. Por otra
parte, lloraba por Harry, porque a pesar de todo un día le quiso y
ahora, se entera de que Harry también, a su muy egoísta y retorcida
manera le correspondía. Una cosa era segura, ellos no nacieron para
estar junto y por alguna razón, a Louis aquello le seguía doliendo.
¡Mierda! como dolía...
No se le levantó del piso hasta entrada la madrugada. Su cuerpo
entumecido y sus ojos rojos e hinchados por tanto llorar. Se acostó
en la cama con la intensión de descansar, mañana sería otro día,
debía pensar que excusa le diría a Luka para justificar la razón de su
ida. Era preciso que lo que sea que le dijese fuese totalmente
convincente y tenía unos días para inventar la mejor excusa de su
vida y esperaba con todo su roto corazón que esa sea la última vez
que tenga que mentir a causa de Harry.
Sus ojos agotados se fueron cerrando, poco a poco. Relajándose con
los recuerdos del día de su boda, de su graduación, cuando Luke le
pidió matrimonio, todas las veces que enfermo lo cuidó, todas las
veces que hicieron el amor deseando que esos momentos fueran
eternos y no tuviesen que volver al trabajo. Cayó dormido.
***
La Grand Cherokee paró en la entrada de lo que era un motel de muy
mala categoría, la entrada deteriorada y las paredes corroídas por la

368
mugre. ¿Qué clase de sitio era ese? Clover y Brandon bajaron del
vehículo seguidos de sus hombres que los acompañaban.
La rubia lucia reacia para cooperar y muy molesta por la actitud
blanda de su hermano ante la situación. Pensaba que su gran
hermano era un estúpido enamorado y que todo eso lo hacía por
aquel insignificante pakistaní.
—¿Cuál habitación? —Preguntó el castaño.
—Te vas a arrepentir de esto—Amenazó.
Brandon, con la paciencia al límite agarró a la chica por el brazo y la
estampó contra la camioneta. —La que se va a arrepentir eres tú si
no colaboras, no me hagas perder la poca paciencia que me queda.
La rubia empujó a su hermano para zafarse del agarre, no negaría
que la actitud del hombre le ponía lo pelos de punta.
—13.
Le hizo uno seña a sus hombres para que fueran delante, volvió a
sujetar a su hermana por el brazo para mantenerla vigilada. No
confiaba en ella, ya no la conocía producto al tiempo que pasó fuera
de su casa.
Mientras más se adentraba a los pasillos de aquel lugar, se daba
cuenta de todas las reglas de salubridad que aquella pocilga violaba.
Era una ratonera, literalmente, se podía escuchar el ruido de los
ratones detrás de las paredes, el tapiz de la pared descompuesto
debido a la humedad, eso sin mencionar las luces titilantes y el olor
desagradable ¿Cómo su hermana había podido dar con ese lugar tan
lúgubre?
—Aquí es—Se detuvieron frente a una puerta cuya numeración
marcaba el número 13.

369
—Tiren la puerta—. Ordenó Brandon.
Sus hombres no tardaron patear la puerta tan fuerte que cedió.
Con armas en mano los hombres entrando seguido por Brandon
quien también estaba armando y apuntando a la rubia a su lado.
—Por tu bien, que estén aquí—. Amenazó.
La habitacion estaba en débiles penumbras, uno de los hombres
buscó un interruptor por toda la pared y cuando las luces se
encendieron. La imagen frente a Brandon fue horrible, dos mujeres
atadas de pie y manos en la cama, con moretones adornándole el
rostro y su ropa lucia harapienta. Una era Hally, trabajaba en la
heladería principal del pueblo, esta parecía estar inconsciente y la
otra, la rubia que vio en el hospital, si mal no estaban era amiga de
Styles. Entre ellas, un pequeño cuerpo envuelto en una sábana y
profundamente dormida. La chica mostró sorpresa al ver a Brandon
allí.
—¿Tu? —La primera en hablar fue Elena, totalmente sorprendida y
encabronada.
—No es lo que piensas, yo no hice esto—Apretó a la rubia hasta casi
marcarle el brazo—. Desátenlas.
Los hombres obedecieron.
La primera en quedar libre fue Helena. Quien no se contuvo en
taclear la rubia, sentía rabia y no pensaba quedarse así. Una vez en
el piso la golpeo repetidas veces a puños mientras Clover intentaba
tomarla por los cabellos para apartarla de sí.
Brandon se apresuró a tomar a Helena y apartarla de su herida
hermana. La chica no dejaba de luchar por liberarse para seguir
golpeándola.

370
—¡Hija de perra! Juro que voy a matarte con mis propias manos, voy
a destrozarte hueso a hueso—Dijo con una ira revolvente y a la vez,
siendo sujetada por castaño.
Clover tan sol miraba los ojos iracundos de la rubia. ¿En qué mierda
se había metido?
—Esta chica no reacciona—Habló uno de los hombres de Brandon,
Erick.
—Ni lo hará—Respondió Helena, en sus ojos aparecieron un par de
lágrimas—. Esta muerta. Sufrió un ataque de asma en la madrugada
y yo no pude hacer nada porque tenía las manos atadas—Volvió a
mirar a la rubia quien se había puesto de pie—. Te juro que vas a
desear en su lugar.
Se zafó de las manos de Brandon y caminó hasta la cama para con
delicadeza tomar en sus brazos a la pequeña que yacía dormida. —
¿Puedo irme o me van a retener?
—¿Qué harás con la niña? —Preguntó el castaño.
—No es tu asunto.
—Si... No digas sobre mí, pronto lo sabrán.
—Saberlo ahora o luego no hará que Zayn te deteste menos.
—Solo...Por favor—Le tendió el arma que llevaba a la chica y esta,
con sorpresa en sus ojos la tomó cuidadosamente.
—De acuerdo—. Observó por última vez el cadáver de la chica que
hubiese sido su compañera durante todo ese mes en aquel lugar. —
¿Podrías sepultarla? —Las lágrimas recorrían sus mejillas
golpeadas—. En un lugar con muchas flores, le gustaban.
—Yo me encargaré de todo—Afirmó.

371
Tomó unas cuantas cosas y salió de aquel lugar como alma que
llevaba el diablo. Sin mirar atrás, ahora tenía a la hija de Harry en
sus manos y debía tomar una decisión. Ese mes encerradas en esa
habitación, siendo maltratadas y con apenas una comida al día había
sido un completo infierno; tan solo llevaban formula y suministros
para la bebé quien gracias a los cielos se mantuvo saludable. Hally se
había convertido en una excelente nana a diferencia de Helena quien
a duras penas soportaba los chillidos de la criatura.
Buscó en el estacionamiento trasero el auto abandonado de Hally;
allí estaba, con polvo hasta las ruedas, solo esperaba que por lo
menos encendiera. De la bolsa que llevaba en su hombro, sacó las
llaves del vehículo, recuerda que Hally las puso ahí tan solo varios
días atrás cuando planearon su primer escape. Abrió el vehículo, con
apuró colocó a la pequeña en la silla para bebé y abrocho muy bien
en cinturón; Helena ocupó el asiento del conductor, dejando a un
lado la pañalera que cargaba.
Intentó encender el vehículo, no arrancó.
—¡Por favor! —Gritó frustrada. Volvió a intenta, nada.
Otra vez.
Otra vez...
Una última y el carro por fin cedió.
En una rápida maniobra salió del estacionamiento, tomando una
carretera alternativa para evitar que la siguieran.
Cuando pudo sentirse a salvo en una larga carretera a un destino
desconocido, se tomó el tiempo para pensar. Debía tomar una
decisión allí mismo, pensó en que Hally murió por una causa que si
bien tenía razón. No era nadie para elegir lo que era correcto para la
bebé cuando uno de sus padres ya había decido por ella, sin
372
embargo, su amistad con Harry estaba por encima de todas las cosas
y traicionarlo así sería cavar su propia tumba.
No podía seguir conduciendo con su mente hecha un lio, así que
decidió aparcar a orillas de la vía para pensar unos minutos. Apretó
el guía en sus manos y se permitió sollozar, si se permitía ser sincera
consigo misma pensó que a esas alturas estaría muerta; así que si,
lloró por todo por su vida de mierda, por Hally, porque no quería
traicionar a Harry, porque de seguro su esposo ya tiene otra zorra...
¡Joder!
Buscó en el vehículo de una manera desesperada, el teléfono de
Hally debía seguir por allí. Efectivamente, lo encontró en el suelo de
auto, un poco atrofiado, pero ella rogaba porque funcionara.
Rebuscó en la guantera en busca de un cargador y cuando lo
encontró, conecto el teléfono al vehículo instando a los cielos porque
encendiera.
—Vamos... vamos...
Esperó unos minutos hasta que por fin la pantalla encendió.
Desbloqueó el teléfono y el fondo de pantalla le llamó la atención...
era ella abrazando a un chico tez clara y ojos verdes, ambos llevaban
ropa abrigada, parecía haber sido tomada en los Alpes o algo por el
estilo. Lucían muy felices y...
—Lo siento... Lo siento tanto Hally...
Fue directo a marcación y allí, presionó los dígitos que conocía de
memoria...
Luego de varios timbrazos, una voz ronca contestó.
—¿Harry?

373
****
El morocho daba vueltas por toda la habitación con su celular entre
las manos, los nervios ya los tenía al tope y se estaba quedando sin
opciones.
El teléfono sonó mostrando el nombre de su hermana en el
identificador.
—Vi tus llamadas, no pude contestar.
—Dime que tienes algo.
Silencio.
—Vas a tener que decirle la verdad a Louis, Zayn. Dile que la niña
nunca llegó a mí.
Zayn se haló el cabello en desesperación.
—¿Cómo demonios se supone que haga eso? No lo has visto. No
puedo hacerle eso.
—La verdad no se puede ocultar por mucho tiempo Zayn.
—Lo sé y...
La puerta fue abierta por un castaño perfectamente vestido. —
Gemma nos está llamando para desayunar.
—Eh si madre, estoy bien. Pronto regresaré, hasta luego. —Colgó.
—Trisha debe estar que se muere.
—Y no te imaginas Yaser—. Bromeó.
Ambos rieron mientras salían de la habitación.
***
374
Doniya dejó su teléfono sobre la mesa mientras se servía una taza de
café, todo el mes estuvo haciendo averiguaciones y nada. Parece que
la tierra se las hubiese tragado.
Su teléfono volvía a sonar y esta contestó sin mirar el identificador.
—¿Hola?
—¿Doniya?
—Si soy yo ¿Quién habla?
—Tengo un encargo para ti, de parte de Hally Price.
El corazón de Doniya sedetuvo por unos segundos.
No podía ser...

375
Capítulo 25

I used to call you my own, my dear.

Había perdido la cuenta de los días que llevaban encerradas en esa


mugre habitación de motel, siendo vigiladas noche y día como ratas de
laboratorios en pleno experimento. Eran demasiadas las ideas que
habían puesto sobre la mesa para escapar, librando a los orangutanes
de Clover Kennels, quien días atrás se presentó para vanagloriarse
frente a ellas de lo bien que estaba llevando la situación y
supuestamente de lo inteligente que era. Hally tuvo que contener a
Helena para que esta no saltara sobre la chica y la golpeara hasta la
muerte.
La habitacion contaba con una cama King size, una nevera
descompuestas, un televisor averiado y una especie de cocina mal
trecha. El papel tapiz de las paredes era un rojo vino podrido por la
humedad del lugar. Tenía una sola ventana y estaba vetada, tan solo
podían ver la luz del sol y la oscuridad de noche, eso sin contar que los
matones de Clover merodeaban por allí, no existía una escapatoria
prudente a su situación y cargaban con un bebé lo cual, desfavorecía
sus planes de escape. Disponían de un baño sin puerta, tan solo tenía
un toilette y lava manos ¡Ni siquiera una asquerosa bañera!
—¿Podrías sentarte? Me estás mareando.
La pelirroja le obsequió una mala mirada a Helena, estaba agotada,
llevaba horas intentando dormir a la pequeña, quien no era para nada
dócil para su poca existencia. La mecía entre sus brazos mientras
caminaba de un lado a otro por la habitación.
—No. Estoy tratando de dormirla.

376
—No haces un gran trabajo.
—Y tú tampoco ayudas— Le reclamó —Además, era tu turno de
atenderla, no jodas.
La chica resopló en respuesta.
Hally continuó con su labor por un rato hasta que la respiración del
infante se normalizó y no se quejaba más. La recostó sobre la cama y
aseguró los lados con un par de almohadas. Si salía con vida de allí, no
tendría hijos, definitivamente.
Organizó algunas cosas de la bebé que estaban regadas por todo el
gavetero. Era su primera vez siendo nana y sin lugar a duda, siendo
secuestrada.
—Mataría por una ducha con agua muy caliente—Comentó la
pelirroja.
La chica sentada en un pequeño y mal gastado sillón río— Bueno, es
la primera vez que duro tanto sin tener sexo así que, creo que te
entiendo.
Hally río. No, eran amigas, pero, tampoco enemigas. Habían dejado
claro los términos desde los primeros días en ese lugar, no podían
pelear entre ellas cuando tenían un enemigo más fuerte en común,
debían unirse para poder sobrevivir y así lo habían hecho hasta ese
momento.
—¿Tú y tu esposo no tienen otra cosa que hacer más que solo tener
sexo? —Preguntó la pelirroja en un tono jocoso.
—¿Quién dice que es con mi esposo? —Hally observó a la chica
aterrorizada por la confección—No soy precisamente una santa.

377
—Supongo que nadie lo es—Exhaló—. Hoy es mi baile de primavera,
antes de la graduación. Qué triste.
—Triste por el chico que dejaste plantado.
—De hecho, iba a ir con mis amigas—Terminó de poner todo en
orden. Tomó asiento en el borde de la cama con cuidado de no
despertar a Darsie, observó a la rubia mirarla como si fuese un bicho
raro—. ¿Qué?
—¿Por qué con tus amigas?
—No soy la más popular de la universidad, supongo—Confesó con una
mueca triste.
Helena se puso de pie, comenzó a inspeccionar la habitacion hasta que
encontró lo que buscaba. Puso el viejo reproductor sobre el gavetero y
lo encendió, en las emisoras encontró solo estática.
—¿Qué haces? —Preguntó Hally divertida.
—Shhhh, estoy buscando inspiración... ¡AJA!
La canción Night Movies de Bob Seger sonó en los parlantes del aquel
viejo y deteriorado radio, con un volumen moderado para no
despertar a Darsie. Helena sonrió—. Si vamos a morir aquí, no lo
harás sin un baile— Le tendió su mano a la chica perpleja viendo los
movimientos divertidos de Helena—. No me dejes plantada
Hally entrelazó su mano con la de Helena, se puso de pie y le siguió los
pasos. La rubia colocó su mano libre en la cintura de la pelirroja,
matando el espacio entre ellas en medio de risas. Hally correspondió
posando su mano en el hombro de Helena, ambas bailaban y reían
como si no estuviesen en el infierno, como si el mundo no se estuviera
desplomando bajo sus pies; como si viviesen para contarlo...

378
Movían sus cinturas al ritmo del rock clásico y no hubo un momento
en que no rieran. Helena colocó ambas manos en la cintura de Hally y
esta rodeó su cuello.
— I used her, she used me, but neither one cared. We were gettin' our
share — Ambas cantaban al unísono—. Workin' on our night moves.
Tryna lose the awkward teenage blueeeeees—Hally abrazó fuerte a la
rubia, aquel detalle era lo más lindo que alguien pudo haber hecho
por ella. Helena por su parte de sintió diferente, muy diferente, aunque
nadaba en el infierno por alguna razón, se sentía en paz. Suponía que
era lindo cuando te encuentras a ti misma en una canción, cuando
bailas, cuando no hay que fingir.
Por primera vez, sentía que tenía una amiga...
No lo diría en voz alta.
Secó las pequeñas lágrimas que rodaban por sus mejillas con las
mangas de su abrigo. La vista desde aquel acantilado era hermosa,
se podía vislumbrar un pequeño pueblo con frondosa naturaleza a
su alrededor. Había conducido por casi dos horas hasta Wyoming. La
decisión que tomó traería consecuencias y aunque le callera el
mundo encima, procedería.
Un Cadillac gris entró al lugar, deteniéndose justo al lado del
vehículo dorado. Una chica de pelo castaño bajó del vehículo, vestía
una gabardina negra acompañadas con unos botines del mismo
color. Unos simples jeans con una blusa cuello de tortuga.
Helena se acercó a la imponente Malik, la verdad era que la chica era
muy diferente a Zayn.
—¿Tu eres Helena? ¿Tu me llamaste? —Preguntó la castaña.
—Si... Hace un mes se suponía que la hija de Harry y Louis debía
llegar contigo, pero no pasó.
379
—¿Dónde está la pequeña?
—Está en el auto, Hally Price no pudo llegar...—Carraspeó.
Doniya se cruzó de brazos analizando la conducta de la chica, en su
rostro tenía unos cuantos moretones, la herida su labio estaba
cicatrizada y ni habla de su ropa. Si bien la investigó, Helena West
era una de los amigos más cercano de Harry, entonces lo que no
entendió es el porque le estaba dando la niña a ella, incluso eso
significaría pasar por encima de la lealtad a Styles y ni mencionar lo
que se le vendría encima en el segundo que Harry se enterara.
—No confió en tí.
—No me interesa. Llévate a Darsie lo más lejos que puedas— Abrió
la puerta trasera de su auto y sacó el pequeño cuerpo de la nena,
envuelto perfectamente en una manta blanca— No hay trucos.
—¿Por qué haces esto?—Preguntó Doniya, bajando un poco la
guardia al ver a la niña en los brazos de la rubia.
—Se lo debó a alguien...—Doniya procedió a tomar a Darsie en sus
brazos.
—¿Qué paso con la pelirroja? Hally Price..
—Murió—Suspiró—Sácala de aquí, ella no merece estar en medio
de dos personas que solo les interesa hacerse daño el uno al otro, sin
importarles a quien se llevan por delante...
Helena no quería hablar más del tema, deseaba con toda su alma
borrar tan amarga experiencia. Entró a su auto y encendió el motor,
sin decir una palabra más arrancó con dirección a la pista de
aterrizaje a las afuera del Wyoming. allí un jet esperaba por ella.
********

