Resumen del texto EL CONTRATO COMO FUENTE DE LAS

OBLIGACIONES: SU ORIGEN, CELEBRACIÓN Y VULNERABILIDAD

QUE HA REPRESENTADO POR MEDIOS TECNOLÓGICOS O
ELECTRÓNICOS ROBERTO SANROMÁN ARANDA.

El contrato es una figura fundamental en el derecho, ya que es una fuente

de obligaciones que permite que las partes establezcan acuerdos y
compromisos jurídicamente vinculantes. Su origen se remonta al derecho
romano, donde se desarrolló la figura del pactum. Desde entonces, el
contrato ha evolucionado y se ha adaptado a las necesidades y
exigencias de la sociedad.

Para que un contrato sea válido y produzca efectos jurídicos, es

necesario que se cumplan ciertos requisitos, como el consentimiento de
las partes, el objeto del contrato y la causa que lo motiva. Sin embargo,
la introducción de medios tecnológicos y electrónicos en la celebración
de contratos ha planteado nuevos desafíos y ha aumentado la
vulnerabilidad de los contratos.

Uno de los principales desafíos es la garantía de la integridad y

autenticidad de los contratos electrónicos. Las partes pueden tomar
medidas como la utilización de sistemas de firma electrónica, la
verificación de la identidad de los firmantes y la conservación de pruebas
que permitan demostrar la existencia y autenticidad del contrato.

Además, la vulnerabilidad de los contratos electrónicos también se

relaciona con el riesgo de fraude, manipulación o falsificación de datos o
documentos. Por lo tanto, es necesario establecer medidas de seguridad
y confidencialidad para proteger la información y evitar el uso indebido de
los datos.
En cuanto a las controversias relacionadas con contratos electrónicos, se
aplican las mismas normas jurídicas que en los contratos tradicionales, y
se valoran las pruebas existentes. La legislación de cada país establece
las normativas específicas para regular la celebración y validez de los
contratos electrónicos, con el fin de garantizar su seguridad y proteger los
derechos de las partes.

En conclusión, el contrato es una figura fundamental en el derecho, y su

evolución y adaptación a los medios tecnológicos y electrónicos suponen
nuevos desafíos y riesgos. Es necesario establecer medidas de
seguridad y confidencialidad para proteger la integridad y autenticidad de
los contratos, y garantizar que su celebración y validez se ajusten a las
normas jurídicas establecidas.