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Resumen Freire
Resumen Freire
Otra afirmación del autor sostiene que quien enseña, aprende al enseñar y el que
aprende, enseña al aprender. Un buen profesor también es un profesor atento que
aprende en sus clases leyendo en la personas como si fueran un texto, y tiene que
ser capaz de percibir si hay entre sus alumnos alguien que no entiende.
No hay situación educativa que no tenga que ver con concepciones y maneras de ver
el mundo, es decir, no hay situación educativa sin una direccionalidad de la educación.
La direccionalidad es lo que explica la politicidad de la práctica educativa. La
naturaleza de la práctica educativa conduce al educador a ser político, lo cual significa
que debe tener muy en claro cuáles son sus opciones políticas, sus valores y sueños.
“¿Qué es lo que me mueve, me alienta como profesor, si gano tan poco, si estoy tan
desprestigiado en esta sociedad de mercado?”
Y a su vez, en la práctica educativa, estética y ética van de la mano. “La práctica
educativa es bella como es bella la formación de la cultura… Y al mismo tiempo esa
estética es ética, pues trata de la moral.”
-Cambiar es difícil pero es posible. Nadie puede dar clases sin tener la convicción de
lo que hace.
-Es necesario aprender a escuchar. “No puede hablar bien quien no sabe escuchar, y
escuchar implica siempre no discriminar. (…) Aprender a escuchar significa no
minimizar al otro, no ridiculizarlo.”
-Enseñar no es transferir contenidos de su cabeza a la cabeza de los alumnos.
“Enseñar es posibilitar que los alumnos, desarrollando su curiosidad y tornándola
cada vez más crítica, produzcan el conocimiento en colaboración con los profesores.”
-Es necesario aceptar el protagonismo de los demás. Hay que respetar el derecho de
los otros y ser humildes reconociendo que los otros pueden hacer las cosas que
nosotros no hacemos.
Preguntas al texto:
Además de enseñarle al pueblo el lenguaje académico de los profesores, ¿qué otras
cosas más sería necesario hacer para poner la academia al servicio del pueblo?
Se afirma que la situación educativa, por ser algo bello al igual que la formación de la
cultura, implica tanto una estética como una ética, entonces uno se puede preguntar
¿en qué consiste esa estética? ¿Es una valoración del trabajo docente en sí? ¿Qué
implica afirmar a la educación como una estética y una ética? ¿Supone algún cambio
para la realidad educativa?
Dos ideas que comparto con el autor: es verdad que no se puede seguir subestimando
a los alumnos por suponer que nunca van a llegar a tener el mismo nivel intelectual de
sus docentes. El simplismo es una actitud discriminatoria del docente hacia sus
alumnos, en algún punto es contradictoria porque si piensa que los alumnos no van a
llegar a superar a sus docentes la práctica educativa no tiene sentido.
También es cierto que la práctica educativa no es un simple traspaso de
conocimientos, muchas veces aprende más el profesor que los propios alumnos
cuando se deja que los chicos opinen o propongan temas o cuando hacen preguntas
inesperadas. Dos ideas que no comparto: el autor dice que se utiliza el tiempo y el
espacio pedagógico en contra de los chicos populares, dice que se pierden horas de
clase cuando los docentes no llegan al colegio a tiempo pero no menciona el tema de
los paros docentes y es una obviedad que en los colegios públicos se pierde
muchísimo tiempo cuando los docentes viven haciendo paros, más allá de que tengan
derecho a protestar y defender sus derechos. Peor aún se pierde el tiempo educativo
cuando los docentes no están lo suficientemente capacitados o viven faltando por
problemas personales y el colegio no se encarga de poner un suplente.
Freire habla de contenidos curriculares y no dice que esos objetos cognoscibles que
los profesores enseñan en los colegios públicos no son los mismos que los que se
enseñan en los colegios privados, me parece que se olvida de mencionar el problema
de la brecha del nivel educativo en las instituciones públicas y privadas. Una
verdadera pedagogía crítica debería empezar por formularse estas cuestiones. Freire
es bastante cuestionable no por lo que dice sino por lo que se olvida de decir cuando
quiere hablar de pedagogía crítica y de situación educativa.
En relación al primer texto, me parece que una verdadera pedagogía crítica también
debería plantarse qué hacer y de qué manera intervenir frente a ciertas problemáticas
que se ven dentro del aula como ser la violencia escolar.