380
9 Hours Befour
La lluvia no mostraba ánimos de parar y el frío se volvió intenso
como la oscuridad que los acompañaba. No había desempacado
mucho, tan solo la pijama con la que dormiría, un simple pantalón
largo de algodón con su cárdigan favorito. Su reflejo en el espejo era
algo realmente desastroso, llevaba semanas sin cortar su negro pelo
y era algo un poco inusual en él; la parte frontal ya tapaba sus ojos,
le irritaba. No sabía cómo diablos, Harry había aguantado tanto con
la salvaje melena rizada que se había dejado, llegó un punto en que
pensó que quizás aquello era una promesa del rizado o, quizás
quería iniciar un proceso para ser transgénero, su hermano siempre
fue algo raro, la verdad.
La puerta fue abierta por un grandulón con cara de niño inocente,
Luke había preparado la cena, la cual, como predijo Blake, quedó
horrible. Si bien Luke era guapo como el infierno, en esa misma
proporción era un desastre en la cocina. El mayor llevaba en sus
manos una bandeja y una sonrisa de disculpa. Blake se acercó para
ver que contenía la bandeja y rogó porque no sea otro guisado.
—¿Un sándwich? —El menor se mostró confundido—. Después de la
asquerosidad que hiciste de cena, ¿Crees que voy a volver a comer
algo que tú hayas preparado? —Se cruzó de brazos observando a
Luke con el ceño fruncido.
Luke replicó—Blake, ¿Qué te he dicho del lenguaje?
—Decir la verdad no es una mala palabra.
—Lo es cuando no se tiene tacto—El mayor le tendió la bandeja—.
Sé que lo que hice no estuvo del todo sabroso, pero...
—Olía a estiércol—El chico continuó, interrumpiéndolo.
—Ya entendí, no más guiso, nunca.
381
Blake le quitó la bandeja de las manos, probaría el sándwich porque
¡Vamos! No podía ser malo hasta preparando un simple sándwich. Y
si, solo bastó el primer mordisco para que el chico devolviera todo a
la bandeja, escupiéndolo.
—¡Qué asco! —Se quejó, devolviéndole la bandeja al mayor.
—¿¡Qué tiene!? Es un simple sándwich de jamón y queso.
—Tiene mayonesa—Corrió al baño, necesitaba un enjuague bucal
para quitarse el sabor de esa horrible cosa. —¡Detesto la mayonesa!
—Blake, eres un maldito mocoso caprichoso— Dijo un molesto
Luke. Salió de la habitación para dejar los trastes en la cocina,
adoraba a Blake con toda su alma, pero existían veces cómo esa en
que no le entendía, lo que en muchas ocasiones le causaba migraña o
simplemente le sacaban de quicio.
Tiró los restos de sándwich al basurero y los trastes al lavabo.
—Y tú eres un pésimo cocinero y definitivamente, eso no es culpa
mía—Dijo la voz de Blake tras Luke. —Dios, que asco de verdad.
Luke suspiró, llamando a toda su paciencia. Continuó organizando la
cocina—Te juro que a veces quisiera... —Se cayó.
—¿¡Qué!? ¿Golpearme? —Tentó la paciencia de Luke. Admitía que
aquello le entretenía.
Luke no respondió.
—¿Dominarme? —Tiró aquello, sabía que camino estaba tomando.
Por el tono retador en su voz, Luke entendió perfectamente el doble
sentido en las palabras del chico; debió decirle que se callara, pero
su voz se trancó y por alguna razón que no iba a indagar los vellos

382
de su piel se erizaron. Aún estaba de espaldas al chico organizando
algunas cosas fuera de lugar en la cocina.
Blake no midió sus palabras, más bien, no quería.
—Puedes hacerlo si quieres, pero te advierto que tendrás que pelear
por ello.
Luke no respondió, no. Su boca no emitió ninguna palabra, pero su
cuerpo, era una amalgama de reacciones. ¿¡Cómo podía siquiera
reaccionar a algo tan absurdo!? Blake era como su hermanito menor.
Estaba mal, era enfermo tan solo...
—Luke...
—Nada de eso —Cortó—. Solo quiero que dejes de ser arisco y
grosero. No hay necesidad de andar por la vida tratando mal a las
personas. Ya cumpliste 17 años, madura.
—Oh perdona. No todos podemos ser muñequitos de porcelana
como tu esposo... ¿O ex?
Luke se dio la vuelta para darle una mirada furiosa—No te caería
mal ser un poco cortes, como Louis.
Aquella comparación fue un golpe bajo para Blake.
—No me da la gana y sabes, eres más imbécil de lo que pensé.
—¿Y ahora por qué?
—Porque yo estoy aquí, he estado aquí desde el maldito primer día
que te abandonó. No me interesa ser como él si tengo que
abandonarte cuando las cosas se ponen difíciles.
Volvió a su habitación sin esperar una respuesta de Luke. Estaba tan
enfurecido que era capaz de ahorcarlo.

383
*******
Louis y Zayn llegaron a la mesa cuando todos estaban sentados,
Harry en la silla principal, Gemma a su derecha y Taylor a su
izquierda, siendo seguida por Liam. Llevaban un platica muy amena
entre ellos, no se interrumpieron cuando los dos chicos también
tomaron asiento. Louis al lado de Gemma y obviamente, Zayn a su
lado.
La servidumbre se encargó de colocar en cada lugar ocupado un
plato con desayuno. Harry ni siquiera le prestó atención, tenía la
mirada perdida mientras tomaba Whiskey en vez de jugo ¿No era
muy temprano? Pensó Louis. A nadie allí parecía inquietarle que el
desayuno del rizado fuese una botella de Whiskey o simplemente no
querían meterse en sus asuntos.
Eran unos simples hotcakes, algunos frutos del bosque sobre ellos,
acompañados con omelette. Todos empezaron a comer, Taylor le
hizo a Louis preguntas sobre sus padres para incluirlo en la
conversación.
Para Harry era como si no estuviesen allí, el mayor seguía hundido
en sus pensamientos y acabándose la botella de whiskey.
El teléfono de Harry sonó, era uno de sus hombres. Contestó.
—Si...—Pausó por un momento—.¿¡Cómo que en mal estado!?—
Exclamó furioso, creando un silencio entre los demás, curiosos de lo
que pasaba. El rizado colgó, poniendo de pie—Liam ayúdame.
Ni siquiera esperó una respuestas por parte del castaño cuando salió
corriendo del comedor, seguido de un muy confundo Liam. Los
demás se miraron por unos segundos, para luego, ponerse de pie e ir
tras los chicos, Harry lucía desesperado.

384
Lo siguieron hasta el pórtico de la casa, allí aguardaba una
camioneta negra. Harry abrió la puerta para ver la imagen mas
desastrosa. Era Helena desmayada en la parte trasera del vehículo.
—Oh, cielos —Exclamó Liam viendo la deplorable imagen de su
amiga.
—¡Llama a un médico, la llevaré dentro!
Tal como dijo, tomó a la rubia entre sus brazos, cargándola. Todos se
quedaron asombrados cuando vieron de quien se trataba y el estado
en el que estaba.
Gemma se apresuró a ayudar a su hermano, subió con el a su
habitacion para acomodar a la chica en la cama. Su piel lucia pálida,
los labios totalmente resecos y estaba ardiendo en fiebre.
—¿Qué le pasó, Harry?
—¿Crees que lo sé? —El mayor tentó a la rubia para revisar su
pulso—. Está débil... ¡LIAM!
—Estoy llamando pero no me responden.
—¿Nadie sabe primero auxilios?—Preguntó Gemma un tanto
desesperada—No sé, ¿Una de las mucamas?
—Louis...—Susurró el rizado—¡Liam trae a Louis!
Gemma observó curiosa a su hermano, maquinado ideas en su
cabeza.
Liam por su lado corrió escaleras abajo para encontrar al castaño,
quien estaba en la sala con su mejor amigo platicando sobre algo en
voz baja. Louis lucía preocupado mientras que Zayn comía a gusto el
desayuno que había dejado por mitad, se dijo a sí mismo que aquello
no era su asunto.

385
—¡Louis! ¿Sabes primeros auxilios? —Preguntó un tanto impaciente.
El mencionado se puso de pie—. Si... si
—Necesito que revises a Helena, tiene fiebre y está sudando, ahora
mismo está inconsciente.
—De acuerdo— Corrió escaleras arriba, directo a la habitación de
Harry.
Liam iba a seguirle de no ser por la calmada imagen del morocho
comiendo hot cakes como si aquella situación le valiese en lo
absoluto.
—¿Cómo puedes comer en un momento así? —Le preguntó Liam.
Zayn masticó observando al castaño un tanto confundido para luego
responderle—Porque tengo hambre y porque no es mi asunto si la
zorra de Styles se muere, siendo honesto.
—¡No la llames así!
—Ohhh ¿Qué también es tuya? —Dijo de forma jocosa apuntando a
Liam con el tenedor.
Liam rodó los ojos y volvió a subir las escaleras, no estaba de ánimos
para discutir con el morocho que, al parecer, había entrando en su
faceta fastidiosa.
Louis se colocó al lado de la rubia, las gotas de sudor resbalaban por
su frente, sin embargo, su cuerpo permanecía frío.
—Necesito un botiquín de primeros auxilios—Dijo, tentando con sus
dedos el pulso de la chica.
—Yo iré por él—Gemma salió corriendo de la habitación en busca
de lo pedido.

386
—¿Está muriendo? —Preguntó Harry al pie de la cama con los
brazos cruzados.
—Su pulso es muy débil, pero mientras lo tenga podemos salvarla
en lo que llega un doctor—Respondió.
Louis inspeccionó su cuerpo, aquellos síntomas eran signos de una
posible infección. En su pierna derecha había una ligera línea de
sangre, como si fuese una herida mal cerrada...
—¡Aquí está! —Colocó el botiquín al lado de Louis.
El menor lo abrió, lo primero que tomó fueron unas tijeras
quirúrgicas y justo donde estaba la marca cortó el pantalón, todos
miraban extraños la acción de Louis hasta que vieron lo que el
castaño notó. Una herida infectada yacía allí, era profunda y estaba
llena de llagas y pus. Se podía visualizar el hilo con el que a duras
penas pudieron coser la herida.
—¡Puedo salvarla! Pero necesitaré que la sostengas... Harry—Dijo
Louis mirando al mencionado.
—Pero está inconsciente.
—Pero va a despertar, la necesito quieta para poder cortar los
puntos y limpiar la herida.
Harry asintió. Se recostó al lado de su amiga sujetándole los brazos.
—Liam, tu haz lo mismo con las piernas.
El castaño un poco asqueado lo hizo.
Louis corrió al baño, se lavó las manos con agua muy caliente y
luego tomó un poco en un cubo. Volvió a la cama, se colocó unos
guantes que habían el botiquín y procedió a cortar los puntos para
retirar el hilo podrido de la herida. Agradecía a los cielos haber

387
aprendido aquello de su santa madre. Helena se removió,
quejándose un poco.
—¿Podemos darle algo para la fiebre?—Preguntó el castaño
preocupado por su amiga.
—Después de limpiar la herida podemos bajarle la fiebre.
El menor continúo con su labor y depositando los restos de hilo
sobre una gasa. Cuando terminó, lavó la herida con jabón antiséptico
provocando que Helena se moviese pero aún no abría los ojos.
La rubia comenzó a moverse desesperadamente, su cuerpo sabía
que estaba experimentando un intenso dolor pero su mente aún no
reaccionaba del todo.
—¡Sujétenla fuerte!
Continuó limpiando la herida con fervor. Cuando estuvo limpia
Louis pudo ver que estaba cerrada aunque no del todo, pero lo
bueno era que no necesitaba más puntadas. Buscó en el botiquín una
pomada para cubrir la herida, la encontró y la untó sobre la herida.
Helena había dejado de quejarse porque ya se había desmayado
completamente. La cubrió con una gasa correctamente.
—Con esto podrá aguantar hasta que aparezca un médico de
verdad...—Organizó todos utensilios que utilizó.
Harry y Liam soltaron a la chica. Los chicos se mostraban
preocupados porque no sabían que le había pasado a Helena para
llegar en ese estado y tampoco lo sabrían hasta que despertase.
Una de las empleadas de servicio irrumpió en la habitación pidiendo
disculpas antes de. Ayudó a Louis a terminar de recoger los
utensilios y le dijo que ella se encargaría del limpiar correctamente
todo.

388
—Cuando despierte le daré unos antibióticos, eso le ayudará con la
fiebre y la herida.
—No sabía que eras enfermero, Louis—Inquirió Gemma.
—No lo soy, mi mamá lo es. Ella me enseñó todo esto—Sonrió
orgulloso—Además no fue nada, he visto cosas peores.
—Bueno, creo que debemos dejarla descansar.
—Luego yo volveré para limpiar nuevamente la herida—Dijo Louis
antes de marcharse de la recámara, seguido por Liam quien debía
hacer un par de llamadas.
Harry iba a seguirlo de no ser por su hermana quién lo detuvo.
—Ahora sé porque hiciste lo que hiciste—Razonó la chica— Ahora
sé porqué lo amas, Harry.
La verdad, Harry estaba muy aturdido en ese momento y las
palabras de su hermana mayor no ayudaban en nada.
—¿De qué diablos hablas?
—De Louis—La mirada acusatoria de Gemma era demasiado para
Harry—Te vi, vi como lo mirabas cuando curaba la herida de Helena.
La fascinación en tus ojos. Lo amas.
—A ver—Resopló—. A la única persona que amo es a la hija que ese
cretino de mierda me quitó. Nunca he amado a nadie, y si alguna vez
lo hago, no será a alguien tan poca cosa como Louis.
Louis no planeaba escuchar eso, solo se había devuelto a dejar
algunos analgésicos y antibióticos para cuando Helena despertara.
No planeó escuchar lo que Gemma le había dicho a Harry, tampoco
que la respuesta de Harry lo hiciera sentir tan... molesto.

389
Se apartó de la puerta, decidió que estaría en la cocina ayudando a
Lourdes, así su mente se distraía un poco de toda la mierda que
acaba de escuchar.
*****
El ocaso en ese lugar era algo digno de ver, la luz del sol a media
orilla del horizonte creaba unos colores cálidos reflejados en el agua
del aquel gran lago. Louis optó por salir al gran patio trasero de la
mansión, encontrarse un momento con la naturaleza para poder
respirar a gusto.
El viento frío golpeaba contra la piel de su cara, causándole una
sensación agradable y cierta libertada. Llevaban a penas una noche
en esa casa, la verdad era que se sentía incómodo, no era santo de la
devoción de Harry y eso creaba un ambiente tenso. Por otra parte,
Gemma era muy amable, siempre vivía al pendiente de todo y
trataba de hacer su estadía más agradable para poder sobrellevar
todo eso.
Helena ya se encontraba mejor, limpió su herida varias veces en el
día y en un momento recuperó la conciencia, tomó unos cuantos
antibióticos y volvió a dormir. Harry no se había apartado de ella en
todo el día, velando de que no le faltara nada para su pronta y
próspera recuperación. Louis solo entraba a la habitación, realizaba
la limpieza de la herida y se retiraba sin cruzar palabras en lo
absoluto. Ambos estaban realmente dañados y era lo mejor si ni
siquiera se hablaban, total, Louis tan solo estaría allí por un par de
días más y luego de eso se largaría muy lejos; todavía le faltaban un
par de meses antes de que su herida de cesaría sanara por completo.
—Hey guapo ¿Me esperas?
Louis río al escuchar la voz de su mejor amigo.

390
—No—Respondió sin apartar la vista de la puesta de sol —No eres
mi tipo.
Zayn pasó su brazo por el cuello de Louis.
—Lo sé — Suspiró fingiendo tristeza—. Te gustan más altos,
fornidos, de pelo rizado y ojos verdes irritantes—Lo próximo que
Zayn sintió fue un codazo en su estómago por parte del castaño.
—No seas baboso. No es así.
—No te enojes, solo bromeaba—Acarició su estómago aplacando el
dolor del golpea—Además, me he dado cuenta que en lo que hemos
estado aquí, Style no te ha acosado.
—No me pareció graciosa— Dijo serio.
—¿Quién dijo que la verdad era graciosa? Es una hija de perra.
Además, soy tu mejor amigo.
—Y eso es suficiente para convertirte en un imbécil.
Ambos rieron.
Louis habló:— Creo que en un par de días cuando todo se calme,
podríamos irnos.
—¿A dónde?
—No lo sé... ¿Nebraska?
—Suena bien y cómo ya estás mejor, podrías conseguir un trabajo y
mantenerme. Necesito un Spa.
—Vamos a conseguir algo—Encogió los hombros—. Solo quiero
salir de aquí y correr muy lejos de Styles.

391
—Yo quiero apuñalarlo—Louis río ante eso. Zayn hizo una pausa de
unos minutos, pensó que aquel momento era indicado para decirle
la verdad a Louis sobre lo que pasó con su hija—Lou...
—Mmh—Melodió el castaño aún con su visión en el horizonte.
—Tengo que decirte algo... con respecto a tu hija.
Louis puso toda su atención en Zayn, su tono de voz era de malas
noticias y eso solo logró que el corazón le bajara al estómago,
creando un nudo doloroso.
—Zayn...
—Pero ya todo está bien, Doniya ya la tiene y me dijo que mañana la
trasladarán con su nueva familia—Se apresuró a contar.
—¿¡Cómo que..!? —Hiperventiló, estaba confundido—¡Zayn ha
pasado un mes! ¿¡Cómo me dices esto ahora!? ¡Qué cojones tienes!
—Hizo una pausa. Sus ojos estaban aguados.—¿Qué pasó? Sin
mentiras y no me ocultes nada.
—Se supone que Hally debía reunirse con Doniya pero nunca llegó.
Llamé a Hally a su teléfono pero nunca respondió, Don me dijo que
haría averiguaciones y ... en eso pasó un mes... —Miró al rostro
enojando y decepcionado de su amigo, sabía que la había cagado a
gran escala—. Hasta hoy cuando Helena la llamó para entregársela.
—¿¡ESA PERRA TENÍA A MI HIJA!? Oh Dios, seguro le dirá a Harry
que Doniya la tiene y...
—No lo hará. Si no ¿Para que entregársela? Mejor la hubiese traído
hasta acá y quedar como la heroína.
Louis estaba totalmente fuera de sus cabales, con los nervios a flor
de pie moviéndose de un lado a otro.

392
—Debí dejarla morir—Rechistó.
—¡Louis!
—Si ella le dice algo a Harry, toda esta porquería no habrá válido la
pena.
—Hally murió—Zayn lanzó aquello como un balde de agua fría
sobre el castaño quién al momento se quedó petrificado con la
noticia.
—¿Qué?
—Al parecer ellas estaba secuestradas. Fueron las mismas personas
que incendiaron nuestra casa y las que intentaron asesinar a Styles
en aquel hotel.
Louis sentía cómo ya el aire no llegaba a sus pulmones, iba a
desmayarse.
—Hally sufrió un ataque o algo así, murió.
—No puede ser...—Cayó de rodilla en el césped, sus piernas no
pudieron sostenerlo más —Es mi culpa—Gimoteó al bordes de las
lágrimas—No debimos pedirle que hiciera eso ¡Maldición! —Sollozó.
—No te dire que no, porque si, tienes toda la razón. Es nuestra culpa.
—Le faltaban meses para graduarse de la universidad, ella quería
ser veterinaria y ahora...—Lloró.
La culpa lo están carcomiendo, era otra prueba más de que lo que
hacía no estaba del todo bien. Personas mueren, salen heridas y no
sabían cómo podían remediarlo.
—Lou—Zayn se agachó junto a su mejor amigo, era su última
oportunidad para hacer lo correcto—Harry no es mi persona

393
favorita, pero lo vi en el hospital. Vi cómo miraba a Darsie, cómo la
arrullaba. No era el mismo hijo de puta de siempre. El daría todo por
ella.
Louis cerró los ojos— ¿Y?
—Qué aún está a tiempo. Solo tienes que pedírmelo, solo basta con
una llamada.
Louis sollozos. ¿Por qué él?
—Lo haré, si tú haces lo mismo con Liam.
—¿Qué tiene que ver?
El castaño se puso de pie secando las lágrimas alojadas en sus ojos.
Ya debía entrar, el sol se opuso, comenzaba a hacer frío y debía
cambiarle los vendajes a Helena.
—Qué no puedes pedirme lo que tú no tienes el valor de hacer.
Estamos en las mismas.
Dejando a su amigo detrás, entró a la casa por la puerta de la cocina.
Una de las mucamas se encontraba allí terminado la cena.
—Hey ¿Podrías subirle una taza de té a Helena?
—Claro señor, Tomlinson.
—De nada. Otra pregunta, ¿Sabes donde está Harry?
—Si, están en la habitación de la señorita Helena.
—Gracias.
La muchacha asintió.

394
Louis salió de la cocina y se dirigió escaleras arriba, directo a la
habitación de la rubia. No sabía si señalarla o agradecerle, si cuando
mejorara le diría todo a Styles, no sabía que esperar por parte de esa
perra desequilibrada.
Entró a la habitación sin tocar y fue cuando su cuerpo de paralizó
del todo. La respiración se le cortó cuando unos ojos oscuros con
una mirada dolida y sorprendida cayó sobre él.
—¿Louis?
—Luke...

395
Capítulo 26

No era su momento, ni su día, ni su vida. Las piernas le temblaban y


su voz se trancó, sus ojos se volvieron borrosos y el espíritu se le
desplomó.
No era la manera en la que imaginó que sería su reencuentro con
Luke, no quería que fuera tan abrupto, sin siquiera tener chance a
idear una mentira piadosa que lo salve del precipicio. Sin tiempo a
nada.
En los ojos oscuros navegaba una profunda pena, rabia, amor, toda
una amalgama de sentimientos encontrados. Harry por su parte
observó a la pareja mirarse el uno al otro, el silencio incómodo en la
habitación era asfixiante, sin embargo, la mirada de advertencia de
la pálida rubia le dijo que no se atreviera a abrir su bocota.
—Louis... ¿Qué haces aquí? —Luke fue el primero en romper el hielo,
dando un paso hacia delante.
Era la primera vez en la vida que Louis se sentía tan pequeño
delante de su esposo. No pudo detener las lágrimas, no pudo evitar
sentir la ansiedad carcomiéndole las entrañas.
—Louis, una de las mucamas envió este té para la zorra de Styles y ...
¡Santamadredecristo! —Zayn se quedó perplejo. Había entrado
bruscamente a la habitación y sólo segundos después se dio cuenta
de la presencia de Luke allí y a su mejor amigo a punto de
desmayarse.
—Zayn—Nombró—Debí imaginarlo. Louis nunca habría podido
hacer algo así solo.

396
Zayn dejó la taza de té sobre una pequeña mesa decorativa en la
habitación. Encaró de mala gana a Luke.
Louis estaba en shock. Era un mar de lagrimas.
—¿Hacer qué ? Exactamente— Enfrentó.
La mirada dolida y molesta de Luke cayó sobre el rizado de pie a un
lado de la cama.
—Tu eres el peor. ¿Sabes por qué no te parto la cara ahora mismo?
—Miró a Louis— Porque no creo que Louis valga tanto la pena. No
después de esto.
Salió de la habitación hecho una ventila de rabia y dolor, era obvio lo
que la mente de Luke había calculado e imaginado al encontrar a su
esposo después de tantos meses, y precisamente en la casa de Harry.
A Louis se le estaba partiendo el corazón gracias a las palabras
dichas por Luke antes de marcharse. Helena y Harry se miraron
mutuamente, con eso la chica le dijo que debía hacer lo correcto.
Harry salió detrás de Luke, sinceramente ya estaba harto de tanta
mierda y su cabeza era un lío; tenía demasiados problemas y una
promesa que cumplir. Le dijo a Louis saldría de su vida y su
matrimonio, así sería, pero debía empezar por cortar aquella mierda
de raíz.
Bajó las escaleras encontrando a su hermana en la sala de estar con
un libro entre sus manos. Uno de los hobbies favoritos de la rubia
era leer, en casa de sus padres solía tener una biblioteca solo para
ella. El rizado le preguntó por Luke, ella le dijo que lo vio salir al
patio hacía tan solos unos segundos.

397
Harry siguió el camino indicado, encontrando a su amigo sentando
en el pasto con la cabeza entre sus manos, claramente llorando.
Patético, pensó.
—¿Dejarás la rabieta y me vas a escuchar?—Preguntó el rizado.
Luke levantó la cabeza para mirarlo con ira atrapada en sus orbes.
—No hay nada que explicar. Ya lo entendí todo... —Se puso de pie.
—No has entendido nada, Louis está aquí por refugio ¿Qué no ves lo
que está pasando?
—¿Refugio? Louis no te pediría refugio a ti aunque su vida
dependiese de eso, bueno, el Louis que solía ser mi esposo—Haló su
cabello en desesperación—¿Desde cuando llevan viéndome la cara
de imbécil?
—Luke... deja el berrinche —Suspiró cansando—No sé porqué
diablos Louis te abandonó, aún sigo pensando que fue por otro
hombre más rico y te aseguro que ese no soy yo. Está aquí porque
vino con Liam.
—No te creo.
—Sabes que yo no miento. No me interesa—Su expresión
circunspecta apoyaba su argumento—. Lo único que sé es que
estaba con Zayn, vivían en un pueblo de colorado y Liam tenía que
cerrar unos negocios allí, se encontró con Zayn cuando todo esto
explotó. La casa donde vivían la quemaron, un poco más y mueren.
Luego Liam los trajo aquí.
La expresión de Luke se volvió culpable—. Todo esto es mi culpa,
todo este problema con Freddo.

398
—No es solo es eso. Para que Freddo te dejara en paz tuve que
hacerle algunos favores, entre ellos estuvo eliminar a Richardson
Kennels.
—Liam me lo contó. Lo sabía, también sé que su hija está detrás de
tu cabeza y por supuesto de la mía—Comentó sintiéndose furioso.
—¿Hija? —Preguntó sorprendido—. ¿Quién está detrás de todo esto
es la hija? La última vez que supe Kennels tenía un hijo mayor, pensé
que el lideraba la organización.
—No. Hasta donde supe, Freddo está en Marruecos con su familia,
tuvo que hacerlo.
—!Maldición¡ —Gritó—El punto es que ya sabes porque Louis está
aquí, así que deja tu estúpido berrinche.
—Perdón, yo no pregunté, solo imaginé cosas y...
Las palabras quedaron en el aire cuando los ojos de Luke enfocaron
a Louis acercándose a ellos. Lucía atemorizado, cosa que estrujó aún
más en corazón de pelinegro.
—Luke... ¿Podemos hablar? Por favor...—Pidió con su voz tendida en
un hilo.
—Harry me explicó porque estás aquí—Con eso, a Louis se le fue el
alma al piso—. Me dijo que viniste con Liam porque intentaron
hacerte daño ¿Es verdad?
Harry ni se molestó en mirar al castaño, su vista se mantuvo en un
punto fijo.
—A-ah si...—Se sorprendió en grande. Pensó que Harry lo había
tirado por la borda—Vine con Liam.

399
Luke no aguantó las ganas de arrullar entre sus brazos el
tembloroso cuerpo de su marido como hace meses no tenía el
placer. El ojiazul no pudo evitar sentir aquel regocijo en el vientre de
su estómago por la felicidad que sentía, porque por primera vez en
mucho tiempo se sentía protegido.
Por su parte, Harry le dio una última mirada a la pareja antes de
marcharse sigilosamente. Debía volver a revisar cómo seguía
Helena.
Entró a la casa siendo seguido por la mirada angustiada de Gemma.
Helena por su parte observaba a la feliz pareja por la ventana
cuando el sonido de la puerta abriéndose de su habitación llamó su
atención. La rubia no preguntó en lo absoluto, se volvió a recostar en
la cama y llamó por Harry para que este se recostara a su lado. Nadie
dijo una palabra, sobraban.
Quizás por eso era que su amistad con Helena era invaluable, no
había necesitada de explicar para entender. Para comprender que
Harry jamás sería el mismo, que la felicidad no estaba de su lado y
nunca lo estaría, que debía convertirse en un monstruo para
proteger sus intereses y a su familia, bueno, lo que quedaba de ella.
Después de largos minutos, Helena rompió el silencio— ¿Cuando
tendrás el valor de admitirlo en voz alta?
Harry sabía perfectamente a que se refería. Llevaba rato con su
cabeza recostada sobre el hombro de la chica, sus manos
entrelazadas y el cálido sonido de chimenea de la habitación.
—Supongo que nunca—Dijo con pocas ganas.
—Lo amas, Harry.

400
—Yo no amo a nadie—Dijo con simpleza. Enderezó su cuerpo con
ánimos de levantarse de la cama—Tu debes dormir, ha sido un largo
día y es muy tarde.
—¿Como sabes? Hay pequeños rayos de sol afuera, parece que son
las 6 de la tarde—Replicó la chica.
—Bienvenida a Alaska—Dejó un beso sobre la cabellera rubia y
procedió a marcharse de la habitación.
Aquella casa le encantaba. La calidez que le brindaba era algo
inigualable, sobre todo el paisaje maravilloso que lo rodeaba.
Recordó un bello arroyo que estaba colina abajo, era su lugar
favorito cuando era niño; solía escaparse allí todo el tiempo para
pensar o relajarse o simplemente ver algo diferente al clima
citadino.
¿Por qué no? Se preguntó, por qué no ir allá y pensar, tenía mucho
material que analizar. Su vida había dado un giro de 180 grados,
ahora tenía una hija y 32 empresas a su cargo, 12 negocios no tan
legales y un millón de otras cosas. Pensar en todo eso causó congoja
en su pecho ¿¡Cómo diablo se supone que podría con todo!? Se
volvería loco.
Salió de la casa, tomando de inmediato el atajo que llevaba al arrollo;
caminar entre el pacifico bosque le fascinaba.
El arrollo no estaba tan lejos del sendero, cuando escuchó el agua
correr no pudo evitar sonreír. A partir de cierto punto el sendero se
volvía rocoso, empezó a saltar como un niño de roca en roca riendo
a medias mientras agradecía que nadie lo estuviese viendo. A nadie
le contaría que tenía allí una gran roca especial, ubicada a la misma
orilla del arroyo, era de un color grisáceo brilloso.

401
Acostumbraba a sentarse por horas ahí a observar el agua correr.
Justo en ese momento, tomó asiento sobre su roca favorita y rió al
percatarse que, a pesar de los años, nada había cambiado; que el aire
seguía siendo fresco, el agua seguía corriendo con la misma
intensidad y que el lugar le seguía brindando la misma paz.
Sintió la emoción de algún día poder mostrárselo a Darsie y verla en
el agua atrapando los pecesitos; que ella también se enamore de
aquel lugar igual que su padre. ¡Mierda! Tenía una hija... su pequeña.
De su bolsillo sacó una cantimplora llena de Whiskey, bebió un trago
y suspiró. Se recostó sobre la plana roca y se permitió cerrar lo ojos
un momento para tan solo dejarse llevar por el sonido de la
corriente.
Luke y Louis estaban sentados uno al lado del otro sobre el césped.
Hablaron, solamente hablaron sobre todo lo que aconteció. Louis
aprovechó la mentira que Harry le había dicho para construir una
excusa sobre ella, y esperaba que sea una última vez que le tenga
mentir a Luke. También le aseguró que no se había marchado de su
lado para irse con otro hombre; se excusó en que necesitaba tiempo
para comprender todo lo que Luke había hecho, a tal punto de poner
en riesgo su vida. Si, se enteró que alguien había intentado
asesinarlo por una conversación a medias que Zayn escuchó.
Las cartas estaban sobre la mesa, junto con su matrimonio.
—Te amo—Confesó Luke.
—Y yo a ti—Replicó—Y si me aceptas, estoy dispuesto a intentarlo.
Luke agarró la mano de Louis y besó su torso—. ¿Te casarías
conmigo? Otra vez...
—Una y mil veces, eres el hombre perfecto para mí.

402
Sellaron aquello con un beso, lleno de añoranzas por parte de
ambos. Sin embargo, algo había cambiado. Luke sintió el beso de su
esposo igual de dulce que siempre, pero percibió que le hacía falta
cierta picardía e inocencia fingida y a Louis cierta falta de un ligero
sabor a Whiskey. Ninguno de los dos mencionó nada al respecto, el
tiempo solucionaría todo.
Entraron a la casa tomados de las manos, entre risas y chistes lucían
como una pareja de recién casados en plena luna de miel.
Encontraron a Gemma en la sala dando vueltas de un lado para otro
mientras jugaba con su cabello de una forma nerviosa, caso que
llamó completamente la atención de la pareja.
—Gems ¿Estás bien? ¿Pasó algo? —Preguntó Luke acercándose a la
chica.
Gemma se detuvo, parecía histérica o a punto de volverse loca.
—Me acaba de llamar el hijo mayor de los Kennels, quiere vernos a
mi y a Harry.
—¿Qué? Por supuesto que no irán, es obvio que es una trampa.
—¡Lo sé! Y necesito hablar con Harry—Tomó asiento, respirando
profundo.
—¿Y dónde está?
—Seguro está en el arroyo.
—Bueno iré por el y ...
—No, Luke mejor a ver a Helena. Me tiene harta con su quejadera.
Luke asintió despidiéndose de su esposo con un pico rápido, le dijo
que volvía enseguida y Louis asintió en acuerdo.

403
Ambos quedaron solos en la sala, Louis no sabía que decir o que
hacer para calmar los nervios de la rubia o apoyarla de una forma en
que no parezca que se está metiendo en sus asuntos.
—¿Quieres algo? ¿Agua, un té...? —Ofreció el ojiazul.
—¿Podrías hacerme un favor? —Louis asintió en respuesta. Gemma
continuó—¿Podrías ir por Harry al arroyo?... yo sé la situación de
ustedes pero... solo dile que lo estoy buscando... por favor.
Louis pareció pensarlo unos segundo antes de aceptar.
—¿Dónde está el famoso arroyo?
—Tomas el sendero a la derecha—Señaló—. Lo verás cuando el
camino se vuelva un tanto rocoso... no está muy lejos.
—De acuerdo. Iré.
—Gracias.
Caminó fuera de la casa arrepintiéndose durante todo el camino. La
verdad era una pésima idea, pensaba evitar a Harry lo más que
pudiese hasta que él y Luke pudiesen marcharse a Londres. Harry
prometió que saldría de sus vidas y rogaba porque cumpliera su
palabra; no verlo haría su cruz menos pesada.
La poca luz del sol que alumbraba aquel sendero volvía el paisaje a
su lado más vivo y tranquilo, la parte rocosa que Gemma le
mencionó había llegado y la verdad podía escuchar desde allí el
sonido del agua correr. Quedó boquiabierto ante tal majestuoso
panorama, tuvo que escalar a una roca más grande para ver si podía
vislumbrar a Harry por algún lado; buscó y buscó y cuando lo
encontró su cuerpo se paralizó por un momento, vio el cuerpo del
castaño tirado sobre una gran roca ¿Y si estaba herido? Oh no.

404
Saltó de roca en roca hasta llegar a la que Harry yacía tirado, un
poco asustando por ver si el rizado sufrió algún daño.
—¡Harry!—Se sentó a su lado para observarlo, parecía dormido o
muerto...Tomó sus hombro y lo agitó con fuerza, intentando
despertarlo —¡Harry! ¡Harry!
—Qué demonios...—El mayor reaccionó de pronto—¿¡Qué te pasa?
¡Suéltame! —Se alejó del toque de Louis, mirándolo como un bicho
raro—¿Qué mierdas quieres? Estaba dormido —Se incorporó
sentándose mientras frotaba sus ojos.
Louis lo observó por un momento antes de responder—. Tu
hermana estaba preocupada y me pidió que viniera por ti.
—No debiste venir, no te quiero cerca de mí.
—Me hubiese encantando que hubieras dicho eso meses atrás—Se
sentía ofendido y enojando.
—Bueno. Te lo estoy diciendo ahora—Enfatizó poniéndose de pie—
Ya tienes de vuelta tu matrimonio perfecto. Probablemente no me
vuelvas a ver en años así que si, felicidades...
Las dagas verdes se centraron en el pequeño río que corría con
fuerza. Louis también se levantó.
—No te di las gracias... por lo que hiciste yo...
—No hace falta. Ganaste.
—Sin embargo, quiero saber porqué no le dijiste nada a Luke.
Harry se dio la vuelta para mirar esos delicados ojos azules.
Maldición ¿Por qué?
—Aunque no lo parezca, Luke es una buena persona no merece eso.

405
Aquella oración sulfuraron las emociones negativas en Louis.
—¿¡Me estás jodiendo!? ¿Hasta ahora lo piensas? ¿¡Ahora lo sabes!?
Eres un hijo de puta—Le golpeó con fuerza en el pecho.
—¡Vamos a dejar algo claro, Louis! Yo no te obligué a nada, fue tu
maldita decisión.
Los ojos de Louis se aguaron—Tú sabías que yo iba a aceptar. No iba
a dejar que Luke perdiera todo ...
—Ya hemos hablado de esto.
—Cuando estaba en el hospital me pediste que me fugara contigo
¿Acaso pensaste en Luke? Claro que no, ¿y ahora que? ¿No le quieres
hacer daño? ¡No seas cínico!
—Tu no entiendes...
—¡No! ¡Ayúdame a comprender! —Gritó Frustrado.
—¿Que ganó con decirle la verdad si no tengo a mi hija ni tengo a ti?
¿Para que sufra de gratis? ¿Crear un caos innecesario? No lo creo,
soy más inteligente que eso—Lo que dijo sorprendió a Louis a gran
escala —Si te hubieses ido conmigo cuando te lo pedí, no me hubiera
importando porque ustedes estarían a mi lado.
Por primera vez Harry estaba tratando de ser sincero, quizás con la
ayuda del alcohol en su sistema o quizás porque esa sería la última
vez que vería a Louis, y esperaba que el destino no los volviese a
juntar nunca.
—Harry... —A Louis se le congeló el alma al ver esas orbes verdes
mirarlo con algo diferente en ellas.
—No sé cómo amar a alguien, ni siquiera sé si lo hago contigo. Yo
deseaba ser padre porque pensé que podría amar a alguien más,

406
pero de verdad, como lo hacen las demás personas y así fue... —Los
ojos de Harry se cristalizaron— Sé que amo a Darsie y la voy a tener
a mi lado.
—Cállate —El ojiazul acarició su propio vientre sintiendo como este
se le comprimía.
—Quería ser padre, pero si no era contigo, no sería con nadie. Por
eso aproveché la oportunidad y tu aceptaste —Dio unos pasos cerca
de Louis—¿Querías la verdad? Ahí la tienes.
—Yo ...— Louis estaba paralizado entre lágrimas, su cerebro no
asimilaba a este Harry.
—Tenemos una hija y sé que sin importar lo que te diga no me vas a
decir dónde está—Dijo cada vez más cortando el espacio entre
ellos—. Pero no me importa, la voy a encontrar aunque gaste mi
vida en ello.
—Hablas y hablas y... lo único que puedo escuchar es como intentas
hacerme sentir basura—Su tono de voz era cansado—. Sé que no me
obligaste a acostarme contigo, tampoco tienes toda la culpa de mi
embarazo porque yo debí cuidarme mejor pero... el hecho de que
hayas planeado todo esto es lo que te hace culpable—Se alejó varios
pasos de Harry—.Y sobre lo que dijiste allá arriba, no uses a tu
psicótica familia para justificar todo lo que me hiciste, con que me
ignoraras hubiese bastado pero no, para ti, eso no fue suficiente.
—No podía simplimente ignorarte ¿Qué no entiendes?
—Lo que entiendo es que, querer no significa dañar. Que por más
que trate tu no vas a cambiar y que alejar a mi hija de ti fue la mejor
decisión. Ahora solo quiero que amanezca para largarme de aquí y
espero, realmente espero no volverte a ver en la vida—. Se bajó de la
roca donde estaba parados con ánimos de tomar el camino por

407
donde llegó— Gemma te está esperando—Le dio la espalda para de
una vez, emprender la huida.
—Te amo —Y aquellas palabras salieron en voz alta de los labios del
rizado, llegando a los oídos de Louis y paralizando su cuerpo por
completo. Nublaron sus ojos con lágrimas. No esperaba nunca
escuchar esas palabras por parte de Harry.
Louis se dio la vuelta lentamente mientras un par de lágrimas
traviesas se arrastraban por su mejillas—No caigas tan bajo; tu no
sabes el significado de esas palabras . No te voy a decir nada así que
no digas cosas que...
—No es por eso —Harry le sostuvo la mirada en todo el momento—
Quiero que lo sepas.
—No me importa—Limpió los rastros de lágrimas— Me hubiese
encantado escuchar eso hace años, cuando yo aún sentía algo por ti.
Que tengas una buena vida, Harry.
Dicho eso, apuró el paso para alejarse de allí lo más rápido que sus
pies le permitiesen. Eran demasiadas emociones, demasiadas
verdades, era demasiado y si no salía de aquella maldita casa lo
antes posible, probablemente cometería otro error o se volvería
loco. Lo que pasara primero.
Antes de entrar a la casa se aseguró de que en su rostro no quedara
ni una señal de que había llorado. Fingir. Últimamente, su
especialidad.
Entró a la casa y fue directamente a la cocina por un vaso de agua,
Gemma ya no estaba en la sala de estar lo cuál agradeció infinitas
veces.
Con su vaso en la mano, los nervios de punta y apuntó de llorar
nueva vez, tomó asiento en la isla de la cocina buscando relajarse un

408
rato.
Harry le había dicho que lo amaba, algo que nunca esperó porque se
había dado por vencido con respecto a todo lo que tuviese que ver
con él. Sin embargo, escucharlo causó estragos en su interior y todo
un remolino en su alma porque, si bien esas palabras hubiesen sido
otra vil mentira, no iba negar que su corazón se exaltó. Maldición...
Luke salió de la habitación de una Helena profundamente dormida
luego de una larga tanda de berrinches y quejas; tomó algunos
tranquilizantes hasta que por fin cayó rendida. Cerró la puerta y
observó unos segundos la puerta de la recámara de Blake, no
hablaron en todo el viaje a Alaska y tampoco desde que llegaron.
Debían hacerlo, con urgencia; fue por ello que irrumpió en la
habitación del menor.
Cerró la puerta con cuidado; todas las luces de la recámara estaban
encendidas. Un tanto cansando Blake salió del baño envuelto en una
bathrobe gris, su pelo completamente mojado y esas tiernas mejillas
sonrojadas. Luke necesitó todo de si para no cometer otro error.
Blake ni se inmutó ante la presencia del pelinegro — ¿Se te perdió
algo? —. Le preguntó con la arrogancia que lo caracterizaba,
acompañado de algo más.
—Blake, debemos hablar.
—Estamos hablando—El chico de brazos cruzados frente a Luke
lucía algo más que molesto.
—Blake yo...—No sabía ni por dónde empezar—Yo no quise...
—¿Qué no quisiste que? ¿Follarme? Porque yo recuerdo algo muy
diferentes—Buscó su maleta y de allí empezó a sacar un par de
prendas para dormir—Luke, follamos, estuvo bien pero debes
superarlo.

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—Blake...
—Espero—Le interrumpió—. Qué el te sepa llevar hasta donde yo lo
hice, que permita que le mallugues el cuerpo como lo hiciste
conmigo y que lo disfruté porque... ese es el verdadero tú; no la
nenita delicada que finges ser cuando estás con él.
No esperaba esa reacción por parte de Blake—Yo no finjo ser nada y
lo qué pasó, la manera en que te... solo no estuvo bien...
—Las marcas por todo mi cuerpo dicen otra cosa—Dejó todo sobre
la cama para acercarse a Luke, buscaba en sus ojos una pizca de
arrepentimiento pero no la encontraba—. El dolor en mis caderas
dice otra cosa. ¿Sabes que? No me importa lo que me digas ahora,
porqué el hombre que tengo frente a mi, no es el mismo que me
llevó al borde de todos los límites; yo sinceramente, prefiero
quedarme con ese—. Volvió hasta su cama tratando de ignorar la
presencia de Luke—. Supongo que no tenemos nada de que hablar
ya, vuelve a tu papel del esposo soft y perfecto; déjame en paz.
Tomó su pijama y se encerró en el baño dejando a Luke con la
garganta trancada y un sinsabor en los labios.
Quería largarse mañana mismo de aquel lugar...

410
Capítulo 27

Flashback
La madrugada era todavía más insoportable debido a los rayos y
truenos. La lluvia no había cesado ni un segundo; era el perfecto clima
para un chocolate caliente sin importar la hora y quizás eso también
le serviría para disculparse con Blake ya que hacía rato que no se
hablaban, después de la ardua discusión que tuvieron.
Se levantó directo a la cocina para preparar rápidamente un
chocolate con leche, era lo único que tenía por seguro que le quedaba
delicioso. Alistó todo, convocó toda su paciencia antes de entrar a la
habitación que ocupaba el menor, conocía lo irritable que podía a
llegar a ser ese chiquillo y lo último que quería era volver a discutir
con él; no le gustaba esa sensación. Abrió la puerta con su mano
desocupada y lentamente fue ingresando al cuarto para poder
esquivar cualquier objeto que Blake pudiera lanzarle.
El chico se encontraba sobre la cama punzando su celular e ignorando
totalmente la presencia de Luke allí.
—Hey...—Luke fue el primero en hablar— Te traje un chocolate
caliente.
El chico dejó su celular un momento y se sentó en la cama observando
a Luke con su típica cara de circunspecto.
—¿Está muy caliente?
—¡Si! —Respondió el mayor con ánimos.
—Entonces agrégale algunos malvaviscos y metetelo por el...

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—¡Blake! —Le interrumpió— No quiero discutir ¿Vale? —. Dejó la
taza sobre la mesa de noche y encendió una de las lámparas para ver
mejor al chico— Lo siento. Las cosas que te dije no estuvieron bien y te
juro que no se volverá a repetir, pero es que a veces eres tan irritante y
malcriado.
—¿Te estás disculpando o me estás criticando? —Preguntó.
—Lo siento.
Blake se levantó de la cama, dejándole ver a Luke que solo llevaba un
camisón sin nada que le cubriera las piernas. Vió el cambio en la
expresión del rostro del mayor, se mostraba algo incómodo y eso le
gustó; no todo estaba perdido, y la verdad, por muy molesto que
estuviese con él, tenía ganas de jugarse todas sus cartas esa noche con
Luke, añoraba demostrarle que él podía ser mejor. Quería demostrarle
que él podía amarlo mejor, con más intensidad. Que de su interior
podía sacar ese hombre que insistía en doblegarlo y claro que Blake
estaba dispuesto a tal penuria si, y solo si, las manos que lograran
subyugarlo eran las de Luke.
Luke sabía que estaba en un campo de batalla y sabía cuando debía
retirarse antes de caer ante el enemigo, quizás no lo admitiría en voz
alta pero, se estaba rindiendo.
—Es mejor que me vaya, debes descansar, tenemos que salir temprano
en la mañana—Respiró profundo mientras pasaba por el lado de
Blake quien, por un momento, lució pesante.
—Luke—El mencionado se detuvo ante el llamado para observar al
chico— Follame.
Al mayor casi se le salió el corazón por la boca ante tal mandamiento.
Estaba en un trance que ni siquiera supo que responder, solo abrió los

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ojos y tartamudeó algo ininteligible. Su mente gritaba que alguien, en
serio, quien sea debería enseñarle a ese niño el significado de sutileza.
—¿P-pero Q-qué? —Tartarmudeó.
Blake no quería detenerse a dar explicaciones, lo quería a él, encima
suyo. Fue por ello que siguió el impulso de colgarse en el cuello de
Luke y sin perder tiempo, estampó sus labios con los del susodicho.
Luke al principio quiso rechazarlo, se decía asimismo que aquello era
casi un pecado, que no estaba bien, pero cuando sus manos tocaron la
delgada cintura del muchacho, se rindió; perdió toda clase de
raciocinio en los labios cerezas llenos de experiencia que lo besaban.
Ambos se apretaron el uno al otro para profundizar el beso. Blake ya
estaba decidido, pues no había forma de dejarlo ir sin que lo follara
antes.
Se separaron a tan sólo unos centímetros para buscar un poco de aire.
—Blake...—Jadeó—Detén esto... una vez que empiece no voy a poder
parar, empújame fuera.
Las orbes oscuras del chico observaron con determinación al hombre
que sostenía fuerte sus caderas.
—No te quiero fuera, Luke—Plantó un beso en sus labios—Te quiero
dentro, muy dentro de mi.
Fue cuando Luke perdió la cordura y estampó el delgado cuerpo del
chico en la pared más cercana a ellos, para allí, tomar sus labios en un
beso totalmente salvaje pero coordinado. Blake se planteó que había
estado con muchos chicos a su corta edad; no era un santo ni fingía
serlo, sin embargo, una voz en su cabeza le decía que era la primera
vez que de verdad se sentía tocado y besado por alguien, era la
primera que sentía algo.

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Luke llevó una de sus manos al cuello de Blake para apretar un poco
allí. Sentía llamaradas recorriendo su interior, nunca imaginó que
podía sentirse así con el chico al que siempre vio como "Su hermanito
menor" y al que nunca podría volver a ver de ese modo.
Blake bajó sus manos para desabrochar el pantalón de Luke, lo quería
en su boca, quería llevarlo al límite y sabía como hacerlo. No obstante
a sus deseos, no se la pondría tan fácil ¡Por supuesto que no!, fue por
ello que empujó con fuerza a Luke lejos de él; ganando una mirada
confundida del hombre.
Desabotonó varios botones de su camisón y lo bajó hasta la altura de
sus hombros, mostrando las pecas marcadas en esa pálida piel.
—No será tan fácil—Volvió a empujar a Luke hasta que este cayó de
espaldas en la cama.
Se sentó a horcajadas sobre el regazo del mayor, observado lo perdido
y fascinado que estaba Luke con él, algo que deseó ver hacía mucho
tiempo.
—Contigo nada es fácil— Susurró el mayor muy cerca de los labios de
Blake.
—Y eso es lo que te encanta de mi.
Volvió a besarle, para esta vez no dejarlo ir.
***
Now
Llevaba unos 20 minutos sentado en el suelo del baño con su
espalda recostada en la bañera. Era la segunda lágrima que limpiaba
y ¡Como detestaba eso! Llorar nunca fue una de sus mejores
virtudes, por ello lo evitaba a tal punto que pensó tener poder sobre

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eso. Sin embargo, en ese momento, luchando consigo por contener
las lágrimas se encontró que, dolía más retenerlas cuando estás roto
por dentro.
Y eso era en ese instante, una esfinge hecha de piezas rotas. La
platica que había tenido con Luke lo llenó de ira, de rabia y
amargura; la noche anterior conoció al verdadero Luke, y no era la
figura que se paseaba con aquel muñequito de porcelana; era un
hombre totalmente diferente, que no quiso ser perfecto ni pretendió
serlo. La forma cruda en que lo llevó al cielo fue lo que,
sinceramente, Blake nunca podría borrar de su cuerpo.
Su celular soñó, sacándolo de sus pensamientos. En la pantalla
mostraba el nombre de "Chris" y no dudo en atender, necesitaba a
su mejor amiga.
—Hola—Contestó casi inaudible.
—¡Blake! He intentado hablarte pero no respondías —La chica sonó
preocupada.
Sorbió su nariz— Pues aquí estoy.
—Lamentó lo de tus padres... Papá ha puesto en alerta a la Interpol y
a toda la policía británica, quien hizo eso va a pagar.
Si, Chris era hija del primer ministro de Reino Unido y
probablemente la persona menos educada del país. La chica era un
problema con patas, tenía un carácter fuerte, era decidida y
aventurera. Sin lugar a dudas, una de las pocas personas con las que
Blake podía ser humano, podía permitirse sentir.
—Si, pero eso no me devolverá a mis padres ¿O si? —Respondió
arisco.

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—No lo hará, pero eso tampoco debe darte la libertad de hacer
estupideces como la que hiciste. Leí tu mensaje—Le reclamó.
—Chris... —La voz se le quebró—No sé que hacer.
—¿Por qué no pensaste en eso antes de tener sexo con Luke?
—No pensé en nada—Volvió a limpiar las lágrimas que rodaban por
sus mejillas—. Por un momento creí que me haría sentir mejor, que
me serviría para sacarme de adentro ese estúpido crush que he
tenido por él todos estos años y olvidar un momento la mierda que
estoy viviendo —Respiró para calmarse y evitar que la voz se le
quebrara nuevamente—. Pero...
—Pero te diste cuenta que no es solo un crush—Terminó la frase.
Blake apartó el celular de su odio por unos segundo para sollozar en
silencio. Se calmó y volvió a colocarlo en su oído.
—¿Lo quieres mucho? —Interrogó la chica.
—Si—Se sinceró— Quiero hacerle la vida imposible y verlo lidiar
con ello día tras día por que por sobre todas las cosas, él me elegiría
a mi y yo a él.
—Blake...
—Ahora anda por la casa, pretendiendo ser el esposo perfecto de
ese muñeco de porcelana.
—Hey, tampoco te enganches con su esposo—Le reclamó— El
estaba primero y siempre estará primero. Tú fuiste un fetiche que
deseaba cumplir.
Era cruel, era dura, pero era la verdad y si algo era la especialidad de
Chris, era decirla sin importar cuánto le doliese. Los verdaderos
amigos siempre te apuñalan de frente, era su lema.

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—No. Yo lo sentí, Chris.
—Blake... ya tienes suficiente como hacerte daño con un amor
imposible. En cambio, Adley no ha dejado de preguntar por ti.
—Lo llamaré cuando tenga tiempo—Resopló cansado—. Te llamaré
luego, mañana saldremos temprano para el entierro de nuestros
padres.
—Prometo estar ahí. Te amo.
—Gracias...
Colgó la llamada.
La estupidez más grande le llegó a la mente, pero sería una prueba, y
dependiendo de cómo resultara tomaría una decisión. Renunciaría a
Luke o lucharía por él.
Se puso de pie y se acomodó un poco la bata de baño que aún no se
quitaba. Salió del baño y se sentó sobre su cama sopesando una y
otra vez si era buena idea lo que tenía en mente; para su suerte, la
casa estaba estaba en absoluta tranquilidad, lo que indicaba que
todos estaban dormidos y ojalá eso no incluyera a Luke.
No había podido pegar un ojo en toda noche. No después de la
conversación que tuvo con Blake, se sentía tan culpable... o más bien,
se sentía culpable por no sentir culpa con respecto a lo qué pasó con
Blake. Louis estaba dormido a su lado, no habían hablado mucho
sobre los meses que estuvieron separados, tendrían toda la vida
para eso y Luke tendría tiempo para quizás un día contarle a su
adorado esposo que le fue infiel... que mal se sentía esa palabra
pero... No no no.
Su celular vibró desde la mesa noche, al parecer un mensaje llegó a
su bandeja y Luke de verdad no quería pensar en trabajo a esa hora.

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Tomó el teléfono y para su sorpresa pudo ver que el mensaje era de
Blake. Desbloqueó el teléfono y lo que leyó, lo dejó sin respiración.
"Mis dedos no son suficientes, te necesito..."
Luke respiró profundo, observó a Louis para asegurarse que
estuviese dormido antes de leer el próximo mensaje que llegó.
"No pretendas ser el esposo perfecto ahora, te necesito Luke. Te
necesito. Una última vez quiero sentir que si te pertenezco como lo
hiciste antes. Solo contigo puedo sentir que alguien me toca y sé que
gusta saber que eres el único"
¡Ese mocoso de mierda no podía tener tanto poder sobre él! Pensó,
cuando con cuidado cerró la puerta de su habitación para evitar
despertar al castaño.
No iba a la habitación de Blake para nada malo porque nada iba a
pasar, iba para exigirle que nunca más volviese a enviarle mensajes
así.
Entró con cautela a la recámara del menor y cerró la puerta tras de
sí, por suerte nadie lo vió o eso creyó él. Una de las luces estaban
encendidas alumbrando a duras penas la habitación.
A Luke se le trancó la respiración cuando escuchó la pequeña risa
burlona del chico sentado a orillas de la cama vestido con un gran
suéter azul.
—¿No que muy arrepentido? —Se burló.
—¿Qué te pasa? —Avanzó varios pasos—No puedes enviarme
mensajes así, Blake. No quiero imaginar si Louis hubiese leído lo me
escribiste.

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La mirada de Blake se centró en los pantalones de pijama que
llevaba Luke puestos y en lo abultado que estaban. Tenía una
erección.
—No te hagas el arrepentido cuando tienes una erección por mí—Se
levantó para acercarse a Luke.
—¿Qué pretendías demostrar? —Ni siquiera se inmutó ante la
observación del chico.
—Qué tú también quieres follarme. Qué no eres perfecto y que caes
como todos.
—No me hagas esto... Blake...—Su voz sonó derrotada.
El menor rodeó el cuello de Luke con sus brazos mientras mordía
sus labios, mirando directo a aquellas orbes preocupadas que le
observaban.
—Quiero que sepas algo, Luke Hyle.
Luke fue el primero en plantar un corto beso en los labios de Blake,
no pudo contenerse.
—¿Qué?—Apretó la cintura del chico—¿Me vas a decir que eres mío
o algo así?
La risa jocosa del chico lo hizo sonreír a él.
—Yo no le pertenezco a nadie, eso era lo primero que debiste saber
de mí—. Enredó su mano en la cabellera oscura del hombre— Y
menos apostaría a un hombre que sabe lo que quiere, pero se
conforma con menos.
La mirada de Luke se endureció—Según tu ¿Qué es lo que quiero?

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Blake impuso una ligera distancia entre ellos para sonreír mientras
señalaba su propio cuerpo. Luke río.
—Quisiera negarme—Argumentó.
—Pero no puedes.
Negó con la cabeza—No quiero—Rompió la distancia entre ellos
para besar nueva vez los labios del muchacho.
Helena, detrás de la puerta, permanecía sorprendida con lo que
escuchaba. Para ella siempre fue obvio que Blake tenía un crush con
Luke pero, de ahí a imaginar que en algún momento este le
correspondería, para ella parecía imposible porque él estaba cegado
en una burbuja perfecta con Louis, burbuja que algún día iba a
explotar.
La rubia se alejó de la puerta cuando empezó a escuchar gemidos.
Prefirió volver a su habitación, caminó despacio para no despertar a
nadie y además de que su pierna aún dolía. Al llegar, se recostó en la
cama y cerró sus ojos, dejándose llevar a su lugar efímeramente
feliz.
—Siempre quise tener hijos, pero no así.
—Ella no es tu hija. Así que aún tienes oportunidad de hacer tu vida y
tener mocosos—Helena se levantó de la cama, se dirigió al baño para
lavarse un poco la cara; estaba sumamente agotada y el encierro en
aquel motel asqueroso no le ayudaba en nada.
Refregó su rostro con agua una y otra vez— ¿Tú no quieres tener
hijos? —Habló la pelirroja tras su espalda.
Helena retiró su camiseta, quedándose semidesnuda de la parte de
arriba. La hizo un puño y la colocó debajo de la llave para que esta se
empapara un poco—. No soy buena con los niños—Mencionó—Estuve

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sola mucho tiempo y... aprendí a cuidarme a mi misma, no sé cómo
cuidar a alguien más.
Aquello conmovió a Hally, pero despertó su curiosidad—¿Y tus
padres? ¿No tienes hermanos?
Helena refregaba su cuerpo con la prenda húmeda mientras
observaba a Hally a través del cuarteado espejo del baño. Nadie, a
parte de Harry, Luke y Liam conocía la historia de Helena; ni siquiera
su esposo.
—No. No tengo hermanos—Confesó.
—¿Y tus padres? —Inquirió.
Helena dejó la prenda sobre el lavabo y de un momento a otro, su
rostro cambió a algo triste y oscuro.
—No lo sé... siempre viví en casas hogares hasta 18.
—No lo sabía, perdón.
—Cuando estábamos en el hospital... —Se dió la vuelta para mirar a
Hally a los ojos—. Traté de convencer a Louis que desistiera, pero no
fue por mi lealtad o mi cariño hacia Harry. Fue porque yo sé lo que se
siente crecer sin nadie a tu lado, lo que es tener miedo, hambre, frío y
lo horrible que es permitir que la gente te lastime sólo porque quieres
sobrevivir—Señaló las marcas de quemaduras por cigarillos sobre sus
hombros y abdomen.
—Helena...—Hally se abalanzó sobre la chica para abrazarla fuerte.
En ella Hally sólo vió una chica engreída, rica y claramente asociada
sentimentalmente al rizado; pero era más que eso, era una
sobreviviente de las barbaridades que el mundo ofrecía.

421
Helena fue la primera en apartarse, lo último que necesitaba era la
lástima de alguien.
Hally la observó cuidadosamente, con cierto cariño brillando en sus
ojos, cosa que hizo sentir a la rubia un poco incómoda.
—No sé si saldremos de aquí con vida pero... si lo hacemos... me
gustaría ser tu amiga.
Helena tomó su playera y se alejó allí para tenderla sobre una silla
vieja que allí había.
—No necesito amigos por lástima, Hally.
—No quiero serlo por lástima—Corrigió.
Helena levantó la mirada para dirigirla a la pelirroja—¿Entonces, por
qué?
Hally se pausó por un segundo, sin responder, solo mirando
directamente a la rubia. Los quejidos de la pequeña rompieron su
ensoñación y esta pudo desviar la mirada y centrar su atención en
Darsie...
Helena cerró los ojos con fuerza para evitar que sus lágrimas
salieran, estaba harta de llorar y de pensar tanto Hally ¿Por qué la
vida era tan perra con ella? ¿Por qué le quito a su única amiga?
Quizás algún día tendrías respuesta para ello.
....
La mañana siguiente todo transcurría tranquilo mientras todos se
preparaban para salir. Los hermanos Styles debían volver para el
entierro de sus padres y su tío. Zayn debía volver al frente de los
negocios que dejó tirados para escapar con Louis. Louis y Luke
tenían un hogar que reconstruir.

422
Gemma y Harry conversaban en el comedor mientras desayunaban,
Clark les había informado que los vehículos y el avión estaban listos
para partir desde allí a Londres.
—Tengo como prioridad cerrar los negocios con Knovak, no tengo
paciencia para ese ruso insoportable y esas armas no pueden estar
mucho tiempo en la estación de carga—. Dijo el chico a su hermana
mientras esta escribía algo en su laptop—También pasaré por la
inversora y luego por la destilería, hubo un cargamento que no llegó
a Argentina.
—De acuerdo. Yo pasaré por los banco, quiero un reporte de los
consejos para ponerme al día. Le pediré a Gwen un reporte
financiero de los edificios de papá y a Ash un informe de los reporte
de ventas de la constructora—Dijo la chica—No sé como papá podía
con todo esto.
Dijo sin pensar, sin embargo, vio la mueca en el rostro de su
hermano. No habían hablado de eso, no habían tocado ese tema de
los sentimientos. Cada uno decidió guardar su luto como mejor le
parecía, y es que los Styles no eran buenos para expresar sus
sentimientos, tampoco era las clase de hermanos que se arrullaban
entre sí o hablaban de cómo se sentían al respecto. Harry no podía
recordar la última vez que abrazó a Blake o a Gemma, y ellos no
recordaban la última vez que le dijeron algo bonito a Harry o
hablaron sobre las cosas de sus vidas.
Gemma bajó la tapa de su laptop para prestarle total atención a su
hermano.
—Harry...—El tono lastimero sacó un gruñido del mencionado.
—No quiero y no voy a hablar de eso.

423
—Por "eso" —Hizo comillas con sus dedos—Te refieres que
nuestros padres están muertos y no hemos hablado al respecto.
Harry soltó un quejido.—¿Qué se supone que debemos hablar? Voy
a asesinar a esos desgraciados con mis manos y listo. Hablar no
devolverá a nuestros padres y solo nos hará sentir peor, así que
evitémoslo.
—¿Y Blake? El nos necesita, si quiera le preguntamos cómo se
siente.
—¿Blake? Pufff, a ese mocoso no le interesa nadie más que el mismo.
Debe estar feliz porque ya no tendrá nadie quien lo controle.
—No Harry, te equivocas— El chico entró a la sala y tomó asiento
para empezar a desayunar— No todos somos tan basura como tú.
—Ahí está tú "él nos necesita" —Le dijo a Gemma, haría caso omiso
al comentario del chico.
Gemma observó a su hermano menor desayunar con calma, a veces
la frialdad de Blake le asustaba, ese niño sería la réplica de su padre.
—Blake, estuve pensándolo mucho y creo que es conveniente que
nos vayamos a vivir al penthouse del centro cuando volvamos a
Londres— Observó a su hermano mientras hablaba, deseaba ver su
reacción.
— No sé para que me preguntas si de todos modos está decidido
¿No? — Respondió sin mirarla.
—Blake...
—Hagan lo que quieran—Dejó los cubiertos sobre el plato en una
forma estruendosa, se levantó de la mesa y sin mirar atrás se
marchó.

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Gemma volvió su mirada enojada contra Harry, quien lucía muy
ajeno a la situación.
—¿Por qué no te acercas más a él? — Le reprochó.
—Gemma—Dijo mientras se ponía de pie para marcharse— No eres
su madre, no quieras comportarte como tal. Ese zapato te queda
grande—Salió del comedor.
Gemma suspiró, fingiendo que aquello no le había dolido.
ȈȈȈȈȈȈȈ
Como cada noche de guardia, Niall visitaba a sus pacientes y se
aseguraba de que todo estuviese en orden, en especial con Laurel. Si,
su cuerpo había comenzado a reaccionar un poco a los
medicamentos después de que a duras penas lograron estabilizarla.
Revisó la tablilla colgada en la puerta de su habitación, y agradeció
de que aquel día no había presentado ninguna crisis.
—Doctor Horan...— Niall se dio la vuelta para ver a la dueña de la
voz que le llamaba—¡Hola!
Era la misma rubia que había ido hace días al hospital con Shawn y a
la que desde lejos se le notaba su interés por el joven.
—Hola...—Rebuscó en su memoria el nombre de la chica.
—Hailee—Respondió con una sonrisa sincera.
Niall asintió del mismo modo—¿Vienes a ver a Laurel?
—Si, salí primero del trabajo y decidí esperar a Shawn aquí para ir
juntos a casa— Dijo, con orgullo brotando de su voz.
De repente Niall sintió cómo si le lanzaran un balde de agua helada
sobre el cuerpo.

425
—¿Viven juntos? —Dejó la tablilla de monitoreo nuevamente donde
la encontró y luego metió sus manos en la blanca bata que llevaba.
—Ayer terminé de instalarme, él me pidió que viviéramos juntos y
yo acepté.
—Oh, supongo que son pareja.
—Bueno—La chica pareció dudar unos segundos— Eso creo,
dormimos juntos, algo debe significar.
Niall río a duras penas—Claro que si, solo dale tiempo.
—Eso haré— Dijo con una sonrisa.
—Bueno yo iré a mi consultorio, debo organizar algunas cosas. Fue
un placer verte.
Se despidió de la muchacha y se dirigió a su consultorio sintiéndose
la persona más miserable del mundo. Estaba enojado por estar
enojado por que esa chica vivía con Shawn, ¡Es que ni siquiera tuvo
el descaro de decirle! Y el ofreciéndole su hogar. ¡Eso le pasa por
buena gente!
Entró a su consultorio y para su sorpresa ahí estaba el mocoso
traidor, sentado en su escritorio como si nada estuviese pasando.
—¿Qué haces aquí? —Le reclamó.
—Como tienes turno completo, no sabía si habías cenado. Sé que
sueles olvidarlo así que te traje una rica pasta con pollo y una
gaseosa—Señaló a los alimentos sobre el escritorio.
Lo que Niall sentía en ese momento se estaba convirtiendo una
amalgama de sentimientos encontrados. No quería sonreír pero el
sentimiento fue más fuerte que él ¿Qué le estaba haciendo ese chico?

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Recordó luego que ese mismo chico vivía con una rubia muy bella y
que dicha chica, lo esperaba para irse juntos a casa.
—No tenías que molestarte. Hailee está con Laurel, esperándote—
Dijo en un tono serio.
—Si, lo sé, pero antes de, quise ver a mi amor y traerle algo de
comida—Se puso de pie para acercarse a Niall, quien por su parte se
alejó.
—Repito—Se colocó detrás de su escritorio—No tenías que
molestarte y mejor llevársela a Hailee.
Shawn notó algo que lo hizo sentir feliz, mientras Niall tomaba
asiento y comenzaba a revisar su computador, ignorando la
presencia del chico.
—Cuando salgas, por favor cierra la puerta—Dijo.
—Mi amor...
—No me llames así—Trató de controlar su mal humor con un bien
fingido desinterés.
Shawn sonrío—¿Por qué no? Eres eso, mi vida, mi amor, el hombre
que algún día deseo llevar de la mano al altar.
—Te estás equivocando conmigo—La mirada azulada cayó sobre el
chico—No soy nada eso. Y déjame decirte que eres un cínico si estás
aquí diciéndome toda esa porquería para luego ir a jugar a la casita
feliz con tu novia—.Se puso de pie muy molesto—Yo ya crucé esa
etapa de casanova. Soy un hombre adulto, tengo una carrera que
cuidar y lo que menos tengo es tiempo y ganas de entrar en el
triángulo amoroso de un adolescente. Así que te pido que me dejes
en paz de una maldita vez y por todas—Volvió a sentarse y fingir
que prestaba atención a su computador.

427
Shawn se quedó absorto ante lo que acababa de pasar, nunca había
visto a Niall tan molesto. Si, le pidió a Hailee que se mudara con él
porque no quería estar solo en aquella casa pero, ellos dormían en
habitaciones separadas, eran rostro solamente. Desde que Niall
entró a ser parte de su vida, no había estado con otra persona
¿Cómo podría? Si lo único que deseaba era tener a ese hombre entre
sus brazos por el resto de su vida.
—Mi amor, escúchame.
—¡No me llames así! ¡Joder! —Exclamó un poco alterado—Vete de
mi consultorio y llévate tu estúpida comida.
—Niall estás siendo irracional.
—Y tú una molestia—Le miró—No sé porque insistes conmigo, tú y
yo no tenemos un futuro porque una, nunca me ha gustado un chico
y dudo que si algún día me gusta uno sea un adolescente que ni
siquiera ha terminado la escuela y trabaja en un bar. Dos, eres
mucho menor que yo y no tengo deseos de hacerla de nana. Y tres,
no pienso arruinar mi carrera por ti. Así que párala ahí—No quiso
decir todo aquello, pero la furia pudo más que él. Se arrepintió de
inmediato cuando vio el destrozado rostro del muchacho contener
las lágrimas. Mierda.
—Yo... voy a ver cómo está Laurel. Ahí te dejo la comida.
Sin esperar respuesta salió del consultorio. Con él corazón
destrozado y sus esperanzas por el piso.
Estaba a punto de levantarse cuando una enfermera irrumpió en su
consultorio—.¡Doctor Horan, la paciente Mendes entró en crisis!
—Mierda.
Salió corriendo junto a la enfermera a la habitación de la chica.

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Una vez dentro dos enfermeras más trataban de controlar las
convulsiones abruptas que estaba teniendo mientras Shawn estaba
a su lado sosteniendo a su hermanita también.
—¡Reporte! —Pidió Horan de inmediato.
—Convulsiones, está entrando en estado de shock y su ritmo
cardíaco está alterado. Propensa a infarto.
De repente el cuerpo de la chica dejó de moverse, quedándose
estático y el monitor comenzó a pitar, su corazón se detuvo.
—No no no no ¡Laurel no me hagas esto! ¡Dijiste que no me ibas a
dejar solo! ¡Me lo prometiste! —Dijo Shawn un poco desesperado.
—¡TRÁIGANME EL DESFIBRILADOR!—Una de las enfermeras le
pasó las paletas electrificadas mientras otra se encarba de descubrir
su pecho—. Hailee necesito que saques a Shawn. Ahora.
La chica a duras penas pudo alejar al muchacho del cuerpo de su
hermana mientras este se resistía.
—Cárguenlo a 100—Primer choque, su corazón no reaccionó. —120
—Segundo choque, sin reacción—Vamos Laurel... 140—Tercer
choque, sin reacción— 200 las enfermeras se miraron entre sí, antes
de cumplir la order. Niall preparó las paletas y rogó. Cuarto choque,
su corazón no reaccionó, se había ido.
—E... es todo. —Miró su reloj—Hora de la muerte, 2:31 AM.
No era el primer paciente que fallecía en sus manos, no era la
primera vez que perdía a alguien. Pero si era la primera que no sabía
cómo decirle a alguien que su pariente se había ido. Shawn estaba
fuera siendo calmado por Hailee cuando Niall salió, más pálido de lo
usual.

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El chico no necesitó palabras del médico, ver su rostro le fue
suficiente para saber que todo estaba jodido.
—Yo... Lo siento—Dijo el castaño.
Shawn no le respondió. Se dejó caer al piso siendo sostenido por
Hailee, ambos abrazados apoyándose uno al otro mientras a Shawn
se le iba a la vida de las manos.
Niall, en ese momento pudo darse cuenta del maldito error que
cometió y lo mucho que quería agacharse y abrazar al muchacho,
quería reconfortarlo, decirle que estaba ahí para él y que todo lo que
dijo fueron puras idioteces por celos.
—Voy ... a hacer el papeleo... —Hailee asintió mientras sostenía a un
Shawn completamente ido de la realidad.
Niall se alejó de ellos para irse a encerrar a su consultorio. Quería
llorar, maldecir, golpearse a sí mismo. Las cosas que le dijo, no sabía
que esto ocurriría no... se permitió llorar, ser débil, porque había
cometido el peor error de su vida. Porque aunque se lo negara mil
veces, le quería, quería a Shawn, quería estar con él también y sobre
todo ahora.
La había jodido.
ȈȈȈȈȈȈȈȈȈȈȈȈ
16 horas de vuelo, 16 horas en el mismo avión que Harry, teniendo
que soportar su desdén y la manera en que lo ignoraba, como si el
castaño no estuviese más ahí. Louis se alegró de que así fuese,
quería con todas sus fuerzas cerrar ese capítulo una vez aterrizarán
en Londres, lo que habría de ocurrir en unos minutos. Zayn había
dormido la mayor parte del viaje al igual que Luke, Gemma
trabajaba desde su computador mientras que Blake solo se limitaba
a mirar por la ventana mientras escuchaba algo de música, parecía

430
enojado y no era para más, la noche anterior estuvo a punto de
hacer el amor con Luke y este le rechazó. Harry leía un libro a la vez
que Helena descansaba su cabeza sobre su hombro. Liam por su
parte solo tecleaba en su celular.
—Por favor, abrochar bien sus cinturones, vamos a aterrizar.
Todos hicieron lo ordenado por el piloto. Solo se escucharon el
rechinar de las ruedas del avión.
Gracias a Dios llegaron.
A penas eran las 6 de la tarde.
Todos fueron bajando uno por uno para llevarse la gran sorpresa de
que 4 camionetas negras los esperaban en la pista de aterrizaba y
ninguna pertenecía a los hombres de Harry.
Todos se miraron entre sí.
—¿Clark qué pasa?
—Señor, esas camionetas no son nuestras.
Los hombres de Harry se desplazaron para cubrirlos mientras que
de una de las camionetas salían dos personas. Un hombre trajeado,
con barba algo poblada vestido de un impecable traje azul marino,
este iba acompañado de una rubia, de ojos azules picases y una
sonrisa triunfadora.
Ambos se pararon frente a Harry manteniendo una distancia
prudente.
Zayn fue el primero en hablar debido a la sorpresa—¿Brandon?
—Si, Zayn—La chica se apresuró a responder.

431
—¿Qué diablos está pasando aquí? ¿Trabajas para Harry?
—No—Se apresuró a responder.
—Déjame presentarnos—Brandon miró de mala gana a la chica—
Somos Clover y Brandon Kennels. Mi hermano es el cabecilla de
nuestra organización—La chica se aproximó a Styles—Los hijos del
hombre que este hijo de perra asesinó.
Clark sacó su arma disimuladamente.
De repente la furia de Zayn pudo más que él, le arrebató el arma a
Clark y sin medir las consecuencias golpeó a Brandon en la cara con
el mango de esta, dejando al hombre en el piso. Luego apuntó
directo a su cabeza. Todos los hombres de los Kennels apuntaron a
Zayn para dispararle a matar.
—¡NADIE SE ATREVA A DISPARAR! —Dio la orden—Zayn, tienes
que escucharme.
—¿Escucharte? Lo que debo hacer es matarte—Dijo lleno de cólera.
—Suelta a mi hermano, Zayn—La rubia puso un arma justo en la
cíen del morocho.
—Clover, no te atrevas—Advirtió Brandon.
—Presiona el gatillo y te juro que te vuelo lo sesos —Dijo Harry
apuntando a la rubia con un arma, justo detrás de su cabeza.
—¡Clover es la última advertencia! ¡Baja el arma! —Repitió Brandon.
La rubia, muy en su contra, obedeció. Sin embargo, Harry seguía
apuntando a su cabeza.

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—Harry...—Llamó Liam a su lado, baja el arma—Poco a poco el
castaño cedió, al igual que Zayn—Nos ganan en número, hacer algo
aquí significaría salir todos muertos.
Zayn y Harry se alejaron de ellos. Brandon a duras quejas se puso de
pie con su ceja derecha sangrando debido al golpe.
—No vinimos a buscar problemas—Habló el chico.
—Asesinaron a nuestra familia ¿Qué pretendes? Que nos sentemos a
tomar el té, tú sabes como se pagan esas cuentas aquí—Habló
Gemma—Ten por seguro que vamos a cobrarla con intereses.
Louis corrió a quitar el arma de las manos de Zayn pasársela a Clark.
El morocho se estaba derrumbando por dentro, comenzó a recordar
porque no debía confiar en nadie, porque era como era. ¿¡Cómo
pudo ser tan imbécil!? Como pudo ponerse en bandeja de plata ante
el enemigo ¿Cómo pudo creer que podría ser feliz?
Liam observó al morocho y para el no pasó desapercibido lo afligido
que se encontraba.
—¿Me estás amenazando? Ustedes dieron el primer golpe, Styles
asesinó a nuestro padre—Respondió Brandon—Yo vine aquí a parar
esto, no quiero sangre en mis manos ahora que estoy a cargo.
—¿Cómo que no quieres sangre en tus manos? Ya las tienes,
imbécil—Dijo Gemma.
Harry se pausó por un segundo, observando el orgullo contorneante
de rubia.
—Fue ella—Dijo Harry. Cargo su arma y sin esperarlo, le disparó a la
chica en el muslo derecho.

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Brandon miró a su hermana caer al piso quejándose por el fuerte
dolor. Cubrió su pierna y Brandon inmediatamente levantó la mano
para evitar que sus hombres dispararan.
—¿QUE HACES IDIOTA? !DISPAREN!
—NADIE SE ATREVA A TIRAR DEL GATILLO O SABRÁN QUIEN SOY
YO—Gritó Brandon.
Uno de los hombres de los Kennels fue en auxilio de la joven,
aplicándole un torniquete para detener el sangrado. Brandon ni
siquiera se inmutó ante el hecho de que su hermana estaba tirada en
el piso con una bala en su pierna, si bien él pensaba que ella merecía
eso y más por haber provocado todo ese problema innecesario.
—Quiero parar esto aquí y ahora.
—¿Sabes qué? Me voy a largar ahora mismo, y al primero de ustedes
que intente detenerme, lo voy a convertir en un colador humano
¿Entendido? —Habló Harry con toda su calma.
Clark procedió a ubicar a cada uno de ellos en las camionetas que si
pertenecían ellos. Los hermanos Styles subieron a una, Helena y
Liam se fueron en otra y Luke, Louis y Zayn en otra. Nadie intervino,
nadie dijo nada. Brandon necesitaba hablar con Zayn cuanto antes,
no podía perderlo. Había sido una de las principales razones por las
que había volado a Londres en primera instancia.
Debía recuperar a su "ojitos"...

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Final: The One That Got Away

Con ustedes el capitulo final de esta maravillosa fic. Les deje las
canciones que me inspiraron para escribir este masterpiece de final, si
quieren tener una mejor experiencia les recomiendo que las escuchen
mientras van leyendo. Cada parte tiene un canción diferente. Bai
Canción: Deep End - Birdy
En aquel entierro estaba la alta cumbre de la sociedad británica.
Ministros, empresarios y otros altos mandatarios del gobierno. No
era para menos, una familia de tal élite ameritaba un funeral de tal
nivel.
Los hermanos Styles estaban sentados juntos en la fila delantera
frente a los ataúdes mientras un padre leía algún versículo bíblico.
Harry miraba el reloj, rogando por que aquel espectáculo se acabara
los más pronto posible, los chillidos de Gemma eran insoportables.
Luke y Louis permanecían en la fila detrás en conjunto con los
demás familiares cercanos.
—Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los
ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni
las llamas arderán en ti—Leía el párroco desde el estrado—
Démosles santa sepultura a estos hijos del señor.
Los ataúdes comenzaron a descender, perdiéndose en el profundo
hoyo. Gemma sollozaba como si quisiera que la escucharan en la
India, Blake tenía la intensión de levantarse cuando a los lejos pudo
ver a Adley saludarlo con una sonrisa sincera; se veía extrañamente
lindo en traje, lo cual para Blake era una sorpresa ya que el chico y
los trajes no iban en la misma oración

435
—Puedes ver a tu novio después del entierro—Le dijo Gemma en
tono bajo—Ahora, finge un poco que te importan nuestros padres.
—¿Cómo lo estás haciendo tú? —Inquirió.
Gemma se limitó a tan solo darle una mala mirada mientras Adley
no solo era observado por Blake, sino también por un cierto
pelinegro al que de un momento a otro el humor le cambió.
Recordaba muy bien a ese mocoso, hasta donde sabía, él y Blake
habían sido una clase de follamigos, cosa que en su momento no le
agradó para nada a Luke y ahora, le hacía hervir de rabia.
Todos comenzaron a disiparse, despidiéndose de los dolientes hasta
que en el cementerio quedaron sólo las personas cercanas. Liam y
Taylor se acercaron a Harry a la vez que este suspiraba por lo
cansando que estaba.
—Tenemos que irnos, Harry—Fue lo primero que dijo la chica.
—¿Irse a dónde? —Luke replicó tras su espalda. El mismo iba
tomado de la mano con Louis.
—¿No le dijiste? —Reclamó Taylor a Harry.
—¿Decirme qué?
—Me voy de Londres—Dijo—No puedo quedarme aquí—Confesó
mirando a Louis a través de sus gafas de sol. Nadie lo notó, pero el
castaño supo que aquello tenía que ver con él.
—¿De qué hablas hermano? —Luke empezó a lucir afligido por la
decisión de su mejor amigo.
—Me voy a establecer en Estados Unidos donde papá tiene la
mayoría de sus empresas. Gemma se quedará en Londres.
—¿Y Blake? —Inquirió sin siquiera pensarlo.

436
—Terminará la escuela aquí, pero, él y su novio irán a Stanford en
otoño.
—¿Ese es su novio? —Señaló Liam, directo a la parejita a distancia
que coqueteaban entre sí.
De un momento a otro, Luke soltó la mano de Louis mostrándose
incómodo ante la situación. Louis estaba tan absorto que no se
percató de eso.
Todos observaron en la dirección del chico para luego fingir que no
lo hacían
—Bueno ¿Volverás, aunque sea de visita? —Volvió a preguntar
Luke.
—Volverás para mi boda ¿Verdad? —Está vez fue Liam.
—Claro, hermano. Ahí estaré—Afirmó.
Ambos chicos se abrazaron fuerte.
—Yo iré a visitarte de vez en cuando, supongo— Dijo Luke, para
luego también regalarle un fuerte abrazo al rizado— ¿Y Helena?
—Está esperándome en la casa, no quiso venir.
—Ten buen viaje, amigo—Reiteró Liam.
Louis se mantuvo al margen de las despedidas, sabía que para
disimular debía decirle algo a Harry, pero de sus labios no salió
palabra alguna porque lo único que quería era que se largara de su
vida de una vez y por todas, que aquella pesadilla terminase.
Desde la cabaña, lo había ignorado por completo, cosa que a Louis le
pareció fascinante. El amor imposible de dos adolescentes
terminaba ese día y sin saberlo, ambos deseaban que fuera para

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siempre; Harry rogaba al cielo por encontrar a su hija y no volver a
ver a Louis en lo que le quedaba de vida.
Harry le ofreció su brazo a Taylor y esta lo tomó muy cortésmente
para decirles una última vez adiós a sus amigos y proceder a
marcharse. Blake terminó de hablar con su amigo, despidiéndose de
él con un beso casto en los labios y asegurándose de que Luke lo
hubiese visto, se sacaría ese estúpido clavo a como dé lugar.
Gemma y Blake se marcharon en otro vehículo, al igual que Liam.
Por último, Louis y Luke.
En el mismo cementerio, eran enterrados los restos de Laurel, y a
diferencia de los padres de Harry, en aquel habían no más de 15
personas; entre ellas cierto médico que prefirió observar a distancia.
Algunos eran amigos de Shawn y otros, vecinos. El muchacho
permanecía inerte, fuera de la realidad porque así dolía menos;
nunca se sintió tan solo como cuando aquel ataúd empezó a
descender bajo tierra, cuando todo había terminado; cuando todos
empezaron a marcharse y solo Hailee quedó a su lado, quien
también tenía que irse porque su turno empezaba en media hora.
Besó la frente del muchacho y le susurró que le vería en casa.
Shawn quedó solo allí pensando en tantas cosas. Le pidió a su madre
que cuidará mucho a Laurel donde quiera que estuviesen y que, si
les sobraba un poco tiempo, cuidaran de él también porque no sabía
cómo iba a seguir sin ellas.
—Lo siento—Dijo Niall a espaldas del chico; cuando después de
pensarlo y armarse de valor, decidió acercarse—Desearía haber
hecho más.
Shawn no se dio la vuelta para mirarlo, no. No podía lidiar con eso
ahora. Niall le dejó en claro que ellos dos nunca estarían juntos y

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mirarlo en ese momento significaría controlar las ganas de aferrarse
a él y abrazarlo hasta que ya no doliese; no podría controlarse.
—Gracias...—Dijo con la voz entrecortada.
Niall estaba a punto de tener un ataque de ansiedad, no sabía que
hacer o que más decir.
—Si no tienes nada más que decir ¿Me podrías dejar solo? —Pidió el
chico aun dándole la espalda a Niall.
Shawn ya no aguanta estar más de pie, por ello se dejó caer de
rodillas en el suelo. El alma se le estaba yendo del cuerpo, y esa
mierda dolía como el infierno, sus sollozos eran incontrolables ¿Qué
más podía hacer? ¿Cómo seguiría adelante cuando ya no tenía nada?
No tenía a su madre ni a su hermana ¿Y Niall? La verdad es que, se
dio cuenta de una vez y por todas que a él nunca lo tuvo.
—Shawn...
—Déjame en paz... —Dijo —No quiero su lástima, Doctor Horan...
Desde el inicio de su carrera había pensado que tenía el éxito en sus
manos. Buenas parejas, grandes reconocimientos y una carrera
corta pero intachable. Si, eso era el éxito para Niall, lo era hasta que,
en ese lugar, justo en ese momento se dio cuenta que su éxito no
valdría nada si al final de su día no estaba dispuesto a permitirse
amar, a sacrificarlo todo por aquella persona que te ha dado todo
dentro de sus posibilidades y nunca te pidió nada a cambio. Sabía
que Shawn no solo iba al hospital a cuidar a su hermana, sino,
también a velar por él, que le quería sin condiciones.
Fue por ello que en ese instante mandó todo a la mierda, su carrera,
su prestigio; todo lo mandó a la mierda. Se agachó junto a Shawn y le
abrazó, le abrazó fuerte rodeando su cuerpo. Shawn ya no quería la
misma mierda de siempre, debía empezar a cuidarse a sí mismo ya
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que estaba solo, y la mejor forma de hacerlo era no permitir que
aquel médico cretino volviese a partirlo en mil pedazos, era la única
persona sobre la faz de la tierra que aun podía lastimarle. Fue
cuando apartó bruscamente a Niall y se levantó de suelo para
obsérvalo con llamas proyectadas en las orbes que solían tener una
mirada dulce.
—No...—Negó dolido—No quiero tu lástima, ni tu compasión, ni a
ti...
Niall se levantó también—No es lástima...—La mirada furiosa del
muchacho lo asustaba.
—No me interesa, lo que sea, guárdalo para ti—Río sin gracia—
¿Sabes que es gracioso? Que tú siempre tuviste razón, soy
demasiada poca cosa para el gran médico Horan... y yo creyendo que
si era suficiente y no.
—Lo que dije en mi consultorio fue...
—Fue la verdad—Le interrumpió— Pero gracias, de corazón,
porque solo te bastaron unos minutos para enseñarme como odiarte
y para enseñarme cual es mi lugar en el mundo.
—Amor...—Pronunció el castaño entre lágrimas.
Shawn río —Vete al diablo, Niall.
Le dio la espalda al castaño y procedió a largarse de ese lugar, no
quería ir a casa a así que probablemente iría a un bar de 5ta donde
pudiese sanar u olvidar... lo que pasase primero. Así concluyó la
historia de amor más corta y jodida que había tenido, todo por una
estúpida mentira que se convirtió en la realidad, una dolorosa
realidad.
**********

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Canción: Yellow - Coldplay

Louis y Luke llegaron a su nuevo hogar, una hermosa casa, pero más
pequeña que la anterior. La casa fue todo lo que Louis soñó cuando
era un jovencillo. Un gran pórtico con un pequeño jardín, algo
acogedor para una familia pequeña, una familia que Louis no iba
tener nunca.
La casa estaba totalmente amueblada, Luke se había encargado de
ello. Los colores cálidos le daban un ambiente a hogar que Louis ya
no percibía, para él, aquello solo era un techo donde pasaría el resto
de su vida con su esposo y tratando de olvidar que tiene una hija.
Luke sonrió a medias, desde que salieron del cementerio el más alto
se mostraba distraído, pensativo. A lo que Louis acreditó que sería
por todas las preguntas que aún tenía para él o por cosas del trabajo.
Ambos estaban en la sala cuando el celular de Luke sonó, era Paul,
uno de los financistas de la empresa.
—Hola Paul ¿Qué pasa? —Habló mientras Louis se dedicaba a
quitarse los zapatos y la chaqueta que llevaba—¡Maldición! ¿Están
allá? Sisisi, entretenlos, diles que estoy atorados en el tráfico, ya voy
para allá.
Colgó.
—¿Tienes que irte? —Preguntó el ojiazul.
—Amor es un negocio muy importante y le vendría muy bien a la
empresa.
—Ve...Levantar la empresa nos costó mucho así que... debes hacer lo
que sea por mantenerla—Dijo el chico, reprimiendo con todas sus
fuerzas las lágrimas.

441
Luke río—Si, fueron muchas trasnochadas. Me voy—Dejándole un
beso casto en los labios, este se marchó.
—A mí me costó más que eso Luke...—Dijo para sí mismo limpiando
las lágrimas que ya no podía retener.
Aquella casa se sentía tan grande, tan vacía, o quizás era solo
él...claro que solo era él y ese vacío que estaría consigo por el resto
de sus días. Debía empezar a ocupar su mente en otras cosas,
volvería a su puesto en la empresa y lucharía por traer la
normalidad nueva vez a su vida.
Caminó un poco la parte baja de casa un poco más tratando de
acostumbrarse a ella; la cocina era amplia con cerámica de mármol,
siguiendo el corredor había dos habitaciones con sus propios baños
y saliendo a la parte trasera, un pórtico decoraba la salida donde
reposaban unos muebles que Louis usaría para sentarse a leer en las
mañanas mientras era arrullado por el hermoso y enorme patio con
una especie de arrollo artificial. En la parte de arriba de la casa había
3 habitaciones, pero Louis fue directamente a la suya, quería darse
un baño para relajar sus músculos.
El timbre de la puerta se escuchó por toda la casa, cosa que hizo a
Louis refunfuñar ya que lo que menos quería eran visitas. Bajó las
escaleras y al abrir la puerta se encontró a Charlie.
—¡Lou! —El hombre abrazó al chico— Que bueno verte después de
tanto tiempo. ¿Cómo has estado?
—Bien, supongo ¿Y tú?
—Excelente...
Hubo un silencio de varios segundos —Amm, si viniste a ver a Luke,
se acaba de marchar para la empresa.

442
—No, Lou, vengo a verte a ti... ¿Tienes tiempo?
Louis se extrañó ante tal petición, Charlie y él no eran enemigo, de
hecho, el hombre le caía bien desde la universidad, pero, su vínculo
cercano eran Luke, Liam y Harry.
—Claro. Pasa—Se hizo a un lado para permitirle la entrada.
Con una reverencia de agradecimiento Charlie pasó, yendo
directamente a la sala de estar y tomando asiento. Louis imitó su
acción y tomó asiento a su lado.
—¿Quieres algo de tomar? —Preguntó amablemente.
—No gracias, es una visita rápida, me esperan el buffet de
abogados—Tomó su maletín y de allí sacó unos papeles y conjunto a
eso, una pequeña bolsita de color blanco—. Lo sé todo—Charlie
tenía unos brillantes ojos grises, y con ellos observó a Louis, quien
pensó desfallecer en ese mismo momento—No tienes que
preocuparte, no es de mi incumbencia decir nada. Tampoco voy a
juzgarte porque sé que no tenías opciones.
No era necesario preguntarle a Charlie quien le había contado.
Charlie suspiró para continuar— Hace más o menos 10 meses Harry
alquiló esta propiedad— Le tendió a Louis varías fotografías de la
propiedad, a Louis se le trancó la respiración ya que conocía ese
lugar, conocía esa cabaña, donde todo empezó—Nunca supe para
que, pero creo tener una idea—Las mejillas del castaño se
colorearon de un rosa pálido.
—¿Qué tiene que ver esto conmigo? —Inquirió.
Charlie le tendió los papales que había sacado del maletín— Un mes
después, me pidió que negociara con los dueños para comprarla, lo

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hice. También me pidió que la pusiera a tu nombre, lo hice, pero
hace un mes pidió que también agregara el nombre de...
—Darsie Styles Tomlinson...—Leyó Louis en el papel, donde el
nombre de su hija descansaba junto al de él.
No pudo contener las lágrimas, no pudo evitar llorar porque el dolor
que sentía era demasiado fuerte, tanto que lo quebraba por dentro.
Esa casa significaba muchas cosas para ellos, más que las que
querrían. Charlie le pasó la bolsita, la cual, Louis abrió de inmediato
para encontrar unas llaves y enredadas en ellas, estaba un collar con
un hermoso dije de cenicienta que Louis había visto antes.
—Esas son las llaves de la casa. Puedes ir a verla cuando quieras.
Esta amueblada.
—No la quiero—Le devolvió los papeles a Charlie en conjunto con
las llaves, sin embargo, se quedó con el collar en su mano.
—No puedo hacer nada. Ya está hecho.
—Pues véndela—Se puso de pie luciendo alterado.
—Louis...—El joven cerró su maletín dejando los papeles afuera,
debía marcharse, por lo que se puso de pie para hacer su caminata a
la puerta— Piénsalo un momento, ¿Estás seguro de que quieres
venderla? Puedes ir a darte una vuelta y pensarlo un poco más.
Además, está a nombre de otra persona, por lo que necesitaría su
autorización también, y tú no tienes potestad para eso porque
legalmente no eres el papá de Darsie... hasta donde sé.
"Legalmente, no eres el papá de Darsie" Esa maldita frase se sintió
como 1000 puñaladas en el estómago.
—Yo soy su papá...—Dijo con su voz tendida en un hilo.

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—Eso lo sabes tú, lo sabe Harry, pero no la ley—El abogado abrió la
puerta para marcharse—Si me necesitas sabes dónde encontrarme y
que puedes confiar en mí.
Dicho eso, se fue. Dejó a Louis hecho un mar de lágrimas que lo
ahogaban de la más manera más tortuosa posible. Despacio y sin
espacios para tomar un poco de aire.
Tomó asiento nueva vez en su sofá con su mirada fija en los papeles
sobre la mesita a su frente, ¿Seguirá intacta como aquel día? Podía
averiguarlo dándose una vuelta por el lugar. Quizás necesitaba verlo,
necesitaba averiguar las concretas razones por la que Harry compró
la casa para él y Darsie, y eso solo descubriría yendo a esa hermosa
cabaña donde su infierno se desató.
Recogió los papeles y las fotografías de la mesa, debía ocultarlos
antes de que Luke volviera. Lo ocultó en la misma caja donde solía
guardar sus pastillas anticonceptivas, las mismas que tiró por el
retrete el día que se marchó con Zayn. Colocó algunas prendas sobre
la caja y luego la escondió muy bien en su armario, dejando por
fuera el collar y las llaves, se daría un baño y tomaría carretera antes
de que cayera noche y Luke volviese.
***************
Canción: Dancing With Your Ghost - Sasha Sloan

Zayn nunca la tuvo fácil, desde sus 16 tiene responsabilidades con


los negocios de la familia, las cuales, han crecido con el pasar de los
años. Su papá lo había convertido en alguien totalmente diferente a
quien fue hace años, alegando que aquella era la actitud correcta en
el mundo de los negocios y ante una sociedad moralista en la que
ellos tenían un rol de familia religiosa y perfecta que cumplir. Desde
que dio a luz a su hija, no se había vuelto a mencionar ese tema en su

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casa, como si nunca hubiese pasado, como si obligar a Zayn a dar a
su pequeña a unos extraños hubiese sido nada.
Zayn tampoco quiso mencionar o hablar de lo roto que se sentía por
ello, los únicos que conocían su dolor eran Louis y Doniya, quien casi
nunca estaba en casa. Esa tarde, luego del entierro de los padres de
Styles, tuvo que ir a la empresa por unos asuntos sin finalizar que le
esperaban. Como siempre, su secretaria personal le esperaba en la
entrada del edificio para ponerlo al tanto de los pendientes que
tenía mientras subían a la oficina.
—Ah, y alguien lo espera en la sala de juntas—Comunicó la joven
cuando entraron a la oficina de Zayn.
—¿Alguna junta de la que no sabía? —Preguntó.
—No, el señor llegó sin cita, nunca lo había visto.
—¿Cómo se llama?
—No lo sé, solo me dijo, y cito "Dile a ojitos que lo espero en la sala
de juntas" y luego se fue como perro por su casa.
La sangre del morocho se trasformó en lava hirviente. No podía
creer que ese hijo de perra haya ido a buscarlo a su empresa
después de todo lo que pasó. La chica vio como el semblante del
morocho se convirtió en pura hostilidad cuando paso por su lado.
Zayn fue directo a la sala de juntas para darse cuenta que allí,
efectivamente, estaba el hombre con el que un día pensó formar una
familia y que le mintió de la manera más sucia. Cerró la puerta, sus
empleados no debían escuchar las cosas que estaba por decirle a
Brandon.
—¿Te quedaste con ganas de que meta un tiro o qué? —Preguntó el
morocho con la hostilidad a flor de piel.

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—Ojitos, necesitó que me escuches.
—No, no importa lo que me digas, no te voy a creer absolutamente
nada—Zayn río sin gracia— ¿Y tú que dijiste? Voy, le digo que no fue
mi culpa y luego el imbécil de Zayn caerá por mi otra vez.
—Zayn —Brandon intentó acercarse al morocho, pero este se
alejó—Yo me fui de mi casa a los 18, me mudé lejos donde no
supieran de mi e incluso cambié mi apellido. Conocía los negocios de
mi padre y yo no quería ser parte de eso. Me las arreglé para
conseguir una beca y pude salir adelante por mí. Todo lo que te dije
es verdad, solo omití quienes eran mi familia.
A pesar de la sinceridad que Zayn veía en sus ojos, no le creía—
Ahórrate tus palabras.
—Que te mudaras al lado de mi casa fue una coincidencia, y fue la
coincidencia que voy a agradecer toda mi vida. Zayn, te amo. Te amé
desde que te vi y ahí supe que no había forma en que te dejara ir de
mi vida una vez que entraras en ella.
—Huiste de tu casa y ahora eres la cabecilla. Irónico.
—Cuando Styles asesinó a mi padre, y yo no estar en casa, mi
hermana era la sucesora. Ella hizo todo esto, asesinó a los padres de
Styles, mandó a incendiar tu casa, todo. No podía detenerla, a menos
que yo tomara mi lugar como cabecilla.
Zayn dudó un poco, pero a pesar de eso, sus criterios seguían fuerte.
Incluso si Brandon decía la verdad, lo de ellos no tendría cabida. La
guerra que se desató entre ambas familias era algo que nadie en su
sano juicio quisiera estar en medio. Volver con Brandon significaría
arrastrar con él a su familia a una guerra que nada tenía que ver con
ellos. No estaba del lado de Styles, pero tampoco estaría de el de
Brandon.

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—Te creo—Dijo—Pero no confío en ti y no voy a volver contigo. Lo
nuestro se acabó—Dijo firme.
—Zayn...
—Lárgate de mi empresa y no vuelvas, jamás. No necesito ni quiero
que me relacionen contigo.
—¿No me amas? —Inquirió Brandon con tristeza en su voz.
Zayn se acercó a la puerta—Yo no amo a nadie, hace tiempo me
arrancaron el corazón ¿No te enteraste?
Abrió la puerta para indicarle a Brandon de que largara de una vez
de su vida, pero y para su sorpresa, encontró a Liam parado allí a
punto de abrirla también. Genial.
—Hola Zayn, tengo una reunión con Suzanne y... —Las palabras
quedaron en el aire cuando los ojos cafés enfocaron a Brandon—
¿Qué diablos hacer él aquí? —Entró a la sala sin permiso.
—Liam, Brandon ya se iba—Explicó.
—¿Desde cuando tienes que darle explicaciones a este imbécil? —
Dijo un muy celoso Brandon aproximándose a Liam.
Liam agarró a Brandon por la chaqueta y lo estrelló contra la
mesa—¡Hace rato que quiero partirte la cara!
—¡Liam! —Empujó al chico lejos de su exnovio y luego se interpuso
entre ellos cuando Brandon quiso aproximarse—Te dije que te
fueras, no voy a volver a repetirlo, señor Kennels—Le miró
directamente los ojos.
—No lo quiero cerca de ti—Dijo—Puedo aceptar que rehagas tu
vida con quien quieras, pero no con él. Él no te merece.

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—¿Y tú sí? —Replicó.
Brandon no dijo más, tan solo se limitó a irse con la promesa de que
enamoraría a Zayn de nuevo, así eso le llevase la vida entera. El
morocho tomó asiento luciendo agotado de tanta mierda e
ignorando la presencia molesta de Liam, quien cerró la puerta luego
de la salida de Brandon.
—Él no puede volver a acercarse a ti—Ordenó.
—¿Quién me lo prohíbe? ¿Tú? —Se puso de pie.
—Si, yo—Demandó— No soy Brandon, Zayn. A mí no me vas a
intimidar con tu porte de chico rudo.
El morocho río como si Liam hubiese contado el más gracioso chiste
en toda la faz de la tierra, al punto en sus mejillas se colorearon.
—No sabías que seguías fumando Liam, pensé que lo habíamos
dejado en la adolescencia—Limpió unas falsas lágrimas—Pero oye,
me hiciste reír.
El castaño mantenía su duro semblante ante su posición—No le veo
el chiste.
Zayn se cruzó de brazos —El chiste es que ustedes creen que soy de
su maldita propiedad para tener los huevos de venir a ordenarme
que debo hacer y que no—Su expresión se marcó enojada—A
Brandon lo acabo de mandar a la mierda y ti, te mandé a la mierda
hace tiempo, Leeyum.
—Hace tiempo que no me llamabas así.
Zayn se encogió de hombros restándole importancia, la verdad,
aquel día estaba lleno de pendientes y lo que menos quería era lidiar
con Liam y sus órdenes estúpidas.

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—Cuando te vayas, trata de que no te atropellen cruzando la calle;
solo tengo un esmoquin negro y no lo usaré en tu funeral.
Estaba dispuesto a irse en el momento en que Liam lo sujetó y le
pegó a él sin dejar espacio entre sus cuerpos. Agarró fuerte su
cintura dejando a Zayn plasmado de la impresión.
—¿Me podrías soltar? —Le preguntó lo más amable que pudo,
tratando de hacer caso omiso a las manos de Liam en su cintura.
—No me da la gana—Lo levantó para sentarlo sobre la mesa y
colocarse entre sus piernas.
Zayn lo recibió, atrapando el cuerpo del mayor entre sus brazos y
pretendiendo que aquello le gustaba.
—Leeyum...—Susurró cerca de sus labios con un tierno y dulce tono
de añoranza.
Por alguna razón las majillas del mayor se tornaron de un rosa
cálido, cosa que a Zayn le pareció extremadamente tierno y, le
recordó algunas cosas que prefería guardar en los más profundo de
sí. Sus manos curiosas acariciaron la piel de sus mejillas con tanta
suavidad que obligaron a Liam a cerrar sus ojos y dejarse llevar.
Esas mismas manos descendieron por el cuello de Liam, su dedo
pulgar tocó aquel lunar que yacía justo su manzana de adán.
—Ella se parecía tanto a ti—Murmuró, siendo traicionado por su
subconsciente que no midió las consecuencias de aquella oración.
Los ojos de Liam se abrieron, mostrando una mirada confusa y en el
instante en que su mirada café enfocó los ojos Hazel se dio cuenta de
que estos estabas cristalizados y eran acompañados de un gran
arrepentimiento.
—¿Ella quién? — Cuestionó.

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El pánico invadió el sistema nervioso de Zayn; empujó a Liam y se
apeó de la mesa, rodeándola luego para establecer distancia entre
ellos.
—Ella nadie—Peinó su cabello en un acto nervioso.
—Dijiste: Ella se parecía mucho a ti, ¿A quién te refieres
exactamente? —Tomó una actitud inquisitiva.
—¿Eso dije? —Fingió desinterés.
—Si.
—Me confundí—Plasmó una falsa sonrisa en sus labios.
La puerta fue abierta por Suzanne, a quien Zayn, mentalmente,
prometió darle un aumento por salvarlo de aquella metida de pata.
—Disculpe la tardanza, Señor Payne. Uno de los contratos no estaba
listo—Se excusó la chica, tomando asiento y ofreciéndole uno a
Liam—Señor Malik ¿Se quedará para la junta?
—Eh no, no. Tengo una video llamada ahora—Miró a Liam por
última vez— Hasta luego, señor Payne.
No esperó respuesta de Liam, salió de prisa de la sala de juntas
directo a su oficina. Una vez allí, se encerró con llave y tomó asiento
en su silla detrás del escritorio.
Abrió uno de los cajones y de ahí sacó una polaroid donde yacía la
imagen de una pequeña envuelta en una manta rosa, un hermoso
lunar decoraba su frágil cuellito; y sus cachetes regordetes y
sonrosados la hacían lucir como una pequeña muñequita de
porcelana.

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Zayn no pudo contener las lágrimas, era la única foto que tenía de su
hija. La única foto y en ella, destacaban los inconfundibles rasgos de
Liam.
Él y Liam tenían un carácter fuerte, no imaginaba que explosiva
sería su pequeña cuando creciera, lo obstinada de Liam, lo rebelde
de Zayn... Como le gustaría verla...
Sin embargo, aunque le partiera el alma no tenerla consigo en ese
momento, tampoco descartaba totalmente la idea de algún día,
armarse de valor y buscarla, explicarle lo que pasó y decirle que la
amaba por sobre todas las cosas del mundo y entonces, pasar el
resto de su vida rogando por su perdón. Pegó la foto de su pecho,
justo donde su corazón latía; se permitió llorar, llorar como lo había
hecho desde que las circunstancia lo obligaron a dejarla ir.
—Perdóname... Zalia ... Liam... Perdónenme ...—Dijo entre sollozos,
aferrándose a la foto como si su vida dependiese de ello.
***********
Canción: Saturn - Sleeping At Last

Recordaba el camino a aquella cabaña y casi estaba cerca. Lo


recordaba por que durante su viaje allí con Harry y las escasas
conversaciones, lo único que pudo hacer fue mirar por la ventana
todo el trayecto.
Sus manos temblaban sobre el volante ya que sus nervios estaban a
flor de piel. Su cabeza no paraba de dar vueltas, buscando una
respuesta a la canallada que Harry había hecho ¿Con qué derecho se
atrevía a dejarle aquel lugar? No lo quería, le especificó claramente
que lo quería fuera de su vida y eso incluía todo aquello que le
recordara el infierno que vivió y esa casa, era origen de todo.

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Dobló a la derecha para tomar un estrecho camino que era la
entrada a la casa. La luz del sol era tenue, la tarde acabaría pronto.
Frunció su ceño en sorpresa, al ver un auto blanco parqueado justo
en la entrada de casa. No podía creer que Harry también le hubiese
dejado unos de sus tantos vehículos. Apagó el motor de su auto,
tomó las llaves del lugar y salió del vehículo. Se acercó al otro auto
para inspeccionarlo, no había nadie allí, sin embargo, el capó estaba
tibio aún. O alguien lo había dejado allí o alguien estaba en la casa.
La puerta estaba sin seguro en el momento en que entró, y allí
encontró que después de todos los cambios, las casas nuevas y la
vida efímera que llevó en Estados Unidos, era irónico que esa cabaña
se le hiciese tan familiar.
La sala de estar permanecía tal cual la recordaba, se paseó por el
lugar y encontró una llave sobre la mesada de la cocina, también
encontró una botella de Whiskey a medio tomar. Él estaba allí.
Al salir de la cocina echó un vistazo alrededor, cuando a través de la
puerta de cristal que daba al pórtico trasero vio una figura sentada
en el borde de este, admirando el gran patio y el lago que le
adornaba.
Louis se armó de valor y fue allí, abrió la puerta despacio para salir y
luego la cerró tras sí. Contempló la espalda de Harry entretanto
buscaba las palabras para decirle.
—¿Debería considerar esto como allanamiento? —Habló Louis. La
luz tenue del sol golpeaba débilmente su rostro, el atardecer lucía
hermoso desde aquel lugar.
Harry se levantó. Ya no llevaba el traje que tenía en el entierro de
sus padres, sino, unos simples jeans con una playera blanca y una
chaqueta de denim. Tomó asiento en unos de los muebles ubicado

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en el pórtico donde, también descansaba un vaso a medias de
Whiskey.
—Solo vine a dejar la última copia de la llave y a recordar por una
última vez—Dijo—Además, no sabía que ibas a venir.
Louis se aproximó varios pasos a él— ¿Por qué la pusiste a mi
nombre? No la quiero.
— No solo está a tu nombre, Louis—Corrigió.
—Solo dime porque...—Inquirió.
La mirada verde evaluó a detalle el cuerpo frente a él y las
inquisitivas orbes azules que rogaban por una respuesta.
—Esta casa significa mucho para nosotros y eso tú lo sabes.
—No, Harry yo no...
El rizado le interrumpió—Basta Louis, ya basta. Hoy no quiero fingir
que te detesto...—Confesó en un tono de voz gélido.
Al castaño se le detuvo la respiración por un momento, fue por ello
por lo que marcó varios pasos de distancia y en un acto involuntario,
se abrazó a si mismo por un momento.
—Yo no tengo fingir, sin embargo—Soltó.
Harry asintió, tomando un poco de su Whiskey— No voy a
cuestionarte, supongo que yo te empujé a odiarme.
—Pero—Comenzó—Si vas a ser honesto, quiero saber la razón de
todo esto. ¿Por qué comprarme? ¿¡Por qué planear embarazarme!?
—La cólera empezó a hervir dentro de él— ¿¡POR QUE ARRUINAR
MI MATRIMONIO Y MI VIDA!?—Para entonces, ya las lágrimas
descendían por sus mejillas.

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—Te lo dije en Alaska...
—¡Dímelo otra vez! —Exigió—Y esta vez, con la verdad de por
medio.
Se tomó todo el contenido del vaso antes de hablar, si era la última
vez que vería a Louis, por lo menos se debían eso.
—Porque te amo, porque sé que yo te empujé a sentir todo ese
resentimiento hacia mí, y de ser necesario, lo haría de nuevo—
Confesó—Porque creí que si nos regalábamos una noche juntos tú te
darías cuenta que aún, dentro de ti, sigue vivo ese inmenso amor
que me tuviste y esa noche, me confirmaste que es así—Harry se
levantó para acercarse a Louis, quien de inmediato, impuso
distancia observando directamente las orbes verdes—Necesitaba
que tuvieras claro que aún me amabas y que merecíamos una
segunda oportunidad, porque yo ya no soportaba verte un día más
con Luke.
Louis sintió como se le comprimía el corazón al ver los ojos de Harry
cristalizarse por las lágrimas. Allí pudo ver que el daño no solo había
sido de una vía, era de ambas. Ambos se habían dañado tanto...
—¡Yo no necesitaba este dolor para tener nada en claro! —Planchó
su cabello hacia atrás luciendo triste y frustrado al mismo tiempo—
¡Yo no necesitaba esto! ¡Por Dios! —Exclamó en un tono
desesperado.
Caminó un instante por el pórtico mirando a todos lados menos a
Harry.
—Harry yo siempre he tenido todo claro...—Murmuró observando
nueva vez a Harry a los ojos—Tengo claro que eres una horrible
persona, eres egoísta, mentiroso, manipulador, altanero... que
básicamente eres una basura de persona —Insultó con rabia.

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A Harry le dolieron cada una de las palabras de Louis, para él se
sentían como puñaladas, siempre se sintieron así.
Frunció el ceño y esbozó una rota sonrisa.
—Louis... basta...—Rogó.
Louis tomó fuerzas para seguir hablando entre sus ganas de llorar.
—Yo siempre...—Se acercó unos pasos a Harry sin dejar de mirarse
el uno al otro— Yo siempre he tenido claro que, a pesar de eso, te
amé como nadie—Sollozó un segundo, decirlo después de tantos
años, dolía—Harry, yo tengo muy claro que te amo con mi alma y
que te amaré por el resto de mis días...porque siempre serás
tú...siempre tú.
—Lou...—Harry también lloraba, porque sabía que aquello era una
despedida.
—Harry, tú eres el amor de mi vida—Confesó—Pero no lo que
quiero para ella.
El rizado no controló el impulso de tomar a Louis por las mejillas y
plantar un beso con sabor a despedida. Un beso que no era nada
rudo, nada desesperado ni contenía nada sexual. Eran dos
adolescentes que se amaban compartiendo su real y autentico
primer beso, como debió ser desde un principio. Eran dos hombres
que prometían guardar dentro el recuerdo de un amor que nunca
podrá ser, porque a pesar de, nunca se eligieron el uno al otro. Louis
escogió a Luke y Harry a la soberbia.
Louis no opuso resistencia, no podía, sus fuerzas se desvanecieron al
sentir los labios de Harry sobre los suyos que le besaba de esa forma
tan sublime. No podía apártalo cuando le acaba de abrir su corazón y
las emociones de aquel chiquillo de 16 encontrándose a flor de piel.

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Sus temblorosas manos se sujetaron con fuerza de la playera blanca
del contrario.
Harry apartó un poco su cabeza para terminar con el beso, mientras
Louis permanecía con sus ojos cerrados, luchando con las ganas de
volver a llorar.
—Para mí también siempre serás tú—Susurró para luego dejar un
beso su frente—Y sé que no me quieres en tu vida, ni yo te quiero en
la mía... ya no.
Louis soltó un hipido lastimero y se apartó completamente de Harry.
—Espero, y rezo por no volverte a ver jamás en lo que me queda de
vida—Dijo Harry con lágrimas en los ojos.
—Entonces rezaremos juntos—Replicó.
Harry asintió en acuerdo listo para marcharse.
—No la busques. Por favor—Pidió—No la pongas en peligro y déjala
fuera de tu vida.
El rizado observó unos segundos a Louis, no dijo nada.
Todo había terminado cuando Louis escuchó el estruendo de la
puerta principal al ser cerrada. El castaño entró a la casa y se acercó
a la puerta principal, escuchó el ruido del auto de Harry volviéndose
más y más tenue mientras se alejaba; hasta que ya no escuchó nada.
Se había ido.
Todo había acabado. Se dejó caer al piso. Se permitió llorar.
Y si, Harry cumplió su promesa.
Aquel día fue la última vez que lo vio.

457
En años.

FIN

In another life, I would be your man


We'd keep all our promises.
Be us against the world
In another life, I would make you stay
So I don't have to say you were the one that got away

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Epílogo

Let's Start a Revolution


3 meses después...
Todos esperaban a la novia en la gran iglesia ubicada en el centro de
Londres. La alta cumbre de Reino Unido asistieron a aquel
deslumbrante evento como lo era la boda la presidenta de la revista
más famosa de Londres, Rita Moore y el empresario multimillonario
Liam Payne.
Luke y Louis se burlaban en secreto sobre lo nervioso que lucía Liam
parado en el altar, incluso apostaron a que se desmayaría. Taylor
reía de los chistes de Luke mientras que Helena lo regañaba como
una madre enojona. Harry no había podido lograrlo, ese día tenía
dos reuniones en suiza de las cuales no podía escaparse y Liam lo
entendió. Desde que había asumido por completo el cargo de su
papá Harry no había tenido tiempo ni para respirar.
Una orquesta armónica comenzó a tocar la sublime melodía de la
entrada nupcial, la novia había llegado, un hermoso vestido en corte
de sirena entallaba su figura. Todos los invitados se pusieron de pie.
La novia hacía su caminata tomada del brazo de su padre. Louis
pudo ver la felicidad que mostraba el rostro de Liam mientras veía a
Rita. Zayn no había asistido porque según él, tenía mucho trabajo,
pero Louis conocía las verdaderas razones de su ausencia. Zayn
quería a Liam, el morocho no lo admitiría nunca en voz alta aunque
le pusiesen un revólver en la cien. Y no solo lo quería por ser el
padre de hija, no, lo quería desde la adolescencia, Louis podía
asegurar que Liam fue el primer amor de Zayn, pero el morocho
prefería morir antes de admitirlo.

459
Todos volvieron a tomar asiento, el discurso del padre comenzó...
....
Zayn descansaba en su armonioso hogar mientras tomaba una copa
de vino acompañado de una de sus películas favoritas cuando el
timbre de su puerta sonó, ¿Era tan difícil un día paz? dejó la copa
sobre la mesa y se encamino a abrir la puerta para encontrar a
Brandon detrás de esta . Zayn gruñó. Genial.
—Hola—Saludó Brandon.
—Tienes 2 minutos antes que busque mi arma—Amenazó.
—Solo quiero hablar... traje comida china—Señaló la bolsa que
cargaba. Era de su restaurante favorito.
—Oh, ¡Que bueno! —Exclamó con fingida emoción— Creo que tengo
un poco de insecticida en la cocina, podría darte un poco. Escuché
que es delicioso si le agregas un poco a tu comida y encima, te ganas
un pase al VIP al infierno.
—¿Podrías dejar de ser tan sarcástico?—Rabió.
—¿Y tu podrías morirte y dejarme paz? Ya te dije que no quiero
nada que ver contigo ni con tu familia.
—Zayn no me hagas esto ¡Yo no elegí nacer en esa familia! Yo no
pedí esta vida, me estas condenando por algo que no está en mi
control. —Brandon lucía arrepentido, triste... cansado— Yo me
enamoré de ti con mi corazón. Si nunca te conté de acerca de mi
familia fue porque ellos nunca iban a estar incluidos en mi futuro
contigo—Pasteñeó rápido para disipar las lágrimas—Algún día iba a
hacerlo pero, no los quería en mi vida. La vida que tanto sueño a tu
lado...

460
Zayn decidió bajar la guardia por un momento—No solo es tu
familia... es la mía... es la guerra que tienes con los Styles, no puedo
estar en medio de eso ni arrastrar a mi familia conmigo...
Cerró la puerta... dejando todo atrás
4 años después...
Se había levantado hacia tan solo un par de horas, encontró la casa
sola como todos los días ya que Luke se iba a trabajar muy temprano
todos los días, el solía salir más tarde para la oficina. Pero aquel día
no deseaba salir, no deseaba hablar ni ver a nadie, era la fecha más
horrible que había vivido, era el cumpleaños de su pequeña. Un día
como aquel, trajo al mundo al ser que más amaba en toda su
existencia y a quien no dejaba de pensar ni un solo segundo, cosa
que con el pasar del tiempo lo había venido carcomiendo día tras
día. El primer año fue doloso, se sintió tan vacío, con tanto peso en la
espalda que decidió ir aquella cabaña, si, a esa misma. Necesitaba
estar cerca de ella, cerca de él, escuchar su corazón, llorar en paz,
encender un pastelillo con algunas velitas; velitas que sus lágrimas
apagaron. Intentó llamarlo, en un momento donde su mente se
nubló, intentó llamarlo; no sabía si para su suerte o su desgracia el
teléfono sonó desconectado, el número ya era inexistente. Todo
había acabado se repitió.
Era su cuarto año y se preguntaba si lo estaba celebrando en grande,
si su nuevos padres cuidan de ella como debería ser. ¿Ya le habrán
salidos todos sus dientes? ¿De qué color serán sus ojos? ¿Cuales
habrán sido sus primeras palabras? Eran tantas las preguntas que
arrasaban sus pensamientos. Allí estaba, sentado en la isla de cocina,
con un cupcake rosa y una velita encendida sobre él. Era estúpido
pero de alguna manera aquello lo hacía sentir un poquito cerca de
ella.

461
—Feliz cumpleaños, mi amor— sopló. Deseando con toda su alma
que ella supiera, lo sintiera o algo.
El ruido del teléfono retumbó en sus oídos. No era el momento de
hablar con nadie, no quería pero debía.
Levantó el teléfono de la base y contestó.
—Hola.
—¿Louis?
Su corazón se detuvo por un instante—Harry... —Era él, podría
reconocer sus voz.
—Si..
El silencio invadió la línea, ninguno de los dos sabía que decir.
—¿Cómo estás? —Preguntó Louis.
—Mal. Hoy es su cumpleaños... yo... te llamé porque quería saber si...
no sé...
—¿Si estoy sufriendo? Lo estoy. Gracias por llamar para asegurarte.
Estaba dispuesto a colgar cuando la voz de Harry pidiendo que se
esperara lo detuvo.
—No llamaba para eso. Solo... solo necesitaba escucharte, lo pensé
muchas veces antes de llamarte pero no pude. Necesitaba escuchar
tu voz, hoy no quiero sentirme solo.
Louis retiró el teléfono de su oído unos segundos y cerró fuerte sus
ojos.
—Aquí estoy. Hazza... —Susurró.

462
—Te amo, Louis Tomlinson.
Los latidos de Louis eran errantes, no esperaba eso. Pero... no podía.
—Que tengas una buena vida. No me llames más. Adiós Hazza—
Colgó la llamada.
Tomó asiento en una de las sillas de la isla, dejando el teléfono a un
lado. Cerró sus ojos con fuerza para evitar llorar pero, como
siempre, el dolor era más fuerte que la voluntad.
—Te amo, Harry Styles. Te amo con mi alma—Dijo para si mismo
entre sollozos—Los amo a los dos...Darsie... Harry...
Ni los años pudieron cerrar aquellas heridas.
....
El Mercedes negro paró en frente de aquel castillo. Se colocó sus
lentes de lecturas, no podía ver sin ellos y colocó un poco de colorete
en las mejillas para disimular lo pálida que estaba, no eran sus días,
después de su divorcio las cosas se pusieron color de hormiga.
Gracias a los abogados pudo quedarse con gran parte de la fortuna
de su esposo y no quedar en la completa ruina.
La castaña salió de su vehículo con su bolso en mano. Una de las
monjas esperaba por ella como era costumbre todos los jueves.
—Hola señorita. La estaba esperando —Saludó la amable señora
envuelta en un hábito.
—Si... ¿Dónde está la señora Ghelergher? Usualmente ella es la que
me atiende.
—La madre superiora se encuentra en un retiro en Suecia, me pidió
muy encarecidamente que la atendiera. Sígame.

463
La chica asentó y siguió a la monja a dentro del castillo.
—Tengo que infórmale que esta semana ha tenido un avance muy
espléndido. Ha hecho una nueva amiga y sus calificaciones son sobre
salientes.
—Me alegra escuchar eso—Respondió la castaña con una sonrisa.
Llegaron a un jardín lleno de bancas y flores para que los niños
puedan salir a recrearse en la naturaleza. La chica buscó por todo el
panorama hasta encontrar a una pequeña rubia que sostenía un
libro de dibujar, iba acompañada de otra niña y ambas reían mucho
mientras coloreaban su libro.
—¿Quién es la otra niña? —Preguntó la castaña.
—Ouh, su nombre es Lexi. Acaba de llegar hace unos días y se llevan
muy bien—Dijo la señora— Se ve que la quiere mucho señorita...
La chica se giró a ver a la monja, no le había dicho su nombre—.
Helena, mi nombre es Helena Price.
Abandonó a la monja para caminar directo hacia las niñas...

FIN

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